6
8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 1/6 A iVll IZENQUANTOSAJvIJGOS EY Homenaxe ao profesor Xosé Luís Couceiro Univcrsidadc de Santiago de Compostela, 2008, ISBN 978-84-9887-118-0, pp. 537-545 LA LINGÜÍSTICA DE LA COMUNICACIÓN, LA LINGÜÍSTICA DEL ÓDIGO Y EL LÉXICO SEXUAL Emilio Montero Cartelle UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA Las referencias al uso y al contexto siempre estuvieron presentes en los estudios sobre el léxico, nunca, sin embargo, con tan potentes herramientas teóricas y expli cativas como las que ofrecen las nuevas disciplinas lingüísticas basadas en el habla. El léxico sexual es una pequeña parte del vocabulario general de una lengua, al que se asimila en sus facetas fundamentales y del que se aleja en aspectos, que, además, resultan fundamentales para comprender y explicar las singularidades de sus procesos de constitución y de renovación. Se le pueden aplicar máximas teóricas perfectamente avaladas en la historia del léxico en general y, situándose en la senda de la mayoría de los tratados de lingüística histórica, centrarse en el cambio léxico, con sus entradas neologismo) y sus salidas pérdida léxica) , o en el cambio semántico, bien por adopción de un nuevo significado neologismo semántico), bien por cancelación de un significado pérdida semántica). El camino que se recorrería con esas premisas sería largo y científicamente fructífero. Dejaría, sin embargo, en la penumbra aspectos de un tipo de léxico cuyo dinamismo se puede, como el de otros, atribuir y relacionar genéricamente con la evolución de la sociedad y de su cultura, siempre que, a diferencias de esos otros, se insista en que los impulsos que han motivado sus cambios responden a factores de Este trabajo se inscribe en l marco del proyecto BFF2003-08380. 1 Ya, en 1930, Dauz at reducía a estos términos el estud io del léxico: L'histoire du vocabulairer, une fois analysé le fond primitif qui en est le point de dépait, cst celle des enrichissementset de pertes .

Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 1/6

A iVll

I

ZEN

QUANTOSAJvIJGOS

EY

Homenaxe

ao

profesor Xosé Luís Couceiro

Univcrsidadc de Santiago de Compostela, 2008, ISBN 978-84-9887-118-0, pp. 537-545

LA LINGÜÍSTICA

DE

LA COMUNICACIÓN, LA

LINGÜÍSTICA

DEL ÓDIGO

Y

EL

LÉXICO

SEXUAL

Emilio

Montero

Cartelle

UNIVERSIDADE DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

Las referencias al uso y al contexto siempre estuvieron presentes en los estudios

sobre el léxico, nunca, sin embargo, con tan potentes herramientas teóricas y expli

cativas como

las

que ofrecen

las

nuevas disciplinas lingüísticas basadas en el habla.

El léxico sexual

es

una pequeña parte del vocabulario general de una lengua, al que

se asimila en sus facetas fundamentales y del que se aleja en aspectos, que, además,

resultan fundamentales para comprender y explicar las singularidades de sus procesos

de constitución y de renovación. Se le pueden aplicar máximas teóricas perfectamente

avaladas en la historia del léxico en general y, situándose en la senda de la mayoría

de los tratados de lingüística histórica, centrarse en el

cambio léxico,

con

sus

entradas

neologismo) y sus salidas

pérdida léxica) ,

o en el

cambio semántico,

bien por adopción

de

un

nuevo significado neologismo

semántico),

bien por cancelación de

un

significado

pérdida semántica).

El camino que se recorrería con esas premisas sería largo y científicamente

fructífero. Dejaría, sin embargo, en la penumbra aspectos de

un

tipo de léxico cuyo

dinamismo se puede, como el de otros, atribuir y relacionar genéricamente con la

evolución de la sociedad y de su cultura, siempre que, a diferencias de esos otros,

se

insista en que los impulsos que han motivado sus cambios responden a factores de

Este trabajo se inscribe en l marco del proyecto BFF2003-08380.

1 Ya, en 1930, Dauz at reducía a estos términos el estud io del léxico: L'histoire du vocabulairer, une fois

analysé le fond primitif qui en est le point de dépait, cst celle des enrichissementset de pertes .

Page 2: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 2/6

538

A

Ml

JJ/ZF N QUANTOS AMIGOS Y

I-fo1nenaxe

ao

prefi:sor

Xosé Luís

Couceiro

aceptación y de rechazo por parte de la comunidad, en general, y de

sus

miembros, en

particular. Todo en

él

está sometido a un proceso de "relativización'', que, sea cual sea

el

enfoque que

se

le quiere dar, presidirá su estudio.

Su origen está indisolublemente unido al de un fenómeno, el tabú o la interdic-

ción2, cuya repercusión en el plano psicológico y en el lingüístico son asimilables. En

ambos provoca

un

sentimiento de ambivalencia', que, en nuestro terreno,

se

plasma en

la asimilación, junto con otros valores culturales, de medios lingüísticos, pero también

de normas socioculturales muy precisas sobre cómo, dónde, cuándo y en qué circuns

tancias deberían actualizarse. Las causas concretas de ese, llamémoslo, "desasosiego"

ante estas formas de expresión socialmente "marcadas" son tan diversas como la pro

pia comunidad de habla

y, al

igual que ella, varían en

el

tiempo y en el espacio

4

El

resultado de esa "presión'' ante lo que suscita en nosotros o en nuestros inter

locutores reacciones no deseadas es una búsqueda constante de alternativas que pro

tejan nuestra

imagen

5

y la de nuestro interlocutor. Las estrategias, que para ello entran

en juego, son casi tan ilimitadas como las posibilidades de expresión de que dispone el

ser humano. Las hay extralingüísticas o paralingüísticas (entonación, gestos) y estric

tamente lingüísticas, pragmáticas y discursivas, aunque, tal vez, lo llamativo sea que

ninguna es exclusiva de esta parcela léxica, en la que lo fu ndamenta l

es

la motivación

que induce a recurrir a ellas y la finalidad con que

se

utilizan.

Esta delimitación y caracterización del objeto de estudio diseña las líneas

maestras por las que tran sitar en el estudio del léxico sexual, al tiempo que guarda una

estrecha relación con las formas de hacer lingüística.

Hay

una vertiente lexicológica,

también lexicográfica, y una semántica para la que la Lingüística del código ofrece

poderosas y contrastadas herramientas de análisis. Ahora bien, si se retoman algunas

de sus características el campo de reflexión

se

amplía considerablemente y además, lo

hace en la línea de las disciplinas propias de la Lingüística del habla.

En

su génesis en su renovación intervi enen motivaciones estrictam ente lin

güísticas, pero también razones específicas tan externas a la propia lengua como el

2 Uso

interdicción en el

sentido amplio de "coacción externa o psicológica que origina el eufemismo'',

reservando

tabú

o

tabú lingüístico

para la "interdicción mágico-religiosa". Estas precisiones las he

desarrollado

en Montero

Cartelle (1981,

§

2.2.: 22-26).

3 e "ambivalencia afectiva'', habla Freud, que impulsa l contacto y l tiempo, lo evita y lo prohíbe

(1970).

4

5

"La linde que separa las voces admisibles de las no admisibles, o las admitidas de las no admitidas,

es

-defiende con toda exactitud Cela- siempre movediza y, como obra de humanos, con frecuencia

pintoresca, esclava de las latitudes y de los vientos que soplan

en

cada latitud y cada momento y, lo

que es peor, desorientadora" (1968: 20).

Este concepto procede de Goffman (1967) y fue desarrollado por Brown y Levinson (1987).

EivllLIO iVlONTERO CARTELLF:

539

La

lingüística

de la

coniunicación

la

lingüística del

código

el

éxico

sexual

"entorno" y la presión sociocultural. Aflora así un componente del objeto de estudio

al

que la lingüística sólo pudo dar cabida en su ámbito de actuación ampliando sus

perspectivas y acogiendo entr e ellas las relaciones que

se

perciben entre valores cultu

rales y codificación.

La

Etnolingüística y la Etnografía lingüística surgieron para cubrir

esa dimensión.

La

variedad y profusión de términos que, en cualquier época de la lengua,

se

pueden reunir para los conceptos claves de la esfera sexual son perfectamente asimi

lables a los recursos explicativos que proporciona la Lingüística inmanente.

El

pro

blema reside en que, tras tanta diversidad, hay algo más, a lo que sí dio una respuesta

pertinente una disciplina que, precisamente, fue pionera en la ampliación del objeto

de estudio al acoger en su seno

el

estudio del lenguaje en relación con la sociedad.

El

concurso de la Sociolingüística resulta fundamental para entender la varia

ción lingüística, que, aunque no sea exclusiva del léxico sexual, constituye uno de sus

rasgos más sobresalientes'. Su polimorfismo tiene una causa endógena, cual

es

la fácil

contaminación de sus términos de rasgos no deseados (vulgaridad, obscenidad, inde

licadeza, etc.), y una causa exógena, surgida de la capacidad del individuo de adaptar

su forma de habla a las diferentes situaciones comunicativas en razón de parámetros

como

el campo

o tema, el

modo

o canal de comunicació n y

el

tenor o propósito y grado

de conocimiento entre hablantes'. Son los

registros.

Estas premisas, suficientes ya en

sí mismas para dar una respuesta a su mencionada heterogeneidad, las complementa

la sociolingüística con otro modal idad de variación, asociada en este caso a los propios

hablantes sociolectos), que, en sí misma o en combinación con los registros, justifica

desde otra perspectiva que el dominio lingüístico sea diverso, como también lo son

las generaciones, las edades, los sexos y la procedencia de los componentes de la so

ciedad.

A estas dos aproximaciones, centrada una en mostrar que conocer

u n ~ e n g u

implica también entrar en contacto con la forma de ver el mundo de esa comunidad

de habla, destinada la otra a insistir en la falsedad de la hipótesis de la homogeneidad

de las lenguas, sigue todavía una tercera. Es la más pragmática de todas y tiene como

finalidad incidir en la importancia de la interacción en este tema.

Todo el proceso de constitución y de renovación del léxico sexual está fuerte

mente mediatizado por la situación

comunicativa

en que tiene lugar

y,

dentro de ella,

6

7

El título de la obra de Dueso, Los

mily

un nombres del coño, refleja mejor que cualquier palabra esta

dimensión del léxico sexual.

Una de las formas más sutiles de llevar a cabo la incorporación de estos conceptos

al

estudio del

len-

guaje es la de I-Ialliday, Mclntosh y Strevens (1973), reformulada en diversos trabajos por Gregory y

Carro (1978).

Page 3: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 3/6

540

A lvll IZEN QUANTOS A1l11GOS EY

Homenaxe

ao

prefesor Xosé Luis Couceiro

por los papeles que desempeñan sus participantes. De hecho, tras las bambalinas de

los términos concretos hay un juego de relaciones bastante complejo, que, obviamen

te, condiciona la construcción del discurso y se refleja en las opciones lingüísticas

elegidas. La más evidente, por ser la más estudiada y reglada, es la que se establece

entre el enunciador y el interlocutor, en la que están implícitas las intenciones e inclu

so los efectos que el primero intenta alcanzar en el segundo, así como las reacciones

de interlocutor ante

el

acto de habla. Menor atención han merecido las que conectan

al locutor con el

estado

de

cosas a que se refiere en su enunciado y a éste con el inter

locutor y, sin embargo, las estrategias discursivas están fuertemente mediatizadas no

sólo en razón de aquel a quien

se

dirige, sino también en función del contenido que

se transmite y de sus posibles efectos

8

• l

final, ni la elección de las estrategias, sean

lingüísticas o pragmáticas, ni

el

diseño del discurso son aleatorios. Al contrario, están

fuertemente reglados por un código lingüístico, por un código social, que regula la

interacción entre individuos, y también por un código pragmático, que orienta en la

interpretación del sentido, de aquello que realmente se quiere decir, y preside las dis

tancia en las relaciones interpersonales, ofreciendo pautas para proteger y fortalecer la

imagen propia y la del interlocutor

Principio de

Cortesia)

 

La

sucesión de facetas que aparecen implicadas en el análisis del léxico sexual

buscan poner en relación dos formas de hacer lingüística, una inmanente, en la que la

lengua se estudia en y por sí misma, y otra comunicativa, en la que interviene el habla,

la actuación y todas

sus

consecuencias: la variación, la dimensión factual del lenguaje

y el reconocimiento de que la lengua participa de la cultura de la comunidad de habla.

Las dos lingüísticas son, en consecuencia, ineludibles, y ello porque el propio hecho

de lengua es multidimensional. No hay, por tanto, que renunciar a nada, aunque sí

se debe reconocer que las características del objeto de estudio imponen sus propias

condiciones. En el caso del léxico sexual no basta con reuni r el mayor número posible

de voces, ni siquiera con estar capacitado para acceder

al

significado y a la acepción

precisa con que se utilizan en un contexto concreto, lo que no siempre resulta fácil

10

8 Esta idea procede de Abrantes (2002}.

9 Los modelos teóricos para

el

análisis de

la

cortesía como estrategia conversacional son relativamen

te numerosos. Un breve claro estado de la cuestión se encuentr a en Bravo (2001: 301-30 3) en

Iglesias Recuero (2001). Escandell (1998) compara, por su parte, las ventajas del modelo de Leech

(1989) el de Brown Levinson (1988), que explican la cortesía

en

términos de inferencias, el de

Sperber Wilson (198 6), para quienes la clave reside en el contexto, como conjunto de supuestos de

los que se seleccionan aquellos que producen una interpretación relevante Teoría de la Relevancia).

Este segundo no exige que las estrategias de cortesía sean universales

y,

además, ofrece un marco muy

adecuado para acceder l sentido exacto de los términos con significado sexual.

10 He aquí una consecuencia precisamente de la ausencia de una tradición lexicográfica que permita

moverse con objetividad en el difícil terreno de la interpretación e identificación de las voces con

EiVllLIO lvlONTERO CARTELLE

La

lingüística de

la con1unicación,

la lingüística del código

y

el

léxico

sexual

541

Hay que ir más allá y detectar los registros de procedencia, las asociaciones y las reac

ciones que provocaban en el proceso de interacción e incluso entender y explicar .los

silencios. Exige, por tanto, la capacidad de discernir la adecuación o la inadecuación

de los mensajes a las circunstancias de uso y a los fines para los que se construyeron;

es decir, alcanzar unos niveles de competencia lingüística y de competencia comuni

cativa difíciles de conseguir incluso en el estado de lengua actual.

Las respuestas a tantas cuestiones hay que buscarlas fundamentalmente en las

fuentes, cuya selección adquiere por eso una dimensión muy precisa. Nuevamente, las

características del léxico sexual manifiestan también en este aspecto su individualidad.

Es fun damental diversificar los punt os de referencia, las fuentes, a la búsqueda

de

re

ferencias que sean tan variadas como la propia sociedad y

el

propio acto comunicativo.

Se trata de utilizar la diversidad de la lengua en beneficio de la propia diversidad del

objeto de estudio. Su peculiaridad no afecta, por tanto, al concepto y a la importancia

de las tradiciones discursivasn Todo lo contrario, se fundamenta en ellas y aprovecha

que cada una

de

ellas puede ofrecer un tratamiento peculiar de lo: t:mas

Y

de

su .

for

mas de expresión para, e xplotando esas diferencias, acceder a las distmtas dimensiones

del objeto de estudio y así tener una visión plural y complementaria, que, de alguna

manera, refleje las distintas visiones que sobre el sexo tenía la sociedad de entonces.

Un

ejemplo servirá para corroborar la necesaria complementariedad que denva

de la utilización de fuentes.

El

acto sexual

es

una buena muestra de ello. Hay un ter

mino,joder, que, en la lengua actual, no ofrece ninguna duda sobre su caracterización

ni sobre sus posibilidades pragmáticas. El problema reside en saber si

se

pueden ex

trapolar esas consideraciones actuales a sus primeras documentaciones. De en:rada,

hay un hecho que llama poderosamente la atención y que tiene su importanci.a. Su

documentación se reduce a un solo tipo de obras, cuyas características y antiguedad

denotan en sí mismo mucho más de lo que literalmente dicen. Es exclusivo de los

Fueros del siglo XIII, en los que aparecen, además, en contextos en los que el legis

lador recoge el sentir de la sociedad y dicta cuáles son las consecuencias de su uso

como

execratio;

en

un

acto de habla, por lo tanto, en el que domina la emotividad,

la expresión de un estado psicológico del emisor,

el

conocido como

actos de

habla

expresivo. Ahora bien

un

acto de estas características no es en sí mismo punible, salvo

contenido sexual. No es la única, Lacarra destacó también el peligro de caer en la sobreinter preta

ción ,

0

lectura en clave erótica de cualquier expresión por

el

simple hecho de formar

p ~ r t

de una

composición de esas características, o en la inf rainterpretac ión'', cuando, por el contrano,

se

pres

cinde de términos eróticos simplemente porque

se

desconocen o no

se

registran como tales en otras

obras

(1996: 420).

11 Para la importancia de este concepto en la lingüística histórica, cf. Montero Cartelle (2007).

Page 4: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 4/6

542

A 1VJI DIZEN

QU NTOS

/llv IGOS EY

Homenaxe ao r ~ f e s o r Xosé Luís Couceiro

que en su intencionalidad surjan matices que ofendan a quien se dirige y, además,

lo

hagan gravemente. Ese es l precisamente el marco que ofrecen los Fueros. Salvo

error, nunca recurren, ni legislan sobre l término primitivo, ni sobre l acto sexual en

sí, sino sobre sus d e r i ~ a d o s y compuestos. Este aspecto es de una importancia capital.

De entrada, esa capaCJdad de generar derivados y compuestos

es

un claro indicio de

por una. parte, su aclimatación y difusión en la lengua de entonces,

y,

de otra, de

expresividad. Ambos aspectos los hacen merecedores de una especial atención en las

obras de tipo jurídic?, donde se recogen con la única finalidad de penalizar su uso,

ofreciendo mformación de primera mano sobre el rechazo social que provocaban.

Es lo que sucede con

fadidenculo

y fadudinculo, que, en el

Fuero

Real de Alfonso X,

se eqmparan a

cornudo

y puta en su consideración social y en las consecuencias que

derivan de

su

empleo:

Qyal quier que a otri denostare et quél dixierc gafo, oJududínculo, o cornudo, o .. , o a

mugier

de su

marido puta

desdígalo

ante1

alcalde et

ante

omnes bonos

al

plazo que pusiere el

alcalde

et

peche CCC sueldos (11: 5-7).

. , Eran verdaderos insultos con el significado 'homosexual', cuya proceso

de

for

mac10n y ongen se puede rastrear en los propios fueros a partir de las frases

fatudo

iculo (sic)

12

,

yo

te

fadí por

el

culo

13

y similares, como

Jo

te

fadi por

diuso (Fuero

de

Plasencia,

40:1,0 ,

Tamb.ién llegó a serlo

fadido

que solo o en la secuencia

ijo

de

fadido

e ~ a u n a de fas

i m p r e c a c i o ~ e s

más graves que

se

podía dirigir a un hombre: qui a otro

dJXiere

fadzdo o

fi;o de

fadzdo peche X morauedis (Fuero

de

Plasencia, 35:19).

El otro aspecto que quería destacar es

de

signo totalmente contrario, pero con

r e p e r c ~ s 1 0 n e s qu: avalan las conclusiones anteriores. De spués de los

aeros,

los susodi

c h ~ s termmos dejan de documentarse. Su ausencia de la lengua escrita será total hasta

el

siglo XV. En éste, su caracterización no sólo no cambia, sino que hay cuestiones de

detalle que avalan trayectoria larvada fuera de la lengua escrita. Han desaparecido

los .compuestos antenores, pero no lo ha hecho ni su capacidad para generar nuevos

derivados, como hodedor y

el

propio hodido, ni para incrementar su tendencia a utili

zarlo en s ~ s traslaticios, q ~ e por su forma y contenido, no están muy alejadas de las

corr:s,fon dientes actuales: dar al

hodzdo

este manto (Obras de burlas, 53:3) y hodida

porfia

(Obras

de b ~ r l a s .181:32). Muestran, pues, una vitalidad que no

se

corresponde

con la pertmaz reticencia de la lengua literaria a seguir utilizándolos.

12

13

Cela la registra como denuesto en

el

P'uero

de

Avilés (1982-1986:

s.v.

culo .

m u ~ o más f ~ e c u e n t e que

la

anterior y de consecuencias desproporcionadas:

Otrossi qual

quier

que a alguno ~ i x i e r e : Yo

te

odi por el culo , si pudiere ser prouado que aquello uer

dat es, amos sean quemados. t s1 non, sea quemado aquel que tal maldat dixiere (Fuero deAlcaraz

81: 10-14). '

MILIO

NIONTERO C RTELLE

La lingüfrtica

de

la con1unicación, la lingüística del código y el

léxico

sexual

543

En la histor ia del léxico sexual castellano hay muchas voces patrimoniales que

responden perfectamente a los mismos principios que hemos visto en la voz reseñada.

No

se

documentan en las habituales fuentes de estudio y, sin embargo, difícilmente

puede deducirse de ello que la lengua

no

los conoció hasta el momento en que su uso

se

hizo presente en la lengua escrita, habitualmente en la del siglo XV y, más concre

tamente, en sus

Cancioneros.

Hay que explorar la posibilidad de que dichas ausencia

estuviesen motivadas por las propias características del lenguaje de distancia, que o

bien no disponía todavía del marco o género adecuado en el que acoger registros

muy alejados del suyo o bien simplem ente actuó como filtro de la oralidad, máxime

si estaba teñida de vulgaridad.

La

renuncia a un tipo concreto

de

palabras estaría

de

esta forma justificada, aunque, en contrapartida,

se

abriría

un

nuevo frente, cual es

demostr ar que, a pesar de ello, sí formaban part e del caudal léxico del castellano en

ese

momento y con qué rasgos

14

He dedicado varios trabajos

al

análisis de la t rayectoria

textual de voces tan patrimoniales como coño, carajo, pixa, coiones, etc., cuyo segui

miento en las tradiciones discursivas jurídicas (Montero Cartelle 2007 revela que

siempre formaron parte del caudal léxico de la lengua castellana, pero también que su

gran capacidad modalizadora, su fuerza expresiva y su adscripción a la oralidad junto

con el rechazo social que implicaba su vulgaridad y su obscenidad las confinaron a un

tipo de tradiciones discursivas con unas características muy concretas.

En

el género

textual jurídico no supe raron la fase, representada por lasJazañas y los fueros, en la que

su léxico

se

nutría de la oralidad. Renunció, por el contrario, a ellas cuando

se

hizo

más elaborado y abstracto, cuando empezó a diseñar una terminología más técnica

(Partidas).

Desde entonces (siglo XIII), la lengua literaria las silenció hasta que creó

o adoptó tradiciones discursivas que por su temática, objetivos o porque se abrió a to

dos los registros, pudo recuperar una serie de términos que, por las razones indicadas,

estaban vedadas al lenguaje de la distancia. En la literatu ra castellana, esa disposición

no tuvo lugar hasta el siglo

XV,

concretamente hasta los Cancionero

de

obras

de

burlas

provocantes

a

risa

y

el

Cancionero de juan Alfonso de Baena, en los que prácticamente

se reproducen las pautas que justificaban su presencia dos siglos antes en las Cantigas

d'escarnho

e de mal dizer

(poemas de fuerte contenido erótico con un lenguaje que

sorprenden por su realismo, por su crudeza y por su vulgarismo), mostrando así la

estrecha relación que hay entre las distintas tradiciones discursivas

y,

en este caso, la

documentación o no de un tipo de léxico muy específico.

Corren tiempos de altísima especialización y mi propuesta es la interdiscipli

nariedad. Parece una paradoja y, probablemente, lo sea. No se verá

así,

si, como he

14 Este aspecto lo he desarrollado en Montero Cartelle (1998 y 2004).

Page 5: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 5/6

544

A MI

DIZEN

QUANTOS AMIGOS BY

Hontenaxe ao prefesor Xosé Luís Couceiro

pretendido,

se

percibe que, tras esa afirmación, hay una alusión clara al objeto de

estudio y al hervidero de ideas que representa la lingüística en estos momentos. El

sistema, sus constituyentes y las relaciones que en él contraen son fundamentales, di

ría que imprescindibles y previos a cualquier análisis, pero no lo son todo. Ni siquiera

se

comprenderán en to da su extensión, si se prescinde de su proyección en el habla,

en el uso que, de él, hacen los hablantes.

Otra

cosa muy diferente

es

la dinámica in

vestigadora, en la que sí es necesario fijar objetivos y precisar por cuál de las múltiples

dimensiones del hecho de lengua

se ha

optado y cuál

es la

metodología empleada.

No renuncio a cerrar mi intervención sin insistir que, también en estas dos últimas

facetas, la Lingüística del habla o de la comunicación, como prefiere denominarla Sal

vador Gutiérrez (1997), ha ampliado considerablemente las opciones investigadoras

con nuevos temas y nuevos modelos teóricos.

ibliografía

ABRANTES Ana Margarida (2002): É a Guerra.

Uso

do Eufemismo na

Imprensa.

Um

Estudo Contrastivo em Linguística Cognitiva. Visen: Passagem editores.

ALFONSO X Fuero Real. Edición, estudio y glosario de Azucena Palacios Alcaine.

Barcelona: PPU, 1991.

BRAVO Dia na (2001): Sobre la cortesía lingüística, estratégica y conversacional en

español''.

Oralia,

4, 299-314.

BROWN Penelope and Stephen C.

LEVINSON

(1988):

Politeness: Some Uuniversals

in

Language Usage. Cambridge: University Press, 1988.

Cancionero

de

juan Alfonso de Baena. Edición y estudio de Brian Dutton y Joaquín

González Cuenca. Madrid: Visor Libros, 1993.

Cancionero

de obras de

burlas

provocantes a risa. Introducción y edición de Frank

Domínguez. Valencia: Albatros, 1978.

CELA

Camilo J. (1982-1986):

Enciclopedia del erotismo.

4 vols. Obras

completas.

Bar

celona: Destino.

CELA

Camilo J. (1968):

Diccionario Secreto, L Series

Coleo

y afines.

Madrid-Barcelona:

Alfaguara.

DAUZAT Albert (1930): Histoire

de

la tangue franraise. París: Payot, 1930.

DuEso, José (1995):

Los

mily

un nombres

del coño. Barcelona: Ediciones

B.

EsCANDELL VIDAL M. Victoria (1998): Cortesía y relevancia''.

Diálogos Hispánicos

22. La pragmática lingüística del español-

Recientes

desarrollos, 9-21.

FREUD Sigmund (1970): Tótem y Tabú. Madrid: Alianza Editorial.

E MlUO JVIONTERO CARTELLE

La

lingüística

de

la

coniunicación,

la lingüística del

código

el léxico sexual

545

Fuero de

Plasencia.

Edición y estudio de María Josefa Postigo Aldeamil. 3 vols.

Ma-

drid: Complutense, 1984.

GOFFMAN Irving (1970): Interaction Ritual.·

Essays

on Jace-to-face

behavior.

Nueva

York:

Pantheon, 1967. Trad.

Ritual de interacción.

Buenos Aires: Editorial

Tiempo Contemporáneo.

GREGORY

Michael & Susanne CARROLL (1986): Language and situation: Language

varieties and their

social contexts. Londres:

Routledge & Kegan Paul, 1978. Len-

guaje y situación: variedades

del lenguaje

y sus

contextos

sociales.

México: Fondo de

Cultura Económica.

HALLIDAY

M.A.K., Angus

MclNTOSH &Peter

STREVENS (1973):

The

Linguistic Sci-

ences

and Language

Teaching.

London: Longman.

IGLESIAS

RECUERO

Silvia (2001): Los estudios de la cortesía en el mundo hispánico.

Estado de la cuestión''. Oralia, 4, 245-298.

LAcARRA Ma. Eugenia (1996): Sobre los dichos lascivos y rientes en Celestina''.

NUNC FUE

PEN M YOR (Estudios de Literatura Española en

homenaje

a Brian Dutton). Ana

Menéndez

Collera y Victoriano Roncero López (eds.).

Cuenca: Universidad de Castilla-La Mancha, 419-432.

LEECH

Geoffrey ( 1989): Principies o Pragmatics. London: Longman.

Les Fueros d Alcaraz et d Alarcón. Edition par Jean Roudil. 2 vols. París: Klincksieck,

1962.

MONTERO

CARTELLE Emilio (1981): El

eufemismo

en

Galicia (Su comparación con otras

áreas romances}. Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Com-

postela.

MONTERO CARTELLE Emilio (1998): El léxico erótico en el castellano medieval:

claves para su estudio . Actas del IV Congreso Internacional de Historia de

la

Len-

gua Española.

Vol.

II. Logroño: Universidad de La Rioja, 307-320.

MONTERO CARTELLE Emilio (2004): El latín,

el

gallego y el léxico sexual del cas

tellano , Iucundi acti

labores.

Estudios

en

homenaje a la

Dulce

Estefanía Álvarez.

Santiago de Compostela: Universidade de Santiago de Compostela, 149-157.

MONTERO CARTELLE Emilio (2007): El léxico sexual en las tradiciones discursivas

jurídicas.

De

commo omne deue comedir la palabra ante que la diga'' (Casti

gos e documentos, cp. 26) ,

Homenaje al Pro f

Dr.

D.

Antón Santamarina.

En

prensa.

SPERBER

Dan and Deirdre WILSON (1986): Relevance: Communication and Cognition.

Oxford : Basil Blackwell, 1986. Trad. de Eleanor Leonetti. La Relevancia :

comunicació?

y procesos cognitivos. Madrid: Visor, 1994.

Page 6: Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

8/19/2019 Montero Cartelle Emilio La Linguistica d

http://slidepdf.com/reader/full/montero-cartelle-emilio-la-linguistica-d 6/6

  epartamentode Filoloxía Galega

mi dizen

quantos amigos y

Homenaxe ao profesor

Xosé Luís Couceiro

Edición

ó coidado de

ESTHERCORR L DÍ Z

LYDI FONTOIR SURIS

EDU RDO MOSCOSO M TO

2 8

UNIVERSID DE E S NTI GO E COMPOSTEL