25
PROSA DE TRANSIBERIANO Y DE LA PEQUEÑA JEHANNE DE FRANCIA Dedicada a los músicos En aquel tiempo yo era un adolescente Apenas tenía dieciséis años y ya no recordaba mi infancia Estaba a 16.000 leguas del lugar de mi nacimiento Me hallaba en Moscú, en la ciudad de los mil tres campanarios y las siete estaciones Y no me bastaban las siete estaciones y las mil tres torres Porque mi adolescencia era tan ardiente y loca Que mi corazón, alternativamente, ardía como el templo de Efeso o como la Plaza Roja de Moscú Cuando se pone el sol. Y mis ojos iluminaban antiguos senderos. Y yo era tan mal poeta Que no sabía llegar hasta el fondo de las cosas. El Kremlin era como una inmensa torta tártara Crujiente de oro. Con las grandes almendras de las catedrales inmensamente blancas y el oro empalagoso de las campanas... Un viejo monje me leía la leyenda de Novgorode Yo tenía sed

Prosa del Transiberiano

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Poesía del siglo XXProsa del transiberiano

Citation preview

PROSA DE TRANSIBERIANOY DE LA PEQUEA JEHANNE DE FRANCIADedicada a los msicosEn aquel tiempo yo era un adolescenteApenas tena diecisis aos y ya no recordaba mi infanciaEstaba a 16.000 leguas del lugar de mi nacimientoMe hallaba en Mosc,en la ciudad de los mil trescampanarios y las siete estacionesY no me bastaban las siete estaciones y las mil tres torresPorque mi adolescencia era tan ardiente y locaQue mi corazn, alternativamente,arda como el templo de Efeso o como la Plaza Roja de MoscCuando se pone el sol.Y mis ojos iluminaban antiguos senderos.Y yo era tan mal poetaQue no saba llegar hasta el fondo de las cosas.El Kremlin era como una inmensa torta trtaraCrujiente de oro.Con las grandes almendras de las catedralesinmensamenteblancasy el oro empalagoso de las campanas...Un viejo monje me lea la leyenda de NovgorodeYo tena sedY descifraba caracteres cuneiformesLuego, de pronto, las palomas del Espritu Santo volaron sobre la plazay tambin mis manos alzaban el vuelo, con susurros de albatrosy esto era las ltimas reminiscencias del ltimo daDel postrer viajey del mar.No obstante, yo era un poeta muy malo.No saba llegar al fondo de las cosas.Tena hambreYa todos los das ya todas las mujeres en los cafs ya todas las copasHabra querido beberlas y romperlasYa todas las vitrinas ya todas las callesYa todas las casas ya todas las vidasYa todas las ruedas de los coches que girabancomo torbellinos sobre los malos empedradosHabra querido hundirlas en un gran horno de espadasy habra querido moler todos los huesosY arrancar todas las lenguasy licuar todos esos grandes cuerpos extraosy desnudosbajo la ropa que me vuelve loco..Presenta la llegada del gran Cristo rojo de la revolucin rusaY el sol era una inmensa herida que se abra como un brasero.En aquel tiempo yo era un adolescenteApenas tena diecisis aos y ya no recordaba mi nacimientoEstaba en Mosc, donde quera alimentarme de llamasy no me bastaban las torres y las estaciones que cubran mi ojos de estrellaEn Siberia ruga el can, haba guerraA Hambre fro peste cleray las aguas fangosas del Amor arrastraban millones de carroasEn todas las estaciones vea partir todos los ltimos trenesYa nadie poda salir porque no se vendan ms boletosY los soldados que se iban hubieran preferido quedarse...Un viejo monje me cantaba la leyenda de Novgorode.Yo, el mal poeta que no quera ir a ninguna parte, poda ir a todos ladosY tambin los comerciantes todava tenan dinero suficientePara ir a intentar hacer fortuna.Su tren sala todos los viernes de maana.Se deca que haba muchos muertos.Uno llevaba cien cajas de despertadores y cucs de la Selva NegraOtros cajas de sombreros, cilindros y un surtido de tirabuzones deSheffieldOtros atades de Malmoe llenos de latas de conservas y sardinas en aceiteTambin haba muchas mujeresMujeres entrepiernas en alquiler que tambin podan usarseAtadesTodas pagaban impuestosSe deca que haba muchos muertos allEllas viajaban con tarifa reducidaY todas tenan una cuenta corriente en el banco.Pues bien, un viernes de maana me lleg la hora por finEstbamos en diciembrey tambin yo part para acompaar al viajante joyero que ibaa JarbnTenamos dos asientos en el expreso y 34 cofres de joyerade PforzheimPacotilla alemana Made in Germany

Me haba vestido de punta en blanco, y al subir al tren se me perdi un botn [- Lo recuerdo, lo recuerdo, a menudo pens en ello desde entonces-Yo dorma sobre los cofres y me senta muy contentodepoder jugar con la browning Niquelada que tambin me haba dadoMe senta muy feliz despreocupadoCrea jugar a los bandolerosHabamos robado el tesoro de GolcondaY, gracias al transiberiano, bamos a ocultarlo del otro ladodel mundoYo tena que defenderlo contra los ladrones del Uralque haban atacado a los saltimbanquis de Julio VemeContra los Junguzes, los boxers de la ChinaY los rabiosos pequeos mongoles del Gran LamaAlibab y los cuarenta ladronesY los fieles del terrible Viejo de la montaaYsobre todo, contra los ms modernosLos rateros de hotelY los especialistas de los expresos internacionalesY sin embargo, y sin embargoEstaba triste como un nioLos ritmos del trenLa mdula ferrocarrilera de los psiquiatras americanosEl ruido de las puertas de las voces de los ejes rechinando sobre los rieles congeladosEll ferln de oro de mi futuroMi browning el piano y los juramentos de los jugadoresdecartas en el compartimento de al Iado La deslumbrante presencia de JuanaEl hombre de anteojos azules que se paseaba nerviosamentepor el corredor y me miraba al pasarMurmullos de mujeresY el silbido del vaporY el eterno ruido de las ruedas locas en los carriles celestesLos vidrios estn escarchadosLa naturaleza no existe!Y detrs, las llanuras siberianas el cielo bajo y las grandes sombras de losTaciturnos que suben y bajanEstoy acostado sobre una manta de viajeColorincheComo mi vidaY mi vida no me abriga ms que esa mantaEscocesaY toda Europa entrevista por el parabrisas de un expreso a toda mquinaNo es ms rica que mi vidaMi pobre vidaEsta mantaDeshilachada sobre cofres llenos de oroCon los que viajoSueoFumoy la nica llama del universoEs un pobre pensamiento...Desde el fondo de mi corazn me brotan lgrimasSi pienso, Amor, en mi querida;Ella no es ms que una nia, a quien encontr asPlida, inmaculada, en el fondo de un burdel.No es ms que una nia, rubia, risuea y triste,No sonre y nunca llora;Pero en el fondo de sus ojos, cuando te deja beber en ellos,Tiembla un dulce lis de plata, la flor del poeta.Es dulce y muda, sin ningn reproche,Con un largo estremecimiento cuando t te aproximas;Pero cuando yo voy hacia ella, por aqu, por all, festivo,Ella da un paso, luego cierra los ojos, y da un paso.Porque es mi amor, y las otras mujeresSlo tienen vestidos de oro sobre grandes cuerpos llameantes,Mi pobre amiga est tan desamparada,Est toda desnuda, no tiene cuerpo, es demasiado pobre.No es ms que una flor cndida, endeble,La flor del poeta, un pobre lis de plata,Muy fro, muy solo, y ya tan mustioQue me brotan las lgrimas si pienso en su corazn.Y esta noche es similar a otras cien mil cuando un tren rasga la noche [- Caen los cometas-Y el hombre y la mujer, an jvenes, se divierten haciendo el amor.El cielo es como la carpa desgarrada de un circo pobreen un pueblito de pescadoresEn FlandresEl sol es un quinqu humosoY en lo ms alto de un trapecio una mujer representa la luna.El clarinete la corneta una agria flauta y un mal tamborY aqu est mi cunaMi cunaSiempre estaba cerca del piano cuando mi madre comoMadame Bovary tocaba las sonatas de BeethovenYo pas mi infancia en los jardines suspendidos de Babiloniay la rabona, en las estaciones frente a los trenes a punto de salirAhora hago correr todos los trenes detrs de mBale-TombuctTambin jugu a las carreras en Auteuil y Longchamp Pars-Nueva YorkAhora hago correr todos los trenes a todo lo largo de mi vida Madrid-EstocolmoY perd todas mis apuestasSlo queda la Patagonia,la Patagonia, que convenga a mi inmensa tristeza,la Patagonia, y un viaje por los mares del SurEstoy en caminoSiempre estuve en caminoEstoy en el camino con la pequea Juana de FranciaEl tren pega un peligroso salto y vuelve a caer sobre todas sus ruedasEl tren vuelve a caer sobre sus ruedasEl tren siempre vuelve a caer sobre todas sus ruedasDime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?Estamos lejos, Juana, viajas desde hace siete dasEsts lejos de Montmartre, de la Butte que te aliment delSagrado Corazn contra el cual te acurrucastePars desapareci y su enorme fogataNo quedan ms que las cenizas constantesLa lluvia que caeLa turba que se hinchaLa Siberiaque giraLos pesados manteles de nieve que asciendenY el cascabel de la locura que tintinea como un ltimo deseo en el aire azuladoEl tren palpita en el corazn de los horizontes plomizosY tu pena re burlona.,.Dime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?Las preocupacionesOlvida las preocupacionesTodas las estaciones agrietadas oblicuas sobre la rutaLos hilos telegrficos de los que cuelganLos postes grotescos que gesticulan y los estrangulanEl mundo se estira se alarga y se retira como un acordenatormentado por una mano sdicaEn las resquebraduras del cielo, las furiosas locomotorasHuyeny en los agujeros,las vertiginosas ruedas las bocas las vocesy los perros de la desdicha que ladran a nuestras espaldasLos demonios estn desencadenadosChatarrasTodo es un acorde falsoEl brun-run-run de las ruedasChoquesRebotesSomos una tormenta bajo el crneo de un sordo...Dime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?Pero s, me pones nervioso, bien lo sabes, estamos muy lejosLa locura recalentada ruge en la locomotoraLa peste el clera se alzan como brasas ardientes en nuestro caminoDesaparecemos en la guerra totalmente en un tnelEl hambre P.uto se aferra a las nubes en desbandaday estircol de las batallas en montones apestosos de muertosHaz como l, haz tu oficio...Dime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?S, estamos muy lejos, estamos muy lejosTodos los chivos emisarios reventaron en este desiertoOye los cencerros de ese rebao sarnoso TomskTcheliabinsk Kainsk Obi Taichet Verkn Udinsk Kurgn Samara Pensa-TulnLa muerte en ManchuriaEs nuestro desembarcadero y nuestra ltima guaridaEste viaje es terribleAyer por la maanaIvn Ulitch tena los cabellos blancosy Kolia Nicolai Ivanovitch se roe los dedos desde hace quince das...Haz como ellos la Muerte el Hambre haz tu oficioCuesta cinco francos, en transiberiano, cuesta cien rubIosAfiebra los bancos y enrojece bajo la mesaEl diablo est en el pianoSus nudosos dedos excitan a todas las mujeresLa NaturalezaLas BusconasHaz tu oficioHasta Jarbn...Dime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?Pero... vete al diablo... djame tranquiloTienes caderas angularesTu vientre es agrio y tienes blenorragiaEso es todo lo que Pars puso en tu regazoTambin un poco de alma... porque eres desdichadaTengo piedad tengo piedad ven hacia m sobre mi coraznLas ruedas son los molinos de viento de JaujaY los molinos de viento son las muletas que hace girar un mendigoSomos los lisiados del espacioRodamos sobre nuestras cuatro heridasNos cortan las alasLas alas de nuestros siete pecadosy todos los trenes son los baleros del diabloCorralEl mundo modernoLa velocidad no tiene la culpaEl mundo modernoLas lejanas estn demasiado lejosy al final del viaje es terrible ser un hombre con una mujer...Dime, Blaise, estamos muy lejos de Montmartre?Tengo piedad tengo piedad ven a m te contar una historiaVen a mi camaVen a mi coraznTe contar una historia...Oh ven! ven!En Fidji reina la primavera eternaLa perezaEl amor extasa a las parejas en la hierba altay la sfilis ronda bajo los bananeros Ven a la islas perdidas del Pacfico!Se llaman Fnix, MarquesasBorneo y Javay Clibes con forma de gato.No podemos ir al Japn Ven a Mjico!En sus altiplanicies florecen los tulipanerosLas lianas tentaculares son la cabellera del solSe hablara de la paleta y los pinceles de un pintorColores fragorosos como gongs,All estuvo RousseauAll deslumbr su vidaEs el pas de los pjarosEl pjaro del paraso, el ave liraEl tucn, el sinsonteYel colibr anida en el corazn de los lirios negrosVen!Nos amaremos en las majestuosas ruinas de un templo aztecaT sers mi doloUn dolo abigarrado infantil un poco feo y extraamente raroOh ven!Si quieres iremos en aeroplano y volaremos sobre el pas de los mil lagos,All las noches son desmesuradamente largasel antepasado prehistrico tendr miedo de mi motoraterrizarY construir un hangar para mi avin con los huesos fsiles de mamutEl fuego primitivo recalentar nuestro pobre amorSamovarY nos amaremos muy burguesmente cerca del poloOh ven!Juana Juanita Ninita nita tetita ninnMi chiquita mi cosita mi tesoro mi PerArror gurruminaPompn mi bombnMi preferida corazoncitoNenitaQuerida gatitaMi lindo pecaditoChuchitaCucSe durmiSe durmiY no se engull ni una sola de todas las horas del mundoTodos los rostros vislumbrados en las estacionesTodos los relojesLa hora de Pars la hora de Berln la hora de San Petesburgoy la hora de todas las estacionesY en Ufa, el rostro ensangrentado del artilleroY la esfera tontamente luminosa de GrodnoY el eterno avance del trenTodas las maanas se ponen en hora los relojesEl tren adelanta el sol atrasaNo le hace, oigo las sonoras campanasLa enorme campana de Notre-DameLa campaneta agridulce del Louvre que convoc la San BartolomLos carillones enmohecidos de Brujas la MuertaLas campanillas elctricas de la biblioteca de Nueva YorkLas campanas de VeneciaY las de Mosc, el reloj de la Puerta Rojaque me contaba las horas cuando estaba en una oficinaY mis recuerdosEl tren retumba en las placas giratoriasEl tren ruedaUn gramfono gutural iza una marcha gitanay el mundo, como el reloj del barrio judo de Praga, giralocamente al revsDeshoja la rosa de los vientosYa zumban las tormentas desencadenadasLos trenes ruedan en torbellino sobre las redes enmaraadas Baleros diablicosHay trenes que nunca se encuentranOtros se pierden en el caminoLos jefes de .estacin juegan al ajedrezChaqueteBillarCarambolasParbolasla va frrea es una nueva geometraSiracusaArqumedesy los soldados que lo degollarony las galerasy las navesy los prodigiosos artefactos que inventy todas las matanzasLa historia antiguaLa historia modernaLos torbellinosLos naufragiosHasta el delTitanicque le en el diarioOtras tantas imgenes-asociaciones que no puedo desarrollar en mis versosPorque todava soy un poeta muy maloPorque el universo me desbordaPorque no me preocup por asegurarme contra losaccidentes de trenPorque no s ir hasta el fondo de las cosasy tengo miedo.Tengo miedoNo s ir hasta el fondo de las cosasComo mi amigo Chagall podra hacer una serie de cuadros dementesPero no tom notas de viajePerdnenme la ignoranciaPerdnenme no conocer ya el antiguo juego de los versosComo dice Guillaume ApollinaireTodo lo que se refiere a la guerra puede leerse en lasMemoriasde KuropatkinO en los diarios japoneses que estn tan cruelmente ilustradosPara qu documentarmeMe abandonoA los sobresaltos de mi memoria...A partir de lrkutsk el viaje se hizo demasiado lentoDemasiado largoNosotros estbamos en el primer tren que rodeaba el lago BaikalHaban adornado la locomotora con banderas y farolitosY dejamos la estacin con los tristes acentos del himno al ZarSi yo fuera pintor vertera mucho rojo, mucho amarillo en el final de este viajePues en verdad creo que todos estbamos un poco locosY que un inmenso delirio ensangrentabalas nerviosas caras de mis compaeros de viajeCuando nos acercbamos a MongoliaQue retumbaba como un incendio.El tren haba disminuido su marchaY en el perpetuo rechinamiento de las ruedas percibaLos acentos locos y los sollozosDe una liturgia eterna.He vistoHe visto los trenes silenciosos los trenes negros que volvandel Lejano Oriente y que pasaban como fantasmasy mi ojo, como el fanal de popa, an corre tras esos trenesEn Talga agonizaban 100.000 heridos por falta de cuidadosVisit los hospitales de Krasnoiarsky en Jilok nos cruzamos con un largo convoy de soldados locosEn los lazaretos vi llagas abiertas heridas que sangraban a rabiar los miembros amputados danzaban en derredoro alzaban el vuelo en el aire roncoEl incendio se hallaba en todas las caras en todos los corazonesDedos idiotas tamborileaban sobre todos los vidriosy bajo la presin del miedo todas las miradasreventaban como abscesosEn todas las estaciones quemaban todos los vagonesy he vistoHe visto trenes de 60 locomotoras que huan a todo vaporperseguidas por los horizontes en celo y bandas de cuervosque alzaban el vuelo desesperadamente tras ellosDesaparecerEn direccin de Port-Arthur.En Tchita tuvimos algunos das de respiroDetencin de cinco das debido a la obstruccin de la vaLos pasamos en casa del Seor Yankelevitchque quera darme a su hija nica en matrimonioLuego volvi a partir el tren.Ahora me haba instalado yo en el piano y me dolan los dientesCuando quiero vuelvo a ver ese interior tan tranquilo elnegocio del padre y loS ojoS de la hija que de noche vena a mi camaMussorgskyY los lieder de Hugo WolfY las arenas del GobiY en Jailar una caravana de sombreros blancosRealmente creo que estaba ebrio durante ms de 500kilmetrosPero estaba en el piano yeso es todo lo que viCuando se viaja habra que cerrar los ojosDormirHubiera deseado tanto dormirReconozco todos los pases con los ojos cerrados por su olory reconozco todos los trenes por el ruido que hacenLos trenes de Europa son de cuatro tiempos mientras que losde Asia son de cinco o siete tiemposOtros van en sordina son canciones de cunaHay algunos que por el ruido montono de las ruedasme recuerdan la pesada prosa de MaeterlinckHe descifrado todos los textos confusos de las ruedas yreunido los elementos dispersos de una violenta bellezaQue poseoy que me acosa.Tsitsikar y JarbnNo voy ms lejosEs la ltima estacinMe ape en Jarbn cuando acababan de prender fuego a lasoficinas de la Cruz RojaOh ParsGran hogar clido con los tizones entrecruzados de tus callesy tus viejas casas que se inclinan sobre ellasy se recalientan Como abuelasy aqu hay anuncios, rojo verde multicolores como mi pasado en suma amarilloAmarillo el arrogante color de las novelas de Francia en el extranjeroMe gusta frotarme con los mnibus en marcha en las grandes ciudadesLos de la lnea Saint-Germain-Montmartre me llevan al asalto de la ButteLos motores mugen como los toros de oroLas vacas del crepsculo pastan en el Sagrado CoraznOh ParsEstacin central andn de las voluntades encrucijada de las inquietudesUnicamente los droguistas an tienen un poco de luz sobre su puertaLa Compaa Internacional de Wagons-Lits y de losGrandes Expresos Europeos me envi su prospectoEs la iglesia ms hermosa del mundoTengo amigos que me rodean como pretilesCuando parto tienen miedo de que no vuelva msTodas las mujeres que conoc se alzan en los horizontesCon los gestos lastimosos y las miradas tristes de los semforos bajo la lluviaBella, Ins, Catalina y la madre de mi hijo en Italiay aqulla, la madre de mi amor en AmricaHay gritos de sirena que me parten el almaAll lejos en Manchuria un vientre se estremece todava como en un partoQuerraQuerra no haber hecho nunca mis viajesEsta noche me atormenta un gran amorYa pesar mo pienso en la pequea Juana de Francia.Fue en una noche de tristeza cuando escrib este poema enhonorJuanaLa pequea prostitutaEstoy triste estoy tristeIr al Conejo gil a recordar mi juventud perdiday tomar unas copitasLuego volver soloParsCiudad de la Torre nica del gran Patbulo y de la RuedaPars, 1913