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NI UNO, ni SIEMPRE (o de cómo la IDENTIDAD es contradicción) “Identidad”. “Yo”. “Uno mismo”. “Los otros”… Sabemos qué es cada cosa, con convicción, hasta que damos una segunda mirada. Descartes decía que su única certeza era que pensaba, por ende, existía como esencia más allá de los accidentes de la percepción. Al contrario Borges apuntaba“Lo repito: no hay detrás de las caras un yo secreto, que gobierna los actos y que recibe las impresiones; somos únicamente la serie de esos actos imaginarios y de esas impresiones errantes” Amin Maalouf, más concreto, dice: “Mi identidad es la que hace que yo no sea idéntico a ninguna otra persona" Curiosamente, mi identidad, aquello que en teoría me hace distinto a todo, viene de del latin idem=mismo. De ahí que idéntico e identidad se asocien a distintas cosas. Es tal vez porque hay más de un nivel de análisis. Uno asume una identidad diferencial, pero a su vez la comparte con otros (por ejemplo, me identifico como hincha de River, que me hace distinto del hincha de Boca, o de Platense, pero equivalente al resto de millonarios) Luego ¿Es siempre la identificación elegir una categoría que me precede? ¿Dónde estoy yo, solo yo, mi esencia? Leamos y pensemos un rato. SOBRE LA UNIDAD : Pensarse como una unidad es tentador.”Nacemos y morimos solos”. Ahora veamos, el cuerpo humano es un conjunto. Un sistema cooperativo. Desde el punto de vista biológico somos algo más que el triunfo de un espermatozoide sagaz y un óvulo creador que deviene en un bebé. Somos un ecosistema. El 10% de nuestro cuerpo es un compilado de bacterias. Pero no solo la biología nos recuerda que somos varios en uno mismo. La psicología, con Freud, dio un giro a la idea de individuo. El YO no está solo, sino que es de hecho un mediador. El ELLO, el motor, el animal que mora en nosotros buscando satisfacer instintos, motorizando nuestra conducta, lucha por tomar posesión. Y acaso el SUPER-YO el deber ser, la moral, los fantasmas de nuestros padres, nuestros mandatos sociales ponen leyes dentro nuestro. O sea, lo que nos recuerda Freud es que somos varios en conflicto. 1

Para Pensar La Identidad. Primera Clase

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NI UNO, ni SIEMPRE (o de cómo la IDENTIDAD es contradicción)“Identidad”. “Yo”. “Uno mismo”. “Los otros”… Sabemos qué es cada cosa, con convicción, hasta que damos una segunda mirada.Descartes decía que su única certeza era que pensaba, por ende, existía como esencia más allá de los accidentes de la percepción. Al contrario Borges apuntaba“Lo repito: no hay detrás de las caras un yo secreto, que gobierna los actos y que recibe las impresiones; somos únicamente la serie de esos actos imaginarios y de esas impresiones errantes” Amin Maalouf, más concreto, dice: “Mi identidad es la que hace que yo no sea idéntico a ninguna otra persona"Curiosamente, mi identidad, aquello que en teoría me hace distinto a todo, viene de del latin idem=mismo. De ahí que idéntico e identidad se asocien a distintas cosas. Es tal vez porque hay más de un nivel de análisis. Uno asume una identidad diferencial, pero a su vez la comparte con otros (por ejemplo, me identifico como hincha de River, que me hace distinto del hincha de Boca, o de Platense, pero equivalente al resto de millonarios) Luego ¿Es siempre la identificación elegir una categoría que me precede? ¿Dónde

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NI UNO, ni SIEMPRE (o de cmo la identidad es contradiccin)Identidad. Yo. Uno mismo. Los otros Sabemos qu es cada cosa, con conviccin, hasta que damos una segunda mirada.

Descartes deca que su nica certeza era que pensaba, por ende, exista como esencia ms all de los accidentes de la percepcin. Al contrario Borges apuntabaLo repito: no hay detrs de las caras un yo secreto, que gobierna los actos y que recibe las impresiones; somos nicamente la serie de esos actos imaginarios y de esas impresiones errantes Amin Maalouf, ms concreto, dice: Mi identidad es la que hace que yo no sea idntico a ninguna otra persona"

Curiosamente, mi identidad, aquello que en teora me hace distinto a todo, viene de del latin idem=mismo. De ah que idntico e identidad se asocien a distintas cosas. Es tal vez porque hay ms de un nivel de anlisis. Uno asume una identidad diferencial, pero a su vez la comparte con otros (por ejemplo, me identifico como hincha de River, que me hace distinto del hincha de Boca, o de Platense, pero equivalente al resto de millonarios) Luego Es siempre la identificacin elegir una categora que me precede? Dnde estoy yo, solo yo, mi esencia? Leamos y pensemos un rato.SOBRE LA UNIDAD: Pensarse como una unidad es tentador.Nacemos y morimos solos. Ahora veamos, el cuerpo humano es un conjunto. Un sistema cooperativo. Desde el punto de vista biolgico somos algo ms que el triunfo de un espermatozoide sagaz y un vulo creador que deviene en un beb. Somos un ecosistema. El 10% de nuestro cuerpo es un compilado de bacterias. Pero no solo la biologa nos recuerda que somos varios en uno mismo. La psicologa, con Freud, dio un giro a la idea de individuo. El YO no est solo, sino que es de hecho un mediador. El ELLO, el motor, el animal que mora en nosotros buscando satisfacer instintos, motorizando nuestra conducta, lucha por tomar posesin. Y acaso el SUPER-YO el deber ser, la moral, los fantasmas de nuestros padres, nuestros mandatos sociales ponen leyes dentro nuestro. O sea, lo que nos recuerda Freud es que somos varios en conflicto.SOBRE LA PERMANENCIA: A lo anterior cabra agregarle el tiempo. Rafael Bielsa ha repetido una y otra vez que el mejor hombre que fue, muri a los veinte aos.

El combo biolgico-psicolgico que somos no es constante. Basta rever nuestras fotos de nio. O de la secundaria. O de hace un ao. Recordarnos antes del embarazo o del casamiento. Estas canas, el pelo que se fue, el tamao de algunos rganos, el color y textura de la piel, las reacciones alrgicas o los achaques y dolores nuevos; hemos cambiado nuestra composicin. De alguna manera somos otros.

Sumado a aquello, hemos ido mutando pensamientos. Cambiamos convicciones, visin poltica, preceptos morales, ticos, religiosos, puntos de vista sobre la amistad, el dinero, la ecologa, los casinos, la droga, la fidelidad y la muerte. Ya no corremos a una mujer con una flor. Los tiempos han cambiado, las flores ya no deslumbran al comn de las mujeres, o los hombres con flores al menos. Por su parte, correr por sorpresa puede que las prevenga, recibiendo al instante una dosis de gas pimienta o una pia y adems, nosotros ya no marchamos, si acaso, con viento a favor, caminamos rpido. Y si en un arresto pasional pegsemos un pique por una circunstancial dama, lo haramos con miedo, reproches, previsiones de vergenza propia y ajena, lo que nos condenara al fracaso de todas maneras. Es decir, repito, ya no corremos a una mujer con una flor. Del mismo modo, si nos pusisemos a conversar con nosotros mismos hace diez, veinte o cuarenta aos, saldran conflictos de los ms variados y profundos, con contrapuntos y posiciones irreconciliables.SOBRE LA CONTRADICCIN: Hemos visto que se nos complica contestar qu somos. Y el problema se profundiza cuando agregamos las distintas caretas sociales que nos ponemos. Es Goffman quien nos recuerda que somos actores. Y como buen actor, toda vez que cambia el escenario, las reglas y las personas, cambiamos el papel. Por lo que somos tantos yo como papeles sociales jugamos. A ello le debemos, que seamos pacientes o impacientes, tan leales como traidores (segn haya testigos o no) tan divertidos en un asado con amigos como serios y agrios como empleados de la administracin pblica.SOBRE LAS IDENTIDADES COLECTIVASDeca Hitler que los alemanes eran hombres de voluntad, viriles, de brazos largos y cuerpos atlticos, tan preocupados por las ideas como por cultivar el cuerpo. Las alemanas por su parte eran rubias madres patriotas que sostenan al marido pblico en la esfera de la casa y que deban procrear al ario perfecto (esto fue hasta entrada la guerra, donde el ideal cay ante la necesidad y la mujer tuvo que sacar pecho trabajando a la par del hombre) Como vemos, la hiprbole de la identidad nazi, funciona como otras identidades. Es un deber ser atemporal. Qu tan alemanes seran entonces Goebbels, con problemas motrices, Rohm, homosexual o el mismo Hitler con sus complejos, dudas y poses, ms dadas al estilo selfie adolescente que al superhombre nazi que le gustaba ver en su espejo.Las identidades colectivas suelen ser construcciones que se hacen desde fuera y que dan forma (los porteos, las maestras, la derecha, las feministas, los jugadores de ftbol, los argentinos, los pobres, los judos, los nacional y populares, los hombres de la frase ya no hay hombres!, la clase media, etc)Adems, suelen ser categoras abstractas, esenciales, que no cambian fcilmente. Son una idea social sobre la forma que toman o deberan tomar aquellas personas que se embanderan en esos rtulos (o que son forzosamente etiquetadas con ellos)ELEMENTOS QUE IDENTIFICAN

EL NOMBRE PROPIOLeamos un poema de WALT WHITMAN LO QUE SOY DESPUS DE TODOQu soy, despus de todo, ms que un nio complacido con el sonido de mi propio nombre? Lo repito una y otra vez, Me aparto para orlo y jams me canso de escucharlo. Tambin para ti tu nombre:Pensaste que en tu nombre no haba otra cosa ms que dos o tres inflexiones?

Es el nombre un elemento importante de nuestra identidad. Me llamo Mara. Idem al resto, pero yo Qu tan distintivo de la singularidad es el nombre entonces? Ms diferenciales si se quiere eran los nombres de los agentes, el 86, la 99. Si hubisemos sido numerados desde el origen de los tiempos, pongamos que Eva es uno y Adn dos, es probable que nos hubiese tocado un nombre exclusivo, un nmero. Si bien lo anterior es humanamente impracticable, es matemticamente lgico y psicolgicamente deseable para afirmarse nico (lo suscribo yo: el Sr. 9099629999977998999991) Curiosidad relacionada: el origen comn de las palabras nombrar y numerar, de hecho en cataln, nmero se escribe nombre y nombre se dice nom. Ms all del mal chistelos Mayas ponan nombres a partir de los das y meses, lo que cierra con su insistente bsqueda de contar el tiempo. A cada persona el nombre le recordaba un tiempo nico de llegada y un destino.LA RAZ-APELLIDO (de lugares, oficios y otras yerbas)Est relacionado con lo anterior. Y no nos referimos solo al apellido, costumbre romana, sino a toda raz o clan en las denominaciones personales. Somos un nombre familiar, una referencia a un espacio fsico, un oficio y a veces hasta un defecto o caracterstica personal (Calvo, Seisdedos, Bueno, Castao) Somos del padre y la madre. De la tierra. Somos hijos de. Basta echar un vistazo a Game of Thrones y encontrar cargadas referencias a X, hija de Y, de la casa W, princesa de donde por ejemplo son importantes signos de identificacin -y por ende de diferencia- los lemas de cada casa. Los mismos nombres mapuches tienen similar estructura. Hay dos componentes. Uno distingue a la persona. El otro al clan o estirpe.En cientos de culturas el arraigo familiar es apellido, los MC britnicos, los IC, OFF, WICZ eslavos, los SON nrdicos, los VAN holandeses, los EZ hispanos, etc. Todas estas culturas y muchas otras, bien diversas, entre las que encontramos culturas precolombinas, se identifican como hijos de. El apellido hara referencia a la raz, y por ende a lo que nos dira qu camino se hizo. El nombre completara el proceso.Es de ley la lucha de madres y abuelas de Plaza de Mayo, pero de arraigo al mismo tiempo. Es tambin de raz la bsqueda del hijo adoptivo cuando emprende el camino de la sangre.

EL ESPEJO FSICOYo soy mi imagen. Lo que el cristal refleja. EL ESPEJO SOCIAL

Las opiniones de terceros.

Ex Ministro de Relaciones Exteriores.

Los Lannister siempre pagan sus deudas, El invierno viene, Nosotros no sembramos, etctera.

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