Cuaderno Monografico Pandillas Isna

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MONOGRFICOsUna aproximacin al fenmeno de las pandillas en El Salvador

Cuadernos

N 1- 2011

Ediciones

ISNA

Subdireccin de Investigacin y Estadsticas

JUNTA DIRECTIVA DEL ISNA Licda: Matilde Guadalupe Hernndez de Espinoza Directora Presidenta Directora General de Niez y Adolescencia Secretara de Inclusin Social Ing. Lorena Duque de Rodrguez Directora Propietaria Directora Nacional de Educacin Ministerio de Educacin Licda. Iris de Reyes Directora Suplente Coordinadora de Educacin para la Vida Ministerio de Educacin Dra.Elvia Violeta Menjivar Directora Propietaria Viceministra de Servicios de Salud Ministerio de Salud Pblica Dra. Marina Estela Avalos Lpez Directora Suplente Directora de Apoyo a la Gestin y Programacin Sanitaria Ministerio de Salud Pblica Licda. Berta Celina Quinteros Martnez Directora Propietaria Directora de Calidad Institucional Procuradura General de la Repblica Lic. Melvin Maverick Rojas Vsquez Director Suplente Asistente de la Procuradora General de la Repblica Procuradura General de la Repblica Licda. Sonia Luz Luna Guzmn Directora Propietaria de la Sociedad Civil Asociacin Salvadorea Pro Salud Rural Lic. Ana Mirian Ayala de Pea Directora Propietaria de la Sociedad Civil Red para la Infancia y Adolescencia (RIA) Licda. Sonia Margarita Franco Cardona Directora Suplente de la Sociedad Civil Red de Educacin Inicial y Parvularia Lic. Ral Eduardo Ramrez Amaya Director Suplente de la Sociedad Civil Fundacin Salvadorea Educacin y Trabajo Lic. Luis Enrique Salazar Flores Secretario Director Ejecutivo ISNA EQUIPO RESPONSABLE DE LA INVESTIGACIN Subdireccin de Investigacin y Estadsticas Ral Moreno Subdirector de Investigacin y Estadsticas Vilma Lucrecia Mejia Jefa del Departamento de Investigacin Jos Alberto Quines Tcnico del Departamento de Investigacin DISEO Y DIAGRAMACIN Unidad de Comunicaciones Lya Contreras de Romero Coordinadora de Relaciones Pblicas FOTOGRAFAS El Faro . Net http://www.elnuevodiario.com.ni http://www.eldia.com.bo http://diario16.pe/entrevista/21/lima http://www.almamagazine.com

Una aproximacin al fenmeno de las pandillas en El Salvador 13

Introduccin

D

urante la ltima dcada, la realidad salvadorea registra una creciente proliferacin de grupos de adolescentes y jvenes, denominados pandillas o maras, de quienes muchas acciones constituyen infracciones a la Ley Penal Juvenil, y que mediticamente se les asocia como los principales responsables de los hechos de violencia en el pas. El hecho de que los jvenes conformen el grueso de la poblacin pandilleril no resulta algo casual. Por el contrario, configura un hecho que tiene su explicacin en la dinmica estructural, poltica y social, de la sociedad salvadorea. Las dimensiones de este problema exigen un abordaje integral que involucra al Estado y a todos los sectores de la sociedad. La complejidad de la problemtica de las pandillas tiene detrs un doble carcter: por un lado, la pandilla prefigura el punto de escisin social en el que las normas de convivencia se truecan por una mstica de destruccin y rechazo. Por otro lado, ese fenmeno es el medio que muchos nios, nias, adolescentes y jvenes han encontrado para contrarrestar y luchar contra un entorno social que los excluye. En El Salvador, un alto porcentaje de los miembros de pandillas comienzan su militancia en sus aos de adolescencia. De hecho, la percepcin actual es que cada da es menor la edad en que una persona puede incorporarse como miembro de una pandilla. En aos anteriores, se calculaba una edad promedio de 22 aos para el ingreso de los jvenes a las pandillas, pero esa edad se va acortando poco a poco, presentndose casos en los que son utilizados nios o nias de hasta 10 aos en los hechos delictivos de gravedad2 . Ciertamente, la problemtica de las pandillas ya no puede resolverse desde una instancia gubernamental por s sola, sino que tiene que haber un abordaje desde todo el aparato estatal, coordinando medidas precautorias y de prevencin.

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Basado en los datos estadsticos del documento presentado por: Cabrera Monterrosa, Gloria Marta, Alba Yanira Chvez Cardona, Olivia Maribel Lpez Flores, y Jos Mara Velsquez. Trabajo de investigacin para ttulo de Post grado en Tcnicas estadsticas para la investigacin. Universidad Centroamericana Jos Simen Caas/UCA, Departamento de Matemtica. 2010; y en un primer borrador preparado por Cabrera Monterrosa, Gloria Marta y Olivia Maribel Lpez Flores. Caracterizacin de los nios, nias y adolescentes internos en los Centros de Insercin Social. UIE/ISNA. 2010. Se agradece a las(os) autoras(es) la facilitacin de los resultados de su investigacin para la elaboracin del presente boletn.2

La noticia de un medio informativo nacional seala: Generalmente, los hechos delictivos en los que se ven implicados infantes de entre los 10 y los 15 aos no son graves; sin embargo, en el referido municipio la historia es otra. Ver: http://www.elsalvador.com/ mwedh/nota/nota_completa.asp.

4Este trabajo pretende abordar, en lneas generales, los determinantes del fenmeno de las pandillas, a partir de la caracterizacin social, econmica y demogrfica de las nias, nios y adolescentes internos en los Centros de Insercin Social (CIS de aqu en adelante) del Instituto Salvadoreo para el Desarrollo Integral de la Niez y la Adolescencia (ISNA), y con ello aportar algunas consideraciones sobre la incidencia de la exclusin social en el comportamiento de adolescentes y jvenes. Esto permitira una primera aproximacin para identificar, desde el mbito de accin de cada persona involucrada, los mecanismos para contrarrestar dicho fenmeno. El desarrollo de este trabajo est basado en los principales resultados estadsticos de la investigacin presentada por Gloria Cabrera, Olivia Lpez, Alba Chvez y Jos Velsquez, al Departamento de Matemtica de la Universidad Centroamericana Jos Simen Caas para optar al ttulo de Post grado en Tcnicas estadsticas para la investigacin. La informacin utilizada en este documento ha sido sistematizada por dicho equipo a partir de la base de datos del Sistema de Informacin para la Infancia (SIPI), correspondiente a la poblacin interna en los CIS, que en ms del 80% reportan pertenecer a alguna pandilla. Cabe recalcar que el presente estudio es una primera aproximacin a la temtica de las pandillas, que busca iniciar un proceso de investigacin tendiente al esclarecimiento de los factores determinantes de dicho fenmeno, para aportar elementos en la formulacin de polticas pblicas con enfoque de derechos de la niez y la adolescencia salvadorea.

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Las pandillas: aproximacin a su desenvolvimiento histrico

E

l fenmeno de las maras aparece en nuestro pas antes de la dcada de los ochenta, vinculado a actividades propias de los jvenes, como el estudio o el juego; dicha relacin sigue estando presente en el momento actual, aunque disminuido y con algunos matices. Las primeras vinculaciones tienen a la base una supuesta defensa del honor de los centros educativos en que estudiaban los mismos jvenes o la defensa del orgullo de un determinado equipo deportivo, entre otros3 . La turbulencia psicosocial, econmica y cultural de la dcada de los aos ochenta, propiciada por el contexto de guerra civil que se viva en el pas, represent un punto de cambio en el ideario moral de la sociedad salvadorea. En efecto, el vaco creado por la recomposicin ideolgico-poltica supuso tambin un viraje en las aspiraciones y las prioridades de la sociedad. Hacia 2006, una encuesta realizada por Oxfam determinaba que slo el 17.4% de los jvenes entre 15 y 24 aos perteneca a algn tipo de organizacin y, de estos, el 6.9% perteneca a una organizacin poltica4 . De algn modo ello podra expresar que despus del conflicto armado los nios, nias, adolescentes y jvenes, han sido educados en un sistema de valores y normas culturales ms laxas e individualistas, que no ligan el desarrollo de la persona con la construccin de un proyecto social, y ms nutridos de violencia, machismo e intolerancia. En este contexto, el flujo migratorio proveniente de los Estados Unidos llen el vaco cultural

originado por la guerra y fueron constituyndose nuevas escalas de valores de convivencia social en los entornos familiar y comunitario. Esta situacin migratoria comienza a ser significativo en los primeros aos de la dcada de los noventa. Es en ese mismo periodo en que tambin comienza a hablarse de una nueva tipologa de las pandillas, que van creando una identidad propia caracterizada por la violencia de sus actos. Para 1995 contaban ya con un aproximado de 6,000 miembros y participaban en actos de violencia ms all de las rias estudiantiles, deportivas o territoriales. No obstante, la incidencia y la forma particular de violencia con que se cometen los crmenes alcanza su apogeo en los ltimos aos, cuando ya las pandillas estn extendidas por todo el territorio nacional y cuentan con una dinmica propia. Slo entre 2005 y 2009, el nmero de pandilleros fichados aument de 10,500 a cerca de 12,000, lo cual significa una tasa de crecimiento anual de 3.4%5.

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Cfr: INTERPOL, Oficina sub regional de San Salvador. Fenmeno de las pandillas en la regin centroamericana y la importancia de la cooperacin internacional. OIPC INTERPOL. 2005. Pg. 1.4

CS-SONDEA. Encuesta de opinin nacional de juventud. OXFAM. 2008. Laminas 50 51.5

Datos para 2009 tomados de: Funes, Csar. Discurso de presentacin del Plan de Juventud El Salvador. Mimeo. 2009.

6Pueden diferenciarse al menos tres estructuras condicionantes de la pertenencia a pandillas. En un primer lugar est la estructura econmica, luego la estructura poltica y, finalmente, la estructura socio-familiar11 . La caracterizacin resumida en la Tabla 1 (Perfil Hacia 2005, la oficina sub regional de la INTERPOL en de los jvenes pertenecientes a pandillas), San Salvador presentaba que haban en el pas cuatro permite entrever los rasgos bsicos de los jvenes grupos de pandillas: La Mara Salvatrucha, la 18, la Mao pandilleros, infirindolos desde las caractersticas mao y la Mquina ; estas dos ltimas son minoritarias de los jvenes internos en los CIS: vive en una zona y estn en decadencia . A la par de estos grupos, urbana de riesgo, tiene un bajo nivel de escolaridad hay una presencia en aumento del grupo denominado y, en general, no alcanza an la mayora de edad 12 . los pesetas , constituido por pandilleros retirados, otras personas en conflictos con las pandillas y civiles propiamente dichos. En los CIS, los civiles representan cerca del 10% de la poblacin interna. Segn ha sido sealado por algunos expertos, la pandilla ha traspasado ya el concepto que tradicionalmente se maneja en los medios de comunicacin ligndose a actividades del crimen organizado, principalmente narcotrfico.

C

Determinantes del fenmeno

omo ya se anticipaba en la introduccin, el fenmeno de las pandillas es una de las expresiones de la dinmica social excluyente para grandes contingentes de poblacin, que ha prevalecido en el pas. De ese modo, el fenmeno no puede ser explicado en s mismo e implica una valoracin desde sus causas; esto exige analizar las condicionantes estructurales que validan o abonan la existencia de las pandillas.10

El fenmeno de las pandillas es una de las expresiones de la dinmica social excluyente para grandes contingentes de la poblacin.

A este respecto, algunos estudios plantean que el problema de las pandillas no obedece a causas distintas a la crisis moral de la familia10 . Sin embargo, en un plano terico ms acabado cabra pensar en las causas de dicha crisis familiar, en tanto teln de fondo; esto es, en tanto contexto que condiciona el aparecimiento de conductas especficas en el entorno micro social.

Gallego Castao, Giovanni. El joven y la familia en situacin de crisis. Un contexto para pensar la intervencin en trabajo social. Universidad de Caldas. 2008.11

Datos aportados por expertos en el taller de socializacin del ISNA (febrero, 2011).12

Hay que tener en cuenta que el perfil presentado en la tabla 1 se refiere a jvenes internos en CIS, lo cual excluye a la mayor parte de la poblacin adulta perteneciente a pandillas y tiende a reducir la edad promedio de dicho grupo.

7Tabla 1: Perfil del joven perteneciente a pandillas (maras) en El SalvadorAspecto Resultado

Edad promedio Gnero Zona de residencia Ambiente comunal donde vive Nivel educativo Motivo de Internamiento en Centro de Insercin Social

17 aos M asculino Urbana De riesgo Primaria (50%) Homicidio

Econmicos, Sociales y Culturales (DESC) para un amplio segmento de los hogares salvadoreos y de la poblacin, principalmente para las nias, nios y adolescentes, quienes enfrentan dificultades de acceso a una alimentacin adecuada, educacin, salud, recreacin y cultura.

Fuente: Elaboracin en base a Cabrera, G. y Lpez, O. Op. cit.

La pertenencia de nios, nias o adolescentes a grupos como las pandillas encuentra sus causas en la depauperacin material de las familias; es decir, en la exclusin de amplios segmentos de la poblacin en los aspectos econmicos fundamentales, que entraan falta de acceso a bienes y servicios bsicos13 . En ese sentido, es claro que la misma composicin y dinmica del aparato productivo salvadoreo no ha permitido generar empleo para la mayor parte de la fuerza laboral del pas. Las polticas econmicas de los 13 Los aspectos econmicos se derivan de la estructura ltimos aos, bajo la excusa de que sera el mercado econmica, el cual se refiere a las caractersticas propias del el encargado de crear las condiciones para la inclusin aparato productivo, a la dinmica en que se desenvuelve dicho efectiva de la mano de obra, se orientaron a la liberalizacin econmica y a la disminucin del aparato del Estado, incluso en reas estratgicas como los servicios pblicos esenciales, recreando un trasfondo para la vulneracin de derechos fundamentales. El sistema econmico salvadoreo se ha caracterizado por la inequitativa distribucin del excedente econmico que genera14 , la falta de capacidad para crear empleos de calidad15 y la ausencia de mecanismos redistributivos. Esta situacin afecta negativamente el cumplimiento de los Derechosaparato y a las polticas pblicas orientadas a reproducir ese aparato de produccin.14

Ms de las dos terceras partes del Valor Agregado de la economa corresponde a ganancias brutas de los empresarios, bajo la forma de Excedente Bruto de Explotacin; mientras que la tercera parte restante se distribuye entre Remuneraciones a los Trabajadores e Impuestos Indirectos Netos para el Gobierno. Ver Matriz Insumo Producto 1990, Banco Central de Reserva de El Salvador.15

Segn el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en 2010, 48 de cada 100 salvadoreos carecen de un empleo de calidad. La falta de eficiencia laboral en el pas se expresa en que casi la mitad de la poblacin gana menos del salario mnimo vigente en la rama de la actividad econmica en la que estn laborando. Ver: Diario El Mundo, 18 de noviembre de 2010.

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No obstante, el peso cae ms directamente en lo atinente a la cada de los salarios reales y a la precarizacin del empleo en el contexto de una ausencia de una poltica laboral explcita, y en las bajas tasas de absorcin de fuerza laboral en empleos dignos. Para finales de 2010, los salarios mnimos reales en las reas rural y urbana no alcanzaban a cubrir las canastas bsicas alimentarias16 . Por otro lado, la precarizacin del empleo se ha visto reflejada en las prestaciones sociales a los trabajadores: de 2000 a 2010, pese al aumento de la Poblacin Econmicamente Activa (PEA), el nmero de trabajadores sin seguridad social se mantuvo prcticamente igual17 . Finalmente, las oportunidades de empleo tampoco han aumentado

significativamente, lo cual se constata con el aumento de la proporcin de trabajadores en situacin de subempleo18 .16

Segn estimaciones propias con datos de la Direccin General de Estadsticas y Censos (DIGESTYC), los salarios reales para 2010 a precios de 1991- no ascendan ni siquiera a la mitad de sus niveles nominales. Para el rea urbana, por ejemplo, el salario de maquila se estableci en $173.7 pero su poder de compra era apenas de $79.75.17

En 2000, la proporcin de trabajadores sin seguridad social era de 54.2% y en 2009 fue de 54.8%. Ver: DYGESTYC. Encuesta de Hogares de Propsitos Mltiples. DYGESTYC-MINEC. 2006 2009.18

Para 1995 DIGESTYC reporta una proporcin de subempleo de 31.9%, cifra que para 2009 es de 36.6%. Ver: DYGESTYC. Ibd.

9Actualmente, no es posible clasificar a los adolescentes y jvenes internos en los CIS a partir de una tipologa de la pobreza del ingreso, debido fundamentalmente a la ausencia de datos acerca del ingreso familiar de los hogares a los que pertenecen los jvenes. Sin embargo, como variables ms aproximadas se han tomado el ambiente comunal de procedencia de los jvenes y la situacin laboral de la madre y del padre. La categora de riesgo del ambiente comunal se construye a partir de la ausencia o deficiencia de servicios bsicos en la comunidad, como educacin, salud y recreacin; y la prevalencia de cierta vulnerabilidad ambiental y la persistencia de factores como violencia en el entorno comunitario, expresado en altos ndices de homicidio y de violencia sexual, por ejemplo. En este sentido, el ambiente de riesgo, en cualquiera de sus grados, sera cercana a una pobreza del entorno, que est obviamente relacionada con la situacin objetiva de pobreza de los hogares. como factor para la incorporacin a grupos como las pandillas, o su vinculacin en actividades que pueden resultar nocivas para la vida social, como la extorsin, el robo, entre otras. Tabla 2: Adolescentes y jvenes internos en CIS segn ambiente comunal del lugar donde residan, periodo Enero 2005 - Julio 2010 (Porcentajes)Ambiente comunal Adecuado De riesgo De riesgo leve De riesgo moderado De riesgo alto Total Hombres 24.6 75.4 34.6 30.0 10.8 100 Mujeres 5.2 94.8 24.1 44.8 25.9 100 Total 22.9 77.1 33.7 31.3 12.1 100

Fuente: Cabrera Monterrosa et al. Op. cit.

De acuerdo a los resultados estadsticos (Tabla 2), el 77.1% de las y los adolescentes internos en los CIS provienen de un ambiente comunal de riesgo; mientras que slo el 22.9% proviene de un ambiente comunal adecuado. Aunque en ambos casos la Tabla 3: Situacin laboral de los padres de los determinacin como adecuado o de riesgo slo adolescentes y jvenes internos en los CIS, periodo Enero 2005 - Julio 2010 (Porcentajes) implica la disponibilidad de los elementos antes mencionados y no su efectiva utilizacin por los Situacin laboral Madre* Padre** miembros de la comunidad, ni el grado de cobertura Permanente 23.4 49.5 Espordica 32.7 34.0 de dichos elementos. La diferencia segn gnero permite hacer una consideracin. Para las mujeres es ms determinante la convivencia en un ambiente comunal de riesgoNo tiene 43.9 Total en exclusin laboral 76.6 Total 100 * Casos sin informacin de la madre: 135 ** Casos sin informacin del padre: 401 16.5 50.5 100

Si consideramos la situacin laboral de la madre y el padre, en la mayora de los casos, es incierta. Tan slo el 23.4% de las madres de los jvenes internos tienen un trabajo permanente; al contrario, el 33% tiene un trabajo espordico y la mayor proporcin (44%) no posee un empleo. En el caso de los padres, un total de 50.5% se encuentra en situacin de exclusin del mercado laboral ya que posee un empleo espordico o no posee empleo.

Fuente: Cabrera Monterrosa, et al. Op. cit.

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Pese a que algunas instituciones pblicas, tienen por mandato legal, la funcin de llevar a cabo acciones que pueden incidir en la vida de las familias, la estructura poltica ha estado caracterizada por la ausencia de programas especficos para solidificar los nexos familiares y las funciones fundamentales de la familia, va ejercicio de derechos. Al contrario, la ejecucin de polticas pblicas se ha llevado al margen de los derechos fundamentales de la familia y de la niez y adolescencia salvadorea, tal como es posible verificar en el historial de las polticas aplicadas en las ltimas dcadas, en el caso de la poltica econmica -con medidas de poltica que no han servido para limar las desigualdades estructurales- o de la poltica social -programas asistencialistas o slo coyunturales. Un segundo aspecto estara compuesto por las instituciones estatales que intervienen en la dinmica familiar o incluso en la dinmica individual de las nias, nios y adolescentes. La mayora de las instituciones pblicas, histricamente ha pecado de omisin, ms que de hecho, en generar las condiciones para la restitucin de derechos ante la disfuncionalidad de las familias, es decir, ante la desintegracin de los ncleos familiares y ante la vulneracin de los derechos de sus miembros: las nias, nios y mujeres, principalmente. Incluso algunas instituciones de cuidado a la niez y adolescencia no han tenido la efectividad que deberan. La Tabla 4 muestra, cmo el porcentaje de atenciones en los CIS del ISNA corresponde de adolescentes y jvenes que en su niez ya estuvieron institucionalizados por alguna vulneracin de sus derechos.

Tabla 4: Porcentaje de atenciones por delito segn centro de proteccin, periodo Enero 2005 - Julio 2010 (Porcentajes)Delitos / Centros Hurto Extorsin Homicidio Robo Otros delitos Total Atencin externa ISNA 0.1 40.7 33.3 3.7 22.2 100 Centros de proteccin ISNA 8.0 16.0 44.0 20.0 12.0 100 Centros de proteccin ONG 0.0 66.7 0.0 16.6 16.7 100 Cuerpos protectores ISNA 0.0 12.5 37.5 25.0 25.0 100 Total

3.1 30.3 34.8 13.6 18.2 100

Fuente: Cabrera Monterrosa, et al. Op. cit.

Por otra parte, puede verse que el delito de homicidio representa la mayor proporcin para los jvenes que pasaron por un Centro de Proteccin y para los jvenes que fueron atendidos por el Cuerpo Protector del ISNA; contrario, para las nias o nios que fueron atendidos por una institucin distinta al ISNA, cuya medida fue de atencin externa o pas a Centros de Proteccin de ONG, hoy en da como infractores de la ley penal, es el delito de extorsin el que mayormente han cometido. Como detalla el estudio de Cabrera, Gloria y Lpez, Olivia, la informacin anterior lleva a concluir que la poblacin ISNA ha cometido delitos catalogados como ms graves en comparacin con los egresados de un Centro de Proteccin ONG19 . En otras palabras, existen indicios de que ha habido una disfuncionalidad en la proteccin de la infancia y adolescencia vulnerada; incluso la niez protegida por el ISNA present conductas ms amenazantes.

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Cabrera Monterrosa et al. Op. Cit. Pg. 50.

11Ha llegado el momento de preguntarnos qu se ha hecho mal y qu debemos hacer para lograr una restitucin de derechos efectiva en la niez y la adolescencia vulnerada, de tal manera de lograr su recuperacin efectiva y contribuir a su desarrollo integral. En ltima instancia se encuentra la estructura sociofamiliar, es decir todos los acuerdos de conducta en el nivel familiar y social y todos sus componentes centralizados de acaparamiento del crecimiento econmico, incluida la urbanizacin, y al proceso de importacin de valores que han generado condiciones de desarraigo familiar. De hecho, segn lo muestra un estudio ya citado, el 74.8% de los jvenes internos provienen de los cuatro departamentos con mayores niveles de urbanizacin y renta per cpita del pas (Santa Ana, San Salvador, La Libertad y San Miguel) 20. El efecto de estos fenmenos sobre la pertenencia

culturales -educacin, valores, etc. sta tambin ha a una pandilla se visualiza a travs del Grfico 1, que muestra que el mayor porcentaje configurado en nuestro pas un (50.4%) apenas alcanza el nivel de proceso de precarizacin, cultural El 74.8% de los educacin primaria y un acumulado y econmica, que se ha concretado jvenes internos en del 90.9% ha cursado a lo sumo el en los bajos niveles educacionales CIS provienen de los noveno grado de educacin bsica. de una gran proporcin de la cuatro departamentos Esto se une a niveles educacionales poblacin y en el proceso de con mayores niveles de mnimos de sus progenitores en urbanizacin y renta transculturizacin. per cpita del pas. este caso, la madre- que al igual que sus hijos presentan en su mayora tan Por transculturizacin entendemos slo un nivel de educacin primaria21 el conjunto de valores propios de una cultura pero que son internalizados al ideario comn . Los bajos niveles de escolaridad de las madres y de otra, en este caso la de las y los salvadoreos, como padres obstaculizan una orientacin de los nios, nias, resultado, entre otros factores, de la desregulacin adolescentes y jvenes en el proceso de socializacin, de las estructuras mediticas -medios masivos de hacindolos propensos a adoptar conductas en contra comunicacin-, la migracin y la deportacin de de la normativa social. compatriotas, principalmente provenientes de los Estados Unidos. Segn el sub director de Insercin Social del ISNA, el problema de violencia en los jvenes se debe a la falta de fortalecimiento de valores morales, sociales y espirituales en todas las reas, lo cual constituye un factor fundamental en el desarrollo de nias y nios. Sin embargo, la cultura de violencia que pervive en la sociedad salvadorea est ligada a los procesos

20 21

Cfr: Cabrera Monterrosa et al. Ibd. Pg. 34.

Esto permite tambin hacer otra lectura de las estadsticas que muestran una reduccin de los niveles de analfabetismo, en esta lectura a pesar de reducirse el analfabetismo el nivel alcanzado de escolaridad es bastante bajo lo cual dificulta la insercin plena de las personas en la vida de la sociedad.

12La relacin entre la escolaridad y la pertenencia a pandillas sugiere una urgente reconsideracin de las polticas educativas. Datos del Ministerio de Educacin (MINED) y la Direccin General de Estadsticas y Censo (DIGESTYC) muestran que en El Salvador todava perduran ndices precarios de la situacin escolar y educativa de la poblacin: la tasa de analfabetismo de 2009 se ubica en torno al 13.1% y 11.1% para nios y nias, respectivamente; un 11.2% de la poblacin entre 6 y 18 aos no asiste a la escuela, de la poblacin que asiste el 6.2% termina por desertar del sistema de educacin formal; de los que continan, la repitencia escolar, que afecta al 4.9%, puede ser un factor para abandonar los estudios. Grfico 1: Nivel de escolaridad de adolescentes y jvenes interno en CIS y de sus madres, periodo Enero 2005 - Julio 2010 (Porcentajes) Del total considerado, el 48% vive slo con su madre (Grfico 2), y en general el 82% vive slo con uno de sus progenitores o con otras personas. Estos datos estn por encima de los presentados por DIGESTYC a nivel nacional y segn los cuales el 34.4% de los hogares son liderados por mujeres.

Grfico 2: Adolescentes y jvenes internos en CIS segn persona con quien vive, periodo Enero 2005 - Julio 2010 (Porcentajes)

Fuente: Elaboracin en base a Cabrera Monterrosa et al. Op. cit.

Fuente: Elaboracin en base a Cabrera Monterrosa et al. Op. cit.

En una segunda esfera de la estructura socio-familiar se encuentra la composicin del ncleo familiar y su dinmica. La mayora de los casos considerados provienen de hogares disfuncionales o desintegrados.

Se ha considerado a la madre de los adolescentes como un agente determinante en el desenvolvimiento de estos, tanto en su infancia como en su adolescencia. Esto debido no slo a factores psicolgicos y culturalmente vinculantes, sino porque de hecho cerca de la mitad de los jvenes internos en los CIS vivan slo con sus madres (48%), un 29% viva con otras personas, mientras que slo el 18% vive con ambos padres.

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Esto tiene especial relevancia porque, tal como han sealado algunos estudios empricos aunque no precisamente para el caso salvadoreo, la violencia as como otros fenmenos psico-sociales- parece estar estrechamente ligada con la pertenencia a una familia monoparental22 . Siguiendo los lineamientos de los autores citados, es posible esquematizar el mecanismo de relacin entre la violencia y la ausencia del padre en el ncleo familiar. En este sentido, la ausencia del padre, en la sociedad patriarcal, perturba la individuacin de los infantes les resta capacidad para emancipar un proyecto de vida propio23 -, esto lo hace vulnerable a la presin del grupo o a realizar acciones que, en su

percepcin, den forma a su individualidad; de aqu, el paso a la violencia se entiende por el contexto general de violencia que viven las sociedades, dentro del cual las pandillas representan una expresin particular.22

Ver: Chouhy, Ricardo. Funcin Paterna y Familia Monoparental: Cul es el costo de prescindir del padre? En: Perspectivas sistmicas. Versin digital disponible en: http://www. redsistemica.com.ar/chouhy.htm. Y tambin: Vargas, Eugenio y Rodrigo R. Padre ausente y las repercusiones a nivel psicolgico en el nio, segn diversas perspectivas de anlisis. Universidad de Santiago, Chile. 2001. Versin digital disponible en: http:// www.apsique.com/wiki/DesaPadre_ausente.23

Snchez Mejorada, Jorge. Efectos traumticos de la ausencia o disfuncin paterna en un grupo de hombres adictos en tratamiento. Federacin Mexicana de Comunidades Teraputicas. Universidad Veracruzana. Mimeo. Sin fecha. Versin digital disponible en: http://www.mundolibre.org.pe/ conferencia/recursos/files/feb7/jorge-sanchez.pdf

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De nio vulnerado a joven vulneradorEsto no quiere decir que el efecto de la paternidad sea eminentemente biolgico o psicolgico; paralelamente existen condicionantes econmicas y sociales cuya accin es ms probable en ausencia del padre; sobre todo la privacin econmica, que incluye la disminucin del acceso a educacin, alimentos, vivienda, y otros medios necesarios para la vida de los nios, nias y adolescentes. Ciertamente, la vulneracin de los derechos de la mayor parte de la poblacin corresponde a una vulneracin inercial propia del desenvolvimiento de las estructuras que conforman la sociedad salvadorea; hablamos de estructuras mediticas, sociales, polticas y econmicas que prefiguran el escenario adecuado para la vulneracin de los derechos a travs de limitar el acceso de la poblacin infantil a medios materiales y culturales para desarrollarse integralmente como personas. Tendramos entonces dos puntos: primero, el hecho de que la vivencia en ambientes de violencia y exclusin en los entornos familiar y comunal, generan conductas antisociales y violentas y, segundo, el hecho de que esos ambientes tambin estn condicionados por la lgica en que interactan las dems estructuras sociales, sobre todo en los aspectos econmicos y polticos.

S

egn las estadsticas del SIPI, el 9.4% de la poblacin de los CIS fue, en su infancia, atendido por el Sistema de Proteccin Especial (SPE); no obstante, la incidencia delictiva en trminos cuantitativos no presenta diferencias sustantivas entre los nios (as) o adolescentes que nunca ingresaron a un centro de proteccin y los que s lo hicieron24 , es importante sealar que estudios especializados sealan que los nios y nias vulnerados en su niez y sometidos a ambientes de violencia tienden a reproducir esos mismos patrones25 . Especialistas sostienen que los nios(as) o adolescentes vulnerados son proclives a presentar conductas agresivas ante otros nios (as) o adolescentes, personas mayores, la familia u otras instituciones sociales. Esto es producto de que la vulneracin crea en los nios, nias y adolescentes un rechazo hacia el medio que lo circunda y una lucha en el plano psicolgico que se convierte en una lucha real contra una sociedad que lo excluye y lo vulnera, representado en las instituciones sociales y en las personas mayores.24

Cabrera Monterrosa et al., arriban a esta conclusin aplicando una prueba de diferencia de proporciones, es decir, la comparacin entre las proporciones obtenidas de cada clase para los dos grupos objetivo.25

Celedn Rivero, Jos y Yadith Salem Negrete. Efectos del maltrato infantil en la inteligencia emocional y el desarrollo del juicio moral en nios. Estudio cualitativo. Artculo producto del proyecto de investigacin: Caractersticas de la inteligencia emocional asociadas al desarrollo del juicio moral en nios de 6 a 14 aos que han sido maltratados y que se encuentran albergados en la Fundacin Nuestra Seora del Rosario en la Ciudad de Montera. Universidad Cooperativa de Colombia. Sin fecha.

15En el taller de consulta llevado a cabo con tcnicos y tcnicas de los CIS, se present de forma recurrente el argumento de una discrepancia entre los infantes vulnerados y los no vulnerados, lo que reforzara nuestro argumento de que s existe una vinculacin directa entre situaciones de vulneracin y pertenencia a pandillas. Esa discrepancia radica principalmente en el hecho de que los adolescentes vulnerados presentan perturbaciones psicosociales para insertarse de forma plena en su entorno social. En este sentido, resulta importante sealar que el surgimiento de la forma moderna de la pandilla corresponde a los primeros aos de la dcada de los noventa, es decir, inmediatamente despus de la guerra civil, en una capa de poblacin que ya sufri el clima de violencia de ese conflicto y expuesta a los valores importados va la deportacin de compatriotas tambin expuestos, a su vez, a un clima de exclusin y violencia racial en territorio norteamericano. Como se vio en el apartado anterior, la estructura familiar y su dinmica inciden sobre la tendencia a convertirse en victimario despus de ser vctima. Sin embargo, el anlisis estadstico aportado por Cabrera Monterrosa et al., construido con las estadsticas SIPI, sugerira lo contrario. Para explicar esta divergencia podran ensayarse algunas consideraciones que no podrn pasar de la fase hipottica, por la carencia de estadstica apropiadas. Una primera explicacin podra ser la invisibilizacin en las estadsticas sobre la diferencia entre los nios, nias y adolescentes vulnerados en su niez y los no vulnerados. Esto tiene a la base la poca representatividad de los nios atendidos por el SPE, o la ausencia de estadsticas sobre el total de vulneraciones que son registradas por otras instituciones.

Otra explicacin resultara del hecho de que la mayora de los nios, nias y adolescentes atendidos por el SPE no se insertan, en su juventud, en grupos como las pandillas. Esto podra sugerir la efectividad de los programas de atencin, lo cual tampoco es concluyente dada la ausencia de estudios de seguimiento de largo plazo de los nios y nias atendidas por el SPE. Una ltima hiptesis es que el SPE slo registra los casos de vulneracin de ltima instancia, es decir, cuya restitucin de derechos no puede ser solventada por el Sistema de Proteccin Universal (SPU). Las instituciones que conforman el SPU, como los ramos de salud y educacin, los cuerpos de seguridad pblica, entre otros, estn en la obligacin de atender los casos de vulneracin de derechos segn sea el caso de aplicacin, cuando ninguna de estas instituciones puede restituir los derechos de la niez y la adolescencia, los casos acuden al SPE, por lo que disminuye la representatividad de las estadsticas SIPI.

16Sin embargo, estamos claros que la complejidad del fenmeno lleva a que su solucin integral y sistmica, que a su vez se torna compleja y dificultosa. Un ejemplo de ello, es la existencia de lazos de pertenencia bastante fuertes entre los miembros de la pandilla y el hecho de que los pandilleros que buscan rehabilitacin son tildados como traidores por la pandilla, cuya nica sancin posible es la muerte. La intimidacin que este Claro que el fortalecimiento de los ncleos familiares hecho presupone hace que para los pandilleros sea implica elaborar estrategias integrales que permitan bastante difcil buscar como opcin la rehabilitacin. No obstante, cualquiera que sea la explicacin, es necesario la creacin e implementacin de polticas enfocadas al fortalecimiento de los ncleos familiares en sus funciones como institucin primaria de socializacin de los nios y nias, esto ira orientado a prevenir la entrada de nios, nias y adolescentes a las pandillas. a la familia desarrollarse en tanto base fundamental de la sociedad, esto implica la transformacin de las estructuras econmicas, polticas y sociales vigentes, encauzndolas hacia el cumplimiento de los derechos fundamentales de las personas y, sobre todo, de los nios, nias y adolescentes. A esto se suma que la dinmica del desenvolvimiento delictivo haya puesto a las pandillas en las cercanas del crimen organizado, configurando aquellas un eslabn en las redes del narcotrfico. Este hecho no slo fortalece las estructuras de las pandillas y las dota de nuevos instrumentos para su accin delictiva, sino que tambin representa una amenaza para la sociedad civil y para la eficacia de los programas estatales. El desenvolvimiento mismo de la sociedad apunta a que el fenmeno de las pandillas seguir mutando en sus formas de accin, en sus estructuras de organizacin y en sus ligmenes con otros sectores sociales. A guisa de ejemplo tenemos el hecho de la reduccin en la edad promedio de vinculacin a las pandillas, el cambio en sus smbolos de representacin (antes, los pandilleros se caracterizaban por el uso de tatuajes; ahora, la pertenencia a una pandilla es una identidad que ha dejado de tatuarse), y la forma en la comisin de crmenes (antes, estos se reducan a la lucha territorial entre distintas pandillas; ahora, la principal vctima es la sociedad civil a travs de extorsiones y homicidios).

La dinmica propia de las maras

E

l grado de complejidad que ha alcanzado el fenmeno de las maras ha restado eficacia a los programas implementados desde el gobierno. Esto es producto de que los mismos han sido realizados unilateralmente, de que no se ha incorporado plenamente a la sociedad civil en la formulacin y ejecucin de dichos programas y de que los mismos slo han tenido carcter correctivo, cuando lo que se necesita es una gestin de programas preventivos, y sobre todo de promocin de derechos, que corten el hilo de transmisin intergeneracional de la pertenencia a pandillas.

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Conclusiones

A

manera de conclusin creemos necesario hacer hincapi en dos cosas. Primero, el carcter multidimensional que da origen al fenmeno de las pandillas y que se concreta en la existencia de tres estructuras condicionantes (econmica, poltica y socio-familiar). Segundo, el carcter dinmico del fenmeno y que se refiere a la forma en que ha venido evolucionando a lo largo del tiempo.

El empobrecimiento de las familias constituye, de hecho, uno de los rasgos fundamentales de los jvenes pertenecientes a pandillas.

En El Salvador, esto se ha expresado en un modelo econmico orientado por el ansia de lucro y en el cual se han centralizado todas las ganancias pero se ha masificado todas las prdidas. El empobrecimiento ha tenido a la base una lgica de operacin sesgada Las estructuras que condicionan el surgimiento de e insuficiente del modelo econmico, una gestin de pandillas no son entes aislados; por el contrario, la polticas pblicas tambin insuficiente para crear las interrelacin entre ellas presenta una gran correlacin bases de un aparato productivo incluyente y la poca y va configurando su misma pervivencia. Un rasgo gestin de polticas sociales. significativo es la forma en que la estructura econmica incide sobre el comportamiento de las personas y An ms preocupante es la situacin de la niez y cmo la precarizacin de sus condiciones de vida va la adolescencia en tanto grupos vulnerables. Las socavando sus posibilidades para su desarrollo pleno. deficiencias de la estructura econmica y poltica, aunada a las carencias de sus entornos inmediato (familia) y mediato (comunidad), no slo inciden limitando el acceso de los nios y nias a bienes materiales, sino tambin a bienes fundamentales para la vida social, como lo es la educacin, la cultura, los valores y la convivencia en un ambiente adecuado. Dada la forma en que se va combinando la accin de las distintas estructuras condicionantes, resulta inercial la reproduccin de las pandillas o maras en tanto que no se regule el funcionar de estructuras clave de la sociedad salvadorea y se gestione el funcionamiento del aparato del Estado bajo la premisa del inters superior de la nia y el nio.

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Consideramos que para una formulacin de polticas efectivas en el tema de las pandillas a estos aspectos debe sumarse la necesidad de crear programas de promocin de derechos, ms que de correccin. La violencia no es el medio para rescatar a la niez y adolescencia salvadorea de un medio que, de suyo, violenta sus derechos fundamentales. La promocin de dar vigencia a los derechos, sin embargo, debe ser entendida como la transformacin del carcter excluyente de las estructuras condicionantes antes mencionadas, pues es precisamente ese carcter lo que determina la tendencia de los infantes a presentar conductas infractoras.

la inversin pblica real en materia de niez, pero ciertamente son an insuficientes los recursos destinados al tema de prevencin e inclusin de la niez y la juventud. El Programa de Polticas Pblicas para Prevenir la Violencia Juvenil (POLJUVE) ha elaborado una propuesta26 de polticas pblicas que busca prevenir la violencia contra y desde jvenes, de manera que se reduzcan los factores de riesgo (Anexo 1). Aunque estas estrategias no abordan el fenmeno estructural de la pobreza y la exclusin, se considera importante su aplicacin en la medida en que se incorporen de manera efectiva en las polticas pblicas, y definan

En ese sentido, es importante fortalecer la inversin del mecanismos operativos para su aplicacin. Estado y la gestin desde la sociedad civil en materia de derechos de niez y adolescencia. Actualmente, la 26 POLJUVE (2011): Construyendo un futuro de Paz. Propuesta de forma de presentacin de los presupuestos generales poltica pblica integral para prevenir la violencia que afecta a la de la nacin no permite visibilizar de forma correcta adolescencia y la juventud, POLJUVE-El Salvador, San Salvador.

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AnexoAnexo 1: Estrategias para la prevencin de la violencia, POLJUVE 2010.

Estrategias de prevencin primaria (prevencin general)

Estrategias de prevencin secundaria (prevencin focalizada) Atencin integral para grupos vulnerables Prevencin integral de violencia contra mujeres adolescentes y jvenes Atencin a vc mas jvenes de la violencia con un enfoque de prevencin de la revic mizacin Atencin para personas asociadas con grupos especiales tales como miembros simpa zantes o disidentes de maras y pandillas Recuperacin de comunidades con altos ndices de violencia

Estrategias de prevencin terciaria (prevencin rehabilitadora) Respeto de los derechos humanos de las personas en conicto con la ley Promocin de alterna vas a la privacin de libertad para jvenes en conicto con la ley Fortalecimiento de la capacidad ins tucional para la atencin a jvenes en conicto con la ley penal Rehabilitacin, insercin social y tratamiento

Apoyo a la familia en la solucin no violenta de conictos familiares Fomento de la educacin y la convivencia pacca en el entorno educa vo Formacin laboral y empleo decente para jvenes Promocin de la salud integral para adolescentes y jvenes con enfoque preven vo Impulso de la organizacin y protagonismo juvenil en los mbitos comunitarios, municipales y nacionales Promocin de ac vidades organizadas en empo libre Promocin de la seguridad ciudadana democr ca local con enfoque preven vo

Seguridad penitenciaria

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BibliografaBonilla, Oscar E. El Salvador y las pandillas: cmo hacer que la gua de prevencin de Naciones Unidas funcione. Consejo Nacional de Seguridad Pblica de El Salvador. SFP. Cabrera Monterrosa, Gloria Marta, Alba Yanira Chvez Cardona, Olivia Maribel Lpez Flores, y Jos Mara Velsquez. Trabajo de investigacin para ttulo de Post grado en Tcnicas estadsticas para la investigacin. Universidad Centroamericana Jos Simen Caas (UCA). Departamento de Matemtica. 2010. Celedn Rivero, Jos yYadith Salem Negrete. Efectos del maltrato infantil en la inteligencia emocional y el desarrollo del juicio moral en nios. Estudio cualitativo. Artculo producto del proyecto de investigacin: Caractersticas de la inteligencia emocional asociadas al desarrollo del juicio moral en nios de 6 a 14 aos que han sido maltratados y que se encuentran albergados en la Fundacin Nuestra Seora del Rosario en la Ciudad de Montera. Universidad Cooperativa de Colombia. Sin fecha. Chouhy, Ricardo. Funcin Paterna y Familia Monoparental: Cul es el costo de prescindir del padre? En: Perspectivas sistmicas. Disponible en: http://www.redsistemica.com.ar/chouhy.htm. CS-SONDEA. Encuesta de opinin nacional de juventud. OXFAM. 2008. DYGESTYC. Encuesta de hogares de propsitos mltiples. Varios nmeros. DYGESTYC-MINEC. 2006 2009. Funes, Csar. Discurso de presentacin del Plan de Juventud El Salvador. Mimeo. 2009. Gallego Castao, Giovanni. El joven y la familia en situacin de crisis. Un contexto para pensar la intervencin en trabajo social. Universidad de Caldas. 2008 INTERPOL, Oficina sub regional de San Salvador. Fenmeno de las pandillas en la regin centroamericana y la importancia de la cooperacin internacional. OIPC INTERPOL. 2005. Proyecto POLJUVE El Salvador. Construyendo un futuro de paz. Interpeace regional office for Latin America. 2009. Ranum, Elin Celine. Pandillas juveniles transnacionales en Centroamrica, Mxico y Estados Unidos. Diagnstico nacional Guatemala. Instituto Universitario de Opinin Pblica (IUDOP). Universidad Centroamericana Jos Simen Caas. Snchez Mejorada, Jorge. Efectos traumticos de la ausencia o disfuncin paterna en un grupo de hombres adictos en tratamiento. Federacin Mexicana de Comunidades Teraputicas. Universidad Veracruzana. Mimeo. Sin fecha. Disponible en: http://www.mundolibre.org.pe/conferencia/recursos/files/feb7/jorge-sanchez.pdf. Santamara, Gemma. Las maras centroamericanas, una identidad que ha dejado de tatuarse: posibles lecciones para las pandillas mexicanas. Instituto Tecnolgico Autnomo de Mxico (ITAM). 2006. Vargas, Eugenio y Rodrigo R. Padre ausente y las repercusiones a nivel psicolgico en el nio, segn diversas perspectivas de anlisis. Universidad de Santiago, Chile. 2001. Disponible en: http://www.apsique.com/wiki/ DesaPadre_ausente.

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