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co y que nos permita abordar las
teoras, los fenmenos y las discu-
siones que quedan por afuera de la
currcula obligatoria pero que sin
embargo necesitamos conocer si de
lo que se trata es de entender qu pa-
sa a nuestro alrededor.
Uno de los rasgos distintivos de
esta publicacin es la pluralidad
de visiones, entendiendo que, sien-
do la economa una ciencia social, no
existen verdades absolutas sino que
siempre nos encontraremos con ml-
tiples formas de interpretar un mis-
mo fenmeno que dialogan, discu-
ten, debaten y se pelean entre s. En
definitiva, creemos que las teoras
econmicas (y los postulados que
de ellas se desprenden) obedecen,
en ltima instancia, a una deter-
minada ideologa y a los intereses
a ella asociados. Desde nuestra pti-
ca, la pluralidad es una condicin ab-
solutamente necesaria para la for-
macin de economistas crticos, que
puedan abordar la realidad desde
una perspectiva acorde a la comple-
jidad que tiene. Han pasado por es-
tas pginas referentes y personajes
de un amplio espectro poltico e ideo-
lgico, incluyendo a Claudio Katz,
Carlos Melconian, Amado Boudou,
Javier Gonzlez Fraga, Atilio Born,
Claudio Lozano, Marcelo Ramal, en-
tre otros.
Por sus propias definiciones, la
revista Kamchatka no puede pen-
sarse ajena a la realidad que la ro-
dea. Por este motivo, al repasar los te-
mas abordados en cada uno de los
nueve nmeros anteriores se hace
un repaso de los mltiples aconteci-
mientos econmicos mundiales, lati-
noamericanos y nacionales que se su-
cedieron en tan slo cinco aos. As,
los ejes de la revista han versado des-
de las causas que generaron la crisis
econmica mundial en 2008 y sus po-
sibles efectos, las caractersticas ac-
tuales de las economas latinoameri-
canas, las particularidades del mode-
lo econmico kirchnerista, hasta pro-
blemas ms concretos como la infla-
cin. Todo esto sin dejar de lado lo
que ocurre en el micromundo de
nuestra facultad donde hemos cues-
tionado las formas de enseanza, el
rol y la estructura de los planes de es-
tudio por sentirlas ajenas a lo que
ocurre por fuera de las paredes de la
facultad.
Diezveces
legamos al dcimo nmero
Lde la revista Kamchatka. Creemos que es una excusa lo sufi-
cientemente buena como para usar
algunos renglones de esta editorial
para recordar de dnde venimos, por
qu empezamos con este proyecto y,
a partir de all, dnde estamos hoy y
hacia dnde queremos ir.
En el 2008, cuando tomamos la de-
cisin de comenzar con esta revista,
buscbamos generar un punto de en-
cuentro entre estudiantes, docentes,
investigadores y cualquiera que estu-
viese interesado en el mundo de la
economa. Entendemos esta revis-
ta como una herramienta ms en
la construccin de un conocimien-
to crtico que se proponga enten-
der la realidad para transformarla.
La definimos as: Kamchatka:
donde la Economa Poltica resis-
te. Resiste porque, lamentable-
mente, los planes de estudio de nues-
tra carrera hacen todo lo posible por
invisibilizarla y reemplazarla por
una economa objetiva y neutral
(que en realidad no existe). Pensa-
mos esta revista con el objetivo de
llenar un espacio que hoy est va-
ResistenciaEntendemos a esta revista no como un lugar impoluto, una torre de marfil, donde los ilustrados se dan cita par
satisfacer sus necesidades intelectuales, sino como un instrumento vlido para transformar nuestra realidad
EDITORIAL REVISTA KAMCHATKA N1, OCTUBRE 2008.
Editorial: Diez veces resistencia | 3KAMCHATKA n10
co y que nos permita abordar las
teoras, los fenmenos y las discu-
siones que quedan por afuera de la
currcula obligatoria pero que sin
embargo necesitamos conocer si de
lo que se trata es de entender qu pa-
sa a nuestro alrededor.
Uno de los rasgos distintivos de
esta publicacin es la pluralidad
de visiones, entendiendo que, sien-
do la economa una ciencia social, no
existen verdades absolutas sino que
siempre nos encontraremos con ml-
tiples formas de interpretar un mis-
mo fenmeno que dialogan, discu-
ten, debaten y se pelean entre s. En
definitiva, creemos que las teoras
econmicas (y los postulados que
de ellas se desprenden) obedecen,
en ltima instancia, a una deter-
minada ideologa y a los intereses
a ella asociados. Desde nuestra pti-
ca, la pluralidad es una condicin ab-
solutamente necesaria para la for-
macin de economistas crticos, que
puedan abordar la realidad desde
una perspectiva acorde a la comple-
jidad que tiene. Han pasado por es-
tas pginas referentes y personajes
de un amplio espectro poltico e ideo-
lgico, incluyendo a Claudio Katz,
Carlos Melconian, Amado Boudou,
Javier Gonzlez Fraga, Atilio Born,
Claudio Lozano, Marcelo Ramal, en-
tre otros.
Por sus propias definiciones, la
revista Kamchatka no puede pen-
sarse ajena a la realidad que la ro-
dea. Por este motivo, al repasar los te-
mas abordados en cada uno de los
nueve nmeros anteriores se hace
un repaso de los mltiples aconteci-
mientos econmicos mundiales, lati-
noamericanos y nacionales que se su-
cedieron en tan slo cinco aos. As,
los ejes de la revista han versado des-
de las causas que generaron la crisis
econmica mundial en 2008 y sus po-
sibles efectos, las caractersticas ac-
tuales de las economas latinoameri-
canas, las particularidades del mode-
lo econmico kirchnerista, hasta pro-
blemas ms concretos como la infla-
cin. Todo esto sin dejar de lado lo
que ocurre en el micromundo de
nuestra facultad donde hemos cues-
tionado las formas de enseanza, el
rol y la estructura de los planes de es-
tudio por sentirlas ajenas a lo que
ocurre por fuera de las paredes de la
facultad.
Diezveces
legamos al dcimo nmero
Lde la revista Kamchatka. Creemos que es una excusa lo sufi-
cientemente buena como para usar
algunos renglones de esta editorial
para recordar de dnde venimos, por
qu empezamos con este proyecto y,
a partir de all, dnde estamos hoy y
hacia dnde queremos ir.
En el 2008, cuando tomamos la de-
cisin de comenzar con esta revista,
buscbamos generar un punto de en-
cuentro entre estudiantes, docentes,
investigadores y cualquiera que estu-
viese interesado en el mundo de la
economa. Entendemos esta revis-
ta como una herramienta ms en
la construccin de un conocimien-
to crtico que se proponga enten-
der la realidad para transformarla.
La definimos as: Kamchatka:
donde la Economa Poltica resis-
te. Resiste porque, lamentable-
mente, los planes de estudio de nues-
tra carrera hacen todo lo posible por
invisibilizarla y reemplazarla por
una economa objetiva y neutral
(que en realidad no existe). Pensa-
mos esta revista con el objetivo de
llenar un espacio que hoy est va-
ResistenciaEntendemos a esta revista no como un lugar impoluto, una torre de marfil, donde los ilustrados se dan cita par
satisfacer sus necesidades intelectuales, sino como un instrumento vlido para transformar nuestra realidad
EDITORIAL REVISTA KAMCHATKA N1, OCTUBRE 2008.
Editorial: Diez veces resistencia | 3KAMCHATKA n10
Laencrucijada la hora de pensar este lti-
Amo nmero, vemos que los debates econmicos ocupan un rol
central en la agitada agenda polti-
ca. Los sostenidos ndices de infla-
cin, las presiones sobre las cuentas
externas, el dficit energtico y las
ajustadas cuentas fiscales son algu-
nos de los temas que mayor relevan-
cia tienen actualmente. Frente a es-
tos fenmenos hay una clara polari-
zacin entre las explicaciones y solu-
ciones que se plantean. Amplios sec-
tores de la oposicin proponen solu-
ciones de tinte ortodoxo como deva-
luar la moneda, disminuir la emisin
para controlar el desborde moneta-
rio, ajustar las cuentas fiscales o en-
friar la economa. Por su parte, el go-
bierno nacional niega la existencia
de muchos de estos problemas, o los
ataca con medidas parche, dirigi-
das a retrasar su impacto ms que a
solucionarlos.
En este escenario tan particular
e incierto que se plantea de cara al
2015, el mbito del debate no se re-
duce solamente a los partidos pol-
ticos, sino que estas problemti-
cas han penetrado en importantes
sectores de la sociedad. Actores po-
lticos de derecha lograron aglutinar
tras su discurso ortodoxo a distintos
sectores que comenzaron a manifes-
tarse, aunque la capitalizacin elec-
toral de este descontento no presen-
ta un panorama claro. En este senti-
do, no podemos dejar de mencionar
las deudas que tiene nuestro plan de
estudios en relacin a nuestra for-
macin como economistas capaces
de interpretar y resolver estos pro-
blemas. La ausencia de contenidos
sobre la economa nacional y de es-
cuelas de pensamiento alternati-
vas a