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Hitos del Bicentenario

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Opinion, diario de circulacion nacional

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StaffConsejo EditorialEdwin Tapia FrontanillaFederico Sabat LaraGraciela Méndez deEscobarAntonio Rivera Mendoza

EditorJoel Vera ReyesPeriodistasDavid OvandoTatiana CastroZulma Camacho

Jefe de DiseñoJulio Escóbar HuancaArmadoBladimir Rocha V.ArtesIsmael Escóbar Huanca

ColaboradoresHumberto SolaresEdmundo ArzeDennis RicaldiWalter Gonzales

Foto archivos Torrico,Crespo y Morris.

CorrecciónDavid Ledezma RamírezRené Escóbar Peredo

ComercializaciónCarla Schnurpfiel

ImpresoCoboce Ltda, Editora Opinión

x4ANTROPOLOGÍAEl valle de Cochabamba antes de la colonia española y el mosaico étnico.

8HISTORIALos momentos “clave” para entender el gritolibertario de 1810.

11DATOSEl triunfo de los rebeldes y los 70 hechos arma-dos donde participaron cochabambinos.

12HISTORIA La participación indígena a lo largo del procesolibertario nacional.

16-20MOMENTOS DECISIVOSUna vista desde el valle sobre hechos históri-cos como las guerras del Pacífico y del Chaco.

22-23PROCESOSCochabamba, su gestión y resistencia en la re-volución del 52 y las dictaduras militares.

26-42DESARROLLOEl crecimiento urbano de la ciudad, sus trans-formaciones, el surgimiento de sus barrios ylos retos del nuevo siglo.

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46-47ZOOMEl legado religioso de la corona española que aúnvive en nuestras calles. Un recorrido por las igle-sias y templos católicos del casco viejo.

HITOS DEL BICENTENARIO

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x48TRADICIÓNEl antiguo Hospital Viedma ysu aporte a la medicina na-cional. Sus orígenes y la his-toria de su estructura.

x50PERSONAJESLa semblanza de una revolu-cionaria que murió apoyan-do la rebelión. Doña ManuelaRodríguez Terceros, historiade la esposa de un héroe.

x51PERSONAJESLos pensadores políticos co-chabambinos más influyen-tes de la historia.

x56-57ZOOMUn viaje en el tiempo para re-cordar los mágicos atarde-ceres del río Rocha.

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32-33FOTORREPORTAJELas obras públicas y los emprendimientos privados que han mo-dernizado la estética urbana de la ciudad.

Antecedentes BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 3

as ideas y los hechos con que la gente celebra doscien-tos años de independencia, dependen del ámbito enque cumple su función histórica y de los medios de losque dispone. Nosotros los encargados de informar, a lasociedad, lo que sucede cada día, expresamos nuestroamor a Cochabamba con revelaciones históricas im-portantes, así como con valoraciones cuidadosas, acer-ca de lo que ha sucedido en los dos siglos en que Boli-via y en ese contexto, nuestro departamento, ejercenel derecho de auto determinarse en la proyección infi-nita de su capacidad humana.La edición que hoy entregamos a la comunidad cocha-bambina y nacional, contiene trabajos cuidadosamen-te elaborados, acerca de lo que era nuestro valle antesde la llegada de los españoles. A partir de ese antece-dente fundamental ofrece un conjunto de elaboracio-nes intelectuales para evidenciar lo que sucedió du-rante la república. Quienes lean las páginas de estaedición, encontraran también estudios de los grandesacontecimientos, como la guerra del pacifico, la delchaco y los sucesos político - sociales que han ido for-mando las estructuras fundamentales de nuestro de-partamento.Las apelaciones al pasado, servirán para explicar loque ahora existe y también para proyectar, sobre esabase, lo porvenir. Mas allá de las acciones festivas dediversa naturaleza y proyección que se están realizan-do en estos días, nosotros pretendemos que los cocha-bambinos reflexionemos con la debida profundidadacerca de lo que sucedió, de lo que hicimos y de lo queno hicimos, en ese largo tiempo. Esta es la fecha en laque vale la pena descubrir, con la veracidad y honesti-dad correspondientes, las causas por las que somosuno de los países más pobres y atrasados del continen-te. Sabemos que la situación de cada pueblo, en últimainstancia, no es sino fruto de su propia conducta. Los

factores externos influyen pero, la situación concreta yverificable, es obra del grupo humano correspondien-te.Otorgando su verdadero valor al recuerdo del pasado,lo importante para nosotros, es el compromiso de ho-nor, respecto de lo porvenir. Está bien celebrar losdoscientos años con discursos, repeticiones de aconte-cimientos heroicos, danza, música y también otras ma-nifestaciones culturales menores. Sin embargo, esa sú-per estructura sin un contenido más solido y deproyección en mediano y largo plazo, paradójicamen-te, podría resultar siendo una prueba de nuestra res-ponsabilidad, en el nivel hasta donde hemos llegado.La festividad múltiple y diversa, debe ser respaldadapor un reconocimiento honesto de nuestros errores y apartir de esa acción sincera, de un propósito firme, so-lidario e inquebrantable de transformación profunda.Este es el momento en que debemos proclamar la ne-cesidad de un salto cualitativo de la gente. Si nosotroscambiamos, todo lo demás cambiara como fruto denuestra inteligencia y de nuestro trabajo.Esperamos que el material informativo que hoy en-tregamos, sirva para provocar esa reflexión a la quenos referimos. Los cochabambinos, no tenemos nadaque envidiar a los grupos humanos más adelantados,lo que falta es tomar la decisión y actuar en conse-cuencia. Tenemos derecho a sentirnos orgullosos denuestro pasado y con mayor razón dignos de un futuroen el que, en cada realización objetiva, este claramenteincorporado, nuestro sentido del honor y de la digni-dad. Los dos siglos que han pasado podrían quedar co-mo un tiempo perdido, si a partir de ahora, nosotroslos cochabambinos, no comenzáramos a ser distintos,tanto en las acciones sencillas y cotidianas como en losgrandes desafíos, de los cuales depende nuestra res-puesta a la interrogante esencial de ser o no ser.

LEdwin TapiaFrontanillaDirector

El pasado como base del porvenir deseado

4 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

El poblamiento étnico precolonial de está región es comparable ala gran metrópoli por su diversidad de culturas

El valle precolonialde Cochabamba

DENIS RICALDIAntropólogo + foto Opinión

Entender el poblamiento étni-co de valle de Cochabamba revis-te enorme complejidad, ya quefue resultado de muchas corrien-tes migratorias, en el lapso de mi-les de años.

Éste fue un “mosaico étnico”de una intensa multietnicidad.En los estudios existe relativoconsenso respecto a la composi-ción de la población originariadel valle que estaba ocupado porChuwis, Cotas, Cavis y por unaimportante población de Urus.

Estos últimos habitaban lagos, la-gunas y zonas anegadizas muyfrecuentes en todo el valle de Co-chabamba.

El Valle Alto estaba ocupadopor Cotas y Chuwis, naciones cu-ya presencia data de una antigüe-dad que supera hoy los 2.000años.

En el valle también estabanpresentes naciones o reinos ay-maras, cuyas cabeceras o capita-les se encontraban en el altipla-no, distantes a cientos dekilómetros. Los Sora son una deestas naciones, de hecho sus seg-mentos o ayllus menores (Paria,

Tapacarí, Sipe Sipe y Caracollo),tenían territorios continuos des-de el altiplano hasta el Valle Bajo(Sipe Sipe).

El Valle de Cochabamba for-mó parte del Tawantinsuyu du-rante el gobierno de Tupaq Yu-panqui. El Estado, de acuerdo alas lógicas andinas de ocupacióndel espacio, trasladó Cotas y Ca-vis al valle de Sacaba, Mizque yPocona, al parecer este movi-miento de “gentes” tuvo comomotivaciones el acceso a recur-sos estratégicos y con fines mili-tares. Es en este marco que irrum-pe el colonizador español.

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LA INFLUENCIA DELINCA WAYNA KAPAQ El Inca introdujo importan-tes cambios en los asenta-mientos en el Valle Alto. Enel Valle Bajo mantuvo losprivilegios de los Sora, enla actual región de Sipe Si-pe, pero respondiendo aun lógica estatal mayor. Lapresencia de los Incas seconsolida durante el go-bierno de Wayna Kapaq afines del siglo XV, los Incasreservan tierras para usoexclusivo suyo en la zonadenominada Cala Cala.Tierras que el Inca reserva“para sí”, tenían carácterpersonal, heredables a susfamiliares (panacas) y pa-ra fines económicos.

PRESENCIA DE LOSREINOS AYMARAS Es posible visualizar unescenario en el cual esta-ban presentes todos o lamayoría de la reinos ay-maras del Collasuyu,desde los días de Tiwana-ku, cuya presencia en elvalle está documentada.Probablemente el Inca in-troduce algunos cambiose incorpora en el mosai-co étnico otras nacionesprovenientes del Chi-chaysuyu.

LA PRESENCIA INCANO FUE VIOLENTALa presencia de los Incassignificó cambios pacífi-cos en los patrones deasentamiento y ocupa-ción del espacio, sin em-bargo, formaban parte delógicas andinas basadasen pactos de beneficiomutuo.

ANTECEDENTES& LÓGICA ANDINA

LA DINÁMICA MUL-TIÉTNICA DEL VALLEEl valle de Cochabamba,a fines del siglo XV y par-te del siglo XVI, fue uncomplejísimo mosaicode identidades étnicas,en el cual era imposibleprecisar identidades ofronteras. Las identida-des se modificabanconstantemente en fun-ción a alianzas, pactos yconflictos entre las na-ciones, constantementese producían procesosde etnogénesis que re-configuraban la naturale-za y adscripción étnicade las personas que ha-bitaban esta tierra.

LOS 14.000 MITIMAESDEL SIGLO XVEn el siglo XV Wayna Ka-paq trasladó a Cocha-bamba 14.000 mitimaes(población trasplanta-da), algunos de ellosquechua-hablantes. Ha-bía un importante núme-ro de Qana, afines al In-ca, que establecieron suterritorio continuo enKirkiyawi (actual Munici-pio Bolívar) y otros terri-torios discontinuos (is-las) en parte de Carasa yal noreste de la actualciudad, en una zona de-nominada Qanata.

EL INTERCAMBIO DESORA Y TIWANAKUHay indicadores sobre laexistencia de una fuerteinteracción de los Soracon Tiwanaku, en cuantoa pactos e intercambiode bienes culturales: ce-rámica, textiles e ideas.

Un espacio étnico únicoEN EL MUNDO ANDINOSobre la base de una investigación arqueológi-ca, antropológica y etnohistórica, es posible lo-grar una aproximación al poblamiento étnicodel valle de Cochabamba, que era un espacioestratégico, probablemente único en el mundoandino. Mucho antes de la invasión europea, in-cluso antes de la llegada de los Incas (miles deaños) el valle era una suerte de microcosmoscon un gran pluralismo étnico.

6 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

Durante todo el tiempo de la Coloniase suscitaron fricciones constantes entrela población originaria y los colonizado-res. Estos problemas se mantuvieron a lolargo de los años pero sin representargrandes conflictos, pues los unos esta-ban sometidos a los otros.

En  1730, se produjo el primer levan-tamiento. Los cholos cochabambinos,encabezados por Alejo Calatayud, se al-zaron en armas con lo que despertó la in-surgencia en contra del poder ejercidopor los españoles.

En la sociedad colonial de 1730, losmestizos estaban destinados al trabajo ar-tesanal, oficio que era trasmitido de pa-dres a hijos por generaciones. En estemedio se crió el primer insurgente AlejoCalatayud.

Este mismo año, el virrey Armendáriznombró a Manuel Venero y Valverdejuez revistador de la provincia de Co-chabamba, para que estableciera la ver-dad sobre los impuestos que cobrabanlos corregidores.

En ese tiempo el corregidor debía em-padronar a los indios para que paguennuevos impuestos, pero en esta ocasióntambién incluyó a mestizos y criollos enla lista de los contribuyentes sin respetarlas exenciones y privilegios que les habíaconcedido la Corona. 1730 fue el año enel que Alejo Calatayud se subleva ante elpoder español pidiendo libertad e igual-dad. Tres mil es el total de personas queparticiparon en la revuelta.

Con la nueva imposición se dio uncambio radical en la sociedad. Cada tri-buto personal era incrementado por elCorregidor y las mercancías repartidasno eran objetos que requería el indio pa-ra su vida y sus actividades: repartíantinteros y libros a quienes no sabían leera precios elevados. Los  mestizos artesa-nos  debían pagar, para ejercer sus ofi-cios,  gravámenes periódicos y regalíassobre la producción que realizaban.

Durante un tiempo la población so-portó estos abusos.  El cobro de tributossirvió para que los recaudadores enga-ñaran a los contribuyentes pero tambiénal rey utilizando el doble padrón. Con ladesignación de Armendáriz, el pueblocansado de tanto abuso se organizó paraenfrentar el poder arbitrario.

Huayna Cápac, elinca maicero, fueel fundador real de Cochabamba

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LA PRIMERASUBLEVACIÓN AMERICANA FUE EN ESTOS VALLES// W G

WÁLTER GONZALES de “el milagro de Urkupiña ”Ilustración Guamán Poma

Los cochabambinos fuimosoriginalmente un pueblo aymaramuy religioso. Huayna Cápac nostrajo genes cusqueños vía miti-maes quechuas, y después los eu-ropeos nos cristianizaron a fuegoy sangre. Las supuestas fundacio-nes españolas atribuidas a GarciRuiz de Orellana, Gerónimo deOsorio y Sebastián Barba de Padi-lla entre 1571 y 1573, fueron nadamás un desplazamiento colonialdestinado a enterrar la urbe ori-ginal creada por Huayna Cápac,en medio de disputas entre losconquistadores para apropiarsede la ricas tierras agrícolas de losvallunos originarios.

Durante la expansión del im-perio,  que suponía la conquistaquechua desde el Cusco sobre lospueblos aymaras del Collasuyo,los incas emprendieron un pro-ceso masivo de desplazamientospoblacionales conocidos como"mitimaes". Cochabamba estuvoen el centro de esa estrategia lle-vada a cabo durante el incanatode Huayna Cápac, quien gobernóentre 1493 y 1525.

Según la historiadora TeresaGisbert, el emperador HuaynaCápac decidió que el núcleo y ca-beza de playa del imperio para larepartición de mitimaes sería Co-chabamba, pues era "un valle fér-til" . Platt informa que "el inkapudo emprender un vasto pro-

grama de producción maicera enel valle de Cochabamba. Gruposfueron traidos desde fuera delQullasuyo para cuidar los depósi-tos donde se guardaban las cose-chas bajo la dirección de unmiembro de la élite inka. Los ha-bitantes nativos del valle fueronenviados a defender la fronterachiriwana al sureste. Las tierrasasí vaciadas fueron trabajadaspor 14.000 maluri (mitimaes ro-tativos, nr), enviados por losmallkus de todo el Qullasuyu. Lostrabajadores tenían sus propiasparcelas, cedidas por el inka, (... ).En otros contextos, sin embargo,los Charka y los Karakara recibie-ron un tratamiento especial porparte de los inkas; fueron selec-cionados como sus guerrerospredilectos, y liberados de todafaena aparte de la producciónmaicera para el Estado en el vallede Cochabamba" .

El director del Instituto de In-vestigaciones Arqueológicas yAntropológicas de la UniversidadMayor de San Simón (UMSS),David Pereira, sostiene que "en elsector oeste del valle central co-chabambino (área comprendidaentre los actuales pueblos deQuillacollo y Sipe Sipe), el incaHuayna Cápac, organizó un com-plejo mecanismo de distribuciónde tierras y de trabajo para pro-ducir maíz con grupos étnicosaymara-quechuas, habitantes dediversa procedencia, transpor-tando parte del producto al Cus-co y el resto para sostener la pe-

netración del Ejército hacia losvalles del sudeste del actual terri-torio boliviano".

Los vestigios de aquella febrilactividad productiva impulsadapor el Inka, a partir del cultivo in-tensivo de maíz y otros productosbásicos para el mantenimientodel imperio, están a la vista aunhoy. El Departamento de Arqueo-logía ha descubierto y registradomás de 2.500 silos de almacena-miento de gramíneas: gigantes-cas construcciones circulares concimientos de piedra capaces decontener, cada una, entre cinco ydiez toneladas de maíz. Una ma-yoría de los silos se concentra-ban  en Cotapachi, desde dondese organizaba la exportaciónmaicera a los demás territoriosdel vasto imperio.

Como cabe suponer, a tan in-tensa y singular actividad agríco-la correspondía un multitudina-rio movimiento religiosoigualmente sin precedentes.

El principal centro urbano fueKanata, la actual ciudad capitalde esta "llacta" que según la tra-ducción de Gerlad Taylor signifi-ca "lugar donde conviven las dei-dades y sus adoradores". No escasual por ello que, actualmente,Cochabamba sea el centro de im-portantes agrupaciones religio-sas como los Adventistas que ha-llaron en Vinto algo parecido aledén, o los Mormones que cons-truyeron en Queru Queru unbunker antiatómico.

La expansión del imperio fijó en la fertilidad de estos valles elpunto de partida para su gran desarrollo, basado en la gran pro-ducción agrícola, gracias al traslado de miles de personas

Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 7

Los levantamientos que articularon la guerra de la independen-cia se alimentaron por ideas centralistas y conservadoras clasistas

Revoluciones conservadoras

DENIS RICALDIIlustración Cuzqueña “boda de la Ñusta”

Respecto a la naturaleza uorientación que los protagonistas“de los gritos libertarios’’ intenta-ron – de hecho lo hicieron – dar alos movimientos insurrecciona-les en las primeras décadas del si-glo XXI es explícitamente con-servador, trataron por todos losmedios que los “cambiamentos”que se realizaron los dirigiera lagente “honorable”, evitando así laparticipación de la de baja o du-dosa estirpe. Cuando en estos do-cumentos se habla de “pueblo”,en realidad se refiere a quienespueden ejercer la “ciudadanía ac-tiva”, a quienes sabían leer y es-cribir y en general poseían un mí-nimo de bienes o una profesiónliberal, tal como está expresa-mente manifestado en los docu-

mentos oficiales de la época. Losque estuvieran en condición ser-vidumbre o fuesen de infame ori-gen (indígena, negro u otros), es-taban automáticamentemarginados de participar o inclu-sive de deliberar. El uso de la pa-labra “pueblo”, se hace con reser-vas y desprecio, alertando de lospeligros de la intervención, del“populacho” en los asuntos pú-blicos.

En el Acta del 19 de abril de1810, proclamada por la JuntaConservadora de los Derechos deFernando VII establecida en Ca-racas, se lee, que ésta se creó:“porque ya se presentía la fer-mentación peligrosa en que sehallaba el pueblo con las noveda-des esparcidas y con el temor deque por engaño o por fuerza fue-se inducido a reconocer un Go-bierno ilegítimo”. Las mayorías

ignotas eran como un niño quejamás maduraba y requería depaternales cuidados y constantesreprimendas. Por eso se recono-cen como autoridades “legíti-mas” sólo a las surgidas de los Ca-bildos, donde se agrupaban lagente principal, los notables, “losjefes de las corporaciones y noblevecindario”, como dice la decla-ración chilena del 18 de septiem-bre de 1810. Esta lógica es perfec-tamente aplicable a la inspiraciónde todos los movimientos liberta-rios que tienen como escenariohistórico las primeras décadasdel siglo XXI.

Otro elemento digno de to-marse en cuenta, es la evidenciairrefutable de la “primera inten-ción”, de una fidelidad monár-quica y colonial de las élites, asícomo el apego a la tradición.

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EL PENSAMIENTO POLÍTICO, UNA COPIA Respecto a las ideas polí-ticas, es evidente que lasnovedades originadas enotras latitudes, pasabanpor el filtro, conservador,de las sociedades loca-les, para acomodarlas alos intereses de las cla-ses dirigentes. Se adoptaprimeramente la formafederal como correlato ala división administrativacolonial: virreinatos, pro-vincias, capitanías, presi-dencias, etcétera.

ESTADOS UNIDOS FUEEL PATRÓN A SEGUIREn buena medida comoréplica de Estados Uni-dos, nueva y prestigiosanación surgida pocotiempo atrás en NorteAmérica. Las ideas cen-tralistas tienen su origenen la Francia revoluciona-ria y también curiosa-mente en el régimen mo-nárquico. La idea de unrégimen centralista, pro-bablemente era percibi-da para ratificar la hege-monía de Buenos Aires yCaracas respecto a losotros territorios.A su vez, las ideas federa-listas eran coincidentescon hábitos invertebra-dos y con los intereses delas oligarquías locales yregionales, que mirabancon desconfianza el sur-gimiento de centros unifi-cadores.

REPLICAR EL RÉGIMENMONÁRQUICOEl espíritu de las proclamasestá transido de un proyec-to conservador o mejor aúncontinuista, patente porejemplo en el reconoci-miento de la religión católi-ca, apostólica y romana co-mo la oficial de las institu-ciones políticas. Nada dedeísmo, panteísmo de lasreligiones indígenas o afri-canas, peor aún prédicasateas o materialistas. En re-sumen, inclusive la idea, dela tolerancia religiosa eraimpensable.

CONTRADICCIONES& MODELOS

LA INTENCIÓN ERAMANTENER EL ORDENOtro elemento que expli-ca el proceder de losconductores de las gran-des figuras de la inde-pendencia es lo que sedenominó “el comedi-miento contra las pasio-nes”. En primer términoel comedimiento, signifi-ca mantener el ordenimperante, sujetarse alas leyes, evitando los ex-cesos. Posición contra-puesta a la guía de laspasiones que impulsanrevoluciones radicalesprotagonizadas por des-camisados, por chusmaignorante.

PENSAMIENTO Zea señala aterroriza-do la realidad política yde pensamiento enAmérica Latina y lo se-ñala como una razónimportada y que noexistía pensamientopropio. No existía laidea de igualdades.

LA AMALGAMASin embargo, estospensamientos enAmérica se amalga-maron de manerafantástica (LeopoldoZea) y conviven sinreparos ni ascos enun solo espacio y ge-ografía.

CONTRADICCIÓNEsas dos formas depensamiento, en suescenario de origenEuropa: liberalismo yromanticismo fueronmomentos sucesivosy contradictorios entránsito de las socie-dades en el tiempo.

EL “PUEBLO”Para los “revoluciona-rios” el “pueblo” eranlas clases blancas aco-modadas y en condi-ciones de suplantar alespañol. Los indios,que eran mayoría co-mo hasta hoy, eran ca-si un activo fijo.

PARA

TOMAR EN

CUENTA

Fusiones.“Liberales y con-servadores seamalgaman enAmérica sinascos ni reparos,no hay razónpropia”

Leopoldo ZeaFILÓSOFO MEXICANO

CONSERVADORESCreer que las pasionesconducen a aventuras,que son un salto al va-cío, inadmisibles parala razón, por supuestoes una racionalidadconservadora, opues-ta a la razón ilustradao liberal.

8 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

SIMÓN BOLÍVAR (01 - 1826)“Cochabamba tiene que ser la sede degobierno y capital de Bolivia, porqueeste prodigioso lugar de la patria, seconstituye en el núcleo vital de la na-ciente República por sus condicionesgeopolíticas, su clima agradable, suabundante vegetación y otras venta-jas”.GACETA DE BUENOS AIRES

(20-11 - 1810) : ”El Alto Perú será li-bre porque Cochabamba quiere que losea…”ESTEBAN ARZE (14 noviembre

de 1810): “Valerosos cochabambi-nos; ante vuestras macanas, el enemi-go tiembla, viva la Patria!”

“Llamaos patriotas todos, tened lagloria y satisfacción de que las armasde la Patria han triunfado y triunfaráneternamente”.LEYENDA DE LA BANDERA DE

COMBATE (1811) “Valor constanciacontra la tiranía quedando sus hijos sinlos opresores se nos presenta con se-guridad el paso a la cumbre de la liber-tad en momentos de cautividad tiem-po allegado de respirar hoy”. Fuente:Periódico el Republicano, Cochabam-ba 22 de julio de 1925, Vol. # 15, heme-roteca municipal de Cochabamba.MANUELA GANDARILLAS (27-

5 -1812): “Si no hay hombres paradefender nuestra patria aquí estamoslas mujeres de Cochabamba para salira afrontar al enemigo”.RAMÓN RIVERO (09 - 1914) :

“Cómo me enorgullezco de recibirvuestro legado para tenerlo en esta tie-rra de las flores y cuánto nos enorgu-llece a los cochabambinos que las mu-jeres de Cochabamba sean siempre loque fueron en la historia”, al iniciarobras del portal de El Prado.FRANCISCO DEL RIVERO (14-

09 -1810): “… Hijos míos, os quierenmandar a combatir contra la patria…no saldréis de aquí sino conmigo y pa-ra defender a nuestra patria con las ar-mas…”MARIANO ANTEZANA (11 -

1811): “Noble y valerosos vecindariode Cochabamba, nada es más justo quepremiar al mérito, así como nada esdebido que castigar el delito...”

Momentos “clave”para entender larevolución del 14 deseptiembre de 1810

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FRASES CÉLEBRESDE PERSONALIDADESSOBRE LA GESTA LIBERTARIA DECOCHABAMBA// E A

EDMUNDO ARZEhistoriador + ilustración J. Tadeo Andrade

El entonces gobernador de Vi-lla de Oropesa (Cochabamba)Joseph Gonzales de Prada, muypreocupado por los primerosatisbos de insurrección popularen Cochabamba, ordenó  el acuar-telamiento de toda la tropa rea-lista e instruyó redoblar la vigi-lancia, con la orden de impedir oliquidar cualquier indicio que se-ñalase acciones contrarias a lascotidianas impuestas por la coro-na española, antes del 14 de sep-tiembre de 1810.

El primer grito libertario enAmérica se dio el 25 de mayo de1809 en Sucre. Posteriormente,el 16 de julio del mismo año, en laciudad de La Paz, se replicaronlas acciones de mayo dando ini-cio al proceso libertario de Boli-via y de todo el continente. Mien-tras, había comenzado a germinarla semilla de la independencia enCochabamba.

Al mismo tiempo, el Goberna-dor español dispuso la marchade  300 hombres a la Villa deOruro, al mando del teniente co-ronel Francisco del Rivero, el ca-pitán Esteban Arze y el alférezMelchor Guzmán. La misión en-comendada por el Ejército rea-lista era  extinguir  amenazas deinsurrección indígena, encabe-zada por el bravo cacique orure-ño Titichoca. Sin embargo, lahistoria daría un vuelco paratransformar a los villanos en hé-roes y para abrir las puertas de lalibertad, antes de sellar el cerrojo

de la dependencia.

PATRIOTAS REBELDES Al retor-nar de Oruro, la “misión realista”integrada por Rivero, Arze yGuzmán, comenzó a mostrar yasumir una conducta patrióticapara convertirse en los principa-les gestores de la revolución del14 de septiembre de 1810.

La tropa procedente de Oruroya no ingresó a la Villa de Orope-sa (Cochabamba). Se dirigió alvalle de Cliza y luego a Tarata,donde el movimiento maduró  yse mostró el genio de EstebanArze para levantarse y lucharcontra el Ejército realista.

EL CUARTELAZO En la madruga-da del 14 de septiembre de 1810se produjo el primer ataque delos patriotas rebeldes, encabeza-dos por Francisco del Rivero, quederrotó en una primera instanciaa los centinelas de la Guardia re-alista; los patriotas ingresaronviolentamente en el cuartel paraapresar a los oficiales del Ejérci-to español que, a esa hora de lamadrugada,  aún estaban dur-miendo.

En la medida en que comen-zaban a ocupar todo el cuartel,algunos oficiales del Ejército re-alista increpaban a los rebeldescomo “traición al rey de EspañaFernando VII”; pero los patriotasinsurgentes no se doblegaron  yno dudaron un solo instante paralograr su objetivo.

REFUERZO OPORTUNO Cuando latropa rebelde comenzaba a debi-

litarse, en el interior del cuarteltomado, irrumpió el segundogrupo de patriotas encabezadopor Esteban Arze, quien habíaorganizado en los días previos al14 de septiembre, tropas contra-rias a la corona española en el va-lle de Tarata, Punata y Cliza jun-tando campesinos y peones delas haciendas.

Fue así que las fuerzas rebel-des avanzaron con paso triunfalhasta consolidar la toma del cuar-tel y la derrota del Ejército rea-lista. Horas después, mucha gen-te  comenzó a salir de sus casaspara congregarse en la  PlazaMayor  (plaza 14 de septiembre)con estribillos y proclamas de li-bertad  y de una patria indepen-diente.

EL CABILDO En medio de la eufo-ria popular se organizó el granCabildo de la  victoria históricadel 14  de septiembre de 1810. Suprimera resolución  fue el desco-nocimiento y posterior confina-miento del gobernador españolJospeh Gonzales de Prada y elnombramiento por unanimidadde Francisco del Rivero comonuevo Gobernador Intendentede la instaurada Junta Revolu-cionaria y, como Comandante delas Armas Revolucionarias a Es-teban Arze.

En este gran cabildo del 14 deseptiembre de 1810, sobresalió elsacerdote Juan Bautista Oquen-do, al constituirse en un brillanteorador del cabildo para procla-mar la libertad de los cochabam-binos.

De realistas a patriotas rebeldes, ésa fue la característica delos misioneros responsables de defender la corona española, que terminaron gestando la insurrección de Cochabamba

El dolor de Hamiraya// Ítala de MamánHistoriadora

a Batalla de Hamiraya, denominada también la batalla de SipeSipe, ocurrida el 13 de agosto de 1811, puede ser entendida en suverdadera dimensión si se analiza los sucesos anteriores que tie-nen como punto de partida la derrota de las tropas patriotas en elDesaguadero (zona limítrofe con la actual República del Perú) enla batalla de Guaqui el 20 de junio de 1811. En esta batalla se en-frentaron las tropas realistas, provenientes del Virreinato del Pe-rú, al mando de Goyeneche, con las tropas patriotas conforma-das por el primer ejército auxiliador de las provincias del Río dela Plata dirigidas por Balcarce. Pese a la importante participaciónde Francisco del Rivero y de las tropas cochabam-binas, la derrota fue inevitable, temiendo a partirde ese momento la invasión a Cochabamba porGoyeneche que ya había dado muestras de extre-ma crueldad en la represión del movimiento de LaPaz del 16 de julio de 1809.

Pese a estas circunstancias adversas, el 18 dejulio Rivero envía una carta a Goyeneche donde leconmina a retirarse a los límites del virreinato deLima porque, de lo contrario, a medida en que seaproxime con su ejército a estas provin-cias podrán ser víctimas sangrientasdel furor de los pueblos; le advierte quesaldrán a oponerse a su ejército tantoscombatientes como puedan haber. Enestas críticas circunstancias, el Cabildopide desesperadamenteayuda en armas yhombres para ha-cer frente a lastropas perua-nas que, sinduda, in-

gresarán a Cochabamba por todos los antecedentes de la partici-pación de la provincia rebelde en los sucesos revolucionarios.

La preocupación de Rivero por la participación de una mayorcantidad de gente en este enfrentamiento que decidía la suertede la provincia de Cochabamba se evidencia en el documento en-viado por Rivero al partido de Mizque (documento cuya copiaentregara el señor  Alcalde al Honorable Concejo Municipal eldía 15) en el que Rivero refleja la preocupación de esos angustio-sos días.

Los temores de Cochabamba se hacen realidad: Goyenechedispone la invasión a Cochabamba y, el 2 de agosto de1811, envía al Gobernador Intendente de Cochabamba yal Cabildo un oficio en el que les manifiesta que “por laobstinación de algunos pocos hombres sin juicio ni cri-terio, ni amor a sus semejantes, no me queda otro arbi-trio que remitir la cuestión a la suerte de las armas”.

El 6 de agosto, la junta gubernativa de Cochabamba,preocupada por la declaración de guerra a la provinciarealizada por Goyeneche había enviado un oficio a laPlata para que luego lo pasaran a Potosí, en el que plan-teaban la estrategia de defensa: Cochabamba tiene 6.000hombres situados en la zona de Arque, 4.500 en Tapaca-rí fuera de otros 1.000 que guarnecen la entrada de Ayo-paya. Saben que Goyeneche levantó su campo de Oruroa Paria el 4 de agosto y que ha determinado el 6 de agos-to adelantar su marcha hacia Cochabamba por lo que so-licitan que las tropas auxiliares de Buenos Aires puedanactuar por la retaguardia, para que uniformadas las ope-raciones con oportunidad puedan tener asegurada lavictoria por el valor y entusiasmo de los cochabambinos.

El Ejército Real parte de Oruro con destino a Cocha-bamba el 4 de agosto, toman el camino de Paria y Altosde Tapacarí por sendas con desfiladeros, luego toman

las alturas que dividen Sipe Sipe de la Quebrada de Tapacarí a finde eludir el paso angosto llamado Ruina que sabían que estabafortificado por los insurgentes. Bajando por la cuesta de TresCruces, a las tres y media de la tarde se encontraban frente alpueblo de Sipe Sipe. Allí vieron a los insurgentes apostados ven-tajosamente en un largo cerro o loma que domina todo el llano deSipe Sipe. 

En la batalla de Hamiraya, el 13 de agosto, participaron en elejército cochabambino más de cuarenta mil hombres, ocho pie-zas de artillería, trescientos fusiles, los demás armados con lan-

zas y garrotes. Fueron comandados por Francisco del Rive-ro y Eustaquio Días Vélez.

La estrategia de la batalla fue descrita por Mendizábalplanteando que el enemigo era tan numeroso en caballe-ría que les pareció conveniente formar los batallones encuadro para evitar alguna carga súbita. Como la situación

era crítica y era peligroso pasar allí la noche decidieronatacar inmediatamente, actuando cada batallón por distinto

rumbo para tomarlos por los flancos; este movimiento des-concertó tanto a los enemigos que abandonaron su posición ven-tajosa sin disparar. Pasaron los patriotas a ocupar otra altura alotro lado del río, pero el ejército real repitió la maniobra de ata-

car por la espalda y los costados. No esperaban este choque yse dispersaron las tropas insurgentes abandonando su arti-llería en el campo de batalla, tras lo cual la victoria delejército real fue rápida.

La tradición cuenta que se llevó a esta batalla la ima-gen de la Virgen de las Mercedes,  la misma que fue he-rida en el fragor del combate. También fue llevada a laCoronilla el 27 de mayo como símbolo de protecciónpara las tropas insurgentes. Se trata de la misma, quehoy se encuentra en la Catedral a la derecha del AltarMayor.

15 de agosto de 1811: ocurre el restablecimiento delas Autoridades Realistas en Cochabamba; el 16 deagosto el Cabildo de Cochabamba envía un oficio a laJunta Gubernativa del Río de la Plata que refleja elsentimiento que invade a los cochabambinos des-pués de la derrota de Hamiraya.

La batalla.“Era tan numeroso el enemigo que les pareció conveniente formar cuatro batallones”.MendizábalHISTORIADOR

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10 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 11

Año Mes Lugar1810 14/09 Toma del cuartel Cbba.1810 14/11 Aroma, primer triunfo1810 nov. Ocupación Chuquisaca1810 18/12 Ocupación de La Paz1811 16/05 Azafranal1811 17/05 Pizacoma1811 20-21/06 Chiviria, acción Huaqui1811 13/08 Hamiraya o Sipe Sipe1811 6/08 Sicasica1811 29/10 2a revolución de Cbba.1811 16/11 Oruro1811 16/11 Sitio de Chuquisaca1811 27/01 Huanipaya1812 17/01 Capipujo y Pintacala1812 18/01 Agua de Castilla1812 26/03 Samaipata1812 23/05 Quirquiavi y Sacaca1812 24/05 Quehuiñal (Pocona)1812 27/05 Cerro de San Sebastián 1812 2/06 Sicasica1812 7/06 Molles, Chuquisaca1813 22/03 3a revolución de Cbba.1813 18/06 4a revolución de Cbba.1813 29/09 Perereque y Ancacato1813 14/11 Ayhoma1814 16/02 San Pedrillo Scz.1814 25/05 La Florida, Santa Cruz1815 29/11 Vilhoma1816 16/04 Parangani1816 8/04 Anihueloni, Ayopaya1816 mayo Ayopaya1816 2008 Charapaya1816 1/09 Ulupicani y Palca1816 14/09 Quillacollo1816 14/09 Villar1816 17/09 Anocaraire1816 nov. Santa Elena y Colpa1817 21/03 Oruro-Willque1817 25- 27/04 Umayu 1817 agosto Tapacarí1817 agosto Cochabamba1817 dic. Quillacollo1818 febrero Arque1818 julio Río Puri1818 dic. Aiquile, Tenería1818 dic. Tapacarí1819 marzo Santa Rosa, Ayopaya1819 abril Inquisivi.1819 19/09 Huamachuma1819 octubre Altos de Siysi, Morochata1819 Arcopunco, Tarata1820 junio Quillacollo.1820 julio Buenavista.1820 13/08 Malpaso, Totora1820 10/10 Machaca, Ayopaya1820 15/10 Cabari, Ayopaya1820 20/11 Buenavista1821 21/11 Santa Rosa1822 23/07 Provincia de Ayopaya1822 8/08 La Paz1822 24/09 Ayopaya1823 16/10 Falsuri1824 marzo Palca, Ayopaya1825 14/01 Última revolución Cbba1825 29/01 La Paz

LOS VALLUNOS ENHECHOS ARMADOS

Alto Perúserá libreporqueCochabambalo quiere

El 14 de septiembre de 1810se produjo el levantamientoindependentista en Cocha-bamba liderado por el coronel Francisco del Rivero

DAVID OVANDOtextos + foto Opinión

“El Alto Perú será libreporque Cochabamba loquiere” publicó la gacetade Buenos Aires, tras lavictoria libertaria del 14 deseptiembre de 1810.

En esa fecha se produjola insurrección de Cocha-bamba encabezada por elcoronel Francisco del Ri-vero, que con unos 1.000milicianos del valle de Cli-za ingresó a Cochabamba ytras rodear a la guarnición,arrestó y derrocó al gober-nador intendente JoséGonzález Prada. Tuvo en-tonces una efectiva y bri-llante participación donEsteban Arce.

La batalla de Aroma di-rigida por el mismo Este-ban Arce el 14 de noviem-bre de 1810 dio a la causade los patriotas una de lasvictorias más importantesde la independencia ameri-cana. Pero los patriotas

fueron derrocados porJuan Manuel Goyenechecuando se dirigían a La Pazen la batalla de Huaqui.

Goyeneche envió tro-pas para retomar Cocha-bamba y el gobernador An-tezana de la ciudad serindió ante la falta de sol-dados para defenderla. Fueentonces que se manifesta-ron las mujeres cochabam-binas, encabezadas por unamujer ciega llamada Ma-nuela Gandarillas junto lasvendedoras del mercado, yconsiguieron las llaves deldepósito de armas y se re-plegaron al puesto de SanSebastián, en la colina.

Goyeneche, el 27 de ma-yo de 1812 permitió el in-greso de sus tropas que pordos horas hallanaron Co-chabamba. Requizaron losdomicilios buscando a loslíderes, incluyendo la fincade Esteban Arce, donde suesposa Manuela Rodríguezenfrentó a quienes queirrumpieron en su hogar.

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DATOS DE

HECHOS

HEROÍCOS “NUESTRO HOGAR ES SAGRADO”MANUELA RODRÍGUEZHeroínas Las mujeres salieron a las callescon sus hijos protestando contra los allana-mientos gritando, “¡nuestro hogar es sa-grado!”. Posteriormente se organizaron paratomar la colina de San Sebastián e implemen-tar un contingente de resistencia ante la inmi-nente toma de la ciudad por parte del ejércitorealista español.

HORAS DURÓ LA GESTA HERÓICA DE LA BATALLA DE LAS HEROÍNAS Goyeneche cercó la colina de San Sebastián,donde se concentraba la resistencia de las mu-jeres y tras dos horas de combate capturó a lascabecillas, a las que luego ejecutó. En la llamada“masacre de San Sebastián” murió junto a másde doscientas personas, la esposa de Arce. Esteepisodio es uno de los más emblemáticos delproceso libertario nacional.

LOS COCHABAMBINOS PARTICIPARON EN MÁS DE 70 BATALLASLas tropas vallunas participaron en diversoslugares de la Audiencia de Charcas y de lasprovincias del Río de La Plata, en más de se-tenta batallas, las acciones heróicas de los in-surgentes detuvieron siempre el avance de losejércitos realistas, permitiendo la consolida-ción de la revolución emancipadora en todo elactual territorio nacional.

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LOS MOVIMIENTOSINDÍGENAS PRECEDENTES A LAGUERRA DE LA INDEPENDENCIA EN BOLIVIA// D R

Los criollos, espantados por la magnitud de la rebelión coman-dada por Tupac Amaru, se unieron a los españoles para frenarlos

La revolución y lagesta indígena

DENIS RICALDIIlustración Judas Tadeo Andrade 1810

“...Desde el principio de sutraición mandó y mandaba comorey, bajo el frívolo pretexto de serdescendiente legítimo y único,según va indicado de la sangre re-al de los Emperadores Gentiles, ycon especialidad del Inca FelipeTupac Amaru..." (Sentencia dic-tada contra José Gabriel TúpacAmaru, Cusco 15 de mayo de1781).

En 1780, cerca de doscientoscincuenta años de la llegada delos conquistadores españoles, enlas tierras altas del Cusco, Apuri-mac, Arequipa, Tacna, Puno y elAlto Perú (Bolivia), se produjo elmás importante levantamientoanticolonial del siglo XVIII. Ellevantamiento respondía a unproyecto societal y a una visiónpolítica, que se había desarrolla-do al interior de algunos sectoresde la élite indígena, en la lógicade lo que John Rowe denomina“nacionalismo inca”.

El movimiento comenzó enCuzco en noviembre de 1780; Tu-pac Amaru declaraba la guerra amuerte a todos los españoles;convocó a los criollos a unirse alos indios contra los europeos, es-ta medida no prosperó ya que elmovimiento era demasiado revo-lucionario para qué satisficer aalguien más que a los desposeí-dos. Los criollos, espantados porla magnitud de la rebelión, hicie-ron causa común con los españo-les. Al movimiento le faltó ade-

más solidaridad entre los mismosindígenas, ya que muchos caci-ques no adhirieron e incluso seintegraron a las fuerzas realistas.La rebelión fue sofocada en 1782.

El saldo humano de la gran re-belión liderizada por Tupaj Ama-ru, fue el más impactante en lahistoria de los levantamientos,más de cien mil muertos de unapoblación de 1.2 millones de per-sonas (aproximadamente el 10por ciento de la población total),que provocó un colapso demo-gráfico en el sur andino.

Las medidas de la Corona es-pañola para evitar nuevos levan-tamientos, inspirados en los idea-les de Túpac Amaru, fueroninmediatas. El ministro de In-dias, José de Gálvez, organizó ungran mecanismo represión encontra de cualquier aliado de larebelión; contra los parientes delos dirigentes. Las medidas re-presivas contra los criollos fue-ron más leves, en un afán por re-conciliarlos con la Corona.

En términos políticos, una se-rie de medidas fueron implemen-tadas para erradicar lo que se ha-bía percibido como un“nacionalismo inca”. En 1787 seabolió el cargo hereditario de cu-raca y se prohibió el uso de la ves-timenta real incaica, la exhibi-ción de toda pintura o iconografíade los Incas y el uso de símbolosprecoloniales.

El régimen colonial imple-mentó medidas para mejorar laadministración colonial y apaci-

guar el descontento de la pobla-ción. En 1787 se estableció unaaudiencia en el Cuzco más recep-tiva y amigable con las demandaslocales. Se abolió el reparto demercaderías suntuarias y los co-rregimientos fueron reorganiza-dos en intendencias, eliminandoel cargo de corregidor tan resisti-do por la población.

A largo plazo, estas accionesafectaron principalmente a la eli-te indígena, que fue despojada desus fueros y privilegios. El sectorque lograba comunicarse de me-jor manera con los mestizos ycriollos y defender los interesesde los indígenas fue desapare-ciendo paulatinamente, no sinofrecer resistencia en intermina-bles litigios que no pudieron de-tener la debacle de los curacas.Así, con el pasar de los años todoslos pobladores andinos pasaron aser indios sin distinción, aumen-tando el sentimiento de despre-cio y humillaciones a medida quesus derechos eran socavados ca-da vez más. El importante papelde intermediarios coloniales queejercían los curacas, truncado afines del siglo XVIII.

A su vez los criollos percibie-ron el riesgo que significaba mo-vilizar a contingentes indígenaspara realizar sus propios pedidosy reclamos. Esta constatación, tu-vo consecuencias en la constitu-ción de las repúblicas al final delas guerras de la independencia,configurando un proyecto políti-co que excluía a los indígenas.

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Si bien las rebeliones anticolonialesmás conocidas desde la resistencia deVilcabamba (1533-1572), aparecen en elsiglo XVIII, a saber las de Juan SantosAtahuallpa y Túpac Amaru II, no signi-fica que durante el siglo XVII y la pri-mera mitad del XVIII no hayan surgidoy desarrollado diversos movimientos re-beldes de pequeña escala o localizadosen territorios específicos. Y en este caso,la diversidad es un término por demásadecuado, pues los movimientos antico-loniales hasta el de Túpac Amaru II, re-saltan por el contenido sus reivindica-ciones, composiciones sociales,características de liderazgo, ubicación ydesarrollo.

Así, tenemos el movimiento del mes-tizo Ramírez Carlos en 1620, la rebeliónde los indios de Larecaja y Omasuyos enel Alto Perú en 1623, el levantamiento deTucumán en 1632, y luego el de PedroBohórquez en la misma localidad en1650, la intentona de Gabriel Manco Cá-pac en 1667, el levantamiento de Fernan-do Torote y de su hijo en la selva perua-na alrededor de 1724 hasta 1737, larebelión de Alejo Calatayud en Oropesaen 1730, y la conspiración de Juan Vélezde

Córdoba en Oruro en 1739, entreotros. Poco después, en 1742, Juan San-tos Atahuallpa puso en aprietos por casiuna década al estado virreinal, lo cualsólo sería un presagio de un movimientomás articulado y de gran escala, como lofue el de Túpac Amaru II. Si bien fueronnumerosos los levantamientos, éstos secaracterizaron por su focalización, des-orden interno, desorganización, pugnasy desgaste al no articular sus demandascon las de otras zonas y así avivar las in-tentonas rebeldes. En la mayoría de los

casos, la Coronaaplastó las rebelio-

nes y ejecutó a suslíderes, inclusoantes de que seiniciaran.

Paradójicamen-te, las noticias de es-

tos levantamientos ointentonas calaronhondamente en elimaginario social co-lonial, provocando unsentimiento de insegu-ridad latente. Es porello que muchas de las“intentonas”, aunquesolamente se tratabande simples arengas yconspiraciones vacías,hayan sido aplastadascon severidad por las au-toridades virreinales.

14 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

El duroinicio dela vida enrepública

La población había diezmadocon respecto a censos de añospasados y los oficios de los ciu-dadanos se centraban en pocosrubros artesanales, y marginales.

JOEL VERA REYEStextos + fotos Rodolfo Torrico

Humberto Solares yGustavo Rodríguez, en suobra la ciudad de Cocha-bamba en el siglo XIX de2008, señalan que esta ciu-dad no presentaba huellasmuy profundas de los sa-queos y episodios bélicosque trajeron consigo los 15años de guerra contra Es-paña, hasta la creación dela República de Bolivia, síresultaba muy evidenteque los costos eran muyelevados en vidas humanasy en pérdidas económicas,que sirvieron para susten-tar el conflicto bélico.

Solares y Rodríguez in-dican, sin embargo, que laausencia de estudios preci-sos sobre el impacto socio-económico en “el mercadointerior local y el universoque los estructuró”. Expli-can que la falta de seguri-dad por el conflicto bélicodebilitó el desarrollo nor-mal de las plazas comercia-les y que en cambio se fue-

ron fortaleciendo “las fe-rias regionales de carácteritinerante” del comercio.

Entonces Cochabambase comenzó a conformarentre una población flo-tante-itinerante, forzada aabandonar su residenciaurbana y buscar sitios ru-rales que les permitiesenprosperar en sus activida-des económicas hasta, “in-cluso hacerse de tierras enmedio del dislocamientoeconómico y social de lasélites coloniales”.

Los autores sugierenque justamente las élitescriollas emergentes saca-ron provecho y pasaron areemplazar los espacios desus similares ibéricos. De-jando a los indígenas reza-gados en las zonas “rura-les” del sur comoCollpapampa y Caracota(hoy Calatayud y Aroma).Donde prosperaron consus oficios artesanos comotejedores, sastres, zapate-ros, plateros y curtidores.Éste es el marco en que na-ció la ciudad a la república.

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COCHABAMBAEN EL SIGLO XIXY LA VIDAREPÚBLICANADESDE 1825Según el censo instruido por elMariscal Antonio José de Sucreen 1826 la ciudad tenía 3.680hombres y 1.602 mujeres, lle-gando a los 8.194 contando áre-as rurales y a los evasores delrégimen impositivo. Ésta cifrarepresenta un 48 por ciento dela población calculada por la co-rona española en 1788 que da-ba cuenta de unos 15.000 habi-tantes, según los datos deEnrique Soruco en 1895, que ci-tan Solarez y Rodríguez.

Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 15

TEXTO EXTRAÍDO DEL LIBRO“La importancia de vivir en Cochabamba”

Cierta vez llegó un lingüísta ar-gentino de orígen belga sacudidoen su conciencia latinoamericanapor la guerra de las Malvinas, y re-sulta que nos buscaba intensamen-te a Urbano Campos y al Ojo de Vi-drio, dos columnistas que porentonces escribíamos diariamente.El señor estaba muy interesadopor el quechua y apuntó un par deobservaciones muy importantes.La primera que el grado de pene-tración del quechua en la sociedadargentina, no se medía por el usoactual de vocabulario, sino por

cierta sintaxis caprichosa que sepodía registrar muy adentro delhermano país; sintáxis que este ex-perto encontraba en nuestras co-lumnas diarias. Le explicamos queeso se debía a nuestra decisión deescribir sin estiramientos y en ellenguaje coloquial y cotidiano de lagente. Pero el asunto va más allá,porque es cierto que nuestro sinta-xisnos delata: gracias a ella denun-ciamos nuestro orígen mestizo, esdecir, proveniente de al menos dosfuentes: el español y el quechua.

Lo bueno de esto es que, si bienla conquista y la colonia fueronprocesos cruentos e injustos, almenos en la cocina y el lenguaje

fueron más bien un diálogo de paz,un verdadero encuentro que se tra-dujo en sabores enriquecedores yexpresiones más ricas que las origi-nales.

Esta intuición sobre la culturacriolla tuvo su mayor expresión enla novela “La Ch’askañawi”, deCarlos Medinaceli. A partir de él, lavaloración del espíritu criollo sefijó en la mujer como su máximaexpresión, pues mientras el hom-bre se dejaba llevar por la moliciede la fiesta y la vidasedentaria depueblo chico, la mujer acrecentabasus virtudes de laboriosidad, pro-ducción y comercio destinadas allevar adelante el núcleo familiar.

La fuerza del espíritu criolloen la vida diaria de los valles

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El mayor elemento de la nacionalidad desde el inicio de la república hasta nuestros días es “lachola”. Esta mujer encarna la emancipación anterior a la de las revoluciones del siglo pasado

Símbolos.“La chola es la fuerzaorgánica rejuvenecidaque avanza desenvueltay sin miedo hacia la ciu-dad y hacia el presente”.Carlos MedinaceliESCRITOR

16 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

Pérdida del mar,herida que no cierraLa “guerra del salitre” o “del Pacífico” produjo la desmembraciónmás dolorosa en Bolivia en 1879, tras la artera invasión del ejércitochileno, calificada después como la más sanguinaria de América

NÉSTOR TABOADA TERÁNBolivia, Nación Privilegiada +fotos Torrico y Opinión

La pobreza real deBolivia es una constantedesde la creación de laRepública. Lo contrarioocurrió con Chile, quelogró a los pocos añosde su independencia undespegue económiconotable para Sudaméri-ca. La explotación de lasricas minas de plata deChañarcillo, del carbónde lota, el desarrollo dela agricultura pusierona Chile muy por delantede Bolivia, a tal puntoque careciendo Boliviade crédito internacio-nal, los empréstitos rea-les que el Estado los lo-gró básicamente de loscapitalistas chilenos.Ello explica por qué Chi-le pudo comprar arma-mento moderno antesde la Guerra, como losdos acorazados que de-finieron la campaña ma-rítima.

Si decimos que mien-tras los ingresos de Boli-

via sólo alcanzaban a$us 1.870.383, en 1879, ylos de Chile llegaban a$us 14.031.867, resultaráclaro el desigual niveleconómico de ambos pa-íses, y las posibilidadesreales de ambos para laguerra, pues ésta no sehace con corajes perso-nales.

LA GUERRA DEL SALITRELa más lesiva de las des-membraciones que su-frió Bolivia fue sin dudala de su salida al mar. El14 de febrero de 1879, enpleno delirio de carna-val, sin previa declara-ción de guerra, al man-do del coronel EmilioSotomayor, el ejércitochileno -"el más san-guinario de América", adecir del escritor Ga-briel García Márquez-tomó por asalto el puer-to de Antofagasta, fun-dado por el general Mel-garejo, respaldado porlos barcos de guerra"Cochrane" y "O'Hig-gins", flanqueados porel "Blanco Encalada",

intimando rendición alos 60 soldados de lagendarmería y autori-dades de la Prefectura.Dos días después ocu-paba Caracoles y Meji-llones sin resistencia.En Calama, un puñadode civiles, con EduardoAbaroa a la cabeza, qui-so poner freno a la con-quista arrogante. Re-cién, en el mes de abril,el Gobierno chileno lan-zó su declaratoria deguerra de agresión.

La conquista del te-rritorio boliviano fuelenta y pertinaz; no dejade tener relieve ciertapoblación chilena infil-trada y capitales ingle-ses y chilenos que do-minaban la explotaciónde riquezas naturales.El futuro Rey del Sali-tre, John Thomas North,había desembarcado enel puerto de Valparaísoen 1866, con sólo diez li-bras esterlinas en losbolsillos, y tiempo des-pués príncipes, duques,políticos eminentes ygrandes industriales, se

sentaban a la mesa de sumansión en Londres.Después de la toma delDepartamento del Lito-ral por el ejército chile-no, funcionarían un cen-tenar de oficinassalitreras de propiedadinglesa. La guerra la ga-nó el Reino Unido. Siem-pre fue Chile la fichaclave de los interesesbritánicos en Américadel Sur.

Comprometida la Re-pública del Perú por elTratado de Alianza De-fensiva, se vio involu-crada en el conflicto, nosin antes agotar las ges-tiones diplomáticas depaz, que Chile rechaza-ba de continuo.

La superioridad mili-tar del agresor fue in-cuestionable frente a losdos países aliados des-prevenidos. Tenía enpie de guerra a 13.000soldados entrenados, ylos ejércitos boliviano yperuano juntos ascendí-an a la mitad de aquellosefectivos, 6.232 reclutasmovilizados.

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FERROCARRILESY EL DURO GOLPEECONÓMICO SO-BRE LOS VALLESLa guerra trajo consigo a Co-chabamba una gran crisis demercado para sus productosagrícolas. Primero por las de-vastadoras consecuencias eco-nómicas tras las acciones béli-cas, y después por laincorporación del ferrocarril enoccidente y la facilidad con laque los países vecinos podíandistribuir sus productos en laszonas mineras nacionales. Mu-cho más rápidas que las mulasque partían desde Cochabam-ba.

La luz eléctrica, el teléfono y eltranvía aparecieron casi al mismotiempo en la ciudad de Cochabamba.El servicio de Luz y Fuerza Eléctricalibró la primera instalación de alum-brado público por primera vez el 14de septiembre de 1908 y ese mismoaño inició el estudio que, dos añosdespués, se materializó en el primerservicio de transporte urbano entranvía hacia Quillacollo, gracias a lamisma fuente de energía para su loco-moción.

Paralelamente el servicio de teléfo-no, que la empresa Peña y Cía habíatendido sus primeras líneas ya en1900 (sin mucha repercusión), encon-tró en los pilares de alumbrado eléc-trico su mejor aliado y en ese mismoaño (1908) desarrolló la capacidad pa-

ra tender 200 líneas, incluso fuera dela ciudad (El Heraldo, nº 5438, 14/09/1908). Y hasta  1915 se instalaron cen-trales de teléfono en Quillacollo. Sa-caba, Cliza. Punata, Arani y Tarata,según el investigador Humberto Sola-res.

Posteriormente un decreto para in-crementar los impuestos al serviciode tranvías en 1949, durante el gobier-no de Mamerto Urriolagoitia, marcóla sentencia a muerte de este emble-mático activo urbano “llajta masi”.Tras la revolución de 1952 la condenafue ejecutada por el veloz automóvil ysus vías sepultadas por el asfalto. Has-ta hace poco sus vías se veían a flor detierra en la plaza principal, en la calleEspaña y en la plaza Sebastián Barbade Padilla. .

18 Desarrollo BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

En imágenes.

1. ModernoEl moderno tranvía pasapor la acera norte de la pla-za principal 14 de Septiem-bre, rumbo al norte por lacalle España. ColecciónAllen Morrison.

2. Primera ClaseEl vagón número 3 del ser-vicio de Tranvías Urbanosde la ciudad de Cochabam-ba hace un alto en la calleEspaña, en 1925. ColecciónRodolfo Torrico.

3. Vista aéreaUna panorámica del reco-rrido del tranvía por la ace-ra norte de la Plaza. Colec-cíón Renato Crespo.

4. IngresoEl tranvía ingresa a la PlazaPrincipal por la calle Gene-ral Achá. Al fondo la iglesiade la Compañía. Torrico.

5. IncidenteCiudadanos participan dela incorporación del tranvíatras un percance en la Pla-za, frente al actual ConcejoMunicipal. Torrico.

6. Pasando el ríoEl primer tranvía de servi-cio en el tramo Cochabam-ba-Quillacollo atraviesa elrío Rocha durante su reco-rrido inaugural. Crespo.

7. AuxilioUn vagón ambulancia pres-ta auxilio y traslada pacien-tes desde la Chimba hastala ciudad. Torrico.

8. La maestranzaUn grupo de obreros en lasección Maestranza deltranvía, ubicada donde hoyes Elfec. Torrico.

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Irrumpieron en las calles de Cochabamba aprincipio del siglo pasado y, en la segunda mitad,fueron desplazados por el automóvil.

El fugaz pasode los tranvías

JOEL VERA REYESfotos Torrico, Crespo y Morrison

Desarrollo BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 19

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20 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2020

PRISIONEROS DEGUERRA QUE DEJARONHUELLA ENTRE LAPOBLACIÓN DE LOSVALLES// Zulma Camacho

El valle de Cuculi, a poco más de 65 ki-lómetros de Cochabamba, quedó parasiempre en la retina de los ojos de más deun centenar de soldados paraguayos quellegó a las cercanías de Irpa Irpa en Capi-nota a un campo de confinamiento, cuyaexistencia se develó 75 años después delarmisticio de la Guerra del Chaco entreBolivia y Paraguay.

Los prisioneros de guerra, que cayerontras su derrota en batallas de una doloro-sa guerra, llegaron al valle para cultivarverduras y hortalizas destinadas al apro-visionamiento de tropas bolivianas en elcampo de batalla.

En este valle se instaló un molino deimpulsión hidráulica, “Harina la Flor”,donde llegaba todo el grano de Quillaco-llo para después ser transportado en tren.El ferrocarril salía desde la estación de Ir-pa Irpa hasta Potosí y luego la carga erallevada en mulas y burros hasta el frentede batalla, relató el presidente del Comi-té Cívico, Ober Jiménez, cuando confir-maba la existencia del lugar de confina-miento.

Un lugar, sin duda, muy especial en unvalle tan cálido como cada uno de sus ha-bitantes. Los ancianos de Cuculi recuer-dan que los pilas se integraron a la comu-nidad y su permanente buen humor dabala medida de su bienestar pese a su condi-ción de prisioneros. Los pobladores nopueden precisar hoy dónde se alojabanlos prisioneros, pero muchos creen queen el sótano de la hacienda existía un tú-nel que conducía a los socavones de unamina, que servían para acomodar a los pa-raguayos, de los que cinco están enterra-dos en el cementerio de Capinota. Losdemás, como muchos ex combatientesbolivianos presos en Paraguay, habráncontado a sus descendientes sus viven-cias en el valle de Cuculi hace 75 años.

Una espera que se hizo eterna La Guerra del Chaco vio a jóvenes cochabambinos ofrecer su vidaa la patria. Cientos de “pilas” forjaron aquí obras y hasta familia

Joel Vera Reyestextos + fotos archivo Opinión

Pañuelos blancos agitados alviento con la trémula promesadel retorno. Una banda, quecambia las triunfales notas deuna diana por otras más pareci-das a un réquiem, suena en lasestaciones de todo el valle. Es laconvocatoria a defender la pa-tria.

Adolescentes los más, algu-nos casi niños, apuran un eternoabrazo, un beso y hacen infinitosu adiós. El tren parte lenta-mente para perderse en el hori-zonte y, en el andén quedan ma-dres, padres, hermanas, novias yrecién casadas dispuestas a guar-dar vigilia por los siguientes tresaños. Es el 10 de mayo de 1933 yParaguay acaba de declarar ofi-cialmente la guerra a Bolivia,pese a que las hostilidades en lafrontera comenzaron seis meses

antes.Los soldados ignoraban en-

tonces: 57.000 de los 255.000combatientes, que partieron detodo el territorio boliviano, novolverían a ver a sus familias. Lamalaria, el hambre, la falta deagua y el intenso calor fueroncausa de su muerte. Otros 27.000llegaron presos a tierra paragua-ya. De ellos, muchos jamás re-tornaron a su patria. Otros sí,volvieron a Bolivia. Con heridasrestañadas por el amor y unanueva familia a cuestas.

En Cochabamba, al igual queen todo el país, la incansable es-pera pese a la falta de informa-ción y el dato de los prisionerosen tierra enemiga fueron la lla-ma de la esperanza en muchasfamilias que, hasta hoy, no se hapodido apagar. Algunas abuelassiguen encendiendo una velapara señalar el camino de vuel-ta del ser amado.

La desesperanza derivó en lalocura de muchos quienes que-daron en la retaguardia. Existenya leyendas, como aquella deno-minada la “k´ara ñuñu”, en alu-sión a una joven vendedora dechicha de Quillacollo que, aguar-dando el retorno de su esposodesde el Chaco, enloqueció y seconvirtió en una mujer andrajo-sa semidesnuda que veía a sumarido en todos los rostros dehombres que transitaban por lacalle. O a la legión de mujeresque aguardaron hasta el final desus días por sus héroes y algunasque, 78 años después, esperanaún el retorno del compañeroque partió para defender a supatria.

Los soldados que volvieronal país sobreviven la posguerratodavía combatiendo el olvido yla indiferencia, a veces la faltade amor solidario y la austeri-dad de pensiones magras.

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22 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

LA REFORMAAGRARIA

La Reforma Agrariaen Bolivia, el año1952, permitió a loscampesinos la posi-bilidad de ser pro-pietarios de sus tie-rras y dejar de serpongos de los gran-des latifundistasque administrabanpropiedades degran extensión.Los resultados so-ciales son la crea-ción de una clase depequeños y media-nos agricultoresque desplazan lahegemonía de loslatifundistas.Las críticas a la re-forma agraria se re-lacionan con la pocaproductividad.

EL VOTO UNIVERSAL

El 21 de julio de 1952se otorga el votouniversal. A los anal-fabetos y a las muje-res se les otorga elderecho al sufragio.El voto universalconcedió el derechoa la participación enlas elecciones a to-dos los bolivianosmayores de 21 añoscualesquiera sea susexo, instrucción,ocupación o renta.

REFORMA EDUCATIVA

El nuevo Código dela Educación dicta-do el 20 de enero de1953, mediante de-creto supremo, de-terminó modifica-ciones importantesen la estructuraeducativa boliviana. Se instauró la obli-gatoriedad y gratui-dad de la enseñanzaprimaria y se pusoénfasis en el siste-ma escolar campe-sino con el incre-mento de núcleosescolares y norma-les rurales. Ademásse inició un progra-ma de alfabetiza-ción.

MEDIDAS DE LA

REVOLUCIÓN

La revoluciónhistórica de 1952La participación de Cochabamba fue fundamental por su desarrollo cultural y productivo ligado íntimamente a la tierra

CARLOS CORDEROtextos + fotos archivo Opinión

Cochabamba durante la épocacolonial ha tenido una importan-cia fundamental en lo que ha sidoel sostenimiento alimentario ensu tiempo y luego en la época re-publicana.

Siempre se la ha conocido co-mo “el granero de Bolivia” y aquíse ha desarrollado una élite agra-ria, feudal, hacendaria, con raícesdesde la colonia, y al mismo tiem-po un campesinado que no estabaestrictamente sometido a estascondiciones feudales (siervo-se-ñor feudal); y de igual manera ha-bía una conciencia y desarrollocultural diferente al resto del pa-ís.

Durante el 52 el oriente, nortey el sur del país prácticamente noexistían, eran regiones inexplora-das sin desarrollo ni base social,sin una élite económica qué ex-plotar, excepto la comercializa-ción de la castaña y la goma enBeni y Pando que fueron muy efí-meras.

En el caso de la Reforma del 52hay hitos importantes que men-cionar como el régimen de la tie-

rra y la Reforma Agraria. Por lotanto, las medidas de reestructu-ración van a tener uno de los inte-lectuales cochabambinos másimportantes: don Wálter Gueva-ra Arze y la Tesis de Ayopaya. Sucontenido ideológico va a direc-cionar los cambios más impor-tantes en la tenencia de la tierraque se produjeron en Cochabam-ba.

LA MIGRACIÓN. Otro aspecto fun-damental es que Cochabamba

había sido un lugar de migraciónselectiva durante muchos años,desde la época colonial con losquechuas hasta la época republi-cana de extranjeros europeos quetraían tecnología vinculada a laexplotación de la tierra. Todos es-tos elementos hacen que en esemomento se presenten cambiosestructurales en el país.

LA ECONOMÍA.Se plantea la trans-formación del Estado y del régi-men económico porque la econo-mía de Bolivia estaba sostenidaen dos pilares: la explotación mi-nera y la explotación agrícola. Laúltima estaba concentrada en Co-chabamba, muy poco en Chuqui-saca y prácticamente el resto delpaís era inexistente.

La economía minera estaba enLa Paz, Potosí y Oruro; Cocha-bamba era lugar privilegiado, poreso la enorme influencia y su pro-tagonismo en la década del 50.Además que va a sufrir las trans-formaciones más importantes detierra, porque en el altiplano eranmuy pocas tierras agrícolas, so-bre todo eran mineras. Por eso laimportancia de Cochabamba enla revolución del 52.

Análisis.“En Cochabamba elcampesinado no estabaestrictamente sometidoa las condiciones feudales”.

Carlos CorderoPOLITÓLOGO

LA DEPRESIÓN DE LAGUERRA DEL CHACOLos orígenes de esta re-volución se encuentranen la Gran Depresión y laderrota de Bolivia en laGuerra del Chaco. La Gran Depresión debili-tó a la Gran Minería queauspició el ingreso delEstado a la economía através del control de divi-sas y cupos de exporta-ción de estaño. A su vez, la derrota sufri-da por Bolivia en el Cha-co demostró las limita-ciones del modelopolítico vigente hasta en-tonces, agotó a los parti-dos políticos tradiciona-les y puso en evidencia lafragilidad del Estado boli-viano.

EL MNR Y PAZ ESTENSSORO EN 1951El año 1951, el MNR ob-tiene un triunfo parcial enlas elecciones. La leyelectoral establecía queel Congreso Nacional de-bía elegir al Presidente dela República entre lostres partidos políticosmás votados: el MNR,PURS y FSB. Ese año se forma unaJunta Militar de Gobiernopara evitar la llegada alpoder del MNR, la mismaque se enfrenta una insu-rrección en su contra. EnLa Paz y Oruro ocurrenenfrentamientos calleje-ros entre el 9 y 11 de abril,derrotándose al ejército,con un saldo de 490muertos. Se forma unGobierno provisional acargo de Hernán SilesZuazo junto a Juan Le-chín Oquendo, que asu-me el mando hasta el re-greso de Víctor PazEstenssoro desde su exi-lio en Argentina.

LA CENTRAL OBRERABOLIVIANA (COB)La Central Obrera Boli-viana (COB) fue creadaen abril de 1952. Fue im-portante en la consolida-ción del Gobierno delMNR, permitiendo la par-ticipación de los sindica-tos y sus dirigentes en elgabinete. A través de laCOB se instaló el poderde los sindicatos de Boli-via.

LA NACIONALIZACIÓNDE LAS MINASEl 31 de octubre de 1952la propiedad de las em-presas mineras, incluyen-do las minas de estañode Patiño, Hoschild y Ara-mayo. Estas fueron na-cionalizadas e integradasen una nueva empresaestatal (Comibol).

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Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 23

UNO PRESO, EL OTROSIGUE VIVOParadójicamente hoy Gar-cía Meza está preso, expre-sión de que el autoritaris-mo no tiene cabida en elpaís. Pero sí las formas de-mocráticas.Inclusive el presidente Mo-rales que, si bien reivindicasu origen orureño, toda suvida sindical la ha realizadoen el trópico cochabam-bino, toda su formaciónpolítica contemporánea laha desarrollado ahí. Y no essólo consecuencia de lamigración o de la produc-ción cocalera en el Cha-pare, si no que es toda unageneración, un sector so-cial, los desplazados de lazona andina, producto delas políticas del 21060 vie-nen a Cochabamba y él esuno de una generación yde una corriente política.Algunas personas como Fi-lemón Escóbar se fueron atrabajar en el trópico co-chabambino porque sen-tían que el sindicalismohabía cumplido como unciclo y estaba surgiendo unnuevo fenómeno políticoque eran los movimientossociales, campesinos, y nose equivocaron porqueellos a través de eleccionesfinalmente llegaron alpoder. Vemos cómo más que elpensamiento, el ser de viviry conocer la realidad enCochabamba alimenta untipo de voluntad en mu-chos bolivianos que los hallevado a protagonizar lapolítica del país.

8.000 MUERTOSSEGÚN AMNISTÍA INTERNACIONALSegún amnistía internacio-nal entre 1966 y 1968 seejecutaron en Bolivia entre3.000 y 8.000 asesinatospor parte de escuadronesde la muerte. Incluida la lla-mada Masacre de SanJuan en la que miembrosdel Ejército de Bolivia ata-caron a la población inde-fensa de los centros mine-ros de Catavi, Siglo XX.

8 PRESIDENTES ENTRE DEMOCRACIA YNARCODICTADURALa caída de la dictadurade Banzer y la asuncióndel gobierno democráti-co de Siles Suazo en1982 Bolivia; se debatióen una puja de sectores,incluso dentro de lasFuerzas Armadas, entreaquellos que intentabanvolver a la democracia yaquellos que buscabanprofundizar la dictadura.

PARIENTES ENCOCHABAMBA

Podría usarse unjuego de palabrasque dice “¿quién notiene un parientecochabambino?”,las relaciones fami-liares son importan-tes. García Meza nosólo tenía relacio-nes con Quirogaporque proveníande un mismo lugar,si no también conLidia GueylerTejada, eran primos.La política generaeste tipo de lazos yera además una so-ciedad más peque-ña. A pesar de ellono existen en la his-toria pensamientosúnicos, se han des-arrollado diversidadde visiones que aveces se han vistoenfrentadas, estostres tipos de accióny pensamiento queacompañaron dis-tintos procesos enel país, por ejemplo.Gueyler que fuegran militante delMNR, García Mezaque era un hombrede las FFAA una ins-titución fuerte enaquella época yMarcelo Quirogaque nadie puede ne-gar que fue una luzde lo que es el pen-samiento democrá-tico y de izquierda;toda la izquierda bo-liviana hoy día es tri-butaria del pensa-miento de QuirogaSanta Cruz y no es-toy diciendo de larevolución, si no desu pensamiento de-mocrático de iz-quierda porque éldefendió las liberta-des ciudadanasfrente a las dictadu-ras y participó deprocesos electora-les para tratar deconquistar el poderdemocráticamente,fue parte de un par-lamento que es laexpresión de la de-mocracia, por lotanto inclusive elMAS es tributario desu acción y pensa-miento.

GARCÍAMEZA YMARCELO

PARADOJALAS DICTADURAS Y LA DEMOCRACIA

RENÉ BARRIENTOSEL PACTO MILITAR CAMPESINOEn julio de 1966 René Barrientos fue elegido presidenteya como civil. Se vio obligado a depender de los militarespara poder enfrentarse a los movimientos guerrillerosque se instalaron en las regiones montañosas del país.

01

HUGO BANZERSIETE AÑOS DE DICTADURAHugo Banzer. Gobernó el país dos veces (1971-1978; 1997-2001), la primera como dictador y la segunda electo de-mocráticamente. Fue dictador por siete años, en una épo-ca de prosperidad económica aparente gracias al endeu-damiento internacional.

02

JUAN JOSÉ TORREZSECUESTRO Y ASESINATOEl general Juan José Torrez se caracterizó por adoptaruna posición explícitamente antiimperialista y llevar ade-lante medidas que significaban profundos cambios eco-nómicos y sociales.

03

JUAN PEREDA ASBÚNEL FRAUDEEl 24 de noviembre de 1978, el general David Padilla, per-teneciente al fuerte sector nacionalista-popular del Ejér-cito boliviano, derrocó al general Juan Pereda Asbún,con el fin de establecer un Gobierno democrático.

04

LUIS GARCÍA MEZANARCOTRÁFICO Y MUERTEEl 17 de julio de 1980 un grupo de militares estrecha-mente ligados al narcotráfico, liderados por Luis GarcíaMeza y su lugarteniente Luis Arce Gómez con apoyo ac-tivo de la dictadura militar argentina y la acción de un co-mando terrorista, protagonizaron un golpe militar.

05

GUIDO VILDOSO CALDERÓNLA VUELTA A LA DEMOCRACIAEn julio de 1982 el sector militar que respondía a GarcíaMeza volvió a intentar un golpe de estado fallido, que pro-vocó la caída de Torrelio Vila y su reemplazo por el gene-ral Guido Vildoso Calderón, con el mandato de comenzara organizar la transición hacia un régimen democrático.

06

Regímenesautoritarios y grupos contestatariosCarlos Corderofotos archivo Opinión

Quizás por sus con-diciones mediterráne-as, Cochabamba ha te-nido siempre un papelprotagónico que ha mo-tivado al cochabambinoa tratar de trascendersiempre sus fronteras.

En los regímenes au-toritarios, uno de ellostambién ha sido prota-gonizado por un cocha-bambino, René Barrien-tos Ortuño, en un hechoabsolutamente novedo-so que la historia re-cuerda como el “pactomilitar-campesino”.

Curiosamente estaalianza entre las FFAAy los sectores agrarios,campesinos, que prota-gonizaron la revolucióndel 52, permitió que du-rante la década del 60Cochabamba goberna-ra el país a través de Ba-rrientos.

Gobernar un país adesde las FFAA era par-te de una especie de ten-dencia continental en elmundo de los gobiernosautoritarios. Como fe-nómeno contestatariosurgieron extraordina-rios intelectuales co-chabambinos que seconvirtieron en la resis-tencia intelectual y ob-jetiva. Muchísimos co-chabambinos sufrieronel rigor de estos gobier-nos militares autorita-rios y también se des-arrolló un tipo depensamiento democrá-tico de izquierda.

Sin embargo Cocha-bamba también des-

arrolló las resistenciasmás férreas en defensade la democracia. Nosolamente los actores ysectores políticos y so-ciales se resistieron alas dictaduras, tambiénel ciudadano de a pie, elhombre y mujer comu-nes supieron desarro-llar células indepen-dientes, valerosas ypatrióticas que se opu-sieron desde la univer-sidad, los barrios y lasorganizaciones cívicas.

Una de las más senti-das víctimas de las dic-taduras fue MarceloQuiroga Santa Cruz.

Incluso los mediosde comunicación llega-ron a ejercer gran in-fluencia sobre el rumboque adoptaron en sumomento las diferentesdictaduras, que sin du-darlo se estrellaron con-tra medios de comuni-cación, dirigentessindicales y sectores ci-viles de distinta índolecon las consecuenciassabidas, como la masa-cre de Tolata durante elGobierno de Hugo Ban-zer en la década de lossetentas.

Los cochabambinostambién estuvieron pre-sentes en la vuelta a lademocracia, primeroen una intento por rees-tablecerla con WálterGuevara, pero despuéstambién con una espe-cie de herencia de otrasiniciativas militares porvolver al sistema demo-crático, pero que desig-nó curiosamente a otrocochabambino, GuidoVildoso, para hacerlo.

24 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

LOS ACTORESREGIONALES

EVO MORALESPRESIDENTE DE BOLIVIAComo dirigente sindical que luego se convirtió en diputa-do nacional y máximo dirigente de la mayor fuerza políti-ca del país, Evo Morales es uno de los actores más influ-yentes en el desarrollo político y social de la ciudad deCochabamba en las dos últimas décadas. Hecho que seha repetido en el occidente del país con su partido políti-co.

01

TITO SOLARIARZOBISPO DE COCHABAMBAEl Arzobispo de Cochabamba participó activamente comomediador en los hechos sociales locales pregonando siem-pre la tolerancia y el diálogo como el mejor camino para al-canzar el entendimiento entre los sectores en conflicto.Sus consejos tuvieron éxito en la mayoría de la veces, aun-que en otras no pudieron evitar los hechos de sangre.

04

MANFRED REYES VILLAEX PREFECTO DE COCHABAMBAComo el alcalde más exitoso en cuanto a la preferencia delelectorado en la ciudad de Cochabamba, Manfred ReyesVilla intentó repetir su éxito en niveles nacionales logran-do consolidarse como la tercera fuera del país a inicios delnuevo milenio. En la esfera departamental tuvo más éxitoe incluso superó, ganando las elecciones prefecturales, alMAS, sin embargo su mandato fue revocado.

02

ÓSCAR OLIVERADIRIGENTE FABRILEl dirigente fabril se erigió como el referente del frente derechazo a la empresa capitalizadora del servicio de aguapotable Aguas del Tunari, y como el líder naturtal del movi-miento que luego se conoció como “la guerra por el agua”.Óscar Olivera conformó la “coordinadora del agua” y otrosensayos similares con distintas demandas.

03

Entre la hegemonía política y el control social en Cochabamba

MARÍA TEREZA ZEGADAPolitóloga + fotos Opinión

Si algo define la iden-tidad social cochabam-bina es la falta de identi-dad, o más bien laconvivencia de múlti-ples identidades. Estasituación tiene profun-das raíces en la memo-ria histórica ya que, alconstituirse Cochabam-ba en un lugar de paso ypor su ubicación geo-gráfica -al centro delpaís-, así como por el rolque jugó tanto durantela colonia como en la vi-da republicana, acogióde manera temporal odefinitiva a una serie demigrantes quienes, almismo tiempo que seintegraban a la sociedadregional, trasladabansus propias cosmovisio-nes y las reproducían, amenudo reproduciendosus propias particulari-dades.

Esta, entre otras, esuna de las razones quehan dificultado la cons-trucción de un proyectode región conjunto. Losactores sociales cocha-bambinos no han logra-do cohesionar tras de síuna visión común de lasnecesidades, el desarro-llo ni proyecciones ca-paces de unificar a la so-ciedad regional y crearun imaginario común.Los conflictos sociales olos enfrentamientos conel Gobierno, en ocasio-nes han logrado unir alos cochabambinos pe-ro coyunturalmente,una vez resueltos losproblemas, vuelven a suhabitual dispersión.

Una entidad socialque por su naturalezapodría convocar a loscochabambinos detrásde un derrotero común,como el Comité Cívico,ha permanecido deslu-cido prácticamente du-rante toda su historia,con episódicas accionesexitosas, y con deman-das y resultados muypuntuales y limitadoscomo obras de infraes-tructura o atención areivindicaciones poster-gadas, y por lo mismocon escasa capacidad demovilizar y lograr obje-tivos de mayor alcance.Un ejemplo es el famo-so proyecto Misicuni,

que tuvo origen en losaños 40, y casi sesentaaños después, aún nologra concretarse.

Este escenario defragmentación social, yausencia de construc-ción simbólica de unaidentidad y una interpe-lación que dé cuenta dela “cochabambinidad”,es matizada en el ámbi-to político por una suer-te de polarización polí-tica que ha signado elescenario cochabambi-no en los últimos años.Así, si bien durante ladécada de los ochenta ynoventa, la votación enCochabamba no eramuy distinta a la prefe-rencia electoral nacio-nal a partir del 2002, yparticularmente des-pués de la llegada deEvo Morales a la Presi-denciam, está fuerte-mente signada por lapresencia de dicho par-tido sobre todo en elárea rural y que se refle-ja en los resultados de-partamentales. Aunque,paralelamente, otrafuerza política como laque articuló Reyes Villaen su momento, se im-puso también de mane-ra contundente sobretodo en la ciudad capi-tal generando un esce-nario político polariza-do.

En un caso, la fuerzaproviene del líder coca-lero y de las organiza-ciones campesinas quedieron origen al instru-mento político, funda-mentalmente en el tró-pico; en el otro caso, elhábitat de crecimientodel liderazgo de ReyesVilla fue el ámbito mu-nicipal citadino ligado alas aspiraciones progre-sistas urbanas de sushabitantes.

La predominancia deesta polarización políti-ca, por sobre la convi-vencia democrática desus habitantes, generósituaciones de grave en-frentamiento como laacontecida el 11 de ene-ro del 2007 que puso encuestión el mito de mes-tizaje, y del “crisol” denacionalidades que pa-recía caracterizar a lahistoria de los cocha-bambinos activando in-clusive expresiones deracismo.

JUAN TICA C.Muerto el 11-07-10Era un campesino conbase en el trópico deCochabamba. Murióen ciscunstancias po-co claras, aunque trassu muerte presentabauna herida de bala.

MÁRTIRES EN LA CIUDAD

DE LA GUERRA DEL AGUA

AL 11 DE ENERO DE 2007

REDACCIÓN Ambos hechos marcaron la primera décadadel nuevo milenio en Cochabamba por el luto, por la intole-rancia y por el poder que demostraron los movimientossociales de los sectores populares y organizados, así comolos de la gente “acomodada”.Ambos eventos vieron en acción a los dos actores urbanosen hechos distintos: primero como aliados para sacar de laciudad a la empresa privatizadora responsable de la dota-ción del servicio de agua potable y alcantarillado Aguasdel Tunari, durante la denominada Guerra del Agua en2000; y después como enemigos, cuando la ciudad fue to-mada por miles de campesinos que demandaban la re-nuncia del entonces prefecto del departamento ManfredReyes Villa. Sectores afines a la ex autoridad decidieronechar a palos a los campesinos y se enfrentaron en una ba-talla campal en pleno centro de la ciudad, dejando un saldode tres muertos, dos campesinos y un joven citadino.

LUCIANO COLQUEMuerto el 11-07-10El campesino muriótras agonizar por va-rias semanas, tras ha-ber quedado en esta-do vegetal, productode una golpiza porparte de los citadinos.

CRISTIAN URRESTIMuerto el 11-07-10Fue arrancado de lasmanos de sus familia-res y ahorcado trashaber resultado gra-vemente herido a ma-chetazos por un gru-po afin a campesinos.

ERNESTO DAZAMuerto el 2000Reclamaba cerca de laavenida Aroma, al surde la ciudad, durante“la guerra del agua”.Una bala de grueso ca-libre impactó en su ros-tro y lo mató.

Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 25

COCHABAMBASE HA CONVERTIDO ENEL EJE DE LAS ACTIVIDADES NACIONALES E INTERNACIONALES DEL ACTUAL GOBIERNO// REDACCIÓN

La reivindicación del lugar que viónacer el proyecto que actualmente li-dera el gobierno nacional y el denomi-nado proceso de cambio es evidente,según el analista político Carlos Cor-dero, en la elección de Cochabambacomo la sede de los eventos más im-portantes nacionales e internaciona-les, así como los de orden local.

Incluso señala que tanbién las nego-ciaciones con sectores sociales y líde-res políticos se trasladan hasta este va-lle precisamente por el caráctersimbólico que ha cobrado el departa-mento y particularmente la ciudad,donde se desarrollan una serie de acti-vidades oficiales, que hasta hace pocotenían lugar casi fijo en la sede de go-bierno de la ciudad de La Paz.

Según Cordero esta práctica le hadevuelto a Cochabamba su protago-nismo político y económico en el con-cierto nacional.EL APUMALLKU Un día antes de con-vertirse en presidente de Bolivia, el 21de enero de 2006, Evo Morales asistióa una ceremonia religiosa en las anti-guas ruinas de Tiahuanaco donde fuecoronado Apu Mallku o "líder supre-mo" por varios pueblos indígenas deLos Andes y recibió regalos de repre-sentantes de grupos indígenas deAmérica Latina y del mundo. Ésta fuela primera vez desde la coronación deTupac Amaru (1545-1572), el últimoinca de la dinastía rebelde de Vilca-bamba y ancestro de José Gabriel Con-dorcanqui en que se otorgó este título.

Dos siglos y 24 años atrás, la nochedel 9 de noviembre de 1781, Tupac Ka-tari fue preso y sometido a tortura, pa-ra luego ser ejecutado, descuartizado ymostrado en partes en señal de “escar-miento a los indios” que habían cerca-do dos veces La Paz en rebelión ante elyugo español y dejar la promesa: “A mísólo me matarán... pero mañana volve-ré y seré millones”.

Morales fue uno de los fundadoresdel Instrumento Político Para la Sobe-ranía de los Pueblos (IPSP) y el MAScon los que lideró gran parte de lasprotestas sociales en las dos últimasdécadas, con demandas como la nacio-nalización de los hidrocarburos y em-presas estratégicas que el gobierno deGonzalo Sánchez de Lozada (1993 a1997) había privatizado.

Evo ha despertado interés en elmundo por ser el Primer Mandatariode origen indígena en la historia deBolivia y por su propuesta de realizarcambios radicales en las estructuras dela administración del país.

Después de 500 años de espera la figura simbólica de un indíge-na emerge como la encarnación de la promesa del retorno

La llajta, cuna delproceso de cambio

JOEL VERA REYEStextos + foto Archivo Opinión

La mirada fija en el horizonte,el rostro petrificado. Un discursoen el aire, una promesa, y final-mente la banda le cae sobre el pe-cho. Un abrazo cerrado, los puñosse contraen y la mirada se inunda.¿Rabia, felicidad, incredulidad,todo junto?, sólo él lo sabe. Hastalas piedras se ablandan, hasta unindio se puede emocionar, hastaun Presidente puede llorar.

Alrededor cientos que abarro-tan el Palacio Quemado lo aplau-den; afuera, en la plaza Murillomiles lo ovacionan; por la televi-sión, millones observan la pro-mesa cumplida, el “Pachacuti”,Tupac Katari.

El sueño del eterno retorno, lavuelta convertido en millones enun hecho mágico, esta vez políti-co. Los millones lo observan, a fa-vor y en contra no importa. Des-pués de 500 años, el hombre másimportante de Bolivia es de cunahumilde, de la clase trabajadora yde raza indígena.

Era la tarde del 22 de enero de

2005 cuando Juan Evo MoralesAyma, nacido en Orinoca-Oruro,el 26 de octubre de 1959 se con-vertía en el octogésimo cuartoPresidente de Bolivia y en el pri-mero de ese origen.

Un mes antes, en las eleccio-nes de 2005 (18 de diciembre),Evo Morales obtuvo casi el 53.4%de los votos, lo que le permitió ac-ceder a la Presidencia de la Repú-

blica logrando ser el tercer man-datario boliviano en la historia dela República elegido por mayoríaabsoluta de votos. El primero fueHernán Siles Zuazo en 1956 y elsegundo, Víctor Paz Estenssoroen 1960.

En 1981, cuando emigró al Cha-pare fue cuando el fútbol y su in-fancia le abrieron paso como diri-gente, luego como máximorepresentante de los cocaleros(ASP), luego de IU; después comolíder del MAS-IPSP.

Luego llegó al Parlamento co-mo diputado por esta sigla y final-mente comandó la primera fuer-za política boliviana, con la quellegó a ser Presidente.

La clave del proceso radica enla mezcla de las migraciones des-de el altiplano hacia el trópico deCochabamba, donde los cocale-ros emergieron como una de lasfuerzas más importantes del paísy desde allí, junto a otros líderes ymovimientos sociales, se gestó eldenominado “proceso de cam-bio”, cuyo surgimiento y esplen-dor se elaboró desde este valle yse proyectó al país.

El cambio.“La piel del Estado hacambiado. Ahora el honorable, el fun-cionario son como elpueblo, ya no de terno”

Carlos CorderoPOLITÓLOGO

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EL SIGLO XIX DEJÓMALOS RECUERDOSDESDE SU INICIO PARALOS COCHABAMBINOS// HUMBERTO SOLARES

El siglo XIX comenzó en los vallescochabambinos con malos presagios:una terrible sequía seguida de unapandemia diezmó a la población, ha-ciendo del año 1804, uno nefasto parala región. Luego vino la caída de la eco-nomía del tocuyo con la apertura deBuenos Aires al comercio inglés. Si-guió, a partir de 1809, la prolongadaguerra por la independencia que signi-ficó un elevado costo en vidas huma-nas y recursos, incluyendo el saqueode la ciudad y otros poblados en variasoportunidades, a lo que siguió el decli-ve de la industria artesanal y la casi ru-ralización de la región,

La conocida descripción que hizode Cochabamba y sus alrededores Al-cides D'Orbigny en 1830, no fue funda-mentalmente diferente a la que nosproporcionó Francisco de Viedma 52años antes (1778), pese a que en estemedio siglo, la ciudad padeció crisiseconómica, guerra y alteraciones en suestructura social, que afectaron sobretodo a sus sectores más empobrecidos:así en la descripción de D'Orbigny, serepite idénticamente ese paisaje urba-no y suburbano de extensos arrabales,edificaciones mayoritariamente deuna sola planta, calles y manzanas detrazo regular, con dos plazas (La Plazade Armas y la de San Sebastián) y lasiglesias ya descritas por Viedma; tam-poco los hábitos, costumbres, vesti-mentas se han modificado sustancial-mente y las agudas observaciones deD'Orbigny sobre el vestuario de los co-chabambinos, sobre la enorme divul-gación del quechua dentro la ciudad ysobre la irrefrenable afición por la chi-cha que ya había causado el disgustode Viedma, fueron rasgos notables dela pervivencia de una forma de vidaque la República no modificó

La ciudad de extensos arrabales ycasas de un solo piso, dispersas y rode-adas de huertos, jardines y maizales,que "la hacen aparecer infinitamentemás poblada de lo que es", nos ilustransobre un tipo de paisaje y fisonomíaque dominaba extensas áreas del Cer-cado, donde la idea de ámbito subur-bano o de zona rural-urbana eran la tó-nica dominante, marcando esaimpresión de arrabal extenso de unagran urbe. Sin embargo, era clara ladesproporción entre ese cinturón desuburbio, que ya no era francamenterural pero tampoco claramente urba-no, y la modesta ciudad, tal vez más al-dea que ciudad, con su trazado demanzanas y calles ortogonales queconcluían en cursos de agua, acequiasy huertos.

La timida busqueda de mercados para colocar la producciónagrícola de los valles.

De la haciendaa la aldea

HUMBERTO SOLAREStextos + fotos Torrico

A fines del siglo XVIII Cocha-bamba ya había adquirido los tra-zos de la geografía social que lecaracterizarían en el siglo si-guiente y hasta la primera mitaddel siglo XX.

Eran distinguibles dos grandeszonas geográficas: por una parte,los valles centrales cerealeros(valles: Bajo, Alto y Sacaba) don-de se ubicaban las mejores tierrasy haciendas, los principales nú-cleos urbanos, los talleres y obra-jes, y donde se emplazaba el cen-tro nervioso de la vida económicade la región, el sitio de conver-gencia de mestizos y hacendadosde sangre hispana que competían

por controlar la red ferial, unos, yotros, por captar ingresos porrentas y copar las redes de co-mercio a larga distancia.

Por otra, los valles fluviales ypunas que se desempeñaban co-mo corredores comerciales entrealtiplano y valles centrales y losvalles sur andinos además de losyungas de Totora y aledaños,donde, las fuerzas del mercadoalternativamente buscaron en lacoca, y no en el maíz, la opción dedesarrollar un activo comerciofavoreciendo de esta forma la su-pervivencia de relaciones de pro-ducción serviles y costumbre fé-rreamente coloniales hasta bienavanzada la etapa republicana.

El delicado equilibrio entreuna superestructura oligárquica,

-la República señorial que for-malmente ejercía el poder- y unaRepública de productores mesti-zos, que hacían funcionar efecti-vamente esta contradictoria for-mación social, no se perturbó conla destrucción de los símbolos vi-sibles del colonialismo y la aper-tura formal a un modelo de Esta-do independiente a partir de1825, pues Cochabamba tantocon relación al Estado colonialcomo con el republicano conti-nuó siendo una tierra de infrac-ciones tributarias, singularidadesen su estructura agraria y origi-nalidades en su activo mercadointerno, que en el altiplano yotras regiones más conservado-ras, hubieran sido subversivas ydirectamente inviables.

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FERIAS REGIONALESCALATAYUD Y SAN AN-TONIO PARA EL VALLEALTO; EL BAJO EN OSO-RIO Y CORAZONISTAS// HUMBERTO SOLARES

El “otro comercio”, era el de las fe-rias regionales que, además de llenarlas necesidades de abastecimiento delconjunto de la población urbana, per-mitían la satisfacción de las necesida-des de los sectores populares: artesa-nos, pequeños productores agrícolas,pequeños comerciantes, empleadosdel Estado de bajo rango, empleadosen servicios domésticos. etcétera.

En la ciudad se hicieron famosos losmercados feriales de San Antonio yCaracota (plaza Alejo Calatayud),donde se comercializaba los productosdel Valle Alto y de Sacaba, en tanto enla plaza Corazonistas y Osorio (Merca-do de la Carbonería), menos populoso,se comercializaba los productos delValle Bajo. A comienzos de la Repúbli-ca, el mercado de abasto principal, seencontraba en la plaza de San Sebas-tián o “Pampa Grande” como la descri-be D'Orbigny en su famosa crónica. Alado de estos mercados, se ubicaban la“recoba” o Mercado Municipal, en elpredio actualmente ocupado por eledificio de la H. Alcaldía en el pasaje Su-cre y un “mercado de combustible” so-bre las calles Argentina (hoy Jordán) ySan Martín, ocupando parte del actualmercado 27 de Mayo.

Particularmente los mercados fe-riales le dieron dinámica y una fisono-mía particular a la zona sur: la plazaSan Sebastián, en esa época muy con-currida por artesanos, la tortuosaPampa de las Carreras (hoy la populo-sa Av. Aroma). la prolongación de lacalle del Comercio (hoy Nataniel Agui-rre) hasta la plazuela del templo deSan Antonio, y finalmente, la plazuelade Caracota que se prolongaba irregu-larmente hasta el final de las calles An-tezana y Esteban Arze (hoy 16 de Ju-lio), definían los sitios de mayoractividad del pequeño comercio. Aquíse organizaba el mundillo del inter-cambio, al que concurrían desde los si-tios más alejados del valle, centenaresde pequeños agricultores, además deartesanos y comerciantes.

A pleno sol, en medio de una cons-tante nube de polvo e insectos, desor-denada y precariamente, se ofertabanproductos agrícolas: muchas zonas delos valles aportaban con maíz wilcapa-ru o morocho, el willcaparillo o blanco;el kullizara o morado, el chuspilloblanco, amarillo o rosado; chekchi omaíz gris, los tubérculos como la papaimilla, runa, murmu, ch'ili; la papa lisa,la oca, provenientes de las alturas de Ar-que, Tapacarí, Capinota, al igual que laquinua y el tarhui; excelentes verdurasy frutas de temporada provenientes delos huertos de Santa Ana de Cala Calay lugares próximos; la harina de trigoflor -la variedad más fina- y otras mu-chas más.

En los años finales del siglo XIX: Luis Felipe Guzmán describe,en 1889, los rasgos principales de la ciudad

Con bancospero sin agua

HUMBERTO SOLAREStextos + foto Torrico

“Sus calles rectas aunque es-trechas, ostentan edificios dehermoso aspecto en su mayorparte de dos pisos, siendo susconstrucciones de adobe de raraconsistencia. Su dotación deaguas es insuficiente y mal apro-vechada y el anhelo de aumentar-las, es la aspiración más sentidadel vecindario... La ciudad estádividida en tres parroquias urba-nas y dos suburbanas con resi-dencia en La Recoleta e Itocta,ambas con templos propios.

Se han establecido avenidasbordeadas de árboles indígenas,que con las idénticas y vistosasgalerías que encuadran dichaPlaza de Armas y las elevadas cú-pulas y torres de la Catedral, for-man un elegante y atractivo con-junto. Tiene además de laAlameda, el paseo de la plaza Co-lón cubierto de árboles frondososy, a cuyo costado boreal se alzabahasta hace poco, una portada in-clinada de arquitectura mixta yde imponentes proporciones concorrectas esculturas de alto y bajo

relieve y que ha sido demolidaaun antes de estar acabada deconstruir. Existe un teatro demuy ventajosas apariencia y co-modidad, establecido en la medianaranja de1 antiguo templo deSan Agustín, y un bazar instaladoen la iglesia del extinguido Con-vento de la Merced, donde tam-bién se halla e1 rebosante merca-do de abasto y el expendio decarne. Hay otra plaza cerradadonde se vende combustible, lla-mada de San Alberto…

Sin embargo, sobre este esce-nario urbano, más conservadorque innovador, llegan con persis-tencia los soplos del modernismode fin de siglo.

Un primer hito, fue la presen-cia significativa desde la décadade 1870 de los primeros bancos.Los pioneros en la ciudad, fueronel Banco Nacional de Bolivia y elBanco de Crédito Hipotecario,posteriormente se sumaron: elBanco de Potosí, el Banco Fran-cisco Argandoña y el Banco Hi-potecario Nacional, de los cuales,los citados Banco Nacional yFrancisco Argandoña operabancomo establecimientos emisores

de moneda, en tanto 1os restantesse orientaron al giro y al créditohipotecario.

Un segundo hito fue la amplia-ción del comercio mayorista yminorista en el centro de la ciu-dad, ocupando lugar importantelas casas importadoras de “efec-tos de ultramar”, o sea artículosmanufacturados diversos prove-nientes de EE.UU. y Europa quevive el torbellino de la Belle Epo-que. Casas comerciales como lasde Alfredo Barber, Bebim y Her-manos, Gabriel Leux y Cia, Gui-llermo Hellmann, Hirschmann yCasanovas, Germán Fricke y Cia,Maier Hagemann y Cia, ThomasBurchard y Cia y otros muchos,no solo expresaban la presenciade una importante migración deempresarios europeos a Cocha-bamba, sino la irrupción de nue-vas visiones, valores y prácticasque transformaron los conserva-dores hábitos comerciales de ten-deros rutinarios e impulsaron laconsolidación rauda de un centrocomercial urbano a la altura delque correspondía a una ciudadque se modernizaba.

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“Los artesanos y labriegos cochabam-binos son esencialmente industriales,buscan terruño fuentes para negocios, vi-ven una pequeña parte del año en su casa,el resto lo pasan vendiendo y comprandoen lejanas tierras, muy especialmente enlos asientos mineros del altiplano. No haycamino, no hay caserío en el que no se en-cuentre al activo cochabambino; salen desu casa con pocas cargas, muchas veces dehortalizas y aves, y recorren en peregrina-ción centenares de leguas, no encuentracompetidores que le quiten sus mercadosconocidos (caseros), porque ningún vecin-dario es tan movible, tan activo” (El He-raldo, 5/10/1907).

La extraordinaria versatilidad y capa-cidad de los q'chalas mestizos para sa-carle provecho a toda coyuntura, por ad-versa que fuere, queda perfectamenteilustrada en el relato anterior. Obvia-mente que la inexistencia del ferrocarrilarrojaba grandes ventajas y utilidades pa-ra los arrieros, un negocio sin duda muysatisfactorio, al punto de que este gre-mio se multiplicó en grandes proporcio-nes, como lo harían los camioneros enlos años 50 del siglo XX, pues llegaron aarticularse perfectamente en un doblerol, que revela el grado de su extremahabilidad para sacarle partido a cuantaalternativa se les presentaba: por una par-te, llevaban sus productos agrícolas, pe-cuarios y artesanales a los cuatro puntoscardinales, particularmente al altiplano,realizando excelentes transaccionesgracias a una tupida red de "caseros" quehabían sabido organizar. Pero, por si fue-ra poco, al retorno volvían a hacer bue-nos negocios prestando servicios detransporte al "comercio organizado" oimportador de Cochabamba, al que ade-más le colaboraban en sus especulacio-nes con los asientos mineros. Inclusollevaban a Santa Cruz mercaderías im-portadas y, al retorno traían productoscomo el arroz, el alcohol, la chancaca, lassuelas, el azúcar, los dátiles, etcétera querevendían a negocios especializados en"productos del oriente".

Luego no resulta extraordinario quese hicieran con una parte significativadel excedente económico que generabala región, al punto que por ejemplo, losestratos de chicheras, artesanos y arrie-ros, fueran adquiriendo, como ya semencionó, casas en los barrios popula-res de Cochabamba y pequeñas parcelasen los valles. Esta eclosión de trajines ynegocios se desarrollaba en medio delmanto protector y estimulante de las fe-rias y la continua expansión del comer-cio interno y externo de la chicha y elmuko, que se constituía en la columnavertebral de este proceso.

LA CONQUISTADEL ORIENTE BOLIVIANOPOR LOS ARRIEROS DECOCHABAMBA// HUMBERTO SOLARES

La tierra comomedio circulanteLas décadas finales del siglo XIX arrojaron sobre Cochabambauna profunda crisis económica.

HUMBERTO SOLAREStextos + foto Torrico

La reacción de las élites regio-nales fue reclamar por una mo-dernización de las vías de comu-nicación para alcanzar lejanosmercados en el olvidado orientedel país o recapturar los merca-dos perdidos, en realidad paraampliar los flujos comerciales deimportación de los codiciadosefectos de ultramar que aparecí-an más accesibles.

Los hacendados comenzarona desplazarse hacia la ciudad deCochabamba y a participar conmayor intensidad en la captaciónde rentas inmobiliarias urbanasaprovechando que por esta épo-ca, y particularmente después dela llegada del ferrocarril en 1917,se iniciaron los problemas de alzade alquileres de viviendas y habi-taciones, pero además incursio-nan en el comercio, participandoactivamente en sociedades co-merciales y como accionistas dela banca.

Paulatinamente, aunque no en

términos generales y absolutos,la hacienda dejó de ser un mediode producción, para pasar a res-paldar negocios bursátiles en ca-lidad de garantía hipotecaria.

Incluso es posible, debido a es-te hecho, que muchas operacio-nes de fraccionamiento de tierraspara ser vendidas por parcelas,con frecuencia a mestizos, fueranapenas operaciones calculadaspara convertir dicha tierra en cir-culante, a fin de realizar negociosde importación de bienes de con-sumo manufacturados, desde au-tomóviles a los últimos desplie-gues de las modas de las grandescapitales del mundo industrial.

En contraposición, las clasespopulares conformadas mayori-tariamente por piqueros y artesa-nos, es decir, el abigarrado mun-do mestizo, se mueve bajo otrosritmos. En realidad éstos nuncaperdieron la perspectiva de basarsu estrategia económica, apoyán-dose en dos alternativas esencia-les: por una parte, dirigiendo unafracción de su producción agro-

pecuaria o artesanal al potentesistema de intercambio ferial re-gional, es decir, al "mercado in-terno" menos vulnerable a lasfluctuaciones de los mercadosexternos; y por otra, orientandolo restante de sus productos ha-cia un comercio de larga distan-cia.

Para este desempeño, estosproductores, particularmentesus mujeres, las briosas vallunas,se convirtieron en eximias co-merciantes, tanto atendiendopuestos o asientos en las feriascomo en los mercados de abasto,al mismo tiempo que los vallunossolían desempeñarse como co-merciantes a larga distancia, con-duciendo arrias o asociándose aarrieros, llevando regularmentesus productos a los asientos mi-neros y a las ciudades del altipla-no. En estos "negocios de pueblollano" no tenían rival, ni se ame-drentaban si tenían que regatearprecios frente al temible compe-tidor, las harinas chilenas, quetanta alarma provocaban entrelos hacendados.

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Los primeros vehículos motoriza-dos que irrumpen en la campiña co-chabambina son los importados por laCasa Comercial de Jesús Aguayo, quepretendía organizar un servicio de au-tomotores entre Cochabamba, Oruro yLa Paz. En junio del citado año se li-bran al servicio público estos vehícu-los pioneros, realizándose un primerviaje al valle de Cliza y promoviendodemostraciones en El Prado, que cau-san el asombro del vecindario. Prontoquedaron evidenciadas las enormesventajas de los automóviles frente a lascarrozas y similares. Así, en una pri-mera excursión a la Coronilla, se de-mostró su capacidad ascendente paraacceder a lugares donde los carruajesjamás pudieron llegar, así como suenorme fuerza y empuje, que causarongeneral admiración, pese a que estosprimeros vehículos sólo tenían modes-tos motores con capacidad de seis H.P.

Las pioneras del transporte público,fueron las empresas de carruajes y lasempresas carreteras que servían conregularidad en las rutas entre la PlazaPrincipal, Cala Cala, Queru Queru,Muyurina y San Antonio, extendién-dose incluso a Quillacollo y el Valle Al-to. Se trataba de unidades a tracciónanimal que transportan entre seis ydiez pasajeros como máximo y con ho-rarios determinados. Ésta es la épocaen que los hacendados y comerciantesnotables gustan destacarse conducien-do lujosos “Victorias” y “Landeaus”que paulatinamente se incorporan a laescena urbana, inicialmente en ocasio-nes especiales como fiestas cívicas yacontecimientos sociales, para luegohacerse familiares en la vida cotidiana.

Una alternativa anterior al ferroca-rril fue el empleo de vehículos motori-zados, como góndolas y “auto-camio-nes” en el transporte de pasajeros ycarga a nivel regional e interdeparta-mental. Fue el propio Jesús Aguayo,quien organizó la primera empresa detransporte de “autos expresos” urba-nos e interprovinciales, con conexio-nes a Tarata, Punata. Cliza, Sacaba,Quillacollo, Arani. Parotani y Capino-ta, empleando modelos Lennox, Tuxe-do y Adams, con capacidad para seis ycatorce pasajeros.

Los destellos de la modernidadacarician la ciudad yllegan a la provincia

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EL VÉRTIGO LLEGAA COCHABAMBA CONVEHÍCULOS MOTORIZADOS Y LA ENERGÍA ELÉCTRICA// H S

HUMBERTO SOLAREStextos + foto R. Torrico

Una primera incursión de mo-dernidad se dio en el campo delas comunicaciones mediante eltelégrafo: permitió sentar las ba-ses del sistema ferial valluno, através del control simultáneo entodas las ferias, de los precios demercado de los cereales, tubércu-los, harinas, muko, chicha y otrosproductos.

Otro adelanto que reivindicainsistentemente la ciudadanía, esel servicio de iluminación. Ya en1888 se sugiere la creación de una“Empresa de Alumbrado Eléctri-co y Aguas Potables” en Cocha-bamba, para atender estas dossentidas necesidades, calculán-dose el servicio de fluido eléctri-co para atender el requerimientode 1.800 domicilios y 19.507 per-sonas. Además de su posible am-pliación al Cercado, en base a tur-binas movidas por energíahidráulica proveniente de la la-guna de San Juan. (El Heraldo Nº1410, 20/11/1888).

A inicios de 1908, por último,bajo el impulso del industrial Ra-fael Urquidi y otros accionistas,se funda la Empresa de Luz yFuerza Eléctrica Cochabamba.Se trata de la primera empresamoderna fundada en la ciudad,por capitalistas del valle (comer-ciantes y hacendados) y minerosde Oruro; quienes desde el iniciode sus operaciones intentaron di-versificar su campo de acción: elservicio de alumbrado público, lared de tranvías a motor eléctrico,los ferrocarriles, una fábrica mo-derna de ladrillos y tejas e inclusoa los molinos movidos por ener-gía eléctrica. Los principales ac-cionistas fueron Simón I. Patiño,Gustavo Hinke, Francisco Argan-

doña, Rafael Urquidi, BenjamínBlanco, José de la Reza, RodolfoKruger y otros. Pertenecían al fon-do social de la Empresa, entreotros bienes, la finca de Chocaya,de donde se tomó la fuerza mo-triz para la dotación de energíaeléctrica, los molinos y tranvías.

El 14 de septiembre de 1908, selibra al servicio público la prime-ra instalación de alumbrado, quebeneficia a la Plaza de Armas y aunas 20 manzanas, que incluyenalrededor de 60 cuadras, es decir,la casi totalidad de la zona cen-tral. Hacia fines del mismo año, elnuevo sistema de alumbrado seextiende al resto del sector urba-no consolidado.

La Empresa de Luz y Fuerzatambién aportó al desarrollo ur-bano con otra gran contribución:la introducción del servicio detranvías, una verdadera revolu-ción en el transporte público, queno sólo desplazó a los viejos ca-rruajes "Victoria" y otros, sinoque abrió a la expansión urbananuevas áreas que transformaránen urbanización acelerada unainmovilidad de varios siglos. En1908 se inicia el estudio del pri-mer tramo de la línea de tranvíasproyectada en dirección a Quilla-collo. En 1909, la empresa amplíaesta idea original a la propuestadel Ferrocarril Quillacollo-Arania ser servido por trenes eléctri-cos.

Otra innovación importantepara el desarrollo de las comuni-caciones urbanas fue la red tele-fónica. Este servicio se implantóen la ciudad, como una innova-ción que pasó relativamente des-apercibida, hacia 1900, con unaspocas decenas de líneas instala-das por la Empresa de TeléfonosPeña y Cía. Este primer intentono fructificó, sin embargo, dicha

empresa volvió a reinstalar el ser-vicio en abril de 1908, con nuevomaterial. En septiembre de dichoaño, la misma, desarrolló la capa-cidad para instalar 200 líneas, in-cluso fuera de la ciudad (El He-raldo, Nº 5438, 14/09/ 1908).Hasta 1915 se instalaron centra-les de teléfono en Quillacollo. Sa-caba, Cliza. Punata, Arani y Tara-ta, con lo que quedaronconectados los principales cen-tros feriales y comerciales de laregión, con la ciudad de Cocha-bamba. En 1920, la empresa Peñatransfiere sus instalaciones a laEmpresa Reza y Cía. que se hacecargo de este servicio.Después de la Guerra del Cha-

co, en 1936, la ciudad presentaba.el mismo aspecto de principios desiglo. Las calles céntricas del cascoviejo estaban empedradas con pe-queñas piedras rodadas obtenidasdel río Rocha, con una canaleta enmedia calle para recoger las aguasde lluvia. que corrían superficial-mente. Las aceras constaban decordones delgados de piedra delTicti, lo mismo que las pequeñaslosas con que estaban cubiertas.Todas las piedras eran de mala ca-lidad, quebradizas, mal asentadas,en época de lluvias, al paso de tospeatones salpicaban agua. Lascalzadas en forma de V, recolecta-ban aguas de lluvias, formandoverdaderos arroyos que impedíanel cruce de la calle de una acera aotra. Era notable en este aspecto,la calle Calama, entre NatanielAguirre y Ayacucho, donde conuna lluvia fuerte, formaba. un ver-dadero cauce de río. Fuera del cas-co viejo empedrado en esta forma,las avenidas de acceso y calles la-terales eran de tierra, algunas malripiadas. Nubes de polvo se levan-taban con los más ligeros vientos.(Galindo, 1974: 46- 47).

El telégrafo y el ferrocarril sentaron las bases para integrar lospueblos del valle.

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En imágenes.1. Pasarela futuristaInversores españoles y laAlcaldía construyeron laobra en La Recoleta.

2. El PradoEdificios hoteleros, de co-mercio y gastronomía ro-dean el tradicional paseo.

3 y 4. Distribuidor CobijaLa obra fue motivo de po-lémica por la invasión a ve-cinos y sus demoras.

5. MuyurinaLa salida hacia Sacaba ySanta Cruz cuenta con unnudo viario importante.

6. Catedral de nocheLa Catedral en la plaza 14de Septiembre sigue sien-do un emblema local.

7. El BoulevardUna vista del ingreso haciael Boulevard, en la zona tu-rística de La Recoleta.

8. La plaza ColónVista aérea del templo delHospicio en la Colón y lacalle 25 de Mayo.

9. El CristoLa imponente imagen es elmayor atractivo urbanopara el visitante.

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Luces ysombrasde ciudadmodernaUn gran debate se abre tras laaparición de obras que hanproliferado en la ciudad por lafalta de planificación

Patricia Dueritextos y Fotos Opinión

La ciudad de Cochabamba en losprimeros años del siglo XXI ha sidoescenario de diversas transformacio-nes sociales, económicas y políticas,cambios que sin duda alguna han mo-tivado a iniciar una búsqueda conti-nua en los aspectos físico-espacialesque reflejen estas transformaciones.

Desde épocas remotas la arquitec-tura ha sido resultado del modo de vi-da de una determinada población vin-culada a su medio ambiente, geografíay recursos disponibles, a través de ellase puede leer la historia del hombreen tiempo y espacio.

En el caso de la ciudad de Cocha-

bamba entre fines del siglo XX e ini-cios del XXI los perfiles de la tradi-cional avenida de El Prado han sidomodificados con aparición del edifi-cio de ̈ Comteco¨ y los edificios Colón,ex Bidesa, Rojas, las Torres del Sol yotros más, cuya altura y estética hantransformado el espacio urbano. Aello se suman obras hospitalarias, ho-teleras, salones de eventos y obras pú-blicas que han ganado la ciudad de apoco hasta cambiar la herencia colo-nial histórica, por verdaderos gigan-tes de cemento. Sólo algunas callesdel casco viejo preservan su estilo, elresto apunta hacia el futuro.

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COBOCE, ícono deldesarrolloregional

El año 1972 nace y se consolidacomo una de las primeras indus-trias fruto del cooperativismo.

TATIANA CASTROtextos + fotos OPINIÓN

A unos 60 kilómetrosde la ciudad de Cocha-bamba, en Irpa Irpa delmunicipio de Capinota,se encuentra la plantade COBOCE CEMEN-TO, uno de los símbolosde progreso de la re-gión, pero también, unreferente de la zona de-bido a sus magníficascaracterísticas y a todoel movimiento laboral yde integración culturalque ha generado en losalrededores.

Es la mayor empresacooperativa del país.Anualmente aporta unpromedio de 43 millo-nes de bolivianos porconcepto de impuestospor la producción diariade unas 38 mil bolsas decemento.

El esfuerzo desple-gado a lo largo de losaños le han convertidoen un verdadero símbo-lo regional del desarro-llo económico en crite-rio de autoridades,representantes del sec-tor empresarial de Co-chabamba y, de los mis-mos pobladores de IrpaIrpa y sus alrededores,

que han visto con bue-nos ojos el programasocial desplegado por laCooperativa, del que sedestaca el impulso a laafición musical de lospequeños, que mues-tran periódicamente sutalento a la ciudad.

Sobre aproximada-mente 50 hectáreas, lasdos torres de concretoque se elevan hasta 80metros por los cielos yque sirven como depó-sitos de material crudopara la elaboración fi-nal del cemento des-lumbran con su solapresencia a cuanto visi-tante se les aproxima, yes visible a kilómetrosde distancia desde casitodas las direcciones.

Según testimoniosde los primeros trabaja-dores, el proceso de des-arrollo de esta zona seha dado de un modo in-verso al de otras pobla-ciones, ya que en lugarde crecer desde el cen-tro urbano hacia lasafueras, Irpa Irpa y Ca-pinota, han desarrolla-do desde las afueras,donde se encuentra laplanta, hasta las zonasurbanas más pobladas.

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JAIME MÉNDEZEl cochabambino que apostó yganó por el cooperativismo. Hademostrado que cuando sequiere, se puede. Su mayorobra, sin duda, es la consolida-ción de aquello que en principioparecía un sueño, un reto y unalocura: la Cooperativa Bolivianade Cemento, Industrias y Servi-cios, Coboce Ltda, que se yer-gue como toda una realidadmoderna y eficaz.

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APORTE A LA REGIÓN

EL MILLÓN DE METROS CUADRADOS DE PAVIMENTO

A través de un convenio interinstitucional con la Alcaldíade Cercado, Coboce ejecuta un millón de metros cuadra-dos de pavimento en Cochabamba.

01PAROTANI - CAPINOTA

La Prefectura departamental de Cochabamba (hoy gober-nación) y Coboce ejecutan trabajos de pavimentación en laruta Parotani - Capinota.

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TERREMOTO DE AIQUILEDespués del terremoto de Aiquile cuyo epicentro fue lacomunidad de la Hoyada, Coboce emprendió la construc-ción de 120 viviendas sociales a prueba de sismos paraofrecer un techo a más de un centenar de familias que lohabían perdido todo.

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VIVIENDASCoboce Construcciones ha edificado un poco más de100 mil metros cuadrados de viviendas y edificios en Co-chabamba, permitiendo que cientos de familias accedana una casa propia, de calidad y a un precio accesible.

03

EL SILLARCoboce se adjudicó el primer tramo experimental de pavi-mentación en la zona de El Sillar, en la ruta CochabambaSanta Cruz con el propósito de resolver los problemas deestabilidad en la ruta más crítica del tramo carretero orien-tal.

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DISTRIBUIDOR CONCORDIACoboce Hormigón contribuyó con la pavimentación delas calles adyacentes al distribuidor del puente Cobija asolicitud de la Alcaldía Municipal que debía entregar laobra el 31 de diciembre de 2009, la entrega del trabajo sela realizó antes de la fecha de la prevista.

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Coboce lograproducción yempleo en 38años de vidaEL RETO de ejecuti-

vos y trabajadores eshacer realidad uno delos pilares fundamenta-les para el desarrolloproductivo con la pues-ta en marcha de la nue-va planta de cementode Coboce, con una in-versión mayor a los 70millones de dólares.

La conclusión delproyecto significará unaumento en casi 300por ciento de la capaci-dad de producción debolsas de cemento has-ta finales de 2012, lo queva a reflejar el acelera-do crecimiento de estaindustria, en los últi-mos tiempos.

Este salto cuantitati-vo y cualitativo de laCooperativa represen-tará en el mediano pla-zo una producciónanual de 980.000 tone-ladas de cemento poraño, algo no imaginadohace casi cuatro déca-das cuando se puso enmarcha el sueño de unpuñado de cochabam-binos.

Coboce celebra, este15 de septiembre, 38años de trabajo, y estáen condiciones de rati-ficar que se encuentraen el umbral de su con-solidación como unamegaempresa y líder enel rubro del cemento yla construcción.

La cooperativa ha ex-perimentado un impre-sionante salto en susvolúmenes de produc-ción. Hasta el año 2009el sostenido crecimien-to permitió alcanzar elembolsado de diario de38.000 de un promedioanterior de 22.000 bol-sas de cemento al día.Se ha calculado que lanueva planta elevará

esta cifra a las 70.000bolsas diarias para co-locarlas en el mercadonacional. Esto repre-senta que la industriacuadruplicará sus volú-menes de producciónen treinta meses, desdeel comienzo del proyec-to (los primeros mesesde 2009) hasta su con-clusión programada pa-ra finales del 2012.

En retrospectiva, ha-ce cuarenta años, la es-casez de cemento en laregión era uno de losobstáculos más grandespara plasmar proyectosde construcción y deobras públicas para eldesarrollo.

La Cooperativa naceante la resolución de ungrupo ciudadano, enca-bezado por Jaime Mén-dez Quiroga, de respon-der a un desafíoestructural como fue laescasez de cemento. Es-te grupo puso en mar-cha el proyecto en 1966con el apoyo financierodel ahorro del pueblopara la producción.

La industria empezóoperaciones el 15 deseptiembre de 1972 conuna planta con capaci-dad de producción de100.000 toneladasanuales de clinker. Elacertado manejo geren-cial determinó la paula-tina creación de otrasunidades productivas:Coboce Cerámica, Ce-ramil, Hormigón, Cons-trucciones y CoboceMetal, que han respal-dado la dinámica delsector de la construc-ción en el departamen-to. Asimismo se promo-vió el Fondo de laComunidad y el perió-dico Opinion.

PROPÓSITODE COBOCEESTABILIDADLABORAL// JOSÉ MANUEL RAMÍREZ

Coboce Cemento emplea 550 trabajadores aproxi-madamente, de ellos 440 en la planta cercana a Capi-nota. Otras 140 personas se benefician con empleospor la prestación de servicios.

El proyecto de ampliación de la planta prevé incre-mentar la fuerza laboral a 700 u 800 trabajadorescuando esté produciendo a plena capacidad. Deacuerdo al avance de las fases de ejecución se reque-

rirá la paulatina contratación de mano de obra califi-cada, con efecto multiplicador de uno a diez en ‘laprestación de servicios de transporte, venta y otrosafines.

La meta y el propósito de Coboce es generar em-pleos estables y con sueldos dignos que permita a sufuerza laboral experimentar por sí mismos el lemadel cambio “vivir bien”.

LA EXPLOSIÓNDEMOGRÁFICA DEPRINCIPIOS DEL SIGLOPASADO FORJÓ LOSNUEVOS BARRIOS// J V R

El crecimiento demográfico se aceleródesde la década de los 30. En 1935, la ciu-dad tenía 35.800 habitantes; la poblaciónprácticamente se duplicó en un lapso de 5años, llegando a los 71.490, este fenómenoextendió la zona urbana de Cochabambahasta el río Rocha, en los límites norte yoeste, mientras que al sur, la ciudad se ex-tendió hasta Jaihuayco.

Durante la década de los 50, la pobla-ción superó los 80 mil habitantes y multi-plicó su superficie. Los límites de la ciu-dad llegaban hasta Tiquipaya, Sacaba yCliza a fines de la década, la mancha ur-bana supera la barrera del río Rocha haciael norte dando pie a los círculos “acomo-dados” a construir en zonas como QueruQueru, Cala Cala, Recoleta y Muyurina;mientras que al oeste se inició el ensan-che del camino a Quillacollo, y la creaciónde villas y barrios municipales y mineros.Mientras que al este, se consolidaron losbarrios en torno a los predios de la Uni-versidad Mayor de San Simón.

Una década después las zonas ruralescomo Mayorazgo, Temporal, Sarco, Tu-puraya, la laguna Alalay y el aeropuerto seincorporaron a la creciente zona urbani-zada de la ciudad, al igual que los cerrosSan Miguel y Cerro Verde.

A partir de 1967, la ciudad urbanizadaincrementó el crecimiento de la tasa deurbanización a razón de 167 hectáreas ur-banizadas por año. Una década más tarde,la población superó los 200 mil habitan-tes y sobre 4.000 hectáreas urbanizadas.

Una serie de sequías en sitios estraté-gicos del país a principios de la década delos 80 y la relocalización de los centrosmineros de 1985, tras los reajustes econó-micos estructurales propuestos por elGobierno, derivaron en la inmigración deal menos 25.000 personas. Entre 1985 y1992 la ciudad recibió un flujo migratoriode 13.000 personas promedio, cada año,procedentes de Oruro, La Paz y Potosí.

Con asentamientos irregulares conso-lidados en la zona norte y el sur de la ciu-dad, el nuevo milenio trajo consigo la ne-cesidad urgente de repensar las políticasurbanas y de servicios para los nuevos ba-rrios que hasta hoy, sobreviven en condi-ciones casi infrahumanas.

Sin embargo la tarea también obligaráa las autoridades municipales, prefectu-rales y nacionales a preservar sitios pro-tegidos por ley, que son vitales para nocontinuar con la degradación del medioambiente como el Parque Nacional Tuna-ri y las zonas agrícolas.

De cualquier forma, la resignación delcambio de uso de suelo en los distritos dela zona sur, para transformarlos de agrí-colas en urbanizables, parece inminentepara evitar el crecimiento al norte y col-mar la demanda habitacional  de la ciu-dad y sus nuevos actores.

La vida de barriosque hacen ciudadLas zonas marginales de la ciudad hacia el sur prosperaron porsu actividad económica y fundaron los primeros barrios

JOEL VERA REYEStextos + foto Rodolfo Torrico

La ciudad de Cochabamba fuefundada por primera vez en 1571por el capitán Jerónimo de Oso-rio con el nombre de Villa de Oro-pesa y contaba con aproximada-mente 40 familias españolas.Tres años después, por encargodel virrey Francisco Toledo, Se-bastián Barba de Padilla la fundapor segunda vez, el 1 de enero de1574.

Por esos años y hasta fines delsiglo XVIII el reducido núcleourbano estaba compuesto por laCatedral, edificios administrati-

vos y las casas de los poderososalrededor de la Plaza Principal; yen las márgenes se acomodaronlas viviendas de los comerciantes,los terratenientes y barrios de ar-tesanos e indios que prestabanservicios en el centro de la ciu-dad, según da cuenta el urbanistae investigador Humberto Solares,en su obra “Historia, Espacio ySociedad, 1550-1950”.

Según los mismos datos, la po-blación de esta ciudad en su naci-miento colonial alcanzaba los8.194 habitantes, cifra que llegóhasta los 21.900, a fines del sigloXIX.

El siglo XX inició con Cocha-

bamba como la segunda ciudadmás importante del país, muestrade ese desarrollo fueron la crea-ción de la empresa de Luz y Fuer-za Eléctrica (hoy Elfec) en 1908;la instalación del tranvía en 1913;la conclusión de la construcciónde la red occidental de ferrocarri-les; la llegada de los primeros ve-hículos a mediados de los años20; y el consecuente adoquinadodel centro de la ciudad, gracias alos impuestos de la chicha; mien-tras que a fines de la década delos 40 se construyó la refineríaGualberto Villarroel de ValleHermoso.

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DUELOS A MUERTELAS INOLVIDABLESPICHANGAS DE BÁSKETEN LAS CANCHAS DE LA UMSS// JOEL VERA REYES

Las canchas deportivas públicas dela Universidad Mayor de San Simón(UMSS) acogieron en su asfalto lasmás épicas jornadas de baloncesto quela memoria local pueda recordar. Ycon ellas, una de las interacciones mástrascendentales entre los barrios másantiguos de la ciudad, y los que nacie-ron a partir de la segunda mitad del si-glo pasado.

Jóvenes de barrios como El Solteri-to, Las Cuadras, San Pedro, y otros delextremo opuesto de la ciudad, se me-dían con sus pares de los barrios “anti-guos” como La Caracota (Calatayud),o los de las calles Calama, Uruguay,Jordán y otros cercanos, que concurrí-an en grupo hasta la UMSS cada sába-do, para hacer vibrar con sus piruetas auna nutrida concurrencia compuestaen su mayoría por los estudiantes.

De allí emergieron ídolos como losVillalobos, De Ugarte, Azaeda, Gonza-les o Sánchez, que alimentaron las filasde clubes como Universitario, La Salleo Calatayud, además de haberse hechoeternos en conquistas nacionales, bajola bandera de sus clubes y también consello de la Selección cochabambina, enel concierto nacional. Según cuentanalgunos ex deportistas de Las Cuadras,la tradición nación a partir de un gru-po de jóvenes que siempre se citabanlos sábados desde las 10:00 de la maña-na. Y que por la tarde se trasladabanhasta la cancha municipal de la calleLanza; con el tiempo, la cita se prolon-gó hasta la noche, en las canchas de laCostanera. Jóvenes de nuevos barriosy los de lugares más tradicionales se-llaron así una de las interacciones mássalientes de la vida urbana.

Si bien en el primer Plan Reguladorde Cochabamba de 1909 diseñado porRamón Rivero la mancha urbana de laciudad había sido programada paradesarrollarse desde la Plaza Principal,hasta la avenida Aroma, en el sur; elpuente de Quillacollo, en la parte oes-te; el río Rocha, en el norte; y la aveni-da Oquendo, hacia el este, el surgi-miento de barrios fuera del margenplanificado rebasó los ensanches deavenidas y calles hacia el sur y norte dela ciudad hasta 1940.

Una década más tarde, la consolida-ción de los predios de la UMSS trajo laconsecuente regularización “planifi-cada” de los barrios circundantes co-mo San Pedro, El Solterito y Las Cua-dras, anexando además en su dinámicaa los barrios que surgieron un siglo an-tes, como Calatayud, o los de la aveni-da Aroma y las calles Uruguay, Jordán,Calama, además de otras calles inclui-da la zona central.

La Universidad Mayor de San Simón es el punto de referenciapara el desarrollo de barrios como San Pedro y las Cuadras.

El deporte que uneal sur y al este

JOEL VERA REYEStextos + fotos Opinión

El deporte ha sido una carac-terística de este valle cuyo rótulode “semillero” ha quedado demanifiesto con el permanenteprotagonismo de cuanta conquis-ta se ha conseguido en ese orden,a lo largo del siglo pasado.

Es así que las más prolongadashegemonías de Cochabamba tan-to a nivel de clubes como de se-lecciones, y los roles protagóni-cos más elevados, siempre hanestado del lado de su vitrina. Eldeporte, como parte de una cul-tura urbana de competencia en-tre miembros de un  mismo ba-rrio o entre los representantes decada núcleo, ha sido parte de suformación.

No existe disciplina deportivaen la que los logros obtenidos a

nivel de clubes o de selecciones,en las representaciones naciona-les en eventos internacionales,donde no haya participado un co-chabambino, se suele decir entrequienes cultivan el deporte ama-teur. Y en realidad las prolonga-das hegemonías de las represen-taciones vallunas en la cosechade oro, o su aporte en el profesio-nalismo deportivo, pueden ser lamejor prueba de ello.

El deporte también se hizouna tradición en la vida de los ba-rrios y fue fundamental para suconsolidación en el marco urba-no de la ciudad. Las interaccionesdesde los núcleos familiares ha-cia su retorno más próximo, la ve-cindad y la juventud, se explicabapor la práctica del deporte.

Era la forma natural de sociali-zación, de agrupación entre indi-viduos, y por lo tanto de apropia-

ción de espacios físicos reconoci-dos como propios e infranquea-bles.

El deporte marcó la existenciade cada barrio tradicional con labúsqueda de prorrogar su hege-monía, pero también la de los nú-cleos urbanos nuevos, con la ta-rea permanente de inscribirse enel mapa de las canchas deporti-vas, incluso antes que en el mapaurbanístico de desarrollo local.La necesidad de conquistar nue-vos territorios y enfrentarse conbarrios próximos o los lejanos, setradujo en los clásicos desafíos.Sin embargo, el más tradicionaldesafío de “todos contra todos”,fue el conocido como “las pichan-gas de la U”, donde sólo el mejortriunfaba al final de la jornada ycasi siempre lo único que estabaen juego era el honor.

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LOS OPUESTOSRIVALIDADES HISTÓRI-CAS DE LOS BARRIOSTRADICIONALES DECOCHABAMBA// J V R

Desde principios del siglo pasado, lainterrelación de los dos barrios, CalaCala y la zona del Matadero, se basó enla competencia de los opuestos que sesaben equivalentes desde sus particu-laridades.

Los carnavales, los deportes y laspeleas callejeras generaron una espe-cie de eterna competencia, cuyos en-frentamientos muchas veces trascen-dieron lo deportivo y lasmanifestaciones culturales, dandocurso a las más épicas anécdotas devictorias y derrotas para ambos ban-dos.

Las manifestaciones culturales deCochabamba siempre estaban dis-puestas a la sorpresa de unos y la répli-ca de los otros, ninguna fiesta estabacompleta sin el concurso de ambosbandos, dinamizando una de las rivali-dades más tradicionales de esta ciudaden dos de los más tradicionales barrioscochabambinos.

Hoy la dinámica ha permitido quela campiña del norte se diversifique encuanto a su actividad económica, perotambién en sus características urba-nas, que se han modernizado y dadopaso a la construcción de edificiosmultifuncionales, donde coexistencentros comerciales, y de vivienda,que luchan por mantener además lascaracterísticas paisajísticas y de fores-tación tradicionales de la zona.

Cala Cala es un verdadero ícono dela zona norte de Cochabamba. Loscentros gastronómicos, de espectácu-los, balnearios y de atractivo turísticotuvieron casi la exclusividad de la di-námica cochabambina de atractivosdurante el tránsito de la campiña, quepasó de un lugar de descanso a una zo-na recreativa por excelencia y que vi-vió con ese vértigo por más de mediosiglo hasta casi el inicio del nuevo mi-lenio, cuando otros lugares como LaRecoleta tomaron la vanguardia en es-tas actividades.

La zona en consecuencia, ha reco-brado su carácter de lugar destinado ala vivienda, aunque ahora con moder-nos edificios de departamentos. Sinque ello signifique que la actividadeconómica y comercial haya disminui-do.

Desde la zona del estadio Félix Ca-priles, por la avenida Libertador Bolí-var, hacia el norte; desde la plazuela deCala Cala, hacia el oeste por la avenidaSimón López, hasta Mayorazgo; y porel norte hasta Semapa y las calles pró-ximas, la mancha urbana ha rebasadolos límites de lo planificable. Sin em-bargo mantiene aún algunas caracte-rísticas: la vida de barrio, sus fiestaspatronales y actividades tradicionales.

Dos extremos de la ciudad y del imaginario urbano: Uno con elaire de campiña; el otro forjado por el comercio popular

Cala Cala al nortey el Matadero al sur

JOEL VERA REYEStextos + foto Torrico

La denominada campiña deCala Cala en la zona norte de laciudad, reconocida como un sitiode paseo y descanso donde la vidatranscurría sin apuro desde losinicios de la República, siempreestuvo considerada como lugarde residencia de gente económi-camente acomodada. Entrado elsiglo XX los asentamientos urba-nos comenzaron a cobrar vida, laque luego se conoció como la vidade barrio.

Relatos de investigadores ycientíficos la calificaban ya en elsiglo XIX como el lugar de des-canso para los paseantes, de am-plia producción de frutos exqui-sitos como las fresas, y de caseríosde la gente acomodada de Cocha-bamba.

Sin embargo este lugar de ma-nantiales, vertientes de agua cris-talina, riachuelos y lagunas, vio

cómo el curso del desarrollo ur-bano de la ciudad ejerció sus másdrásticas voluntades, dando pasoal cemento y las calles de asfaltoque suplieron los senderos deceibos; o los campos deportivosdel complejo Félix Capriles quedesplazaron a la laguna Cuéllar,con un simbolismo sin parangónentonces y ahora, en el resto de laciudad.

En el extremo opuesto de laciudad paralelamente se desarro-llaba todo un mundo en torno alMatadero, dispuesto por costum-bre del oficio en la zona y luegocomo Municipal. Allí crecía unbarrio con algunas característicaspropias, que dieron vida a un nú-cleo económicamente poderoso.

El denominado Barrio Chino,el sector que hoy circunda la ave-nida Huayna Kapac, Villa Coro-nilla, la avenida Juana Azurduyde Padilla, la plazuela Osorio y elaeropuerto, vivía con el vértigode un cotidiano apurado que con-

trastaba los paseos y descansosdel norte, aunque con caracterís-ticas más populares; el comercio,la actividad económica y produc-tiva de sector generaba una diná-mica tan grande, que los asenta-mientos las primeras industriasdel cuero, tienen registros ante-riores al nacimiento de la Repú-blica, al igual que los jaboneros,carboneros, mañazos, entre otros,por su proximidad al principalcentro de faeneo de ganado.

La vida de ambos extremos dela ciudad se entiende por la inter-acción de similares potenciaseconómicas e incidentes en laspolíticas de desarrollo regionalque delineaban el crecimientourbano de la ciudad de Cocha-bamba, pero ante todo, el des-arrollo paralelo, pero casi opues-to de subculturas urbanas concódigos y lógicas propias, peromanteniendo la órbita en el cora-zón de la urbe.

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Antes de la República, Cochabambase caracterizó por generar núcleos ur-banos, sociales y comerciales en tornoa sus plazas. La plazuela Osorio, cono-cida popularmente como la yarq’ayplazuelita (plazuela del hambre enquechua), generó diversas actividadesen ese orden a su alrededor, para satis-facer las necesidades gastronómicasde su creciente vecindad, y toda la ciu-dad. Como parte del circuito del “Ba-rrio Chino” y como uno de los extre-mos de centro histórico de la ciudad, laplazuela se especializó en la produc-ción gastronómica.

Platos tradicionales como la silica,ranga, riñón, entre otros fueron des-arrollando sus más tradicionales sabo-res desde mediados del siglo pasado ensus aceras. Vecinos de la zona recuer-dan que las más antiguas sillp’ancherí-as cultivaron el bisté en las proximida-des, una adaptación foránea que luegofue nombrada como sillp’ancho, gra-cias a la morfología de su ingredienteprincipal, la carne apanada aplastada,dicha en quechua.

Quienes la conocieron recuerdan al“Alemán” dotando de cerveza en chopen el bar Comercio a los sedientos co-mensales, mientras que por la tardeera casi obligatorio acudir a la yarq’ayplazuela donde esperaban los habasp’ectus, ajíes de fideo, sajta de papali-za, para rematar con una buena chi-cha. Pero, como era gente “respetable”y “de bien”, la que generalmente con-curría, y en horario de trabajo, no eraalgo extraño ver a médicos famosos oeminentes jurisconsultos, pedir un“cafecito” en jarrones de lata, que lue-go se descubrió, no era más que la mis-ma chicha en un envase discreto.

Hasta el siglo pasado, un registromunicipal para la regulación del im-puesto a la chicha, daba cuenta de laexistencia de más de 400 chicherías,tan sólo en el centro de la ciudad.

Actualmente sitios tradicionales co-mo la zona del aeropuerto, la plazuelaOsorio, incluso Jaihuayco se han des-prendido del eje desde este barrio paradar lugar a importantes polos de des-arrollo urbano y demográfico.

El “Barrio Chino”es el últimobastión de las tradiciones urbanas

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YARQ’AY PLAZUELALA OSORIO Y LA CORA-ZONISTAS FUERON LASPRIMERAS POSTASPARA CRUZAR EL RÍO// J V R

JOEL VERA REYEStextos + foto Opinión

La recurrencia cíclica quedóde manifiesto en las característi-cas que marcaron las actividadesy funciones al interior de la diná-mica social de la urbe cochabam-bina desde el período post repu-blicano.

Sin proponérselo, quienestransformaron el ex matadero enel actual mARTadero, replicaronla intensa actividad cultural quecaracterizaba la zona, además dela económica.

Seguramente hoy con mayordifusión, aunque con menos bo-hemia que en las jornadas de lastardes vallunas en las quintas co-mo Anita o El Jardín, de media-dos del siglo pasado, este sectorcontinúa siendo de gran activi-dad cultural, comercial e indus-trial.

Las históricas curtiembres Fé-nix, Tunari o Hércules marcaronel rubro y el sitio para más de unadecena de industrias que persis-ten hasta nuestros días expandi-das desde la final Ladislao Cabre-ra, hasta la avenida JuanaAzurduy de padilla, en el margeneste del río Rocha.

Las curtiembres continúan ge-nerando movimiento económicoen su entorno y conformando unbloque de fuentes de empleo paraobreros en pleno centro de la ciu-dad.

En el ámbito deportivo la in-comparable cancha de fútbol 27

de Mayo en el barrio de San Joséde la Banda, ubicado entre el ae-ropuerto y el ex matadero, vio na-cer a verdaderos prodigios y refe-rentes del fútbol nacional comolos Urdininea, Alcócer o Tronco-so, que pasaron de ser ídolos en elbarrio, a consolidarse como figu-ras de corte nacional.

De San José de la Banda nacióel club de fútbol con el mismonombre, que luego se convirtióen el actual Jorge Wilstermann,en homenaje del primer pilotocomercial de Bolivia, cuyo nom-bre adoptó también el aeropuer-to. Boxeadores que alcanzaron si-tios de privilegio en el conciertonacional como Romero, Orozco oMontaño, también nacieron aldeporte de los puños, en los bal-díos del popular Barrio Chino.

HACIENDA DE JAIHUAYCO La di-námica del Barrio Chino alcanza-ba Jaihuayco, allí la hacienda SanAmbrosio y el antiguo templo ensu plaza eran los referentes de lavida parroquiana que transcurríaentre la recolección de frutos enlos huertos, hasta la comerciali-zación de éstos en los centros in-formales de venta, que se exten-día desde el mismo Jaihuayco,por el matadero, hasta Calatayud,por las avenidas Siles y Aroma.

RESPIRAN COMERCIO AlcideD’Orbigni en una descripción desu viaje al Centro de América de1847, calificaba al cochabambinocomo bohemio por excelencia,

pero también como “el más aus-tero en sus viajes”. Valorando elcarácter y visión para el negocio,asegurando que podía trasladarseen cualquier latitud con la mer-cadería adecuada y en el momen-to oportuno.

“Así como se ven paraguayospor América, los cochabambinosse encuentran por todas partesdel mundo”, decía el científicofrancés, ya en aquellos años.

Ninguna zona fue más prós-pera a partir del comercio, inclu-so antes de la fundación de laRepública en Cochabamba yhasta nuestros días, como la deldesaparecido Barrio Chino, quecobijó a los primeros comercian-tes de Cochabamba, en rubroscomo la curtiembre, la carbone-ría, la carnicería, venta de frutosy todo cuanto necesitaba la ciu-dad.

En la avenida Siles está insta-lado un centenar de comercian-tes de partes de vehículos que hacreado una nueva actividad eco-nómica tan dinámica como la delos viejos tiempos del “BarrioChino”, ahora en la zona de VillaCoronilla.

Hoy este popular barrio osten-ta una dinámica con volúmenesimportantes para la economía in-formal local, aunque en propor-ciones, seguramente menoresque en el pasado, con el surgi-miento de centros de abasto co-mo La Pampa, San Antonio yotros mercados en el centro de laciudad.

Deportistas y bohemios pero ante todo comerciantes eindustriales conforman esta zona, una de las primeras exten-siones de la ciudad hacia la periferia. Ahora está en pleno centro

Desarrollo BICENTENARIO COCHABAMBA 14..09.2010 41

Los barrios nuevos en Cochabambapueden clasificarse como privilegia-dos, porque son una especie de com-plejos privados que tienen todos losserviciios básicos, además de una seriede comodidades y lujos, que por lo ge-neral se han acomodado en el norte dela ciudad. Y los barrios pobres, cuyasmáximas aspiraciones consisten en elacceso a servicios básicos como el deagua potable, alcantarillado o seguri-dad ciudadana, y que por lo generalson asentamientos irregulares.

Si bien existe un buen número en lazona norte, también es un hecho com-probado por las autoridades que estosavances sobre áreas verdes se han de-tenido, aunque no se han eliminado.Entonces la zona sur de la ciudad es elobjetivo de las familias jóvenes y de losinmigrantes, que llegan hasta la ciudadcon la esperanza de lograr un techopropio.

Según datos de la misma Alcaldía deCercado, en los distritos del sur exis-ten decenas de barrios nuevos, recono-cidos o no, por el municipio, que ac-tualmente conforman el eje deexplosión demográfica más elevado detodo el municipio, sus proyecciones encuanto a población hacia el final de es-ta década superan con creces las delresto de los barrios, de tal modo quelos futuros núcleos urbanos se en-cuentran en estos asentamientos, y enla medida de la falta de atención, des-arrollarán con la capacidad de batirseante la adversidad, pero también conla consecuencia de la falta de control yseguridad ciudadana, tal como ocurreen los barrios marginales de las ciuda-des grandes del mundo.

Tanto al sur como al norte, los ba-rrios que diariamente luchan por al-canzar condiciones básicas de vida, seencuentran prácticamente consolida-dos, a pesar de la irregularidad quepueda caracterizar a algunos.

Desde la Alcaldía se ha reconocidoya que en el mediano plazo debe pen-sarse en sacrificar las denominadaszonas agrícolas, especialmente en eldistrito 9, pero también a nuevos cen-tros urbanos dentro de la ciudad.

Los pagos del Incaen este valle y laherencia desde laépoca de Tiwanaku

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NUEVOS BARRIOSLA DINÁMICA DE LALUCHA DE RICOS Y POBRES POR OCUPARESPACIOS EN LA CIUDAD// J V R

JOEL VERA REYEStextos + foto Opinión

La llegada de Tiwanaku al va-lle de Cochabamba, a partir de lainformación proveniente de laevidencia arqueológica, señalauna antigüedad considerable queremonta las primeras fases de suexistencia hasta los 400 y 100años antes de Cristo, según losestudios que el antropólogo De-nis Ricaldi realizó en los últimosaños.

La misma fuente señala que lamotivación por la anexión de estaregión a la dinámica tiwanacotafue el acceso a recursos que en suespacio original eran escasos, oinexistentes.

En ese orden, el bien más pre-ciado para la ocupación de estosespacios es el maíz, cuyo consu-mo pese a la abundancia en esemomento, estaba casi totalmenterestringido a fines rituales o reli-giosos, pues no tenía importanciacrítica en la dieta de las personasfrente a otros productos agrícolascomo la quinua, que se producíaen cantidades importantes en lascercanías de la gran urbe.

Es posible reconstruir ideal-mente las condiciones en las cua-les Tiwanaku llega al valle de Co-chabamba. Este ejercicio serealiza a partir de la observaciónde los patrones que establecenlos incas, para establecer el Ta-wantinsuyu y en consideraciónde lógicas que compartían los se-res humanos que habitaban elmundo andino.

Tiwanaku llega al valle, nego-cia su acceso con los grupos queya estaban presentes, a partir de

pactos y establece relaciones dereciprocidad. En el tiempo su in-fluencia en términos de cultura yreligión se hicieron mayores, estoúltimo es patente en los inter-cambios manifiestos en cerámi-ca, textiles y utensilios, que pue-den encontrar en enterratoriosde los grupos humanos con loscuales Tiwanaku realiza inter-cambios.

Para entender la trayectoriatemporal de las poblaciones queocuparon el valle de Cochabam-ba, es importante esclarecer elpapel que desempeñó la entidadpolítica Tiwanaku.

En los estudios existe relativoconsenso respecto a la composi-ción de la población originariadel valle. El Valle Bajo, está ocu-pado por Cotas, Cavis y por unaimportante población de Urus.Estos últimos habitaban lagos, la-gunas zonas anegadizas muy fre-cuentes en todo el valle de Co-chabamba. El Valle Alto estabaocupado por Cotas y Chuwis, na-ciones cuya presencia en la zonaseñalaba una gran antigüedad.En el valle también estaban pre-sentes naciones o reinos aymaras,cuyas cabeceras o capitales se en-contraban en el altiplano, distan-tes a cientos de kilómetros.

Los Sora son una de estas na-ciones, de hecho sus segmentos oayllus menores (Paria, Tapacarí,Sipe Sipe y Caracollo) tenían te-rritorios continuos desde el alti-plano hasta el Valle Bajo (Sipe Si-pe). El valle de Cochabambaforma parte del Tawantinsuyudurante el gobierno de Tupaj Yu-panqui. De acuerdo a las lógicas

andinas de ocupación del espa-cio, trasladó Cotas y Cavis al vallede Sacaba y Mizque y Pocona, alparecer este movimiento de “gen-tes” tuvo como motivaciones elacceso a recursos estratégicos ypara fines militares.

LA INVENCIBLE 2.750 La décadade los 70 se inició con la conquis-ta de la Cota 2.750, límite de cons-trucción hacia el norte de la ciu-dad de Cochabamba, que en teoríademarca el inicio del Parque Na-cional Tunari y que no pudo im-ponerse a los apetitos por conso-lidar la vivienda en áreasgenerosas y con una panorámicaenvidiable.

Sin embargo este límite haquedado hoy en la anécdota, todavez que varias urbanizaciones ybarrios han prosperado por sobreel límite.

Ya sean los barrios popularescomo Villa Moscú, El Frutillar,Temporal, Mesadilla, o los exclu-sivos como las Lomas de Aran-juez, que están en el límite de lopermitido, o los asentamientosirregulares, que en la zona delparque, entre Sacaba y Tiquipaya,superan los 70 y alcanzan más de2.000 familias que viven en situa-ción irregular, el crecimiento alnorte de la ciudad no ha cesadomerced a la dejadez de las autori-dades.

Sin embargo se ha incremen-tado dramáticamente en la zonasur, donde se calcula que más deuna decena de miles de personasinician cada año nuevas vivien-das, en sitios regularizados o no.

Tupuraya, Muyurina, Queru Queru y gran parte del norte fueron los lugares apetecidos por las civilizaciones anteriores a la época colonial debido a su generosa fertilidad.

42 Desarrollo BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

POS GUERRA131 AÑOS DESPUÉS, LA AÑORANZADE LO PERDIDO// REDACCIÓN

La nostalgia es el sello oculto impreso en estas gráfi-cas de Antofagasta, Calama e Iquique que el fotógrafoRodolfo “el Turista” Torrico captó a principios del siglopasado. Nostalgia impresa desde el lente del fotógrafo ynostalgia en los ojos bolivianos que contemplan en cual-quier tiempo y lugar aquello que, un día de 1879, dejó fí-sicamente de ser parte de la geografía boliviana pero quepermanece arraigado en las profundidades del corazóncomo espinas clavadas en una herida abierta en el almaciudadana que se niega a cerrar a pesar de los siglos.

Torrico captó los mayores símbolos de modernidadedificados en estas ciudades y en sus puertos, que for-man parte de un proyecto inconcluso que el fotógrafoacariciaba: el de ofrecer una colección de fotografías deciudades, pueblos y personas asentadas entre las costasdel Pacífico y las riberas del Amazonas antes de fundir,en un largo abrazo, sus aguas con el Atlántico. Su libroiba a llamarse “Desde la Cordillera de los Andes, hasta elAmazonas”. Una calle principal, el puerto, la residenciaAvaroa y la Plaza Colón de Antofagasta en 1920.

44 Historia BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

Alma k’ochala BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010 45

Cochabamba es el equilibrio entre oriente y occidente desdesiempre gracias a su visión global de unidad nacional del país

El pensamientoque une a Bolivia

CARLOS CORDEROPolitólogo Fotos archivo opinión

A lo largo de la historia nacio-nal han existido intelectuales ypolíticos cochabambinos que sehan caracterizado por desarrollarun pensamiento que no ha tenidola característica de ser localista sino que el pensamiento político dela Bolivia le debe a esta regiónuna serie de aportes realmentesustanciales para la vida políticade lo que hoy vemos como un pa-ís unido.

Los pensadores de este depar-tamento siempre han trascendi-do las fronteras de lo local, paraconcebir sus ideales en proyec-ción a todo el país. Siempre hanvisto el país como el todo, nucaúnicamente su región, lo que noocurre con algunos representan-tes en este orden que desde otros

departamentos, piensan a Boliviadesde la lógica sus regiones y an-teponiéndolas a lo nacional.

Desde la formación de la Re-pública y en distintos momentosdel país, el hombre y la mujer co-chabambinos han desarrolladopensamientos con dos vertientesprincipales: una profundamentenacionalista; y la otra integrado-ra, constructora de la unidad, quesi no hubiera sido por su influen-cia en los momentos determinan-tes de la vida del país, tal vez esta-ríamos viviendo una historianacional más disgregada, másdispersa.

El cochabambino, creo quepor cultura, es migrante y cuandomigra se enraíza, genera raíces,uno puede decir hoy en día, 200años después de los hechos liber-tarios se puede decir que tienenpresencia influyente dentro y

fuera del país. En todo momentohan existido políticos o intelec-tuales que desde Cochabambahan logrado trascender sus lími-tes y fronteras. El pensamiento li-beral ha tenido extraordinariospensadores de esta región.

Viendo de más atrás en la cons-trucción del Estado, han existidoex presidentes que surgieron des-de acá, sobre todo en la época delauge, en lo que es la llegada de laindustria extranjera, la construc-ción de los ferrocarriles, la explo-tación de las minas, hemos tenidopresidentes e intelectuales quehan ido acompañando este pro-ceso.

Entonces no es un exceso de-cir que si Bolivia es un país unidoes en gran medida gracias a lospensadores cochabambinos quesiempre han sido el equilibrio en-tre oriente y occidente.

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LA BALANZA DELEQUILIBRIO POLÍTICOAún en la actualidad, ydesde siempre, Cocha-bamba es como el puntocentral de una balanza delequilibrio político. Dondese inclina Cochabamba seinclinan los procesos políti-cos, a diferencia de otrosdepartamentos como elcaso de Santa Cruz que nologra trascender sus lími-tes departamentales, nisus intelectuales. Hay unaexcesiva defensa de los in-tereses locales en la élitecruceña; en cambio el co-chabambino, tal vez porestar en el centro del país,desarrolla la sensación deque el país es una exten-sión de la región, de que notiene fronteras y eso haceque desarrolle una menta-lidad de pensamiento y deacción vinculado al carác-ter integrador del cocha-bambino que, yo creo quees uno de los mayoresaportes de Cochabamba alEstado boliviano.

INFLUENCIA EN LOSSECTORES DE PODEREn el transcurso deltiempo se pueden nom-brar muchas personas ycorrientes que tuvieronsus mejores o mayoresrepresentantes en estatierra, por ejemplo en eltrotskismo, marxismo, enel pensamiento liberal, lademocracia. Sin ir lejos elvicepresidente actual Ál-varo García Linera tieneraíces familiares en Co-chabamba, luego se tras-lada hacia La Paz.Los políticos más influ-yentes de cada época na-cieron o se hicieron enCochabamba, pero siem-pre tienen esta tendenciade inmigrante que losobliga a echar raíces oprosperar fuera de su re-gión y generalmente sevan a La Paz, donde seencuentra el núcleo delpoder político nacional,que seguramente tam-bién es lo que seduce losvallunos.

ALGUNOS DATOS& APUNTES

LA CUNA DE POLÍTI-COS Y SUS PARTIDOSCochabamba era una cé-lula extraordinaria delPOR, del PIR y de los parti-dos de izquierda. En la dé-cada de los 70, surgieronpersonalidades comoMarcelo Quiroga SantaCruz que formó una gene-ración de bolivianos.Se podría decir que las raí-ces de la democracia seencuentran en la juventude intelectuales cochabam-binos y en los procesospolíticos que se vivió en elpaís.

SERGIO ALMARAZPAZFue fundador del PartidoComunista en Bolivia ysu línea de izquierdamarcó huella en la vidapolítica nacional, junto aJosé Pereyra, Víctor Hu-go Líbera, Mario, Luis yJorge Ballón Sanjinés,Jorge Ovando Sanz.

MANUEL ANICETOPADILLAFue uno de los másnotables políticos la-tinoamericanos de suépoca. Político y pe-riodista sudamerica-no, tuvo larga actua-ción en la Argentina,Chile, Perú, ademásde su país Bolivia.

WÁLTER GUEVARAARCEFue fundador del PRAy llegó hasta la Presi-dencia tras ser unactor fundamental delos mayores cambiossociales y políticosque encaró el país.Sus ideas lo llevarona la cumbre política.

MARCELO QUIRO-GA SANTA CRUZFue fundador del PS-1que cobró gran im-portancia política a fi-nes de los 70. Ademásfue notable escritor,pensador y uno de losmás lúcidos políticosde la historia nacionalcontemporánea.

ALGUNOS

POLÍTICOS Y

PENSADORES

CARLOSMONTENEGROSuscribió el acta de funda-ción del MNR en 1943 jun-to a Radepa y luego derro-có al general Peñaranda ypermitió el acceso de Villa-rroel a la presidencia y seconvirtión en ministro deagricultura.

JOSÉ ANTONIO ARCE Es considerado como unode los más grandes soció-logos bolivianos y comoteórico marxista. Pasó a lahistoria como creador delPartido de la Izquierda Re-volucionaria, encarnaciónmaterial de su doctrina.

RICARDO ANAYAFue uno de los mayoresideólogos políticos de lacorriente marxista en lahistoria de Bolivia, en sutiempo fue comparadocon ideólogos de la tallade Carlos Mariátegui y An-tenor Orrego.

OSCAR UNZAGA DE LA VEGAFue un político boliviano,Jefe y fundador de Falan-ge Socialista Boliviana(FSB). Poeta, escritor,maestro, historiador y pe-riodista. Únzaga ha sido elpadre de la ideología delnacionalismo y socialismo"bolivianista".

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En imágenes.1 y 2. Santa TeresaEl convento de la plaza DelGranado mantiene elclaustro de sus religiosas.Recientemente se haabierto a las visitas. El inte-rior del convento.

3. CorazonistasEl detalle interior de la igle-sia del Sagrado Corazónde Jesús, en la Hamiraya.

4. San FranciscoEstá ubicada en la calle 25de Mayo y Bolívar.

5. InteriorUn detalle interior de SanFrancisco que albergó aJuan Pablo II en 1988.

6. La CatedralUna imagen de la CatedralMetropolitana desde laPlaza 14 de Septiembre.

7. HospicioDetalle interior del templodel Hospicio, en la PlazaColón.

8. Santa ClaraLa fachada del conventoen la 25 de Mayo casi es-quina Heroínas.

9. Santo DomingoInterior de la iglesia de laavenida Ayacucho.

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Herenciareligiosade lacoloniaUna decena de iglesias católicas, que se encuentra en el casco viejo de la ciudad,refleja el legado de la cruz española

REDACCIÓNfotos Opinión

La primeras descripciones sobrelas características urbanas de la ciu-dad de Cochabamba, tras su inicio enla vida republicana, dan cuenta de unimportante número de iglesias católi-cas como el legado religioso de la co-lonia española.

Estas edificaciones se erigían enpleno centro de la ciudad como lasconstrucciones más importantes porsu diseño y magnitud, que en muchoscasos se han mantenido hasta nues-tros días.

En la actualidad, pese a los grandesy modernos edificios, las iglesias per-sisten y disputan a las nuevas cons-

trucciones el espacio y la atención delvisitante.

En su interior se conservan sus es-tructuras originales  y prácticas tradi-cionales religiosas, a tan solo metrosde los mayores símbolos de la moder-nidad que han invadido Cochabamba.

Sin embargo algunos sitios emble-máticos como la iglesia de La Mercedhan desaparecido para dar curso aldesenfrenado impulso por borrar elpasado y mirar el futuro sin un nortecierto, en nombre del desarrollo. Pesea todo, las iglesias siguen ahí acogien-do diariamente a sus fieles.

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El viejo centro médico fue el primero en organizar su materni-dad disponiendo de una sala cuna con tecnología aplicada en 1960

El Hospital Viedmaes patrimonio local

PATRICIA DUERIUrbanista + fotos archivo Opinión

Las epidemias que asolaronCochabamba en 1857 y 1879 pu-sieron en evidencia la necesidadde contar con un nuevo hospitalante la insuficiencia del HospitalSan Salvador, conocido tambiéncomo San Juan de Dios. Las pro-testas ciudadanas, que habían co-menzado hacia 1853, aumentaronal punto de obligar a la Alcaldía aprogramar una nueva edifica-ción, previa la elección del lugarante la existencia de numerosasalternativas.

La opción final, luego de que

las autoridades edilicias oyeranel consejo ciudadano, fue cum-plir la voluntad de quien fue go-bernador de Santa Cruz e inten-dente de Cochabamba en 1784,Francisco de Viedma y Narváez,que poseía casas y haciendas ubi-cadas en las actuales avenidasAniceto Arce y Oquendo, las mis-mas que, antes de su muerte enjunio de 1809, las dejó para finesbenéficos.

Las presiones derivadas de laepidemia de 1879 determinó quela Alcaldía habilite las caballeri-zas y los galpones de las hacien-das para trasladar el Hospital San

Salvador mientras comenzabanlas obras. Uno de los principalesimpulsores de la construccióndel nuevo hospital fue el médicoJulio Rodríguez y, a su conclu-sión, le cupo entregar la obra a laciudad de Cochabamba el conce-jal José Manuel Torrico el 14 deseptiembre de 1884. El hospitalfue entregado con el nombre deBolívar, pero más tarde, tras reco-nocer los méritos del marino yexplorador español Viedma, acor-daron el nominativo de HospitalViedma, reconocido en la actuali-dad como centro médico de refe-rencia.

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EL MUSEO DE LA FA-CULTAD DE MEDICINAPor detrás de los cuatrobloques se encuentra elMuseo de la Medicinaque se instala en el año2007. Este museo seconstituye en un espaciovivo que cuenta gran par-te de la historia de la me-dicina en nuestra ciudad.

LOS BLOQUES COM-PLEMENTARIOSSe tienen dos bloquesmás que forman partedel conjunto, uno que seencuentra visible entre laavenida Aniceto Arce y laavenida Oquendo y elotro que está por detrássobre la avenida Oquen-do. De diseño sobrio yacademicista, aparente-mente construido conapoyo de Simón I.Patiño,está destinado a la aten-ción de pacientes de latercera edad.

EL GRAN VALOR HISTÓRICOPor las cualidades histó-ricas, arquitectónicas yestéticas de todos loselementos que confor-man el antiguo HospitalViedma, este es un bienpatrimonial para los co-chabambinos que re-quiere atención especialpara su conservación,restauración y rehabilita-ción, que le permitancumplir un uso socialadecuado a la demandade la población.

ANTECEDENTES& HISTORIA

LA IGLESIA DE SANJOSÉ EN EL CENTROEdificada en 1910 en re-emplazo de una antiguacapilla que funcionabadesde 1885. La planta esde una sola nave alarga-da con ábside semicircu-lar en la cabecera, dondese encuentra el altarprincipal diseñado en es-tilo neogótico; en los la-terales también se tie-nen varios altares, todosellos neogóticos, al igualque el púlpito. Desde el2008 se cumplen traba-jos de reparación.

ALGUNAS FUENTESCONSULTADASDueri, Patricia. Valora-ción histórica y arquitec-tónica del Antiguo Hos-pital Viedma. Colegio deArquitectos de Cocha-bamba – SEHIPRE, Juliodel 2010.Guzmán, Augusto. Co-chabamba – Los Amigosdel libro, Cochabamba-Bolivia, 1972.Rodriguez, Rivas Julio.Don Julio, UMSS, Edito-rial Los Amigos del libro,Cochabamba, 1978Solares, Humberto. His-toria, espacio y socie-dad. Tomos I y II. H. Mu-nicipalidad deCochabamba. CIDRE –II. Cochabamba

El antiguo Hospital ViedmaESTÁ EN UNA VIVIENDAEl antiguo Hospital Viedma está conformado pordistintas edificaciones, entre ellas la casa de Vied-ma, aún en pie. Detrás de la casa de Viedma seconstruyeron cuatro bloques de una sola planta uni-dos por una galería con arcos en su parte frontal; lascolumnas de piedra son de fuste liso con capitel ybase, el conjunto fue diseñado bajo la influencia delestilo neoclásico, muy practicado en la ciudad a fi-nales del siglo XIX. Cada bloque se edifico pensandoen albergar 50 camas, teniendo 200 entre los cua-tro bloques.

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Autoridades, vecinos y allegados a la corona sostuvieron reunio-nes secretas contra España en una vivienda de las afueras de laciudad

Los conspiradores del vecindario

EDMUNDO ARCEhistoriador + imágenes Judas Tadeo An-drade y Opinión

Las tertulias en las casas dedos tradicionales familias de Co-chabamba ampararon los prepa-rativos de la rebelión que culmi-nó en la toma del cabildo el 14 deseptiembre de 1810. Las reunio-nes secretas permitieron inter-cambiar información para hacerposible por ejemplo la destitu-ción de Joseph Gonzales de Pra-da, la adhesión al movimiento del25 de mayo en Buenos Aires y elrespaldo a los patriotas.

Los historiadores José Mace-donio Urquidi y Eufronio Visca-rra hacen referencia en distintos

momentos a dos casas en las quese reunían secretamente los pa-triotas para planificar las accio-nes revolucionarias de septiem-bre. Según Urquidi, una de lascasas reunía cada noche a jóvenesy rebeldes, además de grupos demujeres incluso relacionadas conla corona española, cerca a lasinstalaciones de la actual empre-sa de energía eléctrica sobre laavenida Heroínas.

Viscarra precisa mayores deta-lles de la vivienda donde “Riveroy sus compañeros celebrabanreuniones nocturnas en la casa de(Eugenio) Cangas situada no le-jos del río Rocha, al noroeste de laPlaza Principal”.

Viscarra también señala la

propiedad de Agustín Azcui co-mo la otra casa de conspiracio-nes, cuya ubicación no precisaaunque historiadores coincidenen señalarla como cercana a la ac-tual plaza Abaroa, donde nace lacalle Santivañez, en diagonal a laactual posta municipal.

Fue en este domicilio en elque, aseguran los historiadores,se informó por ejemplo a Fran-cisco del Rivero y sus colabora-dores sobre los planes realistaspara capturarlos y exiliarlos delpaís, justo antes del inicio de lasacciones que desembocaron en larevolución.

Estas casas también fueron elnexo entre los rebeldes ocultos ysus aliados en la ciudad.

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FRANCISCO DEL RIVEROEl principal de estos pró-ceres memorables y otroglorioso caudillo, másegregio y desinteresado,más grande aún cuandocayó en las ingratitudesdel destino.

EL CAPELLÁN OQUENDOCapellán del cabildo, rarosacerdote de vehemen-tes afusiones cívicas, quepredicó después entu-siasta y valeroso la liber-tad política hermanandolas verdades evangélicas,con los anhelos demo-cráticos.

EL ENÉRGICO ESTEBAN ARZEFigura descollante derazgos enérgicos, que ga-nó el alto ascendientepor sus decisiones fir-mes, cualidades con lasque no tardó en alcanzartriunfos resonantes, aun-que al cabo de un lustrode gloria de este lucha-dor intempérrito se extin-guió en medio de la natu-raleza tropical.

MELCHOR DE LA VILLAY GUZMÁN, ALIAS “EL QUITÓN” De espíritu fogoso e infa-tigable, cuyo ardor bélicoadmiró luego el vasto te-atro, en combates famo-sos (de Aroma a SantaBárbara de Chiquitos), einmolado a la ferocidadde los brazos de la mo-narquía, en la plenitud desu bella y armoniosaexistencia.

“CONSPIRADORES”DE URQUIDI

JOAQUÍN MARIANO ANTEZANAUno de los más precla-ros patricios, que alcan-zó la inmortalidad en elcadalzo levantado por elfunesto tirano realistaque sacrificó igualmentea los héroes de la magnarevolución de La Paz.

AGUSTÍN ASCUY,EL ASISTENTEAsesor letrado del proto-mártir antes nombrado ydespués del cual fue en-viado al suplicio en laplaza de armas de Co-chabamba, cuando elsacrificio colectivo de es-ta población, inerme ydiezmada ya, arrastran-do las iras del conde deHuaqui.

BARTOLOMÉ GUZMÁNEN EL OLVIDODe la pléyade, insigne deesos bizarros campeo-nes de la cruzada eman-cipadora, tan bravo en lalucha por la santa causa,cuanto modesto en la vi-da civil, y quien alcanzó aver fundada la nacionali-dad boliviana, dejandode existir como los másen la indigencia y en elolvido.

LOS OTROS “CONSPIRADORES”Miguel José de Cabrera,Francisco Vidal, Perdo Ig-nacio de Rivera, PedroCarrasco, Melchor Paz,que se sabe por la tradi-ción fueron también asi-duos concurrentes adicho cenáculo memora-ble.

La casa de reunionesDESCRITA POR URQUIDI“Comprendeís por qué en esta casa, solitaria y aúnmás aislada en aquel entonces, convinieron en tenersus citas y hacer sus juntas o reuniones secretas,percatándose de la vigilancia y las sospechas de lasautoridades, suspicaces y desconfiadas, en los ex-tramuros y al abrigo de las sombras de la alta noche.Acudían a estas reuniones varones egregios, juntocon la juventud, dedicados a conspirar contra el or-den”.

SEMBLANZADOÑA MANUELA RO-DRÍGUEZ TERCEROSMURIÓ EN LA HORCALEAL A SUS IDEALES// REDACCION

Escribir de doña Manuela es una di-fícil tarea. Fue esposa y madre, compa-ñera en tiempos buenos y en aquellosmomentos difíciles cuando Esteban Ar-ze se sumó a la lucha emancipadora.La insurgencia fue un desafío a rebel-día de la mujer altoperuana que vio, depronto, cómo su acogedor hogar de ha-cienda cambió las chancletas por bo-tas, el libro por una espada y la cómodatenida de andar por casa por una cha-queta militar.

Amazona como todas las de sutiempo, sabía montar a caballo y cono-cía de las rubias faenas agrícolas.

Doña Manuela se casó con don Es-teban en el templo de San Pedro de Ta-rata, el 26 de julio de 1793. Llega el pe-ríodo insurreccional a Cochabamba enel año de 1810. Su esposo toma con-ciencia del proceso y Manuela le acom-paña desde su hogar en la causa liber-taria, asume la parte que le correspondeen la insurgencia e intenta atraer a lacausa revolucionaria a sus familiares yamigos, haciendo de su casa un foco deconspiración.

Siguió  de cerca a su esposo, costu-ró sus charreteras y abrió los negociosy despensas de su hacienda para man-tener a los combatientes insurgentes,vio el incendio de su casa huerta pororden de Goyeneche y vio el emabrgode todos sus bienes.

Perseguida por los aparatos de re-presión de la Colonia, repudiada porlos reaccionarios, soportó tropelías detoda índole por ser esposa de un hom-bre proscrito. Leal a su compañero y alas ideas que compartieron hasta susúltimos días, Manuela falleció en Tara-ta en el año de 1832 según el registro desu partida de defunción que dice así:En el panteón del glorioso arcángel se-ñor San Miguel de esta villa en nuevede marzo de 1832 yo, el doctor CarlosFerrufino teniente de cura, enterré elcuerpo mayor de doña Manuela Terce-ros, española de 50 años, que fue viudade don Esteban Arze de esta villa.

Doña Manuela jugó un papel prota-gónico en esos años de correrías revo-lucionarias similar al coraje de las mu-jeres demostrado en las jornadas del27 de mayo de 1812 en la cima de sanSebastián, al igual que doña Luisa Az-cui, las Cangas, doña Manuela Saave-dra de Ferrufino, doña Luisa Saavedrade Claure, doña María Isabel Pardo deFigueroa y otras. Como aconteció en1810, después de la ocupación de Co-chabamba por el general de la Pezuela,vencedor de Rondu, la población que-dó a merced de un tribunal militar depurificación, por el cual 12 valerosasmujeres patriotas fueron condenadasa muerte y ejecutadas en la horca.

El precursor de la autonomía cochabambina murió proscrito,confinado en Santa Ana del Yacuma, en el Beni, lejos de casa

La malaria acabó con el fuego libertario

EDMUNDO ARZEGráfica: “desde Cliza”, óleo Cecilia Wilde

La malaria acabó con el fuegolibertario que incendió Cocha-bamba de la mano de Esteban Ar-ze en septiembre de 1810. A sus49 años, llegó confinado al anti-guo colegio de los jesuitas en San-ta Ana del Yacuma, a orillas delMamoré donde falleció en 1814.

Así fue que el caudillo de losvalles que en su momento tuvogran influencia en todo el territo-rio de Charcas o el Alto Perú (hoyBolivia), murió “proscrito” pese aser el precursor de la autonomíacochabambina.

Esteban Arze de Alba y Urionafue un acomodado hacendado enel valle de Cochabamba. Nació en1775 en Tarata, donde muchos es-pañoles habían establecido su re-sidencia. Hijo de Esteban Arze yRodríguez y Mauricia Alba yUriona se decidió por la carreramilitar y obtuvo el grado de capi-tán en el Ejército realista, al querenunció para encabezar la luchapor la libertad de la patria.

El general Esteban Arze y el

capitán Manuel Blanco habían si-do acusados de preparar un planrevolucionario para apoderarsedel Gobierno de Cochabamba ydesligarse de la Junta Gubernati-va de Buenos Aires, con un go-bierno autónomo.

Esteban, el criollo alzado, noestaba resuelto a admitir un nue-vo amo, se opuso al dominio deArenales. Este acontecimientotuvo lugar cuando Arze volvía de

Salta y Tucumán y poco despuésde haber combatido en la batallade Ayohuma (14 de noviembre de1813).

En junio de 1813 se produjo laTercera Revolución de Cocha-bamba, que instauró como Go-bernador revolucionario al doc-tor Miguel José de Cabrera, quien,en diciembre del mismo año, dis-puso que las fuerzas militares pa-triotas de Cochabamba marchena la ciudad de Santa Cruz a refor-zar la división del comandanteIgnacio Warnes, todos ellos bajoel mando del general Juan Anto-nio Álvarez de Arenales.

A su paso por Arani comenza-ron a manifestarse divergenciasentre el mando único de BuenosAires y las ideas autonomistas deEsteban Arze quien espada enmano, intentó retornar con sustropas a Cochabamba, aduciendoque era Coronel y ComandanteGeneral de su provincia. Fuearrestado y se levantó una acciónsumaria por presunta conjura-ción. Arenales ordenó su retirodel Ejército y su confinamiento.

Héroe.“Esteban Arze fuecaudillo de los valles yejerció gran influenciasobre todo el territoriode Charcas y Alto Perú”

Edmundo ArzeHISTORIADOR

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50 Alma k’ochala BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

LA DOÑALA MUJER QUE MANEJALA ECONOMÍA EN LASFAMILIAS VALLUNAS// REDACCIÓN

De la lectura de los documentos sepuede concluir que María Pacsima parti-cipó junto con su marido de la adminis-tración de sus viñas y de sus negocios. Pu-dieron acrecentar sus bienes y adaptarsemuy bien al nuevo sistema español. Comoautoridades del pueblo de Mizque, el ma-trimonio contó con una relativa prosperi-dad económica. En la lista de sus perte-nencias, las cuales se encuentran en sutestamento, se hallan, entre otras cosas,muchísimas botijas de vino y balanzas locual demuestra que María estaba al tantode la compra y venta de los productosproducidos en sus tierras.

La participación de María en el mane-jo económico de los bienes matrimonia-les se hace aún más evidente al morirAlonso Guarayo quien la deja como here-dera de lo que tenían. En la Colonia laviudez era para las mujeres en su conjun-to una situación donde éstas adquiríanmayor independencia. Ya viuda, en sutestamento María habla con bastantepropiedad de “la vivienda que tengo y po-seo de mi propiedad en el pueblo de Miz-que y la mitad de una estancia por míapropia que tengo en Quilinqui de que ten-go títulos...”

Al ser una mujer de élite, María Pacsi-ma se relacionó también con mujeres es-pañolas como doña Mayor Verdugo deAngulo, suegra de Gabriel Paniagua, en-comendero del valle de Mizque. En sutestamento dice: “Confieso y declaro quedebo a doña Mayor Verdugo de Angulociento cincuenta pesos que mando se lepaguen de lo mejor más bien parado demis bienes a toda brevedad”. Dice tam-bién: “Declaro que me debe Francisca Dí-az, viuda de Diego Ortiz Picon siete pesosy dos reales de una capa colorada que levendí en más cantidad (AHMC MEC 201598 fl 31v) [2].

A pesar de existir profundas diferen-cias culturales como, por ejemplo, vestirdiferentes, la relación entre María y lasmujeres españolas es evidente. Su testa-mento fue redactado nada más ni nadamenos que en la casa del encomendero deMizque, Gabriel Paniagua, en presenciade los albaceas, traductores y de mujeresde la élite española como Mayor Verdugoy donde después de hacer el testamentoPacsima se despidió de ella. Se fue de apoco, murió y pasó de esta presente vida.(AHMC, MEC20 fol 186 1612).

Como se aprecia, a pesar del trauma dela conquista, la élite nativa muy pronta-mente aprendió a sacar provecho delnuevo orden español y María Pacsima ysu marido no fueron la excepción.

[1] El presente artículo es parte del li-bro de Ximena Medinaceli y Pilar Men-dieta titulado ‘De indias a doñas. Mujeresde la élite indígena en Cochabamba. Si-glos XVI-XVII’.

[2] Archivo Histórico Municipal deCochabamba

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Indias y doñasla élite indígenaUn ícono llamado María Pascima revolucionó la tradicional concepción de familia andina y pasó a manejar su economía

REDACCIÓNdel libro “De indias a doñas...”, de XimenaMedinacelli y Pilar Mendietafoto Opinión

A María Pacsima, cacique deMizque (1550-1606),  la encon-tramos formando parte del pro-ceso de profundos, intensos ytraumáticos cambios que se pro-dujeron en el mundo andino des-pués de la conquista española.María nació en alguna parte delos valles de Mizque, al sudestede Cochabamba. Este valle erahabitado por chuys, cotas y gru-pos de mitimaes del altiplano.Deducimos que María pertene-cía a una familia noble debido aque más tarde se casa con unmiembro de la nobleza local y,según los estudios sobre el tema,era norma que sus miembros secasaran entre ellos [1].

La juventud de María se vioinfluenciada y afectada por todoel impacto y tumulto que generóen la población indígena  la llega-da de los españoles. Por su nom-bre podemos inferir que fue bau-tizada por los primerossacerdotes que llegaron al lugarmovidos por la necesidad de con-

versión de los indígenas a la reli-gión cristiana. Su apellido, Pacsi-ma, nos recuerda al culto de ladiosa luna o Pacsi-Mama quienfuera la diosa femenina más ve-nerada en los Andes prehispáni-cos. La vida de María durante susaños mozos estuvo seguramenterelacionada a las obligacionesque como mujer de la noblezadebía realizar. Éstas tenían quever con el cuidado del hogar ycon el arte del tejido.

La vida de María se nos hacemás clara en el momento en quese casa con don Alonso Guarayoquien fuera autoridad de una delas parcialidades de Mizque. Ma-ría, al igual que todas las indíge-nas nobles, debió ser elegida porsu esposo a través de los ritos ycostumbres que en el mundo an-dino regían las normas del matri-monio. Es decir, compromisosfamiliares, alianzas políticas, ri-tuales e intercambio de regalos yde ornamentos.

La vida de María se nos hacemás clara en el momento en quese casa con don Alonso Guarayoquien fuera autoridad de una delas parcialidades de Mizque.María, al igual que todas las indí-

genas nobles, debió ser elegidapor su esposo a través de los ritosy costumbres que en el mundoandino regían las normas del ma-trimonio. Es decir, compromisosfamiliares, alianzas políticas, ri-tuales e intercambio de regalos yde ornamentos.

A partir del matrimonio suvida se transformó porque sunuevo marido era una autoridadlocal. Ahora debía realizar obli-gaciones y tareas relativas a sunueva condición de cacica. Tuvoque aprender los  nuevos roles desu jerarquía dentro del núcleo so-cial. Era poseedora de muchosbienes que ayudar administrar asícomo muchos sirvientes y yana-conas con los que debía tratar. Dela misma forma, María tenía querespetar las costumbres de la re-ciprocidad entabladas tradicio-nalmente entre las autoridadesindígenas y los miembros delayllu. Y, lo que era más delicadoaún, como producto de la época,tenía que aprender a tratar conlas autoridades españolas y consus mujeres con las cuales, a dife-rencia de las indias del común,iba a estar en frecuente contacto.

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SOLEDADLA MAESTRA DE ES-CUELA, CRÍTICA DE LAESTRUCTURA SOCIALDE SU ÉPOCA// REDACCIÓN

“Soledad” hizo de su vida una conti-nua cátedra, trabajó como maestraeducando a varias generaciones y tuvoel mérito de ser autodidacta en un si-glo que aún no se aceptaba la educa-ción amplia de la mujer. Intelectual-mente fue fecunda y precoz, su primerpoema lo escribió a los 13 años, el mis-mo que fue titulado “La canción de so-ledad”.

Adela Zamudio fue crítica con lasociedad de su tiempo y puso en cues-tión la pérdida de valores éticos. Des-concertó a muchos cuando planteó laseparación del Estado y la Iglesia cató-lica, e impulsó la educación laica y gra-tuita al establecer, en 1905, un liceo pa-ra señoritas para reivindicar desde elplano pedagógico y cultural a las muje-res bolivianas, generalmente someti-das al yugo paterno o conyugal.

Sus artículos y ensayos tenían la vir-tud de sacudir a los círculos religiososy políticos más reaccionarios de la so-ciedad por sus planteamientos sobre laley de divorcio o la plena participaciónfemenina en las luchas sindicales, perosus poemas por su ternura o por su ro-manticismo llegaban al espíritu recón-dito de su lector.

Murió el 2 de junio de 1928 y dejóescrito su epitafio con estas palabras:“Vuelo a morar en ignorada estrella”.

Obras1869. Al cumplir 15 años Adela Za-

mudio publicó en “El Heraldo” su pri-mer poema titulado “Dos Rosas” bajoel seudónimo de “Soledad”.

1887. El editor argentino JacoboPausser publica en Buenos Aires suprimer libro, “Ensayos poéticos”, obraque mereció elogio unánime de críti-cos y lectores,.

1890. Publica “Violeta o la princesaazul”,

1913.  "Intimas", novela epistolar.1914. París,  "Peregrinando", "Ráfa-

gas, "Cuentos breves".

Se empeñó en estimular el pensamiento feminista en Cocha-bamba y fue considerada una visionaria de su tiempo.

Adela Zamudio,la alondra solitaria

REDACCIÓNFotos Torrico y Archivo Opinión

Ha marcado de forma indele-ble la liberación femenina y lalucha por los derechos políticosde la mujer y su participación enlos movimientos sindicalescuando en el resto del mundo to-davía se daban tímidos pasos enese sentido. Y es que la poetisaAdela Zamudio se empeñó afondo para estimular el pensa-miento feminista. Con ese propó-sito se sumó a los esfuerzos deperiodistas orureñas, como Bet-sabé Salmón de Beltrán, que apartir de 1921 publicaron la re-vista Feminiflor, la primera diri-gida y escrita por mujeres paramujeres.

La partida  de bautismo en lacatedral de Cochabamba certificaque Paz Juana Plácida Adela Ra-faela Zamudio Ribero nació el 11de octubre de 1854, cuando sus

padres llegaron a esta ciudad des-de Corocoro de La Paz para dis-frutar de unas vacaciones. Su pa-dre era propietario de minas decobre en esa localidad, dondetranscurrió la infancia y la niñezde la joven, quien recibió una es-

merada educación bilingüe conuna institutriz británica tras eltraslado de toda la familia a Cora-ni, cercana a Cochabamba, dondesus padres comenzaron nuevosnegocios.

La abogada Elsa Paredes deSalazar define la personalidad yel espíritu de una de las mujeresmás adelantadas a su época y conuna visión política muy definidarespecto al rol femenino en la so-ciedad boliviana. En su Dicciona-rio Bibliográfico de la Mujer Boli-viana (1965) afirma  que “fue unade las primeras mujeres en ex-presar su descontento y la necesi-dad de reconocer el valor social eintelectual femeninos, llegando acolocarse en las filas de las queluchaban en todo el mundo por lareivindicación y dignificación dela mujer. Su poesía satírica “Na-cer hombre” encierra más filoso-fía que las encendidas arengas su-fragistas.

52 Alma k’ochala BICENTENARIO COCHABAMBA 14.09.2010

Crítica.“Nacer hombre”, la duracrítica a la discrimi-nación de género hatrascendido su tiempo y aún hoy se la adoptacomo un emblema femi-nista

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6 PERSONAJES DE LA MÚSICA

TEÓFILOVARGASDestacado maestro de capilla de la Catedral cuyo interéspedagógico lo llevó a crear la primera escuela musicalque se convertiría en el Conservatorio Musical“Cochabamba”, la influencia de este centro de enseñan-za dominó el acontecer musical de la ciudad durante me-dio siglo.

01JOSÉFERRUFINOIntérprete, compositor y profesor de música. Autor del afa-mado huayño “Viva Cochabamba”, el taquirari “Quillacollotierra ideal” y la cueca “Vidita mía”. Ha aportado con casiun centenar de obras musicales, siendo reconocido por va-rias instituciones.

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ÓSCARROJAS CABALLEROEl artista fue profesor de música y eximio intérprete delacordeón. Integrante del célebre grupo “Los Brillantes” yautor de valses, cuecas e himnos. El grupo que formóÓscar Rojas fue llevado adelante por sus hijos a pesar dela aparición de muchos grupos similares en su género“Los Brillantes Junior”.

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GONZALO HERMOSAPrecursor del grupo Los Kjarkas, cuyas actividades artísti-cas revolucionarían el pensar y el sentir de todos los segui-dores de la música boliviana, imponiendo un estilo dife-rente, una nueva forma de interpretar la gran música boli-viana, que ahora es escuchada en todo el mundo.

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DANIELALBORNOZEl músico fue el creador del célebre bolero de caballería “Elterremoto de Sipe Sipe” un aporte a la región y a la historiade Cochabamba porque refleja una de las etapas trágicasdel valle.

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FÉLIX ARANÍBAREl artista destacado como intérprete del piano y autor delas obras “Barcarola”, “Castillo Negro”, “Plenilunio”,“Invocación al Sol” y muchos otros.

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Sonido, ritmoy cantode nuestrosvallesA LA TRADICIONAL FA-

MA del clima y la gastro-nomía de Cochabamba,debemos añadir su con-dición de cuna de inte-lectuales, escritores, es-pecialmente músicos,que a lo largo de los añosse encargaron de evocarimágenes concretas,suscitar emociones ysugerir estados del almaindefinibles y misterio-sos.

Según el académico ymúsico, Víctor Rojas Ca-ballero, la música es lamanifestación más ex-celsa del arte, el mediosublime por el cual seexpresan ciertas almasexquisitas en busca decomprensión y la expre-sión de sentimientos yotros inefables deleitesde lo espiritual.

Al fin y al cabo, la mú-sica, es el lenguaje de al-mas, y los compositoresy músicos son sus mejo-res intérpretes.

La historia de la cul-tura musical en Cocha-bamba, es aún incipien-te debido a inexistenciade investigación siste-mática sobre la vida yobra de compositores ycultores de los diversosgéneros musicales. Re-sultan más conocidaslas canciones que difun-den los grupos, dúos osolistas, que la vida desus creadores, que enmuchos casos pasarondesapercibidos o murie-ron en el mayor anoni-mato.

Se debe admitir quelos nombres de TeófiloVargas, Daniel Albor-noz, Félix Araníbar, Víc-tor Jiménez, Emilio Gu-tiérrez, José Ferrufino,Simón Rocha, Óscar Ro-

jas Caballero entreotros, “suenan” en loscírculos musicales co-mo los más representa-tivos del alma khochala.

C o n t e m p o r á n e a -mente Ulises y GonzaloHermosa, Edwin Caste-llanos, Fernando Torri-co y otros, destacan porsus composiciones y éxi-tos musicales, aunqueexisten artistas y com-positores que aún nofueron reconocidos porlos medios ni las institu-ciones.

La historia musicalde Cochabamba, emer-ge de las provincias deTarata, Arani, Totora yQuillacollo, como loscentros musicales demayor influencia debi-do a los dinámicos pro-cesos demográficos ypor el impacto de la in-dustria musical.

El fenómeno musicalcochabambino está ex-presado en cuatro blo-ques, corrientes o esti-los musicales: la músicaacadémica (orquestas,coros e institucionesmusicales); música crio-lla; bandas y música po-pular y la música folkló-rica nacional ligada a laindustria musical.

Un estudio señala quela producción de la mú-sica académica, tanto dela ciudad como en las vi-llas provinciales fue in-tensa, aunque restringi-da más que todo aesfuerzos personales,especialmente en el si-glo XIX. En ese grupodestacan las institucio-nes musicales e indus-triales, que fomentan laformación de artistas ysu expresión musical.

LA MÚSICAPRESENTA UNABANICO DESONES//

La música moderna, con la creación de grupos juve-niles, ubican a Cochabamba como la capital de los gru-pos y orquestas electrónicas. Destacan Prisma, Voltaje,Plan B, Mister T, Café Caliente, Latin Brass, Pasaporte,Wimaj Band y otros.

El rock nacional, especialmente el cochabambino,también tiene su lugar en esta “sinfonía musical” va-lluna con la presencia de los grupos A Pie, Sacrilegioentre otros. Debido a la nueva emergencia cultural y po-lítica que enfrenta el país, desde hace algunos años,

emergen con fuerza, grupos integrados por cholitascuya tendencia es la recreación de nuevas manifesta-ciones estéticas, baile y espectáculo, que avizoran unnuevo devenir musical.

Paralelamente resurgirá la formación de grupos fol-klóricos, entre los más emblemáticos: Los Kjarkas,Amaru, Khiswara, Canto Sur, Canto Nuevo, Inkallajta,Ayopayamanta, Sacambaya, Surimana, Tukuypaj, T’ikasHuayras y otras agrupaciones emergentes conformadaspor jóvenes con fuerte influencia de Los Kjarkas.

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De lapluma alordenadorde texto

Escritores, poetas, ensayistas einvestigadores cochabambinoshacen historia, los hechos trascien-den el tiempo y las fronteras.

TATIANA CASTROtextos + fotos Opinión

El aporte de los es-critores cochabambinosen la literatura nacionalha sido importante através de sus novelas,cuentos, poemas, ensa-yos e investigaciones.

El escritor, docente einvestigador, Adolfo Cá-ceres Romero señalaque uno de los autoresmás destacados repre-sentantes de finales delsiglo XIX es NatanielAguirre con su obra“Juan de la Rosa”, don-de refleja uno de los pe-riodos más importantesde la historia de Bolivia.

Por su obra Juan dela Rosa, Nataniel Agui-rre recibió el mayor re-conocimiento de los in-telectuales y del mundode la cultura boliviana ylo situó entre los narra-dores más relevantesdel país. La novela rela-ta algunos de los episo-dios más heróicos de la

historia de Cochabam-ba, su ciudad natal, paradestacar la resistenciadel pueblo contra el ge-neral español José Ma-nuel de Goyeneche.

Por esta obra el emi-nente crítico AndersonImbert lo juzgó el me-jor novelista de la histo-ria de Bolivia.

Cáceres señala queen la narrativa indige-nista el aporte impor-tante lo realiza JesúsLara. Sus obras más co-nocidas son Surimi, Ya-nakuna, Yawarninchej.En ellas relata la pro-blemática previa a la re-forma agraria y la rela-ción de los patrones ylos pongos.

Sus obras han sidotraducidas a varios idio-mas y han llegado a co-nocerse a nivel interna-cional. Es uno de lospocos autores, cuyasobras, continúan edi-tándose y todavía se laspuede encontrar en laslibrerías.

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NATANIELAGUIRRESU OBRA PERDURAEN LA CORONILLAEl monumento de las Heroínasde la Coronilla es uno de lossímbolos emblemáticos de Co-chabamba. Las esculturas ysus retablos no son sólo unaobra maestra de creación esté-tica, sino también una pieza na-rrativa que por sí sola resumeepisodios sobrecogedores de lanovela "Juan de la Rosa" del es-critor Nataniel Aguirre.

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6 PERSONAJES DE LAS LETRAS

NATANIEL AGUIRREConsiderado un clásico de la literatura boliviana, su na-rrativa se inscribió en la novelística de finales del siglo XIX.Por su obra Juan de la Rosa recibií el mayor reconoci-miento de los intelectuales y del mundo de la cultura bol-viana y lo situó entre los los narradores más relevantesdel país.

01JESUS LARATrabajó desde muy joven en periodismo en varias ciudadesdel país, ocupó las funciones de profesor y SecretarioGeneral de la Universidad Mayor de San Simón, años des-pués fue director de la Biblioteca Pública Municipal y jefede Cultura de la Alcadía Municipal . Sus obras fueron tradu-cidas a varias idiomas y trascendieron las fronteras.

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AUGUSTO GUZMANNarrador, crítico literario e historiador que perteneció almovimiento conocido como la Generación Combativa,surgido tras la guerra del Chaco y del posterior procesode inestabilidad política y social que impregnaría el arte yla cultura de su país a lo largo del siglo XX. Fue profesor deliteratura, derecho minero e historia del arte en las univer-sidades de La Paz y Cochabamba.

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JOAQUIN AGUIRRE LAVAYENEscritor, novelista, historiador, empresario e inventor, na-ció en Cochabamba en 1921. Impulsor de Puerto Aguirrepara exportar por el Atlántico, es delegado fundador en re-presentación de Bolivia a la Primera Conferencia para laOrganización de Naciones Unidas. (1945).

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ADELA ZAMUDIOSus inicios creativos fueron la publicación de algunos poe-mas bajo el seudónimo de Soledad, con una lírica fluida enla que aparecían la naturaleza y los sentimientos como te-mas principales, elementos que después terminaron porser fundamentales en su obra, donde supo expresarse sir-viéndose de todos los géneros y formas retóricas.

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JAVIERDEL GRANADOPresidió la Sociedad de Escritores y Artistas de su ciudadnatal de Cochabamba. Asimismo recibiódistincionesin-ternacionales, como el "Cesar Vallejo", de Lima; el "RubénDarío", de Buenos Aires; al igual que la Medalla al PoetaContinental y una Corona de Laureles de Oro, que le otor-gó en 1965 y 1966 la Organización Mundial de Poetas.

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La historia deCochabambapor la magia desu literatura

Las obras maestrasde escritores cocha-bambinos están inspi-radas en importanteshechos históricos na-cionales, que refleja lavocacion integradoradel hombre de valle.

Adolfo Cáceres men-ciona, por ejemplo a Au-gusto Guzmán, quienplasma su vivencia de laGuerra del Chaco ensus obras “Sangre deMestizos”, “Prisionerode Guerra”; su cuento“El Pozo” fue conside-rado en Inglaterra co-mo uno de los mejoresen su género. La obraocupa el primer lugaren todas la antologíasliterarias del país. Guz-mán compiló estudiossobre escritores y ensa-yistas bolivianos. Cáce-res lamenta que lasobras nacionales no sereediten y desaparez-can de las librerias.

Un autor cochabam-bino que sobresalió en

la literatura internacio-nal (Chile, México y Pe-rú) pero cuyo materialno fue publicado en elpaís fue Diomédes dePereira. Ninguna edito-rial mostró interés enpublicar sus obras perovino en sus últimos díaspara ser enterrado ensu tierra, anota Cáceres.

Demetrio Canelasaportó al periodismoboliviano y como escri-tor ha dejado el recuer-do impercedero en“Aguas Estancadas”.

Adela Zamudio yMaría Quiroga Vargas,poetisas de proyeccióninternacional, llevaronel verso a su más altacalidad.

La lista de destaca-dos es larga y el espaciocorto. Dos nombres in-olvidables son: Hum-berto Guzmán Arce, in-vestigador, sociólogo,de la realidad cocha-bambina y Jaime Cane-las el poeta del valle.

NUEVASFIGURAS LITERARIAS// ADOLFO CÁCERES

Una de las figuras jóvenes de la literatura nacional esEdmundo Paz Soldán quien actualmente se proyecta fu-ra de la país y cuyas últimos trabajos están ambientadasen Estados Unidos. Uno de los premios que recibió fue“Rulfo” en París.

Rosalba Guzmán Soriano, fundadora de la revista in-fantil Chasky, publicada por el centro cultural Portales,es una de las pocas escritoras dedicadas a la literatura in-fantil. Ganó el premio Santillana de Literatura Infantil

en 2009. Gaby Vallejos tiene un importante trabajo, uno de us

últimos trabajos fue una Antología de Cuentos bolivia-nos en venezuela gracias a una invitación.

Estas son algunas figuras cochabambinas de las letrasbolivianas que han trascendido por su importancia aun-que la lista de aportes literarios puede ser iterminable,explica Adolfo Cáceres.

El río Rocha ysus mágicosatardeceres

Su impresionante caudal, sus in-terminables riveras y sus playas sole-adas eran una invitación perfecta pa-ra que miles de bañistas, seguramentetoda la población de la ciudad del pri-mer cuarto del siglo pasado, acudie-sen a disfrutar de las inolvidables tar-des en el río Rocha. Y es que, segúncuentan los cochabambinos, “todosaprendieron a nadar en sus aguas”.

El ocaso marcaba el fin de la diver-sión desenfrenada y el inicio de la ma-gia. Una brisa tibia acariciaba los tor-sos desnudos y los rostros húmedosse despedían de los últimos rayos desol. Las noches frescas propiciaban elambiente ideal para continuar la jor-nada a los más experimentados bañis-tas.

Pero no siempre fue manso. El tur-bión de 1923, las cinco veces que “lallegada del río” se llevó el puente deQuillacollo, las constantes inundacio-nes tras las lluvias de noviembre quearrastraban sus aguas hasta el hipó-dromo (a unos 3 kilómetros al sur)eran solo algunas de los incidentesque de tanto en tanto dejaba a su pasoel arisco Rocha. Arisco hasta el puntode creerse hasta mitades del siglo pa-sado, que el río nunca se acostumbróy que nunca lo haría, a su curso modi-ficado por Martín de la Rocha que lotrajo desde la actual avenida Rubén

Darío al este de la ciudad, cuando to-davía se llamaba Kunturillo.

Sin embargo se hizo amigo de losjóvenes que buscaban diversión y delos mayores que utilizaban sus aguaspara desarrollar su actividades do-mésticas. Hasta ahora es una tradi-ción en algunas familias, o al menosun recuerdo de jornadas dedicadas acompartir, “ir a lavar ropa al río”.Aunque ahora se deben buscar aguasmás alejadas de la contaminación ci-tadina, cuando se las busca.

Las obras de canalización de sus ri-veras después de la Guerra de Chacolimitaron su encanto y controlaronsus aguas. La proliferación urbana dela ciudad forzó el desemboque deaguas servidas en su cauce con lo quese liquidó su esplendor para dejarloen  canal de desagüe; las tomas deagua en sus caudales nacientes próxi-mos a la Cordillera del Tunari, final-mente lo dejaron sin su razón de exis-tir.

Sin embargo aun hoy cuando elcaudal es incentivado por la tempora-da de lluvias, su poder vuelve a inva-dir la ciudad. Sus bramidos nocturnoshacen estremecer sus riveras y traen ala memoria las míticas historias depiedras gigantes arrastradas por el ríoRocha, el Kunturillo de antes..

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En imágenes.

1. Cruzando el ríoUna familia cruza el río porun sector de poco cauce ytraslada sus alimentos encompañía de sus mascotascerca del actual puenteHuayna Cápac.

2. Turbión del Rocha Una imagen del turbión delrío en 1923, cuando susaguas inundaron, según secuenta, hasta las zonaspróximas al actual Club Hí-pico camino a Quillacollo.

3. ImponenteEl río Rocha en su máximoesplendor en una zona casiinexplorada por entonces yque hoy se encuentra entrelos puentes de Cala Cala yCobija. La vegetación típicacompuesta por arbustos yárboles de Sauce Llorónacompaña su curso.

4. Sus playasUna visita escenificada aprincipios del siglo pasado,muestra las característicasdel río: playones y aguascaudalosas.

5. Puente RecoletaUna imagen clásica quemuestra en picado, desdeel río, el antiguo puente dela Recoleta. Esta zona fueuna de las más retratadaspor el “Turista” Torrico.

6. Los atardeceresUna imagen del Rocha alatardecer, cerca del puentede La Recoleta.

7. La TamboradaLa imagen poco usual de lavisita al río Tamborada, ensu cauce original.

Las aguas del Rocha rodeaban la ciudad y labesaban desde sus playas. El coloso ofrecía susmárgenes a la diversión y para ver el ocaso

JOEL VERA REYESFotos Rodolfo Torrico

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La fuerzay el valor de lachicha

Fueron las chicherías y todo lomítico de su entorno los ele-mentos que la conquista españo-la jamás pudo vencer y que perduran hasta hoy

HUMBERTO SOLARESHistoriador Urbanista + f. Opinión

El elemento articuladordel mundo ferial es la chi-chería, en torno a ella, quese concentraban un sin finde negocios complementa-rios (venta de comidas, em-panadas, tortillas, coca, he-lados, etcétera), dandolugar a un flujo continuo deparroquianos que prolon-gaban la actividad de esteescenario ferial, aun mu-chas horas después de quela actividad comercial ha-bía concluido.

Fueron las chicherías,con sus banderines a ma-nera de emblema o símbolode una cultura vernacularque el gusto importado deEuropa no pudo eliminar,lo que le dio a la ciudad supeculiaridad y sabor aldea-no tradicional.

A lo largo del siglo XVIIIy, particularmente en lasprimeras décadas de la Re-pública, las chicherías erancomponentes infaltablesde este escenario urbano.En cierta forma, esta pre-sencia inicial y su paulati-no alejamiento de las zonascentrales, donde habitabanlas familias que dominabanel escenario político, socialy económico de la ciudad, yque aspiraban a reproduciren este espacio los valoresy gustos europeos, aspira-ciones que fines del sigloXIX se volvieron una ver-dadera obsesión; marcaronlos ritmos desiguales delconflicto entre la persis-

tencia de la vieja aldea y dela ciudad “moderna” quedificultosamente tratabade ganar vigencia. Ocurríaque la chichería, pese aacaparar el gusto de todaclase de ciudadanos, era yaún es, un símbolo popu-lar, mestizo y tradicional,opuesto a los valores de losnuevos tiempos. Y si bien,era frecuente que caballe-ros de bastón, sombrero ylevita continuaran siendodevotos de la tradicional“machu jarra”, ello no evi-taba que se sintieran incó-modos con la presencia deestos establecimientos enel ámbito inmediato dondedesplegaban los actos desu vida cotidiana.

De pronto la insalubri-dad, los malos olores, lamala vecindad, hasta hacepoco ignorados, se volvie-ron insoportables. No setrataba precisamente derepentinos ataques de mo-ral, buenas costumbres yapego a los hábitos de hi-giene, los que provocabaneste cambio de actitud, si-no la comprobación de que“el otro comercio”, es decirel afán mercantil de cholosy cholas, estorbaban lasansias de modernizantes.La presencia de bancos,casas importadoras, repre-sentaciones y agencias delgran comercio paceño y deotros horizontes, exigía laconsolidación de un espa-cio urbano propio y exclu-sivo: las chicherías que“avanzan de Sur a Norte”por las calles del centro.

wUna instituciónMUY RESPETABLEA inicios de la República la chi-chería era una institución respe-table que ocupaba su lugar jun-to a otras instituciones nomenos respetables, compar-tiendo pacíficamente con éstas,la propia Plaza Principal y callesadyacentes. Esta situación, sinmayores variaciones, se mantu-vo hasta la gran epidemia y se-quía de 1878, en que se reco-mendó por razones sanitarias,el desplazamiento de los localesde expendio de chicha, hasta unradio de tres cuadras de la plaza14 de Septiembre, medianteuna Ordenanza Municipal a ini-cios de la década de 1880. A partir de este antecedente, laschicherías comenzaron a servistas como sinónimos de insa-lubridad y atentados a la higieneurbana. Este sería el principalargumento que periódicamentese esgrimía, con razón o sin ella,para ir desalojando estos esta-blecimientos de la zona centralde la ciudad. Ante cada broteepidémico se aplicaba con rigorun nuevo desplazamiento de laschicherías. Así en 1887, fuerondesplazadas una vez más hastaun radio de 5 cuadras en tornoa la Plaza de Armas, en los añossiguientes se fue ampliando elespacio urbano de prohibiciónpara el expendio de chicha, has-ta relocalizar las chicherías enlas áreas suburbanas. No obstante, no se trata de su-primirlas, sino de retirarlas a lu-gares más discretos donde noafeen el escaparate de “ciudadmoderna” que se trata de mate-rializar.

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El “boom” de la producción regional no es suficiente para considerar a Cochabamba como un lugar de aporte cuantioso

Cine, sigue siendouna tarea pendiente

SANTIAGO ESPINOZALa Ramona - foto Opinión

No sería descabellado afirmarque la historia del cine bolivianoes, en buenas cuentas, la historiadel cine en La Paz. Desde su lle-gada a Bolivia en forma del Bió-grafo, en el año 1897, la urbe pace-ña ha sido el principal -cuando noúnico- reducto de producción yconsumo de imágenes en movi-miento realizadas en el país, yasea por compatriotas o por ex-tranjeros. Aunque los circuitos deexhibición fueron paulatinamen-

te extendiéndose hacia otras re-giones del país, esta desconcen-tración no tuvo un correlato entérminos de producción. Una re-visión sucinta de la filmografíaboliviana revela que La Paz fue,hasta principios del siglo XXI, elcentro de la producción cinema-tográfica nacional.

No podemos desconocer eltrabajo que desarrollaron duran-te las últimas décadas del siglopasado colectivos audiovisualescomo el Centro de Comunicación“Juan Wallparrimachi” o realiza-

dores como Roberto Alem (desdeel documentalismo), Jesús Pérez(desde la animación) o inclusoJuan Miranda (con el largome-traje en video La cruel Martina).Sin embargo, la dispersión, el em-pleo del video como formato deregistro y las consecuentes limi-taciones en términos de exhibi-ción han determinado que la ca-talogación y valoración históricadel trabajo producido por estosgrupos y realizadores cochabam-binos continúe siendo una tareapendiente.

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EL DESPEGUE DEL CINE COCHABAMBINOEn los primeros años delnuevo milenio, cabalmen-te al 2003, se estrena De-pendencia sexual, óperaprima del cineasta cruce-ño Rodrigo Bellott. Estaobra resulta capital parala cinematografía bolivia-na y, en particular, para elcine hecho en las ciuda-des periféricas como Co-chabamba, pues inaugu-ra una nueva era del cineboliviano: la era digital.Dependencia sexual esuna producción rodadaen video digital con un fi-nanciamiento modesto ygestionado de manera in-dependiente, dirigida porun joven realizador cru-ceño, ambientada en laciudad oriental y en Esta-dos Unidos, y transferidaa celuloide para su exhi-bición en salas. Es éste elesquema de producciónque, en adelante, se im-pondrá en la dinámica ci-nematográfica nacional yen la incipiente cinema-tografía cochabambina.

TAMBIÉN LA LLUVIACochabamba ha sido elescenario principal de ro-daje de la importanteproducción españolaTambién la lluvia, dirigidapor Iciar Bollaín (Te doymis ojos), protagonizadapor los afamados actoresGael García Bernal y LuisTosar, ambientada en laciudad durante la llama-da “Guerra del Agua” yen la que los bolivianosRodrigo Bellott y GerardoGuerra trabajaron en losapartados de cásting yproducción, respectiva-mente (sin contar la pre-sencia de muchos otrosactores y técnicos cocha-bambinos.

ALGUNOS DATOS& PRODUCCIONES

DEPENDENCIA SEXUALNo es gratuito que, sóloal año siguiente del es-treno de Dependenciasexual, las salas comer-ciales exhibieran dosproducciones de origencochabambino: Esitosería (Julia Vargas) yMargaritas Negras(Claudio Arraya), ambasrealizadas también envideo digital (aunque sintransfer para su proyec-ción), con recursos eco-nómicos y humanos re-ducidos, y captados deforma independiente.Podría resultar apresu-rado, pero cabría apun-tar al 2004 como el añodel despegue del cinecochabambino, siendoque, desde entonces, noha habido gestión en laque no se haya estrena-do alguna película deproducción local (si nototal, siquiera parcial).

MADE IN CBBALa cinematografía “ma-de in” Cochabambapuede ya preciarse dehaber contribuido conun conjunto de realiza-dores de gran valía paraentender la filmografíanacional contemporá-nea. Nombres como losde Martín Boulocq,Tonchy Antezana (deorigen orureño, peroafincado hace muchoen Cochabamba), Mi-guel Valverde, ClaudioArraya, Julia Vargas yRoberto Alem son, a es-tas alturas, referencialesdel nuevo cine boliviano.Y a ellos hay que añadirlos de realizadores másjóvenes -como los deLuis Brun o Juan Cristó-bal Ríos- fogueados enel cortometraje.

La producción localEn 2005 se estrena Nostalgias de Rock(Tonchy Antezana); en 2006, ¿Quién mató a lallamita blanca? (Rodrigo Bellott) y Lo más bo-nito y mis mejores años (Martín Boulocq); en2007, Evo Pueblo (Tonchy Antezana); en 2008,El cementerio de los elefantes (Tonchy Anteza-na) y Airampo (Miguel Valverde y AlexanderMuñoz); en 2009, Un día más (Leonardo de laTorre y Sergio Estrada), Tentayape (RobertoAlem), No veo España (Ariel Coca), Colcapir-hua (Javier Rivero) y Rojo, Amarillo y Verde(Martín Boulocq, Rodrigo Bellott y Sergio Bas-tani). Y aunque en el año en curso aún no sehan estrenado cintas de producción local, seespera para los próximos meses el lanzamien-to de un puñado de trabajos realizados en Co-chabamba (entre los anunciados, figuran lasnuevas cintas de Tonchy Antezana y MartínBoulocq, así como los debuts de Okie Cárde-nas y del comediante Guery Sandoval).

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En la época de los Incas fue un asiento de los Chuisy Cotas que desarrollaron la agricultura. Provinciaque fue creada el 24 de noviembre de 1914 por elpresidente Ismael Montes. El pan le ha dado másfama que la artesanía textil y que el santuario de lavirgen Bella y otros atractivos.

PROVINCIA ARANI

El presidente Narciso Campero consolidó la crea-ción de la provincia mediante una ley del 7 de di-ciembre de 1887. Su estratégica ubicación geográfi-ca convierte a Arque en la puerta de ingreso aldepartamento.

PROVINCIA ARQUE

El vergel del valle bajo tiene importantes sitios ar-queológicos. Creada el uno de octubre de 1908 enel gobierno del presidente Ismael Montes, ha des-arrollado una gran actividad agrícola. Y artística. Losmiembros del grupo Los Kjarkas, que es oriundo dellugar.

PROVINCIA DE CAPINOTA

Creada como provincia el 15 de febrero de 1826 du-rante el gobierno del mariscal Antonio José de Su-cre. Fue, antes de la república, uno de los baluartesde la lucha por la independencia como centro deoperaciones de los guerrilleros, que interceptabanlas comunicaciones realistas hacia La Paz y Oruro.

PROVINCIA AYOPAYA

Aiquile, capital de la provincia Campero, creada el 8de Julio de 1899 por la Junta de Gobierno presididapor José Manuel Pando. En la colonia fue un curatode la partida o parcialidad de Mizque y desde finalesdel siglo XX es la capital del charango.

PROVINCIA NARCISOCAMPERO

Totora, la más española de las parcialidades de laColonia, queda como testimonio de la rica expre-sión de las letras y la música. La provincia Carrascofue creada el 14 de septiembre de 1926 como ho-menaje a uno de sus hijos, José Carrasco Torrico,fundador del periódico El Diario de La Paz.

El presidente Hernán Siles Zuazo dispuso, el 31 deenero de 1985, la creación de esta provincia del vallealto cochabambino, en un intento de impulsar sudesarrollo y sacar a sus pobladores de la extremapobreza en que viven.

PROVINCIA BOLÍVAR

La fuerzade lasprovinciasEL dearrollo económico y cul-tural de Cochabmba tiene susraíces en la divesidad y fuerzade sus hombres y mujeres

El departamento seencuentra en el centrode Bolivia y en el cora-zón de Sudamérica. Elcaracter viajero de sushabitantes ha propicia-do la presencia de co-chabambinos, como sesuele decir, en todos losrincones del mundo.

Cochabamba es la cu-na de artistas, pensado-res y deportistas quehan destacado en el paísy que han llevado su fa-ma alrededor del mun-do. También es el epi-centro de las corrientespolíticas más importan-tes del país.

PROVINCIA CARRASCO

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Sacaba, capital de la provincia Chapare que funda-da el 10 de junio de 1854 en el gobierno del generalManuel Isidoro Belzu. Es cuna de uno de los movi-mientos sindicales más influyentes en la vida políti-ca del siglo XXI y, Evo Morales que propugna cam-bios radicales en el país.

PROVINCIA CHAPARE

La colonial Villa de Oropesa, después la republicanaCochabamba, fue uno de los baluartes en la luchapor la independencia del yugo español y así se lo hareconocido. La vigorosa lucha de héroes como Esta-ban Arze y las mujeres de la Coronilla dieron a laAmérica morena un fuerte impulso para pelear.

PROVINCIA CERCADO

Su nombre de provincia –mediante una ley del 11 denoviembre de 1950- es un homenaje al líder revolu-cionario Esteban Arze, oriundo del lugar. Tarata –que jugó un decisivo papel en la causa libertaria-está considerada como un emporio generador degrandes figuras del pensamiento político.

La ciudad de los quitasoles, decían de los 500 quita-soles, para reflejar la alcurnia y el linaje de sus habi-tantes, en su mayoría españoles, de un florecientepueblo colonial que luego incrementó su influenciaal convertirse en sede del obispado de la provinciade Santa Cruz de la Sierra en 1767.

PROVINCIA MIZQUE

La gastronomía más famosa del Valle Alto está enCliza, provincia Germán Jordán. El sabroso pichónde paloma, en sus distintas variedades, es la princi-pal atracción para los visitantes que acuden hastasus quintas para acompañar el plato con una buenatutuma de chicha.

PROVINCIA GERMÁNJORDÁN

La historia destaca la participación de los patriciosde la caballería de Punata en la revolución del 14 deseptiembre de 1810 y, en el siglo XX, el aporte inte-lectual de hombres como Jesús Lara, Demetrio Ca-nelas y el asesinado presidente Gualberto Villarroelque dejó la impronta en la búsqueda de la justicia.

El presidente Manuel Isidoro Belzu dispuso su crea-ción como provincia el 25 de diciembre de1851, aunque como partido o parcialidad colonial ju-gó un importante papel en la lucha revolucionaria.De pobreza económica y social casi perenne, Tapa-carí posee un riquísimo patrimonio cultural.

PROVINCIATAPACARÍ

De los pueblos que forman parte de Cochabamba,el de Quillacollo es el más cosmopolita. Recibe im-portantes flujos migratorios. Su espíritu integradorse constata todos los anos en una de las fiestas reli-giosas más concurridas destinada a venerar a la vir-gen de Urkupina

PROVINCIA QUILLACOLLO

Punto estratégico de ingreso a los Yungas del Cha-pare, donde se cultivaba la hoja de coca, destinadaa financiar tanto la represión como la conspiracióncontra las autoridades coloniales

PROVINCIA TIRAQUEPROVINCIA

ESTEBAN ARCEPROVINCIA PUNATA

Un paseo porla campiña deCala Cala

Las imágenes de los ríos, vertientesy lagunas en Cala Cala, al norte de laciudad, quedaron grabadas en el ima-ginario colectivo de los cochabambi-nos como parte de su identidad y de lalógica de su vida diaria.

Sus lugares paradisíacos, de her-mosa vegetación,  fueron el sitio ele-gido para realizar paseos, días decampo y actividades al aire libre quemarcaron una forma de ser y de viviren este valle.

Las familias adineradas fueron lasprimeras en dar el salto y cruzaron lafrontera natural demarcada por el ríoRocha para consolidar espacios urba-nos en la zona norte, en las faldas de lacordillera del Tunari.

Es por ello que desde finales del si-glo XIX se erigieron en esta zona se-ñoriales viviendas que contrastabancon su diseño arquitectónico y su im-ponencia con la mayor parte de losasentamientos próximos a la urbe.

Además este lugar se consolidó co-mo una zona naturalmente acondi-cionada para el descanso, lejos del bu-llicio de la ciudad.

Sin embargo desde mitades del si-glo pasado el crecimiento demográfi-co y el desarrollo urbano fueron ga-nando de a poco espacios importantesdespojando a la campiña de sus ma-yores atractivos naturales hasta prác-

ticamente adherirla a la ciudad contodo los que trae consigo la moderni-dad.

Los ríos fueron enclaustrados enbóvedas de concreto, las lagunas die-ron paso a plazuelas y campos depor-tivos y los sauces, molles y eucaliptoscayeron rendidos ante los modernosedificios. Por si fuese poco, el verdorfue cubierto por las oscuras capas deasfalto hasta casi desaparecer porcompleto.

Aún hoy sin embargo, el recuerdode los singulares paisajes es motivode comentario entre las personas ma-yores que recuerdan con nostalgia susdías de campo y excursiones por CalaCala.

Ahora las grandes avenidas y lasurbanzaciones han dejado solo parael recuerdo este paraíso, que median-te la presente serie de gráficas logra-das a principio del siglo pasado trata-mos de recordar y entender parareflejar algo de la forma de vivir delcochabambino en una época transi-sión hacia la modernidad.

Algunas lagunas famosas y otraspoco conocidas, senderos y caseronesque abundaban por entonces son al-gunos de los elementos que este reco-rrido por el tiempo tratamos de re-cordar, siempre con la nostalgia de losbuenos tiempos de la campiña..

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En imágenes.1. LagunasLa laguna Cuellar, dondeahora están las canchasauxiliares del estadio FélixCapriles, era una de al me-nos media docena de es-pejos de agua existentesen la zona.

2. Al aire libreDiversas actividades se po-dían practicar en estos pa-rajes. La gráfica refleja lacelebración de una misa alaire libre, cerca de dondehoy se encuentra la tradi-cional plazuela de Cala Ca-

la, donde nace la avenia Si-món López.

3. Las viviendasUna casona de dos plantasincrustada en medio delverdor característico deprincipios del siglo pasado.Esta vivienda aún sigue enpie en la actual avenidaAtahuallpa.

4. PasatiemposEl paseo en bote a remosera una de las actividadespreferidas por los concu-rrentes a la campiña quedisponían de una gran va-

riedad de sitios para estapráctica.

5. PaseosUn grupo de personas ca-mina por la vía principal decomunicación entre lacampiña y la ciudad.

6. El tranvíaLa llegada del tranvía hastala plazuela rompía con latranquilidad cotidiana.

7. ConstruccionesUna vivienda que se en-cuentra cerca de la ciclovía,por la actual calle Tarija.

Lagunas, riachuelos y vertientes caracteriza-ron la zona norte de la ciudad de Cochabambaque se convirtió en un sitio de esparcimiento

REDACCIÓNfotos Rodolfo Torrico

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¿Viviremos divididosen el siglo XXI?El proceso urbano y su ritmo de crecimiento acelerado derivanen la polarización, la desaparición de los barrios y la inseguridad

SOLARES, RODRÍGUEZ Y ZABALA.Extraído de “vivir divididos”

Es evidente que Co-chabamba en la décadafinal del siglo XX y enlos primeros años delXXI ha dejado de ser unconglomerado dentrode los límites de un ra-dio urbano o fronteradeterminada. Su expan-sión no sólo ha sobrepa-sado varias jurisdiccio-nes municipales, sinoque funcionalmenteopera sobre extensos te-rritorios no vinculadosdirectamente con la ciu-dad: la interacción flui-da con el valle alto, conel Chapare y con los de-partamentos vecinos deSanta Cruz, Oruro y LaPaz, así como con paísesdel exterior (España,

Argentina, Brasil,EEUU, etc.) en términosde voluminosos flujosde comunicación, im-portaciones-exporta-ciones, remesas mone-tarias, migraciones deida y retorno. Estos fac-tores influyen en la vidacotidiana de los habi-tantes y se suman a pro-blemas ya presentes enotras épocas, pero quehoy asumen dimensio-nes e intensidades antesno registradas, como losfenómenos de polariza-ción social y espacial ylos candentes proble-mas que producen elmiedo y la inseguridadciudadana.

El proceso urbano dela ciudad de Cochabam-ba adquiere en este tiem-po un ritmo acelerado:el antiguo patrón de ur-

banización que corres-pondía a la ciudad com-pacta es sustituido porun modelo permisivo dela expansión urbana,dando paso a un patrónde ocupación del suelo,generosamente derro-chador de este recurso ypromotor de una estruc-tura física urbana simul-táneamente compactaen su centro comercialbipolar (comercio for-mal-comercio ferial oinformal) y extremada-mente dispersa en la dis-posición de sus funcio-nes residenciales, seanestas fruto de la planifi-cación bajo moldes mo-dernos o resultado deformas espontáneas deurbanización (barriospopulares y villas), esdecir, zonas de residen-cia de clase media/ alta

o barrios periféricos a laCancha, exhibiendodensidades demográfi-cas y constructivas bajasy un tejido urbano débile inconexo, frecuente-mente interrumpido porgrandes extensiones detierras de engorde.

Esta configuraciónurbana determina, deacuerdo con Rodríguez,Solares y Zabala [1], queCochabamba exhiba uncentro histórico con pre-tensión de convertirseen un “centro de moder-nidad”, pero obligado acoexistir con un vigoro-so “centro popular”,unos barrios residencia-les edificados adaptan-do imaginarios del mo-delo de ciudad jardín y,barrios populares y aje-nos a este concepto, pe-ro en equilibrio.

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LOS BARRIOS ESTÁNEN ETAPA DE EXTINCIÓN

Todo indica que en el siglo XXI desapare-ce la noción de barrio y vecindario y, elmodelo interactivo de ciudad moderna ypremoderna, que no podía prescindir unade la otra para viabilizar su funcionalidad,se ha fracturado. Ahora sí se puede afir-mar que existen espacios urbanos auto-suficientes, es decir con capacidad de sa-tisfacer sus necesidades básicas ysecundarias prescindiendo del resto ur-bano; espacios públicos que otrora erancompartidos, se convierten en fronterasde acceso a un universo y salida de otro,o recintos donde el miedo y la descon-fianza, la sensación de peligro y riesgoprevalecen por encima de su atractivo di-seño paisajístico; comunidades urbanasque viven sus vidas prescindiendo deotros; segmentos de ciudad que ahora yase ignoran y se hacen invisibles paraquienes viven y se sienten ciudadanosglobales antes que ciudadanos a secas.Ahora se podría, lamentablemente con-firmar la sarcástica frase de Jordi Borja:“en la ciudad no se teme a la naturaleza,se teme a los otros”.Pese a toda la trama de cambios eviden-tes que se operan en la estructura urba-na de la ciudad afectando su funcionali-dad, modificando los hábitos de sushabitantes e incentivando, por primeravez en tonos profundos, las diferenciasacompañadas de gérmenes de intoleran-cia portadoras de imaginarios contra-puestos y segregativos; permanece, poruna parte, a manera de una herencia dela larga historia de la ciudad, la fortaleza yvitalidad del comercio popular, que se ex-pande hasta más allá de su antigua fron-tera. La novedad modernista ha dejadode ser un síntoma, una moda etérea, unimaginario volátil y emerge como algoque marca la diferencia entre la ciudadcargada de tradición y la ciudad que rom-pe con el pasado: La Recoleta y la paula-tina estructuración de barrios exclusivos.