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La leyenda del verdadero amigo Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena: HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO. Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA. Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra? Sonriendo, el otro amigo respondió: Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

Leyendas Para Reflexionar

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La leyenda del verdadero amigo

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando

nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

La Tristeza y La Furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... Había una vez...

Un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores

existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque. La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño

rápidamente y más rápidamente aún salió del agua... Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que

desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró... Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del

tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque. En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad...

está escondida la tristeza.

Decidir y ser constantes

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para

encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la

mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su

cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las

extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin

la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada.

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco,

decidido a caminar.

Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad,

primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre

pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense

que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!

El Ciego y su Cartel

Había un ciego sentado en la vereda, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera que, escrito con tiza blanca, decía:

"POR FAVOR AYÚDEME, SOY CIEGO".

Un creativo de publicidad que pasaba frente a él, se detuvo y observó unas pocas monedas en la gorra.

Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó una tiza y escribió otro anuncio.

Volvió a poner el pedazo de madera sobre los pies del ciego y se fue.

Por la tarde el creativo volvió a pasar frente al ciego que pedía limosna, su gorra estaba llena de billetes y monedas.

El ciego reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito.

El publicista le contestó:

"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".

Sonrió y siguió su camino.

El ciego nunca lo supo, pero su nuevo cartel decía:

"HOY ES PRIMAVERA, Y NO PUEDO VERLA"

Cambiemos de estrategia cuando no nos sale algo, y verán que puede que resulte mejor de esa manera.

La ventana del Hospital

Dos hombres, seriamente enfermos, ocupaban la misma habitación en el hospital. A uno de ellos se le permitía estar sentado una hora todas las tardes para que los

pulmones drenaran sus fluidos. Su cama daba a la única ventana de la habitación.

El otro hombre tenía que estar tumbado todo el tiempo. Los dos se hablaban mucho. De sus mujeres y familiares, de sus casas, trabajos, el servicio militar,

dónde habían estado de vacaciones.

Y todas las tardes el hombre que se podía sentar frente a la ventana, se pasaba el tiempo describiendo a su compañero lo qué veía por la ventana. Éste, solamente vivía para esos momentos donde su mundo se expandía por toda la actividad y

color del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bonito lago. Patos y cisnes jugaban en el agua mientras los niños capitaneaban sus barcos teledirigidos. Jóvenes amantes

andaban cogidos de la mano entre flores de cada color del arco iris. Grandes y ancestros árboles embellecían el paisaje, y una fina línea del cielo sobre la ciudad

se podía ver en la lejanía.

Mientras el hombre de la ventana describía todo esto con exquisito detalle, el

hombre al otro lado de la habitación cerraba sus ojos e imaginaba la pictórica escena.

Una cálida tarde el hombre de la ventana describió un desfile en la calle. Aunque el otro hombre no podía oír la banda de música- se la imaginaba conforme el otro le

iba narrando todo con pelos y señales. Los días y las semanas pasaron.

Una mañana, la enfermera entró para encontrase el cuerpo sin vida del hombre al lado de la ventana, el cual había muerto tranquilamente mientras dormía. Se puso

muy triste y llamó al doctor para que se llevaran el cuerpo. Tan pronto como consideró apropiado, el otro hombre preguntó si se podía trasladar al lado de la ventana. La enfermera aceptó gustosamente, y después de asegurarse de que el

hombre estaba cómodo, le dejó solo.

Lentamente, dolorosamente, se apoyó sobre un codo para echar su primer vistazo fuera de la ventana. Finalmente tendría la posibilidad de verlo todo con sus

propios ojos.

Se retorció lentamente para mirar fuera de la ventana que estaba al lado de la cama. Daba a un enorme muro blanco. El hombre se preguntó Porque su difunto

compañero le había mentido sobre lo que veía..

Lo que el no sabía que el Difunto era Ciego

Las 7 Maravillas

Un grupo de estudiantes de geografía, estudiaban las Siete Maravillas del Mundo. Al término de la clase, se les pidió hacer una lista de las que ellos consideraban

deberían ser actualmente las Siete Maravillas del Mundo.

A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente:

Las Pirámides de Egipto. El Taj Mahal.

El Gran Cañón. El Canal de Panamá.

El Empire State. La Basílica de San Pedro.

La Muralla China.

Mientras se hacía la votación el maestro notó, que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista. Así que le preguntó si tenía problema

para terminar de hacer su elección.

La muchacha tímidamente respondió. -Si, un poco. No podía decidirme pues son tantas las maravillas.

El maestro dijo: -Bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos ayudarte.

La muchacha titubeo, y después leyó, Creo que las Siete Maravillas del Mundo son:

Poder tocar. Poder saborear.

Poder ver. Poder escuchar.

Titubeando un poco continúo:

Poder sentir. Poder reír.

Y… Poder amar.

Al terminar de leerlas el salón de clase quedó en un silencio absoluto.

Es muy sencillo para nosotros poder ver muchas de las hazañas del hombre y referirnos a ellas como maravillas, cuando a veces pasan desapercibidas las maravillas que Dios hizo por nosotros y que son sencillamente “comunes”.

¿Existe el Mal?

Un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta: - ¿Dios creó todo lo que existe?

Un estudiante contestó valiente: -Sí, lo hizo. - ¿Dios creó todo? -Sí señor, respondió el joven.

El profesor contestó: -Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos,

entonces Dios es malo.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe Cristiana era un mito.

Otro estudiante levantó su mano y dijo: - ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?

-Por supuesto, respondió el profesor.

El joven se puso de pie y preguntó: -¿Profesor, existe el frío?

- ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?

El muchacho respondió: -De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u

objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia

total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo

nos sentimos si no tenemos calor.

-Y, ¿existe la oscuridad?” continuó el estudiante.

El profesor respondió: -Por supuesto.

El estudiante contestó: -Nuevamente se equivoca, señor. La oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la

oscuridad no; incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie

donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así?

Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven preguntó al profesor: -Señor: ¿existe el mal?

El profesor respondió: -Por supuesto que existe. Como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.

A lo que el estudiante respondió: - El mal no existe, señor… o al menos no existe por si mismo.

-El mal es simplemente la ausencia de Dios… es, al igual que en los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de

Dios. Dios…. no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen, como existe el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente

en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.

Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.

EL JOVEN NADA MAS NI MENOS ERA ALBERT EINSTEIN

Un Vaso de Leche

Un joven que pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, sentía hambre pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y pedir algo de comer en la próxima puerta que tocase. No obstante, perdió su nervio cuando una hermosa joven le abrió la puerta. En lugar de pedir comida pidió solo un vaso de agua.

Ella, sin embargo, se apiadó de el y le trajo un vaso de leche. El se lo tomó tímidamente y preguntó, -¿Cuanto le debo?

-No me debe nada, respondió ella. -Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor.

-Entonces le agradezco de corazón, respondió el joven.

Aquel joven llamado Howard Kelly se fue de aquella casa, no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad. Antes del incidente estaba pensando en rendirse y renunciar.

Muchos años mas tarde aquella joven, ya mayor, se enfermo gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad.

Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de procedencia, inmediatamente se levantó y fue a verla. La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó.

Por su parte la señora andaba muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor envió órdenes que le pasaran a el la cuenta final. Después de examinarla escribió un mensaje al pie de la cuenta antes de que fuese enviada a la señora.

Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola. Finalmente miró y cual fue su asombró cuando leyó al pie de la lista de enormes cifras:

Todo Pagado por completo con un vaso de leche. Firmado: Dr. Howard Kelly.

ME GUSTARIA QUE LAS LEAN HERNAN

Descargar Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! GratisHace 20 Horas colocho67 Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! muy bonitas lecciones de vida gracias por compartirlas y espero que podamos llevarlas a cabo, un abrazo hermano saludos Hace 20 Horas kjzsdlosd Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Excelente post gracias por compartir! Hace 20 Horas jenner7 King User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!!

Gracias por compartir SALUDOS. Hace 20 Horas monchi79 Top User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! buen post! Hace 20 Horas rjesusd Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Excelente amigo, muchas gracias por el mensaje.Saludos amigo. Hace 20 Horas jose51lomas Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Excelente PostMuy buen aporteMuchas GraciasSaludos Hace 20 Horas pichiki Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! buenisimas todas....gracias por compartirlas con nosotros....saludos Hace 20 Horas desencriptador Colaborador Destacado

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Muy lindas historias, esto da gusto leer en AW Hace 20 Horas iPontiuss Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Buen Aporte.. Hace 20 Horas killermontana Platinum User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! gracias Hace 20 Horas peterpointer Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Muy buen aporte!!! Gracias Master!!! Hace 20 Horas yhedai Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! gracias!!! Hace 20 Horas biribito Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Muy buena historia de autosuperación la de Glenn Cunningham,jamás darse por vencido ni aún vencido.Gracias por estas historias con tan fuertes mensajes. Hace 19 Horas hernandgc Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!!

Hace 19 Horas ramwtrio White User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Muy buenas y hermosas lecciones de vida.Gracias por el aporte. Hace 19 Horas pedrodom

Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! ¡Hola, Buenas noches desde Tenerife! Te mando 10 puntos

para darte las gracias por añadir este aporte.

:y es: _ O:

:w ideeyed: :N otworthy: Hace 19 Horas psico_forever Helper

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!! Gracias x compartir Hace 19 Horas santi_cde Premier User

Re: Historias para Reflexionar, muy lindas !!!!

La leyenda del verdadero amigo

Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.

El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:

¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:

Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando

nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.

Decidir y ser constantes

En la pequeña escuelita rural había una vieja estufa de carbón muy anticuada. Un chiquito tenía asignada la tarea de llegar al colegio temprano todos los días para

encender el fuego y calentar el aula antes de que llegaran su maestra y sus compañeros.

Una mañana, llegaron y encontraron la escuela envuelta en llamas. Sacaron al niño inconsciente más muerto que vivo del edificio. Tenía quemaduras graves en la

mitad inferior de su cuerpo y lo llevaron urgente al hospital del condado.

En su cama, el niño horriblemente quemado y semi inconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que seguramente su hijo moriría que era lo mejor que podía pasar, en realidad -, pues el fuego había destruido la parte inferior de su

cuerpo.

Pero el valiente niño no quería morir. Decidió que sobreviviría.

De alguna manera, para gran sorpresa del médico, sobrevivió.

Una vez superado el peligro de muerte, volvió a oír a su madre y al médico hablando despacito. Dado que el fuego había dañado en gran manera las

extremidades inferiores de su cuerpo, le decía el médico a la madre, habría sido mucho mejor que muriera, ya que estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin

la posibilidad de usar sus piernas.

Una vez más el valiente niño tomó una decisión. No sería un inválido.

Caminaría. Pero desgraciadamente, de la cintura para abajo, no tenía capacidad motriz. Sus delgadas piernas colgaban sin vida.

Finalmente, le dieron de alta.

Todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no había sensación, ni control, nada.

No obstante, su determinación de caminar era más fuerte que nunca.

Cuando no estaba en la cama, estaba confinado una silla de ruedas. Una mañana soleada, la madre lo llevó al patio para que tomara aire fresco.

Ese día en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla. Se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas.

Llegó hasta el cerco de postes blancos que rodeaba el jardín de su casa. Con gran esfuerzo, se subió al cerco. Allí, poste por poste, empezó a avanzar por el cerco,

decidido a caminar.

Empezó a hacer lo mismo todos los días hasta que hizo una pequeña huella junto al cerco. Nada quería más que darle vida a esas dos piernas.

Por fin, gracias a las oraciones fervientes de su madre y sus masajes diarios, su persistencia férrea y su resuelta determinación, desarrolló la capacidad,

primero de pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.

Empezó a ir caminando al colegio, después corriendo, por el simple placer de correr. Más adelante, en la universidad, formó parte del equipo de carrera sobre

pista.

Y aun después, en el Madison Square Garden, este joven que no tenía esperanzas de sobrevivir, que nunca caminaría, que nunca tendría la posibilidad de correr, este joven determinado, Glenn Cunningham, llegó a ser el atleta estadounidense

que ¡corrió el kilómetro más veloz el mundo!