17
Mirada Vial 1 INFORMACION DE LA POLICIA DE TRANSITO NACIONAL DE COLOMBIA, MARZO 30 DE 2012 EDICION NUIMERO 1

Policia revista

Embed Size (px)

Citation preview

Mirada Vial 1

INFORMACION DE LA POLICIA DE TRANSITO NACIONAL DE COLOMBIA, MARZO 30 DE 2012 EDICION NUIMERO 1

2 Mirada Vial Mirada Vial 3

EditorialContenido7 1. Presentación

9 2. Un enfoque para la educación vial: Desde las “vías”, hacia quienes las recorren

11 3. Hacer lugar para la educación del transeúnte en el cotidiano de la escuela

13 4. Puentes, autopistas y caminos auxiliares del currículum: La educación del transeúnte en las aulas

15 5. Criterios para pensar la educación de transeúntesA. Observar y analizar el tránsito y el transporte en situaciones cotidianasB. Advertir que la circulación existente no es un fenómeno natural sino una construcción social e históricaC. Mirar el tránsito y el transporte desde diferentes perspectivasD. Vincular derechos y obligaciones

19 6. Algunas ideas para el trabajo con niños y niñasI. Una secuencia para pensar en las señalesII. Dramatización de situaciones de circulación y tránsitoIII. Juegos para una circulación seguraIV. Una salida de campo.

27 7. Construyendo seguridad vial con adolescentes y jóvenesI. La seguridad vial no es solamente accidentalII. Problemas circulando por el aula

Vivimos tiempos en que el país se encuentra conmovido por situacio-nes ligadas a la seguridad vial que nos exceden como individuos y nos interpelan fuertemente como comu-nidad. Miles de vidas humanas se pierden, víctimas de accidentes de tránsito cuya gravedad se multiplica dolorosamente en la expresión de

los medios masivos de comunicación y en la experiencia vital de cada uno de nosotros. El campo educativo no está ajeno a esta experiencia: estudiantes, docentes y padres han sido vícti-mas de tragedias que en muchos casos podrían haberse evitado.Todo esto, sumado al trabajo sostenido de numerosas personas y organizaciones que nuclean a familiares de víctimas de acci-dentes de tránsito y que desde hace años dedican generosamen-te sus esfuerzos para realizar aportes sustantivos orientados a la prevención en todo el país, nos moviliza, nos conmueve, nos compromete. Factores estructurales relativos a las vías, vehícu-los, leyes y controles, sobre los cuales los adultos responsables debemos actuar, se combinan fatalmente con la desidia, el in-cumplimiento de las normas y la creencia de sentido común que sostiene la inevitabilidad de los accidentes; aspectos culturales sobre los cuales resulta especialmente oportuna la acción de la escuela.

Director

Pablo Antonio Aragón

Franco

Comité editorial

Coronel Carlos Camacho

Sargento Mayor Raúl

Forero

Sargento Lucia López

Diseño Grafico

Pablo Aragón

Carlos Franco

Fotógrafo

Sargento Mayor Raúl

Forero

Sargento Jaime luna

Colaboradores

Alejandra Franco

Diego Millán

Juan Cruz

MiradavialSeguridadvial

Por ello, pensar la educación vial como educación del transeúnte es una invitación a

ocuparse de las condiciones subjetivas que contribuirían a que la experiencia del tránsi-to forme parte de una cultura de convivencia responsable y respetuosa, y a favorecer el desarrollo de ciudadanos ca-paces de mejorar la calidad de la vida en comunidad. Se trata de promover, desde la escuela, saberes para la circulación y el tránsito seguro en la vía públi-ca, entendiendo que esta últi-ma constituye un espacio com-plejo y conflictivo, reglado, surcado por intereses diversos, que demanda una toma de de-cisiones consciente e informa-da. Supone también enfatizar el concepto de tránsito como derecho y como construcción social y desnaturalizar su re-

“LA EDUCACIÓN VIAL COMO PARTE DE LA PROPUESTA

ESCOLARSE INTEGRA EN UN HO-RIZONTE MAYOR: LA FORMA-

CIÓN DEL CIUDADANO.”presentación habitual.Es decir que, poner el énfasis en la educación del transeúnte implica superar visiones que reducen y simplifican esta pro-blemática, toda vez que la re-miten únicamente a la presen-tación de la vía pública como un espacio de riesgo y del trán-sito como objeto de aplicación mecánica de normas. en el futuro) y para tomar de-cisiones adecuadas en el mo-mento correspondiente, preser-vando la vida y los derechos propios, y la vida y los dere-chos de los que lo rodean.¿ Esto quiere decir que la es-cuela no debe ocuparse de enseñar las normas de tránsi-to? ¿Qué pasa con las regla-

mentaciones vigentes, con las señales y su significado? ¿Lo que ocurre en una situación de tránsito, puede discutirse con los alumnos...? ¿Es necesario comprender la normativa...?

“OPTAR POR UN

ENFOQUE QUE HAGA EXPLÍCITO UN CLARO ÉNFA-

SIS EN QUIEN TRANSITA,

CUALQUIERA SEA LA FORMA QUE

UTILICE PARA DESPLAZARSE”

Las vías públicas y el tránsito posi-cionan a muchos ciudadanos simul-táneamente, en

ambientes y situaciones de in-terdependencia, en las que los derechos y responsabilidades de cada uno, frecuentemente se traducen en conflictos de com-plicada resolución. Y tal como venimos planteando, la educa-ción del transeúnte se inscribe en la posibilidad de preparar a los estudiantes para: Circular por la vía pública con conciencia de esos dere-chos y responsabilidades que le competen a cada ciudadano.

Participar de los debates que se susciten acerca de las moda-lidades y las regulaciones de la circulación.

Asumir una actitud de par-ticipación crítica y creativa en la resolución de los conflictos que atañen al espacio público.En este sentido, es convenien-

te preparar al ciudadano tran-seúnte en las diferentes formas en que puede desempeñarse como tal, distinguiendo: la for-mación del peatón, la forma-ción del usuario de transporte público de pasajeros y la for-mación del conductor de vehí-culos. Se trata de tres prácticas diferenciadas y convergentes, pues las modalidades de cir-culación van variando según la edad de los alumnos, sus posibilidades económicas, sus elecciones.Consideremos además que existe una amplia diversidad de situaciones de tránsito en las distintas regiones geográ-ficas de nuestro país: no es lo mismo habitar en grandes cen-tros urbanos intercomunicados por autopistas y atravesados por redes de transporte colecti-vo y ferrocarril, que en ámbitos rurales, surcados por caminos de tierra, en los que circulan autos junto a caballos o carrua-jes, con escasa presencia de medios de transporte público.

Tampoco en un mismo centro poblacional la circulación es igual en todos los barrios, ni a toda hora. Los vecinos transi-tan hacia adentro, hacia afuera o a través de su localidad, en distintos momentos del día; se desplazan de una ciudad a otra o entre ellas y las zonas subur-banas o rurales, a diario o en épocas de veraneo.Todo esto hace que hablar del fenómeno del tránsito y pre-parar a los chicos para com-prender las posibilidades, re-gulaciones y riesgos de las diferentes situaciones de cir-culación en las que ellos par-ticipan o podrán participar en el futuro, requiere de propues-tas integrales que abarquen la complejidad de la temática.

CRITERIOS PARA PENSAR

LA EDUCACIÓN DE TRANSEÚNTES

MiradavialSeguridadvial

Las vías públicas y el tránsito posi-cionan a muchos ciudadanos simul-táneamente, en

ambientes y situaciones de in-terdependencia, en las que los derechos y responsabilidades de cada uno, frecuentemente se traducen en conflictos de com-plicada resolución. Y tal como venimos planteando, la educa-ción del transeúnte se inscribe en la posibilidad de preparar a los estudiantes para: Circular por la vía pública con conciencia de esos dere-chos y responsabilidades que le competen a cada ciudadano.

Participar de los debates que se susciten acerca de las moda-lidades y las regulaciones de la circulación.

Asumir una actitud de parti-

OBSERVAR Y ANALIZAR EL TRÁNSITO

cipación crítica y creativa en la resolución de los conflictos que atañen al espacio pú-blico.En este sentido, es convenien-te preparar al ciudadano transeúnte en las diferentes formas en que puede desem-peñarse como tal, distinguiendo: la for-mación del peatón, la formación del usuario de transporte público de pasaje-ros y la formación del conduc-tor de vehículos. Se trata de tres prácticas diferenciadas y convergentes, pues las moda-lidades de circulación van va-

rian-d o

s e g ú n la edad de

los alumnos, sus posibilidades

económicas, sus elecciones.Consideremos además que existe una amplia diversidad de situaciones de tránsito en las distintas regiones geográ-

¿

ficas de nuestro país: no es lo mismo habitar en grandes cen-tros urbanos intercomunicados por autopistas y atravesados por redes de transporte colecti-vo y ferrocarril, que en ámbitos rurales, surcados por caminos de tierra, en los que circulan autos junto a caballos o carrua-jes, con escasa presencia de medios de transporte público. Tampoco en un mismo centro poblacional la circulación es igual en todos los barrios, ni a toda hora. Los vecinos transi-tan hacia adentro, hacia afuera o a través de su localidad, en distintos momentos del día; se desplazan de una ciudad a otra o entre ellas y las zonas subur-banas o rurales, a diario o en épocas de veraneo.Todo esto hace que hablar del fenómeno del tránsito y pre-parar a los chicos para com-prender las posibilidades, re-gulaciones y riesgos de las diferentes situaciones de cir-culación en las que ellos par-ticipan o podrán participar en el futuro, requiere de propues-tas integrales que abarquen la complejidad de la temática. Cómo favorecer la apropiación del tránsito en la vía pública como problemática significati-va por parte de los chicos? Es-pacios y objetos de la vía pú-blica, los usuarios y su modo

de conducirse, pueden llegar al aula bajo la forma de juegos, láminas, relatos, imágenes. Pueden remitir a situaciones ficticias y destacar la función de alguno de sus elementos, como por ejemplo la de las se-ñales verticales, horizontales, sonoras o gráficas, en las boca-calles. No obstante, invitamos a explorar las posibilidades que presentan las situaciones reales al trabajo áulico, refe-ridas al entorno cercano o al lejano. Tanto la observación y registro atento de lo que acon-tece en una esquina del ba-rrio o en la ruta que pasa por el pueblo, como la lectura y consideración detallada de al-guna secuencia de artículos de prensa con relatos de acciden-tes de tránsito, pueden resultar herramientas interesantes para traer al aula la complejidad del fenómeno, implicar a los alumnos en su comprensión y motivarlos a adoptar actitudes prudentes en la vía pública.Efectivamente, discutiendo en el aula con su docente lo ob-servado en situaciones reales o casos de accidentes de trán-sito que cobran estado público, niños y niñas recorrerán los distintos aspectos intervinien-tes en la circulación prudente; adolescentes y jóvenes podrán avanzar hacia la ponderación

de cuestiones dilemáticas con sus profesores, analizando cada uno de los factores (hu-mano, ambiental y vehicular), poniendo en cuestión las pau-tas culturales, las normas y responsabilidades de conduc-tores, pasajeros y peatones, los principios éticos en juego y el papel de las autoridades públi-cas, por ejemplo.El análisis de problemas y ca-sos reales posibilita un inte-resante trabajo cognitivo en distintos procesos de enseñan-za; pero particularmente en la formación del transeúnte, en la que nos permite trabajar si-multáneamente sobre la toma de conciencia de las alumnas y los alumnos, y sobre su capaci-dad de intervención crítica, en su comunidad. Los casos rea-les nos acercan al doble obje-tivo que perseguimos: preparar a los chicos para evitar riesgos en lo inmediato e instrumentar-los como ciudadanos partícipes y agentes de prevención de ac-cidentes en el mediano plazo.

Miradavial SeguridadPara abordar al-

gunos aspectos sugerimos ver las propuestas de “Cuadernos para el aula Ciencias

Sociales 1” Teniendo en cuen-ta los criterios expuestos en el apartado anterior, nos interna-mos en un recorrido por diver-sas propuestas de enseñanza, que pretenden constituirse en herramientas útiles para maestras y maestros que enseñan en los niveles Inicial y Primario. Pa-seos, juegos de mesa, dramatizaciones y salidas a campo se presentan a conti-nua-

ALGUNAS IDEAS PARA EL TRABAJO

CON NIÑOS Y NIÑASción convocando a docentes y alumnos a explorar las posibi-lidades del trabajo áulico sobre educación vial, desde una va-riedad de recursos y alternati-vas.

UNA SECUENCIA PARA PEN-SAR EN LAS SEÑALESCon cada año lectivo, como siempre que se comienza una

nueva actividad, a p a r e c e n

ciertas du-das, a ve-

ces

temores, entusiasmos y ansie-dades. También pueden darse algunos rituales de inicio: se suele generar en la escuela un momento especial para reci-bir a los más pequeños, para que puedan conocer ese lugar tan particular que es su nueva escuela y un tiempo para que conozcan y se adapten a sus normas.Especialmente con los chicos y las chicas de sala de cinco o de primer año de Nivel Primario, so-lemos hacer una recorri-da a modo de bienve-

nida y de presentación: las di-ferentes aulas, la sala de maes-tros, la secretaría, los baños, los pasillos, el patio, la dirección... En esta actividad, podemos trabajar numerosas cuestiones vinculadas a las Ciencias So-ciales y a la Formación Ética y Ciudadana. Por ejemplo: di-ferenciar las funciones de cada lugar, los actores que allí po-demos encontrar9, plantear lo habilitado y lo prohibido, o en palabras de los chicos, lo que se puede y lo que no se puede.Dado que la escuela es un es-pacio compartido por muchas personas, con tareas diferentes, podemos proponer a los chicos indagar cuáles actividades son propias de cada espacio y du-rante esta recorrida podemos ir viendo o leyendo algunos car-teles o símbolos (por ejemplo, en las salidas de emergencia, en las puertas de diferentes lu-gares). Con esas lecturas, esta-mos centrando la atención de los chicos en ciertas marcas

que indican regulaciones de los espacios comunes:

hay un baño que es para niñas y otro diferente para los varones, en la dirección a menudo hay un cartel que dice Golpee antes de en-trar; de algún modo, podemos enseñar

que existen reglas previas a su ingreso en la escuela que orga-nizan la vida institucional. Si nos proponemos ahora abordar la idea de construcción social de la norma, una posibilidad es indagar acerca del senti-do de ciertas reglas escolares ¿Por qué no se puede correr en los pasillos? ¿Por qué en la biblioteca hay que hacer silen-cio? Para acercar a los chicos a esta noción se pueden reali-zar carteles o señales que indi-quen prohibiciones o permisos asociados a diferentes lugares. Es interesante como prepara-ción para esta actividad, que los alumnos y alumnas puedan contar con un repertorio im-portante a modo de “modelos”, presentando algunos materia-les con señales: hay variedad de portadores de señales. Algu-nos ejemplos: letreros para di-ferenciar espacios de fumado-res; en un bosque “Prohibido encender fuego”; orientaciones para recorridos en lugares ce-rrados; carteles en las puertas de baños para diferenciarlos por sexo y también, señales de tránsito. Con respecto a las señales de tránsito, se pueden distribuir algunas entre los chi-cos para que intenten descubrir cuál es el color que correspon-de a cada función: amarillo para prevención; rojo para pro-

hibición, verde para informa-ción.

Las señales de tránsito pueden dividirse según su funciónDe prevención, prohibición o información

SEÑALES PREVENTIVASLas señales preventivas tienen por objeto advertir al usuario de la vía, la existencia de un peligro y/o situaciones impre-vistas de carácter permanen-te o temporal, indicándole su naturaleza. Estos letreros son amarillos con letras o símbolos negros y regularmente tienen forma de diamante.

SEÑALES REGLAMENTARIASLas señales reglamentarias son también llamadas imperativas. Son rojas y el mensaje o sím-bolo es en color negro. Su fina-lidad es indicar a los usuarios las limitaciones o prohibicio-nes que rige en el tránsito en los sectores señalizados.SEÑALES TRANSITORIASEstas señales son de color ana-ranjado e indican los cambios ocasionales en la vía, o la pre-sencia de trabajadores y ma-quinarias en la misma.

MiradavialSeguridadvial

MiradavialSeguridadvial

Existen variadas posibilidades para favorecer la re-flexión sobre las normas viales en-

tre chicas y chicos de cuarto a sexto año. Discutir su senti-do, la responsabilidad que im-plica el cumplirlas o no y las consecuencias de los propios actos en relación con estas ac-ciones, puede representar una interesante propuesta en esta etapa de la educación primaria. Nuestra invitación es hacer una salida al barrio que circunda a las escuelas urbanas, para que puedan hacer un relevamiento del tránsito que pueda analizar-se en clase y constituirse en el punto de partida de alguna pro-puesta hacia la comunidad.Con esta actividad nos pro-ponemos “traer a la clase” si-tuaciones reales que los chi-cos viven cotidianamente y avanzar en la identificación y comprensión de actitudes prudentes, mediante el trabajo sobre algún caso en que pueda verse “en vivo y en directo” la dinámica del tránsito: cómo es-tán los vehículos, las vías, qué sucede con las normas, en qué medida se respetan, cómo se mueven los diferentes actores.

La idea es acercarse a una es-quina transitada (si la escuela está en una ciudad grande, se-ría favorable que pudiera verse alguna parada de colectivos o estaciones de tren). Como la tarea de observación de luga-res conocidos requiere cierta actitud de extrañeza por parte de los chicos, los agruparemos en equipos y les propondremos que observen a algún “actor del sistema de tránsito” y algún factor, para registrar las actitu-des y/o situaciones de riesgo por un lado, y por otro lado, las actitudes y /o situaciones de prudencia que pueden ver-se. Indicaremos a los grupos que centren su atención en al-guno de los actores del factor humano (peatones, conducto-res o pasajeros) y en alguno de los otros dos factores (vehicu-lar y ambiental); también les brindaremos preguntas, para orientarlos en su observación. Por ejemplo, los que observen conductores, tendrán que mirar el factor vehicular: ¿qué acti-tudes se observan en quienes conducen?¿en qué condiciones están los autos? ¿y los colec-tivos? ¿hay otros vehículos? ¿todos circulan igual por los distintos carriles? Asimismo,

quienes observen pasajeros po-drán anotar lo que ven sobre el factor vehicular. En ese caso, les propondremos preguntas que pongan su atención en co-lectivos o transportes públicos (colectivos, trenes, taxímetros o remises). El factor ambiental podrá ser explorado a través de preguntas como ¿en qué estado se encuentranlas calles? ¿y las veredas?¿qué señales visuales o auditivas se pueden ver u oír? ¿hay algún semáforo? ¿cómo están pinta-das las calles y los cordones de las veredas? ¿quiénes circulan? ¿cómo lo hacen o con qué me-dios? Otra posibilidad es aso-ciar el relevamiento del factor ambiental con el de la observa-ción de los peatones, pregun-tando por ejemplo ¿dónde se paran y por dónde caminan los peatones que observamos?...De regreso a la escuela, se po-drá sistematizar por escrito y en grupos lo observado. Luego de esto, es interesante abrir un tiempo de conversación entre todos, para intercambiar opi-niones: una puesta en común en la que los diferentes grupos puedan comentar qué les llamó más la atención y qué situacio-nes registraron.

UNA SALIDA DE CAMPO

Para abordar la com-plejidad y algunas de las diversas fa-cetas de la cons-trucción histórica

del tránsito y de sus normas, podemos proponer un trabajo de investigación en profundi-dad del tipo “grupo-intergru-po”12. A modo de disparador y para comenzar a acercarse al tema, consideramos interesan-

LA SEGURIDAD VIAL NO ES SOLAMENTE

ACCIDENTAL

te proponer a la clase la lectura del comunicado de prensa de la Organización Panamericana de la Salud publicado en el marco de la Semana de la seguridad vial: “La seguridad vial no es accidental” (que se incluye en el anexo). A partir del comen-tario general sobre aspectos que resulten de interés, se pro-pondrán cuatro dimensiones del problema de la seguridad

vial, que constituirán las líneas de investigación a explorar en cada grupo. A modo de ejem-plo podemos indicar cuatro dimensiones que podrían re-sultar productivas: Historia y tránsito. (Para investigar allí, por ejemplo: Construcción his-tórica de las regulaciones del tránsito).

MiradavialSeguridadvial

Este tipo de pro-puesta se plantea en dos etapas. En un primer mo-mento se reúnen

cuatro grupos, a los que se proponen líneas de indagación diferenciadas, sobre un mismo eje en estudio; luego de la in-vestigación se organizan otros cuatro grupos de manera tal que en éstos haya por lo menos un representante de cada grupo original13. Es imprescindible explicitar desde el comienzo a los alumnos que en el segundo grupo se encontrarán con com-pañeros que han abordado el tema desde otra perspectiva y que allí sólo ellos podrán apor-tar su investigación al resto., Esto pone en actividad a cada alumno, fomenta la autonomía y la responsabilidad de cada uno, sin desmedro del trabajo con otros, tan potente para esta etapa. A modo de disparador y para comenzar a acercarse al tema, consideramos interesan-te proponer a la clase la lectura del comunicado de prensa de la Organización Panamericana de la Salud publicado en el marco de la Semana de la seguridad vial: “La seguridad vial no es

accidental” (que se incluye en el anexo). A partir del comen-tario general sobre aspectos que resulten de interés, se pro-pondrán cuatro dimensiones del problema de la seguridad vial, que constituirán las líneas de investigación a explorar en cada grupo. A modo de ejemplo podemos indicar cuatro dimensiones que podrían resultar productivas:Estadísticas e informes sobre accidentes de tránsito. (Para investigar allí, por ejemplo: Exploración, análisis y siste-matización de estadísticas y/o de artículos periodísticos sobre accidentes, en el último dece-nio).Normativa Vial. (Para investi-gar allí, por ejemplo: Aspectos jurídicos y normativa vigente para el tránsito a escala local, provincial y nacional). Tecno-logía y tránsito. (Para investi-gar allí, por ejemplo: Estudios y conclusiones en el diseño de los vehículos y de los flujos para la seguridad vial). Lue-go de un trabajo autónomo de cada grupo durante cierto tiempo, la consigna será que se dividan nuevamente, por ejem-plo, en cuatro grupos, de modo

que en éstos haya por lo menos un representante de cada grupo original.Los nuevos grupos tendrán a su cargo la elaboración de una producción específica para la cual contarán como insumo con la información relevada en el momento anterior. Esta segunda parte del trabajo tam-bién requiere la consideración de cuatro dimensiones de la producción a desarrollar, como por ejemplo: elaborar recomen-daciones para el municipio, los conductores, los peatones y los niños y/o adolescentes. Otra opción es elaborar diferentes estrategias para llamar la aten-ción pública sobre el proble-ma: por ejemplo, una nota so-bre el tema en un noticiero, un artículo en una revista juvenil, una publicación de la escuela en un congreso de estudiantes sobre seguridad vial y un pro-grama de radio de media hora de duración.Es importante lograr que estos productos tengan algún espa-cio de circulación por fuera del curso, de modo tal de brindar a los demás la información y las reflexiones que se han logra-do... Por otra parte, la necesidad

de comunicar sus ideas dará a las producciones grupales una mayor precisión conceptual y síntesis; promoverá entre los integrantes de cada grupo dis-cusiones concernientes al ajus-te del mensaje, etc. Esto estará favorecido y posibilitado por el docente, que acompañará a los grupos en esa dinámica, promoviendo preguntas que pongan en discusión los “lími-tes” de cada enunciado, provo-cando la toma de posición y la conciencia; preguntando, por ejemplo “¿qué consecuencias puede tener no usar casco en una moto? ¿qué es más impor-tante, usar casco o disminuir la velocidad…?” De esta forma, el docente podría introducir la idea de que “todas” las normas tienen un sentido y requieren ser respetadas; que la sujeción a algunas y no a otras, es poner en riesgo la vida.... Esto vuelve a ampliar la mirada, a enrique-cer la propuesta de enseñanza y los aprendizajes.

CONSTRUYENDO SEGURI-DAD VIAL CON ADOLES-

CENTES Y JÓVENESPRIMARIO/CICL

MiradavialSeguridadvial

OPS estimula es-fuerzo regional para revertir la carga de sinies-tralidad juve-

nil por inseguridad del tráfico en las Américas Washington, D.C., abril 2007 (OPS) Du-rante la semana del 23 al 29 de abril, la Organización Pa-namericana de la Salud (OPS) auspiciará en su sede de Washington, D.C. así como en sus paí-ses miembros de la Región varios eventos destinados específica-mente a incrementar la concientización ju-venil sobre el devasta-dor impacto de las lesiones por inseguridad vial en las Améri-cas. En la sede de la Organi-zación Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza, tendrá lugar paralelamente una Asamblea Mundial de Jóvenes dedica-da también a la seguridad vial donde acudirán representantes de muchos países de la Región de las Américas. Desde una pa-norámica global, esta Asam-

“LA SEGURIDAD VIAL NO ES ACCIDENTAL”

PRIMERA SEMANA MUNDIAL

DE SEGURIDAD VIAL

Al volante de la

prevención

blea será el acontecimiento clave de la Primera Semana Mundial de las Naciones Uni-das sobre Seguridad Vial.Los eventos que se están pre-parando en el hemisferio ame-ricano responden al llamado de Naciones Unidas sobre estos asuntos y constituirán la res-puesta de la OPS a esta Prime-ra Semana Mundial de la Se-

gur idad Vial de la ONU. Se tra-ta de un esfuerzo sin pre-cedentes destina-

do a promover entre las gene-raciones más jóvenes acciones tendientes a reducir los facto-res de riesgo más comunes que dan lugar a graves lesiones, discapacidad y muertes por su-cesos automovilísticos en las Américas y en todas las regio-nes del mundo.Los actos con motivo de la Primera Semana Global tienen también como objetivo influir

y asesorar técnicamente a las instituciones y los departamen-tos y ministerios de gobierno respectivos para que líderes y los tomadores de decisiones a todos los niveles refuercen su compromiso y determinación para un sustantivo desarrollo de políticas, marcos legales y programas que redunden en un perfeccionamiento y mejo-ra sobre seguridad vial y por la prevención de las lesiones y traumatismos en las carreteras de América Latina y el Caribe.

ALCOHOL Y VELOCIDAD, CASCOS Y CINTURONESEntre los factores de riesgos más importantes, los expertos destacan el uso y abuso de be-bidas alcohólicas así como el incumplimiento –generalizado muchas veces- de los límites legales de velocidad. Igual-mente importante, la severidad de las lesiones por tráfico se incrementa por no hacer uso de cinturones de seguridad o de cascos protectores. Graves deficiencias en los trazados de muchas carreteras así como en

los sistemas de señalización se destacan también como facto-res propagadores de las lesio-nes y los siniestros de tráfico.

UNA EPIDEMIA PREVISIBLE Y PREVENIBLELa asesora regional en materia de seguridad vial de la OPS, Dra. Eugenia María Silveira Rodríguez, destacó que con la

Primera Semana Global de la Seguridad Vial, millones de jóvenes en las Américas lo-grarán conocer mucho mejor las consecuencias trágicas de una conducción insegura, al tiempo que se les proveerá de los elementos necesarios para que ellos mismos sean actores clave al volante de la preven-ción y por la seguridad vial. La

Asesora Regional recordó que el 85% de las muertes por los percances de tráfico en el mun-do se producen en países de in-gresos medios y bajos.

MiradavialSeguridadvial

Para abordar el marco normati-vo penal en esta materia, es pre-ciso analizar los diferentes tipos,

que se recogen en la Ley Or-gánica 10/1995, de 23 de no-viembre, del Código Penal en su redacción dada por la Ley Orgánica 15/2007, de 30 de noviembre, los cuales se esta-blecen dentro del Capítulo IV, del Título XVII, de los delitos contra la seguridad vial.Entre los mismos, encontra-mos la conducción de un ve-hículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes y sus-tancias psicotrópicas, así como la negativa a someterse a las pruebas legalmente estableci-das para la comprobación de la presencia de las mismas.La regulación por parte del Le-gislativo español de este tipo de conductas cuenta con un amplio consenso de los grupos parlamentarios en torno a las propuestas formuladas ante la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.Entre los objetivos básicos que

persigue, se encuentra el in-crementar el control sobre el riesgo tolerable por la vía de la expresa previsión del castigo de la influencia que reporta en la conducción el consumo de drogas tóxicas.En este sentido, se prevén los dos tipos penales examinados, los cuales sancionan en rela-ción a las sustancias descritas dos tipos de conductas diferen-tes, tratando de proteger ambas el bien jurídico seguridad vial y, añadiéndose a la segunda de ellas, como garantía de protec-ción, el principio de autoridad, siendo estas las reguladas en los artículos 379.2 y 383 corre-lativamente de nuestro Código Penal.Por lo que se refiere a la con-ducción bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacien-tes y sustancias psicotrópicas, se regula en el artículo 379.2 del Código penal, castigando a el que condujere un vehícu-lo a motor o ciclomotor bajo la influencia de las sustancias descritas, con las penas esta-blecidas en el artículo 379.1, siendo estas las de prisión de tres a seis meses o a la de multa

de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días y, en cualquier caso, la de pri-vación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomoto-res por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.Asimismo en cuanto al elemen-to personal, solamente podrá imputarse este delito al con-ductor de un vehículo a motor o ciclomotor, excluyendo del ámbito penal a otros usuarios de las vías como es el caso de los peatones y los ciclistas.Por lo que se refiere al elemen-to objetivo, hay que indicar que se excluye del ámbito pe-nal aunque no del administra-tivo, las sustancias catalogadas como medicamentos, dado que estas resultan atípicas respecto del artículo 379.2 del Código Penal, afectando íntegramente dicho tipo, a las sustancias es-tupefacientes y psicotrópicas enumeradas en la Convención Única de 1961 sobre Estupefa-cientes y en el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 ambos a nivel Europeo del

DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD VIAL:

conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas

¿En que consisten las prue-bas?De conformidad con lo esta-blecido en el artículo 28 del Reglamento General de Circu-lación Las pruebas consistirán normalmente en el reconoci-miento médico de la persona obligada y en los análisis clí-nicos que el médico forense u otro titular experimentado, o personal facultativo del centro sanitario o instituto médico al que sea trasladada aquélla, es-timen más adecuados, resaltan-do que a petición del interesa-do o por orden de la Autoridad Judicial, se podrán repetir las pruebas a efectos de contraste, que podrán consistir en análisis

de sangre, orina u otros análo-gos. Asimismo, habrá de tenerse en cuenta la obligación estableci-da de someterse por dicho Re-glamento, reforzada en el Pro-yecto de Ley de 28 de abril de 2010 por el cual se modifica la Ley Orgánica del Código Pe-nal y la Ley de Enjuiciamiento criminal, en el que se habilita a los funcionarios de la Policía Judicial de tráfico, a la realiza-ción del test indiciario salival, estableciéndose nuevamente la citada obligación. En cuanto a la legitimación para efectuar las mismas, afecta a toda persona que se encuen-tre en una situación análoga a

cualquiera de las enumeradas en el artículo 21 del Reglamen-to General de Circulación, res-pecto a la investigación de la alcoholemia, resaltando que en los casos de negativa a efectuar dichas pruebas, el funcionario policial actuante, podrá proce-der a la inmediata inmoviliza-ción del vehículo en la forma prevista en el artículo 25.

http://seguridadvialtarifa.blogspot.com/p/articulos.html

MiradavialSeguridadvial

Por segunda vez esta revista realiza un dossier sobre Psi-cología del Tráfico y Seguridad Vial.

En la primera ocasión presen-tamos cuatro artículos muy genéricos sobre seguridad vial y abordada desde distintas dis-ciplinas.El tiempo transcurrido hasta hoy nos permite presentar es-tos artículos que componen el dossier, desde una perspectiva histórica realizando un balance

de la aportación de la Psicolo-gía del tráfico y de la seguri-dad, así como desde una ópti-ca más actual de hacía donde debemos dirigir los pasos para contribuir, desde esta discipli-na en la mejora de nuestra cali-dad de vida.Los autores del primer artícu-lo que presentamos (miembros del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial, IN-TRAS de Valencia) realizan un detallado recorrido histórico del llamado “modelo español”

de Seguridad Vial, modelo este de intervención profesional, que ha servido de referencia a otras áreas como son la aero-náutica, la ferroviaria y la na-val.Realizan una presentación de las dimensiones del fenómeno circulatorio y de la magnitud del problema, con datos com-parativos muy concluyentes.

Finalmente destacan el papel que los centros de reconoci-miento médico y psicotécnico

han realizado desde su im-plantación, apoyándose en un cronograma legislativo y la aportación de los datos de una amplia muestra de personas as-pirantes a la obtención o reno-vación del permiso de conducir de diferentes comunidades au-tónomas.El segundo artículo del dossier, revisa las variables que se han evaluado, en cada momento histórico y su permanencia o no en el modelo de interven-ción.En el recorrido legislativo que se hace se mencionan dos re-soluciones de la Dirección General de Tráfico (D.G.T.) para la normalización de los equipos psicotécnicos, que mi juicio, han tenido una vital im-portancia en la consolidación del modelo. En ambas resolu-ciones, el Colegio Oficial de Psicólogos, tuvo un importan-te papel, tanto como miembro de la comisión de normaliza-ción, como en la redacción de la normativa que obligaba a los fabricantes de equipos psicotécnicos a cumplir unos requisitos como instrumentos de evaluación psicológica. La información que suministra el equipo psicotécnico forma una parte esencial en los protocolos de actuación y que nos presen-

tan detalladamente los autores. La utilización del protocolo propuesto dará más calidad a la intervención y facilitará la recogida de datos para futuras investigaciones.El tercer artículo, elaborado también por un grupo de tra-bajo del INTRAS de Valencia, nos acerca al ámbito laboral y a la problemática de los acciden-tes de tráfico en este contexto. Mientras que desde la incorpo-ración del sistema de conducir por puntos en nuestro país se ha producido un descenso de la accidentalidad, se da la curiosa circunstancia que, según da-tos de Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (2005) el nú-mero de accidentes “in itinere” ha sufrido un incremento. Es evidente que la propuesta de los autores de poner en prác-tica programas preventivos en las empresas y con mayor ra-zón en aquellas directamente implicadas en la conducción profesional, no puede ser más oportuna.Para el último artículo, hemos contado con la colaboración del OBSERVATORIO NA-CIONAL DE SEGURIDAD VIAL de la D.G.T.Su representante en el SAR-TRE nos presenta una infor-

SEGURIDAD VIAL Y CALIDAD DE VIDA

mación muy interesante sobre las actitudes ante conductas de riesgo en la conducción.El SARTRE es un proyecto que tiene como objetivo principal el estudio de las opiniones de conductores europeos sobre las conductas de riesgo. Tiene un seguimiento de más de 15 años y nos muestra la evolución de las actitudes.Si bien en el artículo tan solo se presentan los resultados res-pecto a la velocidad y el con-sumo de alcohol, aporta con-clusiones muy interesantes de cambios comportamentales en los conductores españoles.Si duda el problema de los accidentes de tráfico es muy complejo, la solución pasa por las aportaciones desde todas las disciplinas para su preven-ción. Cuanto más logremos redu-cirlos más incrementaremos nuestra calidad de vida

MiradavialSeguridadvial

Entre los factores de riesgos más importantes, los expertos destacan el uso y abuso de

bebidas alcohólicas así como el incumplimiento –genera-

ALCOHOL Y VELOCIDAD, CASCOS Y CINTURONES

lizado muchas veces- de los límites legales de velocidad. Igualmente importante, la se-veridad de las lesiones por trá-fico se incrementa por no hacer uso de cinturones de seguridad o de cascos protectores. Graves

deficiencias en los trazados de muchas carreteras así como en los sistemas de señalización se destacan también como facto-res propagadores de las lesio-nes y los siniestros de tráfico.

Colombia pierde el 2.5% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional en acci-

dentes de tránsito: estos cos-tos realmente impresionantes preocupan a las autoridades. La detallada presentación de Fernández Mejía, , realizada en , realizada en VI Congreso Internacional de Transporte de Cargas organizado por la FPT en marzo 2007, y profusamen-te ilustrada con estadísticas, críticas, autocríticas, objetivos y expectativas demuestra esa preocupación y es una exce-lente guía para otros países de la región.Los índices de mortandad son un indicador del desarrollo de los países.En este gráfico se puede apre-ciar como evolucionó la si-tuación de Colombia en los últimos 20 años. Pasando de índices de país subdesarrolla-do, a país en vía de desarrollo. En Argentina se puede apreciar que dispone de un parque auto-motor mucho más elevado que el de Colombia, pero el núme-ro de muertos, por vehículos, es muy similar.

SEGURIDAD VIAL EN EL TRANSPORTE DE CARGA

EN COLOMBIA: Presentación del Ing. Francisco José Fernández Mejía, Director Ejecutivo del Fondo de Preven-

En los últimos 10 años, en Co-lombia, la población creció un 8,25%, la cantidad de vehícu-los creció un 100%, el número de conductores un 161%, y la cantidad de accidentes regis-trados aumentó un 15,33%. Sin embargo las consecuencias graves en los accidentes dis-minuyeron en forma significa-tiva, el número de muertos en accidentes de tránsito cayó un 36% y la cantidad de heridos un 33%, a pesar del incremento del parque automotor.Estas reducciones obedecen a diferentes campañas realiza-das por la FPV, inicialmente promoviendo la utilización del cinturón de seguridad, cam-pañas contra el alcohol, com-pañas para la utilización del casco en motos y campañas de sensibilización y de control (las denominadas “estrellas ne-gras”).

Atraso en la educación vial en ColombiaMucho se ha hablado en los úl-timos días sobre cultura ciuda-dana, buen comportamiento en las calles, e incluso, el Fondo de Prevención Vial lanzó una

ruidosa campaña para inculcar-le a la ciudadanía más respeto y responsabilidad en las vías. Y aunque las campañas tienen un gran impacto entre la gente, por lo que se ve en las calles a juzgar por el comportamiento de conductores, peatones, ci-clistas y motociclistas estas no son suficientes. Además, muchas veces las campañas se enfocan en temas puntuales como el exceso de velocidad, conducción bajo el efecto del alcohol, pero lo cier-to es que en materia de educa-ción es poco lo que hay, pese a que en la legislación colombia-na existen desde hace muchos años disposiciones sobre la obligatoriedad de enseñanza. En Bogotá, por ejemplo, salvo algunas iniciativas privadas, como Divercity en o el Museo de los Niños, cuentan con es-cenarios o réplicas de una ciu-dad con todos los elementos de movilidad en donde los niños reciben instrucción sobre segu-ridad vial y pueden interactuar como conductores y peatones. La Secretaría de Movilidad empezó a desarrollar talleres

MiradavialSeguridadvial

y seminarios desde el año pa-sado dirigido a profesores para que estos incluyan en sus cla-ses formación en cultura vial y tránsito, aunque la Ley habla es impartir clases a los estu-diantes. (Ver recuadro). Pero formación como la que ordena la ley no se ve. Un pro-

fesor de un colegio de Bogotá consultado por Vehículos, ase-guró que ese tipo de instruc-ción no se da en los colegios. Las razones que dio el docente es que no se dicta porque son ‘materias electivas’ y no obli-gatorias.

El otro punto, agregó, es que para dictar las clases como lo estipula la ley, se requiere de una infraestructura (un parque con toda la señalización a esca-la) y en muchos casos, el tras-lado de los estudiantes. “Eso cuesta plata, y los colegios y escuelas no la tienen”, dijo. El

artículo 56 de la Ley 769 (Có-digo Nacional de Tránsito esta-bleció desde su promulgación en el 2002 la obligatoriedad de enseñanza. “Se establecerá como obliga-ción en la educación Preesco-lar, Básica Primaria, Básica Se-

cundaria y Media Vocacional impartir los cursos de tránsito y seguridad vial previamente diseñados por el Gobierno Na-cional”, dice la Ley. Un parágrafo dejó en manos de los Ministerios de Transpor-te y Educación Nacional, con un plazo de 12 meses, la expe-dición de la reglamentación, es decir, presentar las cartillas y documentos básicos de estudio de tránsito y seguridad vial. Para esto, el Ministerio de Educación en asocio con el Ministerio de Transporte, ex-pidió la Directiva Ministerial número 13 que contiene con-sideraciones, acciones y alter-nativas pedagógicas en materia de educación y seguridad vial. Según el Ministerio de Edu-cación, “en Colombia todas las instituciones educativas cuen-tan con estándares de compe-tencias que integran compo-nentes fundamentales de la educación vial (...) orientada a que los niños, niñas y jóvenes puedan ejercer su derecho a una movilidad libre y segura”. Pero, ¿se cumple? Vehículos indagó por el cumplimiento de la Ley, y la respuesta del Mi-neducación es que por la Ley General de Educación (115 de 1.994) “las instituciones Edu-cativas son autónomas para construir su currículo y su plan de estudios”. El Ministerio integró los componentes fun-damentales de la educación vial, pero son las instituciones educativas las que tienen que estructurar sus proyectos edu-

cativos institucionales y sus planes de estudio. Y agrega que “el seguimiento al estado de la educación en tránsito y prevención vial, de-ben hacerlo las secretarías de educación ya que el Ministerio de Educación evalúa el desa-rrollo general de las competen-cias básicas”. Esto por lo que se ve en escue-las y colegios no se ha dado, y mucho menos cumplir con la segunda parte del parágrafo que obliga a la “adopción de modernas herramientas tecno-lógicas didácticas dinámicas para dramatizar el contenido de las cartillas y los documentos básicos de estudio para la edu-cación en tránsito y seguridad vial en cada uno de los niveles de educación aquí descritos”. Y ahí es donde tiene razón el profesor, pues las modernas herramientas tecnológicas, di-dácticas, dinámicas no son otra cosa que una infraestructura parecida a un parque temático en la que los estudiantes pue-den interactuar y estar lo más cerca posible de la realidad que se vive en las calles.

MiradavialSeguridadvial

Una de la prime-ras normas so-bre educación en tránsito y seguridad vial

data de 1938. Ese año el enton-ces presidente Alfonso López Pumarejo expidió el decreto 463 que hacía “obligatoria para los establecimientos de educa-ción la enseñanza de las reglas de circulación y tránsito”. Ya en ese decreto se hablaba de impartir la enseñanza en es-

cuelas públicas y privadas por medio de conferencias, “que se dictaran en cada estableci-miento, una vez por semana, cuando, menos”. Han pasado más de 70 años, mucho tiempo se ha perdido y seguramente de haberse cumplido con lo que mandaba el decreto tal vez la situación sería diferente. Las conferencias trataban so-bre “circulación de vehículos y de peatones; circulación de peatones en las entradas y sa-

lidas de edificios públicos y privados, en los teatros, plazas y calles; reglas relativas al uso de las vías públicas en tiempos de lluvia; reglas para el tránsi-to en los caminos y carreteras; modo de usar los vehículos, en general; respeto y obligaciones que se deben a las autoridades encargadas de reglamentar, di-rigir y vigilar el tránsito en ge-neral.El acuerdo 39 de 1999En la administración del al-

EDUCACIÓN VIAL, UNA IDEA CON MÁS DE 70 AÑOS

calde Enrique Peñalosa se ex-pidió el Acuerdo 39 mediante el cual se introdujo en el área de educación ética y en valores humanos, desde el nivel prees-colar hasta la educación media, la unidad académica de normas básicas de tránsito. Según ese Acuerdo, la Unidad Académica de Normas Básicas de Tránsito tiene carácter obli-gatorio para todos los estable-cimientos educativos oficiales y privados de Bogotá. Señala-

ba que los contenidos serían elaborados por la Secretaría de Educación y la Secretaría de Tránsito y Transportes. La formación en tránsito en Bogotá Luz Amparo Méndez, profe-sional especializada de la Se-cretaría de Movilidad (SDM) de Bogotá aseguró que en la capital, en cumplimiento de la Ley 769, desde el año pasado, están haciendo la formación para docentes de colegios pú-

blicos y privados a través de talleres, seminarios y diplo-mados con diversa intensidad horaria, en los que se les dan herramientas para que ellos puedan incluir en el currículo la formación en tránsito. Los talleres para los docentes incluyen temas como conoci-miento de las normas de trán-sito, espacio público, señaliza-ción y porqué es importante el valor de las normas. La SDM dispone de un parque itinerante que es del tamaño de una cancha de baloncesto y que ya ha recorrido varios colegios. Allí los estudiantes asumen el papel de todos los actores de la vía (conductor, peatón, ciclista y motociclista). La funcionaria agregó que hay otras actividades pedagógicas como el ‘Plan donde un grupo va a los colegios a dictar char-las de seguridad vial; y otra que se llama ‘Ruta pila’ donde se hace la inspección básica al transporte escolar y se les en-seña a conductores y monitores de ruta.

MiradavialSeguridadvial

Seguridadvial