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LA HOMOFOBIA ES TAMBIEN UNA MEMORIA CORPORAL VICTOR VELASCO Muchas veces nos hemos dado cuenta que, a pesar de que la gente haya leído sobre la homosexualidad y que aparentemente la acepte, sigue viviendo con un gran temor de ser identificado como Gay, como si eso fuera lo peor que le puede ocurrir, Incluso, gente que hemos aceptado el hecho de ser gays, en ocasiones volvemos a sentir temor de que sea descubierta nuestra orientación sexual o de ser desaprobados si se sabe que nos gustan los hombres. Esto ha llevado a algunos terapeutas y sexólogos a pensar: ¿Además de los prejuicios y mentiras acerca de la homosexualidad qué es la Homofobia que nos hace vivir con temor? Podemos decir que la Homofobia es un odio y temor irracional a la homosexualidad que se construye en algunas sociedades, para poder segregar a las personas homosexuales o mejor dicho, a las que no cumplen con los estereotipos sociales de lo que es “ser hombre” o “ser mujer”. El hecho de verla como construcción quiere decir que la Homofobia no es una cosa que te quitas un día y la resuelves, sino que es una serie de representaciones o ideas metidas introyectadas, es decir encarnadas en nuestro cuerpo, acerca de lo que es la homosexualidad y las personas homosexuales, que en su mayor parte son falsas. Estas ideas a pesar de ser falsas se difunden a través de la educación formal (de la escuela) e informal (la que se recibe en la casa y la calle)y se mantienen debido a que los propios homosexuales, al estar dentro del closet no permiten que la gente los conozca como son. Cuando estas medidas para hacer que la gente le tenga miedo a la homosexualidad fallan, entonces viene la represión, desde la más brutal y burda que son los golpes del papá para que “nos hagamos machitos” hasta la más sofisticada que ejercen los psiquiatras que dicen que estamos enfermos y que si pusiéramos empeño, nos curaríamos o la de los curas anticristianos que dicen que estamos en pecado por tener sexo con otro hombre. Lo anterior nos explica porque la Homofobia se difunde y porque la aprendemos, sin embargo, no nos puede explicar porque a pesar de que hayamos vivido la homosexualidad, de que hayamos leído sobre ella y de que tengamos amigos y pareja, nosotros mismos volvamos a criticar a las “obvias” , nos dé miedo de que nos identifiquen como gays fuera de la disco o que el novio de la sobrina se entere de que nos gustan los hombres. La respuesta a esto la tiene una visión psicológica que se llama BIOMNEMICA, que fue descubierta por el Psicoterapeuta Cenobio Martínez que dice que la Homofobia se mantiene a pesar de lo que sepamos sobre ella, porque es una MEMORIA CORPORAL que, hasta que no la sanemos, no vamos a poder dejar de ser homofóbicos Para explicar esto, veamos que: Una memoria corporal es un recuerdo inconsciente que le queda al cuerpo de una situación en la cual estuvo en peligro y no pudo huir ni atacar. Cuando sucedió eso, el cuerpo se paralizó y empezó a registrar de manera inconsciente las palabras, las actitudes y gestos y hasta las condiciones físicas del lugar donde estuvimos en peligro. Estos datos los olvidamos a nivel consciente, pero cuando estamos ante las mismas

La Homofobia Es También Una Memoria Corporal Por Victor Velasco

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LA HOMOFOBIA ES TAMBIEN UNA MEMORIA CORPORAL

VICTOR VELASCO

Muchas veces nos hemos dado cuenta que, a pesar de que la gente haya leído sobre la homosexualidad y que aparentemente la acepte, sigue viviendo con un gran temor de ser identificado como Gay, como si eso fuera lo peor que le puede ocurrir, Incluso, gente que hemos aceptado el hecho de ser gays, en ocasiones volvemos a sentir temor de que sea descubierta nuestra orientación sexual o de ser desaprobados si se sabe que nos gustan los hombres. Esto ha llevado a algunos terapeutas y sexólogos a pensar: ¿Además de los prejuicios y mentiras acerca de la homosexualidad qué es la Homofobia que nos hace vivir con temor?

Podemos decir que la Homofobia es un odio y temor irracional a la homosexualidad que se construye en algunas sociedades, para poder segregar a las personas homosexuales o mejor dicho, a las que no cumplen con los estereotipos sociales de lo que es “ser hombre” o “ser mujer”. El hecho de verla como construcción quiere decir que la Homofobia no es una cosa que te quitas un día y la resuelves, sino que es una serie de representaciones o ideas metidas introyectadas, es decir encarnadas en nuestro cuerpo, acerca de lo que es la homosexualidad y las personas homosexuales, que en su mayor parte son falsas. Estas ideas a pesar de ser falsas se difunden a través de la educación formal (de la escuela) e informal (la que se recibe en la casa y la calle)y se mantienen debido a que los propios homosexuales, al estar dentro del closet no permiten que la gente los conozca como son.

Cuando estas medidas para hacer que la gente le tenga miedo a la homosexualidad fallan, entonces viene la represión, desde la más brutal y burda que son los golpes del papá para que “nos hagamos machitos” hasta la más sofisticada que ejercen los psiquiatras que dicen que estamos enfermos y que si pusiéramos empeño, nos curaríamos o la de los curas anticristianos que dicen que estamos en pecado por tener sexo con otro hombre. Lo anterior nos explica porque la Homofobia se difunde y porque la aprendemos, sin embargo, no nos puede explicar porque a pesar de que hayamos vivido la homosexualidad, de que hayamos leído sobre ella y de que tengamos amigos y pareja, nosotros mismos volvamos a criticar a las “obvias” , nos dé miedo de que nos identifiquen como gays fuera de la disco o que el novio de la sobrina se entere de que nos gustan los hombres. La respuesta a esto la tiene una visión psicológica que se llama BIOMNEMICA, que fue descubierta por el Psicoterapeuta Cenobio Martínez que dice que la Homofobia se mantiene a pesar de lo que sepamos sobre ella, porque es una MEMORIA CORPORAL que, hasta que no la sanemos, no vamos a poder dejar de ser homofóbicos

Para explicar esto, veamos que: Una memoria corporal es un recuerdo inconsciente que le queda al cuerpo de una situación en la cual estuvo en peligro y no pudo huir ni atacar. Cuando sucedió eso, el cuerpo se paralizó y empezó a registrar de manera inconsciente las palabras, las actitudes y gestos y hasta las condiciones físicas del lugar donde estuvimos en peligro. Estos datos los olvidamos a nivel consciente, pero cuando estamos ante las mismas

palabras, gestos similares o un lugar parecido al del evento peligroso, nuestro cuerpo vuelve a sentirse en peligro o indefenso, y entonces, tratamos de evitar o de salir de esa sensación a través de actos que podemos llamar neuróticos, agrediendo a otros, o sometiéndonos. Ahora bien, si consideramos que en esta sociedad a todos en algún momento nos llamaron “puto” o “maricón” y el termino venía acompañado de un golpe podemos entender que, cuando alguien nos lo vuelve a decir o hay riesgo de que nos lo digan, nos volvemos a sentir en el mismo riesgo que ese niño al que golpeaban en el salón de primaria y para evitar esto, actuamos o tratamos de actuar de manera que nadie nos diga esas palabras y, si la estrategia falla y nos las dicen, entonces actuamos como los agresores o en el peor de los casos, igual que cuando éramos ese niño de pocos años agredido

En el caso de los heterosexuales, algunos de ellos sufrieron lo mismo, porque les decían “puto”, no por que se besaran con niños, sino porque consideraban que no eran suficientemente hombre porque no les gustaba el fútbol, aunque no sean gays de adultos. La mayoría de ellos sin embargo, vieron los golpes e insultos a los niños que “no demostraban su hombría” y ellos mismos los propinaron, entonces saben que lastiman y no los quieren recibir. Por eso, por miedo a que les hagan lo que ellos vieron hacer o hicieron es que agreden a los homosexuales, no tanto porque realmente los odien, sino porque tienen miedo de ser agredidos si no insultan o demuestran de alguna manera que ellos si cumplen con el estereotipo de macho que les ha sido señalado . Cuando una persona heterosexual que aprendió así la Homofobia, tiene un hijo homosexual, lo primero que les viene al cuerpo no es coraje, sino miedo, pero como les han dicho que ese sentimiento no es de hombres, no se permiten sentirlo y entonces lo expresa como enojo y gritos, porque en el fondo temen por su hijo, porque a pesar de todo, siempre será su hijo.

Vista así la Homofobia, no es solo un problema de comprensión y de lógica, es algo que está impreso en el cuerpo y, para sanarlo debe de permitirse que afloren los miedos, los sentimientos asociados a la posibilidad de “no ser suficientemente hombre” o “no ser suficientemente mujer” en el caso de la lesbofobia. También nos permite entender mejor el rechazo de la gente que nos quiere y de las dificultades que nosotros mismos tenemos para aceptarnos. Pero lo más importante, si sabemos esto, es que también sabemos como podemos regresar al momento en que nuestro cuerpo unió Homosexualidad y peligro, de tal manera que homosexualidad sea una cosa y peligro otra y podamos entonces decir: soy homosexual, o tengo un hijo homosexual o una prima lesbiana, sin sentirnos en riesgo de ser agredidos y, si nos agreden no nos sentiremos indefensos.

En México, el Centro de Capacitación Y Apoyo Sexológico Humanista (CECASH Tel 55 83 99 14 [email protected] ) ha desarrollado una metodología de psicoterapia individual y de taller, para lograr esta sanación de la Homofobia, que se combina en ocasiones con otras técnicas, como la de “Constelaciones Familiares” que es aplicable tanto a personas heterosexuales como a homo y bisexuales y tanto a hombres como a mujeres y ha sido aplicada en Bolivia, en el D.F, en Querétaro y Monterrey con grandes resultados, pues los participantes concluyen el taller con actitudes menos

homofóbicas y más aceptantes de su sexualidad y de la de las otras personas . Si estás interesado, ya sea porque eres un Gay que no se acepta o porque eres una persona heterosexual con un hijo, vecino o cliente que no puedes aceptar a pesar de tu buena voluntad comunícate a este lugar y ellos te asesorarán. Especialmente los gays tenemos que trabajar este tema, porque lo más sorprendente es, que, hasta ahora, este taller ha sido tomado por grupos de hombres que trabajan en busca de una nueva masculinidad, que son heterosexuales, pero ya no quieren ser machos, sino humanos.¿por qué los gays hemos de quedarnos atrás si somos los más afectados?