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S e m a n a r i o d e l a s I g l e s i a s d e G r a n a d a y G u a d i x

6 de marzo de 2016Nº 1136 • AÑO XXIV

TESTIGOS DE LA MISERICORDIA

VISITA DEL ARZOBISPOA “CALOR Y CAFÉ”

RELACIÓN DE LAIGLESIA CON CRISTO

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En la audiencia general del pasado día 2, el Papa señaló que el culto no pude reducirse a rituales pensando que son los sacrificios que nos salvan, sino que es la misericordia divina la que perdona gratuitamente el pecado. Tam-bién habló de Dios como un padre de familia, que ama a sus hijos, ayuda, cuida y perdona.

Hablando de la misericordia divina, hemos evoca-do varias veces la figura del padre de familia, que ama a sus hijos, les ayuda, los cuida y les perdona. Y como padre, les educa y les corrige cuando se equivocan, favoreciendo su crecimiento en el bien.

Es así que Dios es presentado en el primer capítulo del profeta Isaías, en el que el Señor, como padre afectuoso pero también atento y severo, se dirige a Israel acusándole de infidelidad y corrupción, para llevarlo de nuevo al camino de la justicia. (…)

Dios, mediante el profeta, habla al pueblo con la amargura de un padre decepcionado: ha hecho crecer a sus hijos, y ahora ellos se han rebelado contra Él. Incluso los animales son fieles a su amo y reconocen la mano que les da de comer; el pue-blo sin embargo ya no reconoce a Dios, se niega a entender. Aún herido, Dios deja hablar al amor, y hace un llamamiento a la conciencia de estos hijos

degenerados, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo. Y esto es lo que hace Dios. Viene a nuestro encuentro para que nos dejemos amar por Él, el corazón de nuestro Dios.

La relación padre-hijo, a la que a menudo los pro-fetas hacen referencia para hablar de la relación de alianza entre Dios y su pueblo, se ha desnaturaliza-do. La misión educativa de los padres está dirigida a hacerle crecer en la libertad, a hacerles respon-sables, capaz de cumplir obras de bien para sí y para los otros. Sin embargo, a causa del pecado, la libertad se convierte en reivindicación de autono-mía, reivindicación de orgullo y el orgullo lleva a la oposición y a la ilusión de la autosuficiencia. (…)

Es el camino de la misericordia divina: Dios no nos trata según nuestras culpas (cfr Sal 103,10). La pu-nición se convierte en instrumento para provocar la reflexión. Se comprende así que Dios perdona a su pueblo, da la gracia y no destruye todo, pero deja abierta siempre la puerta a la esperanza. La salvación implica la decisión de escuchar y dejarse convertir, pero permanece siempre don gratuito.

El Señor, por tanto, en su misericordia, indica el camino que no es el de los sacrificios rituales, sino más bien de la justicia. (…)

La salvación es un dony sólo viene de Dios Misericordia y perdón

vozdelPapa

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¿Cuál es la relación de la Iglesia con Cristo? ¿Qué tipo de relación es? Son preguntas que nos planteamos cuando surge la palabra Iglesia. La Iglesia no es un qué, sino un quién. Es una de las claves que ofreció nuestro Arzobispo Mons. Javier Martínez en la sesión forma-tiva que ofreció en la Escuela de Evangelizadores –la iniciativa diocesana en el marco del Año de la Miseri-cordia, para la evangelización y testimonio en nuestra Archidiócesis- a finales del mes de enero. Una clave –la de concebir la Iglesia como un quién y no un qué- que cambia nuestra mirada y conciencia de la realidad y nuestra vida con Dios mismo.

Tras hablar de la relación de nuestra persona con la Iglesia, continuamos en este número del Semanario Fiesta abordando la segunda parte de la sesión forma-tiva de nuestro Arzobispo ofrecida en dicha Escuela de Evangelizadores en Granada. Para comprender qué es la Iglesia y nuestro “ser” Iglesia, Mons. Martínez pro-fundiza en el “quién” es la Iglesia. Y es que la Iglesia no es la jerarquía, ni una institución –aunque sea necesaria una mínima estructura-, ni una abstracción. La Iglesia es un quién: la Iglesia está formada por los hijos de Dios, a través del Bautismo.

“La Iglesia es un sujeto personal. La Iglesia es un quién. Si os pregunto ‘quién eres tú’, no hay mas que una forma de responder: tu nombre propio, el nombre de tus padres, dónde has nacido y tu historia. La Iglesia es un quién y, por lo tanto, la Iglesia sólo puede responder a esa pregunta diciendo cómo hemos nacido, quiénes son mis padres y cuál es mi historia. Eso significa que el único lenguaje cristiano verdadero para explicar al mundo quiénes somos es el testimonio”, señaló Mons. Martínez en su alocución en la Escuela de Evangeliza-dores de Granada.

“¿Dónde estás, Señor? Estás en tu Iglesia, que somos tu cuerpo”; “nosotros somos de Cristo pero también es verdad que Cristo es nuestro. Es una alianza espon-sal. Somos el cuerpo de Cristo porque ahí se cumple la esponsabilidad total que sólo se cumple ahí y que sólo imperfectamente cumplen los matrimonios creados”.

Iglesia y testimonio:un quién, no un qué

Editorial

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Sumario

SumarioDirectora:Paqui Pallarés García

Redacción:Rosa Die AlcoleaPedro Flores Medina

Colaboradores: Antonio Gómez Casas (Guadix)José Antonio Vinuesa GarcíaIgnacio Fernández González

Edita: ARZOBISPADO DE GRANADAPlaza Alonso Cano, s/n18001 GRANADA tel.: 958 215 675 e-mail: mcsgranada@planalfa.eswww.archidiocesisgranada.esDiseño y maquetación:Secretariado de Medios de Comunicación de la Archidiócesis de Granada

Facebook:Archidiócesis Granada

Twiter:@Archigranada

02. Voz del Papa La salvación es un don y solo viene de Dios Misericordia y perdón

03. Editorial Iglesia y testimonio: un quién, no un qué

05. Mirada

• “Somos una familia grande”

• Votos perpetuos como misionera idente de una joven granadina

•Adoración de la cruz con los jóvenes

•Una casa rica en misericordia

• “24 horas para el Señor”, en Guadix

•Guía para celebrar el Sacramento de la Re-conciliación

• Intenciones de oración del Papa

•Agenda

10. Textos M isioneros: testigos de Misericordia Mensaje en el Día de Hispanoamérica

12. A fondoRelación de la Iglesia con CristoLa misericordia de la Iglesia, del Hijo y del Padre (II)

16. Cultura Un boca a boca que ilumina la historia Iglesia en Moscú

18. Testimonio El ángel de Dachau Engelmar Unzeitig, misionero de Mariannhill

20. Signo y Gracia Preparación y recuerdo del Bautismo La Cuaresma hoy (III)

21. Luz de la Palabra“Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido” IV Domingo de Cuaresma

La Asociación Calor y Café de Granada acogió en la tarde del martes día 1, la visita de Mons. Javier Martínez, quien acudió a su sede principal y con-versó con los voluntarios y con todas las personas que allí se encontraban en ese momento, la mayo-ría sin hogar o con grandes problemas económicos.

Mons. Martínez entró en el local, situado en la calle El Guerra nº 16, y compartió conversaciones, preocupacio-nes y la merienda con los dirigentes de la Asociación, voluntarios y usuarios del centro, quienes le explicaron sus problemas y necesidades ante la situación en la que viven cada día. Asimismo, el Arzobispo pudo conocer todos los rincones del centro, donde a diario se acoge a más de 100 personas y se les ofrece el desayuno y la merienda, un lugar donde pasar la tarde, un médico y baños para que puedan ducharse.

La presidenta de la Asociación, Ana Sánchez Montoro, le expuso al Arzobispo todo el trabajo que realizan, que además de la sede central, tienen dos pisos de acogida, reparten alimentos, mantienen un ropero, realizan talle-res, actividades y excursiones y tienen proyectos de de-sarrollo en África. Asimismo, Ana Sánchez mostró al Ar-zobispo todas las necesidades y dificultades que tienen para poder atender bien a todo el que les pide ayuda.

“ACOGEMOS A TODAS LAS PERSONAS”

La Asociación Calor y Café surgió hace 28 años y fue fundada por Ana Sánchez Montoro, quien actualmente es su presidenta. “Cuando tenía 33 años nació mi hijo pequeño, Jesús, que murió con 27 años. Tuve una en-fermedad y me dieron 6 meses de vida y yo me planteé mi vida: qué era, qué había sido, cómo la llevaba..., y no me gustaba. Estuve dos años enferma y cuando me fui mejorando pensé que mi vida tenía que cambiar. Dios me fue poniendo personas en mi vida para que yo fuera cambiando y encontré el sentido de mi vida: era Calor y Café”, explicó Ana Sánchez.

La ayuda a las personas de la calle comenzó por un en-cuentro con una de ellas: “Iba andando por la calle, es-taba todavía bastante enferma, me encontré un hombre que estaba tirado en la calle y no sé que pasó, yo lo miré a él, él me miró a mí y le pregunté que qué le pasaba. Me dijo que estaba en la calle y empecé a ayudarle”, señaló la presidenta de la Asociación, que, tras 28 años, ha visto cómo crecían las personas que se le acercaban en busca de, al principio, comida y todo tipo de nece-sidades.

“Somos una familia grande”Visita del Arzobispo a la

Asociación “Calor y Café”

Mirada

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MiradaAna llamó a una amiga suya, Mari Carmen –quien todavía sigue a su lado- y comenzaron a hacer comida cada día y a repartirla en la calle hasta que el marido de su amiga buscó un local, el la calle Colegios, donde han estado durante 26 años. Era un local de 42 metros cuadrados y hacían lo que podían, pero cada vez iba más gente y acaban de abrir una nueva sede, en la calle El Guerra, donde pueden atender a las más de 100 per-sonas que se acercan cada día a por un poco de “calor humano” y un “café” que les alimente. “Estamos muy contentos porque tenemos un espacio digno, en condi-ciones”, explicó Ana.

En este nuevo local cubren muchas más necesidades pero tienen que pagar el alquiler más los gastos diarios y necesitan más ayuda. El ánimo de seguir ayudando a cuanta más gente mejor hace que pidan un piso más, voluntarios, alimentos, leche, azúcar, gel de baño, etc. Además, aparte de sostener el centro, dan cada sábado comida a unas 150 familias y ropa. El centro también se ha abierto durante las olas de frío para cuidar de los que duermen en la calle.

“Aquí viene toda clase de gente. Somos una familia grande que vamos creciendo cada vez más. La gente viene con mucho respeto, gente que no tiene para to-marse un par de cafés, que no puede desayunar por las mañanas, gente que no se puede duchar porque no

puede pagar el agua, gente que no puede lavar la ropa porque no tiene dinero, gente que vive en la calle que viene a recoger aquí su correspondencia...”, afirmó la fundadora de la Asociación.

Calor y Café sigue abierta cada día para ayudar a los que no quiere nadie, los que están solos y no tienen ni un techo: “Nosotros acogemos a todas las personas, nunca les preguntamos a nadie qué son, qué hacen”, señaló Ana Sánchez. Asimismo, aseguró que abrieron un día el centro para ver “qué surgía del amor” y la consecuencia es el gran número de personas que son ayudadas en sus necesidades.

Pedro Flores

Votos perpetuos como misionera idente de una joven granadina

Se trata de Mª Belén Carreras, que trabajó en el Arzobispado de Granada y actualmente es Direc-tora del Departamento de Pastoral Gitana en la CEE. Su profesión será en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias el día 12.

Mª Belén Carreras es una joven granadina que el próximo día 12 de marzo profesa sus votos perpetuos en el Instituto ID de Cristo Redentor, Misioneras y Mi-sioneros Identes.

La profesión de votos perpetuos de Mª Belén Carre-ras en el Instituto de Misioneros y Misioneras Identes, fundador por Fernando Rielo, y presente en nuestra Archidiócesis tendrá lugar en la Basílica de las Angus-tias a las 20 horas. Esta profesión de votos perpetuos se celebrará con la Eucaristía en este templo jubilar en el Año de la Misericordia y sede de la Patrona de Granada, Nuestra Señora de las Angustias.

Mª Belén Carreras es natural de Granada, trabajó en la Curia Diocesana del Arzobispado de Granada y, ac-tualmente, es Directora del Departamento de Pastoral Gitana de la CEE, que se integra en la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española.

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La Pastoral Juvenil de Granada se reúne entorno a la Cruz en el tiempo de Cuaresma para ado-rarla.

La adoración de la cruz con los jóvenes diocesanos se celebra este año durante varios días, del 9 al 12 de marzo, con motivo de la llegada a nuestra Archidió-cesis de un cuadro pintado por la religiosa sor Isabel Guerra, que representa a María Inmaculada, y está recorriendo las Diócesis de España.

HORARIO

La adoración a la cruz se llevará a cabo en la iglesia de los Santos Justo y Pastor (Plaza Universidad, junto a la facultad de Derecho). Dará comienzo el día 9 a las 20 horas con una oración animada por la Pastoral Universitaria. También a las 20 horas, el jueves día 10, la adoración de la cruz se celebrará con el Colegio Re-gina Mundi en colaboración con la Pastoral diocesana juvenil, en la iglesia de los Santos Justo y Pastor. El día 12 la oración estará dirigida por el Seminario Mayor San Cecilio a las 11:45 horas, y posteriormente, a las 12:45 horas, se trasladará la imagen de la Inmaculada a la S.A.I Catedral.

Adoración de la cruz con los jóvenes de Granada

Las celebraciones de adoración de la Cruz con la Pas-toral juvenil de Granada concluirán el domingo día 13 con la participación en la Eucaristía presidida por Mons. Javier Martínez en la Catedral a las 12:30 ho-ras. Ese día se celebra también el Día del Seminario y las Órdenes Sagradas de varios seminaristas diocesa-nos y del misionero Redemptoris Mater.

El cuadro que presidirá la adoración de la cruz con los jóvenes diocesanos está peregrinando por las Dió-cesis españolas para favorecer la preparación espiri-tual para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia. Tras Sevilla, está previsto que el cuadro de sor Isabel Guerra llegue a Granada y permanezca en nuestra Diócesis hasta el día 14.

Una casa rica en misericordia

Novedades editoriales de San Pablo.

La Editorial San Pablo ha editado un libro titulado Una casa risa en misericordia, que se propone como una invitación a leer y orar el evangelio de Lucas en la familia, escrito por el obispo de la diócesis de Terni-Narni-Amelia (Italia) y Presidente del Consejo Pontifi-cio para la Familia, Mons. Vicenzo Paglia.

El Evangelio de Lucas es conocido como el “evange-lio de la misericordia” y ha sido recomendado por el Papa Francisco como guía no sólo para el Jubileo de la Misericordia, sino para todo momento. A partir de la lectura de cada pasaje del evangelio, Mons. Paglia hace una breve reflexión que ayuda a escuchar y a pensar en familia para conectar el texto leído con la vida personal, para después tener un pequeño mo-mento de recogimiento y oración.

QUIÉN ES JESÚS

Con este título, ¿Quién es Jesús?, Emilio Gracia, li-cenciado en Filosofía en Barcelona y Teología en Oña (Burgos), recorre los evangelios para dar respuesta a la gran pregunta sobre Jesús y animar a los lectores, jóvenes de todas las edades, a seguirle. En la primera

parte del libro, Gracia resalta las características de Jesús, lo presenta como un ideal de vida e invita a la amistad con Jesús, a amarle y recibir de Él su amor incondicional. La segunda parte es una propuesta a los lectores para que sean seguidores de Je-sús.

REZAR EL VÍA CRUCIS CON LOS SANTOS

De la mano de Pablo Cerve-ra, sacerdote de la Archidió-cesis de Madrid, San Pablo publica el libro Rezar el Vía Crucis con los santos, en el que ofrece las catorce es-taciones acompañadas por las meditaciones de siete santos y beatos que han reflexionado profundamente sobre la Pasión: el Apóstol Pablo, Carlos Borromeo, Alfonso María de Ligorio, Padre Julián Eymard, el beato John Henry Newman, Luis Guanella y el her-mano Rafael Arnaiz. Cada estación aparece ilustra-da por un imagen del padre Marko I. Rupnik.

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Mirada“24 horas para el Señor”, en Guadix

La diócesis de Guadix celebrará las 24 horas para el Señor en la capilla del convento de las Madres Dominicas, de vida contemplativa, en Baza, los días 4 y 5 de marzo.

Desde la tarde del viernes 4 de marzo y hasta la tarde del sábado día 5, la capilla estará abierta y con el Se-ñor expuesto en la custodia para la oración. También habrá sacerdotes para poder celebrar el Sacramento de la Penitencia. Se trata de una iniciativa que se realiza en toda la Iglesia, a la que el obispo de Guadix, Mons. Ginés García, invita a sumarse en su última carta pastoral con motivo de la Cuaresma.

Con esta jornada de 24 horas para el Señor la Iglesia invita a vivir un tiempo de oración intenso en el cami-no cuaresmal. Un tiempo de oración que, en este año se puede realizar en clave de misericordia y compro-miso, dado que se celebra en toda la Iglesia el Año de la Misericordia.

También es una jornada de revisión y de conversión. Por eso, durante el tiempo que dure la jornada habrá siempre sacerdotes dispuestos a confesar a aquellos que lo soliciten.

El obispo de Guadix, en su Carta Pastoral con motivo de la Cuaresma Es tiempo de misericordia, hace refe-rencia a esta jornada de oración y penitencia invitan-do a participar: “Os animo a todos a participar; los que no podáis asistir, hacedlo en vuestras parroquias, y los impedidos en vuestras casas”. Se trata, dice el obispo, de una de las iniciativas importantes que de-ben marcar esta Cuaresma. La otra de esas iniciativas que señala el prelado es la “escucha orante de la Pala-bra de Dios, ya sea en la lectura y meditación personal o comunitaria, como en la predicación”.

Aunque el lugar escogido en toda la diócesis accitana es la capilla de las Madres Dominicas de la ciudad de Baza, serán muchas las parroquias que organicen mo-mentos de oración en los propios templos, para faci-litar que quienes no puedan desplazarse, encuentren una oportunidad para sumarse a toda la Iglesia en esa jornada de oración.

Con esta iniciativa, la diócesis de Guadix se une un año más a la propuesta del Papa. Será, además, una jornada que se verá enriquecida por la presencia de las religiosas dominicas de vida contemplativa, dado que se celebra en la capilla de su convento, y por la posibilidad de recibir el sacramento de la Penitencia. Y tiene carácter diocesano, por lo que todos estamos invitados.

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• Obras de misericordia. Siguiendo el calendario pro-puesto para la Archidiócesis para practicar las obras de misericordia, este mes se invita a “Vestir al desnudo” y “Perdonar las injurias”.

• Conferencia. El día 10 en el CC. Nuevo Inicio (Plaza Alonso Cano. Edificio Curia Metropolitana) comienza un nuevo ciclo de ponencias dedicado a Los cristianos árabes. Situación actual y su aportación cultural. La pri-mera ponencia estará a cargo de Renée Hattar, pro-fesora de lengua árabe del Centro internacional para el Estudio del Oriente Cristiano (ICSCO), el día 10 a las 19:30 horas.

• JMJ Cracovia 2016. Con el objetivo de favorecer la participación de al menos un joven en la Jornada Mun-dial de la Juventud, que se celebra en julio en Cracovia (Polonia) con el Santo Padre, la Comunidad Católica Shalom de Granada celebra un concierto el día 12, en el salón parroquial de San Miguel Arcángel, a las 20:30 hoas. Más información en el correo electrónico eventosshgranada@gmail.com y en el teléfono 603-624-047.

• Concierto de Cuaresma. En el marco del Ciclo de Música y Tiempo Litúrgico, que celebra su VI edición, tendrá lugar en la Catedral el Concierto de Cuaresma, el día 12, a las 19:30 horas, a cargo del Coro Tomás Luis de Victoria y de Íliber Ensemble. Entrada gratuita.

• Pastoral Obrera. El día 12 el Secretariado de Pas-toral Obrera y del Trabajo de Granada celebra su XXV Jornada, dedicada a una pastoral obrera encarnada, portadora de misericordia. En el marco de esta Jorna-da, esta Pastoral reflexionará sobre los problemas que hoy afectan al trabajo.

AGENDA

Intenciones de oración del Papa

Para el mes de marzo.

La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para el mes de marzo de 2016 es: ‘’Para que las familias en dificultad reciban el apoyo necesario y los niños puedan crecer en ambientes sanos y serenos’’.Su intención evangelizadora es: ‘’Para que los cristianos discriminados o perseguidos a causa de su fe, se mantengan firmes en las pruebas guardando la fidelidad al Evangelio, gracias a la oración incesante de toda la Iglesia’’.

Guía para celebrar el Sacramento de la Reconciliación

Breve y sencilla publicación del Arzobispado de Granada, en el marco del Año de la Misericordia, para ayudar a los fieles a preparar y acudir al Sa-cramento de la Penitencia.

El Arzobispado de Granada ha editado un breve y sencillo folleto explicativo sobre el Sacramento de la Reconciliación, que forma parte de los materiales que está editando y publicando para favorecer y ayudar a los fieles a vivir este Año de la Misericordia, que celebramos en la Iglesia Universal convocados por el Papa Francisco hasta el 20 de noviembre, Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.

El folleto explicativo se llama Guía para celebrar el Sacramento de la Reconciliación y con el lema del Jubileo de la Misericordia –Misericordiosos como el

Padre-, se propone especialmente en este tiempo de Cuaresma y en el marco de la Jornada “24 horas para el Señor”, para favorecer y ayudar la disposición al Sacramento del perdón de los pecados.

El folleto, que está disponible gratuitamente en la Curia Metropolitana, incluye las obras de misericordia espirituales y corporales y la oración del acto de con-trición con la que los fieles pedimos perdón al Señor y rezamos en la Santa Misa.

Asimismo, de forma breve y sencilla, la publicación responde a preguntas concretas como ¿por qué con-fesarse?, ¿qué confesar? y ¿cómo confesarse?, con el fin de ayudar a los fieles a hacer examen de concien-cia sobre el pecado cometido y pedir perdón a Dios.

“Es un hecho muy significativo y apreciable que en la actualidad haya más de 9.000 misioneros y misioneras españoles cooperando con las Igle-sias locales de América en la actividad misionera. Si bien en su mayoría provienen de Congrega-ciones religiosas, son unos 1.000 los sacerdotes diocesanos españoles presentes en dichas Igle-sias particulares, de los cuales 300 han partido acogiéndose a la Obra de Cooperación Sacerdo-tal Hispanoamericana (OCSHA), servicio de la Conferencia Episcopal Española encomendado a su Comisión Episcopal de Misiones y Coopera-ción entre las Iglesias”. Extracto del Mensaje de la Comisión Pontificia para América Latina en el Día de Hispanoamérica, que celebramos el 6 de marzo.

Esta importante cita se dará en pleno curso del Jubi-leo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el Santo Padre Francisco con la bula Misericordiae Vultus (MV) (…). (…) se da efectiva respuesta de co-munión a la invitación del Papa a “contemplar el mis-terio de la misericordia” (MV, n. 2), a dejarnos abrazar por el amor misericordioso de Dios y a convertirnos en discípulos, testigos y misioneros de su misericordia. (…)

UN AMOR SIN LÍMITES

“Este amor misericordioso -afirmó el Santo Padre Francisco con ocasión de la festividad de Nuestra Se-ñora de Guadalupe (12.12.2015)- es el atributo más sorprendente de Dios, la síntesis en la que se conden-sa el mensaje evangélico, la fe de la Iglesia”.

Dios nos ama con un amor gratuito, sin límites, sin esperar nada a cambio, siempre dispuesto a perdo-narnos, abrazando incluso nuestras miserias para li-berarnos de ellas. Nos ha de causar siempre renovado estupor y gratitud esta inaudita pasión de Dios por nosotros: “El Verbo se hizo carne”, siendo rico se anonada para compartir la condición humana, para hacerse compañero en el camino de la existencia de todos los hombres, para curarlos y servirlos con un amor lleno de compasión y ternura, para dar la vida por nosotros y abrirnos así las puertas de una vida nueva, reconciliada. El Hijo de Dios no se ha avergon-zado ni nos ha condenado por nuestras limitaciones y llagas, sino que ha venido hasta nosotros para intro-ducirnos en su vida, en su familia y en su casa. Este es el designio misericordioso del Padre, que el Hijo pone de manifiesto y lleva a cabo hasta sus últimas conse-cuencias y que el Espíritu Santo difunde en la existen-cia humana mediante su gracia de perdón y salvación.

Mensaje en elDía de Hispanoamérica

Misioneros y misioneras, testigos de misericordia

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Textos

Este mensaje de la Iglesia universal ha de llegar a cada uno de los misioneros y misioneras que servís a las Iglesias y a los pueblos de América Latina. Cada uno de vosotros está invitado, ante todo, a pasar por la “Puerta Santa” —¡que es Cristo mismo!—, en las ca-tedrales o santuarios de las Iglesias locales en las que prestáis servicio, para “descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale perso-nalmente al encuentro de cada uno. Es Él el que nos busca. Es Él el que sale a nuestro encuentro” (Francis-co, Homilía, 8.XII.2015). ¡Qué mejor ocasión para re-novar nuestro seguimiento fiel a Jesucristo y nuestro servicio entregado a la misión universal de la Iglesia! Os deseo de todo corazón, si es que aún no lo habéis hecho, que paséis por la “Puerta Santa”, recitando el Credo de los apóstoles, rezando por las intenciones del pastor universal y acercándoos después al sacra-mento de la reconciliación.

A cincuenta años del Concilio Vaticano II este gesto nos vuelve a recordar con fuerza el llamado universal a la santidad. El Jubileo Extraordinario de la Misericor-dia es un llamamiento a la conversión de cada uno. No se trata de una genérica exhortación a la huma-nidad. ¡No! Este amor, esta pasión, este perdón, esta reconciliación, son ante todo para mi vida y tu vida. No son realidades para los otros. Son “para ti, para

mí. Un amor activo, real. Un amor que sana, perdo-na, realza, cuida” (Francisco, Discurso, 10.VII.2015). Si no se da esta apertura del corazón de la persona a la gracia, de nada valen todas las aperturas de las demás puertas.

Por eso, cada uno de los misioneros y misioneras españoles en América Latina quedáis llamados por vuestro propio nombre a vivir este Jubileo en toda su profundidad, verdad y belleza. Esta experiencia jubi-lar nos pacifica el corazón, nos pone nuevamente en camino más allá de tropiezos y caídas, nos llena de alegría y esperanza, nos alienta ante las dificultades y fracasos, nos convierte en “testigos de misericordia” allí donde la Providencia de Dios nos ha destinado a servirlo en sus hijos más necesitados. Nos converti-mos, sí, en “testigos de misericordia” cuando expe-rimentamos esa misericordia de Dios hacia nuestras propias personas y nos entregamos con entusiasmo a una nueva búsqueda de crecimiento espiritual. (…)

Marc Card. Ouellet Presidente Pontificia Comisión para América Latina

Leer Mensaje completo en: www.conferencia episcopal.es

Textos

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Relación de la Iglesiacon Cristo La misericordia de la Iglesia,

del Hijo y del Padre (II)

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“La Iglesia está descrita en la vida con muchas imágenes. La Iglesia no es un qué, es un quién. Por lo tanto, ya es equivocado preguntarse qué es la Iglesia. La Iglesia es un sujeto personal. La Iglesia es un quién. Si preguntamos qué es la Iglesia, empezamos a describirla como un in-secto, una hoja, un árbol, una especie animal… Si os pregunto ‘quién eres tú’, no hay mas que una forma de responder: tu nombre propio, el nombre de tus padres, dónde has nacido y tu historia. La Iglesia es un quién y, por lo tanto, la Iglesia sólo puede responder a esa pregunta diciendo cómo hemos nacido, quiénes son mis padres y cuál es mi historia. Eso significa que el único lenguaje cristiano verdadero para expli-car al mundo quiénes somos es el testimonio”. Segunda parte de la intervención de nuestro Arzobispo en la sesión formativa de la Escuela de Evangelizadores para la Archidiócesis.

Primero, la Iglesia es un quién. Segundo, las dos ca-tegorías más importantes que usa el Nuevo Testa-mento, es decir, la primera generación cristiana para dar testimonio de la relación entre la Iglesia y Cristo son dos categorías que aparentemente chocan: la categoría de esposa y cuerpo. Son las dos catego-rías más importantes para entender la Iglesia, pero ¿por qué parece que estas dos categorías se con-traponen? Porque la esposa parece que la esposa la pone “junto a”, parece que está fuera, de Cristo. Si la Iglesia es la Esposa de Cristo y la Iglesia es nues-tra Madre, de alguna manera se distingue de Cristo. Por muy unida que esté a Él, la Esposa está fuera; en cambio, el cuerpo no. ¿Qué sucede? Pues, no se contraponen. La Iglesia es la única Esposa en la que se cumple lo que Dios dijo en el Génesis hablando del matrimonio: “Serán los dos una sola carne”. La unión de la Iglesia con Cristo es el único matrimonio donde eso es verdad sin fisuras. De tal manera, Cris-

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to ama a la Iglesia y se hace uno con ella que ya pasa a ser su propio cuerpo, Ella que es su Esposa, ama-da, preferida, escogida, purificada. Cada vez que comulgamos eso sucede: recibimos el Cuerpo de Cristo que nos revitaliza como miembros del cuerpo de Cristo. Cristo se disuelve en nosotros, pero somos nosotros los que somos asimilados a Él. La Iglesia es la Esposa y el cuerpo de Cristo.

Y de nuevo aquí merece la pena subrayar cómo la lógica de esta realidad es diferente a la lógica de los objetos físicos. Por ejemplo, dos botellas de agua. Cuando hay dos amigos de verdad, hay algo de mi que está en la persona a la que quiero y hay algo de la otra persona que está en mi. Entre una madre y un hijo, tampoco las relaciones son como las de dos botellas de agua. Pero nosotros, nuestro cuerpo forma parte de nosotros de una manera tan íntegra; sin nuestro cuerpo no somos nosotros.

Si tengo dos botellas y te doy una, me quedo sin una. En cambio, si te lo doy por afecto, el afecto que te doy no lo pierdo sino que crece. Si lo que doy es humano, es espiritual, es amor, por ejemplo, no pierdo amor cuando lo doy. San Juan Pablo II solía decir: “La fe se fortalece dándola”, crece cuando la das. No sólo la fe, también la esperanza. Si yo tengo esperanza y tú no tienes esperanza, si te doy espe-ranza, no me quedo sin la esperanza que te doy: la mía se hace más fuerte y la tuya crece. La alegría: tú estás triste y yo estoy contento, comparto mi alegría contigo. Al final de la conversación, tú estás conten-to también. Mi alegría no ha disminuido, sino que se ha multiplicado. La matemática de las cosas físicas

no es la misma que la de otras cosas. La matemática de la Iglesia es diferente también.

¿Cuál es la lógica de la Iglesia? (esto tiene importan-cia para quienes van a ejercer una función de tipo apostólico o misionero): el todo en la parte. Yo no soy mas que una partecita en la Iglesia, sin duda. Pero cuando el Hijo de Dios se me da en el Bautismo, en la Eucaristía, no se me da un trocito del Hijo de Dios; se me da el Hijo de Dios. No se me da un tro-cito de la divinidad; se me da la divinidad, Dios está presente en nosotros. ¿Qué dice San Pablo una vez hablando de Cristo?: en Él habita corporalmente la plenitud de la divinidad. En Él habita corporalmente la humanidad de Cristo, lo que podríamos decir su cuerpo, es el recipiente donde está toda la dignidad. Dios es amor, el nombre de Dios es misericordia, pues en Él habita corporalmente todo el amor de Dios. Pero si la Iglesia es su cuerpo, que se alimenta del cuerpo del Hijo de Dios, que prolonga en la His-toria la humanidad de Jesús -porque Jesús se encar-nó y como se encarnó de verdad (no es que se disfra-zara de hombre), siendo emperador Tiberio, siendo Cirino gobernador de Siria, bajo el poder de Poncio Pilato, que figura en el Credo porque el Hijo de Dios se hizo hombre en un momento de la Historia (los hombres nacemos y morimos en un momento de la Historia)… Es verdad que su Resurrección ha hecho posible que pueda abrazar toda la Historia, pero ha vivido una vida humana verdadera y como hombre verdadero ha nacido y ha muerto. Pero Él nos dice: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

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aFondo

¿Dónde estás, Señor? Estás en tu Iglesia, que somos tu cuerpo. Por una parte, qué gozo. Si uno lo piensa, qué responsabilidad. Es verdad que nosotros somos de Cristo pero también es verdad que Cristo es nues-tro. Es una alianza esponsal. Somos el cuerpo de Cristo porque ahí se cumple la esponsabilidad total que sólo se cumple ahí y que sólo imperfectamente cumplen los matrimonios creados. Se puede decir que Dios crea la diferencia sexual, crea al hombre y a la mujer, y crea el matrimonio humano para que podamos entender su designio de salvación con no-sotros, que era hacerse uno con su criatura.

Qué responsabilidad más bonita en muchos senti-dos. Consecuencias prácticas: cuando entráis en el Mercadona es Cristo quien entra con vosotros. Un ejemplo: había una profesora que estaba en un insti-tuto horroroso, donde los niños tenían familias des-trozadas, una situación dolorosísima, una violencia enorme, niños de diez u once años con violencia. To-davía recuerdo una profesora de ese instituto que les pidió dibujar en un papel su imagen de lo que es una mujer. En todos los dibujos había sangre, alguno un hacha. No he visto cosas más violentas en mi vida. La profesora decía: “Para mí es un tormento. Yo le ofrezco al Señor el tormento que es para mi venir a clase todos los días. Me paso 40 minutos tratando de poner orden en la clase y cinco minutos explican-do. Son un fracaso. Estos niños no van a ninguna parte”. Yo le dije: “¿Por qué no cambiamos la pers-pectiva? ¿Por qué la actitud con la que tú entras en clase puede ser diferente porque tú eres diferente? Tú eres un miembro de Cristo. Cristo entra contigo en ese instituto y en esa clase. Por qué no tomas conciencia de qué privilegiados son estos niños que tienen todas las semanas, los días de la semana que sean, durante 50 minutos, a alguien que los mira con el mismo amor y con la misma misericordia con la que Cristo los mira. Entras así en la clase llena de gozo, por el privilegio que tienen esos niños de tenerte a ti. Porque tenerte a ti es tener a Cristo. Y tu petición ya no es ‘Señor, que hoy estén un poco más atentos’. Tu petición es ‘Señor, dame el don de mirarlos como Tú me miras a mi. Dame el don de ser el reflejo de como Tú los miras a ellos’”. Nos volvi-mos a encontrar unos cuantos meses después. Me dijo: “Estoy feliz. No aprenden más inglés que el que aprendían antes, pero la vida en la clase ha cambia-do por completo”.

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aFondoEL TODO EN LA PARTE

Las personas que no creen no tienen otro modo de acercarse a Cristo que su cuerpo o el manto de su vestido. ¿Pero dónde está Su cuerpo? Somos noso-tros: el todo en la parte. Hay algo en lo humano en lo que podríamos reconocer esa lógica de “el todo en la parte”, pero donde se realiza de una manera plena es en la Eucaristía. En cada Eucaristía, el lugar donde se está celebrando, es el centro del universo. La más pequeña que se puede celebrar (en un pue-blecito de la Alpujarra donde en invierno viven seis familias), pero si se está celebrando la Eucaristía ahí hay un cordón umbilical que une ese lugar del mun-do con el Cielo, con Dios. El Cielo se está haciendo presente ahí, y no un trocito, porque en Él habita corporalmente la plenitud de la divinidad. En esa Eu-caristía –cuando se dice “santo, santo, santo”, es el canto de los querubines- el Cielo está en la tierra, y la tierra empieza a ser parte del Cielo. Y cuando esa alianza nueva y eterna se consuma en la Comunión, yo paso a “ser”, vuelvo a “ser” de nuevo, es decir, el Señor me ratifica la alianza que hizo conmigo en la cruz, se me da de nuevo y yo paso a ser una cosa con Cristo y Cristo pasa a ser una cosa conmigo, en mi pobreza, sin que desaparezcan mis límites físicos, psicológicos, humanos… pero Cristo está conmigo.

Esta falta de conciencia nos debilita mucho nuestro ímpetu y celo misioneros porque hemos transforma-do la idea de testimonio, de evangelización, al ejem-plo. Entonces, tenemos que esperar a ser perfectos para decirle algo a alguien. Y como no vamos a ser perfectos nunca, no vamos a decirle algo a alguien. Claro que soy imperfecto, pero tengo al Señor con-migo, en mi pobreza, en mi limitación. No se aver-güenza de mí, se da a mí en mi pequeñez. Ese don me hace desear lo mejor que pueda ser, que siempre será muy poco, porque sigo siendo un ser humano. Pero la conciencia de que Dios se da a mi, eso es mucho más importante que lo que me pide Dios. Empezamos siempre dando por supuesto todo lo im-portante: qué me va a pedir Dios, qué me pide Dios, qué exige el Evangelio… Eso es lo que tienen que pensar los paganos, cómo conquistan a Dios, porque no le conocen. Yo sé que Dios es amor y misericor-dia. Claro que deseo, Señor, ser para ti con toda mi vida, con todas mis características, con mi ser, con mi torpeza; quiero ser tuyo por entero, pero la fuente de mi alegría es que Tú eres mío. Y teniéndote a Ti lo tengo todo. “Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios”. Teniéndote a Ti lo tengo todo. Todo me ha sido dado ya contigo.

Todo lo que necesito, el Cielo está aquí, porque yo soy hijo tuyo. Esa era la conciencia con la que vivían los primeros cristianos, las primeras generaciones. Y esa conciencia tenemos que pedir al Señor que se renueve. Hay una responsabilidad: caer en la cuenta de que Cristo está en mí. Uno va por la vida tratando de enganchar. ¿Por qué? Porque eso es lo que el Se-ñor desea: enganchar. Pero enganchar con afectos, no con discursos.

+ Javier MartínezArzobispo de Granada

29 de enero de 2016Colegio Virgen de Gracia

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“Me fascinó el hombre que encontré en los Evan-gelios, siempre llevaba conmigo aquel librito y lo leía y releía a escondidas, en el metro y en los intervalos entre clases, pero ni siquiera me imaginaba que pudiera tener que ver con la Igle-sia, tan aquiescente con el régimen, tan formal y encerrada en un ritualismo para mí incom-prensible… Luego, después un día de esquí, un amigo me llevó a casa de unos conocidos, y allí encontré a una persona que me mostró de forma evidente que aquel Cristo que yo tanto espera-ba y buscaba se encontraba precisamente en la Iglesia. Desde entonces, ya no he salido de ahí”.

El protagonista de esta historia es Georgij Cist-jakov, docente universitario que luego se hizo sacer-dote ortodoxo, y la persona que le indicó el camino era el padre Aleksander Men’, uno de los apóstoles de Rusia en el siglo XX, asesinado por unos descono-cidos el 9 de septiembre de 1990.

Este episodio, que le he oído contar muchas veces, volvió a mi mente con motivo de la conmemoración en Moscú del aniversario de la muerte del padre Georgij. Es solo un flas, una instantánea de la ca-dena viviente de encuentros de estos años en Rusia, pero también en Ucrania, en Bielorrusia, en tantos países del ex imperio soviético, que ha tejido y si-gue tejiendo sin cesar una historia secreta, soterra-da, que se desarrolla en paralelo y como en sordina respecto a la “gran historia”, no solo la política sino también la historia “oficial” de la Iglesia, pero que constituye no en menor medida su fuerza interior, su osamenta. De vez en cuando, también esto emerge a la superficie de la gran historia, con hechos y mo-mentos particulares –como el caso de sor Nirmala Joshi, a la que muchos solo han conocido después de su muerte– que nos obligan a reconocer que las categorías con las que estamos acostumbrados a pensar y mirar no son las importantes.

Un boca a bocaque ilumina la historia Iglesia en Moscú

Cultura

El padre ortodoxo Aleksander Men.

Del padre Men’ y del padre Cistjakov no se habla en los textos de historia, y durante años no se ha hablado siquiera en los ambientes eclesiales oficia-les, donde a menudo se les consideraba “herejes” o al menos personajes incómodos, demasiado “en salida”, demasiados libres, demasiado inclinados a utilizar la misericordia y el perdón, a acoger en vez de fustigar a los pecadores. Pero con los años ha cre-cido un número impresionante de hijos espirituales que les habían encontrado en la parroquia, en los medios de comunicación o en los centros culturales, en la universidad, en el hospital, o gracias a los libros y testimonios, superando así las “prohibiciones no escritas”, el rígido sistema de barreras entre la fe y la vida social, erigido con sumo cuidado por el régimen soviético y luego transformado gradualmente, aun-que no abolido, en las últimas dos décadas.

El libro más importante del padre Men’, El hijo del hombre, se difundió mediante el samizdat por todos los rincones de la URSS, y en los años siguientes se imprimió y devoró más de un millón de copias. Este imponente “boca a boca”, esta memoria viva que no se explica de otro modo –exactamente igual que la primera comunidad de discípulos– más que con una mirada iluminada por la resurrección, esa que yo he tenido la envidiable fortuna de ver en los ojos del padre Men’, del padre Cistjakov y en tantos otros testigos, es ese “coraje” gracias al cual se difunde el cristianismo, que con el tiempo, a pesar de nuestros límites y pecados, renueva y hace renacer a la propia Iglesia. Así, por ejemplo, en septiembre, al cumplirse 25 años de la trágica muerte del padre Aleksander Men’, la Iglesia ortodoxa rusa del Patriarcado de Moscú correrá la cortina de silencio que había ce-rrado sobre él y dará vía libre a la publicación oficial de sus obras.

El padre Georgij tenía un sueño. Que un día se acer-case a él el asesino del padre Aleksander y le pidiera, en confesión, el perdón de Dios. No sé si este sue-ño se cumpliría durante su vida, pero sin duda la existencia de personas que viven de estas ardientes esperanzas dictadas por una mirada auténtica sobre el hombre y su destino alimenta la historia y su fluir hacia la inmortalidad, “ese otro nombre de la vida, un poco más fuerte”, como decía Pasternak.

Giovanna Parravicini Publicado en Páginas Digital, en 2015

Cultura

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Engelmar Unzeitig,misionero de Mariannhill

El ángel de Dachau

Testimonio

En el campo de concentración de Dachau, el vene-rable siervo de Dios padre Engelmar H. Unzeitig era por fuera un habitante más de aquella ciudad de muerte identificado con el número 26.147; pero por dentro guardaba a un fiel religioso, a un celo-sow w sacerdote, a un valiente misionero y a todo un gigante de la caridad cristiana. El 2 de marzo de 1945 murió aquejado de tifus, enfermedad que había contraído al ofrecerse voluntario para aten-der al resto de presos que habían contraído la en-fermedad.

Estando para terminar la Segunda Guerra Mundial, moría en el Campo de Concentración de Dachau (Alemania), a la edad de 34 años, el joven sacerdote y misionero de Mariannhill, padre Engelmar Hubert Unzeitig CMM.

Allí había llegado a mediados de 1941 como pri-sionero y, durante los casi cuatro años que estuvo confinado, no dejó por ello de ser misionero. Era por fuera un habitante más de aquella ciudad de muerte identificado con el número 26.147; pero por dentro guardaba a un fiel religioso, a un celoso sacerdote, a un valiente misionero y a todo un gigante de la caridad cristiana.

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Testimonio

El testimonio de su vida y de su oración, su afabili-dad y paciencia, la fidelidad a su consagración reli-giosa, su prudencia al hablar y su sabiduría al callar, su generosidad a la hora de compartir lo que tenía y su coraje para mendigar en favor de los más necesi-tados, dieron una eficacia insospechada a su presen-cia en el Campo.

Terminó sus días en coherencia con la que había sido la tónica de su existencia, ofreciéndose volun-tario para atender a los enfermos, víctimas de una epidemia de tifus. En pocas semanas contrajo él la enfermedad y, amaneciendo el 2 de marzo de 1945, moría de tifus el que había ayudado a tantos mori-bundos a bien morir.

Salió de este mundo como había vivido en él: con el corazón en la mano. Le llamaban el ángel de Dachau, porque así se comportó en medio de aquel infierno. Había dejado escrito: “El amor multiplica las fuerzas, inventa cosas, da libertad interior y alegría… El bien es inmortal y la victoria debe ser de Dios”.

El padre Engelmar había nacido el 1 de marzo de 1911 en Greifendorf, hoy República Checa. Querien-do ser misionero, ingresó en 1934 en el noviciado de Mariannhill en Holanda. Después de realizar los estu-dios de filosofía y teología en Würzburg (Alemania), fue ordenado sacerdote el 6 de agosto de 1939. Sus cenizas, que salieron providencialmente del Campo, reposan en la iglesia de Mariannhill en Würzburg.

El 26 de julio de 1991 quedó abierta su causa de beatificación. El Papa Benedicto XVI reconoció que el padre Engelmar vivió en grado heroico las virtudes cristianas, declarándole Venerable, el 3 de Julio de 2009. El 21 de enero de 2016 el Papa Francisco fir-mó el decreto, por el que se reconoce que el padre Engelmar murió por odio a la fe, declarándole así mártir cristiano.

Todos le podemos poner por intercesor ante Dios de todas nuestras necesidades e intenciones con el fin de ver pronto glorificado su nombre en medio de la Iglesia.

Padre Lino Herrero Prieto CMM,Misionero de Mariannhill

Publicado en Alfa y Omega

SignoyGracia

La Cuaresma es un tiempo de preparación y re-cuerdo del Bautismo. En este tiempo los catecú-menos se preparan más de cerca para recibir en la Vigilia Pascual los sacramentos de la Iniciación cristiana. El Ritual de Iniciación cristiana de adul-tos llama a la última Cuaresma antes de recibir el Bautismo Tiempo de purificación e iluminación. También todos los que ya estamos bautizados nos preparamos durante la Cuaresma para renovar las promesas de nuestro bautismo en la Noche santa de la Pascua.

Por eso, la Iglesia ha querido restaurar y conservar en la liturgia algunos elementos bautismales que ayuden a los cristianos a tomar conciencia creciente de lo que es el Bautismo, y con esta mayor conciencia renueven sus compromisos bautismales.

Las razones de la vinculación del bautismo con la Cuaresma tienen profundas motivaciones teológicas, puesto que el bautismo nos incorpora en el Misterio Pascual de Cristo, como aparece en Rm 6, y en la pri-mera carta de Pedro.

Los Evangelios de los domingos III, IV y V de Cuaresma del ciclo A, recogen tres temas clásicos de la cateque-sis bautismal, y pueden utilizarse no solo en el ciclo A, sino también en los ciclos B y C, si así lo aconseja la situación pastoral de la comunidad celebrante. En los prefacios de esos domingos aparecen bellamente expresados estos elementos bautismales.

El domingo III de Cuaresma se proclama el Evangelio de La Samaritana (Jn 4, 5-42). Jesús es el Agua viva. “El cual, al pedir agua a la samaritana, ya había infun-dido en ella la gracia de la fe, y si quiso estar sediento de la fe de aquella mujer fue para encender en ella el fuego del amor divino”. (Prefacio domingo III de Cuaresma)

El domingo IV de Cuaresma se proclama el Evangelio del Ciego de nacimiento (Jn 9, 1-41). Jesús es la Luz del mundo. “El cual se hizo hombre para conducir al género humano, peregrino en tinieblas, al esplendor de la fe; y a los que nacieron esclavos del pecado, los hizo renacer por el bautismo, transformándolos en tus hijos adoptivos”. (Prefacio domingo IV de Cuaresma)

El domingo V de Cuaresma se proclama el Evangelio de La resurrección de Lázaro (Jn 11, 1-45). Jesús es la Resurrección y la Vida. “El cual, hombre mortal como nosotros, que lloró a su amigo Lázaro, y Dios y Señor de la vida, que lo levantó del sepulcro, hoy extiende su compasión a todos los hombres y por medio de sus sacramentos los restaura a una vida nueva”. (Prefacio domingo V de Cuaresma)

En los Praenotanda del Ritual de Bautismo de niños, nº 47, dice lo siguiente: “Por ser la Cuaresma un tiem-po de preparación al Bautismo de los catecúmenos y de renovación de la conciencia bautismal de los fieles, parece oportuno que durante la misma no se celebre dicho sacramento, precisamente para que la Vigilia pascual y el día de la Resurrección aparezcan como el día bautismal por excelencia”.

José Antonio Vinuesa GarcíaDelegado episcopal de Liturgia (Granada)

Preparación y recuerdodel Bautismo La Cuaresma hoy (III)

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luzdelaPalabra

Josué 5, 9a. 10-12Salmo 332 Corintios 5, 17-21

Lucas 15, 1-3. 11-32

Solían acercarse a Jesús todos los publícanos y los pe-cadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas mur-muraban, diciendo: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”.

Jesús les dijo esta parábola: “Un hombre tenía dos hi-jos; el menor de ellos dijo a su padre: `Padre, dame la parte que me toca de la fortuna´. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, jun-tando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. De-seaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: `Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundan-cia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi pa-dre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros´. Se levantó y vino adonde estaba

su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: `Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no me-rezco llamarme hijo tuyo´.

Pero el padre dijo a sus criados: `Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacri-ficadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdi-do y lo hemos encontrado´. Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: `Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud´. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: `Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado´. Él le dijo: `Hijo, tú estás siem-pre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este herma-no tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado´”.

“Este hermano tuyoestaba muerto y ha revivido” IV Domingo

de Cuaresma

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Estamos ya en la mitad de nuestro camino cuaresmal. Este domingo es llamado en la liturgia el domingo “Laetare”, el domingo de la alegría. Ciertamente la Cuaresma es un tiempo de austeridad, de esfuerzo espiritual, de penitencia. Pero no debemos perder de vista que todo este “ejercicio cuaresmal” lo hacemos para prepararnos a la gran alegría de la Pascua de Resurrección.

El Evangelio de san Lucas nos presentaba la parábola del Hijo Pródigo, o mejor dicho la parábola del padre bueno y misericordioso.

El hijo menor de la parábola quiere vivir la vida y por lo tanto termina con todo lo que significa la familia para él. Obliga a su padre a darle su parte de la he-rencia y se va de casa. Con dinero se encuentra de todo, sobran amigos, pero de su padre no se acuerda. Cuando ya no tiene nada y por lo tanto tampoco ami-gos, recuerda que tiene un padre y que merece una vida distinta y mejor y regresa buscando el perdón de su padre.

El hijo mayor vive con su padre en casa. Es el hijo siempre fiel, obediente, trabajador. ¿Es buen hijo? Al llegar a casa y oír la fiesta, rechaza a su hermano, re-chaza a su padre. No ha comprendido aún el corazón de su padre, la bondad de su corazón. Se enfrenta con él, abandona la fiesta familiar, abandona la casa.

Esta historia es la descripción de una triste realidad que todos constatamos. Hombres y mujeres, llamados todos a disfrutar de una misma felicidad y no somos capaces de acogernos y convivir como hermanos. Esta es la historia de muchas familias.

Unos contra otros, ¿por qué? A veces ni se sabe por qué. ¡Cuántas divisiones entre los mismos miembros de una familia! Cuantos enfrentamientos, odios entre hermanos. Esta es la tragedia de muchas familias, de una humanidad incapaz de entenderse, de pueblos que no se aceptan, de hermanos que no se toleran.

Quienes no creen en el amor, quienes lo rechazan de su corazón, destruyen la familia, se autoexcluyen de la fiesta, como este hermano mayor de la parábola.

Para muchas personas su deseo de vivir sus propias ideas, su propia vida les lleva a separarse de su familia, a olvidarse de quien le ha dado la vida. Vivir, es para algunos disfrutar, malgastar cuanto somos y tenemos, sin aceptar ninguna norma, sin pensar ni recordar a nadie.

Una vida así, sólo nos lleva al vacío de la vida, al fraca-so y ojalá estas experiencias nos sirvan para descubrir que hay una vida nueva, distinta, mejor y para ello nos decidamos volver a casa, a la Casa de Dios y des-cubramos el amor, la generosidad y el perdón de Dios, nuestro Padre.

Comentario al EvangelioEl regreso del hijo pródigo, Francesco Guercino.

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laPuntadaReflexiones para náufragos

La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios.

San Pío de Pietreicina