Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    1/30

    Conexin mente-cuerpo, fenmenosparapsicolgicos y curacin espiritual.Revisin.

    Ernesto Bonilla.

    Instituto de Investigaciones Clnicas Dr. Amrico Negrette, Facultad de Medicina,Universidad del Zulia y Centro de Investigaciones Biomdicas IVIC-Zulia.Maracaibo, Venezuela

    Palabras clave: mente, intencin, mediumnidad, efecto placebo, fenmenosparapsicolgicos, Pachita, Juan de Dios.

    Resumen. Varios procedimientos de curacin mediante la actividad men-tal estn siendo utilizados, tales como la hipnosis, la biorretroalimentacin, lameditacin, las visualizaciones, el manejo de las emociones y la oracin. Des-de la Gran Explosin (Big Bang) estamos entrelazados con todo. Esta interac-cin existente entre todas las cosas permitira que los individuos puedan inte-ractuar con las mentes y cuerpos de otras personas. El campo de la investiga-cin parapsicolgica ha conducido al estudio de eventos significativos talescomo la aparicin y comunicacin de seres ya fallecidos, las experiencias cer-canas a la muerte y las experiencias fuera del cuerpo. Luce evidente que la

    conciencia puede persistir en ausencia de la funcin cerebral. Si se acepta elmodelo que asume que es la conciencia y no la materia la base de todo cuantoexiste, lo que sobrevive es el espritu o mnada cuntica. Se afirma que lascuraciones espirituales son realizadas por mdicos desencarnados, quienesdiagnostican y prescriben tratamientos que generalmente corresponden a losde la medicina convencional pero, con cierta frecuencia, utilizan tambin pro-cedimientos desconocidos por la medicina moderna, basados en el manejo decampos energticos que apenas estn siendo estudiados por la fsica. Casosemblemticos del ejercicio de la medicina espiritual lo representaron los m-diums Ze Arigo, George Chapman y Brbara Guerrero (Pachita) y actualmen-te el mdium brasileo Juan de Dios. El reporte de casos de fenmenos para-

    normales es muy importante para el avance de la parapsicologa, porque noest claramente establecida cual aproximacin, la cualitativa o la cuantitativa,es mejor para la comprensin y el desarrollo en este campo.

    Invest Clin 51(2): 209 - 238, 2010

    Autor de correspondencia: Ernesto Bonilla. Instituto de Investigaciones Clnicas Dr. Amrico Negrette, Fa-cultad de Medicina, Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. Correo electrnico: [email protected].

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    2/30

    Mind-body connection, parapsychological phenomenaand spiritual healing. A Review.

    Invest Clin 2010; 51(2): 209 - 238

    Key words: Mind, intention, mediumship, placebo effect, parapsychological phe-nomena, Pachita, John of God.

    Abstract. Evidence regarding the influence of the mind on the body isabundant. Several mind-body healing procedures are currently being used,among them hypnosis, biofeedback, meditation, visualizations, managementof emotions and prayer. Since the Big Bang, we are entangled with everything.This interaction would let individuals to communicate with the minds andbodies of others. The field of parapsychological research has provided a lot ofinformation about significant events, including apparitions, communications

    with the dead, near-death experiences and out of the body experiences. Itlooks apparently evident, that consciousness can persist in the absence ofbrain function. According to the model that assumes that it is consciousnessand not matter, the base of everything that exists, what survives after death isthe quantum monad or spirit. It is said that spiritual cures are practiced bydiscarnate physicians who diagnose and prescribe conventional treatments, butvery often they use unknown procedures based on the management of energyfields that are currently being studied by many physicists. Representative exam-ples of the practice of spiritual medicine were the mediums Ze Arigo, GeorgeChapman, Barbara Guerrero (Pachita) and presently the Brazilian mediumJohn of God. Case reports of paranormal phenomena observed and studied byhonest and serious scientists are very important for the advancement of para-psychology, because it has not been clearly established which approach, thequalitative or the quantitative, is more useful for the development of this field.

    CONSIDERACIONES HISTRICAS

    La historia de la medicina est llena demomentos embarazosos durante los cualesevidentes medidas preventivas o curativas

    de diversas enfermedades contaron con elrechazo y la burla del establecimiento m-dico de la poca. Por ejemplo, Edgard Jen-ner (1749-1823), descubridor de la vacunacontra la viruela, inici toda una era de lainmunologa. Este es un hecho ampliamen-te conocido. Sin embargo, la Sociedad Realde Inglaterra, grupo cientfico de excelen-cia, rechaz su propuesta porque (Jenner)

    no deba arriesgar su reputacin presentan-do a los acadmicos algo que parece estaren desacuerdo con el conocimiento estable-cido y adems es increble (1).

    Afirmaciones que una vez fueron consi-

    deradas herticas hoy forman una parte im-portante de la ortodoxia cientfica. Cuando William Harvey (1578-1657) present suteora de la circulacin de la sangre recibiel apodo de cerebro agrietado por suscompaeros cientficos europeos (1).

    El cirujano ingls Joseph Lister(1827-1912), quien introdujo los antispti-cos en las salas de cirugas, salvando millo-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    210 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    3/30

    nes de vidas, fue ignorado inicialmente por-que su teora de la infeccin por grmenescontrastaba con las creencias cientficas dela poca que consideraban a las infeccionescomo producidas por el mal aire ambiental.Algunos de sus colegas llegaron al extremode lanzar los instrumentos quirrgicos alsuelo, pisotearlos y ensuciarlos para demos-trar que podan operar con instrumentossucios sin mayores consecuencias para suspacientes (1).

    Lord Kelvin (1824-1907), matemtico y fsico ingls, Presidente de la SociedadReal de Inglaterra y conocido ampliamente

    por sus trabajos sobre el calor y la electrici-dad, declar enfticamente que los rayos Xno existan (1).

    LeShan (2) refiere que Alexander VonHumboldt, uno de los ms grandes natura-listas de los siglos precedentes, afirm queno aceptaba la existencia de los fenmenospsquicos: Ni los testimonios de todos losmiembros de la Sociedad Real, ni las evi-dencias de mis propios sentidos, podranllevarme a creer en la transmisin del pen-samiento de una persona a otra, indepen-

    dientemente de los canales reconocidos delos sentidos. Es claramente imposible .Este es un ejemplo de un gran cientficoque afirmaba que saba tanto sobre la reali-dad que el universo no tena secretos paral. Por ello, es importante sealar que loque luce posible en una teora metafsica(una teora acerca de la realidad) es imposi-ble (paranormal) en otra. En efecto, lo quees perfectamente normal en el nivel subat-mico, por ejemplo que un electrn salte de

    una rbita a otra sin cruzar el espacio entreellas, se denomina teleportacin, en el nivelmacro o molecular. La teleportacin es ge-neralmente considerada como paranormal.El hecho de que un electrn pueda atrave-sar dos orificios en una placa, simultnea-mente, sin dividirse, es perfectamente nor-mal para la fsica cuntica. Pero, en la vidadiaria a este efecto se le llama bilocacin,

    que es un fenmeno paranormal. No pode-mos explicar un fenmeno que ocurre enun sistema metafsico en el cual tal eventoes imposible. Si un evento parece prece-der a su causa (precognicin) tenemos queexplicarlo utilizando un sistema en el cualpuede ocurrir. Desde este punto de vista,los espiritistas y los telogos fueron msacertados que los cientficos cuando aque-llos trataron de explicar los eventos para-normales sealando que los espritus o Dioslos producan. Tomaron entidades de otrossistemas metafsicos para explicar fenme-nos que no podan ser entendidos siguiendo

    los lineamientos de nuestros sistemas meta-fsicos de las ciencias, tal como los concebi-mos hoy (2).

    Los ejemplos citados anteriormentenos muestran que la ciencia no es un con- junto de verdades inmutables, sino un m-todo de bsqueda de la verdad. Los cientfi-cos pueden ser tan dogmticos y autorita-rios como el pblico general y tienen la ten-dencia a encontrar lo que esperan ver o en-contrar en sus experimentos. La verdadcientfica, por consiguiente, refleja la visin

    mayoritaria de la comunidad cientfica y nonecesariamente la verdad inmutable (3).

    Los cientficos pueden olvidar que larealidad existe tambin fuera del laborato-rio. La geologa, la astronoma, la antropo-loga y la paleontologa, abandonaron esaconcepcin y han progresado extraordina-riamente en los ltimos aos. Existen cam-pos cientficos en los cuales las palabrasexperimentos repetibles son inacepta-bles; en efecto, los fenmenos paranorma-

    les, como las experiencias fuera del cuerpo,las experiencias cercanas a la muerte y laprecognicin, son un ejemplo de ello (4).De igual forma, no vamos a lograr un expe-rimento repetible en astronoma, oceano-grafa o en geologa. De nuevo, en la cien-cia, la teora debe inclinarse siempre antelos hechos. Los experimentos doble ciegono son un requerimiento necesario para ver

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 211

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    4/30

    la realidad. Tanto la penicilina como la as-pirina, dos drogas modernas, ampliamentey exitosamente utilizadas por la comunidadmdica, fueron aceptadas y utilizadas sinhaberse realizado previamente un estudiodoble ciego. El no entender el mecanismode accin de una droga efectiva no significaque su actividad teraputica no sea real. Loque un cientfico honesto y apegado a laverdad debe hacer en relacin a un hechodesconocido es examinar, sin prejuicio opreconceptos, todas las evidencias disponi-bles sobre ese hecho, utilizando las herra-mientas cientficas que existen.

    Una vez que se haya establecido queun evento particular imposible ha ocurri-do, la ciencia ha desarrollado un mtodopara tratar con el problema. No cambiamosnuestra definicin de la realidad. En su lu-gar limitamos el campo en el cual nuestradefinicin de la realidad es vlida. La revo-lucin cientfica liderada por Niels Bohr,Max Planck y Albert Einstein fue en parteexitosa porque limit la realidad newtonia-na a aquellas reas de la experiencia quepodan ser, al menos tericamente, percibi-

    das por los sentidos o por las extensionesmecnicas de los sentidos.

    EFECTO PLACEBO

    Dossey (5) refiere que hasta el siglo XX, tanto los mdicos como sus pacientesaceptaban que la mente poda influenciar laevolucin de un tumor canceroso. Sin em-bargo, la atencin cientfica actual se haenfocado nicamente en la materia, hasta

    el punto que la mente poco cuenta y el es-pritu no existe. Pero las evidencias sobre lainfluencia de la mente en el cuerpo son ex-tensas. Tenemos, por ejemplo, el efecto pla-cebo que se define como la respuesta fisio-lgica o psicolgica a una tableta, inyeccino a una intervencin quirrgica que no pue-de ser atribuida a las propiedades del trata-miento dado y, por lo tanto, es debida a la

    creencia del paciente en la efectividad delmismo.

    En un estudio clnico doble ciego,Allington (6) demostr que el tratamientocon sulfarsfenamina de las verrugas cut-neas de origen viral, logr un 53% de cura-cin en 105 pacientes. Pero en otros 120,que recibieron slo agua destilada colorea-da como placebo, el porcentaje de curacinfue de 48%, casi tan efectivo como la drogaensayada. El poder de la mente para elimi-nar una verruga de etiologa viral tiene unagran significacin por la posibilidad de tra-tar un gran nmero de enfermedades de la

    misma etiologa mediante el uso del podermental.En una famosa investigacin realizada

    en la Universidad de Harvard en 1955, seanalizaron 15 experimentos doble ciego enuna poblacin de 1082 sujetos. Se encontrque el simple efecto placebo produjo unatasa de curacin del 35% en una amplia va-riedad de problemas mdicos, incluyendoentre otros el dolor postoperatorio, cefa-leas, resfriado comn, dolores anginosos,mareos y nuseas (7).

    Benson y McCallie (8) revisaron la his-toria de ms de una docena de tratamientosmdicos utilizados para la angina pectoris,los cuales incluan extractos de msculocardaco, extractos pancreticos, varias hor-monas, irradiaciones con rayos X, anticoa-gulantes, inhibidores de la monoaminooxi-dasa (MAO), tiroidectomas, yodo radioacti- vo, simpatectomas, vitaminas, colina, me-probamato, ligadura de la arteria mamariainterna y veneno de cobra. Los autores no-

    taron que varias de esas terapias comenza-ron siendo muy efectivas, pero luego fueronabandonadas porque no tenan ningn efec-to sobre la angina. Segn ellos el efecto pla-cebo fue lo que inicialmente hizo a estas te-rapias efectivas. Por esta razn, recomenda-ron que no se ridiculizara el efecto placeboporque es muy barato, seguro y ha perdura-do a lo largo de la historia de la humanidad.

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    212 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    5/30

    Se ha dicho que la historia de la Medicinaes bsicamente la historia del efectoplacebo (7).

    EL PODER DE LA MENTE

    Varios procedimientos de curacin me-diante la actividad mental estn siendo uti-lizados por millones de personas en un in-tento de canalizar el potencial que tiene lamente para sanar el cuerpo. Entre ellos,vale la pena destacar a la hipnosis, la bio-rretroalimentacin, la meditacin, las vi-sualizaciones, el manejo de las emociones y

    la oracin, que es una forma de curacinutilizada desde tiempos inmemoriales queest llamando la atencin de los cientficosinteresados en la salud de los seres huma-nos (9-12).

    El poder de la mente durante el trancehipntico ha sido usado exitosamente, des-de hace cientos de aos, para tratar nume-rosas condiciones mentales y fsicas, entreellas el dolor. Gracias al mdico austracoFranz Mesmer (1734-1815), el procedi-miento comenz a llamar la atencin del

    mundo occidental a finales del siglo XVIII.Su teora del magnetismo animal even-tualmente fue descartada. Su discpulo, elMarqus de Puysgur, explor el trance hip-ntico en una variedad de experimentos ydescribi muchos de los rasgos asociadosmodernamente con la hipnosis. Debido a lafama de Mesmer a este fenmeno se le lla-m Mesmerismo (1).

    La hipnosis puede acelerar la curacinde heridas, mejorar o eliminar el herpes, la

    soriasis, dermatitis, ictioderma, el asmabronquial, las alergias, la gastritis, etc. Lapiel es especialmente sensible a la suges-tin hipntica, posiblemente por el origenectodrmico de esta estructura y del siste-ma nervioso. Mediante la hipnosis es posi-ble producir inflamacin localizada en lapiel y la aparicin de ampollas (13). EnIndia, usando slo la hipnosis como anest-

    sico, Esdaile practic cientos de interven-ciones quirrgicas: amputaciones de bra-zos, piernas, dedos y mamas, operacionesde cataratas, extracciones dentales y de tu-mores de diferentes rganos (14). Como notodos los individuos pueden lograr la pro-fundidad del trance hipntico requeridapara practicar este tipo de operaciones, elcloroformo, el ter y los anestsicos moder-nos desplazaron a la hipnosis, pero esta l-tima logr demostrar, sin lugar a dudas, elpoder que tiene la mente para controlar eldolor.

    Otra manera de aumentar el efecto de

    la mente sobre el cuerpo es mediante el en-trenamiento de biorretroalimentacin. Uti-lizando esta tcnica, la mente ha demostra-do su habilidad para controlar la presin ar-terial. Tambin se ha usado para controlarmsculos aislados o en grupos durante eltratamiento de espasmos faciales y de losprpados, cefaleas tensionales y migraa.La NASA ha utilizado la biorretroalimenta-cin para ensear a los astronautas a con-trolar los mareos y otras 20 respuestas fisio-lgicas (1).

    Otra tcnica que ha demostrado suefectividad para mejorar el control mentalsobre el cuerpo es la meditacin, utilizadapor los indios, japoneses, chinos y tibetanosdesde hace ms de 500 aos. Benson (15)estudi a tres monjes tibetanos quienespracticaban una forma de meditacin lla-mada g Tum-mo. Los monjes se cubrieroncon una tnica mojada con agua fra y sesentaron a meditar por 55 minutos en unahabitacin fra, sin calefaccin, usando su

    mente para aumentar su temperatura cor-poral. Los tres monjes produjeron dramti-cos aumentos de la temperatura corporalque oscilaron entre 5 y 8C.

    Simonton (9), adems de utilizar lostratamientos convencionales para el cncer(radiaciones, quimioterapia y ciruga), hausado la relajacin y las tcnicas de visuali-zacin. Al paciente se le pide meditar regu-

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 213

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    6/30

    larmente tres veces al da durante 15 minu-tos en la maana al levantarse, en el medio-da y en la noche antes de acostarse. En elejercicio de la meditacin, los primeros dosminutos son usados para relajarse. Cuandoel cuerpo est completamente relajado, elpaciente visualiza una escena pacfica de lanaturaleza. Un minuto despus, comienzasu labor de visualizacin. Primero, se con-centra en su cncer. Luego, visualiza a susmecanismos inmunes recogiendo las clulasmuertas. Al paciente se le instruye para vi-sualizar un ejrcito de glbulos blancosacudiendo al tumor y expulsando las clulas

    malignas que han sido debilitadas por eltratamiento mdico convencional. Final-mente, antes de terminar la meditacin, elpaciente se percibe a si mismo en perfectascondiciones de salud. Los enfermos son ins-truidos en los principios generales de losmecanismos inmunes y se le muestran foto-grafas de otros pacientes cuyos tumoresson visibles y estn respondiendo al trata-miento. En un estudio de 152 pacientes, Si-monton encontr mayor xito en los msoptimistas y comprometidos con el proceso

    teraputico.Dossey (16) revis ms de 100 experi-

    mentos cientficos, sobre el poder de la ora-cin y encontr que en la mitad de ellos sedemostr su efectividad para producir cam-bios significativos en los seres humanos. Sinembargo, le sorprenda que estas evidenciascientficas sobre el efecto de la oracin fue-ran poco conocidas por la comunidad mdi-ca por lo que concluy que el conocimientoque no encaja en las ideas prevalentes es ig-

    norado, sin considerar lo vlido que sea des-de el punto de vista cientfico. Fuera del la-boratorio, se han documentado curacionesmilagrosas que representan una clara evi-dencia del poder de la fe y la oracin parasanar el cuerpo (1).

    Cmo funciona la oracin? Cuando seora por otros, con pureza en la intencin, laconciencia colapsa simultneamente las in-

    tenciones curativas en la mente (como su-cede en la telepata). De all en adelante, elmismo proceso de curacin cuntica fun-ciona como en la autocuracin. Por lo tan-to, esta clase de curacin a distancia tam-bin envuelve la autocuracin (17).

    La fsica cuntica nos permite enten-der fenmenos observados en la prcticamdica tales como la curacin espontnea(creatividad cuntica), la curacin median-te la oracin a distancia (no-localidad cun-tica), autocuracin y curacin espiritual(causacin descendente con intencinpura) (17).

    La medicina china es cuntica porqueutiliza las caractersticas de ondas cunti-cas (yang) y partculas cunticas (ying) delChi (energa vital, prana, ki) para clasificarlos desbalances de la energa vital y la re-presentacin de los rganos en los camposmorfogenticos vitales (17). En China exis-te el Hospital Huaxia Zhineng Qigong, fun-dado por el Dr. Pang Ming quien es un m-dico entrenado en medicina occidental ychina y adems es un Gran Maestro de Qi-gong. El hospital utiliza, con gran xito,

    mtodos no tradicionales de tratamiento.La clave para la curacin de las enfermeda-des radica en la habilidad para enfocar lasemociones y la energa chi en nuestro cuer-po o en el de otra persona con una grancompasin y sin ningn tipo de invasin.Un caso descrito por Braden (18) corres-pondi a una mujer que acudi a la clnicacon un tumor maligno de vejiga. La pacien-te, completamente consciente, fue acostadaen una camilla. Tres mdicos (maestros) se

    colocaron detrs de ella mientras que otro,situado delante, le practicaba una ultraso-nografa abdominal. Los maestros comenza-ron a repetir las palabras de un mantra: di-sulvase, recuprese. En cuestin de minu-tos comenz a disminuir el tamao del tu-mor, hasta desaparecer. A este procedi-miento se le denomina ChiLel y fue desarro-llado por el Dr. Pang, basndose en el con-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    214 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    7/30

    cepto milenario del Qigong (Chigong, ChiKung) y los de la medicina moderna. El Chi-Lel consiste de cuatro preceptos. 1) Lacreencia de que el Chi o energa de la vidapuede curar todas las enfermedades. Los es-tudiantes (a los pacientes se les llama estu-diantes porque estn aprendiendo una tc-nica de autocuracin) aumentan su fe en elChi mediante el estudio de los testimoniosde pacientes que se han recuperado des-pus de sufrir enfermedades graves. 2) Lacuracin en grupo; antes de comenzar elChiLel, el maestro sincroniza verbalmenteel pensamiento del grupo para obtener el

    Chi del universo y transformarlo en un cam-po de energa curativa. 3) La curacin conel Chi; el maestro obtiene la energa Chidel universo y se la transmite a cada enfer-mo para facilitar su curacin. 4) La prcti-ca; los enfermos aprenden los movimientosdel ChiLel y lo practican continuamente.Cuando el paciente entra a este hospital esdiagnosticado por un mdico (maestro) yasignado a una clase de 50 o ms personaspor un perodo de 24 das de tratamiento.Pasa la mayor parte de su tiempo practican-

    do ChiLel (8 horas diarias) sin ver televi-sin, sin leer la prensa y sin telfono. Lasestadsticas de esta clnica muestran unatasa de xitos de 95% en un estudio quedur 5 aos. El Dr. Pang recuerda a sus es-tudiantes que lo que es incurable en la me-dicina convencional no necesariamente sig-nifica que es incurable. Ensea que cuandoel Chi se concentra aparece la materia ycuando se dispersa, sta desaparece. Por lotanto, cuando el Chi se concentra en forma

    anormal aparece el cncer y cuando estaconcentracin se dispersa, el cncer desa-parece. El Chi no tiene color ni forma y ex-hibe propiedades de la materia, de la ener-ga y de la informacin. Por ejemplo, unaclula viviente, en un nivel tiene membra-na, ncleo, retculo endoplasmtico, riboso-mas; en otro nivel contiene molculas, to-mos, protones y electrones, y en otro nivel

    se presenta como energa. Finalmente, al-canza un nivel en el cual se manifiestacomo materia, energa e informacin. Se-gn el Dr. Pang, como el chi contiene infor-macin, responde a nuestros deseos. Si bienes cierto que las clulas cancerosas estnhechas de un chi anormal, como el chi res-ponde a nuestros deseos, es posible orde-narles que se dispersen para que el cncerse desintegre. Esta doctrina es la que ense-a el Dr. Pang a los maestros y estudiantesde este hospital de ChiLel-Qigong (www.Chilel-qigong.com).

    La utilizacin de la hipnosis, biorre-

    troalimentacin, meditacin y oracin hapermitido demostrar que Descartes estabaequivocado. La separacin entre el cuerpo yla mente es un mito porque sta puede pro-ducir efectos en el cuerpo fsico. Existetoda una red de comunicacin psicosomti-ca que mantiene unida la mente al cuerpo.Nuestros pensamientos, sentimientos,creencias, deseos e intenciones crean emo-ciones que producen la descarga de mensa- jeros qumicos (neuropptidos) que se di-funden en todas las clulas del cuerpo y ac-

    tan sobre el sistema nervioso autnomo,debilitan o fortalecen el sistema inmune yoriginan cambios hormonales que afectanel cuerpo. En sntesis, las emociones produ-cidas por nuestros pensamientos son elpuente entre el mundo fsico y el mental(19). Ya Williams James, a finales del sigloXIX afirmaba que ninguna modificacin enla mente ocurre que no sea acompaada oseguida por un cambio corporal (20). Cienaos ms tarde, Cousin (1989) resumi la

    visin moderna de la interaccin men-te-cuerpo con la frase la creencia se trans-forma en biologa (20).

    INTENCIN A DISTANCIA.ACCIN TELESOMTICA

    Desde la Gran Explosin (Big Bang)estamos entrelazados con todo, por lo cual,

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 215

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    8/30

    en principio, podemos interactuar mental-mente con todo (21). Pero, como el entre-lazamiento crece proporcionalmente al n-mero de interacciones, es ms probable quepercibamos informacin local en tiempo yespacio que los eventos que ocurrieronhace millones de aos o a una distancia demillones de aos luz (22). Esta interaccinexistente entre todas las cosas permitiraque los individuos puedan interactuar conlas mentes y cuerpos de otros. La menteconsciente de una persona puede producirefectos repetibles y medibles en el cuerpode otra (12). Estos efectos son conocidos

    como telesomticos. Una modalidad de es-tos efectos es la curacin a distancia. El sa-nador acta sobre el paciente envindoleenergas o informaciones curativas. El sana-dor y el paciente pueden estar directamen-te en contacto o separados por kilmetros,porque la distancia no parece afectar el re-sultado. A esta prctica mdica se le ha de-nominado Medicina no-local de la TerceraEra, en contraste con la Medicina psicoso-mtica de la Segunda Era (23). La accintelesomtica ejecutada por una persona le-

    jana es similar y tan efectiva como la accinpsicosomtica realizada por el individuosobre s mismo.

    CAMPO AKSHICO

    La existencia del campo de informa-cin universal llamado campo Akshico(24) explicara el fenmeno de la no locali-dad de las ms pequeas y las ms grandesunidades medibles del universo, la coheren-

    cia entre organismos vivientes y con el me-dio donde viven y la coherencia del cerebrohumano con la conciencia asociada a l ycon el cerebro y la conciencia de otros se-res humanos.

    El campo Akshico de informacin esla explicacin lgica de la coherencia no-lo-cal, de la forma misteriosa mediante la cuallos cuantos se conectan a travs del tiempo

    y del espacio. Esta informacin es una cone- xin sutil, instantnea y no energtica en-tre objetos situados en diferentes sitios enel espacio y entre eventos que se sucedenen diferentes tiempos. Estas conexiones sedenominan no-locales en las ciencias na-turales y transpersonales en la investiga-cin de la conciencia. La informacin co-necta cosas (partculas, tomos, molculas,organismos, ecologas, sistemas solares, ga-laxias) y las mentes y conciencias asociadascon ellas, sin importar cunto tiempo hatranscurrido desde que esas conexiones fue-ron creadas (24). Al igual que otros campos

    conocidos en la fsica moderna, tales comolos campos gravitacional, electromagntico y cuntico, el campo de informacin o Akshico no puede ser odo, tocado, nivisto.

    El espacio no est vaco y lo que se hallamado el vaco cuntico es, de hecho, unpleno csmico (Akasha). Gracias a la infor-macin conservada y transmitida por elcampo Akshico, el universo es coherente.Todo lo que sucede en un sitio sucede tam-bin en otro lugar; todo lo que pasa en un

    tiempo tambin sucede en los tiempos si-guientes. Nada es local, limitado al dnde y cundo est sucediendo. Todas las cosasson globales, csmicas, porque todo estconectado y la memoria de todas las cosasse extiende a todos los lugares y tiempos(24).

    Edwin Schrodinger, uno de los funda-dores de la teora cuntica, utiliz la pala-bra entrelazamiento (entanglement) para re-ferirse a las conexiones existentes entre

    partculas, que persisten independiente-mente de la distancia entre ellas. Los fsicoscreen ahora que el entrelazamiento entrepartculas existe en todas partes, todo eltiempo y han demostrado recientementeque tambin afecta el mundo macroscpicoque habitamos (25). Se ha especulado, in-clusive, que se extiende a todo el universo,porque toda la energa y la materia emer-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    216 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    9/30

    gieron de la Gran Explosin (22). Por lotanto, es posible asumir que nuestros cere-bros y mentes tambin estn entrelazados.

    A pesar de que est siendo ms acepta-da la idea de que la mente puede afectar elcuerpo, el mecanismo de esa accin siguesiendo un misterio. Si la mente acta noslo sobre su propio cuerpo sino tambinsobre otros al proceso se le ha denominadointeraccin mental a distancia con orga-nismos vivientes. Cuando la intencin dela mente es beneficiar, a distancia, la condi-cin psicolgica o fisiolgica de otro indivi-duo, al proceso se le denomina curacin

    mental a distancia.Algunas de las variantesde esta ltima son la curacin espiritual, lacuracin por la fe, la curacin divina y la te-rapia bioenergtica. A diferencia de las tc-nicas de curacin local tales como la impo-sicin de las manos sobre el rea afectadadel paciente, en la curacin mental a dis-tancia el practicante dirige a distancia suspensamientos o intenciones curativas a unpaciente (26, 27).

    En los ltimos setenta aos, se hanutilizado varios mtodos para el estudio del

    efecto de la intencionalidad a distancia so-bre los organismos vivientes. En 1929, elpsiquiatra alemn Hans Berger invent laelectroencefalografa para saber si la telepa-ta poda explicarse por cambios en las on-das cerebrales (28, 29). A pesar de que notuvo xito en su intento de explicar una ex-periencia teleptica que haba experimenta-do su hermana, sus estudios establecieronlas bases de las neurociencias modernas y aeste investigador se debe no slo el desarro-

    llo del electroencefalograma (EEG) sinotambin el descubrimiento de los mecanis-mos bsicos utilizados en los equipos deemisin de positrones y en la resonanciamagntica funcional.

    Fisilogos experimentales en la extintaUnin Sovitica realizaron, en los aos 20 y30 del siglo XX, experimentos bien disea-dos y ejecutados, que demostraron la in-

    fluencia mental. Estos investigadores repor-taron la influencia directa sobre la actividadmotora, imgenes visuales, sensaciones,sueo, vigilia y reacciones fisiolgicas (cam-bios en la respiracin y en la actividad elec-trodrmica) en personas situadas en luga-res remotos protegidas de cualquier inte-raccin convencional (30). Durante este pe-rodo hubo tambin investigadores france-ses que inducan hipnosis a distancia. EnHolanda, se realizaron experimentos sobrela influencia remota sobre la actividad mo-tora (31). Desde entonces, se han ejecutadocientos de experimentos relacionados con

    la influencia mental a distancia sobre lossistemas biolgicos.No obstante las diferencias en la base

    de datos de ms de 150 estudios, los expe-rimentos comprenden dos categoras esen-ciales (32). La primera consiste de estu-dios en los cuales un sanador intenta in-fluenciar y mitigar un proceso patolgicoen un organismo con el fin de aumentar su vitalidad o disminuir su morbilidad. Unasegunda categora de intencionalidad adistancia sobre sistemas vivientes com-

    prende la medicin de procesos normales oconductas en los organismos; por ejemplo,los efectos, a largo plazo, en el crecimien-to de plantas o cultivos celulares y cambiostempranos en la conducta o en la actividadfisiolgica (30-33).

    En 1959, el mdico checo Stepan Fi-gar midi el flujo sanguneo en los dedos depares de individuos aislados con el objetode investigar las conexiones telepticas in-conscientes. En estos estudios las personas

    desconocan el propsito del experimento.Encontr que cuando a una de las personasse le peda que realizara mentalmente unaoperacin aritmtica, la presin arterial dela otra variaba considerablemente (34).

    Tart (35) midi la conductancia elc-trica, el volumen sanguneo, la frecuenciacardiaca y el reporte verbal en un estudiorealizado entre un emisor y un receptor.

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 217

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    10/30

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    11/30

    velocidad de curacin de las heridas en elgrupo tratado por los sanadores fue signifi-cativamente mayor que en el grupo control,que no recibi la intencin de curacin.

    Byrd (60) realiz un estudio controla-do y al azar en 393 pacientes admitidos pordolor torcico o por infarto del miocardiodurante un perodo de 10 meses en la Uni-dad de Cuidados Coronarios del HospitalGeneral de San Francisco, California. Los192 pacientes que recibieron oraciones adistancia evolucionaron mejor en varios pa-rmetros: menos resucitaciones cardiopul-monares, menos medicamentos y menor in-

    cidencia de edema y de neumona que elgrupo control de 201 pacientes que no ha-ban recibido ninguna plegaria. Este grupode enfermos requiri de asistencia ventila-toria, antibiticos y diurticos ms frecuen-temente que los pacientes que fueron obje-to de las oraciones a distancia. La diferen-cia fue estadsticamente significativa(p

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    12/30

    ritual, la medicina por energa y el efectode la intencin. Incluyeron 122 estudios delaboratorio, 80 ensayos controlados y alazar, 128 resmenes o revisiones, 95 repor-tes de observaciones, 271 reportes de casosy 1286 escritos diferentes, opiniones, anc-dotas, cartas al editor, comentarios y librosescogidos. Utilizando criterios muy estric-tos le dieron la ms alta calificacin a losestudios sobre la interaccin mente-mate-ria, seguidos de los relacionados con la ora-cin a distancia.

    Achterberg y col. (69) estudiaron 11sanadores. Cada uno de ellos seleccion a

    una persona conocida, por quien senta sim-pata y compasin, como el receptor de susesfuerzos de curacin a distancia. Los sana-dores tenan una experiencia de ms de 23aos realizando esa actividad. Describieronsus esfuerzos de curacin como el envo deenerga, buenas intenciones o pensamien-tos y oraciones por la salud del receptor,quien estaba colocado dentro de un equipode resonancia magntica funcional, aisladode cualquier forma de contacto con el sana-dor, quien diriga sus intenciones con inter-

    valos de 2 minutos, escogidos al azar. Du-rante el perodo de curacin, las reas delcerebro ms activadas fueron las cortezascingulada anterior y media, el precneo ylas reas frontales. La diferencia fue esta-dsticamente significativa (p

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    13/30

    denominado eventos determinados por elerror, los cuales pueden ser cuantificadosy susceptibles de analizar en el laboratorio(4). A diferencia de los fenmenos deter-minados por el error, los fenmenos de-terminados por la necesidad no son produ-cidos por demanda en el laboratorio y, porconsiguiente, no pueden ser cuantificados.

    El poco inters demostrado en loseventos paranormales determinados por lanecesidad, a favor de los fenmenos deter-minados por el error, logr que los investi-gadores se sintieran ms cientficos, auncuando no se ganaron la aceptacin de la

    comunidad cientfica internacional que hareaccionado a la informacin aportada porla investigacin parapsicolgica en formaparecida a la del granjero que al ver una ji-rafa por primera vez exclam: no existe se-mejante animal. De hecho, lo que un cien-tfico no debe decir es que tal fenmeno esimposible porque viola las leyes de la na-turaleza. Aqu vale recordar la frase de SanAgustn: no existen milagros que violen lasleyes de la naturaleza. Existen slo eventosque violan nuestro conocimiento limitado

    de las leyes de la naturaleza (2). Mientrasms aprendamos sobre las leyes que expli-can los fenmenos parapsicolgicos ms seacrecentar nuestra visin de la realidad.

    Segn Radin (22), despus de un siglode sofisticadas investigaciones y ms de1000 estudios controlados (1270 sesionessobre el sueo, 3145 sobre telepata Ganz-feld, 34.097 sobre la consciencia de ser ob-servado, 1055 sobre deteccin inconscien-te de ser observado, 2.6 millones de experi-

    mentos psicocinticos con dados, 1.100 mi-llones de experimentos psicocinticos congeneradores de nmeros al azar) con proba-bilidades de 10104/1 existen fuertes eviden-cias de la existencia de los fenmenos ps-quicos. Estos resultados estadsticos impre-sionantes significan que ellos no son debi-dos a una simple coincidencia. Es muy pro-bable que a medida que los avances de la f-

    sica continen refinando nuestro conoci-miento de la realidad, se ir encontrandouna explicacin racional para estos fenme-nos. Se ha estimado que todos los fondosutilizados, a travs de la historia, en la in-vestigacin parapsicolgica equivalen a ape-nas 0,43 segundos de lo que se consume enun da para la investigacin sobre el cncer(22). El obstculo para conseguir un mayorfinanciamiento para la investigacin de es-tos fenmenos radica en que los mismos nose acomodan fcilmente a las teoras cient-ficas prevalentes y son ignorados y descarta-dos por imposibles. Si los fenmenos re-

    tan directamente a los conceptos ya acepta-dos por el establecimiento cientfico atraenel ridculo. Sin embargo, la historia ha de-mostrado que muchos de los grandes descu-brimientos cientficos surgen del desarrollode ideas disparatadas o locas.

    Segn LeShan (2) lo que se conoce so-bre los fenmenos psquicos se puede resu-mir de la siguiente manera:

    1. Algunas personas demuestran que po-seen informacin especfica y concretaque no puede lograrse a travs de loscanales sensoriales o por extrapolacinde datos obtenidos a travs de los sen-tidos. Tal es el caso de los fenmenostelepticos, clarividentes o precogniti-vos.

    2. El espacio u otros factores fsicos (mu-ros, curvatura de la tierra, montaas,ocanos) existentes entre la informa-cin original y la persona que demues-tra poseerla, no son factores determi-nantes.

    3. Los factores emocionales son los queprincipalmente establecen la unin en-tre el origen aparente de la informa-cin y el individuo que demuestra te-ner ese conocimiento.

    4. Muchas personas se vuelven ansiosascuando oyen o leen artculos de opi-nin sobre los fenmenos paranorma-

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 221

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    14/30

    les o encuentran informacin sobre laexistencia de los fenmenos psquicos.Se han postulado tres hiptesis para

    explicar estos fenmenos psquicos. La pri-mera se refiere a la existencia de una facul-tad extrasensoria superior en los casos detelepata o de clarividencia. La segundaconsidera que las evidencias pueden ser ex-plicadas mediante la existencia de seres de-sencarnados. Es decir, postula que existealgo relacionado a la personalidad que nocesa en el momento de la muerte corporal.La tercera incluye a los dos anteriores.

    CMO SE DIFERENCIA UN FENMENOPARANORMAL DE UNO NORMAL?

    Las condiciones que favorecen la pro-duccin de los fenmenos normales tam-bin facilitan a los paranormales (80-82).En realidad, slo dos diferencias existen en-tre ellos y consisten en la localizacin delsecreto y la frecuencia de los fenmenosobservados. En la percepcin normal el mis-terio radica en cmo la informacin pasa denuestro cerebro a nuestra conciencia o vi-

    ceversa, y en la percepcin paranormal (te-lepata, curacin a distancia) el secretoest en cmo la informacin pasa de la con-ciencia de otro individuo a mi conciencia.Nos intrigan los segundos y no los primerosporque las percepciones normales son co-munes mientras que los fenmenos para-normales son ms raros (2).

    Es necesario recalcar que los anlisisde laboratorio en las ciencias naturales handesempeado un importante papel en el in-

    tento de comprendernos y de conocer la na-turaleza del mundo que habitamos. El m-todo experimental y el laboratorio son ele-mentos irremplazables de la ciencia; sinembargo, utilizndose exclusivamente, co-mo se pretende hacer, para analizar los fe-nmenos psquicos o paranormales puedeconducirnos a seguir ignorando otras reali-dades.

    Los investigadores de los fenmenosparanormales han demandado, sin xito,que las personas comiencen a creer en he-chos imposibles segn su concepcin dela realidad. Su tarea principal deberaorientarse a la modificacin de sus propiospreceptos para hacer que hechos imposi-bles se hagan posibles y, por lo tanto, cre-bles. Ese objetivo slo lo pueden lograr ex-plorando y modificando su propia definicinde la realidad que decidir lo que es posibley lo que es imposible. Ideas y concepcionesque se adoptaron en el pasado como una verdad incontrovertible sobre la realidad

    fueron descartadas posteriormente porfalsas.A pesar de que los fenmenos paranor-

    males han sido declarados imposibles, ungran porcentaje de cientficos cree en suexistencia. En una encuesta realizada enms de 1000 profesores universitarios enlos Estados Unidos, el 55% de los naturalis-tas, el 66% de los cientficos sociales y el77% de los acadmicos en las artes, las hu-manidades y la educacin reportaron quelos fenmenos psquicos son hechos esta-

    blecidos o muy probablemente ciertos (83).Quien se dedique a la investigacin en

    este campo es preciso que entienda quecualquier autor que escriba sobre la false-dad de un evento paranormal reportadopreviamente, puede contar con una ampliapublicidad. Pero, quien publique o trate depublicar, sobre un evento claramente para-normal, puede contar con lo contrario. Deall que si va a investigar estos fenmenoscientficamente, la teora debe inclinarse

    siempre ante los hechos. Ya el famoso psi-clogo norteamericano William James afir-maba que la existencia de un cuervo blancoprobaba que no todos los cuervos son ne-gros (2). Debemos estar claramente cons-cientes de que nuestras creencias cambian,que la humanidad sigue fielmente a los des-cubrimientos cientficos sin importar loscambios que ellos producen. En pocos aos,

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    222 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    15/30

    hemos pasado de ser una sociedad con difi-cultades para establecer una comunicacinentre sus miembros a otra en la cual los te-lfonos celulares y el Internet nos permitencomunicarnos con cualquier persona quehabite en este planeta.

    Nuestro deber es, por lo tanto, actuarcomo cientficos. La ciencia no avanza ex-clusivamente con los experimentos contro-lados realizados en un laboratorio. El repor-te de casos de fenmenos paranormales ob-servados y estudiados por cientficos serios,honestos y fieles a la verdad, es importantepara el avance de esta ciencia, simplemente

    porque no est claramente establecida cualaproximacin, la cualitativa o la cuantitati- va, ser definitivamente de mayor utilidadpara la comprensin y el desarrollo en estecampo.

    CURACIN ESPIRITUAL

    Para adentrarnos en el estudio de lacuracin espiritual debemos empezar porpreguntarnos lo que ocurre despus de lamuerte. Segn el fsico cuntico Amit Gos-

    wami (84), el cuerpo fsico muere, con to-das sus memorias clsicas, pero la mnada(el espritu), no tiene estructura, no tienenada que morir. El espritu con su memoriacuntica, con sus componentes mentales,permanece disponible como un conglome-rado de posibilidades mentales y vitales.Esta mnada cuntica es un modelo viablede lo que el Libro Tibetano de los Muertos yotras tradiciones espirituales identificancomo el espritu sobreviviente. Por lo tanto,

    el espritu forma un continuo con las encar-naciones fsicas porque lleva consigo partede la identidad individual, el carcter, lastendencias mentales y los sentimientos, loscontextos aprendidos mentalmente, las fo-bias, el rechazo de ciertos contextos; en fin,los patrones de buenos y malos hbitos quelas tradiciones espirituales denominan kar-ma. Al nacer, el espritu trae el karma a la

    presente encarnacin. Al morir, la mnadacontina con el karma acumulado en estavida (84).

    La reencarnacin no es un conceptoenteramente originado y propagado en elLejano Oriente. En efecto, fue aceptada porel judasmo y en ese ambiente fue precisa-mente donde naci Jess de Nazaret. Elcristianismo lo incorpor hasta el ao 553despus de Cristo, cuando en el QuintoConcilio Ecumnico se dict un decretocontra la idea de que el espritu pudierareencarnar. Algunos estudiosos afirman queel Concilio nunca dict ese decreto (85). La

    reencarnacin tambin es abrazada por lossufes (una rama esotrica del Islam), el ju-dasmo hasdico, los gnsticos y otras tradi-ciones msticas cristianas (85). Pero la ideade la reencarnacin ha sido sostenida tam-bin por pensadores apartados del contextoreligioso, tales como Pitgoras, Platn,Emerson, Benjamin Franklin, Goethe ySchopenhauer.

    En 1903, Myers, de la Sociedad Inglesapara la Investigacin Psquica, public unexcelente trabajo donde especulaba sobre la

    sobrevivencia de la consciencia (86).Ian Stevenson (87) dedic gran parte

    de su vida cientfica al estudio de nios querecordaban una vida previa. Estos casos fue-ron inicialmente descritos en pases y cultu-ras con fuertes creencias en la reencarna-cin tales como los pases budistas e hin-duistas, los chitas del Lbano y Turqua yalgunas tribus del frica Occidental y delnoroeste de los Estados Unidos. Tambinreport casos en Europa. Estas fuertes

    creencias en la reencarnacin hacen posibleque los nios que desean hablar sobre sus vidas previas lo hagan sin ser reprendidos,como lo seran en los pases occidentales.Stevenson investig casos de nios con se- veros defectos de nacimiento que derivande vidas anteriores. Tal es el caso de Char-les Porter y Henry Elkin en Alaska, quienestenan marcas de nacimiento relacionadas a

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 223

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    16/30

    su muerte en la vida previa por apuala-miento y por herida de arma de fuego, res-pectivamente. Estos nios a menudo pre-sentan una conducta no comn, que luceapropiada para la vida que ellos refieren ha-ber vivido. Si el nio en la vida anterior mu-ri ahogado, puede desarrollar una fobia ex-trema al agua. Si la persona fallecida eradel sexo opuesto, el nio puede presentarconfusin de gnero o conductas apropia-das al sexo anterior. Estos nios habitual-mente dejan de hablar de sus vidas anterio-res entre los cinco y los ocho aos de edad,aunque las conductas asociadas pueden per-

    sistir hasta la adultez (88, 89).Luce aparentemente evidente que laconciencia puede persistir en ausencia de lafuncin cerebral. Si se acepta el modeloque asume que es la conciencia y no la ma-teria la base de todo cuanto existe, lo quesobrevive es el espritu o mnada cuntica(17). Este paradigma es un monismo basa-do en la primaca de la conciencia csmica(Dios, Tao, Brama, Elo o Padre Creador)que es nica y trascendente pero que semultiplica en muchos seres sensibles como

    nosotros. Todo el mundo de la experiencia,incluyendo la materia, es la manifestacinde formas trascendentes de la conciencia.Existe, por lo tanto, el espritu que sobrevi- ve a la muerte del cuerpo y reencarna enotro cuerpo para formar un continuo. Laconciencia tiene el poder final (causacinhacia abajo) para crear la realidad manifies-ta mediante la libre seleccin entre las dife-rentes posibilidades. La conciencia se pre-senta as no como un epifenmeno del cere-

    bro sino como la base del ser, en la cual to-das las posibilidades materiales, incluyendoel cerebro, estn incluidas (17).

    En conclusin, la conciencia individualno se desvanece cuando cesan las funcionesdel cuerpo y del cerebro. Ella persiste ypuede ser contactada. Parecera como si elholograma que codifica todas las experien-cias de una vida mantiene un nivel de inte-

    gracin que le permite una forma de exis-tencia autnoma, Aun cuando ya no estasociada a un cerebro, es capaz de recibirinformacin y responder al mundo manifes-tado.

    Para que la idea de que la concienciacolapsa las posibilidades cunticas en ac-tualidad tenga sentido, el legado Cartesia-no del pensamiento dualista sobre la con-ciencia debe darle paso a un pensamientoidealista monista. En este ltimo caso, laconciencia es todo, es la base de todo ser,la realidad ltima. La conciencia puede co-lapsar las posibilidades materiales porque

    ella trasciende el universo material, estms all de las jurisdicciones de la mecni-ca cuntica. Todas las posibilidades estndentro de la conciencia. Cuando ella esco-ge, simplemente reconoce una de las posi-bilidades, no hay una mediacin de una ter-cera sustancia, y por lo tanto, no se produ-ce un intercambio de energa dualista (17,90). Est reconociendo y escogiendo entrelas posibilidades que ya estn presentes.Nosotros somos conciencia y es la mismaconciencia para todos.

    En la fsica cuntica no existe el espa-cio ni el tiempo hasta que la concienciahaya escogido colapsar un evento. Un acci-dente presente puede estar correlacionadocon otro en el pasado o en el futuro. La nolocalidad cuntica es un mecanismo quepuede explicar la reencarnacin. De all queen el mundo de lo manifiesto, donde vivi-mos, las diferentes reencarnaciones de unespritu apareceran desconectadas, pero enverdad estn conectadas por el hilo de la no

    localidad cuntica, por la transferencia nolocal de informacin. La reencarnacin esprogresiva o, en el peor de los casos, man-tiene el status quo, pero no es regresiva. Lavisin cuntica y la mstica es que el espri-tu no tiene una existencia separada de laconciencia csmica (Dios). El espritu esuna entidad limitada que asume la concien-cia con el propsito de explorar posibilida-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    224 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    17/30

    des. Cuando todas ellas han sido explora-das, la identidad del espritu se funde conDios (17).

    Se han descrito muchos casos de re-cuerdos de mltiples vidas, hasta nueve, esel caso de una nia surafricana (17). Estosreportes apoyan la idea de la existencia deuna ventana no local que conecta las reen-carnaciones pasadas, presente y futuras deuna mnada (espritu). Existe adems, unaamplia literatura sobre la regresin a vidaspasadas mediante la hipnosis (91-94).

    COMUNICACIN DESPUS

    DE LA MUERTE

    Para Laszlo (95), la explicacin de lacomunicacin despus de la muerte reque-rira una teora desarrollada independiente-mente que explicara la naturaleza de laconciencia y la posibilidad de su persisten-cia despus de la inactivacin del cerebrocon el cual estaba asociado. Postul la teo-ra de la informacin, registro, conserva-cin y transmisin del pleno csmico quetratara de explicar est comunicacin

    como un proceso natural mediado por elcampo Akshico del pleno csmico. El prin-cipio clave es la transferencia de informa-cin entre hologramas generados por ondasinterferentes en el pleno csmico. Se sabeque todos lo objetos emiten ondas de fre-cuencias especficas. Cuando estas ondasencuentran otros objetos, una parte es re-flejada por el objeto y la otra parte es absor-bida por el mismo objeto el cual quedaenergizado y crea otro campo de onda que

    regresa hacia el objeto que emiti la ondainicial. La interferencia entre la onda inicialy la onda de respuesta crea un hologramaque contiene informacin de los objetosque originaron los campos de ondas. La in-formacin almacenada en ese hologramaest disponible en todos los sitios donde pe-netran las ondas creadas. Puede ser trans-mitido de holograma a holograma, si resue-

    nan a la misma frecuencia o a una frecuen-cia compatible. En esta teora se proponeque se tratara de ondas escalares que sonondas no vectoriales, que transportan infor-macin pero no energa. Los patrones de in-terferencia de estas ondas forman hologra-mas que duran indefinidamente en el plenocsmico. Las informaciones que ellos trans-portan permanecen disponibles para ser in-tercambiadas con aquellos hologramas queresuenan a frecuencias compatibles. Por lotanto, la comunicacin despus de la muerteocurre cuando el holograma que contienetodas las experiencias vividas por la persona

    fallecida entra en resonancia con el hologra-ma creado por el cerebro del mdium. En ta-les circunstancias, el holograma en el campoAkshico de la persona fallecida tiene accesoa la informacin codificada en el campoAkshico por el cerebro del mdium.

    CMO PERSISTE UNA CONCIENCIAQUE NO EST ASOCIADA

    A UN CEREBRO VIVIENTE EN EL PLENOCSMICO?

    Aunque se desconoce este mecanismo,Laszlo (95) trata de explicarlo a travs de lateora del campo Akshico, la cual nos sea-la que las trazas hologrficas de la concien-cia asociada con un cerebro viviente sonconservadas en el pleno csmico. La trans-comunicacin sugiere que el pleno contie-ne no slo un registro pasivo de la concien-cia de una persona, creado durante toda suvida y luego persiste sin cambiar, sino quealmacena un manojo de informacin din-

    mica, basada en las experiencias acumula-das en esa vida. En condiciones apropiadas,esa informacin es capaz de un desarrolloautnomo, a pesar de la ausencia del cuer-po con el cual estuvo ligada. Para que estoocurra se han postulado varias hiptesis. Deacuerdo a los msticos y a la tradicin eso-trica, varias capas componen a un ser hu-mano como las hojas de una cebolla; ellas

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 225

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    18/30

    corresponden al cuerpo fsico, el alma y elespritu. Cuando el individuo muere, sualma y su espritu abandonan el cuerpo fsi-co, pero llevan consigo lo que las tradicio-nes espirituales denominan karma. Al na-cer, el espritu trae el karma a la presenteencarnacin. Despus de la muerte fsica, elespritu contina con el karma acumuladoen esta vida (76-78, 84).

    Otra hiptesis explica el fenmeno dela transcomunicacin mediante la fsicamoderna, que concibe a las conciencias de-sencarnadas como ondas imperceptiblespor los rganos sensoriales pero que, sin

    embargo, son reales. Los cientficos queapoyan esta hiptesis sealan que muchasde las ondas que se propagan en el espaciono pueden ser percibidas directamentepero deben ser deducidas a travs de unacadena compleja de razonamientos. Algu-nas ondas, como las electromagnticas,dentro de un rango especfico, pueden sertransformadas en forma perceptible por lossentidos mediante instrumentos electrni-cos. Algunas de esas ondas pueden ser per-cibidas por los psquicos quienes recibi-

    ran comunicaciones directas o instrumen-tales indirectas (95). Las dos hiptesis pue-den ser combinadas. La capa espiritual (es-pritu) podra ingresar a un campo de ondasmayor e integrarse con otras capas espiri-tuales, en el campo Akshico. El sitio lgicopara buscar una explicacin cientfica delmisterio de la comunicacin con seres de-sencarnados, sera la fsica de la teora delos campos complejos y no la metafsica delalma y del espritu (95).

    La coherencia no local entre los cere-bros y las mentes de diferentes individuosproduce un buen nmero de los fenmenosparanormales tales como la telepata, la vi-sin remota o clarividencia y la curacin adistancia. En estos casos la coherencia nolocal entre las mentes de los individuos estmediada por sus cerebros y sus cuerpos,pero qu pasa con la conexin y la coheren-

    cia con una mente que no est asociada aun cerebro y cuerpo viviente. La posibilidadde comunicarnos con personas ya fallecidasha colmado la imaginacin de los seres hu-manos desde tiempos inmemoriales. La co-municacin despus de la muerte se ha rea-lizado a travs de los mdiums. Sin embar-go, tambin se ha logrado inducir con tc-nicas modernas como las utilizadas por elpsiquiatra Alan Botkin quien la ha inducidoen cerca de tres mil personas mediante loque ha denominado reprocesamiento y de-sensibilizacin sensorial que consiste enuna serie de movimientos oculares rpidos.

    Report que el 98% de los individuos queutilizan esta tcnica han logrado comunica-cin con seres fallecidos. Sus resultados nodependen de la relacin del sujeto con lapersona fallecida. Lo ha logrado en sujetosprofundamente religiosos, pero tambin enagnsticos y ateos. Las personas refierenque su conexin teleptica es real y les pro-duce un cambio instantneo de un estadode tristeza a uno de elacin (95).

    Mucho ms controversial es lo que seha denominado transcomunicacin instru-

    mental como la reportada por Laszlo (95)con el investigador psquico italiano Marce-llo Bacci que en los ltimos 40 aos ha es-tado oyendo voces a travs de su radio yest convencido de que corresponden a per-sonas que han muerto. Los experimentos deBacci han sido ampliamente estudiados porcientficos de diferentes especialidades. En1996, Mario Festa, un fsico nuclear de laUniversidad de Npoles midi los camposelctricos y magnticos alrededor del apara-

    to de radio cuando se oan las voces. Con elradio apagado, el campo elctrico fue de0,71 V/m (voltios/metros) y el campo mag-ntico fue de 0 militesla. Con el radio en-cendido, el campo elctrico se elev a 2.15V/m y el campo magntico a 0,11 militesla.Cuando las voces de las personas fallecidascomenzaron a orse, el campo elctrico os-cil entre 0,54 y 0,81 V/m y el campo mag-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    226 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    19/30

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    20/30

    CMO SE PRODUCE LA CURACINESPIRITUAL?

    Para entender el fenmeno de la cura-cin espiritual es necesario adentrarse en elconocimiento del espiritismo. Allan Kardeccodific la doctrina filosfica que a finalesdel siglo XIX se transform en el centro delmovimiento espiritista. Kardec recibi, atravs de dos mdiums, las comunicacionesque compil en su primer libro: El Librode los Espritus (99). Posteriormente, pu-blic El Libro de los Mdiums (76). Se-gn el espiritismo, existe un principio indi-

    vidual de la conciencia (el espritu) que so-brevive al cuerpo y puede interactuar con elmundo visible. El espritu alterna entre una vida de aprendizaje y una existencia entrelas vidas, hasta lograr su perfeccin. La doc-trina kardeciana promulga la reencarnaciny la posibilidad de la comunicacin con losespritus; acepta el concepto de la evolu-cin espiritual y la ley de causa y efecto(karma). Carece de rituales religiosos y pre-coniza la benevolencia para todos, la indul-gencia para las imperfecciones de otros y el

    perdn a las ofensas. Para Trincado (78),Elespiritismo es la vida eterna y continuada.La vida es la eterna verdad; y como el espri-tu es la vida, sta es el asiento del espiritis-mo. El espiritismo es todo el universo soli-darizado; es la omnipotencia, porque es lasuma de las potencias de todos los espri-tus. El espiritismo es la sabidura, porquesta es la suma de la sabidura de los espri-tus, que en la luz, cuando el hombre es tri-no, dispone en ley y justicia de toda la sabi-

    dura y la omnipotencia solidarizada. El es-piritismo es, en fin, todo, porque su nicomaestro es el Creador Universal, cuyo nom-bre en el infinito es Elo, el que slo tienepor ley, amor; y amor es la ley del espiritis -mo.

    Existen evidencias de la sobre vivenciadel espritu obtenidas a travs de mdiums(76, 78, 79, 100-102). En Brasil, el espritu

    del cirujano alemn Dr. Fritz ha sido incor-porado por una serie de mdiums, los cua-les son personas ordinarias sin formacinquirrgica, pero cuando lo incorporan reali-zan intervenciones sin anestesia ni higieneadecuada (103).

    La conciencia no puede colapsar ondasde posibilidades de una mnada cuntica enausencia de un cuerpo fsico, pero si la m-nada cuntica o espritu desencarnado estrelacionado con un mdium, el colapso pue-de ocurrir (17). Los mdiums tienen un ta-lento particular y la apertura para actuar enese sentido; por la pureza de sus intencio-

    nes ellos pueden establecer correlacionesno locales con un espritu desencarnado.Cuando el mdium est incorporado, sumanera de hablar y su pensamiento sufrencambios porque est en comunicacin conel espritu desencarnado. El espritu delmdium es temporalmente reemplazadopor el de la entidad desencarnada, cuyoshbitos reemplazan a los del mdium.

    Segn Trincado (78), todos los m-diums, por el hecho de serlo, tienen gran-des responsabilidades y son (por naturale-

    za) delicadsimos, como los gusanos deseda. Todo les molesta y todo les subleva,hay que estar con ojo avizor sobre ellos y es-tudiarlos con toda frialdad y jams convienela adulacin a su alrededor, pero an me-nos el desprecio; las dos cosas pierden almdium, por lo cual hay que mantenerlosen la realidad de las cosas; en el trminomedio verdadero, para evitarle el orgullo oel tedio a las facultades que le son pesadassiempre, hasta que est en su perfecto desa-

    rrollo, que es cuando l solo se basta pararechazar la influencia extraa y slo se en-trega cuando su espritu est cierto de queel que se le arrima para posesionarse, esten la justicia. El mdium tiene todas las ar-mas necesarias para su defensa. Pues la leyes una y el ms domina al menos; causa porla que, puede ser muy grande la potenciadinmica del mdium y la de sus guas y afi-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    228 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    21/30

    nidades, pero puede ser mayor la influenciadel ambiente y ser dominado por el detrac-tor; en este caso, la responsabilidad es delcrculo que lo rodea

    Existen suficientes evidencias paraapoyar la hiptesis de la existencia de seresdesencarnados: 1) las experiencias fuera delcuerpo, en las cuales los sujetos refieren ha-ber cambiado su identidad para transfor-marse temporalmente en un ser desencar-nado. 2) las tendencias y marcas de naci-miento observadas en nios que refieren ha-ber vivido una vida anterior a la actual.3) los mdium que canalizan entidades cu-

    yos caracteres asumen temporalmente.4) la gente que recibe consejos y guas deentidades desencarnadas (guas espiritua-les); tal es el caso del Padre Po quien reci-ba la ayuda de su ngel guardin para tra-ducir el griego, un idioma que le era desco-nocido (104).

    Las curaciones espirituales, o median-te espritus incorporados por mdiums, sonrealizadas por mdicos desencarnados quie-nes diagnostican y prescriben tratamientosque generalmente son de la medicina cien-

    tfica convencional pero, con no poca fre-cuencia, utilizan procedimientos desconoci-dos por la medicina moderna, basados en elmanejo de campos energticos que apenasestn siendo estudiados por los fsicos. Lamedicina espiritual reconoce sus lmites yno interfiere con el llamado destino o kar-ma de los enfermos. La mente es considera-da como un atributo del espritu y las inter- venciones corporales pueden ser mediadaspor el espritu. En cualquier caso, siempre

    es necesaria la opinin de un mdico con-vencional calificado para identificar la alter-nativa teraputica que producira mayorbeneficio al paciente.

    Un caso emblemtico del ejercicio dela medicina espiritual lo representa el m-dium brasileo Joo Teixeira de Fara (Juande Dios) quien practica su actividad sanado-ra en el pueblo de Abadiania, situado a unos

    115 kilmetros de Brasilia. En este pueblose encuentra la Casa de Dom Incio de Lo-yola donde las Entidades espirituales ejer-cen su actividad sanadora a travs del m-dium Joo. Los mircoles, jueves y viernesde cada semana cientos de personas vesti-das de blanco (para que su campo energti-co sea ms visible) acuden a la Casa bus-cando la curacin de sus enfermedades. Elmdium Joo es un hombre humilde que in-corpora Entidades, muchas de las cualesfueron mdicos en encarnaciones previas,tales como Augusto de Almeida, OswaldoCruz, Jos Valdivino, Bezerra de Meneses,

    Andre Luiz y otros (105).Las extraordinarias habilidades y dedi-cacin del mdium Joo y la falange de es-pritus compasivos que incorpora, han sidoestudiadas cientficamente (106). Se hanrealizado documentales y escrito varios li-bros que han mostrado a millones de lecto-res los testimonios de miles de enfermosque han sido tratados y curados por este fe-nmeno cientfico que es el mdium Joo(103, 105-111). Miles de personas viajan aAbadiania, desde diferentes pases del mun-

    do en busca de la ayuda y curacin de susenfermedades, muchas de las cuales no hanrespondido favorablemente al tratamientomdico convencional. Otras acuden con elfin de lograr una transformacin espiritual.Cientos de mdicos, cientficos, fsicos, po-lticos, profesores universitarios, artistas ydirectores de cine, han sido tratados por lasEntidades (105).

    Para realizar las cirugas fsicas o visi-bles, las Entidades siguen ciertos criterios:

    los pacientes deben ser mayores de 18 aosy menores de 53, no sufrir de epilepsia, dia-betes o cardiopatas y no deben estar reci-biendo quimioterapia, ni radiaciones. Sinembargo, las Entidades han sealado queno hay ninguna diferencia en los resultadosobtenidos cuando se practica la ciruga es-piritual o la fsica. Generalmente, esta lti-ma se realiza en aquellos individuos que ne-

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 229

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    22/30

    cesitan de una prueba tangible de su proce-so curativo. Hasta nueve cirugas diferentespueden ser realizadas simultneamente porlas Entidades. Pueden consistir en la intro-duccin en las fosas nasales de unas pinzasde Kelly de 16 cm de largo terminadas enun trozo de algodn humedecido con aguaenergizada o magnetizada. Otra inter-vencin consiste en el raspado de la crneacon un cuchillo que se utiliza no slo paratratamientos de problemas oculares sinopara curar otras partes del organismo, yaque el ojo es considerado como representa-tivo de todo el cuerpo. Las Entidades tam-

    bin pueden remover tumores. Las miles depersonas que han recibido tratamiento qui-rrgico no sintieron dolor durante la inter-vencin, el sangrado fue mnimo y las heri-das no se infectaron.

    Se ha tratado de explicar cientfica-mente lo que sucede cuando los pacienteshan sido sometidos a cirugas visibles.Alexander Moreira de Almeida, Tatiana Mo-reira de Almeida y Angela Mara Gollner so-licitaron la asistencia del Departamento dePatologa del Hospital Universitario de la

    Universidad Federal de Luis de Fora, MinasGerais, Brasil. Ninguno de los pacientes in-tervenidos recibi anestesia qumica y sloalgunos refirieron un dolor leve durante laoperacin visible (con incisin). Los instru-mentos que se utilizaron fueron cuchilloscaseros y bistur. No se hizo ningn tipo deasepsia. Entre las operaciones realizadas re-portaron las siguientes: raspado de crnea,introduccin de pinzas de Kelly en los orifi-cios nasales, extraccin de piezas dentales,

    ciruga mamaria y abdominal y la remocinquirrgica de un lipoma que pes 120 gra-mos. Estos investigadores informaron quelas cirugas eran genuinas. Los estudios pa-tolgicos revelaron que los tejidos extradoseran compatibles con su origen y corres-pondan a tejidos humanos. Concluyeron enla necesidad de continuar los estudios e in- vestigar el mecanismo de la anestesia du-

    rante las cirugas visibles y la ausencia deinfeccin, a pesar de que el mdium Joono utiliza guantes quirrgicos estriles nimedidas de asepsia aparentes (109).

    RavenWing (103) report haber pre-senciado varios casos en los cuales las Enti-dades realizaron tonsilectomas, sin aneste-sia qumica. En esas ocasiones estabancomo testigos varios mdicos quienes con-firmaron la extraccin de las amgdalas in-fectadas. Se han documentado curacionesde enfermos con el Sndrome de Inmunode-ficiencia Adquirida (SIDA), desaparicin delvirus de la hepatitis C y pacientes de SIDA

    cuya salud y calidad de vida mejor signifi-cativamente despus del tratamiento recibi-do en la Casa. En las ocasiones en las cualesninguna curacin ha sido posible, las Enti-dades explican que la razn del fracaso tie-ne que ver con el karma del individuo, en elsentido de que su espritu ha escogido esaenfermedad particular para su crecimientoen la vida presente.

    Las incisiones no sangran o lo hacenbrevemente porque aparentemente las Enti-dades son capaces de desviar energtica-

    mente la circulacin del rea que est sien-do intervenida (105).

    Las cirugas fsicas practicadas por lasEntidades incorporadas por el mdium Joonos obligan a pensar en un nuevo paradig-ma. Despus de la observacin de miles decirugas realizadas por Joo y otros m-dium, ms personas se convencern de lasposibilidades de una curacin espiritual.Con el pasar del tiempo, se lograr una ma-sa crtica lo suficientemente grande como

    para que este fenmeno sea parte integralde nuestra mente colectiva y se asocie conla medicina convencional y otros mtodosde medicina alternativa o complementaria,con el fin de lograr tratamientos ms efecti-vos.

    Segn Schwartz y Simon (112), en elcampo de la curacin por la energa la ver-dad luce ms extraa que la ficcin, en par-

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    230 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    23/30

    ticular cuando nos referimos a los sanado-res espirituales como Juan de Dios, quienha sido considerado como un enigma. Sehan realizado miles de videos de sus ciru-gas, algunos hechos por cientficos y mdi-cos, que muestran que los pacientes sufrenmuy poco o ningn dolor, no se ven estresa-dos y las heridas sangran muy poco.

    Savaris (106) entrevist a 500 perso-nas que haban visitado la Casa de DomIncio entre julio de 1993 y mayo de 1994;el 74,4% report haber sido ayudado y ali- viado de sus enfermedades. De estas 500personas, el 97,4% afirm tener fe en las fa-

    cultades curativas del mdium Joo; el93,2% conoca a otros enfermos que habansido curados por l; el 89,5% presenci ci-rugas realizadas sin anestesia qumica niantisepsia; el 74% saba de pacientes cura-dos, sin haber sido sometidos a ciruga visi-ble y el 93,8% confes que la fe en las facul-tades de Joo es importante para obtener lacuracin, al igual que el ambiente msticode la Casa, las hierbas recetadas (Passifloraenergizada), el agua bendita, las oracio-nes, la sopa bendita servida gratuitamen-

    te a todos los asistentes y la msica que setransmite durante las sesiones.

    Antes de Joo, el mundialmente famo-so sanador brasileo Ze Arigo (Jos Pedrode Freita, 1918-1971) fue encarcelado porel ejercicio ilegal de la medicina en 1957,pero el Presidente de Brasil Juscelino Ku-bitschek, quien haba sido curado por el Dr. Adolph Fritz (la Entidad que incorporabaArigo y quien fue un cirujano alemn quemuri en la Primera Guerra Mundial), le

    otorg un perdn presidencial y Arigo slocumpli 5 meses en prisin de los 15 a losque haba sido condenado (109). AndrijaPuharich (113), investigador mdico de laUniversidad de New York, report haber ob-servado ms de 1000 casos en los cualesArigo diagnostic y trat pacientes con unaseguridad asombrosa. El autor manifesthaber quedado impresionado por la certeza

    en el diagnstico y la terminologa sofistica-da en las prescripciones mdicas de Arigo.Seal, adems, que el grupo mdico que loacompaaba, no fue capaz de encontrar unerror en los nombres de las drogas queprescriba. Miles de intervenciones quirrgi-cas fueron realizadas en condiciones quePuharich describi como las existentes enuna estacin de trenes en las horas de ma-yor aglomeracin. Para satisfacer su curiosi-dad le permiti a Arigo extraer un tumorbenigno que tena en el codo derecho. Encuestin de segundos Arigo, utilizando unanavaja de bolsillo, extrajo el tumor. Puha-

    rich no experiment dolor ni la herida se in-fect, a pesar de haberse usado un instru-mento no estril. La escena se realiz en unsaln lleno de personas Este investigador,sin embargo, no fue capaz de llegar a nin-guna conclusin sobre la realidad del DrFritz, como espritu independiente que seincorporaba a Arigo durante las interven-ciones que realiz durante seis aos de acti-vidad ininterrumpida hasta su muerte. Ari-go afirmaba que todo lo que haca era muysimple: Yo oigo una voz en mi odo dere-

    cho y repito lo que me dice. Esa voz, segnArigo, era la del Dr. Fritz (113).

    George Chapman fue un mdium sana-dor ingls muy famoso quien trabaj en lamisma poca de Arigo. Chapman entrabaen trance e incorporaba una serie de espri-tus incluyendo al del famoso oftalmlogoingls William Lang que haba desencarna-do en 1945. Durante el tiempo que trabaj,realiz desde remociones de cataratas hastacirugas abiertas de trax (103).

    Una de las mdium sanadoras ms fa-mosas y mejor estudiadas fue la mexicanaBrbara Guerrero (Pachita). El Dr. JacoboGrinberg-Zylberbaum, de la Universidad Au-tnoma de Mexico, la acompa por muchotiempo mientras realizaba sus curaciones ysus testimonios dieron fe de las extraordi-narias facultades medimnicas de Pachita.Se dice que incorporaba al espritu del prn-

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 231

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    24/30

    cipe azteca Cuauhtmoc y realizaba inter-venciones quirrgicas asombrosas que fue-ron presenciadas por mdicos, cientficosde diversas disciplinas, cineastas y periodis-tas. A continuacin se describen algunas delas observaciones de Grynberg-Zylberbaum(114):

    Una operacin fue la de una nia so-bre anestesiada. Pachita (en estado de tran-ce) aplic su cuchillo en la parte posteriorde la cabeza. Con un movimiento intensopenetr el cuero cabelludo mientras yo y L.dbamos energa. Abri el hueso y de pron-to un tejido fresco se materializ en su

    mano izquierda. Con el cuchillo levant lacarne e introdujo ese tejido en el crneo.Coloqu mis manos sobre un algodn moja-do, lo apliqu y me orden cerrar la heridala cual cerr instantneamente.

    En mis das de estudiante y despuscomo psicofisilogo pude observar el cho-que espinal. Basta cortar la mdula espinalpara dejar paralizada a una persona sin re-medio y de por vida. Eso fue, al menos, loque aprend en esos das. Nos trajeron a unmuchacho de 30 aos en una silla de rue-

    das. En un accidente automovilstico su m-dula espinal recibi un impacto atroz y lacorriente nerviosa proveniente de las reasmotoras corticales dej de activar losmsculos de las piernas. Parlisis de partedel tronco y de las extremidades inferioresfue el resultado. El cuchillo penetr las vr-tebras y descubri la mdula espinal. Pachi-ta uni los extremos despedazados y pidiun injerto de hueso. Un ayudante le trajoun frasco de vidrio del que sac un hueso y

    con el mango del cuchillo lo incrust en laespalda. Apliqu mis manos y la herida ce-rr y el muchacho comenz a mover unapierna. Ligera pero segura, la conexin que-daba reestablecida y slo era cuestin detiempo.

    Despus trajeron a un viejito de 85aos que no poda comer. Su esfago se ha-ba cerrado haca meses y slo se alimenta-

    ba de lquidos. Lo hizo acostarse y pas susmanos sobre el vientre del enfermo. Vio loque tena adentro y supo qu hacer. Abridesde la garganta hasta el estmago e in-trodujo sus manos en el conducto esofgi-co. Lo despeg y lo dej libre. Cerr la heri-da

    La mujer que necesitaba un injerto de vejiga haba llegado. Pachita levant losbrazos y vi cmo algo se materializaba en-tre sus dedos. Es una vejiga, me dijo, sa-biendo lo profundo de mi asombro. Unamujer joven entr al cuarto y se acost. Lehizo un corte extenso e introdujo una mano

    al interior de la herida. Localiz algo y meinvit a sentirlo. En la tarde de ese da mehaba cortado un dedo y tem infectar a laenferma o a m mismo. Iba a decirlo y depronto me pareci ridculo; introduje mimano y sent un conducto delgado. Tocabien Jacobo, y sentirs una piedrita en elconducto renal. La sent y en ese momentodesapareci. Esta nia est curada y no ne-cesita vejiga. Voltee a ver la mesita junto alcuerpo de Pachita y me di cuenta que la ve- jiga haba desaparecido. Cerr la herida y

    esper el prximo enfermo.Una mujer entrada en aos ocup la

    cama. Vena acompaada de su hijo y l dijoque su madre tena cncer en las fosas na-sales. Pachita introdujo el cuchillo en unade ellas y empez a raspar. Se tard variosminutos mientras reconoca el interior delas cavernas y despus con una sonrisa dijo:hecho est en el nombre de mi Padre.

    Terminamos a las 12 de la noche. Elcuerpo de Pachita se desmay en ese lapso

    y despus se recuper. Me mir extraada yme pregunt que de dnde haba yo salido.Su conciencia era tan distinta que no recor-daba haberme visto durante las operacio-nes. Me da mucho gusto verte, Jacobo.

    El psiclogo Alberto Villoldo (115)present uno de los ms impresionantes re-latos de una intervencin de Pachita en es-tado de trance, asumiendo la personalidad

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    232 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    25/30

    de Cuauhtmoc. Durante este procedimien-to removi un tumor canceroso de la vejigade una mujer proveniente de Texas y luegoinsert una nueva vejiga humana obtenidade una escuela de medicina local. La opera-cin fue realizada en condiciones spticas,usando un cuchillo de cazador. Villoldo des-cribe que, siguiendo las instrucciones de lasanadora, l ayud a remover tejido del ab-domen de la mujer y a insertar la nueva veji-ga. La intervencin fue tambin presencia-da por el Dr. Gabriel Cousens quien expreslo siguiente: No tengo la menor duda deque ella estaba abriendo la piel y que haba

    un fuerte olor a sangre. Pude ver la apertu-ra del abdomen y las manos de Pachita en-trando a la cavidad abdominal. No tengo lamenor duda de que presenci una autnticaciruga psquica (115)

    Para tratar de explicar el fenmenoPachita, Grinberg-Zylberbaum (114) pro-puso la Teora Sintrgica en los siguientestrminos:

    La mecnica cuntica actual ha desa-rrollado una concepcin acerca de la es-tructura del espacio que nos va a servir de

    punto de partida para intentar explicar eltrabajo de Pachita.

    El concepto de la lattice consideraque la estructura fundamental del espacioes una red o matriz energtica hipercom-pleja de absoluta coherencia y total sime-tra. A esta red se le denomina lattice y seconsidera que en su estado fundamentalcontribuye al espacio mismo omniabarcan-te y penetrado de todo lo conocido. La latti-ce permanece totalmente invisible hasta

    que alguna de sus porciones (por cualquiercausa) altera su estado de coherencia. Unapartcula elemental es precisamente unadesorganizacin elemental de la lattice encualquiera de sus localizaciones.

    A partir de Einstein, el concepto deespacio ha sido inseparable del tiempo, porlo que la consideracin de la lattice del espa-cio tiempo se refiere a ambos unificndolos.

    Si la lattice desapareciera, el espacio y eltiempo haran lo mismo. Cualquier objetomaterial es en realidad una organizacinirrepetible de la estructura de la lattice.

    El cerebro humano es la conforma-cin ms compleja conocida de la estructu-ra de la lattice (exceptuando la estructurafundamental de la lattice misma). Cada unade los doce mil millones de neuronas delcerebro humano junto con todas sus cone- xiones anatmicas son otras tantas altera-ciones de la estructura fundamental de lalattice. Cada vez que una neurona se activay su membrana celular cambia su potencial

    de reposo produciendo cambios elctricosde superficie, la lattice cambia su confor-macin. Esta alteracin ocurre en todas lasdimensiones del espacio y se le denominacampo neuronal. En realidad, el campo neu-ronal y la lattice forman una unidad y es lamisma lattice la que sirve de fundamento alcampo neuronal. El mundo que conocemosresulta de la interaccin entre el camponeuronal y la lattice. Todos vemos un mun-do similar porque la estructura de nuestroscerebros es muy parecida y por lo tanto, los

    campos neuronales que producimos son se-mejantes aunque irrepetibles y nicos encada momento.

    El nivel de conciencia de Pachita eraextraordinariamente diferenciado. Durantelas operaciones que realizaba, ella era capazde materializar y desmaterializar objetos,rganos y tejidos. El manejo de las estruc-turas orgnicas, le permita realizar trans-plantes de rganos a voluntad, curacionesde todo tipo y diagnsticos a distancia con

    un poder y exactitud colosales.Estar junto a Pachita era una expe-riencia nica en la cual se experimentaba elpoder de su mente, capaz de conocer loscontenidos del pensamiento, las intencio-nes y las experiencias ms ntimas de suscolaboradores y pacientes como si fueranun libro abierto. Adems, Pachita lograbapenetrar en el tiempo prediciendo eventos

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 233

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    26/30

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    27/30

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    28/30

    ferred Potential. Physics Essays 1994;7:422-428.

    42. Wackermann J, Seiter C, Keibel H,

    Walach H. Correlations between BrainElectrical Activities of two Spatially Sepa-rated Human Subjects. J Altern ComplMed 2003; 10:307-314.

    43. Standish LJ, Johnson LC, Kozak L, Rich-ards T. Evidence of Correlated FunctionalMRI Signals Between Distant HumanBrains. Altern Ther Health Med 2003;9:122-125.

    44. Kittenis M, Caryl P, Stevens P. DistantPsychophysiological Interaction Effects Be-tween Related and Unrelated Participants.Proceedings of the Parapsychological Asso-

    ciation Convention 2004; pp 67-76.45. Radin DI. Event-related EEG Correlations

    Between Isolated Human Subjects. JAltern Compl Med 2004; 10:315-324.

    46. Grad B. Some Biological Effects of theLaying on of the Hands: A Review of Ex-periments with Animals and Plants. J AmSoc Psych Res 1965; 59: 95-127.

    47. Nash CB. Psychokinetic Control of Bacte-rial Growth. J Am Soc Psych Res 1982;51:217-221.

    48. Braud WG. Distant Mental Influence onRate of Hemolysis of Human Red BloodCells. J Am Soc Psych Res 1990; 84:1-24.

    49. Braud WG. Psi Performance and Auto-nomic Nervous System Activity. J Am SocPsych Res 1981; 75:1-35.

    50. Braud WG, Schlitz MJ. A methodology forthe objective study of transpersonal imag-ery. J Subtle Energy 1989; 3:43-63.

    51. Braud WG, Schlitz M. Consciousness In-teractions with Remote Biological Sys-tems: Anomalous Intentionality Effects.Subtle Energies 1991; 2:1-46.

    52. Radin DI, Taylor RD, Braud WG. Remote

    Mental Influence of Human Electrodermal Activity: A preliminary Replication. Pro-ceedings of 36th Annual Parapsychological

    Association Convention. Toronto, Canada1993; p 12-23.

    53. Radin DI. Event-related Correlations Be-tween Isolated Human Subjects. J AlternCompl Med 2004; 10:315-324.

    54. Delanoy DI, Sah S. Cognitive and Physio-logical Psi Responses to Remote Positive

    and Neutral Emotional States. Proceedingsof the 37th Annual Parapsychological Asso-ciation Convention. Amsterdam, The Neth-

    erlands 1994; 128-138.55. Rebman JM, Radin DI, Hapke RA,

    Gaughan KZ. Remote Influence of the Au-tonomic Nervous System by a Ritual Heal-ing Technique. Proceedings of the 39th An-nual Parapsychological Association Conven-tion. San Diego, California 1996; 133-148.

    56. Schmidt S, Schneider R, Utts J, WalachH. Distant Intentionality and the Feelingof Being Stared at: Two Meta-analysis. BritJ Psychol 2004; 95:235-247.

    57. Grad B, Cadoret RJ, Paul GI. The Influ-ence of an Unorthodox Method of Treat-

    ment on Wound Healing in Mice. Int JParapsych 1961; 3:5-24.

    58. Grad B. Healing by the Laying on of theHands: Review of Experiments and Implica-tions. Pastoral Psychol 1970; 21:19-26.

    59. Wirth DP. The Effect of Non-contact Ther-apeutic Touch on the Healing Rate of FullThickness Dermal Wounds. Subtle Ener-gies 1990; 1:1-20.

    60. Byrd RC. Positive Therapeutic Effects ofIntercessory Prayer in a Coronary CareUnit Population. Southern Med J 1988;81:826-829.

    61. Schlitz M, Braud WG. Distant Inten-tionality and Healing: Assessing the Evi-dence. Altern Ther Health Med 1997;3:62-73.

    62. Sicher G, Targ E, Moore D, Smith HS. ARandomized Double-Blind Study of the Ef-fects of Distant Healing in a Population

    with Advance AIDS. Report on aSmall-scale Study. Western J Med 1998;169:356-363.

    63. Harris W, Gowan M, Kolb JW, StrychaczCP, Vacek JL, Jones PG, Forker A,

    OKeefe JH, MC Callister BD. A Random-ized Controlled Trial of the Effects of Re-mote Intercessory Prayer on Outcomes inPatients Admitted to the Coronary CareUnit. Arch Internal Med 1999; 159:2273-2278.

    64. Astin JE, Harkness E, Ernst E. The Effi-cacy of Distant Healing: A Systematic Re-

    view of Randomized Trials. Ann InternalMed 2000; 132:903-910.

    Investigacin Clnica 51(2): 2010

    236 Bonilla

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    29/30

    65. Krucoff MW, Crater SW, Green CL, MaasAC, Seskevich JE, Lane JD, Loeffler KA, Morris K, Bashore TM, Koenig HG. Inte-

    grative Noetic Therapies as Adjuncts toPercutaneous Intervention During Unsta-ble Coronary Syndromes: Monitoring and

    Actualization of Noetic Training (MAN-TRA) Flexibility Pilot. Am Heart J 2001;142:760-769.

    66. Cha KY, Wirth DP. Does Prayer Influencethe Success of the In Vitro Fertiliza-tion-Embrio Transfer? Report of a MaskedRandomized Trial. J Reproductive Med2001; 46: 781-787.

    67. Benor DJ. Distant Healing. Subtle EnergEnergy Med 2002; 11:249-264.

    68. Jonas WB, Crawford CC. Healing Inten-tion and Energy Medicine. New York: Chur-chill Livingstone 2003; p 15-19.

    69. Achterberg J, Cooke K, Richards T,Standish L, Kozak L, Lake J. Evidence forCorrelations Between Distant Inten-tionality and Brain Function in Recipients:

    A Functional Magnetic Resonance Imaging Analysis. J Altern Compl Med 2005; 11:965-971.

    70. Schmidt H, PK Effect on Pre-recorded Tar-gets. J Am Soc Psych Res 1976; 70:267-291.

    71. Gruber ER. PK Effects on Pre-recordedGroup Behavior of Living Systems. Eur JParapsychol 1980; 3:167-175.

    72. Snel FWJJ, van der Sidje PC. The Effectof Retroactive Distance Healing on Babesiarodhani (Rodent Malaria) in Rats. Eur JParapsychol 1990; 8:123-130.

    73. Schmidt H, Stapp H, PK with Pre-recordedRandom Events and the Effects ofPreobservation. J Parapsychol 1993; 57:331-349.

    74. Radin DI, Machado FR, Zangari W. Effect

    of Distant Healing Intention through Timeand Space: Two Exploratory Studies. Pro-ceedings of the 41st Annual Convention ofthe Parapsychological Association. Halifax,Canada 1998; 143-163.

    75. Braud WG, Wellness Implications of Ret-roactive Intentional Influence. Exploringan Outrageous Hypothesis. Altern TherHealth and Med 2000; 6:37-48.

    76. Kardec A. El Libro de los Mdiums. Mexi-co: Editorial Diana 1977; p 459.

    77. Trincado J. El Magnetismo en su Origen.

    Buenos Aires: Editorial Kier 1916.78. Trincado J. El Espiritismo en su Asiento.

    Buenos Aires: Editorial Kier 1929; p 37.79. Trincado J. Buscando a Dios. Buenos Aires:

    Talleres Grficos Gasperini & Cia. 1931.80. Rhine JB. On Parapsychology and the Na-

    ture of Man. En: Hook S, Ed. Dimensionsof Mind. New York: Collier 1960; p 74-84.

    81. Murphy G. Psychical Research and Person-ality. Proceedings of the Society for Psychi-cal Research 1949; 6:1-15.

    82. Warcollier R. Mind to Mind. New York:Collier 1963.

    83. Mayer EL. Extraordinary Knowing. NewYork: Bantam 2007.

    84. Goswami A. Physics of the Soul. The Quan-tum Book of Living, Dying, Reincarnationand Immortality. Charlottesville, VA:Hampton Roads Publishing Company2001, p 1-120.

    85. Bache CM. Lifecycles: Reincarnation andthe Web of Life. New York: Paragon House1991; p 237.

    86. Myers FWH. Human personality and itssurvival of bodily death. London:Longmans, Green 1903.

    87. Stevenson I. Where reincarnation and Bi-ology Intersects? Wesport, CT: PraegerPublishers 1997; p 13-103.

    88. Kelly E, Kelly EW, Crabtree A, Gauld A,Grosso M, Greyson B. Irreducible mind.Towards a Psychology for the 21st Century.Lanham, MD: Rowman and Littlefield Pub-lishers Inc. 2007; p 232-236.

    89. Tucker JB. Life before life. A Scientific In-vestigation of Childrens Memories of Pre- vious Lives. New York: St. Martins Press2005; p 1-129.

    90. Goswami A. The Visionary Window.Wheaton, Illinois: Quest Books 2000; p 52.91. Wambach H. Reliving Past Lives: The Evi-

    dence under Hypnosis. New York: Harperand Row 1978; p 210.

    92. Weiss BL. Many lives. Many Masters. NewYork: Simon&Schuster 1988; p 10-57.

    93. Weiss BL. Mirrors of Time: Using Regres-sion for Physical, Emotional, and Spiritual

    Vol. 51(2): 209 - 238, 2010

    Conexin mente-cuerpo 237

  • 8/6/2019 Jacobo Grinberg-Zylberbaum Art05

    30/30

    Healing. Carlsbad, California: Hay House2002; p 43-75.

    94. Lucas WB. Regression Therapy. Vol. 1.

    Past Life Therapy. A Handbook for Profes-sionals. Crest Park, California: Deep ForestPress 1993; p 32-37.

    95. Laszlo E. Quantum shift in the GlobalBrain: How the New Scientific Reality CanChange Us and Our World. Rochester, Ver-mont: Inner Traditions 2008; p 152-172.

    96. Raudive K. Breakthrough. Gerrards Cross:Colin Smythe 1971.

    97. Cardoso A. Survival research. J Con-scientology 2003; 6:21.

    98. Fontana D. Is there an Afterlife. A Com-prehensive Overview of the Evidence.

    Ropley, Hampshire, England: O Books2006.

    99. Kardec A. El Libro de los Espritus. Barce-lona, Espaa: M. Pareja 1975; p 73-80.

    100. Salmarsh HF. The future and beyond. Evi-dence for precognition and the survival ofdeath. Charlottesville: Hampton RoadsPublishing Company Inc. 2004: p 1-118.

    101. Schwartz GER, Russek LGS, Nelson LA,Barentsen C. Accuracy and replicability ofanomalous after-death Communicationacross highly skilled mediums. J Soc PsychRes 2001; 65:1-25.

    102. Schwartz