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1 INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA EN EL AULA: ESTUDIO DE UN CASO DE TDAH Rocío Lavigne Cerván Juan Francisco Romero Pérez Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Universidad de Málaga [email protected] ; [email protected] 1.- Resumen-Introducción Si existe un trastorno infantil que desborda la atención de los maestros, que desestabiliza el curso normal del aula y que en los últimos tiempos se está diagnosticando a nuestro juicio- muy a la ligera, es el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo). Se trata de un trastorno complejo tanto de conceptualizar 1 , como de evaluar, diagnosticar y tratar (Rodríguez y García, 2007). A lo largo del presente artículo pretendemos ofrecer al lector una guía de trabajo útil para poder llevar a cabo intervenciones psicoeducativas con niños que presentan TDAH, para ello y partiendo de un caso concreto, por un lado, se desarrolla el procedimiento específico de evaluación y, por otro, el de intervención. 2.- El caso de “P”: “P. es un niño de 9 años que cursa 3º de Educación Primaria en un Colegio Público de su localidad. Vive en una zona residencial cercana al Centro Escolar. Su padre es Asesor Fiscal y su madre Veterinaria, ambos de 38 y 40 años de edad, respectivamente. No tienen más hijos. La tutora actual de P. decide derivar el caso al Orientador ya que sospecha la presencia de algún tipo de dificultad que justificaría de algún modo el comportamiento del chico. Además considera que dicho comportamiento afecta negativamente tanto a su rendimiento académico como a sus relaciones sociales. En el aula P. se muestra inquieto, desatento, impulsivo, desobediente, molesta a los demás, no respeta las normas, no finaliza las tareas en clase, no cumplimenta la agenda adecuadamente, olvida llevarse y traer materiales necesarios para trabajar, no cuida sus pertenencias, tiene mala caligrafía, es incapaz de trabajar solo,… 1 El TDAH constituye “un trastorno intrínseco a la persona que lo padece, es decir, es debido a un retraso en el desarrollo neuropsicológico que provoca disfunciones en los mecanismos de Control Ejecutivo e Inhibición del Comportamiento, que afecta de modo directo a los Procesos Psicológicos del Sistema Ejecutivo tales como la memoria de trabajo y su relación con el sistema de atención anterior, la autorregulación de la motivación y el afecto, la interiorización del lenguaje y los procesos de análisis y síntesis- y a sus Funciones Ejecutivas como la planificación y organización, la automonitorización y evaluación, la flexibilidad cognitiva y la persistencia-, implicadas directamente en las tareas de enseñanza-aprendizaje y en la adaptación escolar, social y familiar” (Romero y Lavigne, 2005).

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INTERVENCIÓN PSICOEDUCATIVA EN EL AULA: ESTUDIO DE UN CASO

DE TDAH

Rocío Lavigne Cerván

Juan Francisco Romero Pérez

Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación

Universidad de Málaga

[email protected]; [email protected]

1.- Resumen-Introducción

Si existe un trastorno infantil que desborda la atención de los maestros, que

desestabiliza el curso normal del aula y que en los últimos tiempos se está

diagnosticando –a nuestro juicio- muy a la ligera, es el Trastorno por Déficit de

Atención con Hiperactividad (TDAH, en lo sucesivo).

Se trata de un trastorno complejo tanto de conceptualizar1, como de evaluar,

diagnosticar y tratar (Rodríguez y García, 2007). A lo largo del presente artículo

pretendemos ofrecer al lector una guía de trabajo útil para poder llevar a cabo

intervenciones psicoeducativas con niños que presentan TDAH, para ello y partiendo

de un caso concreto, por un lado, se desarrolla el procedimiento específico de

evaluación y, por otro, el de intervención.

2.- El caso de “P”:

“P. es un niño de 9 años que cursa 3º de Educación Primaria en un Colegio Público

de su localidad. Vive en una zona residencial cercana al Centro Escolar. Su padre es

Asesor Fiscal y su madre Veterinaria, ambos de 38 y 40 años de edad,

respectivamente. No tienen más hijos.

La tutora actual de P. decide derivar el caso al Orientador ya que sospecha la

presencia de algún tipo de dificultad que justificaría de algún modo el comportamiento

del chico. Además considera que dicho comportamiento afecta negativamente tanto a

su rendimiento académico como a sus relaciones sociales.

En el aula P. se muestra inquieto, desatento, impulsivo, desobediente, molesta a los

demás, no respeta las normas, no finaliza las tareas en clase, no cumplimenta la

agenda adecuadamente, olvida llevarse y traer materiales necesarios para trabajar, no

cuida sus pertenencias, tiene mala caligrafía, es incapaz de trabajar solo,…

1 El TDAH constituye “un trastorno intrínseco a la persona que lo padece, es decir, es debido a un

retraso en el desarrollo neuropsicológico que provoca disfunciones en los mecanismos de Control

Ejecutivo e Inhibición del Comportamiento, que afecta de modo directo a los Procesos Psicológicos del

Sistema Ejecutivo –tales como la memoria de trabajo y su relación con el sistema de atención anterior, la

autorregulación de la motivación y el afecto, la interiorización del lenguaje y los procesos de análisis y

síntesis- y a sus Funciones Ejecutivas –como la planificación y organización, la automonitorización y

evaluación, la flexibilidad cognitiva y la persistencia-, implicadas directamente en las tareas de

enseñanza-aprendizaje y en la adaptación escolar, social y familiar” (Romero y Lavigne, 2005).

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2

Para intentar mejorar la situación la profesora ha probado dejarle sin recreo,

llamarle la atención y amenazarle con llamar a sus padres, llevarle al aula de apoyo o

a otra clase, pero nada ha funcionado, al revés, parece que ha empeorado.”

2.1.- Sospecho que tengo un alumno con TDAH en mi aula, ¿qué puedo hacer?:

Cuántas veces nos habremos encontrado en nuestras aulas alumnos como “P”, que

no paran quietos un momento, que demandan de nosotros una atención excesiva, que

resultan agotadores, que hagamos con ellos lo que hagamos no da resultado,…, y

pensamos, ¿qué estamos haciendo mal?, ¿qué le ocurre a este chico?, ¿se comporta así

porque quiere, o tendrá algún problema que justifique su conducta?,…, Ahora bien, si

junto a los padres no investigamos y derivamos el caso a los Equipos de Orientación,

probablemente la evolución del alumno irá decreciendo y nuestra desesperación

aumentando.

Con la petición de ayuda al Orientador por parte de la tutora comienza la Evaluación

Psicopedagógica2. Será él quien a través de entrevistas y/o protocolos de detección

(véase tabla 1), intentará reunir información más detallada del caso para proceder su

análisis y así formular las primeras hipótesis de trabajo que se irán verificando o no en

función de los datos que se vayan encontrando a lo largo de todo el proceso de

evaluación.

Tabla 1. Protocolo de Detección del TDAH (adaptado de Romero y Lavigne, 2005).

PROTOCOLO DE DETECCIÓN DE TDAH3

Nombre y apellidos: ________________________________ Sexo: V

Fecha de Nacimiento: ___/___/___ Edad: 9años.

Colegio: ____________Localidad: __________

Curso: 3º E.P. Su Nombre: __________________________________

Relación con el niño: Tutora. Fecha de Examen: ___/___/___

Nombre de la madre: ______________________________ Edad: 40 años.

Profesión: Veterinaria.

Nombre del padre: _______________________________ Edad: 38 años.

Profesión: Asesor Fiscal. Nº de hermanos: 0

1= Nunca o pocas veces; 2= A menudo o Con Frecuencia; 3= Siempre

1. Se mueve mucho SÍ NO 1 2 3

2. Contesta antes de que se formulen las preguntas SÍ NO 1 2 3

3. Comete errores en sus tareas escolares SÍ NO 1 2 3

4. Interrumpe a los demás y/o se entromete en las

conversaciones

SÍ NO 1 2 3

5. Se levanta de la silla SÍ NO 1 2 3

6. Tiene dificultades para esperar su turno SÍ NO 1 2 3

7. Da la sensación de que parece que no oye cuando se le

llama directamente

SÍ NO 1 2 3

8. Pierde las cosas que necesita SÍ NO 1 2 3

9. Tiene problemas para organizar las tareas y las actividades SÍ NO 1 2 3

2 Todo el procedimiento específico de evaluación psicoeducativa del TDAH puede encontrarse

desarrollado ampliamente en el libro: Lavigne, R., y Romero, J.F. (2010). El TDAH: ¿Qué es?, ¿Qué lo

causa?, ¿Cómo evaluarlo y tratarlo?. Madrid: Pirámide. 3 Romero y Lavigne, 2005.

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3

10. Corre o da saltos cuando no debe SÍ NO 1 2 3

11. Encuentra dificultades para seguir las instrucciones SÍ NO 1 2 3

12. Fracasa en la finalización de las tareas y juegos SÍ NO 1 2 3

13. Habla mucho SÍ NO 1 2 3

14. Se distrae con estímulos irrelevantes SÍ NO 1 2 3

15. Tiene problemas para mantener la atención en el trabajo

y en el juego

SÍ NO 1 2 3

16. Abandona las actividades que requieren un esfuerzo

mental sostenido

SÍ NO 1 2 3

17. Está en movimiento contínuo, da la sensación de que

“nunca se le agotan las pilas”

SÍ NO 1 2 3

18. Tiene dificultades para hacer tranquilamente actividades

de ocio y de trabajo

SÍ NO 1 2 3

19. A la hora de hacer las tareas no presta suficiente atención

a los detalles

SÍ NO 1 2 3

20. Generalmente, suele perderse en las actividades diarias.

(Por ejemplo, no sabe qué deberes hay que hacer, no sabe por

qué página van, …)

SÍ NO 1 2 3

21.- Indica, por favor, las actuaciones específicas que ya se

han intentado con el alumno, y los resultados obtenidos:

CASTIGOS

EFICACIA DE DICHAS ACTUACIONES

NO

Con todos los datos recogidos hasta el momento el Orientador estará en

condiciones de decidir si el alumno precisa de una evaluación más detallada a través de

la cual poder describir y explicar lo que le ocurre, y prescribir un diagnóstico acertado.

2.2.- El camino hacia el diagnóstico.

La evaluación del TDAH –y su posterior tratamiento- exigirá la participación,

por un lado de profesionales del ámbito psicoeducativo (maestros, psicólogos,

psicopedagogos,…) y del ámbito médico (neurólogos, pediatras, psiquiatras,…), y por

otro de la familia.

Dado que la evaluación del caso de “P” ha comenzado en el entorno escolar,

será el Orientador quien desde allí la coordine siguiendo los siguientes pasos:

a. Análisis de las tareas y/o situaciones en las que “P” manifieste dificultades, para

ello se tendrá en cuenta: el tipo de conducta que demanda la tarea; el tipo de

estrategias; el tiempo que tarda en comparación con otros alumnos en el proceso

de enseñanza-aprendizaje y el diseño y condiciones en las que se presentan las

tareas.

b. Evaluación de la competencia curricular de “P” con el objetivo de conocer qué

tipo de necesidades educativas precisa desde el punto de vista del currículum en

un contexto escolar y de aula concreto. Existen pruebas especialmente diseñadas

para este propósito4, aunque el profesor conjuntamente con el Orientador pueden

elaborar sus propios ejercicios de valoración.

4 Vallés, A. (2003). Pruebas de Evaluación de la Competencia Curricular. Valencia: Promolibro; EOE de

Valladolid (2001). VANCOC: Valoración del Nivel de Competencia Curricular. Salamanca: Amarú.

Page 4: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

4

c. Evaluación psicoeducativa específica de “P”. Dicha fase de evaluación se divide

en cinco pasos:

c.1. Evaluación del modo en que el “P” realiza las tareas –por sí solo

y con la ayuda de la profesora- en las que presentan las dificultades,

haciendo un énfasis especial en: los tiempos de latencia y de realización

total, las distracciones, sus verbalizaciones, las demandas de ayuda, el

número y tipo de errores.

c.2. Evaluación de las variables psicológicas que se encuentran

directamente implicadas en la aparición y el curso del TDAH –que debe

hacerse paralelamente a la valoración neurológica llevada a cabo por el

neuropediatra-. Se trata por tanto de evaluar los siguientes procesos y

estrategias: Inhibición Conductual, Memoria de Trabajo, Atención,

Autorregulación de la Motivación y el Afecto, Interiorización del

lenguaje, Impulsividad, Procesos de Análisis y Síntesis, Funciones

Ejecutivas –Planificación/Organización, Automonitorización/

Evaluación, Flexibilidad Cognitiva, Persistencia-. Además, se valorará la

el grado de inadaptación escolar, familiar y social.

c.3. Evaluación de otras variables psicológicas que se sospecha que se

encuentran relacionadas5 con el TDAH, bien como con-causa o como

consecuencia: CI6; Ansiedad; Estrés; Agresividad; Pobre autoconcepto;

Percepciones y creencias erróneas o falsas de lo que los demás piensan y

esperan de él; Inseguridad; Aislamiento.

Para poder llevar a cabo la valoración tanto de las variables intervinientes

como de las relacionadas con el TDAH, puede hacerse uso de diferentes

instrumentos de evaluación: entrevistas, cuestionarios, escalas tipo likert,

observación del sujeto, test estandarizados7, etc.

5 Las variables relacionadas con el TDAH, en ocasiones, pueden llegar a cobrar una importancia para la

vida y el entorno del sujeto mayor, si cabe, que el propio trastorno. Hasta tal punto que en la intervención,

el profesional puede llegar a primar alguna de estas variables, atendiéndola antes o con mayor énfasis,

que a aquellas que se encuentran directamente implicadas en la propia aparición del problema. 6 Las personas con TDAH no presentan problemas de CI, aunque en las subescalas de Memoria de

Trabajo y Velocidad de Procesamiento medidas con la Escala de Inteligencia WISC-IV, suelen presentar

puntuaciones inferiores a la media poblacional. 7 Como por ejemplo: Cuestionario específico de TDAH, basado en los ítems del DSM-IV-TR (APA,

2002); La Escala BRIEF -Behavior Rating Inventory of Executive Function (Gioia et al., 2000)- para la

valoración de algunos procesos y funciones del Sistema Ejecutivo; Para medir atención, puede utilizarse

entre otros el Test de atención: d-2 (Brickenkamp y Zillmer, 2009); Para medir memoria de trabajo se

puede hacer uso de la Subescala de memoria de trabajo del WISC-IV (Wechsler, 2005); Para medir

impulsividad, el Test de emparejamiento de figuras conocidas: MFF-20 (Cairos y Cammock, 2002); Para

medir procesos de análisis y síntesis y otras funciones y procesos del sistema ejecutivo, recientemente se

publicó la Escala ENFEN -Evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños- (Portellano

et al., 2009). (Véase Lavigne y Romero (2010), para una revisión más detallada de las técnicas e

instrumentos empleados en la evaluación de los procesos y estrategias intervinientes y relacionadas con el

TDAH).

Page 5: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

5

c.4. Evaluación de las relaciones que “P” tiene con sus compañeros y con

los adultos, mediante la observación directa, entrevistas y cuestionarios

de lo que el chico piensa, siente y hace en sus relaciones sociales.

c.5. Evaluación de la historia escolar de “P”.

d. Evaluación de la familia, el Centro y el contexto social. En relación a la Familia,

mediante el uso de entrevistas y/o cuestionarios, debe buscarse información

acerca de la educación de los padres, las pautas educativas que emplean, las

expectativas, motivación y actitudes hacia “P” y sus recursos económicos. Por

otro lado, del Centro escolar, interesan: el maestro -competencias y prácticas

profesionales; actitudes, motivación y expectativas con respecto al TDAH que

presenta el alumno8; y sus relaciones con “P” y su familia

9-; los compañeros -

motivaciones y expectativas escolares y profesionales, actitudes hacia el

aprendizaje, la escuela, etc., y relaciones que mantiene con ellos; y la

organización y los recursos con los que cuenta -apoyos y dotaciones;

instalaciones; número de alumnos por aula; contexto sociocultural en el que se

sitúa el Centro y relaciones que mantienen con él y con sus equipamientos

sociales; etc. Por último, puede resultar interesante para el evaluador, conocer

algunos aspectos del contexto sociocultural en el que se desenvuelve “P” para

saber con qué inconvenientes –o ventajas- se va a encontrar en el desarrollo del

plan de intervención, y, en definitiva, para hacer predicciones sobre las

posibilidades de éxito de dicho plan. Concretamente, del contexto –barrio-

interesan: las características socioeconómicas y sus referentes culturales y

religiosos.

e. Nos encontramos en el último paso del procedimiento de evaluación

psicoeducativa, en el cual el evaluador está ya en condiciones de aceptar o

rechazar las hipótesis y explicaciones que ha ido proponiendo a lo largo del

proceso, y, en el caso de verificarse, elaborar una propuesta sobre la explicación

definitiva global y específica del problema que presente “P”.

8 Los maestros de estos alumnos, en general y en comparación con los alumnos sin problemas,

manifiestan opiniones bastante negativas sobre ellos, que afecta no sólo a su rendimiento académico,

como sería de esperar, sino también a sus relaciones sociales: los consideran más agresivos, disruptivos,

desatentos, desmotivados, menos responsables, menos discretos, con menos habilidades sociales y

comunicativas para participar y comprender las tareas en grupo, más rechazados. También muestran, en

general, pobres expectativas respecto de su futuro escolar y social. El evaluador debe considerar

seriamente el grado de autoestima profesional del maestro y los factores que suelen aparecer asociados a

la pérdida de autoestima y a la creencia de que ya no se es eficaz y de que, en el fondo, poco se puede

hacer: estrés, ansiedad, rigidez en las opiniones y actitudes, rutinas en el trabajo diario, absentismo, etc. Si

efectivamente hay datos que corroboren una situación semejante, las posibilidades de implicación del

maestro en el Plan de Intervención se verán muy mermadas, requiriendo probablemente medidas

complementarias.

9 Es importante que el evaluador se informe acerca del tipo de relaciones que el maestro mantiene y ha

mantenido con el alumno con TDAH y con sus padres, y las opiniones que tiene sobre ellos.

Page 6: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

6

RESUMEN SOBRE LA VALORACIÓN PSICOEDUCATIVA DE “P”

“Desde pequeño P. ha mostrado síntomas de exceso de actividad motora, impulsividad

y déficit de atención, que se hacían más notables ante la exigencia de actividades que

demandaban un esfuerzo mental sostenido por parte del chico y que exigían el respeto

de normas básicas de disciplina.

Tras los datos que el Orientador ha recogido durante todo el proceso de valoración

psicoeducativa puede afirmarse que “P” presenta problemas en el control ejecutivo

del comportamiento que deriva en: altas cotas de hiperactividad e impulsividad y

déficit de atención, que provocan alteraciones significativas en algunos procesos

psicológicos del sistema ejecutivo -como la memoria de trabajo, la atención, la

autorregulación de las emociones y la motivación, la interiorización del lenguaje y los

procesos de análisis y síntesis- y en sus funciones ejecutivas –planificación/

organización, automonitorización/evaluación, flexibilidad cognitiva-.

Su capacidad intelectual valorada con la Escala de Inteligencia WISC-IV (Wechsler,

2005) nos arroja puntuaciones que lo sitúan dentro de la media poblacional, aunque

en los subíndices de memoria de trabajo y velocidad de procesamiento obtiene

percentiles más bajos.

Su tutora señala que el nivel de competencia curricular de “P” en las áreas de

lenguaje, matemáticas, conocimiento del medio y plástica, se sitúa en 1º de Educación

Primaria. A la hora de hacer las tareas, el tiempo de latencia es inferior al de sus

compañeros, y el tiempo total de ejecución así como el número de errores que comete

es muy superior. Durante la realización de las mismas se distrae, molesta, habla, se

levanta,… En las demás áreas presenta el mismo nivel de competencia curricular que

sus compañeros.

A nivel personal y social, “P” es un chico simpático, cariñoso, alegre, divertido, muy

inocente, muy manipulable, que quiere mejorar pero no sabe cómo. Las relaciones con

sus compañeros debe mejorar, ya que en estos momentos se percibe el rechazo hacia

“P”: no quieren jugar ni trabajar con él, ya que argumentan que “no cumple las

normas de los juegos, les estropea los juguetes y/o materiales que les prestan, no para

quieto, es muy chinchoso,…”.

Finalmente cabe señalar que tanto sus padres como sus profesores están deseando

conocer lo que le ocurre a su hijo y alumno, respectivamente, con el fin de colaborar

en la puesta en marcha de las medidas terapéuticas que se propongan para solucionar

el problema.

Tras el análisis de los datos encontrados durante todo el proceso de evaluación, puede

concluirse que “P” presenta un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad

(TDAH) –Subtipo Combinado (DSM-IV, (APA, 2002)), que viene ocasionándole

problemas en las tareas de enseñanza y aprendizaje y en su nivel de adaptación

familiar y escolar.

Por todo ello se propone un plan de intervención multidisciplinar como el que será

desarrollado en el siguiente apartado”.

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7

2.3.- Pautas de intervención psicoeducativa para ser aplicadas en el aula10

.

El Plan de Intervención que se desarrolla a continuación11

ha sido elaborado por

el Equipo Docente del Centro de “P” en colaboración del Equipo de Orientación:

A. Formación de los profesores que han de llevarlo a cabo. Para ello, la

Psicopedagoga de la Asociación de TDAH de la localidad en la que se encuentra el

Centro Escolar de “P”, va acudir regularmente al Colegio para impartir unas charlas al

profesorado que esté interesado con el objetivo de que conozcan el problema y aprendan

pautas de intervención para aplicar en el aula como las que se resumen a continuación.

B.- Pautas generales para los profesores de “P”:

B.1. Las instrucciones que se le den, deben ser sencillas, claras, concretas. Deben

presentarse físicamente haciendo uso de formatos visuales a través de carteles, tarjetas,

post-it, póster,…, que se pongan a su alrededor –encima de la pizarra, en la pizarra,

pegadas en el pupitre del niño, en un corcho en la pared,…- para que en todo momento

las recuerde.

B.2.Hacer uso de un reloj de pulsera, despertador, cronómetro o similar, que le sirva

para saber en cada momento lo que queda para terminar una tarea, un examen,… En el

caso de tener que enfrentarse a tareas muy extensas, como el resumen de un libro,

necesitan ayuda para organizarse en el tiempo, dividir la tarea en partes sencillas, ir

haciéndola poco a poco y no dejarlo todo para el último momento. Ahora bien, toda la

planificación de la tarea, también ha de plasmarse físicamente en un cartel, agenda o

libreta, en la que quede claramente especificado lo que debe hacer cada día, en qué

momento del día lo debe hacer y el refuerzo que obtendrá por ello.

B.3. Uso de técnicas efectivas para el control de la conducta en el aula tales como el uso

de refuerzos positivos, retirada de atención, sistema de puntos, tiempo fuera. La

incorporación de un sistema de economía de fichas, resultará de gran utilidad pero

siempre que esté bien organizado, sistematizado y planificado.

B.4. Hacer uso de programas de autoinstrucciones o de autocontrol, mediante los cuales

se enseña al niño a hablarse a sí mismo en voz alta, a darse instrucciones sobre lo que

deben hacer y a reforzarse verbalmente por el éxito obtenido. El contenido de las

Autoinstrucciones, así como la secuencia de entrenamiento seguida debe ser similar a

las diseñadas por Meichenbaun y Goodman (1971), Meichenbaum (1974), Orjales y

Polaino (2002) y Lavigne (2009). Concretamente, para enseñar a los niños

autoinstrucciones se puede proceder de la siguiente forma:

10

Para un desarrollo más exhaustivo véase Lavigne y Romero (2010). 11

Las pautas educativas que se explican a continuación parten de nuestra experiencia personal y

profesional y de los programas diseñados por diversos autores: algunos específicamente para ser aplicado

con los profesores de niños con TDAH (Miranda, Presentación, Soriano, Gil y Jarqué, 1999; Miranda,

Presentación y Soriano, 2002; entre otros); y otros programas multicomponentes, para ser aplicados tanto

con los profesores, como con la familia y con el propio niño con TDAH (Arco, Fernández e Hinojo, 2004;

Barkley, 2002, 2006, 2008; Brown, 2003; DuPaul y Power, 2003; Moreno, 2005; Orjales, 2002, 2005;

entre otros).

Page 8: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

8

i. - Definición del problema:

a. “¿Qué es lo que tengo que hacer?”.

ii. - Aproximación al problema:

a. “¿Cómo lo voy a hacer?, voy a elaborar un plan de forma oral y/o por escrito”.

iii. - Focalización de la atención y elección de la respuesta:

a. “¿Qué tal me está saliendo?, ¿estoy siguiendo mi plan?”.

iv. -Autoevaluación y Autorrefuerzo y, en caso necesario, rectificación de errores:

a. “¿Cómo lo he hecho?”.

i. +Bien: “¡Soy un fenómeno!, así es como he de trabajar siempre”.

ii. +Mal: “A ver qué es lo que ha pasado, ¿en qué he fallado?, voy a empezar desde el

primer paso, para rectificar mi fallo”.

La secuencia de entrenamiento que hay que seguir para enseñar la

autoinstrucciones anteriores, es la siguiente:

I. Modelado Cognitivo: el terapeuta modela la realización de la tarea dándose

instrucciones en voz alta, mientras el niño observa.

II. Guía Externa: el niño realiza la tarea, pero siguiendo las instrucciones del

terapeuta.

III. Autoguía Manifiesta: el niño realiza la tarea, pero ahora dándose instrucciones a

sí mismo en voz alta.

IV. Autoguía Manifiesta Atenuada: el niño realiza la tarea susurrando las

autoinstrucciones.

V. Autoinstrucción Encubierta: el niño ya utiliza su lenguaje interno para guiar su

conducta en la ejecución de la tarea.

B.5. Anticiparnos a las situaciones novedosas (excursiones, cambio de aula, entrada al

comedor,…) que suelen generar problemas, para ello debemos revisar las normas antes

de comenzar la nueva actividad; especificar cuáles serán los premios si consigue

cumplirlas y el castigo en caso contrario; durante el transcurso de la actividad, hacer uso

de autoinstrucciones y seguir con el plan hasta el final.

B.6. Resultará necesario introducir cambios en la metodología y formas de evaluación.

Se propone:

*En cuanto al diseño de las tareas: Presentar las tareas de forma novedosa, atractiva,

motivadora, utilizando colores, pegatinas, dibujos,…, haciendo uso de enunciados

breves, cortos, claros y sencillos, en los que las palabras clave queden señaladas con

colores; permitir que “P” no copie los enunciados de las tareas; reducir la cantidad de

actividades; ayudarle a desglosar las tareas extensas en partes más sencillas; ofrecerle

ayuda para controlar el tiempo destinado a cada tarea, haciendo uso de un cronómetro o

similar; Acostumbrar a “P” a que pare y piense antes de hacer las tareas para ello, puede

ser de gran utilidad el uso de guías de pensamiento adaptadas a cada tipo de tarea (véase

tabla 2).

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9

Tabla 2. Guía de Pensamiento para la Composición Escrita (adaptado de Romero, 2002)

PASOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA A LA HORA DE LLEVAR A

CABO UNA COMPOSICIÓN ESCRITA

1º) ¿Para quién voy a escribir

este texto?

2º) ¿Qué sé sobre el

tema que he de

escribir?

3º) ¿Qué ideas se

me ocurren que

debería escribir?

1…….. 2…..

3…….. 4….

4º) De lo que he pensado,

¿cuáles son las ideas más

importantes y cuáles

menos?. Colorea de rojo las

menos importantes, de azul

las que sean regular de

importantes y de verde las

más importantes.

5º) Pensar en la mejor forma

de escribir las ideas. Organiza

las ideas que he valorado

antes, por ejemplo: voy a

escribir tres párrafos y voy a

señalar las ideas que van a ir

en el primer párrafo, las del

segundo y las del tercero.

6º) Escribir el texto. 7º) Repasar lo que

he hecho y

corregir los

errores.

8º) Pensar en lo que he

hecho y reflexionar sobre

qué me ha resultado más

fácil y más difícil.

*En cuanto a la forma de dirigirse a “P”: Hacerle saber lo que se espera de él; Hacer

las clases interactivas y motivadoras, concediendo un papel protagonista a todos

alumnos en general y al chico con TDAH en particular; Manifestarle a menudo y

públicamente lo contento que estáis con sus avances.

*En cuanto a la forma de conseguir que sea más organizado y aprenda a

planificarse: Favorecer el uso de libretas de colores diferentes para cada asignatura;

Ayudarle a organizar: su trabajo, el tiempo que debe dedicar a cada tarea, su mochila, el

material necesario para hacer una actividad,…; Ayudarle a elaborar un resumen o

esquema de cada tema que se vaya a enseñar; El profesor de pedagogía terapéutica

dedicará a diario, unos minutos a “P” –nada más llegar al colegio y antes de irse a casa-

para ayudarle a organizarse (véase tabla 3) comprobando a primera hora, si ha traído

todos los deberes hechos de casa y todos los materiales que necesitará durante el día. Y

antes de marcharse a casa, verificará que lleve anotado todos los deberes y que haya

metido en la mochila todos los materiales necesarios para hacerlos (libros, libretas,…).

Tabla 3. Ejemplo de Ficha Control de deberes y materiales de ”P”.

CONTROL DE “P”

PROFESOR ENCARGADO: “X”(PT)

Fecha: _______________

Ha traído los deberes hechos de

casa

Ha traído el material necesario para

hoy

8.45h Sí

No

Lleva anotado los deberes para

casa

Lleva todos los materiales necesarios

para trabajar en casa

13.45h Sí

Page 10: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

10

*En cuanto al control del comportamiento: Emplear las técnicas para incrementar el

comportamiento deseado, para disminuirlo o para ambos objetivos, destacadas

anteriormente; Permitir mayor libertad de movimiento que a los demás; Utilizar fichas

de valoración diaria de su comportamiento para llevárselas a casa (véase tabla 4)

Tabla 4. Ejemplo de Ficha de valoración diaria para llevarse a casa (Adaptada de

Lavigne y Romero, 2010).

Colegio/IES: __________________________________________________

Nombre: _____________ Apellidos: ________________________________

Fecha: ______________

ASIGNATURA HA TRABAJADO

CORRECTAMENTE

OBSERVACIONES/DEBERES

SÍ NO

Matemáticas X Pág. 3. (1,2). Examen del T.1. el jueves.

Lenguaje x No ha parado de hablar. No ha trabajado nada.

Pág. 5 (3). Esquema de la pág. 8.

*En cuanto a la forma de evaluarlos: Diseñar exámenes con preguntas cortas, con

pocos apartados en cada pregunta, no muy extensos; Permitirle que durante la

realización del examen tengan delante las guías de pensamiento o las autoinstrucciones

necesarias y pueda levantarse para resolver alguna duda con el profesor.

B.6. Introducir cambios en la estructura del aula: Colocar el pupitre de “P” en primera

fila; Llevar una rutina que sea predecible, para ello colgar el horario, las normas de

clase, el sistema de puntos,…, en las paredes del aula, para que en cada momento el

niño tenga constancia de qué asignatura se está trabajando, cómo debe comportarse, qué

ocurrirá si no se comporta como debe,…

C.- Se deben establecer reuniones de seguimiento periódicas entre el equipo de

profesores, el equipo de orientación y la familia para ver si el plan de intervención está

resultando efectivo o no, y en tal caso proceder a realizar las modificaciones que se

estimen oportunas.

2.4.- Otros tratamientos que no pueden ser olvidados en los casos de TDAH.

Dado que el correcto enfoque de la intervención psicoeducativa en el TDAH

debe ser multidisciplinar, existen otro tipo de tratamientos que no deben ser olvidados

ya que son un complemento fundamental al plan de intervención psicoeducativa

desarrollado anteriormente:

a) Tratamiento Farmacológico prescrito y controlado por el neuropediatra: El

fármaco de primera elección en el tratamiento del TDAH es el metilfenidato de

liberación inmediata y/o prolongada con tecnología osmótica, seguido de la

atomoxetina (Plizska et al., 2007). En función de las características particulares del

caso, el neuropediatra decidirá el tipo de fármaco a administrar, la dosis,…, y

establecerá las pautas concretas para controlar la respuesta a la medicación.

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11

b) Intervención Psicoeducativa en el Entorno Familiar: al igual que en el caso de

los profesores, los padres del chico deben formarse para que conozcan el

trastorno que presenta su hijo y dotarse de pautas psicoeducativas para que

aprendan a manejar el comportamiento de “P” en casa, tales como por ejemplo

las que se presentan a continuación:

-Darle refuerzo positivo inmediato cuando esté haciendo bien las cosas.

-Ayúdele a organizarse y a planificarse: En colaboración con el profesor, facilitar el

uso de la agenda a diario. Para ello, se aconseja supervisarla en primer lugar por el

profesor para ver si lleva anotado todo lo que debe hacer en casa, y posteriormente

por los padres para facilitar su cumplimiento; Elaborar un plan de trabajo (FÍSICO,

EN UNA CARTULINA,…) (véase tabla 5) que se adecúe a las posibilidades reales

del chico, anotando en él las clases de apoyo, las actividades extraescolares, el

tiempo que debe dedicar a diario a cada materia,…; Antes de ducharse y cenar,

revisar el horario escolar para ver qué asignaturas hay al día siguiente, ver si llevo

todo lo necesario en la mochila y ver si falta algo por hacer que se haya pasado.

Tabla 5. Ejemplo de Tabla para plasmar el Plan de Trabajo en Casa.

PLAN DE TRABAJO EN CASA

Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes S D

4.30-5 Judo Inglés Judo Inglés Judo

5-5.30 ´´ ´´ ´´ ´´ ´´

5.30-6 Meriend Meriend Merienda Merienda Merienda

6-6.30 Deberes Deberes Deberes Deberes Deberes

6.30-7 Deberes Deberes Deberes Deberes Deberes

- Poner en marcha un sistema de economía de fichas que facilite el cumplimiento de

las pautas anteriores. Como ejemplo se propone adaptar la tabla de progresos

diseñada por “imaginarium” (véase cuadro 1)

Cuadro 1. Imagen de la tabla de progresos de venta en tiendas de imaginarium.

(Tomada de www.imaginarium.ec/photo/47598_2.jpg)

-Hacer deporte.

-Obligarse a reservar una jornada a la semana para disfrutar en familia del tiempo

libre.

Page 12: Intervencion Psicoeducativa en El Aula Estudio de Un Caso de Tdah

12

c) Intervención Psicoeducativa aplicada directamente con “P”: para que aprenda

a desarrollar distintas estrategias cognitivas y metacognitivas que le ayuden a

paliar las dificultades que presenta tanto en el ámbito escolar como en el

familiar. Para ello se aconseja: Seguir un Programa Psicoeducativo con un

Terapeuta –dentro del entorno escolar o fuera de él mediante sesiones

particulares- a razón de un par de sesiones a la semana de 45 minutos cada una

durante un trimestre. Posteriormente valorar la continuidad del Programa. En

ellas se informará al chico sobre: en qué consiste el TDAH; Se aplicará y

enseñará distintas técnicas y estrategias específicas como: el refuerzo positivo,

autoinstrucciones, habilidades de solución de problemas, habilidades para el

desarrollo emocional; Se realizarán tareas que permitan mejorar procesos y

funciones del Sistema Ejecutivo tales como: memoria de trabajo, atención,

autorregulación del afecto, planificación/organización, flexibilidad,

automonitorización/ evaluación. Para ello, se diseñarán actividades similares a

las que se proponen en programas publicados como los que se citan a

continuación o en otros similares: Cobo, M. y Galindo, A. (2006). Programa de

desarrollo infantil en competencias emocionales. Educación Primaria, 1.

Madrid: ICCE.; Orjales, I. (2005). Programa de entrenamiento para descifrar

instrucciones escritas. Madrid: CEPE.; VV.AA. (2007). Proyecto de Activación

de la Inteligencia: PAI 2. Madrid: s/m.

3.- Conclusiones.

Tal y como hemos podido apreciar a lo largo del artículo, la mejor forma de abordar

la intervención en el TDAH es combinar los distintos tratamientos que existen

intentando sacar el máximo provecho de cada uno de ellos (Barkley 2006, 2008;

Kutcher et al., 2004; Lavigne 2009; Phelps et al., 2002; Snider et al., 2003; Wells et al.,

2006; entre otros). Por tanto, un buen trabajo en equipo de todos los agentes –

neuropediatra, profesores y padres fundamentalmente- implicados resultará fundamental

y tendrá una gran responsabilidad sobre la evolución del caso.

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