52
Proyecto Bubisher: Conocernos para querernos

Conocernos para querernos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Presentación fotos Sáhara

Citation preview

Proyecto Bubisher: Conocernos para querernos

Queridos amigos y amigas de Galicia: Desde el campamento de refugiados de Smara, un abrazo lleno de abrazos y un recorrido por nuestra realidad, para que nos conozcáis.

Este es el lugar al que llegaron nuestros abuelos y nuestros padres cuando fueron expulsados de nuestra tierra: El Sahara Occidental.

Con muchísimo esfuerzo, levantaron en el medio del desierto los campamentos en los que nos refugiamos.

Al principio solo había jaimas.

Pero, poco a poco, fueron construyendo pequeños habitáculos de adobe llamados “beit”.

Y poco a poco, Smara, que así se llama el campamento, fue creciendo. Aquí es donde nosotros hemos nacido, donde vivimos con la esperanza de regresar a nuestro país.

Esta tierra es horrible, pero, al caer la tarde, mirar hacia el cielo es descubrir la belleza.

No hay espectáculo más hermoso que la puesta de sol.

Y cuando el sol se va, el cielo se inunda de estrellas.

Este pajarito que veis sobre nuestra bandera es el bubisher.

Cuando aparece, siempre trae buenas noticias.

Un día, hace ya cuatro años, nos trajo este camión multicolor.

Llamaba la atención a todo el mundo.

Pero lo mejor estaba en su interior: libros y libros que fuimos descubriendo de la mano de...

Memona. Ella es nuestra hada de los sueños escondidos en las páginas de los cuentos.

Daryhala. Ya no está con nosotros, pero durante dos años, mañana tras mañana iba a las escuelas y nos leía fantásticas historias.

Larossi. Es el conductor del Bubisher. Todos lo conocemos y lo queremos.

Hamida. Coordina el Proyecto Bubisher en los campamentos. Es un hombre muy respetable, muchos dicen que es un sabio.

Bachir. es periodista y habla del Bubisher en la radio de Smara, lleva libros a gente enferma o mayor y también trabaja mucho con los jóvenes en la biblioteca.

Fanna y Kabara. Fanna es bibliotecaria y Kabara maestra. Las dos son buenísimas.

Alghailani. Es muy amable y tiene un gran trabajo por delante: Llevar el Bubisher II a todos los niños y niñas del campamento de Ausserd.

Y ahora, dadme la mano y acercaos conmigo al Bubisher.

¿Sabíais que las escaleras del Bubisher son las únicas escaleras que hay en los campamentos?

Pero, venga, subid, subid...

Entrad con nosotros, sentaos a nuestro lado.

Estar aquí dentro es siempre una aventura compartida.

Aunque , a veces, nos gusta leer solos.

Todo en el Bubisher es alegre y multicolor.

Nos encanta hacer actividades después de la lectura.

Compartir con nuestros amigos el placer de aprender cosas nuevas.

Dibujar, colorear...

Hay días que somos tantos que tenemos que apretarnos un poco.

Pero, aunque seamos muchos, nuestros monitores siempre nos atienden a todos.

En algunas ocasiones, cogemos varios libros y nos los vamos pasando unos a otros.

En otras, hacemos trabajos en equipo.

Muchas de las cosas que hacemos, las llevamos a casa y se las regalamos a nuestra familia.

A veces, vienen personas desde muy lejos a contarnos historias magníficas: Son los voluntarios del Bubisher. Nos encanta que vengan.

Nos quedamos todos embobados escuchándoles.

Cada libro es una gran, gran caja de sorpresas.

Ahora ya conocéis lo que contiene la barrigota del Bubisher.

¿Qué os parece si nos bajamos y vemos lo que ocurre ahí afuera?

Como veis, también nos gusta leer al aire libre.

Muchos días nos sentamos en la arena mientras vemos cómo el Bubisher se transforma en un gran escenario.

Y los cuentos salen del camión, como si estuvieran vivos.

¿Conocéis al “saharaui” que nos acompaña? A él le encantan los cuentos.

En una ocasión, aprendimos a hacer fotos y, aunque aquí no se ve, construimos nuestras propias cámaras ¡y funcionaban!

¿Veis esta estatua? Se movía solo si sonreíamos. Entonces también ella sonreía y cambiaba de postura.

Para poder hacer trabajos, siempre sacamos una alfombra que colocamos sobre las piedras y la arena.

Algunas tardes, nos sentamos en corro y cantamos.

Otras, escribimos. Nos gusta escribir, sobre todo, cartas y poesías.

Cuando alguien propone un juego, todos participamos.

Y cuando nos hablan de otros lugares lejanos, escuchamos con mucha atención.

A veces, construimos nuestros propios juguetes.

El Bubisher es para nosotros una ventana abierta al mundo de la imaginación y de la fantasía.

Y ahora...¡Vamos de excursión!

Una vez al trimestre vamos todos juntos a las afueras del campamento.

Y allí, después de merendar, jugamos y jugamos.

En ocasiones contamos con un balón de verdad, pero, otras veces, lo hacemos llenando una botella con arena. No queda redondo, pero nos sirve para jugar.

Cambiamos de escenario y nos vamos a la escuela.

En los campamentos, los niños y las niñas vamos juntos a clase.

Y todos los días esperamos impacientes a que llegue el Bubisher.

Escuchar un cuento dentro de la clase, nos mantiene a todos bien atentos.

Y es que, de verdad os lo digo: ¡Es algo mágico!

Si os fijáis bien, también nuestros padres en algunas ocasiones participan en las actividades del Bubisher.

Especialmente si vamos a representar una obra de teatro.

Nos encanta representar algunos de los cuentos que hemos leído.

Montar escenarios sorprendentes.

Disfrazarnos con trajes que nosotros mismos hemos hecho.

Aprender nuestro papel.

Apoyarnos unos a otros para no ponernos nerviosos.

Transformarnos en actores.

Y descubrir mundos nuevos.

Volar con la imaginación.

Y juntos, con el Bubisher siempre a nuestro lado, ponerle un sol y un arco iris a la noche.

Definitivamente, el Bubisher es un gran sueño.

En el que aparecen cosas fantásticas, como el Kamishibai.

La historia del Kamishibai es magnífica.

Memona, que maneja de maravilla esta técnica, nos ha contado muchas cosas sobre cómo lo inventó el señor Kamishibai.

Para nosotros es algo muy especial.

Como especiales son las Noches del Bubisher.

En las que los jóvenes y los mayores se reúnen para hablar, leer...

Y de una de sus largas conversaciones, surgió la idea de construir una biblioteca: El Nido del Bubisher.

Enseguida se pusieron manos a la obra.

Levantaron las fachadas.

Construyeron lo que llamamos la curva, y que es donde nos reunimos.

Dieron forma a la biblioteca.

Pusieron suelos y ventanas.

Pintaron las paredes.

Y crearon un patio interior magnífico.

Un buen día, colocaron las estanterías y las llenaron de libros fantásticos.

Y en menos de un año, aquella idea de construir una biblioteca, se hizo realidad. Esta es nuestra / vuestra biblioteca.

Somos medio círculo, en el otro medio, estáis vosotros.

Porque queremos compartir con todos vosotros nuestra vida en ella.

Nuestras fiestas de los libros.

La representación de un cuento.

Una sesión de poesía.

Tardes de lectura.

Actividades dentro de la biblioteca.

Noches de estrellas.

Y una luz que nos permita vernos: Conocernos para querernos.