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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE IRAPUATO

DR. RUBÉN LARA VALDÉS

Director General

M.I. ÓSCAR OMAR CUIN MACEDO

Director Académico

ING. TRINIDAD OJEDA SUÁREZ

Coordinador de Licenciatura en Biología

SOCIEDAD HERPETOLÓGICA MEXICANA A.C.

M. EN C. GUSTAVO ERNESTO QUINTERO DÍAZ

Presidente

UMA COATZIN

BIÓL. MATÍAS DOMÍNGUEZ LASO

Presidente

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Guía de los anfibios y Reptiles de ChaRCo azul,

XiChú, Guanajuato

Adrian Leyte Manrique Licenciatura en Biología, Estación Biológica, Instituto Tecnológico Superior de Irapuato

Matías Domínguez LasoUMA Coatzin

Ambystoma velasci

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Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato es una publicación del Instituto Tecnológico Superior de Irapuato, con apoyo de la Sociedad Herpertológica Mexicana A.C.

Primera edición, 2014. Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato.

D.R. © 2014. Instituto Tecnológico Superior de Irapuato.Carretera Irapuato-Silao, Km. 12.5 s/n. C.p. 36821, Col. El Copal, Irapuato Guanajuato, México.

Sociedad Herpetológica Mexicana A.C.Instituto de Biología S/N Ciudad Universitaria, Col. Copilco, Universidad, Deleg. Coyoacán., C.P. 04510, México, D. F.

UMA CoatzinProl. Piñon No. 39, Barrio de la Cruz, C.P. 76800, San Juan del Río, Querétaro, México.

Cuidado de edición y coordinación editorial: Adrian Leyte Manrique Formación editorial: Arturo Sánchez y Gándara

ISBN: 978-607-95611-0-9

Editado e impreso en México/Edit and printed in MexicoQueda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta obra, sin previa autorización de los autores.

Leyte-Manrique, A. y M. Domínguez-Laso. 2014. Guía de los anfibios y reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato. ITESI, SHM A.C., y COATZIN, Distrito Federal, México. 80 p.

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Contenido

Dedicatorias xi

Agradecimientos xii

Presentación xiii

Prólogo xv

Introducción 1

Uso de esta Guía 3Ficha de Ambystoma velasci (Figura 1) 3

Cómo Observar Anfibios y Reptiles en el Campo 5

Generalidades de los Anfibios y Reptiles 9Anfibios 10Clase Amphibia 10Anfibios 10Anura (ranas y sapos) 11Caudata (ajolotes y salamandras) 11Gymnophiona (cecilias) 12

Reptiles 13Clase reptilia 13Reptiles 13Testudines o Chelonia (tortugas) 14Lepidosauria/Rhynocephalia (tuátara) 14Lepidosauria/Squamata/Lacertilia (lagartijas) 15Lepidosauria/Squamata/Serpente (serpientes) 15Lepidosauria/Squamata/Amphisbaenia (reptiles anillados) 16Archosauria/Crocodylia (cocodrilos) 16

Charco Azul, Xichú 19Contexto geográfico 19

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Mapa de ubicación de Charco Azul (Figura 2) 19Parque Ecoturístico Charco Azul 20Tipo de vegetación (Figura 3) 20Aspectos socio-económicos 21Poza de agua (Figura 4a y b) 21

Diversidad de los Anfibios y Reptiles 23Cuadro 1. Diversidad de especies y grupos de anfibios y reptiles 23Cuadro 2. Diversidad de familias, géneros y especies en anfibios 24Cuadro 3. Diversidad de familias, géneros y especies en reptiles 24

Fichas Descriptivas para las Especies 25AnfibiosIncilius occidentalis (Figura 5) 26Hyla arenicolor (Figura 6) 27Hyla eximia (Figura 7) 28Lithobates berlandieri (Figura 8) 29Ambystoma velasci (Figura 9) 30Pseudoeurycea cephalica (Figura 10) 31

ReptilesKinosternon integrum (Figura 11) 32Barisia imbricata (Figura 12) 33Sceloporus grammicus (Figura 13) 34Sceloporus minor (Figura 14) 35Plestiodon lynxe (Figura 15) 36Conopsis lineata (Figura 16) 37Geophis latifrontalis (Figura 17) 38Pituophis deppei (Figura 18) 39Rhadinaea taeniata (Figura 19) 40Storeria dekayi (Figura 20) 41Crotalus aquilus (Figura 21) 42Crotalus molossus (Figura 22) 43

Lista de especies de Anfibios y Reptiles en Charco Azul, Xichú 45Cuadro 4. Lista anotada de los anfibios y reptiles 45

Costumbres, Mitos y Usos de los Anfibios y Reptiles en Charco Azul 47Anfibios/Sapos 47Sapo/Incilius ocicentalis 47Anfibios/Ajolote 48Ajolote/Ambystoma velasci 48Ajolote y sapo (Figura 23) 48

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Reptiles/Lagartijas 49Lincer/Plestiodon lynxe 49Lincer y escorpión (Figura 24) 49Escorpión/Barisia imbricata 50Reptiles/Serpientes 50Cincuate y/o alicante/Pituophis deppei 50Cincuate (Figura 25) 51

Glosario 53

Literatura Citada 59

Imágenes y Autorías 63

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dediCatorias

Esta obra está dedicada a los habitantes de Charco Azul quienes se encuentran en estrecho contacto con los anfibios y reptiles de la Sierra Gorda guanajuatense; a su vez, convocamos y esperamos servir como un impulso para que más herpetólogos mexicanos, quienes día a día luchan desde sus distintas trincheras, ya sea en el campo, gabinete, aula o laboratorio, dirijan sus esfuerzos en la divulgación del conocimiento sobre la herpetofauna de nuestro país; esperando que esta obra sea de gran utilidad para todas aquellas personas ávidas de conocer más sobre la fauna, y en particular, de animales tan emblemáticos como son los anfibios y reptiles.

Con especial dedicatoria a:

A mi hija Carla Paola, quien es el motor que mueve mi vida en cada paso que doy. Gracias por darme el honor y dicha de formar parte de tu vida y hacer de tus logros los míos.

Adrian Leyte Manrique

Al aventurero más increíble de este mundo, el que se sorprende y maravilla a cada mo-mento, a pesar de ser aún pequeño, es un verdadero naturalista en desarrollo, su gran corazón inspira a seguir difundiendo la gran riqueza de México. Con mucho cariño para mi hijo Matías Domínguez Martínez

Matías Domínguez Laso

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agradeCimientos

En ocasiones, es un tanto difícil caminar sobre suelo mojado, ya que el paso no es firme ni seguro. Sin embargo, al subir la montaña o cruzar el arroyo, tuve la esperan-za y fuerte convicción de que mi trabajo tendría frutos al emprender el viaje hace ya tres años por tierras guanajuatenses. Durante el trabajo de campo efectuado recibi la ayuda entusiasta de estudiantes y profesores de la Licenciatura en Biología del ITESI, así como de los pobladores de Charco Azul.

En particular quiero agradecer al Biól. Efrén Hernández Navarro, así como a mis estudiantes Julio Galván Maciel, Humberto González Parra, Natalia Gutiérrez Álvarez, Daniel García Arias, Paola Anaí Fonseca Valdéz, Fernando Castellanos Torres, Juan Manuel González Ruiz y Luis Alberto Montoya Sánchez, por su apoyo brindado en campo y laboratorio. También agradezco a la señora Francisca Jiménez y Sebastián por la calidez y hospitalidad que siempre tuvieron conmigo y mis estudiantes durante nuestras múltiples estancias en Charco Azul.

Agradezco el apoyo del Dr. Rúben Lara Valdés, del MI. Óscar Omar Cuin Macedo y del Ing. Trinidad Ojeda Suárez del Instituto Tecnológico Superior de Irapuato por la confianza y apoyo brindado para que se efectuaran las salidas de campo. Así como también a las autoridades municipales de Xichú, y de la comunidad de El Ocotero por el apoyo otorgado. Al Instituto Tecnológico Superior de Irapuato y a la Sociedad Herpetológica Mexicana A. C. por su apoyo en la impresión de esta obra; así como a los Mtros. Gustavo Ernesto Quintero Díaz y Luis Canseco Márquez por la revisión y comentarios al escrito, que sin duda ayudaron mucho a la calidad del mismo. Fi-nalmente, se agradece a la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda-Guanajuato por las facilidades que nos dieron para que se pudiera llevar acabo el trabajo en campo.

adRian leyte ManRique

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PresentaCión

El estado de Guanajuto es históricamente el bastión y cuna en el estudio de los an-fibios y reptiles de México, ya que es en esta entidad en donde se llevan a cabo los primeros trabajos científicos en sistemática y taxonomía de este grupo de vertebrados por el hoy llamado padre de la herpetología “Dr. Alfredo Dugès”. Mismo, al que se le atribuye el resgistro de 56 especies entre anfibios y reptiles, así como la descripción de nuevas especies. Posterior y a la muerte del Dr. Dugès, no se genera información referente al conocimiento de los anfibios y reptiles de la entidad. Es hasta los trabajos de los estadounidenses Smith y Taylor, en su obra “Herpetology of Mexico: Annoted checklist and keys to amphibians and reptiles” que se expone una contribución sobre la herpetofauna guanajuatense y en general de México. Obra que a la larga incrementa no sólo los trabajos en en el tema, sino que hace que se desarrolle una efervecencia en el conocimiento de estos vertebrados por parte de investigadores mexicanos, misma que continua hoy en día.

Para el caso de Guanajuato, los estudios sobre anfibios y reptiles, y que versan sobre su diversidad, son retomados a partir del estudio llevado a cabo por el Maestro Fernando Mendoza Quijano y colaboradores (2001), en Sierra de Santa Rosa. Uno de los méritos acerca de este trabajo, es que el Mtro. Mendoza Quijano, hace hincapié y recalca la importancia de los anfibios y reptiles como grupos prioritarios de con-servación, y que el estado de Guanajuato es un sitio potencialmente rico en especies de estos vertebrados. Pero también señala la grave situación en la que se encuentrán éstos, ya que la entidad es una de las más afectadas por actividades humanas como la industria, agricultura y urbanización. Lo que ha llevado paulatinamente a la frag-mentación, pérdida de la vegetación y consecuentemente a la de especies animales como son los anfibios y reptiles. Se añade a ello —la cosmovisión— la creencia, en la mayoría de las veces errónea, sobre algunos mitos en cuanto a estos vertebrados. Misma que tiene que ver con apreciaciones de índole cultural sobre los usos, costum-bres y tradiciones que conllevan a las poblaciones humanas a interactuar con ellos. Asimismo, debe contemplarse que no es sino hasta años recientes que se conducen trabajos enfocados a incrementar el conocimiento sobre los anfibios y reptiles en el estado —en particular listados de especies— mismos que han sido fruto del trabajo en algunas Áreas Naturales Protegidas del estado. Sin embargo, y en su mayoría para las ANP´s del estado, se deconoce su diversidad de especies de anfibios y reptiles. Siendo

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el caso de ello, la Reseva de la Biosfera Sierra Gorda-Guanajuato, misma en la que se enclava, el Parque Ecoturístico “Charco Azul, Xichú”, en la comunidad El Ocotero y que se contempla en la zona núcleo de la reserva.

Es de esta manera que Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato se contempla como una obra que integra por una parte, el conocimiento sobre la diversidad de las especies de los anfibios y reptiles, y por otro lado, la accesibi-lidad de la información a un público no familiarizado con el tema pero interesado en la naturaleza y su conservación. Siendo la intención de la misma, que se tenga un ma-yor acercamiento entre humanos y estos fantásticos animales, permitiendo con ello su conocimiento y conservación como elementos biológicos de Guanjuato y México.

“No se Puede Conservar lo que no se Conoce”

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Prólogo

México es un país con una gran biodiversidad, producto de la complejidad de su topografía, lo que favoreció el establecimiento de diversos tipos de climas, de suelo y de vegetación, lo que sumado favoreció la especiación de su fauna y flora.

Charco Azul, Xichú, es un lugar mágico, enclavado al noreste del estado de Gua-najuato, en la porción boscosa del municipio de Xichú. El cual, colinda con los estados de San Luis Potosí y Querétaro; y se encuentra inmerso en la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda-Guanajuato.

La Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato de los autores, Dr. Adrian Leyte Manrique y Biol. Matías Domínguez Laso, es un ejemplo del conocimiento que pueden generar los científicos mexicanos y es una pequeña muestra de la riqueza biológica del estado de Guanajuato, del cual, debo añadir se conoce poco sobre la diversidad de los anfibios y reptiles.

Esta guía es una ventana abierta al conocimiento de los anfibios y reptiles de Xichú, se encuentra ilustrada con dibujos y fotografías que hacen muy amena su lectura. Las fichas biológicas de las especies es la parte más relevante de la guía, en donde los autores se esforzaron para que cualquier lector entienda a la perfección la narración de las características biológicas de las especies, por lo que será una herra-mienta valiosa y esto la hará indispensable a todo aquel que visite Charco Azul, Xichú y sus maravillosas cascadas.

M. en C. Gustavo Ernesto Quintero DíazPRESIDENTE SHM

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IntroduccIón

La diversidad de especies de anfibios y reptiles conjuntamente para México, correspon-de a 1240 especies (anfibios, 376, reptiles, 864; Parra-Olea et al., 2014; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). Este conocimiento ha sido consistente y de forma creciente en los últimos años, lo que ha incrementado el conocimiento sobre la diversidad de estos grupos de vertebrados; trabajo ques se ha visto reflejado en el descubrimiento de nuevas especies y en un incremento de los inventarios herpetofaunísticos del país y por consiguiente de los listados de especies a nivel local, municipal, estatal y regional dentro del territorio nacional (Ramírez-Baustista et al., 2006). Sin embargo, a la par de este conocimiento, vivimos hoy en día uno de los episodios de extinción más acelera-dos de los últimos años, lo que ha conllevado a la perdida de especies y que se conoce como declinación (Lips et al., 2004). Esta pérdida, ha sido atribuida principalmente a la acción del hombre y al uso inadecuado de sus recursos naturales. Siendo actividades como la agricultura, ganadería, pesquería, acuicultura e industrial, entre otras, una de las principales causas en la pérdida de especies y alteración al ambiente y paisaje; aunado a ello, los asentamientos humanos y exigencia de cada vez más recursos que sastisfagan las demandas de una sociedad en continuo crecimiento (Canter, 1999; Mendoza-Quijano et al., 2001; Ramírez-Bautista et al., 2009). Ello ha conllevado a la disminución de la cobertura vegetal en las selvas y bosques mexicanos, contribuyendo a cambios en los patrones de lluvia, humedad y temperatura, así como a los ciclos biológicos de especies tanto vegetales como animales (Pavón y Meza-Sánchez, 2009; Santiago-Pérez et al., 2012).

De esta manera nuestro país y en específico, el estado de Guanajuato afronta múl-tiples dificultades para establecer la completitud en el conocimiento de sus recursos naturales, como es el caso de los anfibios y reptiles, además del diseño de estrategias adecuadas de conservación para éstos. Sin embargo e indudablemente, el primer paso para llevar a cabo cualquier estrategia de conservación, es la generación del conoci-miento, basado y motivado en la toma de decisiones objetivas. En esta amalgama del conocimiento, no sólo se requiere el trabajo y participación de la comunidad cientí-fica, sino también de políticos, autoridades ambientales y población en general. Por lo que Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato se con-templa como una obra sencilla y de fácil lectura cuyo unico objetivo es dar a conocer información referente a aspectos generales sobre los anfibios y reptiles, y con énfasis en los que se encuentran presentes en Charco Azul.

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En resumen, este trabajo contempla varios temas entre los que se incluyen: 1- Ge-neralidades acerca de los anfibios y reptiles, como su clasificación, evolución e historia natural, 2- Aspectos socio-económicos de Charco Azul, 3- Diversidad de especies de los anfibios y reptiles de Charco Azul, 4- Fichas descriptivas de las especies para ambos grupos biológicos, y 5- Usos, mitos y costumbres en cuanto a los anfibios y reptiles en el sitio. Además se proporciona un glosario que ayuda a entender algunos de los términos que se manejan dentro de esta obra.

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uso de esta Guía

Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, Guanajuato, contempla de manera sencilla y en fichas descriptivas, una breve explicación de cómo consultar aspectos relativos a las especies que se presentan aquí. Como por ejemplo; su descrip-ción morfológica, tipo de reproducción, alimentación, hábitos y distribución (Figura 1). Ello con la con la finalidad de que él público no familiarizado con los anfibios y reptiles, pueda identificarlos a partir de características como las antes mencionadas. Además se hace alusión a su situación actual conforme a la categoría o estatus en el que se consideran en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (DOF, 2010). Por lo que cada ficha descriptiva contiene la siguiente información:

-Nombre común: Nombre con el que se le conoce al organismo localmente.-Nombre científico: Nombre técnico de la especie y es de uso universal.-Características principales: Descrip-ción morfológica, reproducción, ali-mentación, hábitos y distribución.-Categoría de peligro: El color del cír-culo en la parte superior derecha indica si es inofensiva “no venenosa” (verde), o peligrosa “venenosa” (roja).-Estatus de conservación y distribu-ción (endemisidad). Según la norma oficial mexicana NOM-059-SEMAR-NAT-2010; y si es o no endémica de México.-Hábitos. El color del recuadro en la parte superior izquierda, indica los hábitos de la especie. Azul = acuática; Café = terrestre; Azul-Café = ambos hábitos.-Fotografía: Imagen de la especie que se describe. Figura 1. Ficha descriptiva de la especie.

30 AdriAnLeyteMAnriqueyMAtíAsdoMínguezLAso

Descripción: Tamaño promedio de 65 milímetros de longitud hocico cloa-ca (LHC), en adultos transformados en ChA; en estadios subadultos presentan una corona branquial en la cabeza, sien-do la LHC promedio de 76 mm. La co-loración va del gris al negro en estadios juveniles y subadultos; en adultos neoté-nicos y transformados se presentan motas amarillas en el dorso, garganta (machos) y cola; el vientre es de color crema.Reproducción: Especie con reproducción sexual y ovípara. En ChA se presentan dos puestas al año. Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Los huevos son depositados entre la vegetación sumergi-da, rocas o bien, ramas dentro del agua.Alimentación: Consume insectos (ninfas de libélulas particularmente), ranas, peces e individuos de la misma especie, ya que práctica el canibalismo; algo muy común en los ajolotes. En el caso de las crías de esta especie, utilizan el mimetismo para camuflajearse con el sustrato y con ello evitar ser comidos.Hábitos: Su actividad es particularmente nocturna, aunque en ChA se le puede ver durante distintas horas del día, al subir a la superficie de los cuerpos de agua que habita; pozas permanentes y arroyos.

Utiliza como refugios y microhábi-tats, la vegetación tanto sumergida como la de superficie. Emplea la conexión entre pozas y cuesta río abajo para desplazarse (a manera de toboganes) entre el com-

plejo de pozas de agua que se presenta en ChA. Esta especie ocurre en ambien-tes templados con temperaturas de 14 a 20 °C, y sitios con vegetación de pino y encino.Distribución: Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Mi-choacán, Puebla y Querétaro. Para Gua-najuato se ha reportado su presencia en Mineral de Pozos.

Fuentes: 3 y 4.

Ajolote/Ambystoma velasci

Pr/E

Figura 9. En la parte superior se observaun adulto transformado; en la inferior

un adulto neoténico con corona branquial.

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cómo observar anfIbIos y reptIles en el campo

Cuando nos disponemos a realizar un viaje para la observación de la naturaleza, que por lo regular requiere de cierta destreza física, pero más de capacidad de observa-ción y mucha paciencia; muchos de los sitios que visitamos están llenos de vida, solo depende del lente con que la veamos y la curiosidad que tengamos para conocer más de ella.

En particular los anfibios y reptiles son un grupo de vertebrados que por una parte, a muchas personas resultan interesantes y a otro tanto, les provocan temor, principalmente por el desconocimiento que se tiene sobre ellos. Pero lo más seguro es que las personas sean quienes asusten a los animales, por lo tanto, se recomienda que cuando se camine por el campo y se escuchen ruidos o se vea a algún sapo o rana y/o lagartijas y serpientes; se mantenga en absoluto silencio y permanecer quie-tos; retirándose posteriormente a una distancia apropiada para que pueda observar, e incluso fotografiar con toda calma a los organismos de su atención. Asimismo, se pide al campista o visitante, no intentar atraparlo, él vive mucho mejor ahí que en cualquier otro sitio, al cual se le quiera confinar o mantener enjaulado. Lo que sí se puede mencionar, es que existen algunas reglas para observar a los anfibios y reptiles, ya que como como cualquier otra actividad que requiera el contacto con la natura-leza, esta debe realizarse respetando a los seres vivos. Recalcando por último, que la oportunidad de observarlos en el campo depende fundamentalmente de una serie de factores del estado del tiempo, como la temperatura, humedad, y hora del día, así como la experiencia del observador.

Algunas características que debemos considerar para su observación, son:

11. Su tamaño pequeño y coloración criptica, que por lo regular y dependiendo de las zonas donde se encuentran habitando, ya sea selvas, bosques, desier-tos o montañas, variara de acuerdo a distintas estrategias de adaptación que tengan las especies. Por lo que hay que observar muy bien el entorno para lograr percibir sus movimientos, o bien en el caso de los anfibios como las ranas, sus cantos.

12. Los hábitos de las especies son fundamentales, ya que pueden vivir ocultos ba-jo rocas, troncos caídos, bajo el suelo o en sitios de difícil acceso que los hace

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un tanto complicado para encontrarlos u observarlos. Además de que muchas especies tienen horarios de actividad muy marcados que están determinados por las horas luz-obscuridad y sobre todo por la temperatura ambiental, por lo que existen especies que se muestran activas durante las horas del día, cuando el sol está irradiando calor y este es asimilado para el control de su temperatura corporal; además de que debe considerarse también, la actividad de sus distintas presas, como por ejemplo, los insectos. Algunos otros, solo se encuentran activos en horarios crepusculares donde la temperatura no es tan alta y no tienen que preocuparse por llegar a deshidratarse, en tanto que algunas otras son nocturnas, por lo que pueden ser más difíciles de encontrar, ya sea por sus depredadores, o bien por las personas.

13. Cuando se observe algún organismo hay que mantener la calma y colocarse a una distancia prudente. Moviéndose lentamente y colocándose a una po-sición que le permita apreciarlo de una mejor manera, y claro, obtener una buena fotografía de él o de ellos.

14. Si en dado caso al ir por algún sendero o camino, y se encuentra con algún anfibio o reptil (por lo regular las lagartijas son las que pasan corriendo y en ocasiones serpientes que se asolean), hay que esperar a que pase, o bien, simplemente buscar otro camino por donde ir.

15. Al salir al campo, y si su intención es la observación de los organismos, puede llevar a cabo esta tarea de búsqueda en distintos hábitats, como son cuerpos de agua, hojarasca, troncos, ramas y rocas. En el caso de las especies en Charco Azul, en su mayoría son de hábitos terrestres, por lo que será mucho más fácil su observación.

16. Para la observación de anfibios la mejor época es la de lluvias, ya que la ma-yoría de las especies se reproducen, siendo fáciles de detectar por los cantos que emiten los machos. Siendo los cuerpos de agua donde depositan sus huevecillos, los sitios ideales para verlos.

17. Los reptiles son un poco más difíciles de encontrar pero tienen ciertos há-bitos que pueden permitir su observación, como estar asoleándose en rocas, o bien posados entre la vegetación y troncos de los árboles. Siendo el mejor momento para observarlos durante las primeras horas de la mañana y las últimas del día.

18. Muchas especies de lagartijas se asolean sobre el suelo, ramas de los árboles, rocas o cercas de piedra, y muchas de ellas nos permiten acercarnos a una dis-tancia prudente-cerca de medio metro-existiendo otras que tienen una vista más desarrollada e inmediatamente que detectan algo extraño, salen huyendo, por lo que nuestro sigilo es muy valioso a la hora de acercarnos.

19. Las serpientes son de hábitos terrestres y semiacuáticos, su observación de-

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pende de un alto grado de agudeza visual, ya que suelen ser muy escurridizas, y regularmente se encuentran en lugares donde su coloración es críptica, esto es, que las hace parecerse al entorno que las rodea, dificultando su observa-ción. Cabe resaltar que por ninguna circunstancia se debe capturar o mane-jar una serpiente, ya que pueden ser causas de accidente mortales, al ser la persona mordida, como es el caso de especies venenosas y entre las cuales se incluye a las serpientes de cascabel (presentes en Charco Azul). En este senti-do, es importante conocer la forma de identificar serpientes venenosas para prevenir accidentes. En general, las serpientes de cascabel pueden identificarse a simple vista, por la presencia de una estructura quitinosa, llamada cascabel, la cual es muy evidente, de ahí su nombre “Cascabel”, otra característica es la posición de la pupila, presentándose esta de manera vertical, y aunque si bien, está es una característica distintiva en las cascabeles, se puede observar en otras serpientes no venenosas, como la culebra Hypsiglena torquata.

110. En el caso de las tortugas, estas suelen ser comunes en cuerpos de agua per-manentes o temporales en los que habitan, sin embargo, suele ser un tanto difíciles de localizar, puesto que muchas de las veces permanecen ocultas, ya sea en los cuerpos de agua o vegetación que rodea a estos, sólo observándo-seles cuando sacan su cabeza para respirar.

111. Finalmente, debe tomarse en cuenta que al querer observar anfibios y rep-tiles en su medio natural o salvaje, no se recomienda atraparlos, ya que al hacerlo, los organismos se defenderán al sentirse acorralados o estresados, o bien escaparán. Por lo que lo más recomendable es no molestarlos, ni atraparlos.

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GeneralIdades de los anfIbIos y reptIles

El propósito de abordar aspectos generales sobre los anfibios y reptiles es con la intención de que el lector no familiarizado con estos vertebrados obtenga un mayor conocimiento de ellos, y le ayude a responder preguntas como ¿Por qué llamarlos vertebrados? ¿Anfibios y/o reptiles? ¿Cuál es su origen? ¿Cuáles son las diferencias entre éstos?, y otras tantas preguntas que comúnmente se generan al querer indagar más acerca de estos enigmáticos animales. La información que aquí se presenta, de alguna manera es un apoyo y marco de referencia para quienes desconocen en su totalidad o parcialmente a los anfibios y reptiles, así como características propias de cada uno de ellos.

Por otra parte y antes de hablar de anfibios y reptiles, debemos hacer un paréntesis y despejar dudas que a muchas personas no dedicadas al estudio de estos animales sobresaltan ¿Qué es un herpetólogo? ¿Qué es la herpetología? ¿Qué es la herpetofauna? En términos generales, un herpetólogo es aquella persona que se ha especializado en el conocimiento de los anfibios y reptiles, y que además aplica distintas técnicas y métodos para el estudio de estos animales vertebrados, desde un punto de vista científico.

La herpetología se define como una disciplina de la zoología que se encarga del estudio de los anfibios y reptiles en todas sus manifestaciones, es decir, su morfología, que nos da información en cuanto a su forma para poder identificarlos y clasificarlos, su alimentación, y saber si son herbívoros, carnívoros o insectívoros, entre otros; su distribución, en qué ambientes y tipos de vegetación se encuentran, historia y origen (evolutivo), y reproducción (comportamiento e historia de vida). Como por ejemplo, cuantas crías tienen y si son ovíparos (que ponen huevos) o vivíparos (las crías se desarrollan dentro de la madre), sólo por mencionar algunas de éstas (Pough et al., 2001; Zug et al., 2001; Vásquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005, Ramírez-Bautista et al., 2009; Vitt y Caldwell, 2009; Santiago-Pérez et al., 2012).

Sin embargo, existe otro término que suele causar confusión “Herpetofauna”, y que se asocia con el primero (herpetología), que si bien tiene que ver con las especies de anfibios y reptiles, en sentido estricto, se diferencia de éste, ya que hace énfasis a la distribución de estos dos grupos de vertebrados en distintos tipos de vegetación y gradientes altitudinales, en un área de su distribución y se considera sinónimo de riqueza o diversidad (Flores-Villela y Gerez, 1994).

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anfIbIos

Clase Amphibia

Anfibios- El término anfibio se deriva de la palabra griega amphibios, que significa “entre, o en dos vidas”. Destaca en sí mismo, las formas de vida y características de este grupo de animales vertebrados (animales que presentan columna vertebral; peces, an-fibios, reptiles, aves y mamíferos); que son definidos por características propias como son su piel suave y lisa, pero también rugosa, capacidad para nadar, alta transpiración y humedad; reproducción sexual (ocurre entre el macho y la hembra; Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz), ciclos de vida en dos vías de desarrollo; el directo, el nuevo organismo tiene la forma de adulto y no sufre ningún cambio físico aparente, sólo incrementa su tamaño (Pough et al., 2001; Vitt y Caldwell, 2009), y el indirecto, en el que los organismos pasan por una serie de cambios que se conocen con metamorfosis, es decir, de un huevo y dentro de este se desarrollan los nuevos seres, al eclosionar o nacer presentan una forma muy distinta al adulto. En esta primer etapa de su vida se conocen como larvas, y ocurren los cambios sucesivos, a renacuajos, hasta que al final de este desarrollo presenta la forma de un individuo adulto (Pough et al., 2001, 2004). Otra característica de los anfibios, es la de poder vivir tanto en el medio acuático como en el terrestre (Zug et al., 2001; Jiménez-Velázquez et al., 2012;). Considerándoseles formas de vida intermedias entre los peces acuáticos y los amniotas terrestres (Véase término en glosario; Duellman y Trueb, 1986; Vitt y Caldwell, 2009).

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Los anfibios incluyen como tal, a los sapos, ranas, ajolotes, salamandras y cecilias, siendo su origen y aparición en el la tierra, hace aproximadamente unos 368 millones de años, y en un periodo conocido como Devónico Superior (Vázquez-Díaz y Quin-tero-Díaz, 2005). En términos generales los anfibios se agrupan y clasifican en tres grandes ordenes: Anura, Caudata o Urodela, y Gymnophiona.

Anura. Está integrado por las ranas y sapos, existiendo a nivel mundial, un poco más de cuatro mil especies (Pough et al., 2001), y en México se tienen aproximadamente unas 234 especies (Parra-Olea et al., 2014), mismas que muestran una gran variedad y habitan en todo el territorio nacional, ocupando distintos ambientes; desde las sel-vas lluviosas hasta las dunas arenosas, manglares y lagunas en las zonas costeras; los bosques de niebla o mesófilos de montaña, los de pino y encinos en las zonas tem-pladas, los bosques de matorral submontano y xerófilo en las planicies del país; así como zonas limítrofes de los desiertos (Jiménez-Velázquez et al., 2012; Pough et al., 2004). Por otra parte, entre las ranas, existen especies que son totalmente acuáticas, es decir, que todo su ciclo de vida o la mayor parte, se encuentran en el agua, o muy cercas de ésta (Jiménez-Velázquez et al., 2012). Sin embargo, existen otras como las ranitas terrestres de la familia Craugastoridae; que no necesitan obligadamente estar en el agua, basta con que exista alta humedad en el ambiente; además, las ranitas de este género presentan desarrollo directo.

Caudata. A los miembros de este grupo se les conoce así ya que presentan una es-tructura llamada cola o cauda —generalmente comprimida— que sirve para darles movilidad en el medio acuático (Pough et al., 2001, 2004). En México, se tiene a los ajolotes (familia Ambystomatidae) y salamandras (familia Pletodontidae), con 137 especies (Parra-Olea et al., 2014). Las diferencias entre ajolotes y salamandras son en primer lugar su forma o apariencia, que en algunos casos suele ser similar y por ello se les llega a confundir. Los ajolotes, por lo general presentan una corona de bran-quias que les ayudan a respirar en el agua (Zug et al., 2001), aunque algunas especies en estado adulto pierden esa corona, por un proceso de metamorfosis, por lo que se asemejan más en apariencia a sus primas terrestres (salamandras), un ejemplo de ello, es el ajolote (Ambystoma velasci, muy común en Charco Azul, Xichú). En el caso de las salamandras, éstas viven en ambientes con alta humedad, y sus extremidades y cuerpo están más adaptados a las condiciones terrestres, a diferencia de los ajolotes, no son de hábitos acuáticos (al menos no las especies mexicanas). Algo que comparten ajolotes y salamandras con las ranas y sapos, es una piel lisa y suave, que presenta una capa protectora que cubre el cuerpo y lo protege de heridas o patógenos, así como para darle menor fricción en el agua, en el caso de las especies acuáticas, si bien en las terrestres también la presentan, ésta no es tan abundante (Zug et al., 2001; Pough et

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al., 2004). Tanto ajolotes como salamandras se encuentran en ambientes templados con presencia de bosques de pino, encino y de niebla (bosque mesófilo de montaña), siendo en su mayoría de hábitos nocturnos, es decir, se les encuentra principalmente durante la noche, siendo su tipo de reproducción ovípara (que ponen huevos; Pough et al., 2004). Por otra parte, los ajolotes se alimentan de varias presas entre las que se incluyen principalmente insectos (como son las larvas de los caballitos del diablo y libélulas), además de peces, ranas y de otros ajolotes, ya que pueden ser caníbales; por su parte, las salamandras suelen alimentarse de insectos (Ramírez-Bautista et al., 2009).

Gymnophiona. Comprende a las cecilias, anfibios con apariencia de lombriz —que presenta una serie de anillos en el cuerpo. Algunas viven debajo de la tierra y otras son totalmente acuáticas. Encontrándose generalmente en ambientes húmedos, como el de las selvas tropicales. En México se tienen tres especies de la familia Dermophiidae que se restringe al sureste del país, y en realidad se conoce muy poco de ella y su his-toria natural (Parra-Olea et al., 2014; Vázquez-Díaz-Quintero-Díaz, 2005).

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reptIles

Clase Reptilia

Reptiles- La palabra reptil, se deriva del vocablo latín reptile, cuya forma sustantiva es reptilis; y que significa “el que se arrastra”, hace referencia particularmente a las serpientes; en tanto el término repere (reptar: arrastrarse, deslizarse y reptar); es más general. Su origen pudo haber ocurrido de entre 280 a 338 millones de años, durante la era Paleozoica, siendo actualmente los grupos vivientes reconocidos: Testudines o Chelonia (tortugas), Lepidosauria (Tuatara [reptil primitivo cuyo origen se remonta a época de los dinosaurios, y actualmente sólo se le encuentra en Nueva Zelanda]; lagartijas, serpientes y anfisbénidos [reptil anillado con apariencia de un gusano]); y Archosauria, específicamente se refiere a los Crocodylia (Pough et al., 2001; 2004, 2009; Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). Una característica general de los reptiles es la presencia de estructuras llamadas “es-camas”; en todos los miembros de este grupo cubren y protegen en su totalidad la piel del organismo; a excepción de las tortugas, ya que éstas presentan un caparazón o coraza de queratina formada por placas que protegen su cuerpo (Zug et al., 2001; Pough et al., 2001; Jiménez-Velázquez et al., 2012).

Habitan casi todos los ambientes del planeta; bosques templados, desiertos y sel-vas en la tierra, hasta los arrecifes coralinos en los mares (Pough et al., 2004), su tipo

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su tipo de reproducción puede ser asexual (como por ejemplo, en algunas especies de lagartijas del género Aspidoscelis), sexual; ovíparas o vivíparas; los hay de vida corta (dos a tres años, por ejemplo; lagartijas de talla mediana como Sceloporus grammicus), hasta 80 años, como los cocodrilos (ejemplo Crocodylus acutus), así como tortugas marinas y algunas terrestres (Zug et al., 2001; Pough, 2001, 2004, 2009; Vitt y Caldwell, 2009, 2014; Jiménez-Velázquez et al., 2012).

Los reptiles son llamados comúnmente organismos o animales de sangre fría; lo que ha dado lugar a la falsa creencia de que sean malos o que no tengan sentimientos, según el folklore popular (Casas-Andreu, 2004). Sin embargo, el término “sangre fría”, se refiere a otra cosa más importante que ayuda a los reptiles a vivir y que tiene que ver con la capacidad de tomar la energía del sol —transformada en calor en su cuerpo para poder regular su temperatura—, ya que ellos no tienen la capacidad de mantener su energía corporal controlada con respecto a la del medio exterior, como lo hacen los mamíferos (Pough et al., 2001).

A continuación se mencionan algunos aspectos y características importantes para los tres grupos de reptiles vivientes. Sin embargo, debe recalcarse que si bien alguno de ellos no se encuentran presentes en Charco Azul ni en Guanajuato, es importante mencionarlos en esta obra, ya que forman parte de la diversidad de los reptiles tanto de México como del mundo.

Testudines o Chelonia. Comprende a todas las especies de tortugas, ya sean éstas terrestres o marinas, y en el caso de México, se cuenta con 48 especies (Flores-Villela y García-Vázquez, 2014; Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005). Su origen se remon-ta a hace unos 220 millones de años y hacia el periodo Pérmico (Pough et al., 2001; Jiménez-Velázquez et al., 2012). Como característica única, y que las diferencia de los demás reptiles, es que presentan un caparazón (concha o coraza) que protege su cuerpo, siendo la excepción sólo en algunas especies como la tortuga marina Laúd (Dermochelys coriacea ), quien presenta una piel gruesa pero flexible (Gil-Hernández y Ocaña-Luna, 1996). Viven en casi todos los ambientes; terrestres y acuáticos, como son las selvas, bosques y desiertos; en lagunas, mar, ríos y lagos en zonas templadas y tropicales (Pough et al., 2004; Vitt y Caldwell, 2009; Jiménez-Velázquez et al., 2012). En cuanto a su actividad, las hay de hábitos diurnos y nocturnos; su alimentación es variada, ya que comen insectos, peces, anfibios, reptiles, aves y en algunos casos pe-queños mamíferos. Existiendo además, especies que son herbívoras e incluso también carroñeras (Ramírez-Bautista et al., 2009). Su reproducción es sexual y ovípara (las crías desarrollan dentro de un huevo calcáreo de forma ovalada y alargada; Pough et al., 2001; 2004).

Lepidosauria/Rhynchocephalia. A los reptiles de este grupo, comúnmente se les lla-ma tuátaras, y son una forma de reptil ancestral cuyo origen en el planeta es de hace

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casi 210 millones de años (desde el periodo Triásico); así que se pude considerar un fósil viviente (Pough et al., 2001; Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2004). Actualmen-te, existe sólo una especie viva; Sphenodon punctatus que sólo se puede encontrar en Nueva Zelanda en el continente de Oceanía (Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005). Las especie del género alcanzan una talla o tamaño de 300 mm en promedio de LHC (Longitud hocico cloaca), son de hábitos terrestres; viven en los acantilados y entre rocas, utilizando las madrigueras hechas por las aves marinas, siendo su actividad durante la noche y su alimentación se basa principalmente en insectos, aunque tam-bién puede comer caracoles marinos, huevos de aves, lagartijas y ranas (Pough et al., 2004). Su tipo de reproducción es ovíparo, y el tamaño de puesta es de 5 a 15 huevos, y se da un cuidado de los mismos en el nido o madriguera (Jiménez-Velázquez et al., 2012).

Lepidosauria/Squamata/Lacertilia (Lagartijas). Son el grupo más numeroso entre los reptiles, con cerca de 5841 especies a nivel mundial, en tanto que para nuestro país se tienen 417 (Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). Su origen es de alrededor de unos 160 millones de años en el planeta; se presentan casi en todos los sitios: bosques, selvas y desiertos en ambientes templados y tropicales, a excepción de la zonas polares (Pough et al., 2004; Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005). Entre las lagartijas se tienen aquellas que son de hábitos diurnos como la lagartija escamosa del mezquite (Scelo-porus grammicus), o bien las nocturnas, como la salamarqueza o gecko del Alto Balsas (Phyllodactylus bordai;). Los tipos de alimentación son diversos, carnívoro (Lagarto enchaquirado o monstruo de Gila; Heloderma horridum), omnívoro (la iguana negra Ctenosaura pectinata), herbívoro (Iguana verde; Iguana iguana) e insectívoro (lagar-tija escorpión; Barisia imbricata; Pough, et al., 2004). Sus tipos de reproducción son ovíparo y vivíparo, y existen también especies con partenogénesis (Véase definición en glosario; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014; Jiménez-Velázquez et al., 2012).

Lepidosauria/Squamata/Serpente (Serpientes). En el mundo existen aproximada-mente 3442 especies, y en México 393 (Flores-Villela y García Vázquez, 2014), lo que representa el 11.41 % de la diversidad de ofidios del planeta. Surgieron hace unos 110 millones de años durante el cretácico, y desde entonces se han mantenido en la tierra (Jiménez-Velázquez et al., 2012). Las serpientes son un grupo de reptiles muy peculiar y fácilmente distinguible; su cuerpo es alargado y estrecho, no presentan extremidades como sus parientes las tortugas, lagartijas y cocodrilos, ni cintura pélvica (algunas especies como las boas, presentan estructuras vestigiales de extremidades y cintura); y no poseen párpados (Pouhg et al., 2004; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014).

Se distribuyen en casi todos los ambientes; los límites de su distribución están en tierras marginales hacia los polos (Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). Pudiendo

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hallarse en selvas, bosques, pastizales, matorrales y a elevaciones que van desde el nivel del mar (incluso las hay marinas de la familia Hydrophinae); en las dunas de arenas, manglares y pantanos hasta más de los 4000 msnm en las zonas de alta montaña, como en el pico de Orizaba (Uribe-Peña et al., 1999). Las hay con actividad diurna y noctur-na dependiendo del ecosistema en que se encuentren, y sus hábitos son variados; ya que pueden ser acuáticas y semiacuáticas, terrestres, arborícolas y enterradoras (Flo-res-Villela y García-Vázquez, 2014). Todas son depredadoras, es decir, buscan, cazan, capturan y tragan a sus presas después de haberlas cazado; hay desde las que comen pequeños insectos como la serpiente ciega tropical Ramphotyphlops braminus hasta la gran Mazacoata o boa (Boa constrictor), que puede comer mamíferos del tamaño de una cría de venado o becerro. Existen otras como las pitones, originarias del sur de Asia, y las anacondas en Sudamérica (de hasta 10 metros de longitud) en las que se ha registrado que pueden llegar a comer incluso una vaca entera, cocodrilos, jaguares y seres humanos (Casas-Andreu, 2004; Jiménez-Velázquez et al., 2012; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014).

En las serpientes su reproducción es sexual, sin embargo, en algunos casos muy raros, se ha reportado “partenogénesis”; siendo un ejemplo de ello, los géneros Bo-throps y Crotalus (Jiménez-Velázquez et al., 2012). Los tipos de reproducción (sexual) son el ovíparo y el vivíparo; el tamaño de la puesta o camada varía entre cada una de las especies. Por ejemplo, en especies ovíparas como la coralillo (Micrurus tener), se ha registrado un tamaño de puesta de 10 huevos (Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005). En tanto que para especies vivíparas como Mazacoata (Boa constrictor), el tamaño de camada varía de 10 a 20 crías (Santiago-Pérez et al., 2012).

Lepidosauria/Squamata/Amphisbaenia (Reptiles anillados). Los anfisbénidos son reptiles anillados o con forma de gusano, su origen no es preciso hoy en día pero este puede ser de un poco más de 100 millones de años, y comprenden unas 184 especies a nivel mundial (Pough et al., 2004). En México se cuenta con tres representantes del género Bipes, B. biporus, B. canaliculatus y B. trydactilus, de estás, la primera es endémi-ca de México y se le conoce comúnmente como lagartija topo, encontrándose en Baja California (Quintero-Díaz y Vázquez-Díaz, 2005; Jiménez-Velázquez et al., 2012).

Los miembros de este grupo de reptiles, viven generalmente en ambientes tro-picales y subtropicales en selvas y desiertos de dunas en América, África y porción del sureste de Asia (Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). No se conocen muchos aspectos de su historia natural y ecología, debido a que son un tanto difíciles de ver, pues son de hábitos fosoriales o enterradores.

Archosauria/Crocodylia (Cocodrilos). Existen alrededor de 23 especie de cocodrilos en el mundo y para México, se tienen tres; dos de la familia Crocodylidae; Crocodylus

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acutus y C. moreletii, y uno de la familia Alligatoridae; Caiman crocodylus fuscus (Flo-res-Villela y García-Vázquez, 2014; Jiménez-Velázquez et al., 2012). Una característica que diferencia a los cocodrilos de los demás reptiles, es la presencia de una gruesa piel con osteodermos, patas posteriores palmeadas o membranosas que le ayudan a la natación (Pough et al., 2004). Aparecieron en el planeta hace unos 210 millones de años y fueron contemporáneos de los dinosaurios, por lo que se les considera fósiles vivientes (Pough et al., 2001, 2004). Los cocodrilos habitan los ambientes tropicales del planeta, en nuestro país se les encuentra tanto en el Pacífico como en el Golfo de México y el Atlántico, y viven asociados a zonas pantanosas y de extensas comu-nidades de manglares en las zonas costeras (Pough et al., 2004; Leyte-Manrique y Ramírez-Bautista, 2005).

Los tamaños de las especies pueden variar, ya que las hay gigantes como el co-codrilo marino (Crocodylus porosus) que habita en Australia de hasta ocho metros a pequeños como el cocodrilo enano (Osteolaemus tetraspis) que habita en el Golfo de Guinea de aproximadamente un metro. En México, el cocodrilo de pantano (C. moreletii) alcanza una longitud de 3.5 metros, y el de río (C. acutus) llega a alcanzar hasta los 6.25 metros, en tanto que el caimán, tan solo de 2.5 metros (Álvarez del Toro y Sigler, 2001; Vásquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005; Jiménez-Velázquez et al., 2012). En cuanto a su alimentación, estos son carnívoros ya que comen peces, ranas, reptiles, aves, mamíferos, e incluso otros cocodrilos de su misma especie. Son orga-nismos longevos (hasta cerca de 80 años) y su reproducción es ovípara, las hembras ponen alrededor de 20 a 50 huevos, pero depende de cada especie la cantidad de la puesta (Pough et al., 2004).

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charco azul, XIchú

Contexto geográfico

El Municipio de Xichú junto con los de Victoria, Artejea, Santa Catarina y parte norte de San Luis de La Paz, se encuentran comprendidos dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda-Guanajuato (RBSG-G; Campos-Rodríguez et al., 2009). La RBSG-G, abarca una superficie de 236, 882 hectáreas, y presenta varios tipos de vegetación, entre los que se incluyen comunidades de cactáceas, selva baja caducifolia, bosque de pino, bosque de encino, matorral xerófilo y matorral submontano (Rzedowski, 1978; SEMARNAP, 1999).

Figura 2. Mapa de ubicación geográfica de Charco Azul, Xichú, Guanajuato.

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En el caso particular de Charco Azul (ChA), mejor conocido como “Parque Eco-turístico Charco Azul”, se encuentra enclavado en la zona núcleo de la RBSG-G, en la comunidad de El Ocotero (21° 17’ 43’’ Norte y 100° 03’ 39’’ Oeste; Figura 2), ejido de Casitas, Municipio de Xichú, Guanajuato. Colinda al norte con la comunidad de Casitas, dentro del mismo ejido, y en dirección norte con el poblado de El Pilón, y pueblo y cabecera municipal de Xichú; y hacia el noroeste con la comunidad de San Agustín, Municipio de Victoria (SEMARNAT, 2005).

Presenta elevaciones que van de los 2200 a los 2296 metros sobre el nivel del mar; el clima es templado; precipitación y temperatura promedio anual de 617 mm, y 16 y 18 °C, respectivamente (García, 1973). El tipo de vegetación característico correspon-de a bosque de encino, y algunos elementos de pino, cedro, matorral submontano e hidrófitas (carrizales; introducidos en el área; Rzedowski, 1978; Figura 3).

Parque Ecoturístico Charco Azul

El Parque Ecoturístico “Charco Azul”, recibe su nombre de un cuerpo de agua; una poza permanente (Figuras 4a y b) que se nutre por una serie de arroyos que desem-bocan en ella, y que tienen origen en el río Mezquital y Manzanares, conectándose con la cuenca de los río Santa María y Xichú (Walter y Brooks, 2009). La poza de agua ChA, presenta una superficie de 205.31 metros de circunferencia, y corre por un brazo de canaletas dirección noroeste río abajo, que su paso conecta una serie de pozas más pequeñas en dirección sureste, río arriba, hacia la comunidad de Casitas, lo que le confiere una geomorfología hídrica particular (SEMARNAT, 2005).

Figura 3. Vegetación de pino-encino característica de Charco Azul.

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Aspectos Socio-económicos

Charco Azul tiene una población aproximada de 170 habitantes, siendo mayor el número de mujeres que de hombres. En el sitio hay 40 viviendas, las cuales en su mayoría cuentan con servicios de luz y agua (en el caso del agua, esta también es to-mada directamente de la poza de agua que se encuentra en ChA); de éstas, la mayoría son de techo de lámina y sin piso. La población promedio cuenta con estudios a nivel secundaria. En ChA no se cuenta con centros educativos de ningún nivel, por lo que los niños y jóvenes, tienen que trasladarse a otras comunidades, ya sea a Casitas, en donde se cuenta con un kínder y primaria, o bien, hacia la comunidad de La Joya en el Municipio de Victoria para asistir a la secundaria (SEMARNAT, 2005). Entre las principales actividades económicas se tiene la agricultura, siendo la producción y venta de manzana, así como sus derivados (licor de manzana, jalea y dulce) una

Figura 4. Se muestra la poza de agua, de la que se deriva el nombre de Charco Azul, a = caída de agua en cascada; b = panorámica de la poza de agua.

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fuente de ingresos económicos para varias familias. Además se práctica la ganadería de autoconsumo y el pastoreo, la venta de comida y actividad turística. Esta última, es una fuente de ingresos que genera recursos a varias familias. Entre las actividades que se pueden realizar están: campismo y días de campo familiares (se cuenta con parrillas de piedra). La temporada con la mayor afluencia de visitantes es la Semana Santa.

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dIversIdad de los anfIbIos y reptIles

México es un país rico en especies de plantas y animales, entre éstos últimos, destaca la riqueza de vertebrados como los anfibios y reptiles, y de importancia a ni-vel nacional y mundial (Flores-Villela y Gerez, 1994). Estimándose actualmente para nuestro país, un total de 1240 especies, de las cuales 376 son anfibios y 864 reptiles, mismas que representan la herpetofauna nacional (Parra-Olea et al., 2014; Flores-Villela y García-Vázquez, 2014). En este contexto y para Guanajuato, autores como Reynoso et al., 2012, mencionan que para el estado se cuenta con 102 especies (25 de anfibios y 77 para reptiles), lo que representa a escala nacional, alrededor del 10% de la herpetofauna del país.

Para el caso específico de Charco Azul, el número de especies registradas es de 18, de las cuales seis son anfibios y 12 reptiles. Los anfibios están representados por dos grupos, anuros y caudatos. En tanto que los reptiles se representan por tres; testudines, lacertilios y serpentes (Cuadro 1).

Cuadro 1. Diversidad de especies y grupos de anfibios y reptiles en Charco Azul.

Anfibios Reptiles

Anuros Caudatos Testudines Lacertilios Serpentes

Incilius occidentalis

Ambystoma velasci

Kinosternon integrum

Barisia imbricata

Conopsis lineataGeophis latifrontalis

Hyla arenicolor Pseudoeurycea cephalica

Sceloporus grammicus

Pituophis deppei

H. eximia S. minor Rhadineae taeniata

Lithobates berlandieri

Plestiodon lynxe Storeria dekayi

Crotalus aquilus

C. molossus

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En cuanto a familias, géneros y especies para anfibios, los anuros (sapos y ranas) presentan el mayor número de especies, en tanto que para los reptiles, las serpientes son más diversas, como es el caso de la familia Colubridae (Cuadros 2 y 3).

Cuadro 2. Diversidad de familias, géneros y especies en anfibios.

Familias Géneros Especies

Anura 3; Bufonidae, Hylidae y Ranidae

3, Incilius, Hyla y Lithobates

4; Incilius occidentalis, Hyla arenicolor, H. eximia y Lithobates berlandieri

Caudata 2; Ambystomatidae y Plethodontidae

2; Ambystoma y Pseudoeurycea

2; Ambystoma velasci y Pseudoeurycea cephalica

Total 5 5 6

Cuadro 3. Diversidad de familias, géneros y especies en reptiles.

Familias Géneros Especies

Testudines 1; Kinosternidae 1; Kinosternon 1; Kinosternon integrum

Lacertilia 3; Anguidae, Phrynosomatidae y Scincidae

3; Barisia, Sceloporus y Plestiodon

4; Barisia imbricata, Sceloporus grammicus, S. minor y Plestiodon lynxe

Serpente 2; Colubridae y Viperidae

6; Conopsis, Geophis, Pituophis, Rhadineae, Storeria y Crotalus

7; Conopsis lineata, Geophis latifrontalis, Pituophis deppei, Rhadineae taeniata, Storeria dekayi, Crotalus aquilus y C. molossus.

Total 6 10 12

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fIchas descrIptIvas para las especIes

Las fichas descriptivas para las especies de anfibios y reptiles de Charco Azul (ChA), se desarrollaron con base en la literarura especializada como libros, guías y tesis que refieren a información: morfológica, ecológica y reproductiva de las especies que se describen para el sitio. En cada una de las fichas en el apartado que dice Fuentes, apa-rece el número que corresponde a cada autor (es) consultado o referido. Las fuentes se ordenaron por año de publicación.

1-Uribe-Peña et al., 1999.2-Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005.3-Canseco-Márquez y Gutiérrez-Mayén, 2006.4-Ramírez-Bautista et al., 2009.5-Cánseco-Márquez y Gutiérrez-Mayén, 2010.6-Cruz-Elizalde, 2010.7-Santiago-Pérez et al., 2012.8- Hernández-Arciga et al., 2013.

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Descripción: Organismos de cuerpo ro-busto y tamaño promedio de entre 56.5 y 58.5 mm de longitud hocico cloaca (LHC); cabeza corta con las crestas cra-neales pobremente desarrolladas y poco visibles. En las extremidades posteriores exhiben un pequeño tubérculo plantar de textura dura con un borde libre de color negro. La región dorsal es de color variable, de café oscuro a gris con man-ches oscuras e irregulares, el vientre es de color blanco con pequeñas manchas poco definidas.Reproducción: Es una especie ovípara y con reproducción de tipo sexual; que presenta dimorfismo, siendo las hembras de mayor tamaño que los machos. Previo a que la hembra deposite los huevos en el agua (se ha reportado un tamaño de puesta de hasta 10 mil huevos), es abraza-da por el macho, y a esta acción de abra-zo, se le llama amplexo.Alimentación: Es una especie que se ali-menta de insectos, peces e incluso otros anfibios.Hábitos: Su actividad es durante la no-che, es decir nocturna, aunque en oca-siones se le puede encontrar por la tarde cerca de las pozas de agua, y usa rocas como refugios.

Distribución: Es una especie con amplia distribución en México (Aguascalientes, Chihuahua, Colima, Durango, Gua-najuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Tlax-cala, Querétaro, San Luís Potosí, Hidalgo, Sinaloa y Zacatecas). Habita en ambien-tes templados en bosques de pino, en-cino, pino-encino, bosque mesófilo de montaña; matorral xerófilo y ambientes tropicales, a altitudes que van de los 1400 a los 2300 msnm.

Fuentes: 2, 3, 4, 5 y 6.

Sapo/Incilius occidentalis

Figura 5. Se muestra un ejemplar macho adulto de Inclius occidentalis.

Nc/Ne

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Descripción: Organismos de tamaño pequeño con una LHC promedio de 42 (32-44 mm; en ChA). La piel del cuerpo presenta tubérculos irregulares, así como una serie de manchas ovoides distribui-das en la zona dorsal. Los dedos de las ex-tremidades anteriores terminan en forma de discos (adhesivos). Los colores pueden variar entre individuos, y van desde el ca-fé arena, el gris y hasta el verde luminis-cente, y el color del vientre va de amarillo a blanco.Reproducción: Especie ovípara, que sue-le poner sus huevos en pequeñas pozas de agua y a la orilla de los arroyos (en ChA). La puesta de los huevos se inicia con la temporada de lluvias. Entre machos y hembras se presenta dimorfismo sexual; los machos presentan un saco gular que les ayuda al canto para atraer hembras y posteriormente llevar a cabo el amplexo, fertilización y ovoposición (sólo las hem-bras) de los huevos en el agua. El periodo de incubación y desarrollo de los peque-ños renacuajos va de los 50 a 60 días.Alimentación: Al igual que otras ranas, se alimenta de insectos pero también de ara-ñas, peces y otras ranas (principalmente renacuajos).Hábitos: Su actividad es nocturna y cre-puscular, aunque también se le puede ve1r durante el día. Habita en rocas entre las pozas de agua; en ChA, es común verla en las pozas de agua y rocas sobre el lecho de los arroyos.

Ranita, arenera/Hyla arenicolor

Distribución: Amplia distribución en el territorio nacional (centro, suroeste y norte; se incluye a Guanajuato). Habita en ambientes templados y semiáridos, con presencia de vegetación de pino, en-cino, pino-encino y matorral xerófilo.

Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

Figura 6. Hyla arenicolor es una especie policromática que puede presentar variedad

en colores. Imagen superior, un macho con color verde, y en la imagen de abajo se observa otro con coloración grisácea.

Nc/Ne

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Descripción: Organismos de tamaño pe-queño (LHC de 34 a 42 mm en promedio) y cuerpo triangular. Machos y hembras son del mismo tamaño; sin embargo, los machos presentan sacos bucales (que les ayudan al canto y llamado de las hem-bras). Presentan la terminación de los de-dos en forma de discos adhesivos, y en las patas traseras una membrana interdigital. Presentan, o no, manchas de color oscuro pareadas en el dorso; es notoria una línea de color negro que va de la punta del ho-cico al ojo, y prolongándose hasta la ingle; vientre de color blanco a crema.Reproducción: Son organismos con re-producción ovípara. La cópula y puesta de los huevos ocurre en el agua (en char-cas temporales o pozas y arroyos perma-nentes), y durante la noche en temporada de lluvias.Alimentación: Se alimenta de invertebra-dos (insectos, arañas, etc.), así como de vertebrados pequeños, como son juveni-les de peces e incluso otras ranas y sus renacuajos.Hábitos: Especie con actividad nocturna y crepuscular pero en ocasiones se le ve durante el día entre la vegetación ripiara o asociada los cuerpos de agua; pozas y arroyos.

Utiliza como microhábitats; arbus-tos, troncos y rocas. Se le encuentra en ambientes templados y semicálidos con vegetación de pino, encino y matorral

xerófilo. En ChA se le encuentra de los 2276 a los 2320 msnm en bosque de pi-no-encino.Distribución: Amplia distribución en México; Sierras Madre Oriental y Occi-dental, Meseta Central y Faja Volcánica Transmexicana.

Fuentes: 2, 3 y 6.

Ranita/Hyla eximia

Figura 7. Se muestran dos tipos distintos de microhábitats utilizados por Hyla eximia.

Nc/Ne

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Descripción: La talla (LHC) en promedio para las ranas de esta especie en ChA, fue de 38.9 mm (27.3-68.1) Presenta en el dorso dos pliegues dorsolaterales que se prolongan a la ingle e interrumpen en la parte media. Los dedos de las patas anteriores terminan en punta, y los de las posteriores presentan una membrana interdigital. El color del dorso varía de un pardo claro hasta un verde intenso de cuerpo esbelto, la cabeza es pequeña y puntiaguda. El patrón de coloración del dorso va de verde olivo claro a oscuro; presenta un promedio de 16 a 18 man-chas bordeadas de pardo; el vientre es crema y amarillo.Reproducción: Es una especie ovípara, la cópula se lleva a cabo durante la noche en pozas de agua y arroyos. En ChA se presentan dos ciclos reproductivos, uno en febrero y otro en junio. Los huevos son puestos a manera de racimo entre la vegetación acuática.Alimentación: Es una especie con dieta insectívora, aunque también incluye en-tre sus presas pequeños peces y renacua-jos de otras ranas y ajolotes; en ChA son muy abundantes estos últimos.

Hábitos: Especie con actividad nocturna y crepuscular, aunque en Charco Azul, se le encontró también durante el día en po-zas de agua. Utiliza la vegetación hidrófita “carrizales” como microhábitat al igual que rocas en ambiente de pino-encino, y a elevaciones de 2252 a 2270 msnm.Distribución: Se distribuye en la región norte, centro y sur del país y hasta la ver-tiente del Golfo de México.

Fuentes: 6.

Rana/Lithobates berlandieri

Figura 8. Lithobates berlandieri. Se muestra la imagen de un macho adulto.

Nc/Ne

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Descripción: Tamaño promedio de 65 milímetros de longitud hocico cloa-ca (LHC), en adultos transformados en ChA; en estadios subadultos presentan una corona branquial en la cabeza, sien-do la LHC promedio de 76 mm. La co-loración va del gris al negro en estadios juveniles y subadultos; en adultos neoté-nicos y transformados se presentan motas amarillas en el dorso, garganta (machos) y cola; el vientre es de color crema.Reproducción: Especie con reproducción sexual y ovípara. En ChA se presentan dos puestas al año. Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Los huevos son depositados entre la vegetación sumergi-da, rocas o bien, ramas dentro del agua.Alimentación: Consume insectos (ninfas de libélulas particularmente), ranas, peces e individuos de la misma especie, ya que práctica el canibalismo; algo muy común en los ajolotes. En el caso de las crías de esta especie, utilizan el mimetismo para camuflajearse con el sustrato y con ello evitar ser comidos.Hábitos: Su actividad es particularmente nocturna, aunque en ChA se le puede ver durante distintas horas del día, al subir a la superficie de los cuerpos de agua que habita; pozas permanentes y arroyos.

Utiliza como refugios y microhábi-tats, la vegetación tanto sumergida como la de superficie. Emplea la conexión entre pozas y cuesta río abajo para desplazarse (a manera de toboganes) entre el com-

plejo de pozas de agua que se presenta en ChA. Esta especie ocurre en ambien-tes templados con temperaturas de 14 a 20 °C, y sitios con vegetación de pino y encino.Distribución: Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Mi-choacán, Puebla y Querétaro. Para Gua-najuato se ha reportado su presencia en Mineral de Pozos.

Fuentes: 3 y 4.

Ajolote/Ambystoma velasci

Pr/E

Figura 9. En la parte superior se observa un adulto transformado; en la inferior

un adulto neoténico con corona branquial.

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Descripción: Salamandra de tamaño pe-queño, en ChA presenta una LHC prome-dio de 45 mm. Las extremidades son un tanto alargadas, la cabeza es plana lateral-mente, orificios nasales y ojos de tamaño medio, boca grande y en machos el canto del rostro es muy marcado. Presenta 12 surcos costales, y el color del dorso varía entre gris a café grisáceo y negro; la cola es moteada por con manchas de color crema o blanco, en tanto que la región lateral y ventral, se nota de color gris.Reproducción: Es una especie ovípara cu-ya reproducción ocurre en verano y hasta el otoño; el ciclo de desarrollo es directo a diferencia de ranas, sapos y ajolotes, por lo que las salamandras no presentan una metamorfosis. Las crías al salir del hue-vo, presentan la apariencia de un adulto. Se ha registrado un número de hasta 27 huevos (folículos vitelogénicos).Alimentación: Al igual que otras especies de salamandras se alimenta de pequeños insectos entre los que se incluyen hor-migas, escarabajos y chinches, así como también, cochinillas y arañas.Hábitos: La literatura indica que es de hábitos diurnos, más sin embargo, en ChA se le ve durante la noche, muy ac-tiva. Usan como refugios troncos caídos y hojarasca en vegetación de pino-encino de ambientes templados húmedos y tem-peraturas bajas.

Distribución: Distrito Federal, Estado de México, Guanajuato, Morelos, Puebla y Veracruz.

Fuentes: 3.

Tlaconete/Pseudoeurycea cephalica

A/E

Figura 10. Imagen superior, ejemplar adulto de Pseudoeurycea cephalica en microhábitat

“hojarasca”. En la imagen inferior se observa el tipo de vegetación clásico en ChA; bosque de pino-encino en el que se encontró a esta

salamandra.

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Descripción: Tortugas de tamaño medio, que alcanzan los 170 mm de largo. Los lóbulos tanto anterior como posterior del plastrón son movibles, se suele confundir con Kinosternon hirtipes, esta, a diferen-cia de K. integrum, presenta la escama nasal divida. La coloración del dorso va del verde oscuro al gris y café, y el vien-tre o plastrón es de color amarillo y/o crema; presenta 11 escudos marginales y tres quillas longitudinales en el dorso. La cabeza es larga y el hocico termina en gancho, debajo de la garganta se ob-servan dos barbillas largas, seguidas de dos a cuatro más pequeñas. Las patas se presentan palmeadas y con uñas: la cola presenta un espolón (en machos).Reproducción: Es una especie ovípara, las hembras suelen poner de 5 a 8 hue-vos en sitios cercanos a los cuerpos de agua. La puesta ocurre en los meses de julio a septiembre. Los machos son de mayor tamaño.Alimentación: Es una tortuga que se ali-menta de insectos, peces, ranas, y plantas. Se dice que también puede ser carroñera (en tiempos de secas), cuando el alimento es escaso.Hábitos: Se le encuentra en cuerpos de agua como pozas, presas, lagos y arroyos; pudiéndosele ver tanto en el día como durante la noche. Ocupa distintos am-bientes, entre los que se incluyen matorral xerófilo, selva baja caducifolia y bosques de coníferas; en altitudes que van de los 1200 a los 3000 msnm, en ChA se le en-

contró a los 2260 msnm.Distribución: Amplia distribución en México; al norte, hacia el Pacífico, Faja Volcánica Transmexicana, Sierra Madre Oriental y Sur del país.

Fuentes: 2, 3, 4, 5 y 6.

Pr/Ne

Figura 11. Margen superior, ejemplar adulto de Kinosternon integrum en lecho de río. Imagen

inferior, poza de agua típica en Charco Azul, en la que suele estar esta tortuga.

Casquito/Kinosternon integrum

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Descripción: Lagartija de cuerpo robus-to y alargado con una LHC promedio de 111.2 mm; presenta escamas rectan-gulares y quilladas, en tanto que las del pliegue dorsalateral se exhiben de forma granular; las extremidades son relativa-mente cortas. La cabeza es grande y de tipo rectangular, las escamas de la región ventral son cuadrangulares. El color de la región dorsal varia, ya que va del verde olivo al marrón, y la región ventral es de color crema.Reproducción: Es una especie vivípara que llega a tener en promedio de 6 a 7 crías. Entre machos y hembras existe di-morfismo sexual, presentando los machos puntos de color blanco en la región dorsal del cuerpo, en tanto que las hembras ex-hiben barras verticales de color obscuro, bordeadas de color claro.Alimentación: Su dieta se basa principal-mente en insectos y otros invertebrados, y posiblemente también se alimente de otras lagartijas, como lo hace su especie hermana Barisia ciliaris.Hábitos: Especie con actividad diurna y terrestre; habita en ambientes templados en bosques de coníferas, aunque también

se le puede encontrar asociada a ambien-tes perturbados y cercanos a asentamien-tos humanos en los que se desarrolla la agricultura. Utiliza como microhábitats troncos caídos, hojas de nopal, magueyes, ramas y hojarasca, así como agujeros en la tierra. En ChA se le encontró en bosques de pino-encino entre la hojarasca.Distribución: Sierra Madre Oriental y Occidental, Faja Volcánica Transmexi-cana y norte de Oaxaca; Guanajuato, en sierras de Santa Rosa y Sierra de Lobos, y Yuriria.

Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5 y 6.

Pr/E

Escorpión/Barisia imbricata

Figura 12. Adulto de Barisia imbricata.

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Descripción: Es una lagartija de tama-ño pequeño (La LHC promedio en ChA es de 42.2 mm) a mediano, puesto que poblaciones de otros sitios llegan a pre-sentar una LHC por arriba de los 68 mm. Las escamas del dorso son quilladas y dé-bilmente mucronadas; presentan poros femorales muy notorios en machos; los colores son más llamativos y conspicuos en machos que en hembras, presentando los primeros colores que van del amarillo al azul y rojo intenso, en algunos casos se presentan combinados; en tanto la zo-na del vientre se distingue por presentar parches ventrales que van del azul cielo al azul metálico y bordeados de por dos lí-neas negras; la hembras presentan colores en vientre y garganta que van del amarillo al naranja.Reproducción: Es una especie vivípara y de ciclo reproductivo estacional; el tama-ño de la camada promedio es de 4 a 12 crías (es variable), naciendo éstas entre febrero y marzo, e incluso hasta abril.Alimentación: Se alimenta principalmen-te de insectos pero puede comer otras presas como arañas, cochinillas; además es caníbal y carroñera.Hábitos: Es de actividad diurna, habita en ambientes templados a elevaciones que van de los 1400 a los 3500 msnm en bosques de pino, encino y matorral

xerófilo; en ChA, se le encontró en bos-que de pino-encino. Usa rocas, troncos, arbustos y cualquier escondite disponible como microhábitat.Distribución: Faja Volcánica Transmexi-cana, desde Jalisco a Veracruz, y norte de Oaxaca en la Sierra Madre Oriental.

Fuentes: 1, 2, 3, 4 y 5.

A/Ne

Lagartijo(a) del Mezquite/Sceloporus grammicus

Figura 13. Macho adulto de Sceloporus grammicus, margen superior; hembra

en el inferior.

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Descripción: Especie de talla mediana (LHC máxima de 90 mm); presenta esca-mas ligeramente quilladas. La región dor-sal varia de gris a azul (principalmente en machos), observándose parches de color rojizo intenso. Presenta un collar negro bordeado por una línea blanca de una o dos escamas de ancho, de 3 a 4 pares de escamas color blancuzco y/o azul cie-lo que se extienden entre el collar negro y la interparietal. En la zona ventral los machos exhiben parches ventrales azules y dos franjas negras que bordean estos, la garganta se observa de color azul; presen-cia de poros femorales tanto en hembras como en machos.Reproducción: Es una especie vivípara y de actividad reproductiva otoñal. El ta-maño de camada es de 7 a 13 crías.Alimentación: Es una especie con una dieta omnívora, es decir, se alimenta tan-to de insectos e invertebrados como de plantas (frutos de las cactáceas, los famo-sos chilitos).Hábitos: La actividad de esta lagartija es diurna, es terrestre, se le encuentra en ambientes templados de pino, encino y matorral xerófilo a elevaciones que van

de los 1800 a los 2500 msnm. En ChA se observó de los 2280 a los 2319 metros). Usa como microhábitats, rocas y grietas en laderas de los cerros, así como tron-cos.Distribución: En los estados de Hidalgo, Nayarit, Nuevo León, Tamaulipas, San Luís Potosí y Querétaro. Para Guanajua-to, se le registra para los municipios de Allende y Salamanca.

Fuentes: 1.

Colorado/Sceloporus minor

Nc/Ne

Figura 14. Macho adulto de Sceloporus minor. Los patrones de coloración de los parches

dorsales y de color cobrizo son muy llamativos.

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Descripción: Lagartija pequeña (LHC promedio de 60.5 mm en ChA; extremi-dades cortas y cuerpo cilíndrico; presenta escamas lisas y cicloides en la región dor-sal. La coloración de la cabeza va de café a oscuro, en tanto que dorsolateralmente presenta un color brillante que va del gris al café, y el dorso negro; el vientre es color crema y en la garganta el color suele ser anaranjado; el color de la cola es variable (grisáceo, café y azul; en crías y juveniles es más común este último) Su rasgo más distintivo es la presencia de dos líneas (claras) dorsales que se extienden desde la cabeza has más allá del hombro, en la cabeza se unen en la nariz y dan la apa-riencia de un V. Una tercera línea dorsal en centro de color claro se proyecta hasta las escamas supraoculares y forma una V invertida, dando la apariencia de un rom-bo en la parte delantera de la cabeza.Reproducción: Especie vivípara de acti-vidad reproductiva otoñal y tamaño de cama de 3 a 7 crías.Alimentación. Es una lagartija que se ali-menta de insectos.Hábitos: Especie diurna y terrestre; se encuentra en ambientes templados y tro-picales por lo que se le puede encontrar desde selvas hasta matorrales xerófilos, siendo común (pero no muy fácil de ver) en bosques de coníferas. Usa como mi-crohábitats la hojarasca y rocas; en ChA se le encontró a elevaciones de 2278 ms-nm.

Distribución: Aguascalientes, Duran-go, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla (norte), Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.

Fuentes: 2 y 3.

Pr/E

Lincer/Plestiodon lynxe

Figura 15. Se muestran los patrones de coloración dorsal y cola que se observan

en Plestiodon lynxe.

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Descripción: Serpiente de tamaño pe-queño (LHC promedio de 172 mm, en ChA); cuerpo esbelto y cilíndrico, siendo la cabeza y cola más estrechos. Las esca-mas de la cabeza son grandes y lisas.; esca-mas internasal y prefrontal divididas. La región dorsal varía de un tono café a un grisáceo; en la parte media presenta una serie de machas semicirculares de colores del café al negro que se extiende por el dorso; el color del vientre es crema y en las escamas ventrales se observan puntos oscuros.Reproducción: Es una especie vivípara que llega a tener de 4 a 5 crías.Alimentación: Su alimentación es a base de insectos; escarabajos, hormigas y co-chinillas entre otros.Hábitos: Se considerada una serpiente diurna pero se le ha visto activa durante la noche. Se le encuentra en ambientes templados con bosque de pino, encino, pino-encino, matorral xerófilo y bosque mesófilo de montaña, y a elevaciones que van de los 1700 a los 3100 msnm, y utiliza como microhábitats, rocas. Se le encuen-tra en ambientes templados con bosque de pino, encino, pino-encino, matorral xerófilo y bosque mesófilo de montaña, y a elevaciones que van de los 1700 a los 3100 msnm. Utiliza rocas como micro-hábitats.Distribución: Es una culebra con amplia distribución. Se ha registrado su presen-cia en la Alta Planicie Mexicana, Faja Vol-

cánica Transmexicana y Sierra Madre del Sur, hasta el centro de Oaxaca. En Gua-najuato se tienen registros para Cuenca La Esperanza, El Varal, e Irapuato; los dos primeros presentan con ambientes de pi-no-encino, en tanto que Irapuato, mato-rral xerófilo y selva baja caducifolia.

Fuentes: 1, 2 y 3.

Nc/Ne

Culebrita/Conopsis lineata

Figura 16. La imagen superior corresponde a un ejemplar adulto, y la inferior a un juvenil

de Conopsis lineata.

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Descripción: Geophis latifrontalis, es una serpiente de tamaño pequeño (LHC = 221 mm; ejempalr adulto en ChA); 267 escamas a través de todo el cuerpo, 210 escamas ventrales y 17 hileras de escamas alrededor del cuerpo; la escutelación ce-fálica consiste en una escama temporal anterior y dos temporales posteriores, 7-7 infralabiales y una loreal; la coloración del ejemplar consiste de un tono café obscuro a negruzco en la parte dorsal y blanco amarillento en la parte ventral.Reproducción: Se desconocen muchos aspectos sobre su ecología y biología re-productiva.Alimentación: Al igual que otras especies del género, su alimentación puede incluir insectos y larvas de estos, como son hor-migas, y hasta lombrices de tierra.Hábitos: Especie de hábitos nocturnos y fosoriales, que por lo general permanece oculta debajo de rocas, troncos o madri-gueras o hoyos. En ChA, se le ecnontró en un ambiente de pino-encino a los 2251 msnm.

Distribución: La especie se distribuye en la vertiente oeste de la Sierra Madre Oriental en estados de San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo y Tamaulipas. Para Guanajuato, se registra en ChA (incrmen-tandose con ello, su área de distribución). Sin embargo, se considerá endémica de San Luis Potosí.

Fuentes: 3, 7 y 8.

Pr/E

Culebrita/Geophis latifrontalis

Figura 17. Adulto de Geophis latifrontalis sobre hoja de encino.

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Descripción: Especie de tamaño mediano a grande, con una LHC que comprende de 545 a 2000 mm; es decir; casi los 2 metros). Escamas de la cabeza, grandes y lisas (la cabeza es relativamente pun-tiaguda). La coloración del cuerpo en el dorso varía de amarillo claro a naranja rojizo y manchas semirectangulares de varios tamaños (reduciéndose del cuello a la cola) y de color café a negro; en la región lateral se observan manchas ova-ladas e irregularesReproducción: Culebra de reproducción ovípara con una puesta de 18 huevos en promedio. Al parecer el periodo de cor-tejo y reproducción se da en a inicios de Marzo con la entrada de la primavera, siendo la incubación y posterior naci-miento de las crías a principios de verano, por lo que el desarrollo de los embriones sería de cuatro a cinco meses.Alimentación: Se alimenta principal-mente de pequeños mamíferos, aves y lagartijas.Hábitos: Especie con actividad diurna, de carácter dócil y esquiva para las per-sonas. Se le encuentra generalmente en ambientes templados con vegetación de

bosque de pino, encino, pino-encino y matorral xerófilo. Utiliza como refugios y microhábitats, rocas y madrigueras sub-terráneas.Distribución: Ampliamente distribuida en México; desde Chihuahua al Norte y hacia el Centro, a través de la Altiplanicie Mexicana y Faja Volcánica Transmexica-na; al sur por Veracruz. En Guanajuato se ha registrado para Sierra Gorda, Sala-manca, Irapuato, Celaya, y Salvatierra.

Fuentes: 1, 2, 3, 4 y 6

A/E

Cincuate o Alicante/Pituophis deppei

Figura 18. Macho adulto de la culebra Pituophis deppei.

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Descripción: Serpiente pequeña, en ChA presento una LHC promedio de 133.4 mm; dorso de color café claro, presenta en la zona dorsaleteral dos franjas color paja, que se extienden de la nuca por to-do el dorso y se prolongan hasta la cola, desvaneciendo ahí; en el dorso se tiene una línea de color negro, bordeado de dos líneas claras o beige de menos de una escama; cola y cabeza presentan un color café más oscuro; el vientre es de color claro.Reproducción: Es una especie ovípara. Se desconocen otros aspectos de su ecología y biología reproductiva.Alimentación: Su dieta se basa en lagar-tijas, sapos y ranas de tamaño pequeño, en particular crías. En ChA, se tienen po-blaciones grandes de lagartijas como Sce-loporus grammicus, S. minor y Plestiodon lynxe, que podrían ser parte de su alimen-tación; además de otros vertebrados.Hábitos: Culebra de actividad diurna y terrestre, habita en bosques de pino y encino, y zonas asociadas a cultivos en

ambientes templados a altitudes que van de los 1650 a los 2200 msnm.

En ChA, se le encontró a los 2320 msnm; utiliza como microhábitats rocas, cercanos a las pozas de agua.Distribución: Es una especie endémica de México, se distribuye en la Sierra Madre Occidental, Sierra Madre Oriental y Faja Volcánica Transmexicana. En Guanajua-to, sólo se ha registrado para el Municipio de Xichú, en específico para ChA.

Fuentes: 6.

Nc/E

Culebrita/Rhadinaea taeniata

Figura 19. Ejemplar juvenil de Rhadinaea taeniata.

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Descripción: Culebra de tamaño me-diano, en ChA la LHC promedio fue de 242.2 mm; La región dorsal del cuerpo es pardo claro a oscuro con pequeños pun-tos oscuros; la región ventral del cuerpo es crema y presenta dos hileras de puntos pequeños oscuros que se continúan hasta la altura de la cloaca; la cabeza se presenta de color pardo oscuro.Reproducción: Es una especie vivípara, y llega a tener en promedio 12 crías.Alimentación: En cuanto a su alimen-tación no se cuenta con mucha infor-mación al respecto pero al igual que su especie hermana “Storeria storerioides”, se alimenta de pequeños vertebrados, inver-tebrados e insectos.Hábitos: Especie diurna y terrestre (en Charco Azul, se le encontró cercana a pozas de agua), que habita en ambientes templados con vegetación de pino, enci-no y pino-encino, y bosque mesófilo de

montaña. Es común encontrarla en rocas y en ocasiones en troncos caídos.Distribución: En México se distribuye en los estados de Hidalgo, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Querétaro, Ta-maulipas y Veracruz.

Fuentes: 5.

Nc/E

Culebrita/Storeria dekayi

Figura 20. Ejemplar adulto de Storeria dekayi.

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Descripción: Serpiente de tamaño pe-queño, alcanza una LHC promedio de 620 mm; en ChA, se encontró un ejem-plar hembra de 700 mm. La cabeza se aprecia en forma de diamante y con es-camas pequeñas; presenta en el dorso una serie de manchas semirectangulares (más largas que anchas) de color café a casi negro a lo largo de todo el dorso; el color del fondo en el dorso, suele ir del gris al verde; la coloración del vientre es gris y con motas; presenta el clásico cascabel y pupilas de los ojos en vertical.Reproducción: Es una serpiente con re-producción vivípara con reproducción en verano; las crías al nacer pueden llegar a medir 190 mm de longitud. Las hembras son de mayor tamaño que los machos, y presentan colores más claros que estos.Alimentación: Se alimenta de pequeños vertebrados entre los que se incluyen ra-nas, lagartijas, otras serpientes y roedores como ratones.Hábitos: De actividad diurna y crepuscu-lar, habita en ambientes templados con vegetación de pino, encino, pino-encino y matorral xerófilo, a elevaciones de 1700 a 2300 msnm. Usa como microhábitats: rocas con hojarasca, cercanas a cuerpos de agua como arroyos y pozas (sin ser una especie acuática).Distribución: Es endémica de México, y se distribuye principalmente en el Cen-

tro del país. En Guanajuato, en Sierra de Santa Rosa, Celaya, Cortazar, Irapuato y Salvatierra.

Fuentes: 1 y 2.

Pr/E

Cascabel enana/Crotalus aquilus

Figura 21. En la imagen superior se muestra un ejemplar adulto de Crotalus aquilus

asoleándose sobre hojarasca; en la inferior, se aprecia la postura típica

de las serpientes de cascabel.

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Descripción: Serpiente de talla grande y robusta, llega a alcanzar una LHC de 1250 mm, en ChA se encontró un ejem-plar macho de 86 mm de LHC. Cabeza triangular; presenta una foseta entre el ojo (pupila elíptica), y el nostrilo; seis es-camas grandes y lisas que cubren la parte prefrontal y rostral; escamas del dorso, quilladas. La coloración del dorso varía entre individuos, va del café grisáceo al casi negro (de ahí su nombre, cascabel negra); presenta de 24 a 34 manchas rom-boides de color claro por todo el cuerpo; la cola es más oscura que el resto del cuer-po, siendo la región del vientre, crema a amarilla.Reproducción: Es una especie vivípara, se tiene registrado un tamaño de camada promedio de 3 a 16 crías, y el nacimiento de estas ocurre entre julios y agosto.Alimentación: Principalmente se alimen-ta de roedores (conejos, ratones y otras especies de talla pequeña) aves y lagar-tijas; y probablemente otras serpientes y anfibios “ranas y sapos).Hábitos: Es una serpiente con actividad nocturna y terrestre. Ocurre en ambien-

tes templados y tropicales. Tanto en bos-ques de pino-encino como en matorral xerófilo y submontano, y selva tropical caducifolia. Utiliza rocas y hoyos como microhábitats.Distribución: Amplia distribución en México (norte, centro y sur). En Gua-najuato se registra para Allende, Celaya, Irapuato, Guanajuato (Sierra de Santa Rosa), Salvatierra y Sierra de Pénjamo.

Fuentes: 2, 3 y 4.

Pr/Ne

Cascabel/Crotalus molossus

Figura 22. Crotalus molossus adulto.

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lIsta de especIes de anfIbIos y reptIles en charco azul, XIchú

La herpetofauna de Charco Azul está constituida por 18 especies (6 para anfibios y 12 para reptiles), 11 familias y 15 géneros. El grupo más abundante fue el de los reptiles, siendo en particular, las serpientes las más diversas. Los registros fueron tomados de noviembre del 2011 a febrero de 2014. Los criterios de actualización para los nombres de las especies se basaron en los trabajos de Flores-Villela y Canseco-Márquez (2004) y Liner (2007); así como en obras de orden herpetofaunístico: Ramírez-Bautista et al. (2009), Canseco-Márquez y Gutiérrez-Mayén (2010), y Santiago-Pérez et al. (2012).

Cuadro 4. Se muestra la lista anotada de los anfibios y reptiles de ChA, y se especifica su estatus de conservación conforme a la Norma Oficial Mexicana “NOM-059-SEMARNAT-2010”. A = Amenazada, Pr = Sujetas a Protección Especial, P = En Peligro de extinción, Nc = No consi-derada (DOF, 2010). Se incluye además su endemismo: e = Endémica, Ne = no endémica.

Especie Hábitos Nombre común Endemismo Estatus

Amphibia/Anura/Bufonidae Incilius occidentalis (Camerano, 1879)

Acuáticos Sapo Ne Nc

Hylidae Hyla arenicolor Cope, 1866

Acuáticos Ranita, arenera Ne Nc

H. eximia Baird, 1854 Acuáticos Ranita Ne Nc

Ranidae Lithobates berlandieri Baird, 1854

Acuáticos Rana Ne Nc

Caudata/Ambystomatidae Ambystoma velasci Dugès, 1888

Acuáticos Ajolote Pr E

Plethodontidae Pseudoeurycea cephalica (Cope, 1865)

Terrestres Salamandra, tlaconete

Nc E

Reptilia/Testudines/Kinosternidae Kinosternon integrum Le Conte, 1824

Terrestres, acuáticos

Tortuga, casquito

Pr Ne

4�

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Especie Hábitos Nombre común Endemismo Estatus

Lacertilia/Anguidae Barisia imbricata (Wiegmann, 1828)

Terrestres Escorpión Pr E

Phrynosomatidae Sceloporus grammicus Wiegmann, 1828

Terrestres Lagartijo (a) A Ne

S. minor Cope, 1885 Terrestres Colorado, lagartija

Nc Ne

Lacertilia/Scincidae Plestiodon lynxe (Wiegmann, 1828)

Terrestres Lincer, cola azul Pr E

Serpente/Colubridae Conopsis lineata (Kennicot, 1859)

Terrestres Culebrita Nc Ne

Geophis latifrontalis (Garman, 1883)

Terrestres Culebrita Pe E

Pituophis deppei (Duméril, 1853) Terrestres Cincuate, alicante

A E

Rhadinaea taeniata (Peters, 1863) Terrestres Culebrita Nc E

Storeria dekayi (Holbrook, 1842) Terrestres Culebra Nc E

Viperidae Crotalus aquilus (Klauber, 1952)

Terrestres Cascabel enana, hocico de puerco

Pr E

C. molossus Baird y Girard, 1853 Terrestres Cascabel Pr Ne

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costumbres, mItos y usos de los anfIbIos y reptIles

en charco azul

Guanajuato, al igual que otros estados de nuestro país es rico en costumbres, mitos y tradiciones que tienen que ver con animales, en particular con los anfibios y reptiles, lo cual en términos generales se puede definir como etnoherpetofauna “estudio sobre la cosmovisión, tradición y conocimiento que los pueblos indígenas o personas, tienen acerca de los anfibios y reptiles que incide en aspectos culturales, sociales y económi-cos de su vida”, siendo en su mayoría esta percepción negativa e infundada en casi la totalidad de los casos, además de muy imaginativa y ocurrente. Puesto que no existe un fundamento probado y sólido que explique lo visto por las personas, no al menos desde el punto de vista científico, ya que la mayoría de las creencias se pueden com-probar desde un enfoque real y basado en pruebas tangibles, que se justifican por el conocimiento que se tiene en cuanto a la biología de las especies que conocemos hoy en día, y que comúnmente, las personas nombran como sapos, lagartijas y culebras, o simplemente bichos (Pough et al., 2001; Casas-Andreu, 2004). En Charco Azul, se cuenta con una rica gama de mitos y usos en cuanto a los anfibios y reptiles, siendo algunos de éstos y para algunas especies, los siguientes:

Anfibios/Sapos

Sapo (Incilius occidentalis; Figura 23). Se tiene la creencia, como en la mayoría del te-rritorio guanajuatense y nacional, que los sapos pueden ser tóxicos y causar la muerte. En ChA, se piensa que el veneno “leche” que saca —como dice la gente— es tóxica y muy peligrosa, si se llega a agarrar al animal con las manos. Además, se cree que mientras más grande al inflarse, es más malo. Si bien es verdad, que los sapos no son muy agradables a la vista para la mayoría de las personas ya que su forma, aspecto y consistencia (rugosa y con tubérculos sobre el dorso), causa una sensación de miedo y asco a las personas. Por otra parte, la llamada “leche” o sustancia blanca que se ob-serva salir del cuerpo de los sapos, se concentra en unas estructuras llamadas glándulas parotoides, situadas por atrás del ojo sobre la cabeza, y que en algunas especies de sapos-particularmente, la familia Bufonidae, se puede extender al cuello y/o hombros.

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La función de esta glándula, es secretar una sustancia viscosa con potencial tóxico (Canseco-Márquez y Gutiérrez-Mayén, 2010), que sin embargo, y para los sapos en México, esta sustancia no es letal para el ser humano, simplemente la utilizan como un mecanismo de defensa ante depredadores. Por otra parte, las personas, no tienen alguno uso y/o aprovechamiento de los sapos en ChA.

Anfibios/Ajolote

Ajolote (Ambystoma velasci; Figura 23). La palabra “ajolote” proviene del vocablo náhuatl axolotl (monstruo acuático; Casas-Andreu, 2004). En ChA, se tiene la creen-cia de que los ajolotes pueden introducirse al cuerpo de las personas que están en el agua, ello a través del recto, o bien que pueden sacar ronchas si se les toca, ya que la viscosidad de su cuerpo es tóxica; en ambos casos, las afirmaciones son falsas. Para el primer caso es un tanto fantasioso y realmente no sería de interés para el ajolote ocupar un sitio que sería imposible utilizar como refugio, y más el hecho de entrar en él. Los ajolotes, en realidad suelen permanecer entre el sustrato de los cuerpos de agua, o bien entre la vegetación sumergida o el material vegetal “hojarasca” en suspen-sión sobre la superficie Por otra parte, “la viscosidad” como lo llaman las personas, es la capa de mucosa que protege el cuerpo del anfibio, ya sea para no friccionarse o lastimarse con rocas, hojas u otros microhábitats, y facilitar su desplazamiento en la columna de agua. Así como para evitar el ataque de bacterias y hongos que puedan causar enfermedades, siendo la mucosa, más que nada un aislante y capa protectora (Zug et al., 2001; Casas-Andreu, 2004). En cuanto a algún uso o aprovechamiento, los ajolotes de Charco Azul, no son utilizados por los pobladores, sin embargo, han sido objeto de extracción por algunos visitantes que generalmente los utilizan como mascotas o bien, los venden en el mercado negro.

Figura 23. Ajolote y sapo; forman parte de la cosmovisión de los habitantes de Charco Azul, Xichú.

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Otras de las especies de anfibios presentes en el sitio son la salamandra (Pseu-doeurycea cephalica), y las ranas (Hyla arenicolor, H. eximia y Lithobates berlandieri). Ninguna de las cuatro especies representa un elemento importante desde el punto de vista cultural y que incida sobre aspectos tradicionales, es decir, a las personas del lugar no les incomoda o hacen algún aprovechamiento de ellas, más no así los visitantes al Parque Ecoturístico, quienes (en algunos casos), las extraen y utilizan como mascotas, principalmente las ranas.

Reptiles/Lagartijas

Lincer (Plestiodon lynxe; Figura 24). Entre los reptiles, uno de los mitos más comunes es el de la lagartija conocida como Lincer. Se cree que esta es una especie venenosa que puede ser mortal si se le toca, y más aún si pica, de hecho ninguna lagartija o serpiente pica o tiene capacidad para hacerlo, puesto que no tienen estructuras especializadas para ello, como un estilete, en el caso de las chinches; o el aguijón en las abejas; en todo caso morderían, pero son carentes de veneno.

En este sentido, es factible recalcar que tal vez esta idea tenga que ver con el hecho de que esta especie, exhiba su lengua bífida —la lengua le ayuda a percibir los cam-bios de temperatura y detectar aromas en el aire— y las personas piensen que tiene más características de serpiente que de lagartija. Además P. lynxe, suele vivir entre la hojarasca en ambientes con vegetación de encino y pino, y se desplaza y oculta con facilidad entre las hojas secas (Santiago-Pérez et al., 2012). Este comportamiento de

Figura 24. Lincer y Escorpión.

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utilizar escondites o microhábitat como la hojarasca, aunado a la forma cilíndrica del cuerpo y extremidades cortas, forma de su piel y escamas suaves, y la forma de contorsionar su cuerpo, hacen que las personas la asocien más con una serpiente que con una lagartija; y sobre todo, que la consideren peligrosa por los colores vivos (azul cielo a azul metalizado; Ramírez-Bautista et al., 2009) que presenta en la cola. Sin em-bargo, a pesar de todas esas características y asociación entre su forma y peligrosidad infundada que le son atribuidas por las personas, “Lincer” como le conocen, es una especie totalmente inofensiva.

Escorpión (Barisia imbricata; Figura 24). Esta lagartija, no sólo es temida en ChA, sino en varias localidades y municipios de Guanajuato, y en gran parte de los estados en los que se distribuye, particularmente en la zona centro de México (Ramírez-Bautista et al., 2009). Su aspecto suele ser más parecido al de una serpiente; de lengua bífida, cabeza ligeramente triangular, escamas lisas y extremidades cortas; por lo que sin duda para muchas personas es una serpiente, y se le suele temer. Además, es una especie que al sentirse observada huye —al igual que la mayoría de los reptiles— pero si se le acorrala, no dudara en enfrentarse a su oponente; torciendo el cuerpo, abriendo la boca y sacando la lengua “simples avisos”. Al no resultar esta estrategia de autodefensa, corre a ocultarse a algún escondite o refugio cercano; que generalmente son rocas, arbustos y hojas (Casas-Andreu, 2004; Quintero-Díaz y Vázquez-Díaz, 2005).

Estas características de su comportamiento —antes mencionadas— han difun-dido la idea generalizada de que se trata de un una animal que posee veneno y que su mordedura (la gente dice que pica), puede ocasionar la muerte al instante. Otra creencia es que mata con la sombra, si esta es proyectada sobre una persona. En am-bos casos, no es verdad que el escorpión como lo llaman las personas, pueda matar a alguien. Morder cuando mucho sí, sin embargo, no es dolorosa la mordida, ni la lagartija cuenta con glándulas de veneno, y mucho menos colmillos inoculadores del mismo. Además, esta es una especie que se alimenta de insectos (Véase ficha descrip-tiva), por lo que no tendría necesidad de producir veneno y/o tener bacterias tóxica en la saliva de la boca como el llamado lagarto enchaquirado, también conocido como monstruo de Gila (Heloderma horridum), que es la única especie de lacertilo (lagartijas y lagartos), en México, que si podría ser letal para el ser humano si le muerde, sin em-bargo, esta no se encuentra en Xichú, ni en el el estado (Santiago-Pérez et al., 2012).

Reptiles/Serpientes

Cincuate o Alicante (Pituophis deppei; Figura 25). Sobre esta culebra, se dicen varios mitos, considerándosele parte esencial de las tradiciones y costumbres de las serpientes en casi todo México, se podría decir que es la culebra modelo por excelencia, ya que

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es referida en las crónicas o leyendas de varios pueblos de nuestro país (Casas-Andreu, 2004; Santiago-Pérez, 2012). En este caso, no se le considera una culebra venenosa, sino más bien “medio mañosa”, ya que según lo que la gente cuenta, es que mama los senos de las mujeres que se encuentran lactando y extrae la leche de ellas para alimentarse, en tanto que al niño o crío como lo llaman, le da la cola para callarlo y no llore, y de esta forma no sea sorprendida y tenga que huir, o en su caso, se le de muerte; siendo esta creencia casi una regla en varias regiones de México (Casas-Andreu, 2004). Posiblemente, esta idea, tenga su origen en el hecho de que P. deppei, gusta de reposar para tomar el sol (termorregular; véase significado en la sección de glosario), en sitios abiertos con pastizales altos, en dónde suelen pastar vacas, borregos y chivos; al pasar estos, de alguna forma pisotean a la culebra y esta ataca, mordiendo la zona más próxima a ella, en ocasiones puede ser la zona más blanda que en este caso serían las ubres de los animales; probablemente de esta observación se dio el mito de la Cincuate; añadiendo a ello, mucha imaginación del hombre. Finalmente, cabe mencionar, que tanto la Cincuate como las otras especies mencionadas en este apartado, son parte fundamental de la riqueza cultural y biológica de lugares como Charco Azul, por lo tanto, deben tener prioridad para su conservación.

Figura 25. Cincuate y/o alicante.

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GlosarIo

Anfibio: Organismos que pasan una parte de su vida en el agua (generalmente en la etapa de larva) y otra en el medio terrestre.

AlimentAción: Se refiere a la búsqueda, captura e ingestión del alimento por parte de los seres vivos para que les ayude a satisfacer sus necesidades de energía, la cual es utilizada en su crecimiento, reproducción y mantenimiento.

AmniotA: Los reptiles, aves y mamíferos que presentan una membrana amnió-tica.

Amplexo: Abrazo sexual de anuros (ranas y sapos) machos y hembras; en esta acción de abrazo, el macho sujeta a la hembra. El abrazo pude ocurrir en el medio acuático y/o terrestre.

ÁreA nAturAl protegidA (Anp): Extensiones de tierra o sitios en lo que se ha establecido un régimen de protección a sus elementos biológicos y paisajísticos, a fin de mantener y conservar los acervos genéticos de su biodiversidad; son de jurisdicción federal y estatal.

Arrecife corAlino: Conjunto de estructuras acuáticas de origen marino, y con- formadas de carbonato de calcio, el cual es secretado por corales (animales marinos).

bífidA (lenguA): Dividido en dos partes, en general se refiere a la forma de la lengua bifurcada que exhiben las serpientes y algunas lagartijas.

biodiversidAd: Refiere a todas las formas vivientes que existen en el planeta, ello como resultado de un proceso evolutivo e irrepetible.

cAnibAlismo: Acción de algunos organismos para alimentarse de otros organis-mos de su misma especie.

cApArAzón: Placa constituida de huesos de origen dérmico (piel) que recubre la parte dorsal y lateral de las tortugas, a manera de protección.

cArnívoro: Organismo que se alimenta de carne de ejemplares de otra especie.cAscAbel: Estructura queratinizada que se encuentra en la región final de la

cola, generalmente en serpientes venenosas, como la víbora de cascabel (de ahí el nombre). Se divide en varios segmentos, y a partir de ello se puede estimar la edad de la serpiente.

cloAcA: Porción terminal del tracto gastrointestinal, que recibe los contenidos de digestión, excreción, y en machos, esperma, se abre al medio ambiente a través de la rejilla de ventilación o ano.

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cópulA: Es la unión de la hembra y el macho, y tiene como finalidad la fertili-zación de los huevos y futura procreación de nuevos individuos. Se lleva a cabo en lagartijas y serpientes.

crepusculAr: Se refiere a la actividad que llevan a cabo algunos organismos (anfibios y reptiles), previo o posterior a la puesta del sol.

crestA crAneAl: Proyección del borde del hueso en la punta o lado de la ca-beza en algunas especies de sapos. Sus arreglo, tamaño y posición depende de cada especie.

ciclo de vidA: Los diferentes cambios que suceden en la vida de un organismo, desde que ocurre la fertilización del óvulo hasta la muerte del mismo.

coníferAs (bosque): Engloba a plantas gimnospermas (que producen semillas) que presentan estructuras especializadas llamadas conos. De ahí el nombre de coní-feras.

coronA brAnquiAl: Serie de estructuras branquiles —que ayudan a la respi-ración— arregladas a manera de una corona o abanico por encima de la cabeza del organismo; es este caso, se presentan en ajolotes.

cosmovisión: Refiere a la percepción que tiene una persona, grupo o cultura de percibir el mundo a manera de interpretar desde su entendimiento el entorno que le rodea y existencia de todas las cosas.

dietA: Conjunto de sustancias o productos alimenticos (sólidos o líquidos) que comúnmente puede consumir un organismo. En anfibios y reptiles, la dieta involucra aspectos tales como, su morfología, fisiología y conducta para poder localizar, captu-rar, ingerir y digerir a las presas.

dimorfismo sexuAl: Es la diferenciación morfológica y fisiológica (forma, co-lor, tamaño), que caracterizan o diferencian a hembras y machos de una misma es- pecie.

diurno: Refiere a organismos cuya actividad es realizada a horas luz del día.especie: Es una categoría taxonómica fundamental de los organismos; un grupo

de organismos que son morfológica y reproductivamente más similares entre sí que a otros individuos de otras poblaciones y que comparten un ancestro común.

endémico: Que sólo se encuentra en una zona o región en particular. Aquella población o taxón, que se encuentra restringida en una ubicación geográfica única.

escAmA internAsAl: Una de las dos o más escamas situadas entre las escamas nasales en lagartos y serpientes.

escAmA frontonAsAl: Una escama mediana en la superficie dorsal de la cabeza en los lagartos y las tortugas que por lo general se encuentra entre las prefrontales, loreales e internasales.

escAmAs mucronAdAs: Que tiene una proyección en la columna vertebral del borde de salida como en las escalas de algunos lagartos.

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escAmA prefrontAl: Una o un par (o más) de las escamas de la epidermis en la superficie dorsal de la cabeza inmediatamente delante de la escama frontal.

escAmAs quillAdAs: Es una cresta (quilla) mediana elevada, que corre a lo largo del eje de una escama.

escudos mArginAles: Escudos que se hayan presentes en el borde del caparazón de una tortuga.

estAdios / clAses de edAd: Es cada etapa en el desarrollo de un organismo.fAjA volcÁnicA trAnsmexicAnA: También llamada provincia geológica, atravie-

sa el centro de México desde el Golfo de California hasta el Golfo de México.glÁndulA pArAtoide: Glándula externa de la piel, que secreta veneno; de forma

alargada, ancha que se eleva y localiza detrás del ojo sobre la cabeza. Extendiéndose en algunas especies de anuros (sapos) al cuello y región de la espalda.

Herbívoro: Organismo que se alimenta de material vegetal (plantas).Huevos: Cuerpo redondeado de tamaño y dureza variables que producen las

hembras de organismos de distintas especies, como son: insectos, peces, anfibios, reptiles y aves; es decir aquellas especies ovíparas.

longitud Hocico-cloAcA (lHc): Es una medida corporal estandarizada y de-finida para estimar el tamaño de los anfibios y reptiles, y se toma a partir de la punta del hocico y hasta la cloaca.

mAmífero: Refiere aquellos animales vertebrados que se alimentan de leche ma-terna y presentan pelaje (menos las formas marinas, como por ejemplo: ballenas y delfines).

mAnglAr: Conjunto de árboles que presentan adaptaciones para poder vivir en la zona intermarial inundada en la franja costera y asociada a lagunas costeras y estuarios. Se deriva de la palabra mangle “árbol retorcido”; la cual es de origen sud-americano.

membrAnA interdigitAl: Es una membrana de piel, entre los dígitos de las ex-tremidades.

metAmorfosis: Cambios fisiológicos y morfológicos que suceden en organismos con desarrollo indirecto. Por ejemplo, cuando se trasforma una larva de renacuajo en una rana o sapo.

microHÁbitAt: (sinónimo de hábitat para otros vertebrados). Es el lugar donde vive o se encuentra a un organismo, o donde se le puede encontrar, y en el caso de anfibios y reptiles, microhábitat es el sitio específico en el que se encuentra presente (refugios) el organismo dentro de un hábitat (en un tipo de vegetación).

mucosA: Es una glándula que produce una sustancia llamada mucus, la cual le sirve a los anfibios para protegerlos de enfermedades, fricción, y además es útil para el intercambio gaseoso, ya que los anfibios transpiran por la piel, es decir por respiración cutánea. Por ello, mantienen su piel húmeda y no se exponen directamente al sol.

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neoteniA: Es la retención de las características físicas de un juvenil en el estado adulto de una especie. Debido al retraso de su desarrollo fisiológico y alcanza su madurez sexual., o bien, hace alusión a un organismo que ha alcanzado la madurez sexual pero no se ha metamorfoseado al estado adulto.

nocturno: Se refiere a aquellos organismos que llevan a cabo sus actividades durante la noche; ejemplo, los anfibios y algunas serpientes.

normA oficiAl mexicAnA (nom): Estatuto legal y jurídico en materia de de-recho (ambiental), y cuyas disposiciones son de aplicación y cumplimiento en el territorio nacional mexicano. Ejemplo: NOM-059-SEMARNAT-2010.

omnívorA: Animal que se alimenta de materia vegetal y animal.osteodermo: Placa ósea que se encuentra en la piel de algunos animales, como

por ejemplo los cocodrilos. En estos, les sirve para captar calor, ya que son animales ectotermos (no regulan su temperatura corporal, y requieren de fuentes de calor ex-terno como la energía del sol).

ovípAro: Organismos que tienen una forma de reproducirse poniendo los huevo al exterior.

pAntAnos: Márgenes de tierra, parcial o totalmente inundados y que son ricos en sedimentos y elementos nutritivos. Se encuentran por lo general asociados a zonas costeras.

pArcHe: Se trata de un área o zona que presenta un color o colores muy llama-tivos con respecto al todo del cuerpo. Un ejemplo, son los colores de la zona ventral y garganta de los machos de algunas especies de lagartijas, cuyos colores son muy intensos.

pArtenogénesis: Es un fenómeno reproductivo en el cual no se requiere el apareamiento ni unión del espermatozoide del macho y óvulo de la hembra para producir un nuevo individuo. Es decir, no existe la reproducción sexual, sino la copia o clonación de hijos a partir de la madre, sin necesidad del macho; la partenogénesis ocurre en insectos, peces, reptiles y aves. En lagartijas se presenta en algunas especies del género Aspidoscelis.

plAstrón: Región ventral de la concha de las tortugas, formada por una serie de huesos pareados.

poro femorAl: es una serie de poros en la superficie posteroventral de los fé-mures en algunas especies de lagartos. Por lo general se desarrollan mejor en machos que en hembras.

pAtógeno: Todo organismo que causa daño o enfermedad a su huésped.querAtinA: Proteína de estructura fibrosa que da constitución a la epidermis,

ejemplo de ello, las escamas en reptiles.reptil: Hace referencia a un grupo de animales vertebrados (lagartijas, serpientes,

tortugas, principalmente) que presentan escamas y extremidades cortas, y en algunos casos un caparazón (véase definición en este mismo apartado).

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sAcos bucAles: Son expansiones membranosas del tegumento ubicadas a los costados y por detrás de la boca, que se presentan en los machos y cuya función es ampliar el sonido que producen al croar llamando a la hembra.

surcos costAles: Ranura vertical a lo largo de la región dorsolateral en el cuerpo de algunos anfibios, como las salamandras.

sistemÁticA: Clasificación de los organismos vivientes en series jerárquicas de los grupos, enfatizando sus relaciones filogenéticas. Frecuentemente usada como si-nónima de taxonomía.

tAmAño de cAmAdA: Número de crías o individuos en un nacimiento, depende del tamaño de la hembra.

tAmAño de puestA: Numero de huevos producidos por las aves, anfibios o rep-tiles, y varía entre una misma especie debido a factores externos.

tAxonomíA: Teoría y práctica de describir, nombrar y clasificar organismos y/o seres vivos.

termorregulAr: Acción de absorber la energía irradiada por el sol en forma de calor para ayudarse a regular la temperatura interna del cuerpo, por parte de los anfibios y reptiles.

tubérculo plAntAr: Estructura (tubérculo) localizada sobre la palma de la base del tercero y cuarto dedo en la palma de la mano en los sapos. Es más notoria en machos, ya que ayuda a sujetar a la hembra durante el amplexo.

Escama en la superficie ventral del pie.vegetAción: Cobertura de las plantas sobre una superficie terrestre o acuática, ya

distintos gradientes altitudinales. Ejemplo, los bosques de pino y encino.vegetAción HidrófitA: Es aquella que está constituida por comunidades de

plantas relacionadas con el medio acuático, o suelos permanentemente saturados de agua.

vertebrAdo: Animal que posee una columna vertebral.vivípAro: Forma de reproducción de los animales, donde el desarrollo embrio-

nario ocurre dentro del cuerpo de las hembras; el embrión se alimenta en forma continua por los tejidos maternales, generalmente a través de una placenta. Las crías nacen vivas.

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ImáGenes y autorías

Figura 1. Ficha descriptiva Ambystoma velasci. Fotografías de Adrian Leyte Manrique.Anfibios, dibujos de Fernando Castellanos Torres.Reptiles, dibujos de Fernando Castellanos Torres.Figura 2. Charco Azul. Mapa de Luis A. Escobedo Morales.Figura 3. Vegetación de pino-encino. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 4. Poza de agua en Charco Azul. Fotografía de Efrén Hernández Navarro.Figura 5. Incilius occidentalis. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 6. Hyla arenicolor. Fotografía superior, Adrian Leyte Manrique; e inferior Matías Domínguez Laso.Figura 7. Hyla eximia. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 8. Lithobates berlandieri. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 9. Ambystoma velasci. Fotografías de Adrian Leyte Manrique.Figura 10. Pseudoeurycea cephalica. Fotografía de Raúl Hernández Mata.Figura 11. Kinosternon integrum. Fotografía de Fernando Ramos López.Figura 12. Barisia imbricata. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 13. Sceloporus grammicus. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 14. S. minor. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 15. Plestiodon lynxe. Fotografías de Adrian Leyte Manrique (superior) y Matías Domínguez Laso (inferior).Figura 16. Conopsis lineata. Fotografías de Matías Domínguez Laso (adulto) y Adrian Leyte Manrique (cría).Figura 18. Pituophis deppei. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 18. Geophis latifrontalis. Fotografía de Luis Canseco Márquez.Figura 19. Rhadinaea taeniata. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 20. Storeira dekayi. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 21. Crotalus aquilus. Fotografía de Adrian Leyte Manrique.Figura 22. C. molossus. Fotografía de Matías Domínguez Laso.Figura 23. Sapo y ajolote; Incilius occidentalis y Ambystoma velasci, respectivamente. Dibujo de Fernando Castellanos Torres.Figura 23. Lincer y escorpión; Plestiodon lynxe y Barisia imbricata. Dibujos de Fernando Castellanos Torres.Figura 24. Cincuate y/o alicante; Pituophis deppei. Dibujo de Fernando Castellanos Torres.

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Guía de los Anfibios y Reptiles de Charco Azul, Xichú, GuanajuatoSe terminó de imprimir en octubre de 2014 en los talleres de

S y G editores, Cuapinol 52, Col. Pedregal de Santo Domingo,Delegación Coyoacán, 04369 México, D.F.

Se utilizaron fuentes Galliard BT 18/20, Minion 11/13 y Rotis Semi Sans 12/14. El cuidado de la edición estuvo a cargo de

Adrian Leyte Manrique y Arturo Sánchez y GándaraEl tiro fue de 500 ejemplares