29

Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

  • Upload
    others

  • View
    7

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8
Page 2: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8
Page 3: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8
Page 4: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

La relación de la educación enderechos humanos con el

derecho a la educaciónFrancisco Antonio Pacheco

Page 5: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

© 2002 Instituto Interamericano de Derechos HumanosSan José. Reservados todos los derechos.

Las ideas expuestas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no corresponden necesariamentecon las del IIDH o las de sus donantes.

Se permite la reproducción total o parcial del material aquí publicado, siempre y cuando no sea alterado, se asignenlos créditos correspondientes y se haga llegar una copia de la publicación o reproducción al editor.

Equipo productor de la publicación:

Francisco Antonio Pacheco Autor

Ana María Rodino Coordinadora de la Unidad Pedagógica IIDH

Randall Brenes Oficial de Proyectos de la Unidad Pedagógica IIDH

Diseño y diagramación:Unidad de Información y Servicio Editorial IIDH

Impresión:Imprenta y Litografía Hermanos Segura S.A.

Instituto Interamericano de Derechos Humanos

Apartado Postal 10.081-1000 San José, Costa RicaTel.: (506) 234-0404 Fax: (506) 234-0955

e-mail: [email protected]

www.iidh.ed.cr

341.481.07P122r Pacheco, Francisco Antonio

La relación de la educación en derechos humanos con el derecho aa la educación / Francisco Antonio Pacheco -- San José, C.R. : Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003.28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos)

ISBN 9968-917-02-81. DERECHO A LAEDUCACIÓN 2. DERECHOS HUMANOS 3. EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS 4. VIOLACIÓNDE LOS DERECHOS HUMANOS I.Título II. Serie

Page 6: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

Índice

Presentación de la serie . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

La educación: un paronama desalentador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

La educación ante la violación de los derechos humanos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Un problema de la cultura en su conjunto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12

Importancia de hacer explícito al educando su propio proceso de formación . . . . . .16

El derecho a la educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

La toma de conciencia de los derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22

Aspectos orientadores para el cumplimiento del derecho a la educación

en derechos humanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24

5

Page 7: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8
Page 8: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

Presentación

La educación en derechos humanos es el eje central del mandato por el cual fuecreado el Instituto Interamericano de Derechos Humanos. A esta labor ha dedicadoimportantes esfuerzos desde su establecimiento hace más de dos décadas, contribuyendoal entrenamiento de un significativo contingente de trabajadores de este campo en todoel hemisferio. Esa línea regularizada de formación de educadores se sustenta en elreconocimiento jurídico de la educación en derechos humanos consagrado en el artículo13.2 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos enMateria de Derechos Económicos, Sociales y Culturales –Protocolo de San Salvador-.

La estrategia de trabajo del IIDH en el campo de la educación formal y no formal enderechos humanos ha incorporado, desde el inicio, acciones concretas de asistenciatécnica a instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil y universidades, enel desarrollo de programas de estudio y de capacitación a sus funcionarios, técnicos ydocentes, en tanto agentes multiplicadores de contenidos teóricos y metodológicos.

Junto a estas acciones, el IIDH nunca ha perdido de vista el valor del materialdidáctico, sea como instrumento de autoformación o como herramienta de apoyo de lalabor docente. Por ello, los proyectos educativos contemplan y estimulan la elaboraciónde materiales para enriquecer y fortalecer el trabajo de los educadores en América Latinay El Caribe.

En ese sentido, la serie Cuadernos Pedagógicos del IIDH se propone ofrecer nuevasherramientas teórico-metodológicas para enriquecer la tarea de educar en y para losderechos humanos y la democracia. Por eso, desde su mismo nombre, evoca a esepequeño gran instrumento de trabajo en la labor diaria del enseñar y aprender, que se nosofrece con sencillez para acoger toda idea importante y nos invita a compartirla.

En el formato de un texto unitario, centrado en un tema específico, de longitud brevey lenguaje accesible a un público amplio de docentes y capacitadores de distintosniveles, estos Cuadernos Pedagógicos tratan contenidos variados con un denominadorcomún: los puntos de encuentro entre la educación y los derechos humanos. Así, en ellosse aborda este vasto campo interdisciplinario desde alguna de sus tres perspectivascentrales: el derecho a la educación, la educación en derechos, y la vigencia de losderechos humanos en la educación.

7

Page 9: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

Los Cuadernos están dirigidos a facilitar que estos problemas se aborden desdedistintos ángulos, se sitúen en el contexto social e histórico contemporáneo, en particularel latinoamericano y caribeño, se sometan al análisis crítico y se pongan en práctica enlos procesos concretos de educación formal o no formal que cada educador llevaadelante e implementa cotidianamente.

Cada Cuaderno está elaborado tomando en cuenta criterios que aseguren su calidad ypertinencia educativa: aportes doctrinarios novedosos; planteamiento desde la dobleperspectiva teórica y práctica; rigor científico en el desarrollo de la investigación y, noobstante su especialidad, presentación accesible para una gama amplia de destinatarios.

El IIDH espera que los Cuadernos Pedagógicos se traduzcan en una contribución paraquienes inspiran su trabajo educativo en los derechos humanos y los principiosdemocráticos, entendidos como objetos de estudio y, sobre todo, como normas deconvivencia cotidiana.

La serie Cuadernos Pedagógicos se inicia con el aporte de la Autoridad Noruega parael Desarrollo (NORAD), la misma que contribuye a varios de los esfuerzos del IIDH enel campo de la educación en derechos humanos.

Roberto Cuéllar M.Director Ejecutivo

8

Cuadernos Pedagógicos

Reseña biográfica del autor

Francisco Antonio Pacheco. Costarricense. Doctor en Filosofía por laUniversidad de Estrasburgo; Licenciado en Filosofía y Licenciado en Derechopor la Universidad de Costa Rica. Profesor universitario por más de treintaaños, autor de diversas obras sobre temas relativas al derecho y a la educación.Fue decano y Rector fundador de la Universidad Estatal a Distancia de CostaRica. Embajador de Costa Rica en Roma. Ministro de Educación en laAdministración Arias Sánchez; diputado y jefe de bancada. Fue director deCAPELen el IIDH, miembro del Consejo Superior de Educación de Costa Ricay actualmente miembro de la directiva del Sistema Nacional de Acreditación dela Educación Superior de Costa Rica.

Page 10: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

1 Reforma de la educación primaria y secundaria en América Latina y el Caribe. BID (GN-2067-3). Informeelaborado por Moura Castro, C. y otros. Washigton, 2000, pág. 13

2 Datos consignados por Larrañaga. Educación y superación de la pobreza en América Latina y el Caribe, págs. 51y siguientes. En Estrategias para reducir la pobreza en América Latina y el Caribe RLA/92/009. Internet.

3 Estos datos son tomados de Fuentes, Educación Para Todos. Diez años después de Jomtien. UNESCO. N°122,abril 2000, pág. 3

La educación: un panorama desalentadorConstatamos con asombro los vacíos gigantescos que acusan las estadísticas en

materia de educación. La infancia y la juventud siguen desprotegidas en este aspecto, tandeterminante en cuanto a posibilidades de un futuro mejor. América Latina ha logradomejoras en relación con otros países del mundo, pues según las estadísticas que circulan,el 90% de los niños de diez años asisten a la escuela. Sin embargo, sabemos poco de loque esto significa en términos de la adquisición de una formación real, pues no es fácilmedir la calidad. No obstante, hay algunos intentos que muestran logros decepcionantes,aún en primaria. Esto da la medida del problema.

En efecto, un estudio de UNESCO, al examinar el rendimiento de los estudiantes deun conjunto de países de la región, comprobó que más de la mitad no había logradoalcanzar los objetivos esperados para el cuarto grado. “Los estudiantes latinoamericanosque han tomado parte en proyectos de investigación de logros comparativos obtuvieronconsistentemente los últimos puestos en los países en desarrollo”1. Sólo el 58% dequienes ingresan a la escuela primaria logran terminar el sexto grado2. Y en la secundariala cobertura decrece sensiblemente.

Sin embargo, si tomamos como punto de referencia la situación de otros países menosdesarrollados, en otras partes del planeta, su condición resulta mucho peor que lanuestra. En otros términos, el panorama mundial es altamente negativo. En efecto,cuando tomamos las cifras globales nos damos cuenta de que 870 millones de personasadultas son analfabetas, y que de ellas, dos tercios son mujeres. 120 millones de niños(el sesenta por ciento mujeres), no asisten a la escuela. La inversión adicional que serequiere cada año, para mantener la primaria, se estima en 8.000 millones de dólares.Esta suma equivale al gasto mundial con fines militares de cuatro días3.

9

Page 11: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

10

Cuadernos Pedagógicos

Y si no se educa a esos millones de personas, no saldrán nunca de su condición socialtan desventajosa y permanecerán siendo, ellos y sus descendientes, víctimas de un estadode cosas injusto. La gravedad de este hecho es extrema, por no tratarse de un asuntosimplemente cuantitativo. En los países de un desarrollo menor, o aún mediano, losesfuerzos por lograr la formación de la juventud y de la niñez, apenas rozan4 lasuperficie. No basta mejorar las cifras; se requiere levantar la calidad de las escuelas,extender los esfuerzos por formar la gente durante un número mayor de años, y llegar anuevos sectores. Porque hoy la educación, según es ampliamente reconocido, no es sólocosa de la juventud. Los adultos, y aún los ancianos, requieren educación. Los niños,apenas nacen, necesitarían iniciar su formación gracias a planes pedagógicos bienpensados, sobre todo los que no tienen el apoyo formativo de una familia educada, esdecir, la mayoría.

De poco servirá que haya élites preparadas, pues los efectos de la ignorancia, el déficiten el desarrollo de capacidades para asumir trabajos productivos y enfrentar el mundo,obviamente tiene que ver con los grandes grupos, con el común de las personas. Dada lainterrelación que se da hoy entre pueblos y personas de todas las latitudes, mientras nose logre cambiar la situación actual en el mundo entero, todos seremos susceptibles desufrir consecuencias directas de este estado de cosas. Si no bastan los principios éticos,digamos que hay razones de conveniencia global que aconsejan mejorar la situaciónpresente. La paz de todos está amenazada por las desigualdades.

La solución de este problema no puede quedar en manos de la benevolencia de lasminorías privilegiadas, aunque muchos de sus integrantes pueden contribuir a mejorar lasituación actual. Los estados, los organismos internacionales, las oenegés, las entidadesprivadas y la población, dentro de una concepción participativa de la vida social, deberánactuar mucho más intensamente para lograr un avance sostenido de los índices deeducación y de sus niveles de calidad. Los países ricos tienen una responsabilidadenorme en esta materia.

Ciertamente, existe una formación que viene de la cultura misma, del entorno. Nosólo hay formas de educación informal sino incluso de educación casual. La sociedad sedefiende educando en procesos espontáneos, o inculcando pautas mentales o de conducta

4 “La falta de calidad de la educación primaria es, a juicio de la mayor parte de analistas, el principal problema queenfrenta Latinoamérica en el área educacional. Los problemas de calidad se reflejan en indicadores como larepetición, la deserción escolar y los bajos puntajes en pruebas de rendimiento”. Larrañaga, O. Op. Cit., pág. 18

No se ha profundizado en la forma de medir los niveles de calidad de la educación. Las pruebas nacionales queno están generalizadas, apenas abren la puerta a un análisis más profundo. Se recurre a índices que reflejanelementos objetivos como deserción escolar, y repitencia, pero que en el fondo dicen poco de la calidad de laformación recibida. Aunque es presumible que quien abandona la escuela presenta deficiencias en su formación,esto no pasa de ser una suposición.Es posible que parte de quienes desertan sean buenos alumnos potencial orealmente y que en la menor escolaridad adquirida hayan obtenido una formación superior a la de otros de los quepermanecen en el sistema en ese momento y aún después. Las causas económicas de la repitencia y de la deserciónno pueden ser ignoradas.

Page 12: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

11

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

que a veces tienen un carácter ancestral. Pero… si nuestro objetivo es promover una vidadigna, abierta al gozo a que puede aspirar una persona normal en condiciones normales,esas formas de educación no bastan y, en algunos casos, resultan destructivas. Tal es elcaso de las pautas de conducta social que imponen la mutilación en las jóvenes, o seconvierten en fuentes de privación de la capacidad de decidir, particularmente enmujeres adultas. Las niñas han sido víctimas fáciles de la tradición. Si queremos que losderechos humanos se cumplan de manera eficaz, en muchas partes debemos depurar latradición de los abusos que la contaminan.

La educación ante la violación de los derechos humanos Hoy sabemos, mucho mejor que antes, que resulta imprescindible mantener una lucha

constante contra los excesos criminales que se perpetran contra las personas y lospueblos –la tortura, el genocidio, y en general la violación de los derechos humanos–.Esto, desgraciadamente, no ha sido producto simplemente de una elucubración teórica,sino de trágicas experiencias. Es parte de la herencia que nos ha dejado el S. XX, parabien y para mal. A la par de esta enseñanza, se encuentra otra menos dramática, aunquequizá más novedosa, que la gente apenas ha empezado a incorpora como parte de la vidasocial: el descubrimiento de las formas implícitas de autoritarismo. Nuestra sensibilidaden relación con ellas, ha venido aumentando progresivamente. Pero, sólo el sistemaeducativo podrá reforzar suficientemente esta tendencia y lograr que la sociedad setransforme para bien, en aspecto tan central.

Numerosos intelectuales, defensores de una vida más libre y plena, han realizadoinnumerables ejercicios de desenmascaramiento con el objeto de develar formasimplícitas de agresión, actitudes discriminatorias, ciertos tipos de conductas que reflejanformas de dominación no expresas. A menudo se trata de normas o actitudes queencierran formas de violencia mucho más sutiles, pero enormemente destructivas. Estoreviste una importancia extraordinaria para la teoría y la práctica de los derechoshumanos.

En numerosos países, por fortuna, no se padece la represión policial, la tortura y, engeneral, las más notorias y conocidas formas de violación de los derechos humanos. Y,sin embargo, no hay uno solo que esté libre de esas formas de autoritarismo menosfácilmente reconocibles a las que nos venimos refiriendo. Quizá quienes luchan contrala discriminación de género y contra la discriminación racial han sido más sensibles yhan captado mejor estas formas de represión. Igual ocurre con las personas más sensiblesa la situación de quienes poseen un sistema de capacidades diverso del que presenta elcomún de la gente. Los sociolingüistas pueden dar testimonios al respecto. Frases,nombres, expresiones, privilegios marcados por una forma de actuar en aparienciainocente, imágenes, publicidad, asociaciones conceptuales, propuestas subliminales y

Page 13: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

12

Cuadernos Pedagógicos

miles de formas de conducta que afectan la vida cotidiana, encierra obligaciones deactuar de una cierta manera o prohibiciones que consuman una discriminación.

En efecto, en la convivencia diaria se revelan formas de autoridad que tienden airrespetar la sensibilidad de numerosas personas, hiriéndolas de una manera menosnotoria y espectacular que los golpes o el encarcelamiento, pero no por eso, carentes deimportancia. Hay sociedades más tolerantes que otras, más equilibradas. Sin embargo, elequilibrio social es, sin excepción, precario. Todos los días pueden surgir formas deimposición, de intolerancia y de irrespeto que cuenten con apoyo, no de un gobierno ode un sistema policial, sino del común de la gente, de la visión dominante de las cosas.

Resulta de la mayor importancia destacar este aspecto de la lucha por los derechoshumanos porque se tiende a pensar que donde desaparecen las violaciones extremas yfácilmente constatables, es poco lo que queda por hacer, salvo una labor preventiva. Laconciencia creciente del fenómeno a que nos estamos refiriendo, puede traer grandesbeneficios en cuanto a equilibrio de la vida social, a la paz y al desarrollo fecundo de lasociedad, pero, lo que es más importante, de millones de personas, de seres individuales.Hemos de reconocer que es esta la contribución más característica del siglo pasado, a lateoría y práctica de los derechos humanos.

Los esfuerzos para combatir estas lacras deben dirigirse con gran persistencia yextraordinaria lucidez. Es necesario, por ejemplo, vigilar los límites entre la trasgresióny la legitimidad de los actos con atención cuidadosa, precisamente porque son mássutiles. Y esto es especialmente difícil porque toda forma de cultura, sin excepción,engendra una tendencia al autoritarismo. Igual que el organismo en su funcionamientonormal segrega toxinas, la vida social va dejando como un subproducto normal ciertasformas de represión. En uno y otro caso, hay que eliminarlas para evitar la intoxicación.Cualquier programa consagrado al fortalecimiento de los derechos humanos deberá teneren cuenta estas cosas. La educación en derechos humanos debe hacerse cargo de estefenómeno.

Un problema de la cultura en su conjuntoEsto no ha de sorprender. La cultura (toda cultura) se transforma espontáneamente en

norma, en prescripción, en deber. Esto ocurre para bien y para mal. Lo que en elmomento de su aparición era una idea luminosa producto de la creación original de sereshumanos, una vez aceptada deviene rutina aceptada acríticamente y llega a ser con eltiempo norma obligatoria. La sociedad esta hecha de imposiciones, de obligaciones queimperan por la fuerza que el común de la gente les ha ido acordando, casi siempre pocoa poco. Miles de usos, de creencias se viven automáticamente y sin que nadie o casinadie las analice. Sobre su sentido no se nos ha preguntado, pero las acatamos porque seprescribe que actuemos conforme a ellas y porque su violación nos impone un precio que

Page 14: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

13

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

no estamos dispuestos a pagar. ¿Quién nos preguntó por qué debíamos vestirnos de ciertamanera para ir a determinado lugar? Y sin embargo, hay sanciones establecidas para elque viole el precepto. Muchas de ellas comportan sanciones leves. A veces, el asunto esmás grave y puede hacerse intolerable5.

No es usual cuestionar una prescripción social obligatoria, mientras se encuentra ensu periodo de vigencia plena. Ni siquiera las personas más reflexivas lo hacennormalmente. Sólo en el período de su decadencia, cuando la gente comienza a rebelarsecontra ella, es cuando la norma se va haciendo notoria y aparece ante nuestros ojos conmucho más claridad como una prescripción absurda, cuando lo es. Los jóvenes casisiempre tienen una capacidad crítica mayor frente a reglas sociales de este tipo. Esto loscoloca en una posición de enfrentamiento con la escuela que, por su parte,tradicionalmente aparece como depositaria de un deber de tutela de normas sociales. Eleducador debe ejercer esta obligación reguladora con sentido de justicia, conracionalidad y equilibrio. Su preparación en lo que atañe a derechos humanos es la únicagarantía de que podrá cumplirla a cabalidad.

Hace pocas décadas la sensibilidad frente a formas comunes de discriminación degénero era poquísima o nula. La inmensa mayoría de la gente, incluidas las mujeres, no“veían”, muchos de los hechos discriminatorios que hoy nos parecen evidentes. Pero estono ha de atribuirse necesariamente a una mala fe consciente, sino a usos y creenciassociales vigentes que se recibían de manera acrítica. Los valores (en este casoantivalores) que encerraban las conductas consagradas como correctas, se tomabanprácticamente como si fueran atributos de la realidad misma y no pautas decomportamiento arbitrarias y perjudiciales.

Quienes se atrevan a declararse ateos en una sociedad intensamente religiosa, o adeclararse religiosos en una extremamente laica, pueden entender lo que decimos. Peroel asunto cubre todas las manifestaciones de la vida social, salvo algunas en que se danrelaciones de sujeto a sujeto, tomados éstos como personas, como individuos que sereconocen como tales. De las normas lingüísticas a los usos culinarios, de las reglas parala unión sexual legítima a reglas sobre la disposición y uso de un automóvil, la sociedadprefigura comportamientos legítimos y comportamientos irregulares que llevan unasanción variable, proporcional a la gravedad que le confiere a la trasgresión. Y pasa queesa norma bien puede ser irrespetuosa para la dignidad de alguien. El esfuerzo dedesentrañamiento de los valores (o antivalores) implícitos en las normas socialesconstituye una obligación de todo ser humano que aspire a llevar adelante una vidacivilizada.

5 Para el análisis de estos temas resulta imprescindible acercarse a la lectura de: Ortega y Gasset, J. El Hombre y laGente. También, Ideas y Creencias. Ambas obras están publicadas por la Editorial Revista de Occidente, tomosVII y V respectivamente, 1964.

Page 15: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

14

Cuadernos Pedagógicos

Los usos sociales, las creencias, las normas de comportamiento prescritas por la gentecomo sujeto indeterminado, pueden resultar justificadas y positivas en muchos casos,aunque de ordinario no las analicemos. Por ejemplo, muchas de las imposiciones decarácter social ligadas a usos culinarios o de la mesa, se fundamentan en olvidadaspreocupaciones de aseo o de nutrición. Pero, si no se someten a análisis, corren el riesgode arrastrar residuos contaminados de arbitrariedad y de irrespeto para las personas.

La ley es uno de los ejemplos más fuertes de imposición. Hasta hace poco, ellaconsagraba (y quizá consagra) en algunos países culturalmente refinados, disposicionesdiscriminatorias según el origen de nacimiento. En otros, sobrevivían leyes racistas,normas que favorecían la servidumbre o la desigualdad. En muchos casos, hoy encambio, —por fortuna—, sancionan más bien a quienes realicen actos de este tipo. Esteúltimo es un ejemplo de imposición éticamente justificada.

Al menos idealmente, se ha dado un proceso crítico progresivo que depura lanormativa legal o la socialmente impuesta. Por medio de la ley, tal como se concibemodernamente, la sociedad realiza valores altamente positivos —cada vez másconcientemente—, pues es producto de un proceso racional de reflexión. Ya no es, enmuchos casos, consecuencia de los gustos y prejuicios que brotan espontáneamente enquienes dominan la sociedad o en la gente común.

Los innovadores que cuestionan las reglas que la sociedad impone, han sufrido lasconsecuencias de su desafío. Años más tarde, puede ocurrir que su innovación seconvierte en norma y que quienes sufren castigo sean aquellos que desean desprendersede ella. Esto nos muestra que el contenido de los usos varía, cambia, pero que la sociedadconserva un sistema de imposiciones sea cual sea le contenido de los usos vigentes. Laconvicción infundada de que vamos a lograr alcanzar la vida social sin imposiciones, nopasa de ser ilusión. Debemos tenerlo claro, pues ahí se inserta la lucha por la libertad yel respeto al individuo.

Una sociedad moralmente fuerte reduce el número de imposiciones dejandoúnicamente las que se justifican estrictamente, atenúa los castigos y fortalece lainnovación libre, gracias a un esfuerzo constante e inacabado de análisis, de lucha porespacios amplios de acción para la gente. Y, sobre todo, produce disposicionesobligatorias de alto contenido ético. Pero, siempre habrá imposiciones e incluso, enmuchos casos, violencia ligada a una fuerte dosis de conservatismo. Es como si lasociedad tuviese un instinto de conservación que la lleva a garantizarse la permanenciade su identidad con tan pocas variaciones como sea posible, aunque esto impliqueconservar normas de conducta y pautas mentales altamente injustas.

Ese impulso conservador varía según el lugar y la época —compárese Irán con Brasil,o el centro de Italia en la Edad Media, con la misma parte de Italia a mediados del sigloXV—, lo que nos muestra que hay sociedades más cerradas y más abiertas. Las primeras

Page 16: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

15

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

defienden la estabilidad como un fin; las segundas desean una dosis mayor de libertadcreadora para sus integrantes. En esos ámbitos trascurre la vida de la gente que quieredesarrollar su vida sometiéndose a la norma o bien, liberándose de ella. La reacción quese produce a veces lleva a extremos.

El ser humano se mueve entre la tentación del autoritarismo y la tentación de laanarquía; cabe, sin embargo, encontrar un sistema de equilibrio gracias a laracionalización progresiva de la vida social para amortiguar en cada caso los excesos, sindeslizarse en el caos. Y aquí llegamos a la educación. Porque la buena educación, laeducación sólida fortalece lo mejor de la vida social precisamente abriendo espacios,permitiendo que cada vez más personas tengan tolerancia y ayuden solidariamente a losdemás, muy particularmente a quienes son sutilmente discriminados.

La educación, cuando se plantea de manera correcta, enseña a despojar la cultura delautoritarismo que segrega y muestra que la imposición debe reservarse exclusivamentepara los casos en que se requiera de manera inevitable y, sobre todo, sin olvidar nunca ladefensa de las personas. La educación bien enfocada, ayuda a comprender los fenómenossociales, particularmente el autoritarismo y sus imposiciones equivocadas —sutiles o no.Un sistema de formación bien concebido impulsa al alumno a defender un estilo deconvivencia centrado en la búsqueda del bienestar del mayor número. Porque todo estova ligado a la solidaridad.

Por lo tanto en las aulas (ojalá desde el hogar) se debe educar en función de losderechos humanos. No siempre el hogar tiene la capacidad de llevar a cabo la tareacorrectamente. Al contrario. Por ello, la escuela debe redoblar sus esfuerzos. Dentro deun régimen democrático y respetuoso de las personas, el Estado debe integrar a susactividades, la formación en el campo de los derechos humanos. Lo puede hacer demuchas maneras, pero sobre todo aprovechando el sistema de educación formal.

Las conclusiones a que nos llevan estas observaciones son claras:

1. La tarea de inculcar los derechos humanos y hacerlos efectivos no se limita a prevenirlas grandes violaciones, las claras, las explícitas. La educación debe librarnos tambiénde las formas sutiles de imposición éticamente inaceptables que nos invaden, lamayoría de las veces, sin que tengamos una conciencia clara de ellas.

2. La presencia de formas de autoritarismo que se expresan a través de las normassociales, de las creencias y, en general de la cultura, muestra la dificultad de la tarea deformar adecuadamente a las personas, en lo que respecta a derechos.

3. La ética social nos induce a realizar un proceso creciente de develación de losantivalores que arrastra la cultura, para desprenderla de ellos. Este proceso tiene queapoyarse en la educación.

4. La escuela es un lugar privilegiado para producir la transformación de la mentalidad dela gente y lograr que se consolide cada vez más una recta conciencia de defensa de losderechos humanos.

Page 17: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

16

Cuadernos Pedagógicos

Importancia de hacer explícito al educando su propioproceso de formación

En las bibliotecas se encuentran centenares de libros destinados a definir lascaracterísticas de una educación moderna. Pareciera que el tema ha sido agotado. Sinembargo, se trata de un asunto que por su naturaleza ha de ser planteado una y otra veza lo largo del tiempo. Así como proponíamos un proceso constante de reflexión sobre lacalidad de las normas que nos rigen jurídica y socialmente, la educación debe sersometida a un análisis permanente, con vistas a profundizar el grado de calidad con querealiza su cometido. La formación en el campo de los derechos humanos no constituyeuna excepción a esta regla. Este proceso es coincidente con el que sufre la sociedaddemocrática contemporánea, obligada como está, a realizar un proceso constante deautoanálisis sobre la calidad de su sistema de organización y de ejercicio de la autoridad.

La vida va modificándose constantemente y las sociedades más sanas vanprofundizando en ciertos valores. La visión del mundo dominante sufre cambios conrapidez. Es más, la historia, según se sabe, tiende hoy a acelerarse hasta los límites de loposible. Estos son los factores que obligan a introducir dinamismo en la educación, losque nos inducen a hacer planteamientos pedagógicos innovadores y creativos.Transformaciones como la introducción de la informática en la escuela, o como elaprovechamiento de la red, gracias a una orientación adecuada, para fines educativos,son cambios inevitables que muestran la medida de las necesidades de adaptación. Pero,el asunto no se limita a los cambios tecnológicos —tan importantes, por cierto—, nisiquiera a abordar nuevos problemas y temas.

La pedagogía tradicional conduce a un ejercicio sutil de poder, aun cuando resulterespetuoso de la integridad física y aún mental del alumnado. Muchas veces, estudiantesy familiares interesados en la vida educativa, se preguntaban qué se proponía el maestro,cuál era el sentido de lo que se hacía en clase, como se articulaba la actividad educativacon las necesidades e intereses de los destinatarios del proceso, y no encontrabanrespuesta. El argumento de autoridad llenaba todos los vacíos. Sin duda esto ocurre aúnhoy, en muchos casos.

En efecto, hasta hace poco, en la mayoría de las aulas el maestro se reservaba para símuchos de los secretos del conocimiento que según se suponía debía de traspasar a susalumnos. A menudo esto ocurría por descuido; a veces, para permitirle regodearse en uncierto sentimiento de superioridad. Por otra parte, la estrategia pedagógica que empleabael educador para lograr sus propósitos —esa era la regla general—, permanecía ocultapara el alumno.

El cambio que hay que introducir, consiste en convertir el proceso educativo mismoen parte del contenido de la vida educativa, de explorarlo conjuntamente con quienesparticipan de él y extraer de ese análisis abierto, ventajas y desventajas, límites y

Page 18: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

17

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

posibilidades. Ciertamente, esto no se podrá hacer siempre. Hay momentos en que sedebe ir directo al cumplimiento de un objetivo específico. A veces la edad obliga a darleun carácter atenuado a este propósito. Sin embargo, siempre que resulte posible, deberáemprenderse una reflexión colectiva que abra la conciencia de quienes son destinatariosde los beneficios inmediatos del proceso educativo y les permita captar el rumbo general,el por qué de aquello que se hace, y el por qué de la forma en que se hace.

Una de las modificaciones más sustanciales que el educador puede introducir en sustareas, hoy en día, consiste en:

1. Hacerles explícito, a quienes se educan, el proceso de formación que están viviendo,sin limitarse a exponerlo.

2. Incorporar de manera activa a los destinatarios de la formación, al análisis del procesoeducativo y a la revisión periódica de logros.

Este enfoque pedagógico surge, en buena medida, de la teoría y práctica de losderechos humanos. Es decir, no sólo la educación afecta los derechos humanos, sinoque los derechos humanos afectan la educación, la benefician.

En el curso de este proceso surgirá conciencia de las deficiencias y las ventajas de quedispone el grupo y habrá que emprender balances de situación que muestren claramenteel avance. El éxito en la formación se nutre mucho más de la conciencia del progreso quede la censura. Por eso, debe introducirse la rectificación positiva como método paraleloa la profundización de la conciencia del proceso que se lleva a cabo.

La nueva estrategia a que nos referimos y sobre la que hay que despertar conciencia,comporta un planteamiento válido para toda la educación, pero, es especialmenteimportante desde el punto de vista de la enseñanza de los derechos humanos. El despertaren el educando una conciencia clara de lo que ocurre y de por qué ocurre en el aula, laexplicitación del proceso educativo frente a él y con él, constituyen a la vez, unaestrategia pedagógica más refinada y ejemplo de una sana práctica de los derechoshumanos. Su introducción tiene la ventaja enorme de abrir posibilidades de formaciónmás sólidas en casi todos los campos, pues no son exclusivas de la educación enderechos humanos. Es propio de los seres humanos vivir re-flexivamente. Es decir,volcarse sobre su propia realidad y observarla. La introspección es autoconciencia, peroademás, el examen constante que hacemos de nuestra realidad con espíritu crítico nosmuestra esta condición, esta vocación humana por aclarar su realidad.

En todo sistema educativo que se precie de serlo, se debe educar sobre el derecho aser educado, como uno de los más importantes derechos humanos. En la medida en quese realiza el proceso educativo correctamente se cumple con el derecho a la educación.

Page 19: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

18

Cuadernos Pedagógicos

Pero, no basta con educar para darse por satisfecho en este punto. Se requiere propiciarla toma de conciencia sobre el derecho a ser educado y sobre el derecho a educar quedebe ejercerse en relación con las personas que lo necesitan, que son todas. No basta conejecutar el proceso educativo general, enseñar, aprender. Hay que añadirle la reflexiónexplícita sobre el derecho a la educación. De inmediato, debe cobrarse conciencia de quese requiere extender ese proceso a todos los derechos humanos.

El derecho a la educaciónEl derecho a la educación, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos

Humanos, nos impone obligaciones morales y jurídicas6 amplias. “La educación —seconsagra ahí— tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y elfortalecimiento del respeto de los derechos humanos…” Numerosos instrumentosjurídicos de valor nacional o internacional refuerzan esta obligación primaria. Sinembargo, no es del caso reducir el tema a un asunto de normas jurídicas, sean éstas devalidez universal o nacional. No obstante la importancia que ha de concedérseles, lassolas necesidades del desarrollo humano que se experimentan en casi todo el mundo, elsentido común, y la experiencia interna que nos lleva a desear la justicia, fundamentansobradamente la preocupación por este tema.

El derecho a la educación presenta una serie de rasgos que conviene destacar, porqueaclaran la forma en que debemos hacerlo efectivo. Entre ellos, sobresalen los siguientes.

1. El derecho a la educación es determinante para el cumplimiento delos otros derechos humanos

El incumplimiento del Derecho a la Educación se nutre de sí mismo. A medida queaumenta el déficit en el cumplimiento de este derecho, disminuyen los esfuerzos de unasociedad por lograr su cumplimiento. La sensibilidad frente a las violaciones de losderechos humanos, tiende a aumentar con el nivel de educación de un pueblo. El empeñoen que se respeten también.

Los derechos humanos no pueden verse sólo como una oposición bipolar entrequienes los afirman y los que los violan. Si bien esto ocurre cuando se da un régimentiránico que oprime a una sociedad sana, lo normal es que las trasgresiones ocurran enun medio que las propicia. No ha de extrañar que en medio de la ignorancia crezcan lasviolaciones de todos los demás derechos humanos y que en una sociedad bien formada,tiendan a disminuir.

Aún cuando durante el Siglo XX conocimos excepciones a esta regla, el principiogeneral sigue siendo válido. No ha de extrañar que en la conciencia moral del mundo, la

6 Artículo 26, aparte 2.

Page 20: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

19

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

gravedad de las violaciones a los derechos humanos que se han dado en países conniveles educativos superiores, sorprenda e indigne mucho más. El asunto también tieneque ver con defectos en la calidad de la educación. El nivel, medido en años deescolaridad o en conocimientos, sólo garantiza una parte del éxito.

Una excelente educación desde el punto de vista pragmático, bien puededesentenderse del asunto central de los valores y aún nutrir a la juventud de erroresgraves, de concepciones atentatorias de principios fundamentales, como el respeto paratodas las personas. En estos casos, debemos reconocer que no estamos en presencia deuna educación cualitativamente aceptable, aún cuando resulte eficaz, en muchosaspectos. Las consecuencias de una situación como la planteada pueden ser funestas.

2. El cumplimiento del derecho a la educación resulta determinantepara su propio cumplimiento

Cuando se cumple a cabalidad el derecho a la educación, complementariamente a loseñalado en el punto anterior, él mismo se beneficia de ello. Porque se trata de underecho cuya violación se nutre de sí misma y cuya realización reafirma sucumplimiento, no sólo en el beneficiario directo sino en quienes se relacionan con él. Enotros términos, la ignorancia y la falta de preparación para la vida, engendran másignorancia y más debilidades en la sociedad y en las personas. La educación y lacapacitación para enfrentar las la vida, fomentan la educación y la necesidad de formarmejor.

Se trata de un proceso de complejidad creciente que se manifiesta en los individuos yen general en la sociedad. El nivel educativo creciente genera necesidades educativasmás complejas. Esta tendencia debe encontrar respuesta, pues de otra manera seconvertirá en una fuerza destructiva nutrida por la frustración. Este rasgo de la educaciónabre oportunidades extraordinarias —aquí se origina la mayor parte del progresohumano— y las cierra cuando el impulso ascendente no encuentra salida apropiada. Lossistemas educativos no deben olvidar esto y abrir posibilidades apropiadas a unapoblación heterogénea en sus gustos y necesidades. Nunca, eso sí, las opcioneseducativas deben dividirse en las que se ofrecen a los pobres y las que se ofrecen a losricos.

3. El derecho a la educación tiene fuerza expansiva

De lo anterior se concluye que los fenómenos educativos tienen fuerza expansiva.Más aún, bien podemos decir que el cumplimiento del derecho a la educación genera uncrecimiento con aceleración creciente en relación con él mismo y con otros derechoshumanos. Puede ser que al principio no lo percibamos, por la pequeñez de las

Page 21: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

20

Cuadernos Pedagógicos

magnitudes, pero al llegar a cierto punto, su fuerza se hace evidente. En las sociedadesen que la formación alcanza niveles aceptables, esa condición tiende a confirmarse en lasgeneraciones que van surgiendo, y en otras personas coetáneas que se habían quedadorezagadas. La formación exitosa, despierta en las personas la conciencia de que lacantidad y la calidad de la educación deben aumentarse y transmitirse a la descendenciay también al prójimo. Y esto no se detiene en el plano de los principios, pues tiende aconvertirse en acción.

En grandes sectores de la población, persiste la creencia fundada en una largaexperiencia colectiva, de que conviene educarse para vivir mejor. Los planteamientosconservadores que consideran la ignorancia relativa un valor (de carácter productivo,económico), y otros prejuicios propios de quienes no se han educado correctamente, nohan desterrado esta convicción tan extendida y que ha sido confirmada por losinvestigadores de la materia.

De sobra es sabido, e incluso documentado en muchos países, que existe una relaciónentre oportunidades económicas para las personas y su nivel preparación7. A nadieextrañará que la relación entre nivel de educación e ingresos constituya “un resultadoempírico persistente”8 en estudios que se han realizados en diversos períodos y países.La pobreza es fuente de injusticias, y causa de muchas formas de discriminación. Poreso, el cumplimiento del derecho a la educación impulsa la consolidación de los otrosderechos humanos.

4. La educación es un derecho de cumplimiento interactivo

La educación fomenta de manera natural la relación entre personas. Induce siempre ala convergencia social. Esa relación, intensa en ciertos períodos y más diluida durante elresto del tiempo, se dará siempre. La imagen de que la educación es un proceso deaislamiento es errónea, por lo menos para la gente normal. Las cosas ocurren alcontrario. La reflexión solitaria es sólo un momento que nos exige, de manera natural,un segundo momento de relación, de comunicación.

Y aún en el primer caso, es normal que quien medita se invente un interlocutorimaginario. Educarse comporta educar, y toda persona bien educada, conciente oinconscientemente, extiende los beneficios de la educación a quienes tiene cerca. Lasociedad, en un proceso no siempre bien enfocado, para bien y para mal, no interrumpejamás su acción educativa. La gente transmite la “sabiduría” popular, técnicas para lasolución de problemas, una visión histórica colectiva, etc. Esto es consecuencia de lacondición social interactiva de la educación.

7 Larrañaga, O. Educación y superación de la pobreza en América Latina y el Caribe, op. cit. pág. 6.8 Idem.

Page 22: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

21

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

5. La educación es un derecho que demanda esfuerzos económicos yhumanos de grandes proporciones

A menudo se nos prometen amplias oportunidades educativas sin necesidad de que elEstado invierta grandes recursos. Puede ser que esto ocurra muy excepcionalmente. Laeducación cuesta mucho menos (proporcionalmente) que los aviones de guerra apropulsión y que el mantenimiento de los grandes ejércitos. Pero, esto no quiere decirque se pueda salir del paso de cualquier manera. Una educación de calidad demandarecursos humanos y materiales muy superiores a los que se dedican en la mayoría de lospaíses.

El derecho a la educación

1. El derecho a educación se nutre de sí mismo y su debilidad genera más debilidad. Amedida que aumenta el déficit en el cumplimiento del derecho a la educación,disminuyen los esfuerzos de una sociedad por lograr su cumplimiento.Correlativamente, podemos afirmar que en la medida en que se satisfaga el derecho ala educación, mayor impulso generará la sociedad hacia su satisfacción y efectuará másrealizaciones, en ese campo. En lo individual, las personas desean obtener máseducación en la medida en que se educan y sus posibilidades de satisfacer susnecesidades en este campo crecen conforme se van satisfaciendo.

2. Los logros en el cumplimiento del derecho a la educación se extenderán a otrosderechos humanos. El derecho a la educación se encuentra en la base del cumplimientode todos los demás derechos humanos, con independencia del tipo o de la “generación”a que pertenezcan. La buena educación ilumina las zonas de incumplimiento de losderechos humanos y hace evidentes las injusticias.

3. Difícilmente, se encontrará un derecho humano con mayor potencial de expansión, queel derecho a educarse. Esto es altamente positivo. Quienes sobrepasan el umbral de laignorancia están en camino de buscar más oportunidades de formación para ellos, parasus descendientes y aún para quienes los rodean. La sociedad en su conjuntoexperimenta un dinamismo creciente que pide más educación conforme la gente seeduca. Esto conduce a que los sistemas de formación tengan que hacerle frente anuevas demandas de forma ininterrumpida.

4. El derecho a la educación tiene un elemento socialmente convergente que se pone demanifiesto conforme se hace efectivo. En el proceso de su cumplimiento tiende aasociar a las personas, a integrarlas. La educación por esencia es colectiva, ocurre engrupo, en los contactos entre los seres humanos.

Page 23: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

22

Cuadernos Pedagógicos

Aún cuando la inversión no sea completamente racional y se desperdicien recursos,el gasto público en educación es en sí mismo un índice de desarrollo. Esto no nos relevade la obligación de intentar, por un imperativo ético, que toda inversión destinada alograr el cumplimiento de objetivos sociales, particularmente en el sector educativo, seefectúe de manera meditada y estricta. La oferta de métodos educativos baratos, tiendea ser una estafa que ensancha las diferencias entre pobres y ricos, sean estos, países opersonas.

La toma de conciencia de los derechos humanosHemos dado razones suficientes para justificar la necesidad de que la escuela tenga

entre sus intereses primarios la educación en el campo de los derechos humanos. Desdeel punto de vista de la teoría pedagógica, esto no elimina problemas, sino que los crea yen buena hora. Lo que aporta una buena educación (conocimiento, cierta dosis desabiduría personal y sensibilidad para los valores, desarrollo de habilidades en camposespecíficos, entre otros componentes), según hemos visto, produce un fenómenomultiplicador del convencimiento de que hay que educar.

Para la sociedad resulta fundamental cobrar conciencia del fenómeno educativo entodas sus facetas. Para niños y jóvenes lo es también por razones éticas y como métodode educación. Por eso la escuela no puede permanecer al margen de este proceso dereflexión sobre la vida educativa y sobre los derechos y obligaciones que comporta.Pero, hay que tener claro que este fenómeno no es cosa sólo de maestros, debeextenderse a los estudiantes mismos, ya se trate de la población infantil, adolescente oadulta. Por ello, el educador debe orientar a los alumnos hacia la toma de conciencia dela existencia de los derechos humanos y de la imperiosa necesidad de que se haganefectivos en todo momento.

No sólo es fundamental cumplir con el derecho a la educación abriéndoleoportunidades de formarse adecuadamente a todas las personas, disponer de escuelas,lograr que la juventud permanezca en ellas productivamente, que haya buenos maestros,etc. Hay que dar otro paso. Incluir también los derechos humanos como partefundamental de la educación que se imparta. La importancia de obtener logros en estatarea es urgente, y para lograrla hay que aprovechar las características de la educación,que ya vimos; su carácter generador, expansivo y multiplicador de la eficacia de losderechos humanos y de ella misma.

Pero, además debemos tener en cuenta algunas particularidades de la educación cuyoconocimiento permite enfocar la vida educativa de manera más completa:

Page 24: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

23

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

a. La educación es el único derecho humano que se ocupa de los otros, que loscubre a todos, sin excepción.

Hay una unidad necesaria entre los distintos derechos humanos que hace el temaindivisible. No se puede educar sólo en unos cuantos derechos humanos sin educar entodos. Educar en derechos humanos comporta aumentar la conciencia de los beneficiosmorales y el enriquecimiento colectivo que se derivan del respeto por las personas. Esasrealizaciones se extenderán a cada uno de los derechos humanos y aumentarán la calidadde la educación en todos los aspectos. Al negar el derecho a la educación o permitir quese realice de manera pobre o inadecuada, vamos a tener efectos negativos que semultiplican. Con la mala educación se niegan al mismo tiempo el derecho a la educacióny todos los demás derechos humanos, con independencia de su tipo o generación.

b. Sin educar en general, sin formar bien a las personas, ni se cumple con elderecho a la educación, ni se educa en derechos humanos de manerasatisfactoria.

La formación es una. Los temas ligados a los derechos humanos son casi todos losque conforman una educación completa. Temas en apariencia muy alejados delcumplimiento de la ética social, terminan por mostrar un ligamen importante con ella.Las ciencias, las letras, las artes, todo guarda relación con la libertad, con los deberespara la integridad de las personas, con la dignidad del ser humano.

c. Para el sistema educativo resulta fundamental destacar en el proceso educativola dualidad derecho-obligación que comportan los derechos humanos.

La correlación entre prerrogativa y deber no debe desatenderse nunca. No porquehablemos de derechos, estamos dejando de lado los deberes paralelos que generan. Enprimer lugar hay que enseñar que los derechos humanos pueden ser atropellados porcualquiera y que cada individuo es guardián de la dignidad de todas las personas. Elaprecio por mi propia dignidad debe de servir de marco para entender la necesidad derespetar la de los otros.

d. La educación en materia de derechos humanos no debe ser vista como ladifusión de un grupo de consignas que se difunden fácilmente.

La verdadera educación —eso hay que tenerlo claro— no es propaganda, no eseslogan, no es divulgación superficial. Ni siquiera es información. Sólo cuando se da unatransformación interior positiva, se ha educado. Esto hay que tenerlo muy presenteporque muchas de las propuestas educativas que se suponen más modernas, se reducen

Page 25: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

24

Cuadernos Pedagógicos

a clamar porque se introduzca el acceso a la red en las escuelas. Igual ocurrió en elpasado cuando se proponía que se introdujese el libro en la vida escolar. Nadie sensatopodía oponerse a hacerlo, pero todo el mundo se preguntaba, así ocurrió siempre con lasbibliotecas escolares, cuáles libros se pondría a disposición de quienes venía a leer, paraqué se usarían, y, sobre todo, cuales serían los criterios de orientación para el alumnadoque se enfrentaba a una biblioteca. Ni que decir cuando se trataba de una bibliotecaenorme que es lo más parecido a Internet. ¿Basta el azar par moverse en la masa deinformación disponible? Sin una cultura sólida que sirva de respaldo es fácil perderse ycaer, por ejemplo, en un punto que enseña más bien la violación de los derechoshumanos.

La buena educación —muy en particular la educación en derechos humanos—,enseña a jerarquizar. La educación de calidad es un proceso articulador, ordenador de loscontenidos de nuestra conciencia que ordena, que articula y permite seleccionar con baseen criterios bien pensados; ello permite establecer prioridades. El conocimiento esfundamental cuando trasciende el carácter de dato y se integra real o potencialmente enun sistema de comprensión ligada a valores. Por eso, los derechos humanos comoconjunto de principios éticos y su práctica, resultan inseparables de una buenaeducación. Las frecuentes contradicciones que plantea la vida entre distintos derechos yobligaciones, nos obliga a establecer prioridades para resolver el conflicto, es decir, ajerarquizar de acuerdo con valores.

Aspectos orientadores para el cumplimiento del derecho a laeducación en derechos humanos

A continuación ofrecemos algunas orientaciones que podrían da respuesta a aspectosde la educación en derechos humanos que se plantean con alguna frecuencia.

1. Una educación general, aún siendo satisfactoria, no garantiza la formaciónadecuada en derechos humanos.

Una de las primeras preguntas que se plantea cualquier persona que se ocupe de estostemas, es si una educación de calidad garantiza, por sí misma, la formación en derechoshumanos. Se piensa que si se ofrece una formación general satisfactoria, el asunto de losderechos humanos viene por añadidura. La respuesta es simple y en algún sentido ya fueadelantada, no hay que dar por supuesto que la gente, con la sola participación en elproceso educativo, seria y respetuosamente realizado, cobra conciencia de susobligaciones y de sus derechos fundamentales.

Si no se fomenta la formación específicamente en el campo de los derechos humanos,se corre el riesgo de tener al final del proceso educativo formal, gente que domina muy

Page 26: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

25

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

bien ciertos campos de la actividad humana, pero que resulta insensible a la mayoría delos temas de ética social. Ya pusimos el ejemplo de sociedades que participaron muymasivamente durante el siglo anterior, en actos violatorios de la integridad física y de ladignidad humana, a pesar de que su nivel educativo era de los más altos del mundo. Noes extraño que los grandes tiranos sean personas que supuestamente se han educado“bien”.

2. El buen ejemplo es una extraordinaria fuente de enseñanzas, pero no siemprebasta.

No es para nada seguro que en materia de educación, especialmente en lo que atañea derechos humanos, baste con el ejemplo. El ejemplo vivido es un excelente incentivo,pues los modelos humanos tienen en educación un valor extraordinario. Sin embargo, serequiere elaborar los temas dentro de la idea de que la escuela y la sociedad debenmantenerse en un proceso de conciencia creciente de lo que hacen y de cómo lo hacen,particularmente cuando se trata de derechos humanos.

Pero además, y por desgracia, la conducta injusta se fija más fácilmente que la justa.Mientras vidas ejemplares pasan inadvertidas, nunca la violación, que obviamente noqueremos para nada, pasa inadvertida para las víctimas. El atropello deja una concienciamás duradera que la vida ordinaria que transcurre dentro de la normalidad y lacorrección. En esta materia ocurre lo mismo que con la paz. La reflexión sobre su valorse produce a menudo cuando se interrumpe y en tiempos de tranquilidad, casi nadie sedetiene a pensar en ella. La toma de conciencia en materia de derechos humanos resultafundamental para prevenir conflictos.

3. Una buena formación en materia de derechos humanos no dispensa de lanecesidad de una buena formación en términos generales.

La lucha por la calidad de la formación que reciben los ciudadanos debe mantenerseincesantemente, por razones éticas y por conveniencia social y aún individual. Es larealización auténtica del derecho a educarse. Sin duda, la mejor formación en el campode los derechos humanos se inserta en una educación de gran calidad.

Pero, esto no debe servirnos de pretexto para posponer la tarea de formar en lorelativo a derechos humanos a la espera de un desarrollo perfecto de la escuela.Estaríamos atrasando ese proceso de perfeccionamiento, pues sin derechos humanos lacalidad de la enseñanza sería más imperfecta aún. Ni es posible concebir una buenaeducación que no considere los derechos humanos, ni es posible una buena formación enderechos humanos sin el apoyo de una buena educación. Es seguro que, con frecuencia,el ideal no se realiza plenamente, pero tenemos que aproximarnos a él, tanto como seaposible.

Page 27: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

26

Cuadernos Pedagógicos

4. El tema de los derechos humanos debe formar parte del currículo, comomateria específica, o como parte de otras materias.

A veces se ha querido presentar estas dos posibilidades como si fuesen incompatibles.La alternativa es falsa, pues se debe hacer ambas cosas. Ninguna materia, ni ningunaactividad dentro de la escuela deben desaprovecharse para fortalecer y enriquecer lo quepodríamos llamar una verdadera cultura de los derechos humanos. Más aún, todos losprofesores deben de tener responsabilidades en este campo. Y así debe ser porque laescuela tiene que tener una gran unidad en torno a los objetivos éticos.

No es posible concebir una formación adecuada si en una sala de clase se estudia eltema de los derechos individuales y en las demás se muestra insensibilidad ante susviolaciones. Las divergencias en este campo son graves, muy particularmente ensecundaria, pues el adolescente somete constantemente a prueba el sistema paradescubrir si en él hay incoherencias.

En muchas materias se deben abrir capítulos específicos sobre estos asuntos. Yademás, como lo hemos señalado de paso, el ejemplo vivo de los profesores debereforzar la consideración teórica de todos los aspectos de ética social que enfoque laescuela.

En todo caso, la interiorización de conceptos y de experiencias ligadas alcumplimiento de los derechos humanos hay que anticiparla en la escuela, de maneraexplícita y clara. Al extender la conciencia positiva de los derechos humanos, se previeneen una sociedad la conciencia traumática que conduce a la apropiación interior de lanecesidad de garantizar esos mismos derechos, en medio de su violación. Deseamos quenuestros niños, nuestros jóvenes y aún nuestros adultos, cobren conciencia de lanecesidad que los derechos humanos se cumplan a cabalidad en un espacio educativo yno en una cárcel.

5. La formación de los maestros constituye un aspecto clave.

Muchas de las dificultades que presenta la vida educativa en materia de derechoshumanos, podrían ser fácilmente solventadas si se pusiera mayor énfasis en la formaciónde los maestros. Un buen profesor, con conciencia clara de lo que debe hacer en relacióncon el tema, suple todas las demás deficiencias que presente la escuela. Pero, nodebemos esperar que la eficiencia de los educadores ocurra por milagro. Con planes deformación y de actualización adecuados se avanzará con paso seguro en la direccióncorrecta.

Page 28: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8

27

Educación en derechos humanos con el derecho a la educación

Nuestro planteamiento ha girado muy significativamente en torno a la necesidad dedesarrollar una conciencia creciente del tema de los derechos humanos en los individuosy en la sociedad. Este proceso de interiorización debe realizarse de manera muyparticular en la escuela. Sobre esa toma de conciencia se podrá construir mássólidamente una visión más justa del mundo. El maestro debe constituirse en líder de eseproceso no sólo en la escuela, sino ojalá en la comunidad. Recordemos que el asunto delos derechos humanos no es sólo una teoría. Es además práctica diaria, disciplinapersonal, capacidad de exigir y de dar. Estas cosas sólo se pueden lograr transformandoa los seres humanos. Sería bueno empezar por los maestros.

Debemos trabajar en el tema de los derechos humanos de varias formas:

1. Abordándolo explícitamente y creando conciencia de las razones que hay para hacerlo,de la manera cómo se va a proceder, de lo que se aspira lograr y abriendo espacio alestudiante para que ayude a construir el tema, como si él fuera educador.

2. Introduciendo en el currículo temas y materias específicas. Esto tiene la ventaja deconferirle unidad al abordaje del asunto.

3. Aprovechando las oportunidades que da el currículo, aún en materias diferentes. Laeducación es un esfuerzo unitario y la ética (los derechos humanos son asuntoprioritario dentro de un planteamiento ético sólido) no se puede separar de ningunamateria.

4. Valiéndose de experiencias extraídas de situaciones concretas reales. La vida diaria esun semillero de oportunidades para la formación en este campo.

5. Destacando los ejemplos vivos de conductas en las que se manifiesta el cumplimientopleno de los derechos humanos y, eventualmente, de su incumplimiento.

6. Desentrañando las manifestaciones de la cultura para mostrar la violencia, el prejuicioy la discriminación que comportan de manera explícita, pero, sobre todo, de maneraimplícita.

Page 29: Instituto Interamericano de Derechos Humanos | Página ......Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003. 28 p. ; 21.5 x 28 cm. (Serie Cuadernos Pedagógicos) ISBN 9968-917-02-8