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Capítulo 1 PROBLEMAS GENERALES Y PROBLEMAS DE METODOLOGIA HISTORICO-CRITICA Algunas definiciones de arquitectura VITRtJVIO El arquitecto ti ene que estar impuesto en muchas ramas del saber y reunir conocimie ntos de muchos campos distintos, porque en su obra se contrastan el valor de las Ciencias y de las Artes. Las fuentes de sus conocimientos son la práctica y la teoa. La práctica consiste en el continuo ejercer su oficio en las obras, acomodando los materiales al di seño de unos planos. La teoría es la capacidad de explicar los resultados de la destreza según los principios de la proporción. Los arquitectos que han procu· rada adquirir destreza manual sin estudio teórico no han podido alcanzar el puesto y la autoridad que corresponden a su trabajo, mi entras que los que sólo dominan la teoría, en definitiva, persiguen una sombra y no una obra. Pero los que conocen ambas cosas, como ar mados de todas la s a rm as , consiguen su objero e imponen su autoridad. C .. ). Los prin ci pios de la Arquitectura so n: el Orden , que los griegos ll aman Taxis; la Distribución, Diatesis de los griegos; la Euritmia; la Simet ría; la Adecuación, y la Economía, que los griegos ll aman Oikonomi a. C .. ) Orden es la medida que corres· pon de a las distintas partes de la obra y su relación con las propor ciones del conjunto. C .. ). La Ditribución se ocupa de la colocación de los e1emen· tos en sus sitios y de la elegancia del efecto que depend e de diversos ajustes de los el ementos según e! carácter de la ob ra. Sus formas de expre· sión son la plant a', el alzado y la perspec ti va .. C .. ). Euritmia es belleza y exactitud en la composción de los elementos. C.')' Simet ría es e! acuerdo en la composición de los elementos unos respecto a otros y la relación e ntre las distintas partes y el todo, según un elemento elegido como centro. C .. ). La Adecuación es la perfección de estilo que se da en una o bra construida con la autoridad de princi· pios ya probados. C .. ). La Economía se refiere al uso de los materiales y a la elección del sit io, así como a un equilibrio difícil e ntre los gastos y el sentido común en la construcción de las obras. (De De Arc!Jitectura, Libro 1, 1,2. Ediciones de Arte y Biblio fili a, Madrid, 1973. Trad.: Ca rmen Andr eu, págs. 1,7,8, 10 y 11.) 1 En lu edición español:! dice «plano», pero lo consideramos demasiado general. (N. del T.) LE ON BATTISTA ALBERTI .. pi enso que conviene aclarar quién es aquel al que vaya llamar Arquitecto, pues no te pondré delante a un carpintero para que tengas que com- pararlo con hombres muy experiment ados en las demás ciencias; sin duda el que trabaja con las manos sirve de instrumento para el arquitecto. Ll amaré arquitecto a aquel que sepa imaginar las cosas con razones ciertas y maravillosas, y dentro de la regla, tanto con la mente como con el ánimo; así como ll evar a cabo en su obra todas estas cosas, las cuales, mediante movimiento de masas, con- junción y acumulación de cuerpos, se pueden adaptar con gran dignidad al uso de los hombres. y para poder hacer esto es necesario que posea conocimientos de las cosas mejores y excelentes. (De De re aedi/icatoria, Florencia, 1485, Proemio. L- ver- sión castellana Madrid, 1582, ed. facsímil en Albarros Ed., Va lencia, 1977.) El Templo de Salomón. Reconst rucción fanlást i ca de G. tramucl. 1670? CARLO LODOLI La arquitectura es una ciencia intelectual y prác ti - ca dirigida a establecer con el racioci ni o e! buen uso y las proporciones de los artefactos, y con la expe ri encia, a conocer la naturaleza de los mat e- riales que la componen. (De A. Memmo, Elementi dell'Architettura Lodoliana, Roma, 1786, Vol. 1, cap. VI, g. 199.) 69 CAPI11JLO 1 PROBLe. ..... S GENERAL.ES y METODOl.OGlA IIISTORJCO·CRI TICA 70 FRANCESCO MILIZIA La Arquitectura es el Arte de construir: y toma diferentes denominaciones según la di ve rsidad de sus ob jetos. Se ll ama Arquitectura Civil, si su objeto gira en torno a la construcción de edificios destinados a la comodidad, y a los diferentes usos de los hombres considerados como So- ciedad Civil. Arquitectura Hidráulica.. Arqui. tectura Naval Arquitectura Militar.. Es evi- dente que la Arquitectura tomada en toda su extensión, es el Arte más Ínteresante para la con- servación, para la comodidad , para el deleite y para la grandeza del género humano. (... ) (La Arquitectura ); 1.0 Es como la base y la regla de todas las demás Artes. 2.° Forma el vínculo de unión de la Sociedad Civil. 3." Produce y ta el comercio. 4.° Hace uso de las riquezas públicas y privadas para e! beneficio y el decoro del Estado , de los propieta ri os y de nues tros des- cendientes. 5.° Defiende la vida, los bienes y la libertad de los Ciudadanos. (De Principi di Architettura Civile, Tomo 1, pág. 3, Ed. Finale, 1781.) ETIENNE 1. BOULLÉE ¿Qué es la arquitectura? ¿La definiré, como Vitruvio, como el arte de edificar? No. H ay en esa definición un grosero error. Vitruvio toma el efec- to por la causa. Es preciso concebir para efectuar. Nuesuos primeros padres sólo construyeron sus cabañas tras haber concebido su imagen. Esta pro- ducción del espíritu, esta creación es lo que cons- ti tuye la arquitectura, a la que, en consecuencia, podemos definir como e! arte de producir y ll evar a la perfección cualquier edificio. El arte de cons- truir no es, pues, sino un arte secundario , que nos parece adecuado ll amar la parte científica de la arquitectura. El arte propiamente dicho y la cien· cia; he aquí lo que creemos dist inguir en la arqui· tectura. C .. ) .... ll evar una construcción cualquiera hasta su perfección. ¿En qué consiste esta perfec- ción? En ofrecernos una decoración en relación al tipo de construcción a la que está aplicada; y es por medio de una distribución adecuada a su cometido como se puede intentar conseguir la pe rfección. (De Architecture. Essai sur /'art -Manuscr iro de 1780---. Versión castell ana en Revista de Ideas estéticas J núm. 119, Madrid, 1972. trad.: Esther Benítez.) PIETRO SELVA TICO La arquitectura se define comúnmente como el arte de construir sigui endo las proporciones y las reglas dictadas por la naturaleza y el gusto. C .. ). Me cuento entre los que consideran la arquitectu- ra como el arte de construir los edificios según las neces id ades civiles y sagradas de los pueblos, y en adornarlos de manera que el ornamento indique la significación y e! uso a que están destinados. (D e 5ulrArchitettura e Julia scultura in Venezia, 1847; y de StoYla delle arti del disegno, Venezia. 1852·56.) JOHN RUSKIN La arquitectura es un arte que deben aprender todos los hombres, porque todos están interesa- dos en él, y es tan sencill o, que no puede discul- parse el no conocer sus regl as elementales, como no puede disculparse el ignorar las de la gramáti· ca o las de la escritura, que son ciencias mucho más difíc il es. C .. ). La arquitectura es el arte de leva nt ar y de decorar los edificios construidos por el ho mbre, cualquiera que sea su destino, de modo que su aspecto con tribuya a la salud, a la fuer za y al placer del espíritu. (De las Lectures on Architecture and Painting, Londres, 1854. Versión castell ana Prerrafaelismo y conferencias sobre Arquit ectura y Pintura, F. Beltrán Martín, Madrid. Trad.: E. Morales Veloso. Conferencia l, g. 117 ; Y de The seven lamps 01 Architecture, 1849. Versión castellana Las siete lámparas de la Arqui- t ectura, F. Sempere y C ía ., Ed irores, Valencia, pá g. 5.) JAMES FERGUSSON Considerada histó ri camente, la arquitectura deja de ser un mero arte, que interesa solamente al artista o al cli ente, y se convierte en uno de los más importantes complementos de la historia, rell e- nando muchas lagunas en los testimonios escr it os y dando vida y realidad a muchas cosas que, sin su presenci a, difícilmente podrían comp re nderse. (De A Hist ory o/ Architecture 01 atl Countries, Londres, 1856.) E. VIOLLET-LE-DUC «Arquitectura», el arte de construir . La arquitec- tura consta de dos partes, la teoría y la práctica; la teoría comprende: el arte propiamente dicho, l as reglas in spiradas por e! gusto, basadas en las trdiciones, y la ciencia que se puede demostrar con fórmulas invariables, absol utas. La práctica·es la apli cación de la teoría a las necesidades; es la prác· tica la que hace que el arte y la ciencia queden sometidos a la naturaleza de los materiales, al cli· ma, a las costumbres de una época, a las exigen- cias del momento. Al considerar la arquitectura de los comienzos de una civilización que sucede a otra, es preciso tener en cuenta, por una parte, las tradiciones y, por ot ra) las nuevas necesidades. (Vo z «Architecturdel Dictionnaire raisonée de l'Architecture Francaise du XI au XVI siécle, París, 1854- 68.)

PROBLe. S GENERAL.ES y IIISTORJCO·CRITICA y …composicion.aq.upm.es/Introduccion/GrupoA/Textos/Definiciones.pdf · tectura Naval Arquitectura Militar.. Es evi ... tituye la arquitectura,

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Capítulo 1 PROBLEMAS GENERALES Y PROBLEMAS DE METODOLOGIA HISTORICO-CRITICA

Algunas definiciones de arquitectura

VITRtJVIO

El arquitecto tiene que estar impuesto en muchas ramas del saber y reunir conocimientos de muchos campos distintos, porque en su obra se contrastan el valor de las Ciencias y de las Artes. Las fuentes de sus conocimientos son la práctica y la teoría. La práctica consiste en el continuo ejercer su oficio en las obras, acomodando los materiales al diseño de unos planos. La teoría es la capacidad de explicar los resultados de la destreza según los principios de la proporción. Los arquitectos que han procu· rada adquirir destreza manual sin estudio teórico no han pod ido alcanzar el puesto y la autoridad que corresponden a su trabajo, mientras que los que sólo dominan la teoría, en definitiva, persiguen una sombra y no una obra. Pero los que conocen ambas cosas, como armados de todas las arm as, consiguen su objero e imponen su autoridad. C .. ). Los principios de la Arquitectura son: el Orden , que los griegos llaman Taxis; la Distribución, Diatesis de los griegos; la Euritmia; la Simetría; la Adecuación, y la Economía, que los griegos llaman Oikonomia. C .. ) Orden es la medida que corres· pon de a las distintas partes de la obra y su relación con las proporciones del conjunto. C .. ). La Dis· tribución se ocupa de la colocación de los e1emen· tos en sus sitios y de la elegancia del efecto que depende de diversos ajustes de los elementos según e! carácter de la obra. Sus formas de exp re· sión son la planta', el alzado y la perspectiva .. C .. ). Euritmia es belleza y exactitud en la composi· ción de los elementos. C.')' Simetría es e! acuerdo en la composición de los elementos unos respecto a otros y la relación entre las distintas partes y el todo, según un elemento elegido como centro. C .. ). La Adecuación es la perfección de estilo que se da en una obra construida con la autoridad de princi· pios ya probados. C .. ). La Economía se refiere al uso de los materiales y a la elección del sitio, así como a un equilibrio difícil entre los gastos y el sentido común en la construcción de las obras.

(De De Arc!Jitectura, Libro 1, 1,2. Ediciones de Arte y Bibliofilia, Madrid, 1973. Trad.: Carmen Andreu, págs. 1,7,8, 10 y 11.) 1 En lu edición español:! dice «plano», pero lo consideramos demasiado general. (N. del T.)

LEON BATTISTA ALBERTI

.. pienso que conviene aclarar quién es aquel al que vaya llamar Arquitecto, pues no te pondré delante a un carpintero para que tengas que com­pararlo con hombres muy experimentados en las demás ciencias; sin duda el que trabaja con las manos sirve de instrumento para el arquitecto. Llamaré arquitecto a aquel que sepa imaginar las cosas con razones ciertas y maravillosas, y dentro de la regla, tanto con la mente como con el ánimo; así como llevar a cabo en su obra todas estas cosas, las cuales, mediante movimiento de masas, con­junción y acumulación de cuerpos, se pueden adapta r con gran dignidad al uso de los hombres. y para poder hacer esto es necesario que posea conocimientos de las cosas mejores y excelentes.

(De De re aedi/icatoria, Florencia, 1485, Proemio. L- ver­sión cas tellana Madrid, 1582, ed. facsímil en Albarros Ed. , Valencia, 1977.)

El Templo de Salomón. Reconst rucción fanlást ica de G. C¡tramucl. 1670?

CARLO LODOLI

La arquitectura es una ciencia intelectual y prácti­ca dirigida a establecer con el raciocinio e! buen uso y las proporciones de los artefactos, y con la experiencia, a conocer la naturaleza de los mate­riales que la componen.

(De A. Memmo, Elementi dell'Architettura Lodoliana, Roma, 1786, Vol. 1, cap. VI, pág. 199.) 69

CAPI11JLO 1

PROBLe. ..... S GENERAL.ES

y METODOl.OGlA

IIISTORJCO·CRITICA

70

FRANCESCO MILIZIA

La Arquitectura es el Arte de construir: y toma diferentes denominaciones según la diversidad de sus objetos. Se llama Arqui tectura Civil , si su objeto gira en torno a la construcción de edificios destinados a la comodidad, y a los diferentes usos de los hombres considerados como So­ciedad Civil. Arquitectura Hidráulica.. Arqui. tectura Naval Arquitectura Militar.. Es evi­dente que la Arquitectura tomada en toda su extensión, es el Arte más Ínteresante para la con­servación , para la comodidad , para el deleite y para la grandeza del género humano. ( ... ) (La Arquitectura); 1.0 Es como la base y la regla de todas las demás Artes. 2.° Forma el vínculo de unión de la Sociedad Civil. 3." Produce y au~en­ta el comercio. 4.° H ace uso de las riquezas públicas y privadas para e! beneficio y el decoro del Estado, de los propietarios y de nuestros des­cendientes. 5.° Defiende la vida, los bienes y la libertad de los Ciudadanos.

(De Principi di Architettura Civile, Tomo 1, pág. 3, Ed . Finale, 1781.)

ETIENNE 1. BOULLÉE

¿Qué es la arquitectura? ¿La definiré, como Vitruvio, como el arte de edificar? No. H ay en esa definición un grosero error. Vitruvio toma el efec­to por la causa. Es preciso concebir para efectuar. Nuesuos primeros padres sólo construyeron sus cabañas tras haber concebido su imagen. Esta pro­ducción del espíritu, esta creación es lo que cons­tituye la arquitectura, a la que, en consecuencia, podemos definir como e! arte de producir y llevar a la perfección cualquier edificio. El arte de cons­truir no es, pues, sino un arte secundario, que nos parece adecuado llamar la parte científica de la arquitectura. El arte propiamente dicho y la cien· cia; he aquí lo que creemos distinguir en la arqui· tectura. C .. ) .... llevar una construcción cualquiera hasta su perfección. ¿En qué consiste esta perfec­ción? En ofrecernos una decoración en relación al tipo de construcción a la que está aplicada; y es por medio de una distribución adecuada a su cometido como se puede intentar conseguir la perfección.

(De Architecture. Essai sur /'art -Manuscriro de 1780---. Versión castellana en Revista de Ideas estéticasJ núm. 119, Madrid, 1972. trad. : Esther Benítez.)

PIETRO SELVA TICO

La arquitectura se define comúnmente como el arte de construir siguiendo las proporciones y las reglas dictadas por la naturaleza y el gusto. C .. ). Me cuento entre los que consideran la arquitectu ­ra como el arte de construir los edificios según las

necesidades civiles y sagradas de los pueblos, y en adornarlos de manera que el ornamento indique la significación y e! uso a que están destinados.

(De 5ulrArchitettura e Julia scultura in Venezia, 1847; y de StoYla delle arti del disegno, Venezia. 1852·56.)

JOHN RUSKIN

La arquitectura es un arte que deben aprender todos los hombres, porque todos están interesa­dos en él, y es tan sencillo , que no puede discul­parse el no conocer sus reglas elementales, como no puede disculparse el ignorar las de la gramáti· ca o las de la escritura, que son ciencias mucho más difíciles. C .. ). La arqui tectura es el arte de levantar y de decorar los edificios construidos por el hombre, cualquiera que sea su destino, de modo que su aspecto contribuya a la salud , a la fuerza y al placer del espíritu.

(De las Lectures on Architecture and Painting, Londres, 1854. Versión castellana Prerrafaelismo y conferencias sobre Arquitectura y Pintura, F. Beltrán Martín , Madrid. Trad.: E. Mora les Veloso. Conferencia l , pág. 117; Y de The seven lamps 01 Architecture, 1849. Ve rsión castellana Las siete lámparas de la Arqui­tectura, F. Sempere y Cía., Ed irores, Valencia, pág. 5.)

JAMES FERGUSSON

Considerada histó ricamente, la arquitectura deja de ser un mero arte, que interesa solamente al artista o al cliente, y se convierte en uno de los más im portantes complementos de la historia, relle­nando muchas lagunas en los testimonios escritos y dando vida y realidad a muchas cosas que, sin su presencia, difícilmente podrían comprenderse.

(De A History o/ Architecture 01 atl Countries, Londres, 1856.)

E. VIOLLET-LE-DUC

«Arquitectura», el arte de construir. La arquitec­tura consta de dos partes, la teoría y la práctica; la teoría comprende: el arte propiamente dicho, las reglas inspiradas por e! gusto , basadas en las tra· d iciones, y la ciencia que se puede demostrar con fórmulas invariables, absolutas. La práctica·es la aplicación de la teoría a las necesidades; es la prác· tica la que hace que el arte y la ciencia queden sometidos a la naturaleza de los materiales, al cli· ma , a las costumbres de una época, a las exigen­cias del momento. Al considerar la arquitectura de los comienzos de una civilización que sucede a otra, es preciso tener en cuenta, por una parte, las tradiciones y, por otra) las nuevas necesidades.

(Voz «Architecture» del Dictionnaire raisonée de l'Architecture Francaise du XI au XVI siécle, París, 1854-68.)

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WIL

LIA

M M

OR

RIS

Mi concep

to de «arquitectura» está en la unión y

en la colaboración entre las artes, d

e modo q

ue

cualquier cosa esté s ub

ord

inad

a a las otras y en arm

onía con ellas, y cuan

do

utilice tal palabra, éste será su sign

ificado y no

0(1

'0 m

ás restringido

. E

s una concepción amplia, p

orqu

e abarca todo el am

biente de la vida humana; no podem

os substraer­nos a la arquitectura, ya que fo

rmam

os parte de la civilización,

pu

es representa el

conjunto de las

modificacion

es y alteraciones introducidas en la

superficie

terrestre con

objeto de satisfacer las

necesidades humanas, exceptuando sólo el p

uro

desierto

. No

po

dem

os confiar nu

estros intereses a una élite de h

om

bres preparados, pidiéndoles que

exploren

, descubran y creen el am

biente destina­do a albergarnos, m

aravillándonos desp

ués ante la obra com

pleta, aceptándola com

o una cosa b

ella y acabada

; esto, en cambio, nos in

c um

be a nosotros

mism

os; cada un

o de nosotros está o

bligado a cus­

todiar la adecuada ordenació

n del paisaje terres­

tre, cada cual con su espíritu y con sus manos, en

la porción que le corresp

on

de, para n

o transm

itir a nuestros hijos un tesoro m

eno

r que el que nos dejaron nuestros padres.

(De P

rOlpects 01 A

rchitecture in Civilizatkm

, 1881.)

LO

UIS

H. S

UL

LIV

AN

... , si deseam

os saber p

or q

ué cie

rras cosas son

como son en nuestra desalentad

ora arquitectura, debem

os dirigir nuestra atención al pueblo; pu

es nuestros edificios,

todos, so

n só

lo una

enorm

e

Tem

plo de Süsin y Palacio de Eshnunna.

pantalla detrás de la cual se oculta el conjunto de

nuestro pu

eblo

-a

unque específicam

ente los ed

i­ficios

sean im

ágenes individuales

de aquellos a

quien

es, como clase, e! pueblo ha delegado y con·

fiado su po

der constructivo. P

or tanto, y d

e acuer­d

o con esto, e! estu

dio

critico de la arquitectura llega a ser n

o sólo el estu

dio

directo de un arte

-p

ues esa es una fase menor de un g

ran fenóme­

no

-sino

, in extenso, un estudio de las condicio­nes sociales q

ue lo o

riginan; ..

(De K

indergarten chats, Law

rence, 1934. Versión caste­

llana C

harlas con u

n arquitecto,

Ed.

Infinito,

Buenos

Aires, 1957. T

rad. Brend

. 1. K

enny, pág. 14.)

AL

OIS

RIE

GL

La arq

uitectura es, sin du

da

, un arte utilitario y su com

etido siempre ha consistido en realidad en la

formació

n de espacios limitados, en el interior de

los cuales se ofrecía a los ho

mb

res la posibilidad d

e m

overse librem

ente. C

om

o ya

muestra

esta definición

, el objetivo d

e la arquitectura se divide

en dos p

artes qu

e se com

pletan y se adaptan nece­sariam

ente la una con la otra, pero precisam

ente

por esto se encuen

tra tina cierta oposición entre

ellas: la creación de! espacio (cerrado) com

o tal y la creación de los lím

ites de dicho espacio.

( De Spiitrom

ische Kunstindustrie, V

iena, 1901.)

HE

INR

ICH

WO

LF

FL

IN

(La arquitectura) ... es la expresión de W

la época en la

medida en q

u e, como gran cuerpo m

onumental, hace

aparecer la existencia corporal de los hombres, su

aspecto y su aire, su actitud ligera y festiva o seria y grave, su naturaleza febril o apacible, dond

e muestra,

en una palabra, el sentim

iento vital de una época.

( De

Renaissonce u

nd

Barock, 1888. V

ersión castellana

Renacim

iento y Barroco, Alberto C

orazón Ed

., Madrid,

1977, pág. 137.)

AD

OL

F L

OO

S

La casa d

ebe agradar a todos, a diferencia de la

ob

ra de arte que no tiene po

r qué gustar a nadie.

L.,), Po

r tanto, ¿no será qu

e la casa no tiene nada que ver con e! arte y qu

e la arquitectura no

debie­ra contarse en

tre las artes? Así es. S

ólo una parte m

uy pequeña de la

arquitectura corresponde al dom

inio del arte: el m

onumen

to funerario

y el co

nm

emo

rativo. L .. ). Si encontram

os un m

onúcu­lo en un b

osq

ue, de 6 pies d

e largo y 3 de ancho

, am

on

ton

ado

en forma piram

idal, nos po

nd

remo

s serios y en nu

estro interio

r aJgo nos dirá: aq

uí hay alg

uien enterrado. E

sto es arquitectura.

( De A

rebitektur, 1910; en ¡ns L

eere gesprochen. T

rorz­dem

. Versión castellan

a: Arquitectura, en La arquitectura

del siglo xx. Textos, N

berto Co

razón Ed., M

adrid, ¡ 974. T

rad. J. M

artínez de Velasco, Sim

ón Marchán Fiz, págs.

53

-54

)

BR

UN

OT

AU

T

(La arquitectura) ... satisface las necesidades de pro­

tección ante las inclemencias de! tiem

po

y los múl­

tiples peligros a los que deb

e exponerse el hombre

AL

GU

NA

S DE

FINIC

ION

ES

DE

AR

QU

ITE

CT

UR

A

71

CA

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LO

1

PR

OB

LEMA

S GE

NE

RA

LE

S

y M

ET

OD

OL

OG

IA

HIST

üRfC

O·C

RlTIC

A

72

A. L

oos. Concurso para el ehicago Tribune. 1922. (R

edibujado.)

cuando se enfrenta a la naturaleza sin cobijo. Así, su

papel en la existencia de! ho

mb

re aparenta tener la m

odesta entidad de un <<Arte U

tilitario», que satis­face las necesidades de orden práctico de una for­m

a agradable. S

ólo cuando los

deseos hum

anos sobrepasan la m

edida de la pura y simple necesidad

práctica, cuando el exceso de bienestar se transfor­m

a en exigencia del lujo, la Arquitectura parece

entrar en escena como fenóm

eno de mayor enti­

dad

, refo

rzand

o

su p

rop

ia identidad.

En

ese

mom

ento, parece dejar de vincularse de form

a tan estrecha a la necesidad m

ás inmediata y por ello,

convertirse po

r primera vez en un verdadero arte

(. .. ) En

grandes líneas, ésta es la perspectiva con la que se enfrentan h

oy en día el arte d

e la construc­ción y los que a él se dedican C

.. ) No

es suficiente la correspondencia entre form

a y contenido sino que, adem

ás de ello, e! juego de las formas d

ebe corresponder al engrandecim

iento de los horizon­tes hum

anos C .. ) E

nten

der la A

rquitectura única­m

ente como satisfacción de necesidades adecuada­

mente form

alizadas, como revestim

iento decorati­

vo de la más inm

ediata necesidad, asignándole, en

suma, e!

pape! de una especie de arte aplicada,

representaría de hecho una concepción en menos­

cabo de su importancia C

.. ) En

cada una de las

grandes épocas de la cultura hay un tipo de cons­trucción, erigido m

ás allá de las simples necesida­

des materiales, al cual todos dirigen sus m

iradas y p

or e! que se rige la volun

tad constructiva de su tiem

po. Visto así, los actuales conceptos sobre la

construcción, tan firmem

ente establecidos, sufren una com

pleta inversión. La catedral sobre la vieja

ciudad, la pagoda sobre las cabañas de los indios, e! inm

enso recinto de! templo en el rectángulo d

e la ciudad

china y

la acrópolis

sobre las

humildes

viviendas de la ciudad de la antigüedad, muestran

todas ellas que lo más elevado y sublim

e, la cristali­zación de la idea religiosa, constituye a la vez e! p

un

to de partida y la m

eta final de toda arquitectu­ra, proyecta su lu

z sobre cada uno de los edificios

hasta la más sencilla cabaña e incide sobre la solu

­ción del m

ás simple d

e los problemas prácticos con

un atisbo de su esplendor.

(De D

ie Stadtkrone, Jena, 1919.)

WA

LT

ER

GR

OP

IUS

¿Qué es la arquitectura? L

a expresión cristalina de los

más

nobles pensamientos de!

hombre, de su

ardor, su humanidad

, su fe, su religión. ¡Esto es lo

que fue una vez! P

ero, ¿cuántos de quienes viven en nuestro tiem

po, condenados al practicismo, com

­prenden todavía su naturaleza totalizante y espiri­tual? C

aminam

os por nuestras calles y ciudades y no gritam

os de vergüenza ante tales desiertos de feal­dad. S

eamos com

pletamente claros: esos rem

iendos sin espíritu, grises y vacíos en que vivim

os, serán para la posteridad la evidencia vergonzosa d

e la infi­nita

decadencia espiritual de nuestra generación, que olvidó el gran

de,

único arte: la arquitectura. (. .. ). P

ero hay algo que puede consolarnos: la idea, la creación de una idea constructiva, ardiente, atrevi­da, de visión profunda y lejana. Id

ea que una época

futura y más afortunada habrá de realizar. A

rtistas, derribem

os al fin

los m

uros levantados entre las «altes» por nuestra deform

ada educación académ

i­ca y volvam

os a ser todos, nuevamen

te, construc[Q­

res. D

eseemos juntos, pensem

os juntos, creem

os juntos la nueva idea de la arquitectura.

De A

rbeitsrat /ür K

unst, Berlín, 1919. V

ersión casteUana

en La arquitectura del siglo xx. Textos, A

lberto Corazón

Ed., M

adrid, 1974. T

rad.]. Martínez de V

dasco, Simón

Marchán Fiz, págs. 106-107.)

LE

CO

RB

US

IER

La arquitectura n

o tien

e nada que ver con

los esti~ los. E

l Luis X

IV, X

V, X

VI o el gótico son para la

arquitectura como las plum

as en la cabeza de una m

uje r: pueden causar un buen efecto, p

ero nada

más, y n

o siem

pre lo hacen. C .. ). L

a arquitectura consiste en establecer relacion

es emotivas m

edian­

te el uso de materiales en bruto. L

a arquitectura

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está

por

enc

ima

de lo

s fa

ctor

es u

tili

tari

os. L

a ar

qui

­te

ctur

a es

un

hech

o pl

ástic

o. C

.. ). L

a ar

qui

tect

ura

es

el ju

ego

sabi

o, c

orre

cto

y m

agní

fico

de

los

volú

me­

nes

bajo

la lu

z. C

.. ). R

efle

jar

la c

onst

rucc

ión

y re

sol­

ver

una

func

ión,

si

por

func

ión

se e

ntie

nde

la d

e la

pu

ra y

sim

ple

utili

dad

, del

con

fort

y d

e la

ele

ganc

ia

prác

tica,

no

es

su ú

nico

sig

nifi

cado

ni

su ú

nico

co

met

ido.

La

arqu

itec

tura

es

arte

en

el s

enti

do m

ás

elev

ado,

es

ord

en m

atem

átic

o, e

s te

oría

pu

ra,

arm

nía

alca

nzad

a gr

acia

s a

la e

xact

a pr

opor

ció

n de

to

das

las

rela

cion

es: é

sta

es la

«fu

nció

n» d

e la

arq

ui­

tect

ura.

C .. )

. La

arqu

itec

tura

y la

urb

anís

tica

son

el re

flejo

fie

l de

una

soc

ieda

d;

los

edif

icio

s so

n lo

s do

cum

e nto

s m

ás r

evel

ador

es.

Suce

de s

iem

pre

que

una

époc

a ha

alc

anza

do s

u pl

ena

mad

urez

. E

n lo

s m

omen

tos

de t

rans

ició

n gr

an p

arte

de

la a

rqui

tec­

tura

se

encu

entr

a so

lam

ente

en

los

proy

ecto

s de

los

pred

eces

ores

; si

n em

barg

o, e

stos

pro

yect

os t

iene

n va

lor

abso

luto

y m

erec

en a

tenc

ión

com

o cu

alq

uier

ot

ro e

jem

plo

ya r

ealiz

ado

.

(De

Vers

une

Arc

hite

c/ur

e, P

arís

, 19

23;

de

Les

tend

ance

s de

¡'a

rchi

tect

ure

ratio

nalis

te,

Rom

a, 1

937;

y d

e M

onié

re

de p

ense

r /'u

rban

ism

e, P

arís

, 19

46. V

ersi

one

s ca

stel

lana

s H

acia

un

a A

rqui

tect

ura,

Ed

. P

osei

dón

, B

uen

os

Air

es,

1964

; C

6mo

conc

ebir

el

urba

nism

o, E

d. I

nfin

iro,

Bue

nos

Aire

s, 19

42.)

GIU

SE

PP

E P

AG

AN

O

La

arqu

itec

tura

es

UD

ser

vici

o; e

l pun

to d

e pa

rtida

es

est

rech

a y

rigu

rosa

men

te u

tili

tari

o ...

El

mun

do

tiene

ne

cesi

dad

de

disc

ipli

na

con

stru

ctiv

a,

de

mod

estia

ed

ific

ato

ria,

de

bue

na e

duc

ació

n ...

Par

a al

eanz

ar

la v

erd

ad y

sen

tir

la a

rqui

tect

ura

com

o un

a m

isió

n so

cial

es

nece

sari

o tr

asce

nd

er e

l gus

to

deco

rati

vo y

pen

etra

r en

la

sust

anci

a de

las

tra

di·

cion

es f

orz

ando

la

vani

dad

, y

cons

ider

ar e

l pr

o­bl

ema

del g

usto

com

o un

pro

blem

a de

co

nten

ido.

(De

Slru

ltur

a e

arch

itettu

ra,

en «

Dop

o Sa

nt'E

tia»,

Mil

án,

1935

, pá

g. 1

05.)

CIA

M,

CA

RT

A D

E A

TE

NA

S

La

arq

uite

ctur

a pr

esid

e lo

s de

stin

os d

e la

ciu

dad.

O

rden

a la

est

ruct

ura

de l

a vi

vien

da,

esa

célu

la

esen

cial

del

tejid

o u

rban

o, c

uya

salu

brid

ad, a

leg

ría

y ar

mon

ía

está

n so

met

idas

a

sus

deci

sion

es.

Ag

rupa

las

viv

iend

as e

n un

idad

es d

e ha

bita

ció

n cu

yo é

xito

dep

end

erá

de la

exa

ctit

ud d

e su

s cá

leu­

los.

Res

erva

de

ante

man

o lo

s es

pac

ios

libr

es e

n m

edio

de

los

cual

es s

e al

zará

n lo

s vo

lúm

enes

ed

i­fi

cad

os d

e p

ropo

rcio

nes

arm

onio

sas.

Aco

ndic

iona

la

s pr

olon

gaci

one

s de

la

vivi

enda

, lo

s lu

gare

s de

tr

abaj

o,

los

terr

enos

d e

stin

ados

al

re

poso

. E

s­ta

blec

e la

red

de

circ

ulac

ión

que

pond

rá e

n co

n­ta

cto

las

dive

rsas

zo

nas

. L

a ar

quit

ectu

ra e

s re

pons

able

del

bie

nest

ar y

de

la b

elle

za d

e la

ciu

dad

. Se

enc

arga

de

su c

reac

ión

o su

per

fecc

ion

amie

nto

ya

e lla

incu

mbe

n la

s op

cion

es y

la d

istr

ibu

ció

n de

lo

s di

stin

tos

elem

ento

s cu

ya p

rop

orc

ión

adec

uad

a co

nsti

tuir

á un

a ob

ra a

rmo

nios

a y

dura

dera

. L

a ar

quit

ectu

ra e

s la

cla

ve d

e to

do.

(CLA

M,

1933

. A

xiom

as 7

1-95

en

la

Car

ta

de A

lena

s,

1941

. V

ersi

ón

cast

ella

na e

n Pr

ogra

mas

y m

anzf

iest

os d

e la

ar

quite

ctur

a de

l si

glo

xx,

Ed.

Lu

men

, B

arce

lona

, 19

73,

págs

. 22

3-22

4.)

HE

NR

I F

OC

ILL

ON

Así

pu

es,

po

r su

ese

ncia

y p

or s

u de

stin

o, e

s en

el

espa

cio

<<re

a],>

dond

e se

eje

rce

este

art

e (l

a ar

qui­

tect

ura)

, do

nde

tien

e lu

gar

nues

tro

mov

imie

nto

y el

qu

e oc

upa

la a

ctiv

idad

de

nues

tro

cuer

po

. C

.. ).

Sin

dud

a, l

a le

ctur

a de

un

a pl

anta

dic

e m

ucho

, .

(per

o) ..

. no

aba

rca

tod

a la

arq

uite

ctur

a, s

ino

que

la

des

poja

de

su p

rivi

legi

o fu

nda

men

tal

que

es e

l d

e po

seer

un

espa

cio

com

plet

o, n

o só

lo c

omo

un

obje

to m

asiv

o,

sino

com

o un

mol

de h

ueco

qu

e im

pone

a la

s tr

es d

imen

sio

nes

un n

uevo

val

or.

C .. )

. P

ero

es q

uizá

en

la m

asa

inte

rna

dond

e re

side

la

pro

fund

a o

rigi

nali

dad

de

la a

rqui

tect

ura

com

o ta

l. A

l da

r un

a fo

rma

defi

nida

a e

ste

espa

cio

vací

o,

crca

ver

dade

ram

ente

su

prop

io u

nive

rso

. C

.. ). E

l pr

ivil

egio

exc

lusi

vo d

e la

arq

uite

ctur

a en

tre

tod

as

las

arte

s, .

.. no

es

el d

e al

berg

ar u

n va

cío

inte

rno

cóm

odo

y ro

dear

lo

de

segu

rid

ades

, si

no

el

de

cons

tru

ir u

n m

undo

int

erio

r en

qu

e se

mid

an e

l es

paci

o y

la l

uz

segú

n la

s le

yes

de u

na

geo

met

ría,

un

a m

ecán

ka

y un

a ó

ptic

a qu

e es

tán

cont

enid

as

nece

sari

amen

te e

n el

ord

en n

atur

al,

pero

de

las

que

la n

atur

ale

za n

o ha

ce n

ada.

(De

La v

ie d

eIfo

rmes

, P

arís,

193

4.)

SIG

FR

IED

GIE

DIO

N

En

la a

rqui

tect

ura,

com

o en

un

espe

jo,

trat

amos

dc

enc

ontr

ar r

efle

jado

el

prog

reso

qu

e nu

estr

o p

ropi

o pe

ríod

o ha

ef

ectu

ado

haci

a un

a m

ayor

co

inci

den

cia

de s

u pe

rson

alid

ad, d

e su

s pe

culi

ares

lim

itac

ione

s y

posi

bili

dad

es r

espe

cto

a su

s ob

ras

y a

sus

fines

. L

a ar

quit

ectu

ra p

uede

ay

udar

nos

a

com

pre

nd

er l

a ev

olu

ció

n de

est

e p

roce

so p

reci

sa­

men

te p

orqu

e el

la s

e ha

lla í

ntim

amen

te r

elac

iona

· da

con

la

vida

de

una

époc

a co

nsid

erad

a en

to

da

su c

ompl

ejid

a d.

Tod

o en

ell

a, d

esde

la

pre

dile

c­ci

ón p

or

cier

tas

form

as,

hast

a la

man

era

de a

cer­

cars

e a

estu

diar

lo

s pr

oble

mas

es

enci

alm

ente

co

nstr

uct

ivos

qu

e en

cuen

tra

más

nat

ural

es,

todo

re

flej

a la

s co

ndic

ione

s de

la

époc

a de

la

cual

der

i­va

. E

s el

pro

duct

o de

fac

tore

s de

tod

o gé

nero

: so

cial

es,

econ

ómic

os,

cien

tífi

cos,

téc

nico

s y

etno

· ló

gico

s. P

or

más

qu

e un

per

íod

o in

ten

te m

istif

i­ca

rse,

su

auté

ntic

a na

tura

leza

se

man

ifes

tará

a t

ra·

vés

de l

a ar

quit

ectu

ra,

lo m

ism

o si

exp

resa

fo

rmas

de

ex

pre

sió

n o

rigi

nal

es q

ue s

i in

tent

a im

itar

épo

­ca

s pa

sada

s. C

.. ). E

s un

tes

timon

io t

an in

equí

voco

AL

GU

NA

S D

El-1

NIC

ION

ES

DE

ARQ

UIT

ECTU

RA

73

CA

PIT

Uw

l

PR

OB

WiA

SGE

NE

RA

LE

S

y M

ETO

OO

LOC

oIA

HIS

TO

RIC

O·C

RIT

It.A

74

de la

man

era

de s

er d

e aq

uel

perí

odo,

que

cua

ndo

que

rem

os

valo

rarl

o de

un

m

odo

segu

ro n

os e

s in

disp

ensa

ble

recu

rrir

a l

a ar

quit

ectu

ra.

(De

Spac

e,

Tim

e al

ld

Arc

hile

clur

e,

Har

vard

, 19

41.

V

ersi

ón

casr

ella

na:

Esp

ado,

Tie

mpo

y A

rqui

tect

ura,

Ed

. D

ossa

t, M

adri

d, 1

979.

Tra

d. Is

idro

Pui

g Bo

ada,

pág

. 21.

)

GA

LV

AN

O D

EL

LA

VO

LP

E

La

arqu

üec

lura

. E

xpr

esa

idea

s, va

lore

s co

n un

sis

te­

ma

de s

igno

s vi

sual

es t

ridin

1ens

iona

les-

geom

étri

cos,

o se

a, c

on u

n le

ngua

je c

ons

titu

ido

por

las

med

idas

ad

ecua

das

para

la

inst

ituci

ón

de ó

rden

es v

isib

les

med

íant

e la

rep

etic

ión

de m

asas

sem

ejan

tes

con

las

que

se m

odífi

ca e

l am

bien

te f

ísic

o co

n el

fm d

e se

r­vi

r a

las

nece

sida

des

hum

anas

(y

quiz

á no

es

exce

si­

vo i

nclu

ir a

la a

rqui

tect

ura

entr

e la

s ar

tes

«re

pres

en·

tativ

as»,

y c

oncl

uir

que

la m

úsic

a es

la ú

nica

qu

e <<

110

repr

esen

ta»

nada

). O

bsé

rves

e qu

e si

no

se m

anti

ene

com

o pr

imar

io e

l car

ácte

r cua

llli

tali

vo d

e es

te s

igno

vi

sual

y q

ue

éste

es

un l

engu

aje

de d

imen

sion

es v

isi­

bles

, de

prop

orci

ones

vis

ible

s, q

ueda

n fu

era

de lu

gar

toda

s la

s ju

stas

ape

laci

one

s a

la «

supr

emac

ía d

e la

ar

quit

ectu

ra e

n cu

anto

a v

alor

es e

spac

iale

s» y

a l

o <<

inter

no y

ext

erno

» co

mo

«dim

ensi

ones

pro

pias

de

la e

spac

iali

dad

de la

arq

uite

ctur

a»,

que

le p

erm

iten

<<re

aliz

ar,

por

la f

orm

a, u

na e

spac

ialid

ad i

ndem

ne

del

espa

cio

natu

rah>

. C

.. ) ....

; y h

ay q

ue d

istin

guir

en

tre

cont

exto

sem

ánti

co o

rgán

ico

, id

est

, pe

nsa·

m

ient

o se

mán

tica

men

te a

utó

nom

o y,

por

tan

to, a

r· tís

tico,

y c

onte

xto

no o

rgán

ico,

id

est,

pens

amie

nto

se

mán

ticam

ente

he

tero

géne

o y

no

artís

tico:

es

[O

equi

vale

a d

ístin

guir

ent

re e

l opu

s ar

quit

ectó

nico

y el

op

us s

impl

emen

te t

ectó

nico

.

(De

Cri

tica

del

gust

o -

196

0-,

Milá

n, 1

971.

V

ersi

ón

casr

ella

na:

Crí

tica

del

gust

o, E

d. S

eix

Bar

ral,

Bar

celo

na,

1966

. Tra

d. M

anue

l Sac

ristá

n.)

LO

UIS

KA

HN

Ant

es d

e na

da q

uier

o de

ciro

s qu

e la

arq

uite

ctur

a no

ex

iste

. Exi

ste

una

obra

de

arqu

itec

tura

. Y

una

obr

a

G.

B.

Pira

nesi

. T

um

ba d

e E

lio A

dria

no.

Puer

ta a

lmoh

adill

ada

con

polv

orín

.

L K

uhn.

Maq

ueta

de

la S

inag

oga

de J

erus

alén

. 196

7.

de a

rqui

tect

ura

es u

na o

fert

a a

la a

rqui

tect

ura

con

la

espe

ran

za d

e qu

e es

ta o

bra

pued

a lle

gar

a fo

rmar

pa

rte

del t

eso

ro d

e la

arq

uite

ctur

a. N

o to

dos

los

edi­

ficio

s so

n ar

qui

tect

ura.

Par

a m

i la

bor

com

o ar

qui

­te

cto

es d

e gr

andí

sin1

a ay

uda

la c

onci

enci

a de

qu

e ro

do e

difi

cio

pert

enec

e a

una

inst

ituc

ión

del

hom

­b

re.

Y te

ngo

el m

áxim

o re

spet

o po

r la

s as

pir

acio

nes

de l

as q

ue n

acen

las

inst

ituc

ione

s y

por

la b

elle

za d

e la

s in

terp

reta

cion

es a

rqui

tect

ónic

as.

Per

o no

sotr

os

hem

os s

epar

ado

las

dos

cosa

s. P

ensa

d ta

n só

lo e

n aq

uell

a es

tupe

nda

exp

resi

ón a

rtis

tica

que

fue

insp

ira­

da p

or

Adr

iano

. Adr

ian

o qu

ería

un

luga

r en

el

que

cada

un

o pu

dier

a to

mar

par

te d

el m

ism

o m

odo

en lo

s ri

tos

relig

ioso

s. El

res

ulta

do f

ue e

l P

ante

ón.

Y q

espl

éndí

da i

nter

pret

ació

n no

s ha

dad

o, u

n ed

ifici

o ci

rcul

ar q

ue n

o se

pre

stab

a a

un

ritu

al fo

rmal

ista

. C .. )

. .

el p

rogr

ama

no e

s ar

quit

ectu

ra,

es s

impl

emen

te

una

indi

caci

ón c

omo

podí

a se

r la

rec

eta

para

el

far­

mac

éutic

o. P

orqu

e en

el p

rogr

ama

está

esc

rito

atri

o y

el ar

quit

ecto

deb

e tr

ansf

orm

arlo

en

un lu

gar d

e en

tra­

da. L

os c

orr

edo

res

debe

n co

nver

tirse

en

gale

rías

. Los

pr

esu

pues

tos

debe

n ha

cers

e ec

onom

ia;

las

área

s,

espa

cios

. C

.. ). E

l pro

gram

a q

ue s

e re

cibe

y la

tra

duc­

ció

n ar

quite

ctón

ica

que

se

da d

eben

ven

ir d

el e

spíri

­tu

del

hom

bre,

no

de l

as i

nstr

ucci

ones

mat

eria

les.

(..

.). U

n ed

ific

io c

uadr

ado

está

con

stru

ido

segú

n el

cuad

rado

y la

luz

deb

e po

ner

en e

vide

ncia

est

e cu

a­dr

ado

. U

n ed

ific

io

rect

angu

lar

debe

co

nstr

uirs

e se

gún

el re

ctán

gulo

. Y

lo m

ism

o el

edif

icio

cir

cula

r, y

el

edifi

cio

de fo

rma

aún

más

flu

ida,

que

sie

mpr

e de

be

enco

ntra

r su

ord

en, l

a pr

opia

ley

inte

rna,

en

su p

ro­

cesa

, qu

e es

un

proc

eso

real

men

te g

eom

étri

co.

(De

una

con

fere

ncia

dad

a en

el

Pol

itéc

nico

de

Milá

n en

ero

1967

.)

ER

NE

ST

O N

AT

HA

N R

OG

ER

S

Nad

ie p

iens

a qu

e la

arq

uite

ctur

a se

a la

adi

ción

de

form

as d

e un

man

ual,

o q

ue

pued

a ej

erce

rse

com

o un

a fu

lgur

ació

n se

ntim

enta

l; p

ero

tan

absu

rdo

será

es

pera

rse

que

resu

lte

de u

n m

ontó

n de

fór

mul

as, d

e di

scus

ione

s es

peci

aliz

adas

-v

álid

as n

o o

bsta

nte

en

su p

ropi

o se

ctor-

que

no s

e co

ncre

tizan

en

la r

ea·

lida

d es

pac

ial

dond

e es

tá i

mpl

ícit

a la

afi

rmac

ión

de

las

form

as.

Las

for

mas

son

la

prim

era

y la

últi

ma

etap

a pa

ra g

aran

tiza

r la

vit

alid

ad g

enét

ica

de l

os

fenó

men

os y

no

h ay

ning

una

clas

e de

hom

bre

más

Page 4: PROBLe. S GENERAL.ES y IIISTORJCO·CRITICA y …composicion.aq.upm.es/Introduccion/GrupoA/Textos/Definiciones.pdf · tectura Naval Arquitectura Militar.. Es evi ... tituye la arquitectura,

cualificado qu

e el arquitecro para asum

ir la misión

de esta acción pregnante. Si este hom

bre no se asig­na el

papel de demiurgo

(numen ordenador del

mundo) y, en cam

bio, es capaz de mantenerse en su

propio ámbito, ya bastante com

prometid

o, mien

­tras

los dem

ás se

esfuerzan recíp

rocamente p

or estab

lecer un diálogo de modo que su lenguaje pue­

da traducirse en e! decisivo lenguaje de las form

as, no habrá m

alentendidos ni superposición de activi­d

ades, sin

o integración hacia la síntesis armónica.

(De N

ecessitJ dell'imm

agine,

editorial en «C

asa bella», núm

. 282, d

iciembre, 1963.)

GU

IDO

CA

NE

LL

A

Considero la funcionalidad com

o patrimonio inse­

parable de la historia de la arquitectura. He aq

uí por qué un enfoque que la considere desde el punto de vista de lo visible, en cuanto que posible (piénsese en la crítica idealista aplicada al M

ovimiento M

oderno) resulta sólo una indagación parcial, ya que la arqui­tectura no posee otro significado que el com

etido civil para la que ha sido concebid

a. Pero sabem

os, sin em

bargo, que l as funciones de la vida en sociedad varían a lo largo de! tiem

po, y también que su varia­

ción es discontinua, puesto que están ligadas a los com

portam

ientos, y éstos, a su vez, están cond

icio­nados por la estructura económ

ica. Pod

emos con­

cluir, por tanto, que la arq

uitectura, por med

io de los com

portam

ientos, con

trae sus propios comprom

isos tipo lógicos. L

as discontinuidades de los compol1a­

mientos y de las funciones delim

ita aquellos intelva­los estadísticos en los cuales han sido posibles los diversos m

anual es, determina, por tanto

, la posibili­dad de que el arquitecto alcance un conocim

iento funcio

nal contenido en la experiencia de la arquitec­tura

adquirida

durante un

período considerado

constante. La m

odificación o la transformación de la

funcionalidad de

la arquitectura

no crea

ambi­

güedad de significado, puesto que no significa nada

fuera de su propio contexto, que es la ciudad.

(De C

ritica de alcune correnti ideologiche, pu

blicadón de la Facultad de A

rquitectura de Milán,

1968; reeditado en «C

on

trosp

azio», 1-2, 1970, pá

g 40.)

VIT

TO

RIO

GR

EG

OT

TI

La arquitectura consiste de algún m

odo en orde­nar el am

bien

te que n

os rodea

, ofrecer mejo

res

G. C

aneHa. E

stud

io para el Ayuncam

ienro de Segrate. 1962

.

posibilidades al asentamiento hum

ano; por tan­to, las relacio

nes qu

e tiene la m

isión d

e estable­

cer son m

últip

les, interactuantes entre sí; se refie­ren

al control de! ambiente físico, a la disposi­

ción de ciertas posibilidades de circulación, a la organización de las funciones, de su agrupam

ien­to o segregación

, de sus relaciones; resp

ond

e a ciertos criterios econ

ómicos, se m

ueve en

, y mu

e­ve,

cierras dim

ensio

nes

tecnológicas,

provoca

mod

ificaciones del paisaje, etc., pero organizar

estas relaciones es algo com

pletamente diferente

de su simple sum

a, es el significado que deriva del m

odo de darles forma, es co

locarse dentro de

la tradición de la arquitectura como disciplina,

con un

nuevo gesto d

e com

unicación

, con una

nueva voluntad de transform

ación de la historia.

(De Il territorio dell'architectura,

Milán

, 1966. Versión

castellana: E

l territorio de la arquitectura, Ed. G

ustavo G

ili, Barcelona, 1972.)

AL

DO

RO

SSI

Diré ah

ora, brevem

ente, q

ué es lo q

ue creo q

ue

es la arquitectu

ra. Arquitectura, en sen

tido p

osi­tivo

, para mí, es una creació

n inseparable de la

vida y de la sociedad en la cual se m

anifiesta; en

gran parte es un hecho colectivo. Al construir sus

viviendas, los prim

eros hombres

realizaron un

ambiente m

ás favorable para su

vida al

cons­truirse

un clim

a artifjcial,

y con

struyeron

d

e acu

erdo

con un

a in

tencio

nalid

ad

estética. Iniciaro

n la arquitectura, ju

nto con

los prim

eros in

dicios de la ciudad; de esta manera, la arqui­

tectura es conn

atural con la fo

rmación

de la civi­

lización, y es un h

echo p

erman

ente, universal y

necesario. S

us caracteres estables son la creación

de un ambiente m

ás propicio a la vida y la inten­cionalidad estética. E

n este sen

tido

, los tratadis­tas de la Ilustración se refieren a la cabaña pri­m

itiva como el fu

nd

amen

to positivo d

e la arqui­tectura. P

or tanto, la arquitectura se con

stituye

con la ciu

dad, y con la ciudad se con

stituyen a la

vez las viviendas y los monum

entos. C .. ). Se ha de

distin

guir entre las ciu

dad

es y la arquitectura de

las ciudades com

o manufactu

ra colectiva,

y la arquitectura en sí, la arquitectura com

o técnica o

éoino arte, qu

e se orden

a y se transmite trad

icio­

nalmente. E

n el primer caso, se trata de un pro­

ceso colectivo, lento y apreciable en períodos lar­

gos, en el que participa toda la ciudad, la socie­

dad, ... la modificación del aspecto de la ciudad

... se ha de estudiar de acuerdo con sus propias

leyes y sus particularidad

es .... El estud

io de la ciu­dad puede com

pararse con el estudio de la len­

gua. C .. ). O

bservemos aho

ra un monum

ento: el P

anteón. Prescindam

os de la complejidad urba­

na qu

e determ

ina esta arquitectura. E

n u

n senti­

do determinado

, podemos referirnos al proyecto

AL

GU

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75

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y M

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O-C

RIT

lCA

76

del Pan

teón, o con

cretamen

te a los principios, los en

unciados lógicos, que rigen su proyección. C

reo que la lección que se puede deducir de estos en

un­

ciadoslógicos es del todo actual, como puede ser­

Io la lección que recibimos de una obra de arqui­

tectura moderna; o p

odem

os com

parar d

os obras, pa

ra ver qu

e todo el d

iscurso de la arqu

itectura,

por complejo q

ue sea, se puede com

prender en un

solo discurso, reducido a un

os enunciad

os bási­

cos. A

sí pu

es, la arquitectura se p

resenta com

o una m

editación sobre las cosas, sob

re los hechos; los

principios son pocos e inm

utables, pero las respuestas concretas q

ue el arquitecto y la socie­

dad dan a los problemas que se van planteando en

el curso d

el tiemp

o, son mu

chísimos. L

a inmu

ta­bilidad

viene dada

por el

carácter racional

y red

uctivo d

e los enun

ciad

os arquitectónicos.

(De

Arch

itettura

per i

musei.

Versión

castellana: A

rqu.itectura para los museos, en P

ara una arquitectura de ten

dencia. E

scritos 1956-72, Ed. G

ustavo Gil.i, B

arce­lona, 1977. T

rad. Francesc Serra, págs. 203

-204.)

GIO

RG

IO G

RA

SSI

En el

fascinante y com

plejo testim

onio que

la arquitectu

ra ofrece de sí m

isma existen ed

ificios y personajes

l textos teóricos y autob

iográficos. Este

arte tan antiguo m

uestra, quizá más q

ue los arras,

E. L. B

ouHée. P

royecto para un Faro.

la disparidad de contribuciones y su diferente for­

tuna en el tiempo.

No

obstante, parece ser que para la arquitectu­

ra) si conservásemos aún la fantasía su

ficiente com

o para constru

ir una imagen ideal, la cosa debería ser

relati vamente fácil, m

ucho m

ás fácil que para cual­

quier otra actividad artística. Esto es debido a que,

a pesar de todo, la arquitectura a través del tiem

po es un hecho extraord

inariam

ente unitario. El hecho

es que en arquitectura la obra de arte, la obra que el tiem

po parece señalar, la edificación y la form

a, todo aquello que concurre en la constru

cción de la ciud

ad, está muy cercano, u

nid

o por una relación de recíproca necesidad. Y

éste es Wl hecho peculiar

de la arquitectura. L

a im

pronta individual es un

atributo que la arquitectura pu

ede no ten

er, única­

mente si se la

recond

uce, por decirlo d

e algW1a

man

era, hacia un destino com

ún

---es decir, la ciu­d

ad

-y hacia

un ob

jetivo unitario de claridad.

Si se mira la histoda según esta visión am

plial no

existe una arquitectura que Iliegue el pasado u otra arq

uitectura que le

haya precedido,

no hay

una arquitectura qu

e emerja sin exaltar al m

ismo tiem

po tod

o lo que ella mism

a parece superar. Por otro lado

) ya que la arquitectura es, en gran m

edida, e! ambien­

te en el que vivinlos, tan difícil es eludir la form

a par­ticuJar d

e su representación, como evitar una conti­

nua comparación con ella; cada obra nueva no podrá

ser otra cosa que Wla representación, en definitiva

muy fiel, de cuantas le han precedido. M

e preg

unto cuántos serán los escritos de arq

uitectura aparecidos entre las dos guerras que construyen

su teoría en relación con la tradición enten

dida en este sentido. M

ás aún: los arquit ectos del p

asado

, los trata­distas,

po

r ejemplo,

hablan de la

arquitectura com

o algo claramente delim

itado y definido que va a añadirse a un patrim

onio existen

te. Hab

lan

de la arquitectura con la fam

iliaridad y la regula­ridad con la que cada hom

bre habla de su propio trabajo. N

o existe sep

aración delim

itada en

tre el len

guaje q

ue usan y las ob

ras, de tal m

anera qu

e los textos tien

en una claridad igual a la evidencia d

e sus edificios. El leng

uaje usado es parte inse­

parable de los elementos m

ismos d

el oficio, y po

r ello relativo a los prin

cipios, a las técn

icas, a los m

ateriales y al modo de usarlos, a los elem

entos d

e la arquitectura y a las relacion

es qu

e entre

éstos se han establecido en las ob

ras. E

l hecho de que se eluda hoy e! problem

a de un lenguaje p

ropio d

e la arquitectura dem

uestra

que quizá por el m

omen

to hemos sid

o capaces de

deshacernos de él, pero esto no quiere decir que tal cuestión

no se plantee hoy en

los mism

os e id

énticos térm

inos d

e enton

ces.

(De L

'architettura come m

estiere, Milán

, 1974. Versión

castellana: La arquitectura com

o oficio y otros escritos, E

d. G

ustavo G

ili, Barcelona,

1980. T

rad. Josép M

.' M

onlaner y.Jacinr C

onill, págs. 161

-162.)