41
Jorge Gamboa Velásquez A lo largo de la sierra, en la parte alta de los valles costeños y los flancos orientales de Ancash, se hallan evidencias de una serie de entidades sociopolíticas del periodo Intermedio Temprano e inicios del Horizonte Medio conocidas ahora como Recuay. Esta manifestación constituye una de las más relevantes del mundo andino prehispánico. Desarrollaron diversos tipos morfológicos de estructuras funerarias, dos de ellos pertenecientes al periodo Intermedio Temprano, mientras que los otros corresponden al tiempo de fuerte interacción durante el Horizonte Medio de las poblaciones altoandinas de Ancash con la sierra central y la costa norte y central, perdurando como parte de las prácticas mortuorias regionales hasta finales del Horizonte Medio. La variabilidad de las tumbas Recuay parece corresponder tanto a las diferencias en status social de los personajes inhumados como a cambios cronológicos en el diseño, tecnología y rol ideo- lógico de las tumbas. Palabras claves: arqueología, Recuay, Ancash, entierros, contextos funerarios, Intermedio Temprano, Horizonte Medio. INTRODUCCIÓN La manifestación arqueológica Recuay corresponde al grupo de sociedades que ocuparon el área altoandina y la parte alta de los valles costeños de Ancash Licenciado en Arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo. Miembro del Proyecto Valle de Santa de la Universidad de Montreal. E-mail: jgamboavelasquez@ hotmail.com. Diversidad formal y cronológica de las prácticas funerarias Recuay

Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Jorge Gamboa Velásquez�

A lo largo de la sierra, en la parte alta de los valles costeños y los flancos orientales de Ancash, se hallan evidencias de una serie de entidades sociopolíticas del periodo Intermedio Temprano e inicios del Horizonte Medio conocidas ahora como Recuay. Esta manifestación constituye una de las más relevantes del mundo andino prehispánico. Desarrollaron diversos tipos morfológicos de estructuras funerarias, dos de ellos pertenecientes al periodo Intermedio Temprano, mientras que los otros corresponden al tiempo de fuerte interacción durante el Horizonte Medio de las poblaciones altoandinas de Ancash con la sierra central y la costa norte y central, perdurando como parte de las prácticas mortuorias regionales hasta finales del Horizonte Medio. La variabilidad de las tumbas Recuay parece corresponder tanto a las diferencias en status social de los personajes inhumados como a cambios cronológicos en el diseño, tecnología y rol ideo-lógico de las tumbas.

Palabras claves: arqueología, Recuay, Ancash, entierros, contextos funerarios, Intermedio Temprano, Horizonte Medio.

IntroduccIón

La manifestación arqueológica Recuay corresponde al grupo de sociedades que ocuparon el área altoandina y la parte alta de los valles costeños de Ancash

� Licenciado en Arqueología de la Universidad Nacional de Trujillo. Miembro del Proyecto Valle de Santa de la Universidad de Montreal. E-mail: [email protected].

Diversidad formal y cronológica de las prácticas funerarias Recuay

Page 2: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

36

(Fig. �) durante el periodo Intermedio Temprano (s. I-VIII d. C.) y los ini-cios del Horizonte Medio (s. VIII-IX d. C.). A pesar de no evidenciar un grado mayor de unificación política, estas entidades compartían elementos de iconografía, tecnologías productivas, arquitectura, ideología religiosa y pro-bablemente formas de organización política al nivel de jefaturas complejas (Grieder, �978; Lau, 2006: �23,�24). El estado actual de conocimiento de esta manifestación arqueológica indica que esas sociedades de la sierra de Ancash desarrollaron una economía basada en la agricultura sobre diversos pisos ecológicos y en la producción agropecuaria en zonas de mayor altura (Lane, 2006), contando con grupos de alto status capaces de concentrar canti-dades sorprendentes de artículos en cerámica, metales, y posiblemente textiles (Grieder, �978), y que lideraban diversos aspectos de la vida ritual, la pro-ducción artesanal, y la interacción con los grupos vecinos. Las comunidades Recuay posiblemente desarrollaban una integración social reforzada tanto por festividades masivas (Gero, �992, �999) como por la construcción de monu-mentales edificios litúrgicos y de uso funerario, con un énfasis evidente en la complementariedad económica y social entre las poblaciones del fondo de los valles altoandinos y de las áreas de puna.

Una serie de transformaciones ocurridas al inicio del Horizonte Medio (s. VIII-IX d. C.) condujeron a cambios marcados en algunas de las manifesta-ciones más conspicuas de la tradición Recuay (p. ej. la cerámica fina en caolín, algunas formas de estructuras mortuorias, y la formación de grandes ajuares funerarios de élite), conduciendo a su eventual reemplazo. Sin embargo, ocu-rrió una continuidad con los patrones culturales previos en aspectos como las técnicas constructivas (Tschauner, 2003), patrones de asentamiento, formas de cerámica utilitaria (Lau, 2003), o la preferencia por los entierros secun-darios (Paredes et al., 200�; Ponte, 200�). Se puede considerar que durante la primera parte del Horizonte Medio las poblaciones de la sierra de Ancash experimentaron un complejo proceso de reorganización sociopolítica, mante-niendo diversos aspectos de su identidad regional al tiempo que participaban en los sistemas de interacción económica y política que por entonces vincu-laron estrechamente a Ancash con otras áreas de los Andes centrales. Uno de los cambios más notables de este período parece haber sido el reemplazo de las tumbas y ajuares funerarios de cerámica fina y orfebrería adscritos a indi-viduos prominentes de las elites serranas de Ancash del periodo Intermedio Temprano, por estructuras mortuorias de mayor monumentalidad que enfa-

Page 3: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

37

Figura 1: Plano de Ancash con la ubicación de sitios mencionados en el texto (adaptado de Lau, 2006).

0 50 km

Área cultural RecuaySitios arqueológicos RecuaySitios arqueológcos de otrosgrupos prehispánicos

Océano Pacífico

Chimú Capac

El Castillode Huarmey

Chavín

Roko AmaAija

RecuayCatac

La Banda-Gaucho

Lanchán, Chacpar

Huantar

Rapayán

Tinyash

JancuHuaraz

MarcajircaWillkawainBalcón de Judas

Chinchawas

Huari

Chacas

Carhuaz

Yungay

Caraz

Pomabamba

Honcopampa

Queyash Alto

PirushtuKeushu

YaynoKatiana

AuskispukioLa Pampa

Pashash

Cabana

Santiago de Chuco

Huamachuco

ViracochapampaCerro Amaru

Marcahuamachuco

Cruz BlancaGalindo

Cerro OrejaMoche

Huancaco

Tomaval

Grupo Gallinazo

Trujillo

Chimbote

Casma

Vinzos

El Castillode Santa

Guadalupito

HuancarpónPañamarca

Page 4: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

38

tizaban la inclusión de múltiples individuos posiblemente asociados por lazos de parentesco familiar o comunitario.

recuay: estudIos arqueológIcos y práctIcas funerarIas

La denominación Recuay se originó en un lote de cerámica extraído de tumbas saqueadas en proximidad a Cátac, provincia de Recuay, y que fue trasladado a Europa a fines del siglo XIX (Wegner, 2003: �24). Durante gran parte del siglo XX la cuenca del río Santa y el Callejón de Huaylas fueron el principal foco de investigaciones sobre la manifestación Recuay (Tello, �929; Bennett, �944; Schaedel, �948; Larco: �960, �962; Lau, 200�), reco-nociéndose posteriormente que el Callejón de Conchucos, el área de Cabana (Grieder, �978), y los flancos occidentales de la Cordillera Negra (Schaedel; �948, �952) también presentaban materiales similares a aquellos que sir-vieron inicialmente para determinar ese estilo. En la ultima década el área del Callejón de Conchucos2 ha empezado a constituirse en un importante punto para la confluencia de estudios sobre la organización sociopolítica e ideológica Recuay (Laurencich-Minelli et al., 200�; Orsini, 2003; Herrera, 2003a; Ibarra, 2003; Herrera, 2006), por lo cual también enfatizaremos la información proveniente de esa zona.

Los asentamientos Recuay ocuparon preferentemente las cimas de pro-montorios rocosos y montañas. Los sitios de mayor complejidad y extensión, como Pashash (Cabana) o Yaino (Pomabamba) aparecen como espacios resi-denciales dotados de áreas para producción artesanal y prácticas ceremoniales o funerarias (Grieder, �978; Lau, 2002). La posición estratégica de los asenta-mientos parece asociarse a la necesidad de controlar áreas de producción, rutas de intercambio económico o espacios que brindaran refugio ante agresiones (Ibarra, 2003; Leonardis y Lau, 2004: 83; Herrera, 2003b: ��9, �23; Orsini, 2003: �67-�68). La distribución de los sitios Recuay es un campo de estudio

2 El área de los Conchucos fue explorada durante la segunda parte del siglo XIX por via-jeros y científicos europeos como Raimondi y Middendorf, quienes llegaron atraídos por los edificios de Chavín, desarrollando las primeras investigaciones publicadas sobre el origen y rol de este sitio en el desarrollo cultural andino anterior al periodo incaico.

Page 5: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

39

en consolidación sobre varios sectores de Ancash y contribuirá a la compren-sión de aspectos como la organización geopolítica, el aprovechamiento de ecosistemas, o la evolución de patrones de asentamiento y de las entidades sociopolíticas Recuay.

La cerámica fina Recuay de las áreas antes mencionadas muestra rasgos estilísticos y tecnológicos afines en las técnicas de elaboración y decoración de vasijas elaboradas en arcilla roja o en caolín (usada para pastas y engobes), con pintura tricolor o negativa empleada para la decoración de piezas de alta calidad (Fig. 2). La producción de cerámica en pasta de caolín parece res-tringida al tiempo entre 250 y 600-650 d. C. (Lau, 2003: �42), dando paso posteriormente a piezas que muestran la influencia de las tradiciones cerá-micas Wari y de la costa norcentral. Una comparación simple de los con-juntos más amplios de cerámica fina Recuay del Periodo Intermedio Tem-prano, los procedentes de las tumbas saqueadas de Roco Ama y alrededores de Recuay (Eisleb, �987) y de las áreas excavadas de Pashash (Grieder, �978) muestra la variabilidad local en las formas y decoraciones de esta cerámica, lo cual lleva a considerar la existencia de tendencias locales, también percep-tibles en la litoescultura de áreas como el Callejón de Conchucos (Schaedel, �948; Wegner, �994; Herrera, 2003b: �09), el Callejón de Huaylas o Cabana (Bennett, �944; Grieder, �978), que muestran particularidades estilísticas aun

Figura 2: Izquierda: Cántaro Recuay en caolín (en Laurencich y Wegner, 2001: fig. 24). Centro: Cántaro Recuay en caolín, Museo de la Nación (Foto: J. Gamboa).

Derecha: Cántaro Recuay en caolín, Museo Arqueólogo de Huaraz (Foto: J. Gamboa).

Page 6: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

40

Figura 3: Monolitos Recuay en el Museo Arqueológico de Huaraz (Fotos: J. Gamboa).

Page 7: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

41

cuando comparten referentes iconográficos y formas de composición artística. A diferencia del arte de las sociedades precedentes del Horizonte Temprano en Ancash, la alfarería y la litoescultura Recuay presentaron un énfasis marcado en representaciones realistas de personajes humanos.

A pesar de la relevancia de la cerámica para la identificación de los sitios con ocupación Recuay aun estamos lejos de conocer detalladamente su evolución a lo largo del espacio y el tiempo. Wegner (op. cit: �2�-�26) ha señalado la falta de una secuencia estilística que permita establecer diferen-ciaciones temporales para la alfarería en toda el área Recuay. Sin embargo, se han publicado diversas secuencias de carácter local. La secuencia propuesta por Grieder (�978: 59-70) para Pashash en el extremo noroeste del territorio Recuay incluye las fases Quimít (3�0-400 d. C.), Yaía (400-500 d. C.) y Hua-cohú (500-600 d. C.), definidas en base a estratigrafía y fechados de Carbono �4. Lau (200�, 2003) ha presentado para Chinchawas en la Cordillera Negra cerca a Huaraz una secuencia local que incluye el estilo Huaraz de cerámica Blanco sobre Rojo (200 a. C.-200 d. C.), las fases Recuay (250-650 d. C.) y Recuay Tardío (650-700 d. C.) caracterizadas por la alfarería fina de caolín, y las fases Chinchawasi � y 2 (aprox. 600-850 d. C.) con estilos cerámicos menos elaborados con los cuales ocurre la desaparición de los atributos Recuay en la alfarería local. Otros datos sobre la cronología de la sierra ancashina publicados parcialmente han sido los de Amat (�976, 2003) para el valle de Mosna, y de Vescelius y Amat (Lanning, �965; Buse, �965) para Carhuaz en la parte central del Callejón de Huaylas.

La esfera de interacción macro regional de los grupos Recuay del periodo Intermedio Temprano y el Horizonte Medio incluía las sociedades costeñas como Moche (Reichert, �982; Mackey y Vogel, 2003), Gallinazo (Collier, �955; Wilson, �988: �75, �98, 323) y Lima (Makowski y Rucabado, 2000); las de Cajamarca (Matsumoto: �988, �994), Huamachuco (McCown, �945), y Wari (Lau, 200�; Pérez, 200�: 533) en la sierra, así como a las del flanco bos-coso nororiental de los Andes (Church, �996). Sin embargo, durante la mayor parte del Periodo Intermedio Temprano los contactos interregionales Recuay parecen haber sido más limitados, y estuvieron enfocados especialmente hacia los grupos de la costa y sierra norteñas.

Durante el Horizonte Medio las poblaciones altoandinas de Ancash dejaron de producir cerámica fina en caolín. Sin embargo, Lau (200�: 340-369) ha remarcado que durante la primera parte de este tiempo ocurrió con-

Page 8: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

42

tinuidad en la elaboración de litoesculturas dentro de la tradición artística previa, aun después del término de la producción de vasijas en caolín. La secuencia estilística y estratigráfica elaborada por Lau (200�, 2003) para el sitio de Chinchawas, ubicado en el sector medio del Callejón de Huaylas sobre el flanco oriental de la Cordillera Negra, muestra como en esta zona la des-aparición de la alfarería en caolín al inicio del Horizonte Medio no fue acom-pañada por una mayor discontinuidad en otras categorías formales, y que la cerámica local fue empleada junto a tipos cerámicos de la costa norte o de Cajamarca, Wari y Nievería (Lau, 2006: �3�-�32). En las áreas altoandinas de Ancash la transición al Horizonte Medio parece haber incorporado cambios marcados en las preferencias por los artículos considerados como ofrendas funerarias adecuadas u objetos suntuarios. Durante este periodo los grupos de la sierra ancashina parecen haber dado preferencia como ofrendas funerarias a piezas cerámicas procedentes de sociedades foráneas (Moche, Casma, Wari o Nievería) o elaboradas localmente en técnicas novedosas de origen también foráneo (p. ej. piezas moldeadas y de cocción reductora), posiblemente como un medio para demarcar el status social de los grupos que obtenían esas piezas a través de su inclusión en las redes económicas y políticas macro regionales que durante este tiempo permitieron una interacción nunca antes vista de las poblaciones serranas de Ancash con las entidades localizadas a lo largo de un extenso eje norte-sur entre Cajamarca hasta Ayacucho (Topic, �998: ��7).

La presencia de cerámica del Horizonte Medio �B y 2 (Menzel, �964; Lau, 200�: 29) en sitios como Honcopampa y Willkawain indica lazos con las fases expansivas temprana y tardía de la secuencia Wari, pero al mismo tiempo los sitios con arquitectura residencial asociada a esos materiales exponen cánones constructivos más bien locales o regionales sumados a formas innovadoras de plantas arquitectónicas, lo cual apunta hacia una inclusión del área Recuay dentro del sistema político o económico Wari que permitió un grado notable de autonomía, y probablemente formación de lazos más fuertes con otras áreas de la sierra norte que con la propia zona ayacuchana. Topic (�998) ha señalado la existencia de vínculos durante el periodo Intermedio Temprano y el Horizonte Medio entre Pashash, el Callejón de Conchucos y Huama-chuco, especialmente en la litoescultura y técnicas de mampostería y, (a partir de datos etnohistóricos) en la lingüística de estas zonas. El fortalecimiento durante el Horizonte Medio de la integración entre las poblaciones serranas ancashinas y las de otras áreas de los Andes centrales parece concomitante-

Page 9: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

43

mente ligado a la difusión de nuevas formas de estructuras funerarias en un área muy amplia entre Cajamarca y Ayacucho, aspecto que trataremos en la parte final del artículo.

los recuay en las seccIones sur y central del callejón de conchucos

Al igual que en otras áreas de Ancash, la identificación de la mayoría de sitios Recuay (p. ej. aquellos que datan del periodo Intermedio Temprano) en la parte sur del Callejón de Conchucos ha ocurrido en base al hallazgo de cerámica de caolín con decoración escultórica y/o pintada, usualmente en estructuras funerarias (Espejo: �956, �959; Amat, 2003: 99; Ibarra, 2003). A la identificación estilística se suma ahora la de técnicas peculiares de mam-postería y formas arquitectónicas, como la de los montículos aterrazados denominados pirushtus. A pesar de la publicación parcial de la mayoría de investigaciones realizadas hasta ahora, se reconoce que los sitios Recuay en el Callejón de Conchucos incluyen poblados, cementerios, edificios públicos y áreas de infraestructura agrícola. Los centros residenciales se ubican prefe-rentemente sobre cerros y laderas, en los pisos ecológicos Suni y Puna; pero también aparecen en la parte baja de los valles del piso ecológico Quechua, presentando viviendas de piedra asociadas a patios y plazas de planta circular o irregular (Amat, 2003: �06-�07; Ibarra, 2003: 274; Herrera, 2003a: 229; Laurencich-Minelli et al., 200�). También ocurren reocupaciones de montí-culos del Horizonte Temprano en la zona Quechua (Ibarra, 2003: 268), como en Pirurojirca, Matibamba y Chavín (Lumbreras, �974: 47-50) en los valles de Puchca y Mosna de la sección sur del Callejón. Un asentamiento del periodo Intermedio Temprano en el fondo de un valle Quechua aparece representado en Chavín (valle del Mosna), donde se formó una aldea aglutinada sobre los edificios del Horizonte Temprano (Lumbreras, �974: 47-50).3

3 Los estudios de Luis G. Lumbreras en el sector monumental de Chavín, a través de las excavaciones en el atrio del Templo Viejo y la Plaza Circular, condujeron al registro de una importante ocupación residencial vinculada a los estilos Huaraz y Recuay (Lumbreras, �974), aparentemente responsable del desmantelamiento y reocupación de las construcciones Chavín.

Page 10: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

44

Los sitios con tumbas del periodo Intermedio Temprano en la sección sur del Callejón de Conchucos (p. ej. Ushnujirca, Ogupampa y Mashuanco en el valle de Huaritambo) se ubican mayormente en los niveles quechua-suni y puna del área. Las tumbas de Ushnujirca presentaban cerámica de caolín con decoración escultórica y en negativo (Ibarra, op. cit: 27�-274, Foto 7), con piezas estilísticamente similares a las procedentes de la parte sur-central del Callejón de Huaylas (ver Eisleb, �987: Figs: �58-�60, �62-�64).

La parte central del Callejón de Conchucos es actualmente una impor-tante zona de estudio sobre la cronología y el carácter sociopolítico de los asentamientos Recuay. Los trabajos de prospección y excavaciones en los valles de Yanamayo, Ashnocancha y Chacapata (Herrera, 2003a: 224; Orsini, 2003) en las provincias de Asunción, San Luis y Yungay han empezado a definir la secuencia ocupacional prehispánica del área. La zona presenta grandes mon-tículos con plataformas superpuestas conocidos como pirushtus, cuya ocupa-ción se inicio durante el periodo Inicial y el Horizonte Temprano y que, como en el caso de Pirushtu de Chacas, fueron reocupados en el periodo Inter-medio Temprano para la construcción de tumbas subterráneas (Orsini, 2003: �65; Herrera, 2003a: 227). La ocupación del periodo Intermedio Temprano muestra un incremento en el numero de sitios multifuncionales y a veces for-tificados, ubicados entre los 3500 y 3800 m. s. n. m. y asociados a litoescul-tura y cerámica Recuay. Estos asentamientos ocupaban elevaciones rocosas y laderas en el límite entre las zonas ecológicas quechua-suni y puna (Lauren-cich et al., 200�: 325-33�; Orsini, 2003: �67; Herrera, 2003a: 23�). Para el valle de Yanamayo, Herrera (2003a: 238) señala que los asentamientos Recuay muestran preferencia por ocupar zonas limítrofes entre el fondo de los valles y las punas, aspecto también propuesto por Ibarra (2003: 27�, 273) para la zona meridional del Callejón de Conchucos.

En las partes sur y central del Callejón de Conchucos se han registrado amplias estructuras de planta circular (corrales o plazas), interpretadas como espacios públicos dedicados a la preparación de alimentos y al cumplimiento de relaciones sociales de reciprocidad basadas en la hospitalidad y festines entre diversas comunidades (Laurencich et al., 200�: 33�, 336; Orsini, 2003: �72; para el callejón de Huaylas ver Gero, �992).

La litoescultura Recuay del Callejón de Conchucos fue estudiada ini-cialmente por Bennett (�944) y Schaedel (�948, �952), quienes señalaron la presencia de estilos locales centrados alrededor de Pomabamba (incluyendo

Page 11: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

45

los valles de Chacas y Yanamayo) y Huantar (comprendiendo San Marcos y Chavín). Recientemente para el valle de Yanamayo en la parte central del Callejón, Herrera (2003b) ha propuesto la existencia de los grupos estilísticos Pallasca, Kollok y Arma, con el primero mostrando relación a las esculturas de Cabana (ver Grieder, �978).

Los datos del Callejón de Conchucos se suman a los de otras áreas Recuay para brindarnos un cuadro cada vez más completo de esta manifestación. En el caso de las prácticas funerarias y la ideología religiosa desconocemos muchas de las particularidades del panteón de divinidades Recuay o de las creencias sobre el rol de los ancestros en la reproducción social, pero se han realizado valiosos avances en la identificación e interpretación de una serie de seres sobrenatu-rales centrales de la cosmología Recuay y de personajes con características de héroes culturales. La personificación de estos últimos como guerreros pode-rosos y agentes de autoridad social parece basada en principios de ancestra-lidad, jerarquización y parentesco, principios que se mantuvieron vigentes en gran medida hasta las postrimerías de la época prehispánica y que tuvieron a los eventos funerarios como uno los elementos centrales en la ideología de las entidades sociopolíticas locales (Grieder, �978; Makowski y Rucabado, 2000; Lau: 2000, 2002, 2006). Como bien indica Orsini (2006: �55) para el caso del área de Chacas, la delimitación territorial de diversos grupos humanos habría sido mostrada a través de estructuras de uso funerario y ritual, donde la realización de entierros humanos servia como un medio para la expresión de los vínculos entre determinados espacios y los antecesores de las comuni-dades que poblaban el territorio Recuay. Ello nos lleva a examinar con mayor detalle la variabilidad de las estructuras funerarias de la sierra ancashina entre el periodo Intermedio Temprano y la primera mitad del Horizonte Medio.

estructuras funerarIas recuay

En la manifestación Recuay la celebración mortuoria y el mantenimiento en la memoria social del rol de ciertos individuos aparecen relacionados a litoescul-turas y piezas en cerámica mostrando a mujeres y varones de alto status (Fig. 3), que eran ubicadas en monumentos funerarios y edificaciones públicas o colocadas al interior de las tumbas (Tello, �929: 73, 82; Lau, 200�; Leonardis y Lau, 2004). Los personajes humanos masculinos y femeninos con atributos

Page 12: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

46

Figura 4: Izquierda: Botella de doble cuerpo Recuay con representación de personaje posiblemente envuelto en mortaja (según Eisleb 1987: Fig. 171).

Figura 5: Derecha: Tumba primaria Recuay. Tumba 8-Nivel 9,Proyecto Obras de Emergencia Chavín - La Banda 2003 (Gamboa 2005).

de alto rango (orejeras, tocados e indumentarias elaboradas, o portadores de armas, cetros, y placas decoradas que pendían del cuello sobre la espalda o el pecho) representados en monolitos y vasijas aparecen frecuentemente con las extremidades inferiores flexionadas. Algunas vasijas Recuay muestran por su parte a individuos envueltos en textiles a modo de fardos (Eisleb, �987: Fig. �7�) donde no es visible la posición de las extremidades (Fig. 4). La posición flexionada especialmente visible en el tipo de escultura en forma de estatua recuerda a aquella documentada arqueológica y etnohistóricamente para los ritos funerarios andinos, y es sugerente de que algunas de estas piezas podrían haber sido concebidas como representaciones de personajes fenecidos y con-vertidos a través del ritual funerario en “bultos” o fardos de ancestros con-venientemente ataviados y con signos de alto rango social. Sin embargo, no existe evidencia concluyente de que los monolitos representaran realmente a las efigies de personajes fallecidos, aunque ocurren evidencias contextuales de su inclusión en edificaciones funerarias (Tello, �929: 73-75; Lau, 200�:

Page 13: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

47

369; 2006: �28). Otro tipo de litoesculturas esta constituido por lápidas con relieves en una cara que muestran a individuos de ambos sexos desnudos y con las extremidades extendidas, exhibiendo su genitalia, estas representaciones han sido interpretadas por Lau (200�: 374-375) como imágenes ancestrales reverenciadas en estructuras de uso ritual y mortuorio.

El conocimiento directo de las prácticas funerarias Recuay proviene sin embargo del registro de tumbas que muestran variabilidad formal y técnica, posiblemente en correspondencia a diferencias en el status social de los per-sonajes inhumados y/o cambios cronológicos en el diseño y tecnología de las estructuras funerarias. Es necesario recordar que algunos de los tipos de estruc-turas funerarias que señalaremos a continuación corresponden a la parte tardía de la manifestación Recuay, y que su empleo por las poblaciones altoandinas de Ancash continuó vigente hasta el Horizonte Tardío.

entIerros prImarIos

Los entierros primarios constituyen una categoría de especial interés dentro de las prácticas funerarias Recuay, debido tanto a la escasez de datos publicados para este tipo de inhumación como a la particularidad de este tratamiento mortuorio en un área donde prevalecen los entierros secundarios. Las excava-ciones del Proyecto Trabajos de Emergencia Chavín 2003 (Gamboa, 2005) realizados en La Banda (localidad de Gaucho) en la margen este del valle de Mosna frente al sitio de Chavín, condujeron al registro de dos tumbas de fosa con entierros humanos primarios de individuos adultos. El primer caso fue registrado en el noveno nivel de osamentas y rellenos de la Tumba 8 (Fig. 5) y su asociación al resto de sepulturas Recuay del área fue indiscutible, así como su prioridad temporal en relación a las prácticas de entierro secundario desa-rrolladas en el resto de niveles de ese espacio funerario. El personaje adulto hallado en el fondo de la Tumba 8 estuvo fuertemente flexionado y colocado en sentido horizontal sobre su lado izquierdo con el cráneo orientado hacia el noreste, careció de ofrendas y la mala conservación de los restos orgánicos impidió determinar si presentó un envoltorio textil. El segundo ejemplo de entierro primario excavado el 2003 fue hallado en la Tumba 4, y consistió en un individuo adulto también flexionado y colocado horizontalmente sobre su lado derecho en el fondo de una fosa, con el cráneo orientado al noroeste.

Page 14: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

48

En este contexto no fue claro el nivel de inicio de la estructura funeraria, pero la similitud en la posición del cuerpo y la ausencia de ofrendas con el entierro antes señalado indica un probable segundo caso de inhumación primaria Recuay en La Banda, Gaucho.

tumbas cavadas en la roca madre

Este tipo de tumba fue registrado por Gero (200�: 2�) en el sitio de Queyash Alto, un asentamiento Recuay localizado al sureste de Carhuaz en el Callejón de Huaylas. Se trataba de una cavidad tallada en la roca madre del sector � del sitio, un área caracterizada por estructuras arquitectónicas remodeladas y pisos ocupacionales superpuestos, asociados a fogones y abundantes huesos de camélidos. La cavidad contenía los restos de dos mujeres superpuestas y la osamenta de un niño, con escasas asociaciones materiales correspondientes a algunas cuentas de piedra y los huesos de cuyes y de un mono. Los mate-riales de los pisos superpuestos a la entrada a la tumba presentaron materiales fechados para �70 a. C., lo cual ubica la ocupación de ese sector de Queyash entre fines del Horizonte Temprano (tiempo del Estilo Huaraz o Blanco sobre Rojo) e inicios del periodo Intermedio Temprano.

cIstas y cámaras subterráneas

Corresponden al tipo más frecuente (y por consiguiente más susceptible a ser dividido en categorías formales) de estructuras funerarias subterráneas Recuay, encontrándose en áreas alto andinas (Amat, 2003: �07; Orsini, 2003: �65) y en la sección media y alta de valles costeros, como en Santa donde han sido reportadas como tumbas de tradición serrana (Wilson, �988).

En la literatura arqueológica aparecen referidas como cistas (Lau, 2006: �28), cajas funerarias (Diessl, 2003: 338; Ponte, 2006) o cámaras (Amat, 2003: �07; Diessl, 2003: 367; Grieder, �978: 44-46, fig. 28; Laurencich et al., 200�: 333; Ponte, 200�: 228), sin que ocurra un consenso sobre las carac-terísticas estructurales que permitan diferenciar entre esas denominaciones. Aquí diferenciaremos a las cistas (o cajas mortuorias) de las cámaras en tér-minos de complejidad estructural, con las cistas comprendiendo la mayoría

Page 15: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

49

de estructuras relativamente sencillas de forma cúbica o cilíndrica (Fig. 6), mientras que la denominación de cámaras será restringida a las construc-ciones de mayor tamaño y dotadas de elementos adicionales como vanos y/o corredores de acceso, nichos, o compartimentos del piso (Fig. 7). Las cámaras muestran planta preferentemente cuadrangular u ovoide, pero ocurren casos donde varias cámaras forman hileras de cuartos (Ponte, 200�: Fig. �0; Ibarra, 2003: 273), que se distinguen claramente de las galerías por la segmentación del espacio a través de vanos de acceso entre cada ambiente.

El proceso constructivo de cistas y cámaras es básicamente similar y se iniciaba con la excavación de fosas en terrenos llanos o bajo grandes rocas que afloraban sobre el terreno, luego esos pozos eran revestidos con muros de piedra (usualmente con paramentos internos con mejor acabado, y se elaboraban pisos de tierra compactada o de lajas. Mientras que las cámaras suelen con-servar cubiertas de grandes bloques líticos, solo algunas de las cistas presentan cubierta de lajas y conservan parte del espacio interno aun vació, mientras que otras carecen de techo y son halladas completamente rellenas con tierra; es difícil determinar sí la ocurrencia de esos casos corresponde más a factores de intervención humana que a una diferenciación original entre tumbas con cubierta o carentes de ella. Al interior de cámaras y cistas se han reportado ofrendas de cerámica fina y doméstica, objetos diversos en metal, hueso o piedra y restos óseos humanos desarticulados, indicando probablemente una recurrencia de entierros secundarios dispuestos a modo de paquetes de osa-mentas probablemente envueltas en textiles (Grieder, �978; Ponte, 2006).

En las estructuras más pequeñas, como algunas de las cistas excavadas en La Banda, Gaucho (Gamboa, 2005), el acceso al interior de la tumba se lograba al extraer la cubierta de lajas colocada sobre la boca de la estructura, mientras que en los casos de mayores dimensiones o verdaderas cámaras se presentaban vanos dintelados ocasionalmente sellados por lajas y antecámaras de acceso (Leonardis y Lau, 2004: 87).

En el área de Chacas, Callejón de Conchucos, el sitio de Pinchay-Riway descrito por Laurencich et al. (200�: 33�, 333) presenta cámaras subterráneas cuyos techos de lajas formaban el pavimento de plazoletas y terrazas. Lauren-cich y sus colegas (op. cit.) denominaron tumbas hipogeas a las estructuras funerarias líticas ubicadas bajo la superficie de las terrazas y plazas de Pinchay-Riway. El término hipogeo alude a construcciones mortuorias subterráneas que muestran vanos de acceso, corredores y división interna en pasajes y cuartos,

Page 16: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

50

Figura 6: Cista funeraria con cubierta de laja in situ, Tumba 9, Proyecto Obras de Emergencia Chavín - La Banda 2003 (Gamboa 2005).

Figura 7: Cámara funeraria Recuay de Pucagaga en Lanchán, valle del Wacheqsa, Callejón de Conchucos meridional (según Diessl, 2004: 491).

Page 17: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

51

y no implica un determinado carácter morfológico de las estructuras, siendo comparable a lo que otros autores refieren como cámaras funerarias conectadas o galerías complejas (Bennett, �940; Ibarra, 2003: 268, 27�). El sitio de Pin-chay-Riway también presenta una serie de entierros humanos Recuay en cavi-dades naturales de afloramientos rocosos, ocasionalmente revestidas con muros de piedra (Laurencich et al., 200�: 334).

Para el sector del río Wacheqsa en el valle de Mosna es notable la cámara funeraria de Pucagaga en Lanchán (Diessl, 2003: 366-367; 2004: 489-49�) ubicada en una colina baja nivelada parcialmente a través de rellenos ratifícales y muros de contención, y dotada de un recinto (de 2,7 m. por 2,� m., cubierto por dos lajas de grandes dimensiones) y de un corredor de acceso (de 3,05 m. por 0,9 m. techado por lajas más pequeñas). Los vanos en ambos extremos del corredor medían solo 0,47 m. por lado, y aquel que daba paso a la cámara se hallaba elevado casi 70 cm. sobre el piso de la misma. La cámara funeraria pre-sentaba seis nichos pequeños y probablemente una serie de compartimentos bajos al nivel del piso. Según Diessl (2003: Fig. 25) la tumba tambien presenta un recinto rectangular construido sobre el montículo de tierra que recubre el techo de grandes lajas, ello podría indicar que la tumba fue planificada para constituirse en un monumento dotado de la propia estructura mortuoria y de un recinto sobre el túmulo que la recubre. Otras cuatro cámaras, de menores dimensiones y cubiertas por una sola laja se ubicaban en los lados de la colina y presentaban entradas orientadas al norte y noreste (Diessl, 2004: 490).

galerías subterráneas

Las escasas galerías funerarias documentadas arqueológicamente habían expe-rimentado depredación previa de saqueadores (Tello, �929; Wegner, 2003; Bennett, �944); sin embargo algunas conservaron varios de los conjuntos más elaborados de cerámica fina en caolín y metalurgia Recuay. Fueron construidas bajo el terreno en forma de estrechos recintos alargados, de solo un metro de ancho, con cubiertas de grandes lajas o dinteles tallados, y con acceso a través de una abertura de la cubierta y un vano localizados en un extremo de la estructura (Bennett, �944: Fig. �4; Leonardis y Lau, 2004: 87). Tanto las gale-rías como las cámaras fueron estructuras mortuorias subterráneas elaboradas con piedra y mortero de barro, sin embargo las primeras se diferencian de las

Page 18: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

52

Figura 8: Plano de planta y sección de galerías subterránea funerarias Recuay, Willkawain (según Bennett, 1944).

cámaras por la relación ancho-longitud del espacio, con una galería caracteri-zándose por ser más alargada y estrecha que una cámara (Fig. 8).

Las galerías funerarias de mayor complejidad presentaban múltiples com-partimentos, extendiéndose entre 3 y �0 m. con casos de galerías que alcan-zaban 20 m. de longitud como las excavadas por Bennett (�944) en la zona de Willkawain.

Hasta el momento, este tipo de estructura mortuoria ha podido ser regis-trado principalmente en el Callejón de Huaylas, e incluye a la célebre Tumba de Jancu, cercana a Huaraz, que fue parcialmente saqueada pero que contenía finas piezas de cerámica en caolín y de orfebrería (en exhibición en el Museo Regional de Huaraz). Los datos más detallados publicados sobre tumbas en

Page 19: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

53

galerías para el territorio Recuay continúan siendo sin embargo los de Bennett (�944), para la parte central del callejón de Huaylas, la mayoría de esas galerías habían sido saqueadas cuando Bennett procedió a excavarlas, sin embargo en su interior se recuperaron material óseo humano desarticulado y ejemplares de cerámica Recuay en caolín. Este autor no solo documentó una serie de galerías mayormente ya saqueadas, también registró la superposición estratigráfica de una chulpa a una galería funeraria Recuay, lo cual le permitió determinar que las tumbas de galería asociadas a piezas cerámicas elaboradas en caolín prece-dían cronológicamente a las estructuras funerarias del tipo chulpa.

Para el sector meridional del Callejón de Conchucos existe la referencia de Amat (2003: �07) sobre la presencia de galerías con planta alargada o con cámara central y ambientes laterales en Pogoc y Olayán en el valle de Mosna. También se cuenta con los datos de Ibarra (2003: 268, 27�) sobre las tumbas de galería de Ushnujirca en la provincia de Huari, con planta ovoidal o cua-drangular, orientadas al este, y que contenían cerámica fina de caolín; creemos sin embargo que a partir de las características estructurales observadas en los planos de planta publicados por Ibarra (op. cit.) se trata en ese caso de tumbas de cámara formadas por dos ambientes de planta ovoide y conectados por un vano, donde el primer recinto pudo funcionar como vestíbulo o primer com-partimiento para inhumaciones y/o ofrendas.

chulpas

Estas estructuras fueron diseñadas como cámaras funerarias construidas sobre el terreno y en algunos casos sobre basamentos platafórmicos. Corresponden a la parte tardía de la tradición Recuay y al Horizonte Medio de la sierra ancas-hina. Estas chulpas presentan planta cuadrangular o rectangular, con vanos de acceso dotados de dinteles monolíticos, cubiertas masivas de piedra y tierra, cornisas exteriores, y (en los casos de Willkawain, Katiama y Chinchawas, ver Bennett, �944; Isbell, �997; Lau, 200�; Herrera, 2003b) elementos de litoescultura (cabezas clavas, monolitos antropomorfos, o lápidas con relieves en una cara) empotradas en los muros exteriores (Fig. 9). Las chulpas de la sierra ancashina suelen formar grupos, lo cual enfatizaba aun más su carácter colectivo dado que cada chulpa podía dar cabida a múltiples individuos (posi-blemente hasta 50, ver Orsini, 2006: �57).

Page 20: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

54

Las chulpas formalmente más simples presentan uno o dos espacios internos (Paredes et al., 200�), pero los casos mayores, como las chulpas prin-cipales de Willkawain o Honcopampa, alcanzaban 20 m. por lado y mos-traban un primer nivel platafórmico con pequeños recintos y una edificación superior con cámaras unidas por pasajes estrechos y ductos de ventilación (Tschauner, 2003).

La distribución de estas chulpas comprende la mayor parte de la sierra de Ancash, encontrándose tamben en zonas que marcan la periferia del terri-torio Recuay como Cabana al norte y la margen derecha del Marañon al este.4 En el Callejón de Huaylas existen concentraciones de chulpas en sitios como Honcopampa, Keushu, Willkawain, Ichic Willkawain, Katiama y Huaullac, mientras que en el Callejón de Conchucos existen los grupos de Gatungaga en Chacas (Orsini, 2006), Marcajirca y Gantu (Ibarra, 2003: 283, 287) en el área del Mosna, y cerca a Chavín los de Chacpar (Diessl, 2004: 459-465) donde las chulpas modificaron abrigos rocosos naturales, e Ichic Huegchá (Diessl, 2004: 348-355) con chulpas pequeñas sobre terrazas bajas de piedra.

En Pinchay-Riway, Chacas, Laurencich et al. (200�: 333-334) describen una estructura saqueada en forma de cámara funeraria cuadrangular edificada sobre el terreno, con muros de doble paramento y techo en falsa bóveda, y que fue recubierta por un montículo tronco-cónico de tierra, el sitio correspon-dería a una fase tardía Recuay, según la cerámica presente en arquitectura y tumbas depredadas (op. cit: 333, 337). En el sitio de Ultipuquio en la sección meridional del valle de Yanamayo se reporta una plataforma identificada como funeraria, ornamentada con una cabeza clava antropomorfa insertada en el muro de contención y cuya ubicación le permitía dominar visualmente la Quebrada Maribamba (Herrera, 2003b).

4 Las estructuras funerarias del área de Rapayán, valle del Marañón, conocidas como “torres funerarias” e investigadas recientemente por Manta (2006, también Mantha y Malca, 2004) pertenecen al periodo Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío, estas construcciones se diferencian de la mayoría de chulpas ancashinas por ser más ele-vadas, presentar mayor número de pisos (entre 2 y 7 niveles) y por el uso de técnicas distintas a la mampostería de bloques y pachillas hallada en las chulpas tardías Recuay. Dentro de esta área también se encuentran chulpas más bajas, de un solo nivel, con cornisa exterior y techo en falsa bóveda similares a las de otros sectores de Ancash. (Mantha op. cit: 50).

Page 21: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

55

Figura 9: Chulpa principal de Willkawain, Callejón de Huaylas (según Bennett 1944). Sección (arriba) y planta (abajo).

Page 22: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

56

Las chulpas de la sierra de Ancash corresponden a fines del periodo Inter-medio Temprano y al Horizonte Medio. Fechados radiocarbónicos (Lau: 200�, 2003), superposiciones estratigráficas (Bennett, �944; Leonardis y Lau, 2004) y rasgos estilísticos de piezas cerámicas asociadas señalan la pertenencia de las chulpas a fases tardías Recuay posteriores al siglo VII d. C. y vinculadas a la interacción con Wari, perdurando como una tradición de estructuras fune-rarias hasta el periodo Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío (Ibarra 2003: 279). En Honcopampa, Callejón de Huaylas, un grupo de chulpas se localiza en el sector Chukara Ama en proximidad a estructuras de tipo residencial conformadas por recintos alargados organizados alrededor de patios centrales (un tipo de planta arquitectónica del Horizonte Medio usual en el área de Huamachuco y en sitios principales Wari) y a recintos con planta en D (forma arquitectónica característica Wari). Honcopampa ha sido considerado como un centro administrativo local Wari, pero las técnicas de mampostería del sitio (uso de pachillas y bloques en los muros y grandes dinteles en los vanos) han sido identificadas como propias de la tradición arquitectonica Recuay (Tschauner, 2003; Lau, 200�: 28-29).

La tecnología constructiva de las chulpas ancashinas del Horizonte Medio (p. ej. el uso de grandes bloques líticos separados por apilamientos de lajas pequeñas o la inclusión de litoesculturas empotradas en los muros) y algunos aspectos del tratamiento funerario de los individuos (entierros secun-darios) evidenciarían continuidad con prácticas funerarias Recuay más tem-pranas. El caso de Willkawain e Ichic Wilkawain muestra el uso prolongado de un espacio funerario por parte de las poblaciones de la parte central del Callejón de Huaylas entre el periodo Intermedio Temprano y el Horizonte Medio (Bennett, �944), pero también indica cambios importantes entre estos periodos en el diseño y visibilidad de estructuras mortuorias (galerías subterráneas y chulpas) y posiblemente en la disposición de los personajes sepultados y ajuares funerarios. Por otro lado, el caso de Honcopampa evi-dencia el empleo de chulpas con características propias de la sierra de Ancash en proximidad a recintos residenciales y administrativos que muestran la con-junción de modelos y técnicas constructivas locales y de las zonas de Huari y Huamachuco.

Page 23: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

57

tumbas en farallones rocosos

En la sierra de Ancash se presentan tumbas en forma de cámaras de uno o dos niveles superpuestos elaboradas con piedra canteada y barro y ubicadas en acantilados. Estas estructuras muestran vano dintelado, nichos o ventanas, y se adosan en su parte posterior a la cara del farallón rocoso donde se localizan (Fig. �0). Algunas de sus características estructurales son similares a las de las chulpas presentes en Ancash (en algunas publicaciones aparecen denominadas también como chulpas, p. ej. Diessl, 2004: 493), pero pueden diferenciarse de ellas por su ubicación y por carecer ocasionalmente de techo de lajas dado que aprovechan como cubierta a las salientes de los abrigos rocosos donde se loca-lizan (ver Herrera, 2006: �0-��). Podemos citar como ejemplos las tumbas de Gallarpana en la parte norcentral de los Conchucos (Herrera, op. cit.: �0-��), Lanchán cerca a Chavín (Diessl, 2004: 493-497), y las de Palpín (Van Dalen, 2007) en la provincia de Bolognesi.

Figura 10: Tumba en farallón rocoso de Gallarpana, Callejón de Conchucos (según Herrera, 2006: 11).

Page 24: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

58

Estas tumbas datan mayormente de tiempos posteriores a la manifesta-ción Recuay, y los casos hasta ahora reportados señalan que pertenecía a socie-dades que se desarrollaron entre los Horizontes Medio y Tardío, pudiendo haber derivado formalmente de las chulpas erigidas sobre terrenos llanos. Las tumbas en farallones rocosos corresponden a un tipo de estructura mortuoria que también aparece en áreas como la sierra de Lima (Sánchez, 200�: �57-�58) o la vertiente oriental de los Andes Septentrionales, donde han sido registradas para sitios con arquitectura funeraria de la tradición Chachapoyas (Kauffman, �988). La posición cronológica y la distribución geográfica de las tumbas erigidas en farallones rocosos testimonian que este tipo de estructura funeraria fue ampliamente usada entre las sociedades prehispánicas tardías de la sierra y ceja de selva de los actuales departamentos de Amazonas, San Martín, Ancash y parte de Lima, presentando variantes formales en cada área.

Comentarios. El número de contextos funerarios registrados en el área altoandina de Ancash ha experimentado un notable incremento en los últimos años (Lau, 2002; Ponte: 200�, 2006). No obstante, gran parte de esas evi-dencias corresponde a prácticas mortuorias del Horizonte Medio (Ponte, op. cit.; Paredes et al., 2003), lo cual continúa limitando la base de datos sobre los patrones funerarios Recuay del periodo Intermedio Temprano. En la pri-mera parte de esta sección comentaremos las principales características de los casos publicados de contextos funerarios Recuay del periodo Intermedio Temprano, exponiendo como el número reducido de tumbas publicadas y las diferencias en estructuras mortuorias, tratamiento de los individuos sepul-tados, o asambleas de ofrendas, evidencian no solo la variedad de los patrones funerarios Recuay, sino que también estamos solo en los umbrales del enten-dimiento de la diversidad y significado de esas prácticas. En la segunda parte señalaremos la aparición de nuevas formas de entierro en el territorio Recuay hacia los inicios del Horizonte Medio, y las probables implicancias ideo-lógicas y socioeconómicas de estas prácticas entre la población serrana de Ancash de ese periodo.

Page 25: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

59

estructuras funerarIas recuay en el perIodo IntermedIo temprano

Debido tanto a la calidad y número de los materiales asociados como a la detallada publicación de los mismos (Grieder, �978), el caso más notable de un contexto funerario Recuay del periodo Intermedio Temprano ha sido la tumba de elite excavada en el sector La Capilla del sitio de Pashash, provincia de Cabana (Fig. ��).

El edificio denominado La Capilla de Pashash comprendía la cima y lados de un promontorio rocoso modificado por muros de contención y rellenos de tierra. La cima presenta un sector central alargado dotado en su lado este con tres recintos rectangulares contiguos elaborados con piedras canteadas, lajas y barro. El entierro principal y sus dos grupos de ofrendas, todos pertenecientes a la fase local Yaiá (aprox. 400-500 d. C.; Grieder, �978: 65), fueron hallados bajo los recintos sur y central (op. cit.: �5, 22, 29-44). Bajo el recinto sur se presentaba una estructura subterránea cúbica de solo 60 cm. por 55 cm., con vano de acceso al este y delimitada por muros de lajas solo al norte y oeste (los otros lados estaban definidos por grandes rocas del cerro); esta reducida cámara con vano de acceso lateral tenía un piso tallado en la roca natural (a �,90 m. bajo el piso de lajas del recinto) y techo formado por una sola laja, sobre la cual se colocaron sucesivamente piedras, tierra, y un pequeño conjunto de vasijas y silbatos, antes de disponer el piso de lajas del recinto. Al interior de la cámara se hallaron los restos fragmentados y en mal estado de conservación de un individuo adulto, según Grieder en posición flexionada (op. cit: 45, 54), y de un probable acompañante adulto identificado a través de una mandíbula. La mala conservación del material óseo impidió determinar el sexo de ambos individuos, pero Grieder consideró que el ocupante principal debió ser una mujer, a partir de su asociación con una serie de piruros de cerámica y alfileres metálicos, colocados con un primer grupo de piezas de cerámica fina y orejeras de metal junto al vano de la tumba. El segundo conjunto de ofrendas fue hallado en una fosa cavada bajo el umbral que comunicaba el recinto central con el meridional. Ambos grupos de ofrendas y los materiales en el relleno sobre la tumba comprendieron 277 piezas de cerámica, orfebrería, y lapidaria, parte de ellos originalmente envueltos en textiles.

El tamaño de esta tumba y su sellamiento bajo el piso del recinto indican que no fue planeada para ser nuevamente accedida. Se tienen escasos indicios

Page 26: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

60

Figura 11: La tumba Recuay de Pashash (Grieder 1978: 53).

Vista de la tumba, que muestra las distintas ofrendas.A: cámara funeraria y entierro de ofrendas.B: entrada de las ofrendas.C: cubre las ofrendas.D: entierro extendido sobre el suelo.E: maqueta o plan arquitectónico (�0/2.6).F: piso de piedra sobre contrapiso de arcilla.G: material orgánico descompuesto o de madera.

Page 27: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

61

del tratamiento dado a los restos humanos en Pashash (Grieder, �978: 45, 54), pero considerando el espacio reducido de la tumba, es probable que se tratara de: a) cuerpos originalmente dispuestos en posición flexionada o, b) el entierro secundario de fardos conteniendo osamentas desarticuladas. El acceso a la tumba parece haber estado limitado al momento de la construcción de la cámara y colocación de los restos humanos y grupos de ofrendas. Adicional-mente sobre el piso de lajas del recinto sur se construyó una banqueta (o altar) adosada a la esquina sureste (op. cit.: 44).

El entierro primario de un adulto en posición extendida, orientado de sureste a noroeste con la cabeza al este y sin materiales asociados (Grieder, �978: 42-43), en el relleno sobre el piso al suroeste del recinto central, corres-pondería a la fase local Usú (600-700 d. C.) posterior al apogeo de Pashash y no se habría tratado de un elemento asociado a la pequeña tumba de cámara con múltiples ofrendas. Un tercer entierro en condición disturbada fue hallado en el nivel de escombros al oeste del vano de acceso al recinto central (op. cit.: 39). El tema de los entierros humanos primarios Recuay no ha sido tratado mayormente, pero sobre los factores causales de estas inhumaciones prima-rias podríamos sugerir: a) la correspondencia de esos individuos a grupos de condición socioeconómica diferente al de la mayoría de individuos sepultados en tumbas líticas, posiblemente demarcando un status distinto en la sociedad Recuay, y b) no pertenencia a la sociedad local. Las particularidades de filia-ción étnica dentro de la extensa área regional de distribución de materiales Recuay es un campo de investigación aun incipiente, aspecto dificultado aun más por la usual falta de conservación de elementos como los textiles, vitales para la evaluación de las identidades sociales.

Recientemente, Ponte (200�, 2006) ha descrito una serie de tumbas Recuay del periodo Intermedio Temprano en Marcajirca, zona central del Callejón de Huaylas, con materiales comparables a los de Pashash. Estas estruc-turas funerarias presentaban forma de cámaras dobles, de planta cuadrangular u ovoide, elaboradas con piedra sin tallar, y estaban localizadas bajo grandes rocas en una ladera. Vínculos con el área de Cabana aparecen en la forma de los cuencos cerámicos, apilados de modo similar a como fueron registrados en la tumba de elite de Pashash (Grieder, �978: Figs. 28 y 3�), y en el hallazgo de alfileres metálicos con la imagen del Felino Lunar (Grieder, �978: Figs. ��4, ��6, ��9, �2�) muy semejantes a los hallados en el primer grupo de ofrendas de la tumba señorial de Pashash. Los grandes discos metálicos hallados por

Page 28: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

62

Ponte en estos contextos carecen de correlato en Pashash, debido hipotética-mente a la asociación de esas piezas metálicas con personajes con atributos del genero masculino, tal como se aprecia en la cerámica escultórica Recuay.

Una cámara funeraria ubicada en el sitio de Pucagaga en Lanchán, valle del Mosna no fue excavada por arqueólogos, pero el valioso registro gráfico de Diessl (2003: Fig. 25; 2004: 489-492) permite apreciar que fue elaborada con grandes bloques líticos dispuestos verticalmente y apilamientos de lajas pequeñas rellenando los intersticios (en el estilo usual de las construcciones Recuay), y que contó con una estrecha galería de acceso, hornacinas, vano de acceso con umbral elevado, y compartimientos de lajas sobre el piso de la cámara (Fig. �2). La tumba de Lanchán se ubica en una colina que tam-bién contiene otras tumbas de cámara más pequeñas, esta posición le permitía dominar visualmente al asentamiento cercano, dotado de recintos con muros de mampostería Recuay. Esta cámara funeraria presento dimensiones mucho mayores que las de la tumba de élite en Pashash, pero aparentemente no for-maba parte de un complejo arquitectónico tan elaborado como el sector La Capilla de Pashash, aunque también se emplazaba sobre un rasgo dominante del paisaje.

Las tumbas de cámara subterránea o en forma de galería en Pucagaga, Pashash y Jancu corresponden a expresiones sobresalientes de las prácticas funerarias Recuay, siendo probable que correspondan a niveles diferentes de actividad socioeconómica y roles ideológico y políticos de sus ocupantes en el territorio Recuay del periodo Intermedio Temprano. Como señala Lau (2006: �30) las tumbas de elite de este periodo en la sierra ancashina muestran mayores evidencias de concentración de bienes valiosos cerámicos y metálicos que las tumbas del Horizonte Medio, las cuales enfatizaron la inclusión de grupos mayores de individuos dentro de estructuras funerarias ubicadas sobre el terreno y concebidas para permitir un acceso repetido al interior de cada mausoleo. A ello podemos agregar una variabilidad formal notable en cuanto al tipo de estructuras funerarias destinadas a personajes de alto status, los cuales pudieron ser enterrados en cistas, cámaras con pasajes de acceso, o galerías.

La producción de cerámica fina Recuay elaborada en caolín o arcilla roja (con engobes de caolín), con pintura tricolor negativa parece haber finalizado entre 600-650 d. C. (Lau 2003: �42), y fue reemplazada por la producción e importación de piezas que muestran la influencia de las tradiciones Wari, y de la costa norte y central. Los cambios señalados implican la ocurrencia de una

Page 29: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

63

reorganización sociopolítica del territorio alto andino de Ancash entre los siglos VII y IX, pero tal como veremos no es factible considerar al inicio del Hori-zonte Medio como el momento de término de la tradición cultural Recuay.

cambIos y contInuIdades en las práctIcas funerarIas del horIzonte medIo

Sin duda uno de los cambios más notables en las prácticas mortuorias de las poblaciones serranas de Ancash fue la introducción a inicios del Horizonte Medio de las chulpas como un tipo de estructura funeraria exenta que per-

Figura 12: La tumba de Pucagaga en Lanchán, Callejón de Conchucos (según Diessl, 2004: 491).

Page 30: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

64

mitía la inclusión de los restos de múltiples individuos en un mismo espacio. La aparición de las chulpas en el territorio Recuay (Figs. �3 y �4) es uno de los elementos que permiten identificar cronológicamente a las sociedades ancas-hinas desarrolladas a partir del Horizonte Medio, y junto a la desaparición de la tradición cerámica en caolín y la intensificación de los vínculos estilísticos y tecnológicos con sociedades costeñas y altoandinas foráneas ha sido uno de los elementos diagnósticos de la transición entre las sociedades Recuay y aquellas asociadas a Wari y posteriores al Horizonte Medio.

Sin embargo, la continuidad en las técnicas de mampostería caracteri-zadas por el empleo de grandes bloques líticos alternados con apilamientos de pequeñas lajas (Tschauner, 2003; Herrera, 200�: 62) y los patrones de entierro secundario y ofrendas de cerámica llana apuntan hacia cambios más bien graduales, en un contexto de modificaciones en la ideología y economía de las entidades sociopolíticas locales. El declinamiento de la producción de la cerámica de caolín puede ser interpretado como el resultado de cambios en las preferencias por bienes suntuarios, producidos localmente con nuevas técnicas o procedentes de otras regiones. Asimismo, la propia iconografía en cerámica Recuay elaborada durante el periodo Intermedio Temprano muestra recintos techados (Fig. �5) con paneles portadores de diseños comparables a monolitos hallados en algunas chulpas ancashinas (Lau, 2006: Figs. 5 y 8).

La asociación de las chulpas Recuay al fenómeno Huari es indudable, sin embargo aun se desconocen las particularidades de la cronología, áreas específicas, y contexto sociopolítico de la aparición en Ancash de los primeros casos de chulpas. Las peculiaridades de su diseño y tecnología constructiva y su relación a la iconografía Recuay del periodo Intermedio Temprano hace posible suponer un importante elemento local en la concepción formal y sim-bólica de estas estructuras funerarias. Considerando la existencia de chulpas del Horizonte Medio aproximadamente contemporáneas a las del área Recuay, pero con planta y mampostería distintas en el sitio de Huari (Pérez, 200�: 259-26�), en Huamachuco (Topic y Topic, �984), y en el área de Cajamarca (Isbell, �997), es prudente asumir que este tipo de tumba colectiva o mausoleo sobre el terreno adquirió popularidad simultáneamente en áreas tanto al norte como al sur del territorio Recuay, y que en cada zona las poblaciones locales aplicaron técnicas tradicionales en su planificación y construcción.

Al menos para el sector medio del Callejón de Huaylas la desaparición de la alfarería en caolín durante el inicio del Horizonte Medio no incluyó una

Page 31: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

65

Figura 13: Chulpas del Horizonte Medio en Ichik Willkawain, Callejón de Huaylas(Fotos: J. Gamboa).

Page 32: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

66

Figura 14: Superior: Chulpas de Chinchawas, Cordillera Negra (según Lau, 2006: fig. 6).

Figura 15: Inferior: Vasija Recuay con representación de recinto, paneles

decorativos y figuras humanas (según Lau, 2006: Fig. 5).

Chulpa 7Chulpa 2

Esculturas líticas

0 �m

Page 33: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

67

mayor discontinuidad en otros tipos de cerámica, particularmente las vasijas de uso doméstico que continuaron siendo empleadas junto a piezas prove-nientes de la costa norte o de Cajamarca, Wari y Nieveria (Lau 2006: �3�-�32), si bien las vasijas importadas fueron destinadas a servir principalmente como ofrendas funerarias. La transición al Horizonte Medio en la sierra de Ancash parece haber incluido una preferencia de las elites locales por bienes de uso ritual o funerario de origen foráneo o elaborados con técnicas y mate-riales innovadores, probablemente como expresión de status de los linajes que accedían a las extensas y complejas redes de interacción con las entidades sociopolíticas localizadas entre Cajamarca y Ayacucho. El vínculo con Wari ha sido señalado para el escenario de Ancash a partir de los sitios con arquitectura y cerámica afiliadas a esa manifestación de la sierra central, pero en sentido inverso aun carecemos de datos sobre el rol de los grupos tardíos Recuay en Ayacucho, donde las evidencias Recuay son sumamente escasas en compara-ción a las del estilo Cajamarca (Pérez, 200�5).

Tschauner (2003: 2�8) y Lau (2006: �28) indican que el aumento numérico y de poder político y/o económico de grupos tardíos Recuay pudo conducir al incremento en la monumentalidad de las estructuras funerarias como medio para expresar las relaciones de parentesco de sus integrantes con ancestros prestigiosos, y así demostrar su relación con el territorio local al celebrar la continuidad entre los líderes de una entidad y sus antepasados (Topic y Topic, 200�: 202). Esto habría ocurrido en el caso de Honcopampa (Tschauner, 2003), donde las chulpas aparecen en proximidad a conjuntos residenciales de élite con elementos de planificación Wari pero que –al igual que los monumentos funerarios cercanos– muestran mampostería elaborada en la tradición Recuay. A través de las chulpas, las tumbas Recuay modificaron progresivamente su carácter subterráneo hacia la forma de cámaras erigidas sobre el terreno u ocasionalmente recubiertas por montículos de tierra. Entre

5 Pérez (200�: 533) reporta una escultura lítica que formaba parte de un contexto funerario de elite en el sector Monqachayoq del sitio de Huari, esta pieza corres-pondería a una maqueta o tablero de juego del estilo Recuay (S. Wegner, com. pers., 2003) debido a su gran semejanza con piezas halladas en mayor numero en la sierra de Ancash, con casos en Pashash (Grieder, �978: �09, 204-205, figs: 23, 28, 96 ), el área central de los Conchucos (Orsini, 2003: �67) y el distrito de Huantar al norte de Chavín (Diessl, 2004: �63).

Page 34: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

68

las sociedades de la sierra de Ancash del Horizonte Medio y en adelante, los mecanismos de fortalecimiento de lazos de parentesco comunal (reales, de origen político o basados en discursos de etnogénesis) y de pertenencia a un territorio incluyeron la edificación de tumbas del tipo chulpa destinadas a demarcar el paisaje6 y adquirir un rol socialmente colectivo, donde la perte-nencia a las diversas genealogías comunales y familiares pudo ser enfatizada por la reunión post-mortem de múltiples individuos.

bIblIografía

amat, Hernán �976 “Estudios arqueológicos en la cuenca del Mosna y en el Alto Mara-

ñón”. Actas del XLI Congreso Internacional de Americanistas (México, �974) III: 532-544.

2003 “Huaraz y Recuay en la secuencia cultural del callejón de Conchucos, valle del Mosna”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): 97- �20. Instituto Cultural Runa. Lima.Instituto Cultural Runa. Lima.

Bennett, W. �944 The North Highland of Peru: Excavation in the Callejón de Huaylas and

at Chavín de Huantar. Anthropological Papers of the American Mu-seum of Natural History 39 (�).

BuRgeR, Richard �984 The Prehistoric Occupation of Chavín of Huantar, Peru. University of

California Publications. Anthropology �4. University of California Press. Berkeley.

�992 Chavín and the Origins of Andean Civilization. Thames and Hudson. New York.

BuRgeR, R. & asaRo, F. �977 Trace Element Analysis of obsidian artefacts from the Andes. New

perspectives on Pre-Hispanic Economic Interaction in Peru and �olivia. on Pre-Hispanic Economic Interaction in Peru and �olivia.�olivia.. LBL-6343, Lawrence Berkeley Laboratory, Berkeley.

6 Ver RenfRew (�973) para la formulación de la teoría de la territorialidad y su nego-ciación a través de monumentos funerarios en Europa Occidental.

Page 35: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

69

Buse, Hernán �965 Introducción al Perú. Imprenta del Colegio Militar “Leoncio Prado”.

Lima.chuRch, W. �996 Prehistoric Cultural Development and Interaction in the Tropical Mon-

tane Forests of Peru. Unpublished Ph.D. dissertation, Yale University. New Haven.

collieR, D. �955 Cultural chronology and change as reflected in the ceramics of the Viru

valley, Peru. Fieldiana: Anthropology 43. Chicago.De leonaRDis, L. & lau G. 2003 “Life, Death and Ancestors”. En: Andean Archaeology (Silverman, H.

ed.): 77-��6. Blackwell Publishing. Diessl, W. 2003 “Sitios arqueológicos de los distritos de Chavín, Huantar y San Mar-

cos: Tipología y Zonificación”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.). Instituto Cultural Runa. Lima: 33�-370.

2004 Huántar, San Marcos, Chavín. Sitios arqueológicos en la sierra de Ancash. Instituto Cultural Runa. Lima.

Donnan, c. & mackey, c. �978 Ancient �urial Patterns at Moche Valley, Peru.eisleB, D. �987 Altperuanische Culturen IV, Recuay. Staatlichen Museen Preussischer

Kulturbesitz, Museum für Volkerkunde. Berlin.espejo, J. �956 Exploraciones en las cabeceras de Pukcha. Tesis de bachiller en Humani-

dades. Facultad de Letras, UNMSM. Lima. �959 “Katayok y Molle-Ukru”. Perú Indígena 8 (�8-�9): 9�-98. Lima. gamBoa, Jorge 2005 Informe final del Proyecto Obras de Emergencia Chavín. Informe presen-

tado al Instituto Nacional de Cultura (Resolución Directoral Nacional Nº �593). Lima.

geRo, J. M. �992 “Feasts and Females. Gender ideology and political meals in the An-

des”. Norwegian Archaeological Review. 25(�): �5-30.

Page 36: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

70

�999 “La iconografía Recuay y el estudio de género”. En Gaceta Arqueologica Andina, 25, pp: 23-44. Lima.

200� “Field knots and ceramic beaus: Interpreting gender in the Peruvian Early Intermediate Period”. En: Gender in Pre-Hispanic America (C. Klein ed.): �5-55. Dumbarton Oaks Research Library and Collection. Washington D. C.

gRieDeR, Terence �978 The Art and Archaeology of Pashash. University of Texas. Press. Austin.heRReRa, Alexander 200� “Investigaciones arqueológicas en la cuenca sur del río Yanamayo,

Callejón de Conchucos (�995-�997)”. En: XII Congreso peruano del hombre y la cultura andina, tomo ii. Pérez y Aguilar eds. Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Ayacucho.

2003(a) “Patrones de asentamiento y cambios en las estrategias de ocupación en la cuenca sur del Río Yanamayo. Callejón de Conchucos”. En: Ar-queología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): 22�-249. Instituto Cultural Runa, Lima.

2003(b) “Arte lítico de la región de los Conchucos, Ancash, Perú”. En Arqueo-lógicas 26: �07-�30. Revista del Museo Nacional de Arqueología, An-tropología e Historia, Ediciones del Fondo Bibliográfico de Estudios Históricos y Arqueológicos. Lima.

2006 “Territorio e identidad: apuntes para un modelo de la complejidad so-cial andina”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspec-tivas (Ibarra, B. ed.): 3-�8. Instituto Cultural Runa. Lima.

hohmann, C. 2003 “El rostro circular frontal de boca dentada en la iconografía Recuay”.

En: Arqueológicas 26: �3�-�52. Museo Nacional de Arqueología, An-tropología e Historia, Ediciones del Fondo Bibliográfico de Estudios Históricos y Arqueológicos. Lima.Lima.

isBell, William �997 Mummies and Mortuary Monuments. A postprocesual prehistory of Cen-

tral Andean Social Organization. University of Texas Press. Austin. 200� “Repensando el Horizonte Medio: el caso de Conchopata, Ayacucho,

Perú”. En: �oletín de Arqueología PUCP, 4: 9-68. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

Page 37: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

71

iBaRRa, Bebel 2003 “Arqueología del valle del Puchca. Economía, cosmovisión y secuencia

estilística”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspecti-vas (Ibarra, B. ed.): 253-330. Instituto Cultural Runa. Lima.

kaufmann Doig, Federico �988 Investigaciones arqueológicas en los Andes amazónicos, 1980-1988. Insti-

tuto de Arqueología Amazónica. Lima.lane, K. 2006 En: Complejidad social en los Andes (Herrera, A., Orsini, C. & y Lane,

K. eds.): �2�- �38. Trabajos de la primera y segunda Mesa Redonda de Arqueología de la Sierra de Ancash. Civiche Raccolte d’Arte Appli-cata del Castello Sforzesco. Milano. PUNKU Centro de Investigación Andina, Lima.

lannnig, Eduard �965 “Current research: Highland South America”. American Antiquity,Antiquity, nro.

3� (�): �39-�40.laRco hoyle, Rafael �960 “La cultura Santa”. En: Antiguo Perú: espacio y tiempo, pp. 235-239.

Librería Editorial Juan Mejia Baca. Lima. �962 La cultura Santa. Litografía Valverde S. A. Lima.lau, George 2000 “Espacio ceremonial Recuay”. En: Los dioses del Antiguo Perú (Makows-

ki, K. y Rucabado, J. eds.): �78-�97. Banco de Crédito del Perú. Lima.

200� The ancient community of Chinchawas: Economy and ceremony in the North Highland of Peru. Ph. D. dissertation. Department of Anthropo-logy. Yale University. New Haven.

2002 Feasting and ancestor veneration at Chinchawas, North Highland of An-cash, Peru. Latin American Antiquity �3: 279-304.

2003 “Evidencias radiocarbónicas para las transformaciones culturales Re-cuay”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): �35-�59. Instituto Cultural Runa. Lima.

2006 “Status and social differentiation in Recuay Culture: a Review”. En: Complejidad social en los Andes (Herrera, A., Orsini, C. & Lane, K. eds.): �2�- �38. Trabajos de la primera y segunda Mesa Redonda de Arqueología de la Sierra de Ancash. Civiche Raccolte d’Arte Appli-

Page 38: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

72

cata del Castello Sforzesco. Milano. PUNKU Centro de Investigación Andina, Lima.

lauRencich-minelli l., minelli, a. & oRsini c. 200� “Una ciudadela estilo Recuay en el valle de Chacas (Perú) El sitio Pin-

chay-Riway: una nota preliminar”. En: Journal de la Société des Améri-canistes, 87: 325-338. Musée de L ‘Homme. Paris.

lauRencich-minelli, l. & s. wegneR

200� El Museo de Chacas. Editrice Compositori. BolognalumBReRas, Luis Guillermo �974 “Informe de labores del Proyecto Chavín”. En: Arqueológicas, �5:

37-56. Revista del Museo Nacional de Antropología e Arqueología. Lima.

mackey, C. y vogel, M. 2003 “La luna sobre los Andes. Una revisión del animal lunar”. En: Moche

al final del milenio (S. Uceda y E. Mujica, eds.). Tomo I, pp. �79-228. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Univer-sidad Nacional de Trujillo. pp. 325-342.

makowski, Krzysztof 2000 “Hombres y deidades en la iconografía Recuay”. En: Los Dioses del An-

tiguo Perú (Makowski, K. & Rucabado, J., eds.): �99-253. Banco de Credito del Perú. Lima.

mantha, A. 2006 “Late Prehispanic Social Complexity in the Rapayán Valley, Upper

Marañon Drainage, Central Andes of Peru”. En: Complejidad social en los Andes (Herrera, A., Orsini, C. & Lane, K. eds.): 35-6�. Trabajos de la primera y segunda Mesa Redonda de Arqueología de la Sierra de Ancash. Civiche Raccolte d´Arte Applicata del Castello Sforzesco. Milano. PUNKU Centro de Investigación Andina, Lima.

mantha, A. & malca, H. 2004 “El sito de Rapayán y su diversidad arquitectónica durante los períodos

tardíos de la prehistoria andina”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.), segunda edición. Instituto Cultural Runa. Lima.

matsumoto, R. �988 The Cajamarca Culture: its evolution and interaction with coastal peer

polities. Paper presented at �988 SAA Meeting. Phoenix.

Page 39: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

73

�994 “Dos modos de proceso sociocultural: el Horizonte Temprano y el Periodo Intermedio Temprano en el valle de Cajamarca”. En: El mundo ceremonial andino (M. Millones y Y. Onuki eds.), pp: �67-�97. Edito-rial Horizonte. Lima.

mc cown, T. �945 Pre-incaic Huamachuco: Survey and Excavations in the Region of Hua-

machuco and Cajambamba. University of California Publications in American Archaeology and Ethnology 39 (4). Berkeley.

ochatoma, José. & caBReRa, M. 200� Poblados rurales Huari. Una visión desde Aqo Wayqo. 206 pp. Universi-

dad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. oRsini, C. 2003 “Transformaciones culturales durante el Intermedio Temprano en el

valle de Chacas. Hacia el desarrollo de asentamientos complejos en un área de la sierra norcentral del Perú”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): �6�- 220. Instituto Cultural Runa. Lima.

2006 “¿Metáforas de complejidad social? Huari, Llacuaz, organización del territorio y especialización económica en Chacas (valle del Chacapata, Perú)”. En: Complejidad social en los Andes (Herrera, A., Orsini, C. & Lane, K. eds.): �5�- �63. Trabajos de la primera y segunda Mesa Re-donda de Arqueología de la Sierra de Ancash. Civiche Raccolte d’Arte Applicata del Castello Sforzesco. Milano. PUNKU Centro de Investi-gación Andina, Lima.

paReDes, Juan; Quintana, Berenice; linaRes, M. 200� “Tumbas de la época Wari en el Callejón de Huaylas, Ancash”. En:

�oletín de Arqueología PUCP, 4: 253-288. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

péRez, Ismael 200� “Estructuras megalíticas funerarias en el Complejo Huari”. En: �oletín

de Arqueología PUCP, 4: 505-547. Fondo Editorial de la Pontificia Uni-versidad Católica del Perú. Lima

ponte, V. 200� “Transformación social y política en el Callejón de Huaylas, siglos

III-X d.C”. En: �oletín de Arqueología PUCP, 4: 2�9-25�. Fondo Edi-torial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

Page 40: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

Revista cultuRal Kullpi

74

ponte, V. 2006 “Prácticas funerarias Recuay: diferencias de rango y ceremonias des-

pués de la muerte”. En: Arkeos. Revista Electrónica de Arqueología, Vol. �: 47-55. Mayo 2006.

RenfRew, C. �973 “Monuments, mobilization and social organization in neolithic

Wessex”. En: The explanation of cultural change: Models in Prehistory (C. Renfrew ed.): 539-558. Duckworth. London.

ReicheRt, R. �982 “Moche iconography-the highland connection”. En: Precolumbian Art

History: Selected readings (A. Cordy-Collins ed.): 279-29�. Peek Publi-cations. Palo Alto.

Rick, John; RoDRíguez kemBel, S.; menDoza, Rosa; y kimBel, J. �998 “La arquitectura del complejo ceremonial de Chavín de Huántar: do-

cumentación tridimensional y sus implicancias”. En: �oletín de Arqueo-logía PUCP, 3: �8�-2�4. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

Rowe, J. H. �963 “Urban Settlement in Ancient Peru”. En: Ñawpa Pacha, �: �-28, Ber-

keley, California. �967 “Form and Meaning in Chavín Art”. En:Meaning in Chavín Art”. En: in Chavín Art”. En: Peruvian Archaeology: SelectedSelected

Readings (Rowe, J. y Menzel, D. eds.): 72-�03, Peek Publications.Publications.. Palo Alto.

sánchez BoRja, Ángel E. 200� “Relaciones sociales serrano costeñas durante el Intermedio Tardío en el

valle medio del río Lurín” En: Actas del XII Congreso Peruano del Hombre y la Cultura Andina ‘Luis G. Lumbreras’, tomo ii, Huamanga, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, pp. �52-�73.

schaeDel, R. �948 An analysis of Central Andean Stone Sculpture. PH. D. dissertation.

Department of Anthropology. Yale University. New Haven. of Anthropology. Yale University. New Haven. �952 An analysis of Central Andean Stone sculpture. PH. D. dissertation.

Department of Anthropology. Yale University. New Haven of Anthropology. Yale University. New Haventello, Julio C. �929 Antiguo Perú: primera época. Comisión Organizadora del Segundo

Congreso de Turismo. Lima.

Page 41: Gamboa Tumbas Recuay Kullpi 2009

DiveRsiDaD foRmal y cRonológica De las pRácticas funeRaRias Recuay

75

�960 Chavín: cultura matriz de la civilización andina. Publicación antropoló-gica del archivo Julio C. Tello de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Imprenta de la Universidad de San Marcos. Lima.

topic, J. �998 “Ethnogenesis in Huamachuco”. En: Andean Past, 5: �09-�27.topic, t. & topic, j. �984 Huamachuco Archaeological Project: Preliminary report on the Third

Season, June-August 1983. Trent University Ocassional Papers in An-thropology �. Department of Anthropology. Trent University. Peter-Department of Anthropology. Trent University. Peter-borough. Ontario.

topic, j. y topic, t. 200� Hacia la comprensión del fenómeno Huari: una perspectiva norteña.

En: �oletín de Arqueología PUCP, 4: �8�-2�7. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

tschauneR, H. 2003 “Honco Pampa: arquitectura de elite del Horizonte Medio en el ca-ca-

llejón de Huaylas”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): �93-220. Instituto Cultural Runa. Lima.

van Dalen luna, Pieter D. 2007 “Palpín: un asentamiento con arquitectura funeraria en el alto Fortale-

za, Cajacay, Ancash”. En: Tukuy Ricuq, Nº 4: 5�-55. Lima.wegneR, S. 2003 “Identificando el área de dominio Recuay. Un extendido inventario

cerámico de para la identificación de asentamientos Recuay”. En: Arqueología de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas de la sierra de Ancash: propuestas y perspectivas (Ibarra, B. ed.): �2�- �34. Instituto Cultural Runa. Lima.

wilson, D. �988 Prehispanic Settlement Patterns in the Lower Santa Valley, Peru: A

Regional Perspective on the Origins and Development of Complex Perspective on the Origins and Development of Complex North Coast Society. Smithsonian Institution Press. Washington D.C.