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Entrevista al Viceministro de Educación “Somos un país no analfa- beto que apuesta por la so- beranía científica y tecno- lógica”, afirmó Jiovanny Samanamud. [ Pg. 6 ] El liderazgo de la era Putin Desde hace 15 años ejerce su man- dato presidencial y su nombre ya es inseparable de la historia de una Rusia libre, próspera, fuerte y res- petada en el mundo. [ Pg. 16 ] 672 del domingo 17 al sábado 23 de mayo de 2015 • Año XIV 24 páginas en 2 cuerpos y separata Precio: 5 Bs. en todo el país

Nº 672 - Especial Educación - Mayo 2015

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Semanario boliviano dedicado a asuntos políticos económicos y sociales del país.En este número, especial de educación.Nº 672 - Especial Educación - Mayo 2015

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  • Entrevista al Viceministro de EducacinSomos un pas no analfa-beto que apuesta por la so-berana cientfica y tecno-lgica, afirm Jiovanny Samanamud. [ Pg. 6 ]

    El liderazgo de la era PutinDesde hace 15 aos ejerce su man-dato presidencial y su nombre ya es inseparable de la historia de una Rusia libre, prspera, fuerte y res-petada en el mundo. [ Pg. 16 ]

    672del domingo 17 al sbado23 de mayo de 2015 Ao XIV24 pginas en 2 cuerpos y separataPrecio: 5 Bs. en todo el pas

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    Homo sapiens

    Javier Larran Parada / Director

    vaLeria SiLva, inti rioJa,andrS MeLendreS, Linda CaLdern,

    vidaL LauMe, GabrieL LiMaChe/ Consejo editorial

    anibaL Garzn / Amrica en marcha e Injerencias

    Farit roJaS / Pensamiento Crtico

    La Paz: tania deLGadiLLo, PatriCia FLoreS, roSario aquiM,

    LuS oPorto, oSCar SiLva,JaiMe SaLvatierra, Fernando rodrGuez, arMando Mndez, aLberto bonadona,

    GabrieL Loza.

    CoChabamba: GuStavo rodrGuez

    Santa Cruz: MarieLLa Pereira, heLena arGirakiS, CarMen dunia

    SandvaL, aLeJandro dauSa.

    PotoS: GuaLberto hoChkoFLer

    tarija: MiGueL CaStro, rodriGo ayaLa

    beni: tania MeLGar / Colaboradores nacionales

    Argentina: atiLio born, iSabeL rauber Brasil: theutonio do SantoS Chile: MauriCio oSorio Cuba: aLeJandro azCuy iSabeL MonaL, roberto reGaLado, LuS Suarez. El Salvador: CarLoS MoLina Mexico: ana eSther CeCeaS Venezuela: eva GoLinGer / Colaboradores internacionales

    Juan CarLoS GonzaLeS/ Diseo y Diagramacin

    dorka reyeS Gainza / Gerente [email protected] - 68070929

    LuCy aLConC / Departamento [email protected] - 79134002 - 71530483

    Marina SnChez q. / [email protected] - 73544913

    JoS enrique benavideS / Distribucin La Paz71538625

    aLberto aGuiLar herrera / Distribucin Sucre70320052

    hCtor hinoJoSa / Distribucin Potos72070815

    aSCenCio Cruz / Distribucin Oruro5282357 / 71885283

    PaStor boLvar / Distribucin Tarija75139009

    ruben PauCara / Distribucin Santa Cruz71378546

    CaSto roJaS / Distribucin Llallagua73879206

    Jhonny MoLLinero CaMaCho / Distribucin Llallagua

    73800821

    PatriCia aGuiLar Chavarria / Distribucin Cochabamba

    4529182

    iMPreSioneS GrFiCaS virGo / Impresin

    Calle Jacinto Benavente 2163, esquinaPasaje Bella Vista, Sopocachi

    Telfono central. (591-2) / 2000570 / 2000727Telf/fax.(591-2) / 2417173 casilla 7914

    www.la-epoca.com.bo

    Depsito legal:La poca: 4-3-125-12

    La Paz - Bolivia

    Depsito legal:Observatorio Econmico: 4-3-126-12

    La Paz - Bolivia

    Los testigos del doble asesinato cuentan que Exequiel (18 aos) y Diego (24 aos)

    estaban rayando con espray el portal de una casa ubicada al costado de la calle por

    donde caminaban los marchantes. La leyenda deca: S, soy de los imbciles que cree

    que la educacin debe ser gratuita, pblica y de calidad.

    Desde hace nueve aos que los estudiantes y profesores chilenos se autoconvocan

    para tomar las calles de las grandes ciudades reclamando lo que conciben es un de-

    recho: educarse. La marcha del pasado jueves fue engrosada por 180 mil jvenes que cantaron en la Alame-

    da, sin embargo, las calles de Valparaso se vistieron de luto con el asesinato de dos estudiantes que rabiosa-

    mente gritaban sus deseos de estudiar.

    2. Un da despus de los sucesos en Chile, el Ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Gustavo Gonzlez,

    inform que haban capturado a los lderes de una banda criminal que operaba en el Estado de Miranda. Los

    mercenarios haban baleado a quemarropa a un Mayor de Ejrcito cuando sala de un supermercado y, das

    antes, hicieron lo propio con un msico adolescente que integraba una Orquesta Juvenil.

    En octubre pasado, tambin en Venezuela, otra banda paramilitar, vinculada al ex presidente colombia-

    no lvaro Uribe, penetr en la casa del abogado y diputado chavista Robert Serra (27 aos) para propinarle

    40 pualadas en el pecho. El cobro del trabajo fue de US$ 500.000; tres cuartas partes le fueron entrega-

    das al sicario apodado El Colombia.

    3. A 112 millas de las costas de la Isla de Malta y 130 de la Isla Lampedusa setecientos emigrantes africanos

    y asiticos, a bordo del carguero King Jacob, vieron naufragar sus esperanzas de desembarcar en costas eu-

    ropeas pereciendo en las aguas del Mediterrneo el pasado 18 de abril.

    En cinco meses las vctimas de la migracin africana hacia Europa alcanzan las 1.500. El ao pasado la ci-

    fra lleg a 3.419; en 2013 a 700 y un ao antes a medio millar. Algunas autoridades del Euro Parlamento re-

    conocen no poder hacer frente a esta tragedia humana. Los ms xenfobos proponen crear condiciones para

    que los productos agrcolas del norte de frica lleguen a los mercados europeos al mismo tiempo que se re-

    fuercen los campos de detenciones en los principales enclaves migratorios del continente negro.

    4. 233 das han transcurrido desde que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Ral Isidro Burgos del Es-

    tado de Guerrero, Mxico, hayan sido hechos prisioneros por una narcopolica, siendo torturados, muertos

    y desaparecidos.

    Hasta hoy solo el cuerpo con el rostro desollado de Julio Csar Mondragn ha sido encontrado. La narco-

    poltica contina impune. El presidente Pea Nieto ha dejado en claro que la nica reforma que le interesa

    a su administracin es: la privatizacin del petrleo mexicano que a fines de los aos treinta fuera naciona-

    lizado por el honorable Lzaro Crdenas.

    5. Igualmente la furia de la naturaleza ha asestado duros golpes. Hace tres semanas sacudi las tierras nepa-

    les, dejando en el suelo la bella ciudad de Katmand, y a su lado, ocho mil vctimas fatales. El mircoles pa-

    sado un nuevo terremoto castig la regin cobrando la vida de otras cientos de personas.

    Hace 2,5 millones de aos aparecieron los primeros homnidos en la Tierra. Se presume que el Homo sa-

    piens sapiens hizo lo propio 200 mil aos atrs. La evolucin de nuestra especie ha tardado decenas de mi-

    les de aos, debiendo sortear numerosas dificultades que nos han permitido disfrutar del milagro de la vida.

    El corto siglo XX fue testigo de las Guerras Mundiales y del vertiginoso y sostenido deterioro medioambien-

    tal a que el sistema capitalista nos ha conducido. El nuevo milenio recin comienza y los hombres de cien-

    cia han declarado que si no damos un golpe de timn en la perspectiva de mirar la vida es probable que no

    alcancemos a subirnos a una nueva Arca de No.

    La poca.-

    1[ e d i t o r i a l ]

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    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    Radiografa de la educacin en BoliviaMarCeLo Sarzuri-LiMa y aLeJandro Garrido *

    Cualquier intento de anali-zar la educacin actual nos llevar a tratar una serie de esencialidades, probable-mente discursivas o panfletarias, sin embargo es un hecho que la prctica educativa se da en una contienda po-ltica, en la cual la educacin tiene una intencionalidad y se convierte en una herramienta de lucha. En nuestro pas est claro que se ha asumido una ba-talla por emprender una revolucin edu-cativa con la cual se pretende desco-lonizar la educacin, pero cmo se concretiza esa revolucin educativa?, cmo se lleva a cabo la descoloniza-cin de la educacin?

    Un modelo educativo para la descolonizacin?La revolucin y transformacin educati-va boliviana tiene como base legal a la Ley Educativa N 070 Avelino Siani-Elizardo Prez y su matriz educativa denominado Sociocomunitario Pro-ductivo. Si bien la ley se empieza a gestionar desde el ao 2006 y consti-tuye una experiencia de alta participa-cin social, en donde muchos de los actores centrales de la educacin se sentaron a debatir sobre el horizon-te educativo, esta no poda ser apro-bada sin un marco constitucional que permita muchos de sus planteamien-tos, es decir deba ser parte de la Nue-va Constitucin Poltica del Estado y no previa a ella; es ms, muchos de los elementos trabajados en la Asamblea Constituyente fueron orientados por los principios del proyecto de ley.

    Los ejes de la Ley 070 son claros, en ellos se plantean como horizontes la descolonizacin de la educacin, una educacin comunitaria, intercultural, intracultural y plurilinge, educacin inclusiva -que apunta a la democrati-zacin de la educacin-, una educa-cin que incorpora lo cientfico, tcni-co, tecnolgico y productivo mediante el bachillerato tcnico humanstico y, que atienda las exigencias histricas y necesidades del pueblo boliviano. Las bases de la educacin marcan un ho-rizonte, pero no construyen el cami-no, por ello es importante indagar la forma como se han ido concretizando estos horizontes para poder observar la situacin actual y el panorama de la educacin en Bolivia.

    Cuando se elabor el Currculo Ba-se del Sistema Educativo Plurinacional se hizo una apuesta poltica, se cons-truy un camino que permiti alcan-zar el horizonte planteado por la ley, as tambin se propuso la forma cmo se iba a entender la descolonizacin en la educacin y cul deba ser su mode-lo educativo. Por ello, el Currculo Ba-se es una forma en la que se entendi la transformacin de la educacin y de

    que no implique modificar sus accio-nes. Por otro lado, creemos profunda-mente que la descolonizacin no pue-de ser el simple reconocimiento de identidades culturales y pensar que es-te reconocimiento permitir legitimar un conocimiento considerado pro-pio, sin mencionar que el mismo tr-mino propio es confuso, la etnohis-toria nos ensea las formas como las comunidades indgenas en tierras altas y bajas se han ido reconfigurando y re-inventado, produciendo innovaciones endgenas y transferencias delibera-das de elementos ajenos a sus culturas. Por ello, caer en la exaltacin asptica del otro (dentro de un ambiente des-contextualizado), donde valoramos su saber ecolgico, sus fascinantes ri-tos, sus formas de convivencia co-munitaria, sus cosmovisiones y su espiritualidad, es una exaltacin fo-lklorizada del otro.

    Algunos datos para la reflexinSin duda, la universalizacin de la edu-cacin es importante para cualquier sistema educativo, como son tambin las polticas de alfabetizacin, forma-cin de maestros, entre otros, si bien es importante resaltar los logros que implica alcanzar ciertos niveles o ndi-ces de cobertura y matriculacin que tiene un determinado pas, es tambin necesario abordar elementos que per-mitan comprender las dinmicas que existen al interior de determinado sis-tema educativo. Bolivia, como en gran parte de los pases de la regin, go-za de un alto ndice de cobertura de la educacin, sobre todo a nivel pri-mario (dato que ronda el 99,82% y 79,5% para nivel secundario en 2013), este resultado ms que ser parte de la implementacin de una poltica edu-cativa es presentado como efecto de una poltica econmica de redistribu-cin, tal como es el Bono Juancito Pin-to. As tambin, los ndices de repro-bacin son bajos en todo el sistema educativo, segn el informe presenta-do por el Ministerio de Educacin a la UNESCO en 2103 el ndice de re-probacin es del 4%, alcanzando por-centajes relativamente elevados en pri-mero de primaria (14%) y primero y segundo de secundaria (nada para per-der la calma); por otro lado es nece-sario mencionar que se ha consolida-do un poltica de equidad de gnero en la cobertura de la educacin en los tres niveles del sistema educativo, las cifras muestran que el ndice de cober-tura por gnero en el sistema educa-tivo boliviano alcanzan el 81,8% para mujeres y el 82,2% para hombres. En esta lnea contina siendo importante resaltar el rol del Estado en el proceso

    Contina en la siguiente pgina

    Desde 2008 se ha declarado un pas libre de analfabetismo y ocupa el segundo

    lugar en Amrica Latina en inversin con un plan educativo que tiene como eje la

    descolonizacin de las aulas

    las instituciones de formacin. Es en este momento que la amplitud del ho-rizonte educativo se reduce para fijar cuatro ejes: la descolonizacin, lo in-tegral y holstico, lo comunitario y lo productivo; en estos ejes se asume una postura dicotmica de la realidad, en donde existen dos visiones del mun-do, la de la civilizacin occidental y la de la civilizacin indgena ancestral, que se (des)encuentran en un momen-to histrico, pero que deben cohabi-tar sin jerarqua ni superioridad entre ellas, aunque se las encasilla en la am-bigua relacin entre lo particular -di-luido en la imagen de lo propio-/uni-versal.

    Es as que esta postura desciende a la prctica educativa, en donde la for-macin integral del estudiante conti-na siendo un reto a alcanzar, pues-to que los maestros todava no han adquirido las habilidades que permi-tan manejar interdisciplinariamente temticas planteadas en los famosos proyectos socioproductivos. El pro-blema de la carga horaria dificulta el logro de los objetivos (holstico) que se plantean en el Currculo Base y si bien existen soluciones creativas por parte de los profesores, tambin exis-te la continuidad de viejas prcticas que imposibilitan la transformacin de las escuelas. Por otro lado, la creen-cia de que la comunidad est ah afue-ra y que se encuentra deseosa de arti-cularse con la escuela resulta cada vez ms insostenible, sobre todo por las restricciones que realizan las juntas es-

    colares a la prctica educativa y las di-versas tensiones que existen entre los actores de la educacin (maestros, di-rectivos y padres de familia). En esta lnea, tambin existen problemas en el potenciamiento del uso de las lenguas indgenas en el mbito educativo, si bien algunas escuelas han implemen-tado lenguas indgenas como mate-ria, esta es tratada como cualquier otra (cuntos de nosotros hemos apren-dimos ingls o francs en la escuela?, la respuesta es ms que obvia), si bien consideramos que una cultura no se reduce al uso o no de su lengua, es ne-cesario que la escuela deje de ser mo-nolinge.

    Estos elementos nos dan pie a tra-tar de fondo el tema de la descoloni-zacin de la educacin, si bien esto implica un reto y pensar desde las li-mitantes de nuestro tiempo, es decir la escuela y las cuatro paredes del au-la son la condicionante de la prctica educativa actual, la educacin no so-lo debe servir para remover estruc-turas mentales, que indudablemente el colonialismo ha implantado, porque la concientizacin no sirve de mucho si se mantiene una base social que re-produce la explotacin y dominacin; puede ser que un comunitarismo cul-turalista pueda producir conocimien-tos simblicamente eficaces, donde todo en apariencia funciona armnica y complementariamente, pero dentro de una estructura que reproduce des-igualdades, es decir que genere una re-flexin impotente y externa al sujeto y

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    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    de alfabetizacin y postalfabetizacin, desde el ao 2008 nos hemos declara-do un pas libre de analfabetismo, pe-ro se ha mantenido una tasa que no supera el 4% (del total de personas al-fabetizadas un 70% han sido mujeres).

    As tambin, se resalta que Bolivia ocupa el segundo lugar en Amrica Latina en inversin en educacin con respecto a su Producto Interno Bru-to (PIB), 8,7 % para el ao 2013 (lo que equivale a 14.944 millones de bo-livianos). La apuesta ha sido fortale-cer la formacin de maestros, no solo implementando un colosal proceso de formacin complementaria de maes-tros, como es el PROFOCOM, que para 2014 ha logrado formar a 34.000 maestros del sistema educativo a nivel de licenciatura; sino tambin llevan-do a cabo un proceso de titulacin y regularizacin de la prctica docente, como ser el Programa de Profesionaliza-cin de Maestros Interinos (PPMI), pro-ducto de ello, para 2013 slo el 2,7% de los maestros de nivel primario y 3,4% de maestros del nivel secundario del sistema educativo eran interinos.

    A pesar de estos datos que llevaran a pensar en la buena salud de la edu-cacin en Bolivia, existen dinmicas al interior del sistema educativo que deben llevarnos a profundos proce-sos de reflexin y autocrtica. Un da-to para problematizar es la tasa de tr-mino, si bien los datos muestran que se est logrando una universalizacin de la educacin en el nivel primario, se-gn el 7 Informe de Progreso de los Ob-jetivos de Desarrollo del Milenio en Bolivia elaborado por UDAPE (2013), la ta-sa de trmino para sexto de primaria en 2012 fue de 90 %, este dato se de-be contrastar con la tasa de trmino ne-to (el porcentaje de alumnos promovi-dos de un determinado nivel acorde a la edad esperada de cursar), que segn el Sistema de Informacin Educativa (SIE, 2012), el ao 2011 fue de 44%, qu quiere decir esto? Que si bien se ha lo-grado expandir la educacin primaria, solo 4 de 10 estudiantes estn logran-do culminar con la edad recomenda-da el nivel primario, esto tomando en cuenta las bajas tasas de desercin se explica por el tardo ingreso al sistema

    educativo, hecho que se profundiza y agrava en el rea rural, que a la larga termina incidiendo en el abandono es-colar en niveles superiores.

    La problemtica es diferente en el nivel secundario, si bien existe un alto ndice de transicin del nivel primario al secundario (93,2% para 2013, segn el Ministro de Educacin) y un aumen-to de la cobertura (de 67,4 para 2011 a 79,8% para 2013), lo que debe pre-ocupar es la tasa de trmino en sexto de secundaria, dato que para 2011 fue de 55,8% (UDAPE, 2013) y 57% pa-ra 2012 (PNUD, 2013), es decir que 6 de cada 10 estudiantes logran ter-minar el bachillerato. En el rea ru-ral este dato es alarmante ya que solo 3 de cada 10 estudiantes que ingresa-ron a la secundaria logran culminarla Qu hacen aquellos que dejan la se-cundaria?. Segn una encuesta realiza-da por el PNUD en 20 municipios en-tre 2013 y 2014 (La Razn, 10 de mayo de 2015), los jvenes dejan la escue-la porque no ven mucha utilidad en la educacin y encuentran atracti-vo el mercado laboral, a lo que deno-minan como consecuencias negativas del boom econmico boliviano, mu-chos de los empleos que ocupan los j-venes son precarios (con tendencia a mayor explotacin laboral), segn da-tos del CEDLA para 2011, sumado a que cerca del 50% de los jvenes estu-dian y trabajan -lo que incide en el nivel de rendimiento- y las oportunidades de conseguir un trabajo disminuyen en re-lacin al aumento del nivel educativo (sobre todo para las mujeres).

    Si por mucho tiempo la educacin se constituy en un medio para ascen-der socialmente (el cual dentro de una condicin colonial, adquiere caracters-ticas de aculturacin o estrategia de mi-metizacin), hoy muchos sectores socia-les apuestan por relegar a la educacin y asegurar su situacin econmica por otros medios; por ejemplo es comn que muchas familias opten por garan-tizar la vivienda antes que garantizar la educacin y salud de sus hijos, la cual es decisin sobre el destino de los recur-sos que perciben. Pero tambin es cier-to que sectores que antes no prestaban central atencin a la educacin, princi-

    palmente los vinculados al comercio y el transporte, en la actualidad estn invir-tiendo grandes sumas en la formacin no solo de las generaciones jvenes si-no de aquellos que quedaron relegados de los procesos de formacin educati-va, por lo que si bien es cierto que se est viviendo un proceso de desmitifi-cacin de la educacin como el nico factor de la mejora de la calidad de vida, es cierto tambin que, contina existien-do un imaginario colonial que otorga ca-pital social aquellos que logran ingresar al mundo de la ciudad letrada; as tam-bin los jvenes al finalizar la secundaria no tienen una adecuada orientacin vo-cacional y siguen optando por carreras que en el mercado laboral se encuentran saturadas (derecho, auditora, adminis-tracin de empresas, entre otras), inclu-so a nivel de formacin tcnica las op-ciones que tienen mayor demanda por los estudiantes son aquellas ligadas a ra-mas administrativas (contabilidad, se-cretariado ejecutivo, entre otras). Estos hechos son retos para el nivel secunda-rio, el cual siempre ha estado relegado de los procesos de reforma educativa, pero que tiene incidencia en los itinera-rios laborales y la forma como se inser-tarn al mercado laboral las futuras ge-neraciones.

    La apuesta por el profesoradoEs cierto que la visin eficientista en la educacin tuvo efectos muy profundos en la concepcin del papel del maes-tro y su formacin, la escuela-fbrica llev a plantear que los maestros de-ban desempear una tarea especfica, muy concreta, producir objetos-alum-nos en serie. Este fenmeno no s-lo implic la utilizacin de conceptos y prcticas de la organizacin cientfi-ca del trabajo en el mundo de la educa-cin, fue parte de una nueva transfor-macin del trabajo y del capitalismo a nivel global; por ello no fue casualidad que la pedagoga por objetivos se pu-siese de moda justo cuando las fbri-cas transitaban a un mundo postfordis-ta (la organizacin toyotista del trabajo y la produccin), permitiendo una flexi-bilizacin del trabajo y, sobre todo, li-brar a las fbricas de la espinosa tarea de educar y formar a sus obreros.

    De esa manera la educacin se subsu-ma a la lgica del mercado y del capi-tal, las escuelas deban educar y pro-ducir a los nuevos obreros.

    A este fenmeno se sum las refor-mas neoliberales emprendidas en varios pases de Amrica Latina y el Caribe en la dcada de los 90, los cuales termina-ron incidiendo en gran medida la con-cepcin que se tena sobre la educacin. El modelo educativo adoptado por di-versos pases quebrant el papel del educador y su formacin; la pedagoga y la didctica se convirtieron en un asunto de especialistas y los maestros en obre-ros con un trabajo estandarizado y re-petitivo. La capacitacin y formacin permanente de maestros y maestras fue sustituida por pequeos programas de formacin -en muchos casos ofrecidos por servicios privados- que se preocu-paban por otorgar certificados de par-ticipacin a los educadores sin garan-tizar procesos de profesionalizacin. Es decir, como menciona Adriana Puig-grs, el Estado renunci a su responsa-bilidad de formar al sujeto educador y las reformas implementadas en el mbi-to educativo eran pensadas a prueba de profesores.

    El reto ms gran de que tienen pro-fesores, docentes y educadores en la ac-tualidad es generar comunidades edu-cativas, superar los individualismos y generar conciencias sobre el colectivo, en donde se pueda potencializar ha-bilidades. En la actualidad existe una apuesta por el profesorado, por mejo-rar sus prcticas y formas de ensean-za, pero ellas deben venir acompaadas de una serie de elementos que permi-tan no solo mejorar la prctica educati-va sino mejorar el estatus que goza es-ta profesin en el imaginario social; en la mayor parte de los pases de Amri-ca Latina y el Caribe ser maestro impli-ca percibir un salario muy bajo por un trabajo con grandes niveles de exigen-cia y dedicacin, y que en muchos ca-sos no es considerado una profesin o es una actividad subvalorada, Bolivia es una excepcin?

    * Marcelo Sarzury y Alejandro Garrido, socilo-gos e investigadores del rea de Intercultura-lidad y Descolonizacin del IIICAB.

  • del 17 al 23 de mayo de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 5

    Es un procedimiento quirrgico por el cul

    una persona dona a otra un rgano sano una vez que el donante este con

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    Es un procedimiento quirrgico por el cul una

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  • 6 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 17 al 23 de mayo de 2015

    Licenciado en Sociologa con una maestra en filosofa y ciencia poltica, Jiovanny Sa-manamud vila, desde 2013 ocupa el cargo de Viceministro de Educacin Superior del Estado Pluri-nacional de Bolivia. En dilogo con La poca, remarc la importancia de la enseanza intracultural como un aspec-to clave en el fortalecimiento de indivi-duos capaces de plantear un giro civili-zatorio. Los indgenas no son objetos de descolonizacin, son sujetos de su propio proceso, sostuvo el funciona-rio quien hace referencia al desarrollo de la descolonizacin educativa lleva-do a cabo por el gobierno desde 2006. Adems, hace hincapi en la responsa-bilidad de los distintos espacios socio-culturales para su transformacin. Sin duda es una tarea que nos trasciende como generacin, remarc.

    Natalia Coronel (NC).- Desde 2008, Bolivia es considerado un pas libre de analfabetismo, cu-les fueron las polticas que aporta-ron a este crecimiento?Jiovanny Samanamud (JS).- La deci-sin poltica del presidente - Evo Mora-les- de arrancar de raz esta problemtica fue crucial. Otra factor fue el apoyo que tuvimos del programa Yo s puedo y Yo si puedo seguir, que fue una iniciativa crea-da para eliminar el analfabetismo desde 2006 con ayuda de los cubanos que, se han brindado de una manera muy soli-daria con el gobierno de Bolivia. A tra-vs de ellos y con su experiencia se lo-gr desarrollar, implementar y mejorar la educacin hasta llegar a un margen muy reducido de analfabetismo.

    NC.- Cunto aport el bono Juan-cito Pinto a la insercin escolar?JS.- El impacto del bono fue en el ni-vel primario. El objetivo de este pro-grama es lograr la permanencia de los estudiantes porque la ausencia de los nios por cuestiones econmicas era un factor determinante para la deser-cin. Sin embargo, luego de la imple-mentacin del bono la situacin cam-bi y los datos son alentadores porque se logr una reduccin significativa.

    NC.- La poltica educativa que se lleva a cabo desde el 2006 en ade-lante hace referencia a la descolo-nizacin, a qu se refiere?JS.- El modelo socio-comunitario pro-ductivo que es bsicamente la pro-puesta transformadora educativa que tiene Bolivia tiene que ver con cmo trabajamos la descolonizacin y conci-be como pilar fundamental la intracul-turalidad e interculturalidad.

    La intraculturalidad es un proyecto boliviano para las naciones indgenas

    Somos un pas no analfabeto que apuesta por la soberana cientfica y tecnolgica

    nataLia CoroneL

    [ d e s c o l o n i z a c i n ]

    As lo afirm el Viceministro de Educacin quien, adems, destac el plan de

    revalorizacin y desarrollo de conocimiento sobre la matriz de los pueblos indgenas

    que jams haban podido reivindicar su concepcin cultural en un proce-so educativo, que no podan reprodu-cir desde las pautas de su propia ma-triz, sino que lo hacan en el marco de una matriz ajena, como es el cas-tellano occidental, y ese es un quiebre fundamental desde la colonia, pasan-do por la repblica. Es una lucha que, gracias al proceso de cambio se pudo volcar al proceso educativo y a eso lla-mamos intraculturalidad, qu quiere decir? que tenemos una educacin que permite desarrollar, revalorizar, repro-ducir y producir conocimiento sobre el arquetipo de los pueblos indgenas.

    NC.- Cmo se trabaja en el pla-no pedaggico la intraculturalidad y la interculturalidad?JS.- Ningn sistema educativo se orienta a esto especficamente, sin em-bargo en Bolivia se ha vuelto un pilar central de la descolonizacin. Incluso transforma el concepto de intercultu-ralidad, porque en el contexto mundial latinoamericano ha sido comprendi-da slo como tolerancia y respeto a la diferencia. Pero si articulamos la inter-culturalidad con la intraculturalidad, te-nemos un proceso de transformacin, porque ya no es simplemente acepta-cin sino que, es aprendizaje mutuo. Para que este proceso se desarrolle de forma satisfactoria en nuestro pas los castellanohablantes deben aprender de la cultura indgena, deben universalizar-se en nuestro escenario. Esto tambin nos llev a tener una poltica plurilin-ge donde es obligatorio que todos los

    bolivianos, no solamente hablemos un idioma indgena, sino que tambin ra-zonemos y tengamos por lo menos dos lenguas matrices.

    NC.- Cul es la metodologa que utilizan en las aulas para el inter-cambio de estos saberes?JS.- Tenemos un sistema que llama-mos recuperacin de saberes y conocimien-tos que es una estrategia metodolgi-ca en la educacin boliviana donde el profesor puede y debe -que es parte de la estructura curricular- incorporar conocimientos para transformar su realidad concreta. Este es un elemento fundamental porque no se centra en la recuperacin arqueolgica y no es un turismo cultural, sino que es aprender de eso y pensar que ese aprendizaje sirve para transformar. Para nosotros -y con esto tiene que ver la descolo-nizacin- la educacin es un elemen-to que contribuye a la evolucin, es un elemento poltico, contrario a un ele-mento tcnico pedaggico. Entonces, en la recuperacin de saberes el ngu-lo poltico tiene que ver con transfor-mar la realidad de la comunidad edu-cativa, de las prcticas docentes y por ende del mismo proceso de iniciacin.

    NC.- Qu sucede con el potencia-miento de las lenguas indgenas y a cunto estamos de dejar de ser un pas monolinge?JS.- La poltica plurilinge es otro ele-mento de la descolonizacin, pero es muy complejo porque no solamente permite aprender el idioma indgena

    como una lengua de comunicacin, si-no que es una lengua de razonamiento. Lo que tenemos que hacer es llegar al nivel de producir conocimiento con la lengua originaria. El plurilingismo en el aula significara que, a largo plazo, el profesor sea capaz de dar contenidos en idioma castellano y en idioma ind-gena. Por ejemplo, si doy una clase de matemticas, debera dictarse una parte en castellano y la otra en lengua indge-na para poder mantener un equilibrio de transmisin de aprendizaje. Pero pa-ra eso necesitamos ms tiempo porque, las bases de este proceso son los insti-tutos de lengua y cultura que, son una Real Academia Espaola de los Pueblos In-dgenas. Esto implica que deben norma-lizar su lengua utilizando como base central no al especialista lingista sino la cultura misma donde tenemos defi-nidas 36 lenguas oficiales.

    NC.- Cmo se aplica el desarrollo tecnolgico a la descolonizacin educativa?JS.- La descolonizacin no es contra-dictoria a la tecnologa. Suele pasar que algunos profesores trotskistas nos acu-san de ser pachamamistas porque piensan que nosotros no utilizamos herramien-tas cientficas y que creen que, partir de los saberes y conocimientos de los pueblos indgenas es volver atrs. En-tonces, argumentan que no es una edu-cacin cientfica. No obstante, hemos aclarado miles de veces cun equivoca-dos estn con estas ideas porque, des-de el punto de vista de la funcin tec-nolgica, le damos muchos usos, tanto con la implementacin de computado-ras en las aulas, como con el incentivo a la ciencia. Continan con un viejo pre-juicio colonial que indica que lo manual es inferior a lo intelectual.

    NC.- Qu proyectos tiene el go-bierno para seguir fomentando el sector educativo?JS.- Desde fines del ao pasado am-pliamos el bono Juancito Pinto a secun-daria que es un incentivo para que los jvenes continen con sus estudios.

    Pero nuestro gran reto es, lo que el presidente ha planteado, que es la sobe-rana del conocimiento como base de inde-pendencia cientfica y tecnolgica. Lo que pretendemos es desarrollar la creati-vidad en todos los mbitos y plantar los cimientos para seguir con los linea-mientos de produccin de aprendiza-je de generacin y de ciencia pero con un sistema de incentivos hacia adelan-te. Tcnicamente somos un pas no analfabeto y ahora apostamos a la so-berana del conocimiento, cientfico y tecnolgico adems de seguir apoyan-do el modelo y concretarlo en todos los niveles.

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    En la actualidad el sistema educativo bolivia-no est atravesando por diversas transfor-maciones, producto de los cambios socia-les que han ido aconteciendo. Dentro de estas evoluciones se ha prestado especial inters por la atencin de algunas problemticas o sectores de la poblacin, es as que no se puede negar que ha exis-tido un acercamiento a la atencin de personas con discapacidad. Una de las acciones inditas en Boli-via fue el emprendimiento de la Misin Solidaria Moto Mndez impulsada por el entonces denominado Mi-nisterio de Salud y Deportes, dentro de este macropro-yecto se logr identificar y garantizar puerta a puerta a personas que presentaban algn tipo de discapaci-dad, as como atender mdicamente y dotar prte-sis, aparatos de desplazamiento, dispositivos de au-dio y oculares. Producto de este trabajo, y la presin de estos sectores, el ao 2012 se promulg la Ley Ge-neral para personas con discapacidad, en donde se construye un sistema de proteccin inte-gral y trato preferen-te sobre la base de la igualdad de condi-ciones y oportunida-des, la inclusin, la no discriminacin y la asistencia econ-mica del Estado.

    A pesar de estos avances y esfuerzos conjuntos, la visibi-lizacin y recono-cimiento solo es el primer paso para lo-grar un desarrollo de inclusin social ple-no, es en este proce-so donde el rol de la educacin es funda-mental para cambiar el trato y aceptacin de las personas con discapacidad en la sociedad. El trabajo realizado solamente lleg a la superficie del proble-ma, si bien se clasifica las discapacidades, se diag-nostica las deficiencias y se orienta terapias o trata-mientos en funcin de necesidades especiales, esto debe llevarnos a profundizar un trabajo multidisci-plinario y de atencin diferenciada desde el proce-so de enseanza aprendizaje, el cual responda a una educacin personalizada y particularizada en corres-pondencia con las mltiples necesidades y potencia-lidades que se presentan.

    Desde la experiencia, en Bolivia existen centros de educacin especial que atienden a personas con discapacidad, las cuales requieren de apoyo perma-nente en los procesos educativos de atencin direc-ta e indirecta, pero el trabajo pedaggico y multidis-ciplinario que se desarrolla es cuestionable en gran parte de estos centros. Para una educadora especial (o educador) es un problema maysculo lograr aten-

    der a personas con distintas discapacidades y dife-rentes edades en un solo ambiente, hecho que es muy comn en este tipo de centros. As tambin muchos de estos centros funcionan como guarde-ras y no cuentan con las condiciones mnimas que requiere el desarrollo del proceso de enseanza-aprendizaje especial, por otro lado si bien existe un involucramiento de los padres y madres de familia no existe un acompaamiento al proceso formati-vo, por lo que carecen de herramientas y estrategias que permitan un desarrollo integral del nio o nia. Sin duda, estos son elementos que afectan al desem-peo pedaggico, social, psicoafectivo y emocional del estudiante y terminarn jugando en contra en el proceso de inclusin, a la cual se debe encaminar la educacin especial.

    Por otro lado, no se puede separar la educacin especial de la educacin regular, dentro del siste-ma educativo regular se pueden identificar mltiples

    potencialidades y necesidades que tienen los estu-diantes, dentro de este grupo se pueden identificar a estudiantes con talento extraordinario, estudiantes con dificultades en el aprendizaje, especficas y ge-nerales. En cada escuela y en cada clase hay un ciclo de evaluacin, planificacin, enseanza y revisin de las necesidades de todos los/as estudiantes, que aprenden y progresan dentro de condicionamientos locales, pero para aquellos que encuentran dificulta-des no existen ayudas y/o apoyos especficos para la atencin adecuada durante todo el proceso for-mativo. Por ello, se tienen problemas en las unida-des educativas y terminan afectando al rendimiento de los estudiantes; esta situacin es muy preocupan-te, debido a que gran parte de los docentes carecen de una formacin pedaggica que les permita com-prender elementos de la educacin especial y hace que traten ciertas capacidades mltiples como pro-

    blemas de comportamiento de los estudiantes, las cuales requieren de intervencin pedaggica.

    Ante esta situacin, se debe trabajar en proce-sos de aprendizaje conjuntos, es decir la tarea esen-cial de un profesional en educacin especial debe ser flexible, transformador, fomentar el trabajo me-diante la bsqueda de lo desconocido, de manera que se forme en el estudiante la necesidad constante de aprender y solucionar problemas, el docente de-be poseer herramientas de trabajo intelectual, meto-dolgico y didctico que le permitan realizar su fun-cin social; as tambin debe buscar alternativas de superacin, intervencin, correccin, estimulacin, logrando una capacidad para atender la diversidad que tiene dentro de su grupo, permite una transi-cin adecuada y plena de las personas con discapa-cidad al Sistema Educativo Plurinacional. Por otro lado, y de forma muy personal, el educador espe-cial debe suministrar los conocimientos al docente

    regular, para juntos acompaar el proce-so de transitoriedad inclusiva y continua. Pero, en el actual sis-tema educativo, la atencin a la pobla-cin con discapaci-dad no cuenta con profesionales ca-pacitados sobre los fundamentos, con-ceptos y avances que se realizan y debaten en el campo de la educacin especial.

    Todo lo plantea-do permite expo-ner una aspiracin mayor que se tiene sobre la educacin especial en Bolivia: asegurar el acceso e inclusin de las per-sonas con discapa-cidad a la educacin

    tcnica, productiva y universitaria. Por ello se bus-ca la introduccin en la educacin y la sociedad de sistemas de comunicacin que permitan tender puentes de dilogo y reconocimiento; es importan-te que se masifique la enseanza del Lenguaje de Seas Bolivianas (LSB), el Sistema de Braille, la di-gito comunicacin, entre otras didcticas especia-les, convirtindolas en asignaturas obligatorias en los centros de formacin docente. Pero esto no se podr concretar sin la participacin y compromi-so activo de los actores de la comunidad educativa, as tambin es necesario que el Estado profundice su poltica de inclusin social ms all de la cultura, puesto que una poltica de inclusin no solo per-mite el reconocimiento entre diferentes sino nos hace ms humanos.

    * Licenciada en educacin especial.

    Hacia una enseanza inclusivaverniCa veLazCo rivera *

    La accin educativa como motor fundamental para cambiar el trato y aceptacin de las personas con

    discapacidad en la sociedad

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    Desde el ao 2012 el Esta-do Plurinacional de Bo-livia ha puesto en mar-cha un proceso formativo masivo para profesores, el Progra-ma de Formacin Complementaria para maestras y maestros en ejercicio (PROFOCOM); en una primera fase se han titu-lado ms de 25.000 docentes de diferentes reas en el m-bito nacional, en la actualidad se encuentran en pleno proce-so formativo la segunda y ter-cera fase, las cuales tienen una matrcula de aproximadamen-te 60.000 y 25.000 participan-tes respectivamente.

    Uno de los aspectos cen-trales de este programa es que busca cualificar la formacin a nivel de licenciatura de la totali-dad de maestros y maestras del territorio boliviano, con la fina-lidad de transformar la prcti-ca y la teora del desarrollo del proceso de aprendizaje-ense-anza tradicional por otras al-ternativas vinculadas a las reali-dades, necesidades, demandas y potencialidades de cada regin. Para ello se plantea la articula-cin entre la escuela y la comu-nidad, misma que contribuya al desarrollo de una formacin cientfica, axiolgica, crtica y propositiva de los estudiantes. Cabe re-saltar que este programa marca un hi-to en la historia de la educacin bolivia-na, sobre todo por las dimensiones que posee en cuanto a su alcance. Sin em-bargo, este proceso no est exento de problemticas y debates pendientes, los cuales son necesarios plantearlos con la finalidad de profundizar la transfor-macin educativa, para ello abordamos dos elementos de anlisis en funcin de los elementos curriculares que ms po-lmica han causado entre quienes con-cretan el modelo educativo.

    La evaluacin educativa en el centro de las crticasUno de los temas centrales en el de-bate docente y de padres de familia, es el tema de la evaluacin. Tradicional-mente la evaluacin en la educacin se mide bajo criterios centrados estricta-mente en el desarrollo de capacidades cognitivas de los estudiantes; a diferen-cia de sta en el actual modelo educa-tivo se ha iniciado un proceso evalua-tivo que no slo permite verificar los logros del aspecto cognitivo sino tam-bin de otras dimensiones, por ejem-plo el desarrollo de valores (el ser), la aplicacin de los conocimientos (el ha-cer) o la solucin de problemticas en beneficio del entorno (el decidir). Las formas de evaluacin en estas dimen-siones, a diferencia de una mera y sim-

    Una mirada desde el interior del aulaFranz CoroneL berrioS *

    Adaptar la prctica y la teora del aprendizaje y enseanza a las realidades

    y necesidades de cada regin

    ple aplicacin de pruebas pedaggicas, exmenes o test -que brindan datos cuantitativos determinantes para afir-mar o negar una cercana a una cali-dad de la educacin-, requieren de la aplicacin de diferentes instrumentos de orden cualitativo, como la observa-cin, el diario de campo, entre otras, que permitirn evidenciar los logros alcanzados por los estudiantes con ba-se en las dimensiones sealadas.

    Sin embargo, una de las principales dificultades que se presenta, sobre to-do en educacin secundaria, es que el desarrollo de este proceso evaluativo se enfrenta con la limitada carga ho-raria con la que cuentan los docentes para el trabajo con sus diferentes gru-pos asignados; esta situacin en los ni-veles de Educacin Inicial en Fami-lia Comunitaria y Educacin Primaria Comunitaria Vocacional posee otro panorama, debido a que los maes-tros de aula pasan un mayor tiempo con sus estudiantes, lo que les permite desarrollar un registro evaluativo mu-cho ms completo. Por otra parte, una problemtica comn identificada tan-to en educacin primaria como en se-cundaria, es el proceso de autoevalua-cin que desarrollan los estudiantes, debido a que muy difcilmente se evi-dencia una correspondencia entre esta calificacin y los logros reales obteni-dos por los escolares, lo cual repercu-

    te en las notas finales y que determi-nan la promocin de grado.

    Funcionalidad de los proyectos socioproductivos (PSP)Uno de los aspectos que verdaderamen-te llama la atencin a los educadores e investigadores educativos de otros pa-ses, es el trabajo con los Proyectos So-cioproductivos (PSP), los cuales son una estrategia metodolgica que permi-te vincular a la comunidad en el proce-so educativo a partir del desarrollo de tareas conjuntas, en donde participan las madres y padres de familia, autori-dades, instituciones aledaas a la escue-la, docentes, estudiantes y otros actores sociales. En la gestin 2013 se inicia el proceso de implementacin de los PSP, inicialmente en el nivel secundario y posteriormente se expande a todos los niveles y grados de la educacin regu-lar. El PSP contribuye a la dinamizacin del currculo, da vida a los contenidos, los vincula con la realidad y concretar su abstraccin. As tambin permite un tra-bajo interdisciplinario entre reas de sa-beres y conocimientos y el desarrollo de procesos educativos participativos.

    Este proceso no ha sido sencillo, des-de el punto de vista de la gestin edu-cativa, lograr una articulacin plena en-tre escuela y comunidad, sobre todo en centros urbanos, ha trado una serie de tensiones entre docentes, juntas esco-

    lares y directores de las unidades edu-cativa. Por un lado, existe poca parti-cipacin de algunos actores que son centrales en el proceso de planificacin y establecimiento del PSP, en algunas uni-dades educativas de El Alto se observ

    la inasistencia de los actores de la comunidad, hecho que afect la identificacin de las problemti-cas, necesidades y potencialida-des de la regin a ser trabajados durante la gestin escolar. Por otra parte, existen dificultades en el desarrollo mismo del PSP por parte de los maestros, en primer lugar por la orientacin de los contenidos en funcin de determinado PSP; por ejemplo, si el PSP trabaja Alimentacin Saludable Qu elemento de esta problemtica puede trabajar cuando se aborda temticas ms abstractas (como algoritmos, l-gebra o ecuaciones, incluso de otras disciplinas como las Cien-cias Sociales, Fsica o Qumica)?; en segundo lugar sigue resultan-do difcil lograr una articulacin entre las diferentes reas.

    Sin embargo, en este proce-so tambin se han identificado experiencias muy interesantes, de diferentes reas y niveles de educacin, las cuales han lo-grado articular los contenidos educativos y las reas de sabe-

    res y conocimientos de diversas for-mas, unos acudiendo a la creatividad y otros a la investigacin. Evidentemen-te cabe hacernos una pregunta central Cul es la incidencia de este proceso educativo en el aprendizaje de los es-tudiantes? Una respuesta a esta inte-rrogante demandara el desarrollo de un trabajo investigativo complejo y ex-tenso; no obstante, a partir de algunas percepciones emitidas por estudiantes de secundaria de unidades educativas del Distrito dos de la ciudad de El Al-to, podemos decir que existe una ma-yor dinmica en las aulas, la actividad educativa se orienta a dar un significa-do prctico a los contenidos a partir de su aplicacin en la vida cotidiana, al desarrollo de valores y una interaccin con la comunidad que permita la re-solucin de diferentes problemticas.

    Como cierre se puede decir que lo-grar un salto cualitativo en los proce-sos educativos en el mbito nacional constituye un gran reto, ms an si se considera este objetivo en un tiempo mnimo, el programa de formacin ha puesto sobre la mesa del debate dife-rentes elementos para transformar la prctica educativa, las cuales solo pue-den ser abordadas en un dilogo entre la prctica y terica educativa.

    * Educador y magster en Educacin Socioco-munitaria y Productiva

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    La universidad pbli-ca, mxima casa de estudios del pueblo, sustentada con re-cursos del pueblo no ha lle-gado responder a las necesi-dades de nuestro tiempo. Sus mejores aos se vieron a fi-nes de los 60 cuando surgi un movimiento por la revo-lucin universitaria, cuyos dirigentes luego se incorpo-raron en la guerrilla de Teo-ponte en 1970, y que por las difciles circunstancias ter-minaron muriendo all. Lue-go en la lucha contra la dic-tadura, cuando los dirigentes universitarios llamados por la vocacin de servicio al pueblo no dejaron atrs la resistencia contra la opresin del sistema y de los dictado-res. Con aquellos anteceden-tes del movimiento universitario, pretender ver a URUS como imagen de aquellos tiempos es insul-tar nuestra historia.

    La situacin en la UMSS expone lo que no se quiere ver de la Universidad, por un lado un esta-mento docente con mentalidad oportunista y colo-nial que ha logrado aduearse de nuestras casas de estudios convirtindolas en pequeos feudos contra un proceso de cambio que rechazan (en realidad, la mayor parte de los docentes que hoy tienen nuestras casas de estudio superior son fruto del periodo neo-liberal, y esa vergonzosa casta ha expresado el ms reprochable y vil acto ante el pueblo, intentando ti-tularizarse en la ctedra de manera directa sin dar exmenes de competencia mediante una resolucin emitida el pasado 7 de abril, a la cual se aferran y no muestran inters en renunciar).

    Por otro lado, encontramos a la decadente di-rigencia de URUS con los mismos dirigentes que por ms de dos dcadas se mantienen como la su-puesta representacin de un estamento que por naturaleza es joven, pero que en los hechos se ve relegado por aquellos grupos radicales que vi-ven de la crisis y que poco o nada han hecho para solucionarla (desde hace mucho tiempo tambin son parte del problema, no les interesa mejorar el nivel acadmico de la universidad sino convertir los problemas en conflictos que desgasten al go-bierno nacional, tampoco reconocen el carcter ideolgico que se ha incrustado en la Universi-dad y pretenden decir que aquellos docentes son tteres del gobierno nacional con la intencin de crear una consigna de enfrentamiento para ga-nar ms protagonismo en escenarios externos a la Universidad).

    Esta crisis es reflejo de nuestro tiempoA partir de la imposicin del neoliberalismo la Uni-versidad fue vctima de un

    golpe que continu los asestados por la dictadu-ra, pero el garrotazo de los 90 fue diferente, golpe el modelo nacionalista de Estado que todava exis-ta, destroz y entreg la poca industria y los recur-sos naturales al extranjero, mostr todo su rostro antinacional y de desprecio al pueblo boliviano.

    Al privatizar el aparato productivo y reducir el Estado a una institucin sin capacidad para inter-venir en los asuntos econmicos (entregados a los poderes transnacionales), se pretendi reducir al mnimo cualquier carga fiscal de la universidad e in-tentaron adecuarla a los principios de la ola neolibe-ral que por aquel entonces estaban de moda. Varios estudiantes de izquierda de aquella poca se trans-formaron a la moda y hoy muchos de ellos son do-centes que continan defendiendo ese modelo en-treguista desde su ctedra.

    Pero el fracaso fue tal que ni siquiera lograron que la Universidad respondiera al modelo neoli-beral que intentaban implementar, no lograron brindar aquellos recursos humanos que las em-presas privadas buscaban y mucho menos aporta-ron a la produccin de ciencia o tecnologa; solo se preocuparon en la comercializacin de la edu-cacin superior a travs de la venta de maestras y doctorados donde el nico requisito es el dine-ro y no la capacidad. Como consecuencia surgen las universidades privadas ya que constantemen-te se intent reducir cualquier gasto en la edu-cacin convirtindola en mercanca librada a la oferta y demanda, lo que permiti que surgieran gran cantidad de universidades e institutos de ca-rcter privado, que entraron a la competencia en aquel mercado laboral.

    Ahora aquellos docentes intentan convertir la mediocridad en privilegio al pretender lograr una ti-tularizacin directa, y los grupos radicales que no tienen reparo en pactar con la derecha que es el verdadero enemigo de clase- pretenden frenar cual-

    quier posibilidad de trans-formacin real, no buscan resolver la crisis estructural, solamente buscan caldear el conflicto para lograr una re-eleccin y de aqu a dos aos provocar ms problemas pa-ra mantener la supuesta re-presentacin del movimien-to estudiantil, muestra de eso es que no frenaron la apro-bacin de la ilegal resolucin de titularizacin directa, sino que la miran con oportunis-mo para empoderarse de los derechos de los estudiantes y generar ms crisis.

    Pero, no todo es apoca-lptico, estamos frente a una gran oportunidad para que el movimiento estudiantil asu-ma una posicin crtica a lo que est sucediendo, reco-nociendo su rol en esta eta-

    pa para transformar la Universidad. Esto va ms all de una universidad y tiene que ver con todo el sis-tema universitario estatal, debemos encaminar este proceso hacia un Congreso Nacional de las Univer-sidades Pblicas, con verdaderos representantes es-tudiantiles y docentes, que no sean parte de la deca-dencia y la corrupcin de las camarillas.

    Debemos transformar la participacin democr-tica universitaria, no hay centro de estudiantes en el cogobierno universitario que goce de legitimidad, puesto que el estudiante de base no participa en los procesos ya que estos son amaados y no permiten la participacin real, debemos retomar la participa-cin de los delegados y representantes de cada cur-so, que lleven la voz de cada estudiante, necesita-mos verdaderas asambleas que lleven tras suyo un proceso de debate previo en cada aula, no podemos seguir dependiendo de comits electorales armados desde las mismas roscas estudiantiles que reprodu-cen el circulo vicioso de los fraudes.

    Necesitamos recuperar la Autonoma Universita-ria de las castas docentes (que no son todos los cate-drticos) y de las roscas estudiantiles (que no repre-sentan al movimiento estudiantil) que llevan dcadas en la universidad, que no piensan vivir de su trabajo sino de la prebenda y corrupcin en las universida-des. Necesitamos recuperar la verdadera esencia del Cogobierno y de la libre ctedra sustentada en prin-cipios ideolgicos y no en el oportunismo o el faci-lismo para aprobar una materia. Necesitamos una revolucin desde adentro que permita abrir la uni-versidad al pueblo. Necesitamos dignificar a la Uni-versidad Pblica boliviana como verdadera casa de estudios y fuente de conocimiento, ciencia, tecnolo-ga y pensamiento crtico.

    * Integrante de la Escuela Nacional de Formacin Poltica, Aboga-do, Estudiante de la Carrera de Ciencia Poltica de la Universi-dad Mayor de San Andrs

    De la crisis a la Revolucin UniversitariaedMundo Juan noGaLeS aranCibia *

    Lo que sucede en la Universidad Mayor de San Simn es una de las expresiones de la crisis

    de la Universidad Pblica boliviana

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    En una sociedad sin conflictos internos la fuente principal de inseguridad es la circu-lacin no controlada de armas de fuego, muchas de las cuales estn en poder de particulares y tienen como principales vctimas a las mujeres. Por eso, con el fin de tratar este flagelo, el Centro de Estudios de Justicia y Participacin (Ce-jip), junto a expertos nacionales e internacionales, dieron luz verde al diseo de una poltica de desar-me voluntario. Este programa es desarrollado como apoyo a la regulacin de la Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos que fue reglamentada el pasado 29 de abril. En conversacin con La po-ca, Jos Lima, director Ejecutivo del Cejip seal la importancia de juntar a los actores para disear e implementar el plan Desarme Voluntario y remar-c que, segn las estadsticas, se duplic la cifra de mujeres que mueren por esta causa, al tiempo que llam a promover una cultura de paz.

    Natalia Coronel (NC).- Por qu es necesaria una campaa de desarme en Bolivia?Jos Lima (JL).- Las pocas estadsticas con las que contamos reflejan que las muertes por violencia ar-mada han ido en aumento. El ao 2010 se registraron 7.4% de muertes ocasionadas por armas de fuego fren-te a 92.6% de muertes ocasionadas por otras causas. El ao 2011, este ndice subi a 11.8% y el ao 2012 al 13.7% Lo que nos hace pensar que al ao 2015 el ndi-ce podra haberse incrementado en 3 o 4 puntos.

    NC.- Cules son los principales grupos a pre-servar?JL.- Hay cuatro grupos que se deben preservar de estos hechos de violencia: nios, mujeres, ancianos y discapacitados. Por eso sentimos no solo una obli-gacin legal, sino tambin una obligacin moral. Un trabajo realizado por el forense ngel Leonardo Ar-zabe sobre incidencia de muertes ocasionadas por arma de fuego, investigadas en la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de Bolivia, entre enero de 2010 a diciembre de 2012, establece que la canti-dad de mujeres vctimas por este instrumento, es su-perior a la de hombres. Por eso queremos darles la oportunidad a ellas de que saquen las armas de sus hogares y para eso tenemos 180 das.

    NC.- Lo de los 180 das tiene que ver con el nue-vo Decreto Supremo, de qu se trata?JL.- A partir de la ley 400 se establece la existencia del delito por tenencia ilcita de armas de fuego. Lo que dispone es un plazo para que esa tenencia, justamen-te, no sea ilcita. A partir del momento en que se pu-blic la ley, las personas tienen 180 das para poder registrar sus armas de fuego. El punto es que esa nor-ma no fue reglamentada dentro de los primeros seis meses, lo que ocasion que nadie pueda tener un re-gistro legal hasta marzo. Recin fue establecida en oc-tubre del ao pasado y a partir de ese momento em-pieza a correr un nuevo plazo que, a su vez, tambin se venci. En los hechos, en mayo de 2015, cualquier persona que hubiese tenido un arma de fuego estaba cometiendo un delito, por eso el gobierno para poder precautelar la situacin de todos los tenedores legti-mos aunque ilegales, emite el Decreto Supremo 2344 donde ampla nuevamente el plazo a 180 das.

    NC.- Se conoce cul es la magnitud del uso de armas de fuego en el pas?

    Una campaa de desarme acompaadapor la sociedad civil

    nataLia CoroneL

    La mayora de los femicidios son causados por tener armas en casa y sigue en aumento. Ante esta

    problemtica, el gobierno reglament una ley de control

    y de desarme voluntario

    JL.- No tenemos cifras. Precisamente, es uno de los problemas que como ONG hemos identificado, sin embargo si tenemos algunos nmeros que estable-cen cules son nuestros problemas y donde est fo-calizada la problemtica.

    NC.- Qu significa la amnista declarada por ley para la entrega voluntaria de armas?JL.- Esto significa que una persona a pesar de que lleve su arma y su tenencia sea ilegtima no podr ser juzgado ni procesado por eso. Cualquier proceso de desarme siempre conlleva tres elementos: un regis-tro confiable; un programa de amnista y un progra-ma de desarme voluntario.

    NC.- Existe en Bolivia un mercado de armas o lobby para su comercializacin?JL.- No existen porque la importacin de armas es ilegal hace ms de diez aos. Otro punto que incide es que, no existe seguridad privada armada. De todas formas, cuando hablamos de desarme nos referimos a esas armas que van a ser utilizadas en problemas interurbanos y relaciones interpersonales entre per-sonas que se conocen. Por lo general las principales vctimas son las mujeres que en sus hogares se sien-ten desprotegidas y que, aparentemente, en el caso boliviano es el nico en el que la cantidad de vctimas mujeres es similar a la cantidad de vctimas hombres. Normalmente en todo el mundo, los hombres jve-nes entre 18 y 30 aos son las principales vctimas.

    NC.- A diferencia de otros pases, en Bolivia, las vctimas por armas de fuego suelen ser

    mujeres, en qu situacin o contextos son atacadas?JL.- Nuestra ltima estadstica data de 2012, no sa-bemos cul es el contexto, pero s sabemos que en ese ao la tendencia seal que fueron ms hombres que mujeres en morir por violencia armada. El por-centaje lleg a ser de un 54%

    NC.- Cunta implicancia tienen los miembros de fuerzas de seguridad en este tipo de delitos?JL.- Al no tener estadsticas, no puede ser categri-co, pero si puedo referirme a experiencias compara-das de Latinoamrica en las que sabemos que las vc-timas de armas surgen de conflictos interpersonales. En ese marco, es una conclusin obvia, que las perso-nas que tienen acceso a las armas, -miembros de se-guridad- son las que las usan en ese tipo de conflictos.

    NC.- Cmo influye en el caso de los nios? Marca algn precedente el uso de videojuegos violentos o juguetes blicos?JL.- Hay dos formas de hablar sobre violencia ar-mada, desde la perspectiva de limitar la oferta de ar-mas, que es lo que est haciendo el gobierno con el plan de desarme voluntario as -como la amnista- que no haya armas en el mercado. Y por otro lado, reducir la demanda que las personas puedan estar basadas en justificativos relacionados con la defen-sa de su seguridad. Dentro de esto, se incluye la pre-vencin y sensibilizacin acerca de la peligrosidad de tener un arma de fuego en casa, componentes que deben tener incluir a los nios y nias del hogar. Es un proyecto que esperamos impulsar este ao para que los nios y sus padres sean conscientes del impacto negativo de los juguetes blicos y la natura-lizacin de la violencia que implican dichos juguetes.

    NC.- Por qu la sociedad civil no lo identifica como una problemtica?JL.- Cuando accedimos a estos datos nos sorpren-di y sorprendi a todas las personas y organizacio-nes con las que compartimos esas cifras. Es un tra-bajo que llev 10 aos para formar nuevas redes en Bolivia, pero el tema de las armas siempre fue supe-ditado. La violencia de gnero es un tema en el que se tiene que trabajar y mucho, pero queremos llamar la atencin porque en el pas la violencia contra la mujer es un problema que se agudiza ms cuando en un hogar violento hay un arma de fuego.

    NC.- Qu hacen con las armas una vez entre-gadas?JL.- Con la ley 400 lo que se establece es que las ar-mas a las que se acceda, ya sea por decomiso o por desarme, tienen dos finalidades, aquellas que son permitidas para uso policial o militar van a cada una de las fuerzas y las que no son destruidas.

    NC.- Qu expectativa tiene en relacin a la campaa y cmo evolucion a nivel mundial es-te tipo de programas?JL.- Es la primera vez que en Bolivia se inicia una campaa de desarme acompaada por la sociedad ci-vil por lo cual, estamos agradecidos y con esperanza, no solo por el trabajo que podamos hacer nosotros, sino tambin por la experiencia regional en Latinoa-mrica que demuestran que las campaas apoyadas por la sociedad tienen mayor impacto que los progra-mas desarrollados solamente por los gobiernos.

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    La caracterizacin ms adecua-da del anarquismo, quizs sea, la triloga de su interpelacin, crtica y demolicin del Esta-do, del Capital y de la religin; esto se expresa comnmente como la consig-na Ni Dios, ni Estado, ni capital. Grito de guerra al que hay que aadirle Ni marido, con lo que viene a ser enton-ces un cuarteto de demolicin del po-der, considerado estas cuatro formas de presentacin. La versin ms radi-cal de las subversiones en la modernidad se encuentra en el anarquismo, en sus ac-tivismos, sus movilizaciones, sus prc-ticas, sus comunas, sus imaginarios ra-dicales, sus estticas, sus transgresiones, incluso su irreverencia a la teora.

    A lo largo de las historias polticas, el pensamiento y el activismo cratas han incursionado intempestivamen-te, ocupando intensamente la eternidad del instante, los momentos de la rebelin. Se puede decir que el saber libertario tie-ne como matriz la intuicin subversiva, desplegando desde esta matriz la crti-ca, que, como hemos dicho, se ocupa de deconstruir cuatro formas de poder bsicas: El Estado, la religin, el capital y el patriarcado. A estas cuatro crticas hay que aadir la crtica del colonialismo y la colonialidad, sealamiento que ha emer-gido con fuerza en las luchas anarquis-tas contemporneas. La quintaesencia, por as decirlo, se podra resumir en la consigna de combate: Ni Dios, ni Esta-do, ni capital, ni marido, ni amo.

    Los y las anarquistas consideramos que no se puede luchar contra al poder parcialmente, usando una parte del dominio contra la otra; por ejemplo, usar al Estado contra el capital, cuan-do, no obstante, el Estado es la otra ca-ra del capital, la cara poltica del capi-tal, que se presenta visiblemente como la cara econmica. No se puede enca-rar la lucha contra el poder, su demo-licin, dejando formas de dominacin que constituyen sujetos sumisos; por ejemplo la religin institucionalizada, sobre to-do las iglesias, los sacerdotes, que se con-vierten en la casta mediadora. Ahora han aparecido otras iglesias, no basadas en la fe, sino en la racionalidad abstrac-ta e instrumental, basadas en la represen-tacin partidaria o en las emulaciones intelectuales y acadmicas. Con estas iglesias han aparecido los nuevos sa-cerdotes, que no necesitan vestir sota-na, sino que se invisten de portadores de la verdad, de la ciencia, sobre todo de la institucin y de las leyes. No se es con-secuente con las luchas contra las do-minaciones si no se desmantela el pa-triarcado, la dominacin masculina, de las fraternidades de machos. La forma de dominacin ms antigua es sta, la del patriarcado. Sobre la base de esta dominacin se asientan las otras. Tam-poco se es consecuente si no se des-truye la dominacin colonial, base histri-

    [ s o c i a l i s m o a d e b a t e ]

    Sobre el acontecimiento libertarioraL Prada aLCoreza

    se del monopolio de tierras, monopolio de los medios de produccin, monopo-lio de las representaciones, monopolio del Estado, monopolio de las conciencias. Esta modernidad autoritaria, opuesta a la modernidad libertaria, ataca a las mujeres; les declara la guerra, para consolidar el sistema patriarcal, que sostiene y suelda las dems formas de dominacin, ar-ticulando una sola estructura integrada de dominacin, que llamamos economa polti-ca generalizada. Esta guerra dura tres si-glos y se llama eufemsticamente caza de brujas.

    Con la aparicin de los partidos marxistas, la historia oficial contada por ellos, trata de borrar de la memoria so-cial, la experiencia social y la historia in-tensa, anterior, paralela e incluso pos-terior, de los anarquistas; trata de borrar de la memoria social el anarquismo, las lu-chas libertarias y autogestionarias. S-lo lo logra en las versiones acadmicas, institucionales, partidarias y estatales. No puede arrancar de la memoria social la inscripcin profunda de las luchas sociales cratas.

    Ahora retorna el anarquismo con mucha fuerza e mpetu. Parece que hubiera sido necesaria la experiencia frustrante de las revoluciones socialistas, constatar empricamente el papel res-taurador y policial del Estado socialista, las contradicciones profundas de las revoluciones socialistas, su decadencia y derrumbe, para corroborar los lmites de estos proyectos parciales contra el poder; al que no quieren demoler, sino incompletamente. Los colectivos ac-tivistas, los movimientos sociales, las expresiones polticas y estticas anar-quistas, la juventud desenvuelta auto-gestionaria, han re-aparecido prolife-rantes en el mundo, luchando contra las formas contemporneas, globales, financieras, monoplicas, imperiales y coloniales del sistema-mundo capitalista.

    Una vez aprendidas las lecciones his-tricas-polticas, estos colectivos activis-tas y las movilizaciones cratas se pro-ponen retomar la lucha total contra el poder. Saben que la lucha es mundial, por eso desconocen fronteras, adems de desconocer a los Estados y gobier-nos, sean stos conservadores, decla-radamente defensores del capitalismo, o pretendan aparecer como anti-capi-talistas, tanto en su versin reformista o su versin disfrazada de revolucio-naria, pues todos los gobiernos, todos los estados, a pesar de sus contradic-ciones, forman parte de los engranajes del orden mundial de dominacin. Los anarquistas convocamos a todos los pueblos a unirse, a aliarse, a enfrentar la guerra contra los pueblos, declarada por la hper-burguesa mundial. Convo-can a los pueblos a formar confedera-ciones autnomas de los pueblos, sin Estado, sin capital, sin iglesias, sin pa-triarcas, sin amos.

    Los colectivos y expresiones polticas anarquistas han re-aparecido para luchar

    contra las formas contemporneas, globales, financieras, monoplicas, imperiales y

    coloniales del sistema-mundo capitalista

    ca de la dominacin capitalista mundial; si no se demuelen las formas institu-cionales, prcticas, de las costumbres y los imaginarios de la colonialidad. La lucha contra el poder, sus formas poli-morfas, es total.

    De aqu viene la crtica de los anar-quistas a los socialistas, a los comunistas partidarios, a los marxistas. Considera-mos que estas expresiones, formas y discursos de lucha son parciales, son, en definitiva inconsecuentes. No lu-chan contra el poder en su integrali-dad; dejan gajos, races, partes del po-der; son precisamente estas partes las que reproducen el poder, despus de la revolucin. Las revoluciones socialistas son parciales; por lo tanto, inconclu-sas e inconsecuentes. Estas revoluciones se convierten en restauradoras del or-den de dominaciones; se convierten despus en contra-revoluciones. Usan los mismos mtodos que los amos derro-cados, no solamente para defenderse de las conspiraciones de estos amos

    desmoronados, sino, sobre todo, para defenderse de las rebeliones sociales, que emergen, ante la constatacin que nada ha cambiado, que poco ha cam-biado, que los representantes revolucio-narios son los nuevos amos.

    La historia plural del anarquismo es, relativamente, larga; antecede a las or-ganizaciones marxistas, forma parte de lo que se conoce como huelgas salvajes, de sabotaje a la maquinaria capitalista inicial. Incluso antes, se puede ligar al anarquismo con las rebeliones heterodoxas iconoclastas de los pueblos, comunidades y mujeres, que resisten la forma de mo-dernidad autoritaria que se impone desde el Estado y con los avasallamientos de la propiedad privada sobre lo comn, los bienes comunes; apoyados ambos, el Estado y la empresa capitalista, por la iglesia. Las mujeres populares, libres, sin redes de capturas institucionales, simbolizando entramados comunita-rios, se vuelven peligrosa para el siste-ma de poder que se instaura, sobre la ba-

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    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u a ]

    Para nadie es desconocido que siendo un Estado Laico, el Estado Plurinacional de Boli-via tiene un importante con-tingente de ciudadanos que abrazan el catolicismo como creencia religiosa, resultado de un proceso de acultura-cin que estuvo ligado a la coloniza-cin espaola sobre nuestro territorio.

    La historia de la iglesia catlica en Bolivia tiene luces y sombras como la historia de cualquier concepcin reli-giosa en el mundo. La religin fue y es un instrumento usado para sustentar propuestas ideolgico polticas de di-verso cuo en todo el planeta. El sin-cretismo cultural producto del amalga-mamiento de una religin exgena con concepciones religiosas endgenas en los Andes, la Amazona y los Llanos, produjo importantes expresiones con rasgos compartidos entre visiones lo-cales y universales de la religin.

    Como en todo mestizaje, la suma de valores y pautas de las culturas que se encuentran, generan productos cultu-rales que en sus sinergias materializan nuevas concepciones enriquecidas por los valores de ambas culturas y en estos casos, las religiones que se encuentran.

    El cambio de varios ministros por decisin de la presidenta de Chile, Michelle Bache-let, ha sido una manifestacin evidente de la grave crisis que vive el sistema poltico del vecino pas que, despus de veinticinco aos de recuperacin de la democracia electoral, an est vi-gente la Constitucin Poltica impuesta por el dicta-dor Augusto Pinochet y se mantiene el poder eco-nmico de los grupos y corporaciones que se han beneficiado de grandes negocios aprovechando el esquema neoliberal que se sostiene sobre la preca-riedad de los trabajadores del campo y las ciudades y con una modalidad de crditos y endeudamiento de millones de chilenos y chilenas.

    En los ltimos das, recorriendo las calles de San-tiago de Chile, conversando con docentes univer-sitarios y gente comn y analizando los medios de comunicacin, se advierte un malestar que se expre-sa en una frase dicha por un periodista: la compli-cidad de los negocios privados con la poltica est destruyendo a Chile. Se refera a las denuncias de

    trfico de influencias de autoridades polticas, al fi-nanciamiento de las campaas electorales por parte de las empresas que reciben contratos millonarios y a las presiones de los partidos de la coalicin de go-bierno por fortalecer sus posiciones.

    Por otra parte, la oposicin ms conservadora es-t consiguiendo imponer la agenda econmica y po-ltica sobre la base de: frenar el avance de las refor-mas en la educacin y en las relaciones laborales y en particular en la implementacin de una Constitu-yente para transformar la Constitucin Pinochetis-ta, por una parte, y asegurar que todas las iniciativas econmicas sean supervisadas por el Fondo Mone-tario Internacional (FMI), los grandes empresarios y la oposicin parlamentaria.

    La Nueva Mayora, formada por la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido Por la De-mocracia y, con menor peso, el Partido Comunista, junto al gobierno, son rehenes de las fuerzas con-servadores de la Alianza, constituida por Renova-cin Nacional y la Unin Demcrata Independien-

    te. Las declaraciones de los nuevos Ministros de Hacienda y de Interior han dado las pautas de la tendencia delineada por el gobierno.

    Entretanto el poder econmico del Grupo Luk-sic (de Andrnico Luksic) y del Grupo Edwards (de Agustn Edwards), junto con otros consorcios, ma-nejan la minera, las finanzas, la industria, el comer-cio, las telecomunicaciones y la pesca, contando pa-ra eso el monopolio de los medios de comunicacin y grupos de influencia en el conjunto del sistema poltico.

    Los sectores populares de trabajadores, campesi-nos, vecinales, sindicatos y desempleados, en los lti-mos aos, han buscado desarrollar una coordinacin de acciones para impulsar la realizacin de una Asam-blea Constituyente que debate en torno a las alterna-tivas al actual modelo poltico y econmico heredado del rgimen de la dictadura pinochetista.

    * Socilogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publica-ciones de Bolivia y Amrica Latina.

    sauceandoFernando Rodrguez Urea *

    [email protected]

    La religiosidad: Otra oportunidad para profundizar el proceso de cambio

    En Bolivia se puede asistir a eventos religiosos interculturales donde diversas

    expresiones participan y respetan las diferentes creencias, cultos y ritos

    Bolivia es un pas que tiene en sus culturas y su gente, una de sus rique-zas ms preciadas. La fuerza con la que resisti la prctica colonial en sus procesos de extirpaciones de ido-latras, como se llamaba a la accin que pretenda suprimir a las expresio-nes diferentes a la cultura que se im-pona, en lugar de exterminarnos nos hizo ms fuertes. Resultado de esa re-sistencia se produjeron expresiones tan importantes como el culto a Tata Santiago que tras un rostro europeo encubra el culto a Illapa o el culto a las diversas vrgenes que encubren el culto a la Pachamama o las expresio-nes de la msica barroca de los mo-jos o la chiquitana que junto a ins-trumentos europeos expresan en su capacidad interpretativa y sus voces, el alma de los pueblos indgenas que

    no se rindieron jams a la imposicin religiosa extranjera.

    Hoy en el Estado Plurinacional te-nemos la posibilidad de asistir a even-tos religiosos interculturales donde las diversas expresiones religiosas partici-pan en igualdad de condiciones com-partiendo momentos de espiritualidad que respetan las diferentes creencias cultos y ritos. Y esa es expresin de una nueva propuesta civilizatoria pa-ra el siglo XXI. Para nadie es desco-nocido que la Iglesia Catlica ha ido perdiendo preeminencia frente a otros cultos tambin de orden cristiano pe-ro que responden a otras confesio-nes de orden protestante y basadas en profundas convicciones liberales y pro capitalistas. Expresiones como Ekkle-sia y similares, son justamente expre-sin de lo anotado.

    Por eso para la Iglesia Catlica es tan importante enviar a su mximo representante poltico para interac-tuar con nuestros representantes po-lticos y nuestros pueblos: el dilogo de la Iglesia Catlica con las expre-siones de religiosidad ancestral es im-portante para ella y su vigencia, pero es tambin importante para las rela-ciones polticas entre Estados. Ade-ms esperamos que el Papa Pan-cho nos haga algn guio en torno a nuestra reivindicacin martima lo cual ser importante para continuar nuestro posicionamiento del tema en el mbito internacional.

    Por todo lo dicho es un buen mo-mento para demostrar que nuestro anticolonialismo no destruye al otro, sino que nos afirma en nuestros va-lores y principios sin destruir lo aje-no y mostrar al mundo que nuestra revolucin democrtica y cultural tiene en catlicos como Nstor Paz, Mauricio Lefebvre, Mons. Jorge Manrique, Julio Tumiri y Luis Espi-nal entre otros catlicos revolucio-narios, fuentes de inspiracin para la construccin del Socialismo Comu-nitario.

    una columna de la Patria GrandeEduardo Paz Rada

    [email protected]

    El sistema poltico chileno est minado

  • 14 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 17 al 23 de mayo de 2015

  • del 17 al 23 de mayo de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 15

    [ p e n s a m i e n t o c r t i c o ]

    Immanuel Kant fue uno de los primeros pen-sadores en imaginar una sociedad de naciones conviviendo en paz, algo parecido a las Nacio-nes Unidas de hoy. Una estructura de gobier-nos destinada a hacer posible la paz entre los es-tados. Si bien Kant no dedic a esta idea un largo tratado, sino ms bien una obra corta titulada La Paz Perpetua, fue muy claro al expresar la nece-sidad de relacionar poltica y derecho en busca de la paz. Adems es comn encontrar las reflexiones polticas de este filsofo en sus obras breves, como por ejemplo lo hace respecto a la pregunta Que es la Ilustracin?

    Para resumir, la intencin de Kant con este pe-queo opsculo podemos decir que el filsofo ale-mn opone la guerra a la paz. La paz es la posibili-dad de neutralizar la guerra, de evitar que la misma se vuelva a producir. Para el filosofo lo que se de-be hacer es generar los mecanismos posibles para evitar enfrentamientos entre los pueblos, para ello Kant considera que todos los Estados deben contar con una Constitucin Republicana, slo de esa ma-nera se evitar la guerra.

    Si bien los estudiosos de la vida y la obra de Kant ven el ttulo de esta obra la influencia del Abad Saint

    Pierre que haba escrito un pequeo panfleto llamado Paz perpetua muchos otros discuten la posibilidad de que Kant hubiera ledo al mencionado Abad, y atri-buyen la inspiracin del ttulo de la obra a otra razn.

    Se dice que Kant cenaba en una hostal, en una mesa que daba justo al frente de un cuadro, a una pintura, en la que se poda apreciar un hermoso pai-saje de un cementerio, bajo el cual se encontraba co-mo una sentencia la inscripcin: la paz perpetua. Kant no cenaba casualmente all. Segn sus bigra-fos Kant era tan metdico que es posible asegurar que durante muchos aos ocup la misma silla y a la misma hora, frente al mismo cuadro, que lo acom-paaba cena tras cena, da tras da.

    Esta ancdota puede referirnos a un Kant que nos presenta una reflexin con el ms puro sarcas-mo de su poca. Es decir Kant suelta una irnica sonrisa con este ttulo: la paz perpetua.

    Parece decirnos que la posibilidad de lograr una paz perpetua para la humanidad es slo despus de la guerra, hiptesis que adems Kant la sostiene en su breve texto al que hacemos referencia.

    Sin embargo esto no es todo, pues slo despus de la muerte los seres humanos conocern lo que es la paz perpetua. Dicho de otro modo, un mundo en el

    que reine la paz es un mundo lleno de cementerios. Un mundo en el que la guerra hubiera hecho posible el silencio que acompaa los pasos de la paz.

    Esto puede suponer que slo la muerte trae la paz, o que es necesaria muchas muertes para apren-der a vivir en paz.

    Cul habr sido la verdadera razn de Kant para titular de esta manera su pequeo texto? No lo sabre-mos, sin embargo su relato fue una clara inspiracin para la formacin de la Sociedad de Naciones, las Na-ciones Unidas e incluso para darle nombre al famoso Palacio de la Paz, en La Haya, en cuyas instalaciones se encuentran la Corte Permanente de Arbitraje y la Corte Internacional de Justicia, en la que Bolivia, ha-ce poco tuvo una participacin decorosa.

    Este palacio fue testigo de dos guerras mundiales y en consecuencia miles de cementerios, pues tan-to la primera como la segunda guerra mundial fue-ron las que ms muertos dejaron en la historia de la humanidad.

    Hoy el palacio de La Paz se levanta como una reliquia, una antigedad contempornea, completa-mente restaurado y listo para seguir recibiendo en su seno a dos de las cortes de justicia, ms impor-tantes de la humanidad.

    La paz perpetuaFarit L. roJaS tudeLa

    En esta semana se celebr en Europa el 70 aniversa-rio de lo que se vino a lla-mar el Da de la Victoria o fin de la Segunda Guerra Mundial. El gobierno ruso hizo un despliegue impresionante de sus tropas en un desfile y a paso de parada recorda-ron la victoria contra los alemanes en 1945. Fue mucho ms que una simple conmemoracin ya que Putin se encarg de que 16 mil enlistados, 200 vehculos blindados, 150 avio-nes ms portaviones y barcos mar-caran su presencia aqu y ahora. Ojo estamos hablando de la paz!

    Los ingleses encabezados por su Reina, Isabel II, tambin organizaron desfiles, actos especiales, se ilumina-ron los edificios londinenses y por la tarde Flechas Rojas y aeroplanos de la Segunda Guerra Mundial volaban so-bre el centro de Londres.

    Tanta celebracin por la paz en Eu-ropa me recuerda a Mafalda que se preguntaba si es que el mundo haba decidido celebrar un da internacio-nal de la Paz entonces los 364 das res-tantes eran das de guerra. Muy buena pregunta y es que en medio de inva-siones pasadas y presentes, de abusos de superioridad blica y econmica, de injusticias e inequidades es que real-mente uno puede hablar de paz?

    La Cruz Roja que nos recuerda con su trabajo incansable y loable la insensatez de la guerra, define la paz no como la ausencia de guerra, sino

    364 das de guerraCarLa Mara ariez SanJinS

    En medio de invasiones pasadas y presentes, de abusos de superioridad blica y econmica, de injusticias e inequidades,

    se puede hablar de paz?

    ms bien como un proceso dinmi-co de cooperacin entre los Estados y todos los pueblos, cooperacin que debe fundarse en la libertad, la inde-pendencia, la soberana nacional, la igualdad, el respeto de los derechos humanos y en la distribucin equita-

    tiva de los recursos para atender a las necesidades de los pueblos.

    Es esa paz de la justicia social y del desarrollo humano la que es capaz de cambiar el futuro donde las inequida-des y desigualdades dejen de ser el eje del crecimiento de los pueblos y los

    desfiles las manifestaciones del fin de la guerra.

    En ese momento el Palacio de La Paz de la Haya podr cambiar de senti-do y albergar los memoriales de la paz mundial y los conflictos ya resueltos.

    Curiosamente Bolivia estuvo tam-bin en estos das en el Palacio de la Paz tratando de encarar lo que, el es-critor Gabriel Garca Mrquez llama-ba embrollos de la paz. Bolivia inten-ta resolver por las buenas un problema creado en el pasado por la fuerza y por las malas. Pero bueno, ese es otro te-ma. Volvamos al Palacio de la Paz de la Haya. Fue construido en 1913 y en 1999 se instal frente a las puertas del Palacio una llama de la paz eterna. Me imagino que el momento que esa lla-ma deje de arder, la paz en el mundo acabar. Ms vale que en el Palacio de la paz estn pagando la factura del gas, sino ya saben lo que toca.

    Lo curioso sobre esta lumbre es que a partir de 2004 est rodeado por el Sendero de la llama Mundial de la Paz, creado por 197 piedras de los estados y territorios que en aquel ao eran re-conocidos por la ONU. Recientemen-te visitando el Palacio de la Paz not que la piedra de la Argentina ya no es-t ah. Ha durado algo ms de 10 aos. Ser que los argentinos nos han afa-nado la paz? O es que realmente nun-ca la tuvimos? Pensemos mejor en las 196 piedras restantes y en que la llama siga ardiendo total 364 das de gue-rra no son tantos.

  • 16 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 17 al 23 de mayo de 2015

    Vladimir Putin haba llegado al Kremlin con un 53% de los votos el 7 de mayo de 2000, en elecciones antici-padas asumi por primera vez la pre-sidencia de Rusia luego de la renun-cia de Boris Yeltsin. Renov en 2004, y durante el perodo 2008-2012 ocup el papel de Primer Ministro, para re-tornar nuevamente a la presidencia en este, su tercer mandato. Cul ha sido su peso especfico, durante esta larga dcada y media, en la situacin polti-ca, social y econmica de Rusia? C-mo influy a nivel geopoltico, en la configuracin de un mundo creciente-mente multipolar? Cules son sus de-safos actuales? Ir por un nuevo pe-rodo presidencial en 2018?

    Semanas atrs, el influyente peri-dico ingls The Guardian edit un es-pecial sobre el presidente ruso, donde se afirmaba que es difcil negar que Putin haya tenido un enorme impac-to en su pas y en el resto del mun-do. Esa frase puede ayudar a enten-der el rol que Putin cumpli a nivel geopoltico en los ltimos aos, afian-zando una slida alianza con China, la otra locomotora del pujante bloque de los BRICS, que ha venido intentan-do consolidar un mundo pluripolar y multicntrico. Como ejemplo concre-to, est la creacin del Banco del De-sarrollo de estos pases, ratificada los primeros das de mayo por el propio Putin, quien oficia en la actualidad co-mo presidente pro tmpore del blo-que. Hay que sacar conclusiones concretas de lo que est pasando. Hay que establecer juntos un sistema de medidas que permi-tan evitar una cacera de pases que no estn de acuerdo con algunas decisiones de poltica exterior tomadas por EE.UU., deca el presidente Ruso en 2014 sobre el pa-pel de los BRICS frente a las sancio-nes a Rusia.

    En el mbito interno, un repaso de estos aos nos permite verificar el modelo econmico que Putin ha lleva-do adelante. En primer lugar, destacar un hecho de carcter profundamente poltico: su firmeza inicial frente a la oligarqua rusa que durante la era de Boris Yeltsin-ex presidente- supieron influir fuertemente en la arena poltica rusa, condicionando decisiones y fun-cionando como verdadero poder por fuera del Kremlin luego de la cada de la URSS. Putin termin con esa era de decisiones empresariales al margen de la expresin mayoritaria del pueblo, dotando al Estado de mayores nive-les de autonoma y decisin, avanzan-do asimismo en una poltica soberana en trminos polticos, sociales y eco-nmicos.

    Luego lleg el crecimiento: los in-gresos reales de la poblacin, en tr-

    [ a l o t r o l a d o d e l s u r ]

    El liderazgo de la era PutinJuan ManueL karG *

    Desde hace 15 aos, ejerce el poder y su nombre ya es inseparable del de una Rusia libre, prspera, fuerte y respetada

    en el mundo

    minos anuales, mostraron un aumento constante desde su llegada, mejoran-do la distribucin del ingreso. As, de acuerdo a datos del propio Ban-co Mundial, Rusia se convirti en la sexta economa del mundo en trmi-nos de paridad del poder adquisitivo del Producto Bruto Interno (con un PBI per cpita que duplica al chino, por ejemplo). Adems, la administra-cin avanz en una fuerte reduccin de la deuda externa rusa: pas de 138 mil millones de dlares en 1999 a unos 42 mil millones en la actualidad.

    La aprobacin de ms del 70% de la poblacin a las polticas implemen-tadas por sus gobiernos -algo que fue reconocido y difundido por la propia CNN meses atrs- desmonta aquella caricatura de un tirano solitario en el Kremlin que algunos medios hege-mnicos a nivel internacional han pre-tendido propagar durante estos aos. Su poltica hacia Crimea, luego de las polticas injerencistas de EE.UU. en Ucrania, no hizo ms que consoli-dar su imagen al interior de la Federa-

    cin Rusa. Para el periodista Matthew Chance, la revitalizacin de los ndices de popularidad de Putin en Rusia tie-ne que ver con una recuperacin del orgullo ruso, algo que se haba per-dido luego de la cada de la URSS, y que recin este ex agente de la KGB pudo restablecer (o, al menos, comen-zar a hacerlo).

    Ahora bien, Putin enfrenta varios desafos. El ms importante tiene que ver con la poltica de sanciones eco-nmicas que EE.UU. y la Unin Eu-ropea implementaron en el ltimo tiempo, lo que llev a Mosc a in-crementar su poltica comercial con Amrica Latina. Adems, a fines de 2014 la economa rusa pas sobresal-tos indudables -devaluacin del rublo incluida- que comienzan a ser rever-tidos sin trastocar la inversin social, tal como indica en un estudio recien-te la propia compaa norteamericana Bloomberg. Cmo intent resolver Putin el problema econmico que se desprende de las sanciones unilatera-les sobre su economa? Vinculndose

    en mayor grado con las economas la-tinoamericanas: adquiriendo sus pro-ductos, y elaborando estrategias de mediano plazo para solidificar los vn-culos comerciales -pero tambin pol-ticos y sociales- con estos pases.

    Asimismo, el intento de aislamien-to sobre la figura propia de Putin tampoco funcion: el 9 de mayo pa-sado los presidentes Xi Jinping, Ral Castro y Nicols Maduro, entre otros, participaron en Mosc de los even-tos en conmemoracin por el 70 ani-versario del triunfo sobre la Alemania nazi, en lo que los soviticos domi-naron la Gran Guerra Patria. Tam-bin dieron el presente en esa con-memoracin el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, y la directora general de la UNESCO, Irina Boko-va. En esas fotos Putin volvi a bur-lar aquellos intentos por marginar a Rusia en un mapa geopoltico que dista mucho al que conocimos duran-te la dcada del 90 del siglo pasado, con hegemona plena de Washington. Sin duda, la proyeccin a un mundo crecientemente multipolar ha comen-zado a verificarse en los ltimos aos, y all Putin ha tenido un rol destaca-do, notorio, para esta nueva configu-racin internacional. Rusia ha reco-brado un papel central en el juego global, que haba perdido durante la dcada 1990-2000. La creciente alian-z