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Urgencias Cirugía general 02 2.1. INTRODUCCIÓN Entendemos por diverculo colónico la protrusión sacular de la mucosa colónica a través de su pa- red muscular. Este hecho ocurre en las zonas débiles de la pared intesnal donde penetran los vasos rectos desde la mucosa a la serosa. Por tanto los diverculos son realmente “pseudodiverculos” (falsos diverculos), ya que no están formados por todas las capas de la pared intesnal sino sólo por mucosa y submucosa cubiertas de serosa. Los vasos ingresan a la pared de cada lado del borde de la tenia mesentérica y en las dos tenias anmesentéricas. Habitualmente son de 5-10 mm de tamaño y se encuentran en el borde anmesentérico. En cuanto a la localización, el colon sigmoideo alberga la mayor parte de los diverculos. Menos frecuente es la afectación pancolónica o la proximal al sigma, manteniendo el colon sigmoide nor- mal. No existen diverculos distalmente a la unión recto-sigmoidea por debajo de la cual la tenia se fusiona para formar una capa muscular longitudinal. La presencia de diverculos dentro del colon constuye la diverculosis colónica, que habitualmente es asintomáca o paucisintomáca. Si los diverculos se complican aparece la Enfermedad divercular (ED) en forma de dos endades clínicas fundamentales: Diverculis aguda (DA): inamación de los diverculos. Ocurre en un 15-20% de los pacientes que presentan diverculosis. En función de su evolución puede dividirse en: - Simple: la más frecuente (75%). Inamación local de uno o más diverculos, en ausencia de complicaciones. - Complicada (DAC): donde existen complicaciones en forma de emón, abscesos, stulas, estenosis/obstrucción o peritonis. Hemorragia de origen divercular: ocurre en un 5-10% de los pacientes que presentan diver- culosis, manifestándose como una hemorragia digesva baja, generalmente masiva y en pacien- tes añosos. ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS …tienda.grupocto.es/pdf/ME_ManUrgCG_CapM.pdf · ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR 02 15 erosionan la

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2.1. I N T R O D U C C I Ó N

Entendemos por divertí culo colónico la protrusión sacular de la mucosa colónica a través de su pa-

red muscular. Este hecho ocurre en las zonas débiles de la pared intesti nal donde penetran los vasos

rectos desde la mucosa a la serosa. Por tanto los divertí culos son realmente “pseudodivertí culos”

(falsos divertí culos), ya que no están formados por todas las capas de la pared intesti nal sino sólo por

mucosa y submucosa cubiertas de serosa. Los vasos ingresan a la pared de cada lado del borde de la

tenia mesentérica y en las dos tenias anti mesentéricas. Habitualmente son de 5-10 mm de tamaño

y se encuentran en el borde anti mesentérico.

En cuanto a la localización, el colon sigmoideo alberga la mayor parte de los divertí culos. Menos

frecuente es la afectación pancolónica o la proximal al sigma, manteniendo el colon sigmoide nor-

mal. No existen divertí culos distalmente a la unión recto-sigmoidea por debajo de la cual la tenia se

fusiona para formar una capa muscular longitudinal.

La presencia de divertí culos dentro del colon consti tuye la diverti culosis colónica, que habitualmente

es asintomáti ca o paucisintomáti ca.

Si los divertí culos se complican aparece la Enfermedad diverti cular (ED) en forma de dos enti dades

clínicas fundamentales:

• Diverti culiti s aguda (DA): infl amación de los divertí culos. Ocurre en un 15-20% de los pacientes

que presentan diverti culosis. En función de su evolución puede dividirse en:

- Simple: la más frecuente (75%). Infl amación local de uno o más divertí culos, en ausencia de

complicaciones.

- Complicada (DAC): donde existen complicaciones en forma de fl emón, abscesos, fí stulas,

estenosis/obstrucción o peritoniti s.

• Hemorragia de origen diverti cular: ocurre en un 5-10% de los pacientes que presentan diverti -

culosis, manifestándose como una hemorragia digesti va baja, generalmente masiva y en pacien-

tes añosos.

ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

14

Urgencias Cirugía general

2.2. E P I D E M I O L O G Í A

La enfermedad diverti cular es una patología frecuente con una

prevalencia mundial variable según el área geográfi ca (entre

5-45%).

La localización más frecuente en Europa y América es el intes-

ti no distal y se relaciona con factores adquiridos, fundamental-

mente con una dieta baja en fi bra alimentaria. Sin embargo la

localización en África y Asia es inversa, con predominio en colon

ascendente, y en población más joven, pudiendo tener un ca-

rácter congénito.

Si analizamos por grupos de edad, la diverti culosis es poco

frecuente en personas menores de 40 años, aumentando su

prevalencia conforme se envejece. Se esti ma que el 65% de la

población mayor de 80 años presenta diverti culosis colónica.

De ellos, aproximadamente un quinto desarrollarán una diver-

ti culiti s aguda.

En cuanto a la afectación según el sexo, la DA afecta más a los

pacientes varones por debajo de los 50 años. La ED en este gru-

po etario más joven presenta como factor de riesgo la obesidad,

y los divertí culos suelen localizarse en el sigma y el colon des-

cendente. El manejo de este subgrupo de pacientes jóvenes con

DA es controverti do, y en constante discusión. Clásicamente se

le atribuía mal pronósti co en relación a posible recurrencia o

agresividad en la evolución. Esto ha hecho que a menudo se

haya optado por el tratamiento quirúrgico defi niti vo en este

subgrupo de pacientes, lo que a día de hoy es una tendencia

en desuso ya que dicha evolución más tórpida no ha logrado

ser demostrada.

En población entre 50-70 años, la DA es ligeramente más fre-

cuente en el sexo femenino, siendo las mujeres la población

más afectada en mayores de 70 años.

2.3. E T I O L O G Í A

Múlti ples factores se atribuyen al desarrollo de la diverti culosis,

los más evidenciados son la ingesta pobre e fi bra, la acti vidad

sedentaria y la obesidad:

• Factores dietéti cos:

- Poco contenido de fi bra en la alimentación: el riesgo

relati vo de presentar diverti culosis es mayor para los

varones que ingieren poca fi bra en su dieta, siendo una

enti dad poco común en los vegetarianos. La tendencia

actual recomienda la fi bra como un agente protector

contra los divertí culos y posteriormente contra la recidi-

va de la DA. Para ello se debe aumentar el contenido de

fi bras en la dieta, especialmente la de origen celulósico

(frutas y verduras).

- No existen evidencias de una relación entre la aparición

de divertí culos y el tabaquismo, el consumo de cafeína

ni de alcohol.

- Un elevado contenido de carne roja y un alto contenido

total de grasa en la dieta están asociados con un aumen-

to del riesgo de presentar enfermedad diverti cular.

- En cuanto al riesgo de complicaciones, existe un au-

mento de la frecuencia de ED complicada en pacientes

que fuman, que reciben AINEs y paracetamol, así como

en obesos y sujetos que consumen dietas pobres en

fi bras.

• Acti vidad fí sica:

- Como factor independiente es un factor protector.

- Se ha encontrado que la asociación entre ejercicio y die-

ta alta en fi bra es protectora versus no ejercicio y dieta

baja en fi bra.

• Obesidad: la obesidad aumenta el riesgo para el desarrollo

de DA pero sobretodo para el sangrado diverti cular.

2.4. E N T I D A D E S C L Í N I C A S D E L A E N F E R M E D A D D I V E R T I C U L A R

DIVERTICULITIS AGUDA (DA)

La DA es la enti dad clínica caracterizada por los cambios infl a-

matorios de los divertí culos colónicos, pudiendo presentarse

como una infl amación local con sintomatología leve hasta una

peritoniti s generalizada por perforación libre.

El origen de la diverti culiti s es la perforación de un divertí culo,

ya sea microscópica o macroscópica, debida al aumento de la

presión intraluminal o las partí culas espesas de alimentos que

02ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

15

erosionan la pared diverti cular, produciendo infl amación y ne-

crosis focal. Las repercusiones clínicas dependerán del tamaño

de la perforación y de la respuesta “defensiva” a la misma.

Cuadro clínico

La presentación tí pica consiste en cuadro de abdomen agudo

caracterizado por dolor en fosa iliaca izquierda (FII) asociado a

vómitos, estreñimiento o menos frecuentemente diarreas. Es

frecuente la aparición de síntomas urinarios por la irritación por

conti güidad del sigma sobre la vejiga o por la presencia de un

fl emón o absceso a nivel de la pelvis.

Diagnóstico

Anamnesis y exploración

Durante la historia clínica se deben buscar factores de riesgo

para ED ya descritos, junto con sintomatología característi ca.

La mayoría de los pacientes presentan dolor en el cuadrante in-

ferior izquierdo o hipogastrio y fi ebre (hallazgo inconstante). Es

frecuente la aparición de sintomatología urinaria (sobretodo en

varones, ya que en las mujeres el útero se interpone entre la

vejiga y el sigma).

En personas muy mayores la clínica puede estar enmascarada,

pudiendo no presentar fi ebre, por lo que es más complejo llegar

a un diagnósti co.

A la exploración encontraremos signos de irritación peritoneal

con defensa y rebote en FII (es por esto que se ha llamado a esta

patología “apendiciti s izquierda”). En ocasiones se puede palpar

una masa a dicho nivel correspondiente al sigma infl amado o a

un absceso pericolónico.

Si el cuadro evoluciona aparecen distensión y peritonismo ge-

neralizado indicando la posibilidad de perforación intesti nal y/o

peritoniti s.

El diagnósti co diferencial abarca las enti dades intesti nales, uro-

lógicas y ginecológicas situadas en cuadrante inferior izquierdo,

y se resumen en la Tabla 2.1.

Pruebas complementarias

• Hemograma: la leucocitosis con neutrofi lia aparece en más

de la mitad de los pacientes siendo frecuente su asociación

con la elevación de la PCR por encima de 50 mg/L.

· Carcinoma de intestino complicado (el cáncer de colon

es la segunda causa de perforación colónica tras la DA)

· Pielonefritis

· Enfermedad infl amatoria intestinal (EII)

· Apendicitis

· Colitis isquémica

· Síndrome de colon irritable

· Enfermedad infl amatoria pélvica

Tabla 2.1. Principales diagnósticos diferenciales en la diverticulitis

aguda

La triada consistente dolor en cuadrante inferior izquierdo en

ausencia de vómitos y con PCR > 50 mg/L en un paciente de

más de 40 años, debe hacer descartar una DA, dado el alto

valor predicti vo positi vo para esta enfermedad. De hecho, al-

gunos estudios avalan que en ausencia de otra sintomatolo-

gía acompañante podría indicarse tratamiento como si se tra-

tara de una DA simple, sin necesidad de pruebas de imagen.

• Sedimento/uroculti vo: los hallazgos tí picos comprenden la

piuria estéril por infl amación o la aparición de crecimiento

bacteriano colónico si hay fí stulas.

• Rx tórax y abdomen: permiten descarta neumoperitoneo y

obstrucción. La radiografí a abdominal puede ser anormal en

la mitad de los pacientes con DA. Los hallazgos más comu-

nes comprenden la dilatación del intesti no delgado y grueso

o íleon, por íleo secundario al proceso infl amatorio, datos

sugerentes de obstrucción intesti nal franca, en el contexto

de un plastrón o absceso que “atrapa” asas intesti nales o a

una estenosis secundaria. Incluso puede detectar opacida-

des de partes blandas sugesti vas de abscesos. No obstante

no es una prueba que se pida de ruti na en un paciente con

sospecha de DA.

• TAC de abdomen con contraste: consti tuye el patrón de oro

para el diagnósti co de esta patología con una sensibilidad

alta y una especifi cidad próxima al 100%.

En cuanto a sus ventajas destacamos:

- Permite establecer la extensión de la enfermedad ya

que ofrece el benefi cio de evaluar tanto el intesti no

como el mesenterio.

- Puede ser terapéuti ca como guía para el drenaje de co-

lecciones intraabdominales

- Los criterios de la TAC permiten la clasifi cación pronós-

ti ca de Hinchey.

- Ayuda en el diagnósti co diferencial del dolor abdominal

bajo (apendiciti s, absceso tubario-ovárico o, enferme-

dad de Crohn entre otros).

En cuanto a sus desventajas es una prueba que emite radia-

ción ionizante sobre abdomen y precisa contraste pudiendo

inducir a nefropatí a por contraste.

16

Urgencias Cirugía general

Para estadifi car la gravedad de las diverti culiti s complicadas

una de las clasifi caciones más uti lizadas es la de Hinchey,

en función de los hallazgos radiológicos. Permite esti mar la

evolución del paciente y ayuda en la elección del tratamien-

to. Comprende cuatro estadíos que se detallan a conti nua-

ción (Tabla 2.2):

1. El Estadío I de Hinchey implica la infl amación confi nada

a los tejidos pericolónicos. La clasifi cación modifi cada

diferencia dos estadios.

> Ia: engrosamiento colónico (fl emón) con infl ama-

ción de la grasa pericolónica (Figura 2.1).

Figura 2.1. DA Hinchey Ia. Engrosamiento de la pared colónica,

el desfl ecamiento de la grasa pericolónica y la presencia

de divertículos (saculaciones llenas de aire en la pared intestinal)

> Ib: absceso inferior a 5 cm pericolónico o en la grasa

mesentérica (Figura 2.2).

Figura 2.2. Hinchey Ib. Imagen hidroaérea a nivel del mesenterio

2. Hinchey Grado II: absceso intraabdominal grande, pél-

vico o retroperitoneal y abscesos distantes del foco in-

fl amatorio primario (Figura 2.3).

Figura 2.3. Absceso pélvico secundario a Diverticulitis aguda

(Hinchey II)

3. Hinchey Grado III: peritoniti s purulenta. Supone una

peritoniti s por perforación colónica o del absceso pre-

viamente formado. En la TAC se evidencia neumoperito-

neo, con líquido libre generalizado o localizado y posible

engrosamiento peritoneal. El riesgo de muerte es de

aproximadamente del 13%.

4. Hinchey Grado IV: peritoniti s fecaloidea. En la TAC se

objeti va líquido libre de alta densidad con aire libre y

engrosamiento peritoneal. El riesgo de muerte en este

estadío puede llegar al 43%.

Grado I Flemón, absceso pericólico o mesentérico menor

de 3-5 cm

Grado II Absceso pélvico (perforación del mesenterio)

Grado III Peritonitis difusa purulenta (absceso extrapélvico

o rotura de absceso)

Grado IV Peritonitis difusa fecaloidea

Tabla 2.2. Clasifi cación de Hinche

• US/ecografí a: presenta una sensibilidad y especifi cidad me-

nor que la TAC. No obstante, la exploración por ultrasonidos

puede ser úti l detectando engrosamiento de la pared del

sigma, abscesos y divertí culos, e incluso permite el drenaje

de colecciones. Como ventajas respecto a la TAC presenta la

ausencia de radiación abdominal y no tener nefrotoxicidad

ya que no precisa contraste, pero es explorador dependien-

te y se ve difi cultada por el dolor, la obesidad o la interpo-

sición de aire.

02ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

17

De forma aislada es evidente la superioridad de la TAC fren-

te a la ecografí a, por lo que se considera de segunda elec-

ción como prueba única.

Una estrategia adecuada, pero no estandarizada, en el ma-

nejo de DA consiste en la realización de una ecografí a inicial

en pacientes con sospecha de DA no complicada y en caso

de ser negati va, realizar un TAC. Dicha estrategia secuen-

cial aumenta la sensibilidad a un 94%, evitando los efectos

adversos de la TAC en pacientes con sintomatología tí pica.

• Otras:

- Colonoscopia (procto sigmoidoscopia/sigmoidoscopia fl exi-

ble): no se recomienda en fase aguda, porque además de

ser difí cil su realización completa por dolor, estenosis o

preparación incompleta, la insufl ación puede converti r una

perforación cubierta en libre. Está indicada su realización de

2 a 6 semanas tras proceso agudo para descartar neoplasias

y complicaciones secundarias al proceso infl amatorio.

- Enema opaco: debe evitarse en la DA quedando reservado

para situaciones en las que el diagnósti co no queda claro.

No obstante si se realiza no bebe administrase nunca Bario

ya que puede empeorar el cuadro mediante la salida de

esta sustancia irritante sobre el peritoneo (usar contraste

hidrosoluble).

- Cistografí a: úti l en la confi rmación de la presencia de fí s-

tula colovesical.

Resumen del Manejo diagnósti co del paciente con DA

El manejo diagnósti co habitual en pacientes con sospecha de

DA se resume en la Figura 2.4.

Figura 2.4. Diagnóstico de DA

Tratamiento

DA no complicada

Pacientes con dolor e hipersensibilidad abdominal leve, sin sín-

tomas sistémicos.

El tratamiento clásico consiste en reposo intesti nal sin ser ne-

cesaria la aspiración nasogátrica (salvo que exista obstrucción),

líquidos intravenosos y anti bióti cos, cubriendo gramnegati vos

(E. Coli) y anaerobios (B. Fragilis). Este manejo conservador ti e-

ne una tasa de éxito entre el 70%-100%.

Las pautas más habituales de anti bióti cos son:

• Amoxicilina-ácido clavulánico 875 mg/125 mg/12 h.

• Ciprofl oxacino + metronidazol o clindamicina 500 mg/12 h

+ 500 mg/8 h.

• Moxifl oxacino 400 mg/24 h o levofl oxacino 500 mg/24 h.

Los pacientes que presentan sepsis grave, factores de riesgo

(> 60 años, diabéti cos, con infecciones urinarias recurrentes…), o

con sospecha de E. coli productor BLEE (β lactamasas de espectro

ampliado) son candidatos a recibir ertapenem 1g i.v./24 h.

La anti bioterapia recomendada se debe mantener entre 7 y 14

días o hasta la desaparición de la fi ebre, leucocitosis o el do-

lor abdominal. Tras iniciar el tratamiento, se espera mejoría en

48-72 horas. La respuesta desfavorable tras 48-72 horas debe

obligar a descartar DAC o error diagnósti co.

En pacientes seleccionados, el tratamiento puede realizarse a

nivel domiciliario o ambulatorio, mediante anti bioterapia oral,

dieta pobre en residuos y vigilancia estrecha en consulta. Dicha

estrategia es segura si durante la observación no hay aumento

de leucocitosis/PCR o fi ebre, y en ausencia de comorbilidades

además de que exista un buen soporte social.

Las medidas conservadoras del tratamiento ambulatorio y los

pacientes en los que está indicado se resumen en la Tabla 2.3:

Indicaciones de tratamiento ambulatorio de la DA

· DA no complicada

· No ancianos, Sin comorbilidad ni inmunosupresión

· Ausencia de: signos de sepsis, leucocitosis importante, fi ebre

elevada

· Correcta tolerancia oral

· Aceptación por parte del paciente y soporte social

Pautas del tratamiento ambulatorio

· Tratamiento antibiótico oral

· Dieta líquida 2-3 días y progresar posteriormente con dieta pobre

en residuos

· Dieta rica en fi bra tras desaparecer el dolor

· Revisión en consulta: Petición en consulta de colonoscopia

a las 6-8 semanas del episodio

Tabla 2.3. Indicaciones y recomendaciones de tratamiento

ambulatorio en DA

18

Urgencias Cirugía general

Son indicaciones de ingreso con reposo intesti nal, analgesia

(se recomienda meperidina si el dolor es muy intesnso) y trata-

miento con anti bioterapia intravenosa, los pacientes que ti enen

alto riesgo de perforación, tales como:

• Ancianos.

• Inmunodeprimidos: diabetes, fallo renal, enfermedades

malignas hematológicas, supresión medular, VIH o en trata-

miento con quimioterapia, esteroides, y trasplantados.

• Pacientes en tratamiento con AINE.

• Varones jóvenes obesos.

• Si no existe mejoría tras el tratamiento ambulatorio.

Si existe mejora en 48 horas, se debe comenzar con una dieta

baja en residuos en el periodo agudo.

En cuanto a la analgesia se prefi ere la meperidina antes que la

morfi na porque esta últi ma puede provocar un aumento de la

presión intracolónica en el sigma. Pueden pasarse los anti bió-

ti cos a la vía oral si el paciente permanece en apirexia durante

24-48 horas y existe disminución del recuento leucocitario.

Tras la resolución del episodio se recomienda el aumento del

consumo de fi bra prolongado.

Si no hay mejoría debe sospecharse e investi garse la presencia

de un fl emón o una colección (absceso).

DA Complicada (DAC)

Requiere ingreso hospitalario, exploración de urgencia para

diagnósti co de la complicación, sueroterapia, anti bioterapia de

amplio espectro y en ocasiones drenaje percutáneo o cirugía.

La anti bioterapia en DA complicada debe ser administrada

siempre por vía intravenosa en régimen hospitalario. Las pautas

recomendadas son las que se enumeran a conti nuación:

• Piperacilina-tazobactam 4,5 g/6 h.

• Ampicilina + gentamicina + metronidazol 2 g/6 h + 2 mg/Kg/8 h

+ 500 mg/8 h.

• Imipenem/ cilastati na 500 mg/6 h.

• Meropenem 1 g/8 h.

• Ertapenem 1 g/24 h.

Tratamiento por estadios:

• Hinchey I y II:

El Hinchey Ia (fl emón) se trata como una DA no complicada.

Los abscesos son la complicación más frecuente de la DA.

Para determinar la necesidad del drenaje percutáneo en los

pacientes con DA complicada por la formación de un abs-

ceso peridiverti cular, es importante el tamaño del absceso.

El tratamiento conservador con anti bióti cos es exitoso en

la mayoría de los pacientes con abscesos inferiores a 5 cm,

por tanto si presenta un absceso pericólico (Ib) pequeño y

poco sintomáti co, se puede tratar con anti bióti cos por vía

intravenosa.

En abscesos de más de 5 cm (Hinchey II) o cuando el pa-

ciente ti ene afectación del estado general, se recomienda la

punción y drenaje guiada por TAC del absceso (Figura 2.5),

junto con tratamiento anti bióti co intravenoso.

Figura 2.5. TAC de diverticulitis complicada (Hinchey II) tratada

mediante drenaje percutáneo

El drenaje percutáneo de los abscesos (DPA) y la anti bióti -

coterapia es el tratamiento de elección para las colecciones

simples, bien defi nidas. Se recomienda mantener el catéter

ti po pig tail hasta obtener un débito menor de 10 ml/24 h

(aproximadamente durante 20 días). Si no mejoran los sín-

tomas en 3-5 días se debe plantear la necesidad de cirugía

urgente para el drenaje de las colecciones.

Entre los factores identi fi cados como limitantes del éxito de

esta estrategia conservadora de manejo de colecciones in-

traabdominales se incluyen:

- Colección multi locular.

- Abscesos acompañados de fí stulas entéricas.

- Abscesos que conti enen material sólido o semisólido.

En estos casos se deberá optar por el drenaje quirúrgico.

La laparoscopia se plantea como una alternati va efi caz

para el drenaje de colecciones intraabdominales no acce-

sibles al drenaje percutáneo reservando la cirugía resecti -

va defi niti va a un segundo ti empo electi vo. Mediante esta

estrategia se controla la sepsis favoreciendo la posibilidad

de realizar anastomosis primaria durante esa intervención

defi niti va.

02ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

19

• Hinchey III y IV: afortunadamente la perforación libre es

rara siendo más frecuente en el paciente inmunocompro-

meti do. La perforación libre está asociada a una alta tasa

de mortalidad que llega hasta el 35% de los casos, siendo

necesaria una intervención quirúrgica urgente.

Las DA complicadas pueden evolucionar hacia una perito-

niti s purulenta, generalmente tras la rotura de un absceso

intraabdominal, o fecaloidea, por perforación colónica (Hin-

chey III y IV respecti vamente). En ambas situaciones está

indicada la cirugía urgente.

Estabilizar al paciente es prioritario mediante anti bióti cos

de amplio espectro i.v. y fl uidoterapia.

La cirugía a practi car depende de las característi cas locales y

estado del paciente así como del ti empo de evolución:

- Si se trata de una peritoniti s purulenta localizada, de corta

evolución, en paciente estable se debe plantear la resección

del segmento afectado asociada a anastomosis primaria

(con o sin lavado colónico intraoperatorio) asociado, si se

considera necesario a un estoma de protección temporal.

- En situaciones desfavorables como la peritoniti s fecal,

alto riesgo quirúrgico (ASA IV), inmunodeprimidos, des-

nutrición severa, inestabilidad hemodinámica o insufi -

ciencia renal, es preferible la realización de una cirugía

en varios ti empos mediante la creación de un estoma:

a) El procedimiento de Hartmann, (Figura 2.6) descri-

to en 1923 y dirigido en origen al tratamiento del

cáncer de recto, consiste en un procedimiento en

varios ti empos, en el que se moviliza y reseca el

colon sigmoide, cerrándose el recto y realizándose

una colostomía. La colostomía se cierra más adelan-

te (a menudo a unos 3 meses de la operación) con

restauración de la conti nuidad del intesti no. Este

procedimiento en ti empos planteaba problemas

como una segunda operación, cicatrización rectal y

difi cultad para completar la anastomosis.

b) La colostomía transversa con drenaje en pelvis, es

una alternati va a la intervención de Hartmann, sin re-

sección primaria. Inicialmente se hace la colostomía,

posteriormente la resección del segmento patológi-

co, y fi nalmente el cierre de la colostomía. Este pro-

cedimiento se acompaña de una morbilidad de 12%

y una tasa de mortalidad que puede llegar al 30%.

c) La resección con anastomosis primaria y estoma proxi-

mal de protección es un procedimiento modifi cado,

que debe ser empleado de manera individualizada

y facilita la más fácil reversión de la colostomía por

medio de una segunda operación (en ti empos) menos

invasiva.

El manejo terapéuti co de la DA se resume en la Figura 2.7

Manejo quirúrgico en la DA

La intervención quirúrgica de urgencia es ineludible en caso de

surgir alguna de las siguientes complicaciones, algunas de las

cuales ya hemos descrito en profundidad:

• Perforación libre con peritoniti s generalizada

• Obstrucción

• Absceso no suscepti ble de drenaje percutáneo

• Deterioro clínico o ausencia de mejoría ante el manejo con-

servador

No obstante, la cirugía programada tras un episodio de DA es

más común. Se realiza en una situación de menor riesgo para

el paciente ya que permite una adecuada preparación del in-

testi no y de la situación basal del enfermo enfrentándole a la

intervención en unas condiciones lo más seguras posibles.

Figura 2.6. Intervención de Hartmann. Pieza de sigmoidectomía (perforación sigma). Colostomía terminal.

20

Urgencias Cirugía general

Figura 2.7. Manejo terapéutico de la DA. H: Hinchey

02ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

21

Entre las indicaciones de cirugía electi va clásicamente se incluyen:

• Dos ó más episodios de diverti culiti s sufi cientemente severa

como para determinar la hospitalización.

• Todo episodio de diverti culiti s asociado a fuga de sustancia

de contraste, síntomas obstructi vos o incapacidad de dife-

renciar entre diverti culiti s y cáncer.

La resección habitualmente se hace entre las 6 y 8 semanas de

cualquier episodio de infl amación aguda y en ella habitualmen-

te se realiza una sigmoidectomía, que puede hacerse mediante

abordaje abierto o laparoscópico.

La cirugía laparoscópica en la enfermedad diverti cular y de sus

complicaciones es facti ble y adecuada presentando las ventajas

del abordaje mínimamente invasivo: menos días de hospitali-

zación, menos dolor en el periodo posoperatorio inmediato,

menor riesgo general de complicaciones. No obstante presenta

difi cultades derivadas del proceso infl amatorio (plastrones, ad-

herencias, sangrado, fí stulas…) con una mayor tasa de conver-

siones que en otros procesos colónicos, como por ejemplo la

sigmoidectomía oncológica, por lo que se recomienda su reali-

zación en centros con experiencia.

La cirugía consiste en una “resección limitada” en la que se debe

resecar el tramo de colon sigmoide afectado por la infl amación

hasta la unión rectosigmoidea, ya que la anastomosis colocóli-

ca presenta signifi cati vamente mayor riesgo de recidiva de di-

verti culiti s que la colorrectal. No es preciso resecar todos los

divertí culos de otros tramos digesti vos, a no ser que presenten

complicaciones.

Recomendaciones para prevenir la recurrencia tras un episo-

dio de DA

Entre las recomendaciones que se deben indicar a un paciente

que ha sufrido un episodio de DA destacamos:

• Vida sana: ejercicio, pérdida de peso, no fumar, no beber

alcohol. Dieta rica en fi bra.

• Probióti cos, AINES y anti bióti cos: esta recomendación se

basa en que algunos autores consideran la fi siopatología de

esta enfermedad semejante a una enfermedad infl amatoria

intesti nal. No previenen nuevos brotes pero disminuyen la

sintomatología residual.

La rifaximina es un anti bióti co no absorbible cuya admi-

nistración intermitente tras una DA disminuye el riesgo de

reingreso, presentando mayor efi cacia si se combina con

mesalazina. También ha demostrado efi cacia en combina-

ción con probióti cos y mesalazina.

• En los pacientes con diverti culosis, se recomienda una dieta

rica en fi bras, con o sin tratamiento supresor a largo plazo

con anti bióti cos (rifaximina), lo cual puede reducir la pre-

sión intracolónica y el riesgo de recurrencia. La recomenda-

ción terapéuti ca actual es consumir 30-35 g diarios de fi bra

dietéti ca mediante la uti lización de una dieta rica en fi bra

que puede suplementarse con salvado de trigo o agentes

formadores de masa fecal (plántago). No obstante, pese a la

amplia aceptación de esta recomendación, y del signifi cati -

vo papel atribuido al défi cit de fi bra dietéti ca en la eti ología

de la DA, existen escasos ensayos clínicos controlados que

evalúen su efi cacia terapéuti ca.

Otras formas de enfermedad diverti cular.

Diverti culiti s del lado derecho

En Asia, la diverti culosis es predominantemente derecha y es

de parición más precoz (probablente presenta una eti ología ge-

néti ca).

La enfermedad diverti cular del lado derecho se acompaña tam-

bién en general de múlti ples divertí culos, mientras que en el

mundo occidental, la enfermedad diverti cular del lado derecho

es habitualmente debida a un único divertí culo.

El diagnósti co de enfermedad diverti cular sintomáti ca del lado

derecho puede ser difí cil de disti nguir de una apendiciti s o cole-

cisti ti s aguda. Suelen presentar dolor en FID o hipocondrio de-

recho, náuseas, vómitos, fi ebre y en ocasiones, tumoración a la

palpación abdominal.

En la analíti ca es habitual encontrar leucocitosis inespecífi ca. La

TAC puede ayudar en el diagnósti co diferencial.

El tratamiento es semejante a la del lado izquierdo, pero es

frecuente que sea un diagnósti co intraoperatorio ante una ci-

rugía por otro moti vo (generalmente ante el diagnósti co de

apendiciti s). Las opciones quirúrgicas son las mismas que las

previamente subrayadas pero pueden incluir también una di-

verti culotomía por patología confi nada a un área focal o una

hemicolectomía derecha.

Enfermedad diverti cular en el paciente inmunocomprometi do

Entre las afecciones que pueden representar un estado de com-

promiso inmunológico se incluyen:

1. Infección severa.

2. Toma crónica de corti coides.

3. Diabetes mellitus.

4. Insufi ciencia renal.

5. Pacientes oncológicos o que reciben tratamiento con qui-

mioterapia o agentes inmunosupresores.

6. Cirrosis o hepatopatí a severa.

22

Urgencias Cirugía general

La inmunosupresión hace que los hallazgos clínicos que presen-

tan estos pacientes estén enmascarados y sean muy suti les, por

lo que presentan un mayor riesgo de cuadros evolucionados

con aumento de la tasa de perforaciones libres, y de la necesi-

dad de cirugía, lo que implica una elevada mortalidad.

Esta evidencia hace recomendar la necesidad de cirugía electi va

tras un brote de DA en pacientes inmunocomprometi dos.

Complicaciones evoluti vas tras una DAC

1. Obstrucción: la obstrucción colónica completa por enfer-

medad diverti cular es relati vamente rara, ya que sólo supo-

ne el 10% de las obstrucciones del intesti no grueso.

La obstrucción parcial aguda es más común, y se produce

como resultado de una combinación de edema, espasmo

intesti nal y/o compresión a causa de un absceso. Si es aguda

y completa, suele responder al tratamiento conservador y

suele precisar de cirugía “semiprogramada”.

La obstrucción que se presenta de forma crónica puede de-

berse a cambios infl amatorios cicatriciales secundarios. La

fi brosis progresiva recurrente y/o la estrechez del intesti no

pueden producir un alto grado de obstrucción o una obs-

trucción completa (difí cil de disti nguir de una neoplasia). De

ahí la recomendación de una colonoscopia en todo pacien-

te con DA tras haberse resuelto la fase infl amatoria aguda,

con el objeti vo de descartar un proceso maligno subyacente

en un paciente con diverti culosis colónica. En sujetos con

procesos obstructi vos crónicos tras una DA se recomienda

tratamiento quirúrgico electi vo si es posible, incluso con

biopsias negati vas para neoplasia.

2. Fístulas: las fí stulas representan en torno al 2% de las DA

complicadas, debido a que un proceso infl amatorio local

produce un absceso que penetra hacia una víscera adyacen-

te (por ejemplo vejiga por su proximidad al sigma) o hacia

la piel. Frecuentemente se tratan de fí stulas simples, y en

menos de un 10% de los casos presentan múlti ples trayec-

tos fi stulosos.

La fí stula más frecuente tras una DA es la colovesical segui-

da de la colovaginal. Ocurren más frecuentemente en hom-

bres que en mujeres (2:1) debido a la interposición del úte-

ro entre la vejiga y el sigma en estas últi mas, siendo factores

de riesgo para su aparición la cirugía abdominal previa y la

inmunosupresión.

El diagnósti co debe sospecharse ante la presencia de infec-

ciones urinarias de repeti ción en un paciente con procesos

de DA previos. La sintomatología tí pica de fecaluria y neu-

maturia es menos habitual y requiere una fí stula de calibre

importante. Para su diagnósti co de confi rmación pueden

ser necesarios múlti ples exámenes, pero lo más frecuente

es que se vea en la TAC, en el enema baritado, la vaginosco-

pía, cistoscopía, o fi stulografí a.

La reparación debe ser electi va tras haber asegurado un

adecuado aporte nutricional y consiste en la resección del

segmento colónico afecto (sigmoidectomía) y cierre del ori-

fi cio afecto en el órgano fi stulizado.

SANGRADO DIVERTICULAR

Tras la patología anal (hemorroides y otros trastornos periana-

les no neoplásicos), el cáncer colorectal es la causa más común

de sangrado digesti vo bajo (distal al ligamento de Treizt) en to-

dos los grupos de edad. Sin embargo, la enfermedad diverti cu-

lar es la causa más común de sangrado digesti vo bajo masivo

en personas mayores, seguido de la angiodisplasia, donde el

sangrado es menos severo y de carácter recurrente.

Aproximadamente un tercio de los pacientes con divertí culos

colónicos presentarán algún episodio de sangrado, el cual suele

ser de aparición brusca, indoloro y de gran volumen. Sólo un

5% de las ocasiones se produce sangrado masivo e hipovole-

mia y suele corresponder con pacientes ancianos con elevada

comorbilidad.

Pese a esto, el sangrado suele ser autolimitado, cediendo es-

pontáneamente en la mayoría de los casos.

El origen del sangrado diverti cular radica en la fi siopatología de la

formación del divertí culo. A medida que la mucosa del divertí culo

se hernia, los vasos que penetran, responsables de la debilidad

de la pared intesti nal, tapizan dicha mucosa. Con esta confi gura-

ción, estos vasos quedan separados de la luz intesti nal sólo por

un recubrimiento mucoso fi no, de manera que la arteria queda

expuesta a lesión por el contenido intraluminal y se produce el

sangrado por la erosión que las heces hacen en dicho punto.

Pese a que la relación anatómica entre los vasos que penetran

y los divertí culos es similar en el lado derecho y el izquierdo del

colon, la mayoría de los pacientes que sangran lo hacen del lado

derecho.

Se sabe también que los pacientes que presentan un episodio

inicial de sangrado, ti enen alto riesgo de recidiva del mismo.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnósti co y el tratamiento se basan en la localización del

área hemorrágica para poder hacer hemostasia sobre la misma.

Hay múlti ples pruebas diagnósti cas para determinar el punto de

02ENFERMEDAD DIVERTICULAR. DIVERTICULITIS AGUDA Y HEMORRAGIA DIVERTICULAR

23

sangrado, y serán usadas en función de la cuantí a y estabilidad

del paciente.

• Angiografí a selecti va: es una prueba muy úti l en situación

de inestabilidad ya que permite el control terapéuti co sin

necesidad de intervención quirúrgica. Necesita una veloci-

dad mínima de sangrado de 1-1.3 mL/minuto, por lo que

sólo es úti l si el sangrado es de alta cuantí a. Presenta como

ventajas establecer un mapeo vascular y detectar el punto

exacto de sangrado (extravasación de contraste) permiti en-

do ser terapéuti ca mediante la infusión de sustancias como

la vasopresina, somatostati na o la embolización. Permite

además el marcaje del área sospechosa de sangrado con

azul de meti leno para una investi gación posterior.

• Gammagrafí a con isótopos radiacti vos: pueden usarse va-

rios ti pos de isótopos como Coloide de azufre marcado con

Tecnecio 99 m, glóbulos rojos marcados… Estas técnicas iso-

tópicas con hematí es marcados con Tc-99 pueden ayudar a

identi fi car el sangrado acti vo pero presentan poca precisión

en la localización.

• Colonoscopia: úti l sobretodo en sangrado autolimitado y

paciente estable:

En los pacientes con sangrado moderado que se ha detenido,

se puede realizar colonoscopia de manera segura dentro de las

12–24 horas. En pacientes con sangrado menos severo, la colo-

noscopia podría considerarse como procedimiento ambulato-

rio. A su vez, la colonoscopia sigue siendo una importante he-

rramienta para excluir la neoplasia como fuente de sangrado.

La Colonoscopia urgente tras el lavado intesti nal permite la

actuación terapéuti ca mediante la inyección local de epine-

frina o un esclerosante o la termocoagulación de los diver-

tí culos que han sido identi fi cados como los responsables del

sangrado.

• Cirugía de urgencia por sangrado: la cirugía urgente por

sangrado diverti cular es una situación excepcional a día de

hoy, ya que en la mayoría de los casos se consigue controlar

de forma conservadora mediante colonoscopia en pacien-

tes estables o arteriografí a en inestables.

Las indicaciones para intervención quirúrgica urgente inclu-

yen:

- Inestabilidad hemodinámica que no responde a las téc-

nicas convencionales de reanimación.

- Transfusión sanguínea > 2.000 mL (aproximadamente

6 unidades).

- Hemorragia recurrente masiva.

• Cirugía electi va: debido a la alta recidiva hemorrágica y al

riesgo incrementado de sangrado masivo en las recidivas

se recomienda una hemicolectomía derecha electi va si se

producen más de dos episodios masivos de sangrado diver-

ti cular.

El manejo del paciente con hemorragia digesti va baja por di-

vertí culos se especifi ca en la Tabla 2.4.

· Durante el sangrado:

Si el paciente está estable: se realizara colonoscopia diagnóstica

y terapéutica. En sangrados poco cuantiosos, recidivantes

o intermitentes no localizados, se utilizaran técnicas isotópicas

para demostrar el sangrado.

Si el paciente está inestable: arteriografía y embolización

(de elección) frente a cirugía urgente.

· Tras el sangrado: si se producen mas de dos episodios masivos,

se relizará hemicolectomía derecha electiva.

Tabla 2.4. Tratamiento de la hemorragia diverticular