41
8/6/2019 Dino Campana-Poemas http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 1/41 Poemas DINO CAMPANA

Dino Campana-Poemas

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 1/41

PoemasDINO CAMPANA

Page 2: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 2/41

ÍNDICE

 ADVERTENCIA......................................................................................................3

 PRÓLOGO..............................................................................................................4LA QUIMERA........................................................................................................7LA VENTANA.......................................................................................................8EL CANTO DE LA TINIEBLA.............................................................................9LA NOCHE DE FIESTA......................................................................................10FANTASÍA SOBRE UN CUADRO DE ARDENGO SOFFICI..........................11MUJER GENOVESA............................................................................................12LA ESPERANZA..................................................................................................13

 NAVÍO EN VIAJE................................................................................................14CUATRO LÍRICAS PARA SIBILLA ALERAMO..............................................15

Los pilares hacen el río más belloSobre el más ilustre paisajeEn un momentoOs amáis en la ciudad donde por solitarias

MARRADI.............................................................................................................17A UNA PUTA DE OJOS FÉRREOS....................................................................18VIAJE A MONTEVIDEO.....................................................................................19LA PETITE PROMENADE DU POÈTE..............................................................21BAJO QUÉ PESADO MONTÓN DE NIEVE......................................................22

POR MUCHO TIEMPO RECORDARÉ...............................................................23EMPEDERNIDA DE SANGRE............................................................................24EN LA NOCHE ANGELICAL..............................................................................25TRES JÓVENES FLORENTINAS CAMINAN...................................................26FABRICAR FABRICAR FABRICAR..................................................................27MIS VERSOS SON MARAVILLOSOS...............................................................28EL TIEMPO MISERABLEMENTE CONSUME.................................................29ENVÍO...................................................................................................................30ES EL CARILLÓN................................................................................................31

LA NOCHE............................................................................................................32I - La nocheII - El viaje y el retornoIII - Fin

LA PAMPA............................................................................................................40

Page 3: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 3/41

 ADVERTENCIA

Algunas de las traducciones que contiene este archivo me pertenecen. Si bien el italiano y elespañol son idiomas tan similares que, a veces, basta con el sentido común para trasladar un

texto de una lengua a otra, la poesía es un género que tiene sus complicaciones; en especial la deCampana, escrita a inicios del siglo pasado y que emplea un vocabulario y una sintaxis que sealejan mucho del italiano coloquial.

Hace tiempo recopilé varias traducciones que encontré en la web, incluyendo las de los poemasen prosa   La noche y  La Pampa. Sometí todas a revisión en base a los poemas originales enitaliano. Sólo intervine cuando presentaban yerros o cuando la traducción se alejaba demasiadodel texto original.   La noche, por ejemplo, requirió mucha atención ( ...no quiero arrogarmeméritos de otros: aunque tenía muchas fallas, reconozco que con mis solas fuerzas nunca podríatraducir tan extenso y complicado poema). Respecto a  La Pampa: pese a que la traducción eraconfiable, sólo se trataba del fragmento inicial del poema, por lo que tuve que completar la parterestante.

A modo de prólogo ubico un artículo de Giovanni Papini traducido por mí. Aunque se muestrasevero y tal vez injusto al momento de valorar la poesía de Campana, él lo conoció bastante bieny su testimonio es de primera mano.

Ciertamente traduje más poemas de los que hice figurar en este archivo, pero como hay cosasen ellos que no creo haber interpretado bien, prefiero no arriesgarme a publicarlos. Sin embargo,es probable que haya incurrido en algunas faltas en los textos aquí presentes. Teniendo en cuentaque, por el momento, éste es el único libro virtual en castellano con la obra de Campana, talesfaltas podrían serme excusadas... ello hasta que alguien se anime a digitalizar un libro con su poesía completa.

Algo más: para evitar sospechas de arbitrariedad respecto a mi proceder, los invito a consultar 

los poemas originales que circulan en la web.

Marzo del 2011.

Miguel Zavalaga Flórez([email protected])

Page 4: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 4/41

Page 5: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 5/41

ya un pequeño anticipo por aquel trabajo no se decidía nunca a entregarlo. Como afirmabahaberlo terminado, un día, para cerciorarme, subí al cuartito donde vivía. Me tiró furioso un fajode papeles escritos pero, para mi sorpresa, la parte inferior de las hojas estaba quemada y el resto bronceado por el fuego. Me dijo que había arrojado a las llamas el manuscrito y que luego lohabía recogido, a medio arder, sólo para hacerme ver que no había mentido, pero que no quería

rehacer ni publicar aquella traducción.Lo invitaba a veces a comer a mi casa, con otros amigos, pero a menudo llegaba tardísimo,cuando ya nos habíamos retirado de la mesa, y no quería aceptar nada, no obstante mis ruegos ylos de mi mujer. Decía que había recordado demasiado tarde la invitación y que su venida erasolamente para dar las gracias.

Cada tanto retornaba a su tierra, quizás porque no se acostumbraba a vivir en la ciudad, o por otras razones. Una vez me escribió desde Marradi para solicitarme un manuscrito que decíahaberme dado. Le respondí la verdad: que no tenía nada suyo y que recordase bien a quién se lohabía dado. Volvió a escribirme, esta vez una carta furibunda, en la que me anunciaba que habríade volver a Florencia “con un puntiagudo cuchillo” para recuperar, por las buenas o por lasmalas, sus preciados escritos. Le contesté que viniese, que lo esperaba tranquilo porque a mí no

me los había entregado y que no podía restituirle aquello que no tenía. Pero luego no hizo nada y, pasado un tiempo, se presentó ante mí para que le encontrase de cualquier modo un empleo, paraliberarse de una relación que había devenido en odio. Desgraciadamente yo no tenía puestos paraofrecerle y no habría sido fácil encontrar uno para un hombre tan inquieto y extravagante.1

Por un tiempo no supe nada de él y no se dejó ver más. Posteriormente supe, con dolor pero nocon sorpresa, que desde 1919 estaba recluido, como enfermo peligroso, en el manicomio deCastel Pulci, donde moriría en 1932. La caridad de algunos admiradores, entre los cuales el  primero era Piero Bargellini, le dispuso un digno sepulcro cerca de la iglesia de la Badia aSettimo. A la inauguración de este último asilo del poeta acudió el ministro de educaciónnacional, Giuseppe Bottai, en medio de una multitud de literatos de todas partes y de todas lastendencias. Yo, como he dicho, reimprimí algunas páginas suyas en la antología de los Poetas de Hoy aparecida en 1920, cuando Campana estaba todavía vivo, porque me parecía que su poesía,aunque desigual y fragmentaria, tenía un particular significado y ameritaba no ser olvidada. Peroconfieso que no me esperaba el apasionamiento de estos últimos años en torno a su obra. DinoCampana tenía indudablemente algunas de las cualidades que hacen a un poeta: una sensibilidadun poco tórbida e insana que palpaba el mundo de modo diferente a la convencional; una fantasíanostálgica que a veces se desataba en resonancias inusitadas; una sorda angustia que raramenteconseguía liberarse en un grito inspirado. Pero demasiadas veces, según yo, carecía de aquellaconciencia y dominio de sí que es lo único que lleva a la feliz afirmación del canto. Había en élmuchos acordes, acordes más sugeridos que victoriosamente expresados. Pero no era de ningunamanera la plenitud espiritual de la música, secuestradora del alma. Sin embargo aquellos mismos

 ___________ 1 El manuscrito llevaba por título  Il più lungo giorno (El más largo día). No apareció y Campana tuvoque volver a escribir el libro de memoria con ayuda de algunos borradores. El libro reescrito fue publicado en 1914 por la imprenta F. Ravagli de Marradi con el título de Canti orfici (Cantos órficos).Años después, en 1971, la viuda de Soffici encontró el manuscrito.Respecto a “la relación que había devenido en odio”, se trataba del apasionado y corto romance queCampana tuvo con la escritora Sibilla Aleramo. El final de la relación fue lo que condujo al poetadefinitivamente a la locura (N. del T.).

Page 6: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 6/41

defectos, que se debían a su desorden mental, son igualmente —en un tiempo que ha olvidado laautenticidad de la poesía perenne— señales e indicadores de una nueva experiencia poética. Alos herméticos italianos les gustaba tener un precursor que no fuera, como los otros, francés oinglés, aunque en Campana fuera visible el influjo de cierta lírica gala o germánica. Y a la

fortuna de la obra de Campana han contribuido, también, razones exteriores: el recuerdo de suvida errabunda y misteriosa, su final hundimiento en la locura. Italia, que tuvo grandes poetas pero que estaba falta de poetas malditos, estaba satisfecha de tener uno en bandeja, un facsímil deHölderlin, el fugitivo enloquecido; de Rimbaud, el vagabundo frenético.

Dino Campana permanecerá, creo, en la historia de nuestra literatura del novecento pero, pasada la agitación de la moda, en un rincón bastante más apartado del que quisieran asignarlelos aficionados de nuestros días.

Giovanni PapiniFlorencia, 1948

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 7: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 7/41

LA QUIMERA

 No sé si entre rocas tu pálidoRostro se me apareció, o sonrisaDe ignotas lejaníasFuiste, inclinada ebúrneaFrente fulgente oh jovenHermana de la Gioconda:Oh de las primaverasMuertas, por tu mítica palidezOh Reina oh Reina adolescente:Mas por tu ignoto poemaVoluptuoso y doliente

Música niña exangüe,Trazado con una línea de sangreEn el círculo de los labios sinuosos,Reina de la melodía:Mas por la virgen cabezaInclinada, yo poeta nocturnoVelé las estrellas vívidas en los piélagos del cielo,Yo por tu dulce misterioYo por tu devenir taciturno. No sé si la pálida llamaFue de los cabellos el viviente

Signo de su palidez, No sé si fue un dulce vapor,Dulce sobre mi duelo,Sonrisa de un rostro nocturno:Miro las blancas rocas las mudas fuentes de los vientosY la inmovilidad de los firmamentosY los henchidos ríos que van sollozandoY las sombras del trabajo humano curvadas allá en los álgidos colladosY aún por tiernos cielos lejanas claras sombras fluyentesY aún te llamo te llamo Quimera.

Page 8: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 8/41

LA VENTANA

La noche vaporosa de veranoDesde la alta ventana vierte claridades en la sombraY me deja en el corazón un sello ardiente¿Pero quién ha (sobre la terraza sobre el río se enciende una lámpara) quién haA la Virgencita del Puente quién es quien ha encendido la lámpara? — hayEn la habitación un olor a podredumbre: hayEn la habitación una llaga roja lánguida.Las estrellas son botones de madreperla y la noche se viste de terciopelo:Y tiembla la noche fatua: es fatua la noche y tiembla pero hayEn el corazón de la noche haySiempre una llaga roja lánguida.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 9: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 9/41

EL CANTO DE LA TINIEBLA

La luz del crepúsculo se atenúa:Espíritus inquietos ¡sea dulce la penumbraAl corazón que no ama más!Manantiales manantiales hemos de escuchar Manantiales manantiales que sabenManantiales que saben que hay espíritusQue espíritus están escuchando......Escucha: la luz del crepúsculo se atenúaY para los dulces espíritus es dulce la tiniebla:Escucha: te ha vencido la Suerte:Mas para los corazones ligeros otra vida está a las puertas:

 No hay dulzura que pueda igualar a la MuerteMás Más MásEntiende a quien todavía te acuna:Entiende a la dulce niñaQue dice al oído: Más MásY he aquí que se eleva y desapareceEl viento: he aquí que retorna del mar Y aquí sentimos su jadear ¡El corazón que nos amó de más!Observamos: ya el paisajeDe los árboles y las aguas es nocturno

Y el río se despide taciturno......¡Pum! madre ¡y aquel hombre allá arriba!

Page 10: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 10/41

LA NOCHE DE FIESTA

El corazón esta noche me dice: ¿no lo sabes?La rosabruna encantadoraDorada de una cabellera rubia:Y de los ojos relucientes y brunos la que de gracia ImperialEncantaba la rosadaFrescura de las mañanas:Y tú seguías en el aireLa fresca encarnación de un sueño matinal:Y solía vagar cuando el sueñoY el perfume ocultaban las estrellas(Tú amabas mirar detrás de las verjas

Las estrellas las palideces nocturnas):Solía pasar silenciosaY blanca como un vuelo de palomaCiertamente está muerta: ¿no lo sabes?Era la nocheDe fiesta de la pérfida BabelEn conjunto hacia un cielo estrellado un paraíso de flamasEn lúbricos silbidos grotescosY el tintinear de angélicas campanasY voces y gritos de prostitutasY pantomimas de Ofelia

Destilada del humilde llanto de las lámparas eléctricas......................Una canción vulgar estaba muertaY me había dejado el corazón en el dolor Y yo marchaba errando sin amor Dejando mi corazón de puerta en puerta:Con ella que no ha nacido y sin embargo está muertaY me ha dejado el corazón sin amor:Y sin embargo lleva el corazón en el dolor:Dejando mi corazón de puerta en puerta.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 11: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 11/41

FANTASÍA SOBRE UN CUADRO DE ARDENGO SOFFICI

Rostro, zig zag anatómico que oscureceLa pasión torva de una vieja lunaQue mira suspendida del techoEn una taberna café chantantDe América: la roja velocidadDe luces funámbula que tanguea Española cinérea Histérica en tango de luces se deshace:Que mira en el café chantantDe AméricaSobre el piano aporreado tres

Llamitas rojas se encendieron solas.

Page 12: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 12/41

MUJER GENOVESA

Tú me trajiste un poco de alga marinaEn tus cabellos, y un olor de viento,Que viniendo de lejos llega graveDe ardor, había en tu cuerpo bronceado —Oh la divinaSimplicidad de tus formas esbeltas—: No amor, ni sufrimiento, un fantasma,Una sombra de la necesidad que vagaSerena e ineluctable por el almaY la disuelve en alegría, en encanto sereno,Para que el siroco se la pueda

Llevar al infinito.Qué pequeño y ligero es el mundo en tus manos.

Page 13: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 13/41

LA ESPERANZA(Sobre el torrente nocturno)

Por el amor de los poetasPrincesa de los sueños secretosEn alas de los vívidos pensamientos repite repitePrincesa tus cantos:Oh tu llamada de mudos cantosPálido amor de los errantesSofoca los llantos no extintosDa tregua a los amores secretos¿Quién las taciturnas puertasPercibe que la Noche

Ha abierto sobre el infinito?Caen las horas: con el sueño vanoCae la pálida Suerte...........................Por el amor de los poetas, ¡puertasAbiertas de la muerteSobre el infinito!Por el amor de los poetasPrincesa ¡mi sueño vanoEn los remolinos de la Suerte!

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 14: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 14/41

NAVÍO EN VIAJE

El mástil oscila rítmico en el silencio.Una tenue luz blanca y verde cae del mástil.El cielo límpido en el horizonte, cargado de verde y dorado tras la borrasca.El cuadro blanco del farol en lo altoIlumina el secreto nocturno: por la ventanaLas cuerdas desde lo alto un triángulo de oroY un globo blanco de humoQue no existe como músicaSobre el círculo con los golpes del agua en sordina.

Page 15: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 15/41

CUATRO LÍRICAS PARA SIBILLA ALERAMO

Los pilares hacen el río más bello

Los pilares hacen el río más belloY los arcos hacen el río más belloEn los arcos tu figura.Más pura en el azul es la luz de plataMás bella tu figura.Más bella la luz de plata en la sombra de los arcosMás bella que la rubia Ceres es tu figura.

Sobre el más ilustre paisaje

Sobre el más ilustre paisajeHa paseado el recuerdoCon vuestro caminar de panteraSobre el más ilustre paisajeVuestro caminar de terciopeloY vuestra mirada de virgen violadaVuestro caminar silencioso como el recuerdo

Asoma al parapetoSobre el agua que correVuestro ojos fuertes de luces.

En un momento

En un momentoSe desfloraron las rosasLos pétalos caídos

Porque yo no podía olvidar las rosasLas buscábamos juntosHabíamos encontrado las rosasEran sus rosas eran mis rosasEste viaje llamábamos amor Con nuestra sangre y nuestras lágrimas hacíamos las rosasQue brillaban un momento al sol de la mañanaLas habíamos desflorado bajo sol entre los espinos

Page 16: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 16/41

Las rosas que no eran nuestras rosasMis rosas sus rosas

P. S. Y así olvidamos las rosas.

Os amáis en la ciudad donde por solitarias

Os amáis en la ciudad donde por solitariasCalles se posa el paso lánguidoDonde una paz tierna que llueveEn la noche el corazón no saciado ni arrepentidoViene a una ambigua primavera violetaLejana sobre el cielo pálido.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 17: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 17/41

Page 18: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 18/41

A UNA PUTA DE OJOS FÉRREOS

Con tus pequeños ojos bestialesMe miras y callas y esperas y te aprietasY me miras y callas.Tu carneEntumecida y pesada duerme torpementeEn el sueño primordial. Prostituta...¿Quién te llamó a la vida? ¿De dónde vienes?¿De los ásperos puertos tirrenosDe las cantarinas fiestas de ToscanaO en las ardientes arenasEstuvo tu madre revolcándose bajo los sirocos?

La inmensidad te ha impreso el estupor En el rostro salvaje de esfingeEl viento lleno de vidaTrágicamente como a una leonaRevuelve tu negra melenaY te mira el sacrílego ángel rubioQue no te ama y que no amas y que sufrePor ti y que cansado te besa.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 19: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 19/41

VIAJE A MONTEVIDEO

Yo vi desde el puente de la naveLas colinas de EspañaDesvanecerse, en el verdeDentro el dorado crepúsculo ocultando la bruna tierraComo una melodía:De ignota escena niña solaComo una melodíaAzul, sobre la orilla de las colinas todavía tiembla una viola.....Lánguido el crepúsculo celeste sobre el mar:Puros y dorados silencios de hora en hora de las alas

Cruzaron lentamente un azulear:...Lejanos tintes de variados coloresDe los más lejanos silenciosEn el celeste ocaso pasaron los pájaros de oro: el navíoYa ciego cruza golpeando la oscuridadCon nuestros náufragos corazonesGolpeando la oscuridad alas celestes sobre el mar.Pero un díaSubieron a la nave las graves matronas de EspañaDe ojos tórbidos y angelicalesDe senos grávidos de vértigo. Cuando

En una bahía profunda de una isla ecuatorialEn una bahía profunda y tranquila más que el cielo nocturno Nosotros vimos surgir de la luz encantadaUna blanca ciudad adormecidaAl pie de los picos altísimos de volcanes apagadosEn el soplo tórbido del ecuador: hasta queDespués de muchos gritos y muchas sombras de un país desconocido,Después de muchos crujidos de cadenas y de muy encendido fervor Abandonamos la ciudad ecuatorialHacia el inquieto mar nocturno.

 Anduvimos anduvimos, días y días: los navíos De grávidas velas blandas de cálidos soplos nos cruzaban: Entonces sobre la cubierta se nos apareció broncíneaUna niña de la raza nueva,Ojos resplandecientes y vestidos al viento! y hela ahí: salvaje al final de un

[día que aparecióEn la salvaje orilla, allá abajo sobre la infinitud marina:Y vi como yeguas

Page 20: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 20/41

Vertiginosas que se soltaban las dunasHacia la pradera sin finDesierta de moradas humanasY volvimos huyendo de las dunas que aparecieronSobre un mar amarillo en la portentosa abundancia del río

Del continente nuevo la capital marina.Límpida fresca y eléctrica era la luzDel crepúsculo y allá las casas altas parecían desiertasAhí sobre la mar del pirata,De la ciudad abandonadaEntre el mar amarillo y la dunas..............................................

Page 21: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 21/41

LA PETITE PROMENADE DU POÈTE2

Me voy por las callesEstrechas oscuras y misteriosas:Veo detrás de los cristalesAsomarse Gemas y Rosas.De las escaleras misteriosasAlguien desciende titubeando:Detrás de los cristales relucientesEstán las comadres comentando.................................

(...)

Traducción de Miguel Zavalaga.

 ____________ 2 EL PEQUEÑO PASEO DEL POETA (N. del T.).

Page 22: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 22/41

BAJO QUÉ PESADO MONTÓN DE NIEVE...

¿Bajo qué pesado montón de nieveEstán sepultadas las rosas de mi primavera?Cómo podrá el recuerdo conocer Dónde la muerta esperanza reposa.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 23: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 23/41

POR MUCHO TIEMPO RECORDARÉ

Por mucho tiempo recordaréA aquella muchacha de los ojosConscientes tristes y tranquilosY el capelo monacal.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 24: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 24/41

EMPEDERNIDA DE SANGRE...

Empedernida de sangreEn los vidrios del caféBruna los cabellos rojosLas tetas despuntandoSobre una acera roja que se arrugaLos ojos más verdes, el rojo que se deslizaSobre la roja acera que se arruga.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 25: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 25/41

EN LA NOCHE ANGELICAL

En la noche angelicalEntre las cuadradas casasEndulzando el estertor De un ancla en un puertoFiltrándose en el granitoEntre las cuadradas casasLa música de una armónica.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 26: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 26/41

TRES JÓVENES FLORENTINAS CAMINAN

Ondeaba a paso virginalondeaba la cabellera musicalEn el esplendor del tibio solEran tres vírgenes y una gracia solaOndeaba a paso virginalCrespa y negra la cabellera musicalEran tres vírgenes y una gracia solaY seis piececitos en marcha militar.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 27: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 27/41

FABRICAR FABRICAR FABRICAR 

Fabricar fabricar fabricar Prefiero el rumor del mar Que dice fabricar hacer y deshacer Hacer y deshacer es todo un trabajoHe aquí lo que sé hacer.

Page 28: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 28/41

MIS VERSOS SON MARAVILLOSOS...

Mis versos son maravillosos;A cualquiera le podrán parecer baratijas de feria.Es una gran ilusión,Están hechos con todo aquello que les gustará.(...)

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 29: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 29/41

Page 30: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 30/41

ENVÍO

El agua tiene la melena de plataEl amor es sin retornoBlanca yegua de amor Tu vellón doradoAmor sin retorno.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 31: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 31/41

ES EL CARILLÓN...

Es el carillón de una torre gótica. También Dante en el Canto V teníaEsta fantasía caballeresca que triunfa sobre el infierno latino. Como siempreLa poesía de Dante resulta de la lucha entre lo nórdico y lo latino.

Traducción de Miguel Zavalaga.

Page 32: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 32/41

LA NOCHE

I.

La noche

Recuerdo una vieja ciudad, de murallas rojas y con forma de torres, alzada sobre la llanuraexterminada en el Agosto tórrido, con el lejano refrigerio de colinas verdes y muelles sobre elfondo. Arcos enormemente vacíos de puentes sobre el río empalidecido en magrosestancamientos plúmbeos: siluetas negras de zíngaros móviles y silenciosos sobre la ribera: entreel deslumbramiento lejano de un cañaveral lejanas formas desnudas de adolescentes y el perfil yla barba judaica de un viejo: y en un trazo en el medio del agua muerta las zíngaras y un canto,del pantano áfono una cantinela primordial monótona e irritante: y del tiempo fue suspendido el

curso.

*

Inconscientemente yo levanto los ojos hacia la torre bárbara que dominaba la avenidalarguísima de los plátanos. Sobre el silencio hecho intenso ella revivía su mito lejano y salvaje:mientras que por visiones lejanas, por sensaciones oscuras y violentas otro mito, también élmístico y salvaje me recorría a ratos la mente. Allí abajo ellas habían tirado los largos vestidos  blandamente hacia el esplendor vago de la puerta las paseantes, las antiguas: la campiñaentorpecía entonces en la red de los canales: jovencitas de atavíos ágiles, de perfiles de medalla,desaparecían a ratos sobre los carretones detrás de los giros verdes. Un toque de campanaargentino y dulce de lontananza: el Crepúsculo: en la iglesieta solitaria, a la sombra de lamodesta nave, yo la estreché a Ella, de las carnes rosadas y de los encendidos ojos fugitivos: añostras años tras años basados en la dulzura triunfal del recuerdo.

*

Inconscientemente aquel que yo había sido se encontraba encaminado hacia la torre bárbara, lamítica custodia de los sueños de la adolescencia. Salía al silencio de las callejuelas antiquísimaslargo el muro de las iglesias y de los conventos: no se oía el rumor de sus pasos. Una plazueladesierta, casuchas aplastadas, ventanas mudas: al lado en un relampagueo enorme la torre,

óctuple cúspide roja impenetrable árida. Una fuente del mil quinientos callaba seca, la lápida rotaen el medio de su comentario latino. Se desarrollaba una calle empedrada y desierta hacia laciudad.

*

Fui conmovido por una puerta que se abrió de par en par. De los viejos de las formas oblicuashuesudas y mudas, se agolpaban empujados con los codos perforantes, terribles en la gran luz.

Page 33: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 33/41

Delante de la cara barbuda de un fraile que sobresalía del vano de una puerta sostenido de unareverencia trepidante servil, humillado fuera murmurando, realzándose poco a poco, arrastrandouna a una las sombras largas los muros rojizos y desconchados, todo similar a la sombra. Unamujer de paso balanceante y de risa inconsciente se unía y cerraba el cortejo.

*

Arrastradas las sombras largas los muros rojizos y desconchados: él seguía, autómata. Diría a lamujer una palabra que caía en el silencio del ocaso: un viejo se volvió a mirarlo con una miradaabsurda luciente y vacía. Y la mujer sonreía siempre con una sonrisa blanda en la aridezmeridiana, idiota y sola en la luz catastrófica.

*

 No supe nunca cómo, costeando canales indolentes, volví a ver mi sombra que me escarnecíaen el fondo. Ella me acompañó por calles malolientes donde las mujeres cantaban en la calorina.

En los confines de la campiña una puerta incisa por golpes, protegida por una joven mujer devestido rosa, pálida y gorda, la atrae: entra. Una antigua y opulenta matrona, de perfil de carnero,con los negros cabellos que ágilmente rodean su cabeza escultural bárbaramente decorada del ojolíquido como por una gema negra de las talladamente rarezas sentadas, agitada de graciasinfantiles renace vana con la esperanza trayéndola de un manojo de cartas largas y untuosasextraña teoría de reinas languidecentes e infantes armas y caballeros. Saludé y una vozconventual, profunda y melodramática me responde junto a una graciosa sonrisa arrugada.Distinguí en la sombra la sierva que dormía con la boca semiabierta, estertorosa con sueño pesado, semidesnudo el bello cuerpo ágil y ambarino. Me senté despacio.

*

La larga teoría de sus amores desfilaba monótona a mis oídos. Antiguos retratos de familia eranesparcidos sobre la mesa untuosa. La ágil forma de la mujer de la piel ambarina tendida sobre ellecho escuchaba curiosamente, apoyada sobre los codos como una Esfinge: fuera los huertosverdísimos entre los muros enrojecidos: nosotros tres solos vivíamos en el silencio meridiano.

*

Había mientras tanto caído el ocaso y envolvía su oro el lugar conmovido por los recuerdos y parecía consagrarlo. La voz de la Rufiana se había hecho a medida más dulce, y su cabeza de

sacerdotisa oriental celebraba una pose languidecente. La magia de la noche, lánguida amiga delcriminal, era intermediaria de nuestras ánimas oscuras y sus fastos parecían prometer un reinomisterioso. Y la sacerdotisa de los placeres estériles, la sierva ingenua y ávida y el poeta semiraban, almas infecundas inconscientemente buscando el problema de sus vidas. Pero elcrepúsculo descendía mensaje de oro de los escalofríos frescos de la noche.

*

Page 34: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 34/41

Vino la noche y fue realizada la conquista de la sierva. Su cuerpo ambarino su boca voraz sushíspidos negros cabellos a ratos la revelación de sus ojos aterrados de voluptuosidad enredaronuna fantástica rotación. Mientras más dulce, ya cerca de apagarse aún reinaba en la lontananza elrecuerdo de Ella, la matrona sedente, la reina todavía en su línea clásica entre sus grandeshermanas del recuerdo: después que Miguel Ángel la había vuelto a doblar sobre sus rodillas

cansado del camino aquel que se pliega, que se pliega y no reposa, reina bárbara bajo el peso detodo el sueño humano, y lo sacude de las poses arcanas y violentas de las bárbaras reinas antiguasque había oído Dante, se apaga en el grito de Francesca allá sobre las riberas de los ríos quecansados de la guerra se introducen en la desembocadura, mientras que sobre sus riberas serecrea la pena eterna del amor. Y la sierva, la ingenua Magdalena de los cabellos híspidos y delos ojos brillantes preguntaba en sobresaltos por su cuerpo estéril y dorado, crudo y salvaje,dulcemente cerrado en la humildad de su misterio. La larga noche llena de engaños de variadasimágenes.

*

Si asoman a las verjas de plata las primeras aventuras las antiguas imágenes, endulzadas en unavida de amor, a protegerme aún con su sonrisa de una misteriosa encantadora ternura. Si abrimoslas cerradas aulas donde la luz se hunde igual dentro de los espejos del infinito, aparecen lasimágenes aventureras de las cortesanas en la luz de los espejos empalidecidos en su actitud deesfinges: y ahora todo aquello que era árido y dulce, marchitas las rosas de la juventud, tornaba arevivir sobre el panorama esquelético del mundo.

*

En el olor pírico de la noche de fiesta, en el aire los últimos clangores, veía las antiquísimas jovencitas de la primera ilusión perfilarse en medio de los puentes brotados de la ciudad en los

suburbios los crepúsculos del verano tórrido: vueltas de tres cuartos, oyendo en los suburbios el jaleo que se acentúa anunciando las lenguas de fuego de las lámparas inquietas para perforar laatmósfera cargada de luces orgiásticas: ahora endulzadas: en el ya muerto cielo dulce y rosado,aliviado de un velo: así como Santa Marta, partía la tierra con los instrumentos, cesado ya sobrelos siempre verdes paisajes el canto que el corazón de Santa Cecilia armoniza con el cielo latino,dulce y rosado cerca del crepúsculo antiguo en la línea heroica de la gran figura femenina romana parada. Recuerdos de zíngaras, recuerdos de amores lejanos, recuerdos de sonidos y de luces:cansancios del amor, cansancios inesperados sobre el lecho de una taberna lejana, otra cunaaventurera de incertidumbre y de añoranza: así aquello que aún era árido y dulce, marchitas lasrosas de la juventud, surgían sobre el panorama esquelético del mundo.

*

En la noche de los fuegos de la fiesta de verano, en la luz deliciosa y blanca, cuando nuestrosoídos reposaban apenas en el silencio y nuestros oídos estaban cansados de las girándulas defuego, de las estelas multicolores que habían dejado un olor pírico, una vaga pesadez roja en elaire, y el caminar juntos nos había debilitado exaltándonos de nuestra belleza demasiadodiferente, fina y bruna, pura en sus ojos y en su rostro, perdido el deslumbramiento del collar de

Page 35: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 35/41

su cuello desnudo, ella caminaba ahora a trechos inexperta estrechando el abanico. Fue atraídahacia la barraca: su bata blanca de finos tirones azules ondeó en la luz difusa, y yo seguí su palidez marcada sobre su frente desde la franja nocturna de sus cabellos. Entramos. Los rostros  brunos de autócratas, serenos desde la niñez y desde la fiesta, se volvieron hacia nosotros, profundamente límpidos en la luz. Y fijamos las miradas. Todo era de una irrealidad espectral.

Había unos panoramas esqueléticos de la ciudad. Los muertos bizarros miraban el cielo en posturas leñosas. Una odalisca de goma respiraba silenciosamente y volvía en torno los ojos deídolo. Y el olor agudo del serrín que sigilaba los pasos y el susurro de las señoritas del paísatónito de aquel misterio. “¿Es así París? He aquí Londres. La batalla de Mukden”. Nosotrosmirábamos en torno: debía ser tarde. ¡Todas aquellas cosas vistas por los ojos magnéticos de loslentes en aquella luz de sueño! Inmóvil cerca de mí yo la sentía hacerse lejana y extranjeramientras su fascinación se profundizaba bajo el fleco nocturno de sus cabellos. Se ondulaban. Yyo sentí con una punta de amargor pronto consolada que nunca más le estaría cercano. La seguí  pues como se sigue un sueño que se ama vanamente: así habíamos devenido en una relaciónlejana y extranjera después del estrépito de la fiesta, ante el panorama esquelético del mundo.

*

Estaba bajo la sombra de los pórticos que destilaban gotas y gotas de luz sangrienta en la nieblade una noche de diciembre. Al rato una puerta era abierta en una fasto de luz. En el fondo,adelante, posaba en el fasto de una otomana roja el codo sosteniendo la cabeza, apoyaba el codososteniendo la cabeza una matrona, los ojos brunos vivaces, las tetas enormes: a lado una jovencita arrodillada, ambarina y fina, los cabellos cortados sobre la frente, con gracia juvenil, las piernas lisas y desnudas en la bata reluciente: y sobre ella, sobre la matrona pensativa de los ojos jóvenes una cortina, una cortina blanca de encaje, una cortina que parecía agitar las imágenes, lasimágenes encima de ella, en las imágenes cándidas sobre ella pensativa en sus ojos jóvenes.Abatido a la luz de la sombra de los pórticos destilada de gotas y gotas de luz sangrienta yomiraba fijamente abstraído atónito la gracia simbólica y aventurera de aquella escena. Ya eratarde, estábamos solos y entre nosotros nació una intimidad libre y la matrona de los ojos jóvenesapoyada en el fondo la móvil cortina de encaje habló. Su vida era un largo pecado: la lujuria. Lalujuria pero toda llena aún para ella de curiosidad inalcanzable. “La hembra le golpeteaba conmuchos besos del lado derecho: ¿por qué del derecho? Después el pichón macho permanecíaarriba, ¿inmóvil?, diez minutos, ¿por qué?”. Las preguntas permanecían aún sin respuesta,entonces ella impulsada por la nostalgia recordaba recordaba el largo pasado. Finalmente cuandola conversación languidecía, la voz se acallaba alrededor, el misterio de la voluptuosidad habíarevestido a la que lo evocaba. Desconcertado, las lágrimas en los ojos yo de cara a la cortina blanca de encaje seguía seguía todavía a las fantasías blancas. La voz se acallaba alrededor. La

rufiana había desaparecido. La voz se acallaba. Seguramente yo la había sentido pasar con unrozamiento silencioso atormentador. Delante de la cortina arrugada de encaje la jovencita seapoyaba aún sobre la rodilla ambarina, doblada doblada con gracia de muchacho afeminado.

*

Fausto era joven y bello, tenía los cabellos rizados. Los boloñeses semejaban entoncesmedallas siracusanas y el corte de sus ojos era tan perfecto que les gustaba parecer inmóviles

Page 36: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 36/41

 para contrastar armoniosamente con sus largos rizos brunos. Era fácil encontrarle la noche por lasvías sombrías (la luna iluminaba entonces las calles) y Fausto alzaba los ojos a las chimeneas delas casas que a la luz de ellas parecían puntos de interrogación y permanecía pensativo alarrastrarse de sus pasos que se atenuaban. Desde la vieja taberna de bóvedas que a veces acogía alos escolares le placía oír entre las calmas conversaciones del invierno boloñés, frío y nebuloso

como el suyo, y el crepitar de los leños y los escabullimientos de la llama sobre el ocre de las bóvedas los pasos rápidos bajo los arcos próximos. Amaba entonces concentrarse en un cantomientras la joven tabernera, roja la vestimenta larga y sin mangas y las bellas mejillas bajo el peinado humoso pasaba y volvía a pasar delante de él. Fausto era joven y bello. En un día comoaquél, en la salita tapizada, entre los estribillos de los órganos automáticos y una decoraciónfloral, en la salita escuchaba a la multitud fluir y los rumores sombríos del invierno. ¡Oh!¡Recuerdo!: joven, la mano nunca más quieta apoyada para sostener el rostro indeciso, gentil deansia y de cansancio. Prestaba entonces mi enigma a las aprendices de modista pulidas yflexibles, consagrado en mi ansia del supremo amor, en el ansia de mi niñez tormentosa sedienta.Todo era misterio para mi fe, mi vida era toda “un ansia del secreto de las estrellas, toda uninclinarse sobre el abismo”. Era bello de tormento, inquieto pálido sediento errante detrás de las

larvas del misterio. Después huí. Me perdí en el tumulto de la ciudad colosal, vi las blancascatedrales elevarse montón enorme de fe y de sueño con las miles de puntas en el cielo, vi a losAlpes elevarse entonces como las más grandes catedrales, y llenos de las grandes sombras verdesde los abetos, y llenos de la melodía de los torrentes de los cuales oía el canto naciente desde loinfinito del sueño. Allá arriba entre los abetos humosos en la niebla, entre los miles y miles derepiqueteos las miles de voces del silencio revelada una joven luz entre los troncos, por senderosde claror subía: subía a los Alpes, sobre el fondo blanco delicado misterio. Lagos, allá arribaentre los escollos claras acequias veladas de la sonrisa del sueño, las claras acequias los lagosestáticos del olvido que tu Leonardo fingía. El torrente me contaba oscuramente la historia. Mefijé entre las lanzas inmóviles de los abetos creyendo a ratos vagar una nueva melodía salvaje y  pura triste quizás fijamos las nubes que parecían quedarse curiosas un instante sobre aquel

 paisaje profundo y espiarlo y desaparecer detrás de las lanzas inmóviles de los abetos. Y pobre,desnudo, feliz de ser pobre desnudo, de reflejar un instante el paisaje cual un recuerdo encantador y hórrido en el fondo de mi corazón subía: y llegué llegué allá hasta donde las nieves de losAlpes me obstruían el camino. Una jovencita en el torrente lavaba, lavaba y cantaba en las nievesde los blancos Alpes. Se volvió, me acogió, en la noche me amó. Y todavía sobre el fondo de losAlpes el blanco delicado misterio, en mi recuerdo se encendió la pureza de la lámpara estelar, brilló la luz de la noche de amor.

*

Pero, ¿cuál íncubo pesaba todavía sobre toda mi juventud? ¡Oh los besos los besos vanos de la jovencita que lavaba, lavaba y cantaba en la nieve de los blancos Alpes! (las lágrimas salieron demis ojos con el recuerdo). Volví a ver el torrente aún lejano: cruzaba bañando antiguas ciudadesdesoladas, largas vías silenciosas, desiertas como después de un saqueo. Un calor dorado en lasombra de la estancia presente, una melena profusa, un cuerpo agonizante procurado en la nochemística del antiguo animal humano. Dormía la sierva olvidada en sus sueños oscuros: como unicono bizantino, como un mito arabesco palidecía en el fondo la palidez incierta de la tienda.

Page 37: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 37/41

*

Y entonces figuraciones de una antiquísima vida libre, de enormes mitos solares, de estragos deorgías se crearon delante de mi espíritu. Volví a ver una antigua imagen, una forma esqueléticaviviente por la fuerza misteriosa de un mito bárbaro, los ojos remolinos cambiantes vívidos de

linfa oscura, en la tortura del sueño descubren el cuerpo vulcanizado, dos manchas dos agujerosde balas de mosquete sobre sus tetas extintas. Creí oír agitarse las guitarras allá en la cabaña devigas de madera y de zinc sobre los terrenos vagos de la ciudad, mientras una candela aclaraba elterreno desnudo. De cara a mí una matrona salvaje me miraba fijamente sin batir las pestañas. Laluz era escasa sobre el terreno desnudo en el agitarse de las guitarras. Al lado sobre el tesorofloreciente de una niña dormida, la vieja estaba ahora agarrada como una araña mientras que ella parecía susurrarle a los oídos palabras que yo no oía, dulces como el viento sin palabras de laPampa que sumerge. La matrona salvaje me había apresado: mi sangre tibia era ciertamente bebida por la tierra: ahora la luz era más escasa sobre el terreno desnudo en el hálito metalizadode las guitarras. En un arrebato la muchacha liberada exhaló su juventud, lánguida en su graciasalvaje, los ojos dulces y agudos como un remolino. Sobre los hombros de la bella salvaje se

debilitó la gracia a la sombra de los cabellos fluidos y la melena augusta del árbol de la vida setramó en la parada sobre el terreno desnudo invitando las guitarras al lejano sueño. De la Pampase oyó claramente un brincar un patalear de caballos salvajes, el viento se oyó claramenteelevarse, el patalear parvo se perdió sordo en el infinito. En el marco de la puerta abierta lasestrellas brillaron rojas y cálidas en la lontananza: la sombra de las salvajes en la sombra.

II.

El viaje y el retorno

Subían voces y voces y cantos de niños y de lujuria por los tortuosos callejones dentro de lasombra ardiente, a la colina a la colina. A la sombra de farolas verdes las blancas colosales prostitutas soñaban sueños vagos en la luz bizarra al viento. El mar en el viento vertía su sal queel viento vertía y elevaba en el olor lujurioso de los callejones, y la blanca noche mediterránea bromeaba con las enormes formas de las hembras entre las tentativas bizarras de la llama paraalejarse del corazón de las farolas. Ellas miraban la llama y cantaban canciones de corazonesencadenados. Todos los preludios habían enmudecido ya. La noche, la alegría más quieta de lanoche estaba cansada. Las puertas moriscas se cargaban y se retorcían de monstruosos portentosnegros mientras sobre el fondo el azul profundo se insertaba de estrellas. Solitaria destacabaahora la noche encendida en todo su hervidero de estrellas y de llamas. Adelante como una

monstruosa herida hundíase una vía. A los lados del ángulo de las puertas, blancas cariátides deun cielo artificial soñaban con el rostro apoyado en las palmas de las manos. Ella tenía la puralínea imperial del perfil y del cuello vestida de esplendor opalino. Con rápido gesto de juventudimperial traía el vestido ligero sobre sus hombros con movimientos y su ventana centelleaba a laespera hasta que dulcemente los postigos se cerrasen sobre una dúplice sombra. Y mi corazónestaba hambriento de sueño, por ella, por lo evanescente como el amor evanescente, la donadorade amor de los puertos, la cariátide de los cielos de ventura. Sobre sus divinas rodillas, sobre suforma pálida como un sueño salido de los innumerables sueños de la sombra, entre las

Page 38: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 38/41

innumerables luces falaces, la antigua amiga, la eterna Quimera tenía entre las manos rojas a miantiguo corazón.

*

Retorno. En la habitación donde estreché sus formas que entreabrían los velos de la luz, unhálito tardío: y en el crepúsculo mi prístina lámpara instila aún de recuerdos mi corazón vago.Rostros, rostros cuyos ojos rieron a flor del sueño, vosotros jóvenes aurigas por las vías ligerasdel sueño que enguirnaldan de fervor: oh frágiles rimas, oh guirnaldas de amores nocturnos...Desde el jardín una canción se rompe en débil cadena de sollozos: la vena está abierta: árido rojoy dulce es el panorama esquelético del mundo.

*

¡Oh tu cuerpo! Tu perfume me cubría los ojos: yo no veía tu cuerpo (un dulce y agudo  perfume): allá en el gran espejo desnudo, en el gran espejo desnudo cubierto por los humos

violáceos, en lo alto el beso de una estrella de luz estaba el bello, el bello y dulce don de un dios:y las tímidas tetas estaban hinchadas de luz, y las estrellas estaban ausentes, y no un Dios estabaen la noche de amor violáceo: mas tú ligera tú sobre mis rodillas sentada, cariátide nocturna deun encantador cielo. Tu cuerpo un aéreo don sobre mis rodillas, y las estrellas ausentes, y no unDios en la noche de amor de viola: mas tú en la noche de amor de viola: mas tú inclinados losojos de viola, tú en un ignoto cielo nocturno que había robado una melodía de caricias. Recuerdocaro: leves como las alas de una paloma tú tus miembros posados sobre mis nobles miembros.Flotaron felices, respirando su belleza, mis miembros flotaron hacia una luz más clara en tu dócilnube de divinos reflejos. ¡Oh no encenderlas! ¡No encenderlas! No encenderlas: todo es vanovano es el sueño: todo es vano todo es sueño: Amor, primavera del sueño estás sola estás solaque apareces en el velo de los humos violáceos. Como una nube blanca, como una nube blancacerca de mi corazón, ¡oh quédate oh quédate oh quédate! ¡no te entristezcas oh Sol! Abrimos laventana al cielo nocturno. Los hombres como espectros vagantes: vagaban como los espectros: yla ciudad (las vías las iglesias las plazas) se componía en un sueño cadencioso, como unamelodía invisible surgida de aquel vagar. ¿No estaba pues el mundo habitado por dulcesespectros y en la noche no era el sueño despertado, triunfal, en toda su potencia? ¿Cuál puente,mudos preguntamos, cuál puente habíamos nosotros lanzado sobre el infinito, que todo nos parece sombra de eternidad? ¿A cuál sueño elevamos la nostalgia de nuestra belleza? La lunasurgía en su vieja bata detrás de la iglesia bizantina.

III.Fin

En la tibieza de la luz roja, dentro de las cerradas aulas donde la luz se hunde igual dentro delos espejos al infinito, florecen y se marchitan blancuras de encaje. La portera en el fastodesusado de un jubón verde, las arrugas del rostro más dulces, los ojos que en el claror velan lanegrura, custodia la puerta de plata. Del amor se siente la fascinación indefinida. Gobierna una

Page 39: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 39/41

mujer madura endulzada por una vida de amor con una sonrisa con un vago resplandor que es enlos ojos el recuerdo de las lágrimas de la voluptuosidad. Pasaban en la vigilia opulenta losmensajeros del amor, ligeras canillas tejiendo fantasías multicolores, erraban, polvo luminosoque se posa en el enigma de los espejos. La portera custodia la puerta de plata. Afuera está lanoche enmelenada de mudos cantos, pálido amor de los errantes.

Page 40: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 40/41

LA PAMPA

¿Quiere Usted Mate?3 un español me lo ofreció en voz baja, casi sin turbar el profundo silenciode la Pampa. — Las tiendas se alargaban a pocos pasos de donde nosotros sentados en círculo ensilencio mirábamos a ratos furtivamente las extrañas constelaciones que doraban lo ignoto de la pradera nocturna. — Un misterio grandioso y vehemente nos hacía fluir con alivio de una frescavena profunda nuestra sangre en las venas: — que saboreábamos con voluptuosidad misteriosa — como en la copa del silencio purísimo y estrellado.

¿Quiere Usted Mate? Recibí la vasija y sorbí la bebida caliente.Echado en la hierba virgen, frente a las extrañas constelaciones yo me iba abandonando por 

entero a los misteriosos juegos de sus arabescos, acunado deliciosamente por los ruidosatenuados del campamento. Mis pensamientos fluctuaban: se sucedían mis recuerdos: quedeliciosamente parecían sumergirse para reaparecer a ratos lúcidamente espiritualizados en la

distancia, como por un eco profundo y misterioso, dentro de la infinita majestad de la naturaleza.Lentamente y gradualmente yo ascendía a la ilusión universal: desde la profundidad de mi ser yde la tierra yo recorría por los caminos del cielo el sendero aventurero de los hombres hacia lafelicidad a través de los siglos. Las ideas brillaban de la más pura luz estelar. Dramasmaravillosos, los más maravillosos del alma humana palpitaban y se comunicaban a través de lasconstelaciones. Una estrella fluía en carrera magnífica señalaba con una línea gloriosa el final deun trecho de historia. Desgravada la balanza del tiempo parecía elevarse lentamente oscilando: — por un maravilloso instante inmutable en el tiempo y en el espacio alternándose los destinoseternos….

Un disco lívido espectral despuntó en el horizonte lejano perfumado irradiando reflejos gélidosde acero sobre la pradera. La calavera que se elevaba lentamente era la insignia formidable de unejército que lanzaba hordas de caballeros con las lanzas en ristre, agudísimas relucientes: losindios muertos y vivos se lanzaban a la reconquista de su dominio de libertad en ataquefulminante. Las hierbas se plegaban con gemido ligero al viento de su paso. La conmoción delsilencio intenso era prodigiosa.

¿Qué huía sobre mi cabeza? Huían las nubes y las estrellas, huían: mientras que de la Pampanegra sacudida que huía a ratos en la salvaje negra carrera del viento ora más fuerte ora más débilora como un lejano fragor férreo: a ratos una llamada a la melancolía más profunda del errante:…de las cabelleras de las hierbas agitadas como a la melancolía más profunda del eterno errante por la Pampa agitada como una llamada que huía lúgubre.

Estaba en el tren en marcha: tendido en el vagón sobre mi cabeza huían las estrellas y los

soplos del desierto en un fragor férreo: enfrente las ondulaciones como lomos de fieras al acecho:salvaje, negra, recorrida por vientos la Pampa iba a mi encuentro para aprisionarse en sumisterio: que la carrera avanzaba, penetraba con la velocidad de un cataclismo; donde un átomoluchaba en las turbinas ensordecedoras en el lúgubre fracaso de la corriente irresistible.

.......................................................

 ___________ 3 En español en el original (N. de M. Z.).

Page 41: Dino Campana-Poemas

8/6/2019 Dino Campana-Poemas

http://slidepdf.com/reader/full/dino-campana-poemas 41/41

¿Dónde estaba? Yo estaba de pie: Yo estaba de pie: sobre la pampa en el trayecto de losvientos, de pie sobre la pampa que volaba a mi encuentro: ¡para apresarme en su misterio! ¡Unnuevo sol me habría saludado en la mañana! ¿Yo corría entre las tribus indianas? ¿O era lamuerte? ¿O era la vida? Y nunca, me parece que nunca aquel tren habría debido detenerse.Mientras que el rumor lúgubre de sus fierros comentaba incomprensiblemente el destino. Luego

el cansancio en el hielo de la noche, la calma. Tenderse sobre la superficie de fierro, concentrarseen las extrañas constelaciones fugitivas entre leves velos de plata: y toda mi vida tan similar aaquella carrera ciega fantástica irrefrenable que volvía a mi mente en fluctuaciones amargas yvehementes.

La luna iluminaba ahora toda la Pampa desierta e igual en un silencio profundo. Sólo a ratosnubes jugaban un poco con la luna, sombras repentinas corrían por la pradera y aún había unaclaridad inmensa y extraña en el gran silencio.

La luz de las estrellas ahora impasibles era más misteriosa sobre la tierra infinitamente desierta:una patria más vasta nos había dado el destino: un mayor dulce calor natural estaba en el misteriode la tierra salvaje y buena. Ahora adormecido yo seguía los ecos de una emoción maravillosa,ecos de vibraciones siempre más lejanas: hasta que también con los ecos la emoción maravillosa

se disipa. Y fue entonces que en mi entorpecimiento final yo sentí con delicia nacer al hombrenuevo: al hombre nacer reconciliado con la naturaleza inefablemente dulce y terrible:deliciosamente y orgullosamente zumos vitales nacer en las profundidades del ser: fluir de las profundidades de la tierra: el cielo como la tierra en alto, misterioso, puro, desierto de sombra,infinito.

Me había alzado. Bajo las estrellas impasibles, sobre la tierra infinitamente desierta ymisteriosa, desde su tienda el hombre libre extendía sus brazos al cielo infinito no desfigurado por la sombra de Ningún Dios.

Traducción: Luis Pedro Ladrón de Guevara Mellado y Miguel Zavalaga.