Enver Critica a Mao

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Enver Hoxha a Mao Zedong: El recibimiento de Nixon en Pekn es un error de principios y tambin tcticohttp://criticamarxista-leninista.blogspot.cl/2013/03/hoxha-a-mao-visita-nixon-es-un-error.html

Cuando Enver Hoxha y el PTA dirigieron esta carta a Mao Zedong y el PCCh, en agosto de 1971, la aproximacin entre China y Estados Unidos haba pasado por varias fases desde que se reiniciaron los contactos entre ambos gobiernos, en diciembre de 1969. Los dirigentes chinos informaron de estas conversaciones, a sus camaradas albaneses, una semanadespusde que Kissinger, el secretario de Estado norteamericano, estuviera de visita en Beijing, y mientras se hacan las preparaciones para la visita de Nixon, que finalmente se realiz en febrero de 1972.Los albaneses, como lo deja ver Enver Hoxha, se enteraron que los camaradas chinos llevaban cerca dedos aosen contacto con los gobernantes imperialistas norteamericanos.

En diciembre de 1969, chinos y norteamericanos tuvieron la primera reunin a nivel de embajadores. Dado que no tenan relaciones diplomticas, las primeras reuniones las realizaron los embajadores de ambos pases acreditados en Polonia.

Sin embargo, para llegar a este punto inicial, sucedieron previamente hechos importantes, unilaterales, mediante el cual ambos pases dieron seales de que estaban dispuestos a conversar sobre unas posibles relaciones. En enero de 1969 sucedi algo indito: los principales medios de expresin del PCCh Honqi (Bandera Roja) y Renmin Ribao (Diario del Pueblo publicaron el discurso de Nixon inaugurando su presidencia. Es cierto que estuvo acompaado por un artculo editorial que contena una crtica usual al imperialismo norteamericano, pero no dejaba de ser un hecho de importancia en el camino al restablecimiento de relaciones entre ambos pases. Qu deca el discurso del ahora presidente Nixon? Deca que Estados Unidos estaba dispuesto a desarrollar relaciones contodoslos pases del mundo. El artculo editorial comentando el discurso de Nixon fue publicado enPekng Informa n 5 de 1969, pero esta vez sin reproducir el discurso del presidente norteamericano.

En marzo de 1969, unidades militares soviticas y chinas protagonizaron dos serios enfrentamientos armados, que los puso al borde de la guerra. La gravedad de la situacin era tal que es bastante verosmil lo que cuenta Kissinger en sus memorias: que en agosto de 1969, un representante sovitico le hizo una consulta informal sobre cul sera la reaccin norteamericana si la Unin Sovitica atacaba establecimientos nucleares chinos. El conflicto sino-sovitico se apacigu despus del encuentro entre Kosygin y Zhou Enlai en Beijing en setiembre de 1969.

Mientras tanto, Estados Unidos trataba de hacer llegar usando como intermediarios al presidente de Pakistn y Nicolae Ceaucescu el mensaje de que era necesario terminar con el aislamiento de China. Slo en la primera semana de diciembre de 1969, los norteamericanos pueden transmitir directamente a diplomticos chinos en el exterior, su deseo de establecer contactos entre los dos pases. La propuesta fue aceptada inmediatamente, y la primera reunin informal a nivel de embajadores se realiz el 11 de diciembre de 1969 en Varsovia. Luego el 8 de enero de 1970 se volvieron a reunir informalmente, para luego iniciar conversacionesformalesel 20 de enero de 1970.

Las conversaciones se interrumpieron y postergaron debido a una situacin internacional desfavorable para sostenerlas, principalmente por la agudizacin de los conflictos en Indochina, en los que Estados Unidos estaba directamente involucrado mientras que China apoyaba a Vietnam, Laos y Camboya (donde Sihanouk haba sido depuesto, exilindose en China y estableciendo ah un gobierno de resistencia). En un mitin contra la agresin norteamericana, en mayo de 1970, Mao se pronuncia contra el imperialismo norteamericano. Segn cuenta Kissinger, Nixon y su equipo evaluaron que el discurso de Mao que en lo esencial era blando, no haca amenazas, no se comprometa, no era duro con Nixon y evitaba tomar posicin en relacin con problemas bilaterales espinosos. Estados Unidos sigui insistiendo con retomar las conversaciones con China, que a su vez no las rompa sino que postergaba su respuesta. Pero, en julio de 1970, ocurri algo que puede considerarse como parte de la forma china de comunicarse: China liber a un ciudadano norteamericano, condenado en 1958 por espionaje.

En agosto de 1970, los dirigentes chinos estn inmersos en problemas internos: el conflicto entre las fracciones de Mao y Lin Biao se hace formalmente patente en la conferencia de Lushan (el II Pleno del IX Comit Central), donde los linpiaostas son obligados a retroceder.

Mientras tanto la insistencia de los gobernantes norteamericanos sobre retomar contacto iba creciendo, sin encontrar respuesta. El 1 de octubre de 1970, el Da de la Liberacin, ocurre otro hecho indito en la poltica china: en las celebraciones en la Plaza Tiananmen, las masas chinas pudieron ver que en el sitio de honor, se encontraba Mao Zedong acompaado del periodista norteamericano Edgar Snow. La fotografa de ambos fue publicada al da siguiente en la primera pgina de los principales peridicos chinos. Un demonio extranjero occidental segn la cultura tradicional china era honrado de forma inusitada por el mximo lder del pas. Kissinger dice en sus memorias que ellos, los gobernantes norteamericanos, no comprendieron el mensaje, y que los chinos haban sobreestimado la sutileza norteamericana. Por su parte, China no haba concedido visa a Snow para ingresar al pas, desde el inicio de la Revolucin Cultural, hasta que fue sorprendido por la invitacin de oficio del gobierno chino. EnPekn Informa n41 de 1970, publicacin para el exterior, sin embargo, el nombre de Edgar Snow est escondido en un mar de letras, difcilmente ubicable. Como se puede observar, se mantiene el tono militante y combativo contra el imperialismo y el socialimperialismo, caracterstico de la Revolucin Cultural.

El 18 de diciembre de 1970, Mao le concedi una entrevista a Snow donde manifiesta que est dispuesto a recibir al presidente Nixon en Beijing, ya sea como presidente o como turista. Snow recibi la instruccin de no publicar esa entrevista hasta abril de 1971. La revistaLifela difundi en su edicin del 30 de abril de 1971. Mientras tanto en diciembre de 1970 y enero de 1971, a travs de los intermediarios paquistanes y rumanos, el gobierno chino transmite al gobierno norteamericano que est dispuesto a recibir a un representante directo para resolver el problema de Taiwn.

La invitacin del dbil equipo de ping-pong para visitar China y confraternizar con el equipo chino, con la publicidad masiva que se dio a este hecho relacionado con el deporte ms popular en el pas, es decir, la diplomacia del ping-pong, jug el papel de distender la percepcin del ciudadano chino promedio con respecto a los norteamericanos. Como respuesta, en abril de 1971, el gobierno norteamericano, de manera unilateral, levant el embargo contra China, establecido desde la liberacin en 1949. El 21 de abril, los dirigentes chinos envan un mensaje al gobierno norteamericano sealando que retiraban la resolucin del problema de Taiwn como requisito para las conversaciones al ms alto nivel y que estaban interesados en recibir a un representante del presidente Nixon. Los norteamericanos respondieron el 10 de mayo indicando que aceptaban las conversaciones al ms alto nivel y que enviaran, despus del 15 de junio, al secretario de Estado Kissinger a preparar todo lo relacionado con el futuro viaje del presidente Nixon.

El 20 de mayo, Kissinger transmite al gobierno chino que en las conversaciones EEUU-URSS para limitar el armamento estratgico, Estados Unidos no suscribir nada que vaya contra los intereses de China. Asimismo, le hace llegar una copia del tratado. El 25 de mayo de 1971, se reuni el Bur Poltico del PCCh para tratar el tema de las conversaciones con Estados Unidos. Zhou Enlai expone la evaluacin que hacen de la posicin internacional de Estados Unidos, segn la cual este imperialismo est en declinacin, con las caractersticas que el PTA en su carta reconoce haber recibido como informacin del PCCh. El 29 de mayo, China comunica que Kissinger ser bienvenido a Beijing para conversaciones preliminares. La importancia estratgica de un restablecimiento de relaciones entre EEUU y China la destaca el propio Nixon en sus memorias, cuando dice que la respuesta china es la ms importante comunicacin que ha recibido un presidente norteamericano desde la Segunda Guerra Mundial (Roosevelt-Stalin).Kissinger visit en secreto China y estuvo en Beijing desde el 9 al 11 de julio de 1971, donde sostuvo seis reuniones con altos dirigentes chinos preparando la agenda y la fecha para la visita del presidente Nixon. El 15 de julio, China y Estados Unidos anunciaron pblicamente que Nixon visitara antes de mayo de 1972.

Anticipndose a la reaccin de los camaradas y amigos, la direccin china envi a Zhou Enlai a Vietnam, el 13 de julio, para informarles de las conversaciones con los norteamericanos. El 14, viaj a Corea del Norte con la misma tarea. De regreso en Beijing, se reuni con Sihanouk de Camboya. Y el 17 de julio, se reuni con el embajador albans en China para informarle la posicin china en las conversaciones con EEUU. Enver Hoxha y el PTA, en carta a Mao Zedong y el PCCh, manifiestan su desacuerdo con la visita de Nixon y con la visin china con respecto al imperialismo norteamericano, como un imperialismo en retirada, que ya no quiere luchar directamente sino a travs de tteres.

El recibimiento de Nixon en Peknno es correcto, nosotros no lo apoyamosCarta dirigida al CC del PC de China6 de agosto de 1971

Al Comit Centraldel Partido Comunista de China,al camarada Mao Tse-tungPekn

Queridos camaradas:

La direccin de nuestro Partido les agradece la informacin que el camarada Chou En-lai nos envi a travs de nuestro embajador en Pekn en relacin con la futura visita de Nixon a China.

El camarada Xhorxhi Robo, que vino expresamente a Tirana, nos inform ampliamente sobre la conversacin que mantuvo con el camarada Chou En-lai, sobre la valoracin de la direccin china acerca de la futura visita de Nixon a China, sobre la situacin internacional y la interna de los Estados Unidos de Amrica, sobre las cuestiones planteadas en el encuentro entre el camarada Chou En-lai y Kissinger y la actitud de la parte china hacia ellas.

Nuestro embajador nos hizo saber que, segn la comunicacin de Uds.,hace ms de dos aosque Nixon ha solicitado visitar China y que se han realizado encuentros a diferentes niveles para organizar esta visita. Las conversaciones con Nixon son calificadas por ustedes como desarrollo escalonado de las anteriores conversaciones chino-norteamericanas de Varsovia. El embajador nos transmiti su valoracin de que durante los ltimos aos la situacin en los EE.UU. ha cambiado mucho, que stos se encuentran en vsperas de la tempestad revolucionaria y los norteamericanos se hallan en una difcil situacin, no pueden proseguir la guerra, quieren relajar la tensa situacin, retirar las tropas y las bases militares de los pases extranjeros para no luchar ellos mismos, para no originar nuevos focos de guerra y para no ayudar a los tteres ms que con dinero y armas, para que slo luchen asiticos contra asiticos. Nuestro embajador nos transmiti su opinin de que la visita de Nixon a China sirve a la lnea de la diplomacia del pueblo y est en funcin de ella, que los encuentros con la capa alta de los EE.UU. favorecen los vnculos con el pueblo y estimulan transformaciones en el pueblo norteamericano, que las conversaciones con Nixon, tengan o no xito, beneficiarn a China y no le reportarn ningn mal.

La direccin de nuestro Partido estudi con la mayor seriedad el importante problema que Uds. nos plantearon Estamos de acuerdo en que se trata de una cuestin importante, porque, como la definen ustedes, la visita de Nixon a Pekn forma parte de su gran plan estratgico.

Creemos que entendern la tardanza de nuestra respuesta. Ello es debido a quesu decisin fue inesperada y sin que hubiramos tenido ninguna consulta previa entre nosotros sobre esta cuestin, cosa que nos hubiese dado la posibilidad de manifestar y debatir las opiniones que, pensamos, podran ser tiles, ya que las consultas previas entre los amigos estrechos, los combatientes decididos contra el imperialismo y el revisionismo, son siempre tiles y beneficiosas y, particularmente, pensamos nosotros, cuando se dan pasos de gran efecto y resonancia internacional.

Nuestras opiniones y juicios sobre este problema, de gran importancia para el presente y el futuro de la lucha contra el imperialismo norteamericano, los basamos en la gran teora y en la gran estrategia marxista-leninistas Estaestrategiaque hace invencibles a los partidos marxista-leninistas consiste en la lucha de principios, resuelta y sin compromisos en dos frentes, tanto contra el imperialismo con el norteamericano al frente, como contra el revisionismo moderno con el sovitico a la cabeza, en la lucha contra todos los reaccionarios, en el apoyo a la revolucin y a la lucha de liberacin nacional de los pueblos, por el triunfo del socialismo y del comunismo. Esta estrategia nuestra prevestrechas alianzas con los pueblos que luchan, con los revolucionarios de todo el mundo en un frente comn contra el imperialismo y el socialimperialismoyjams alianzas con el socialimperialismo soviticopretendidamente contra el imperialismo norteamericano,jams alianzas con el imperialismo norteamericanopretendidamente contra el socialimperialismo sovitico. La piedra de toque que nos separa a nosotros, los marxista-leninistas, de los diversos antimarxistas es la lucha de clases encarnizada, sin compromisos, diente por diente y hasta el fin,en los dos frentes al mismo tiempo, contra el imperialismo norteamericano y el socialimperialismo sovitico.

Durante nuestra gran lucha nuestros dos partidos han utilizado y utilizarn diversas tcticas, pero stas han servido y deben servir siempre a esa estrategia Est claro que tanto el imperialismo norteamericano como el socialimperialismo sovitico temen a esta gran estrategia y tiemblan ante ella, intentan destruirla, por eso nuestros partidos la aplicarn y defendern con audacia en cualquier circunstancia y situacin.

En estafavorable situacin revolucionaria... la China popular, Albania socialista, los pueblos y los Estados progresistas del mundo deben hacer or su palabra, imponer su voluntad para desbaratar los diablicos planes, belicistas y esclavizadores de las grandes potencias imperialistas, norteamericana, sovitica, etc.

Es comprensible, y para nosotros siempre ha estado claro, que por el bien de los pueblos y de la revolucin, la gran China de Mao Tse-tung sostenga conversaciones y establezca relaciones diplomticas con diversos Estados del mundo, incluso con los Estados Unidos de Amrica.

Considerando al Partido Comunista de China como el partido hermano y compaero de armas ms prximo, no le hemos ocultado nunca ni lo hacemos ahora, nuestros puntos de vista. Por eso tambin acerca del gran problema que nos han planteado les hacemos saber queconsideramos como no correcta, no deseable, su decisin de recibir a Nixon en Pekn,decisin que no aprobamos ni apoyamos. Nuestra opinin es asimismo que la anunciada visita [1] de Nixon a China no ser entendida ni aprobada por los pueblos, por los revolucionarios y los comunistas de los diversos pases.

El imperialismo norteamericano es el enemigo nmero uno de los pueblos. Los Estados Unidos de Amrica encabezados por el presidente Nixon se encuentran hoy en medio de un gran enfrentamiento con todos los pueblos, particularmente con el pueblo vietnamita, contra el que desde hace 12 aos desarrollan una brutal y brbara agresin sin precedentes en la historia. Los pueblos del mundo llevan a cabo hoy una lucha a vida o muerte, con las armas en la mano y por todos los medios, para desbaratar los planes de opresin y esclavizacin del mayor enemigo de la humanidad, el imperialismo norteamericano. Este alto inters de los pueblos y de su lucha debe permanecer en los cimientos de la poltica de nuestros dos partidos y gobiernos. Este inters debe estar siempre presente en toda su actividad, particularmente cuando se trata de las relaciones con los Estados Unidos de Amrica y los revisionistas soviticos.

Se comprende fcilmente el deseo de Nixon, que durante tan largo tiempo habra querido visitar China, ya que este deseo coincide con la doble tctica del imperialismo norteamericano de agitar al mismo tiempo las armas y el ramo de olivo, coincide con sus fines de enmascarar su catadura imperialista, engaar a los pueblos y domar a China.

La historia del Movimiento Comunista conoce numerosos ejemplos de conversaciones a diversos niveles con los adversarios. No se pueden hacer paralelismos histricos, ya que tales conversaciones se haban llevado a cabo en condiciones, momentos y sobre cuestiones diferentes. Pero nuestros grandes maestros han indicado que las conversaciones deben llevarse a cabo cuando realmente son indispensables, cuando sirven a la causa de la revolucin y del socialismo, que se debe tener claramente en cuenta los fines agresivos del adversario y valorar de manera correcta la situacin y al propio adversario.

Las conversaciones que ustedes sostendrn con Nixon seran aceptables para la opinin progresista mundial en determinadas condiciones, en caso de que reportaran con seguridad beneficios a la lucha antiimperialista, a la revolucin en general y a China en particular.

Una condicinsine qua nonpara el desarrollo de conversaciones con los norteamericanos a tan alto nivel es la de que se fuese a ellas por lo menos en igualdad de condiciones, lo cual quiere decir que los EE.UU. reconociesen previamente al Gobierno de la Repblica Popular China como el nico gobierno legtimo que representa al pueblo chino y levantasen los obstculos para la admisin de China en la ONU, retirasen sus tropas de Taiwn; apartasen la VII flota de las costas chinas; cesaran la agresin en las fronteras de China. Esto representara una grave derrota para la poltica norteamericana. Despus, pensamos nosotros, se podra ir gradualmente ms lejos para la solucin de los grandes problemas internacionales.

En estas condiciones podrn darse pasos para el desarrollo de conversaciones sin que fuera necesario, pensamos nosotros, pasar inmediatamente de un nivel muy bajo al encuentro de las ms altas personalidades de los dos Estados, de China y de los Estados Unidos de Amrica, slo porque Nixon haya manifestado en numerosas ocasiones su deseo de un encuentro as. Este encuentro, en nuestra opinin, no puede ser considerado como un simple desarrollo escalonado de las conversaciones, sino como un escalonamiento complejo y preado de consecuencias. Porque resulta difcil comprender cmo se pueden escalonar de este modo las conversaciones y salir al encuentro del deseo del presidente norteamericano en unos momentos en que los Estados Unidos descargaban sobre Viet Nam aquella enorme cantidad de bombas, ampliaban la agresin en Camboya y Laos, cuando la guerra y los ataques norteamericanos se sucedan brutalmente uno tras otro contra los pueblos de Indochina, cuando la Repblica Popular China, Albania, el heroico pueblo de Viet Nam del Norte y del Sur y todos los pueblos revolucionarios se mantenan como una roca de granito, combatan y desenmascaraban la poltica agresiva del gobierno Nixon, este enemigo de todos los pueblos del mundo. Esto, segn nuestra opinin, en estas condiciones, eserrneo, tanto en el plano de los principios, como tcticamente.

Creemos que no se puede afirmar que tanto si resultan un xito como si fracasan, las conversaciones con Nixon redundarn igualmente en favor de China y no ocasionarn ningn dao. Al contrario, independientemente de los resultados de las conversaciones, el solo hecho de recibir en China a Nixon, conocido como anticomunista feroz, como agresor y asesino de los pueblos, como representante de la ms negra reaccin norteamericana, representa muchas desventajas y traer consigo bastantes consecuencias negativas al movimiento revolucionario y a nuestra causa.

La visita de Nixon a China y las conversaciones con l, no pueden sino crear en la gente sencilla, en los pueblos, en los revolucionarios, ilusiones dainas respecto al imperialismo norteamericano, a su estrategia y su poltica. Ejercer una influencia negativa en la resistencia, y en la lucha del propio pueblo norteamericano contra la poltica y los actos agresivos del gobierno de Nixon, quien aprovechar la ocasin para ser reelegido como presidente. La visita de Nixon a China debilitar la oleada de indignacin contra el imperialismo norteamericano en todo el mundo. As, pensamos nosotros, se le da al imperialismo norteamericano la posibilidad de obtener un perodo de tranquilidad relativa, que intentar aprovechar para consolidar sus posiciones, para acumular fuerzas y prepararse para nuevas aventuras militares.

Puede imaginarse qu pensarn los obreros italianos que se enfrentaron con la polica y manifestaron su odio contra la ltima visita de Nixon a Italia, los trabajadores japoneses que no permitieron a Eisenhower ni pisar su tierra, los pueblos de Amrica Latina que protestan, y se levantan contra los Rockefeller y todos los dems emisarios del gobierno de Washington. Tan slo los titistas yugoslavos y los revisionistas rumanos recibieron con flores al presidente Nixon en sus capitales.

Las conversaciones con Nixondan armas a los revisionistaspara devaluar toda la lucha y la gran polmica que ha llevado a cabo el Partido Comunista de China por el desenmascaramiento de los renegados soviticos como aliados y colaboradores del imperialismo norteamericano, les dan armas para poner el signo de igualdad entre la actitud de China frente al imperialismo norteamericano y la lnea traidora y de colaboracin que siguen hacia l los revisionistas soviticos. Esto crea a los revisionistas jruschovistas la posibilidad de agitar an ms su bandera de falso antiimperialismo, intensificar la demagogia y los fraudes para atraerse a las fuerzas antiimperialistas. Los revisionistas soviticos han empezado ya a explotar la visita de Nixon a China para atizar los sentimientos nacionalistas y chovinistas bajo el pretexto de que se est creando una alianza chino-americana dirigida contra la Unin Sovitica. Con todo ello pretenden reforzar las posiciones de las camarillas revisionistas en el poder y debilitar las posiciones revolucionarias de China.

La visita de Nixon a Chinaalentar tambin la corriente centristay ofrece argumentos a sus adeptos para probar la justeza de su lnea oportunista. Los togliattistas italianos y los rumanos declaran abiertamente que ahora se abren nuevas perspectivas, entre otras cosas para el restablecimiento de la unidad en el movimiento comunista, que por este camino se pueden solucionar tambin las divergencias entre China y la Unin Sovitica. Se trata de deseos de revisionistas y oportunistas curtidos que aprovechan la ocasin para presentar las divergencias entre el Partido Comunista de China y la direccin revisionista de la Unin Sovitica, no como profundas divergencias ideolgicas en torno a cuestiones cardinales y de principio, como son en realidad, sino como desacuerdos en el plano simplemente estatal, que pueden solucionarse por medio de encuentros y conversaciones directas entre las altas personalidades estatales.

La visita del presidente americano a China no puede sino suscitar interrogantes, incluso malentendidos entre la gente sencilla, en la quepueden surgir dudas acerca de si China est cambiando de actitud frente al imperialismo norteamericano y est entrando en el juego de las superpotencias.

No es casual que el mundo capitalista y revisionista haya recibido con tanto entusiasmo la iniciativa de Nixon de viajar a China. Toda la propaganda de los imperialistas, los revisionistas, los titistas, los rumanos, etc., haciendo coro, elogia a China y a Amrica por esta nueva apertura en sus relaciones. Los revisionistas modernos soviticos, titistas, rumanos, y otros como ellos, dicen que China ha entrado en un nuevo camino, en los rieles de la poltica de los compromisos sin principio. Piensan sacar de ello importantes provechos polticos, ideolgicos y econmicos.

Todo esto, segn nuestra opinin, no puede no causar desorientacin y confusin en las filas de las fuerzas revolucionarias y antiimperialistas, incluso entre las filas de los marxista-leninistas, no puede no estimular la difusin del espritu pacifista y de las ilusiones sobre la va pacfica.

Nuestra opinin es que stas son grandes desventajas. Menospreciar la situacin que crear la visita de Nixon a Pekn, sera un gran error y pensamos que estos inconvenientes no pueden ser compensados con unos cuantos resultados hipotticos que puedan lograrse en la entrevista con Nixon, quien, como vil lacayo del imperialismo, es astuto.

Permtannos asimismo expresar algunas opiniones nuestras sobre algunos problemas concretos de la situacin internacional, ms con el fin de precisar nuestro punto de vista sobre algunas cuestiones, que nos parecen discutibles, y reconociendo al mismo tiempo que los datos de Uds. sobre el desarrollo de los acontecimientos internacionales y particularmente de los Estados Unidos de Amrica pueden ser ms completos.

Es verdad que el imperialismo norteamericano se encuentra ahora en grandes dificultades externas e internas. El pueblo norteamericano est manifestando marcadas seales de haberse cansado de la poltica de agresin y tensin internacional practicada por Nixon y sus predecesores en la Casa Blanca. Las protestas y las manifestaciones contra la guerra de Viet Nam, las rebeliones de los negros y de los estudiantes han aumentado durante los ltimos aos. Los engranajes de la economa americana estn crujiendo bajo el enorme peso de los gastos ocasionados por la guerra en Indochina, por la carrera armamentista y los inflados presupuestos militares. La inflacin no cesa y crece el ejrcito de parados. Mientras aumentan las contradicciones con los pases capitalistas de Europa, la influencia y el prestigio norteamericano caen constantemente. La lucha de los pueblos contra el imperialismo norteamericano se intensifica y se ampla en todo el mundo.

Pero a pesar de ello, sin sobrestimar ni menospreciar al enemigo,el cuadro actual de la situacin de los Estados Unidos de Amrica no nos lleva a la conclusin a que han llegado ustedes, de que Amrica se encuentra hoy en medio de una gran tempestad revolucionaria.

Las grandes protestas y manifestaciones populares en los Estados Unidos de Amrica contra la guerra que se lleva a cabo en Viet Nam, as como los dems movimientos de las masas son un hecho, pero tienen que ver nicamente con la oposicin a una accin determinada, a un acto concreto del gobierno americano y slo indirectamente afectan al conjunto de su lnea agresiva. Ms all de estos lmites no llegan. Pero por su situacin econmica, por la ideologa que le inspira, por su modo de vida, por sus costumbres, tradiciones, relaciones, etc.,el pueblo norteamericano est lejos de encontrarse en vsperas de la revolucin. Todava hace falta que corra mucha agua bajo los puentes norteamericanos para que llegue ese da. Estamos convencidos de que ese da llegar, pero para ello es necesario realizar un gran trabajo, una gran lucha.

En Europa Occidentalel movimiento de masas, de viejas tradiciones ya, es mucho ms amplio y poderoso que en los EE.UU. Su tendenciosidad poltica general y su carcter de clase son evidentes. A pesar de ello,tampoco aqu se puede decir que sopla la tempestad revolucionaria y que la revolucin es inminente. Si se juzgara de otra forma se crearan ilusiones dainas y las fuerzas revolucionarias podran incurrir fcilmente en errores extremistas, particularmente ultraizquierdistas.

Asimismo opinamos queno es exacta su valoracin,de que, como resultado de las derrotas sufridas, los norteamericanos quieren atenuar la tensa situacin existente, retirar sus tropas y sus bases militares de los territorios extranjeros, no ser ellos mismos quienes luchen y no crear nuevos focos de guerra. De juzgar as, se crea la impresin de que estamos asistiendo a una retirada general del imperialismo americano en todos los frentes, cosa que slo sirve para crear ilusiones dainas y desmovilizacin de las fuerzas antiimperialistas.

El imperialismo norteamericano posee an grandes fuerzas econmicas, polticas y militares para resistir y para a emprender nuevas agresiones. Los presupuestos de guerra, la carrera y el perfeccionamiento de las armas, que constituyen el principal ndice de su poltica y de sus objetivos belicistas y agresivos, no slo no han disminuido, sino que crecen de ao en ao a ritmos muy acelerados. El imperialismo norteamericanojams renunciar a sus objetivos estratgicos, a la guerra y a la agresin. De otro modo ya no sera imperialismo.

Si los EE.UU. piensan en que los gobiernos tteres luchen a solas contra los pueblos y que Amrica les ayude con dinero y armas, ello querra decir que el imperialismo norteamericano firma con su propia mano la muerte de sus tteres y de s mismo. No puede haber ninguna ilusin en este sentido. Aun el hecho de que haya sufrido derrotas y se vea obligado a retirarse de algn lugar, no quiere decir que el imperialismo norteamericano no intentar intervenir y organizar agresiones contra otros pases.

La guerra, la agresin, la opresin y la esclavizacin de los pueblos forman parte de la naturaleza del imperialismo, emanan de la misma esencia de su sistema de explotacin. Se sabe que los Estados Unidos de Amrica, para vivir, necesitan la continua expansin econmica, poltica y militar, con el fin de mantener bajo su yugo a los pueblos y chuparles la sangre. En caso contrario el imperialismo muere, se deja libre el camino a la rebelin, a las insurrecciones y las revoluciones. Por esta razn los Estados Unidos de Amrica, pensamos nosotros, jams liquidarn por deseo propio sus bases militares en los territorios extranjeros ni retirarn las tropas que tienen acantonadas fuera de su pas. Esto suceder nicamente cuando se vean obligados a ello a causa de la lucha de los pueblos.

La tarea de los marxista-leninistas y de los revolucionarios, pensamos nosotros, es levantar a los pueblos en lucha contra el imperialismo y el revisionismo, hacer que aumente la confianza en sus fuerzas inagotables, hacerles conscientes de que hoy estn en condiciones de afrontar con xito los ataques de los imperialistas viejos y nuevos, de destruir sus planes agresivos

Hemos respaldado y respaldaremos con todas nuestras fuerzas el derecho innegable de la Repblica Popular China de liberar Taiwn. Taiwn es parte inseparable e inalienable de la Repblica Popular China. Nuestro Gobierno se opondr con decisin y de forma permanente a la teora de las dos Chinas, de una China y un Taiwn, de la independencia de Taiwn o de la indefinicin de su situacin, etc. Como hasta hoy, la Repblica Popular de Albania combatir para que la China popular ocupe el lugar que le corresponde en las Naciones Unidas, para que sean expulsados de all los usurpadores chiangkaichekistas.

Nuestro pueblo, al igual que todos los pueblos del mundo, ha admirado la ayuda que la Repblica Popular China ha prestado y presta directamente al pueblo vietnamita y a su heroica lucha contra los agresores norteamericanos as como a su causa en la arena internacional...

En cuanto a la guerra de Viet Nam, la actitud de nuestro Partido es conocida por ustedes. Hemos estado y estamos contra las conversaciones de Pars. Esto se lo hemos dicho abiertamente tambin a los camaradas vietnamitas. Independientemente de ello, hemos apoyado y apoyamos sin reservas la justa lucha del pueblo de Viet Nam, cuya victoria consideramos que es decisiva para toda la lucha antiimperialista de los pueblos.

La continuacin de la agresin norteamericana en Viet Nam y en toda Indochina constituye un gran problema que preocupa a todos los pueblos. El problema vietnamita slo puede solucionarse cuando los Estados Unidos de Amrica pongan fin a la guerra en Viet Nam, desmantelen todas las bases militares y retiren el ltimo soldado de all. Estamos convencidos de que el pueblo vietnamita vencer y la victoria ser mrito de los propios vietnamitas, que luchan con las armas en la mano y derraman su sangre. Slo a los vietnamitas corresponde decir la ltima palabra para la solucin del problema vietnamita, slo a ellos corresponde el derecho innegable de decidir su destino.

Los imperialistas norteamericanos y sus satlites, al igual que los revisionistas soviticos, con sus fuerzas armadas alineadas en las fronteras de China, han intentado organizar un anillo de fuego en torno a China y amenazar su libertad e independencia. Es significativa en este sentido la amistad que se est desarrollando entre los revisionistas soviticos y el gobierno reaccionario de Sato. Hemos estado siempre y estamos al lado de Uds. en su sagrada lucha para oponerse y desbaratar estos planes hostiles del imperialismo norteamericano, los revisionistas soviticos y los diversos reaccionarios.

Aprobamos totalmente su actitud de no manifestarle a Kissinger el punto de vista de China sobre la Unin, Sovitica. Pero creemos que entre nosotros deben existir opiniones comunes sobre las actividades polticas que pueden emprender los revisionistas soviticos, por lo menos frente a China y Albania, en las coyunturas creadas.

Los puntos de vista de los imperialistas norteamericanos sobre la Unin Sovitica expuestos ante ustedes, por Kissinger,no deban constituir un secreto para, nosotros. Sabiendo que el imperialismo norteamericano est aliado con el socialimperialismo sovitico y que ellos, coordinan las acciones entre s, nos parece que estos puntos de vista no pueden tener efecto slo en el Lejano Oriente, sino tambin en Europa.Si nos pusiesen al corriente de lo que ha dicho Kissinger sobre la Unin. Sovitica, estaramos ms armados para descubrir mejor los movimientos norteamericanos y soviticos en el tablero de Europa.

Respaldamos la lucha que libra la Repblica Popular Chinacontra el militarismo japons y su poltica expansionista en Asia, particularmente en direccin a Corea, Taiwn, etc. Esta justa actitud, junto al respaldo activo que China presta a la lucha del pueblo japons contra el gobierno reaccionario de Sato y la alianza nipo-americana, constituye una importante contribucin al ascenso de la lucha revolucionaria en el Japn, que es de particular importancia para frenar los planes agresivos del imperialismo norteamericano y el militarismo japons.

El imperialismo americano y el socialimperialismo sovitico han intensificado sus esfuerzos para azuzar el militarismo japons, la reaccin hind y la de algunos otros pases contra China y los pases libres de Asia. En este marco apreciamos los esfuerzos de China popular por el fortalecimiento del frente unido de los pueblos de China, Corea, Viet Nam, Camboya y Laos, as como los esfuerzos por ampliar los contactos y reforzar los vnculos con los pueblos nipn, hind, pakistan, etc.

Opinamos que las huelgas y las manifestaciones en los Estados Unidos de Amrica tienen importancia, perotiene una importancia an mayor que despierten y se lancen a la revolucin en primer lugar los pueblos de la India, del Japn y de toda Asia Es sabida asimismo la gran importancia que Lenin conceda a la victoria de la revolucin en pases grandes como China, la India y los dems pases de Oriente para los destinos de la revolucin mundial.

El imperialismo ingls cre divisin y antagonismos entre los pueblos de la India y del Pakistn y nosotros los marxista-leninistas debemos oponernos a los objetivos explotadores y agresivos de los imperialistas norteamericanos y los socialimperialistas soviticos, que continan instigando uno contra otro a los pueblos de estos dos pases. India y Pakistn son dominados por la burguesa reaccionaria, que est lejos de ser tan potente como el imperialismo norteamericano. Constituyenun eslabn dbil.

Nuestros dos partidos no olvidan ni por un instante que la lucha contra el imperialismo norteamericano debe desarrollarse severamente, no slo en Asia, frica y Amrica Latina, sinotambin en Europa. Hemos sealado, que China popular, junto con sus amigos marxista-leninistas autnticos, debe desempear un papel ms grande en Europa. Ustedes conocen nuestra poltica respecto a Europa, una poltica a favor de la revolucin, contra, los pactos de la OTAN y de Varsovia, contra el nuevo tratado sovitico-germanooccidental, contra los proyectos, revisionistas de seguridad europea. Pensamos que la poltica del imperialismo norteamericano en Europa es bastante compleja. A pesar de las contradicciones que los. Estados Unidos tienen con sus socios, sus vnculos tradicionales con Inglaterra y Francia deben ser siempre tenidos en cuenta.

Estamos de acuerdo con ustedes en que para establecer contactos con los pueblosse debe practicar la diplomacia del pueblo. Esta es la diplomacia abierta y sincera, al servicio del socialismo, de la lucha de liberacin de los pueblos, de la ampliacin y el incremento del mpetu revolucionario de las masas en los pases capitalistas.

Pero, al igual que las relaciones diplomticas no son el nico camino para establecer vnculos con el pueblo, los contactos con el pueblo no se logran necesariamente a travs de los encuentros con los cabecillas.La influencia de los pases socialistas se ejerce en primer lugar a travs de la poltica que practican, de la lucha antiimperialista y antirrevisionista que llevan a cabo, de las consecuentes actitudes de principio que mantienen frente a los problemas vitales que preocupan al mundo, de su solidaridad y su respaldo sin reserva a la lucha revolucionaria y de liberacin de los pueblos.

La Repblica Popular China hasta hace poco no ha tenido relaciones diplomticas y contactos directos con numerosos pases capitalistas, pero eso no le ha impedido ejercer una gran influencia en el movimiento revolucionario y de liberacin en el mundo, al igual que no ha impedido a los pueblos de los diversos continentes querer, respaldar y defender a China...

Viet Nam no slo no tiene relaciones diplomticas con los Estados Unidos de Amrica sino que desde hace largo tiempo se encuentra en lucha con ellos. A pesar de esto, precisamente ahora, gracias a su justa lucha, la simpata de los pueblos del mundo y del pueblo americano hacia el pueblo vietnamita es ms grande que nunca. Es la audacia y la actitud valiente de Viet Nam el factor que ms que ningn otrofavorece la radicalizacin de las masas populares americanas, que salen a las calles con las banderas nacionales de Viet Nam y los retratos de Ho Chi-Minh.

Lo mximo que se puede lograr enlos encuentros y las conversaciones con los cabecillas de los pases capitalistases la solucin de algunos problemas concretos. Pero aqullos jams pueden convertirse en un factor que influya en el incremento del mpetu revolucionario de las masas, particularmente cuando estn descontentas y en movimiento contra la poltica y la actuacin de quienes les dominan. Por el contrario, en estas ocasiones, los encuentros y las conversaciones pueden crear ilusiones entre los pueblos respecto a los cabecillas imperialistas o revisionistas, crean una atmsfera de expectativa en las masas, debilitan su lucha.

Incluso el establecimiento de relaciones diplomticas no es siempre til en esta lucha. As, por ejemplo, no aceptamos establecer relaciones diplomticas con los revisionistas soviticos porque ellos, como se sabe, han perpetrado graves crmenes y brutales ataques contra el marxismo-leninismo, la Repblica Popular de Albania en particular, y cortaron las relaciones diplomticas con nosotros por propia iniciativa. Nuestro Partido ha planteado que hagan una autocrtica pblica por todo lo que han hecho contra el marxismo-leninismo y contra nuestro pas. Si no se acta as, se entendera que nosotros cargaramos, si no con toda, con una parte de la culpa por la ruptura de relaciones y daramos argumentos a los cabecillas revisionistas soviticos para justificar ante su pueblo las acciones y posiciones hostiles que hasta hoy han mantenido contra el marxismo-leninismo y contra Albania. Actualmente esto no beneficiara al pueblo sovitico y a su lucha antirrevisionista, ayudara a la camarilla de Brezhnev a consolidar su posicin.

O veamos el caso denuestras relaciones con Yugoslavia. Entre nuestros dos pases existen relaciones diplomticas, comerciales y en cierta medida tambin culturales. Estas relacionesexisten, no slo sin contactos con los cabecillas titistas, sino incluso en lucha ideolgica de principios contra ellos. La polmica y la lucha ideolgica contra el titismo, que se refleja de forma cabal y multilateral en los materiales y documentos de nuestro Partido, que continan publicndose, se desarrolla de forma ininterrumpida. Esto no nos ha impedido declarar, ahora que Yugoslavia est amenazada por el socialimperialismo sovitico, que en caso de agresin estaremos del lado de los pueblos de Yugoslavia. Por este camino hemos reforzado los contactos con estos pueblos

La coyuntura favorable, creada no por deseo de nuestros enemigos, sino por nuestra lnea justa y nuestra lucha decidida, debemos aprovecharla siempre que se presente la ocasin en beneficio nuestro y de la revolucin, preservando siempre los principios y la dignidad de nuestros Estados socialistas...

Por nuestra parte queremos asegurarles quela lnea y las posiciones de nuestro Partido del Trabajo de Albania continuarn siendo siempre de principios, consecuentes, invariables. Combatiremos al imperialismo norteamericano y al revisionismo sovitico sin compromisos, de manera consecuente. Es posible que estos enemigos, por separado o juntos, o incitando a sus aliados y lacayos, emprendan contra nosotros aventuras agresivas. Lucharemos sin vacilaciones, hasta el fin, hasta la victoria.

Por el Comit Central del PTAEl Primer SecretarioEnver Hoxha

Nota:[1] Era ya un hecho consumado