22
f I Pausa.) ¡;i)|. i DI i \SM \ ni < i | i l UBRE / 1996 ASHESTOASHES Harold Pinter ORIZAS A LAS CENIZAS INSTITUÍ DEL TEATRE Diputado de Barcelona 1900015695

Pinter%2C Harold - Cenizas a Las Cenizas

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Cenizas a las Cenizas de Harold Pinter

Citation preview

f

I

Pausa.)

¡;i)|. i DI i \SM \ ni < i |

i l UBRE / 1996

ASHESTOASHESHarold Pinter

ORIZAS A LAS CENIZASINSTITUÍ DEL TEATRE

Diputado de Barcelona

1900015695

{Pausa.)

TEXTOSEDICIÓN DE LA SALA BECKETT

N°0/OCTUBRE/1996

L

WALIP - Barcelona

N.° del lector

Data desortlda Data de retorn Prórroga

i?. áHM33:

Este número 0 de (Pausa.) TEXTOS se publica con la ayuda de:

R 3^33

V

(Pausa.) TEXTOS

Desde su primer número -octubre 1989-, la Revista (Pausa.) ha

dejado constancia de su interés por la nueva textualidad, publicando

tanto piezas breves de los jóvenes autores vinculados a los Seminarios

de Dramaturgia de la Sala Beckett (Pere Peyró, Pilar Alba, Paula

Karelic, Lluisa Cunillé...), como textos inéditos o difícilmente asequi-

bles de autores reconocidos, nacionales y extranjeros (Sergi Belbel, Benet

i Jornet, Joan Brossa, Sanchis Sinisterra, Heiner Müller, Michel Vinaver,

Raymond Devos...).

Las limitaciones de espacio determinaron, hasta la última edición

de la Revista -n° 19, marzo 1995-, la opción predominante por materia-

les dramáticos de extensión reducida, sin renunciar por ello al sueño,

hasta hoy irrealizable, de publicar también una colección paralela de

textos sin restricciones cuantitativas.

Con este N° 0 de la deseada serie (Pausa.) TEXTOS, queremos

hacer constar nuestra voluntad de iniciar una nueva etapa editorial que

habrá de instaurar, si las circunstancias lo permiten, el ámbito de la

dramaturgia como eje y vértice de nuestra trayectoria.

*T

ASHESTOASHES

Harold Pinter

CENIZAS A US CENIZAS

Traducción de Mireia Aragay

«giO-Z PlM ¿avJ tf.^23

Edición autorizada por Harold Pinter y Judy Daish Associates Ltd., con motivo del estreno de laobra en el Mercat de les Flors de Barcelona.

5

PERSONAJES

DEBLIN

REBECCA

Ambos en tomo a los cuarenta

6

Una casa en el campo.

•>

Habitación en la planta baja. Una gran ventana. Al fondo, el jardín.

Un sofá. Un sillón. Dos lámparas de pie.

Media tarde.

La habitación se oscurece durante el curso de la obra. La luz de las lámpa-ras se intensifica.

Hacia el final de la obra, tanto la habitación como el jardín que asoma al fondo están apenas ligeramente definidos. La luz de las lámparas se intensi-fica considerablemente, pero no ilumina la habitación.

Devlin de pie con una copa en la mano. Rebecca sentada.

Silencio.

REBECCA

Bueno... por ejemplo... se ponía de pie ante mí y cerraba el puño. Y entonces me ponía su otra mano en la nuca y la aprisionaba acercán-dome la cabeza hacia él. Su puño...me rozaba la boca. Y decía: "Bésa-me el puño".

DEVLIN

¿Y lo hacías?

REBECCAOh, sí. Le besaba el puño. Los nudillos. Y entonces abría la mano y me ofrecía la palma... para que se la besara... y se la besaba.

Pausa.

Y luego yo hablaba.

DEVLIN

¿Qué decías? Decías...¿qué? ¿Qué decías?

Pausa. •,(••';.

REBECCA

Decía «Ponme la mano alrededor de la garganta». Se lo murmuraba a través de la mano, mientras se la besaba, pero él oía mi voz, la oía a través de la mano, sentía mi voz en su mano, la oía allí.

Silencio.

DEVLIN¿Y lo hacía? ¿Te ponía la mano alrededor de la garganta?

REBECCAOh, sí. Lo hacía. Lo hacía. Y la mantenía allí, muy suavemente, muysuavemente, tan suavemente. Me adoraba, ¿sabes?

9

DEVLIN

¿Te adoraba?

Pausa.

¿Qué quieres decir, te adoraba? ¿Qué quieres decir?

Pausa.

¿Te refieres a que no te apretaba la garganta? ¿Te refieres a eso?

REBECCA

No.

DEVLIN

Entonces, ¿qué? ¿A qué te refieres?

REBECCA

Sí, me apretaba....un poco...la garganta, sí.Y por eso la cabeza se meinclinaba hacia atrás, suavemente, pero de manera cierta.

DEVLIN

¿Y el cuerpo? ¿Hacia dónde se te iba el cuerpo?

REBECCA

El cuerpo se me iba hacia atrás, lentamente, pero de manera cierta.

DEVLIN

¿Así que las piernas se te abrían?

REBECCA

Sí.

Pausa.

DEVLIN

¿Las piernas se te abrían?

REBECCA

Sí.

10

Silencio.

DEVLIN

¿Sientes que estás siendo hipnotizada?

REBECCA

¿Cuándo?

DEVLIN

Ahora.

REBECCA

No.

DEVLIN

¿De verdad?

REBECCA

No.

DEVLIN

¿Por qué no?

REBECCA

¿Por quién?

DEVLIN

Por mí.

REBECCA

¿Por tí?

DEVLIN

¿Qué te parece?

REBECCA

Me parece que eres un cabrón.

DEVLIN¿Yo un cabrón? ¡Yo! Debes estar de broma.

Rebecca sonríe.

REBECCA

¿Yo, de broma? Debes estar de broma.

Pausa.

DEVLIN

Entiendes por qué te hago estas preguntas, ¿verdad? Ponte en mi lu-gar. Me siento en la obligación de hacerte preguntas. Hay tantas cosasque no sé. No sé nada...sobre nada de esto. Nada. Estoy a oscuras.Necesito luz. ¿O crees que mis preguntas no son legítimas?

Pausa.

REBECCA>

¿Qué preguntas?

Pausa.

DEVLIN

Mira. Te agradecería mucho que me lo definieras más claramente.

REBECCA

¿Definirlo? ¿Qué quieres decir, definirlo?

DEVLIN

Físicamente. Quiero decir, ¿en realidad qué aspecto tenía? ¿Entiendeslo que quiero decir? Longitud, envergadura...ese tipo de cosas. Altu-ra, anchura. Quiero decir, aparte de su...disposición, cualquiera quefuera...o de su carácter...o de su categoría...espiritual...Simplementequiero, bueno, necesito...tener una idea más clara de él...bueno, nouna idea más clara...simplemente una idea, en realidad...porque notengo absolutamente ni idea...tal como están las cosas...de su aspecto.Quiero decir, ¿qué aspecto tenía? ¿No me puedes dar una forma, unaforma concreta? Quiero una imagen concreta de ól, ¿entiendes?...unaimagen que pueda llevar conmigo. Quiero decir, no haces más quehablar de sus manos, una mano sobre tu cara, la otra en tu nuca, luegola primera en tu garganta. Debe tener algo más que manos. ¿Qué medices de los ojos? ¿Tenía ojos?

12

REBECCA

¿De qué color?

Pausa.

DEVUNEsa es precisamente la pregunta que te estoy haciendo...cariño.

REBECCAQué raro que me llamen cariño. Nadie me ha llamado nunca cariño.Aparte de mi amante.

DEVLIN

No me lo creo.

REBECCA

¿No te crees el qué?

DEVLINNo me creo que él te haya llamado cariño jamás.

Pausa.

¿Crees que mi uso de la palabra no es legítimo?

REBECCA

¿Qué palabra?

DEVLIN

Cariño.

REBECCAAh, sí, me has llamado cariño. Qué curioso.

DEVLIN

¿Curioso? ¿Por qué?

REBECCAPues porque ¿cómo es posible que me llames cariño? No soy tu cariño.

13

DEVLIN

Sí lo eres.

REBECCA

Pues no quiero ser tu cariño. Es lo último que quiero ser. No soy elcariño de nadie.

DEVLIN

Eso es una canción.

REBECCA

¿El qué?

DEVLIN

«Ahora no soy la chica de nadie».

REBECCA

Es «Ahora no eres la chica de nadie». Pero de todos modos, yo noutilicé la palabra chica.

Pausa.

No te sé decir qué aspecto tenía.

DEVLIN

¿Lo has olvidado?

REBECCA

No. No lo he olvidado. Pero esa no es la cuestión. De todos modos, semarchó hace años.

DEVLIN

¿Se marchó? ¿A dónde se fue?

REBECCA

Se fue por el trabajo. Tenía un trabajo.

DEVLIN

¿Cuál?

14

REBECCA

¿Cómo?

• V DEVLDM

¿Qué tipo de trabajo era? ¿Qué trabajo?

REBECCA

Creo que tenía algo que ver con una agencia de viajes. Creo que eraalgo así como guía. No. No era eso. Eso era sólo un trabajo a tiempoparcial. Quiero decir que ése sólo era parte del trabajo en la agencia.Tenía un puesto bastante alto, ¿sabes? Tenía muchas responsabilidades.

Pausa.

DEVLIN

¿Qué tipo de agencia?

REBECCA

Una agencia de viajes.

DEVLIN

¿Qué tipo de agencia de viajes?

REBECCA

Era guía, ¿sabes? Guía.

DEVLIN

¿Guía turístico?

Pausa.

REBECCA

¿Te he hablado alguna vez de ese sitio...de la vez que me llevó a esesitio?

DEVLIN

¿Qué sitio?

REBECCA

Estoy segura de que te lo he contado.

15

DEVLIN

No, nunca me lo has contado.

REBECCA

Qué curioso. Juraría que sí. Que te lo conté.

DEVLIN

No me has contado nada. Nunca me habías hablado de él. No me hascontado nada.

Pausa.

¿Qué sitio?

REBECCA

Mmmh, era una especie de fábrica, supongo.

DEVLIN

¿Qué quieres decir, una especie de fábrica? ¿Era una fábrica o no loera? Y si era una fábrica, ¿qué clase de fábrica era?

REBECCA

Bueno, fabricaban cosas —exactamente igual que en cualquier otrafábrica. Pero no era el tipo de fábrica normal.

DEVLIN

¿Por qué no?

REBECCA

Todos llevaban gorras...los obreros...gorras blandas...y cuando entróél guiándome a mí se las quitaron, mientras me llevaba por los pasi-llos entre las filas de obreros.

DEVLIN

¿Se quitaron las gorras? ¿Quieres decir que se descubrieron?

REBECCA

Sí.

DEVLIN

¿Por qué hicieron eso?

REBECCA

Él me dijo después que porque le tenían un gran respeto.

DEVLIN

¿Porqué?

REBECCA

Porque hacía un trabajo verdaderamente importante, dijo. Tenían unafe absoluta en él. Respetaban su...pureza, su...convicción. Le segui-rían hasta el borde de un acantilado y se tirarían al mar si él se lopidiera, dijo. Y cantarían en coro, siempre y cuando él les dirigiera.De hecho eran muy musicales, dijo.

DEVUN

¿Qué impresión les causaste?

REBECCA

¿Yo? Oh, fueron encantadores. Les sonreí. E inmediatamente todos y

cada uno de ellos me sonrió.

Pausa.

Lo único era que rr*#l sitio era tan húmedo. Era extremadamente hú-

medo.

DEVLIN

¿Y no iban bien vestidos para el clima?

REBECCA

No.

Pausa.

DEVLIN

¿No habías dicho que trabajaba para una agencia de viajes?

17

REBECCA

Y otra cosa. Yo quería ir al lavabo. Pero sencillamente no lo encontré.Miré por todas partes. Estoy segura de que había uno. Pero nuncaaverigüé dónde estaba.

Pausa.

Sí que trabajaba para una agencia de viajes. Era guía. Solía ir a laestación de tren local y recorrer el andén arrancando a todos los bebésde los brazos de sus madres que gritaban.

Pausa.

DEVLIN

¿Ah, sí?>

Silencio.

REBECCA

Por cierto, estoy muy angustiada.

DEVLIN

¿Ah, sí? ¿Por qué?

REBECCA

Bueno, es por la sirena de policía que hemos oído hace un par deminutos.

DEVLIN

¿Qué sirena de policía?

REBECCA

¿No la has oído? Tienes que haberla oído. Sólo hace un par de minu-tos.

DEVLIN

¿Y qué?

REBECCA

Bueno, sólo que estoy muy angustiada.

18

Pausa.

Sólo que estoy increíblemente angustiada.

Pausa.

¿No quieres saber por qué? Pues te lo voy a decir de todos modos. Sino te lo puedo decir a ti, ¿a quién se lo puedo decir? Pues te lo diré detodos modos. Es que de repente me he dado cuenta. Quero decirque...mientras la sirena se iba apagando en mis oídos, sabía que se ibahaciendo cada vez más fuerte para otra persona.

DEVLIN

¿Quieres decir que siempre la está oyendo alguien en alguna parte?¿Es eso lo que quieres decir?

REBECCA

Sí. Siempre. Para siempre.

DEVLIN

¿Eso te hace sentir segura?

REBECCA

¡No! ¡Me hace sentir insegura! Terriblemente insegura.

DEVLIN

¿Por qué?

REBECCA

Odio que se vaya apagando. Odio que vaya desapareciendo el eco.Odio que me vaya abandonando. Odio irla perdiendo. Odio que otrapersona la vaya poseyendo. Quiero que sea mía, todo el tiempo. Es unsonido tan hermoso, ¿no crees?

DEVLIN

No te preocupes, siempre habrá otra. Ahora mismo hay una que vienehacia ti. Créeme. Pronto la oirás otra vez. En cualquier momento.

REBECCA

¿Sí?

DEVLIN

Seguro. Son gente muy ocupada, la policía. Tienen tantas cosas quehacer. Tienen tantas cosas de las que cuidarse, que vigilar. Recibenseñales continuamente, generalmente en código. No hay ni un minutodel día en que no vayan a la carga por uno u otro rincón del mundo, ensus coches de policía, haciendo sonar las sirenas. Así que te puedesconsolar con eso, por lo menos. ¿No? Nunca volverás a estar sola.Nunca estarás sin una sirena de policía. Te lo prometo.

Pausa.

Escucha. Ese tipo del que estabas hablando...quiero decir, ese tipo delque tú y yo estábamos hablando...por decirlo de algún modo...¿cuándole conociste exactamente? O sea, ¿cuándo ocurrió todo esto, exacta-mente? No lo tengo...cómo puedo decirlo...no lo acabo de tener claro.¿Fue antes de conocerme o después de conocerme a mí? La preguntatiene cierta importancia. Estoy seguro de que te das cuenta.

REBECCA

Por cierto, hay algo que me muero por decirte.

DEVLIN

¿Qué?

REBECCA

Fue cuando estaba escribiendo una nota, unas notas para la lavande-ría. En fin...para decirlo sin rodeos...una lista para la lavandería. Puespuse el bolígrafo en esa mesita, rodó y se cayó.

DEVLIN

¿¡No!?

REBECCA

Cayó rodando en la alfombra. Ante mis propios ojos.

DEVLIN

¡Vaya por Dios!

REBECCA

Este bolígrafo, este bolígrafo completamente inocente.

20

DEVLIN

No puedes saber que era inocente.

REBECCA

¿Por qué no?

DEVLm,- ';'Porque no sabes dónde había estado. No sabes cuántas otras manos lohan cogido, cuántas otras manos han escrito con él, qué ha hecho conél otra gente. No sabes nada de su historia. No sabes nada de la histo-ria de sus padres.

REBECCA

Un bolígrafo no tiene padres.

Pausa.

DEVLIN

No puedes estar ahí sentada y decir cosas como ésa.

REBECCA

Sí puedo estar aquí sentada.

DEVLIN

No puedes estar ahí sentada y decir cosas como ésa.

REBECCA

¿Crees que no tengo derecho a estar aquí sentada? ¿Consideras que notengo derecho a sentarme en esta silla, en el lugar donde vivo?

DEVLIN

Digo que no tienes derecho a sentarte en esa silla o en o sobre cual-quier otra silla y decir cosas como ésa y no importa si vives aquí o no.

REBECCA

¿No tengo derecho a decir cosas como qué?

DEVLIN

Que ese bolígrafo era inocente.

2 1

REBECCA

¿Crees que era culpable?

Silencio.

DEVLIN

Te estoy dejando escurrir. ¿Lo has notado? Te estoy dejando deslizar.O quizá sea yo el que ha tenido un desliz. Es peligroso. ¿Lo notas?Estoy sobre arenas movedizas

REBECCA

Como Dios.

DEVLIN

¿Dios? ¿Dios? ¿Tú crees que Dios se está hundiendo en arenas move-dizas? Eso es lo que yo llamo una percepción verdaderamente asque-rosa. Si es que puede dignificarse con la palabra percepción. Vigilacómo hablas de Dios. Es el único Dios que tenemos. Si le dejas ir, novolverá. Ni siquiera mirará hacia atrás por encima del hombro. Y entonces, ¿qué harás? ¿Sabes cómo será, un vacío así? Será como In-glaterra jugando contra Brasil en Wembley y ni un alma en el estadio.¿Te lo imaginas? Jugando las dos partes en un estadio totalmente va-cío. El partido del siglo. Silencio absoluto. Ni un alma mirando. Si-lencio absoluto. Aparte del silbato del arbitro y de los insultos y peleasde siempre. Apartarse de Dios significa que el grande y noble juegodel fútbol caerá en el olvido permanente. Ningún gol en la prórroga dela prórroga de la prórroga, ningún gol en toda la eternidad, en un tiem-po sin fin. Ausencia. Estancamiento. Parálisis. Un mundo sin ganador.

Pausa.

Espero que te hagas a la idea.

Pausa.

Permíteme decir esto. Hace un rato hiciste...digamos que...hiciste unareferencia un tanto indirecta al tipo ese...¿tu amante?...y bebés y ma-dres, etcétera. Y andenes. Deduzco que hablabas de alguna atrocidad.Permíteme que te pregunte esto: ¿qué autoridad crees poseer que teotorgue el derecho de hablar de tal atrocidad?

REBECCA

No tengo tal autoridad. Nunca me ha ocurrido nada. Nunca le haocurrido nada a ninguno de mis amigos. Nunca he sufrido. Ni tampo-co mis amigos.

DEVLIN

Estupendo.

Pausa.

¿Hablamos más íntimamente? Hablemos de cosas más íntimas, hable-mos sobre algo más personal, sobre algo dentro de tu experiencia in-mediata. Quiero decir, por ejemplo, cuando el peluquero te coge lacabeza con las manos y empieza a lavarte el pelo muy suavemente y a masajearte el cuero cabelludo, cuando hace eso, cuando tienes los ojoscerrados y hace eso, tiene toda tu confianza, ¿no? No es sólo tu cabezalo que está en sus manos, ¿no? Es tu vida, es tu bienestar...espiritual.

Pausa.

Pues lo que quería saber era esto...cuando tu amante te ponía la manoen la garganta, ¿te recordaba al peluquero?

Pausa.

Estoy hablando de tu amante. El hombre que intentó asesinarte.

REBECCA

¿Asesinarme?

DEVLIN

Darte muerte.

REBECCA

No, no. No intentó asesinarme. No quería asesinarme.

DEVLIN

Te ahogó y te estranguló. Casi no hay diferencia. Por lo que cuentas.¿No?

REBECCA

No, no. Sentía compasión por mí. Me adoraba.

Pausa.

DEVLIN

¿Tenía nombre, el tipo este? ¿Era extranjero? ¿Y yo dónde estaba enesa época? ¿Qué quieres que entienda? ¿Me fuiste infiel? ¿Por qué noconfiaste en mí? ¿Por qué no confesaste? Te hubieras sentido muchomejor. De verdad. Me hubieras podido tratar como un cura. Me hubie-ras puesto a prueba. Siempre he querido que me pusieran a prueba.Era una de mis ambiciones en la vida. Ahora he perdido mi granoportunidad. A menos que todo esto ocurriera antes de conocerte. Encuyo caso no tienes ninguna obligación de decirme nada. Tu pasadono es asunto mío. A mí no se me ocurriría hablarte de mi pasado. Noes que lo tenga. Cuando llevas una vida académica no te preocupas delas pequeneces, ¿sabes?, tetas, ese tipo de cosas. Tienes la cabeza enotros asuntos, si tienes una casera atenta, capaz de prepararte bacon y huevos pasadas Jas once de la noche, si la cama está caliente, si el solse levanta en la dirección correcta, si la sopa está fría. Solamente dePascuas a Ramos haces mover el culo de la sirvienta, siempre y cuan-do la haya —sirvienta, no culo— pero, desde luego, nada de eso vieneal caso cuando tienes esposa. Cuando tienes esposa dejas que el pen-samiento, las ideas y la reflexión tomen su curso. Lo cual quiere decirque nunca dejas que gane el mejor. A la mierda con el mejor, ese siempre ha sido mi lema. Al final es el hombre que agacha la cabezay avanza a través de no importa qué viento o qué clima el que triunfa.Un hombre con agallas y perseverancia.

Pausa.

Un hombre a quien nada le importa una mierda. Un hombre con unsentido rígido del deber.

Pausa.

No hay contradicción alguna entre estas dos afirmaciones. Créeme.

Pausa.

24

¿Sigues el hilo de mi argumento?

REBECCA

Ah sí, hay algo que he olvidado decirte. Fue curioso. Miré por laventana del jardín, por la ventana al jardín, a mediados de verano, enesa casa de Dorset, ¿te acuerdas? Ah, no, tú no estabas. No creo quehubiera nadie. No. Sólo estaba yo. Estaba sola. Estaba mirando por la ventana y vi un montón de gente caminando a través del bosque, ha-cia el mar, en dirección al mar. Parecían tener mucho frío, llevabanabrigos, aunque hacía un día precioso. Un precioso y cálido día deDorset. Llevaban bolsas. Había...guías...conduciéndolos, guiándolos.Cruzaron el bosque y les vi a lo lejos caminando por el acantilado y bajando hacia el mar. Entonces los perdí de vista. Tenía bastante cu-riosidad, así que subí a la ventana más alta de la casa y miré porencima de las copas de los árboles y pude ver la playa. Losguías...conducían a toda esa gente por la playa. Hacía un día tan boni-to. Estaba tan calmado y el sol brillaba. Y vi a toda esa gente adentrarseen el mar. La marea los cubría lentamente. Sus bolsas flotaban en lasolas.

DEVLIN

¿Cuándo fue eso? ¿Cuándo viviste en Dorset? Yo nunca he vivido enDorset.

Pausa.

REBECCA

Ah, por cierto, alguien me dijo el otro día que hay un estado que seconoce como elefantiasis mental.

DEVLIN

¿Qué quieres decir, «alguien te dijo»? ¿Qué quieres decir, «el otrodía»? ¿De qué estás hablando?

REBECCA

Elefantiasis mental significa que cuando derramas una onza de salsa,por ejemplo, inmediatamente se expande y se convierte en un vastomar de salsa. Se convierte en un mar de salsa que te rodea por todaspartes y te ahogas en un voluminoso mar de salsa. Es terrible. Pero todo es culpa tuya. Tú lo has provocado. No eres la víctima de ello,

25: u¿ ' Jli' J'L

eres la causa. Porque fuiste tú quien derramó la salsa en primer lugar,fuiste tú quien pasó el bulto.

Pausa.

DEVLIN

¿El qué?

REBECCA

El bulto.

Pausa.

DEVLIN

Y bien, ¿cuál es la cuestión? ¿Estás dispuesta a ahogarte en tu propiasalsa? ¿O estás dispuesta a morir por tu patria? Bien. ¿Qué dices,corazón? ¿Por qué no sales y te vas a la ciudad y te metes en un cine?

REBECCA

Qué curioso, en algún momento de un sueño...hace mucho tiempo...oía alguien llamarme corazón. Miré hacia arriba. Había estado soñan-do. No sé si miré hacia arriba en el sueño o al abrir los ojos. Pero en elsueño, una voz llamaba. De eso estoy segura. Una voz me llamaba.Me llamaba corazón.

Pausa.

Sí.

Pausa.

Salí a la ciudad helada. Incluso el barro estaba helado. Y la nievetenía un color curioso. No era blanca. Bueno, era blanca, pero teníaotros colores. Era como si hubiera venas recorriéndola. Y no era sua-ve, como es la nieve, como la nieve debe ser. Había montículos. Y cuando llegué a la estación ferroviaria vi el tren. Había otras perso-nas.

Pausa.

26

Y mi mejor amigo, el hombre a quien yo había dado mi corazón, elhombre que supe, desde el momento en que nos conocimos, que erapara mí, mi amor, mi compañero más preciado, lo vi recorriendo elandén arrancando a todos los bebés de los brazos de sus madres quegritaban.

Silencio.

DEVLIN

¿Has visto a Kim y a los niños?

Ella le mira.

Hoy ibas a ver a Kim y a los niños.

Ella le mira fijamente.

Tu hermana Kim y los niños.

REBECCA

¡Ah, Kim! Y los niños, sí. Sí. Sí, claro que los he visto. He tomado elté con ellos. ¿No te lo he dicho?

DEVLIN

No.

REBECCA

Claro que los he visto.

Pausa.

DEVLIN

¿Cómo están?

REBECCA

Ben ya habla.

DEVLIN

¿Ah, sí? ¿Qué dice?

REBEGCA

Cosas como «Me llamo Ben». Cosas así. Y «Mamá se llama Mamá».Cosas así.

DEVLIN

¿Y Betsy?

REBECCA

Gatea.

DEVLIN

¿No, de verdad?

REBECCA

Creo que empezará a andar antes de que nos demos cuenta. De ver-dad.

DEVLIN

Y probablemente a hablar también. Dirá cosas como «Me llamo Betsy».

REBECCA

Sí, claro que los he visto. He tomado el té con ellos. Pero...mi pobrehermana...no sabe qué hacer.

DEVLIN

¿Qué quieres decir?

REBECCA

Bueno, él quiere volver, ¿sabes?...llama una y otra vez pidiendo que ledeje volver. Dice que no lo puede soportar, dice que ha dejado a laotra, dice que está viviendo solo, ha dejado a la otra.

DEVLIN

¿Y es verdad?

REBECCA

Dice que sí. Dice que echa de menos a los niños.

Pausa.

DEVLIN

¿Echa de menos a su mujer?

REBECCA

Dice que ha dejado a la otra. Dice que nunca fue nada serio, ¿sabes?,que sólo fue sexo.

DEVLIN

Ah.

Pausa.

¿Y Kim?

Pausa.

¿YKim?

REBECCA

Nunca le dejará volver. Nunca. Dice que nunca compartirá la camacon él otra vez. Nunca. Jamás.

DEVLIN

¿Por qué no?

REBECCA

Nunca jamás.

DEVLIN

¿Pero por qué no?

REBECCA

Claro que he visto a Kim y los niños. He tomado el té con ellos. ¿Porqué me lo has preguntado? ¿Creías que no les había visto? >

DEVLIN

No. No lo sabía. Sólo que dijiste que ibas a tomar el té con ellos.

REBECCA

¡Pues claro que he tomado el té con ellos! ¿Por qué no iba a hacerlo?

Es mi hermana.

Pausa.

Adivina dónde fui después del té. Al cine. Vi una película.

DEVLIN

¿Sí? ¿Cuál?

REBECCA

Una comedia.

DEVLIN

Aja. ¿Era divertida? ¿Te reiste?

REBECCA

La otra gente se reía. Los otros miembros del público. Era divertida.

DEVLIN

¿Pero tú no te reiste?

REBECCA

La otra gente sí. Era una comedia. Había una chica...¿sabes?...y unhombre. Estaban comiendo en un restaurante elegante de Nueva York.Él la hacía sonreír.

DEVLIN

¿Cómo?

REBECCA

Pues...contándole chistes.

DEVLIN

Ah, ya.

REBECCA

Y luego, en la escena siguiente se la llevaba a una expedición por eldesierto, en una caravana. Ella nunca había vivido en el desierto, ¿sa-bes? Tenía que aprender a hacerlo.

30

Pausa.

DEVLIN

Suena muy divertido.

REBECCA

Pero había un hombre sentado delante de mí, a mi derecha. Estuvototalmente quieto durante toda la película. No se movió para nada,estaba rígido, como un cadáver con rigor mortis, no se rió ni una solavez, estaba ahí sentado como un cadáver. Me alejé de él. Me alejétanto como me fue posible.

Silencio.

DEVLIN

A ver, empecemos otra vez. Vivimos aquí. No vives...en Dorset...ni enninguna otra parte. Vives aquí conmigo. Esta es nuestra casa. Tienesuna hermana muy agradable. Vive cerca de ti. Tiene dos niños encan-tadores. Tú eres su tía. Eso te gusta.

Pausa.

Tienes un jardín maravilloso. Te encanta tu jardín. Lo creaste tú sóli-ta. Tienes auténticas manos de jardinera. También tienes unas manospreciosas.

Pausa.

¿Has oído lo que te he dicho? Te acabo de hacer un cumplido. Enrealidad, te he hecho varios cumplidos. Empecemos otra vez.

REBECCA

Creo que no podemos empezar otra vez. Empezamos...hace muchotiempo. Ya empezamos. No podemos empezar otra vez. Podemos ter-minar otra vez.

DEVLIN

Pero nunca hemos terminado.

31

REBECCA

Sí que lo hemos hecho. Una y otra vez. Y podemos terminar otra vez.Una y otra vez. Y otra vez.

DEVLBM

¿No estás utilizando mal la palabra terminar? Terminar significa ter-minar. No se puede terminar otra vez. Sólo se puede terminar una vez.

REBECCA

No. Puedes terminar una vez y luego puedes terminar otra vez.

Silencio.

REBECCA (canta suavemente) «Cenizas a las cenizas» -

DEVLIN

«Y polvo al polvo» -

REBECCA

«Si las mujeres no te atrapan» -

DEVLIN

«Lo hará el licor.»

Pausa.

DEVLIN

Siempre supe que me amabas.REBECCA

¿Por qué?

DEVLIN

Porque nos gustan las mismas canciones.

Silencio.

Escucha.

32

Pausa.

¿Por qué nunca me habías dicho lo de este amante tuyo? Tengo dere-cho a estar realmente muy enfadado. ¿Te das cuenta? Tengo derechoa estar realmente muy enfadado, ¿lo entiendes?

Silencio.

REBECCA

Ah, por cierto, hay algo que quería haberte dicho. Estaba en unahabitación en el ático de un edificio muy alto en el centro de laciudad. El cielo estaba lleno de estrellas. Iba a cerrar las cortinas,pero me quedé en la ventana un rato mirando las estrellas. Entoncesmiré hacia abajo. Vi a un viejo y un niño caminando por la calle.Ambos arrastraban maletas. La maleta del niño era más grande queél. Era una noche muy clara. Por las estrellas. El viejo y el niñocaminaban por la calle. Se cogían de la mano que les quedaba libre.Me pregunté hacia dónde iban. En fin, estaba a punto de cerrar lascortinas, pero entonces, de repente, vi a una mujer que les seguíacon un bebé en brazos.

Pausa.

¿Te he dicho que la calle estaba helada? Estaba helada. Así que lamujer tenía que andar con mucho cuidado. Por encima de los montí-culos. Las estrellas habían salido. Siguió al hombre y al niño hastaque doblaron la esquina y desaparecieron.

Pausa.

Se quedó quieta. Besó al bebé. El bebé era una niña.

Pausa.

La besó.

Pausa.

Escuchó el latido del corazón del bebé. El corazón del bebé latía.

33

La luz de la habitación se ha oscurecido. Las lámparas brillan intensamen-te. Rebecca está sentada, muy quieta.

El bebé respiraba.

Pausa.

La estreché en mis brazos. Respiraba. Su corazón latía.

Devlin.se acerca a ella. Se queda de pie delante suyo y la mira.

Cierra el puño y lo sostiene delante de su cara. Le pone la mano izquierda . detrás de la nuca y la agarra. Le acerca la cabeza hacia su puño. El puño le toca la boca.

DEVLIN

Bésame el puño.

Ella no se mueve.

Él abre la mano y coloca la palma sobre la boca de ella.

Ella no se mueve.

DEVLIN

Habla. Dilo. Di «Ponme la mano alrededor de la garganta».

Ella no habla.

DEVLIN

Pídeme que te ponga la mano alrededor de la gargantaElla no habla ni se mueve. • •

Él le pone la mano en la garganta. Presiona suavemente. La cabeza de ella se inclina hacia atrás.

Ambos están quietos. _ i

Ella habla. Hay un eco. Él afloja la mano.

34

REBECCA

Nos llevaron a los trenes

m~^

los trenes

Pausa.

REBECCA

Se llevaban a los bebés

Eco

llevaban a los bebés

Pausa.

REBECCA

Yo cogí a mi bebé y lo envolví con el chaiEcoel chai

REBECCA

Como si fuera un bulto

Ecoun bulto

REBECCA

Y lo sostuve bajo el brazo izquierdo

Ecoel brazo izquierdo

Pausa.

REBECCA

Y pasé con el bebé

35

^

La luz de la habitación se ha oscurecido. Las lámparas brillan intensamen-te. Rebecca está sentada, muy quieta.

El bebé respiraba.

Pausa.

La estreché en mis brazos. Respiraba. Su corazón latía.

Devlin.se acerca a ella. Se queda de pie delante suyo y la mira.

Cierra el puño y lo sostiene delante de su cara. Le pone la mano izquierda . detrás de la nuca y la agarra. Le acerca la cabeza hacia su puño. El puño le toca la boca.

DEVLIN

Bésame el puño.

Ella no se mueve.

Él abre la mano y coloca la palma sobre la boca de ella.

Ella no se mueve.

,-. DEVLIN

Habla. Dilo. Di «Ponme la mano alrededor de la garganta».

Ella no habla.

DEVLIN

Pídeme que te ponga la mano alrededor de la garganta

Ella no habla ni se mueve.

El le pone la mano en la garganta. Presiona suavemente. La cabeza de ella se inclina hacia atrás.

Ambos están quietos.

Ella habla. Hay un eco. Él afloja la mano.

34

REBECCA

Nos llevaron a los trenes

Eco

los trenes

Pausa.

REBECCA

Se llevaban a los bebés

Eco

llevaban a los bebés

Pausa.

REBECCA

Yo cogí a mi bebé y lo envolví con el chaiEcoel chai

REBECCA

Como si fuera un bulto

Ecoun bulto

REBECCA

Y lo sostuve bajo el brazo izquierdo

Eco

el brazo izquierdo

Pausa.

REBECCA

Y pasé con el bebé

35

Ecoel bebé

Silencio.

Pausa.

REBECCA

Pero el bebé lloró

Ecolloró

REBECCA

Y el hombre me llamó

Ecome llamó

REBECCA

Y me dijo qué llevas ahí

Ecollevas ahí

REBECCA

Alargó la mano hacia el bulto

Ecohacia el bulto

REBECCA

Y subimos al tren

Ecoal tren

REBECCA

Y llegamos a este lugar

Ecoeste lugar

REBECCA

Y encontré a una mujer que conocía

Ecoque conocía

REBECCA

Y me dijo, qué le ha pasado a tu bebé

Ecotu bebé

REBECCA

Dónde está tu bebé

REBECCA

Y le di el bulto

Ecoel bulto.

REBECCA

Y ésa es la última vez que sostuve el bulto

Ecoel bulto

(••m.s

Ecotu bebé

REBECCA

Y yo dije qué bebe

Ecoqué bebe

REBECCA

No tengo ningún bebé

36

Econingún bebé

REBECCA

No sé de ningún bebé

Ecode ningún bebé

Pausa.

REBECCA

No sé de ningún bebé

Silencio largo.

OSCURO

r

Febrero 1996, - . Í "