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Aquiles Julián

¿Por qué algunas personas eligen

fracasar?

Diez maneras de autosabotearte y elegir el fracaso y sus consecuencias

para tu vida. Y cómo evitarlas.

Ideas para Prosperar

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¿Por qué algunas

personas eligen fracasar?

Aquiles Julián

Ideas para Prosperar

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© 2011 Editorial Libros de Regalo

Colección Ideas para Prosperar.

Autor: Aquiles Julián

1ª edición, mayo 2011

Editado en Rep. Dominicana

Se permite compartir con personas no miembros de nuestra

organización.

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A todos los que nos hemos impuestos a nuestros temores y

aprensiones y hemos actuado, sólo para comprobar que eran temores

infundados y que éramos en realidad nuestro propio obstáculo.

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ÍÍÍÍndicendicendicendice

8 ¿Qué es el autosabotaje?

9 ¿Cómo una persona se autosabotea?

10 Uno: Posponer actuar

11 Dos: Limitarse a la rutina

12 Tres: No decidirse

13 Cuatro: Cambiar de rumbo una y otra vez

14 Cinco: Vivir en un subibaja emocional

15 Seis: Mala asociación

16 Siete: Actuar sin prioridades ni enfoque

17 Ocho: Hacer lo que a uno le gusta y no lo que funciona

18 Nueve: Mala actitud

19 Diez: Esperanzas mágicas

20 La Ley de la Cosecha y los resultados

21 Cómo cambiar el rumbo de tu vida hacia mejor

22 ¿Lo harás ya o todavía no?

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“Tú eres tu propio

obstáculo y tu propio

impedimento.”

¿Qué es el autosabotaje?

¿Has visto este caso? Todo el mundo se asombra de que una persona tiene todas las condiciones para triunfar, pero ella misma parece ser su propia enemiga y se empecina en fracasar.

Las personas se preguntan: “¿Por qué lo hace?” Bien, es

uno de los tantos casos de autosabotaje, una tendencia autodestructiva que afecta a millones de personas y las hace sufrir, padecer y hundirse en infiernos emocionales, sociales, financieros y personales.

El autosabotaje puede deberse a algunos factores. Todos irracionales. Puede derivar de un castigo que se individuo inflige a sus padres a través de sí mismo, como los niños que se golpean y se automaltratan; o puede originarse en creer que no se merece el éxito por alguna conducta o pensamiento que hizo.

También puede originarse en un miedo al éxito por el rechazo del grupo social con el que se relaciona. O por una morbosa predisposición al pesimismo y a la negatividad, esperando lo peor. Y hasta por un cierto placer en que le tengan lástima.

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“Entre más

trabajo, más

suerte tengo”

¿Cómo una persona se autosabotea?

Quien se autosabotea suele utilizar una frase para describir su vida: “Mala suerte”.

E inventa mil y una explicaciones que le sirvan de justificación. Es decir, como se suele decir en psicología, “racionaliza”, inventa razones que encubren la verdad.

En ocasiones no hace intento alguno por salir de su situación. En otras, desiste al primer inconveniente, como si todos los semáforos debieran estar en verde

cuando él transita por la calle.

Los hay que cortejan el éxito y parecen estar dispuestos a alcanzarlo, pero cuando están a un tris ellos mismos la embarran, hacen algo que destruye sus posibilidades, como emborracharse el día previo a una importante entrevista o prueba.

En todo caso, acusan a la “suerte” de lo que ellos mismos producen con sus conductas. Y no aceptan la responsabilidad por sus actos. Sienten que la vida ha sido injusta con ellos. Y si no cambian su manera de pensar, vivirán mediocremente, cortejando el desastre. ¿Conoces a personas así? Veamos algunas conductas de autosabotaje.

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¿Vas a terminar

siendo de la

familia (h)ubiera?

Uno: posponer actuar

Se llama procrastinar: dejar todo para “cuando uno pueda”, o sea, nunca, porque siempre tendremos una “razón válida” de por qué ahora no, y después sí. Es la eterna posposición.

Son los típicos miembros de la familia (h)ubiera, porque se pasan la vida lamentándose: “Si yo hubiera…; si yo no hubiera…”

Su diálogo interior, lo que se dicen a sí mismo, son frases del tipo: “Todavía no me siento

preparado”, “No estoy seguro”, “Todavía no es el

momento”, “Es mejor esperar a…”, “Cuando X cosa ocurra, entonces sí”. Excusas, justificaciones para posponer.

Normalmente lo acompañan de imágenes

interiores en que “ven” en su mente que si lo emprende ahora, fracasará (¿Cómo lo sabe? ¡Es una suposición negativa que le refuerza su decisión!), y hasta visualiza en su mente consecuencias negativas.

Y siente por un lado temor a iniciar la acción y por el otro placer en no hacer nada. Él o ella misma se autosugestiona para quedarse estancada.

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Locura: hacer lo

mismo y esperar

resultados

distintos.

Dos: Limitarse a la rutina

Albert Einstein dio la mejor definición de locura: “Locura es hacer la misma

cosa una y otra vez

esperando alcanzar

diferentes resultados”.

La vida funciona como acción/reacción. Cosechas lo que siembras. No puedes sembrar papas y esperar cosechar habichuelas. De ahí que lo importante es definir de antemano qué consecuencias deseas cosechar en tu

vida y qué debes sembrar para ello.

Repetir comportamientos que no dan resultados positivos y esperar que, por magia o por

suerte, produzcan esos resultados es cultivar el fracaso.

Si tus resultados financieros, si tu situación económica, no es la ideal, ten en cuenta de que esos resultados y esa situación son consecuencias de lo que haces. ¿Crees que haciendo lo mismo tus resultados y tu situación serán diferentes?

Vivir por rutina es vivir sin metas diarias. Repetimos automáticamente comportamientos en vez de definir un rumbo y actuar para alcanzarlo. Es tu vida: tú eliges cómo vivirla. Elije mejor.

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“La peor decisión

es la indecisión”

Tres: no decidirse

Una forma de procrastinar es evadir tomar una decisión explicando: “Voy a consultarlo con la almohada”.

Bien, las almohadas ni hablan ni aconsejan. Es simple temor a decidirse.

En toda decisión hay algún riesgo, pero el mayor riesgo es no tomar una decisión. ¿Y si me equivoqué? Siempre podremos corregir el rumbo. Los niños aprenden a caminar cayéndose, pero quien no camina por temor a caerse, se tulle.

Para tomar una decisión simplemente hay que hacer un análisis costos/beneficios: qué nos implicaría tomar la decisión, cuáles compromisos, y qué beneficios recibiríamos de actuar.

Y eso podemos preguntarlo. Si el riesgo es mínimo y la recompensa atractiva, ¿vamos a caer en pusilanimidad posponiendo la decisión?

La indecisión nos estanca y nos perjudica. El mayor provecho de decidirse es que siempre hay un aprendizaje. Y ese aprendizaje nos permite afinar el foco y mejorar la acción.

Siempre ganamos al decidir.

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“Nunca, nunca,

nunca se den por

vencidos”.

W. Churchill

Cuatro: cambiar de rumbo una y otra vez

¿Conoces ese tipo de personas que siempre tiene un proyecto nuevo? Cada vez que te lo encuentras y le preguntas por el proyecto que te contó la

última vez, te dice que lo abandonó por uno mucho mejor, y te habla con entusiasmo del último proyecto en que está inmerso. Son los eternos comenzadores, siempre están comenzando algo a lo que no dan continuidad.

Y son especialistas en abandonar al primer inconveniente. No entienden que la vida no tiene que ajustarse a sus expectativas.

Los que triunfan lo hacen no porque no tuvieran inconvenientes, sino porque se sobrepusieron a ello.

Pero, sobre todo, porque no desistieron.

Los que se rajan, los que se habitúan a desistir, nunca triunfan. Siempre tendrán una excusa, pero como expresó Calvin Coolidge, presidente de EE.UU., nada ocupa el lugar de la persistencia. Quien persiste, triunfa. Quien desiste, él mismo se autosaboteó.

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“El ánimo ayuda a

sanar al enfermo”

Salomón

Cinco: Vivir en un subibaja emocional

Vivir en un permanente vaivén del estado de ánimo es otra manera de autosabotearse.

Tú ánimo está bajo tu control. Lo controlas tú, nadie más. Depende de cuatro factores que están bajo tu completo control:

• Lo que te digas, tu diálogo interior

• Lo que imagines o supongas: tu visualización interna

• Lo que esperes, tus expectativas

• Lo que elijas sentir, tus emociones.

Las personas que viven un subibaja emocional, un día están eufóricas y el otro depre. Un día tienen ánimo y ganas de echar para adelante y el otro le da lo mismo todo. Y dejan que las circunstancias o que otras personas les controlen el ánimo.

Puedes aprender a controlar tu estado de ánimo. Hay estados incapacitantes, que te postran, y estados empoderadores, que te dan fuerza. ¿Cuáles eliges para ti? Escoge tu diálogo interior, lo que quieres ver, lo que esperas que suceda y las emociones positivas.

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“Anda con brutos y

te meterás en líos”.

Proverbios 13,20

Seis: Mala asociación

¿Con qué tipo de personas te juntas? ¿Con gente exitosa o gente fracasada? ¿Con gente entusiasta o con quejosos? ¿Con personas amistosas o con personas agresivas y desconsideradas?

Las personas con las que eliges compartir influyen en tu vida. ¿Qué clase de influencias has elegido para ti: positiva o negativa?

El Dr. Jim Muncy, en su libro “Una puerta, dos cerraduras” (libro del mes del Programa de Educación Continuada, PEC), enseña que las cuatro cosas que más influyen en la forma en que pensamos y nos comportamos (porque la conducta deriva de nuestros pensamientos) son: 1. La gente con las que nos asociamos (compartimos); 2. Los libros que leemos; 3. El entretenimiento que vemos o escuchamos; 4. El diálogo interior, lo que nos decimos.

Elije a qué te asocias: personas, libros, entretenimiento y tipo de diálogo interior. Eso determinará tus posibilidades en la vida. No escojas lo peor, porque cosecharás lo que siembres en ti.

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“Primero lo

primero es el

principio para

organizar tu vida”.

Siete: actuar sin prioridades ni enfoque

Hacer lo no prioritario es una manera de autosabotearse. Y siempre tendremos una excusa: estábamos haciendo algo. Sólo que lo que hacíamos no era la prioridad.

¿Imaginan a alguien que el día antes del examen, en vez de repasar se dedica a limpiar su cuarto? ¿O a otro que en vez de preparar el informe urgente que le pidió un cliente o su superior en la empresa, se dedicó a limpiar y organizar su escritorio?

Todos tenemos poco tiempo. Un día apenas tiene 24 horas. Una vida, un puñado de años. No da para hacerlo todo, pero siempre da para lo prioritario e importante. Así que es cuestión de escoger.

La vida no conviene vivirla por rutina, haciendo lo mismo, sino por prioridades, definiéndole al día metas y corriendo por ellas.

Al final del día tenemos que sentir resultados, logros, no esa pregunta que refleja mediocridad y carencia de enfoque: “¿Y en qué se me fue el

tiempo a mí?” Hay quienes se lo preguntan al final del día. Otros se lo preguntan al final de su vida. ¡En nada!

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“El que sólo busca la

diversión siempre

tendrá necesidad”.

Proverbios 21,17

Ocho: hacer lo que a uno le gusta y no lo que funciona.

¿Conocen la historia del hombre que buscaba bajo un poste de luz una llave que se le había extraviado? Alguien se le acercó y le preguntó qué buscaba. “La llave de mi casa”, respondió el hombre. Y el

otro le ayudó a buscarla. Rato después, al ver que no aparecía le preguntó al hombre: “¿Y está seguro de que fue aquí que se le extravió?” “No, no fue aquí, fue allí” Y señaló un lugar a cierta distancia. “¿Y por qué entonces la busca aquí?” “Ah, porque aquí hay más luz”.

Así viven los que hacen lo que les gusta, no lo que funciona y produce resultados.

La vida no se trata de lo que “te gusta”, sino de lo que funciona, de lo que produce resultados positivos.

Hacer lo que a uno le gusta se llama hobbie. Y cuando es una conducta reiterada: capricho. Si quiero levantarme lo hago, si no me quedo acostado.

La vida requiere autodisciplina. A veces hay que hacer cosas que no nos gustan, pero son necesarias para alcanzar nuestra meta. La diferencia entre quienes triunfan y los que no, es que los primeros pagan el precio y las hacen.

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“Los ojos no sirven

de nada a un

cerebro ciego”

Proverbio árabe

Nueve: Mala actitud

John C. Maxwell, el mayor experto en liderazgo que conozco, suele recordar que “tu actitud determina tu

altitud”. Tu actitud determinará cuán alto llegarás en tu vida.

La mala actitud puede expresarse en distintas formas. Como apatía y

desgano. Como grosería y desconsideración. Como frialdad y rechazo. Como pesimismo y negatividad. Y todas las veces herirán y maltratarán a otros y repercutirán en dolor y soledad en nuestras vidas.

Eres dueño o dueña de tu actitud. Tú la eliges y la alimentas ¿Cómo?

• Eligiendo lo que te dices a ti mismo: tu diálogo interior

• Eligiendo lo que visualizas: ¿ves el vaso medio lleno o medio vacío? ¿Lo que tienes o lo que te falta? ¿Tus éxitos o tus errores?

• Eligiendo expectativas positivas y de logros. Esperar lo mejor es vez de lo peor.

• Escogiendo pensar en experiencias y situaciones que te mantengan optimista, alegre y positivo: tu estado emocional.

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“El perezoso desea

pero nada consigue”

Proverbios 13, 4

Diez: Esperanzas mágicas

Consiste en querer que pase lo contrario de lo que siembras con tus actos.

¿Conoces personas que dicen que no quisieran que su matrimonio se arruinara, pero son desconsiderados,

irresponsables, infieles, abusadores y agresivos con su pareja? ¡Oh¡ ¿Y qué quieren cosechar?

No estudian, pero esperar pasar la materia. Dicen querer cosas pero no trabajan para conseguirlas.

Uno cosecha lo que siembra. Nuestras vidas con resultado de nuestras decisiones.

Hay un pequeño componente de azar en la vida, pero es muy pequeño. De ahí que digan que “Suerte es el lugar donde la capacidad se reúne con la oportunidad”.

Si la oportunidad llega y no estás preparado no tuviste mala suerte, simplemente no hiciste lo que tenía que haber hecho para ese momento.

¿Qué estás sembrando hoy en tu vida que cosecharás en el futuro? ¿Compañía o soledad? ¿Prosperidad o estrechez? ¿Salud o enfermedad? ¿Amor o rechazo? Tú produces tus resultados.

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“Todo lo que el

hombre sembrare,

eso también segará”

Pablo, Gálatas 6, 7

La Ley de la Cosecha y los resultados

Uno de mis libros favoritos en La Biblia, que es mi libro favorito, es el Libro de los Proverbios. ¡Cuánta sabiduría hay en cada proverbio allí recogido! Y allí está una y otra vez La Ley de la Cosecha: lo que hagas determinará tu futuro.

Proverbios 28, 19 dice: “El que trabaja tendrá alimento en abundancia,

pero el que no hace más que

soñar no saldrá de pobre” ¿No explica lo que dijimos en “Esperanzas mágicas”?

Tu presente es resultado de decisiones que tomaste en el pasado. Y ahora estás tomando decisiones, o dejando de tomarla, que es lo mismo, que determinarán tu futuro. ¿Qué tipo de futuro estás construyendo hoy para ti?

El autosabotaje, elegir fracasar, la excusitis y el procurar lástima y hacerse la víctima son conductas destructivas que generan dolor, frustración y malpasar para quien las ejecuta y para su familia.

Proverbios 19,3 dice: “Hay gente insensata que arruina su vida ella misma, pero luego le echa la

culpa a Dios”. No seas uno de ellas.

21

“Perdonar es el

primer paso hacia

la sanación y la

felicidad”.

Cómo cambiar el rumbo de tu vida hacia mejor

Empieza por aprender a perdonar.

Nada es tan valioso como el no guardar rencor y pasar por alto las ofensas.

Perdona a tus padres. En su ignorancia o en su equivocación te hirieron y maltrataron. Échale tierra a eso. También tú has herido y maltratado a otros ¿Querrías que te tengan un odio que nada lo apague?

Perdónate a ti. No importa qué tipo de error cometiste, ya no eres la misma persona. Es el pasado. Sólo sirve para aprender de él. No para

azotarnos con él una y otra vez.

Perdona a quien te ofendió, hirió, defraudó. Libérate de esa carga. El pasado pasó. No dejes que contamine o ensucie tu presente.

Toma el control de tu vida. Elimina tus excusas. Ponte metas cada día. Y establece prioridades. Vive con un propósito. Y haz lo que tengas que hacer para vivir una vida llena de satisfacciones y logros.

22

“La fuerza del

hombre es el poder

de sus decisiones”

¿Lo harás ya o todavía no?

Recuerda siempre que de alguna manera eres el arquitecto o la arquitecto de lo que te pasa. Eres quien toma las decisiones en tu vida.

Si algo sucede, de alguna manera lo produjiste. Facilitaste que sucediera.

Si es así (y es así), elije ahora qué tipo de vida quieres tener.

Ponte metas. Dale a tu vida propósito. Decide hacia dónde te quieres mover.

Ten un mentor. Alguien que te sirve de coach y con el cual revisar tu acción diaria.

Y elije en vez de quejarte, agradecer las bendiciones. En vez de discutir, reconocerle al otro valor y méritos. En vez de molestarte, aceptar que somos diferentes y tenemos derecho a serlo.

Asume el control de vida, de tu estado de ánimo y de los resultados que produzcas. Eso es autorresponsabilizarte de ti. Y te hará vivir un estado de autocontrol y de respeto por ti mismo.

Y empieza a actuar en positivo. Tras el éxito. Te lo mereces.

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Colección Ideas para Prosperar

1/ Cómo sobrevivir cuando la economía cambia / Aquiles Julián

2/ ¿Cómo será tu vida y la de tu familia en cinco años? / Aquiles Julián

3/ ¿Por qué muchos fracasan en los negocios? / Aquiles Julián

4/ Cómo construir ingresos que no dependan de ti / Aquiles Julián

5/ La estrategia para irte Directo en tres meses / Aquiles Julián

6 / Cómo mover más de 300 puntos cada mes / Aquiles Julián

7 / ¿Por qué algunas personas eligen fracasar? / Aquiles Julián

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¿Por qué algunas personas eligen fracasar? / cuadernillo para gente que quiere prosperar.

El cuadernillo

El autosabotaje es una tendencia autodestructiva en que uno mismo es su peor obstáculo. Genera dolor, frustración, dificultades y malestar a quien se lo autoinflige como a su familia y amigos. Es también una elección. Uno puede elegir romper ese círculo vicioso y cambiar de

rumbo hacia una vida de logros y resultados positivos. Aquí evidenciamos diez tipos distintos de autosabotaje y cómo transformarlos en su opuesto: el éxito y la realización personal. El autor

Aquiles Julián (El Seibo, Rep. Dominicana, 1953) Empresario de network marketing. Fue gerente y presidente de importantes empresas de comunicación de marketing, tanto nacionales como internacionales. Editor de varias colecciones digitales, entre ellas Muestrario de Poesía, La

Biblioteca Digital, Libros de Regalo y Lectofilia digital. Sus artículos se reproducen en medios y blogs de distintos países, entre ellos España, Perú, Uruguay y Estados Unidos.

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