10
I [VOLUCION Y RHOLUCION I' 0 1\ ELlS EO RECLeS LA COMMUNE DE PARi S l'JWW• 1\Hl>POTKL. I ('J'! 'I'It>: ,-,IJ t•0Htil1l11"'. MADRiD C I - 1"1 E r r A P P '-' ' A 11 't

Reclus-Evolución y Revolucion

Embed Size (px)

DESCRIPTION

anarquismo

Citation preview

Page 1: Reclus-Evolución y Revolucion

I

[VOLUCION Y RHOLUCION I' 0 1\

ELlSEO RECLeS

LA COMMUNE DE PARi S

l'JWW• 1\Hl>POTKL.

I ('J'! 'I'It>: ,-,IJ t•0Htil1l11"'.

MADRiD ~

C I - 1"1 E r r A P P '-' ' A 11 't

Page 2: Reclus-Evolución y Revolucion

EVOLUCION Y REVOLUCION POR

ELISEO P ECLVS

LA COMMUNE DE PARIS

PBI>HO hHOP<>TJ\IX

i\1 DHlD

. \ (1ministl a i ' n: c:nllc r1 el ~ nlparo ' ll. 0 n±.

1891

Page 3: Reclus-Evolución y Revolucion

lat. lnstltvut ' See. Ge&ehlede•ll• /( elzeragrac:ht 2•4

Am&terdam·C.

.... •

EYOLUCION Y REVOLUCION

La evolnci6n es el movimiento infinito do totlo lo que e. iste, Ia trnnsfonuaci6n incesante del univer8o y de todas sus pa1·tes ~lcsde los orfgene eterno y durante infioidad de edados. Las 'las ltictens que hacen su aparici6n en los ospacio sin lfmites, que e condesan y se di:suolven durante millares y millares de iglos; las estrella., los astros que .nacen y mueren; nue tJ·o tor­

hellino ~:~ola.·, con su ll tro central, u planotn y ems lunas; y n lose h· chos lfmites de nue tro globo temiqueo, Ins montn­

•las que urgen y de aparecon, los oceano que ~eformnn y ago­can, los rfos que e ven serpear por los valles y de. pues secarse como el rocfo de Ia mafiana; Ia gonernciones de planta , ani­males y eros que se ijuceden desde el hombre al mosquito, no on otra co a que el fen6meno de Ia gran evoluci6n que arras­

tm todas Ins cosas en su incesante funcionali mo. En cornparnri6n de e. te hecho primot·dial do Ia evoluci6n y

Je Ia vida universal, .;que son esto pequeiios acontecimientos (1ue llarnnmos revolucioues astron6rui ·as, geologica~ 6 politicos? Vibraciones ca i in~oo · ible ; apariencia , por a ( decirlo. Las rc¥oluciones se sucedeu eu Ia ovoluci6n universal por miriadas de miriada ' y a posar de su peque•iez forman parte de esc in­co ante fl ujo y ref! ujo .

. \sf Ia ciencia no e tablece ninguna diferencia entre ostas do palabra evoluci6n y Revoluci6n, que tienen entre f gt·an se­ruejanzn, a pesar de que los que las emplean en su acepciou po­lfticn y social les dan cornunmente un entitlo opuesto on ab­solute. La palnbra e\·olucion, sin6nimo do de ·:u-rollo gradual ~n las idea yen las costumbres, pres6ntnse pm·a ciortns gen­te como i fueRe lo diametralmente opue to a csta espantosa pa­labra Revolucion, que implica carnbios mlis 6 m nos brusco en lo hechos, y que, segun 6sto sean, produce catli trofes parcinles.

Ahora bien, dpuede hacer e Ia tran formnci6n en Ins ideas in producir desequilibrios en In vida? dNo debe suceuer Ia revolu­ei6n a Ia evoluci6n, d~l mismo modo que el acto ucede a Ia vo­luntad de obrar? En el fondo am bas son una misma cosa, y no difieren rna que en Ia epoca de u aparici6n. 'i croemos en el progreso normal de las ideas, y, por otra parte, reconocemos que

Page 4: Reclus-Evolución y Revolucion

--1-

ban de producir e cierta re i tencin , quedn por este hecho e -tnblecida In nece. idad de acudidn c teriore que cambien Ia forma de In sociedad.

Pa o a In demo~traci6n, no irviendome para clio de tenniuo nb tr ctos, .. ino apelando 8. Ia observaci6n y In experien ·ia de todos y valiendomo de nrgumento del dominio com t1n. Yo soy sin duJn uno dee o>~ a quione o con idera como temibles re­volucionario : .. he pertenecido hnce OliOS a In sociacion Interua­cionnl d lo Trabnjadore , .ociednd pro crita porIa ley y cuyo olo norubreimponc ;Uo que le usnn I tratamicnto de ~ malbe­

cbore. -; me cuento tamhien en el Dltm a·o do lo. que irvieron "a In e cct'nhleCommune·-~horrorde In gente<~ honradas;~ pero por fer z que sen, sabre colocarme fuera, 6, mejor dioho, por encimn de mi partido, para e.tudinr in pn i6n ni rutin a per­·onal, y de:dc el punto de vi ta general y puramento humano, Ia evolnciones actuales y Ia revoluciones proxima~ de la huma­nidad. Ya que e uos castign, tenemos el derecho de que se no · escuche.

Deberuos sentar ante todo que si se acepta voluntariamente Ia palabra evoluci6n aun por aqueJios que ven a lo revoluciona­rios con horror, debe e a que no e dan cuenta del valor de Ia palabra , porque no quieren Ia csencia de In cosa a niogun precio : hablan uel progre o en termioo generales, pero le rechazan en detaiJe; encuentran que Ia ociedad actual, annque reconocen que e mala, debe con.ervarse; le ba ta con quo rea lice su ideal : riqoeza, poder y biene·tar. Ya que hay ri cos y pobres, amos y crvidores, podero 0 y ubdito 'ce-ares que ordeoen el combate

y glad indore que e acrifiquen, los juicio os debcn poncrse del I ado de los rico · y de los amos y hacerse lo corte a nos de los ce ­are , y e ta b()lla ociedad les darB. pan, dinero , po ici6n y hono­

re ; uo pueden quejnrse. Persuaden e fticilmente que los demas e hallan tan sati f cho omo olios, porque para el ahito todo el

mundo ba comido bien, y escarbando e con el mondadientes oon ­templan con placida sati~faccion las miserias de Ia ~ vii muldtud~ del •r~baiio de lo sometido .n Todo Ya bien; Jdesuraciado del h_ambne.nto que con u q~eja turbe la dige ti6n del

0

ati fecho! Y s1 Ia soctedad no ha proVlsto de de Ia cuna a todas la'3 necesida­~e ,Y caprichos del_ egoi ta, a! ruenos le fa.cilita el camino por la mtrJg~? Ia a?ulaCI6n' y no be?e para e~ lmportancia alguna Ia. evoJuc100 SOCial, ya que eYOIUCIOilllr baCia la fortuna es SU uni­Cil ambicion.

Pero si Ia pnlabra e>ol~ci6n. solo sirv~ frecueuteruente para que los que rna Ia pronunetan dLSfracen hap6critamente una men-

-5-

tit·a, es una verdad para los revolucionarios: e tos son los uni­~o evolucionistas. Saliend~se de las antiguas f6rmulas, que pa­ra ellos carecon ya de sentJdo, buscan Ia verdad fuera de Ia en­efianza de las escuelas, y someten a crftica todo lo que los go-

bernantes llama.n orden, todo lo que los maestros llaman moral. 'Los ~evolucio_narios crecen, se desnrrollan, viven ) tratan de co­muoJcar su vtda; lo que han aprendido lo proclaman en alta voz· lo quo s.a~en tratan. de realiza.rlo; el e tado actual de las cosas pa: receles IDICUO y qutereu modaficar)o de conformidnd a Ull nueVO ideal de ju t~cia; no le~ basta haber emancipado su inteligencia, .desean tambten emanCJpar Ia de los otros libertar Ia sociedad .d~ toda sorvidumbre; 16gicos en su evol~ci6n, quieren Jo que ptensan, y acompafian la acci6n ala voluntad.

Hace algunos aiios hfzose de moda en el mundo oficial y cor­te ano repetir que el ideal de Ia emancipaci6n habfa muerto de­~iuidamente. n hombre habil en las oosas pequefia.S, pero impo­tent.e para las gr!lndes y generosas, un aventurero afortunado y vamdoso que odtaba al pueblo porque le reeordaba su pobre ori­gen, alab6se oficial~ente de haberle dado el golpe de muerte; {)refa haberle extermmado en Parfs, haberle enterrado en Ia fo­sa del Padre Lachaise. Unicamente en Ia Nueva Caledonia en los antfpodas, pen aba, podrfan en contrarse algunas debiles muesta·as de los que en otro tiempo fueron r~volucionari<>tl. Si-9uiendo_ a J.\I. Thiers, todos SUB amigos de Europa se npresuraron a repehr sus palabras y de todas partes surgi6 un canto de triunfo.

Sin embargo, Ia alegrfa causada. por t11.l desaparici6n dur6 po­~o. Yo nose que mala conciencia decfa a los conservadores que a pesar de todo quedaban revolucionarios y que estos 110 esta­ban tan m~1ertos como el siniestro viejo habfa pretendido. En efecto, nadte pucde ya dudar de la resurrecci6n del ocialismo. En todns BUS a ambleas los obreros franceses se pronuncian uni­~amen te por Ia apropiaci6n del suelo y de las fabricas, conside­rada como el pun to de partida de la nueva era econ6mica. Re­.illlena en Inglaterra el grito de anacionalizaci6n de Ia tierran y los grandes propietarios teruen que el pueblo se desborde con: tra ellos. Los p~rtidos polfticos solicitan los sufragios de los ir­landeses prometaendoles en cambio Ia confiscnciou de la ti~rra ~omprometiendose de antemano a cometer un atentado ontra 1~ i!acrosanta propiedad. Hemos visto en los Estados nidos a los obreros dueiios durante ocho dfas de todos los caminos de hierro de Ia Indiana y de una parte de los que se dirigen al Atlantica Y si hubiesen tenido clara conciencia de Ia situaci6n, podfan ha~ her llevado a efecto una gran revoluoi6n casi sin disparar un tiro.

Page 5: Reclus-Evolución y Revolucion

- 6 --

LoR que conocen ti Hn ia nben que los aldoanos, todos in e. _ copci6n, r j,indicnn Itt tierrs, todn Ia tierra, y quieren de pojnt de ella 1i lo ~eiiore . Asf ·e cumple Ia evolucion. El rjercito de individu us !]Ue de:Pa cambinr I . tado ~ocinl ba 'uelto a po­DOL e en nnuchn, y Ia multitud en molimientt> ~e precipitn in que uingtin g hierno o c ) a c rmr los ojo' n Ia pre~>eneia de esn~ grande. ma,n.; ante. al t•ontrnrio, el poder e agora . u mimc­ro y ttntn de coml•atirht' por I yes nkurdas y vejamcnet~ irri­tantt : I mit•do e mal cOJJ. rjero.

Prodti.cc.c a \'CCC: un grnn . ikncio. A! dla sigu ien!e de unn matanza, tt:HH.lo un .:igno 6 una palnhra se ca t;ga, c ca ean los hombrcR que o atr v n n arro ·trar el peligro. Los que acep tan el papd de 'fctimn · por una cnu8a cuyo triunfo e hi a tin I jano 6 dudo~o on nwy rar . : no tienn todo cl mundo el heroi.mo de lo nihilUa. 1 u o 'lue componcn periodicos en el centro mi mo de-~· enemigo y ',<lll a fij.arlo:< 0 re los muro' guardado por centmPlas. E pr ct~o ·cnttr•c mny fuet to pat a tener derecho a Cell urar a lo ljUC llO C dccJarcu anarqui~;hl. cuando U tra­bajo, e dccir, Ia 'idn do su familia, dcpcnde de ello. Pero ito­dos los opt imitll•. uo sou he roe•, no por c. sien ten monos el su­frimiento, y grandee· elmlmcro de los que refle.· ionan sobre sus interese .

Loc. lid ad h:l~ llonde no e. ·i te un :olo grupo organ izado, y in embargo, to do~ lo ohreros, in except! ion, on revolucionario. mil 6 m no con.cientc.; por in tiuto aplnud n al compafiero que J~,. habln d_e un e tado ,ocinl en que todo l prodncto del trabnJO pa,e a mano. del trabajador. E. te instinto contiene en g rmen Ia re oluci6n futum, porque de dia en dia e preci n y e tramfo,rma en couocimiento clnro y concreto. Lo que el o~rer? scnhn v11gam nte ayer, lo sabe ho~T' y cnda nne a expe­rtencta le afitma en u ~aber. Lo campe.ino que no pued n ali­mentarse con el produ,cto de su pednzo de tierra, y aquellos, mu­cho m?s nume~o os aun, que no on propietarios ni de un terr6n de aretlla, comte~zan a comprender que Ia tierra debe pertonecer a l~s que Ia culttYan. Ante era por in tinto, nbora lo saben ex­perm~e~tn~me~ ~e y ~e preparan a hablat• el lenguaje preciso de Ia retvtOdtcacton.

~t\1 es el estado de las cosa . lCunl era -u soluci6n? La eyo­luct6n que e opera en el espfritu de lo trabajadore · es decir en gran numero' conducira forzosamente a la revolucion ~ menosque lo d.efcnsore del privilcgio cedan gracio amentc n Ia pre 16~ de ab&Jo, y ~ to no en efia Ia hi toria que nolo haran . SuperfiCJalmente comnderado, parece lo natural que se establecie­sa el acuerdo entre los hombres. La tierra es asliz inmensa para

j -

coutenernos, suficientemente rica para que todos pudiesemos go­:r.ar de hien tar produce frutos de sobra para que todos coman, b .tanto plant 'fihrosas para que todos 'estan, piedra y arcilla de so bra p m ue todos tengan casa; hay Iugar p~ra que todoq Jo. h umanot~ tc ugnn a iento en el banquete de Ia vtda: tal c. el hecho economico en u sencillez.

jQUe importa! dicen lo unos. Lol:l rico~ derrocb~rli? a capricho Jo que Jcs conveng do esos tesoros; los mtcrmed1artos, espe.cu­ladores y cbalnn s de toda clase, ma.nipularan el resto; los CJCr­citos Jcstruiran una buena Jlarte, y Ia masa del pueblo tendra el \tltimo rc iduo. ,, iempre habt·a pobreR entre nosotros,» osp?tan lo atisfccho , eitando una palabra 1]110 suponen p~onun~tad por un dio ; si u dios ha querido recrcnrse en Ia extstencta de miserables, alia se las arregle; no otros crenmos nuevament& el mundo t.le otro modo. "'\o, jDO debe bah I' pobresl Puesto que todos los hombres tiencn necesidad de habitaci6 n, de vestido, de calor y tle nlimcnto, que todos tengan lo nec~sari~ y que nad i.e pnJezca frfo ni hambr"e!" Los temible revolnCJonarto no nece:t­tamo que un t.lios nos inspire e as palabrab: son humanas , y e.o nos basta.

Exist n, pues, d.os sociedades opuc ta. en la bumanid~d; . e cntrelazan, dhor amente ligadns aca y alia por lo que qUt.eren, sin Bogar a dcterminarse, a anzar para retroceder; P.ero. s1 ele­vamo uuestra consideraci6n in tener en cuenta los mctertos y los indiferentes que el destino mueve como el viento las ola , e seguro que el mundo actual se divide en dos campos: los que prf'­tenden con ervnr Ia pobreza, es decir, el bambre para los dema , y Jo que reivindican el biene tar para todos. Entre eso~ dos campos parece a primera vista que In fu r~as son ,muy d?stgu a­les. Los ostenedores de Ia sociedad actual tJenen las prop1edade<J in Hmites, Ia renta que se cuenta por miles de mill ones, el po­

d.er del Estado con los ej6rcitos de emplendos, de soldados, de polizontes, de mo.gistrados y todo el arse~al legislative. Y los re­volucionnrios, los conRtructores do Ia soCJedad nueva, lque pu~~J den oponer a todas esas fuerzas organizadas? l~ada, pensat .

in dinero, in c:ojcrcito, sucumbirfan, en efecto, s1 no represen­tnsen Ia evoluci6n de las ideas y de las co tumbres. Nada son, pero tienen de su parte el movimiento del pensamiento bumano. La ola del tiempo los empuja.

La forma exterior de la ociedad debe cambiar en proporcion Jel impulso interior. No hay hecbo bist6rico mc:ojor averiguado. Es Ia a via que forma al arbol y le da sus hojas, sus fl?res y ~n frutos; e la angre que viyiflcn a! hombre; son ln.s 1dea que

Page 6: Reclus-Evolución y Revolucion

'o tienen Ia ~Ol'iedad . .Ko hn) onservador que no e Iamonte de que las ideas, Ia l'Osturubre~ todo lo que constituye Ia vida fu­timn de Ia humanidad, se haya modi fi cado desde uaquellos buenos tiempo pa ado ". Rosulta cYidonte que las fo1·mas ociales deben cambiar, y que Ia r \ Olucion urgirn en razon del trabajo inte­rior de las inteligenria .

E yoque cada uno u · recue1·do y v ra los cam bios que se han rfectuado en Ia manera do pen:mr desde Ia mitad de siglo. To­memos 61o por ejeruplo el h cho capital de Ia disminuoion del re·peto. erdaderamente de ap rece; no ese respeto debido a las persona de rectitud y de morecimientos, sino e a humillacioD ' .ergonzo 8 l(UO se aplica a Ia riqueza y a Ia posicion, ese servi­"'IDO de esclavo que impulsa i Ia multitud de los babiecas haoia el pa ode un rey, 6 que admira con la boca abierta los lacayos y los trene .de un gran per onaje. Y no solamente el respeto des­aparece, ·mo que aquello qn e creon con derecho a Ia cousi ~ Jeraci6n de todos sou los prim eros que comprometen su papel 'l? eros obrehumanos. Los antiguos oberano de Asia cono­ctan el arte de hacer e adorar: se vefan de lejos sus palacios, sus l'Statua se levnntaban por todas parte ; se lefan sus edictos, pe­r nose mostraban al pueblo; ~us mas fntimos faruiliares se le presentabau de rodillas; olo lguna, muy rara vez, se alzaba como Ia punta ~e.un velo para dejarse ver como un relampago ) lle aparecer sub1tamento, queda11do deslumbrados los que les habian. vis to . Entonce el re peto era bastante profundo para producu· estupor: UD mudo llevaba a lo condeuados un cordon de seda, y eso bastabn; toda lamentaci6n era inutil. Ahora sa hn vi to a un soberano dar orden por telegrafo de que se le pre­pare u p~lco del tentro para asistir a Ia representacion de Orfeo '11 lo ' lnj1eow· o de La !JI'Ciil DIIIJIIf' a d" G'u·olstcitl · es decir para tomar parte en . 1 ~ i.r rision de todo Jo que antes s~ tenfa po; mas resp.et_able: Ia dmmdad y Ia soberanfa . c,Quien es el verda­dero reg1c1da, el hombre que mata al rey hacieDdole el honor de tomarle como representante de toda utJ a sociedad o el monarca que se injuria a si propio riendo e de Ia gran duq~esa o del ge­~e.ral Bum-Bum? Con esa conducta DOS ensefia que el poder po­htico es. una in ti tucion apolillnda: guard a Ia forma, pero el re -peto umvero;al que I.e daba su ~·a! or ha desaparecido; ya no es mas que. u~a ~specie de mom ta. rellena de paja que solo re­pugnancla msp1ra. L~ instruccioD que e e parce y que da a todos la misma con­

~epc16n de l.as ~osas CO?tribuye a llevarnos por Ia vfa de Ia gualdad. 81 Ia mstrucct6n olo e diese on Ia esouola los " O­

hiernos podrian retener aun Ia inteligoncias en Ia sen?idumb~e;

-- !I -

p 1•0 hoy Ill. instruccion se obtiene prin ipulmente fuera de ella: en la calla, en el taller, note las barracas de Ia feria, ~n el tea­tro en el cafe en el casino en el vagon del ferrocarr1l , en las ciudo.des de otros pafses. H~y todo el mundo vio~o. por lujo .o .por necesidad; no hay reunion donde no e h~lle qnten haya vt Ita­do distintas regiones , daudoles esto mottv? para observllr los contro.stes quo existen entre Ia n.ldea y Ia ~tUdad ! ~a montafia y Ia llanura el mar y Ia tierl'a firme. Los rJ COS VI OJan mas que los pobres' es cierto pero de ordinario viajau sin metodo; o.l

' ' . ~ 11 . camuiar de pafs no cambian de medw; hH anse stem pre en su !'asa, por decirlo asfi el luj? , los go?es de los .hoteles n.o les per­mit"u apreciar las d1ferenC1as e enc.tales de tterra .a tierra y de pueblo 0. pueblo; e.l po.bre q u ~rop1e1.a con las dtficu~tadea de Ia vida es el que stD ciCerone, m gufa , pued~ observat Y. rete­ner mejor. La gran escuel~ ?el mun~o exte~wr muestra tgual­mente los admirables prodtgws de Ia J~du strta huma~a 0. los po­bres y los ricos a los que han produ01do esas mnranllas por el trabnjo y los q~e de elias se aprovechan. l<'errOl' >trriles, gran­des fabricas maquinas hidraulicas, perforadoras, etc .. se ofrecen igualmente 'a Ia cousideracion del desgraciado .que del pod~ros? . Para el goce de alguna de esas grande~ ~onqu1stas. d.e Ia c1eDcta ha desaparecido el privil~gi~ . El maquu11sta que dmg,e su loco­motora, aumentando o dtsmmuyendo Ia velo01dad segun su de-eo no se cree inferior al soberano que , encerrado en un vagon dor~do detras de el, hallase tamhien poseido de temo.r ante el

Pelia ro de una explosion do un rill arreglo del mecam mo o del b , • •

t ropiezo con un cartucho de dm am1ta. . La vista de Ia tJaturaleza y de las obras humanas, Ia pracbca

de Ia vida, e@os son los colegios don de se ltace Ia verdadera e~u­cacion de las sociedades contemporaneas. Las escuelas propl~­ruente dichas tienen una importancia rela~ivamente meu?r; sm embargo, tambien han sufrido su evolucton en el .senbdo ~e Ia igualdad: no bace mucho tiem~o. toda Ia educa016n co?SIB­tfa en simple formulas en frases mtsticns, en versfculos de hbros sagrados. V ease Ia es~uela musulmana abierta at I ado de ~a mezquita· a!H pasan los nifioR largas boras deletreando y recl­tando ve;s1culos del Koran . Tam bien en las esouela~ de los c.uras cristianos, prot~stantes o catolicos s6.1o .se oyen ne~10 canbcos, reci tacione~ absurdas en un lenguaJO mcompren 1ble. Pero en esas mismas escuelas, por efecto d.e Ia pre~i6n de abajo, se mez ­ola una nueva enseiianza a las tnstes rutmas; en Iugar de en­seiiar solamente formulas se exponen ahora hechos, se muestran 1·elaciones, se seiialan !eyes. Cualesquiera que s~an los c~menta­rios con 41ue el maestro acompat1e lo que enseua, las mfras no

Page 7: Reclus-Evolución y Revolucion

10

qut>unn por o meno~ incorruptiblr . (.Que edu uci6n prenllc­crtl, n•J1H lin ~Pgtin In r.nnl Jo y dos hac'en cuntro y n que 1

In na1la no e hac nadn; 6 In nntigua ensei\anza ~cgun Ia cu1

11~ to lo P hn creado de Ia naua) tres per onas no on mas que un 'J

. 'egnrnmrnte Ia c. cuela primaria no os todo· no ba~tn ntr,,-~·. I

. . . .1' ' ,, ll act nc111,. e. prect.o c tuu tnrln e:tensnmente. T mbi6n 1 eYo-

1ucu5n octnh ta e ·1ge qne In escuola sea permnnente p ra todos lo hombre~, ). q~te dccpue: d hah.er recibido nocionc de todo nn lo P. tnhlc~tmtento uo tnstrncct6n primaria, cada uuo puedn .Icsnrrollar e mtegrnlmeutc 1'11 proporci6u de su fuerzas intelec­tu I e. en el mctodo de .vida l)liC hay a lihremen te e ·cogido. E· ­perando que eo .e re_ahce no de~e desmayar el trabnjador, por­'JUC .to~a g_rn:~ eonqut ta. de 1a. ctencia acaba por penetrar en el do~nmw_pubh~o. l:o abtos de profe-ion emplean siglos en el trn­~1RJO .de tn'\'e ·tigac:6n y dr! hip6tc.i , tienen que luchnr contrn mfint~o error s ~ fa! l'uad:., pero t•uando I~ verdad llega a. er cunoctda, frccu n~emen_te, ape ar de osos nnsmo sahios, gracia 6. alguno re>oluctonRno-. genernlmente rechazado , e re,ela en todo s~ e plenuor pat~nt? y clara. Todos Ia comprenden sin es­f~erzo, parPcc.coruo .si st~mpre hubiera ido conocida. En otro hempo lo · .ab10s e 1magmaban que el cielo era una cupula re­donda, ,un techo de metal, una serie dC' b6veda , tres, . iete, n~e:e o trece, c.a~a una co~1 u proce i6n de a tros, us ]eye dJfel ente~, • u regtmen particular y sus legiones do angeles y arcangeJes para guardarJR; pero de SO que todo e 0 cielos SU­

pe~pue~tos.de que ha~hla Ia Diblia y el Talmud han sido demoli­do .'no e. t. t un nmo.que no. sepa que el e pacio es libre e in­~ntto alreue~~r de In !terra. 1 a casi no .e aprend eso; cs una \erdad ~dqumda que fonna parte de Ia herencia univer.nl.

1 Lo mtsmo ~ucede con las grandes adqui iciones obre t<Jdo

a, ~e .moral Y Ia do economfa polftica; no se aprenden por a.I ectrlo, se .aben. Hubo un tiempo en que Ia gran mayorfa de~~. hombres.nncfR, vivfa esclava y no tenia otro idC'al quo un ~am 1~ de .erv1dumbt e; nun en se le ocurrfa pemar que un hom-r: ~: e \~n~o ~omo otro. Ila aprendido ahora y comprende que 0• a 1bua ~ nrtual dada porIa evoluci6n debe cambiarse ara Sle~prte e?digualdad real grncia a Ia revoluci6n. Los trabRJ.~do-re In rut o porIa v'd · h . 1 a conocen c1ertas !eyes ccon6micas mu-c 0 meJor 9ue los e:on.omi ta de profesi6n. (.H a un solo obre­ro p~ra tmen sean mdtferente Ia cuestiones de{impuesto pro­porettona1' J que DO epa que en ultimo resuJtado todos los im-pue o os pagan lo pobre ? ·Ha I b no~c~ Ia terrible fatalidad de la d~r~~eysoqoueo lererco qdue n~ co­recibtr ma . on ena H- no

que una mtserahle pitanza; es decir, el salario exac-

1 ]

to quo 1 pt NCIYI' d morir u harubre mien tras sea explotable para el trnbRjo~ na trit1te <'Xperiencia le ha becho t•onocer su­ficientemonte estn. I y fatal de Ia economfa polftica .

De es te modo, cualquiera que sea I origen de lain trucci6n, to­uos participnn de 1111, y el trabajador no es el que toma Ia ma­nor parte. Que h11ga un descubrimiento por un hurgucs, un noble 6 tm campc iuo; II a meRe ol abio Bernardo Pali sy, el ca­ballero Bacon 6 el bar6n ue Humboldt, el mundo ntero utiliza­ni sus invebtigaciones. Es muy cierlo que los privilegiados qui-ieran gua rdar para 8{ el hencficio do Ia cion cia y dejar al pueblo

en lu ignornncia, pero su dcsco egof,ta no puedo ya cumplir~e; ~E' encucnlran en Ia ituaci6n de Rqnel mago 1le las Jfil y 1111''

.;.\'uc/11'8 que abri6 el VR o en que dicz mil nfio; bacia dormfa eu­ccrrll.do un genio; quisieran reducirle nnevnmcnte a su estrecha morada, cncerrRrle bajo triple clio, pero han perdido Ia palabJ·a del conjuro, y el genio h:l qn dado libra p11ra siempre.

E a libertad de Ia voluutad humana . e t>jf'rce ahora en todo entidos, y prepara, no ya pequeiias revoluciones parciales, sino

una revoluci6n general que alcanzani en conjunto a todas las manifestaciones de Ia sociedad. No sa engafian los conserva­dores cuando lanzan 3. los revolucionarios el opfteto general de rnemigos de Ia religi6n, de Ia propiedad y de Ia familia; f, re­cbazamos Ia autoridad del dogma y Ia intervenci6n de lo sobre­naturol en la naturaleza, ) en ese sentido, por ardiente que sea Ia luella por Ia realizaci6n de nuestro ideal, somos enemigo de Ia religi6n ; ~f, queremos Ia upresi6n del trafico matrimonial, quet emos Ja unione libres fundadas 6lo sobre el afecto mutuo, el respeto de sf propio y Ia dignidad ajena, yen ese sentido, por am antes que seamos de aq uellos cu ya vida eshi asociada a Ia nue -tra, somos enemigos declarados de Ia familia jurfdica; sf, quere­mos snprimir el acaparamiento de Ia tierra y del capital para rein tegrar a todos en su posesi6n, y en ese sen tido, por celosos que seamos de ast'gurar 6. Ia humanidad el goce de los frutos de Ia tierra, somos enemigos do Ia propiedad.

La corriente evolucionaria nos empuja a todos bacia un porve­nir muy diferente del estndo actual, y es inutil que se trate de oponer ob, taculos al destino. Do todos los diques, el rna s6lido, cl de Ia religion, ha perdido su poder; agrietado por todas par­tes, hace agua, e inclina y en un plazo mas 6 menos largo se vendni absjo.

Es indudahle que Ia evoluci6n contemporanea sa verifica com­pletsmente fuera del cri. tiani mo. En otTo tiempo Ia palabra r'l'i 'lia adad, analoga 3. catolici. ·mo, gozaba un sentido universal y Se apJicaba efectivnmente a todo Ull mundo de hermanos, que has·

Page 8: Reclus-Evolución y Revolucion

]~ -

ta cierto pun to teni:m las rni mas<!\> tumbres las rui rna 'd · ·1· '6 · t ' •easy una. c1n tzact n enieJan e; pero en nuestro~; df!U! no d

· t' · 1 · pue e el en, IRDI mo so tener a pretenst6n de Pjercer una acci6 · .. 1. d d d

. d 1

. 1

n Cl\11-za ora, )' rnan o se tce e o mg eaea 6 de Jo ruso ·trma' ~ II ' I · • 1 • • quo au . van u C\ar u eJana reg10nes e cr1 hani mo y 1 • -1• '6 t d ) d . a CIVIl· ZQCI n, o o e mun o comprende Ia 1ronfa quo encierra 1

. El t d 1 . t' . ese eo-<TUOJC. man o e cr1 · tnntsmo no cubre todos los puebl I t d I · ·1· '6 os que _tan en .ra o en n <'.'"' tzact n coot mporanea por Ml cultura • su mdu tr1a: lo pnr 1 do Bombay y lo brahmanes de B )

t . . . enarea

RC<'J> an nues ra~ ctencta con entu 111smo ,. 6Jo ('10110 1 • • . • • J n para o

m1 lOnero cr1. hanos una cerernonio R cort" 1'a· lo· · . ' ,, • ~ Jnponese que tan predtspue, to , 0 halJan a imitarnos . 0 <>'Uardan b' d 1

t I• .

1 . , o ten e

nc?ger nue· ra~ _re 1~10ne:: ? chmos son dema ido a tuto~ a\ I ado para dPJar e converh r. "I o tenemo~ necesidad de . y tro d' • . 'ues-. cora~, tee una poe Ill e cnta n ingled por un chino· 1108 . obran con lo - nue~tros, ton,nrado 6 con coleta· lo que ' · • . . . , neceai-amo on vue tras arma " vue~tra CienCiaq para co b t' • 1 d J, " m a tros y

e pu aros o nuestro pats como el viento arrebata Ia h · · -er ! ~ OJaS

. ~~- cri tiani mo, pue., cubre de nombre Ia mitad del mundo CIVIhz_ado, y au~ allf doude e le considera como dominante es rna bten 111~a formula quo una realidad, y su~ mils celosos devo­te .no .. ?". 1~0 repugn~nte hip6crita•. Separnnd todos aquelloa CU) o cn~tt~m ~o const t en haber sido b utizado 6 t>n hallarse h u nombre 1 ~ ·cn~o ~n un regi tro parroquial, lCutln to" individuos

0:Y cu.~a vtda dta!ta corre, ponda a los dogm:t que pl·ofesan y

d ya

1 1 ea ean •em pre, omo debieran par~ ser )6 ,.icos las

e o ro round ? J' · t' " ' o. ' os crt Ianos, cuya perfecta sinceridad harfa respetable. , ~o e encuentran n i en Ia misma "Rom a prote~tanten que e una cmdad que con erm viva Ia tradici6n. En Ginebr; ~o:o en 0 . ford, como en to do los ceo tros religio os como por '? ·ad_p~rte 'I~ ~rande preocupaciones hallan e fuera

1de Ia Igle-

8~~· ~ngens~ acJa Ia polftica sobre todo bacia los negocios. Los

t~ DCipales repreRentantes de Ia sociedad falsamente Hamada cris-tana 80n lo JUdfos d 1 ~ d

1 • ~reyes e a t:poca n. Y entr los que se ocu-

f:~al ceRa el c~~~~ee;evada de la ~iencia, dPI ~rtP, de la poesfa de teologfa? y d I 0 de lo que SID versp ohiJgados a ello tratn

t d I ·. e o que ucede en Ia univer iUad de Ginebra: en

0 88 a. a •gnaturas med' · h' t · llun I

. . , ICllla, IR or1a natural matematicas en a JUrisprudenc· 1 · ' ' uno as· t ~

1 d 18• l.'ncon rarets oyentes voluntaries· ni 1 e I! a e teologfa L 1· '6 · · ' pa de niev d . · a re •.g1 n cristJana es como una ca-

va blancur~ que sed emte a Ia acet6n del sol; perdida la primiti-fan go que b~J· ou~ca ~ by! pisoteada por toda partes, descubre el

que anco uelo se oculta.

- 13-

Esa religion que de tal modo se desprende de In sociedad euro­pea ora muy c6moda parae ·plicar Ia mi aria, Ia injusticia y Ia desigualdad ocialeRj tenfaunasoluci6n para todo, el milagro; una voluntad supr rna todo lo hab{n ordenado, todo e hallaba arre­glado de antemano; la injusticia era till mal aparente que servfa de preparacion pnm un hien futuro. "JDiOB Ull de comer a los pajarillos! jT>estiua 6. los 11lligidos In l>ienaventuranza eternal jLa miReJ' i <l~ de Ia tierra ~on precursoms de Ills felicidades del cielo!n En tonto que el oprimido crey6 esas coRns no ae cans6 de repetirJa j pl.'rO e~a paiabras han perdido ya todo credito y s6-Jo aparecen n Ia menuda literatura de los 'tratndos religiosos.

c,C6mo rocmplazar Ia religi6n quo desaparecer i el obrero no cree en el mil agro, wodra haccr el"' crcer en Ia men tira? E ta con-8ideraci6n dEitermiu6 a sabios, economi ta , ncad6micos, comer-iantes y h tcend.strts 6 introducir 11 Ia cieucia esta propo~icion

atrevida: ''La propiPrlad ' Ia pro•periclad son siempre Ia recom­pensn del tr bajo., Yergi.hnza cau~tt discutir semejantcs a ercio­nes. Pretondi eudo que el trab11jo os el origl'n d Ia fortuna, lo economistn. saben pcrfectam nte que n dicen Ia verdad; lo mismo que los anarquistas snbro n que 1\l riqneza es el producto, no del trahajo per. oual, t>ioo del trul>ajo ajeno, no ignon n aque­llos que lo »zare de Ia llolsa y I at! e peculaciones que crean las gran des fortuna. tienen Ia mi ·rna rolaci6n con el trabnjo que las hazaiias de los bandidos en una encrucijada; no pueden creer que el individuo que dispone de una renta diat·ia que bastarfa para aseC?ut·ar Ia vida de innumerable familiaR tonga una inteligencia. y u~a actividad infiuit mente superior al t'rmino medio de Ia inteligenria humana. iEs indignc. discutir el origen de Ia des­igualdad social; c ser v(ct.ima y c6mplice entretener e en esos argumentos hip6critas!

Pero he nqu( que seem plea nn razonamiento de otra espe?iA, que al menos tieno el merito de no reposar sobre una ment1ra: se invoca ahora contra las reivindicaciones sociales el derecho del mas fuerte. La teorfa de Darwin acaba de hacer su entrada en Ia ciencia y e crce podor esgrimirla contra no otros. En efecto, el derecho del ma fuerte es el que triunfa por el acaparamiento de Ia fortuna~. 1~1 que es materialmente rna apto, el mtis astu­to, el mas favorecido por su nacimiento, por su instrucci6n, por sus amigos, el mejor nrmado el que encueot~a. delante de _sf eue­migos rna dehiles, es el que tiene mas probabthdades de triUnfar. .\ i se ha decidido el grosoro combate do los egofsmos en lucha. En tiempo pa ados faltaba valor para declarar esa teorfa del hierro y del fuego; hubiese parecido demasiado violenta, y se proferfan las palabras dulccs; pero los descubrimiento de Ia cien-

Page 9: Reclus-Evolución y Revolucion

l ~

rin relati 1 o A los com L trR de In e i tencin entre l"s · ' I . , d I " e~peCJe ,. u. ll .'U(lCrl 1.\'CDCIR . a Dllls I igoro a ban p!'rmitido a los fe J•

nco de In tuerza. quthtr ,\ su JengtliiJ· e Jo qu tenia d 1· 1 6

·d· y 1 · nsoente ~ teen. •i . n 11 rcL: es Ia I ) flltal! 1.\ [ lo quiero el d t· ' d In hnmt~nlllnd! r e 100

fleLemo f~licitnrno do qu Ia rue~ti6n ·e hn,·a 1• J'fi d d d

• • ~ · J :up 1 en o e eso mo o, porque a f esta ruli- pro"mn In oluci6 ·R · 1 r d · 1 t • · d

0 · ' om a a uerzn, tc n o eon cos o In d('~i"'ualdad ROCial 1 ·Sf · 1

fuerzn! proclarnn tnmbi1~n Ia indu,fri~ modern a 11 1

'rr01

?8

a . t b I I> . , super t!Cctona-mwu o ruta . ero lo qu dtCen lo · econo•ni tn~ [ · I ,, ir 1 t · 1 d 1 ' o qne rep1ten • H u· rta ~:, lliO po run tambiru decirlo lo, revolucionarios?

I a ley ~el mn fuedo no funciona11i iempre en pro 1 echo de Ia mdu trtn. -La fuerza e antepon alder cho cr . Je I I' •" ICPn, pero pue-

preparnr•c e (Ill eu CJUfl In fuerza e SOID!' t al dere ·h s· ·erdad I}~~ Ia,. idea d ~olidnridnd se extienden, qu<' Jascc~; t:ie­

ta. de Itt cteucutncnbnu pur peuetJ nr Pn Ia~ capa prof d q la, lerdnde: se r uri,•r·tl n Nt proriedau de t tl . unl a,' que ci6u ei.Ja 1 t' l .1 1 . 0 o~, que a ovolu -1 ., c?en <: ><'n « ouc UJl~>tJCia, lo tn.h:Jjudon•,,quetienen

a rm:;mo hempo el dt reci.Jo } In fuerzn, dno «'C rl'in\u de elias para hacer Ia revolucion en pron•cho de todo ? ·Que' J • tralnsm · d 1 • . . G po 11\D con-

an. a:oc\a a~ ?' tn_dll rduO' Ai>l::tdos, por fucrte11 que so crenn c~n el Jtnero, Ia m tehg ncia y Ia astuciar

En n·nguna d, 1 1 · •. 1

: J e ~ l'CYO UCIOn IS modernas )J UJOS vi-to a )o prrn cg•;'l ,s coml•nhr •olo .. Siempre e llpoyan u ~>'ercito de ~~~bre ' n lo. <;nH_le. en~eiiall In frtlsa religion de In bandera . con­miTr~~edt>~~u~, a lo que _e ll arnu el so·tpn imiento del orden.)Ciuco Jed' d • ombre•, stn corrtnr Ia policla alta y bnja hallan e

rca o a estn obra en , uron . . . . • . ' oro-anizar e - d I" ,..?., pet 0 e o PJercrtos pueden des-

" · ~ , ) recor ar o~ lazo de · 1 lo un • 1 • ongen Y c porvenir que mano ~JUa Ia rnd~ ~popular, y puc·de tambien fttltar enero-fa a Ia

o · !rJ"'e· c·oru "llC to " e o ej6rcitos · ~ · r en gran parte do proletarios, l,aros a sueldoq~~ . can ~arr Ia sociedad burguesa lo que los bar­elemento d d' ~mperro u ron P ra Ia ocieclad rom na: un nor queer~ ta\~oluc~~ou. L'l hi toria altunda en ejemplo del te­tlc dicbndo~ de bore

1 d e apodem de I~· porlero ·o . 'uando los

,u sufrimiento c a o .. ' 0 hayan umdo; cunouo conozcan bien ocaoion d em le~r 1~ ~bJefo, 00 ha_y_ duda que so presenhmila :e que sea el !mo c u~rza al ervtclo del derecho, y por fuer­de todo Jo hambr~~e til f.nc~ impere, Sera muy uebi) e11frente que ai.Jora se cumplen o ~ga aol contra el: a Ia gran eroluci6n c perada. uce er a gran reroluci6n tanto tiempo

. Ya lo signos precur ore a . I . . no· el 1. 0 de ~Iayo d

1 ~ ;unclaD e movrm1ento revoluciona-

e ano · 0 los obrcros del mundo entero se

han unido en uu mi mo ponsnmiento para re·pondcr a Ia invita­ci6n de un clesconocido, quiz6. de u n corupafiero nustraliano. GNo o hn probado e e dfa Ia resurr oci6n de Ia lntornacionnl, in obedecer a Ia voz de los jofes sino a Ia presi6n do las mn. a~? Ni los usabios coosejos" de los directores sociali'!taq ni el apara­to represivo do los gobiernos han podido impedir quo loi! oprimi­do de todas Ia naciones se con idora&en hermano on todos lo puntos del planeta; a pe~ar do que c trataha do cosa poco impor­taHto, de una palabra de uni6n, de un hocho do paso, los traba­jndores se han conmovido como por una sacudida olectrica. E l grito de .ocho horlll! de trabajo .. , proferido de un extremo a l otro del mundo, noes rovolucionnrio, porquo no tend1fa otro re­sultado, si fuet·a fav_orableruente acogido, tflll' cl de confirmar lo poderes de los pntronos. Solamento c ta palahra do rocuerdo, esta fe chn fija

1 han adquirido UD enlido epico por SU universali­

dnd. La fum·za de Ins osas; es decir, el conjunto d las condicio­nes ccon6rn icns, hara ciertarnen to nac r, por uua ti otrn cau a, a prop6 ito tle alguu hccho impre isto, una do e~as crisis ropenti­nas que apa~;ionan basta a Jos mas indifOI'CUt ~, J YCremO de repente brotnr Cbll. inmensu energfa almacenadu n el coraz6n de los hombre por los sufrimientos y lo odios no vongados. La si­tuaci6n se hnlla tan c<J.rgada que e · muy facil quo estnlle, aquien sabe? qni za por un hecho insignificantc. El de:pedir un obrero, uua hu lga local, un atropello fortuito, pucden :cr Ia causa de

_ Ia revoluci6u, como una pequeil11 chi pa pro1lnce Ia c. plosi6n de un polvorln. El sentimiento de solidari1lad gann mtis terreno ca­da dfa, y Ia .·Rcndidas al parecer loeale · rcpercuten en toda Ia huruanidad. IIace apenas dos aiios quo un obrero propuso, no r cuerdo cl6nde, Ia huelga general. AI principio pareci6 una qui­mera; despuPs e repiti6 mas alto, y hoy vibra tan fuorte en el spacio que lo capitalistas tiernblnn. Sf; Ia hnelga general no

e imposihle. Los asalariados ingle os, helga 1 frante ·es, alema­nes, espaiioles, aruericanos, australianos comprenden que de clio depende rehUt,ar el ti·abajo a su patrono:~ en un mi mo dfa, y si Jo comprenden, Gpor que no podrun practicarlo manaua? El hu­ra lin de Ia tormenta se cierne sobrc lo · pueblos como sobre ol oceano: aguardemos Ia tempestad ...

Dondeqniera que ayamos, Londre , Barcelona, Hru ela , ~yclney, ' hicago, Buenos Aires, tenem s compatioros que ien­tcn y hablan como nosotros. Bajo Ia gran fortaleza que han edi­ficado los herederos de Ia Roma cesaren y papal, el suelo esta minado y se aguarda Ia explosion. (, 'o encontrarfa hoy, como a l final del u ltimo siglo, Luises .. /V tan indifercnte que se enco­gier·an de hombro diciendo: uTras de mi el dilu"ie?~ • eguro que

Page 10: Reclus-Evolución y Revolucion

- 16-

no, pues nadie ignot·a ya que Ia catastrofe e~J inminente. Balta. sar, a traves de los vapores de Ia orgfa , descubre a los persa que escalan las murallas de Ia ciudad.

A nue tros enemigos no se les oculta que persiguen una obrn fune ta, mientras que no ott·os abemos que Ia nuestra es bue. na; ellos e detestan, nosotros estrechamos los lazos de fra~r­nidad; ellos tratan de haoet· retrogradar Ia historia, nosotros marohamos on ella.

A i 'e anuucian los grandes dias. La evoluci6n se ba hecho; Ia Hevoluci6n no tardara. Por otra parte, lDO se realiza con­tantemente a nue tJ·a vi ' ta por mtllt.iples sacudidas? Ouanto nuis onciencia tengan los tr·abajadores, que son el numero, mucho

ma faciles seran las revolucione , pues toda oposici6n cederli. Llegara dia on que Ia evolucion y Ia Revoluci6n, suoediendo e inmedintamente del deseo al hecho , de Ia idea a Ia realizacioo , e confundiran en un olo y mi mo fen6meno; que asf es como

fun cion a Ia Yiua en todo organi mo, f.ea el de un hombre, sea ol Je un mundo.