Recopilación de mensajes dirijidos por los Presidentes y Vicepresidentes de la República.mFES SUPRElIOS Y GOBIERNOS PROVISORIOS
A LAS CONVENCIONES Y CONGRESOS NACIOXALEH
DEliDE EI. A~() DE 181!) HASTA NL"EHTR08 DIAH.
POR
DOS PALABRAS . ..... •
GUIADO por el noble prop6sito de hacer conocer documell­ tos de gran valor y que piteden Her utH it las personas que se dedi­ can al arido y enojoso estmtio de nuestra histOlia patria, puhlico esta pequefla Recopilaci6n de los Mellsajes que al POtier Ejecu­ tivo ha dirijido a las distinta~ Convencionesy Congresos Nacio­ nales, ya sea que ese poder haya sido ejercido por el Presidente de 1a Repuhlica, 0 tranRitoriamente, pOl' algtln.gobiel·llo pl'ovi­ !;orio <> jefe supremo.
Mucho descuido punible ha habido de parte de los encar­ gados de la administraci6n p(lhlica desde los tiempos gloriosos de nuestra independencia en todo 10 que se relaciona con pnbli­ caciones de documentos oficiales, hasta el extremo, de encon­ trarse inedita..q casi todas las que se relacionan con la legislaci6n patria, pues, si exceptuamos las leyes, que son las (micas pu­ blicadas porque a!:li se requiere pal'a su sancion, no se conoce, nadade 10 que con elJas se re1acionan.
Sin embargo algo se ha hecho en los ultimos tiempos con publicaciones tales como lu Clave de Legislaciun del Dr. Fran-
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IV.
dsco Andrade Mal'in, con ~I Indice de Recol'ilaci6n del Dl'. A .. B. Serrano, y con la Recopilacion de Leyes pOl' al Dr. Aurelio Noboa •. cuyos dos pl'imal'os tomos han sido ya publicados.
Sin 1"1 esfuprzo individual no tl"ndrfamns hoy Illas (lue El Registro Nacional autentico, y 10:-; folletm; de leyes y decl'etos de los congJ;esos.
Pa1"eCt' cosa increihle que las Actas de las COJlvenciones y Congl'Psos clel Ecuador, no estell pllhlicados en un ()I'den ml'" ti,tlico ell ecliciones ahuudantes si solo las pllhlicadas en dicho orden son las que cOl'l'esponden dei:lde el ano de ISHO a l~H!I. las demas se ~ncuentran esparcitlas en los peri6dicos oficiales t.an diticil de encontrarse,
Conocemos las leyes pel'O no su historia, y muchas de lag • llctas se encuentl'an inkHtas-,
Pero que podemos dedr de'la no l'uhlicacion de estas cIa­ ses de doellmentos tan interesantes cuando las ohras de nues­ tros grandes ingenios, s~ encnentr'an nnas envueltas en el polvo tlel olvido, otras perdidas pOl' el trascurso de los a1108, y JUuchas para siempre en medio de las llamas, de nllest.'os in­ cendios.
i Cm\ntos archivos brillantes han sitlo destruldos en eSRS grandes ht'Catombes !
Pero me ho'tlesviado del punto principal de estas cortas Ii­ Beas: continuemos.
La Recol'ilacion que ojrezco al pu,eblo ecltatoriano no e:'l otra cosa que la repetici611 de 10.'1 mislnos Itechos aplicados «. hombres y epocas dijerentes segim ehateuhl'ian, aquello no e!ol ot.ra cosa que: la Historia.
En estos documentos encontraremos las causas de nuestras esteriJes guerras civiles. que ele contienda en contienda nos Be­ van al abismo, que impil)e el progreso material y cientffico de nuestra amada pat ria, que eonsume nuestro escasC) tesoro, que desorganiza nuestra hacienda nacional, que ha desolado nuestros
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campos, que nos desacredita en el extl'angero doude se nos crl'e en la barba'rie, i Cufmtas veces nos hemos sonrojado, en el pais de Ia libpI'tad. alla en el Norte de America, al tratar8e de nues­ tl'a ch'ilizaciilll! 8:)10 despues desalir de los lfmites patrtos· y "isitar esos grandes centros del emporio y del saher h\111.1I1no. (leI pmgreso y de la libel'tad bien cntendida. nos convellzemos que 11080t1'OS apenas somos un Momo, cuando nos cr(>etnos (l.qni, diguos de llamar~10s ch-ilizados,
Despues de visitar aquellos grandes pUE·hlos, nos hemos couvencido 'Ine una de la-; causas de nl1estro atra80, es la falta de inmigraci(m, llue se rctl'ae de venir POI' falta de gal'au­ tias; ei dia que ella venga it. nue8tl'o pais, y al dia que como no 10 dudamos Y,a, nuestl'o tel'ritorio estl! cruzado de vias ferl'eas. ese sera el dfa en que Ie dim las genel-aciones fnturas 01 adios it nnestl'os trastOl'nos domesticos: Que venga la imnigl'acibn it visitar nuestl'as extensas costas, Illu>stras moniafias '-irgenes. 11l1estro interior, it levantal'lo de la ahyeccioll y la ignol'ancia, Que vengall las lilleas fel'l'eaS it snstituir it. la hestia y al bagaJe m.enor, que venga el silvido de la loco'motol'a a sustituir en nues­ tl'as andinas cordillcl'as el rondfn del indio que en su sensible !la1'avi llora la desgracia de la patria alllada, Que en vez de re­ mover osamentos humanos, fruto de nU9stras guerra.<; intel'l1as. I'emovamos esas bases de oro, que se acaben para siempl'e los odios de partido, las personalidades, que 110 cabemos la fosa de nuestra desvelltura,
Alli ell ('sos docnmentos, encontral'emos las fechas de los (,pisodios 'mas grandes de nuestl'a independencia, las fechas «lesgl'aciadas para unos y felie('f\ para otl'OS en nu{>stl'a epoca nacional, en que, con el nomhre de l'estaUl'acion b l'egE'nel'a­ cion, hemos dado un esclmclalo al mundo, Alli, en esos doeu­ mentns, encontraremos con claridad y precigiun todos los aeon­ tecimientos notables hahidos en esta pOl'cifln de la America. desde los gloriosos tiempos en qne se reuniolel Congl'eso de An­ gostura illaugurado conla magica palahra del drbitro de la paz :'1 de lu guerra, Bolivar, it. mAs de sus gl'ancles dotes de ot'adol'! de literato y de guerrero, fue tambi(m un gl'an profeta,
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VI.
Cual'luiera que se dedique a estudiar los discursos del ge­ nio de America prol1unciados en el Congreso de Angostura, 0 sus Mensajes dirijidos a la Gran Convenciim de Ocafta {) al Congreso de 1830, vera en el al verdadero profeta politico de l~sta parte del ter'ritorio americano que al principio del p"esente siglo liberto con su espada y que ('.on su genio formo 1a Gran Colombia.
Volviendo a nuestro objeto manifestare que he hecho todo 10 posibte iL fin de que la Recopilacioll spa 10 mas completa, peru siempre encuelltrase el escollo de la falta de datos en nuestros archivos puhHcos y mucho tiempo y mllcho trabajo he necesi­ tado para poder conspguir los Mensajes que hoy publico en orden cronologico que as el que me htL parecido mas adecuado y con­ veniente. No se auu de Cllantos tomos pueda constar esta pe­ quefta ohra y si pueda concillirla~ pues sabido es que la impre­ sion en nuestro pais es demasiada cara y no sa si pueda conse­ guir el apoyo del piiblico para darle termino. Si Uegare A dar­ Ie fin, vere colmados mis deseos y sere perseverante en otras c1ases de publicaciones del mismo genero.
No me ha movido llingun fin de lucro al poner en" prcictica In pllblicacion de que trato, pues como 10 dejo dicho bien sabi­ do es que estas c1ases de puhlicacioues cuando mAs dejan para cnbrir el importe de la edicion .
• Este primer volumen, como ellector verA, ('.omprende la epo('.R transcul"rida desde 1819 en que se reunio el Congreso de Angostura, hasta el afto de 1843, con los Mensajes del General Juan Jose Flores a la Convencion de aque}. afto.
Me abstengo de entral; en allalisis hist6ricos, porque ese trabajo Ie corresponde a plumas bien cortadas, y pOl' que sabi­ do es que esta aiin fresca 1a s~ngre ilerramada en todas nues­ tras contiendas civiles y frescas tam bien las enemistades <Ie partiilo.
Si hombres tan notables como el Dr. Pedro Fermin Ce­ vallos cerro su brillante libl"O en el afto de 1845, si la Historia del Ecuador por el Dr. :b','ancisco X. Aguirre aim se encuentra
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VII.
ineclita. qub:as por ser muy tempt'ano para Stl pnblicacion, f'i el patriarca del liberalismo ecuatoriano, Dn. Pedro Carbo, des­ pues de tant~ afios de continuo trabajo. prefirio ver sus ma­ nuscritos envueltos en llamas antes que darlos a luz; lcomo yo el ultimo de los ecuatorianos en ilust1'acion y talento, aunc)ue el primero en amar a la patria me atreveria it tocar hechos tan recientes?
En la recopilacion, no 10 dndo, jaltardn algunas piezas. sin que esto hayu sido intencional, sino pOl' caUS8S como ya 10 dejo dicho: de archivos. Todo 10 que he po<lido recopilar 10 he recopilado, 10 pertenecieute a los amigos ya 10.s enemigos; a radicales, liberales y conservadores, pot'que no me ha movido ni moveI'll. nunca el odio lli la venganza, pe1'o ni siqniera he querido suprimir en esta obra, algo que hiere al nomlwe que llevo. POI' el contrario 10 publicare, pOI'que se que el tiempu (',ondena la infidencia y reconoce la probidad.
OllaYll.quil. Diciembre .J1 de 1900.
Jltjalldro Ilobo.a.
DEL
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Dichoso el ciudadano que bajo el escudo de las armas de su mando ha convocado la soheranfa nacional, para que ejerza su voluntad absoluta! Yo, pues, me encuentro entre los seres mas favorecidos de la Divina Providencia, ya que he tenido el honor de reunir a los representantes del puehlo de Yenezue· la en este augusto Congreso, fuente de la autoridad legitima, deposito de la volunt.ad soherana, y arhitro del destino de]a nacion.
AI trasmitir a los Representantes del pueblo el poder supremo que se me habfa confiado, colmo los votos de mi cora· zon, los cJe mis conciudadanos, y los de nuestras futuras gene­ raciones, que todo 10 esperan de vuestra sahidurfa, reetitud y
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prudencia. Cuando cumplo con este dulce deber, me liberto de la in mensa autoridad que me agobiaba como de la responsa­ bilidad ilimitada que pesaba sobre mis debiles fuerzas. Sola­ mente una necesidad forzosa, unida a la voluutad imperiosa del pueblo, me habia sometido al terrible y peligroso encargo de dictador Jefe Supremo de la Republica. Pero ya l'espiro. devolvilmdoos esta autoridad, que con tanto riesgo, dificultad y pena he logrado mantener en medjo de las tribulaeiones ma.~ horrorosas que pueden afligir a un cuerpo social.
No ha sido la epoca de la republica que he presididu una mera tempestad politica, ni una guerra sangrienta,ui una anarquia popular: ha sido, sf, el desarrollo de todos los elemen­ tos desorganizadores: ha sido, sf, la inundaeion de un torrenk infernal que ha sumergido la tierra de Venezuela. i Un hombre. y un hombre como yo ! t: que diques podia opouer al impetu de estas devastaciones? En medio de este pielago de angustias, no he sido mas" que un viI juguete del huracan revolucionario, que me arl'ebataba como una debil paja. Yo no he podido haeer ni bien ni mal. Fuerzas irresistibles, hau dirigido la marcha de nuestros sucesos. Atribufrmelos no sena justo, y seria dar­ me una importancia que 'no merezco. t:Quereis conocerlos au­ tores de los aeontecimientos pasados y del orden actual? Con­ sultad los anales de Espada, de America. de Yenezuela: exa­ minad las leyes de Indias, el regimen de los autiguos man­ datarios, la intfuencia de la religion y del dominio extranjero: ohservad los primeros actos del gobierno republicano, la fel'oci­ dad de nuestros enemigos y el caracter naeional.
Nome pregulltl'is sobre los efectos de estos trastornos, para siempre lamentables; apenas se me puede suponel' simple instrumento de los grandes moviles que han ohrado sobre Ve­ nezuela. Sin embargo, mi vida, mi conducta, todas mis accio­ ues publicas y privadas estan sujetas a la ceusura del pueblo.
i Representantes ! vosotros deMis juzgarlas. Yo someto la historia de mi mando a vuestra imparcial decision, nada afia­ dire para escusarla; ya he dicho cuanto pued.e haeer mi apolo­ gia. Si merezco vuestra aprobaeion, habre alcauzado el subli­ me titulo de buen ciudadano, prefel'ible para mi al de Libel'ta­ dol' que me dio Yenezuela, al de paeificador que me dio Cundi­ uamarca y a los que el mundo eutero pueda darme.
j Legisladores!-Yo deposito en vuestras manos el maudo Supremo de Venezuela. Vuestro es ahora el augusto deber de consagraros a la felicidad de la l'epilblica: eu yuestras manos
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esta la balanza de nuestros destinos, Ia medida de nuestra glo­ lia: elIas sellaran los decretos que fijen nuestra libertad.
En este momento el Jefe Supremo de la Republica no es mas que un simple ciudadano, y tal quiere quedar hasta la muerte. eervire, sin embargo, en Ia carrera de 'las armas, mientras haya enemigos en Venezuela. Multitud de beneme­ tos hijos tiene la patria capaces de dirigirla: talentos, virtudes, t'xperiencia, y cuanto se requiere para mandaI' a hombres libres, son el patrimonio de muchos de los que agui representan el pueblo, y fuera de este soberano cuerpo se encuentran ciudadanos que en todas epocas han mostrado valor para arl:ostrar los peligros. prudencia para evitarlos, y el arte, en fin, de gobernarse y de gobernar a otros. Estos ilustres varones mereceran, sin duda, los sufragios del congreso, y a ellos se encargara del gobierno. que tan cordial y sinceramente acabo de renunciar para siem­ pre.
La continuacion de la autoridad en un mismo individuo. frecuentemente ha sido el termino de los gobiernos democra­ ticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y el se acostumbra lL mandarlo, de donde se origina la usurpacibn y la tirania. Un justo celo es la gar'dntia de ia libertad republican a, y nuestros ciudadallos de­ ben temer con sobrada justicia, que el mismo majistrado que les ha mandado mucho tiempo, les mande perpetuamente.
Ya, pues, que pOl' este acto de mi adhecion lL la libertad de Venezuela puedo aspirar a la gloria de ser COlltadO entre sus mas fieles amantes, perrnitidme, sefior, que e:x:ponga con la franqueza de un verdadero republicano, mi respetuoso dicta­ men en este proyecto de c3nstitucion, que me tomo la libertad de ofreceros en testimonio de la sincelidad y del candor de mis sentimientos. Como se trata de la salttd de todos, me atrevo a creer, que tengo derecho para ser oido pOI' los represelltantes del pueblo. Yo se muy bien que vuestra sabidurIa 110 ha me­ nester de consejos, y se tambien que mi proyecto acaso os paracerlL erroneo, e impracticable. Pem, sefiores, aceptad con benignidad este trabajo, que mas bien es el tributo de mi since­ ra sumision al cOllgreso que el efecto de una levedad presun­ tuosa.
POl' otra parte, siendo vuestras funciones la creacion de un cuerpo politico, y aun se podlia decir, la creacion de una
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sociedad entera, rodeada de todos los inconvenientes que pre­ senta una situacion la mas singular y dificil, quizas el grito de un ciudadano puede advertir la presencia de un peligro encu­ hierto () desconocido.
Echando una ojeada sobre 10 pasOOo, veremos cual es la base de la republica de Venezuela.
Al desprenderse la America de la monarquia espanola se ha encontrado semejante al imperio romano, cuando aquella enorme masa cayo dispersa en medio del antiguo mundo. Ca­ da desmembracion formo entonces una nacion independiente, conforme a su situacion 0 a sus intereses; pero conla diferen­ cia de que aquellos miembros volvian a restahlecer sus plirne­ ras asociaciones. N osotros ni aim conservamos los vestigios de 10 que fue en otro tiempo; no somos europeos, no somos in­ dios, sino una especie media entre los aborigenes y los espano­ les. Americanos pOl' nacimiento, y europeos porderechos, nos hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los tftulos de posesi{)n, y de mantenernos en el pais que nos vio nace .. contra la oposicion de los invasores; asi, nuestro caso es el mas extraordinario y complicado. Todavia hay mas; nuestra suerte ha sido siempre purarnente pasiva, nuestra existencia politica ha sido siempre nula, y nos hallamos en tanta mas dificultad para alcanzar la libertad, cuanto que estabamos colocados en un grado inferior al de la servidumbre, porque no solamente se nos~abia robOOo la libertad, sino tamhien la tiranfa activa y domestica. Permitaseme explicar esta paradoja.
En el regimen ahsoluto, el poder autorizado no admite limites. La voluntad del despota es la ley suprema, ejecutada arbitrariamente pOl' los subalternos que participan de la opre­ sion organizada, en razon de la autoridad de que gozan. Ellos estan encargados de las funciones civiles, politicas, militares y religiosas; pero al fin son persas las satrapas de Persia, son turcos los bajaes del gran senor, son tartaros los sult~nes de la Tartaria.
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Ii los ojos de la multitud, y que as de tanta importaucia en las grandes revoluciones. Lo dire de una vez, estabamos abstrai­ dos, auseutes del universo, en cuanto era relativo a la ciencia oel gobierno. .
Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignoran­ cia, de la tirania y del vicio, no hemos podido adquirir ni sa­ ber, ni poder, ni virtud. Discipulos de tan perniciosos maes­ tros, las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que he­ mos estuoiado, son los mas destructorea Por el engaiio ae nos ha dominado mas que por la fuerza,y pOl' el vicio se nos ha degradado mas bien que por la superticiou. La esclavitud el:\ la hijade las tinieblas; un pueblo ignorante es un iustru­ mento ciego de su propia destruccibu; la ambicibn, la intriga abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres aje­ nos oe todo conocimiento politico, econbmico 0 civil: adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traicibn por el patriotismo, la venganza por la justicia. Semejaute a un robusto ciego que iustigado por el sentimiento de sus fuerzas marcha con la seguridao del hombre mas perspicaz, y dando en todos los escollos no puedt' rectificar sus pasos. '
en pueblo pervertido, si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzal'au en mostrarle que la felicidad consiste en la practica' de la virtud; que el im­ perio de las leyes es, mas poderoso que el de los tiranos, porque son mas inflexibles, y todo debe someterse a su benefico rigor: que las buenas costumbres, y no la fuerza sou las columnas de las leyes: que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la li­ bertad. Asi, legisladores, vuestra empresa es tanto mas fmpro­ ba, cuanto que teneis que constituir a hombres pervertidos pOl" las ilusiones del error, y por incentivos nocivos. La libertad dice Rousseau, es un alimento suculento, pero de dificil diges­ tion. Nuestros debiles conciudadanos telid~an que enro­ bustecer su espfritu mucho antes que logren digerir el saluda­ ble nutrimento de la libertad. Entumidos sus miembros pOl" las cadenas, debilitada su vista en las sombras de las masmo­ rras, y aniquilados por las pestilencias serviles, (,seran capa­ ces de marchar con paso firme hacia el augusto templo de la libertad? ~Seran capaces de admirar de cerca sus explendi­ dos rayos y respirar sin opresibn el eter puro que alli reilla?
Meditad bien 'vuestra eleccibn, legisladores. No olvideis que vais a echar los fundamentos a un pueblo naciente, que po­ dra elevarse a la grandeza que la naturaleza Ie ha seiialado Ai
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vosotros proporcionais su base al eminente rango que Ie espel'a: si vuestra eleccibn no esta precidida por el genio tutelar de Ve­ nezuela que debe inspiraros el acierto al escoger la naturaleza y la forma de gobierno que vais a adoptar para la felicidad del pueblo; si no acertais, repito,la esclavitud sera el termino de nuestra transformacibn.
Los anales de los tiempos pasados os presentaran milla­ res de gobiernos. Traed a la imaginacibn las naciones que han brillado sobre la tierra, y contemplareis aftijidos que casi toda la tierra ha sido, y alin es victima de sus gobiernos. Obser­ vareis muchos sistemas de manejar hombres, mas todos para oprimirlos; y si la costumbre de mirar al genero humano con­ ducido por pastores de pueblos no disminuyese el horror de tan chocante espectaculo, nos pasmariamos al ver nuestra dbcil es­ pecie pacer sobre la superficie del globo, como viles rebaiios destinados a alimental' a sus crueles conductores. La natura­ leza, ala verdad, nos dota al nacer del incentivo de la libertad: mas sea pereza, sea pro pension inherente a la . humanidad, 10 cierto es que ella reposa tranquila, aunque ligada con las tra­ has que Ie imponen. AI contemplar este estado de prostitu­ cion parece que tenemos razbn para persuadirnos que los mas de los hombres tienen POI' verdadera aquella brill ante maxima, que mas cuesta mantener el equilibrio de la libertad, que sopor­ tar el peso de la tirania. i Ojala que esta maxima, contraria a la moral de la naturaleza, fuese falsa! i Ojala que esta maxima no estuviese sancionada poria indolencia de los hombres con res­ pecto a sus derechos mas sagt·ados!
Muchas naciones antiguas y modernas han sacudido la 0Pl"e­ sibn; pero son rarisimas las que han sabido gozar de algunos pre­ ciosos momentos de libertad: muy luego han recafdo en sus an­ tiguos vicios politicos, porque son los pueblos, mas bien que los gobiernos, los que arrastran tras sf la tirania. El habito de la dominacibn los haee incensibles a los encantos del honor y de la prospel'idad nacional, y miran con indolencia la gloria de vivir en el movimiento de la libertad, bajo la tutela de leyes dictadas por su propia libertad. Los fastos del universo pro­ caIman esta espantosa verdad.
Solo la democracia en mi concer to es suceptible de una absoluta libertad, pero, l.cual es el gobierno democratico que ha reunido a un tiempo, poder, prosperidad y permanencia? Y no se ha visto por el contrario la aristocracia, la monarquia, cimentar grandes y poderosos imperios por siglos y siglos?
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;,Que gobierno mas antiguo que el de China? GQue republicaha excedido en duracion a la de Esparta, a la de Venecia? i.El impe­ rio romano noconquist() la tierra? GNo tiene la Francia catorce siglos de monarquia? i,Quilm es mas grande que ]a Inglaterra? Estas naciones, sin embargo, han sido 0 son aristocrada y mo­ narquia
A pesar de tan crueles reflecciones yo me siento arreba­ tado de gozo pOl' los grandes pasos que ha dado nuestra repu­ blica al entrar en su noble carrera. Amando]o mas lltil, ani­ mada de 10 mas justo, y aspirando a 10 mas perfecto, al sepa­ rarse Venezuela de la nacion espafiola, ha recobrado su inde­ pendencia, su libertad, su igualdad, su sobt>rania nacional. Constituyendose en una republica democratica proscribio ]a monarquia, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privile­ gios: declare'> los derechos del hombre, la libertad de ohrar, de pensar, hahlar y de escrihir. Estos actos, eminentamente Ii­ berales, jamas seran demasiado admirados poria pureza que los ha dictado. EI primer congreso de Venezuela ha estampado en los anales de nuestra legislatura, con caracteres' indelehles. la magestad del puehlo dignamente expresada al sellar el acto social mas capaz de formal' la dicha de una nacion.
Necesito recoger todas mis fuerzas para sentir con toda la vehemencia de que soy susceptih]e. al supn'mo hien que encielTa en sl este codigo inmortal de nu('stros dercchos y nues- tras leyes ....... Hay sentimientos que no se pueden contener en el pecho de un amante de la patria: ellos rebosan agitados pOI' su propia violencia, y a pesar del mismo que los abriga, una fuerza imperiosa los comunica. Estoy penetrado de la idea de que el gobierno de Venezuela debe reformarse; yaimque mu­ chos ilustres ciudadanos piensan como yo, no todos tienen el alTojo necesario para profesar pUhlicamente la adopci6n de nue­ vos principios. Esta consideracion me insta a tomar la iniciati­ va en un asunto de la mayor gravedad, y ell que hay sobrada audacia en dar a visos a los consejeros del pueblo.
Cuanto mas admiro la excelencia de la constitucion fede­ ral de Venezuela, tanto mas me persuado de . la imposibilidad de su aplicacibn a nuestro estado. Y segun mi modo de vel', es un prodigio que su modelo en al Norte de America suhsista tan prosperamente y no se t'rastorne al aspecto del primer embara­ zo e'> peligro. A pesar de que aquel puehlo es un mo­ delo singular de virtudes politicas, y de ilustracion moral: no obstante que la libertad ha sido su cuna, se ha criado en
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la libertad y se alimenta de pura libertad :-]0 dire todo, aunque bajo de muchos respectos, este pueblo es unico en la histol'ia del genero humano, es un prodigio, repito, que un sistema tan debil y complicado como el federal haya podido regirlo en cir­ cunstancias tan dificiles y delicadas como las pasadas. Pero sea 10 que fuere de este gobierno con respect.o a la nacibn ameri­ cano, debo decir, que ni remotamente ha entrado en mi idea a­ similar la situacion y naturaleza de dos estados tan distintos como el ingles americano, y el americano espaflol. i,No seria muy dificil aplicar a Espafla el cOdigo de libertad politica, civil y religiosa de Inglaterra? Pero aun es mas dificil adaptar en Venezuela, las leyes del norte de America. ~No dice ':El espi­ tu de las leyes" que estas deben ser propias para el pueblo que se hacen? ~que es una gran casualidad que las de una nacion puedan convenir a otra? ~que las leyes deben ser relativas a 10 fisico del pais, al dima, a Ia calidad del terreno, a BU situacion, a su extencion, al genero de vida de los pueblos? ll'eferirse al grado de Ubertad que la constitucion puede sufrir, a la religion de los habitantes, a sus inclinaciones, a sus riquezas, a su nu­ mero, a su comercio, a sus costumbres, a sus modales? jHe aqui el codigo que debfamos consultar y no el de Washing­ ton!!
J..a constituci6n veneiolana, sinembargo de baber tornado sus bases de la mas perfecta, si sa atiende a la correccion de los principios y a los efectos beneficos de su administracion, difi­ rip esencialmente de la americana en un punto cardinal, y sin duda el mas importante. El congreso de Venezuela, como el americano, participa de algunas de las atribuciones del Poder Ejecutivo. Nosotros ademas subdividirnos este poder babien­ dolo sornetido a un cuerpo colectivo sujeto por consiguiente a los inconvenientes de barer periodica la existencia del gobierno, de suspenderla y disolverla siempre que se separen sus mielll­ bros.
Nuestro triunvirato carece, por decirlo asf, de unidad, de continuaci6n, de responsabilidad individual; esta pl'ivado de accion momentanea, de vida continua, de uniformidad real, de responsabilidad inmediata, y un gobierno que no posee cuanto constituye su moralidad, debe llamal'se nulo.
Aunque las .facultades del Pl'esidente de los Estados Uni­ dos estan limitadas con restricciones exceslva..<;, ejerce pOl' sf solo todas las funciones gubernativas que la constitucion Ie atribuye y es indubitable que su administracion debe ser mas
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unifonne, constante y verdaderdmente propia que 1a de un po­ der diseminado entre varios individuos, cuyo compuesto no pue­ de ser menos que monstruoso. El poder judiciario en Vene­ zue1a es semejante al americano, indefinido en duracion, tem­ poral y no vitalicio: goza de toda la independencia que Ie co­ lTeSponde.
El primer congreso en su consiitucion federal consulto mas el espfritll de las provincias, que la idea solida de fonnar una republica indivisible y central. Aquf cooieron nuestros ]e­ gisladores al empeflo inconsiderado de aquellos provinciales se­ ducidos por el deslumbrante brillo de 1a felicidad del pueblo amelicano, pensando que las bendidones de que goza son debi­ das exclusivamente a la forma de gobierno, y no al carActer y costumbres de los ciudadanos. Y en efecto, el ejemplo de los Estados U Didos, por su peregrina prosperi dad, era demasiado lisonjero para que no fuese seguido. ~ Quien puede resistir el atractivo victorioso del goce pleno y absoluto de la soberania, de 1a independencia, de la libertad.? ~Qui{m puede resistir al amor (}ue inspira un gobierno inteligente que liga a un mismo tiem­ po, los derechos particulares a los derechos generales: que for­ ma de la voluntad com un la ley suprema de la voluntad indivi­ dual? ~Qui{m puede resistir al imperio de un gobierno bienhe­ chor que con lmamano hAbH, act-iva y poderosa, dirige siem­ pre y en· todas partes, todos sus resortes hacia 13. perfeccion so­ cial que es el fin unico de las instituciones humanas?
Mas por halagileflo que parezca y sea en efecto este mag­ nifico sistema federativo, no era dado a los venezolanos gozar- 10 repentinamente alsalir de las cadenas. No estabamos pre­ parados para tanto bien; el bien, como el mal rIa la muerte cuando es subito y excesivo. Nuestra constitucion moral no tenfa todavia la consistencia necesaria para recibir el beneficio de un gobierno completamente representativo, y tan sublime cuanto que podia ser adaptado a una repdblica de santos.
Representantes del pueblo!-Vosotros estais llamados a consagrar () supriJUir cuanto os parezca digno de ser conserva­ do, reformado 0 desechado ~n nuestro pacto social. A voso­ tros pertenece el corregir la obra de nuestros primeros legis­ ladores; yo querrfa decir, que a vosotros toea cubrir una parte de las bellezas que contiene nuestro codigo politico; porque no todos los corazones estan fomlados para amar a todas las bel­ dades; ni todos los ojos son capaces de soportar la luz celestial de la perfeccion. Ellibro de los apostoles, la moral de Jesus,
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la obra divina que nos ha enviado In Providencia para mejorar a los hombres, tan sublimE:>, tan santa, es un diluvio de fuegn en Constantinopla, y el Asia entera amena en vivas llamas si este libro de paz se impusiese repentinamente por codigo de re­ ligion, de leyes y de costumbres.
. Seame permitido llamar la atenci6n del congreso sobre una materia que puede ser de una importancia vital. Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte: que mas bien es un compuesto de Africa y America que una emanacion de la Europa; pues que hasta la Espana misma, deja de ser europea por su sangre africana, por sus instituciones y pOI' su carActer. Es imposible asignar con pro­ piedad A que familia humana pertenecemos. La mayor parte del indigena se ha aniquilado, el europeo se ha mezclado con el americano y con el africano, y este se ha mezclado con el indio y con el europeo. N acidos todos del seno de una misma ma­ dre, riuestros padres, diferentes en ongen y en sangre son ex­ tranjeros, y todos difteren visiblemente en la e~idermis: esta desemejanza trae un reato de la mayor trascendencia.
Los ciudadanos de Venezuela gozan todos por la constitu­ cion, interprete de la naturaleza, de una perfecta igualdad po­ Utica. Cuando esta igualdad no hubiese sido un dogma en A­ tenas, en Francia y en America, dehenamos nosotros consa­ grarlo para corregir la diferencia que aparentemente existe. Mi opinion es, legisladores, que el principio fundamental de nuestro sistema depende inmediata y exclusivamente de la igualdad establecida y practicada en Venezuela. Que los hom­ bres nacen todos con derechos iguales a los bienes de la socie­ dad, estA sancionado por la pluralidad de los sabios; como tam­ bien 10 esta qUE:> no todos los hombres nacen igualmente aptos a la obtencion de todos los rangos; pues todos deben practicar la virtud; y no todos la practican; todos deben ser valerosos, y no todos 10 son, todos deben poseer talentos, y no todos 10 po­ seen. De aquf viene la distincion efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad mas liberalmente establecida. Si el principio de la desigualdad politica es generalmente reconocido, no 10 es menos el de la igualdad fisica y moral. La naturale­ za hace a los hombres desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia, por­ que colocan al individuo en la sociedad, para que la educacion, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, Ie den una igualdad fict.icia, pl'opiamente llamada politica y social. Es una inspiracion eminentemente benefica la reunion de todas las
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clases en un estado en que la diversidad se multi plica en razon de la propagacion. de la especie. Por este solo paso se ha aran­ cado de raiz la cruel discordia. jCUantos celos, rivalidades·y odio se han evitado!
Habiendo ya eumplido con la justicia, con la humanidad, cumplamos ahora con la polftica, con la soeiedad, allanando las dificultades que opone un sistema tan sen cillo y natural, mas tan debil que el menor tropiezo 10 trastorna, 10 arruina. La di- ... versidad de origen requiere un pulso infinitamente firme, un tacto infinitanlente delieado para manejar esta sociedad hetero­ genea, euyo eomplieado artificio se disloca, se divide, se disu('l­ ve con la mas ligera alteracion.
El sistema de gobierno mas perfecto es aquel que product> mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad so­ cial y mayor suma de estabilidad polftica. POI' las leyes qUt> dicto el primer congreso tenemos derecho de esperar que la di­ cha sea el dote de Venezuela; y pOl' las vuestras, debemos Ii­ sonjearnos que la seguridad y la estabilidad eternizarlm esta dicha.-A vosotros toea resolver el problema.-'-~Como despues de haber roto todas las trabas de nuestra antigua opresion, po­ demos hacer la obra maravillosa de evitar que los restos de nuestros duros hierros no se eambien en armas liberticidas? Las reIiquias de la dominacioll espanola permaneeeran largo tiempo antes que lleguemos lL anonadarlas: e) contagio del des­ potismo ha impregnado nuestra atmosfera. y nf el· fuego de la guerra ni el especffieo de nuestras saludables leyes han purifi­ cado el aire que respiramos. Nuestras manos ya estan libres, todavfa nuestros eorazones padecen de las dolencias de la ser­ vidumbre. El hombre, al perder la libel'tad, decfa Homero, pier­ de la mitad de su espiritu.
Un gobierno republicano ha sido, es y debe ser e) de Ve­ nezuela; sus bases deben ser la soberanfa del pueblo, la division de los poderes, la libertad civil, la proscripcion de la esclavitud, la abolicion de la monarqufa y de los privilegios. Necesitamos de la igUa)dad, para refulldir, digamos)o asi, en un todo, la es­ pecie de los hombres, las opiniones politicas y las costumbl'el-l pfiblicas. Luego, extendiendo la vista sobre el vasto campo que nos falta que recorrer, fijemos la atencion sobre los peli­ gros que debemos evitar. Que la historia nos sirva de gufa en esta carrera. Atenas la primera nos da el ejemplo mas brillan­ te de una democracia absoluta, y al instante la misma Atellas nos ofrece el ejemplo mas melancolico de la extrema debil~dad
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de esta especie de gobierno. El mas sabi~ legislador de Grecia no yio conservar su republica diez afios. y sufrio la humillacion de reconocer la insuficiencia de la democracia absoluta para re­ gir ninguna especie de sociedad. ni aun la mAs culta, morige­ rada y limitada porque solo brilla con relAmpagos de libertad. Reconozcamos, pues, que Solon ha desengafiado al Mundo y Ie ha ensefiado cuAn dmcil es dirigir por simples leyes A los hom­ hres.
La republica de Esparta, que parecia una invencion qui­ merica, produjo mas efectos reales que la obra ingeniosa de Solon. Gloria, virtud, moral, y por consiguiente la felicidad nacional, fueron el resultado de la legislacion de Licurgo. Aunque dos reyes en un Estado son dos monstruos para devo- 1'arlo, Esparta poco tuvo que sentir de su doble trono; en tanto que Atenas se prometfa la suerte mas espIendida, con una so­ berania absoluta, libre eleccion de magistrados frecuentemen­ te renovados, leyes suaves, sabias y pol1ticas. Pisistrato, usur­ pador y tirano, fue mAs saludable a Atenas que sus leyes; y Pericles, aunque tambien usurpador, fue el mas utH ciudada­ no. La republica de Tebas no tuvo mas vida que la de Pelopi­ das y Epamimondas; pOrq1l6 a veces son los hombres,· no los principios los que forman los gobiernos. Los codigos, los sis­ temas, los estatutos, por sabios que sean, son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las republi­ cas.
La constitucion romana es la que mayor poder y fortuna ha producido a ningun pueblo del Mundo; allf no habfa una exacta distribucion de los poderes. Los cOnsules, el senado, el pueblo ya eran legisladores, ya magistrados, ya jueces; todos participaban de todos los poderes. El ejecutivo, compuesto de dos consules, padecia el mismo inconveniente que el de Espar­ tao A pesar de su deformidad, no sufrio la republica la de de­ sastrosa discordancia que toda prevision habrfa supuesto in­ separable de una magistratura compuesta de dos individuos, igualmente autorizados, con las facultades de un monarca. Un gobierno, cuya linica inclinacion era la conquista, no parecfa destinado a cimentar la felicidad de su nacion; un gobierno mons­ truoso y puramente guerrero elevo aRoma al mas alto ex­ plendor de virtud y de gloria y formo de la tierra un dominio romano, para mostrar a los hombres de cuanto son capaces las virtudes politicas y cuan diferentes suelen ser las institucio­ nes.
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Y pasando de los tiempos antiguos a los modernos, encon­ traremos 1a Inglaterra y la Francia llamando 1a atencion de todas las naciones y dandoles 1ecciones elocuentes de toda es­ pecie en materia de gobiel'no. La revolucion de estos dos grandes pueblos, como un radiante meteoro, ha inundado el mundo con tal profusion de 1uces pol1ticas, que ya todos los se­ res que piensan han aprendido cuaIes son los derechos del hom­ bre y cUll.les sus deberes, en que consiste la excelencia de los gobiernos y en que consisten sus vicios. Todos saben apreciar el valor intrinseco de las teorfas especu1ativas de los fi1osofos y 1egisladores modern os. En fin, este astro en su 1uminosa ca­ rrera, alin ha encendido los pechos de los apaticos espa:ftoles. que tambien se han lanzado en el torbellino politico, han hecho sus efimeras pruebas de libertad, han reconocido su incapaci­ dad para vivir bajo el dulce dominio de las leyes y han vl1elto a sepultarse en sus prisiones y hogueras inmemoriales.
Aquf as el lugar de repetiros, 1egisladores; 10 que os dice el elocuente Volney, en la dedicatoria de sus "Ruinas de Pal­ mira": "A los pueblos nacientes de las Indias castellanas, A los jefes generosos que los gufan a la libertad: que los errores e infortunios del mundo antiguo enseiien la sabidurfa y felici­ dad al mundo nuevo." Que no se pierdan, pues las lecciones de 1a experiencia y que las escuelas de Grecia, de Roma, de Francia, de Inglaterra y de America nos instruyan en la diff­ cil ciencia de crear y conservar las naciones con 1eyes propias, justas, legttimas, y sobre todo, IUiles; no olvidando jamas que 1a exce1encia de un gobierno no consiste en su teorfa, en su forma ni en su mecanismo, sino en ser apropiado a la natura­ leza y al caracter de 1a nacion para quien se instituye.
Roma y la Gran Breta:fia son las naciones que mas han sobresalido entre las antiguas y modernas; ambas nacieron para mandar y ser libres: pero ambas se contituyeron no con bri­ llantes formas de libertad, sino con establecimientos solidos. Asf, pues, os recomiendo, representantes, e1 estudio de 1a cons­ titucion britanica, que es la que parece dastinada A operar e1 mayor bien posible a los pueblos que 1a adoptan; pero por per­ fecta que sea, estoy muy lejos de proponeros su imitacion ser­ vile Cuando hab10 del gobierno britanico, solo me refiero a 10 que tiene de republicano; y a 1a verdad, ~puede Ilamarse mo­ narqufa un sistema en el cual se reconoce la soberanfa popular, la division y equilibrio de los poderes, 1a libertad civil de con­ ciencia, de imprenta y cuanto es sublime en la polftica? ~Pue­ de haber mas libertad en ninguna especie de republica? ~y pue-
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de pretenderse mas en eI orden social? Yo os recollliando esta constitucion, como la mas digna de servir de lllodelo a cuantos aspiran al goce de los derechos del hombre y a toda falicidad politica que es compatible con nuestra fragil naturaleza.
En nada altera11amos nuestras leyes fundamentales. si adoptasemos un poder legislativo semejante al parlamento hn­ tAnico. Hemos dividido como los americanos la representa­ cion nacional en dos cAmaras: la de represelltalltes y al senado. La primera esta compuesta lllUY sahiamente. goza de todas las atribuciones que Ie corresponden y no es susceptible de una re­ forma esencial, porque la constituci{m Ie ha dado al 0l1gen, la forma y la facultad que requiere la voluntad del pueblo par:a ser legitima y competeutemellte representada. Si el sena­ do, en lugar de ser electivo fuese hereditario, serfa en mi COll­ cepto la base, ellazo, el alma de nuestra rep(lhlica. Este cuer­ po, en las tempestades polfticas parana los rayos del gobiemo y rechazarfa las olas populares. Adicto al gobiemo por el jus­ to interes de su propia ('.()nservacion, se opondrfa siempre a las invasiones que el pueblo intenta contra la jurisdiccion y la au­ toridad de sus majistrados. Debemos confesarlo: los mas de los hombres desconocen sus verdaderos intereses y constante­ mente procm'an asaltarlos en las manos de sus depositarios: el individuo pugna contra la masa y la masa contra la autori­ dad, POl' tanto, es preciso que en todos los gobiernos exista un cuerpo neutro que se ponga siempre de parte del of en dido y desarme al ofensor. Este cuerpo neutro, para que puooa ser tal, no ha de deber su ongell a la eleccion del gobiemo ni a la del pueblo, de modo que goce de una plenitud de independen­ cia que ni tema ni espere nada de estaa dos fuentes de autori­ dad. El senado heredi~ario, como parte del pueblo, participa de sus intereses, de sus sentimientos y de su espiritu. POI' esta causa no se debe presumir que un senado hereditario se desprenda de los intereses populares, ni olvide sus deberes le­ gislativos:.. Los senadores en Roma y los lores en Londres, han sido las columnas mas firmes sobre que se ha fundado el edifi­ cio de la libertad politica y social.
Estos senadores seran elegidos la primera vez pOI' el con­ greso. Los sucesores al senado llaman la primera atencion del gobierno, que deberfa educarlos ell un colegio especialmente destinado para instruir aquellos tutores, legisladores futuros de la patria. A prenderfan las artes, las ciencias y las letras, que adornan el espiritu de un hombre publico: desde su infall­ cia ellos sabrfan a que carrera la Providencia los destinaba, y
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y desde muy tiemos elevarian su alma a la dignidad que les es­ pera.
De ningun modo seria una violacion de la igualdad poUtica la creacion de un senado hereditario; no es una nobleza 10 que pretendo establecer, porque oomo ha dicho un celebre republi­ cano, seria destruir a la vez la igualdad Y la libertad. Es un oficio para el cual·se deben preparar 108 candidatos, y es un ofi­ cio que exige mucho saber y 108 medios proporcionados para adquirir su instruccion. . Todo- no se debe dejar al ~ Y a la ventura de las elecciones: el pueblo Be engafta mas ficilmente que la naturaleza perfeccionada por el arte; y aunque es verdad qne estos senadores no saldrian del seno de las virtudes, tam­ bien es verdadque -saldrian del seno de una educacion ilustrada. Por otra parte, los libertadores de Venezuela son acredores a ocupar siempre un alto rango en la republica que les debe su existencia. Cree> que la posteridad veria oon sentimiento, ano­ nadadoslos nombres ilustres de sus primeros bienhechores: digo mas, es de interes publico, es de la gratitud de Venezuela, es del honor nacional oonservar oon gloria, hasta la ultima pos­ teridad, una raza de hombres virtuoBOtl, prudentes y esforzados que, superando todos los obsticulos, han fundado la republica a 008ta de los mas heroicos sacrificios. Y si el pueblo de Vene­ zuea no aplaude la elevacion de sus. bienhechores, es indigno de ser libre, y no 10 sarli. jamAs.
Un senado hereditario, repito, sera la base fundamental del poder legislativo, y POI' consiguiente sera la base de todo el gobiemo. 19ualmente serviri. de contrapeso para el gobier­ no y para el pueblo: sera una potestad intermedia que embote los tiros que reciprocamente se lanzan estos etemos rivales. En todas las luchas, la calma de un tercero viene a ser el organo de la reconciliacion: asf el senado de Venezuela sera la traba de este edificio delicado y harto susceptihle de impresiones violen­ tas: serael iris que calmara las tempestades y mantendri. la armont& entre los rniemhros y la cabeza de este cuerpo politico.
Ning"lin estfmulo podra adulterar un cuerpo legislativo in­ vestido de los primeros honores, dependiente de sl mismo, sin temer nada del pueblo ni esperar nada del gobierno, que no tiene otro objeto que el de reprimir todo principio de mal y pro­ pagar todo principio de bien; y que esta altamente interesado en la existencia de una sociedad en la cual participa de sus efec­ toe funestos 0 favorables. Se ha dicho con demasiada razbD que la camara alta de Inglaterra es preciosa para la nacion, POJ::-
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que ofrece un baluarie a la libertad, y yo aflado, que el senado de Venezuela no 8610 serta un baluarte de la liberted, sino un apOyo para etemizar la republica. .
El poder ejecuti vo britanico esta revestido de toda la auto­ ridad soberana que Ie pertenece, pero tambien esta <-ircunvalado de una triple linea de diques, barreras y estacadas. Es jefe del gobiemo, pero sus ministros y subaltemos dependen mas de las leyes que de su autoridad, porque son personalmente respon­ sables, y ni aun las mismas ordenes de 1& autoridad re,u. los eximen de esta responsabilidad. Es generalisimo del ejercito y la marina; hace la paz y declara la guerra; pero el parlamento as el que decreta anualmente las sumas con que deben pagarse es­ tas fuerzas militares. Si los tribunales y jueces dependen de el, las leyes emanan del parlamento que las ba consagrado. Con el objeto de neutralizar su poder, es inviolable y sagrada la per­ sona del rey; al mismo tiempo que Ie dejan libre la cabeza Ie li­ gan las manos con que debe obrar. EI soberano de Inglatena tiene tres formidables rivales: su gabinete, que debe responder al pueblo y al parlamento: el senado, que defiende los intereses del pueblo como represensante de la nobleza de que se compone; y la camara de los comunes, que sirve de organo y de tribuna al pueblo britanico. Ademas, como los jueces son responsables del cumplimiento de las leyes, no se separan de ellas, y los ad­ ministradores del erario, siendo perseguidos, no solamente por sus propias infracciones sino aun por las que hace el mismo gobiemo, se guardan bien de malversar 108 fondos publicos. Por mas que se examine la naturaleza del poder ejecutivo en Inglaterra, no se puede hallar nada que no incline a juzgar que es el mas perfecto mode-Io, sea para un reino, sea para una aristrocacia, sea para una democracia. Apliquese a Venezuela este poder ejecutivo en la porsona de un presidente nombrado por el pueblo 0 por sus representantes, y habremos dado un gran paso hacia la felicid8.d nacional.
Cualquiera que sea el ciudadauo que nene estas funciones, se encontrarA. auxiliado por la constitucion: autorizado para hacer bien, no podra hacer mal, porque siempre que se someta a las leyes, sus ministros cooperaran con el: si por el contrario, pretende infringirlas, sus propios ministros 10 dejaran aislado en medio de la republica y aun 10 acusarAn delante del senado. Siendo los ministros los responsables de las transgresiones que Be cometan, enos son los que gobiernan, porque enos son los que las pagan. No es la menor ventaja de este sistema la obli­ gacion en que pone a los funcionarios inmediatos al poder eje-
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cutivo de tomar la parte mas interesada y a.ctiva en las delibe­ raciones del gobierno y a mirar como propio este departamento. Puede suceder que no sea el presidente un hombre de grandes talentos ni de grandes virtudas, y no obtante la carencia de estas cualidades esenciales, el presidente desempeilari. SU8 debe­ res de un modo satisfactorio, pues en tales casos el miwsterio, haciendo todo por sl mismo, lleva la carga del estado.
Por exorbitante que parezca 1& autoridad del poder ejecuti­ vo de Inglaterrra, quizas no es excesiva en la republica de Ve­ nezuel&. Aquf el congreso ha ligado las manos y hasta la' C&­
beza lL los magistrados. Este cuerpo deliberante ha asumido una parte de las funciones ejecutivas, contra la mlLxima de Montesquieu, que dice, que un cuerpo representante no debe tomar ninguna resolucion activa: debe hacer leyes y ver si se ejecutan las que hace. Nada es tan contrario lLla armonfa entre los poderes como su mezcla. Nada as tan peligroso con ·respecto al pueblo como la debilidad del ejecutivo; y si en un reino se ha juzgado necesario concederle tantas facultades, en una republica son estas infinitament~ mas indispensables.
Fijemos nuestra atencion sobre esta diferencia, y hallare­ mos que el equilibrio de poderes debe distribuirse de dos modos. En las republicas el ejecutivo debe ser mas fuerte porque todos conspiran contra el, en tanto que en las monarqufas el mas fuerte debe ser ellegislativo, porque todo conspira en favor del monarca. La veneracion que profesan los pueblos lL 1a magis­ tratura real, es un prestigio que inftuye poderosamente'lL au­ mentar el respeto supersticioso que se tributa a esta autoridad. EI esplendor del trono, de la corona, de la ptil'pura: el apoyo formidable que Ie presta la nobleza: las inmensas riquezas que generaciones enteras acumulan en una misma dinastla: la pro­ teccion fraternal que recfprocamente reciben todos los reyes, son ventajas muy considerables que militan en favor de 1& auto­ ridad real y 1a bacen casi ilimitada. Estas mismas ventajas son, por consiguiente, las que deben confirmar la necesidad de atribuir a un magistrado republicano wta suma mayor de auto­ ridad que 1& que posee un principe constitucional.
Un magistrado republicano es un individuo aislado en me­ dio de una sociedad, encargado de contener el impetu del pue­ blo hacia 1& licencia, la propension de los jueces y administra­ dores bacia el abuso de 18$ leyes. Estll. sujeto inmediatamente al cuerpo legislativo, al senado, al pueblo; es un hombre solo resistiendo el ataque combinado de las opiniones, de los intere-
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ses y de las pasiones del estado '3Oclal, que 'como dice Camot, no hace mas que luchar continuamente entre el deseo de dOlpinar y el deseo de substraerse a la dominacion. Es, en fin, un atleta lanzado contra una multitudde atletas. , SOlo puede servir de correctivo A esta. debilidad, el vigor bien
cimentado y mas bien proporcionado a la resistencia que nercesa­ riamente Ie oponen al poder ejecutivo, eUegislativo, el j'udiciario y el pueblo de una republica. Si no se ponen al alcance del ejecutivo todos los medios que una justa atribucion Ie seflala, cae inevitablemente en 1a nulidad 0 en su propio abuso, quiero decir, en la muerte del gobiemo, cuyos herederos son la anar­ quia, la usurpacion y ]a tiranla. Be quiere C!)ntener la autori­ dad ejecutiva con restricciones y trabas: nada es mAs justo, pero que se advierta que los lazos que se pretenden conservar sa fortifican, sl, mM no sa estrachan. .
, .
No seamos presuutosos; lesgisladores; seamos moderados en nuestras pretensiones. No es probable conseguir 10 que no ha logrado el ~enero humano, 10 que no han alcanzado las mas grandes y sablas naciones. La libertad indefinida, la democra­ cia absoluta, son los escollos A donde han ido a estrellarse todas las esperaIizas republicanas. Echad una miradasobre las repu­ blicasantiguas, sobre las republicas modemas, sobre las repu­ blicas nacientes. Oasi todas han p~tendido establecerse abso­ lutamente democraticas, y A casi todas Be les han frustrado sus justas aspiraciones. Son laudables ciertaIhente los hombres que anheIan por instituciones legftimas y por una perfeccion social; pero ttquien ha dicho A los hombres que ya poseen toda la sabidur(a, que ya practican toda la virtud, que exigen impe­ riosamente la liga del poder con]a justicia? Angeles, no hom­ bres, pueden dnicamente existir libres, tranquilos y dichosos~ ejerciendo todos la potestad soberana.
Ya disfruta el pueblo de Venezuela de los derachos que le­ gftima y fAcilmente puede gozar; moderemos ahora el fmpetu
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de las pretensiones eXCEllivas que quiz' Ie suscitaria 1& fonna de un gobierno incompetente -para ~]: abandonemos las fonnas federales que no nos convienen: abandonemos el triunvirato del poder ejecutivo, y concentrandolo en un presidente, con1i~- 1D0sle 1a autoridad suficiente para que logre mantenerse luchan­ do contra los inconvenientes anexos 'nuestra reciente situa­ cion, al est ado de guerra que sufrimos y , la especi~ de los enemigos extemos y dom~8tiC08, contra quienes tendremos largo tiempo que combatir. Que el poder legis1ativo Be des­ prenda de las atribuciones que corresponden al ejecutivo, y adquiera no obtante nueva consistencia, nueva influencia ~n el ~uilibrio de las autoridades. Que los tribunales sean refor­ ZSdos por 1a estabilidad y la independecia de los jueces. por el establecimiento de jurados, de c6digos civiles y crfminales - que no sean dictados pOr la antigOedad, ni por reyes conquista~ dorea, sino por la vQzde la naturaleza, por el grito de la justi­ cia y por el genio de la sabidurfa;
Mi deseo es que todas las partes del gobiemo y adminis­ tracion, adquieran el grado de vigor que nnicamente puede mantener el equilibrio, no 8610 entre los miembros que compo­ nen el gobierno, sino entre las diferentes fracciones de que se compone nuestra sociedad. Nada -importarfa que los resortes de un sIstema politico Be relajasen por sus debilidades, si esta relajacfon no arrastrase coDsigo la disolucion del cuerpo social y la ruina de los asociados. Los gritos del g~nero humano en los campos de batalla 0 en los cuerpos tumultuarios, clam an al cielo contra los inconsiderados y ciegos legisladorea, que ban pensado que Be pUeden hacer impunente enSaYos de quimerieas instituciones. Todos los pueblos del mundo han pretendido 1a libertad, los unos por las armas, los otros por las leyes, pasando altemativamente de la anarqufa al despotismo, 0 del d~­ potismo , la anarquia; muy poco son los que Be han contentado con pretensiones moderadas, constituyendoBe de un modQ -con­ forme' sus medfos, , su espiritu y , sus circunstancias.
No aspiremos , 10 imposible, no sea que por elevamos 80bre la region de la libertad,· desoendamos , la region de la
,tirania. De la Hbertad absoluta Be desciende siempre al poder absoluto, y el medio entre estos dos tenninos es la suprema libertad social. Teorfas abstractas son las que producen la peniiciosa idea de una libertad· ilimitada. Hagamos que la fuerza publica Be contenga en los lfmites que 1a razon y el in­ teres'prescriben: que la voluntad nacional Be contenga en los Ifmites que un justo poder Ie Beftala; que una legislacion, civil
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y criminal, anAloga lL nuestra actual oonstitucion. domine imperiosamente 80bre el pedel" judiciario, y entonces habra uq equilfbrio y no habra el cboque que embaraza Ia marcha del estado, y no habra esa oomplicacibn que traha en vez de ligar Ia sociedad. .
Para formar un gobiemo estable se requiere la base de un espfrutu nacional, que tenga por objeto una inclinacion uni­ forme hacia d08 puntos capitales, moderar Ia voluntad general y limitar Ia autoridad. publica: los termin08 que fijan teorica­ mente estos dos punWs, son de una diffcil asignacion, pero-se puede concebir que la regia que' debe dirigirlos, es la restric­ cion y Ia ooncentracion reciproca, tL fin de que baya Ia m{mos frotacion posible entre. la voluntad y el poder legttimo. Esta ciencia se adquiere insensiblemente por la prlLctica y el estudio. El progreso de las lucas es el que ensancha el progreso de la prlLctica, y Ia rectitud del espfritu es 10 que ensancha el pro-' greso de las lucas.
El amor a Ia patria, el amor a las leyes, . el amor lL las rna- • gistrad08, son las nobles pasiones que deban observar exclusi­ vamente el alma de un republicano. Los venezolanos aman 1& patria, pero no aman susleyes, pOl'que estas han sido nocivas y eran Ia fuente del mal: tampoco han podido amar lL sus magis­ trados, porque eran infcuos, y los nuevos apenas son oonocidos en Ia carrera en que han entrado. Si no bay un respeto sa­ grado por Ia patria y POl" las leyes, y POl' las autoridades, 1& so­ ciedad es una oonfusion, un abismo: es un oonflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo.
Para sacar de este, caos nuestra naciente republica, todas nuestras facultades morales no serAn bastantes, si no fundim081a masa del pueblo en un todo: Ia composicion del gobierno en un to­ do: la legislacion en un todo: y el espfritu nacional en un todo. U nidad, unidad, unidad debe sal' nuestra divisa. La sangre de nuestros oonciudadanos es diferente; mezclemosla para unir­ la: nuestra oonstitucion ha dividido los poderes; enlacemoslos para unirl08: nuestras leyes son funest&S reliquias de todos los despotismos antigu08 y modem08; que este edificio monstmo80 se dsrribe, caiga y apartando hasta sus minas, elevemos un templo lL la justicia, y bajo los auspicios de su santa inspira­ cion, dictemos un cOdigo de !eyes venezolanas. Si querem08 oonsultar monumentos y modelos de legislacion, la Gra Breta­ fta, la Francia, la America Septentrional los ofrecen admira­ bles.
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La educacion popular debe ser el cuidado primogeneto del aInor patemal del congreso. Moral y luces son los polos de una republica; moral y lucas son nuestras primeras necesi­ dades. Tomemos de Atenas su Areopago y los guardianes de las costumbres y de lasl61es; tomemos de Roma sus cen­ sores y sus tribunales dom~ticos, y haciendo una santa alian­ za de estas instituciones morales, renovemos en el Mundo la idea de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, si­ no que quiere ser virtuoso. Tomemos de Esparta sus 4usteros establecimientos, y formando de estos tres manantiales una (uente de virtud, demos a nuestra republica una cuarta potestad, cuyo dominio sea la infancia y el corazOn de los hombres, el espfritu publico, las buenas costumbi-es y la moral republicana. Constituyamos este Arel>pago. para que vele sobre la educacion de los niflos, sobre la instruccion nacional; para que purifique 10 que se haya corrompido en la repliblica, que acuse la ingrati­ tud, el egofsmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la ne­ gligencia de 108 ciudadanos: que juzgue de.los principios de cor­ rupcion, de los ejemplos pemiciosos, debiendo corregir las cos­ tumbres con penas morales, como las leyes castigan los. delitos con penas afiictivas, y no solamente 10 que choca contra ellas, sino 10 que las burla; no solamente 10 que las ataca, sino 10 que las debilita; no solamente 10 que viola la constitucion, si no 10 que viola el respeto publico. La jurisdiccion de este tribu­ nal verdaderamente santo, deberA. ser efectiva con respecto a 1& educacion y a la instruccion y de opinion solamente en las penas y castigos. Pero sus anales 0 registros donde se consig­ nen sus aetas y deliberaciones, los principios MOrales y las ac­ ciones de los ciudadanos, serAn los libros de la virtud y del vi­ cio. Libros que consultara el pueblo para sus elecciones, los magistrados para sus resoluciones y los jueces para sus juicios. Una institucion semejante, por mas que parezca quimerica, es inftnitamente mas realizable que otras que algunos legislado­ res antiguos y modernos han establecido con menos utilidad del genero humano.
Legisladores I Por el proyecto de constituclon que reveren­ temente someto a vuestra sabiduna, ohservareis el espfritu que 10 ha dictado. AI proponeros la division de los ciudadanos en activos y pasivos, he pretendido excitar la prosperidad na­ clonal por laS dos mas grandes palancas de la industria, el tra­ bajo y el saber. Estimulando estos dos poderosos resortes de la sociedad se alcanza 10 mas difjcil E.>ntre los hombres,-ha­ cerlos honrados y felices. Poniendo restri~iones justas y pru-
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dentes en las asambleas primarias yelectorales, ponemos el pri­ mer dique. la licencia popular, evitando la concurrencia tu­ multuosa y ciega que en todos tiempos ha imprimido el desa­ cierto en las elecciones y ha llevado por consiguiente el desa­ cierto. los magistrados yo. la marcha del gobierno; pues este acto primordial es el acto generativo de la libertad 0 de la es­ .clavitud de un pueblo.
Aumeilt&ndo en la ba.lanza de los poderes el peso del con­ 'greso por el nurnero de los legisladoreso y la naturaleza del 88- 'nado, he procurado darle una 0 base fija a este primer cuerpo de la nadon y revestirlo de una consideracion importantfsima. pa­ Ora el exito de sus funciones soberanas.
Separando con lfmites bien seftaJados 1& jurisdiccion ejecu­ tiva de la jurisdiccion legislativa, no me he propuestodecidir sino enlazar cOn los vinculos de 1& armonia que nace de la in­ dependencia, estas postestades supremas, cuyo choque prolon­ gado jamas lia dejado de aterrar • uno de los contendientes. Cuando deseo atribuir al ejecutivo una suma de facultades su­ perior a la que antes gozaba. no deseo autorizar. un despota para que tiranice' a la republica, sino impedir que el despotis­ mo beligerante no sea causa inmediata de un circulo de vi­ cisitudes despbticas en que altemativamente sea reempJazada la anarqufa por la oligarquia y por la monocracia. AI pedir la estabilidad de los jueces, 1& creacion de un jurado y un nuevo cOdigo, he pedido al congreso 1& garantfa de 1& libertad civil, 1& mas preciosa, la mas justa, la mas necesaraia, en una palabra. la unica libertad, pues que sin ellas las demas son nu­ las. He pedido 1& correccion de 168 mas lamentables abuBOS que sufre nuestra judicatura, por ese origen vicioso de ese pie­ lago de legislacion espaflola, que semejante al tiempo, recoge de todas las edades y de todos los hombres, asi las obras de la dernencia como las del talento, ~i las producciones sensatas como las extm.vagantes, asf)os monumentos del ingenio como los del capricho. Esta enciclopedia judiciaria, monstruo de diez mil cabezas, que hasta &bora ha sido el azote de los pue­ blos espafloles, es el suplicio mas refinado que la oolera del cie- 10 ha permitido descargar sobre este desd.ichado imperio. 0
Meditando sohre el modo efectivo de regenerar el caracter y las costumbres que la guerra y la tiranfa nos han dado, me he sentido con 1& audacia de inventar un poder moral, sacado del fondo de la oscura antigiledad y de aquellas olvidadas ley~ que roantuvieron algun tiempo la virtud entre los griegos y ro-
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manos. Bien puede ser tenido por un cAndido deli rio, mas no es imposible, y yo me lisonjeo que no desdef1areis enteramente un pensamiento que, mejorado por la experiencia y las luces, puede llegar A ser muyeficaz.
Horrorizado de la divergencia que ha reinado y debe rei­ nar entr:e nosotros por el espiritu sutil que caracteriza al go­ biemo federativo, he sido arrastrado A rogaros para que adop­ teis el centralismo y la reunion de todos los estados de Vene­ zuela en una republica sola e indivisible. Esta medida, en mi opinion, urgente, vital, redentora, es de tal naturaleza, que, sin ella, el froto de nuestra regeneracion sera la muerte.
Mi deber es, legisladores, presentaros un cuadro proJijo y fiel de mi administmcion politica, civil y militar; mas sena cansar demasiado vuestra importante atencion y privaros en este momento de un tiempo tan precioso como urgente. En consecuencia, los secretarios de estado darAn cuenta al congre­ so de sus diferentes departamentos, exhibiendo al mismo tiempo los documentos y archivos que servirAn de ilustracion para tomar un exacto conocimiento del estado real y positivo de la republica.
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- Representaros 1a historia. militar de Venezuela, sena re­ cordaros 1a historia del heroismo republicano entre los anti­ guos: sena deciros que Venezuela ha entrado en el gran cua­ dro de los sacrificios hechos sobre el altar de 1a libertad. Nada ha podido lienal' los no~les pechos de nuestros generosos guer­ reros, sino los honores sublimes que se tributan A- los bienhe­ chores del genE:'ro hurnano. No combatiendo POI' el poder ni porIa fortuna, ni aun por 1a gloria, sino tan solo por la liber­ tad, tltulos de libertadores de 1a republica son dignos galardo­ nes. Yo, pues, fundando una sociedad sagrada con estos incli­ tos varones, he instituido 1a orden de Libertadores de Vene­ zue1a.-Legisladores! A- vosotros pertenecen las facultades de conceder honores y condecoraciones: vuestro es el deber de ejercer este acto augusto de la gratitud nacional.
Hombres que se han desprendido d~ todos los goces, de to­ dos los bienes que A-ntes poseian como e1 producto de su vir­ tud y talentos: hombres que han experimentado cuanto es cruel en nna guerra horrorosa, padeciendo las privaciones mA-s dolorosas y los tormentos mAs acerbos; hombres tan be­ nemeritos de la pat ria han debido llamar 1a atencion del Go­ bierno; en consecuencia, he mandado recompensar10s con los bienes de 1a nacion. Si he contl'aido para con e1 pueblo algu­ na especie de merito, pido A- sus representantes oigan mis su­ plicas como el premio de mis debiles servicios. Que e1 congre­ so ordene 1a distribucion de los hienesnacionales, conforme A­ la ley que lL nombre de la republica he decretado lL beneficio de los milital'e8 venezolanos.
Ya que POI' infinitos triunfos hernos 10grado anonadar las huestes espafio1as, desesperada 1a corte de Madrid ha pretendi­ do sorprender vanamente la conciencia de los magnlLnimos so­ beranos que acaban de extirpar la usurpacion y 1a tiranla eil Europa y deben ser los protectores de 1a legitimidad y de la justicia de la causa americana. Incapaz de alcanzar con sus armas nuestra sumision, recurre la Espatla lL su polftica insi­ diosa: no pudiendo vencernos ha querido emplear sus artes suspicaces.-Fernando se ha hurnillado hasta confesar que ha menester de 1a proteccion extranjera para retornarnos lL su ig­ nominioso yugo, aunque todo poder es nulo para imponel'- 10.-Convencida Venezuela de poseer las fuerzas suficientes pa­ ra repeler lL sus opresores, ha pronunciado pOl' el organo del gobiemo su ultima voluntad de combatir hasta espirar, por de­ fender su vida politica, no solo contra 1a Espatla, sino contra todos los hombres, si todos los hombres se hubiesen degradado
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tanto, que abrazasen'la defensa de un gobierno devorct.dor, cu­ yos tinicos moviles son una Espafta extenninadora y las lla­ mas de la inquisicion. Un gobierno que ya no quiere domi­ nios, sino desiertos; ciudades, sino ruinas; vasallos, sino tum­ bas. La. declaracion de la reptiblica de Venezuela es la acta mas gloriosa, mas heroica, mas digna de un pueblo libre; es la que con mayor satisfaccion tango el honor de ofrecer al congre- 50, ya sancionada por la expresion unanime ,del pueblo libra de Venezuela.
Desde la segunda epoca de la reptiblica nuestro ejercito ca­ recta de elementos militares: siempre ha estado desannado: siempre Ie han faltado municiones: siempre ba estado mal equi pado. Ahora los soldados defensores de la independencia, no solamente estan annados de la justicia, sino iambien de la fuerza. N uestras tropas pueden medirse con las mas selectas de Europa, ya que no hay disigualdad en los medios destructo­ res. Tan grandes ventajas las d~bemos a la liberalidad sin 11- mites de algunos generosos extranjeros que han visto gemir la humanidad y sucumbir la causa de la razOJl, y no 10 han visto tranqutlos espectadores, sino que han volado con sus protecto­ res auxilios y han prestado a la reptiblica cuanto ella necesita­ ba para hacer triunfar sus principios filantropicos. Estos amigos de la humanidad son los genios custodios de la Ameri­ ca, y a ellos somos deudores de un eterno reconocimiento, co­ mo igualmente de reconocimiento religioso a las sagradas obli­ gaciones que con ellos hemos contraido. La deuda nacional, legisladores, es el deposito de la fe, del honor y de la gratitud de Venezuela. Respetadla como la area santa que encierra no tanto los derechos de lluestros bienheehores, cuanto la gloria de nuestra fidelidad. Perezcamos primero que quebrantar un empefto que ha salvado la patria y la vida de sus hijos.
La reunion dt> la Nueva Granada y Venezuela en un grande estado ha sido el voto unifonne de los pueblos y go­ biernos de estas republicas. La suerte de la guelTa ha vt>rifi­ <3do este enlace tan anhelado por todos los colombianos; de he­ cho estamos incorporados. Estos pueblos hennanos ya os han confiado sus intereses, sus derechos, sus destinos. Al com­ tamplar la reunion de esta inmellsa comarca, mi alma se re­ monta ala eminencia queexige la perspectiva colosal que ofrece un cuadro tan asombroso. Volando por entre las proximas edades, mi imaginacion se fija en los siglos futuros, y observando desde ana, con admiracion y pasmo la prosperi­ dad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta region, me
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siento arrebatado y me parece que ya la yeo en el corazbn del universo, extendiendose sobre sus dilatadas costas, entre esos ocllan08 que la naturaleza habfa separado y que nuestra patria reune con prolongados y anchuro80s canales. Ya la , veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia hurna­ na. Ya la yeo enviando a todos los recintos de la tierra los
. tesoros que abrigan sus montafias de plata y de oro. Ya la yeo distribuyendo por sus divinas plantas la saIud y la vida a los hombres dolientes del antiguo Mundo. Ya la yeo comunican­ do sus precio80s secretos a los sabios que ignoran cuan su­ perior as la suma de las lucas a la surna de los riquezas que Ie ha prodigado la naturaleza. Ya la yeo sentada sobre el trono de la libertad, empuflando el cetro de la justicia, coronada por 1a gloria, mostrar al mundo anti guo la magestad del Mundo modemo.
Dignaos, legisladores, acoger con. indulgencia la profe­ sibn de mi conciencia politica, los Ultimos votos de mi corazbn y los ruegos fervoroBOs que a nombre del pueblo me atrevo a dirigiros. Dignaos conceder a Venezuela un gobiemo eminen­ temente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresibn, la anarquia y la culpa. Un gobier­ no que haga reinar la inocencia, la hurnanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexora­ bles, la igualdad y la libertad.
Seflor, empezad vuestras funciones: yo he terminado las Mias.
--t4 .. , •• ~ ........ , •• -. --
SEGUNDO
ANQOSTURA.
jSeflores del cuerpo legislativot AI entrar en este augusto recinto, mi primer sentimiento es
de gratitud por el honor infinito que sa ha dignado dispensarme el congreso, permitiendome volver a ocupar esta silla que
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no hi un do, cedi al presidente de los representantes del pueblo. .
Cuando inmerecidamente y contra Mis mas fuertes senti­ mientos, fui encargado del podor ejecutivo al principio de este do, represente al cuerpo soberano que mi profesion, mi camc­ ter y mis talentos eran incompatibles con las fundones de ma­ gistrado; asf, desprendido de estos deberes, deje su cumpli­ miento al vicepresidente, y Unicamente tome sobre mf e1 encar­ go de dirigir la guerra. Marche 1uego al ejercito de occidente, que tenia al frente al -geneJ'8.l Morillo con fuerzas superiores. Nada habria sido mas aventurado que dar una batalla en cir­ cunstancias en que la capital de Caracas debia ser ocupada por las tropas expedicionarias Ultimamente venidas de Europa, y . en momentos en que esperabamos nuevos auxilios. El gene­ ral Morillo, al aproximarse e1 inviemo, abandono las llanuras del Apure, y juzgue que mas ventajas produciria a la repu­ blica 1a libertad de 1a Nueva Granada que comp1etar 1a de Vene­ zuela.
Berta demasiado prolijo detallar al congreso los esfuerzos que tuvieron que hacer las tropas del ejercito libertador para conseguir la empresa que nos propusimos. El inviemo en lla­ llUras anegadizas, las cimas heladas de los Andes, la subita mutacion de clima, un triple ejercito aguerrido y en posesion de las localidades mas militares de la America meridional, y otros muchos obstaculos, tuvimos que superar en Paya, Ga­ meza, Vargas, Boyaca y Popayan para libertar en menos de tres meses doce provincias de la Nueva Granada.
Yo reoomiendo a la soberanfa nacional el merito de estos grandes servicios por parte de mis esforzados compafieros de armas, que con una constancia sin ejemp10 padecieron priva­ ciones mortales, y con un valor sin igua1 en 108 anales de Ve­ nezuela, vencieron y tomaron e1 ejercito del rey. Pero no es sOlo al ejercito libertador a quien debemos las ventajas adqui­ ridas. El pueblo de la Nueva Granada se ha mostrado digno de ser libre. Su eficaz oooperacion reparo nuestras perdidas y aumenro nuestras fuerzas. E1 delirio que produce una pasion desenfrenada es menos ardiente que el que ha sentido 1a Nueva Granada al reoobrar su libertad.
Este pueblo generoso ha ofrecido todos sus bienes y todas 8US vidas en las aras de la patria, ofrendas tanto mas merito­ rias cuanto que SOil espontaneas? Sf; 1a unanime determinacion de morir libres yde no vivir esc1av08, ha dado a la Nueva Gra-
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nada un derecho lL nuestra admiraci6n y res}X'to. Su anhelo por la reunion de sus provlncias lLlas provincias de Venezuela es tam­ bien unlLnime. IA>s granadinos estlLn fntimamente penetrados de la inmensa ventaja que resulta lL uno y otro pueblo de la CreaciOll de una nueva republica compuesta de estas dos naciones. La reunion de la Nueva Granada y Venezuela es el objeto . linico que me he propuesto desde mis primeras armas; es el voto de los ciudadanos de ambos pa1ses y es la garantla de la libertad de la America del sur.
jLesgisladores!-EI tiempo de dar una base fiJa y eOOma lL nuestra republica ha llegado. A vuestra sabidurfa pertenece decretar esOO grande acto social y establecer los principios del pacta sobre los cuales va lL fundarse esta vasta republica.
Proclamadla lL la faz del mundo y mis servicios quedarlLn recompensados.
EI presidente Zea, en nombre del congreso dio las gracias lL Bolivar con estas bell1simas palabras:
ECXMO. SE~OR: Entre tantos dias ilustres y gloriosos que V. E. ha dado
it la republica, ninglino tan dichoso como el de hoy, en que V. E. viene lL poner lL los pies de la representacion nacional los laureles de que 10 ha coronado la victoria, y lL presentarle las cadenas de dos millones de hombres rotas con su espada. j Yo te saludo. brillanOO y memorable dia, en que los principios sobe­ ranos del orden representativo, reciben tan solemne homenaje del heroismo, en medio de las aclamaciones de numerosos pue­ blos redimidos de la tirania lL fuerza de prodigios!
En efecto, seilores, no cabe en la imaginacion 10 que el heroe de Venezuela ha hecho desde que dejo instalalo este au­ gusto congreso, y asombra la perspectiva inmensa de 10 que ya no puede manos de hacer. La empresa sola de pasar los Andes con un ejercito fatigado de tan larga y penosa campafla, esta empresa atrevida en el rigor de 1& estacion de las lluvias y de
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las oompestades, cuando torrentes impetuosos se· precipitan de todas partes, cuando los rios se convierten en mares, cuando desaparecen los valles bajo inmensos lagos, y no puede darse un paso sin peligro y sin horror, fluctuando siempre entre las aguas de la tierra y la.~ que arroja el cielo: esta empresa sola parecib tan extraordinaria. que el enemigo 11ego a mirarla como un delirio militar. As! es que sobrecogido de un terror panico a la repentina aparicibn de nuestras tropas sobre las cumbres inhospitalarias de Paya, abandona una posicion formidable, en que un punado de hombres pudiera detener fuerzas inmen­ sas. Vencida la naturaleza jque oposicion no presenta toda­ via un ejercito tres veces mas numeroso, bien disciplinado. bien provisto, estacionado en aque11a frontera, y batiendose siempre en posiciones ventajosas, GAmeza, Vargas, Bonza. Boyaca, bajo las ordenes de un jefe tan habil, como intrepido y experiruentado! Pero todo cede al impetu rapido y terrible de los soldados de la independencia; apenas puede la victoria al­ ca.nzar al vencedor, y en menos de tres meses, la principal y mayor parte de la Nueva Granada se halla libertada por esas mismas tropas, cuya completa destrnccion daba el virey de Santafe por segura e inevitable-. r. Y que hombre sensible a 10 sublime y grande, en que pais, capaz de apreciar los altos hechos y los altos homhreR. dejara de pagarse a Bolivar el tri­ buto de entusiasmo 'debido a tanta audacia, y a tan extl'aor­ dinarias paoezas? Haber 11evado el rayo de las armas y de la venganza de Venezuela desde las costas del Atlantico hasta las del Pacifico, haber enarbolado el estandarte de la libertad sobre los Andes del oriente y los del occidente, haber arreha­ tado en su rapida carrera, doce provincia.~ a la inquisicion y a la tiranfa, haber hecho resonar desde las ardientes llanuras de Casanare hasta las cimas heladas de losmontes del E<,'Uador, en una extension de mas de cuarenta mil leguas cuadradas. el grito heroico de independencia 0 muerte, que cada vez repi­ ten los pueblos con nueva energia y mas intrepida resolucion: tantos prodigios obrados por la salud del mundo interesado en la independencia de la America .tno serAn admirados, ni el genio a. quien Be deben, obtendra el premio que ambiciona? Que! ;,No lograra ella union de los pueblos que ha libertado y siguelibertando? Union que es de necesidad para las provin­ cias de Venezuela, las de Quito y las que propiamente constitu­ yen la de Nueva Granada, de infinito precio para la causa de la independencia, de grandes ventajas para toda America, y de interes general para todos los pafses industriosos y comer­ ciantes. La importaucia en politica es proporcionada a las ma-
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BaS, COnlO la atraccion en la naturaleza. Si Quito, Santafe y Venezuela Be reunen en una sola republica, I,quien podra cal­ cular el poder y prosperidad correspondiente A tan inmensa masa? j Quiera el cielo· bendacir esta union, cuya consolida­ cion as el objeto de todos mis desvelos, y el voto mas al'dienta de mi corazon.
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.'ELICITANDO At COJG~ CONSTITUYENTE POR SU INSTALACION
EN LA VILLA DEL ROSARIO DE CUCUTA
SEtOR:
EI acto augusto de la instalacion del Congreso general de Colombia compuesto de los representantes de veintidos provincias libras, ha puesto el colmo a mis mas ardientes votos.· La. Republica, fundada ahora 80bre la mas completa representacion de los pueblos de Cundinamarca y Venezuela, sa elevara a la cumbre de la dicha y de la libertad a que 88- pira esta nacion; y yo al ver que los legftimos depositarios -de la Soberania del Pueblo ejercen. ya sus sagradas funciones, me juzgo eximido de toda autoridad ejecutiva.
Nombrado por el Congreso de Venezuela Presidente inte­ rino del Estado, y siendo vuestra representacion la de Colom­ bia, no soy yo el Presidehte de esta Republica, porque no he si­ do nombrado por ella porque no tengo los talentos que ella exi-
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je para la adquisicfbn de BU gloria y bienestar: porque mi oti­ cio de soldado es incompatible con el de Magistrado: porque estoy C&usado de oirme llamar tirano por mis enemigos; y por que mi C&ri.cter y sentimientos me oponen una repugnancia insuperable. .
DignAos, sefior acoger con toda vtiestra bondad el mas re­ verente homenaje, la profesibn que 08 hago de mi mas ciega obediencia. Pues si el Congreso Soberano persiste; como 10 temo, en contfnuanne a1in en la Presidencia del Estado, re­ nuncio desde ahora para siempre hasta el glorioso ti~ulo de ciudadano de Colombia, y abandono de hecho las banderas de mi patria.
Soy, 8t'fiores, con las mas profunda sumisibn y respeto vuestro mas humilde y obediente subdito.
SIM6N BomAR.
CONTESTACION DEL CONQRESO
Palacio del Congreso general, en el Rosario de Cucuta, a 10 de Mayo de 1821.-11.
A. S. E. el Libertador Presidente de Colombia, Capi­ tan general Simon Bolivar.
EcXJ(o. 8~BOR: E1 Congreso general de Colombia ha recibido con singu­
lar oomplacencia las expresiones de honor y respeto con que V. E. 10 felicita en su instalacibn desde el Cuartel general de Barinas.
No esperaba el Congreso fuesen otros sentimientos de quien ya como primer magistrado de la Republica, ya como J efe de sus armas, ha tenido por profesibn consagrar 8U vida a la independencia y felicidad de la Patria. No pued.e recordar el Congreso sin una viva emocibn de tierna gratitud, que al constante valor y perseverancia de V. E. ayudadds' por las glo­ riosas victorias obtenidas por los dignos defensores de Colom-
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bia Y generosos sacrificios de los pueblos, debe hoy la Nacion verse legalmente congregada, y en aptitud de pronunciar so­ lemnemente sus voluntades. La memoria de V. E. ira siem­ pre unida a la historia de la Representacion nacional y sus Leyes seran otros tantos recuerdos de los triunfos con que los valientes SOldad08 de la Republica acaudillados por V. E. lucieron cumplidos los votos de los pueblos y asegura­ ron la esperanza de su futura prosperidad. Tales son los sentimientos que a nombre y por resolucion del Congreso. ten­ go el honor de anunciar a V. E., en contestacion a su pJiego; y cumplo con un agradable deber, cuando por orden del mismo Congreso presento a V. E. la expresion de un profundo reco­ nocimiento, por los grandes e infatigables servicios de que Ie es deudora la Patria. EI Congreso queda enterado de'las ra­ zones expuestas por V. E. para que se Ie exima al presente de Ia Presidencia del Estado, bien por la fncompatibilidad que V.E. sientre entre la prime~ Magistratura y el mando de las armas., y bien por otras razones de particular consideracion. ElIas pi­ den mas detenido examen que el que permite la premura del tiempo y urgencia con que desea el Congreso corresponder a la felicita.cion de V. E. reservandose pesarlas en toda su fuer­ za y extension para cuando 10 estime oportuno; y hara saber inmediat&mente a V. E. su deliberacion. En el entrante juz. ga el Congreso que la continuacion de la autoridad. ejecutiva en la persona de V. E. es absolutamente interesa.nte al bien de la Patria; y penetrado de este sentimiento espera de V. E. el sacrificio de su repugnancia en obsequio del interes de Co­ lombia, permaneciendo en el ejercicio de las funciones de Pre­ sidente del Estado. Asi 10 ha acordado el Congreso, y' si Be persuade que V. E. afladira este testimonio de su a~iente celo POl" el mejor servicio de su Patria, tanto mas, cuanto que el Vicepresidente, que reside en esta Capital, corresponden las funciones que V. E. no puede desempeftar por hallarse en campafta. Por Ultimo, nada tiene el Congreso mas perea de sli corazOn en este momento, que el vehemente desao de ver coronados los importantes servicios de Y. E. en la presente campafla, con una victoria que acelere el termino de nues­ tra herOica contienda, colmando de nuevas glorias a V. E, y las esforzadas tropas de su mando, apoyo solido de esta . re­ presentacion nacional.
Dios guarde a V. E. muchosaflos.
DR. . FELIX RESTREPO, Presidente del COllgreso.
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MENSA'-'E DEL GENERAL
POOER EoJECUTIVO
SE~OR: Aunque me hallo interinamente al frente del Poder Eje­
cutivo' creo que esta circuntancia no me priva del derecho que tie-ne todo ciudadano de contribuir con su pe1'8Ona, con sus bie­ nes y con susluces al mejor servicio de la causa publica.
Veinte ados de meditaciones contfnuas en todas las posi­ cionas en que un hombre se puede hallar en la sociedad, subien­ do y bajando desde el estado mas abyecto al mas elevado, y desde este a las mazmorras mas OSCUraB, parece que me dan un derecho a ser oido cuando Be trata de nuestra organizacion so­ cial, objeto de mis voWs y causa de los padecimientos de toda la ftor de mi vida, y mucho mas cuando he merecido el honor de ser nombrado por la provincia de Cartagena representante de aste 8Oberano cu~rpo, no obstante que el todo de las funciones de este nombramil'!nto sf 10 creo incompatible con mi destino actual.
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Estas consideraciones me animan'A ofrecer A V. E.el fnlto de mis padecimientos y del inextinguible amor de mi patria. presentAndole un proyecto de Constitucion en el momento mis­ rno en que -el soberano cuerpo va A ocuparse de asuntotan gra­ ve y trascendental. Si los momentos son crfticos ~ si 1a guerra existe; si todo el territorio aun no estA libre estos inconvenien­ tes deben sal' el mayor de todos, cual es el de vivir sin leyes que nos gobiernen.
La. regularizacion de 1a guerra, este paso de la mAs alta irnportancia debido al heroe de Colombia, A nuestro Dustre Liberlador nos ha Sacado de aquella guerra asesina y criminal que conducia A 1a muerte al prisionero, a1 pacffico 1abrador y al mismo saxo desvalido; y colocAndonos en la clase de nacio­ nes civilizadas, ha puesto a1 Cuerpo representativo de la Na­ cion en estado de ocuparse hoy con mas tranquilidad en unos trabajos que ademas de estahlecer el orden proporcionan los recursos necesarios para completal' 1a grande obra de nuestra ernancipacion y libertad.