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DIALOGO VI HERNÁN CORTÉSn, MOCfEZUMA" HERNAN CORTEs. -Confesad la ve rdad: erais muy incultos vosotr os, los ameri canos, cuando tomabais a los españoles como descendientes de la esfera del fuego, porque tenían n Procedente de una familia hidalga, Hemán Cortés inició estudios uni- versitarios Salamanca donde conoció en profuncJjdad el latín y el derecho, aunque sólo permaneció dos años en sus aulas. Con apenas veinte años viajó a La Española para ocupar el cargo de escribano de la vil la de Azúa. Su rela- ción con el gobt:mador Diego Vdázquez de Cuillar se fue eSlrCchando hasta el punto de participar Cortés como secretario en la expedición a Cuba lleva- da a cabo en 15 11, donde fue nombrado alcalde de Santiago de Bara coa, ciu- dad l'tcién fundada. En 1 518. y tras permanecer algunos años en la cárcel bajo la acusación de conspiración, fue rehabilitado por Vdázquez y encargado de viajar a la península de Yucatán para reconocer el tro-eno, prohibiéndosele la fundación de colonias permanentes. El 10 de ft:brero de 1519 panió de San- tiago rumbo a México. Tras diez días de navegación U egaron a la isla de Ce- zumel desde donde se dirigieron hacia Tabasco, lugar donde se produjo el pri- ma con Jos indígenas que salieron derrotados. Conés y sus hombres, no más de 700, continuaron con su expedición, dirigi éndose hacia San Juan de Ulúa para fundar, a pesar de la opresa prohibici6n de Vdázquez, la ciudad de la Vill arrica de la Vera Cru z. En la ciudad recién fundada, Conés tuvo noticias de la existencia de un importante imJ'f!.rio, el azteca, donde l as riquezas eran cuantiosas. La ciudad sagrada de Choluca fue asaltada y saquea- da, poniendo rumbo hacia la capital imperial, Tttlochtitlan, donde fu eron re- cibidos por Moctezuma. La hostilidad entre conquistadores y aztecas creció al rcc.haur Cortés las prácticas rtligiosas de la comunidad, que incluían sacrifi - cios humanos. En Medl!.Uín y ame la revudta de los súbd itos de Moctezuma, J'f!.nsó que lo la pTf!.senru de Moctezuma podría calmar a sus súbditos por Jo que le exigió que saliera a una terraza del palacio, donde el emperador fue abatido por las pedradas de los habitantes de la ciudad que habían degido a [19 6] cañones y cuando sus navíos os parecían pájaros grandes que volaban sobre el mar. cuitláhuac como sus tituto. Conés decidió huir de Tenochtitlan en la famosa Noche Triste, la noche dd 30 de junio al 1 de julio de 1520, momento en d qu e fal lecie .T?n. cerca de 800 españoles y más de indios al!ados. Cortés rehizo su eJercto y march6 de nuevo sobTf!. Tenochutlan, el 7 junio de 1521 en la batalla de Otumba y f!.I1 d mes de agosto S(: conqUlsta la au- dold. Un año más tarde ff!.Cibe en Mroellin el nombramiento de gobernador y ca- pitán general del reino de Nueva España. Los funcionarios de Carlos f pronto U e- ¡aron al k:rritorio pana Tf!CUperat las parcelas de poda cedido a los conquistado- res y Conés fu, desposddo d, sus cargos y obligado a volver a España. En Castilla Cortés intenta Tf!CUpera1 sus honores, consiguiendo que el monarca le otorgara el ctuJo de marqués del valle de Oaxaca y el cargo de Capitán Gcrleral, aunque sin funciones gubernativas. Entrt 1530 y 1540 estuvo de nuevo en Mé- xico para a España en eS(: año y la.expedici6n a Argd, d objl!.tivo de obtener d favor algo que no cooslgw6. Tras su fracaso S(: Ins- tal6 en las cercanías de &villa donde organizó W1a tertulia literaria y humanísti- ca, ful lecittldo en Castilleja de la Cuesta el2 de di cianbTf!. de 1547, siendo sus llevados a México por disposición testamentaria. 18 ErnJ'f!.rador azteca (1466-1520) cuyo nombTf!. ofrtcc difl!.Tf!.ntes grafias, siendo Moctezuma la más m1pleada en la historia. Fu e un gran conquistador de l as provincias de México y de los territorios cercanos; aunque sufrió varias derrotas y la pérdida de un hij o, no S(: arredró y continuó luchando, llev6 sus tropas a América Ce.ntra l, pasó por Chiapas y Guatemala y se apoderó de Ni- caragua y dI!. Honduras. Pero el gran conquistador MO';=tezuma II !Ue con- quistado. La aparici6n de Hemán Cortés puso fin a sus tnunfos. EnVI6 emba- j adoTf!.s al invasor y desd e es<: momf!.I1to se convirtió en esclavo, pues no pudo impedir que los conquistadores S(: apoderaran de la ciudad de México. Cuan- do Moctezuma arengó a sus bditos que sitiaban a l os españoles, fue herido a pedradas por los indígenas y murió poco tiempo después; según aJgunos his· toriadores murió de hambTf!. al rechazar todo tipo de alimemos. Presumió de humilde, pero era amigo de la ostentación y le gustaba rttibir regalos de sus súbditos. Para dar mayor esplendor a su corte alej 6 de eUa a J os que no eran nobles de nacimiento, destituyó de todas sus funciones a los pldxyos porque decía que no podían ten.er buenos sentimientos. Soberbio con los nobles les obligaba a presentam delante de él descalzos y si l os grandes feudatarios aban- donaban la Corte, tenían que dejar a sus hijos como rehenes. El lujo que lo rodeaba era impTf!.sio nante: posda palacios espll!ndidos, numerosa muche- dumbre y comla en vajillas de oro. Sus joyas y adornos eran dI!. gran valor. Los tejidos de plumas eran tan notables que Hemán Cortés y sus compañeros no acenaban a explicarse el ane con que S(: habían tejido, ni de qul! se: valían para labrar el oro y la plata, metales con los que fabricaban flores y animales, ni cómo pulirnttltaban l as piMras prmosas. Cuando Cortés con· quisto¡ este floreciente imJ'f!.rio, la indusmo¡ OIZteca habla alcanzado un gran desarrollo.

Dialogo Moctezuma H Cortés

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DIALOGO VI HERNÁN CORTÉSn, MOCfEZUMA"

HERNAN CORTEs.-Confesad la verdad: erais muy incultos vosotros, los americanos, cuando tomabais a los españoles como descendientes de la esfera del fuego, porque tenían

n Procedente de una familia hidalga, Hemán Cortés inició estudios uni­versitarios ~ Salamanca donde conoció en profuncJjdad el latín y el derecho, aunque sólo permaneció dos años en sus aulas. Con apenas veinte años viajó a La Española para ocupar el cargo de escribano de la villa de Azúa. Su rela­ción con el gobt:mador Diego Vdázquez de Cuillar se fue eSlrCchando hasta el punto de participar Cortés como secretario en la expedición a Cuba lleva­da a cabo en 1511, donde fue nombrado alcalde de Santiago de Baracoa, ciu­dad l'tcién fundada. En 1518. y tras permanecer algunos años en la cárcel bajo la acusación de conspiración, fue rehabilitado por Vdázquez y encargado de viajar a la península de Yucatán para reconocer el tro-eno, prohibiéndosele la fundación de colonias permanentes. El 10 de ft:brero de 1519 panió de San­tiago rumbo a México. Tras diez días de navegación Uegaron a la isla de Ce­zumel desde donde se dirigieron hacia Tabasco, lugar donde se produjo el pri­ma I!.~ntamimto con Jos indígenas que salieron derrotados. Conés y sus hombres, no más de 700, continuaron con su expedición, dirigiéndose hacia San Juan de Ulúa para fundar, a pesar de la opresa prohibici6n de Vdázquez, la ciudad de la Villarrica de la Vera Cruz. En la ciudad recién fundada, Conés tuvo noticias de la existencia de un importante imJ'f!.rio, el azteca, donde las riquezas eran cuantiosas. La ciudad sagrada de Choluca fue asaltada y saquea­da, poniendo rumbo hacia la capital imperial, T ttlochtitlan, donde fueron re­cibidos por Moctezuma. La hostilidad entre conquistadores y aztecas creció al rcc.haur Cortés las prácticas rtligiosas de la comunidad, que incluían sacrifi­cios humanos. En Medl!.Uín y ame la revudta de los súbditos de Moctezuma, J'f!.nsó que sólo la pTf!.senru de Moctezuma podría calmar a sus súbditos por Jo que le exigió que saliera a una terraza del palacio, donde el emperador fue abatido por las pedradas de los habitantes de la ciudad que habían degido a

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cañones y cuando sus navíos os parecían pájaros grandes que volaban sobre el mar.

cuitláhuac como sustituto. Conés decidió huir de T enochtitlan en la famosa Noche Triste, la noche dd 30 de junio al 1 de julio de 1520, momento en d que fallecie.T?n. cerca de 800 españoles y más de 5.~ indios al!ados. Cortés rehizo su eJercto y march6 de nuevo sobTf!. T enochutlan, vl!.nClen~o el 7 ~e junio de 1521 en la batalla de Otumba y f!.I1 d mes de agosto S(: conqUlsta la au­dold. Un año más tarde ff!.Cibe en Mroellin el nombramiento de gobernador y ca­pitán general del reino de Nueva España. Los funcionarios de Carlos f pronto Ue­¡aron al k:rritorio pana Tf!CUperat las parcelas de poda cedido a los conquistado­res y Conés fu, desposddo d, sus cargos y obligado a volver a España. En Castilla Cortés intenta Tf!CUpera1 sus honores, consiguiendo que el monarca le otorgara el ctuJo de marqués del valle de Oaxaca y el cargo de Capitán Gcrleral, aunque sin funciones gubernativas. Entrt 1530 y 1540 estuvo de nuevo en Mé­xico para ~ a España en eS(: año y participar~ la.expedici6n a Argd, ~on d objl!.tivo de obtener d favor ~aJ, algo que no cooslgw6. Tras su fracaso S(: Ins­tal6 en las cercanías de &villa donde organizó W1a tertulia literaria y humanísti­ca, fullecittldo en Castilleja de la Cuesta el2 de dicianbTf!. de 1547, siendo sus ~tOS llevados a México por disposición testamentaria.

18 ErnJ'f!.rador azteca (1466-1520) cuyo nombTf!. ofrtcc difl!.Tf!.ntes grafias, siendo Moctezuma la más m1pleada en la historia. Fue un gran conquistador de las provincias de México y de los territorios cercanos; aunque sufrió varias derrotas y la pérdida de un hijo, no S(: arredró y continuó luchando, llev6 sus tropas a América Ce.ntral, pasó por Chiapas y Guatemala y se apoderó de Ni­caragua y dI!. Honduras. Pero el gran conquistador MO';=tezuma II !Ue con­quistado. La aparici6n de Hemán Cortés puso fin a sus tnunfos. EnVI6 emba­jadoTf!.s al invasor y desde es<: momf!.I1to se convirtió en esclavo, pues no pudo impedir que los conquistadores S(: apoderaran de la ciudad de México. Cuan­do Moctezuma arengó a sus súbditos que sitiaban a los españoles, fue herido a pedradas por los indígenas y murió poco tiempo después; según aJgunos his· toriadores murió de hambTf!. al rechazar todo tipo de alimemos. Presumió de humilde, pero era amigo de la ostentación y le gustaba rttibir regalos de sus súbditos. Para dar mayor esplendor a su corte alej6 de eUa a Jos que no eran nobles de nacimiento, destituyó de todas sus funciones a los pldxyos porque decía que no podían ten.er buenos sentimientos. Soberbio con los nobles les obligaba a presentam delante de él descalzos y si los grandes feudatarios aban­donaban la Corte, tenían que dejar a sus hijos como rehenes. El lujo que lo rodeaba era impTf!.sionante: posda palacios espll!ndidos, numerosa muche­dumbre y comla en vajillas de oro. Sus joyas y adornos eran dI!. gran valor. Los tejidos de plumas eran tan notables que Hemán Cortés y sus compañeros no acenaban a explicarse el ane con que S(: habían tejido, ni de qul! instrum~tos se: valían para labrar el oro y la plata, metales con los que fabricaban flores y animales, ni cómo pulirnttltaban las piMras prmosas. Cuando Cortés con· quisto¡ este floreciente imJ'f!.rio, la indusmo¡ OIZteca habla alcanzado un gran desarrollo.

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Texto escrito a máquina
Fontenelle, Bernard Le Bouyer, de. Nuevos diálogos de los muertos. Trad. y ed. Ma. del Pilar Blanco García. Madrid: Cátedra, 2010 (Letras universales, 426), pp. 196-201
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