El Deleite en La Experiencia Del Silencio.original

7/21/2019 El Deleite en La Experiencia Del Silencio.original

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El Deleite en la experienciadel Silencio.

A Silo, el Maestro. Por su inspiradora vida, por su Enseanza clara y profunda, por su

Obra. Y por haber llegado al corazn de miles y miles de seres humanos, entre los

cuales me encuentro.

Jano [email protected]

Centro de EstudiosParques de Estudio y Reflexin- La Reja

Octubre de 2011


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El Deleite en la experiencia del Silencio.

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La conciencia no puede percibir la mente y es ilusorio que la busque. En cambio,

puede silenciarse para que se traduzca en ella el sentido de la mente. 1

1Normas de organizacin y funcionamiento de la Comunidad. Pg. 92. Edicin interna. 1982.


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A. ndice.

1- Inters y encuadre del aporte.

2- Definiciones.

3- Variedades de ruidos y silencios.

4- Un posible recorrido hacia el Silencio completo.

5- Observaciones en la profundizacin.

6- El Deleite en la experiencia del Silencio.

7- Ms all del Deleite.

8- Los nuevos significados.9- La unidad interna, el Silencio y la Ascesis.

10- Observaciones generales.

11- Conclusiones.

B. Resumen.

C. Sntesis.

D. Bibliografa consultada.


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1-Inters y encuadre del aporte.

Son numerosas y muy variadas las descripciones y referencias al Silencio internorealizadas principalmente por filsofos, artistas, pensadores y msticos de todas laspocas y culturas.

Pero reconociendo que sobre este tema existen excelentes aportes, especficamente eneste trabajo no haremos una resea histrica o valorativa de estos testimonios, sino ms

bien nos atendremos prioritariamente a relatar nuestro camino de experiencia sobre estesingular registro.

En este sentido, el inters de este aporte es describir algunos aspectos de laexperiencia lograda en el trabajo de Ascesis2, enfocando en particular el registro3de Silencio como indicador y adems, las caractersticas de un particular estadoque se presenta cuando ese registro se ha hecho profundo.

Ya en el proceso realizado en la Disciplina Mental4, nos fuimos aproximando a

experiencias cercanas a este registro de Silencio y a su vez, alejadas del espacio y eltiempo cotidianos.

Porque en ese proceso y con el inters de advertir y superar los determinismosgenerados por la forma mental5, fuimos avanzando en el vaciado o silenciado devariadas actividades y fenmenos psquicos.

Posteriormente a concluir aquella Disciplina y ya desarrollando el proceso de Ascesis,estas experiencias vinculadas al Silencio se fueron consolidando y en algn sentido, esteaporte intenta articularlas y describirlas.

En este intento de articulacin, advertimos que hemos diferenciado entre s algunas deellas con el inters de aclarar la exposicin.

Porque en la dinmica del proceso interno mismo, algunas de estas experiencias podranser vividas en un orden totalmente distinto o inclusive podran manifestarse de modosimultneo o concomitante.

En este sentido, no est de ms destacar que es parte de nuestro inters describir unposible recorrido hacia este tipo de experiencias, y que reconocemos y de ningnmodo descartamos la posibilidad que se elijan y utilicen otros procedimientos y otrastcnicas para acceder a experiencias equivalentes o similares.

2concluido el proceso disciplinario se est en condiciones de organizar una Ascesis despegada depasos, cuaternas y rutinas, del material Las Cuatro Disciplinas www.parquepuntadevacas.org. En laAscesis se intenta tomar contacto con los espacios profundos de la mente humana.3L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 228. Editorial Altamira. 2004.4La Disciplina Mental es una de las cuatro Disciplinas transmitidas por Silo en su enseanza de Escuela.Estas cuatro vas son conocidas como Disciplina Formal, Material, Mental y Energtica. Las Disciplinasllevan al operador en la direccin de los espacios profundos. Las Cuatro Disciplinas.www.parquepuntadevacas.org.5En este contexto, se refiere a la accin constante de memoria completando todo acto que la conciencialance. Esta forma mental, esta accin conjunta y en estructura de memoria y conciencia, nos encadenaa una determinada visin del mundo.


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2- Definiciones.

Para comenzar, intentaremos definir los principales conceptos incluidos en el ttulo deeste aporte.

En este sentido, a qu llamamos Deleite? Llamamos Deleite a una experienciaque se da en un particular estado que podemos tipificar como xtasis o sea,situaciones mentales en que el sujeto queda absorto, deslumbrado dentro de s ysuspendido.6

Por otro lado, a qu llamamos Silencio? Llamamos Silencio, a una singularsituacin interna que se va generando en la medida que vamos produciendo una

progresiva supresin de ruidos.7

Vindolo ms en esttica, nos referimos a un estado que se caracteriza principalmentepor la inexistencia de ruidos.

Reduciendo an ms la definicin, llamamos Silencio a esa nada existente entre dosruidos.

Avanzando algo ms con las definiciones: a qu llamamos ruido? Llamamos ruidoa todo impulso8que interfiere en el proceso que emprendemos en la bsqueda de unSilencio completo.

As, experimentamos como ruidos, a todos aquellos impulsos que se presentan ajenosa la actividad atencional9 a la que estamos abocados en nuestro recorrido hacia elSilencio.

Curiosamente, hacia el final de este recorrido y cuando, por ir despejando todo tipo de

fenmenos psquicos nos vamos acercando a un Silencio completo, tambin a estaactividad atencional la experimentamos como ruido, y resulta uno de los ltimosimpulsos actuantes que necesitamos suspender.

Estos ruidos que interfieren en nuestro intento, pueden manifestarse de modo presenteo copresente10, y provenir de la percepcin11, o de la sensacin12, o de memoria13, o de

6Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.326. Ulrica Ediciones. 2006.7Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.36. Ulrica Ediciones. 2006.

8L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 222. Editorial Altamira. 2004.9L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 207. Editorial Altamira. 2004. Ver Atencin.10Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg.248 a 250. Plaza y Valds Editores.2004. Por ejemplo, almanifestarse la expectativa de que algo estoy por recordar, esta tonicidad de la conciencia podra serapercibida en un momento dado. Esta apercepcin ya interfiere como ruido, pero an cuando luegosiguiramos adelante con nuestro recorrido, aquel acto lanzado por la conciencia sigue actuando ahoraya en copresencia, generando otro tipo de ruido. Si en un momento ese acto encontrara su objetobuscado, esa implesin dara una nueva seal (nuevo ruido) y desviara nuevamente la atencin hacia ella.11L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 227. Editorial Altamira. 2004.12L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 229. Editorial Altamira. 2004.13L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 224. Editorial Altamira. 2004.


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conciencia14, tales como las cadenas asociativas15, las representaciones16, lasabstracciones17, las sensaciones18, los recuerdos19, las reminiscencias20, etc.

En cuanto al empleo del trmino experiencia, no resulta ser exactamente descriptivocuando se refiere a lo que denominamos como Silencio completo y a la entrada a losEspacios profundos.21

Porque toda experiencia implica un registro y sabemos que de los Espacios profundosno podemos contar con experiencia o registro, porque no hemos estado all y slo nosllegan de ellos reminiscencias, o sea posteriores traducciones.

As, en esta situacin donde no hay registro de lo sucedido, utilizamos en ladescripcin el trmino experiencia en una acepcin ms amplia. Esta descripcinincluye tambin aquello que inferimos o traducimos, inmediatamente despus de vivirlo que podramos definir como la experiencia de la no-experiencia.

Destacamos que ya desde el ttulo de este aporte, tendemos a utilizar la lnea detraducciones auditivas (silencio, ruidos, etc.), aunque en ocasiones, estas

denominaciones abarquen registros o estados que representamos en otros momentos deltrabajo con traducciones donde predominan otros sentidos22 (por ejemplo, vaco,fragancia, luz, quietud, lo inmaterial, deleite, el espacio ilimitado, movimiento, etc.).

3- Variedades de ruidos y silencios.

Considerando una amplia variedad de posibilidades, observamos que tanto los ruidoscomo los silencios se pueden manifestar con distinta intensidad, con distinta duraciny tambin, en distintas profundidades de nuestro espacio de representacin.23

As, hemos notado que existen ruidos que se registran con mayor intensidad comoson, por ejemplo, aquellos originados en los distintos tipos de tensiones, que al darfuertes seales desde la cenestesia a menudo nos interrumpen y nos impiden sosteneruna atencin certera.

En el otro extremo y con una intensidad mucho menos notoria, en otras ocasionesexperimentamos como ruido a pequeos y breves actos de conciencia, de una levedady sutileza muy extraordinaria.

14L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 213. Editorial Altamira. 2004.15L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 207. Editorial Altamira. 2004. Ver Asociacin.16L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 229. Editorial Altamira. 2004.17L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 205. Editorial Altamira. 2004.18L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 229. Editorial Altamira. 2004.19L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 228. Editorial Altamira. 2004.20L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 228. Editorial Altamira. 2004.21Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.334. Ulrica Ediciones. 2006.22Se refiere a los restantes sentidos externos: el gusto, la vista, el tacto y el olfato y adems, a losllamados sentidos internos: sentidos cenestsicos y kinestsicos.23L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 219. Editorial Altamira. 2004.


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Por ejemplo, el fenmeno que describimos habitualmente como expectativa, enmuchas oportunidades rene esas caractersticas de sutileza, aunque hacemos lasalvedad de que en otras ocasiones, hemos registrado a otras expectativas con granintensidad y tensin.

Por otro lado, a los ruidos los solemos vivenciar con distinta duracin o temporalidad.

As, resulta muy diferente, por ejemplo, cuando nos distraemos brevemente por unafugaz ocurrencia que capta a nuestra atencin un instante, a lo que sucede cuando unasucesin de imgenes24se instala obsesivamente en nuestra presencia, evitando que

podamos direccionar nuestra atencin hacia donde deseamos.

En cuanto al Silencio, anteriormente lo definamos como a esa nada existente entredos ruidos.

Ahora bien, hemos experimentado esa nada en distintas profundidades, pero en otrasocasiones la hemos vivido como algo muy fugaz y en otras se ha sostenido por mstiempo. O sea, entre una y otra situacin ha variado el tiempo transcurrido, desde elruido a partir del cual comenz el Silencio y aquel otro ruido que le ha dado fin.

Por otro lado existen silencios que podramos llamar parciales, que se caracterizanslo por la ausencia de algn tipo de actividad.

Es el caso del llamado silencio mental, que suele experimentarse luego de haberseproducido una profunda distensin, y que en principio alude a la ausencia de ruidos ocontenidos, que estn fuera del horizonte25 en que se encuentra la dinmica de laconciencia en un momento dado.

Porque a menudo, cuando describimos el silencio mental nos referimos slo a laquietud de la mente en general, y no a la progresiva supresin de la totalidad de losfenmenos psquicos.

En ese sentido, es posible registrar una gran quietud mental pero al observar con msdetalle advertimos, entre otros, a numerosos impulsos cenestsicos que continanactuando y dando seal.

Resulta distinta la experiencia de lo que describimos como Silencio completo, en queaquella nada se ha expandido espacial y temporalmente y a partir de esta expansin,observamos que la estructura psquica habitual sufre distintas modificaciones.

Porque en nuestro acercamiento a este singular Silencio completo, notamos no slouna gran disminucin de los impulsos que provienen de la memoria y la conciencia,sino tambin una fuerte disminucin de impulsos cenestsicos y kinestsicos, laausencia de la impresin del transcurrir y adems, al final de este proceso, la disolucindel punto de mira, la suspensin del Yo.26

24L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 221. Editorial Altamira. 2004.25Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg.248. Plaza y Valds Editores.2004.26L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 234. Editorial Altamira. 2004.


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4- Un posible recorrido hacia el Silencio completo.

La conciencia puede llegar a lo profundo por un especial trabajo deinternalizacin. En esta internalizacin irrumpe aquello que siempre est escondido,cubierto por el ruido de la conciencia. Es en lo profundo donde se encuentran

las experiencias de los espacios y de los tiempos sagrados. En otras palabras, en loprofundo se encuentra la raz de toda mstica y de todo sentimiento religioso.27

Es en esta direccin de internalizacin donde vamos intentando suprimir la accin dedistintos mecanismos28, vacindonos de la actividad que surge desde ellos y alhacerlo, observamos que el Silencio se va profundizando y hacindose cada vez mscompleto.

En este recorrido que emprendemos, en muchas ocasiones partimos desde una situacincolmada de ruidos.

Para comenzar, necesitamos abstraernos del ruido que, en ocasiones, generan los

impulsos que llegan desde los sentidos externos. Lo realizamos llevando la atencinhacia nuestra interioridad y al hacerlo, empezamos a tomar distancia de las

percepciones provenientes de dichos sentidos.

Avanzando algo ms, observamos ahora que la cenestesia29 nos hace llegar otro buenconcierto de ruidos, sobre todo con seales de las tensiones internas30y mentales31, alas cuales, a travs de la distensin conviene nivelar y disminuir lo ms posible, paraevitar que estas anclas nos mantengan adheridos a este tiempo y a este espacio.

Una vez despejados estos ruidos provenientes de las tensiones, nos resulta un buenmomento para hacer presente el Propsito32, y quedarnos unos instantes captando suresonancia y expansin en nuestro interior.

Al hacerlo, hemos notado que esta resonancia surgida al hacer presente el Propsito y laexpansin de su sentido, refuerza la intensidad emotiva del trabajo que estamosemprendiendo.

Realizado lo anterior, seguimos avanzando intentando disminuir la presencia de otrasoperaciones psquicas. Una de ellas es la accin de la memoria que en muchasocasiones, con representaciones reiteradas genera un movimiento que nos lleva a irnosde tema una y otra vez.

27Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.305. Ulrica Ediciones. 2006.28Se refiere a los mecanismos estructurales del psiquismo, tales como la conciencia, la memoria, lossentidos, etc.29Sentido interno que proporciona datos referidos a presin, temperatura, tensin, etc. Ver: L. A.Ammann. Autoliberacin. Pg. 230. Editorial Altamira. 2004. Ver Sentidos internos.30L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 232. Editorial Altamira. 2004.31dem Nota 30.32Documento sobre la Ascesis. Parques de Estudio y Reflexin. La Reja. Pg. 6.


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Un modo que utilizamos para detener este movimiento, es sostener la atencin en algnpunto de silencio33, intentando que todo nuestro ser est en ese sostenimiento y deesta manera, notamos que se va silenciando aquella actividad distractiva.

En nuestra experiencia, este sostenimiento se facilita si el punto de silencio seencuentra algo ms alto34(Eje Y) y algo ms profundo (Eje Z) que el observador35.

Lograr suspender las representaciones distractivas que surgen desde la memoriaimplica un gran avance, y al poder realizarlo, observamos que el Silencio se ha

profundizado notablemente.

Ya experimentando un mayor Silencio, podemos observar ahora la actividad de laconciencia. Su actividad es algo ms inasible que la de la memoria, pero resultadetectable por ejemplo, en su tendencia a activarse ante cualquier impulso o seal.

En este tramo del recorrido, necesitamos aquietar la conciencia lo ms posible. Unmodo de favorecer esa quietud, es volver a sostener nuestra atencin en algn puntode silencio de nuestro espacio de representacin.

Y quedarnos atendiendo all con todo nuestro ser, hasta captar que desde la concienciaslo surgen aquellos actos36 que son necesarios para impulsar serenamente nuestrorecorrido.

Al lograr aquietar el movimiento surgido desde la memoria y desde la conciencia,tambin logramos profundizar y aumentar la distensin que iniciamos en el comienzodel recorrido.

As, notamos que aquella nada, aquel Silencio, se ha expandido an ms yobservamos que esta expansin, nos ha ido llevando a una dimensin interna concaractersticas de mayor sutileza e inmaterialidad.

Cuando ya hemos consolidado esta quietud en la actividad de la memoria y laconciencia, acometemos la reduccin al mnimo de otro campo de posible ruido,aquel proveniente de los impulsos cenestsicos del cuerpo.

Un modo de hacerlo es intentar alejarnos de esos impulsos, tratando de desplazarnosms lejos del registro del cuerpo. Este desplazamiento lo realizamos profundizando el

punto de mira hacia atrs y hacia arriba en el espacio de representacin.

En nuestra experiencia, en este momento del recorrido siempre priorizamos el llevarnuestro punto de mira hacia atrs, ya que al lograr esto con claridad y nitidez,

podemos luego desplazarlo hacia arriba con mayor facilidad.

Volviendo a esta situacin en que estamos intentando alejarnos de los impulsoscenestsicos llevando hacia atrs el punto de mira, se nos ha planteado una nueva

33Se refiere a una zona o lugar del espacio de representacin, donde no se experimente ningn tipo deactividad.34El Eje Y se refiere a la coordenada vertical y el Eje Z a la coordenada de volumen del espacio derepresentacin.35Se refiere al punto de mira o Yo.36Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.191- 192. Ulrica Ediciones. 2006.


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dificultad: qu hacemos con la respiracin? Porque esta actividad constante tambinnos liga al registro cenestsico del cuerpo y precisamente de ese registro nosquisiramos alejar.

Un recurso que utilizamos para sortear esta dificultad es mantener una respiracin muyleve, logrando que se mecanice de tal modo que resulte indetectable para la conciencia,

asimilndola abajo del umbral37

de percepcin interna como sucede habitualmentecon los latidos cardacos.

Con relacin a la respiracin tambin hemos advertido otra situacin singular. Cuandonuestro punto de mira se encuentra en un nivel de profundidad considerable del eje Z38,hemos notado en ocasiones que la respiracin se convierte, se transforma, en una suertede suave correntada energtica y hemos aprovechado el impulso de esa suavecorrentada para acercarnos a la zona del espacio interno39donde queramos ir.

En este ltimo caso, dejamos de registrar a la respiracin como una actividad que nosimpulsaba hacia abajo y hacia afuera y se transform en una aliada para lograr

profundidad y posteriormente ascender.

Retomando el recorrido que venamos describiendo, es destacable que en muchasocasiones, cuando pudimos sostener un Silencio40 profundo y a su vez logramos

profundizar el punto de mira y llevarlo a una buena distancia del registro del propiocuerpo, el espacio interno se ilumin y surgieron suaves concomitancias de laFuerza41.

Y a partir de aqu comenz otra historia, comenz el Deleite en la experiencia del

Silencio.

5- Observaciones en la profundizacin.

Resulta una paradoja que para silenciar todos los ruidos de conciencia, necesitemosconstruir un recorrido intencional cuyos pilares son, en esencia, de la misma entidad deaquello que queremos silenciar.

37Ver Percepcin, leyes de la. L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 227. Editorial Altamira. 2004.38Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.315. Ulrica Ediciones. 2006.39Se utiliza el trmino como sinnimo de espacio de representacin.40No estamos hablando de casos patolgicos, de alucinados que escuchan voces; estamos hablando de

que a veces uno est en conversacin consigo mismo, que uno recuerda conversaciones, etc. Pues todaesa cosa auditiva que trabaja dentro de uno mismo, esa es la que nos interesa vaciar en la conciencia.

Nos interesa entonces, atender estos sonidos. Comenzamos por escuchar estos sonidos. Vemos que entre

sonido y sonido, entre contenido y contenido a veces se producen silencios y sigue la cantinela y sigue la

conversacin. Entre problema y problema surge un silencio. Este silencio es el que nos importa.

Cuando nosotros trabajamos atendiendo al silencio provocamos tambin un vaco mental del mismo

modo que lo hacamos antes al descartar contenidos. Ahora al descartar sonidos mentales, descartamos

no slo sonidos, sino tambin imgenes visuales. Vamos atendiendo a ese vaco mental, a ese silencio

mental, y en ese trabajo es cuando de pronto tambin sobreviene esto que conocemos como la Fuerza.

Conferencia Sobre Religin Interior. Silo. Mendoza, Argentina. 30 de agosto de 1974.41Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 32. Plaza y Valds Editores.2004.


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Porque este recorrido intencional tambin est plagado de impulsos. Por ejemplo, loiniciamos con nuestro Yo, impulsamos actos de conciencia tales como la direccin dela atencin, contamos con la accin copresente de la memoria de dicho recorrido y sussingulares registros, etc.

Pero lo ms significativo y diferente es la aspiracin final de estos procedimientos

intencionales, el hacia donde estamos yendo, que acta desde la copresencia y que,apunta a que, al concluir, desaparezca todo impulso. Esta aspiracin final nos vaguiando en todos los tramos del recorrido.

Tambin y en la experiencia misma, observamos que no ha sido luchando contra losruidos que logramos que stos se amortigen o desaparezcan. Por el contrario,siempre nos result ms eficaz intentar ampliar los instantes o espacios de silencio y allograr esa ampliacin, fuimos notando que los ruidos iban disminuyendo hastadesaparecer.

Complementando lo anterior y teniendo en cuenta el variado recorrido a transitar haciaun Silencio completo, tambin nos result adecuado intentar ser oportunos en los

distintos momentos del recorrido y as avanzar con resolucin, cuando la fuerza delos ruidos se debilitaba.

No est de ms puntualizar que para muchas de estas acciones tendientes a silenciar y asuprimir impulsos, nos fue preciso realizar numerosas pruebas e ir puliendo los

procedimientos tras los diversos intentos. Y que fuimos aprendiendo a nodescorazonarnos y a sobreponernos con liviandad ante los fracasos reiterados.

Tambin es preciso destacar que estos procedimientos siempre requirieron de nuestramejor energa y atencin. Y que nos ha resultado ms adecuado operar all consuavidad, tratando de encontrar la nota justa en los procedimientos y siempresosteniendo la intencin de no forzar en estos espacios sutiles.

Por otro lado y en general, para aquellos que no somos experimentados en este tipo deprocedimientos, el intento de ir hacia atrs en el espacio de representacin presentacierta dificultad y por esto, requiere mayor ejercicio y una sostenida atencin en elintento.

Porque en muchas oportunidades, cuando hemos tratado de profundizar el punto de mirase produjo reiteradamente un rebote hacia fuera y entonces, fue necesario quevolvamos a insistir con suavidad. Cuando logramos ese corrimiento que buscamos, se

produjo una nueva perspectiva y notamos que el espacio de representacin se fueampliando, se fue dilatando en su volumen posterior.

En otras ocasiones y en la experiencia misma, nos ha sucedido de tener la ilusin dehaber profundizado el punto de mira. Algunas veces, cremos haberlo llevadonotoriamente hacia atrs, pero al observar con ms detalle notamos que nosencontrbamos a muy poca distancia del punto de partida.

Para no caer en este error de apreciacin, nos result til al comenzar este intento, tomarcomo referencia el registro del centro del espacio de representacin (en el sentido del


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centro de su volumen) y de este modo, al ir desplazando el punto de mira hacia atrscontbamos con un indicador ms claro y preciso de la profundizacin.

En otro momento ms avanzado del recorrido, tambin nos fue til tomar comoreferencia el registro de la parte posterior de la cabeza (la que corresponderafsicamente a la zona de la nuca), y desde all intentar seguir profundizando la

perspectiva.

Ahora nos permitimos una breve digresin. Adems de la falta de experiencia, quizsotro origen de esta dificultad en desplazar el punto de mira hacia atrs, se encuentreen que pareciera haber una tonicidad previa de la estructura en ir siempre haciadelante, donde se encuentran localizados al menos 4 de los sentidos externos, y desdeall ingresan permanentemente impulsos y a travs de estos sentidos tambin laconciencia va en busca de informacin.

As, buena parte del mundo percibido a travs de aquellos sentidos se registra comoque est delante, adems habitualmente nos desplazamos o caminamos haciaadelante e inclusive, en ocasiones ingenuamente describimos al futuro como

aquello que est por delante.

Por lo anterior, parecera tener algo de antinatural42el intentar intencionalmente irhacia atrs.

Pero seguramente, no est muy lejos el tiempo en que para interiorizar el punto de miraen la profundidad del espacio de representacin, contemos con la misma facilidad quehoy tenemos en el sentido inverso, o sea para irnos de centro, al externalizarse nuestro

punto de mira en la vigilia habitual.

Porque en este proceso de profundizacin y con el trabajo sostenido, notamos queacumulamos aprendizaje y alguna pericia y con esta acumulacin, se va grabando una

nueva huella en esa nueva direccin.

6- El Deleite en la experiencia del Silencio.

Cuando nos vamos del mundo y la memoria descansa,cuando la conciencia detiene su latido y ya no somos nada,el deleite surge, ntido y sorprendente,y su bella fragancia invade el interior.

Cuando hemos podido realizar el recorrido anterior, primero logrando reducir losimpulsos que llegan desde los sentidos externos e internos, luego haciendo presente elPropsito, despus logrando silenciar las representaciones de memoria y aquietando elaccionar de la conciencia y por ltimo, hemos podido desplazar el punto de mirahacia atrs y hacia arriba en el espacio de representacin, ha irrumpido ante nosotrosuna nueva realidad interior.

42En el sentido de no-mecnico, de inhabitual.


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Porque nos encontramos ante una situacin muy extraordinaria, al acceder a un mbitodonde todo el movimiento psquico se ha aquietado y silenciado.

Nos encontramos ante un espacio sin ideacin ni reflexin43, en un mbito donde nose vislumbran actos ni representaciones.

En esta particular situacin interna y al no registrarse ningn movimiento psquico,notamos que el tiempo se ha detenido, o mejor expresado, notamos la ausencia delregistro de ese fenmeno.

Adems, nos ha sorprendido que esta quietud profunda que experimentamos se sostengapor s sola, sin ningn esfuerzo, se sostenga en s .

En este mbito, tambin el Yo sufre una feliz transformacin. Porque este Yo vaquedando muy debilitado y se empieza a desestructurar, porque va perdiendo su ropaje

biogrfico, al dejar de recibir impulsos de memoria y al alejarse de l la copresenciadel registro del propio cuerpo.

Esta falta de impulsos cenestsicos y de memoria, hace tambalear la ilusoria ydeterminista identidad del Yo.

Entonces, con esta transformacin el Yo queda reducido a Uno, a un s mismoimpersonal y esencial44.

Y es en esta singular situacin interna y a partir de todas estas transformaciones, cuandohabitualmente se producen comprensiones esenciales y se viven emocionessuperiores45.

En general, estas comprensiones esenciales estn relacionadas con la revelacin del

Sentido46.

Y esta singular situacin nos refiere una vez ms a la enseanza de Silo, cuando

expres: La real sabidura est en el fondo de tu conciencia47, ya no como

metfora, sino como descripcin literal y ajustada de aquello que se revela en estos

espacios.

Estas revelaciones suelen tener distintas caractersticas, yendo desde atisbos decomprensin e intuiciones, a comprensiones ms profundas que generan nuevossignificados en temas centrales de la vida, y en otras ocasiones, a contactos con lotrascendental que se revelan con gran intensidad e impacto.

43Majjhima Nikaya. Los Sermones Medios del Buddha. Pg. 139. Editorial Kairs. 1999.44Es probable que se nazca con este Uno esencial y posteriormente, este Uno se vaya vistiendo con elropaje de la identidad biogrfica y se constituya como Yo actuante en los distintos niveles.45En el sentido de sublimes o provenientes de un espacio mental ms alto.46Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 30. Plaza y Valds Editores.2004.47Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 660. Plaza y Valds Editores.2004.


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En este sentido y como ejemplo de intensidad e impacto, nos viene desde la memoriaaquello de Distinta es la actitud frente a la vida y a las cosas cuando la revelacininterna hiere como el rayo.48

En cuanto a lo que denominamos como emociones superiores, suelen ser expresadas ytraducidas de muy variados modos y por supuesto, no nos parece legtimo inferir que

existan traducciones que sean ms ajustadas o precisas que otras.

En nuestro caso, las describimos al salir de ese estado y al rearticularse y recomponerseel Yo, con traducciones del tipo de: fuimos invadidos por la fragancia del Deleite, ovivimos la magia de un Gozo sublime.

Por otro lado, a estas comprensiones y a estas emociones que captamos como nooriginadas en lo sensorial y que vislumbramos como provenientes de un plano msalto, las ponderamos como un indicador, como la seal que nos indica que hemosllegado a este nuevo espacio, a esta nueva casa.

Pero an nos queda trabajo por hacer. Porque hay algo mnimo que an subsiste y que

algo experimenta. Todava queda algo inmvil que contempla al Silencio.

Porque desde el punto de vista de silenciar toda actividad de conciencia, ese Uno quecontempla, ese diluido y residual punto de mira, es un ruido.

Y a pesar de la belleza que se vive en esa situacin interna, es necesario dar un pasoms en la escalada ascendente. Necesitamos silenciarnos total y absolutamente.

7- Ms all del Deleite.

Ese Uno que algo contempla, felizmente no cuenta con capacidad operativa. Si latuviera, es seguro que hemos perdido profundidad.

Ese Uno se encuentra en un espacio inmaterial, donde se dan intuiciones esenciales ydonde se captan significados sin palabras.

Ese Uno, queda inmvil y deslumbrado ante la profundidad del Silencio.

Ese Uno vive en la belleza y en el deleite, pero es necesario que pierda ese alimento y seesfume.

Ese Uno no puede hacer nada y es en ese Vaco donde irrumpe el Propsito para guiarel recorrido, que ya ha dejado de ser un recorrido.

48Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 39. Plaza y Valds Editores.2004.


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8- Los nuevos significados.

Si se tiene una experiencia trascendente, cotidianamente acta en copresencia, le dasignificado a muchas cosas. Se queda en copresencia; se da porque se ha tenido laexperiencia. El yo funcionara diferente si tengo esa experiencia en copresencia.

Esa experiencia te marca.49

Es destacable observar que al lograrse la intuicin directa o la entrada a lo Profundo, seproduce un impacto notable en la propia vida y este impacto comienza a desarticularlos significados y las viejas creencias que provienen del paisaje de formacin.50

Estos significados y estas creencias que, como sustrato, operaban copresentemente demodo continuo y que constituan el trasfondo central del paisaje de formacin,comienzan a ser desplazadas por nuevas representaciones y resonancias que surgen a laluz de las evidencias del plano trascendental.51

Y es gracias a estas evidencias, que vamos reconstruyendo el puente que nos conectacon aquello que est ms all de lo psquico (ms all del ruido) y en este proceso dereconstruccin, comenzamos a vislumbrar la esencia trascendental que est presenteen todo lo existente.

Y a partir de este momento del proceso, empiezan a irrumpir los nuevos significadosque se expresan en los ms diversos objetos de conciencia.52

Estos nuevos significados, que se van configurando como el ncleo de un nuevopaisaje53, aparecen a veces tmidamente, como breves atisbos o insinuaciones y en otrasocasiones se expresan de modo terminante, como un vuelco definitivo en el modo deapresar o ponderar un objeto.

As, estos nuevos significados comienzan a influir y se expanden hacia diversos ysingulares temas.

En nuestra experiencia los hemos observado actuando, por ejemplo, en el proceso dereordenamiento de las prioridades vitales, en una mayor frecuencia de conexin con losestados de conciencia inspirada54y en la consolidacin de un tono mental y afectivodiferente.

49Silo. Apuntes reunin con Mensajeros. 20 /04/ 03. Buenos Aires, Argentina.50L. A. Ammann. Autoliberacin. Pg. 196. Editorial Altamira. 2004.51Trascendental en el sentido de aquello que trasciende el plano o el espacio psquico.52Para ms contexto sobre objetos de conciencia, ver Silo. Obras Completas. Vol. 2, pg. 33, 34 y 167.Plaza y Valds Editores.2004.53Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 64. Plaza y Valds Editores.2004.54Silo. Apuntes de Psicologa. Pg.323. Ulrica Ediciones. 2006.


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9- La unidad interna, el Silencio y la Ascesis.

Ahora, alejndonos de estas descripciones y quizs ampliando excesivamente elencuadre de este aporte y adems, corriendo el riesgo que estas afirmaciones puedanresultar una obviedad, nos parece interesante recordar y resaltar que la acumulacin de

registros de unidad interna55nos predispone hacia la coherencia con nuestro Propsitoy adems, nos ayuda a fortalecer nuestro Estilo de Vida.56

Porque esos registros unitivos, esas experiencias de gran significado y de acuerdo conuno mismo, actan en todo momento como trasfondo copresente y desde all inclinannuestra vida en la mejor direccin.

Adems son registros que nos alivianan, nos equilibran internamente y nos fortalecen. Yesta unin de liviandad, equilibrio y fortaleza nos resulta muy favorable comocondicin en la escalada del ascenso.

Podramos sintetizar esta idea as: A mayor unidad interna, menor ruido. A menorruido, mayor facilidad para avanzar en la Ascesis.

Por el contrario, los registros de contradiccin57 no hacen ms que aumentar losruidosen nuestro interior, entorpecindonos, atndonos a este espacio y a este tiempoy debilitndonos frente a las variadas dificultades que necesitamos sortear en el caminode bsqueda y acceso a lo Profundo.

Sintetizando lo anterior, notamos que al lograr evitar la contradiccin y al acumularactos de unidad se fortalece la direccin de nuestro Estilo de vida y este fortalecimientonos impulsa en el sentido de la Ascesis.

10- Observaciones generales.

En algunos momentos del proceso con la Ascesis, nos ha quedado muy claro que lovivido ha provenido de los espacios profundos. En otros momentos, hemos reconocidoque hemos estado muy cerca de esos espacios, pero no hemos atravesado el umbralhacia ellos.

Pero en otras ocasiones y transitando los ltimos tramos de este recorrido quedescribimos anteriormente, nos ha quedado luego cierta duda sobre si hemos logradosilenciarnos completamente y as, finalmente acceder a esos espacios.

Porque en estas ltimas situaciones, luego de concluir el recorrido e intentando ponderary apresar lo ocurrido, no hemos contado con claras evidencias de una efectivasuspensin del Yo.

55Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg. 76. Plaza y Valds Editores.2004.56Documento sobre la Ascesis. Parques de Estudio y Reflexin. La Reja. Pg. 3.57Silo. Obras Completas. Vol. 1, pg.76. Plaza y Valds Editores.2004.


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En estas situaciones y tambin dada la brevedad temporal de algunas manifestacionesde estos espacios, nos hemos encontrado posteriormente con esta duda recurrente: loque ahora estoy describiendo: es realmente una descripcin de algo que recuerdo comovivido con cierta precisin? o en cambio, estoy describiendo una traduccin realizadacuando el Yo volvi a estructurarse?

Porque nos ha resultado muy difcil distinguir entre lo que sera la descripcin de unfenmeno, donde se encuentra implcito un observador y algo observado y por lotanto algn residuo del Yo estara presente, y por otro lado, las posteriorestraducciones de una situacin donde la distincin anterior est ausente y que con

posterioridad intentamos recordar y la traducimos y estructuramos de un cierto modo.

Esta dificultad para ponderar con claridad lo ocurrido se ha generado sobre todo, cuandotanto el observador como lo observado, se han encontrado muy poco diferenciados ymuy diluidos en su entidad.

Y nos hemos inclinado indistintamente por alguna de las dos formulaciones, pero sin laimpresin de certeza que tuvimos, sea cuando nos silenciamos completamente o

cuando ha sido evidente que no lo hicimos.

De todos modos, nos ha resultado todo un aprendizaje navegar por estas aguas de laincertidumbre y no desesperar ni obsesionarnos en encontrar formulaciones einterpretaciones exactas, a experiencias difciles de definir con los parmetroshabituales.

Porque estas interpretaciones a veces resultan un tanto rgidas, para describir un mundoque a menudo se expresa con manifestaciones muy sutiles y algo alejadas de laracionalidad habitual, como las seales, las intuiciones, los atisbos y las inspiraciones.

En todo caso, destacamos que nos queda pendiente este interesante tema para investigar

e intercambiar y as, poder respondernos con mayor acierto sobre estas dudasinterpretativas.

11- Conclusiones.

Al estar este trabajo centrado bsicamente como un relato de experiencia,entendemos que no presentamos en l ninguna hiptesis que requiera ser fundamentadao demostrada.

Se diferencia en ese sentido, de otros aportes que al sostener nuevas relaciones,conclusiones o puntos de vista sobre temas de inters, necesariamente precisan darmayor solvencia y fundamentar apropiadamente a sus producciones.

De todos modos, una primera conclusin que emerge al concluir este aporte es que,creemos haber sostenido el punto de vista fijado en el inters de este trabajo, o seadescribir algunos aspectos de la experiencia lograda en el trabajo de Ascesis,

enfocando en particular el registro de Silencio como indicador y adems, las


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caractersticas de un particular estado que se presenta cuando ese registro se ha hecho

profundo.

Tambin es de destacar que en el desarrollo del trabajo mismo, surgieron nuevasrelaciones que ampliaron esta descripcin hacia temas como los nuevos significadosy tambin hacia otros como la unidad interna, el Silencio y la Ascesis.

Releyendo el texto del aporte, observamos que quizs nos hayamos extendidodemasiado en algunos detalles u observaciones, la mayora de ellos originados en laexperiencia misma.

Pero desearamos que estas observaciones no sean interpretadas o vistas comoindicaciones y mucho menos como sugerencias, sino slo como agregados o detallesque podran ayudar a captar mejor lo que intentamos describir.

En cuanto al trabajo mismo de elaborar el aporte, o sea la actividad de ordenar,chequear, incluir, relacionar, descartar, etc. las experiencias referidas al tema, nos haresultado una tarea muy inspiradora y adems muy oportuna, porque nos ayud a

ubicarnos y a precisar mejor el momento de proceso de la Ascesis en que nosencontramos.

Por ltimo, en este trabajo hemos tendido a utilizar un lenguaje lo ms descriptivoposible, aunque en ocasiones y no encontrando un mejor recurso, necesariamente noshemos referido a algunas experiencias de modo alegrico.


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B. Resumen.

El inters de este aporte es describir algunos aspectos de la experiencia lograda en eltrabajo de Ascesis, enfocando en particular el registro de Silencio como indicador yadems, las caractersticas de un particular estado que se presenta cuando ese registro seha hecho profundo.

En el encuadre de este aporte: a qu llamamos Deleite? Llamamos Deleite a unaexperiencia que se da en un particular estadoque podemos tipificar como xtasiso sea, situaciones mentales en que el sujeto queda absorto, deslumbrado dentro de s ysuspendido.

Por otro lado, a qu llamamos Silencio? Llamamos Silencio, a una singularsituacin interna que se va generando en la medida que vamos produciendo una

progresiva supresin de ruidos.

Vindolo ms en esttica, nos referimos a un estado que se caracteriza principalmentepor la inexistencia de ruidos.

Reduciendo an ms la definicin, llamamos Silencio a esa nada existente entre dosruidos.

A qu llamamos ruido? Llamamos ruido a todo impulso que interfiere en elproceso que emprendemos en la bsqueda de un Silencio completo.

Estos ruidos que interfieren en nuestro intento, pueden manifestarse de modo presenteo copresente , y provenir de la percepcin, o de la sensacin, o de memoria, o deconciencia, tales como las cadenas asociativas, las representaciones, las abstracciones,

las sensaciones, los recuerdos, las reminiscencias, etc.

Tanto los ruidos como los silencios se pueden manifestar con distinta intensidad,con distinta duracin y tambin, en distintas profundidades de nuestro espacio derepresentacin

Es posible emprender un recorrido hacia la bsqueda de un Silencio completo. Primerologrando reducir los impulsos que llegan desde los sentidos externos e internos, luegohaciendo presente el Propsito, despus logrando silenciar las representaciones dememoria y aquietando el accionar de la conciencia y por ltimo, desplazando el puntode mira hacia atrs y hacia arriba en el espacio de representacin.

Al completar este recorrido, ha irrumpido ante nosotros una nueva realidad interior.

Porque la falta de impulsos cenestsicos y de memoria, hace tambalear la ilusoria ydeterminista identidad del Yo.

Y es en esta singular situacin de profundizacin y Silencio, cuando habitualmente seproducen comprensiones esenciales y se viven emociones superiores.


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En general, estas comprensiones esenciales estn relacionadas con la revelacin delSentido.

A las emociones superiores, en nuestro caso las describimos al salir de ese estado y alrearticularse y recomponerse el Yo, con traducciones del tipo de: fuimos invadidos porla fragancia del Deleite, o vivimos la magia de un Gozo sublime.

Pero a pesar de la belleza que se vive en esa situacin interna, es necesario dar un pasoms en la escalada ascendente. Necesitamos silenciarnos total y absolutamente.

Ese Uno, que an algo contempla, queda inmvil y deslumbrado ante la profundidaddel Silencio.

Ese Uno vive en la belleza y en el deleite, pero es necesario que pierda ese alimento y seesfume.

Es en ese Vaco donde irrumpe el Propsito para guiar el recorrido, que ya ha dejado deser un recorrido.

Por otro lado, es destacable observar que, al lograrse la intuicin directa o la entrada a loProfundo, se produce un impacto notable en la propia vida y este impacto comienza adesarticular los significados y las viejas creencias que provienen del paisaje deformacin.

Los nuevos significados, que se van configurando como el ncleo de un nuevo paisaje,aparecen a veces tmidamente, como breves atisbos o insinuaciones y en otras ocasionesse expresan de modo terminante, como un vuelco definitivo en el modo de apresar o

ponderar un objeto.

El intento de evitar la contradiccin y acumular actos de unidad fortalece la direccin de

nuestro Estilo de vida y este fortalecimiento nos impulsa en el sentido de la Ascesis.

Al estar este trabajo centrado bsicamente como un relato de experiencia,entendemos que no planteamos en l ninguna hiptesis que requiera ser fundamentada odemostrada.


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C. Sntesis.

Es posible emprender un recorrido hacia la bsqueda de un Silencio completo. Primerologrando reducir los impulsos que llegan desde los sentidos externos e internos, luego

haciendo presente el Propsito, despus logrando silenciar las representaciones dememoria y aquietando el accionar de la conciencia y por ltimo, desplazando el puntode mira hacia atrs y hacia arriba en el espacio de representacin.

Y es en esta singular situacin de profundizacin y Silencio, cuando habitualmente seproducen comprensiones esenciales y se viven emociones superiores.

En general, estas comprensiones esenciales estn relacionadas con la revelacin delSentido.

A las emociones superiores, en nuestro caso las describimos al salir de ese estado y al

rearticularse y recomponerse el Yo, con traducciones del tipo de: fuimos invadidos porla fragancia del Deleite, o vivimos la magia de un Gozo sublime.

Es destacable observar que, al lograrse la intuicin directa o la entrada lo Profundo, seproduce un impacto notable en la propia vida y este impacto comienza a desarticularlos significados y las viejas creencias que provienen del paisaje de formacin.

El intento de evitar la contradiccin y acumular actos de unidad fortalece la direccin denuestro Estilo de vida y este fortalecimiento nos impulsa en el sentido de la Ascesis.


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D. Bibliografa consultada.

1- Apuntes de Psicologa. Silo. Ulrica Ediciones. 2006.

2-

Obras Completas. Silo. Volmenes 1 y 2. Plaza y Valds Editores. 2004.

3-

Diccionario del Nuevo Humanismo. Silo. Magenta Ediciones. 1996.

4-

Autoliberacin. Luis A. Ammann. Editorial Altamira. 2004.

5-

Majjhima Nikaya. Los Sermones Medios del Buddha. Editorial Kairs.1999.

6-

Documento sobre la Ascesis. Parques de Estudio y Reflexin. La Reja. 2011.

Documents

El Deleite en La Experiencia Del Silencio.original