Gustavo Solís Fonseca - Alfredo Torero, sus aportes

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Solís Fonseca, Gustavo (2012). Alfredo Torero, sus aportes. En Zubieta Nuñez F. (Editor),Memorias del XVII Congreso peruano del hombre y la cultura andina y amazónica Alfredo Torero Fernández de Córdova, (22-27 de agosto de 2011),tomo 1A, Huacho: Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión. pp.58-88Una versión parcial (solo analizando los trabajo de lingüística e historia) sirvió de introducción a la compilacion titulada Cuestiones de lingüística e historia andinas, tomo I, lamentablemente aun no ha aparecido el esperado tomo II, donde la otra introducción completaría el análisis de la obra de Alfredo Torero por Gustavo Solís Fonseca. Felizmente por fin este trabajo aparece y nos ofrece la presentación completa de toda la obra de Torero. Como novedad aparece una biografía que incluye trabajos poco conocidos de nuestro gran lingüista. Aun falta por hacer un ensayo bio-bibliográfico con toda la obra.publicada incluso en congresos.

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  • ALFREDO TORERO, SUS APORTES

    Gustavo Sols FonsecaCILA-UNMSM

    La produccin cientfica de Alfredo Torero no es real-mente vasta, pero s profunda y significativa para el conoci-miento de nuestra realidad de lenguas as como para el conocimiento de la forma-cin histrica de la sociedad peruana. Torero no se preocu-p por escribir libros; lo que l haca con obsesin era investigar y luego dar a cono-cer mediante artculos los logros alcanzados. Todos sus artculos tienen seriedad y profundidad que inspiran respeto y confianza, pues son slidos en todos los aspectos. Torero ha publicado solo dos libros: El quechua y la historia social andina (1974), y uno ltimo que es un traba-jo que recoge prcticamente toda su produccin: Idiomas de los Andes. Lingstica e Historia (2002)

    Antes que criterios cuantitativos (nmero de artculos o libros publicados), la pro-duccin cientfica de A. Torero debe ser evaluada en trminos cualitativos. La temti-ca bsica de su trabajo gira en torno a Lingstica e Historia, correlato que usa varias veces para llamar la atencin sobre el sentido de su aproximacin cientfica.

    Visto en trminos cualitativos, los aportes de Torero son cientficamente significati-vos en alto grado: tienen rigurosidad extrema, honestidad en las referencias, detalles para avanzar en la pesquisa, perspicacia para buscar los datos en las fuentes y para interpretarlos adecuadamente. Hay un rasgo que es fundamental en todo su trabajo, que es coherente con su compromiso social, y es que 'el ve que los fenmenos lingti-

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    Cuadro de texto

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    Cuadro de textoSols Fonseca, Gustavo (2012). Alfredo Torero, sus aportes. En Zubieta Nuez F. (Editor), Memorias del XVII Congreso peruano del hombre y la cultura andina y amaznica Alfredo Torero Fernndez de Crdova, (22-27 de agosto de 2011), tomo 1A, Huacho: Universidad Nacional Jos Faustino Snchez Carrin. pp.58-88

  • cos o histricos en general se dan contextualizados en las sociedades de todos los tiempos. Esta asuncin fundamental de parte de Torero hace que su trabajo cientfico evidencie una altsima pertinencia adems de profundidad explicativa de los hechos de la historia y de la naturaleza de las relaciones entre los grupos humanos, cuyas lenguas son como ventanas para dar cuenta de las experiencias sociales de los pue-blos.

    El presente homenajeEste homenaje lo es a uno de los intelectuales ms ilustres de los ltimos tiempos, cuya obra nos permite conocer a travs de las lenguas el proceso de formacin de las socie-dades peruanas a lo largo de nuestra historia de los ltimos milenios. Es a la vez la his-toria de las principales lenguas peruanas, y la historia de las formaciones sociales sur-gidas en el espacio que ahora llamamos Per.Creo que Torero, ms que nadie y en forma efectiva, nos ayuda a avanzar hacia la for-macin de una cultura que reconozca en nuestra historia y lenguas la aventura humana extraordinaria de los diversos pueblos peruanos, de quienes somos herederos.En este sentido, voy a organizar esta presentacin de la obra de Torero considerando los siguientes cuatro temas: Lingstica e historia; variacin y relacin gentica de len-guas; cuestiones de gramtica; e ideas sobre poltica de lenguasLingstica e historiaEl mayor nmero de artculos de Torero que trata de la correlacin entre lingstica e historia. La importancia de este binomio aparece patente en el subttulo de la obra capital del autor, Lenguas de los Andes, al que se agrega explcitamente el enunciado Lingstica e historia.Un inters manifiesto de los estudios de Torero es dar cuenta del proceso de ocupacin del territorio peruano y de la distribucin en l de los idiomas. Dicho inters hace que indague por los lugares de ms remota asociacin con una lengua determinada desde los cuales los idiomas respectivos se difunden; esto significa en la prctica inquirir por los eventos de expansin o desplazamiento de los grupos humanos asociados con los idio-mas implicados. Esta perspectiva de estudio propone necesariamente un punto de anclaje inicial que es el lugar desde el cual una lengua se asocia con el espacio especfi-co ms remoto de ocupacin del que se tenga alguna evidencia; de all que las propues-tas de hiptesis de la cuna del quechua o del aimara se constituyen en cuestiones de inters relevante por develar. Al respecto y con referencia al quechua, Torero propone que el rea de la protolengua se ubica en la costa central peruana, pudiendo ahora precisarse, como la cuna del idioma quechua, a aquel espacio que corresponde al sitio arqueolgico de Caral, en el valle del ro Supe, al norte de Lima. Este sitio arqueolgico constituye, entonces, el espacio

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  • especfico de la Costa Central desde donde el quechua se irradia a otros mbitos en sucesivos periodos de nuestra historia. La propuesta de Caral como la cuna del que-chua lo plante Torero independientemente de los datos arqueolgicos modernos sobre el sitio arqueolgico en mencin; y es la postrera de sucesivas propuestas de lugares costeos especficos, pues el lugar de una primera propuesta se ubica en la costa surea de Ica, pero cambiando luego cada vez hacia el norte, para fijar finalmente, antes del redescubrimiento arqueolgico de Caral, en el espacio costeo comprendido entre los ros Chancay y Huaura. La monumentalidad del sitio de Caral y la complejidad de su sociedad dan a Torero el sustento necesario para asociar un sitio arqueolgico remoto en el tiempo y una lengua el quechua- hablada por la sociedad respectiva. A propsito, es interesante anotar sobre cmo la Lingstica y la Arqueologa han generado algo que puede considerarse como un acierto, que es independiente en cada caso en el proceso de dilucidar la cuestin del origen geogrfico del quechua. Torero desarroll la hiptesis lingstica en una lnea intuida por el historiador Gonzles de la Rosa (1911), sealando que la cuna de la lengua estaba ubicada en la Costa Central, inicialmente en el sur de esta zona (Cincha), pero a partir de la cual fue retrayndose el rea hacia el norte, conforme los estudios quechusticos avanzaban en mayores preci-siones.Los estudios arqueolgicos de Ruth Shady sobre Caral obligan de una forma bastante convincente a asumir el espacio de Caral como el lugar ms remoto de ocupacin del quechua o de una suerte de paleo quechua. Desde este punto el idioma se habra expan-dido geogrficamente en sucesivas oleadas, tal como lo anota Torero en el recuadro de un mapa que acompaa a su artculo Lingstica e historia de la sociedad andina (1975). Las fases de la expansin habran sido:1. La expansin ocurrida en el Horizonte Medio, que llev al quechua a las zonas inmediatas de aquella que era su cuna, vale decir de Caral, a los territorios circundan-tes de Lima y Ancash, y a las serranas inmediatas de la Sierra Central.2. La expansin que tuvo lugar durante el Intermedio Tardo, que expande el terri-torio ocupado por el quechua hasta alcanzar por el sur las cercanas del Cusco, y por el norte hasta ocupar todo el Callejn de Huaylas.3. La expansin ocurrida en los siglos XV XVI, la poca de la conquista inca y de los traslados poblacionales llevados a cabo durante los primeros aos de la Colo-nia. En este periodo el quechua llega hasta Maule por el Sur, incluyendo partes de Argentina, y hasta la regin de Pasto en Colombia por el norte.Expansiones posteriores al siglo XVI son responsables de llevar el quechua a la Amazona baja, durante la poca de las misiones (siglos XVII XVIII) y hacia Madre

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  • de Dios, durante al poca del Boom del Caucho de fines del siglo XIX y primeros aos del siglo XX.

    La correlacin entre lingstica e historiaEl tratamiento en correlacin de lingstica e historia por parte de Torero marca la mayor parte de sus artculos, hasta el punto en que se puede decir que resulta difcil no hallar enunciados de naturaleza histrica en toda su obra.Revisemos brevemente los trabajos de esta temtica:1968: .Procedencia geogrfica de los dialectos quechuas de Ferreafe y Cajamarca Tal como se presenta el titulo del artculo, el objetivo del mismo es determinar el lugar de procedencia de estas hablas quechuas de Ferreafe y Cajamarca, habida cuenta que la vigencia en los lugares mencionados no es de larga data, pues los mismos fueron previamente territorios de otras lenguas. La pregunta obligada es, entonces, sobre el lugar o lugares donde se hablaban dichas hablas y desde el cual o los cuales provenan. El resultado de la investigacin es la reubicacin de las hablas referidas, sobre la base la comunidad de rasgos especficos compartidos con hablas de sus espacios de origen. As, la conclusin que se propone es que las hablas de Ferreafe y Cajamarca provienen de la costa sur de Lima; otras hablas que tambin entran en la compulsa en el artculo Chachapoyas, Lamas, quichua de Ecuador y Colombia- se habran desplazado desde la costa de Ica. Estas hablas se difunden despus durante la poca Colonial a diferentes zonas de la selva amaznica, llegando incluso a territorio brasile-o por las cercanas de Madre de Dios.1970. Lingstica e historia de la Sociedad Andina Este artculo busca dar respuestas a varias interrogantes relacionadas con la cuestin del punto de origen y difusin del quechua y del aru, pues se trata, en otros trminos, de los eventos lingsticos y no lingsticos imbricados con la dialectalizacin y configu-racin de las variedades ms importantes del quechua, y de las pocas en que ocurren. La variacin del protoquechua y del proto aru y la cristalizacin de ciertas variedades como lenguas es el paso inicial para el surgimiento de la familia Quechua y de la fami-lia Aru de lenguas. En la propuesta de Torero aquello ocurre hace no menos de 11 siglos desde el presente. A la par de estas inquietudes, Torero se pregunta sobre los eventos histricos relacionados con los eventos lingsticos, buscando respuestas en la arqueologa y en la etnohistoria como fuentes pertinentes. Como se ve, la cuna de las principales lenguas andinas y el proceso de difusin de las mismas hacia espacios ms amplios es el tpico del artculo, pero tambin trata de las reas ocupadas o las reas de donde ciertas lenguas fueron desplazadas por otras

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  • hacia otros espacios a lo largo de la historia. Se propone asi el rea territorial del pro-toquechua, protoaru y protopuquina, las matrices de las principales lenguas de los Andes.1984. El comercio lejano y la difusin del quechua. El caso del EcuadorEl problema de la presencia del quechua en el Ecuador, en un espacio sin continuidad de la lengua con los otros lugares del Per en las que se hablaba, ha sido siempre de per-manente inquietud entre los estudiosos del idioma. La propuesta de explicacin del caso lo ofrece Torero a partir de la hiptesis de un activo comercio a distancia desde pocas preincaicas entre Chincha y la costa nortea del subcontinente ms all del Ecuador, que permiti la difusin de variedades quechuas del litoral, especialmente de aquellas variedades habladas en torno a Chincha, que era un activo centro de comercio en el antiguo Per. Los argumentos de Torero toman muy en cuenta las de referencias tempranas de la poca de la conquista sobre comercio, tambin lo que vendra a ser elementos de inter-cambio del tipo de monedas, como las llamadas hachas de cobre o Tsum, encontradas en cantidades bancarias en varios lugares, que incluso se ubican en puntos ms al norte del actual Ecuador.

    Lenguas, territorios e historiaEsta es una temtica recurrente que es tratada en varios artculos. Los espacios territo-riales examinados son los siguientes: La costa norte, la sierra norte, la hoya de Jan y la cuenca altiplnica del Collao. El inters es obviamente dar cuenta de la realidad de lenguas de esos espacios, para los cuales el autor ha examinado materiales de crnicas preferentemente de los aos del primer contacto entre espaoles y americanos en el Per. Estos artculos le permiten desarrollar y probar en la prctica una metodologa y una propuesta que posibilita, a travs de noticias sobre lenguas y de indicios toponmi-cos, mostrar espacios especficos de vigencia de lenguas determinadas, o postular la existencia de idiomas hipotticos en ciertas reas geogrficas, como las mencionadas arriba, las mismas que se presentan en seguida.

    Lenguas de la Costa norte1986. .Deslindes lingsticos en la costa norte peruana. Este artculo dilucida la realidad de lenguas de la costa norte peruana sobre la base de documentos de crnicas, de toponimia y fundamentalmente de un breve material del obispo Baltasar Jaime Martnez de Compan, que es un Plan de las ocho lenguas que se hablan en el obispado de Trujillo del Per, que forma parte de su singular obra: Truji-

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  • llo del Per. Las lenguas de la costa norte de las que da cuenta Torero son, nominal-mente, tallan, mochica, sechura y quingnam, adems de una no completamente iden-tificada como entidad lingstica del tipo de lengua que es aquella conocida como la lengua de Olmos. Esta realidad de lenguas del Per septentrional corresponde a una poca anterior al ingreso del quechua a la zona.En el trabajo de Torero se sealan los espacios en los que se usaban cinco lenguas de la costa nortea del Per. Todas estas entidades lingsticas han tenido una vigencia histrica incontrovertible, pues de todas ellas se tiene referencias e incluso datos lingsticos. El obispo Martnez de Compan ofrece lxico de los idiomas sec, olmos y mochica. El idioma quignam es registrado por Cabello Balboa, y habra sido la antigua lengua de los moche, cuyo territorio alcanzaba segn un cronista hasta la margen izquierda del ro Chilln. Recientemente se ha descubierto en Cao un documen-to que contiene el sistema numrico quignam, con nombres de nmeros que estn evidentemente relacionados con nmeros del sistema numrico del quechua El territo-rio continuo en la costa de este idioma est interrumpido por la penetracin de la termi-nacin cat hacia el litoral a la altura de la provincia del Santa del departamento de Ancash.Los rastros de estas lenguas norteas estn presentes hasta ahora en el habla castella-na de la zona, pues los dejos o parte del lxico de los piuranos, lambayecanos, liberte-os, o ancashinos de la costa presentan indicios de estos idiomas, especialmente cuando se refieren a lugares, apellidos o a nombres de seres de la fauna o de la flora marinas.Cabe anotar que en la zona de la Costa norte hay una marca toponmica recurrente que no aparece asignada a ninguna lengua, se trata de la terminacin is. Se la encuentra en varios lugares de Piura, como en Chusis un sitio arqueolgico de Sechura, Cupis que se repite en Cupis-nique, Misqu-is, Cachir-is, Chucan-is, Cachip-is. Esta marca podra permitir postular una nueva entidad lingstica en la zona nortea del Per

    Lenguas y pueblos altiplnicos1987. Lenguas y pueblos altiplnicos en torno al siglo XVI. Este artculo se refiere a la realidad de lenguas de otra regin peruana histricamente multilinge, la zona del Altiplano del Collao en el siglo XVI. Este espacio de singular relevancia por la complejidad de lenguas y de procesos sociales, y por ser la cuna del primer imperio incaico cuya lengua fuera el Puquina, permite a Torero mostrar los alcances de su metodologa de noticias sobre lenguas para develar esa compleja realidad de entidades idiomticas y pueblos de la zona collavina. Un resultado de esta

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  • investigacin es la certidumbre de varias ocupaciones de espacios del Altiplano en diferentes pocas, con diferentes desarrollos, de pueblos y lenguas. Se hace ver la reciente presencia del quechua, como tambin del aimara aunque sta es anterior al quechua, y la ms antigua presencia del puquina y de otras lenguas incluso anteriores al Puquina, cuyos hablantes aparecen disminuidos socialmente y en trminos de poder, incluso ahora.Los idiomas que aparecen en la zona son: Uroquilla, puquina, aimara y quechua en los Andes; tacana, leko, mosetn y apolista en el oriente boliviano; y el atacameo al sur de Loa, en Chile, en la zona costea.El uroquilla (o simplemente uro) es una lengua extinta en el Per. Su ltimo hablante peruano muri en la isla de Amantani, en el Titicaca, en 1950. Del grupo lingstico uroquilla (Fam. Uroquilla), solo sobrevive la lengua chipaya en Bolivia, a orillas del lago-salar de Coipasa. Una lengua importante de la zona fue el idioma puquina, pero en este caso el contexto temporal es muy anterior al siglo XVI. Esta lengua figuraba tambin en la regin de Moquegua y Arequipa, en los lugares donde hay presencia de la marca toponmica baya (Socabaya, Tiabaya) El idioma puquina, al igual que el chipaya, es un idioma andino que tiene una estruc-tura que se parece, por el uso de pronombres prefijos, a lenguas amaznicas de la familia Arawak. Las otras dos lenguas, los idiomas quechua y aimara, son idiomas de presencia posterior en la zona en relacin al idioma que hablaban los uros. El quechua es incluso mucho ms posterior, pues llega al Altiplano despus del aimara, precisamente en un proceso largo de mas de dos mil aos de persecucin y desplazamiento del aimara.1992. .Acerca de la familia lingstica uruquilla (Uru-Chipaya)En el artculo se establece la familia de lenguas Uroquilla, pues las hablas que la cons-tituan eran muy diferenciadas entre s, que no habran permitido fcil nter compren-sin entre ellas. Las formaciones lingsticas de este grupo presentaban alta diferen-ciacin en los extremos geogrficos que corresponden en el sur al chipaya y en el norte al chimo, apareciendo como habla intermedia el idioma llamado Iruito-Ancoaqui. En este contexto, al parecer, los hablantes usaban de una tercera lengua ajena al uroquilla, el aimara, como una lengua general para las intercomunicaciones. La separacin de las lenguas del grupo uroquilla debi haber empezado a una profundidad temporal en el pasado de al menos 2000 aos.Una aproximacin aparte en el trabajo de Torero sobre el grupo uroquilla es el apunte de presumibles relaciones genticas entre las lenguas del grupo uroquilla, adems de las otras lenguas del espacio altiplnico, explcitamente, del puquina, con lenguas

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  • arahuac/arawak. Un rasgo que se seala es una cierta comunidad lxica entre estos idiomas, adems de, en el caso puquina, de una semejanza bastante notoria de marca-cin mediante prefijo de las personas poseedoras y actoras que, en verdad, es una caracterstica que Joseph Greenberg lo coloca en el grupo de los panamericanismos, pues ocurre en lenguas de una serie de familias lingsticas amerindias del continente.

    La Sierra Norte Peruana1989. reas toponmicas e idiomas en la sierra norte peruana: un trabajo de recupe-racin lingstica En este artculo Torero despliega una metodologa de recuperacin de idiomas usando datos de la toponimia y noticias sobre lenguas, sin dejar de lado los pocos datos docu-mentales que pudrieran existir. Especficamente, los datos toponmicos permiten en este espacio de la sierra norte (ubicado al norte de Ancash) identificar varias formacio-nes lingsticas, unas prequechuas y otras paralelas al quechua. Son lenguas preque-chuas cuya existencia se postula a partir de rasgos toponmicos- las llamadas cat (ca-te) y den. Dichos nombres corresponden a formas sufijales que son recurrentes y caractersticos en el marco de fronteras delimitadas por el alcance de la difusin de tales rasgos. La formacin cat/ -cate tiene un alcance bastante amplio, que se solapa con ocupacin culli en la parte del norte de Ancash y de la sierra de La Libertad. La formacin den ocupa espacios de Cajamarca. La lengua culli de la zona, vigente hasta el siglo XX, fue la lengua de un importante reino regional llamado el Reino de Cuismango. Sobre esta lengua existe un pequeo lxico que aparece en el referido Plan de las ocho lenguas del Obispo de Trujillo Baltasar Jaime. Estudios recientes han hecho que el lxico culli sea ahora relativamente amplio, recuperado del castellano regional. Otra lengua de este espacio es el idioma chacha, que existe por noticias sobre lenguas, pero que falta investigar para recoger lxico. Hay dos palabras seguras de este idioma: lope pajuro o pashuro, un rbol que da frutos comestibles en vaina, y solpe shicra que se sostiene en la cabeza, usada para transportar productos desde las chacras.Otra lengua cuyo territorio se encuentra en la zona de la sierra norte es la lengua cha-cha de los antiguos chachapoya del actual departamento de San Martn. A la fecha tenemos al menos dos palabras del lxico comn de esta lengua plenamente identifica-das: lope pajuro, pashuro, un rbol de fruto en vaina como pallar que es comestible desde tiempos remotos; y solpe bolsa que usan sujeta a la cabeza para transportar cosas, por ejemplo para llevar cosechas desde las chacras (Valqui Culqui, J. 2003)

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  • La hoya de Jan en el siglo XVI1993: .Lenguas del nororiente peruano: la hoya de Jan en el siglo XVI Este artculo muestra una vez ms las posibilidades de la prctica metodolgica de noticias sobre lenguas que Torero emplea con resultados bastante ptimos. El espa-cio de Jan, sobre todo de la cuenca del ro Chinchipe el antiguo ro Chuquimayo de los Incas- corresponde a una seccin de los Andes de relativamente baja altitud que sirvi desde tiempos in memoriales como un pasadizo desde la Amazonia hacia el litoral del Pacfico o al revs. Este espacio, que formaba parte de la Gobernacin de Jan de Bracamoros y por tiempos aglutinado con el rea de Yahuarsongo, fue un terri-torio donde la conquista continu y demor por bastante tiempo debido a la frrea resistencia jbara que trataba de impedir a toda costa el ingreso de los conquistadores a sus territorios ricos en oro. Uno de los gobernadores de este territorio, Juan de Salinas Loyola, durante sus expediciones levant informacin sobre los pueblos de la zona, anotando las lenguas que se hablaban en el mbito de su gobernacin. Una de las fuentes que usa Torero es precisamente una lista brevsima de formas en castellano con las respectivas traducciones a varias lenguas que se usaban al momento del reco-rrido del gobernador Salinas de Loyola. Con estas formas Torero hace un ejercicio de identificar las lenguas y ver las probabilidades de relaciones con otros idiomas exis-tentes. El anlisis del lxico de la lista permite identificar, adems del quechua, hablas como la scata (arawak), patagn (caribe), varias hablas jbaro (palta), candoshi (chi-rinos) y varias otras aisladas, que podran ser lenguas singulares, probablemente familias lingsticas de un solo miembro. En el artculo se presenta ocho lenguas nativas peruanas, todas ellas extintas a poco tiempo de la llegada de los europeos, con la sola excepcin del idioma quechua.Las lenguas extintas que se registran son:Xoroca, perteneciente a la familia Jbaro, de la rama ms andinaChirinos, probablemente de la familia CandoshiPatagn, segn Torero afiliable a la familia CaribeBagua, lengua aislada, por lo que se asumira como una familia especficaCopalln, tambin lengua aisladaScata, para Torero afiliable a la familia ArawakTabancal, otra lengua aislada de la zona, por tanto una familia de por sLa zona Jan en el siglo XVI se parece, por la abundancia de lenguas aisladas, a aque-lla del ro Beni entre Per y Bolivia, que ahora mismo presenta un alto nmero de len-guas de estirpes diferentes en un espacio que es relativamente bastante pequeo.

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  • Dioses, cultos, procesos histricos y lenguas 1990. Procesos lingsticos e identificacin de dioses en los Andes centralesEl objetivo central de este artculo de Torero es dar cuenta del desarrollo de las len-guas en Los Andes, en correlacin con los procesos de locacin y de dislocacin de los espacios que sus hablantes ocupan en determinados momentos para pasar a ocupar otros espacios; vistos tales procesos de otra manera, se implica expansiones y super-posiciones en el territorio de grupos humanos que han permitido el origen de ciertos nombres de dioses o de trminos que se refieren a cultos que figuran en la cultura reli-giosa andina. Un hecho que llama fuertemente la atencin de los estudiosos de las lenguas andina es la vigencia de un alto nmero de lenguas aisladas, que de por s son familias lingsticas de una sola lengua o de ms de una, pero que no presentan relaciones genticas evi-dentes con lenguas de otros contextos geogrficos, ni entre s. Si bien no son claramen-te demostrables las evidencias de relaciones genticas cercanas, no se niega que ciertas lenguas que formaban parte de la parentela pueden haber desaparecido, haciendo dif-cil, por la prdida de ellas, que se adviertan las marcas de las semejanzas, precisamente porque aquellas lenguas que se perdieron se llevaron consigo las evidencias que demostraran las relaciones genticas.La idea de Torero es que el proceso de las lenguas en Los Andes tiene relacin estre-cha con el proceso de desarrollo especifico de los pueblos en la regin; concretamente, con los eventos histricos de la etapa neoltica de duracin extensa de las modalidades de sedentarizacin y de aislamiento propias de la vida de una sociedad agrcola o gana-dera de pequeas dimensiones, a la que sigue una etapa de surgimiento de sociedades relativamente complejas, como aquellas que los arquelogos llaman del surgimiento de los estados regionales y posteriormente de grupos an ms complejos, como los que corresponderan a los de tipo de imperios. De otro lado, es con las lenguas que podemos observar procesos de diversificacin extremas y, por otra parte, son los pro-cesos de crecimiento de pocas lenguas que sirven a estados mayores y al comercio, los que generan contactos que implicaron bilingismos y extincin de ciertas lenguas, y asimilaciones homogeneizadoras como resultados de deslealtades. En estos procesos surgen nuevas deidades que se comparten como correlato de los contactos, cuyo cono-cimiento se difunde cada vez ms alcanzando mayores espacios en el territorio.En resumen, durante el neoltico se da plenamente la sedentarizacin que propicia la diversificacin, y luego la aparicin de actividades de comercio a distancia cuando surgen las sociedades complejas del tipo de estados o de imperios. Estas sociedades comenzaron a integrar grupos menores con el surgimiento de de estados y de lenguas mayores, lo que implica el crecimiento de ciertas idiomas. El comercio en este caso

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  • cumple la funcin de integrar. Ciertos rasgos culturales o religiosos se difunden en el espacio entre los pueblos, de all la presencia de elementos comunes en distintos pue-blos que incluyen a zonas de la Amazona.Torero piensa que hacia 500 d.C. los territorios de las leguas se estabilizan, y el panora-ma que se tiene actualmente, tomando en cuenta a las lenguas vigentes como a las lenguas extintas, es bsicamente el mismo de hace 5000 aos. En tal panorama las len-guas extintas podran haber mostrado las relaciones cercanas entre grupos o familias de lenguas, pero lo que sucede es que, habindose perdido esas cadenas de continuidad por la extincin de ciertas lenguas, se han oscurecido las relaciones de cercana genti-ca, quedando un paisaje de lenguas aisladas que por s mismas constituyen familias genticas singulares.Algunos nombres de deidades vigentes en los Andes y en ciertos pueblos pano de la regin selvtica se presume constituyen formas lingsticamente cognadas: Huari, guari, wari, bari, Mari; Kama, cama, Con, gon1993: Fronteras lingsticas y difusin del culto: el caso de Bari y de Contiti Viraco-chaEl propsito de Torero en este artculo es mostrar las posibilidades de apelar a lenguas de las familias Pano y Arawak para acceder a explicaciones etimolgicas de algunas emisiones que son nombres de dioses, tales como Huari y Contici / Contiti, para las que las lenguas andinas no parecen contribuir de modo sustantivo en el esclarecimiento etimolgico.La base de la suposicin de Torero es la hiptesis en el sentido que las lenguas de la familias mencionadas, hoy geogrficamente adyacentes a los Andes, han sido tambin habladas por poblaciones andinas (centro andinas), en espacios que fueron luego gana-dos por el quechua, el aru y el puquina, hacia los primeros siglos de nuestra eraLa idea ligada a la propuesta que precede es que el desplazamiento lingstico que ocurri en su momento no signific que las poblaciones que adoptaron las nuevas len-guas hayan abandonado todas sus prcticas culturales, ni todas sus creencias y dioses, ni los nombres de tales dioses.Como se ha sealado arriba, uno de los nombres de divinidades implicado en esta hip-tesis es el de Huari (Guari /wari/) muy comn en los Andes centrales, tal como se ve en documentos de extirpacin de idolatras publicados por Pierre Duviols (1986). Esta divinidad aun tiene cultores en Ancash, como un propiciador de la agricultura, el riego y el agua. El espacio de este dios coincide segn Torero con el espacio que corresponde al llamado Quechua I.Los atributos observables de este dios lo ligan con el sol o, en general, con caracters-ticas solares, pues se dice que es hijo del sol, o que es el mismo sol. En la dicotoma

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  • huaris/llacuaces, los huaris son agricultores de los valles o de los llanos, mientras que los llacuaces son ganaderos de las alturas, marcados en sus rituales por la presencia de la sangre, el trueno y los rayos como elementos de su hbitat. Torero seala que el dios Vichama de la costa de Huaura/Vegueta es el equivalente de Huari, con los mismos valores de hijo del sol o el mismo sol.En las lenguas andinas no parece haber un significado plausible asociado a la palabra huari, pues los sentidos de vicua o flor de enea que se les asocia- no son razonables a simple vista; sin embargo, si apelamos a lenguas amaznicas, como aquellas de la familia pano, en varias de ellas se encuentra que formas fonticamente semejantes significan sol, tales como vari, bari, mari. Aparte de lenguas pano, Torero anota que en algunos idiomas arawak hay formas que parecen relacionarse con la emisin huari, por ejemplo en: (campa: oorya; yanesha: yompor). La parte por de la emisin en yanesha le parece a Torero la adopcin de la forma vari/bari de lenguas pano, con mediacin de procesos fonticos comunes en la lengua-El otro nombre de divinidad que estudia Torero en el artculo es Contiti (Contici) Viracocha. El nombre de este dios aparece a veces escrito con una forma precedente de dos o tres silabas, formas que son poco o nada comprensibles desde lenguas tales como el quechua o aimara. Una parte permanente de esta forma previa es con (con-titi, con-tici, con-dici). En caso de preceder una forma de dos silabas, lo que ocurre es: Ticci o Tecsi, seguido de Viracocha. Estas divinidades son collavinas, no se trata del otro Con de los llanos o yungas. Esta forma ticci o tesci se parece, segn Torero, a las formas titi o chicha que significan fuego en lenguas arawak preandinas como ashaninka, yine y machiguenga. 1994: El idioma particular de los incasEn el artculo se discute la identidad de la as llamada lengua secreta de los incas. La propuesta de Torero es que la legua secreta de los incas es un idioma de la familia Aru. Esta propuesta es contraria a la del historiador polaco Jan Szeminski, para quien dicha lengua secreta era el idioma puquina. El corpus para la discusin es el famoso cantar recogido por el cronista Juan de Betanzos y que aparece en su crnica Suma y Narra-cin de los Incas (1551). Este corpus es analizado tanto por Szeminski como por Tore-ro. El anlisis de Torero se centra en la demostracin de rasgos del cantar que se ali-nean con caractersticas aimaras especficas, tanto en fonetismo como en aspectos morfolgicos, que le llevan a sostener la hiptesis del entronque con el Aru de la lengua en que est escrito el cantar. La secuencia indi.n yoca es clave para Torero para sostener su filiacin aimara, entre otras razones porque la pronunciacin sonora de la oclusiva no es propia del puquina, ya que en esta lengua la palabra para sol es inti. A su vez, la palabra yoca hijo en aimara, no aparece en ninguna otra lengua; a su turno, el sufijo -n es una variante de -na genitivo en aimara.

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  • Torero llama la atencin casi incidentalmente de la necesidad de una mayor precisin sobre la cuestin en debate, pero que no se facilita debido a la ausencia para la zona cuzquea de un documento semejante a la Copia de curatos con que cuenta la zona del Altiplano, que facilit conocer con relativa seguridad la distribucin de las lenguas en aquella regin del Collao; pero lamentablemente nada semejante existe para la zona cuzquea.1995. Acerca de la lengua chinchaysuyo. Torero sostiene en el artculo que en el siglo XVIII el llamado quechua general colapsa en vista del fortalecimiento de los quechuas regionales con identidades ms especficas y fuertes, de all que recin se poda hablar con alguna propiedad sobre la entidad que suele llamarse Quechua Central u otra, como por ejemplo, quechua chin-chaysuyo o lengua chinchaysuyo, que es la entidad inclusiva de dos variedades: Huayhuash y Quechua IIB.La primera experiencia lingstica de los espaoles con el quechua ocurre con formas del quechua IIB hablado en la zona nortea del Per (incluida la parte oriental: Chacha-poyas, Lamas ), y es esta variedad la que es identificada como Quechua General, es decir, la lengua general del Per.As, Torero apunta que en el siglo XVI la llamada lengua general se divide en dos grupos, bajo los epgrafes usos del Cusco y usos chuinchaysuyosLo que al inicio parece llamarse lengua general quechua es a formas del llamado Quechua IIB-C hablado en la costa central y surea, y recogida mayormente en las obras del eminente quechuista: Fray Domingo de Santo Toms. A comienzos de la Colo-nia, la elite cuzquea debi haber utilizado formas dialectales quechuas bastante empa-rentadas con aquella que presenta Santo Toms en su gramtica y en su lexicn que-chuas.A finales del siglo XVI, la variedad IIB queda bastante lejana para la elite cuzquea, y ms bien aparece relativamente cercana la variedad IIC de la costa surea, que debe haber sido ms usada por las elites cuzqueas remanentes del imperio. Ocurre, enton-ces, una identificacin en trminos de mayor valor social ligado con el cuzqueo y una desvalorizacin del la variedad IIB y nortea en general, diferencindose ms cla-ramente estas dos hablas y generalizndose el uso de la expresin chinchaysuyo para las formas de habla quechua ubicadas al norte. Mientas que la forma IIC se expande hacia el sur, el tipo IIB lo hace al norte de la zona central del Per (Colombia, Ecuador, Selva). En este contexto el Quechua I surge como quechua 'Chinchaysuyo' (o Chin-chaysimi), tal como lo identifica Juan de Figueredo (1700).1995 Reflexiones sobre historia lingstica andina. Las reflexiones expuestas en este artculo se implican con varios puntos relacionados

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  • con la historia lingstica de Los Andes, cuyas caractersticas incluyen la vigencia de varias familias lingsticas, de las que podra decirse estn constituidas por lenguas singulares, en vista de la cercana de las variantes; o de lenguas, en caso se asuma que la familia est constituida por varias lenguas, como son los casos quechua y aru. Torero seala que estas familias lingsticas no van muy lejos en el pasado en su intra dife-renciacin, pues difcilmente superan ms all de los 1000 aos. Esta limitada profun-didad temporal de inicio de la diversificacin familiar, es sorprendentemente dismil a lo que se constata en familias de lenguas amaznicas como arawak, tup, caribe, tucano, etc. en las cuales la separacin entre sus ramas y lenguas va a una mayor pro-fundidad temporal en el pasado. En opinin de Torero las bases de estas caractersti-cas diferentes pueden deberse a las condiciones de la geografa de Los Andes varia-das y difciles- y del proceso cultural y social del hombre en el espacio respectivo, donde han surgido sociedades complejas del tipo de estados e imperios.El proceso del poblamiento de Los Andes por cazadores, la aparicin de la agricultura y su continuo desarrollo, finalmente la aparicin de las primeras formaciones socia-les del tipo de estados regionales e imperios, verdaderas globalizaciones en su momento, implicaron el crecimiento de ciertas lenguas a costa de la asimilacin de otras que quedaron debilitadas o desaparecieron con el tiempo. Estos procesos de globalizaciones implicaron en cada caso que la diversidad previa disminuyera, de all la muerte de una serie de idiomas, o su vigencia hasta tarde de lenguas singulares en la medida en que las emparentadas desaparecan. Esta perspectiva hace ver que no es una situacin homognea la que se disgrega o diversifica, sino al contrario, que la diversi-dad se homogeiniza mediante las globalizaciones que hacen que desaparezcan lenguas cercanas, a favor de algunas que son las lenguas de las sociedades globalizadoras.Esto vendra a ser el panorama para dar cuenta de pocas lenguas radicalmente diferen-tes en Los Andes; frente a la Amazonia, donde existen muchas lenguas pero pocas familias diferentes, relativamente hablando. Sabemos de varios indicios de lenguas que apuntan a la vigencia de idiomas virtuales ahora, pero que tuvieron presencia antes de la generalizacin de una serie de lenguas, tales son los casos de las lenguas hipotticas cat y den, aparte de aquellas que s existieron sin duda alguna como tallan, sech, quig-nam (en la Costa); culli y puquina (en Los Andes) y chango en la costa sur. 1998. El marco histrico-geogrfico en la interaccin quechua-aruEste trabajo trata del territorio y la convivencia en l por milenios de dos lenguas del rea central andina: los idiomas quechua y aimara. El tema tiene mucha importancia para dilucidar la naturaleza de la semejanza estructural de las dos lenguas implicadas; por ello, una pregunta central de la indagacin es la referida a los territorios con los cuales se ligan las formas ms remotas de las respectivas lenguas; es decir, la pregunta por la cuna del protoquechua o del protoaru y cmo, desde esos respectivos espacios

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  • matriz las dos lenguas se difunden hasta los lugares en los cuales se encuentran ahora, pasando por la experiencia de las distinta reas por las cuales han transitado o se han superpuesto a lo largo del tiempo. En el marco de esta perspectiva, Torero se reafirma en su propuesta de asignar el espacio de la costa central como el rea que habra alber-gado a una suerte de paleo quechua; y el espacio de la costa surea (Ica) como el rea del proto aru. En este sentido, las semejanzas estructurales entre quechua y aru en un marco geo-grfico de espacios compartidos de ocupacin antigua, y de experiencias histricas relativamente comunes, con contactos y desplazamientos, amn de extinciones de formas de habla a los largo de la historia, hacen presumibles mutuos contagios o inter-penetraciones a lo largo del tiempo en que han tenido relaciones en los Andes estos dos idiomas amerindios. As, la explicacin de las semejanzas entre quechua y aru tiene soporte en el contacto areal antes que en la relacin gentica, permitiendo que Torero descarte la hiptesis de parentesco gentico que sostiene Lyle Campbell. Hay que men-cionar que se exige plantear sucesivas ocupaciones de los territorios andinos por las lenguas como una condicin de mayor plausibilidad de las hiptesis, frente a conside-rar una misma ocupacin por un mismo pueblo y lengua de un mismo lugar. En esta perspectiva, refirindose al Cuzco, por ejemplo, Torero propone la hiptesis de una ms antigua ocupacin de dicha rea por el puquina, que es desplazado despus por lengua de estirpe aru, que a su vez es desplazada por el quechua, estando ahora en un proceso de desplazamiento por gente de habla espaola. La historia quechua y aru es, de otro lado, una historia de permanente persecucin y desplazamiento, y lo que se ve en los ltimos tiempos es el desplazamiento del aru frente al quechua, con la consiguiente prdida de territorio por el aru, circunscribindose al sur (aimara) y ocupando lugares geogrficamente difciles en la sierra de Yauyos al sur de Lima por el Jaqaru y Cauqui.

    Variacin y relacin gentica de lenguasLa primera gran investigacin de Torero es un estudio dialectal de la lengua quechua, que aparece publicado en 1964. El carcter detallado de este trabajo y lo exhaustivo del mismo permitieron por primera vez conocer la intensa variacin del quechua, especialmente en el espacio del Per central. Incidentalmente, cabe referir que un ao antes haba salido a luz un breve estudio tambin de tipo dialectal sobre el quechua, de la autora de Gary Parker. Estos trabajos, vistos al alimn, muestran con claridad meri-diana, el intenso trabajo por largo tiempo de los estudios de Torero, y lo que podra decirse un resultado rpido de trabajo de campo tpico de los estudios de temporada de verano de estudiantes americanos, en el caso del estudio de Gary Parker.1964."Los dialectos quechuas"Este articulo de descripcin dialectal, publicado en 1964, es una suerte de trabajo

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  • magistral sobre dialectologa quechua. Es con este artculo que se hace evidente la com-plejidad en trminos de variacin de aquello que hasta ese momento (1964) se supona una lengua uniforme en el imaginario popular, aunque profundamente marcada en trminos sociolingsticos, por aquello de la diferencia entre quechua verdadero, ligado geogrficamente con el Cuzco y asociado con los incas, frente a lengua que no era el quechua autntico, por no ser sureo y por no asumirse como la lengua incsica, y ser ms bien la lengua lugarea, que algunos conocan que se usaba en otros tiempos en alternancia con la lengua general de los incas.Es relevante recordar que este artculo de Torero es cronolgicamente posterior al artculo de G. Parker: La clasificacin gentica de los dialectos quechuas publicado en 1963. Sin embargo, podemos dar testimonio que aunque publicado el de Torero en 1964, el trabajo ya estaba listo el ao anterior, y el que saliera despus del de Parker no fue sino debido a los procesos de publicacin, que a veces toman bastante tiempo:Torero: Quechua I Quechua IIParker: Quechua B Quechua AEl artculo en s tiene una organizacin bastante sencilla, pues su intencin bsica era zonificar y clasificar los dialectos modernos de la lengua a partir de la observacin de una diversidad de hablas quechuas. Al tanto de estos rasgos establece las conclusio-nes: dos ramas mayores en el quechua (Q.I, QII), siendo la diferencia relevante la presencia de cantidad voclica distintiva en QI y la ausencia en QII. Tambin se suma la presencia de subordinador /-r/ en QI y su ausencia en QII. El autor anota especfica-mente que no toma en cuenta la cuestin de nter comprensin entre las hablas.En resumen, con una nomenclatura propia, Torero presenta las cuatro formaciones dialectales ms inclusivas del quechua hablado en el Per, las mismas que, desde otra perspectiva, pueden asumirse ms bien como cuatro lenguas al interior de la familia lingstica quechua. La cuestin de cuntas son las lenguas de la familia lingstica quechua cuando se asume que lo que llamamos quechua es una familia de lenguas- no tiene una respuesta segura. La referencia mnima es de dos lenguas, y la mxima es de seis. Cuando se asume que son dos, se identifica como lenguas a las hablas denominadas por Torero como QI y Q II; cuando se asume que son seis, las lenguas son aquellas que correspon-den a las hablas para las cuales en la dcada del 70 se elaboraron gramticas y dicciona-rios, esto es, las denominadas: Cajamarca-Caaris, Ancash Huaylas, Junn-Wanka, Ayacucho-Chanka, Cuzco-Collao y San Martn.

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  • 1978. Grupos lingsticos y variaciones dialectalesTorero asume la difusin desde Asia de las lenguas americanas, seguramente en varias oleadas desde hace 30000 aos: dice tambin que varios y distintos debieron haber sido las lenguas que entraron al nuevo continente, y a lo largo del tiempo se diversificaron porque el tiempo y la dispersin de los pueblos multiplican las lenguasEn el espacio que llamamos Per, los grupos humanos marcan su presencia desde hace 20000 aos, diversificndose y dispersndose, pero acentundose esta diversificacin con la sedentarizacin que la agricultura genera cual fuerza concentradora, divergente del nomadismo que facilita la dispersin; pero con la sedentarizacin y la complejiza-cin de las formaciones sociales surgen lenguas ms poderosas asociadas a socieda-des ms grandes y complejas. Torero seala que el factor econmico y el factor polti-co sentaron entonces las bases para la expansin de ciertas lenguas en detrimento de otras

    Luego seala el autor que hacia el siglo V de nuestra Era se encuentran en Los Andes tres lenguas en plena expansin: puquina, proto quechua, y proto aru de la que deriva el aymara actual.Destacamos finalmente un juicio de poltica lingstica, pues Torero asume que la castellanizacin es un proceso doloroso que se realiza en condiciones de fuerte opre-sin social. Sostiene asimismo que la predominancia de un idioma comn si eso tiene que suceder- debiera darse a la par con el respeto a las dems lenguas que forman parte de nuestra realidad.

    1983. "La familia lingstica quechua" Se trata de la propuesta de aquello que llamamos quechua como una familia de len-guas, antes que como una lengua de por s. Esta propuesta result altamente controver-sial con el pensamiento de los hablantes para quienes aquello que se denomina que-chua es una nica lengua. Torero muestra la singularidad del grupo gentico quechua, diferente del aimara con el que tiene mucho parecido estructural, explicable como resultado de la convivencia por al menos dos mil aos entre estas dos familias de len-guas andinas. La complejidad de la variacin de esta familia lingstica la resalta Torero afirmando de modo contundente: Ninguna habla quechua permite en la actualidad la comunica-cin con toda la familia lingstica, inclusive, ninguna habla Quechua I ni de Quechua II es plenamente inteligible en su respectiva rea dialectal Este trabajo de Torero tiene una primera parte que es de carcter histrico a tono con su prctica de establecer correlacin entre lengua e historia para dar cuenta del proceso de difusin de la lengua en el territorio. En esta perspectiva se seala que el espacio del

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  • QI, comprendiendo tambin la parte costera, es el mismo de la primera expansin del protoquechua. Expansiones posteriores son hechas por variantes, tal como de la llama-da wampu hacia el sur del Per.Una segunda parte del artculo es una exposicin sobre los procesos de diferenciacin del quechua que dan cuenta de las formas dialectales actuales, a travs de las cuales la lengua se presenta como un conjunto idiomtico sumamente dialectalizado.

    1993: Principios metodolgicos para el estudio de la familia lingstica quechua.Torero trata en este artculo tal como lo dice con sus propias palabras- de los principios metodolgicos que he aplicado y aplico en mis investigaciones y el modo cmo encaro la articulacin entre la Lingstica y otras disciplinas que nos aproximan a la comprensin del hecho histrico. Asimismo destaca que en sus estudios ha tratado de entender la tan varia geografa, la historia de milenios, el hervor de culturas y las agudas tensiones sociales que hacen del Per pas milEstas citas resumen en realidad su experiencia de investigacin que encuentra que el quechua, contra lo que se supona uniforme y cuzquea, se mostraba ante l diversa, e incluso in atendida en el caso de variedades que no eran la sureas, pues se mostraba que aquellas hablas tan cercanas geogrficamente a Lima, como las habladas en la sierra de este departamento, que tenan bibliografa que trataba de ellas, que tambin eran quechuas, que presentaban una realidad compleja; que por tanto hacan de la sierra central una zona de alta variacin, sin embargo aparecan invisibles.Adicionalmente, creemos importante resaltar en este punto que los trabajos de Torero estn profundamente marcados por una perspectiva metodolgica que ve a las lenguas no como realidades aisladas, sino como correlatos de grupos humanos a los que sirve, y a cuyas culturas verbaliza.Tres resultan ser los rasgos distintivos de su metodologa:

    1. En general, recurrir a una amplia variedad de documentos histricos (crnicas y relaciones histricas diversas)

    2. Aprovechar las noticias sobre lenguas aunque no exista material lingsti-co propiamente dicho.

    3. En el caso de sus estudios de Dialectologa quechua, Torero apela a la recons-truccin lingstica, a la comparacin, a la inteligibilidad, a la geografa lin-gstica; tambin a la Glotocronologa para fechar las divergencias y a los estudios onomsticos que ofrecen indicios de lenguas como rastros ltimos de la existencia de algn idioma en un rea determinada.

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  • La siguiente cita resume adecuadamente su prctica metodolgica:Para el lingista que trata de penetrar en el pasado, el dato documental no lingstico es nicamente complementario, no decide por si solo. El historia-dor por su parte, debe aprender a respetar la conclusin lingstica y no pre-tender que con los documentos puede resolverlo y entenderlo todo

    La cita muestra que el dato lingstico mnimo, en la prctica, son las formas que quedan en el terreno como topnimos subsumidos por las lenguas que sucedieron a alguna previa. El dato ideal ser la misma lengua viva y, entre tales extremos, hay una gama diversa de fuentes y datos a aprovechar en una o en otra direccin,Torero seala como una situacin muy positiva para l, para dar cuenta de la realidad de dos regiones, primero el material proporcionado por Baltasar Jaime Martnez de Compan para el obispado de Trujillo en siglo XVIII; y segundo, del Obispado de La Plata que le permite identificar y sealar en el Altiplano boliviano espacios de lenguas en un momento determinado, ubicable a fines del siglo XVI y principios del siglo XVII. 1996. Las hablas cauquis de Yauyos (Per) dentro de una propuesta de reconstruccin fonolgica del Proto aru. Se utiliza el diccionario de la lengua Cauqui (Jaqaru) de Nelly Belleza (1993) y diver-sos vocabularios aymaras antiguos y modernos para establecer la fonologa de cada una de estas dos ramas de la familia Aru (o Cauqui-Aymara) y reconstruir la fonologa del Proto-Aru, para determinar as la calidad de los cambios fonolgicos ocurridos desde el Proto-Aru, hasta desembocar en las hablas arus modernas.(Nota.- No nos ha sido posible tener en la mano este trabajo; sin embargo, reseamos el contenido del mismo a partir de la referencia que hace Isabel Glvez en su artculo)

    Cuestiones de gramticaLos artculos de esta seccin son ms bien, lo que podra decirse, de naturaleza lings-tica, pues se ocupan de algn aspecto de la gramtica de las lenguas implicadas. Estos son los artculos de menor o ninguna referencia histrica, ya que estn orientados a esclarecer cuestiones de orden gramatical de las lenguas, o cuestiones de orden lexical, especialmente de aquel lxico que relacionado con el contacto de lenguas. En esta perspectiva la elaboracin de los primeros diccionarios deviene en una rica motivacin por las implicancias de orden prctico y conceptual que suscitaba dicha tarea entre los estudiosos de la poca, la mayor parte de ellos preocupados por el trabajo misional entre los indgenas.

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  • Los trabajos de esta parte son los siguientes:1994. "Los sibilantes del quechua yunga y del castellano en el siglo XVI". Se trata del estudio de las caractersticas fonticas de consonantes sibilantes del que-chua costeo (yunga) en el siglo XVIEl estudio de Torero asume una propuesta diferente a la que plantean a su turno los estudiosos Peter Landerman, Bruce Manheim y Rodolfo Cerrn, que sostienen la ine-xistencia en el quechua yunga de un sonido palatal de articulacin plana, sino uno de naturaleza apicoalveolar. Torero demuestra que previo al uso de x sh por Santo Toms, l usa las grafas s y ss en representacin de dos sonidos diferentes. Notar que X deviene luego con un sonido que ahora se representa con j jota. Caxamarca es Cajamarca (1995b) Historias de X. El proceso de velarizacin de */sh/ castellana segn su uso en escrituras de lenguas andinas en los siglos XVI y XVII. A partir de diverso material existente en lenguas andinas o sobre lenguas de esta rea, Torero examina el proceso de cambios del sonido sh del castellano, cuya figuracin grafica se haca generalmente mediante la letra x que la representaba en el castellano de la poca, de los siglos XVI y XVII. Hace notar el autor que un primer topnimo nativo que se representa con x es precisa-mente el nombre de la ciudad de Cajamarca, que aparece como Caxamalca. Dos soni-dos que llaman la atencin en este topnimo: x que representa al sonido sh que escuch el escribiente hispano, y l que aparece en lugar de r. En ambos casos estaban escuchan-do sh y l, respectivamente. Este ltimo sonido corresponde a una pronunciacin dialec-tal de la lengua influida por el aimara. Lo que se afirma con el ejemplo es que tanto el castellano como el quechua tenan un sonido idntico o muy similar /sh/. Esta sh anti-gua aparece hoy en el nombre de la ciudad como j, como en muchos trminos presta-dos tempranamente al castellano, donde se sometieron luego al proceso que afect a la sh castellana, pasar a j, o algo cercano como en el castellano de Chile, en el que se escucha jyente en lugar de gente. En lenguas peruanas hay palabras castellanas tales como shacha , jacha, lo que en el castellano actual es /acha/; pasha , paja; tambin encontramos la forma shura o jora en quechua, donde la ultima forma es un retor-no a travs del castellano, evidenciando que en su momento el castellano oy shura para devolverlo luego como jora; igual que ushuta que retorna despus como ojotaLo final: el proceso de velarizacin de Sh del castellano antiguo fue obviamente gra-dual, con al menos las siguientes instancias: sh ----jy ----j.1997 "Entre Roma y Lima: El Lexicn quichua de fray Domingo de Santo Toms [1560]"

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  • Lo que se propone Torero en este artculo es, tal como lo dice determinar a travs del examen del Lexicn cmo y hasta qu punto consigui el fraile dominico compaginar su celo evangelizador y su ajuste a los modelos nebrisenses con su deseo de comprender y dar a conocer el mundo indgena Lo que se entiende era que la misin que se impo-ne Santo Tomas es, por un lado, escribir y describir la lengua quechua y, por otro, aprehender los signos de un pueblo cuya experiencia se desarroll al margen de la europea. Le preocupa a Torero indagar en qu medida pudo Domingo de Santo Tomas conciliar su propsito de lograr la conservacin de los indios mediante la demostracin, va su lengua, de que no eran gente brbara, y el de obtener por medios pacficos y persuasivos su conversin a la religin catlica; para cuyo fin us la escritu-ra y el trabajo lexicogrfico tal como se haca comnmente en la poca en la elaboracin de diccionarios.No olvidemos que el propsito de Santo Tomas era la evangelizacin de las habitantes para lo cual era importante saber la lengua y conocer la cultura; siendo esto lo que motiva lo hecho en trminos de descripcin del idioma, de la que es un pionero pues es el autor de la primera gramtica de una lengua indgena suramericana, anterior en ms de un siglo a la gramtica del idioma tupinimb del grupo Tupi, del sacerdote Joseph de Anchieta, publicado recin en 1695. Torero seala que, implcitamente, Santo Tomas asuma que en algn momento futuro habra gente quechua que hara uso de su obra, seguramente para aprender el castellano; mientras que en el lado espaol, adems de usar la obra para aprender el quechua, servira para conocer el universo cultural indge-na, para evangelizar o para reprimir culturalmente como efectivamente se hizo durante la as llamada poca de extirpacin de idolatras. Un punto interesante es el uso por Santo Tomas del nombre Quichua para identificar a la lengua general quechua, que era una lengua general del inca. Se anota que el nombre quichua tambin identific al mochica, presumiblemente por el valor geogrfico de este trmino que se refera a una zona ecolgica equivalente a la yunga, palabra que a veces se usaba como nombre alternativo de la lengua mochica. La referencia geogrfi-ca es la ms frecuente y constantemente asociada a la palabra quichua/quechua, con equivalencia a yunga. Lo que lleva a asumir esta variedad de formas del nombre es que la secuencia respectiva en la protoforma debi haber sido qicwa (con retrofleja africada)Un aspecto de la personalidad intelectual de Santo Tomas es su sensibilidad para ver en el pueblo indgena no a un brbaro, sino a uno semejante al que debe evangelizar y defender, actitud que es meritoria en una poca en que el inters va por derogar la humanidad indgena. 1997. La fonologa del idioma mochica en los siglos XVI-XVII. Este es un artculo exclusivamente lingstico, que se basa en un estudio que hiciera

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  • Torero para su Licenciatura en Letras en la Universidad de Paris, en 1962. El tpico del artculo es la Fonologa del idioma mochica de los siglos XVI y XVII.El estudio descubre los rasgos fonolgicos del idioma Mochica, que fue uno de los vehculos ms importantes de la alta cultura peruana prehispnica y que se distingue marcadamente, tanto en fonologa como en gramtica, de las lenguas quechuas y arus. El material bsico para el anlisis se tom de los textos mochicas del Rituale seu Manuale de Gernimo de Or (probablemente redactados en la segunda mitad del siglo XVI) y de la Gramtica de la lengua Yunca de Fernando de la Carrera. Entre las caracte-rsticas peculiares del Mochica, Torero encuentra la oposicin entre dos series conso-nnticas palatalizadas/no palatalizadas, as como la de laterales sordas versus sonoras; agregar la existencia de fonemas francamente muy raros, que no se dan en las lenguas andinas, como son los casos de las consonantes /f/, /ng/ (nasal velar) y /rr/ y una vocal central o posterior no redondeada, todo esto en una lengua que exhibe una tendencia clara al monosilabismo en las races nominales y verbales.Torero seala algunos rasgos de la lengua mochica, la ms importante de la Costa norte, que sirvi a una formacin social de mucho poder y trascendencia, asentada fundamentalmente en el espacio rico para la agricultura que corresponde al departa-mento de Lambayeque. La lengua manejaba el orden sintctico SVO, una de las pocas lenguas originarias peruanas que ostentaba dicho orden, pues la inmensa mayora se adscribe al tipo SOV.

    1999: .El tratamiento de los prstamos en el Vocabulario de la lengua Aymara. De Ludovico Bertonio (1612) (las voces americanas en los primeros vocabularios bilin-ges andinos). Torero seala desde el inicio en este artculo que la invasin europea a Amrica favoreci a la lengua espaola en la ampliacin de su lxico, al tener que referirse a realidades inexistentes previamente en la experiencia europea. El objetivo que se impone el autor es hacer ver como las realidades geogrficas y culturales del viejo y del nuevo mundos se fueron abriendo paso, aunque parcial y lentamente, en idio-mas recin puestos en contacto,. La adecuacin del castellano para dar cuenta de las nuevas realidades es una de las facetas interesantes de la experiencia de contacto de las lenguas implicadas. Los objetos llamados diccionarios bilinges muestran esta realidad de los contactos y de las caractersticas particulares de dichos eventos que involucran a las lenguas, tal como el Vocabulario de la lengua aymara (1612), del que es autor el sacerdote italiano Ludovico Bertonio, o el Lexicn de la lengua quechua (1561) de Domingo de Santo Toms. Torero seala que Bertonio es muy dado a hacer observaciones fonticas y de las glosas de los trminos nuevos de las lenguas con la

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  • que trabaja.

    1999: .Americanismos lxicos en los primeros diccionarios bilinges andinos. Del Lxico quichua de Domingo de Santo Toms (1560) al Vocabulario de la lengua aymara de Ludovico Bertonio (1612).(No he encontrado este artculo) pero resumo lo que sobre l escribe Isabel Glvez)Los primeros americanismos en el castellano son de origen centro americano. Asi-mismo, los primeros elementos lexicales que entran en el castellano provienen de la zona del Caribe. Pero como es esperable, hay una abundancia de americanismos que no entran a la lengua espaola. Muchos trminos presentes en el quechua provienen precisamente de la zona de Centro Amrica, tal como melqa (cuyo equivalente sera wachu en el quechua) no figura en el castellano. En Domingo de Santo Toms hay solo 4 vocablos procedentes de origen tano.La nota relevante es que desde inicios del siglo XVII, con la presencia de criollos que toman la posta a los peninsulares en los cargos pblicos, penetran muchos ameri-canismos al castellano, tal como puede verse en el vocabulario del jesuita Ludovico Bertonio, donde los americanismos y andinismos se cuentan por docenas dice Torero.

    Ideas sobre poltica de lenguasLos dos artculos de esta seccin presentan, en cierta medida, la perspectiva de poltica lingstica de Alfredo Torero. No se trata de trabajos muy meditados, pues un de ellos es la trascripcin magnetofnica de algunas partes de una ponencia hecha en Cuba en 1965, es decir, no es un documento dejado por Torero para su publicacin, como entre-ga del texto de una conferencia, sino lo que los editores de la revista Casa de las Amri-ca, extraen de la grabacin y deciden publicarlo. El otro documento que aparece en esta seccin es una entrevista hecha a Torero para una revista Autoeducacin- que publi-caba el Ministerio de Educacin en 1990, y es a propsito del inminente cumplimiento de los 500 aos del descubrimiento o invasin europea de Amrica. Estos textos permi-ten vislumbrar la perspectiva poltica de Torero sobre las lenguas amerindias peruanas. Como se ve, son dos documentos inusuales en los que podemos auscultar las ideas polticas de Torero sobre la realidad de lenguas peruanas. Lo que tambin podemos ver es que Torero alguien con formacin poltica muy definida- no adelanta su posicin poltica en el campo de su trabajo como lingista, ya que lo que se deduce es que ese aspecto de su conducta no estaba particularmente orientado a desarrollar una propuesta sobre las lenguas y las sociedades a las que dichas lenguas serva.

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  • 1965. El problema lingstico en los pases andinosSe trata de algunas partes de la versin taquigrfica de una conferencia dada por Torero en febrero de 1965, en la Casa de las Amricas, en La Habana, Cuba. Son escasamente cuatro hojas en las que los fragmentos son numerados de I a VI.Torero comienza por una propuesta de definicin de lengua en los trminos siguientes: --- un instrumento tanto de comunicacin como de anlisis de la experiencia humana; un anlisis que se realiza de una comunidad a otra. Reclama dejar de lado esa creen-cia bastante generalizada de que solo es lengua el idioma oficial de un estado Torero emite juicios sobre las implicancias de la conquista y el tipo de relacin que establecen los europeos con los pueblos de Amrica, que muestran situaciones diferentes. Se pregunta, por ejemplo: Por qu el espaol no logr eliminarlos (a los idiomas) pese al poder militar y al poder cultural que tena?Seala la necesidad de revalorizar a las leguas y hacer un cuidadoso estudio de ellas en todos los aspectos, no solo lingstico sino tambin cultural, de su manera de vivir, del anlisis de su experiencia humana. Este acercamiento exige una manera de trabajo que implica respeto por el pueblo y simpata fuera de duda.Piensa que las lenguas no desaparecieron porque sus hablantes hubieran asumido una estrategia de aislamiento para vivir con sus lenguas en lugares alejados de los centros ms urbanos, pero es evidente que en los ltimos tiempos el capitalismo y el comercio estn haciendo que migren las personas a la costa, donde comprueban que el idioma propio est en desventaja frente al castellano, el cual debe ser aprendido necesaria-mente para poder sobrevivir.

    Las lenguas andinas, ayer y hoy Es el texto de una entrevista que le hace a Torero la revista Auto Educacin. El contexto es la proximidad del aniversario de los 500 aos del descubrimiento de Amrica por los europeos. El entrevistador annimo le plante 10 preguntas a Torero, cuyos contenidos son diver-sos y versan sobre el quechua, sus investigaciones, los 500 aos de la invasin o descu-brimiento, el futuro de la lengua, el contacto con el castellano, incluso sobre la realidad de la escrituraTorero piensa que el quechua tiene un futuro asegurado en las reas rurales, incluso en las cercanas de una ciudad como el Cusco, que es desde antao un centro fuertemente hispanizante; en todo caso, segn l, hay una etapa de bilingismo quechua-castellano en el futuro del idioma, que puede ser estable, dependiendo de polticas positivas del estado. Lo que se implica es, que si tales polticas tienen orientaciones negativas, la lengua no perdurara.

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  • PapeleroHacemos referencia en esta parte de dos trabajos de Torero que no estn incorporados en la presente compilacin. Uno es su tesis de Doctorado en la Universidad de La Sorbona, que ser publicado en idioma castellano ms adelante; otro es una suerte de testimonio de los ltimos das dramticos de la vida de Jos Maria Arguedas, previos a su auto inmolacin en mayo de 1969.La tesis1965. Le puquina, la troisieme langue generate du Perou. Tesis de Doctorado en Lingstica en la Universidad de La Sorbona, Pars, bajo la direccin de Andr MartinetEs el estudio que le sirvi a Torero para dar cuenta de una de las lenguas ms importantes de los Andes, ligada a la primera experiencia inca como organizacin imperial con sede en el Altiplano, que qued registrada en la memoria como una de las tres lenguas generales del Per, junto al quechua y al aimara, como claro indicio de un pasado de esplendor del pueblo que la habl.Esta tesis ha sido a veces considerada como inexistente y su autor como alguien que no se hubiese graduado, por lo que no ostentara el grado de doctor que se supo-ne alcanz con la presentacin y aprobacin de la tesis aludida. La tesis en referencia no ha sido nunca publicada, pese a sus aportes y pese a la importancia de la lengua y la cultura por ella verbalizada en la constitucin de aquello que llamamos Cultura Andina.

    El testimonioTras los pasos de Jos Mara ArguedasEste es un escrito diferente por el tema singular de su contenido, que no se ocupa de cuestiones lingsticas. Se trata del testimonio de Torero de su experiencia durante los das dramticos previos y posteriores a la inmolacin (1969) de Jos Mara Arguedas, su colega en la Universidad Agraria de La Molina. El texto es profundamente conmo-vedor, dramtico y bellamente escrito, con alcances de alta emotividad. Del conjun-to que aqu se publica, es claramente un escrito aparte, pues no versa sobre lenguas, ni sobre historia, ni sobre cuestiones de lingstica. Es un diario que Torero escribe a posteriori del acto de inmolacin del escritor, acto que lo involucra dramticamente y del cual da testimonio con dolor de amigo y con muestras de esperanzas y convicciones compartidas sobre el destino del Per.

    Imagen de Per a partir de ToreroEl Per es claramente un espacio geogrfico muy variado, y humano de alta diversidad. Las evidencias de esta afirmacin estn en las comidas que pertenecen a tradiciones

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  • culinarias variadsimas; en los vestidos diferentes en todas partes; en las conductas culturales diversas; en los pueblos, unos orgullosos en extremo, otros menos y otros casi nada. Es un espacio de pueblos de orgenes muy diferentes, de identidades diver-sas; de amistadas y enemistades atvicas, de profunda lejana en el tiempo, que se pueden mostrar en encuentros o desencuentros de barrios contra barrios, en deixis tal como arriba vs. abajo; en las lenguas diferentes como las aun subsistentes, y en las otras que ya no estn. Hay que contar en el Per no menos de 44 lenguas pertenecien-tes a no menos de 20 familias lingsticas vigentes; pero tambin tomar nota de muchas no existentes, y de otras que por ser singulares evidencian una antigedad muy grande, ya que las emparentadas no subsisten como consecuencia de hechos de nuestra historia que significaron prdidas de lenguas por asimilaciones a otras de socie-dades circunstancialmente ms poderosas.La extincin de lenguas es un flagelo que amenaza, no desde reciente, sino desde siem-pre, la subsistencia de la diversidad que es uno de los rasgos que nos caracteriza como geografa y como sociedad. En este sentido, el Per es una pantalla con mlti-ples profundidades, que da validez para plantear la pregunta cun profundo es el Per profundo? La sucesin de ocupaciones del territorio nos dice que unos pueblos estuvieron antes y que otros siguieron a los anteriores dejando la marca de sus huellas. La ocupacin sucesiva de un mismo espacio es la experiencia general, de all que cualquier sitio haya sido el asiento de varias ocupaciones humanas, y lo menos gene-ral o lo menos comn en nuestra historia es una nica ocupacin u ocupacin por largo tiempo en un mismo espacio; por ello, es posible decir que aquellos que ahora ocupan cualquier lugar de nuestra geografa no son los primeros, pero probablemente tampoco sern los ltimos.Otro evento social de singular importancia en el Per es la vigencia de ciertos idio-mas como lenguas generales de grupos humanos que instrumentaron sociedades bastante inclusivas o engullidoras de otras. En la lista de las as llamadas lenguas generales figuran, entre otras, las siguientes: Quechua, Aimara, Puquina, Mochica, Omagua, Siona, estos dos ltimos idiomas son de la Amazona.Estas seis lenguas generales estn asociadas a sendos procesos histricos de globaliza-cin que han tenido lugar en el Per. Una propuesta mnima de globalizaciones ocu-rridas en el espacio de lo que ahora llamamos Per debe comprender:

    a) La formacin de los varios estados regionales b) El surgimiento de varias sociedades del tipo de imperiosc) El descubrimiento de Amrica o conquista europea.

    La conquista europea es una experiencia traumtica para los pueblos del Per, pues

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  • afect el estatus de las lenguas y gener vaciamientos o migraciones de sus hablantes de muchos espacios del Per, y ocupacin de otros no tradicionales, especialmente en la Amazona. En particular, tres eventos resultan bastante relevantes para el caso:

    La evangelizacin, desde los inicios de la Colonia El boom del caucho, desde fines del siglo XIXLa independencia, con las secuelas de la escuela y el capitalismo.

    Los aportes de Torero, en sntesis.Torero puede ser considerado con justa razn como el fundador de la moderna Lings-tica Andina; y de la Historia Lingstica Andina, disciplina que est en proceso de cons-titucin, con una metodologa interdisciplinaria que apunta al tratamiento en correla-cin de un objeto doble de ciencia, del cual Torero es fundador en nuestro medio, pues hace que la Lingstica y la Historia (o Etnohistoria, si se quiere) sirvan para develar un tipo de realidad en el que la lengua es un instrumento de anlisis de la experiencia de los seres humanos. Experiencia en este caso no es otra cosa que la historia humana especfica de quienes hablan una lengua determinada. En contextos como el del Per, de confluencia milenaria de vivencias culturales mltiples en la geografa y en el tiem-po, una perspectiva como la de Torero se justifica plenamente por sus logros amplia-mente demostrados, y validados desde otras disciplinas, como la arqueologa, por decir lo menos. Es obvio que en esta perspectiva tambin la lingstica se beneficia cuando tiene que dar cuenta del hecho aparentemente simple de la diversidad de lenguas en determinados espacios.Sin pretender en absoluto ser exhaustivos, insertamos abajo un listado mnimo de los aportes de Alfredo Torero al desarrollo de una comprensin ms cabal del Per desde la experiencia lingstica de los pueblos peruanos de hoy y del pasado.

    Sealamos los siguientes logros, entre otros: El avance en el esclarecimiento de la realidad de lenguas del Per, tanto dia-crnica como sincrnicamenteLa explicitacin de la compleja variacin dialectal del quechuaLa hiptesis sobre el origen del quechua en la regin de la costa central, y de las lenguas aru en la costa sur (Ica) La perspectiva de la necesidad de trabajo inter multidisciplinario entre lin-gstica, historia y arqueologaLa elaboracin metodolgica conocida como noticias sobre lenguas, para

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  • dar cuenta de la vigencia de una lengua de la cual no hay testimonios grama-ticales, o lingsticas en general.

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    Listado de artculos de Alfredo Torero

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