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Cristo, sacrificio y manjar La breve exegesis de Heracleón sobre el Corderò pascual, regis trada por Origenes, adquiere singular interés por ser la màs antigua, y porque a tane a la inmolación de Jesùs1, raras veces estudiada en el siglo II. i,Habrà modo de arrancarle elementos de doctrina, relativos al sacrificio del Salvador? Declara Origenes el verso Jn 2,13: «Acercàbase la Pascua de los judios, y subió Jesus a Jerusalén». Conviene examinar, dice el Ale jandrino, cómo «se acercaba la Pascua de los judios», estando corno estaba el Sefior en Cafarnaùm con su madre, hermanos y discipu los 2. Desarrolla el tema con ayuda de los sinópticos, y senala sus di ficultades, para concluir: Mejor serà estudiar en otra ocasión los problemas en torno al tiempo de la pascua que se celebra hacia el equinocio de primavera, y los de màs que pudiera evocar3. Origenes gusta de enredar los temas, mientras su adversario gnòstico se complace en resumirlos. Sin tocar para nada el problema de la cronologia, afirma en cambio Heracleón: 'Està (fiesta de los judios era) la gran Fiesta 4. Era en efecto figura de la Pasión del Salvador: cuando no so lo se daba muerte a la oveja (άνηρειτο πρόβατον), sino que, hecha manjar (έσθιόμενον) ofrecia también descanso (άνάπαυσιν παρεϊχεν); y (si ) en sacrificio (θυόμενον) indicaba la Pasión del Salvador que tie ne lugar en el mundo, en manjar (έσθιόμενον) significaba el descanso que tiene lugar en las bodas (την άνάπαυσιν τήν έν γάμψ)5. 1 Grosso modo se adelanta a la perspectiva que insinùa M. de La Taille, Mys terium Fidei 3, Paris, 1931 p. 15-17 (Oblati sacrificii et convivii parati rationes dis tinctae). 2 In Joh X § 112. 3 Λ ΛΑ X §116 * Muy bien C. Blanc en SCh 157 p. 453 «C'était la fete principale». 5 In Joh X §117. Cf. C. Blanc SCh 157 p. 453 n.2. E. Corsini, Commento al Vangelo di Giovanni di Origene, Torino 1968 p. 74. Ningùn elemento en J. Helderman, Die Anapausis im Evangelium Veritatis, Leiden, 1984 p. 62s y 82.

Cristo, Sacrificio y Manjar

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  • Cristo, sacrificio y manjar

    La breve exegesis de Heraclen sobre el Corder pascual, regis trada por Origenes, adquiere singular inters por ser la ms antigua, y porque a tane a la inmolacin de Jess1, raras veces estudiada en el siglo II. i,Habr modo de arrancarle elementos de doctrina, relativos al sacrificio del Salvador?

    Declara Origenes el verso Jn 2,13: Acercbase la Pascua de los judios, y subi Jesus a Jerusaln. Conviene examinar, dice el Ale jandrino, cmo se acercaba la Pascua de los judios, estando corno estaba el Sefior en Cafarnam con su madre, hermanos y discipu los 2. Desarrolla el tema con ayuda de los sinpticos, y senala sus di ficultades, para concluir:

    Mejor ser estudiar en otra ocasin los problemas en torno al tiempo de la pascua que se celebra hacia el equinocio de primavera, y los de

    ms que pudiera evocar3.

    Origenes gusta de enredar los temas, mientras su adversario gnstico se complace en resumirlos. Sin tocar para nada el problema de la

    cronologia,

    afirma en cambio Heraclen: 'Est (fiesta de los judios era) la gran Fiesta 4. Era en efecto figura de la Pasin del Salvador: cuando no so

    lo se daba muerte a la oveja ( x ), sino que, hecha

    manjar () ofrecia tambin descanso ( );

    y (si ) en sacrificio () indicaba la Pasin del Salvador que tie ne lugar en el mundo, en manjar () significaba el descanso

    que tiene lugar en las bodas ( )5.

    1 Grosso modo se adelanta a la perspectiva que insina M. de La Taille, Mys terium Fidei 3, Paris, 1931 p. 15-17 (Oblati sacrificii et convivii parati rationes dis tinctae).

    2 In Joh X 112. 3 X 116 *

    Muy bien C. Blanc en SCh 157 p. 453 C'tait la fete principale. 5 In Joh X 117. Cf. C. Blanc SCh 157 p. 453 n.2. E. Corsini, Commento al Vangelo di Giovanni di Origene, Torino 1968 p. 74. Ningn elemento en J. Helderman, Die Anapausis im Evangelium Veritatis, Leiden, 1984 p. 62s y 82.

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    Apostilla Origenes: Lo hemos dado textualmente para que a vista de lo ligero, inconsistente, y sin prueba del hombre (Heraclen) en tales cosas, le despreciemos mas 6.

    E1 Alejandrino no se deduvo a estudiar las cortas lineas de su ad versano. Su anlisis Parte I nos abrir a un tema tan impor tante corno inexplorado de la gnosis heterodoxa.

    I

    Anlisis de Heraclen (fr. 12)

    De la Pascua, dia de fiesta, pasa Heraclen a lo que constituye su centro7, el Corder pascual; de la figura a lo figurado, y del sacri ficio del Corder a la Pasin del Salvador. Que sea corder () u oveja (), tanto da. Discurre sobre la Pascua judia caracte rizada por el sacrificio, sin perder en cuenta su identidad con el Cor der de Jn 1,298.

    Nuestra Pascua Cristo fue sacrificada (), escribia el

    Apstol en 1 Cor 5,7 9. He ahi el Corder de Dios denunciado por el bautista a sus discipulos.

    Llegado a este paso advierte el alejandrino, con referencia a Jn

    1,29 sin pruebas y sin aducir testimonios, declara Heraclen: 'Juan

    dijo lo de Corder de Dios a titulo de profeta; y lo de que quita el pe cado del mundo corno mas que profeta'. Y estima que lo primero se re

    fiere a su cuerpo, lo segundo a lo interior de l (

    ); pues, corno el corder es inmaturo en la especie ovina lo es tam

    bin el cuerpo frente al que lo habita. haber querido atribuir per feccin al cuerpo dice (Heraclen) habria llamado carnero a lo

    que iba al sacrificio'10.

    In Joh X 118 7 Para simplificar, segn la numeracin ya clsica de los fragmentos de Hera

    clen, llamamos fr. 12 a las lineas relativas de Orgenes, In Joh X 117. 8 Orgenes, In Joh VI 306: Heraclen fr. 10. 9 Cf. Orgenes, In Joh X 922ss. L. Lies, Wort und Eucharistie bei Orgenes,

    Innsbruck, 1978 p. 141ss. 10 Orgenes, In Joh VI 306-307 (fr. 10). Vanse J. Montserrat Torrents,

    Los Gnsticos II, Madrid, 1983 p. 301s; las anotaciones de E. Corsini y C. Blanc ad loc. y sobre todo J.A. Alcin, Cautiverio y redencin del hombre en Orgenes, Bilbao, 1974 p. 240ss.

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  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 187

    Dos cosas descubre el gnstico en la presentacin, por el Bautista, de Cristo Corder: a) el estricto ; b) lo oculto, interior a l.

    Tambin el eclesistico descubria en el estricto 'corder' la natu raleza humana de Jesus; y en su interior, corno persona invisible, al Verbo Hijo de Dios11.

    Las dos naturalezas, pasible e impasible, humana y divina, com

    ponen el Corder/Hijo de Dios, su equivalente victima/Sacerdote. Por este capitulo, mal podia Origenes chocar con la distincin

    valentiniana entre el Corder y lo escondido en l ( ). iCmo entonces rechaza el alejandrino tan categricamente la exege sis heracleoniana de Jn 1,29?

    Segn algn critico12, porque Heraclen acenta en exceso la doble naturaleza de Cristo. Mas si alguna cristologia acorta distan cias entre las dos substancias del Salvador es la valentiniana itlica, con la negacin de la natura carnai.

    El escndalo de Origenes lo ha visto muy bien el P. Alcin 13

    obedece a la dicotomia que descubre el valentiniano en el testimo nio del Bautista. Este es en su cuerpo el Corder de Dios, (y) el que en su interior, persona divina quita el pecado del mun do. Tal exegesis priva a la natura humana (resp. al cuerpo) de su funcin redentora. El corder de Dios va a la inmolacin; mas solo

    quien lo anima el Hijo de Dios quita el pecado del mundo. El escndalo de Origenes se extiende asimismo a la dicotomia

    valentiniana del propio Precursor, que profiere lo primero ('He ahi el

    11 In Joh VI 273: Si examinamos las palabras con que Juan da a conocer a Je ss 'Este es el corder de Dios que quita el pecado del mundo' (Jn 1,29) y lo ha cemos atentos a la economia de la venida corprea del Hijo de Dios entre los hom bres, por corder no entenderemos otro que el hombre; ibid. 275 'Quien condujo a este corder al sacrificio fu el dios presente en el hombre, el gran Sacerdote (Heb 8,1), corno lo atestigua por aquello (Jn 10,18): 'Nadie me quita el alma, sino que la pongo yo de mi mismo. Tengo poder de darla, y tengo poder tambin de tornarla'; Hom. Vili in Genes.9 Sed quomodo Christo uterque conveniat, et Isaac qui non est iugula tus, et aries qui iugulatus est, operae pretium est noscere. Christus Verbum Dei est, sed Verbum caro factum est. Unum igitur in Christo de superioribus est, alterum ex humana natura et virginali utero susceptum. Patitur ergo Christus, sed in carne; et

    pertulit mortem, sed caro cuius hic aries forma est. Sicut et Iohannes dicebat: 'Ecce

    agnus Dei, ecce qui tollit peccatum mundi'. Verbum vero in incorruptione permansit, quod est secundum spiritum ( = naturam divinam) Christus, cuius imago est Isaac. Ideo ipse et hostia est et pontifex. Secundum spiritum namque offert hostiam Patri, se cundum carnem ipse in altari crucis offertur, quia sicut dictum est de eo 'Ecce agnus Dei, ecce qui tollit peccatum mundi', ita de eo dictum est (ps 109,4) 'Tu es sacerdos in aeternum secundum ordinem Melchisedech. Alcin o.c. 24 ls.

    12 M.F. WlLES, The Spiritual Gospel. The interpretation of the Fourth Gospel in the Early Church, Cambridge 1960 . 114. Citado por Alcin o.c. 242.

    13 o.c. p. 242.

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    Corder de Dios') a titillo de profeta, y lo segundo ('el que quita el pecado del mundo'), en cuanto mas que profeta. Ambas dicotomias en la persona de Juan, y en su testimonio podrn ser lgicas en Heraclen; pero a Origenes se le antojan gratuitas. Las dos partes del testimonio requieren igual inspiracin en Juan. Si por profeta enten di que Jess era el Corder de Dios en cuanto hombre, por pro feta igualmente entendi que quitaba el pecado del mundo asimis mo en cuanto hombre.

    Anota adems Origenes cmo el mundo, apenas capaz de con tener a quien se habia anonadado (cf. FU 2,7), requeria un Corder, y no un carnero, para que se le quitara el pecado14. Es 'el Corde r', el Salvador humanado, el que quita el pecado del mundo.

    En exegesis a Jn 1,29 el valentiniano discurre a base de una cristologia peculiar. El Corder de Dios se identifica con el Cris to psiquico el Mesias en cuerpo y alma sensibles. Esto que en dos el Hijo de Dios con su bajada al mundo, en el seno de la Vir gen, constituye lo humano pasible de Jesus; asi pudo subir a la cruz y ser inmolado corno Corder de Dios, sin comprometer la impasi ble natura del Hijo que quita el pecado del mundo.

    Hasta aqui apenas difiere Heraclen de Origenes. Ambos ense nan la distancia entre el riguroso Corder de Dios sacrificable

    y el Hijo de Dios insacrificable en su natura divina . La antite sis viene despus. Para Origenes el mismo Corder, inmolado por su natura humana, quita el pecado del mundo. Va al sacrificio para qui tarlo. Mas el que le sacrifica lleva a la inmolacin, corno Sacerdote sumo, es el Hijo de Dios que le asumi en unidad de persona. Lo que le hace decir alguna vez al Alejandrino que la victima ofrecida en sa crificio por el pecado es el Unignito Hijo de Dios:

    Quae est hostia quae pr peccatis offertur et est 'sancta sanctorum', nisi Unigenitus filius Dei, Dominus meus Iesus Christus? Ipse solus est 'hostia pr peccatis' (cf. Heb 10,12) et ipse est hostia sancta sanc torum15.

    14 In Joh VI 307. Vase Alcin u.c. 243. 15 Homil V in Levit. 3.

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  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 189

    E1 Cristo, dice san Pablo, nos am y se entreg a Si propio co rno ofrenda y victima () por nosotros a Dios en olor de suavi dad (Ef 5,2). Ni solo sacerdote ni solo corder, sino Sacerdote y corder. Cristo, sacerdote por Hijo de Dios, se entrega a Si propio, corder victima por hombre, a Dios en olor de suavidad. Quien lleva este corder al sacrificio es el Dios (= Verbo) que estaba en el hombre, Gran sumo sacerdote16. Pero gracias a la inmolacin del corder lo sacrificable del Verbo tiene eficacia sacerdotal la ac cin del Hijo de Dios. Corder y sacerdote, lo humano y divino de Jess, actan en su orden por nosotros (para quitar el pecado del mundo), y son necesarios17. Si el pecado del mundo afectara a otros que a los hombres, el Corder asumido por el Logos y sacrificado no seria la humana substancia. Mas ya que la inmolacin del Logos se dirige a quitar el pecado del mundo (= hombre), hubo de llevar la naturaleza humana, corno Corder, al sacrificio.

    Heraclen discurre de otra manera. Mientras Origenes asigna a la comunin personal entre la victima y el sacerdote, corder y Lo gos, la eficacia del sacrificio de Jess, Heraclen disocia la eficacia de ambos. Una es la eficacia del sacrificio del corder; otra la del Sacer dote Hijo de Dios. Una es la misin del cuerpo (= corder) inmola do; y otra la del Hijo de Dios, oculto en el corder.

    El valentiniano descuida la comunicacin de idiomas. Le intere sa lo traducible en lenguaje fisico; y por lo mismo la eficacia de la

    physis, sea humana sensible, sea divina invisible, de Jesus. Ahora bien, el Hijo de Dios, lo mismo en cuanto Unignito pu

    ro del Padre, que en comunin con el Mesias (psiquico y sensible), es impasible, insacrificable. Solo es capaz de inmolacin sensible y real, el Corder de Dios, el Mesias concebido y hecho pasible en el seno de la Virgen Maria18.

    En consecuencia, el Hijo de Dios, que habia vivido a lo largo de los XII meses de pblico kerygma en comunin con el Corder, una vez llegado el tiempo de la Pasin, abandon al Mesias sensible

    ( = al Corder de Dios) y le dej en soledad, para que, corno nico elemento pasible, fuera a la inmolacin de la Cruz19. Disociado el Corder de Dios cuerpo del Salvador del Espiritu divino (y de la persona del Hijo de Dios) que hasta entonces le animara, se ade

    16 In Joh VI 275 17 Cf. AlcAin, Cautiverio y redencin 243ss. 18 Exc. ex Theod. 59-60; Iren., adv. haer. 1,8,3. 19 Vanse los testimonios en Cristologia gnostica II, Madrid, 1976 p. 224ss 234ss

    251 ss.

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  • 190 ANTON IO ORBE, S I.

    lant a la muerte. Solo l padeci fisicamente y muri; solo l paso al

    sepulcro. La Pasin y muerte, asi circunscrita a la humanidad sensible de

    Jess, al margen del Salvador Hijo de Dios, no posee virtud salvifica ni redentora para los hombres sensibles (o del mundo). No es el Corder de Dios, segn el valentiniano, el que quita el pecado del mundo. El Cuerpo pasible de Jess tendr eficacia, en su orden, pa ra lo sensible y corpreo; no para algo tan divino corno la remisin del pecado. Solo quita el pecado del mundo el Hijo de Dios, hasta entonces oculto en el Cuerpo de Jess.

    iQu eficacia otorgaba, segn eso, Heraclen al sacrificio (resp. Pasin y muerte) del Cuerpo de Jess? El valentiniano se guarda muy bien de formularlo. La inmolacin del Corder de Dios no tuvo otra eficacia que la espontnea: la muerte de lo humano sensible, pa ra redencin de lo divino insensi ble. En si una cosa es la inmolacin del cuerpo; y otra la liberacin de lo contenido en l. La primera es

    indispensable para la segunda. Mientras no se disocie del cuerpo

    del Corder lo divino espiritual oculto en l, no podr salvarse, volviendo a su principio de origen.

    Mas el Espiritu (y aun el Hijo de Dios) ^no se habia ya disocia do del Corder pasible, ante la inminencia de la Pasin? Asi es. El fe nmeno, sin embargo, vale en figura. Jess se adelant a la Pasin, corno si solo fuese Corder de Dios; corno si dejara de ser Hijo de Dios; corno si fuera desposeido del Espiritu en la Pasin y muerte. Como si no tuviera eficacia salvifica sobre los hombres y tratara solo de sufrir, morir y abandonar a la cruz al sepulcro el organismo, im pedimento de la verdadera humana salud.

    Si la Pasin y muerte de Jess tienen tan pobre eficacia, corno sa crificio del Cuerpo, crcel de lo redimible salvable; por otro capitulo la tienen mayor, a saber, corno paradigma del verdadero sacrificio en tre los hombres. Jess vino a ensenar con la Pasin que la verdadera consiste en dar muerte al propio cuerpo u hombre exterior. Y

    elio, corno preliminar necesario para la verdadera Salud redencin. Mientras domine en nosotros lo sensible, viviremos en ignorancia (resp. en pecado). Solo muerto lo nico, en nosotros, sacrificable el hombre exterior podr el Hijo de Dios quitarnos el pecado del mundo ( = la ignorancia) y salvarnos.

    Y venimos a la eficacia distinta y aun diversa de la del Cor der de Dios del Hijo de Dios que quita el pecado del mundo. Mientras el destino del Corder de Dios, corno tal, es la inmolacin

    y muerte, el del Hijo de Dios oculto en l, es la destruccin del peca do del mundo.

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  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 191

    Se pregunta: iCmo acta el que quita el pecado del mundo, si no padece ni es inmolado hasta morir? Actua corno manjar. Mere ce la pena transcribir de nuevo las lineas de Heraclen relativas a la Pascua de los judios:

    Est era la gran Fiesta. Era en efecto figura de la Pasin del Sal

    vador: a la sazn no solo se sacrificaba la oveja ( ), sino que hecha manjar () ofrecia tambin descanso; y (si) en sacrificio () indicaba la Pasin del Salvador que tiene lugar en el mundo, en manjar () significaba el descanso

    que tiene lugar en las bodas ( )20.

    Digase oveja () corder, indica el corder pascual, fi

    gura de la Pasin del Salvador. El valentiniano senala, de modo implicito, dos perspectivas lo

    mismo para la Pasin del Salvador que para el Descanso ().

    Hay la Pasin que tiene lugar en el mundo ( ), y hay tambin la del Salvador en otra regin. Los valentinianos ensenaban la Pasin (mitica) de Jess en el Pleroma21, de Sofia en las fronteras entre el Pleroma y el Kenoma. Heraclen refiere el sacrificio del Corder pascual a la Pasin sensible del Sal vador en nuestro mundo.

    Hay asimismo el Descanso () en la Ogdada, y en el Pleroma22; y el reposo tambin, muy relativo, en este mundo; singu larmente en los banquetes y nupcias. Heraclen alude aqui, a prop sito de la Pascua, al descanso nupcial en el Pleroma23.

    Aparte el desdoblamiento implicito del pathos y de la anapausis a propsito de la Pascua ( = Corder pascual), en vez de situar uno y otra en el Pleroma en el mundo sensible, Heraclen coloca el sacri

    fcio de la Pascua en el mundo sensible, y el descanso (resp. manjar) de la misma en el Pleroma. Como si, segun l, el verdadero sacrificio del Corder hubiera sido el del Calvario; y el descanso de su mandu

    20 In Joh X 117 (fr. 12). 21 Iren., adx. haer. 1,2, 2ss; 3,1 y 3ss: ET 29-31.... La teologia de Espiritu Santo,

    Roma, 1966 p. 589ss; Cristologia gnostica II p. 279ss; E. Junod-J. D. Kaestli, Ada lohannis c. 94-102 t.I, Turnhout, 1983 p. 197-214; t.II p. 581-677

    22 ET 63-65; Iren., adv. haer. 1,7,1. Vase F. M. Sagnard, La gnose valentinien ne.... Paris, 1947 p. 630 ad voc. ; . Fine, Die Terminologie der Jenseits

    vorstellungen bei Tertullian, Bonn 1958 p. 136ss 152ss 155-160. 23 Cf. W. Foerster, Von Valentin zu Herakleon, Giessen, 1928 p. 9.17.76; Ph.

    Vielhauer, Anapausis (en Festschrift E. Haenchen: Apophoreta, Berlin 1964) p. 281-299; O. Hofius, Katapausis, Tiibingen, 1970 p. 88 y 200 n. 591.

    55:24 PM

  • 192 ANTONIO ORBE, S.l.

    cacin, intramuros del Pleroma en la eternidad. Tal correspondencia entre el sacrificio sensible de la Pascua y su espiritual manducacin

    pone de relieve los dos aspectos del misterioso Corder Pascua: sa

    crificable en lo exterior y manducable en lo interior. Lo visble de la Pascua, del Salvador, es inmolado () en

    la cruz; lo nico humanamente sacrifcable en este mundo. El apstol Juan lo llam Pascua (Jn 2,13): figura de la Pasin de Jess, en lo

    que tiene de sacrificio. Lo invisible de la Pascua, interior divino de Jesus, es recibido en

    manjar () intramuros del Pleroma en la final consuma cin. No sacrifcable, sino manducable, es lo nico que por divino

    quita el pecado del mundo, redime al hombre de la ignorancia, y le sostiene en la vida eterna, corno manjar de inmortalidad. El Precur sor lo contempl, con intuicin ms que proftica: Ved al que quita el pecado del mundo. El apstol Juan, al decirle Pascua, en lo

    que tiene de manjar (), caracterizaba asimismo el descan so nupcial de los 'espirituales' en el Pleroma24.

    Aspectos entranados en las dos componentes visible corp rea, e invisible divina de la Pascua: merced al sacrificio de lo vi sible se convierte el Hijo de Dios en manjar asequible al hombre. La inmolacin del hombre Jess hace del Hijo de Dios manjar de in mortalidad por quienes se inmola y para quienes se convierte en pan de vida eterna.

    La inmolacin del Corder de Dios se hizo visible en el Calva rio. La manducacin de Sus entranas lo interior y divino de El

    tendr lugar para los espirituales en el Pleroma, durante la eternidad. Los valentinianos de la escuela itlica sintetizaban asi las dos

    vertientes de sacrificio y de sacramento (resp. de victima y de

    manjar) en la Pasin y muerte de Jess. Como la figura unia en si la victima y el manjar, el sacrificio y el banquete; los juntaba tambin lo figurado, el Hijo de Dios hecho hombre: el cual, a raiz de su in molacin visible convertiase en manjar para descanso de los espiri tuales por El redimidos.

    Suponia Heraclen que, en cuanto Corder de Dios, en su natu raleza humana, Jess:

    24 Cf. Vielhauer, Anapausis 285s; W. Bousset, Hauptprobleme der Gnosis, Gt tingen, 1907, 269ss y 315ss.

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 193

    a) es sacrificable; ms an, destinado al sacrificio25; b) es incapaz de quitar el delito del mundo (fr. 10 Her.): ni por

    si, ni corno instrumento del Salvador, puede Su natura humana des truir entre los espirituales la ignorancia, llevndoles al Conocimiento divino del Padre. Nadie da lo que no tiene.

    c) es incapaz de nutrir, corno manjar de incorruptela, a los espi rituales; lo divino se alimenta con lo divino; los hombres fisicamente divinos se nutren solo del Hijo de Dios, Gnosis del Padre: inicial mente, a partir de la iluminacin en este mundo; consumadamente, en matrimonio con los ngeles (espirituales) respectivos26.

    En cuanto Hijo de Dios, invisiblemente oculto en el Corder de Dios, Jess:

    a) no es sacrifcable. Sacerdote, y no victima, el Hijo de Dios abandona su Cuerpo natura humana a la Pasin y muerte, sin padecer El ni morir;

    b) puede quitar, en los espirituales, el pecado del mundo (resp. la ignorancia del verdadero Dios), a titulo personal;

    c) disociado del Hijo del Hombre del Corder inmolado y muerto se convierte, corno Gnosis del Padre, en manjar de inmor talidad para los espirituales, dentro del Pleroma. El Hijo de Dios es lo sacramentable de Jess; lo unico que, manjar de incorruptela, se dar directa e inmediatamente a los espirituales para su eterno des canso nupcial.

    Resumiendo. Dos cosas: primera, si lo unico sacrifcable de Je ss es su naturaleza humana, lo nico sacramentable dado en

    manjar a los espirituales es su naturaleza divina, la misma que quita el pecado del mundo. Segunda, en virtud del sacrificio del Cal vario, Jess pasa de Hijo del hombre a Hijo de Dios; el sacrificio di socia al Hijo de Dios del Hijo del hombre, y le convierte, para bien de los espirituales, en manjar de vida eterna.

    Las dos vertientes de sacrificio y de manjar vinculadas al Corder reaparecen en un logion del Evangelio segn Toms (EvThom), entre los escritos de Nag Hammadi.

    25 Et 61, 4: Al decir (Me 8,31; Mi 20,19): 'Conviene que el Hijo del hombre sea repudiado, escarnecido, crucificado', se ve est hablando (el Salvador) corno de otro, evidentemente del pasible.

    26 Cf. ET 22,5; Heraclen fr. 17; ET 64; Iren., adv. haer. 1,7,1; 21,3.

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  • 194 ANTONIO ORBE. S I.

    (Ellos, los discipulos, vieron) a un Samaritano que llevaba un corde

    r y entraba en Judea. Dijo (Jess) a sus discipulos: '(

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 195

    molar lo humano en cuanto Corder de Dios, y devenir manjar de vida en cuanto Hijo de Dios Gnosis del Padre. E1 Corder del Sa maritano quedar en la cruz, para el sepulcro. Corder de Dios antes

    del sacrificio de la cruz, Jesus no puede darse a corner a los Suyos en cuerpo (substancia sensible, mortai) y en Espiritu (substancia divi na) ; equivaldria a nutrir hombres espirituales con Cuerpo (o Car ne) dotado de vida mortai. Primero ha de inmolar su Cuerpo y darle muerte; para luego vivir y nutrir del Espiritu oculto en l.

    Mientras est vivo con vida sensible y corprea no le co rner ningn espiritual: ni el Samaritano ( = Jess) ni sus discipulos.

    Ms all del lugar del sacrificio (del Corder), est la regin del descanso: la sala del banquete nupcial y el propio tlamo, el Piero ma, hacia donde se dirige a la postre el Samaritano.

    Jess aconseja a sus discipulos que busquen tambin ellos un si tio para descanso; donde, una vez sacrificado el Corder y disociado por muerte (cadver), se alimenten del Espiritu divino, manjar de inmortalidad en que se habr convertido lo invisible del Corder.

    El Maestro recomienda a los Suyos que no pongan el lugar del descanso en Samaria, corno la samaritana del Evangelio 29, sino en el mismo lugar el Pleroma a donde se encamina l. De lo contra rio espirituales corno son y vivientes, se volvern cadveres, igual que los habitantes natos de Samaria; y corno la Samaritana del Evangelio unida a los seis cifra de la vida material de corrupcin y sentidos sern manjar de samaritanos, muerta manjar de muer tos (cf. Mt 8,22)30.

    En el fondo el EvThom 60 discurre corno Heraclen (cf. fr. 10 y 12). A diferencia del valentiniano, extiende las dos vertientes del Corder sacrificio y manjar a los discipulos de Jess. Tambin los pneumticos, hijos naturates de Dios en carne mortai, poseen su dicotomia humano divina. Samaritanos vivientes en el mundo sensi ble, tienen su corder u hombre sacrificable, llamado a la muerte y corrupcin; y su ms que corder, el hombre interior divino no-sacrificable, destinado al descanso en posesin de la Gnosis del

    Hijo, manjar de eterna Vida. * *

    29 Heraclen fr. 17 30 Lo confirma Evang. sec. Phil. 93: Este mundo es un devorador de cadve

    res; todo lo comido en l es (cadver). Vase ms adelante p. 201. Los comentaristas de EvThom 60 no disimulan su desconcierto. Vanse entre

    otros J. Doresse, L'Evangile selon Thomas, Neuchtel 1961 p. 85s; J.-E. Mnard, L'Evangile selon Thomas, Leiden 1975 p. 161.

    55:24 PM

  • 196 ANTONIO ORBE, S I.

    La doble dimensin del Corder sacrificio y manjar se ba sa en la Escritura. Y no tanto en Jn 1,29 (resp. Jn 1,36), Apoc 5,6 31, testimonios del aspecto sacrificial, cuanto en las prescripciones figu rativas del Exodo (c. 12), con sus tres elementos: muerte del Corder

    pascual, crismacin de las puertas en su sangre, manducacin32. Desde muy pronto vieron los cristianos en la Pascua (Ex 12)- la figu ra de Cristo, inmolado y dado en manjar. Armonizaban asi lugares complementarios del Apstol y del evangelista Juan.

    Ya que 'el Verbo se hizo carne' (Jn 1,14), tambin dice el Senor (Jn

    6,53-56): 'Si no comis la carne del Hijo del hombre y bebis su san

    gre, no tendris vida en vosotros. Quien come mi carne y bebe mi san

    gre tiene vida eterna y yo le resucitar en el ltimo dia. Pues mi carne

    es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. Quien come mi

    carne y bebe mi sangre permanece en mi y yo en l'. Est es la carne

    del Corder que quita el pecado del mundo, y est la sangre de que conviene ungir las dos jambas y el dintel en las casas donde comemos

    la Pascua (cf. Ex 12,7); y de las carnes de este Corder conviene nu

    trirse al tiempo del mundo, a saber de noche ... Porque el Verbo de

    Dios no es solo carne. Dice en efecto (Jn 6,48): 'Yo soy el pan de la

    vida'. Y (Jn 6,50s): 'Este es el pan que baj del cielo para que uno co

    ma de l y no muera. Yo soy el pan viviente que descendi del cielo; si

    uno comiere de este pan vivir para siempre'33.

    La Pascua, en sacrificio y nutrimento, era figura de Cristo, victima y manjar; y no es extrano que el cristianismo lo relevase de mil maneras.

    En la especie ovina, el vigor lo posee el carnero34, la debilidad el corder (resp. la oveja). En Jess, el vigor pertenece al Verbo, Hijo de Dios; la debilidad, al hombre Hijo del hombre. De las dos subs

    31 Y vi en medio, delante del trono... un Corder en pie, corno degollado. 32 Cf. R. Cantalamessa, L'Omelia In S. Pascha dello pseudo-Ippolito di Roma, Milano 1967 p. 307.

    33 OrIgenes, In Joh X 99 34 Heraclen fr. 10. Anlogo pensamiento en Eusebio de Emesa: Lo de

    'cogido por los cuernos' (Gen 22,13), el siro y el hebreo dicen 'colgado' para indicar mas claro la cruz. Lo de 'carnero' () perfila lo propio. No dijo corder, joven, co rno Isaac, sino 'carnero', adulto, corno el Senor (entre los fragmentos asignados a s. Melitn: fr. XII en SCh 123 P. 236). Para la restitucin del fragmento a Eusebio de Emesa, G. Mercati, A quale tempo risale II Siro dei commentatori greci della Bibbia, en Biblica 26,1945,1-5; R. Devreesse, Les commentateurs grecs de l'Octateuque et des Rois, Studi e Testi 201,1959,25 y 74; M. Richard, Opera Minora I, Turnhout, 1976,(7) 310.

    Ddimo se hace eco del mismo contraste: Expos. in Psalmos PG 39,1309 D (in Ps 28,1); Psalmenkommentar Teil III ed. M. Gronewald, Bonn, 1969 p. 6 (in Ps. 29,1)= A. Kehl, Der Psalmenkommentar von Toura Quaternio IX, Kln, 1964 p. 52 y 116. Igualmente san Basilio, In Ps. 28 (PG 29,284 AB).

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 197

    tancias, fisicamente antitticas, visible e invisible, pasible e impasible, de Jess, solo era segun Heraclen apta para el sacrifcio de la cruz la humana pasible; y para manjar la divina impasible.

    No por eso merecia desprecio el Corder en su debilidad. Lo di ce expresamente el Evangelio segun Felipe ( = EvPhil):

    No menospreciis al Corder, pues sin l es imposible ver la puerta. Nadie podr, desnudo, allegarse hasta el Rey35.

    La puerta de acceso al Pleroma, tlamo nupcial, solo se abre en vir tud del sacrificio del Corder. Ha de ungirse (miticamente) corno las jambas de las puertas de Israelitas en la sangre del Corder.

    El proprio Salvador no quita directamente, corno puro Unigni to del Padre, el pecado del mundo. Ha de hacerse hombre, Corder, y, destruido lo humano con la muerte, volver a lo que primero era, convertido en manjar de los espirituales, no sin haberles indicado el camino para, tambin ellos, sacrificar lo sensible, y volverse espiri tuales puros, capaces de nutrirse directamente del Hijo de Dios.

    Nadie en efecto podr, desnudo, allegarse hasta el Rey. Nin

    gn hijo de Sofia, y por ende espiritualmente enfermo (femenino), es

    capaz de adentrarse en el Pleroma, donde reside corno Rey el Unig nito de Dios, y verle. Primero ha de venir a este mundo, y endosar su corder, esto es la naturaleza pasible, para hacer mritos en ella, hasta sacrificarle a ejemplo de Jess, desnudarle, y hacerse capaz de recibir de hito en hito corno puro espiritu (masculino) el man jar de inmortalidad, a vista del Hijo de Dios.

    Los componentes de Jesus explican en Su sacrificio paradig ma del sacrificio de la Nueva Ley un fenmeno, muy superior al de los vulgares sacrificios de la antigua ley. Se lee en EvPhil:

    Lo que se les ofrendaba (a las Potencias del Demiurgo), se les ofren

    daba vivo; mas luego de ofrecido, estaba muerto. El Hombre ( = Cris

    to) fu ofrecido muerto a Dios, y adquiri vida36.

    A los sacrificios animales del A.T., hechos al Demiurgo a los siete Arcontes identificados con l, se opone el sacrificio del Hombre pecu liar al N.T. En los sacrificios de la Ley mosaica inmolbanse 'vivien

    tes', esto es animales (); que, en virtud del sacrificio, de animales se volvian 'cadveres', inanimales. Por su medio, el Demiurgo esclaviza

    35 EvPhil 27 36 EvPhil 14.

    55:24 PM

  • 198 ANTONIO ORBE, S I.

    ba a los hombres, obligndoles al culto animai sensible, a cambio de su proteccin37. Los seducia y evitaba su verdadera Salud.

    Los sacrificios paleotestamentarios servian al Demiurgo para te ner a raya al hombre, de quien sospechaba, por su linaje, un destino

    superior (espiritual); y hacer de l su esciavo. E1 sacrificio de la Nueva Ley est en consonancia con el rgimen

    de libertad del hombre, llamado por su linaje (), a la co munin de vida con el Dios Bueno. A diferencia de los animales ofrecidos al Demiurgo (a sus Arcontes), en el N.T. ofrcese al verda dero Dios el Hombre (espiritual), en rgimen de muerte, a fin de

    adquirir, en virtud de la inmolacin, la Vida de Dios. Si en el A.T. el sacrificio daba muerte al animai, hacindole 'cadver' inanimado, en el N.T. la inmolacin da vida al que estaba muerto. volvemos a la

    ideologia de Heraclen y de EvThom.

    Paradigma del espiritual habitante de Samaria, en rgimen de muerte38, Jess sube a la cruz para destruir al hombre exterior que le mortifica. Sube muerto y es vivificado. El espiritual, hasta enton ces muerto, inicia su verdadera vida, en absoluta y pura desnudez de espiritu.

    A su imagen, todo individuo espiritual debe inmolar a Dios el cadver (hombre exterior, mundano) que arrastra en este mundo, pa ra nacer a la verdadera Vida.

    He ahi el verdadero culto de la Nueva Ley, el sacrificio inicia do, corno en paradigma, por Jess en el Calvario, y extendido a sus

    discipulos, en el Bautismo de perfeccin. Los sacrificios del A.T. servian al Demiurgo para retener al

    hombre a su servicio quitndole la libertad de los hijos de Dios, y atajndole en el camino de la salud. El sacrificio del N.T. libera al hombre de todo vinculo de esclavitud y muerte, y le otorga, con la Vida divina, la Salud a que Dios le llama.

    37 EvPhil 13-14 Los Arcontes (resp. el Demiurgo) quisieron seducir al hombre, porque veian que era del linaje () de los buenos de verdad. Tomaron el nom bre de lo que es bueno y se lo dieron a lo no bueno, para, con los nombres, poderlo enganar y vincularlo a lo no bueno... Querian en efecto quitar (al hombre) el libre al bedrio y hacer de l esciavo suyo perpetuo. Hay Potencias que otorgan al hombre (lo que sea) con tal que no se salve. Su intento es dominar al esciavo. Pues si el hombre se salva, adis sacrificios de animales...

    38 Vase ET 80: El (hombre espiritual) que engendra la Madre es llevado a la muerte y al mundo (= muere al nacer a este mundo). El (h.e.) que Cristo regenera (con la Gnosis, bautismo de perfeccin) es trasferido a la vida, a la Ogdada. Los tales ( = los regenerados) mueren para el mundo, pero viven para Dios; de forma que la muerte ( = el rgimen anterior de vida sensorial) es destruida por la muerte (resp. por el sacrificio) y la corruptela por la resurreccin.

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 199

    Los Arcontes del AT nutrianse de sacrificios animales. No vi viendo ellos con Vida verdadera ( = espiritual) sostentarne con sacrificios muertos.

    En el NT todo cambi. Merced a la inmolacin de Cristo en cruz comenzaron a nutrirse de Vida los vivientes. Lo indica el Evan gelio segun Felipe:

    Antes de la venida de Cristo no habia pan en el mundo. Asi corno en el Paraiso donde estaba Adn habia muchos rboles para alimento de los animales (); no habia trigo corno alimento del hombre. El

    hombre alimentbase corno los animales. Mas en viniendo Cristo, el

    Anthropos perfecto, trajo pan del cielo para que el hombre se nutriese

    del manjar del hombre39.

    El hombre interior 'espiritual divino' necesita manjar vivo, ali mento de Espiritu. Antes de Cristo, el Hombre perfecto, ignorbase en el mundo otro manjar que el de las bestias, corruptibe; inadecuado pa ra el hombre 'espiritual'. Llegado Cristo, Pan perfecto, vehiculo de la Vida de Dis, comenzaron los hombres a gustar el alimento 'humano', Espiritu viviente del Anthropos.

    Aunque el autor valentiniano simplifique, corno si el cambio de

    rgimen de manjares bestiales al trigo manjar del hombre hu biera ocurrido con la simple parusia de Cristo entre los hombres; de be entenderse a la luz del logion precedente ( 14). Cristo comenz a ser trigo (de los hombres espirituales), en virtud de la inmolacin (y destruccin) de la espiga, y abandono de la paja (resp. de lo mortai). Muerto en la cruz se vuelve trigo en Su pureza divina.

    Apurando, se hace Manjar y Bebida: manjar en cuanto Logos, bebida en cuanto Espiritu Santo.

    La carne y la sangre decia el Apstol (1 Cor 15,50) no

    pueden heredar el reino de Dios. Alude, segun el autor valentinia

    no, a la carne y sangre sensibles. Materiales y corruptibles corno son, no pueden heredar el reino del Espiritu. Le heredan en cambio la verdadera carne y sangre, los componentes del hombre interior.

    Evang. sec. Phil. 15.

    55:24 PM

  • 200 ANTONIO ORBE, S.l.

    tCul es la que no heredar? se pregunta el annimo valentiniano;

    y responde : La (carne y sangre) que hemos revestido nosotros (al venir a este mundo). Y cul es la que heredar? La (Carne ver

    dadera) de Cristo y su Sangre. Por eso dijo (cf. Jn 6,53ss): 1 que no

    coma mi Carne ni beba mi Sangre no tiene Vida en l'. Su Carne es el

    Logos, y su Sangre el Espiritu Santo. Quien los ha recibido tiene man

    jar y bebida y vestido ...40

    Carne y Sangre invisibles se esconden en la carne y sangre visi bles del Salvador. Aquellas, no stas, heredarn el reino de Dios, porque 'autnticas', no sujetas a corrupcin pasin y muerte, desti nadas a ser manjar y bebida de los hombres 'espirituales'. Inmolado Cristo en su carne y sangre sensibles, se convierte Carne y Sangre impasibles en el origen (y nutrimento) de la humana Salud.

    EvPhil perfila en otra parte una idea similar. Hay dos modos de labrar la tierra: la labranza comun de la tierra sensible, de que se nu tre el hombre terreno, al igual que los animales del campo; y el tra

    bajo del Hombre perfecto (= Cristo) en su propia Tierra (carne en Cruz) con ayuda de los arcontes (resp. los judios). Fruto de este se

    gundo trabajo seria, en Cristo, el manjar destinado a los hombres.

    El hombre (comn) labra el campo con los animales domsticos. Gracias a eso, se nutre (y hace vida) con las bestias, domsticas y no

    domsticas. Igualmente, el Hombre perfecto (= Cristo) labra con

    las Potencias (arcnticas) que le obedecen, y lo dispone todo para ser labrado ...41

    Lo que el vulgar labrador con los animales, logra a Su nivel Cristo con los arcontes del Demiurgo. Dispone la propia Tierra Su pro pia Carne y Sangre para ser abierta y rota, en la Cruz, y fructifl car en trigo.

    A no venir todo gobernado por el Anthropos perfecto, Cristo, los hombres se devorarian unos a otros, porque no encontrarian

    manjar que les conviene.

    Pero ahora (con la venida de Cristo) han hallado alimento, por

    que el Hombre trabaj la Tierra42.

    40 EvPhil 23 41 EvPhil 40. 42 EvPhil 5.

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 201

    'Trabajar la Tierra' equivale a labrarla con la Pasin y muerte, abrir y dar muerte al Cuerpo de Jess para sacar de l el alimento (divino) conveniente a los hombres.

    Los dos logia 40 y 58 contienen la misma doctrina. Cristo se va le de los Arcontes, figurados por los judios, para labrar Su Cuerpo sensible (resp. el Cristo psiquico) y deshacerlo a fin de disponer su interior de Carne y Sangre invisibles, Logos y Espiritu para ali mento de los hombres 'verdaderos'.

    Este mundo segn otro logion del EvPhil es un devorador de ca

    dveres; todo lo comido en l lo es (= es manjar 'cadver'). La Ver

    dad 43 es un devorador de vida. [Por eso] ninguno de los que se nu

    tren [de la Verdad, en la Verdad, puede] morir. Jesus vino de [aquel]

    lugar (= del Pleroma) y trajo alimentos; y a quienes lo quieren otorg

    [la Vida] para que no mueran 44.

    El mundo sensible se nutre de cadveres. Todo lo sensible est con denado a la corrupcin. Los hombres terrenos son 'muertos'; no tie nen en si vida. Unicamente en el interior de los 'muertos', entre los hombres espirituales, hay 'vivientes' individuos, con principio de vida, llamados a serio de lleno.

    He ahi, por oposicin al mundo sensible, el reino de la Verdad, el Pleroma, origen y destino de 'vivientes'. Del Pleroma proceden, a la postre, los hombres interiores; y a l irn a parar, para

    alimen

    tados de la Gnosis de Dios vivir de la Verdad. Los espirituales insertos en este mundo arrastran consigo un ca

    dver lo sensible y terreno, el hombre exterior . A la hora de la verdad, al disociarse en sus elementos, abandonan el 'cadver' al mundo visible para que lo devore y consuma. A raiz de la Gnosis, sa crifican el hombre exterior, ajeno a sus personas, y se dirigen por me diacin del Hijo a la Verdad, su reino de origen.

    Sin mencionar el sacrificio de Jess, EvPhil 93 alude, en forma

    velada, al cambio operado entre los espirituales, de la muerte (previa a la iluminacin) a la Vida de la Gnosis. Lo que ocurre entre los es

    pirituales se anticip, corno en paradigma, en la inmolacin de Jesus. Se dibuja, corno paradigma del sacrificio agradable a Dios, la

    inmolacin del Anthropos perfecto, en la cruz, para manjar de vi

    43 E1 Pleroma, regin de la Verdad. 44 EvPhil 93

    55:24 PM

  • 202 ANTONIO ORBE, S I.

    vientes. En virtud de Su sacrificio, abandona en la cruz todo lo 'muerto', ajeno a su persona, para convertirse en Pan vivo, de 'vi vientes'. De donde la atrevida expresin 'Dios devorador de hom bres': corno si el verdadero Dios, autor del Espiritu, fuese a alimen tarse de solos 'hombres' espirituales45.

    A ejemplo de Cristo, los gnsticos, hijos del Anthropos, no en cuentran descanso () en un mundo corno el nuestro, en

    que solamente los animales tienen sus madrigueras y sus nidos.

    Dijo Jess [Las zorras tienen sus madrigueras] y las aves su nido; mas

    el Hijo del Hombre no tiene sitio para reclinar su cabeza y descansar

    (cf. Le 9,58)4

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 203

    En vez del Corder de Dios inmolado y hecho manjar en la cruz, se presenta Jess clavado en la cruz, rbol simultneo de Conocimiento

    y Vida, hecho Fruto de l. Primero es la crucifixin inmolacin (y muerte); despus, la conversin en manjar (de salud) y causa de ale

    gria para cuantos, extraviados un tiempo por el mundo y hallados corno la oveja perdida, son invitados a corner de l49.

    Sacrificado en la cruz, y hecho fruto del rbol de la cruz, Jesu cristo resplandece corno manjar de bendicin y descanso.

    EvVer declara asi la eficacia de la cruz, en su ms alta dimen sin a favor de los elegidos (o espirituales), hijos naturales de Dios, en dispora por el mundo. Su mxima y ms calificada eficacia estu vo en hacer de Jesucristo pura Gnosis personal del Padre, manjar de eterna Vida para solos espirituales. Razn presumible: porque Jess abandon en la cruz todo lo sensible asumido para su misin terre na, y decant lo personal divino, tornando a su primer ser Hijo Unignito del Padre mediador necesario entre Dios Padre y los miembros de la Iglesia espiritual llamados a Su Conocimiento.

    En el fondo, tambin el Evangelio de la Verdad disocia las dos realidades humana y divina, sacrificable y sacramentable

    del Corder Pascual. No se da en manjar, corno fruto de Gnosis, lo

    que va derechamente al sacrificio, enclavado en la cruz. Ni hay por ende identidad perfecta entre el Crucificado y el Fruto del rbol de la cruz. Es inmolado lo que de la cruz pende a vista de todos, condena do al sepulcro y al olvido. Lo que no es Vida ni principio de Vida. Convirtese en Manjar, lo divino oculto en el crucificado: el Hijo de Dios, Gnosis del Padre.

    Segun descubriamos en el Evangelio de Felipe 935 , hay en Jess su parte de 'cadver', lo que procede del mundo sensible y vuelve a l; y de 'Viviente', lo que procede de la Verdad y vuelve a la Verdad. Lo segundo, adems de inmortai e incorruptible, ajeno a la Pasin y muerte en cruz, se convirti en manjar de Vida. No slo 'vi

    viente', sino alimento de Vida para los espirituales. A raiz de la muerte sensible de Jess, desapareci la economia

    de la Ley, que discenda manjares, unos licitos y otros ilicitos, muer tos que traen la muerte y vivos que traen la vida. Todos se redujeron a uno, fruto del rbol de la Gnosis, dador de Vida inmortal. A partir

    49 Cf. EvVer . 31,35/p. 32,30. 50 Arriba p. 201.

    55:24 PM

  • 204 ANTONIO ORBE. S I.

    del Calvario, desaparecido lo mortai, se dej sentir el Arbol de la Vi da: el Hijo, Gnosis del Padre, origen de la Verdad Vida de Dios

    para los 'gnsticos'. Hay que penetrar en el misterio de la Cruz, para, disociado de

    Cristo lo sensible y mortai, nutrirse directamente de lo divino en de finitiva Iluminacin. A la Ley mandato del Demiurgo que, desde los dias del Paraiso de Adn (Gen 2,16s) y a lo largo del A.T. autori zaba unos alimentos y prohibia otros, sigui sin mandato ni ley alguna, sin frontera ni limitacin el Evangelio, compendiado en el

    Salvador, Arbol de Vida Gnosis, revelado al mundo.

    Este Paraiso (del N.T.) [es el sitio] donde me dirn: '[Come de ] este

    no comas [de aquel, segn] gustes. El sitio donde comer de todo,

    pues alli se encuentra el rbol de la Gnosis. Aquel dio muerte a Adn;

    pero aqui el rbol de la Gnosis vivific al hombre51. La Ley () era el rbol. Tiene el poder de dar el conocimiento del bien y del mal.

    No le separ del mal, ni le fij en el bien, sino que dispuso una muerte

    para quienes comieran de l. Pues al decir 'Come de esto, no comas de

    aquello' vino a ser el principio () de la muertei2.

    En el A.T. la Ley otorgaba el conocimiento del bien y del mal, pero a nadie apartaba del mal ni le fijaba en el bien. Mas an, a quienes se alimentaban de la Ley disponiales para la muerte, corno

    manjar a la postre de corrupcin. En consonancia con la Ley estaban los sacrificios. Eran inmola

    dos animales bestias, por no ser verdadero Dios aquel a quien eran inmolados.

    En el N.T., a raiz del sacrificio del Corder, principi el rgimen de la unica verdadera inmolacin: la del hombre. Entindase: no la del hombre animai, externo ('cadver'), sino la del espiritual, interno

    ('viviente'). A travs del Evangelio segun Felipe53 se perfila la imagen del

    Salvador Anthropos perfecto sacrificado en la cruz a Dios Pa dre ( = 'Printer Anthropos') para alimento (resp. gnosis) de hombres

    espirituales.

    51 No todos los gnsticos razonaban igual en torno al rbol de la Gnosis. Los ofi tas lo colocaban sin reparo en el Paraiso; y de l gustaron Adn y Eva. Iren., adv. haer.

    I,30,7-8j; e igual Apocryphon Johannis BG p. 64,1-4. Cf. E. Junod/J. -D. Kaestli, Acla Iohannis, t.II, Turnhout, 1983 p. 648; J.-E. Mnard, L'Evangile selon Philippe, Paris, 1967 p. 212.

    52 Evang. segun Felipe 94 53

    Cotejando el 50 con el 93.

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 205

    Aparte de eso, la identidad hombre = dios u hombre = viviente, ca racteristica del espiritual gnstico, se opone a la identidad animai = ar conte animai = cadver. La inmolacin del 'hombre' = dios, en cuan to sensible, no compromete la vida divina del inmolado; ni le hace 'ca dveri, corno en el caso de la inmolacin del animai. Este ltimo no se vuelve 'cadveri en virtud del sacrificio; lo era ya antes. Asi corno el hombre no se vuelve 'cadveri en virtud de la inmolacin; 'viviente' co rno era, se vuelve manjar de Vida para los dems.

    Aplicadas tales categorias al Salvador crucificado y muerto, se

    impone la distincin fundamental entre:

    a) el Corder corno tal, pasible y capaz de morir, que corno ani mal y no-viviente queda en la cruz y pasa al sepulcro;

    b) el Anthropos ( = Hijo de Dios), impasible e inmortai, que co rno viviente (= de espiritu divino), se convierte en manjar de Vida divina para los escogidos.

    A pesar de la categoria animai del Corder de Dios, y su destino al sepulcro y corrupcin, ningn valentiniano se atreveria a despre ciarle. La economia de la humana salud afecta a individuos dispersos en el mundo sensible; y por lo mismo, insertos en elementos extra iios, no vivientes (resp. el cuerpo carnai, el hombre hilico y el hom bre animai). Dispuesto por etapas a la Iluminacin gnostica merced a la disciplina normal humana, podr el individuo espiritual

    abandonados los elementos extranos adquirir en desnudez la Vida a que es llamado.

    Igual le ocurre en paradigma al Salvador. A fin de 'salvar' ilu minar corno Gnosis personal del Padre a la iglesia de los espiri tuales, conviene que el Hijo de Dios endose elementos extranos, y se vuelva fisicamente Corder de Dios, apto para subir a la cruz e in molarse. Solo corno Corder y dbil es asequible el Hijo de Dios a los hombres: en su aparicin, predicacin, milagros ... Y solo en cuanto Corder podr vencer, muriendo, a la muerte; y devorar con la Pasin y Muerte la muerte generosamente asumida, en benefi cio de los hombres, con su epifania en el mundo.

    Despojados de la carne y de todo lo extrano al hombre interior, podrn los espirituales ir al descanso54. Asi corno despojado el Sai

    54 Cf. EvPhil 63: Mientras estamos en este mundo, nos conviene obtener la re

    surreccin, a fin de que, despojados de la carne (), vengamos a parar al reposo () y no andemos errantes en el medio (). Para el abandono de la carne, vase Epistol. Jacobi Apocrypha (Cod. Jung) p. 14,35s y los paralelos registra dos ad loc. en la ed. princeps p. 78s.

    55:24 PM

  • 206 ANTONIO ORBE, S.l.

    vador de la carne se convierte en objecto de descanso y manjar para los espirituales.

    Penetramos mejor ahora las lineas del Evangelio de la Verdad. Clavronle (al Salvador) a un madero, disocindole del hombre exterior, muerto llamado a la muerte. Y vino a ser en Su divini dad pura Fruto del Conocimiento del Padre. Lejos de ser causa de perdicin para cuantos de E1 gustaron corno lo es la gnosis carnai de la mujer, que esclaviza a sus hijos a la materia y los mor tifica vino a ser para ellos causa de alegria (y descanso) 55, co rno manjar de inmortalidad.

    Y entendemos, en la linea de Heraclen (fr. 12), que si la Pas cua, en sacrificio () indicaba la Pasin del Salvador en el mundo, en manjar () significaba el descanso nupcial, en

    gnosis espiritual con Dios por comunin con el Hijo56. Podrn an vagar imprecisos algunos perfiles. Una cosa es bien

    clara. Para los valentinianos, sacrificio y manjar se juntan en el Sal vador que sube a la cruz: el sacrificio en lo visible, pasible y mortai; el manjar en lo divino, impasible e inmortal. Los gnsticos, a lo He

    raclen, solo reconocen por manjar suyo sacramentai el Cuer

    po Sangre impasibles de Jess, a saber el Verbo y el Espiritu Santo.

    Aunque vinculan al Cuerpo y Sangre sensibles de Jesus el mrito de la inmolacin en Cruz, indispensable para dar paso al sacramento

    del Verbo y del Espiritu, manjar de los hijos de Dios. Se vislumbra el escndalo que tal doctrina hubo de despertar en

    tre los eclesisticos, mayormente entre los de la linea ireneana. Y vengamos al estudio de la tesis paralela de los eclesisticos, en

    los dias de mayor friccin con la gnosis heterodoxa.

    II

    Ireneo, adv.haer. Ili, 11,8

    Seria de inters descubrir entre los eclesisticos del siglo II testi monios paralelos de los mismos dos aspectos, de inmolacin y de

    manjar, vinculados a Cristo, nuestra Pascua. La critica57, no los

    55 Ver . 18,24ss 56 Cf. Origenes, In Joh 117. 57 Atenta a las pginas derechamente sacrificiales y eucaristicas del adv. haer. IV,

    17ss. A ellas acudia el P. de La Taille, Mysterium Fidei passim; y se refieren hoy los tratadistas de la Eucaristia entre los PP. Vase ltimamente L. Lies, Wort und Eucha ristie bei Origenes, Innsbruck, 1978 p. 58.150.153. 175-176 et passim.

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 207

    ha descubierto, no parece haberlos presentido en algunas afirma ciones de Ireneo, sobre el temer cebado de la fbula del Hijo pr digo. Escribe el Santo a propsito de la indole sacerdotal del tercer Evangelio:

    Id vero quod est secundum Lucam (evangelium), quoniam quidem sa cerdotalis characteris est, a Zacharia sacerdote sacrificante Deo (cf. Le 1,9) inchoavit. Iam enim saginatus parabatur vitulus!8, qui pr in

    ventione minoris filii inciperet mactari ( )59.

    Desde las lineas iniciales se adivina el colorido sacerdotal del tercer Evangelio. Lucas orquestar el sacrificio de Jess. El rito del sacer dote Zacarias (cf. Le 1,5), padre de Juan Bautista, prenuncia la in molacin () del 'temer cebado' (= Cristo). Sin identificar ex

    pressis verbis el temer cebado, lo descubre claramente Ireneo por via indirecta. Habia de ser muerto (y consumido en manjar) pr in ventione minoris filii: en serial de fiesta por haber sido hallado el

    Hijo menor; no advirtase bien la diferencia para ser encontra do, sino por haber sido encontrado.

    El 'temer cebado' figura para Ireneo al Hijo de Dios hecho hombre. El obispo de Lin inaugura asi un simbolismo llamado a

    generalizarse entre los grandes escritores eclesisticos 60. Lo que para

    58 Le 15,23s (Vulg.) Et adducite vitulum saginatum, et occidite, et manducemus et epulemur: quia hic filius meus mortuus erat et revixit: perierat et inventus est (cf. 15,32).

    59 Iren., adv.haer. 111,11,8,204ss. E1 pasaje no figura en H. Moll, Die Lehre von der Eucharistie als Opfer, Bonn, 1975, 156-178. Algo dije en Parbolas evanglicas en San Ireneo I, Madrid, 1972, 185ss.

    60 Gregorio de Elvira, tract. XIX 19: Sacerdos, inquam, hic noster pr salu te non unius alicuius hominis aut generis, sed pr toto mundo non opimum animai aliquod obtulit, ut faciebant veteres sacerdotes, sed semetipsum in sacrificio dedit, dum velut agnus sine malitia apud Hieremiam ducitur ut sacrificetur (Jer 11,19) vel dum sicut ovis apud Esaiam ad iugulationem rapitur ut immoletur (Is 53,7), vel dum sicut vitulus in evangelio pr converso filio mactatur ut laetitia conparetur (le 15,23). Rufino, de bened. patr. 11,16 (214,24ss): taurum (Gen 49,6) etiam ipsum dici Dominum invenimus, illum qui occisus est pr salute et reditu flli paenitentis; 11,22 (218,7ss) Etenim si Dominus et Salvator noster, cum figuram tauri dignatur adsumere, taurus pinguis et saginatus paenitenti filio dicitur iugulari, cur non eodem modo his qui ad beatitudinem perveniunt, panis pinguis esse dicatur?... san Agustn, Sermo Caillau II, 11 7 (PLS 2,431 A) Iussit occidi et vitulum saginatum, id est, ut admitteretur ad mensam, in qua Christus pascitur occisus: unicuique enim de longinquo venienti et ad ecclesiam concurrenti tunc occiditur, quando praedicai tur occisus, cum ad corpus eius admittitur. Occiditur vitulus saginatus, quia qui pe rierat inventus est; Quaest. evang. 11,33 (PL 35,1346) Vitulus saginatus, ipse idem Dominus (est), sed secundum carnem satiatus opprobriis. Quod autem imperai ut adducant eum, quid aliud nisi ut praedicent eum, et annuntiando venire faciant in exhausta fame viscera filii esurientis? Nam etiam ut occidant eum jubet, hoc est, ut

    55:24 PM

  • 208 ANTONIO ORBE, S I.

    el IV Evangelio el Corder de Dios (Jn 1,29), era segun la parbo la lucana el Virtulus saginatus. Temer, hombre no sujeto al yugo del pecado; y por ende, puro e inocente corno el Corder. Cebado,

    por su condicin divina que le habilita para salud del mundo. Humanamente sacrificable, y conducido a la inmolacin, pasa

    corno el Corder a ser manjar. Vitulus enim ille nos dir s.

    Agustin 61 in corpore et sanguine Dominico et offertur Patri, et

    pascit totam domum. A diferencia del holocausto, en que la inmolacin acaba con lo

    sacrificado, el vitulus saginatus es inmolado para ser comido: destina do al banquete con que el padre celebra el retorno del Hijo prdigo.

    Los dos aspectos sacrificio y manjar se insinan levemente en el texto lucano (Le 15,23): Traed el temer cebado, sacrif cad(lo) y comindo (lo) hagamos fiesta62. Aplicados por Heraclen

    mortem ejus insinuent: tunc enim cuique occiditur, cum credit occisum. 'Et epule mur, inquit: hoc ad laetitiam valet propter illa quae consequenter dicit: Quia hic fi

    lius meus mortuus erat et revixit; perierat et inventus est'. Et istae epulae atque festi

    vitas nunc celebrantur per orbem terrarum Ecclesia dilatata atque diffusa. Vitulus

    enim ille in corpore et sanguine Dominico et offertur Patri, et pascit totam domum.

    Cromacio, prolog. tract. in Mt 7 (188ss) con manifiesta inspiracin en san Ireneo:...

    Unde non immerito hic solus evangelista ( = Lucas) vituli illius saginati fecit men

    tionem, qui pr salute ac reditu perditi filii in gaudium exultantis patris occiditur; serm. XV,3 (68,84ss) Abraham tunc Domino vitulum occidit (cf. Gen 18,6); ille

    (= Dominus) pr salute filiorum eius seipsum hostiam obtulit. [san Jernimo],

    De duobus fliis 11 (PL 30,256 BC [1846]) Addidit et vitulum saginatum jugulan dum in convivii exhibitione; sine dubio Dominum nostrum Jesum Christum, quem dedit Pater in victimam pr salute nostra: quem vitulum nominat propter hostiam

    corporis immaculati. Saginatum autem vere dicit: quia pinguis et opimus intantum

    est, ut pr totius mundi salute sufflciens sit odorem suavitatis et nidorem immolatio

    nis ad Deum mittere, et pr omnibus exorare. Propter quod etiam mystica ratione

    dictum est, Patrem dare aliis immolandum hunc vitulum, ipsumque gaudere et epu lari in vidima vituli sui. 'Sic enim dilexit Pater hunc mundum ut filium ejus unicum

    pr salute sua daret' (Jn 3,28). Non ergo ipse immolavit, sed aliis immolandum tra

    didit: emittente enim Patre, consentiens Filius ab hominibus passus est. Ipse autem

    qui fide nostra pascitur, et Filii sui pr nobis immolatione laetatur et gaudet, et in

    reditu filii sui gaudens creator, acquisitione populi credentis epulatur. [Tefilo],

    Allegor. Ili c. 10 ed. Zahn p. 74,12s Per vitulum occisum Christum pr Adam, sci

    licet pr gentibus significat passum. De singular inters el testimonio de s.

    Cirilo Al., Jn Lucam 15 PG 72,805 B: Quieren algunos referir el temer cebado a

    la persona de Nuestro Salvador, a quien el Padre sacrific, por haberse decidido el

    hijo a volver (o por haberse inclinado el hijo a la conversin); y algo despus (PG

    72,809 BC): Mas iquin (otro) es el temer cebado, sino decididamente Cristo, la

    victima inmaculada, que quita el pecado del mundo, el inmolado y tornado en manjar

    ( )? En efecto, por cuanto endos la carne de naturaleza

    irracional y animai, aunque la hubiera colmado de los propios (titulos de) gloria, concibese 'temer', ignorante del yugo de la ley del pecado; y 'cebado' por el miste

    rio segn Cristo predeterminado antes de la creacin del mundo, victima tremenda y

    grande, de que es concedido participar a cuantos se apartan del pecado. 61 Quaest. Evang. II, 33 fin 62 Cod. D traed el temer cebado y sacrificatalo) y comamos y hagamos fiesta;

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 209

    a la Pascua, los refiere Ireneo claramente al temer cebado, y por el mismo orden: primero sacrificio y despus manjar. El valentiniano relaciona el Corder = manjar con el descanso nupcial: corno si el ali mento resultante de la inmolacin de la Pascua se tradujera en un descanso (resp. banquete) de bodas. Ireneo lo substituye con el ban quete de familia, por el hallazgo del Hijo perdido. Fiesta de bodas, de retomo hallazgo 63, queda en pie la doble vertiente.

    Igual que Heraclen, san Ireneo habria podido aludir a la Pas cua, yendo de la Pascua (= Corder pascual) a la Pascua fiesta. Ha briale bastado invocar nuevamente unos versos del Deuteronomio:

    Cuius ( = Filii Dei) et diem passionis non ignoravit (Moyses), sed fi guratim praenuntiavit eum, Pascha nominans: et in eadem ipsa quae ante tantum temporis a Moyse praedicata est, passus est Dominus

    adimplens. Non solum autem diem descripsit, sed et locum et extre

    mitatem temporum et signum occasus solis, dicens (Dt 16,5s): 'Non

    poteris immolare Pascha in nulla alia civitatum tuarum quas Domi

    nus Deus tuus dat tibi, nisi in eo loco quem delegerit Dominus Deus

    tuus invocari nomen suum ibi: immolabis Pascha vespera ad occa

    sum solis'64.

    Relacionase no expresamente la fiesta por el retomo del prdigo con la Pascua, Ireneo apuntaba los dos aspectos de inmolacin y de manjar que concurren en el 'temer cebado' Cristo.

    Anlogo pensamiento aflora en otras lineas del libro IV. Dios ensena el Santo nada ni de nadie necesita65; y menos, del

    hombre. Es ste quien tiene absoluta necesidad de Dios y de Sus dones. Se echa de ver entre los que se convierten a El, corno el Hijo prdigo.

    Et his qui convertuntur ad Patrem escribe saginatum occidens

    vitulum et primam stolam donans (cf. Le 15,22s), multis modis com

    ponens humanum genus ad consonantiam (Le 15,25) salutis66.

    Dios (Padre) da muerte al temer cebado, en beneficio de los que, un tiempo perdidos, se vuelven a El: para los que se convierten al

    Const. Apost. II, 41,1 y sacrificando el temer cebado hizo fiesta con los amigos. Cf. A. Resch TU X,3,429.

    63 Cf. EvVer p. 18,27ss para quienes han comido de El, fu causa de gozo, por razn del hallazgo.

    Iren IV, 10, 1,16ss. Cf. Justino, dial 40,1-3. Cf. adv.haer. IV,14,1 Iren IV, 14,2,56ss

    55:24 PM

  • 210 ANTONIO ORBE, S I.

    (Dios) Padre. Sacrilica el temer cebado para celebrar la vuelta del

    Hijo menor. El mismo a quien regala la prima stola se sentar a celebrar con el Padre el banquete, con msica y sinfonia ( = conso nantia salutis). El piato fuerte del banquete sera el temer cebado.

    An resulta ms explicito otro pasaje del mismo Libro IV.

    Et non solum per ea quae praedicta sunt, sed et per parabolam duo

    rum filiorum quorum minor luxuriose consumpsit substantiam vivens

    cum fornicariis (cf. Le 15,11-32) unum et eundem docuit patrem, ma

    jori quidem filio ne haedum quidem indulgentem, propter eum autem

    qui perierat minorem filium suum jubentem occidi vitulum saginatum et primam ei stolam donantem67.

    El Padre ordena sacrificar el temer cebado propter eum ... qui pe rierat minorem filium suum: no a fin de encontrar al Hijo prdigo, sino por haber encontrado a su Hijo perdido. Es un sacrificio de ale

    gria descanso. En su virtud, hace del temer cebado, manjar del

    banquete festivo. No menciona Ireneo el descanso () en forma explici

    ta. Como en otras ocasiones, entiende por vitulus saginatus al Ver bo encamado: temer, sacrificable en naturaleza humana; ceba do, escogido singularmente entre todos por su excepcional condi

    cin (de pureza y vigor). Inmolado en su pureza y hermosura, se convierte en manjar digno del banquete otorgado por Dios Padre a los hombres.

    Resumiendo las tres breves pericopas ireneanas relativas al Hijo prdigo. Ms menos, todas tres descubren los dos aspectos de sa crificio y manjar (= sacramento). El Sacrificio del vitulus sagina tus no es un holocausto que acabe con la victima. Sino la inmola cin de un temer vivo, excepcional por su valor y hermosura, a

    quien da muerte el Padre para convertirle en manjar del mismo cuya vuelta quiere festejar. El sacrificio termina en sacramento.

    Tales dos aspectos ratifica Gregorio de Elvira, en perfecta linea ireneana. Habla del convite que ofreci Abrahn a los tres ngeles.

    Sed nunc iam videamus convivii illius sacramentum quod Abraham ex

    hibuit quid indicet. ' Vitulum inquit (Gen 18,6.7) tenerum, sagi

    Iren IV, 36,7,264ss

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 211

    natum6", butyrum et lac et panes ingriphios, id est azimos, subcineri

    cios ex tribus mensuris similae consparsos (cf. Mt 13,33; Le 13,21) 69;

    quae omnia ad liquidum prosequi spatium dicendi non permittit ...

    Vitulus ergo hic tener, saginatus, carnem Domini figurabat, quae ab

    incredulis filiis carnis Abrahae propter salutem credentium immolari

    habebat, sicut et Apostolus dicit (1 Cor 5,7): 'Pascha nostrum immo

    latus est Christus'. Quem ideo saginatum dicit, quia erat omnium ho

    norum operum plenitudine praeoptimus, sicut ait Apostolus (Col 2,9): 'In quo omnis plenitudo divinitatis corporaliter inhabitat'. Hic ergo vitulus Dominici corpons, qui in Evangelio pr peccatore filio occidi

    tur, ipse ab incredulis pr nobis est immolatus, unde optimum convi

    vium credentibus praeparatum est70.

    E1 vitulus saginatus junta en si a modo de figura el vitulus tener, ofrecido en banquete por Abrahn a los huspedes de Mambre, con el vitulus saginatus de la parbola evanglica; y el figurado Cristo, nuestra Pascua ( = Corder pascual). El temer cebado es la Carne del Senor, inmolada por los judios incrdulos para salvacin de los

    creyentes, y preparada corno banquete manjar. Temer, en su na turaleza carnai. Cebado, en su natura divina (resp. plenitud de la di

    vinidad). Primeramente inmolado. Y luego servido en manjar ('opti mum convivium credentibus praeparatum').

    En sintesis, lo que descubriamos ya en las lineas de Ireneo11.

    Antes empero de cotejar la exegesis ireneana del 'temer ceba do' con la valentiniana (resp. Heraclen) del 'Corder pascual', ha

    gamos luz sobre el simbolismo ireneano de los dos hijos mayor y menor de la parbola de Lucas.

    Simbolismo de los dos hijos. Ireneo no lo declara expresamente. Hay que deducirlo del contexto, a la luz de la antropologia (y sote

    riologia) del Santo.

    68 E1 epiteto 'saginatum' no figura en el Gnesis; lo incorpora el de Elvira, inspi rado en Le 15,23 y 30.

    69 La ltima linea tampoco pertenece al Gnesis. Viene espontaneamente acomo

    dada, a partir del Evangelio. 70 Greg. de Elvira, traci. II 17-18. 71 Greg. de Elvira, De fide 6 (Simonetti p. 98,42s): Vitulus dicitur, quia

    propter nostram salutem immolari sustinuit. En la primera redaccin se leia pati. La redaccin definitiva acentua la indole sacrificial de la muerte de Jess, relevada tam bin en Traci, II.

    55:24 PM

  • 212 ANTONIO ORBE, S I.

    E1 hijo menor (el prdigo flius minor), al igual que la oveja ex traviada72, simboliza el gnero humano, extraviado con la trasgre sin de Adn. En antitesis con l, el hijo mayor solo puede represen tar, sin gnero de duda, la creacin anglica73, fiel en su inmensa

    mayoria a Dios. Significativos algunos testimonios de Oriente y de Occidente.

    Sunt itaque qui dicunt de duobus filiis istis, seniorem angelos esse et

    archangelos vel omnem caeli militiam. Minorem vero ponunt homi

    nem, qui in longinqua peregrinatione abierit, quando ad terram de

    caelis et paradiso cecidit: et aptant quasi scientia respicientis ad casum

    vel statum Adae74.

    El autor no parece amigo de tal exegesis. Primero, porque el hijo prdigo se convirti espontneamente; al paso que el gnero huma

    no, caido del paraiso, nunca pensaba en volver, y hubo de ser llama do por el Senor a penitencia. Segundo, porque la reaccin del hijo mayor pugna con la alegria que hay en el cielo ante la conversin del

    pecador75. Tambin s. Cirilo Al. menciona semejante exegesis, y la ofrece

    en primer lugar, aunque disienta en absoluto de ella.

    Parceles a algunos que mediante los dos hijos se significan los san

    tos ngeles, y nosotros los que estamos en la tierra. La persona del

    mayor, corno quien vive honestamente, indicarla el orden de los nge les santos; la del mas joven y atolondrado, el linaje humano7

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 213

    La connotacin Hijo mayor = Angeles va implicita en la hijo me nor = Adn (= gnero humano), aun en la forma, sensiblemente adulterada con que la ofrece [Tefilo Ant.]78.

    Por el modo de aducirla (ps. Jernimo y s. Cirilo Al.) tal exege sis se abri camino. Las dificultades formuladas contra ella, dema siado obvias, debieron de intimidar bien poco a sus fautores. No to dos los elementos de las parbolas han de urgirse por igual79. La

    exegesis Filius maior=angeli, acogida a mi entender por san Ireneo, tampoco pretende explicar todas las menudencias de la letra evang lica. Le basta esclarecer los elementos capitales.

    Los ngeles son el Hijo mayor. por haber existido antes de

    Adn80; y adems en estado adulto y en natura muy superior a la del hombre81. La antitesis entre el Hijo mayor y el menor traduce la

    que media entre la economia de la creacin anglica, inocente y fiel a

    Dios, y la del linaje humano, extraviado a partir de Adn con un de lito de natura. bien la antitesis entre los ngeles, simbolizados en las 99 ovejas inocentes, y el hombre figurado en la oveja perdida82. El drama del diablo y secuaces no entra en la parbola. 'Grosso mo

    do', la creacin anglica, con sus siete fundamentales rdenes 83, per severaba fiel al Demiurgo.

    La parbola del Prdigo sensibiliza la actitud seguida por Dios frente a los ngeles (= hijo mayor) y frente a los hombres (= hijo menor). El Padre comn de ngeles y de hombres sacrific al Unig nito hecho carne al vitulus saginatus a beneficio de los hom bres. Ninguna inmolacin orden, grande ni pequena, a favor de los

    ngeles84. En la queja del hijo mayor transparecen las grandes lineas de la actual economia. La consonantia salutis afecta nicamente a los

    78 Allegoriae III 10. 79 Cf. J. de Maldonado, en cemento a Le 15,22 Tutissimum est, quod saepe

    moneo, non nimis presse tractandas esse paraboias: frangi saepe tractando...; y al

    go despus (in Le 15,24) Eodem prorsus modo hoc loco, quod de indignatione et

    querela majoris filli dicitur, aut tanquam pars parabolae dictum non sit, sed quod esset verisimile seniorem filium eo casu indignaturum fuisse, aut certe non ita est ad

    rem per parabolam significatam accomodandum, ut significet justos indignaturos in

    visurosque paenitentibus... 80 Cf. F. Weber, Judische Theologie, Leipzig, 1897,166. 81 Epid. 12 Questi (= gli angeli) erano nel pieno sviluppo, mentre il padrone, cio

    l'uomo, era piccolo, perch bambino e doveva crescere per arrivare allo stato adulto. 82 Muy general este simbolismo, aun entre eclesisticos. Vase Parbolas evang

    licas II P. 153ss 83 Cf. Iren., epid. 9. 84 Cf. Le 15,29: E1 (mayor) dijo a su padre: Tantos aiios corno te sirvo, sin ha

    ber jams traspasado tu mandato, y nunca me diste un cabrito para holgarme con mis

    amigos. Nunca inmolaste nada para manjar de mis companeros ngeles.

    55:24 PM

  • 214 ANTONIO ORBE. S I.

    hombres (resp. 'salus carnis'). Los ngeles no estn llamados a la sa lud. Hacen vida y perseveran fieles, cada cual en su orden (), dentro de los siete cielos, corno en mansiones de la Creacin divina; mas no vern al Creador ni se nutrirn, corno de manjar propio, de la Carne del Unignito de Dios (resp. del vitulus saginatus), pan de inmortalidad8S.

    Sacrificio y manjar se corresponden. Donde no hay inmola cin, tampoco alimento condigno a ella. Los ngeles no se sentarn a la mesa con los tres patriarcas (Abrahn, Isaac y Jacob)86 a co rner del temer cebado que sacrifica el Padre para fiesta del hijo prdigo. La Pasin y muerte del Hijo de Dios para nada afect al descanso de los ngeles. El hijo inocente filius maior no toma r asiento en el banquete del hijo prdigo. Participar de l 'en al

    guna forma', por cuanto deber sumarse, corno la creacin toda

    anglica, a la economia de la salus carnis, con subordinacin a ella. Las expresiones de queja del hijo mayor (Le 15,29s) acusan una di ferencia real, muy notoria: Dios nada sacrifica por los ngeles; mu cho menos, a su Unignito ('vitulus saginatus'), para hacer de El

    manjar de reconciliacin (nupcial). Conviene leer entre lineas, en la parbola del prdigo, la diversa

    economia de Dios para los ngeles y para los hombres. Lo que Ire neo calla. No toda la familia y natura de los ngeles habia pecado, solidarizndose con Satans. Muchos, los ms, habian perseverado inocentes. iCmo no se le ocurri al Creador adoptar una dispensa

    cin, anloga a la humana, en favor de los ngeles caidos? ipor qu no sacrific al Hijo Unignito para la salus angelorurr

    La parbola del prdigo discurre sobre una base: la sola econo mia de la salus carnis. Hayan pecado no los ngeles; fueran no

    muchos los que se solidarizaron con Satans, el Creador mantiene su dispensacin. No habia creado a los ngeles a Su propia imagen y se mejanza. No les habia destinado para Su propia vision e incornate la. Faltaron ellos, y con delito adems de apostasia. i,Qu necesidad tenia de restituirlos a su orden primero?

    Huelga advertir que tal exegesis solo vale en la antropologia (resp. soteriologia) de san Ireneo; no en la origeniana, que identifica inicialmente ngeles y hombres, y limita por lo mismo el pecado a solos hombres, corno delito de individuos, no de natura.

    85 Cf.mi art. Supergrediens angelos, Gregorianum 54 (1973), 5-58. 86 Cf. Iren V, 36,2,35s

    55:24 PM

  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 21 5

    Esto supuesto, ^ser posible apurar an la diferencia de las dos tesis, valentiniana e ireneana, sobre la correlacin sacrifciolmanjar?

    Segn el valentiniano Heraclen, uno era el Corder la Pascua sensiblemente inmolada; y otro el Manjar resultante. Se sacrificaba el Cristo pasible, colgado en la cruz. Se comia en manjar la natura divi na del Salvador.

    Segun Ireneo, uno mismo es lo sacrificado y lo gustado en man

    jar. Ms aun, ni lo inmolado ni lo recibido en manjar es la natura in visible divina de Cristo, sino la visible humana. Sacrificado el Hijo 'secundum carnem', es igualmente recibido en alimento 'secundum carnem'. La misma substancia de carne y sangre en que fu in molado el Hijo de Dios, vulvese manjar y vehiculo de Vida de Es

    piritu para los hombres en orden a su salud (resp. salus carnis). Tan necesaria es la sarx del Hijo para el sacrificio de la cruz, corno para el sacramento resultante. En uno y otro caso, el Salvador mira a la salus carnis.

    Unas lineas del obispo de Lin, al parecer ajenas al tema, obli

    gan a ampliar horizontes. Habla Ireneo del signo de la Virgen anun ciado por Isaias 7,14:

    Propter hoc (Is 7,14) 'et ipse Dominus dedit nobis signum ... in pro fundum, in altitudinem susum'; quod non postulavit homo, quia nec

    speravit virginem praegnantem fieri posse quae erat virgo, et parere fi

    lium, et hunc partum Deum esse nobiscum, et descendere in ea quae sunt deorsum terrae, 'quaerentem ovem quae penerai' (Le 15,4ss)

    quod quidem erat proprium ipsius plasma et 'adscendere in altitu

    dinem' (Ef 4,10; Jn 3,13); offerentem et commendantem Patri eum ho

    minem qui fuerat inventus (cf. Le 15,24.32), primitias resurrectionis ho

    minis (cf. 1 Cor 15,20s) in semetipso faciens, ut quemadmodum caput resurrexit a mortuis, sic et reliquum corpus ... resurgat87.

    Sintomtica la alusin a las parbolas lucanas de la oveja perdida y del Hijo prdigo. Ambas significan la prdida, por transgresin, del

    gnero humano, y su hallazgo por el Salvador. Sin denunciar el sa crificio del temer cebado, simbolo de Cristo, hace valer el hallazgo del Hombre (resp. linaje humano), presentandole corno acto prelimi nar a la ofrenda, por el Salvador, de Si propio al Padre.

    El Hijo de Dios discurre Ireneo descendi al mundo en busca del Hijo perdido. Le asumi en Su propia persona, y asumido

    Iren 111,19,3, 63ss: Parbolas evanglcas I . 187s.

    55:24 PM

  • 216 ANTONIO ORBE, S.l.

    (resp. hallado), se lo ofreci al Padre, corno primicias de la resurrec cin. E1 hallazgo de la oveja (resp. Hijo prdigo), supone el Santo, es secuela de la accin salvifica. El prdigo volveria a la casa del padre, por haber sido hallado corno la oveja, gracias al Salvador. Es mas, volveria en hombros del Salvador, asumido por El en comunin de

    persona. No por eso segun Ireneo bastaba la asuncin personal (resp. la Encarnacin) para 'hallar' al Hijo prdigo. A la asuncin hubo de sumarse per modum unius' primeramente el sacrificio del mismo prdigo (resp. de la oveja perdida) en la Cruz. El Hijo prdi go fu ganado mediante el sacrificio del temer cebado.

    En una segunda etapa, el prdigo resucit a nueva vida. A la muerte sacrificial siguise nueva vida, con predominio de la divina del Unignito sobre la humana anterior. Redivivo, alentado por el

    Hijo de Dios, fu definitivamente ofrendado al Padre, corno primi cias de la resurreccin.

    La perspectiva (de Iren. Ili, 19,3) sumada a la precedente ilumi na con nuevos elementos el sacrificio del Corder (resp. temer) y su conversin en manjar.

    En si, el sacrificio del Corder, de viviente le vuelve muerto. Los gnsticos descubrian aqui un contrasentido. Valdria identificar el sacrificio con el sacramento (= manjar), si de la muerte sacrifi cial del Corder se derivara un 'manjar' viviente. Ocurre empero

    que el sacrificio da muerte al Corder, y le vuelve incapaz de vivifi car a quien le come. Solucin: distingamos entre lo sacrificado el Corder vivo y el manjar vivo resultante lo divino oculto has ta entonces en l, y liberado con la muerte a saber el Salvador, en su natura de Espiritu. Lo mortai queda eliminado a raiz del sa crificio, para dar paso a lo inmortai, destinado a manjar sacra mento de los 'espirituales'.

    Asi discurre el logion 60 del 'Evang. segun Toms'. Y probable mente en igual sentido invocaban los valentinianos Jn 6,63: El Es piritu es el que vivifica; la carne de nada aprovecha.

    San Ireneo se adelanta al reparo. El Corder (resp. temer ce bado) muere. No por eso se convierte en simple cadver. El sacrifi cio le convierte en manjar viviente; pues conlleva, adems de la muerte la restitucin a nueva vida. Solo dotado de vida, se convierte en manjar de descanso. El mismo que, en naturaleza sensible, es ase quible al sacrificio, lo es al estadio sacramentai. Al sacrificio sigue la resurreccin; a la muerte, una nueva vivificacin. Ningn sentido tendria el sacrificio del Corder Pascual, si acabase en cadver. La muerte del temer cebado termina en resurreccin ascensin. Res

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  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 217

    tituido en carne a eterna vida, el temer cebado pasa a ser manjar de descanso, sacramento de la comunin nupcial entre el hombre

    (resp. la sarx) y Dios (resp, el Espiritu). La muerte sacrificial de Jesus no habria dado lugar por si sola al

    sacramento salvifico, mientras no se le siguise la resurreccin (resp. ascensin al Padre); y la carne de Jess no fuese clarificada, hecha sacramentalmente accesible al hombre. Solo cuando la sarx de Cris

    to, inmolada 'in forma servi', se restituye 'in forma Dei', pasa a ser

    manjar nupcial, y fuente de descanso definitivo ( = Salus carnis).

    Lo que en la Pascua Corder pascual, la oveja perdida, el terriero cebado, de vocabulario evanglico, se adivina en expresiones biblicas equivalentes.

    Asi v.gr. en Is 53,7 (resp. Act 8,32): Tamquam vis ad victimam

    ( ) ductus est, quemadmodum agnus ante tondentem se sine voce, sic non aperuit os88. Ya el dicono

    Felipe descubria en el verso isaiano la muerte del Hijo de Dios hecho hombre en Jess:

    Propter hoc et Philippus, cum invenisset eunuchum reginae Aethiopum

    legentem ea quae scripta sunt89: 'Quemadmodum ovis ad victimam

    ductus est, quemadmodum agnus in conspectu tondentis sine voce, sic

    non aperuit os suum; in humilitate judicium ejus ablatum est', et reli

    qua quaecumque de passione ejus et de carnali adventu et quemadmo dum inhonoratus est a non credentibus ei pertransivit propheta, facile

    suasit ei credere eum esse Jesum Christum, qui sub Pontio Pilato cruci

    fixus est et passus est quaecumque praedixit propheta, eumque esse Fi

    lium Dei, qui aetemam vitam hominibus dat (cf. Act 8,37)90.

    El obispo de Lin rsum la escena de los Hechos. Aplica, corno el

    dicono Felipe, el paso isaiano a la Pasin de Jess, bajo Poncio Pi

    lato. Lo que Isaias bajo el simil de la oveja conducida al sacrificio, tuvo lugar en la Pasin y muerte del Hijo de Dios hecho hombre.

    Ireneo descubre entre lineas un matiz, no expreso en Isaias ni en

    los Hechos. Aquel Jess llevado al sacrificio, corno oveja, no acab

    en muerte. Es el Hijo de Dios que da eterna vida a los hombres:

    88 Segn Iren III, 12,8,282ss 89 Act 8,32s. Cf. Is 53,7. 90 Iren IV,23,2,42ss

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    Eumque esse Filium Dei, qui aeternam vitam hominibus dai. La Pasin y muerte del Hijo de Dios encarnado, lejos de acabar con E1 hacindole cadver solo bueno para el sepulcro, hizo de E1 princi pio de vida eterna para los hombres; corno apunta en clusula pa radigmtica de la Epideixis principio de vida para el cuerpo91. En efecto, a poco resucit, y fu constituido 'en carne' Hijo de Dios, pa ra 'manjar' sacramento de eterna vida, de los hombres92.

    Is 53,7 se presta a mltiples declaraciones. Probablemente los docetas hicieron valer a su favor la mansedumbre y silencio del Sal vador, en la Pasin y muerte: corno si nada hubiera sufrido.

    Y llevaron se lee en el Evangelio de Pedro (10) dos malhecho

    res, y crucificaron al Senor en medio de ellos. El empero callaba

    () corno si ningn trabajo tuviese.

    Algo parecido Od.Sai. 31,10:

    Mas aguant y calle y permaneci tranquilo, corno si ellos no me afec

    taran93.

    Jesus callaria e iria mansamente al sacrificio, inasequible a las pasio nes fisicas.

    San Ireneo, y los eclesisticos en general, discurrieron de otra

    manera. La mansedumbre y silencio, corno de oveja, de Jesus demos traban su docilidad al querer de Dios.

    Quindi prosegue (Is 53,7): 'Nonostante le sue sofferenze (cf. LXX

    ) non apr bocca, come pecora fu condotto

    al macello; come un agnello davanti al tosatore senza voce'. In ques to modo dichiara di accettare liberamente la morte 94.

    Jesus callaba en la Pasin, no por insensible, sino porque libremente

    aceptaba, de manos del Padre, la muerte. Ireneo piensa tambin con

    probabilidad en FU 2,7s. Va al sacrificio, hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz.

    El texto isaiano, repetidas veces aludido y aun citado por s. Jus

    91 Epid 86: Questi (gli Apostoli), inviati dal Signore hanno predicato per il mon do intero che il Figlio di Dio era venuto per subire la Passione, l'aveva sopportata per distruggere la morte e vivificare il corpo.

    92 Las alusiones a Is 53,7 en Iren IV,33,1,18s; 11,33,12,251 no aportan novedad. 93 Cf. Mari. Polyc. 8,3 Sed nequaquam commotus, quasi nihil mali passus

    esset. 94 Iren., epid. 69.

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  • CRISTO. SACRIFICIO Y MANJAR 219

    tino95 y s. Melitn96, senala la inmolacin de la Pascua (resp.Cris to); sin acentuar empero su doble aspecto sacrificio y manjar . Para descubrirlo conviene ir al Exodo 12,6-11 (y autores inspirados por l) con las tres fases: sacrificio del Corder, uncin de las puertas con su sangre, manducacin de la carne del corder.

    Ha sido mrito de Heraclen haber destacado, corno en sintesis, los dos aspectos fundamentales.

    Melitn los conoce, mas sin detenerse a relacionarlos97 en su

    cumplimiento. Mas sugestivo resulta [Hiplito], In Sanctum Pascha

    (= ISP): Coman pues ellos (= los judios) cimos durante siete dias (Ex 12,15), atentos al periodo hebdomadario del mundo y alimentados con el

    manjar prescrito por la Ley en la tierra. Nuestra Pascua empero fu

    inmolada, Cristo (1 Cor 5,7) y hemos recibido la nueva levadura de

    Su sagrada 98, fermentados por entero con una Virtud su

    perior, y amasados con su Espiri tu ... Por eso, el extrano no corner

    de est Pascua, pues no echo las perlas a los cochinos ni doy lo santo

    a los perros (cf. Mt 7,6; Ex 12,44)99.

    Incrdulos a la divinidad de Cristo, sigan los judios alimentndose de panes cimos, sin levadura de Vida divina. Nosotros los cristianos reconocemos por Pascua nuestra a Cristo, en su doble dimensin: a) corno Corder inmolado, Dios y hombre a la vez; y b) corno manjar, en sus dos substancias (), alimento de Vida para cuantos creen en El. ISP discurre sobre la identidad entre la Pascua inmola da, y la otorgada en alimento a los creyentes. La Pascua = manjar es

    Cristo por sus dos naturalezas (carnai) y divina. El mismo que se in mol en la cruz, Verbo hecho carne, paso a ser alimento de los cris tianos, vehiculo del Espiritu y Vida eterna.

    (La Pascua) ser comida en una sola casa, y no llevaris fuera, de

    (sus) carnes (Ex 12,46). Una en efecto es la sinagoga y una la casa, a

    saber, la Iglesia nica, en la cual es comido el sagrado Cuerpo de

    Cristo ( ). Por eso no se arroja rn fuera de la casa una de la Iglesia las carnes 10; y quien las

    comiere en otra parte ser castigado corno impio y ladrn101.

    95 Dial 72,3;89,3;90,1;111,3;114,2... 96 Peri pascha passim 97 Peri pascha 16 v.lOOss Al ser inmolada la oveja y tomada en manjar la Pas

    cila, y consumado el misterio y regocijarse el pueblo... 98 Mezcla de las dos substancias, divina y humana, Cristo se presenta corno

    Manjar divino-humano. 99 ISP 39-40. 100 El Cuerpo de Cristo. 101 ISP 41

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    E1 Corder pascual se ha de corner en casa Iglesia nica. Fuera de ella, sera ilicito llevar ninguna de sus carnes. Solamente los miem bros de la Iglesia podrn corner de l; del Cuerpo sagrado de Cristo. An sugieren ms otras lineas del mismo ISP:

    Est era la Pascua que anhelaba Jess padecer por nosotros102. Con

    la Pasin (nos) libr de la pasin y con la Muerte triunf de la muerte

    y mediante el manjar visible (nos) procur Su Vida inmortal. Este (era) el anhelo saludable de Jess, ste el amor ms espiritual, mostrar las

    figuras corno figuras, y en cumplimiento de ellas dar el (propio) Sa

    grado Cuerpo a sus discipulos: 'Tomad, comed, esto es mi Cuerpo.

    Tomad, bebed, esto es mi Sangre, la nueva Alianza, derramada por muchos para remisin de los pecados' (Mt 26,26-28; Le 22,20; 1 Cor

    11,25). Por eso, no tanto anhela corner, cuanto anhela padecer, a fin

    de librarnos de la pasin (en que incurrimos) mediante el manjar

    (prohibido: Gen 2,17;3,6)

    Habia dicho el Salvador (Le 22,15): Con deseo dese corner est Pascua con vosotros antes de padecer. Y segn eso, primero come ria Cristo la Pascua, y luego moriria, la padeceria. El autor de ISP denuncia dos veces el verso104, y las dos sin modificarlo. No obstan te retener la letra de Jess, le otoga nuevo sentido. Desea ciertamente Jess corner aquella Pascua; pero todavia ms padeceria. Razn

    (doctrinal): poque con la Pasin (y muerte propias) desea li brarnos de la pasin (y muerte) en que incurrimos con el manjar pro hibido del paraiso.

    El autor de ISP ocultaba otra razn. Amigo de la cronologia del IV Evangelio, sentiase obligado a situar la Pascua del 14 de Nisn, en el dia de la muerte de Jess. Aquel ano, Jess no comi la Pascua ritual; la sustituy muriendo, Corder pascual, en la Cruz, el dia mismo en que los judios comian la Pascua.

    Asi lo ensenaban Apolinar de Hierpolis10S, Hiplito106 y otros. He aqui unas lineas de Clemente Al.:

    102 Cf. Le 22,15: Con anhelo anhel corner est Pascua con vosotros antes de

    padecer. Para los sentidos de pascha-iv y pascha- vase ultimamente E. Cattaneo, Trois homlies... sur la Pque, Paris, 1981 p. 9ss.

    103 ISP 49 104 4 y 7 105 Segn el Chronicon paschale, fr. Pg 92,80. R. Cantalamessa, 1 pi antichi

    testi pasquali della Chiesa, Roma, 1971 p. 148; O. Perler, en SCh 123 p. 244-246. 106 Segn el mismo Chronicon Paschale ibid. Lo ratifica Dionisio Bar-Salibi,

    De feria quinta majore et de institutione eucharistiae (E. Renaudot, Collectio liturgia rum Orientalium II, Frankfurt 1847) p. 297. Vase M. de La Taille, Mysterium Fi dei3 pag. 120 n.l.

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  • CRISTO, SACRIFICIO Y MANJAR 221

    En los anos precedentes, el Senor, que celebraba la Pascua, comic el Corder pascual inmolado por los judios. Mas despus de predicado el Evangelio, corno El mismo era la Pascua, Corder de Dios conduci do cual oveja al matadero, declar a los discipulos el mistero de la

    prefiguracin, y sto el 13 ... Al dia siguiente fue cuando nuestro Se nor muri, por ser El mismo la Pascua inmolada por los judios107.

    En la ltima cena, instituy Jess la Eucaristia; mas no comi la Pas cua, corno tampoco la comieron aquel dia los judios. Su cena no pu do ser ritualmente Pascual; fu solo sacramentai. Jesus habria de rea lizar la Pascua, en si propio, al dia siguiente, inmolado en la cruz, al riempo que la celebraban los judios.

    A pesar de Le 22,15 Cristo no deseaba tanto corner la Pascua

    no la pudo corner, por no ser aun su dia cuanto padecerla, inmo lado en la cruz, paratamente a su figura.

    El autor del ISP no se contenta con invertir cronolgicamente el orden: primero corner la Pascua, y luego padecerla (o inmolar el Corder). Substituye la Pascua = manjar, por la Eucarista del Cuer po y de la Sangre propios. Adelanta eucaristicamente el Sacrificio y el Sacramento, al dia antes de la Pasin y muerte cruentas.

    Adn (resp.el gnero humano) habia contraido la pasin (resp. pasiones) y muerte, al gustar del rbol prohibido108. Cristo hubo de librarnos de tales pasiones y muerte por un doble camino: con la propria Pasin y muerte en cruz, y hecho fruto del rbol de la cruz, manjar de eterna inamisible Vida. La Eucaristia substituye a la Pas cua = manjar.

    Al instituirla, anticipa en el riempo Su oblacin corno manjar de la Nueva Ley; sin por elio disociarla de la Pascua = sacrificio. El or den lgico sigue igual: primero la Pascua = inmolacin, sacrificio del Corder; y despus la Pascua = sacramento. Gracias a la inmola cin de Cristo, nuestra Pascua, en la cruz, pudo El convertirse en la Eucaristia del Cuerpo y Sangre, manjar de eterna vida para los cre

    yentes. La correspondencia de ambos aspectos, sacrificio (en la cruz) y manjar (en la Eucaristia) da cumplimiento a la que mediaba en la

    figura: Corder, sacrificado y comido.

    *

    107 Chronicon paschale, fr. PG 92,81. Cantalamessa, Ipi antichi 121s n.81. 108 Cf. ISP49

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