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chamarrita farkas basado en el programa baby signs®”

chamarrita farkas - galeon.comgaleon.com/karinacruz2/Libro2p1.pdf · comunicación gestual en las rutinas diarias de la vida del niño, y el sexto capítulo revisa la incorporación

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¿Alguna vez has intentado ayudar a un bebé que llora, pero que no es capaz de decirte qué está mal?, o ¿has visto a un niño pequeño señalandoinsistentemente algo y no puedes adivinar qué ve o qué quiere?El Programa “Baby Signs®”, en el cual este libro se basa, fue creado en Estados Unidos y lleva más de dos décadas de exitosa práctica en el mundo. Numerosas investigaciones y publicaciones lo avalan como un sistema de apoyo educativo altamente innovador y beneficioso para el desarrollo del lenguaje de los niños y de sus habilidades cognitivas y socioafectivas.“Gestos que hablan” aporta una revisión actualizada de la comunicación gestual en bebés y recoge la experiencia práctica en este campo de la psicóloga Chamarrita Farkas.Su principal interés es convertirse en una herramienta útil de trabajo para distintos profesionales que trabajan en el área de la infancia temprana, y busca también ayudar a los padres y madres que quieren comprender y comunicarse mejor con sus bebés, para consolidar vínculos más cálidos y cercanos.

en ediciones uc

alfabetización inicialClaves de acceso a la lectura y escritura desde los primeros meses de vidaMalva Villalón. Con la participación de Paula Bedregal y Verónica Figueroa.

cuéntame un cuento…Exploro y descubro a través de la músicaLibro con CDRosita Rioseco I.

manual de psicología educacionalSexta edición actualizadaVioleta Arancibia C., Paulina Herrera P. y Katherine Strasser S.

clínica escolarPrevención y atención en redesNeva Milicic M., María Isidora Mena E.,Verónica Alejandra López L ., y Bernardita Justiniano S.

hijos con personalidad...Raíces y alas2ª ediciónAlexander Lyford P., Marianella Ciompi D. y María José Soler G.

sociología para educadoresFundamentos para el análisis de hechos socio-educativosBerta Servat P.

chamarrita farkas

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basado en

el programa

“baby signs®”código debarra

chamarrita farkas realizó sus estudios de pregrado en la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Posteriormente obtuvo su Magíster en Psicología en dicha universidad y actualmente es candidata a Doctor en Psicología en la Universidad Nacional de San Luis, Argentina. Es reconocida por sus aportes en infancia temprana, con más de 15 publicaciones en revistas académicas, y tiene una amplia línea de investigación en temas como interacciones tempranas, promoción de apego y comunicación gestual, siendo investigadora principal y co-investigadora en proyectos Fondecyt. Desde 1994 es académica de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

ediciones universidad católica de chile

Vicerrectoría de Comunicaciones y Asuntos Públicos

Alameda 390, Santiago, Chile

[email protected]

www.edicionesuc.cl

gestos que hablan

aprendiendo a comunicarnos con nuestros niños

chamarrita farkas

© Inscripción Nº 187.373

Derechos reservados

Diciembre 2009

ISBN Nº 978-956-14-1097-8

Primera edición 1000 ejemplares

ilustración portada Francisco Olea.

ilustraciones diccionario Valentina Núñez Bancalari y Antonia Villanueva González.

diseño Florencia Labbé F.

impresor Salesianos Impresores S.A.

Las investigaciones que dieron lugar a este libro fueron realizadas con el aporte de FONDECYT.

DiaperDoodle Character Images: Copyright © 2010 Baby Signs, Inc.; Used by permission.

C.I.P. - Pontificia Universidad Católica de Chile

Farkas K., Chamarrita

gestos que hablan. aprendiendo a comunicarnos con nuestros niños /

Chamarrita Farkas

1. Comunicación no verbal (Psicología).

2. Desarrollo del lenguaje.

3. Gesto.

2009 153.69 + ddc 22 RCAA2

chamarrita farkasaprendiendo a comunicarnos con nuestros niños

A Doriana, por su amor incondicional, por su ternura infinita y por ser la maravillosa persona que es.

Chamarrita

Agradecimientos

Me gustaría dar las gracias a las numerosas familias que han participado en los talleres y proyectos a lo largo de estos años de trabajo. Su motivación y apertura al tema, la voluntad para aprender los gestos y llevarlos a cabo, y su disposición a compartir su tiempo y sus historias, me permitieron realizar estos estudios y conocer las ventajas de usar gestos simbólicos en la comunicación con nuestros bebés.

También estoy en deuda con todos los estudiantes y psicólogos, quienes a través de los cursos o de su participación en los proyectos, me han ayudado enormemente en el estudio del tema, ya sea evaluando familias, implementando talleres, aportando a la investigación a través de sus tesis, o contribuyendo con sus reflexiones y distintas miradas.

Mi gratitud también al Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDECYT) que ha subvencionado mi investigación y que ha hecho posible este libro; a Silvia Catalán, Jefa de Pediatría Ambulatoria del Centro Médico San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y a la Clínica UC San Car-los de Apoquindo, por hacer posible el primer estudio piloto sobre los beneficios de la comunicación gestual en bebés, en Chile; a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI, por confiar en mí y permitirme llevar a cabo mis estudios con sus niños y niñas. Especialmente me gustaría mencionar a María Estela Ortiz, Vicepresidenta ejecutiva, por autorizar este proyecto de investigación; Nuri Gárate, Directora Técnica Pedagógica, por su apoyo constante e incondicional; y a todas las directoras, educadoras de párvulos y auxiliares en educación parvularia que colaboraron con este proyecto, dedicándole parte importante de su tiempo a la inclusión del programa en sus salas cuna.

Asimismo, quiero agradecer a Ediciones UC, por todo su apoyo, sugerencias y correcciones, que han hecho posible este libro y lo han enriquecido.

Finalmente, un especial reconocimiento para mi familia. Nada de esto hubiera sido posible sin su amor, paciencia, apoyo, entusiasmo y comprensión.

índice

introducción | 12

parte i antecedentes | 15

Capítulo 1 Historia del programa de comunicación gestual | 17

Capítulo 2 Resultados de investigaciones en el tema | 23

Capítulo 3 Beneficios del uso de la comunicación gestual en bebés | 29

Capítulo 4 ¿Qué hay que saber antes de empezar | 35

parte ii actividades para el uso de los gestos | 41

Capítulo 5 Gestos y rutinas diarias | 43

Capítulo 6 Gestos y juegos | 49

parte iii contextos de aplicación | 55

Capítulo 7 Los gestos en el hogar | 57

Capítulo 8 Los gestos en la sala cuna o el jardín infantil | 61

parte iv canciones | 65

parte v mi primer diccionario de gestos | 71

Introducción¿Alguna vez has tenido la experiencia de tratar de ayudar a un bebé que llora pero que no es capaz de decirte qué está mal?, o ¿alguna vez has visto a un bebé señalando insistentemente algo y no eres capaz de adivinar qué ve o qué quiere? Todo padre, madre, educador o persona a cargo del cuidado de niños pequeños ha pasado por estas experiencias.

El problema simplemente es que aunque los bebés saben lo que necesitan o quieren, no pueden poner aún sus pensamientos en palabras. ¿Y por qué no pueden? Desafortunadamente porque las habilidades motoras finas así como la madurez del aparato fonador requerida para formar palabras son muy complejas, y para muchos bebés durante muchos meses, incluso durante un año o más, sus bocas no pueden vocalizar lo que hay en sus mentes. Y sin palabras para expresar sus necesidades, los bebés se frustran, y lo mismo les ocurre a las personas a cargo de su cuidado.

Este libro tiene como objetivo apoyar a padres, educadores, profesionales y otras personas que interactúan diariamente con bebés, en el uso del Programa de Comunicación Gestual para bebés.

Este programa se sustenta en el desarrollo intencional de gestos en el bebé, antes que éste comience a hablar. Los gestos considerados son de tipo simbólico, es decir, simbolizan en su acción aquello a lo cual se refieren, son concretos, y son sencillos de realizar para el niño.

El Programa de Comunicación Gestual fue desarrollado por Linda Acredolo y Susan Goodwyn, dos psicólogas expertas en desarrollo infantil de la Universidad de California, en EE.UU. El programa ya cuenta con más de 25 años de experien-cia y numerosas investigaciones avalan sus beneficios en el enriquecimiento del desarrollo del lenguaje cognitivo y socioemocional de los niños, resultados que se revisan en los primeros capítulos de este libro.

El propósito del Programa de Comunicación Gestual es entregarle a los bebés un medio para comunicarse, antes que ellos puedan hablar. Les provee gestos que ellos pueden usar para expresar de la manera más fácil sus necesidades, pensa-mientos y emociones, antes de poder hacerlo con palabras.

Este libro considera una primera parte, en la cual se revisan los antecedentes teóricos y empíricos que sustentan el programa. Incluye en sus dos primeros capítulos la historia de cómo nace este programa en los Estados Unidos, así como la sólida investigación en la cual se basa. El tercer capítulo está enfocado en los be-neficios de comunicarse con un bebé a través de gestos y el cuarto capítulo aborda aquellos aspectos que es necesario conocer, antes de empezar con los gestos.

La segunda parte está enfocada a las actividades en las cuales los gestos deben incorporarse, de modo de facilitar su uso y aprendizaje. Considera los capítulos 5 y 6; el quinto capítulo aborda la enseñanza de los gestos y la aplicación de la comunicación gestual en las rutinas diarias de la vida del niño, y el sexto capítulo revisa la incorporación de los gestos en juegos, cuentos, canciones y en el uso de juguetes.

La tercera parte revisa dos importantes contextos de aplicación de este progra-ma, contextos donde los niños se desarrollan habitualmente: el hogar (capítulo 7) y la sala cuna o jardín infantil (capítulo 8).

El libro finaliza con material práctico. En la cuarta parte se consideran algunas canciones para enseñar los gestos, cantando. Y la quinta parte incluye “Mi primer diccionario de gestos”, un conjunto de 120 imágenes sugeridas para enseñarle al niño.

Esperamos que este libro contribuya con un aporte real al desarrollo temprano de nuestros niños y facilite una herramienta de comunicación e interacción con ellos, que a la vez sea una ventana a sus mentes.

antecedentesparte i

Capítulo 1 Historia del programa de comunicación gestual

El uso de los gestos en la comunicaciónEl uso de gestos para comunicarse ha sido ampliamente estudiado y documentado, al igual que las fases a través de las cuales los gestos se desarrollan, y su relación con el desarrollo del habla. Ya en el año 1965 el psicólogo Jean Piaget describía los primeros gestos observados en el niño menor de un año, al referirse al desa-rrollo de su lenguaje, tema que ha sido abordado por numerosos estudiosos de la psicología, tanto psicólogos del desarrollo y de la infancia, como de los campos de la psicología cognitiva y de la comunicación no verbal.

El desarrollo de gestos de manera espontánea en el bebé ocurre de manera natural. Estos suelen ser bastante comunes entre los 10 y 24 meses de edad, y se aprenden a través de las rutinas interactivas realizadas con los adultos, de la observación de modelos o se toman prestados de las acciones que se realizan con el objeto de referencia (Acredolo & Goodwyn, 1988; Farkas, 2007). Este desarrollo de los gestos se da en un momento en que aparece en el bebé una necesidad de comunicarse, acompañada de un gran desarrollo cognitivo, y donde la habilidad gestual aparece más tempranamente al desarrollo de la habilidad para producir palabras (Acredolo & Goodwyn, 2001).

Existen diversas clasificaciones sobre los gestos intencionales tempranos, pero para fines de este libro se usará la propuesta por Capirci, Iverson, Pizzuto y Volterra (1996), a la cual se adhieren la mayoría de las investigaciones actuales. Dicha clasificación se refiere a los gestos deícticos, gestos simbólicos y gestos icónicos.

Los Gestos Deícticos aparecen entre los 9 y 12 meses de edad. Se refieren a apuntar, mostrar, ofrecer, dar y realizar peticiones en forma de ritual, como por ejemplo, apuntar con el dedo un juguete que se quiere (Bates, Benigni, Bretherton, Camaioni & Volterra, 1979). A estos gestos Piaget (1965) se refería en sus escritos como “gestos de ejecución”, también denominados como “gestos protodeclarati-

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vos y protoimperativos” (Premack & Woodruff, 1978). Estos gestos consideran acciones como el mirar insistentemente un objeto para indicar que se le quiere, dirigir la atención del adulto hacia un objeto dándoselo, o apuntar objetos con el dedo índice para demostrar interés o necesidad.

Estos gestos intencionales tempranos constituyen un claro avance sobre el actuar meramente sobre los objetos, pero todavía son primitivos a nivel represen-tacional, ya que su significado es claro sólo si el observador sigue la trayectoria del gesto hacia su objetivo. De todas formas constituyen un importante paso hacia el desarrollo simbólico y pavimentan el camino al aprendizaje del lenguaje verbal (Goodwyn, Acredolo & Brown, 2000).

Estudios de seguimiento han demostrado que los gestos deícticos emergen de igual manera en niños y en niñas (Crais, Day & Cox, 2004), se incrementan linealmente y se correlacionan positivamente con el desarrollo del lenguaje y del discurso (Camaioni, Aureli, Bellagamba, & Fogel, 2003).

Los Gestos Simbólicos o Representacionales surgen entre los 11 y 15 meses de edad, y constituyen acciones físicas simples que pueden ser usadas para representar objetos y eventos, así como expresar deseos, necesidades, pensamientos y emocio-nes (Farkas, 2007). Estos gestos tienen una función comunicativa y nominativa, representan un referente específico, conllevan su significado en su forma y éste no cambia con el contexto, sustituyen el habla y tienen una función utilitaria hasta que los equivalentes verbales sean posibles (Acredolo & Goodwyn, 1988, 1990; Goodwyn et al., 2000; Iverson, Capirci & Caselli, 1994).

El desarrollo de estos gestos se da en una variedad impresionante. Su impor-tancia para el desarrollo del lenguaje ya no es un tema de discusión. Contribuyen en el desarrollo, tanto de un modo indirecto comunicando aspectos no hablados del estado cognitivo del niño, como de una manera directa en la cual ofrecen al infante una manera más simple de expresar y explorar ideas que serían difíciles de pensar en un formato verbal (Goldin-Meadow, 2000). Le permiten al niño explorar más allá de los confines del lenguaje que está hablando y nos proveen a los adultos de la oportunidad única de observar sus habilidades como “constructor” del lenguaje (Goldin-Meadow, 2002).

Una vez que el niño ya ha adquirido el lenguaje verbal, los gestos simbólicos o representacionales evolucionan hacia los Gestos Icónicos, descritos por Nicoladis,

Capítulo 1 Historia del programa de comunicación gestual | 19

Mayberry y Genesee (1999). Estos aparecen aproximadamente a los 3 años de edad, cumplen una función afirmativa y acompañan al habla, en vez de sus-tituirla. Inicialmente el niño muestra una fuerte tendencia a depender de una parte de su cuerpo para representar, por ejemplo, una herramienta (ejemplo, usa su dedo como si fuera el cepillo de dientes), pero hacia los 5 años su capacidad representacional se ha complejizado, permitiéndole entender o producir la acción relevante por sí misma, como si la herramienta estuviera allí (ejemplo, mover la mano como si estuviera sosteniendo un cepillo de dientes) (Boyatzis & Watson, 1993; O’Reilly, 1995).

Tanto la literatura como diversas investigaciones han revisado la relación exis-tente entre el desarrollo de los símbolos verbales y los gestuales en las distintas etapas del ciclo vital del niño. Al respecto, se ha planteado que los gestos facilitan el desarrollo del lenguaje, revelan, al igual que el habla, operaciones cognitivas, y predicen posteriores hitos del lenguaje (Farkas, 2007).

En síntesis, el uso de gestos permite establecer entre el adulto y el niño un puente de comunicación hasta la aparición del habla, e incluso cuando ésta apa-rece no todas las palabras tienen el mismo nivel de dificultad; por tanto el gesto puede ayudar hasta que la palabra pueda ser dicha correctamente (Acredolo & Goodwyn, 2001). Además, estudios en preescolares de 3 a 5 años de edad señalan que los gestos simbólicos continúan jugando un rol importante en la comprensión del lenguaje en la medida que los niños desarrollan habilidades lingüísticas más complejas (Kelly, 2001). Todo lo anterior lleva al surgimiento de la iniciativa de desarrollar de manera intencionada estos gestos en bebés que no presentan déficit sensorial alguno.

Programa de Comunicación GestualEl Programa de Comunicación Gestual (“Baby Signs®”) fue desarrollado a principios de los ochenta por Linda Acredolo y Susan Goodwyn, dos psicólogas expertas en desarrollo infantil de la Universidad de California, en EE.UU. El programa cuenta ya con más de 25 años de experiencia e investigaciones que avalan sus beneficios. En Chile comenzó a implementarse de manera piloto desde el año 2003, por la psicóloga Chamarrita Farkas, demostrando también importantes beneficios para los niños y sus familias.

20 | Los Gestos del Bebé

A través de más de veinte años de investigación en gestos, las doctoras Acredolo y Goodwyn estudiaron como los bebés aprendían los gestos que utilizaban los adultos y como desarrollaban además espontáneamente sus propios gestos. Publi-caron estudios en los cuales describían bebés que creaban sus propios gestos como jadear para referirse a un perro, olfatear como un gesto para referirse a una flor, o taparse los ojos para referirse a algo que los asustaba. De hecho, demostraron que la mayoría de los bebés al menos creaban un gesto antes de poder empezar a hablar. Para ejemplificar esto, piense en cómo los niños, sin usar palabras, piden que se les tome en brazos o cómo dicen “dame”.

Esta línea de intervención fomenta el desarrollo de gestos sencillos y fáciles de aprender, los cuales se encuentran fuertemente vinculados con la forma o función de aquello a lo que se refieren (“referente”), posibles de ser modificados de acuerdo a la cultura familiar y con un énfasis en los aspectos emocionales a la base de la comunicación. En la actualidad, ésta se ha ido difundiendo a casi todos los estados de Estados Unidos así como en otros países como Canadá, Korea, Hong Kong e India, y está avalada por una serie de investigaciones y publicaciones (Farkas, 2007).

También en la década de los 90 surge la propuesta del educador Joseph Gar-cía quien promovió estas intervenciones, pero con un énfasis en el desarrollo cognitivo y del lenguaje. García proponía enseñarles a los niños desde temprana edad el lenguaje de señas americano para personas sordas (ASL), con el objetivo de no sólo estimular el desarrollo intencionado de la comunicación gestual, sino enseñarle al niño un “segundo idioma”. Este autor está retirado en la actualidad, pero su programa SIGN with your BABY® sigue difundiéndose en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra (Farkas, 2007).

En la misma línea anterior se encuentran las investigaciones de Marilyn Da-niels (Ph.D. en Comunicaciones) las cuales parten con el estudio de los ges-tos en niños sordos, para luego abordar su estudio en niños sin déficit auditivo (para mayor información, ver su libro “Dancing with words: Signing for hearing children’s literacy”, 2001).

En resumen, dentro del desarrollo del lenguaje, entenderemos la comunicación gestual como una etapa “prelingüística”. Así, el gestualizar será al hablar, lo mismo que el gatear al caminar. Los gestos que se ocupan en este programa se basan

Capítulo 1 Historia del programa de comunicación gestual | 21

tanto en el lenguaje de señas para sordos que se usa en EE.UU. (ASL) como en aquellos gestos universales que hacen todos los niños (ej. Dormir, chao) y que son más fáciles y sencillos para ellos. El objetivo del programa es establecer una comunicación entre el niño y el adulto. En este sentido, cualquier gesto que ayude a entenderse mutuamente, está bien. Si uno de los gestos sugeridos es demasiado complejo o se le conoce pero de otra manera, no hay problema, lo importante es que siempre se use el mismo gesto con el niño.

Una serie de investigaciones se han realizado considerando los efectos del de-sarrollo intencionado de la comunicación gestual en bebés, en cuanto al desarrollo del lenguaje, desarrollo cognitivo y desarrollo socio-emocional, cuyos principales resultados se presentan en el siguiente capítulo.

22 | Los Gestos del Bebé

Referencias BibliográficasAcredolo, L. & Goodwyn, S. (1988). Symbolic gesturing in normal infants. Child De-velopment, 59, 450-499.

Acredolo, L. & Goodwyn, S. (1990). Sign language in babies: The significance of sym-bolic gesturing for understanding language development. In R. Vasta (Ed.), Annals of Child Development, Vol. 7 (pp. 1-42). London: Jessica Kingsley Publishers.

Acredolo, L. & Goodwyn, S. (2001). Los gestos del bebé. Barcelona, España: Oniro.

Bates, E., Benigni, L., Bretherton, J., Camaioni, L. & Volterra, V. (1979). The emergence of symbols: Cognition and communication in infancy. New York: Academic Press.

Boyatzis, C. J. & Watson, M. W. (1993). Preschool children’s symbolic representation of objects throught gestures. Child Development, 64, 729-735.

Camaioni, L., Aureli, T., Bellagamba, F. & Fogel, A. (2003). A longitudinal exa-mination of the transition to symbolic communication in the second year of life. Infant and Child Development, 12, 1-26.

Capirci, O., Iverson, J. M., Pizzuto, E. & Volterra, V. (1996). Gestures and words during the transition to two word speech. Journal of Child Language, 23, 645-673.

Crais, E., Day, D. & Cox, C. (2004). The intersection of the development of gestures and intentionality. Journal of Speech, Language and Hearing Research, 47, 3, 678-694.

Daniels, M. (2001). Dancing with words: Signing for hearing children’s literacy. Wesport, CT : Bergin & Garvey.

Farkas, C. (2007). Comunicación gestual en la infancia temprana: Una revisión de su desa-rrollo, relación con el lenguaje e implicancias de su intervención. Psykhé, 16, 2, 107-115.

Goldin-Meadow, S. (2000). Beyond words: The importante of gesture to researchers and learners. Child Development, 71, 1, 231-239.

Goldin-Meadow, S.(2002). Constructing communication by hand. Cognitive Development, 17, 1385-1405.

Goodwyn, S., Acredolo, L. & Brown, C. (2000). Impact of symbolic gesturing on early language development. Journal of Nonverbal Behavior, 24, 81-103.

Iverson, J. M., Capirci, O. & Caselli, C. (1994). From communication to language in two modalities. Cognitive Development, 9, 1, 23-43.

Kelly, S. (2001). Broadening the units of analysis in communication: Speech and nonverbal behaviors in pragmatic comprehension. Journal of Child Language, 28, 2, 325-349.

Piaget, J. (1965). El lenguaje y pensamiento del niño pequeño. Buenos Aires, Argentina: Paidós.

Premack, D. & Woodruff, G. (1978). Does the chimpanzee have a theory of mind? The Behavioral and Brain Sciences, 4, 515-526.

Nicoladis, E., Mayberry, R. & Genesee, F. (1999). Gesture and early bilingual deve-lopment. Developmental Psyhology, 35, 2, 514-526.

O’reilly, A. (1995). Using representations: Comprehension and production of actions with

imagined objects. Child Development, 66, 999-1010.

Capítulo 2 Resultados de investigaciones en el tema

Es importante recalcar que intervenir tempranamente con programas de estimu-lación, es sumamente beneficioso en el período entre los 0 y 3 años. Ello debido a que en esta etapa ocurren los principales desarrollos del niño a nivel físico, cogni-tivo y socioemocional; es el período de máxima conexión y plasticidad neuronal, aparece el lenguaje, se desarrollan funciones como la motricidad gruesa y fina, la coordinación, la percepción y la memoria, se establecen las primeras relaciones significativas con personas significativas (los padres, las educadoras) lo cual luego se constituye en un patrón de apego, se sientan las bases de la autoestima y la confianza en sí mismo.

En las primeras investigaciones realizadas sobre los efectos de desarrollar intencionadamente la comunicación gestual en los niños, se pudo ver que los padres eran reacios a animar esas conductas. Su principal preocupación era que al estimular la comunicación gestual en sus bebés, ellos luego no se interesaran por aprender a hablar. Entonces, en 1988 las doctoras Acredolo y Goodwyn realizaron un estudio para verificar que el enseñar a bebés el uso de la comunicación gestual no fuera nocivo para el posterior aprendizaje del habla. En esta investigación siguieron el desarrollo de un grupo de bebés cuyos padres fueron entrenados en el uso de la comunicación gestual, y los compararon con un grupo de bebés cuyos padres nunca escucharon de esta intervención.

En los resultados se pudo apreciar claramente que los niños que habían sido estimulados a usar gestos no sólo no se veían afectados negativamente en el aprendizaje del habla, sino que aprendían en realidad a hablar antes, y no después. Posteriores estudios realizados por Acredolo y Goodwyn continuaron demos-trando los beneficios del Programa de Comunicación Gestual en el desarrollo del lenguaje, tanto expresivo como comprensivo.

En un estudio de tipo correlacional realizado por Acredolo y Goodwyn y pu-blicado en 1988, se apreciaron altas correlaciones entre la cantidad de gestos

24 | Los Gestos del Bebé

simbólicos utilizados y el tamaño de vocabulario verbal, a los 19 y 24 meses de edad. Luego, en un estudio piloto realizado por las mismas autoras y publicado en 1990 con 6 niños cuyos padres fueron motivados a comunicarse con ellos con gestos simbólicos, se constató que a los 24 meses de edad su desarrollo verbal era mejor en comparación a las normas nacionales.

En estudios comparativos realizados por Goodwyn y Acredolo y publicados en 1993 y 1998, se observó que los niños que habían sido estimulados a comunicarse gestualmente con sus figuras significativas desde temprana edad, eran capaces de entender más palabras, su vocabulario era mayor, y se involucraban en juegos más sofisticados, en comparación a los niños del grupo control.

La influencia del desarrollo intencional de la comunicación gestual temprana en el lenguaje, permanece a través del tiempo. En un estudio longitudinal rea-lizado por O’Reilly, Painter y Bornstein, y publicado en 1997, se siguió el desa-rrollo de 34 niños desde los 2 a los 4 años de edad, encontrándose asociaciones concurrentes significativas entre lenguaje y gestos.

En síntesis, los niños y niñas que participaban en el programa empezaban a hablar antes y mejor, comprendían mejor lo que se les decía, su vocabulario era más extenso, y estos efectos además se mantenían a través del tiempo. Dichos estudios permitieron concluir que el gestualizar facilitaba el aprendizaje de las palabras, en vez de dificultarlo.

Además se ha demostrado los beneficios en el desarrollo cognitivo. Acredolo y Goodwyn realizaron un estudio longitudinal con 43 niños, el cual publicaron en el año 2000. Una parte de los niños aprendió a comunicarse a través de gestos con sus padres cuando eran bebés, y cuando se evaluó su desarrollo cognitivo a través del WISC-III1 al término del 2do año básico, se comprobó que los niños del grupo de estudio que habían aprendido a comunicarse con gestos lograban puntajes significativamente más altos en las escalas verbal, motora y escala total.

En el plano emocional se ha observado que estos niños y niñas se frustran y enojan menos, lloran menos y hacen menos pataletas, y usan otras formas de llamar la atención y expresar sus necesidades. Desarrollan una mayor cercanía

1 Escala de Inteligencia de Weschler para niños. Esta escala evalúa el desempeño intelectual del niño entre los 6 y los 16 años considerando distintas habilidades verbales y motoras, entregando un CI verbal, motor y total.

Capítulo 2 Resultados de investigaciones en el tema | 25

con sus padres e inician con ellos períodos de atención compartida de manera más frecuente (Acredolo & Goodwyn, 2001).

En un estudio realizado por Claire Vallotton con 29 niños y sus padres y publicado el 2005, se pudo observar que el programa influía positivamente en la percepción que los padres tenían de sus hijos o hijas. Específicamente, se vio que madres de familias en riesgo social y que habían participado del programa, percibían a sus hijos e hijas como más reforzadores y más aceptables, que aquellas que no habían participado del mismo. Estas madres además mostraban un incre-mento de la focalización de la atención en sus hijos y un mayor nivel de sintonía afectiva madre-bebé. Los niños a su vez presentaron una mayor frecuencia de claves sociales y out put verbales así como menores indicadores de estrés duran-te las interacciones con sus madres, en comparación a los niños que no habían participado de la intervención.

Investigaciones en ChileEn Chile, la psicóloga Chamarrita Farkas empezó a investigar de manera pionera los beneficios de este programa. En un primer estudio de seguimiento de un bebé y publicado el 2007, se pudo apreciar que las características del proceso de adquisición de los gestos era similar tanto al proceso de adquisición del lenguaje verbal así como a lo observado en estudios en Estados Unidos.

En otro estudio realizado por Farkas con 20 niños menores de un año y sus madres, pertenecientes a un NSE medio y que vivían en la ciudad de Santiago, se pudo comprobar una relación directa entre el nivel de motivación de las madres, la participación de otras personas en el programa, la frecuencia de la realización de los gestos y su inclusión en rutinas cotidianas, con el desarrollo del vocabulario gestual de los niños. En otras palabras, mientras mayor era la motivación de la madre, mientras más personas participaban en hacer gestos con los niños y los gestos se realizaban todos los días y en distintas situaciones, los niños aprendían y utilizaban más gestos en su comunicación (Farkas, no publicado).

En este mismo estudio se comprobó además que la producción del primer gesto simbólico propiamente tal fue observada en promedio a los 7.8 meses de edad, en un rango entre 7 y 11 meses. Los primeros gestos creados espontánea-mente por los niños aparecieron a su vez a los 11 meses de edad, en adelante.

26 | Los Gestos del Bebé

No se observaron diferencias significativas entre el inicio de varones y niñas. A los 14 meses de edad se detectaron 45 gestos simbólicos distintos, todos los cuales correspondían a conceptos altamente familiares para el niño. Finalmente se observó una alta correlación entre el desarrollo del vocabulario gestual y del vocabulario verbal en los niños estudiados, tanto en los aspectos expresivos como comprensivos. Es decir, mientras más gestos aprendía y utilizaba el niño o niña, mejor era luego su vocabulario tanto expresivo como comprensivo.

Otro estudio analizó el efecto del Programa de Comunicación Gestual en 14 díadas madre-bebé, pertenecientes a NSE medio. Las díadas fueron observadas en situación de juego libre, en tres momentos en el tiempo, comenzando a los 5-9 meses de edad de los niños, y finalizando a los 18-20 meses. Los resultados mostraron que las díadas que habían participado de la intervención, mostraban interacciones sincrónicas madre-bebé significativamente más frecuentes en los niveles visuales y táctiles, que aquellas díadas que no habían participado (Gón-gora & Farkas, 2009). Ello es de gran relevancia, considerando que una mayor frecuencia de interacciones tempranas sincrónicas se relaciona con la calidad del vínculo que se establece entre el niño y sus cuidadores principales.

Se analizó además el efecto del programa sobre la adquisición del lenguaje de los niños. Para ello se estudiaron a 69 niños de la ciudad de Santiago, de NSE bajo y pertenecientes a familias en riesgo psicosocial, la mitad de los cuales estuvieron expuestos al programa en sus salas cunas antes del año de edad. No se observaron diferencias entre los niños que habían recibido el programa y los que no, a los 12 meses de edad, pero sí a los 18 meses. A esta edad, la percepción de sus padres y de sus educadoras apuntó a un mayor crecimiento entre los 12 y 18 meses de edad en su vocabulario comprensivo. Además la evaluación por un experto (a través del Bayley III) mostró un lenguaje expresivo significativamente mejor en los niños que recibieron la intervención (Farkas, 2009).

También han sido estudiados los efectos del programa sobre aspectos de los padres y las educadoras. Se analizó el efecto del programa en 78 madres chilenas de NSE bajo y alto riesgo psicosocial, cuyos hijos asistían a salas cuna. Las madres que habían participado de la intervención, obtenían a los 12 y 18 meses de sus hijos puntajes más altos en estrés asociado a la maternidad, puntajes que luego disminuían hacia los 24 meses de sus hijos. Estos resultados fueron explicados

Capítulo 2 Resultados de investigaciones en el tema | 27

desde un efecto del programa hacia una mayor “visibilización” de los niños, sus características y necesidades, en madres que comúnmente están más preocupadas por su situación de vida. Además, aunque los valores de estrés volvían al nivel inicial, estos pasaban a estar menos influidos por variables contextuales externas al niño, a diferencia de las madres que no habían participado de la intervención (Farkas & Valdés, en revisión).

En un estudio con 42 educadoras de párvulos y auxiliares en educación parvu-laria pertenecientes a salas cuna estatales de la ciudad de Santiago, se analizaron los efectos del programa sobre las atribuciones que ellas hacían respecto al llanto y pataletas de los niños, las reacciones emocionales que les generaban y su ma-nejo de la situación. Las profesionales que habían participado de la intervención modificaban su percepción de los niños, concibiéndolos como agentes activos y proactivos en el proceso comunicativo. Frente a situaciones de llanto y pataletas reaccionaban más tranquilas, percibiéndose a sí mismas como más eficaces y productivas, y usaban estrategias de manejo más adecuadas y más centradas en la comunicación con el niño (Angelkos & Farkas, en revisión).

En síntesis, tanto los estudios extranjeros como nacionales han demostrado los efectos positivos que el Programa de Comunicación Gestual tiene sobre distintos aspectos del niño, su familia y las educadoras que participan en su formación.

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Angelkos, M.C. & Farkas, C. (en revisión). Efectos de un Programa de Comunicación Gestual en la Educación Inicial: Modificación en las Atribuciones Causales y Respuesta Cog-nitiva, Emocional y Conductual de un grupo de Educadoras y Técnicas de Párvulos frente al Llanto y las Pataletas de los Bebés. SUMMA Psicológica.

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Farkas, C. & Valdés, N. (en revisión). Encouraging symbolic gestures in normal infants: Impact on maternal self-efficacy. Journal of Reproductive and Infant Psychology.

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O’reilly, A., Painter, K. & Bornstein, M. (1997). Relations between language and symbolic gesture development in early childhood. Cognitive Development, 12, 2, 185-197.

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Capítulo 3Beneficios del uso de la comunicación gestual en bebés

Para comenzar, es importante mencionar que los gestos ayudan de manera signi-ficativa a los primeros intentos comunicativos del bebé, ya que son más fáciles de realizar que pronunciar las palabras. Ello ocurre porque mover sus manos (movimiento motor grueso) es más fácil para los bebés, que utilizar su aparato fonador (movimientos motores finos). Además, los bebés se sienten atraídos y recuerdan las acciones gruesas que ven a los adultos realizar, más que los movi-mientos finos que los adultos hacen con sus bocas, y finalmente porque muchos gestos se parecen a aquello a lo cual se refieren (ej. Abrir y cerrar palmas, para “libro”), más que las palabras (ej, no hay nada entre las letras “l”, “b” o “r” que se vea como un libro).

Otro aspecto que debe ser considerado, es que gestualizar forma parte natural del desarrollo del lenguaje. Algunas personas, cuando escuchan por primera vez sobre enseñar lenguaje de señas a los bebés, piensan que ésta es una idea radical, que significa introducir algo artificial en la vida del bebé. Nada puede estar más lejano de la verdad! Los gestos forman parte del desarrollo normal del lenguaje, específicamente del lenguaje no verbal. Por ejemplo, la mayoría de los bebés apren-den tempranamente a decir “chao” con la mano, hacer “si” o “no” con su cabeza, aplaudir indicando que hicieron algo bien, o hacer el gesto de “silencio” (poner el dedo índice frente a la boca) cuando otro niño o persona está durmiendo. Todos estos movimientos físicos son gestos que los bebés usan para comunicarse y que aprenden de imitar a los adultos.

Los gestos que el niño aprende tienen como característica el ser “simbólicos”. Ello significa que se usan para referirse (o simbolizar) un objeto, animal o situa-ción. Así, el gesto “comer” (llevarse las manos a la boca) simboliza la situación real de comer. O el gesto “teléfono” (ponerse la mano empuñada en la oreja) simboliza el teléfono o una persona hablando por teléfono.

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Cabe considerarse que por ser gestos que se usan de manera muy inicial en el proceso comunicativo, suelen ser acciones bastante simples y concretas. Los gestos se refieren de un modo sencillo, a características concretas del objeto, ge-neralmente su función. Por ejemplo el gesto “pájaro” (mover las manos o brazos a los costados, aleteando) indica de un modo concreto lo que hacen los pájaros, es decir, volar.

Estas características hacen que los gestos sean más fáciles de realizar para el niño, por lo que aparecen antes que las palabras. En este sentido, preceden y reemplazan al lenguaje oral. Una vez que aparecen las palabras, el niño espontá-neamente deja de usar los gestos ya que la palabra es más sencilla y “económica” de realizar. Aún en esta etapa, los niños no aprenden todas las palabras al mismo tiempo, por tanto los gestos siguen siendo útiles para que el niño pueda darse a entender de mejor manera.

En este punto cabe recalcar que los gestos siempre van acompañados de len-guaje oral por parte del adulto, lo cual cumple una función primordial para el desarrollo de la comunicación con el niño; facilita la conexión entre el gesto y la palabra, facilitando por tanto la adquisición del significado y la comprensión del lenguaje (verbal y no verbal) como herramienta comunicativa.

¿Por qué los gestos ayudan a los bebés a aprender a hablar?Sabemos desde hace tiempo que mientras más los adultos les hablan a sus bebés, más fácil les resulta a ellos aprender a hablar. Cuando los bebés usan los gestos para referirse a algo, los adultos reaccionan prestándoles más atención así como hablándoles más. Por ejemplo, si el bebé hace el gesto de “gato”, el adulto le res-ponde “sí, es un lindo gatito, que lindo el gato, el gato hace miau, lo hiciste muy bien…”. Esto le da al bebé la oportunidad de aprender muchas más palabras, y además van a prestar más atención ya que la motivación va a ser mayor, ya que ellos eligieron el tema.

¿Por qué el Programa de Comunicación Gestual es útil para los bebés?¿Has viajado alguna vez a algún país del cual no conoces el idioma?, o ¿Has estado alguna vez con alguien con quien quieres comunicarte pero que habla en otro idioma? ¿Cómo te has sentido cuando no te has podido comunicar con

Capítulo 3 Beneficios del uso de la comunicación gestual en bebés | 31

otros? Bueno, eso mismo es lo que siente el bebé todo el tiempo. El Programa de Comunicación Gestual le da al niño o niña una forma de traspasar la barrera del lenguaje, haciendo la vida menos frustrante, hasta que aprenda a hablar. ¡Y esto le facilita la vida a cualquiera!

A la vez, cuando no puedes comunicarte con palabras, ¿qué haces? Recurres naturalmente a tus manos, cuerpo y cara para comunicarte. Cuando alguien con quien tenías una cita viene llegando tarde, le puedes indicar con tu dedo índice tu reloj, haciéndole entender que llega tarde, o cuando ves a alguien a la distancia puedes llevarte la mano empuñada a tu oreja, para indicarle que se llamen por telé-fono. Así, el usar gestos es una actividad totalmente natural en nuestras vidas.

Los bebés también usan gestos para comunicarse, además de los gorjeos, balbuceos y el llanto. Ellos usan gestos para “no”, “sí”, “chao”, “levántame”, los cuales aprenden del adulto. Estos gestos son muy buenas herramientas para co-municarse, pero son sólo la punta del iceberg. Los bebés son capaces de aprender bastantes más gestos, no sólo unos cuantos. El aprender a comunicarse a través de gestos es sumamente sencillo y útil para los bebés.

¿Por qué el Programa de Comunicación Gestual es útil para los padres?No sólo los bebés se benefician del uso de los gestos, sino también sus padres. Los beneficios que se presentan a continuación son lo que la mayoría de los padres que han participado de las investigaciones, han señalado.

Incluso aquellos padres que se sienten orgullosos de ser capaces de leer las señales de sus bebés, tienen dificultades para entender sus gimoteos y gruñidos, lo cual aumenta su frustración. Una vez que el bebé tiene los gestos para hacer sus mensajes menos ambiguos, todos se frustran menos, el bebé así como sus padres.

Los padres además siempre se sorprenden al descubrir cuán inteligentes son sus bebés, cuán buenos observadores son del mundo alrededor, y cuánto quie-ren compartir el mundo con aquellos a quienes aman. Los gestos le dan al bebé un camino para mostrar todo esto a sus padres – una verdadera “ventana” a la mente del bebé.

Cuando las experiencias negativas con el bebé disminuyen (por ejemplo, situa-ciones de llanto inmanejables) al mismo tiempo que aumentan las experiencias

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positivas (por ejemplo, compartir con él en el juego), el resultado es un sentimiento más satisfactorio y enriquecedor de conexión entre los padres y el bebé, estrechan-do los vínculos entre ellos y constituyendo la base de un apego seguro.

¿Por qué el Programa de Comunicación Gestual es útil para los educadores?Cuando un bebé entra por primera vez a una sala cuna o jardín infantil, suele manifestar en los primeros días miedo, temor, desconocimiento o nostalgia de su hogar. Todas estas son emociones normales ya que tanto la educadora de párvulos como la técnica de educación parvularia son personas desconocidas para él o ella. El proceso de acostumbrarse y aprender a conocerse mutuamente dura un tiempo, tiempo durante el cual el único medio de comunicación que puede usar el bebé para dar a entender sus necesidades es el llanto, llanto que suele frustrar a los adultos cuando estos no entienden lo que el bebé trata de comunicar o cuando no logran calmarlo.

Con el Programa de Comunicación Gestual, el personal educativo no tendrá que adivinar qué es lo que el niño o niña está tratando de decir. En la medida que el niño conozca y utilice los gestos como herramienta de comunicación, podrá comunicar si está hambriento, si le duele algo o si está asustado. Y no hay duda que la vida en la sala cuna o jardín infantil se hace más fácil con menos frustraciones y menos llanto. En otras palabras, el uso de la comunicación gestual reduce el llanto y las pataletas, ya que los bebés no tienen que apuntar, gimotear y llorar para que se entiendan sus mensajes. El resultado es un ambiente más tranquilo y positivo para los bebés y los educadores.

En una ocasión, a una niña de 13 meses se le estaba cambiando el pañal. Cuando la educadora se lo puso muy apretado, la niña hizo el gesto de “suave”. La educadora entendió, lo puso más suelto, y el problema se resolvió sin llorar.

Otro aspecto a considerar es cuando la frustración que los niños sienten por no poder comunicarse con otros, los hace en ocasiones morder, pegar, o expresar otras conductas agresivas. Tener gestos para expresarse reduce esta tensión y por tanto, las conductas negativas.

Otra ventaja del uso de gestos por parte de la educadora en situaciones de conflicto, es que captura la atención del niño en mayor medida que sólo el uso de palabras, distrayéndolo de su conducta negativa y calmando la situación. Por

Capítulo 3 Beneficios del uso de la comunicación gestual en bebés | 33

ejemplo, decirle a niños pequeños que deben guardar silencio porque es la hora de la siesta, logra un menor efecto y requiere de un mayor tiempo para lograrlo, que decirles lo mismo pero haciendo el gesto de “silencio” (poner el dedo índice frente a la boca) y de “dormir” (poner ambas manos juntas y como afirmando la cabeza).

Los gestos ayudan a construir una mayor confianza entre los niños y sus cui-dadores, entendiendo por ello a sus padres, educadoras, familiares significativos, y otras personas relevantes involucradas en su cuidado cotidiano. Comunicarse sig-nifica conectarse. Cuando los niños se sienten comprendidos confían más en que serán cuidados por la persona a cargo, aún cuando hayan sido separados de sus padres. Y con la confianza aparecen sentimientos de contención y bienestar.

El uso de los gestos ayuda también a que los educadores sean más observa-dores y responsivos. Tanto el acto de observar los gestos como el modelar gestos influye en que los educadores ocupen más tiempo en observar a los niños, lo cual podría ayudar a su comprensión de otras claves de los niños, convirtiéndose en educadoras más responsivas y efectivas.

El gestualizar no sólo hace que los bebés se sientan más satisfechos por sus logros en el proceso de comunicarse efectivamente con otros, sino que también les permite empezar a expresar otras emociones positivas –como empatía– lo cual le da a los educadores la posibilidad de reconocer y reforzar estas importantes conductas, promoviendo un desarrollo emocional más positivo. En una ocasión, un bebé escuchó a otro niño llorando, entonces le hizo el gesto de “pena” a la educadora, y de “mamadera”, como una sugerencia de lo que podría ayudar. En esta simple acción vemos una actitud empática con el llanto de otro, y un intento de reparación de la situación.

También en situaciones cuando el niño o niña proviene de otra cultura por lo que el idioma que escucha en su casa difiere de aquel que escucha en el jardín infantil, los gestos son un puente, que le permiten comunicarse efectivamente con otros niños y adultos. Así, los gestos proveen un lenguaje “universal”, son un puente entre idiomas, ayudando a los niños a entender la equivalencia de las palabras. Si su mamá usa el gesto de “sombrero” cuando dice “hat”, y la educa-dora usa el mismo gesto cuando dice “sombrero”, el niño entenderá que “hat” y “sombrero” tienen el mismo significado.

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Finalmente, la comunicación gestual está presente a lo largo de toda la vida, apoyando al habla, reemplazándola cuando ésta no es posible, o enfatizando su contenido, por lo que se adecuado uso desde temprana edad genera efectos a largo plazo en el desarrollo de los niños y niñas.

Capítulo 4 ¿Qué hay que saber antes de empezar?

¿Cuándo empezar a usar gestos?Es importante empezar a usar y modelarle los gestos al bebé sin importar su edad, al igual que como le empezamos a hablar a los niños al momento de nacer, aun-que todavía no estén preparados para respondernos. El uso previo de los gestos y las palabras ayudarán luego al aprendizaje de los niños, pero es importante ser realista sobre cuando los bebés están listos para los gestos.

Se ha visto que en la mayoría de los bebés el primer gesto aparece a los 7 meses, pero todos los niños son diferentes, y es importante respetar estas diferencias. Hay una serie de etapas por las que pasará el bebé en su viaje del gesto a la pala-bra. Cada una de estas etapas precede y anticipa la etapa siguiente. Conocerlas permitirá anticiparse a las conductas esperadas y no desanimarse en el camino.

Etapas en el desarrollo de los gestosEtapa• 1: En esta etapa el adulto gestualiza, y el niño o niña simplemente observa las manos del adulto. Esta primera etapa es fundamental ya que el bebé está comenzando a conectar los gestos que ve con las acciones, palabras u objetos que el adulto le dice o muestra. Esta primera etapa puede darse alrededor de los 5 a 7 meses del niño, pero es importante recordar, como ya fue mencionado, que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo; debe estarse atento a las claves del niño y respetar su ritmo.Etapa• 2: En una segunda etapa el niño comienza a demostrar compren-sión del gesto que ve en el adulto. Esta comprensión puede observarse en las sonrisas del niño, así como en miradas o indicación hacia aquello que el gesto simboliza.Etapa 3• : En esta etapa el niño o niña comienza a imitar el gesto que ve en el adulto, lo cual se ha visto que empieza a ocurrir entre los 7 y 8 meses de edad. Estos primeros gestos son posteriores e inmediatos a la observación

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del gesto en el adulto, y pueden parecerse a estos pero no ser idénticos (al igual que en los primeros intentos de hablar, cuando el niño no dice “zapato” sino “tato”).Etapa 4• : En la siguiente etapa el niño o niña comienza a usar gestos sin que estos hayan sido realizados previamente por el adulto, pero sí solicitados por el mismo. Por ejemplo, leyendo un libro, aparece un pato y el adulto dice “¿Cómo hace el pato? Muéstrame como haces el pato”.Etapa 5• : En esta etapa el niño o niña comienza a usar los gestos que conoce de manera espontánea, cuando reconoce algo, quiere mostrar algo o pedir algo. Es capaz de darse cuenta de su valor comunicativo, y los emplea en sus intercambios con el adulto u otros niños. Etapa• 6: Ya alrededor del año de edad, el niño ha comenzado a aprender algunas palabras, pero no logra pronunciarlas correctamente o no todas las palabras tienen el mismo nivel de facilidad para aprenderse. Por tanto, usa palabras junto con gestos, como una forma de darse a entender de mejor manera.Etapa• 7: Finalmente, el niño domina el lenguaje hablado, por lo que las palabras reemplazan al uso de los gestos. El niño o niña sólo usa palabras, aunque en cualquier momento puede volver a recurrir al gesto.

¿Cuándo el bebé podrá responder con gestos?Aunque es importante empezar con el hábito de gestualizar sin importar la edad de los niños, es natural preguntarse “¿cuándo puedo esperar que mi bebé comience a hacer gestos también?”.

Al respecto es importante recordar que mientras más veces los bebés ven a un adulto usando gestos, más rápido los aprenderán. ¡La repetición es la clave del éxito! Además, hay algunas conductas que realizan los bebés, que nos pueden dar pistas que están listos paras empezar a gestualizar. Por ejemplo, cuando el bebé comienza a apuntar hacia las cosas, cuando nos entrega juguetes u objetos y espera por una respuesta, o cuando empieza a hacer “chao” con la mano, lo cual puede observarse cerca de los 6 a 9 meses. Incluso los gestos pueden ayudar cuando el bebé conoce algunas palabras, pero todavía hay cosas importantes de las que él o ella quieran hablar pero no pueden.

Capítulo 4 ¿Qué hay que saberantes de empezar? | 37

Cuán rápido comenzará un bebé a hacer gestos dependerá no sólo de su de-sarrollo, sino también de cuan seguido ve los gestos y cuan interesado está en comunicarse. Por ello, el ser consistente con los gestos, ayudará al bebé a apren-derlos más rápido. Pero cabe considerar que a veces aunque los adultos hagan gestos consistentemente, los bebés no empezarán a usar gestos hasta que estén listos. Igual como ocurre con el gatear, el caminar o los dientes, cada bebé tiene su propio ritmo en el desarrollo, y es importante respetarlo.

A la vez, encontramos diferencias individuales entre los bebés respecto a las actividades que prefieren realizar. Algunos bebés están mucho más interesados por ejemplo en desarrollar sus habilidades motoras en vez de comunicarse. No es inusual escuchar a una madre contar que su bebé está más interesado en escalar una repisa de libros que leer los libros.

¿Cuán amplio es el margen? Algunos bebés comienzan a usar gestos a los 7 meses mientras que otros lo hacen recién al año de edad. Es importante recordar que el Programa de Comunicación Gestual no pretende agregar más estrés a las vidas de los niños, sino estimular el uso de un canal alternativo que permita en edades tempranas poderse comunicar con ellos. Entonces si un bebé todavía no usa gestos, hay que tener paciencia y darle tiempo, ya lo hará.

¿Cómo enseñarle los gestos al bebé?Para enseñar un gesto, hay que hacer lo mismo que hacemos cuando le enseñamos a un bebé a hacer “chao” con la mano o cuando le mostramos a esconderse detrás de un pañal, en el juego de “estoy, no estoy”. Así de simple.

Para enseñarle al bebé a hacer “chao” con la mano, lo que hacemos es ubicarnos primero en un contexto donde el gesto corresponda; por ejemplo cuando una tía se va. Luego, estableciendo contacto visual con el bebé, de modo de saber que nos está prestando atención, decimos “se va la tía. Chao, tía, chao”. Al mismo tiempo, le hacemos el gesto de “chao” con nuestra mano, a la vez que tomamos gentilmente la mano del bebé y tratamos de modelarle el gesto, repitiendo “chao tía, chao, que te vaya bien”.

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¡Enseñar otros gestos es igual de fácil! Durante el proceso, es importante recordar las siguientes recomendaciones, que ayudarán a lograr un aprendizaje exitoso:

Contacto visual:• Es importante hacer contacto visual con el bebé mien-tras le enseñas el gesto.Comienza sólo con algunos gestos: • Elige sólo unos cuatro o cinco gestos para empezar, que sean más fáciles de recordar, tanto para ti como para el bebé.Siempre usa la palabra y el gesto juntos: • Siempre debes repetir la palabra de aquello que quieres mostrarle al bebé, mientras usas el gesto. Esto es fundamental. La palabra SIEMPRE acompaña al gesto. Ver el gesto al mismo tiempo que escucha la palabra ayuda al bebé a realizar la conexión.Repite el gesto y la palabra:• Cuando el bebé esté observando y esté interesado, repite juntos la palabra y el gesto varias veces. Recuerda que la repetición es la clave de un aprendizaje exitoso.Señala cuando sea posible:• Cuando el gesto se refiere a un objeto, se-ñala el objeto mientras dices la palabra y haces el gesto. El gesto siempre debe darse en el contexto de aquello a lo que se refiere, lo cual facilita su comprensión.Guía las manos del bebé – ¡amablemente!:• Ocasionalmente, puedes ayudar al bebé a hacer el gesto (pero si se resiste, debes detenerte de in-mediato). No esperes perfección, ya que al inicio, las habilidades motoras del bebé son limitadas.Convierte los gestos en una parte de las actividades diarias: • Rela-ciona los gestos con rutinas específicas (por ejemplo, la hora de dormir o de comer). Ello te ayudará a recordar su uso.Observa por oportunidades:• Está atento a cosas o situaciones de las que se pueda hablar con gestos. Más ejemplos significan un aprendizaje más rápido.No esperes perfección – y está atento a las invenciones:• Recuerda que la inmadurez de las habilidades motoras del bebé no le permite

Capítulo 4 ¿Qué hay que saberantes de empezar? | 39

realizar los gestos de manera precisa. Además, está atento a los gestos que el bebé crea por sí mismo.Sé paciente:• Mientras más pequeño es el bebé, más tiempo le demorará empezar a usar los gestos. De todas formas recuerda que aunque el bebé todavía no haga gestos, igual está aprendiendo. Igual como los bebés comprenden más palabras de aquellas que pueden decir, ellos igualmente comprenden los gestos antes que puedan hacerlos.Haz de los gestos algo divertido:• Asegúrate de expresar entusiasmo mientras haces el gesto, de modo que el bebé sienta que el aprendizaje es una experiencia grata. Alaba y estimula al bebé en sus intentos. Disfruten juntos la magia que trae el poder comunicarse gestualmente.

¿Qué gestos debo usar con mi bebé?Desde la postura de la autora de este libro, todo gesto es útil para establecer un canal de comunicación con el bebé. Como ya se comentó en la introducción, la Parte V de este libro incluye un Diccionario de Gestos. Este diccionario considera los gestos que el programa Baby Signs® utiliza en Estados Unidos, así como su adaptación chilena en función de los gestos más frecuentes y las formas que prefieren realizar nuestros niños, de acuerdo a estudios previos.

Pero estos gestos son sólo sugerencias, y deben ser tomados como tales. Si una familia o el mismo niño prefieren hacer el gesto de otra manera –ya sea porque le resulta más fácil o porque ya de antes lo hacía así– no hay problema con ello, mientras se mantenga siempre ese gesto. El uso de los gestos es un medio para establecer un canal de comunicación con el niño o niña, además de estimular formas de lenguaje distintas a la verbal. No hay que verlo como una obligación en la cual deben aprenderse los gestos sólo de cierta forma, sino como una opor-tunidad para poder entender lo que tu bebé quiere y disfrutar la experiencia de poderte comunicar con él o ella.

actividades para el uso de los gestos

parte ii

Capítulo 5 Gestos y rutinas diarias

La mayoría de las actividades diarias de un bebé están organizadas en rutinas. Estas rutinas le proveen al niño o niña la posibilidad de predecir lo que ocurrirá a lo largo del día, transmitiéndole sentimientos de seguridad y calma. El relacio-nar los gestos con rutinas específicas ayuda al adulto a recordar su uso, de igual manera que al bebé.

¡Recuerda que mientras más veces se repita un gesto, más fácil será para el bebé el aprenderlo!

A continuación se presenta un cuadro con las actividades que se realizan du-rante estas rutinas, y los gestos que se pueden incorporar a ellas.

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Actividades

Se le da a entender al niño o niña que debe ser mudado, diciéndoselo en pala-bras, tocándole el pañal o a veces mos-trándole que hay mal olor.

Cuando se le saca el pañal al bebé, se le limpia, lava, seca y perfuma.

Durante el proceso se juega con él o ella, se le hace cosquillas, se le hace masajes, se le besa y acaricia.

Luego se le pone un pañal limpio, se le viste nuevamente y se le dice que han terminado.

Gestos

Pañal”, “mal olor”, “sucio”, “bebé”.

“Lavar”, “suave”.

“Feliz”, “¡bravo!” (por estar limpio). Si se juega con animales u objetos, se pue-den incluir estos gestos, como “pato”, “gato”, “libro”, etc.

“Pañal”, “¡bravo!”, “se acabó”.

Muda

Capítulo 5 Gestos y rutinas diarias | 45

Actividades

Se le dice al niño o niña que es hora de comer o se le pregunta si tiene hambre.

Dentro de los preparativos, se le ubica en su lugar de comer y se le pone el babero.

Mientras se le alimenta, se le va contan-do lo que está comiendo y se le dice o pregunta si está rica la comida.

Durante la comida también pueden in-cluirse juegos como el “avioncito” o canciones.

Al terminar puede preguntársele si quiere más. Si no, se le lava las manos, limpia la cara y se le dice que han ter-minado.

Gestos

“Comer”, “beber”, “bebé”.

“Comer”, “babero”, “sentarse”, “mamá”, “papá”.

“Comer”, “beber”, “rico”, “feliz”, gestos de los alimentos.

“Avión”, gestos con las canciones.

“¿Más?”, “rico”, “¡bravo!”, “feliz”, “enojado”, “sucio”, “mal olor”, “lavar”, “se acabó”.

Alimentación

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Actividades

Se le dice al niño o niña que es hora de dormir o se le pregunta si tiene sueño.

Se le ubica en su cuna o en el lugar en el cual duerme. Se puede acompañar de canciones de cuna y de sus animales favoritos.

Se puede utilizar la misma rutina al acostarlo en la noche.

Gestos

“Bebé”, “dormir”.

“Dormir”, “silencio”, “bebé”, gestos con las canciones o de los animales que lo acompañan.

“Dormir”, “luna”, “estrellas”, “chao” + “sol”, “tuto (babero)”, “chao” + “mamá” (o el gesto de la persona que lo acues-ta).

Siesta

Capítulo 5 Gestos y rutinas diarias | 47

Actividades

Se le dice al niño o niña que es hora de bañarse o lavarse.

Se le desviste y se le mete al agua.

Durante el proceso se juega con él o ella, se le hace cosquillas, se incluyen sus juguetes regalones, se le canta, se le besa y acaricia.

Al terminar se le seca, se le viste y se le dice que han terminado.

Gestos

“Bebé”, “bañarse (o lavarse)”, “agua”, “burbujas”.

“Lavar”, “suave”, “bebé” “rico”, “feliz”.

“Feliz”, “¡bravo!”, “agua”. Si se juega con animales u objetos, se pueden incluir estos gestos, como “pato”, “gato”, “libro”, “jugar” etc. Además pueden incluirse los gestos de las canciones.

“¡Bravo!” (por estar limpio), “se acabó”, “bebé”, “rico (olor)”.

Baño

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Actividades

El niño o niña llega a la sala cuna o jardín infantil, generalmente con su mamá, papá u otro adulto que lo lleva.

Se le explica que la mamá, papá u otro adulto se va, que volverá luego, que se queda con la educadora o tía.

Si el bebé se muestra triste o comien-za a llorar, es importante reconocer su pena, diciéndole frases tales como “me doy cuenta que tienes pena, pero aquí lo pasarás bien y tu mamá pron-to vendrá a buscarte”.

Despedirse del adulto que se va, junto con el bebé.

Gestos

“Bebé”, “mamá”, “papá”.

“Bebé”, “mamá”, “papá”, “tía/educadora”, “chao”.

“Bebé”, “pena”, “mamá”, “tía/educadora”, “pronto (o poco)”, “irse”, “volver”, “chao”.

“Chao” + “mamá” (o “papá”), “jugar”, tirar besitos.

Separación/Recepción

Todas estas son oportunidades diferentes para introducir y practicar gestos a través de las rutinas cotidianas. En el siguiente capítulo aprenderemos otras estrategias efectivas a usar, para enseñarles los gestos a los niños y niñas.

Otra rutina que es parte de la actividad diaria del niño o niña cuando empieza a asistir a sala cuna o jardín infantil, es la llegada a este lugar y la separación de los padres. Por ello, se revisa acá como otra rutina. Estas mismas actividades y gestos se pueden poner en práctica cuando el adulto (madre, padre u otra persona a cargo del cuidado del bebé), debe salir.