¿QUÉ ES EL AMOR…?

Una fría tarde otoñal, Samuel estaba dándose una ducha cuando su teléfono sonó,salió deprisa, sin apenas secarse, solo con el tiempo necesario de coger una toalla parataparse, salió del baño dejando que el vaho se extendiera por toda la habitación y dejando laimagen del espejo totalmente empañada.

Corrió a su habitación y abrió el móvil, era un mensaje de Rebeca “te espero a las cinco en lacasa que encontramos el otro día” qué extraño, pensó Samuel, si a ella no le gustaba ir allí, aunasí, le respondió “ok, allí estaré”.

Cinco menos diez, Samuel se dirigía a la casa, con su vieja bici, quizás se equivocara, pero notenía una buena sensación, llegó a las verjas de la vieja casa, emplazada en lo más oscuro delbosque. Allí los árboles era tan grandes que ni siquiera se podía ver la luz del sol. Se quedó enla puerta, mirando al reloj una y otra vez, esperando que con el simple hecho de mirarloapareciera Rebeca. La última vez que consultó el reloj eran las cinco y veinte, Rebeca nuncallegaba tarde, así que decidió entrar por si ella se hubiera adelantado, se encaramó a la verja ysaltó al otro lado, las hojas crujían al ritmo de sus pasos.

Decidió mirar en el salón ya que era el único lugar en el que había muebles, una sombraapareció por detrás, cuando se giró, se dio cuenta de que no era Rebeca, pero antes de poderdecir nada la sombra le tapó la cabeza con una bolsa; Samuel luchó con todas sus fuerzas,intentó gritar, pero la bolsa de tela negra se lo impidió, y notó cómo le clavaba una aguja enel brazo, inhaló una bocanada de aire y su último pensamiento fue ella.

Jorge, Luis, Ana y Dani, paseaban por el bosque, no era la primera vez que pasaban por allí.

- ¿Estás segura de que se te cayó en la casa?- dice Dani.- Segurísima.- Pues habrá que colarse de nuevo- dice Luis.- ¡Va!… como si no lo hiciéramos cada fin de semana – contesta Jorge.

Los cuatro se cuelan en la casa, para buscar la medalla de Ana.De repente los tres chicos escuchan el grito de Ana, que había entrado en la sala principal,y van corriendo a ver qué ocurre, cuando lo hacen descubren a Ana con la caradesencajada, deshecha en un mar de lágrimas, y con un dedo señalando a unos pocosmetros, allí se encontraba el cuerpo sin vida de Samuel, conocían a ese chico, iba a sumismo instituto. El muchacho tenía los ojos abiertos y la mano cerrada, apretandofuertemente lo que parecía ser un teléfono móvil.Daniel sacó a Ana del salón, y Jorge llamo a la policía.

Dos horas más tarde, la casa estaba llena de gente, no solo los chicos si no también suspadres y los de Samuel y toda la comisaria, la escena del crimen estaba precintada yfuera había aún más gente , pero nadie tenía ninguna teoría , no había huellas, todoapuntaba a que había muerto por causa natural.

- A mi todo esto me parece raro – dijo Ana.- ¿Y?- contestó Daniel, aún abrazándola.- Pues que vamos a investigar nosotros.- Sí , claro …- Bueno yo al menos. Mañana de madrugada a las seis, cuando salga el sol ya estaré aquí.

Al día siguiente, todos estaba allí cuando Ana llegó, entraron a la casa silenciosos, la cintade la policía seguía tapando la puerta, pero no pensaban respetarla. Ana observó todobien, y en el suelo, debajo de un viejo sofá, pudo ver un teléfono móvil, el mismo que vioen la mano de Samuel, se debería haber caído cuando recogieron las pruebas.Lo cogió, consultó las últimas llamadas, pero eso no le servía de nada, miró los mensajes,el último le citaba aquí , el sábado a las cinco, hacía casi una semana de la recepción deeste texto, procedía de Rebeca. Ana conocía a esa Rebeca, habían sido amigas tiempoatrás , así que el siguiente paso era hablar con ella , montaron de nuevo en sus bicis yfueron a su casa, ella les abrió y les invito a pasar , cuando estuvieron sentados en el salóncomenzó el interrogatorio.

- ¿Lo mataste tú?- ¿De qué me habláis?- No te hagas la tonta , hemos visto el mensaje- ¿¡Qué!? – Ana sacó el teléfono de Samuel y le amostró el mensaje- Está… está… está muerto. – Rebeca comenzó a llorar, respiró e intentó mantener la

calma – yo no le he enviado nada, la última vez que le vi me dijo que me llamaría, y nuncalo hizo pensé que simplemente se había cansado de mi.

- Entonces si no fuiste tú ¿quién le pudo enviar este mensaje?- El único que pudo coger mi móvil aquel día fue Estefan, pero él no lo pudo hacer , son

amigos… - el timbre de la casa sonó , era Estefan , quedaba con ella para estudiar todaslas tardes desde hace dos años , y en él había algo más que amistad hacia Rebeca , él laquería por eso no pudo evitar ver como se la robaba su mejor amigo , como se esfumabasu trabajo de tantos años haciéndola reír , y amándola cada instante , en unos pocosmeses , en los que Samuel le sonreía y ella le seguía , como si fuera su dueño y señor .Por eso decidió enviar aquel mensaje el sábado , por eso decidió dejar la cita con Rebecapara estudiar , y hacer algo más importante, algo que terminaría definitivamente con susproblemas , matar a Samuel. Aquel sábado cogió un bolsa de tela negra que su madretenía en la cocina, y fue al laboratorio de su padre, cogió una de las jeringuillas que teniaveneno , y una par de guantes y esperó a que Samuel entrara en la casa para matarle , asíRebeca volvería a ser suya .Ahora Ana tenía un nuevo sospechoso, pero ¿haría bien en destapar la verdad?Abrió la puerta.

- Hola Estefan, ¿podemos hacerte unas preguntas - Se encogió de hombros, no le habíandejado ni pasar a la casa y permanecía allí con la puerta entre abierta - ¿Por qué matastea Samuel?

- ¿Qué? … yo no he hecho nada.- ¿estás seguro? – entonces Estefan cerró la puerta de fuera con el cerrojo , cogió el puñal

que había metido en su mochila , sabía que le iba a hacer falta , la sacó con disimulo , y selo clavó a Ana en el pecho , Daniel fue rápido a socorrerla pero de nada le sirvió y antesde poder darse cuenta , ya se lo habían clavado a él , Rebeca estaba asustada no podíacreerse lo que estaba ocurriendo , quiso ayudar a Ana y Daniel , pero era demasiadotarde, solo consiguió llenarse la cara y la ropa de sangre , de repente escuchó un ruidosordo , el siguiente en caer había sido Jorge , Luis intentaba pegarle , pero Estafan era untipo robusto y fuerte y no le sirvió de nada , después de dejar a Luis en el suelo , Estafanse acerco a Rebeca

- No me mates – susurró- A ti no te voy a matar – dijo sonriéndole y limpiando el cuchillo. Entonces la agarró, la

subió a sus hombros bruscamente y se la llevo donde nadie la encontrara, donde nadie sela quitara, donde solo pudiera ser suya…

GRUPO: COLEGIO NTRA. SRA. DE LAS MERCEDES

- Silvia de la Ossa.

- Javier Zafra.

- Carlos Ponce de León.

- Eduardo Garrido.