CERRO EL PICACHO RESUMEN EJECUTIVO€¦ · CERRO EL PICACHO RESUMEN EJECUTIVO PROYECTO PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL Cerros Tutelares de Medellín Marzo de 2006 Convenio Interadministrativo

CERRO EL PICACHO

RESUMEN EJECUTIVO

PROYECTO PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL Cerros Tutelares de Medellín

Marzo de 2006

Convenio Interadministrativo 4800000616

Corporación Académica Ambiental - Universidad de Antioquia Secretaría de Medio Ambiente de Medellín

Área Metropolitana del Valle de Aburrá

FORMULACIÓN DE LOS PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL DE LOS CERROS TUTELARES DE MEDELLÍN

Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004

SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE

PERSONAL DIRECTIVO

MARTHA RUBY FALLA GONZÁLEZ SECRETARIA DEL MEDIO AMBIENTE

ALEJANDRO GONZÁLEZ VALENCIA SUBSECRETARIO DE PLANEACIÓN AMBIENTAL

LIDA PATRICIA GIRALDO MORALES SUBSECRETARIA DE METRO RÍO

MAURICIO FACIO LINCE PRADA SUBSECRETARIO DEL SIMPAD

HERNÁN PORRAS GALLEGO SUBSECRETARIO DE CULTURA AMBIENTAL



SECRETARÍA DEL MEDIO AMBIENTE

EQUIPO DE INTERVENTORÍA

ALEJANDRO GONZÁLEZ VALENCIA INTERVENTOR

OLGA LUCIA BALBÍN MEDINA COORDINADORA DE INTERVENTORÍA

LUZ STELLA CARMONA APOYO A INTERVENTORÍA

TERESITA VÉLEZ ÁLVAREZ APOYO A INTERVENTORÍA

GABRIEL JAIME ESCUDERO MONTOYA APOYO A INTERVENTORÍA

ETHEL YULIANA TEJADA ROJAS APOYO A INTERVENTORÍA

OSCAR GABRIEL CÁRDENAS HERNÁNDEZ APOYO A INTERVENTORÍA

JUAN DAVID ALZATE TAMAYO APOYO A INTERVENTORÍA

CARLOS ARTURO BOZÓN PÉREZ APOYO A INTERVENTORÍA



EQUIPO TÉCNICO

DIRECTOR

CARLOS ALBERTO ZÁRATE YEPES DIRECTOR CORPORACIÓN ACADÉMICA AMBIENTAL

COORDINADOR GENERAL

JORGE LUIS VÁSQUEZ MUÑOZ INGENIERO FORESTAL

COORDINADORES TÉCNICOS

BIBIANA MERCEDES PATIÑO ALZATE DIMENSIÓN URBANÍSTICA

MARÍA CRISTINA PACHECO GARCÍA

DIMENSIÓN AMBIENTAL

ALBERTO HERNÁN ARCILA GAVIRIA DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

CARLOS ALBERTO ZÁRATE YEPES

DIMENSIÓN JURÍDICO – ADMINISTRATIVA

DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

JOSÉ DAVID BETANCUR PATIÑO TRABAJADOR SOCIAL

MAURICIO ALBERTO MUÑOZ ZAPATA

EDUCADOR AMBIENTAL

FREDY ALONSO VILLA VANEGAS ANTROPÓLOGO

MARCELA SÁNCHEZ ALZATE INGENIERA ADMINISTRATIVA

BYRON SIERRA FIGUEROA

ECONOMISTA



ADRIANA ZAFRA KIASUA TRABAJADORA SOCIAL

CAROLINA ZABALA GRANDA

TRABAJADORA SOCIAL

MYRIAM LUZ JARAMILLO GIRALDO HISTORIADORA

DIMENSIÓN URBANÍSTICA

CÉSAR AUGUSTO SALAZAR HERNÁNDEZ ARQUITECTO COORDINADOR TALLER

ELEAZAR GÓMEZ FERNÁNDEZ

ARQUITECTO COORDINADOR TALLER

ELKIN FERNANDO RODRÍGUEZ ARQUITECTO

CÉSAR AUGUSTO MARÍN CLAVIJO

ARQUITECTO

PAULA MÁSMELA DÍAZ ARQUITECTO

JAVIER ESTEBAN HENAO HERRERA

ARQUITECTO

ANGELA MILENA ALZATE NAVARRO ARQUITECTA

MÓNICA ELIZABETH MEJÍA ESCALANTE

ARQUITECTO DISEÑADOR

HUBERTO LEÓN ACOSTA RODÍGUEZ INGENIERO CIVIL

MIGUEL ANTONIO FRANKLIN MELÉNDEZ

INGENIERO CIVIL

DIMENSIÓN AMBIENTAL

LINA MARÍA RAMÍREZ VELÁSQUEZ INGENIERA AMBIENTAL



GUILLERMO SILVA PÉREZ TECNÓLOGO FORESTAL

ANA MARÍA MONSALVE CUARTAS

INGENIERA FORESTAL

HERNANDO LÓPEZ GONZÁLEZ INGENIERO GEÓLOGO

LUZ LILIANA PERÉZ MADRID

FITOPATÓLOGA

SISTEMA DE INFORMACIÓN GEOGRÁFICA

VALENTINA CASTELLANOS BERNAL INGENIERA AMBIENTAL, ESPECIALISTA EN SIG

LUZ ANDREA MONSALVE GARRO

INGENIERA AMBIENTAL, ESPECIALISTA EN SIG

DIMENSIÓN JURÍDICO – ADMINISTRATIVA

ANA YADIRA SALDARRIAGA ABOGADA

JUAN CAMILO MEJÍA WALKER

ABOGADO

SECRETARIA ADMINISTRATIVA

GLORIA PIEDAD MENESES GARCÍA TECNÓLOGA EN SISTEMAS

AUXILIARES

JUAN CARLOS MOLANO MESA AUXILIAR ING. GEOLÓGICA

ANA MARIA QUINTERO ELEJALDE

AUXILIAR ING. SANITARIA

HAMILTON BURITICÁ MANCO AUXILIAR ING. SANITARIA



LADY CRISTINA LÓPEZ BLANDÓN AUXILIAR ING. SANITARIA

JOHNNY DANN CORREA SIERRA

AUXILIAR GEODATABASE

LUIS FELIPE CASTAÑEDA GARCÍA AUXILIAR ING. SANITARIA

CONSULTORES

GABRIEL JAIME CASTAÑO VILLA ING. FORESTAL

GABRIEL JAIME COLORADO ZULUAGA

ING FORESTAL

MAURICIO ARROYAVE GIRALDO ING. FORESTAL

SILVIA NAVIA JARAMILLO

DISEÑADORA INDUSTRIAL

MARIANA QUINTERO ROBLEDO DISEÑADORA GRÁFICA

ROMÁN DARÍO DÍAZ MARTÍNEZ

DISEÑO 3D

GIOVANNY ANDRÉS HERNÁNDEZ POSADA DISEÑO 3D

ASESORES

MIGUEL ANTONIO RUIZ ARIZA COMUNICACIONES

IVÁN DARÍO PINEDA LONDOÑO FORMULACIÓN DE PROYECTOS

FELIPE MARTÍNEZ OCHOA GESTIÓN DE PROYECTOS

ANDRÉS FELIPE ESPINAL MONTOYA

HIDRÓLOGO



DIANA WIESNER CEBALLOS

ARQUITECTA PAISAJISTA

GUSTAVO WILCHES CHAUX EXPERTO EN GESTIÓN DEL RIESGO

GERMÁN CAMARGO P. DE LEÓN

ECÓLOGO URBANO

DIEGO FERNANDO FRANCO MORENO PLANIFICACIÓN TERRITORIAL



INTERVENTORÍA EXTERNA

COLOMBIA LIMPIA LIMITADA

MARÍA ALEJANDRA ECHEVERRI A. GERENTE COLNET LTDA.

ALEJANDRO GIL S.

DIRECTOR INTERVENTORÍA

JUAN CARLOS ROJAS C. COMPONENTE GEOLÓGICO

JUAN FELIPE HOYOS G.

COMPONENTE FORESTAL

DANIEL RUÍZ C. COMPONENTE HIDROCLIMATOLOGÍA

LUZ ELENA MARTÍNEZ

COMPONENTE ARQUEOLÓGICO

DIEGO A. FRANCO R. COMPONENTE SIG

JUAN DAVID CHAVARRIAGA G.

COMPONENTE JURÍDICO

RICARDO GUZMÁN L. COMPONENTE BIÓTICO

MYRIAM SUÁREZ S.

COMPONENTE SOCIO-ECONÓMICO

ANDRÉS ECHEVERRI L. COMPONENTE SIG Y AMBIENTAL



CONTENIDO

Pág.

PRESENTACIÓN 27

1 LOCALIZACIÓN 29

2 SÍNTESIS DIAGNÓSTICA 33

2.1 DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL 33

2.1.1 Arqueología 35

2.1.2 Estructura y Dinámica Poblacional 36

2.1.3 Aspectos económicos 39

2.1.4 Actores sociales 40

2.2 DIMENSIÓN URBANÍSTICA 42

2.3 DIMENSIÓN AMBIENTAL 47

2.3.1 Geología y geomorfología 47

2.3.2 Flora 49

2.3.3 Avifauna 50

2.3.4 Clima 52

2.3.5 Agua 52

2.3.6 Aire 54

2.3.7 Residuos Sólidos 56

2.3.8 Servicios ambientales 58

2.4 DIMENSIÓN JURÍDICA Y ADMINISTRATIVA 58

2.5 MATRIZ SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO TERRITORIAL 59

3 FUNCIONES URBANAS Y OBJETIVOS DE MANEJO 63

4 PROSPECTIVA Y ZONIFICACIÓN DE MANEJO 67

4.1 CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS PROSPECTIVOS 67

4.1.1 Escenario deseado por las comunidades locales 71

4.1.2 Escenario Deseado por los Actores Institucionales 75

4.1.3 Escenario Objetivo 78

4.2 ZONIFICACIÓN 78

4.2.1 Zonas de Manejo para el Cerro Picacho 79

4.2.1.1 Zona de Preservación 79



Pág.

4.2.1.2 Zona de Recuperación para la Conservación 80

4.2.1.3 Recuperación para la Conservación en Zona de Alto Riesgo no Recuperable 81

4.2.1.4 Zona de Uso intensivo 82

4.2.1.5 Zona de Consolidación de Borde 83

4.2.1.6 Consolidación de Borde en Zona de Alto Riesgo no Recuperable 83

5 ESTRATEGIAS, PROGRAMAS, Y PROYECTOS DEL PLAN DE MANEJO DEL CERRO EL VOLADOR 87

5.1 ESTRATEGIAS DE MANEJO PARA EL SISTEMA DE CERROS TUTELARES 88

5.2 DEFINICIÓN DE LOS PROGRAMAS DE MANEJO 91

5.2.1 Programa Urbanístico 91

5.2.2 Programa Ambiental 98

5.2.3 Programa Sociocultural 102

5.3 IDENTIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS 105

6 CONCLUSIONES 111



LISTA DE TABLAS

Pág.

Tabla 1. Parámetros climáticos para el cerro El Picacho. 52

Tabla 2. Ubicación del punto de análisis. 55

Tabla 3. Concentración de emisiones. 55

Tabla 4. Categoría de calidad atmosférica. 55

Tabla 5. Matriz Síntesis del Diagnóstico Territorial Integrado para el cerro El Picacho. 60

Tabla 6. Función principal y complementaria del cerro El Picacho. 64

Tabla 7. Calificación de influencia dependencia entre problemas, cerro El Picacho. 68

Tabla 8. Priorización de problemas por parte de líderes comunitarios, cerro El Picacho. 69

Tabla 9. Relación Problema – Zona de Manejo – Proyecto del Plan de Manejo. 106

Tabla 10. Proyectos del Plan de Manejo para el cerro El Picacho. 108



LISTA DE FIGURAS

Pág.

Figura 1. Localización del cerro El Picacho. 31

Figura 2. Zonificación de manejo para el cerro El Picacho. 85

Figura 3 Estructura del Programa Urbanístico. 93

Figura 4. Categorías de análisis en el programa ambiental para el cerro El Picacho. 100

Figura 5. Categorías de análisis, problemas estructurales y acciones estratégicas del Programa Sociocultural para el cerro El Picacho. 104

Figura 6. Proyectos del Plan de Manejo del cerro El Picacho. 109



PRESENTACIÓN

El proceso de formulación de los Planes de Manejo y Gestión Integral de los Cerros

Tutelares de Medellín ha llegado al final de su primera etapa, como quiera que al ser

asumido el Plan de Manejo y Gestión inicia el reto de su implementación.

Nos hemos ocupado intensivamente, por espacio de nueve meses, para entender cómo

se encuentran, cuáles son sus dinámicas, y cuales sus deseables desarrollos territoriales.

Nuestro deseo es que los cerros se incorporen armónica y efectivamente en la estructura

ambiental de la ciudad y en el mapa de los afectos sociales, para que el Plan de Manejo

se constituya en un instrumento útil para la administración municipal y la ciudad.

El proceso de estudio y análisis de estos sistemas ambientales, el desencadenamiento de

una estrategia de participación y el desarrollo de un ejercicio prospectivo y proyectivo, han

sido los pilares sobre los cuales se ha construido una mirada sobre estos ambientes de

tanto potencial para la ciudad.

El análisis y la prospectiva territorial para la construcción de una política ambiental

estratégica, exigieron un esfuerzo importante de síntesis diagnóstica y de puesta en

común de las múltiples miradas disciplinares del equipo de trabajo, así como de esas

aspiraciones y ambiciones de los diferentes actores sociales con interés en los sistemas

territoriales comprendidos por los Cerros Tutelares.

Generamos variados espacios de intercambio con los diferentes actores sociales, a través

de las comunidades y de sus representantes sociales, con las instituciones, técnicos y

funcionarios de la administración municipal, con agentes de procesos análogos de

planificación actualmente en curso y con algunos expertos visitantes. Esto nos permitió

incorporar nuevos datos al análisis, nuevos imaginarios y visiones que pusieron a prueba

nuestras consideraciones y juicios, derivados del estudio metódico del acervo técnico y

documental existente sobre los cerros, así como de la experiencia de indagación, estudio

e investigación en campo.


Convenio Interadministrativo No. 4800000616 de 2004 Página 28

En ese proceso hemos tratado poner en evidencia las problemáticas de mayor dinamismo

e impacto en los cerros, así como el modo en que interactúan y se relacionan. De esta

manera entendimos la lógica de operación de los conflictos y dilucidamos los modos y

estrategias proyectuales que contribuyan al desarrollo armónico del Sistema de Cerros.

Los objetivos de manejo propuestos, como orientación y énfasis de la proyectación, son la

consecuencia de sopesar y ponderar sus determinantes biofísicas, sociales y urbanas,

además de establecer esos usos y funciones recomendadas, que deberían comandar la

acción social e institucional. Esta no es una tarea sencilla en ámbitos que soportan tantos

intereses, presiones y conflictos territoriales y que están llamados a contribuir a la

solución de temas neurálgicos como el espacio público, el patrimonio ambiental, la

expansión y redensificación habitacional y las infraestructuras y equipamientos urbanos.

Lo expresado en el Plan de Manejo constituye entonces una apuesta, pues expone unos

criterios y refleja una opinión sobre aquello que consideramos importante, necesario,

deseable, y/o prioritario para el mejoramiento ambiental del cerro. El Plan lee, interpreta y

asume una postura frente a las posibilidades de mejoramiento ambiental del cerro. Pero

considera como premisa la inestabilidad de estos sistemas territoriales, ese mapa

tremendamente dinámico al que asistimos en Medellín, donde usos y discursos cambian

en el tiempo con una velocidad que hace muy complejo pensar prospectivamente y donde

es común asistir a la reevaluación de los paradigmas que edifican la construcción

simbólica de la ciudad. Sin embargo, las conductas colectivas permanecen sustantivas y

se expresan en la necesidad de espacios para el libre esparcimiento, de una vivienda

digna, de unas infraestructuras y equipamientos que den orden a un modo de

emplazamiento territorial, que den cobijo y amparo a un sistema de relaciones sociales.

Es ese el reto de cualquier proceso planificador: tratar de considerar todos los elementos

del sistema territorial en cuestión, tener la agudeza para ponderar sus niveles de

importancia, para entender sus modos relacionales y predecir e imaginar la evolución de

dichos factores, anticipándose en la medida de lo posible a las aspiraciones y demandas

futuras de la ciudad, concientes de ese afán de reinventarse que parece estimularla

continuamente. A eso es a lo que aspiramos con la Formulación del Plan de Manejo, que

sintetizamos en el presente documento.



1 LOCALIZACIÓN

La metodología desarrollada para delimitar físicamente cada uno de los Cerros Tutelares,

se llevó a cabo, haciendo uso de mediciones, análisis ambientales, urbanísticos,

administrativos y sociales, que fueron integrados y que complementaron el criterio

meramente físico y morfológico del Cerro Tutelar.

La localización del cerro El Picacho en la ciudad es la siguiente:

Zona de la ciudad: Noroccidental, Comuna 6

Altura en la base: 1.818msnm

Altura en la cima: 2.108 msnm

Extensión: 40,97 hectáreas

Entorno Territorial: Barrios El Triunfo, El Progreso No. 2, Mirador del 12, Picacho, Picachito, y vereda El Picacho.

Como resultado se definen para efecto de este Plan de Manejo los siguientes límites para

el cerro El Picacho:

Partiendo del cauce de la quebrada La Minita a la altura de la cota 1.864 (X: 832.954,12 –

Y: 1.188.571,08), siguiendo en dirección sur–oriente en forma paralela a 7,5 m del camino

que se encuentra con el sendero los rieles, en forma paralela a 7,5 m de éstos, asciende

hacia el occidente hasta encontrarse con la cota 2.065 (X: 1.832.531,32 – Y:

1.189.115,17), desde este punto continúa en dirección norte paralelo a 7,5 m del camino

que desciende hasta la cota 2.042 (X: 832.598,36 – Y: 1.189.247,66), continúa

descendiendo paralelo a 7,5 m del sendero norte hasta el cruce de la calle 104 y la

carrera 87, por ésta hacia el sur hasta la calle 103, desciende por ésta hasta la carrera

86C, por ésta paralelo a la calle hasta la calle 102B, por ésta hacia el oriente hasta la

carrera 84C, por ésta hacia el sur hasta la calle 101 CG, por ésta hasta la carrera 85, por

ésta hasta la calle 100C, por ésta hasta el punto X: 833.128,07 – Y: 1.189.316,83, desde

este punto desciende en paralelo a 5 m de la calle 102B hasta la carrera 85, continúa en

paralelo 5 m hasta el punto X: 833.199,09 – Y: 1.189.220,04 sobre la carrera 85, por ésta



hasta el punto X: 833.213,87 – Y: 1.189.215,89, continúa hacia el sur hasta el punto X:

33.222,53 – Y: 1.189.185,43, continúa hacia el oriente hasta el punto X: 833.288,86 – Y:

1.189.170,29, continúa hacia el sur por en paralelo a 5 m del Parque Lineal hasta

encontrar la calle 101CB (X: 833.289,76 – Y: 1.188.852,50), se asciende en paralelo a 5

m de ésta hasta el punto X: 833.204,50 – Y: 1.188.892,34, continúa hacia el sur hasta el

punto X: 833.136,12 – Y: 1.188.861,69, continúa en paralelo a 5 m del sendero hasta el

cruce de la calle 98C con la carrera 88, continúa en paralelo a 5 m de esta hasta el cruce

con la calle 98B en el punto X: 832.998,11 – Y: 1.188.670,08, continuando hacia el sur

hasta encontrar la quebrada La Minita a la altura de la cota 1.864 punto de partida (Figura

1 y/o Atlas adjunto).



Figura 1. Localización del cerro El Picacho.



2 SÍNTESIS DIAGNÓSTICA

2.1 DIMENSIÓN SOCIOCULTURAL

El paisaje de Medellín en el siglo XIX, es el resultado de las modificaciones impuestas por

los españoles durante la conquista y la colonia, por los cambios de uso y las modalidades

de tenencia de la tierra, resultado a su vez de la adjudicación de tierras a los primeros

españoles asentados en estos territorios. El sistema de adjudicación o encomienda

incluía a los indígenas como mano de obra, cultivos y herramientas, para empezar a

cambiar el paisaje con el establecimiento de cultivos, y convertir estas áreas en pastizales

o para abandonarlos a fin de iniciar la sucesión secundaria.

Para la segunda década del siglo XX, los suelos presentaban una vocación “natural” para

acoger el hecho urbano, debido a que existían suelos aptos para abastecer la región de

víveres incluyendo carnes, el clima medio tenía una vocación agrícola y existía una red de

caminos y cruces importante.

Estas características ayudaron a crear una estructura dada por el río, donde el casco

urbano se situaba alrededor de la plaza de Berrío y se extendía hacia el oriente, evitando

poblar lugares muy altos y bajos. De esta manera, a finales del siglo XX, la ciudad

constaba de 114 manzanas, 7 plazas (5 de ella de la Colonia), y 4 plazuelas (dos de ellas

de la Colonia). En ella, se levantaban diversas instituciones educativas, religiosas y

culturales, de gran importancia para la ciudad, con vías amplias y rectas, manzanas

cuadradas.

Entre 1939 y 1951, el número de habitantes de Medellín se había incrementado

notablemente. La escasez de vivienda para la población originó la ocupación de laderas

sobre zonas de alto riesgo. Un cinturón de miseria de los expulsados del campo se

consolida en esas tierras altas, pues es por esta época que surgen el mayor número de

asentamientos no regularizados en Medellín, ubicados en áreas periféricas, en algunos

casos rurales, visibilizando con ello lugares que antes no existían para la ciudad, o



cambiando su uso, como el “viejo camino a Guarne”, el morro del Picacho, y el cerro Pan

de Azúcar.

La ciudad, que había iniciado su expansión hacia el oriente en las primeras décadas del

siglo, entre el 50 y el 70, se expande aceleradamente hacia el nororiente y el

noroccidente, y, como se mencionó, por la vía de la invasión.

En el caso del Picacho es un hecho urbano el que los visibiliza. Referente religioso desde

1935, cuando fue colocado el Cristo durante el Congreso Eucarístico, y bendecido por

Monseñor Félix Henao Botero, es menos representativo que el Salvador, probablemente

por estar situado fuera del perímetro urbano hasta los años setenta (1979), cuando se

crea el barrio El Picacho, el primer barrio en formarse alrededor del cerro; en 1980, se

comienza a habitar del Picachito, le sigue El Triunfo en 1983, el Mirador del 12 en 1984,

El Progreso No. 2 en 1987, reportados como “asentamientos subnormales” y barrios de

invasión. Para 1999, la comunidad continúa asentándose en la base del cerro el Picacho,

en precarias condiciones de habitabilidad, inestabilidad y falta de equipamientos.

Como se dijo es un referente religioso desde 1935, y desde entonces no ha dejado de

subir gente. “Todo el año sube gente hasta la imagen, tanto por la vista como por

devoción”, decía Monseñor Félix Henao Botero en 1975, pues “el Señor ha bendecido

estos parajes.”. Dicen algunas personas que antes de poner el cristo, existían tres cruces

pequeñas de madera, pues –decía la gente- “que veían el diablo y las habían puesto los

padres del Carmelo.”1

El cerro, al tiempo que se identifica como lugar de devoción y peregrinación, se convierte

en mirador, desde donde puede observarse y pintarse la ciudad y sus otros cerros. Antes

del Cristo, por el Picacho pasaba un “camino rial”, que bajaba de Antioquia hacia

Medellín. “Por ese camino venía gente de Santa Fe de Antioquia, Cañasgordas, Liborina,

Palmitas, Boquerón… No existía la carretera al mar ni tampoco la carretera al municipio

de San Pedro.” Además del camino rial, el Picacho tenía, tiene una leyenda:

1 CIFUENTES, Ernesto. Historia del barrio El Picacho. Mecanografiado. Presentado a: Alcaldía de Medellín,

1989. (S.P)



“tiene un túnel que se comunica con el cerro Pan de Azúcar y que era de indios

-y que tiene sus encantos este túnel

-y que mucha gente conocida y familiar intentaron entrar pero que los

murciélagos y un huracán no los dejaban entrar. Se encontraba la entrada del

túnel por el costado norte del cerro (…) y era una roca muy grande, y tenía una

puerta grande y se veía oscura y se alcanzaba a ver hasta dos metros…2

El cerro El Picacho se constituye en un referente físico, geográfico, paisajístico a partir de

la década del 70, cuando el hecho urbano de las invasiones lo hace explícito como eso,

como hecho urbano; antes había sido un lugar de paso entre Santa Fe de Antioquia y

Medellín, un sitio para orar y pedir a Dios. En la actualidad, El Picacho se consolida como

un hito espacial, religioso y ambiental, generador de relaciones dinámicas socioculturales,

como referente urbano natural y social, es decir, como referente ambiental de la ciudad. El

decreto No. 07 de julio de 1986, dictado por el alcalde Pablo Peláez, lo declara zona de

reserva natural.

2.1.1 Arqueología

Para este cerro no se cuenta con fuentes secundarias que den reporte de procedimientos

en rigor científico de sus hallazgos, no obstante se conocen artefactos arqueológicos que

de forma fortuita se han hallado en modificaciones del paisaje por actividades productivas,

de vivienda o de infraestructura pública; o por saqueo arqueológico o “guaquería”.

Con base en la arqueología se puede decir que todos los cerros han evidenciado ser

lugares de ocupación de sociedades prehispánicas, desde épocas que van desde el siglo

IV a.C. (antes de Cristo), hasta el siglo XV y XVI d.C. (después de Cristo), con la llegada

de la época de conquista española. Lamentablemente, el acelerado proceso de

urbanización de Medellín, no le ha dado tiempo a la arqueología (y a la ciudad), de actuar

para la protección e investigación del patrimonio en la totalidad de su territorio, por lo cual

sólo se cuenta con inicios de investigación en los cerros Volador y Pan de Azúcar, así

2 Ibd.



como con recomendaciones para el Salvador y San Lorenzo – y por relación de cercanía,

La Asomadera.

No obstante, estos hallazgos dan cuenta de la existencia de ciertas sociedades culturales,

que hacen pensar que los cerros son unidades que se configuran como parte de una

relación sistémica, desde lo biofísico, así como desde lo sociocultural e histórico, por lo

tanto referirnos a ellos, significa configurar contextos históricos asociativos de usos,

ocupación y valoración socio ambiental.

Las fuentes secundarias permiten plantear un escenario de ocupación del Valle de Aburrá

con un amplio rango temporal, pero sobre todo con una exigencia de precisar procesos.

Principalmente por sociedades agroalfareras, que son denominadas por los rasgos de su

producción cerámica como La Cancana, Ferrería, Marrón Inciso y Tardío.

2.1.2 Estructura y Dinámica Poblacional

Al cerro El Picacho pertenecen los barrios El Picacho (41,77 ha), Picachito (12 ha),

Mirador del Doce (6,02 ha), El Progreso No. 2 (11,46 ha) y El Triunfo (11,34 ha), donde se

cuenta con una población total de 31.125 habitantes, clasificadas en el SISBEN como de

estrato bajo – bajo.

Los niveles de ingreso de la población son tan bajos que el 70% sobrevive con un salario

mínimo, el 20% con menos de éste, un 5% cuenta con un poco más y el restante 5% dice

no recibir ningún ingreso, viviendo de la buena voluntad de los vecinos.

De estos, El Mirador del Doce es el barrio que presenta una condición más crítica para la

habitación humana, ya que cuenta con el mayor número de personas por unidad de área

(770 habitantes/ha), al contrario del Picachito, quien refleja presenta cerca de 299

habitantes/ha.

El nivel formativo de los habitantes del cerro es bajo, ya que el 46,2% de ésta ha

terminado la primaria, y sólo el 0,4% ha tenido acceso a la educación superior;



resaltándose los barrios Picachito, El Triunfo y El Mirador del Doce, como los que

presentan los más altos niveles de analfabetismo.

La cobertura total de salud presenta un estado crítico teniendo en cuenta que la mayoría

de la población se encuentra ubicada en el estrato 1 y que de 31.125 habitantes tan sólo

2.340 tienen acceso a dichos servicios. Más del 70% de la población total del área del

cerro no cuenta con ningún tipo de afiliación en salud, siendo especialmente aguda la

situación en los barrios Picachito y El Triunfo.

De acuerdo al índice de desarrollo humano –IDH– la situación para la comuna Doce de

Octubre, que es a la que pertenece el cerro El Picacho, se califica como de nivel medio

(0,74); sin embargo, hay que tener en cuenta que sus barrios se encuentran consolidados

en zonas de ladera, en la periferia urbana, con carencias en infraestructura física,

servicios públicos básicos y vivienda, adicional al hecho que sus habitantes, enfrentan

principalmente problemas de bajos ingresos, por desempleo, o empleo de baja calidad, ya

que en muchos de los casos laboran en actividades del sector informal de la economía;

siendo necesaria la intervención de las entidades territoriales y demás organismos

descentralizados en pro de las mismas.

Al evaluar la estratificación y el índice de desarrollo humano, se muestra que el cerro El

Picacho tiene la más baja condición socioeconómica de todo el Sistema de Cerros

Tutelares, con bajos niveles de ingreso para sus habitantes y poca calidad de vida, donde

la población en su mayoría se encuentra habitando viviendas con carencias en servicios

públicos, muchas de ellas sin distribuciones y cuyas especificaciones van desde lo

puramente funcional e indispensable.

Con relación al saneamiento básico, en promedio el 9% de la población total no cuenta

con el servicio de acueducto y alcantarillado municipal, siendo el barrio Picachito quien

presenta la condición más grave, pues el 20% de sus habitantes no accede a este

servicio. Además, es el barrio que hace un uso más inadecuado de las aguas residuales

(10,9% no tienen sanitario o alcantarillado municipal), y los desechos sólidos (13,9%

viviendas arrojan la basura a campo abierto o en basureros públicos). De las vecindades

del Cerro El Picacho, el barrio El Progreso No. 2, es quien se encuentra en mejores



condiciones de saneamiento básico (5,3% de las viviendas hacen uso inadecuado de

desechos sólidos; 2,9% de las viviendas disponen mal las aguas residuales y 4,7% no

cuentan con acueducto y alcantarillado municipal).

Con respecto a la tenencia de la vivienda, el 10,6% de la población total vive en cuartos, y

la mayoría de los núcleos familiares no poseen vivienda propia (67,2%), siendo los barrios

Picacho y Picachito, donde se mantiene la mayor proporción de habitantes sin casa propia

(71,7 y 69,6%, respectivamente) y el barrio Mirador del Doce donde se encuentran menos

núcleos familiares en esta misma condición (61,8%).

Los diferentes aspectos evaluados en la estructura poblacional, muestran que la

población del cerro El Picacho convive en su mayoría con marginalidad y carencias de

medios y recursos, disminuyendo sus posibilidades de acceder a los servicios básicos que

garantizan el desarrollo integral de sus habitantes (educación y salud). La baja cobertura

en salud, sumada al bajo poder adquisitivo, agudiza el problema, afectando

principalmente la población infantil.

En la dinámica poblacional, las condiciones de hacinamiento, influyen en la calidad de

vida de los habitantes y en las formas de relación interpersonal y con el entorno, lo cual se

manifiesta en la pérdida de valores como la tolerancia, la resolución de conflictos, el

diálogo, entre otros. Además, el hecho que predominen tantos habitantes sin vivienda

propia afecta negativamente la forma de percibir el cerro, ya que tienen un débil sentido

de pertenencia hacia él y van a participar poco en campañas que conlleven a la

rehabilitación ambiental del mismo.

Las condiciones anteriores unidas al desempleo, crecimiento de la población y la poca o

intermitente presencia estatal son factores detonantes que generan detrimento del

desarrollo social de esta comunidad y por ende, inciden negativamente en el

mantenimiento y desarrollo de los valores ambientales del cerro.

Sumado a esto, el fenómeno de violencia entre los múltiples actores armados, bastante

agudo en años pasados, menguó las expectativas de vida de buena parte de la población



de estos cerros, afectando especialmente los jóvenes de los barrios Santo Domingo y

Picacho.

2.1.3 Aspectos económicos

En el cerro El Picacho la población pertenece principalmente al estrato bajo – bajo, por lo

que sus condiciones económicas son precarias, por lo que se presenta un tipo de presión

social sobre los recursos naturales del cerro, en la medida en que muchos hogares se

abastecen de leña como fuente energética, ya que no cuentan con fogones eléctricos o

por falta de pago le fueron suspendidos los servicios públicos, incrementando la demanda

de maderas y espacios, ya sea para construir vivienda o usufructuarse económicamente.

Además, la situación de abandono por parte del Estado, se traduce en formas de

apropiación de los cerros desde iniciativas privadas y en muchos casos ilegales, en la

medida en que grupos al margen de la ley asumen el control territorial y el ordenamiento

de los espacios en función de sus propios intereses (definen donde se asientan los

nuevos pobladores y donde se relocalizan otros), consolidando de este modo, un estado

de organización y de relaciones espaciales que hace difícil incidir en ellos, a menos que

se cuente con su aprobación, lo que limita y complica la intervención por parte del Estado,

haciendo que se presenten bajos niveles de gobernabilidad.

Este tiene un valor de 0,743, considerado un nivel medio en la clasificación internacional,

aunque la comuna Doce de Octubre, a la que pertenece el cerro El Picacho, se encuentra

conformada por barrios localizados en zonas de ladera y en la periferia urbana, con

carencias en infraestructura física, servicios públicos básicos y vivienda; adicional al

hecho de que sus habitantes, enfrentan principalmente problemas de bajos ingresos, por

desempleo, o empleo de baja calidad, ya que en muchos de los casos laboran en

actividades del sector informal de la economía.

De acuerdo con el índice de desarrollo humano – IDH – la situación para la comuna Doce

de Octubre, se considera de nivel medio en la clasificación internacional; no obstante, los

barrios que la conforman se localizan en zonas de ladera y en la periferia urbana, con

carencias en infraestructura física, servicios públicos básicos y vivienda; adicional al



hecho que sus habitantes, enfrentan principalmente problemas de bajos ingresos, por

desempleo, o empleo de baja calidad, ya que en muchos de los casos laboran en

actividades del sector informal de la economía.

En las zonas con influencia directa en el cerro El Picacho, sobresalen económicamente

las pequeñas industrias (230 establecimientos) y establecimientos de comercio (231

establecimientos). Dentro de los establecimientos industriales, se destacan las fábricas

de confecciones (174 establecimientos) y en menor proporción las fábricas de alimentos

(arepas, chorizos, tamales, productos de molinería, derivados del almidón, galletas y

panelitas), los establecimientos dedicados a la fabricación, reparación e instalación de

muebles, colchones, calzado, tapices y alfombras, y por último a la elaboración de

productos plásticos, traperos y manualidades.

En el sector comercial se encuentran en gran proporción graneros, tiendas de abarrotes,

seguidos por misceláneas o almacenes, panaderías, legumbrerías, papelerías,

peluquerías, ferreterías, cerrajerías, carnicerías, tiendas naturistas, y otros

establecimientos dedicados a la venta de comidas rápidas, algunos de ellos ambulantes.

En este sector, el número de empleos generados es variable, pero la mayoría de los

casos, se reduce a emplear la propia familia.

En el sector de servicios, se encuentran principalmente los talleres automotrices, de

bicicletas, mecánica y lavado de autos, y algunos sitios dedicados al servicio de internet,

telefonía móvil y al alquiler de videos y de juegos de azar.

2.1.4 Actores sociales

En el cerro El Picacho se logró identificar y caracterizar los actores sociales claves, que

ejercen presencia directa, a través del desarrollo de actividades ambientales

principalmente: Fundación Cerro El Picacho, Corporación Picacho con Futuro, Red

ambiental comunitaria, Cesar Augusto Villa y Julián Jaramillo (propietarios) y el grupo

ambiental Los Ecologistas del Cerro.



Los actores más cualificados son la Fundación Cerro El Picacho y la Corporación Picacho

con Futuro (Véase Documento de Caracterización de Actores Sociales), ya que ejercen

presencia directa en el cerro, a través de acciones ecológicas, culturales y recreativas;

son reconocidos por su gestión, tienen buenas relaciones con otros actores y son actores

estratégicos. Dentro del proceso, la Fundación Cerro El Picacho es imprescindible, ya

que sus integrantes son líderes comunitarios y propietarios de fincas, que facilitan la

planeación zonal.

Los demás actores poseen atributos que los cualifican dentro del cerro (recibieron una

valoración entre 13 y 24), aunque desempeñen actividades en forma débil, están

dispuestos a trabajar en el área; por lo que se hace necesario consultarlos para la toma

de decisiones.

Es de resaltar que todas las organizaciones que hacen presencia en el cerro son de

carácter comunitario (sólo los dos propietarios tienen carácter privado), y ninguno de ellos,

tiene una relación en pugna con el cerro, lo cual favorece los procesos de gestión que en

él se desarrollen.

También es importante mencionar las actividades de tipo religioso y social desarrolladas a

través de organizaciones como: Iglesia Pentecostal unida, Congregación de religiosas,

Acción comunal Villaclaret, Acción comunal barrio Doce de Octubre, Parroquia Santa

Mariana de Jesús, Instituto de las Hermanas de Jesús, Fundación solidaria la Visitación,

Corporación Primavera, Cooperativa Multiactiva el Mirador, Cooperativa Multiactiva de

vivienda.

Del diagnóstico de actores sociales realizado y de la interacción sostenida en la Estrategia

de Participación del Proyecto, sabemos que el Cerro Picacho posee el mayor número y

calificación de sus organizaciones y/o líderes, mientras que en las comunidades aledañas

al Salvador, Nutibara y Volador, la representación social y el trabajo comunitario es más

débil y discontinuo, cuando no ausente.



2.2 DIMENSIÓN URBANÍSTICA

Bajo este aspecto, el Plan de Manejo del Cerro El Picacho tiene como énfasis principal la

integración de los cerros tutelares al sistema de espacio público de la ciudad, sistema

abierto y dinámico que reconoce en su complejidad los diferentes estratos que configuran

y estructuran lo urbano.

La posibilidad de utilizar ciertos espacios protegidos como espacios públicos reta la

imaginación de planificadores y diseñadores urbanos que más que ampliar las

posibilidades de su utilización, deben velar por la conservación de los atributos que son

inherentes a ellos: ecológicos, lúdicos, recreativos, educativos, paisajísticos, ya que estos

espacios tienen como función principal la de recrear en la ciudad, el disfrute de los valores

de la naturaleza.

Los estratos que se reconocen como de mayor incidencia en la configuración de lo urbano

son: las Infraestructuras de vías para la movilidad y el acceso, los Equipamientos como

dispositivos para los servicios que demandan los diferentes actores urbanos, los

Asentamientos como las configuraciones residenciales y de aglomeración urbana, y las

Espacialidades Públicas como estructuras del comportamiento colectivo.

Movilidad: en los cuatro sectores barriales de influencia del Cerro El Picacho (barrio El

Triunfo, sectores El Progreso No. 2, Mirador del Doce, Picachito y Picacho parte alta)

predomina una trama viaria irregular, generalmente sobre una topografía de altas

pendientes.

Las vías principales que estructuran estos sectores se encuentran entre las carreras 83 y

87, aunque algunas de éstas no cuentan con las especificaciones adecuadas,

restringiendo las conexiones vehiculares, por lo que su accesibilidad se puede considerar

discreta. No obstante, es de resaltar que el sector de Picachito y Picacho parte alta tienen

una posición favorable por la conexión que tienen con la vía Medellín–San Pedro, que

permite además alcanzar el sendero que conduce al mirador en la cima del cerro.



A través de los senderos construidos o revestidos en tierra, existe también una alta

movilidad peatonal. Estos presentan un aceptable estado y están conectados entre sí,

permitiendo alcanzar la base y la cima del cerro. Sin embargo, es notable la dificultad

para acceder por los costados norte y sur, debido a la influencia de las vías de servicio no

pavimentadas existentes, que se conectan con los senderos peatonales del interior del

cerro, y que penetran terrenos de muy altas pendientes que limitan el grado de

accesibilidad peatonal.

Esta dificultad de acceso, por causa de la configuración morfológica del cerro, lo hacen el

cerro con más limitantes para el acceso peatonal (44% del área se calificó como de baja

accesibilidad peatonal), siendo necesario readecuar los senderos. Las zonas de media y

alta accesibilidad peatonal se encuentran ubicadas en la base del cerro y en unas

pequeñas áreas en inmediaciones de la cima.

De cualquier manera, se ha creado un importante anillo de movilidad peatonal que

permite estructurar las zonas no construidas del cerro, y que vincula la parte norte y sur

del mismo con la cima.

Equipamiento: Entre los equipamientos de primer orden (educativos, salud, recreativos,

culturales, de culto, de infraestructura e institucionales) se destacan por cantidad los

centros educativos y recreativos, los cuales poseen una jerarquía barrial y vecinal, más no

zonal ni de ciudad. Los sitios que poseen mayor grado de cobertura son el colegio Jesús

María Valle y la concentración educativa Progresar, alcanzando un nivel de influencia

zonal; los demás equipamientos de primer orden sólo llegan a una escala de comuna,

barrial y vecinal. En vista de lo anterior, el cerro El Picacho se puede calificar en un nivel

medio de equipamiento en cuanto a educación y recreación, dándole una tendencia baja

de programas educativos y recreativos en su entorno, con un potencial de flujos y

dinámicas que permiten cierto grado de apropiación, de educación y conciencia ambiental

para niveles básicos escolares.

Sólo existe un equipamiento de segundo orden a nivel barrial, que es la Corporación

Picacho con Futuro, con un grado de cobertura e influencia hasta nivel de ciudad.



Por lo anterior, El Picacho posee una influencia en su entorno inmediato de dos

centralidades a nivel barrial, sin una relación clara entre éstas, siendo necesario plantear

una propuesta urbana que debe construir claras relaciones con las centralidades que lo

influencian, con el fin de mejorar su integración con la estructura urbana.

También cabe anotar que el Mirador del Doce es el área con menor grado de

equipamiento y estructuración con los existentes, por lo que el proyecto urbano debe

equipar y mejorar la estructuración de esta zona con los equipamientos y centralidades

que lo circundan, permitiendo articular cerro, barrio y estructura urbana.

Asentamientos: En el cerro El Picacho existe una alta tendencia a la expansión urbana

especialmente en las zonas de alto riesgo. Este fenómeno se evidencia entre las

estructuras de gaviones, originando desgaste y debilitamiento, por lo que se considera

necesario intervenir a través de reubicación. En general, los procesos de ocupación

tienen una consolidación media, siendo más común la redensificación por subdivisión o

adición de predios en barrios abiertos de 1 a 4 pisos.

El Cerro El Picacho es el segundo en magnitud de expansión, después del Cerro Pan de

Azúcar, presentando una alta consolidación en el desarrollo de las zonas residenciales,

pero que afecta poco la visual hacia éste, debido a que se forman barrios abiertos de 1 a

4 pisos.

Otra de las estrategias de intervención a implementar es el mejoramiento integral, desde

el sistema de conexiones y la creación de barreras para la expansión en las zonas a

mejorar o consolidar.

Espacio Público: El Picacho es un elemento constitutivo natural del espacio público.

No obstante, esto es insuficiente para que el área de este cerro cumpla la función de

elemento de integración espacial en el sistema de espacialidades públicas, por lo que

dicho espacio debe conectarse con los más próximos y adyacentes, siendo necesaria la

creación de buenas condiciones de accesibilidad y tránsito para asegurar su incorporación

a la estructura urbana e incluso con los elementos constitutivos naturales en suelo rural.



Espacio público construido. Entre los espacios construidos los que más sobresalen

son los escenarios deportivos de carácter público, en los barrios El Picacho, El Progreso y

El Triunfo. Estos se encuentran en buenas condiciones físicas y pueden ser jerarquizados

a nivel zonal, pues tienen importancia y uso de diferentes barrios. Estos escenarios se

encuentran estructurados medianamente al espacio público, ubicándose la mayoría entre

las carreras 83A y 84, principales corredores viales de ordenación espacial de los barrios

del cerro.

En los Barrios Picachito, sector norte y el barrio Mirador del Doce son menos los

escenarios para el encuentro y esparcimiento del colectivo, y los que existen sólo son

apropiados por algunos habitantes del barrio, como por ejemplo, las placas deportivas

construidas por el Primed, localizadas muy próximas a la base del cerro, en las que la

accesibilidad se ve restringida por la topografía del terreno y las bajas especificaciones de

la malla vial, obligando a sus habitantes a desplazarse hasta los espacios localizados en

el barrio Picacho y Progreso.

En la cima del cerro, predomina como hito la imagen de Cristo Salvador, siendo un

referente simbólico y visual, que se encuentra en buen estado y se puede jerarquizar a

nivel zonal, con acceso a todo el público. Acompañando a esta imagen, se observa, un

mirador semicubierto aún no terminado, pero con poca visual lejana. Al descender por el

mismo sendero que conduce a la cima, se halla un sitio con mayor visual lejana, gracias al

incremento de la pendiente y la ampliación del campo visual. En este lugar se dispuso de

una placa de concreto como remate y demarcación del espacio sobre el cual es posible

contemplar el entorno urbano y natural, cuando las condiciones atmosféricas lo permiten.

En conclusión, los escenarios existentes muestran: índices aceptables de 4,5

m2/habitantes y en algunos barrios o sectores de 10 m2/habitante, una baja calidad y una

pobre integración al sistema de espacio público de la ciudad; por lo que es necesario

mejorar sus condiciones, especialmente, en la zona próxima a la base del cerro, con el fin

de salvaguardar el borde del cerro, con medidas de uso adecuado que ayuden a

aumentar una cultura ciudadana conciente y convincente.



Espacio público natural. Prevalecen las áreas verdes, sobre las demás

subcategorías naturales existentes (parque lineal y paraje natural), y se encuentran

distribuidas a lo largo del área de influencia, formando un enlace zonal y barrial en sentido

transversal a las vías de tránsito vehicular; presentado entre sí, una estructuración media

al sistema de espacios públicos. Las áreas mejor calificadas se encuentran en los

sectores norte y sur respecto al cerro, debido a las condiciones de alta accesibilidad,

favorables condiciones físicas y la incidencia que poseen las quebradas La Madera y La

Minita, las cuales les permite conectarse con espacios similares, logrando establecer

corredores continuos que, sobrepasan el área de influencia directa.

Las subcategorías de parque lineal (muros en gaviones en la base del cerro, senderos La

Minita, La Quebradita y La Cima) y paraje natural (la roca), hacen parte de una zona

relativamente extensa al borde del cerro, y se encuentran altamente estructuradas entre

sí, y al sistema de espacio público, ya que tienen una influencia media a nivel zonal,

ofrecen sus servicios a todo el público y se encuentran en buen estado.

En general, el espacio público natural del cerro El Picacho tiene una estructuración media

a alta. Sin embargo es necesario mejorar algunas condiciones de baja integración en los

barrios El Progreso y Mirador del Doce, ya que sólo sirve a una parte de sus habitantes y

se encuentran aisladas de otras áreas similares. También el área verde del barrio El

Triunfo, ofrece la más baja valoración del espacio por presentar restricciones en su

accesibilidad, evitando su incorporación efectiva al sistema.

A partir de los parámetros evaluados fue posible caracterizar el cerro El Picacho a escala

de ciudad presentando una calificación muy alta en visibilidad y expansión, y una

calificación baja en accesibilidad, redensificación y cobertura en equipamientos. Esto se

debe traducir en la búsqueda de estrategias que ayuden a mejorar las condiciones del

cerro a partir de la readecuación de senderos peatonales, mecanismos que restrinjan la

expansión hacia el cerro y el diseño de un sistema de señalización para los

equipamientos.



2.3 DIMENSIÓN AMBIENTAL

Los cerros de Medellín son, en esencia, espacios públicos. Pero además de esto, son

ecosistemas estratégicos de escala metropolitana. Y si lo estratégico se fundamenta en

los servicios ecosistémicos o naturales, podemos definirlos como espacios que aseguran

la sostenibilidad de algunos bienes y servicios ambientales demandados por el sistema

urbano. Los cerros hacen parte de los elementos que constituyen esta categoría, se

distingue su valor ambiental como suelos de protección, cumpliendo una función

ecológica equilibrante entre el medio natural y el espacio urbano construido.

2.3.1 Geología y geomorfología

El cerro El Picacho se encuentra modelado y subyacido por rocas metamórficas del tipo

anfibolitas (Kam) que hacen parte de las anfibolitas de la margen izquierda del río

Medellín, roca predominante en la zona de estudio las cuales se encuentran rodeadas y

cubiertas parcialmente por depósitos del tipo flujos de lodo y/o escombros (Qff) de la zona

noroccidental de Medellín.

En algunos sectores las anfibolitas se encuentran suprayacidas por depósitos de tipo

coluvial (Qc) de extensión baja a media y que son producto de las dinámicas erosivas y

deposicionales de la vertiente noroccidental del río Medellín. Los suelos se derivan de

rocas constituidas principalmente de hornblenda y plagioclasa, de textura por lo general

isotópica a bandeada, en ocasiones difícilmente distinguible de un gabro o una diorita.

En el cerro estas rocas se encuentran en estado fresco, fuertemente fracturadas,

presentando familias de diaclasas, en general expuestas a la intemperie y a la acción de

los agentes atmosféricos. En superficie afloran como un gran macizo rocoso en el cuan

se diferencian algunos bloques sueltos de tamaño decimétrico a métrico.

Morfológicamente en el cerro se desarrollan geoformas producto de la fractura,

desprendimiento y acumulación de bloques de rocas heterométricos, generando de esta

manera escarpes rocosos abruptos y superficies convexas rugosas, así como una pseudo

cuchilla alargada en sentido W-E, subredondeada en la cima.



El Picacho responde a un alineamiento que se orienta en sentido E-W, el cual parece

determinar lo alargado de su tope o cima en este sentido. En menor medida presenta una

serie de estructuras ubicadas en el flanco sur del cerro que alinean cauces como la

quebrada el Culantrillo y la Minita, al igual que una pequeña cuchilla ubicada en el

costado suroccidental del cerro. Hacia el flanco norte del cerro se presentan otra serie de

estructuras orientadas en sentido NW-SE, que orienta el borde NE de un escarpe menor

ubicado en la vertiente media del cerro. En esta zona norte se encuentra una estructura

en sentido SW-NE, alineando la cuchilla que se extiende desde la finca la Casa Roja y la

comunidad religiosa Jesús Redentor hasta el tanque de bombeo Doce de Octubre.

Se separaron dos unidades geomorfológicas: Unidad de Cerros (Uc) y la Unidad de

Vertientes Largas (Uvl).

La Unidad de cerros (Uc) corresponde al cerro El Picacho considerándolo exclusivamente

desde su morfología, que se encuentra delimitado por la vereda el Picacho y la finca

Casa Roja al norte, la calle 102BA por nororiente, los barrios Mirador del Doce, Picacho

por el oriente, Picachito por el suroriente, el sector Picacho por el sur, las fincas Cabaña

Azul y la Lolita, la quebrada Minita por el suroccidente y la vereda El Picacho y las

antenas de Radio Bolivariana por el occidente y norroccidente.

El cerro presenta un patrón de drenaje incipiente, presentando flujos a manera de

escorrentía superficial difusa, provocando un alto índice de filtración debido a las

condiciones de tipo estructural y litológico del cerro; de esta manera, el flujo viaja hacia las

partes bajas aflorando en las zonas de los barrios del piedemonte donde origina

problemas considerables de filtraciones y humedades en las viviendas.

Presenta principalmente escarpes que van de abruptos a muy abruptos y vertientes

cóncavas y convexas que rematan en sus diferentes flancos. Las pendientes de las

vertientes convexas son moderadas a escarpadas y fuertes, facilitando la caída de

fragmentos rocosos hacia las zonas de menor pendiente. Por ello, en la base del cerro

especialmente hacia el sector norte hay estructuras de contención (gaviones en malla y

recubiertos de cemento), para mitigar la caída de rocas.



Hacia los flancos norte y sur las superficies van de cóncavas a convexas, generando una

serie de escalones que a su vez constituyen escarpes al interior del cerro. Sólo el 1% del

área posee pendientes menores de 18 (camino de acceso y algunos reductos en la

cima), y el 83% de su área tiene pendientes superiores a 45.

El Picacho presenta en sus bordes inferiores, condiciones de alto riesgo no mitigable, por

el fracturamiento de la roca y la presencia de bloques de roca potencialmente inestables

sobre el escarpe. Esta zona alcanza un área total de 6,63 ha y abarca los barrios Mirador

del Doce y Picachito principalmente. Debido a esto, se han construido muros de

contención para “mitigar” el riesgo sobre las zonas pobladas.

2.3.2 Flora

La cobertura vegetal existente en el cerro El Picacho es el resultado de múltiples

intervenciones antrópicas, que van desde las actividades de quema, eliminando toda la

cobertura vegetal, hasta el establecimiento inapropiado de especies vegetales. Se

separaron las siguientes unidades de cobertura vegetal: pastos (3,6 ha), pastos – rastrojo

bajo (9,9 ha), plantación de pino (2,6 ha), plantación de eucalipto (0,9 ha) y rastrojo alto

(3,1 ha). En los pastos, las especie dominantes son yaraguá y kikuyo; para las

plantaciones se han utilizado especies introducidas como, Pinus patula, P. elliotti y

Eucalyptus saligna, las cuales evidencian un establecimiento inadecuado (volcamiento y

mal desarrollo) y muestran signos de quemas recurrentes.

El rastrojo alto tiene como especies dominantes, manzanillo (Toxicodendron striata),

chocho (Ormosia sp), aguadulce (Palicourea sp) y azuceno (Posoqueria coriaceae); en

menor proporción se encuentra: aguacatillo, nigüito, cordoncillo, chagualo, arrayán, drago,

pomo, tachuelo, noro y chaparro. Por lo tanto, en esta cobertura se presenta una buena

disponibilidad de semillas nativas, que unido a la disminución de quemas inducidas,

favorece el avance de la sucesión secundaria.

En el muestreo de flora desarrollado, se identificaron 59 especies arbóreas, 33 de las

cuales son nativas del Valle de Aburrá, siendo el registro más alto reportado para los

cerros considerados. Sin embargo, el mayor número de individuos está representado en



especies como, eucalipto, pino pátula, aguadulce y manzanillo. Los árboles de eucalipto

presentan daños de origen antrópico como deterioro a nivel del tallo ocasionado por

incendios forestales y daños mecánicos. También se detectó la presencia de fumagina

(Capnodium sp.) sobre el follaje de árboles de níspero, con evidencias de ataque previo

de insectos chupadores (áfidos) y mosca blanca.

Conectividad. Aunque en este cerro se reporta el mayor número de especies nativas por

regeneración natural, éste no cuenta con fragmentos cercanos para que se considere

pueda tener algún tipo de conexión con sus zonas verdes vecinas (el elemento más

cercano a se encuentra a 1.461 metros, distancia que supera ampliamente los 200 m

mínimos requeridos para evaluar su conectividad). Por ello, podemos decir que El

Picacho se encuentra aislado espacialmente de sus fragmentos vecinos y no presenta

conexiones espaciales con los corredores identificados. De esta manera el índice de

conectividad ecológica es de cero.

Lo anterior plantea la imperiosa necesidad de adelantar procesos de restauración

ecológica, ya que aunque cuenta con elementos de la flora que lo hacen de valor para la

conservación de la biodiversidad periurbana, su situación actual revela coberturas

vegetales y biotopos con una escasa o nula posibilidad de intercambio génico. Además,

del conjunto de siete cerros tutelares considerados, este puede ser el que más beneficie a

las especies de aves migratorias que se desplazan a través de las laderas medias y altas

del valle, debido a la diversidad de microhábitats que en él se presentan y que pueden ser

muy importantes como zonas de alimentación y refugio.

2.3.3 Avifauna

Se registraron un total de 46 especies asociadas a 19 de las 87 familias reportadas para

Colombia. Alrededor del 70% de las especies son poco comunes; algunas de éstas, como

Columba fasciata, Myiarchus cephalotes, Elaenia frantzii, Cyanocorax yncas, Atlapetes

latinuchus, Grallaria ruficapilla y Piaya cayana prefieren hábitats boscosos y rastrojos

altos de las laderas altas del valle. De manera contraria, fue muy común Zenaida

auriculata que se encuentra asociada con áreas abiertas urbanas, carreteras y caminos

de esta zona. En el 50% de las horas de muestreo se registró R. flammigerus que es una



especie endémica de Colombia, aunque no cuenta con ningún tipo de declaratoria de

amenaza.

Este cerro presenta una proporción equilibrada de especies de aves asociadas a hábitats

urbanos, rurales y áreas verdes urbanas (34, 33 y 33%, respectivamente). Se presentaron

nueve especies con distribución exclusiva a este cerro: Piaya cayana, Tapera naevia,

Elaenia frantzii, Myiarchus cephalotes, Cyanocorax yncas, Tangara heinei, Tangara

cyanicollis, Ramphocelus flammigerus y Atlapetes latinuchus, lo que debería plantear un

interés de conservación adicional, soportado en la especificidad de la avifauna del Cerro,

en relación con aquella presente en los demás cerros tutelares.

El grupo de las aves insectívoras fue el de mayor número de especies, seguida por el

grupo de las aves frugívoras, 16 y ocho especies respectivamente. Esto se debe a que en

hábitats terrestres el gremio con mayor abundancia de especies generalmente es el de los

insectívoros debido a la amplia gama de recursos que explotan. Tres de estas especies

insectívoras (G. ruficapilla, Henicorhina leucophrys y Synallaxis azarae) habitan los

rastrojos de este cerro y se encuentran normalmente en las laderas altas del valle. Las

ocho especies frugívoras (Columba fasciata, Elaenia frantzii, Euphonia lanirostris,

Tangara henei, Tangara cyanicollis, Ramphocelus flamigerus, Saltator coerulescens y

Saltator striatipectus), son en un 50% miembros de la familia Thraupidae, y en general

buenos dispersores de semillas, excepto C. fasciata. Además, la presencia de otras siete

especies frugívoras-insectívoras, manifiesta la capacidad de este cerro para sostener

especies que se alimentan total o parcialmente de frutas.

A pesar de las amenazas antrópicas que recibe el cerro (basuras, depredadores como

ratas, competidores de la fauna silvestre como las palomas, disminución de hábitats,

expansión urbana, entre otras), es el que mayor calificación recibe por la riqueza de

gremios tróficos que en él se albergan y la mejor representación de especies frugívoras e

insectívoras-frugívoras, ambas claves para futuros procesos de restauración ecológica de

este hábitat. Esta situación lo confirma como una cerro de alta prioridad para la

conservación de la avifauna asociada dentro del sistema de cerros tutelares de la ciudad

de Medellín. Dicha conservación debe ser una obligación para los actuales habitantes de



la ciudad de Medellín, a través de la restauración y protección de este recurso natural,

para el disfrute de las generaciones futuras.

Además, entre los siete Cerros Tutelares este puede ser el que más beneficie a las

especies migratorias que se desplazan a través de las laderas medias y altas del valle,

debido a la diversidad de microhábitats que en él se presentan y que pueden ser muy

importantes como zonas de alimentación y refugio.

2.3.4 Clima

El piso térmico templado se encuentra a alturas entre 1.450 y 2.000 msnm que

corresponde a todo el área urbana de la zona noroccidental. El sector rural está dentro

del piso térmico frío, el cual corresponde a alturas entre 2.000 y 2.500 msnm, donde

predominan las fincas de recreo y parcelas dedicadas a la agricultura y algo de ganadería

lechera.

Los valores de las variables climáticas analizadas en el cerro El Picacho se presentan en

la Tabla 1.

Tabla 1. Parámetros climáticos para el cerro El Picacho.

Altura (msnm)

Patm (hPa)

T (ºc) Td (ºc)

e (hPa)

es (hPa)

HR Evtp

(mm/año) P

(mm) Evtr

(mm/año)

2,108 790,5 16,56 13,28 15,26 18,85 0,81 1.115,30 1.734 916,00

1,850 814,5 18,13 14,64 16,67 20,82 0,80 1.174,36 1.734 950,00

1,800 819,2 18,44 14,91 16,96 21,22 0,79 1.186,16 1.734 956,60

1,750 824,0 18,74 15,17 17,25 21,63 0,79 1.198,09 1.734 963,21

1,700 828,8 19,05 15,44 17,54 22,05 0,79 1.210,13 1.734 969,82

1,650 833,6 19,35 15,70 17,84 22,47 0,79 1.222,29 1.734 976,44

1,600 838,5 19,66 15,96 18,15 22,90 0,79 1.234,57 1.734 983,06

Donde: Patm: presión atmosférica; T: temperatura; Td: punto de rocío; e: presión de vapor del agua en la atmósfera; es: presión de vapor de saturación del agua a la temperatura del aire; HR: humedad relativa; Evtp: evapotranspiración potencial; Evtr: evapotranspiración real.

2.3.5 Agua

Picacho es el cerro más abrupto de todo el Sistema de Cerros, si se tiene en cuenta la

distribución de sus pendientes. Presenta un patrón de drenaje incipiente, representado



principalmente por flujos a manera de escorrentía superficial igualmente difusa pues no

muestra canales definidos. Dicha escorrentía que se produce a lo largo y ancho del cerro

presenta un alto índice de filtración debido al intenso fracturamiento del cerro. De esta

manera, el flujo viaja hacia las partes bajas aflorando en las zonas de los barrios del

piedemonte donde presentan problemas considerables de filtraciones y humedades en las

viviendas.

Hidrográficamente esta zona se encuentra delimitada por las cuencas: Malpaso, El

Malpaso, La Quintana, La Cantera, La María, Minitas, La Velásquez, La Moreno, Tinajas,

Caño X, La Feria o Toscaza, La Culebra, El Sin Nombre y La Madera.

Para el análisis hidrológico del cerro el Picacho, se tomó la parte media y baja de la

cuenca de la quebrada Minitas o la Minita que se muestra en el área de estudio

bordeando el cerro sobre la base de la vertiente sur, en su parte baja la quebrada se

adentra en el barrio el Picachito donde se encontraron afectaciones de tipo hidráulico y de

contaminación debido a la ocupación urbana en esta zona.

Quebrada La Minita. Se ubica al sur del cerro. Aparece a una altura de 2.076 msnm y

se extiende hasta 1.867 msnm, para una longitud de aproximadamente 766 m. La cuenca

posee un patrón de drenaje lineal con una dirección NW/SE y es de orden 1, en un área

aproximada de 280.115 m2, dando lugar a una forma alargada en el sentido de la

pendiente.

Esta quebrada, en la parte alta, discurre por un cañón poco profundo y de amplitud media,

donde la pendiente va de baja a media y se acentúa a medida que avanza. En la parte

media, la pendiente aumenta y transita por un cañón de pocos metros de profundidad,

pero no alcanza la decena de metros en amplitud; además, en este tramo presenta

cobertura vegetal con densidad que va de media a alta en algunos sectores. En su parte

baja se encuentra canalizada y con una serie de estructuras que disminuyen la energía

cinética con la que desciende el agua en épocas de creciente.

Quebrada La Quebradita. Se encuentra ubicada al norte del cerro El Picacho, entre

el cerro y el sector del colegio de las monjas en el barrio El Triunfo-Arrayanes. Aparece



en la cota 2.093 y se extiende hasta la cota 1897 para una longitud de aproximadamente

266 m. La cuenca posee un patrón de drenaje lineal con una dirección SW/NE y presenta

orden 1, en un área de 183.714 m2, dando lugar a una forma alargada y escalonada en

menor medida, en el sentido de la pendiente.

La Quebradita transita por un cañón de incisión media y elongado en el sentido de la

pendiente y con variable amplitud, atravesando una serie de escalones estructurales,

definidos por las dinámicas de formación esta vertiente. En la parte baja, el flujo no es

más que un hilo de agua poco representativo, sujeto a las variaciones del clima y a las

condiciones de uso y aprovechamiento aguas arriba.

Los drenajes identificados en el cerro El Picacho, presentan problemas de origen

geológico, hidráulico y de afectación de cauces, debido a la invasión de las zonas de

retiro y modificaciones del cauce por procesos de asentamientos subnormales. Además,

existen conflictos por aprovechamiento del recurso en el sector rural (vereda Picacho) y la

parte alta del barrio Picachito, el cual se hace en gran porcentaje a partir de captaciones

rudimentarias y no legalizadas, lo que genera una alta tensión sobre el recurso hídrico, y

que se traduce en la escasez del mismo. Un agravante a esta problemática es el aumento

de nuevos asentamientos de carácter espontáneo que intensifican la presión sobre el

recurso.

Es de resaltar que debido a la dinámica que ha adoptado esta cuenca, por los usos que

se presentan tanto por la factores ambientales como urbanos, se determinó un grado de

amenaza por movimientos en masa medio-alto, por la secuencia de este tipo de

remociones de materiales sobre las vertientes y taludes al interior del cauce.

2.3.6 Aire

En la Tabla 2 se presenta la ubicación de los sitios de muestreo para el análisis de la

calidad del aire en el cerro El Picacho.



Tabla 2. Ubicación del punto de análisis.

Punto Altura

(msnm)

Coordenadas Ubicación

X Y

Más Alto 2.108 832.769,31 1.189.094,80 Cristo

Los resultados obtenidos de las mediciones, se muestran en la Tabla 3.

Tabla 3. Concentración de emisiones.

Concentración

NO2 NO O3 CO SO2 CH4

g/m3 26,5 1,3 268,4 1920,0 3,9 27,8

ppb 26,47 1,29 268,4 1920,0 3,91 27,82

Fuente: Modelación realizada por la Ing. Maria Victoria Toro, UPB.

Para el CO, se puede observar que este no supera la norma máxima establecida por el

decreto 02/82 y la establecida por la EPA (5.000 y 4.000 g/m3 respectivamente). De

igual manera, las concentraciones de Ozono no superan los valores permisibles, tanto del

decreto 02/82, como de la EPA, (170 y 235 g/m3 respectivamente) presentándose una

concentración similar en ambos puntos (Tabla 4).

Tabla 4. Categoría de calidad atmosférica.

Parámetro Calidad atmosférica

Buena Aceptable Inadecuada Mala

CO (mg/m

3) X

SO2 (g/m3) X

NO2 (g/m3) X

O3 (g/m3) X

PST (g/m3) X

Dentro de la calificación que se puede obtener de la calidad del aire en El Picacho es

buena, siendo el ozono el componente que supera tanto la norma horaria como el rango

establecido por la EPA. De acuerdo con las fuentes de emisiones detectadas para el

cerro El Picacho, se puede entender el porque de las bajas concentraciones de los gases

modelados.



2.3.7 Residuos Sólidos

La problemática de residuos sólidos en el cerro el Picacho es de diferentes índoles,

puesto que aquí se presentan usos recreativos y residenciales, tanto del sector urbano

como rural (vereda el Picacho), siendo este último el de mayor aporte a la generación de

residuos, debido a que las actividades como cocción de alimentos generan un alto

volumen de material orgánico, mientras que la actividad recreativa presente en este sector

no genera un alto volumen de visitantes permanentes, generando una limitada

producción de residuos.

La baja cobertura del servicio de aseo en algunos sectores del cerro tiene origen en la

baja accesibilidad vial y en el proceso desordenado de urbanización que lo acompaña,

produciendo de esta manera un tipo de residuos de un manejo un poco mas complejo

como son los provenientes de la construcción.

La generación de residuos en el cerro es aproximadamente de 17.1 toneladas diarias,

calculada para una población de 31.054 habitantes en los barrios que bordean el cerro,

tomando como referencia la generación para el municipio de Medellín la producción per

cápita de generación de 0.55 Kg-hab/día, valor que esta determinado por los datos de

recolección de EEVVM, el cual no posee una cobertura del 100% en el área de estudio.

Para el cerro el Picacho no se presentan equipamientos apropiados para la disposición de

residuos en aquellos sectores que no poseen cobertura del servicio de recolección, se

pueden observar un sitio de recolección voluntaria, el cual está ubicado en el barrio el

Picachito, en el reversadero donde puede acceder el vehículo recolector de EEVVM.

Dentro del área de definida para el Cerro El Picacho no se presentan canecas públicas de

poste ubicadas por EEVVM.

El servicio de recolección, transporte y disposición final es prestado por EEVVM, el cual

no tiene una cubrimiento del 100%, en algunos sectores de los barrios el Picachito y el

Mirador del Doce, debido al difícil acceso que tienen. El Cerro El Picacho se encuentra en

la zona de operación número 2, la cual opera en las comunas 5, 6 y 7, ofreciendo una

frecuencia de recolección de dos días por semana, miércoles y sábado sin presentarse en

una hora definida.



El Cerro El Picacho no cuenta con un servicio de limpieza de espacios públicos, el

servicio de barrido de calles prestado por EEVVM solo cubre las vías principales llegando

hasta la carrera 85, sin cubrir el sector de escaleras de ingreso a los barrios ubicados en

el costado oriental.

No se han identificado organizaciones de recuperadores, en la zona se realiza la

separación de materiales por recuperadores informales. En el barrio El Mirador del Doce

se identificó un grupo de recuperadores de chatarra, los cuales se encuentran de manera

informal.

A partir del 3 noviembre del presente año se inicio la ubicación de 15 postes con treinta

Canecas públicas por parte de la Secretaria de Medio Ambiente a lo largo de la vía de

acceso al Cristo.

Los principales problemas se presentan debido a la actitud de la gente frente a la

disposición de basuras, en su gran mayoría los habitantes del lugar sacan las basuras

hasta con un día o más de anterioridad provocando que los animales, transeúntes, niños,

etc., rompan las bolsas generando olores, obstrucción de las redes colectoras de aguas

lluvias, cebaderos para insectos, roedores y perros, que pueden convertirse en vectores

de enfermedades en las poblaciones mas vulnerables y empobrecimiento paisajístico del

lugar.

Además, dada la movilidad habitacional que se presenta diariamente en el cerro, los

escombros y tierras generados para el loteo, no tienen ningún manejo, las personas no

disponen de estos residuos, los cuales son desalojados a un lado y esperan a que el agua

los arrastre o los van tirando cuesta abajo, provocando con esto serios problemas de

inestabilidad de suelos y represamiento de aguas, convirtiendo esta práctica en una

amenaza para los habitantes

Esta problemática corrobora la necesidad de sensibilizar a la población en el manejo

adecuado de los residuos sólidos y de fortalecer la organización de los recuperadores

informales en el área del cerro El Picacho.



2.3.8 Servicios ambientales

Actualmente, el cerro se califica como de alto valor en la generación de servicios

ambientales. De estos, los más importantes están representados en: barrera para la

expansión urbana, presencia de miradores naturales, valoración social del paisaje, la

regulación climática de las masas de vientos y la conservación de la biodiversidad. Con

un valor medio se tiene el soporte a la conectividad ecológica, la regulación y el

abastecimiento hídrico, la protección de suelos, el servir como espacio para la educación

ambiental y la fijación de carbono y gases de invernadero. Con bajo valor ambiental se

calificó la recreación y la respuesta sísmica.

De esta manera, el cerro posee valores ambientales con alto grado de funcionalidad, que

pueden aumentar (especialmente servicios ambientales calificados como de valor medio),

si se corrigen o mitigan los impactos negativos de ciertas prácticas inadecuadas, las

cuales generan una problemática ambiental que, afecta en diferente grado los valores

identificados en el cerro; siendo la destrucción de la cobertura vegetal por causas

antrópicas (incendios forestales), el mayor problema, ya que disminuye hábitat necesarios

a la micro y macrofauna, e incrementa el material particulado y CO2.

2.4 DIMENSIÓN JURÍDICA Y ADMINISTRATIVA

De los 147 predios que conforman el entorno inmediato del cerro, constituido por los

Barrio El Picacho, Mirador del 12, El Progreso No. 2, el Triunfo, la Vereda El Picacho, y el

Barrio Picachito, es este último quien presenta un mayor número de predios. Sobresalen

los predios urbanos (97), sobre los rurales (50). También es notable que predominan los

predios con matrículas ficticias (asentamientos ilegales o posesiones), ya que hay 89

matrículas ficticias (titularidad del dominio), sobre 58 reales (propietarios con títulos de

propiedad debidamente registradas). En cuanto al tipo de propiedad, es mayor el número

de propietarios catalogados como personas naturales del sector privado (131). Sólo

existen 13 predios del sector público, ubicados en la zona urbana del municipio y son

bienes de uso público - BUP (10) y bienes de uso público de Corvide – BUPC (3). El

número de empresas o compañías del sector privado es sólo de tres. En cuanto a la



relación de la propiedad sobresalen los propietarios únicos sobre los otros tipos de

relación (usufructo, dueños de lote, nudo propietario proindiviso).

2.5 MATRIZ SÍNTESIS DEL DIAGNÓSTICO TERRITORIAL

En la Tabla 5 se presenta la matriz de síntesis diagnóstica del cerro El Picacho, donde se

muestra de forma simplificada, y a través de la consideración de 21 variables del análisis

territorial, el nivel de criticidad territorial del cerro, como expresión de la situación actual de

este ecosistema urbano frente a los otros cerros que integran el conjunto de Cerros

Tutelares. Asume los datos, hallazgos y resultados de todas las categorías de análisis

contempladas para la caracterización y diagnóstico, y los usa para establecer una

clasificación comparativa del sistema de cerros.

Para su elaboración se usaron las variables más relevantes del análisis territorial, 21 en

total, pertenecientes a 4 dimensiones del análisis: Lo Sociocultural, Lo Ambiental, Lo

Urbanístico y Lo Jurídico. Se establecieron clasificaciones de Criticidad Territorial para

cada una de dichas variables, a través de una calificación simple: se juzgó con mayor

valor (+7) el cerro que presentaba la condición MÁS CRÍTICA, mientras aquel cerro que

tuviera la condición MÁS FAVORABLE fue calificado con el valor de uno (+1). La suma

de los valores parciales ofrece entonces una Síntesis del Nivel de Criticidad Global del

Ecosistema Urbano, entendida como el cúmulo de factores que obran negativamente para

un total desarrollo de las potencialidades de los Cerros Tutelares y de su efectiva

integración a la estructura urbana y a la vida pública de la ciudad. Adicionalmente este

ejercicio permite realizar una valoración por dimensiones específicas del análisis y

establece el uso de ponderadores de las variables del análisis territorial, según su

importancia relativa para el Sistema de Cerros Tutelares.



Tabla 5. Matriz Síntesis del Diagnóstico Territorial Integrado para el cerro El Picacho.

Variables del análisis territorial Factor

Ponderador Calificación

Absoluta Calificación Ponderada

Situación Socioeconómica 0,30 7 2,10

Organización Social 0,25 1 0,25

Uso Educativo 0,15 5 0,75

Valor Histórico 0,10 6 0,60

Valor Arqueológico 0,10 3 0,30

Reconocimiento Ciudadano 0,10 3 0,30

Subtotal Dimensión Sociocultural 1,00 25 4,30

Presión habitacional sobre los bordes 0,25 6 1,50

Espacio Público Natural 0,20 1 0,20

Accesibilidad 0,20 5 1,00

Adición-subdivisión de predios 0,15 2 0,30

Espacio Público Construido 0,10 4 0,40

Equipamientos 0,10 5 0,50

Subtotal Dimensión Urbanística 1,00 23 3,90

Amenaza geológica 0,25 5 1,25

Riqueza de flora 0,25 5 1,25

Naturalidad del ecosistema 0,15 1 0,15

Riqueza de la avifauna 0,10 2 0,20

Valor ecológico de la avifauna 0,10 1 0,10

Calidad del aire 0,05 2 0,10

Situación del recurso hídrico 0,05 5 0,25

Manejo de residuos 0,05 6 0,30

Subtotal Dimensión Ambiental 1,00 13 3,60

Situación Predial 6,00

Subtotal Dimensión Jurídica 6,00

Total Criticidad Global del Ecosistema 67 17,80

Del análisis, se desprende la consideración de los Cerros Santo Domingo, Pan de Azúcar

y Picacho, como aquellos donde efectivamente existe un mayor nivel de fragilidad y

tensión ambiental global. Estos espacios, de reciente conformación urbana en relación

con los demás cerros, están sufriendo los procesos derivados de su estructuración y

Clave de lectura de la criticidad territorial

Muy Alta

Alta Media Alta

Media Media

Media Baja

Baja Muy Baja



consolidación inicial, y por ello, presentan la mayor dinámica y complejidad. En todos

ellos, abundan las expresiones de su alta criticidad territorial, manifiestas en la

precariedad de los asentamientos, en las bajas condiciones de accesibilidad y en las

presiones ambientales por el uso de sus recursos. Son además, lugares de un

excepcional valor paisajístico en ambientes de borde, donde el mundo rural-urbano es rico

en manifestaciones híbridas, y donde las tensiones entre uso intensivo del espacio público

y conservación de los recursos ambientales y paisajísticos son más evidentes.

Este ejercicio de evaluación ubica al cerro El Picacho en un nivel de criticidad medio alto

en la dimensión sociocultural, medio medio en las dimensiones urbanística y ambiental,

alto en la situación predial, y medio alto en la criticidad global del Cerro.

Del análisis de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del Proyecto, se

identificaron los siguientes problemas estructurales, que actualmente afectan las

posibilidades de desarrollo sostenible del Cerro El Picacho:

Alta vulnerabilidad a incendios forestales

Deterioro ecológico por plantación de especies exóticas

Manejo inadecuado de residuos sólidos

Contaminación de fuentes hídricas

Prácticas silviculturales inadecuadas

Presión habitacional sobre los bordes

Alta vulnerabilidad de procesos de convivencia pacífica

Deterioro de suelos por procesos erosivos

Débil intervención institucional

Bajo número y perfil de programas de educación ambiental

Baja gobernabilidad

Inseguridad y estigmatización del cerro

Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del Cerro



Baja calidad de equipamientos e infraestructuras del espacio público

Deficiente señalización del cerro

Conflictos en el uso del suelo

Baja conciencia ambiental en la comunidad local

Fragmentación ecológica

Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad

Incumplimiento de la normativa urbanística

Estas problemáticas, así como las cualidades territoriales del cerro El Picacho,

expresadas en términos de sus potencialidades y amenazas, dan lugar a las funciones

deseables para el cerro dentro del contexto urbano, así como a definir sus objetivos de

manejo y gestión.



3 FUNCIONES URBANAS Y OBJETIVOS DE MANEJO

Los Cerros Tutelares, elementos estructurantes del sistema de espacios públicos de la

ciudad se comportan como entidades complejas, en su interior las relaciones ambientales,

urbanas y sociales se tejen de formas diversas haciendo de cada uno de ellos un

elemento único, parte vital del sistema por la posición que ocupan, la función que cumplen

y el valor que poseen como elemento autónomo y a la vez dependiente de las relaciones

de demanda y oferta existentes entre los ciudadanos y sus espacios naturales.

Cada uno de los cerros participa de las tensiones y funcionalidad de los espacios

ubicados en sus áreas de influencia. Estas relaciones de mutua dependencia permiten

caracterizar de forma funcional cada uno de los cerros, desde los más ligados a

actividades masivas de carácter cultural, pasando por los estructurados a espacios

educativos de distintos niveles, metropolitanos o barriales, hasta los más “marginales” o

apartados, estructurados a espacios dedicados a la protección ambiental y la recreación

pasiva.

Como producto de la síntesis diagnóstica y de acuerdo con las características y dinámicas

territoriales del cerro El Picacho, se presenta su “deber ser”, entendido como función

dentro del ámbito urbano como espacio público (Tabla 6).



Tabla 6. Función principal y complementaria del cerro El Picacho.

Función principal

Función complementaria

Justificación

Conservación ecológica, ambiental y paisajística

Recreación Pasiva y Educación Ambiental

Alto grado de naturalidad.

Alto grado de integración al sistema de espacios públicos naturales.

Alta visibilidad desde distintos puntos de la ciudad

Hábitat de Ramphocellus flamigerus, ave endémica de Colombia

Presencia de comunidades relictuales de vegetación nativa

Está ubicado en un ecotono entre las formaciones ecológicas de bosque húmedo premontano (bh-PM) y bosque húmedo montano bajo (bh-MB)

Está ubicado en una zona de contacto entre usos urbanos intensivos y usos de protección en área rural.

Limitantes geotécnicas (zona de alto riesgo y alto riesgo no recuperable)

Altas posibilidades de recuperación de vegetación nativa.

Fragilidad del ecosistema por intervención antrópica

Parte de un corredor con alto valor paisajístico (camino de las Baldías) y es considerado centralidad ambiental de acuerdo con Arbeláez y Vélez (1999)

Gran riqueza de especies de flora y avifauna en relación a la extensión del Cerro.

Es un alto generador de servicios ambientales actual y potencialmente (barrera para la expansión urbana, mirador natural, valoración social del paisaje, protección de suelos, recreación pasiva, educación ambiental, conservación de la biodiversidad)

Posee un alto potencial como fragmento para hacer parte del sistema de zonas protegidas de la Cuchilla de las Baldías si se reestablece su conectividad ecológica con estas áreas.

Alto significado en la comunidad como sitio de peregrinación, referente religioso y símbolo de culto.

Singularidad en su forma y naturaleza geológica

Zona con alto valor ambiental, científico y paisajístico, según POT

Afectado por una declaratoria municipal de Área de Reserva (Decreto 7 /1986)



Las funcionalidades se definen y justifican bajo los siguientes criterios:

Accesibilidad y visibilidad.

Valores ambientales

Parámetros de importancia ecológica

Iniciativas de manejo y adecuación

Coincidencia con el escenario deseado de la comunidad

Las funciones definidas dan origen a los objetivos de manejo, como norte de la actuación

sobre ambos cerros. Es así como de aquí en adelante, se debe apuntar siempre a dar

cumplimiento a éstos de manera que desde ellos se aporte al mantenimiento de la

Función Principal y Complementaria.

Los Objetivos de Manejo son el fundamento para la gestión de los Cerros Tutelares. La

acción estratégica deberá estar orientada a garantizar que dichos objetivos se logren, a

través de proyectos y programas que cumplan los propósitos prefijados, con miras a

superar las dificultades operativas, normativas y gestionales para un desarrollo adecuado

de las potencialidades territoriales de estos ecosistemas.

Los objetivos de manejo establecidos para el cerro El Picacho se pueden resumir del

siguiente modo:

Proteger la cobertura vegetal presente en el ecotono entre las formaciones vegetales

de bosque húmedo premontano y bosque húmedo montano bajo, expresada en relictos

de rastrojo alto y bajo presentes en el cerro como valor ambiental3 por la riqueza de

especies de flora y fauna que contiene especialmente Ramphocelus flamigerus, ave

endémica de Colombia.

3 Entendidos los valores ambientales como los organismos o sistemas de tipo biológico o ecológico o atributos

naturales que tienen importancia directa para el funcionamiento de los ecosistemas (naturales o transformados) y que por tanto son generadores de servicios ambientales.



Reestablecer la conectividad ecológica del cerro El Picacho, mediante el

reestablecimiento de corredores biológicos potenciados a través de los drenajes naturales

como conectores con ecosistemas de valor regional tales como La Cuchilla de Las

Baldías, mediante la protección de los retiros de los cauces y la inducción de procesos de

regeneración natural, garantizando el flujo genético de las especies de flora y fauna.

Garantizar el disfrute de los valores escénicos del cerro, especialmente los ofrecidos

por la singularidad de su forma y por su naturaleza geológica, como aporte al corredor

paisajístico del camino de las Baldías.

Promover procesos de revegetalización en las zonas declaradas como de alto riesgo

no recuperable y en las zonas con cobertura dominante de pastos, como aporte a la

contención de los fenómenos de expansión urbana y como contribución a la recuperación

de hábitat y de la funcionalidad ecológica.

Consolidar el Cerro como ecosistema estratégico para el Valle de Aburrá, por su alto

valor ambiental como generador de servicios ambientales tales como barrera para la

expansión urbana, mirador natural, valor paisajístico, protección de suelos, recreación

pasiva, educación ambiental, conservación de la biodiversidad.

Garantizar el uso regulado de sus áreas de influencia y de las zonas de mayor

fragilidad visual.



4 PROSPECTIVA Y ZONIFICACIÓN DE MANEJO

4.1 CONSTRUCCIÓN DE ESCENARIOS PROSPECTIVOS

La construcción de escenarios prospectivos, se realizó con la integración de la

información generada en el diagnóstico, de manera que se contara con claridad suficiente

sobre las situaciones actuales de manejo del cerro.

Con base en esta información, se precisaron los problemas y zonas de atención

prioritaria, de tal forma, que se facilitara posteriormente la definición de los escenarios

futuros, que son la base de la formulación de proyectos, como procedimiento para la

solución de la problemática actual y la modificación de tendencias negativas.

Los problemas identificados por el equipo técnico del proyecto en sus diferentes

dimensiones de análisis para el cerro El Picacho se listan a continuación.

Manejo inadecuado de residuos sólidos



Deterioro ecológico por plantaciones de especies exóticas




Bajo número y perfil de los programas de educación ambiental


Inseguridad y/o estigmatización de los Cerros Tutelares

Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del cerro

Alta vulnerabilidad en procesos de convivencia pacífica

Baja gobernabilidad







Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad

Baja calidad de los equipamientos e infraestructuras del espacio público


A partir de la identificación de los problemas en el cerro El Picacho, el análisis de

influencia–dependencia ayudó a comprender las relaciones de causalidad de los

problemas como parte de sistemas ecológicos y territoriales, donde unos fenómenos y/o

problemas son consecuencia de unos y causa de otros (Tabla 7).

Tabla 7. Calificación de influencia dependencia entre problemas, cerro El Picacho.

# Problema Dependencia Influencia

1 Alta vulnerabilidad a incendios forestales 23 11 2 Deterioro ecológico por plantación de especies exóticas 12 9 3 Manejo inadecuado de residuos 24 2 4 Contaminación de fuentes hídricas 26 6 5 Prácticas silviculturales inadecuadas 20 7 6 Presión habitacional sobre los bordes 28 27 7 Alta vulnerabilidad de procesos de convivencia pacífica 13 22 8 Deterioro de suelos por procesos erosivos 19 4 9 Débil intervención institucional 0 44 10 Bajo número y perfil de programas de educación ambiental 14 20 11 Baja gobernabilidad 15 43 12 Inseguridad y estigmatización del cerro 21 10 13 Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del Cerro 15 26 14 Baja calidad de equipamientos e infraestructuras del espacio público 19 8 15 Deficiente señalización del cerro 5 2 16 Conflictos en el uso del suelo 29 17 17 Baja conciencia ambiental en la comunidad local 17 29 18 Fragmentación ecológica 29 4 19 Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad 15 20 20 Incumplimiento de la normativa urbanística 24 7



Validación del ejercicio con los líderes comunitarios: la priorización de los problemas

listados, se validó con líderes comunitarios de trascendencia, a través de una calificación

como se muestra en la Tabla 8.

Tabla 8. Priorización de problemas por parte de líderes comunitarios, cerro El Picacho.

Problemas Identificados Escala

Valorativa Promedio

Alta vulnerabilidad a incendios forestales 15 3 Deterioro ecológico por especies exóticas 10 2 Manejo inadecuado de residuos 12 2,4 Contaminación de fuentes hídricas 10 2 Prácticas silviculturales inadecuadas 9 1,8 Presión habitacional sobre los bordes 15 3 Alta vulnerabilidad de procesos de convivencia pacífica 9 1,8 Deterioro de suelos por procesos erosivos 11 2,2 Débil intervención institucional 15 3 Bajo número y perfil de programas de educación ambiental 14 2,8 Baja gobernabilidad 15 3 Inseguridad y estigmatización del cerro 15 3 Debilidad de las organizaciones comunitarias para el manejo del Cerro

11 2,2


10 2

Deficiente señalización del cerro 15 3 Conflictos en el uso del suelo 15 3 Baja conciencia ambiental en la comunidad local 14 2,8 Fragmentación ecológica 15 3 Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad 14 2,8 Incumplimiento de la normativa urbanística 15 3

Falta de vigilancia ambiental 15*** 3

Ausencia de fuerza pública 15*** 3

Carencia de acceso al cerro por el costado oriental (frente) 15*** 3

***Problemas adicionales propuestos

En síntesis, la distribución de las problemáticas bajo el análisis realizado es el siguiente:

Sector 1 – ZONA DE PODER:


Sector 2 – ZONA DE CONFLICTO O TRABAJO:


Baja gobernabilidad



Alta vulnerabilidad de procesos de convivencia pacífica




Sector 3 – ZONA DE SALIDA:


Incumplimiento de la normatividad urbanística


Inseguridad y estigmatización del cerro


Baja articulación al sistema de espacio público de la ciudad


Manejo inadecuado de residuos


Sector 4 – ZONA DE PROBLEMAS AUTONOMOS:

Deterioro ecológico por especies exóticas

Bajo número y perfil de programas de educación ambiental



De acuerdo con el análisis anterior, encontramos que los problemas que se ubican en el

primer y segundo cuadrante son aquellos relacionados con lo institucional y lo estructural.

Son estos problemas los que están determinando el comportamiento de los demás,

ubicados en los sectores 3 y 4, por lo que requieren atención especial y una solución

gradual “a largo plazo” para incidir positivamente sobre el resto de problemáticas. Otro

elemento de análisis es que no son problemas de competencia única del Municipio, sino

también de entidades de otros caracteres y en algunos casos incluso de entidades de

carácter regional y nacional como el Ministerio de Cultura, el ICAN, CORANTIOQUIA,

Área Metropolitana.



Los problemas ubicados en los cuadrantes 3 y 4 están totalmente condicionados por

aquellos de los cuadrantes 1 y 2, así que con la solución de los primeros, se influenciaría

positivamente a los problemas de los cuadrantes 3 y 4, lo que lograría la mitigación y

erradicación de estos problemas, pero como ya se dijo arriba, estos problemas

“estructurales” son de solución en el largo plazo, por lo que se debe trabajar

simultáneamente en estos últimos para evitar la degradación de los pocos recursos aún

existentes.

Como puede verse, los problemas ubicados en los cuadrantes 3 y 4 son los más visibles,

a menudo los que provocan efectos más perjudiciales o los que están generando un

mayor impacto y en un alto grado coinciden con aquellos que los líderes, a través del

ejercicio de priorización, consideraron más importantes para la comunidad. Esta última,

es otra razón para considerarlos con carácter de urgencia, si se quiere contribuir

paulatinamente a la solución de los problemas estructurales.

Se puede evidenciar que en los cuadrantes 3 y 4 están ubicados los problemas más

agudos desde el punto de vista ambiental y urbanístico, como: el mal manejo de residuos,

la fragmentación ecológica, los problemas de contaminación de fuentes hídrica, la

presencia de focos erosivos, el incumplimiento a la normativa urbanística, la presión sobre

los bordes para uso habitacional, etc., problemas que requieren una solución inmediata “a

corto plazo”, permitiendo amortiguar la afectación que tienen los de cuadrantes 1 y 2

aportando soluciones parciales, evitando además que los recursos se agoten en el corto

plazo.

4.1.1 Escenario deseado por las comunidades locales

La comunidad aledaña al cerro El Picacho manifiesta que “En unos años será un hermoso

lugar lleno de flora nativa, que no es quemado ya que la gente lo cuida y no arroja vidrios

a sus laderas, lleno de uvitos donde las torcazas y mirlos pueden llegar a disfrutar de su

alimento favorito, con una gran cantidad de dragos, aguacatillos, sietecueros, nigüitos y

mora silvestre”. Será un cerro lleno de fauna, aquella que ha sido extinta como los

gavilanes, águilas, carpinteros, torcazas, mirlas de clima cálido y frío, borbones,

tarántulas, serpientes y hasta peces (corronchos).



Desean que se cuide del entorno y del cerro y lo mantenerlo en buen estado

continuamente reforestado con especies propias de la zona y lleno de flores, que exista

un grupo de personas organizadas que construya avisos educativos y los coloque en los

senderos de acceso al cerro, así, todas las personas que suben los leen, se culturizan y lo

cuidan.

Nosotros queremos el cerro y participamos en su mantenimiento reforestando con

especies nativas y especies que producen flores, participamos también con avisos

educativos con mensajes de cuidar la naturaleza y con el nombre de las especies de

árboles y animales que es posible encontrar en el camino.

Deseamos el cerro como un espacio para el disfrute, donde las familias lo visitan

constantemente y podamos compartir entre todos los fiambres y alimentos, ancianos,

niños, hombres y mujeres lo disfrutándolo por igual, donde nadie tenga hambre y

tengamos los recursos suficientes para vivir bien, las personas subiendo al cerro todos los

días, pero especialmente los domingos y festivos, Creemos que podemos ser una

población con capacidad de critica y mantener una relaciones fortalecidas con la

administración municipal.

Deseamos un cerro y sus entornos donde no se presenten problemas de orden público y

constantemente se promuevan encuentros que facilitan la convivencia familiar y

comunitaria, pero además, un aspecto muy importante y es que suba la gente de toda la

ciudad y el área metropolitana Bello, Itagüí, Sabaneta, etc. y que lo reconozcan como un

gran mirador con reconocidas cualidades naturales y paisajísticas, y desde allí observen

la ciudad, la reconozcan y participen de tertulias y donde se hagan reconocimientos a la

relación territorio, naturaleza y sociedad.

En el desarrollo de la actividad se pudo establecer que el tema de uso del cerro, como un

referente importante para el desarrollo de la zona, evidentemente ya es familiar para los

habitantes del sector y específicamente para los líderes. Considerando la claridad,

coherencia y argumentación de la propuesta del escenario deseado, se pudo establecer

una intencionalidad muy clara de parte de la comunidad, en donde se propone el cerro

como un escenario con gran énfasis en lo que ellos definen “Turismo Sano”, pero además



es una comunidad que tiene bastante claro hacia donde quieren avanzar y cual quiere

que sea su futuro. Es importante destacar que la propuesta contiene un enfoque

ambiental integral, en donde, se aprovecha de manera muy significativa el cerro, y se

retoma la premisa de una interacción armónica de los tres elementos básicos (sociedad,

naturaleza y territorio). Se observa que alrededor de esta propuesta de escenario

deseado, se puede gestar la reconstrucción del tejido social, afianzamiento en los

procesos de convivencia pacifica, confianza al interior de la comunidad, utilización del

tiempo libre, factibles fuentes de empleo y promoción del cerro como una opción de

esparcimiento para la comunidad y la ciudad en general.

Del ejercicio se percibe una clara intención en el uso y manejo posible del cerro, pero

adolece de iniciativa de gestión que soporte la viabilidad de las propuestas. Se puede

concluir afirmando que la Estrategia de Participación posibilitó la difusión,

retroalimentación y posterior aprobación de las ideas y sueños que algunos lideres han

venido estudiando y plasmando y que durante los talleres tuvieron una plataforma muy

interesante para su expresión y difusión.

Resultados frente a las acciones a realizar para convertir los sueños en posibles

perfiles de proyectos para la “Formulación de los Planes de Manejo y Gestión de

los Cerros Tutelares de Medellín”

SOCIAL

Meta: Encuentro intergeneracional e intercultural

Estrategia: Sensibilizar a la comunidad

Actividades: Talleres, Caminatas, Festivales Ecológicos

Contenidos: motivación, historia colectiva, hombre-naturaleza, convivencia,

reconocimiento del territorio, lectura de ciudad, la ecología.

Costo aproximado: cada taller 300.000, festival 5.000.000, caminatas y guías 500.000



TURISMO SANO

Buen trato a las personas que visitan el cerro

Ubicación de recipientes para depositar las basuras

Capacitación de guías cívicos de turismo

Educar a grupos de scout

Que la comunidad administre directamente el cerro

Construcción de baños públicos y casetas

Mejorar los senderos para subir al cerro

ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE

Inventario de fauna y flora nativas

Construir y dotar un vivero de flora nativa

Señales de información para que los visitantes no deterioren los recursos naturales

Avisos de prohibición de caza y captura de fauna (aves)

Programa de forestación de especies nativas

UBICACIÓN DE PREDIOS EN ZONAS DE ALTO RIESGO

No invasión

Sensibilización de los habitantes para prevenir nuevas invasiones a través de los

comités de cuadra.

Incorporación de los guardaparques en el control de nuevos asentamientos.

Replicar acciones físicas (gaviones, parque lineal) como barreras que limitan la

ocupación.

Trabajo interinstitucional público-privado



REUBICACIÓN DE VIVIENDAS

Gestionar a través del municipio la reubicación de viviendas en riesgo.

Indagar sobre el interés de reubicación

Consolidar una mesa de trabajo para la reubicación.

LEGALIZACIÓN DE VIVIENDAS

Revisión – actualización de zonas declaradas en alto riesgo.

Tramite de regularización.

Aplicación de la norma que regula la construcción de viviendas en la zona (viviendas

con alturas superiores a 2 pisos).

Adquisición de predios privados por parte del municipio, sobre todo aquellos que se

encuentran en reserva natural y delinear nuevos usos.

4.1.2 Escenario Deseado por los Actores Institucionales

Primer Taller con Actores Institucionales

Carácter y Uso de los Cerros Tutelares: de la consulta e interacción realizada con los

actores institucionales interesados en el Sistema de Cerros Tutelares se deriva que, los

usos que se establezcan como prevalentes para cada uno, deberían resaltar ante todo su

condición natural de miradores y sitios paisajísticos.

En el Cerro El Picacho, esto se espera obtener a través de actividades de recreación

pasiva y protección ambiental. Esta es una visión compartida por los actores

institucionales consultados, sin embargo algunos le atribuyen además condiciones para

soportar un uso más intensivo, a través de actividades deportivas y de recreación activa.

Administración de los Cerros Tutelares: El organismo que las diferentes entidades de

orden municipal identifican como pertinente para que administre y coordine la gestión del

Sistema de Cerros Tutelares parece ser la Secretaría de Medio Ambiente. Sin embargo,



a menudo se propusieron también la Secretaría de Obras Públicas, el Área

Metropolitana, y Corantioquia.

En el Cerro Picacho se sugirió a la Secretaría de Medio Ambiente y se mencionó que

Metroparques no sería un ente apropiado para su administración y gestión.

Limitantes al Desarrollo e Integración Urbana de los Cerros Tutelares: Dentro de los

factores o elementos que han limitado la integración de los Cerros Tutelares a la ciudad

se identifican la inseguridad, las dificultades de acceso, y la falta de promoción y

operación institucional. Otro factor de peso mencionado fue la condición presente en

varios de ellos, como zonas de alto riesgo no recuperable.

Otro aspecto resaltado es que “en la planificación de la ciudad no se han definido

debidamente los Cerros y su correspondiente área de amortiguación y/o influencia. Su

uso y manejo ha dependido básicamente de las decisiones de cada administración

presentando algunas saturaciones de usos y elementos y otros un casi total abandono”.

Se dice además que el Plan de Espacio Público debe posicionarlos con las instituciones,

la empresa privada y los pobladores, para que esta integración a la ciudad sea efectiva.

Dentro de los factores limitantes para integrar adecuadamente el cerro La Asomadera a la

ciudad, se identifica en primer lugar las dificultades de accesibilidad, el poco

reconocimiento por parte de la ciudadanía y las amenazas a la seguridad. La escasa

promoción que se realiza de sus calidades ambientales y recreativas también es

considerada un fuerte factor limitante para el desarrollo e integración del cerro a la ciudad.

A juicio de algunos, la indefinición acerca de su administración también incide en su poco

aprovechamiento y para estos sería necesario hacerlo rápidamente para poderlo

“mercadear”.

Para el caso específico del Cerro El Picacho no se mencionan limitantes específicas para

su integración urbana, lo que demuestra la ausencia de información y conocimiento de los

funcionarios acerca de su entorno territorial.



Segundo Taller con Actores Institucionales

A continuación se presenta la sistematización de lo sucedido en el segundo taller

desarrollado con actores sociales institucionales, quienes en representación de las

diferentes Secretarias del Municipio hicieron parte del ejercicio. El objetivo de dicho

encuentro era socializar y empezar a convalidar la propuesta de zonificación construida

por el equipo técnico del Proyecto Planes de Manejo y Gestión de los Cerros Tutelares de

Medellín, además se tenía presupuestado conocer sus apreciaciones de prospectiva de

los cerros, considerando los diferentes perfiles que tienen las Secretarias.

Para la construcción de este documento se tomó como insumo principal las apreciaciones

de los asistentes, las cuales fueron consignadas en un formato preelaborado, destinado

para tal fin. Las variables que se abordaron fueron: función principal y complementaria del

cerro, objetivos de manejo, problemas encontrados y zonificación del manejo.

Funciones principales y complementarias: se pudo establecer a través del desarrollo

del taller, que existe una aceptación y aprobación generalizada, con relación a la

propuesta de función principal y complementaria de los Cerros Tutelares, realizada por el

equipo técnico del proyecto. Se aprecia que dichas propuestas tienen sincronía con los

lineamientos de desarrollo de las diferentes secretarías y dependencias. Se destaca que

en las observaciones y recomendaciones, los funcionarios únicamente hacen

apreciaciones que detallan la forma como debería cumplir su función urbana, pero no se

oponen a la función como tal.

Objetivos de Manejo de los Cerros Tutelares: en esta categoría se encontró que las

recomendaciones hechas por los asistentes, son acciones con prospectiva o tendencia a

proponerse como proyecto; las recomendaciones se enmarcan en los siguientes ejes

temáticos principales:

Desde la variable social se propone la construcción de tejido social en los barrios

aledaños desde la articulación de elementos como la recreación pasiva y el

fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, como base para el desarrollo

sostenible de los cerros.



El componente jurídico se retoma haciendo énfasis en proponer una figura que

regule, en donde se promueva el desarrollo de los cerros considerando la articulación

a la normatividad ambiental y velar por el cumplimiento de las mismas. Se considera

para todos los cerros la regulación del uso del suelo, en lo que tiene que ver con la

redensificación en altura y densidad.

Problemáticas de los Cerros Tutelares: Se puede afirmar que el sentir de los

funcionarios municipales con relación a los problemas existentes en los cerros, es que

estos son factibles de ser mejorados, a través de la inversión de recursos económicos y

fomento de procesos educativos. Argumentan que un elemento que agudiza los

problemas radica en que los programas y proyectos ejecutados en esos lugares son

discontinuos y desprovistos de seguimiento de logros, lo que dificulta la consecución o

consolidación de los objetivos propuestos. El uso del espacio público y el aumento

incontrolado de asentamientos no planificados son consideradas como problemáticas

críticas en el proceso de manejo de los cerros. A lo anterior se propone hacer uso de la

normatividad existente para afrontar y regular dicha situación.

4.1.3 Escenario Objetivo

El escenario objetivo es aquel que sirve de traductor político de las aspiraciones sociales,

las consideraciones técnicas y las miradas institucionales alrededor de cada uno de los

Cerros Tutelares. La construcción de dicho escenario recoge los objetivos de manejo (Ver

Numeral 3) y se materializa en la formulación de unas zonas de manejo para el Cerro,

como definición y concreción espacial de las diferentes intenciones, énfasis y tratamientos

proyectuales que consideramos oportunos, necesarios, y/o urgentes para el mejoramiento

ambiental de este ámbito de tan alto valor para la ciudad.

4.2 ZONIFICACIÓN

La zonificación se plantea a partir de la integración de propuestas formuladas desde las

dimensiones ambiental, urbanística y valorado el trabajo con la comunidad y los actores

institucionales; de esta manera, se orientan las posibilidades y necesidades de acción,



intervención y restricción al uso público y privado de dichas áreas, según la potencialidad

y fragilidad ecológica, ambiental y paisajística identificada.

Las propuestas de zonificación han tenido como punto de partida la revisión y articulación

con las propuestas de usos y restricciones establecidas en el Plan de Ordenamiento

Territorial, el Plan de Desarrollo Municipal y con las orientaciones sobre planeación y usos

del suelo establecidas por Corantioquia y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá,

atendiendo a conceptos del Consejo de Estado en el sentido de que cuando se trata del

ordenamiento ambiental del territorio, las autoridades ambientales y los municipios deben

buscar ante todo la concertación y articulación en las propuestas de zonificación y

manejo. Por lo tanto, según las categorías definidas en la parte técnica de esta

propuesta, se acató los mandatos legales y constitucionales a favor del interés público y

social, en clara correspondencia con las funciones que en tal sentido le asigna la

Constitución Política de Colombia y la Ley a los Municipios.

4.2.1 Zonas de Manejo para el Cerro Picacho

4.2.1.1 Zona de Preservación

Extensión: 5,419 hectáreas (13,22% del área)

Condición: Esta zona comprende espacios con vegetación natural regenerada

espontáneamente en diferentes estados de sucesión definidos como valores ambientales

por la alta generación de servicios ambientales que de él se derivan. Son superficies de

rastrojo alto y bajo con un alto grado de naturalidad a la escala de nuestro particular

contexto metropolitano. Un aspecto de interés esta relacionado con la expresión

fisionómica de esta vegetación, que da cuenta de un ecotono entre la formación ecológica

de bosque húmedo Premontano (bh-PM) y la formación bosque húmedo montano bajo

(bh-MB). Esta zona se constituye en un hábitat de interés para la fauna, ofreciendo un

buen potencial para la recuperación de la conectividad y el flujo biológico con otras zonas

de interés ambiental aledañas.



Intención de Manejo: Esta zona debe ser objeto de medidas de protección especial para

que continúe su proceso natural de sucesión, por lo tanto debe tener restringido el

aprovechamiento de cualquier tipo.

El uso principal de esta zona corresponde al forestal protector y sus usos

complementarios están relacionados con la oferta escénica, educativa, investigativa, de

recreación pasiva, usos que se podrán desarrollar siempre y cuando contribuyan a la

preservación integral de la zona, por lo cual la ejecución de obras y el desarrollo de

actividades debe estar supeditado al objeto central de conservación.

Tratamientos: Las acciones de manejo deberán estar dirigidas a la conservación y

ampliación de los remanentes de vegetación nativa. Igualmente al diseño de corredores

bióticos que permitan el movimiento de especies de flora y fauna entre el cerro y las

zonas de protección ubicadas en la cuchilla de las Baldías. Se considera necesario iniciar

labores de estudio sistemático de la dinámica ecológica del sitio, con el objeto de tener

una línea base fiable para evaluar las actividades de restauración y potenciación

ecológica del sitio.

4.2.1.2 Zona de Recuperación para la Conservación


Condición: Esta zona corresponde a coberturas de pasto, rastrojo bajo y plantaciones

forestales de especies exóticas (pinos, eucaliptos y acacia). Son áreas que han sido

objeto de deterioro y afectación grave por la recurrencia de incendios forestales de origen

antrópico. Por esta razón se ha perdido la posible conectividad ecológica con biotopos

cercanos y con ecosistemas de importancia regional.

Intención de Manejo: Recuperación mediante acciones de restauración ecológica

asistida para estimular la sucesión de vegetación nativa (estructura y función del bosque),

la recuperación de suelos y de microcuencas y por lo tanto a la recuperación de

conectividades ecológicas a nivel regional.



El uso principal de esta zona corresponde al forestal protector y sus usos

complementarios están relacionados con la oferta ambiental y ecológica, escénica,

educativa, investigativa, de recreación pasiva las cuales se podrán desarrollar siempre y

cuando la ejecución de obras y el desarrollo de las actividades asociadas a estos usos no

pongan en riesgo su función protectora.

Tratamientos: Para el caso de las plantaciones forestales protectoras con especies

exóticas se deben emprender acciones de sustitución gradual de dicha vegetación, a

través de la tala selectiva de árboles y de labores de inducción de regeneración natural,

tomando en consideración parámetros técnicos y metodológicos de restauración de

ecosistemas.

Se debe considerar la susceptibilidad de esta zona a los incendios forestales por lo que se

deben emprender medidas para el control de dicha situación a través de: disminución de

la cobertura de plantación de eucaliptos y pastos, acompañados de campañas educativas

que permitan concientizar a la comunidad sobre la importancia de la flora en el cerro por

su función para diezmar el riesgo de caída de rocas y por su valor ambiental.

4.2.1.3 Recuperación para la Conservación en Zona de Alto Riesgo no Recuperable


Condición: Coincide con la zona de alto riesgo no recuperable de acuerdo a lo designado

por el POT y expresado en el diagnóstico del presente proyecto.

Intención de Manejo: Por el riesgo que representa para las comunidades que

actualmente están establecidas en esta zona, debe ser objeto de restricciones a

cualquier tipo de uso diferente al de conservación, propiciando el establecimiento de

coberturas vegetales que contribuyan a la estabilidad estructural de la zona.

Tratamiento: Adquisición de los predios por parte del Municipio y/o reubicación de las

comunidades asentadas actualmente en estas zonas, medidas de protección que

consisten en la mitigación del riesgo mediante obras civiles de contención y



establecimiento de vegetación apropiada, por su bajo porte, volumen y sistema radicular,

que favorezca la contención del suelo y lo proteja de la erosión por escorrentía.

4.2.1.4 Zona de Uso intensivo


Condición: Corresponde a los senderos que bordean el cerro como contenedores y

receptores de las mayores demandas de uso, utilizados habitualmente como lugares para

la recreación pasiva y la peregrinación. Estos ofrecen acceso al cerro y a los miradores, y

hacen parte del 3% del área apta por pendientes para la apropiación y recreación, sin

perjuicios para el bienestar humano.

Intención de Manejo: En esta zona se hace necesario el acondicionamiento y

mejoramiento de senderos, la construcción de elementos de señalética para apoyar la

interpretación ambiental y el reconocimiento de los recursos ambientales y paisajísticos

del sitio, que condicione el acceso a los espacios con mayores valores ambientales,

necesarios para la conservación ecológica del cerro.

Tratamientos: Se promueve sobre estas áreas acciones inmediatas mediante el

mejoramiento y adecuación de senderos, implementación y generación de corredores de

uso activo que contengan la demanda directa de las zonas de recuperación para la

conservación y de preservación.

Generar una red que soporte el flujo peatonal del cerro permitiendo el desarrollo de

actividades recreativas de uso colectivo, a la vez que promuevan la contemplación y

valoración de las áreas verdes que componen este espacio público, elevando así la oferta

de espacios para el disfrute colectivo.

Identificar y garantizar el acceso a la red de parajes y miradores que constituyen el

sistema de espacios públicos construidos al interior del cerro, incrementando el control

social de estos espacios por apropiación y valoración.



4.2.1.5 Zona de Consolidación de Borde


Condición: Corresponde al área del cerro que limita con los barrios Picachito, Mirador del

Doce y el Triunfo, en esta se pretende consolidar a través del espacio público la

expansión urbana, altamente afectado por procesos continuos de invasión y sobre el cual

se ejercen bajos niveles de apropiación.

Intención de Manejo: Formalización y estabilización del borde urbano, mediante la

adecuación e incorporación de espacios públicos construidos que promuevan la

apropiación y el uso colectivo permanente de estas zonas con miras a evitar el deterioro e

inestabilidad de estas zonas en el confín administrativo urbano-rural.

Tratamientos: El tratamiento de consolidación del borde equivale en algunos casos en

acciones y alcances al tratamiento urbanístico de Mejoramiento Integral, respetando las

densidades y normas propias de las áreas rurales.

Las áreas de borde insertas en el área urbana deben homologar los tratamientos con

afectaciones normativas formuladas para ellas en el POT, priorizando su función como

áreas para la contención de la expansión urbana y la adecuación de espacios públicos

que atiendan las demandas de las comunidades vecinas.

4.2.1.6 Consolidación de Borde en Zona de Alto Riesgo no Recuperable


Condición: Corresponde al área del cerro donde se superponen la zona de consolidación

de borde con las áreas de alto riesgo no recuperable, identificadas por el POT y

ratificadas por este estudio. En esta zona existen algunas obras de mitigación que

estructuran el espacio, condicionando sus formas de uso y apropiación.



Intención de Manejo: Consolidación y control de la expansión siguen siendo las premisas

más importantes en estas áreas, siendo de vital importancia la mitigación de los riesgos

que la condicionan como no recuperable.

Tratamientos: Todas las áreas de alto riesgo no recuperable, dentro de la zona de

consolidación de borde están destinadas exclusivamente a usos públicos con predominio

de las zonas verdes, corredores ecológicos (cuando esto es factible), sistemas de

alamedas o parques lineales.

Los diseños propuestos en estas áreas estarán condicionados por la estabilidad y

capacidad portante del suelo, así como a las actividades de reubicación de las personas

aquí asentadas con procesos de acompañamiento técnico y social de protección a

moradores, proyecto que se debe ejecutar paralelamente al de intervenciones físicas de

mitigación, espacio público o recuperación paisajística.

En la Figura 2 se presenta la zonificación para el cerro El Picacho.



Figura 2. Zonificación de manejo para el cerro El Picacho.



5 ESTRATEGIAS, PROGRAMAS, Y PROYECTOS DEL PLAN DE MANEJO DEL CERRO EL VOLADOR

Definir las estrategias de manejo para los Cerros Tutelares de Medellín exigió en primer

lugar el desencadenamiento de un proceso de integración del diagnóstico realizado desde

todas las dimensiones del territorio, con sus diversas variables y categorías del análisis,

que permitió dar cuenta del estado y valor actual de estos ecosistemas urbanos y en

consecuencia, de sus necesidades y posibilidades de mejoramiento y restauración. La

labor de identificar los roles urbanos de los Cerros Tutelares y de fortalecerlos o

revertirlos, fue entonces consecuencia directa de ponderar y entender sus funciones en el

sistema municipal, metropolitano, e incluso regional.

Estas funcionalidades urbanas, pueden resumirse así:

Los Cerros como componente fundamental del sistema de Espacio Público, en

cuanto ámbitos naturales de soporte al sistema de espacialidades públicas de la ciudad, y

por ello, sujetos a suplir demandas de ocio, disfrute paisajístico, recreación y cultura.

Los Cerros como Ecosistemas Estratégicos de escala local, que les confiere la

característica de generar algunos servicios ambientales de importancia para la ciudad.

Estos roles urbanos, aparentemente dicotómicos, no son excluyentes, por el contrario,

aparecen como una oportunidad estratégica –e histórica– de posicionar en la ciudad,

componentes del sistema natural, como soporte o integradores fundamentales de su

carácter (clúster diferenciador) y por ello, de la civilidad, el encuentro colectivo y la

deseable ambición de una ciudad equilibrada y sostenible.

Un trabajo detallado de lectura y percepción ambiental del territorio, de comprensión de

los subsistemas urbanos ordenadores, y de entendimiento de sus dinámicas

socioespaciales, fue útil para concretar la línea base de manejo del Sistema de Cerros

Tutelares.



Como consecuencia de dicha valoración territorial, de los roles y funcionalidades de los

cerros en el sistema ambiental urbano y de las potencialidades identificadas, se pudo

establecer los tipos de énfasis de acuerdo con la dominancia específica de considerarlos

como Espacios Públicos o Ecosistemas Estratégicos.

En correspondencia, el Cerro El Picacho debe manejarse con un énfasis dominantemente

ambiental, a través de intervenciones que sublimen sus atributos naturales, sus

potenciales valores ecológicos, y su singularidad geográfica, asumiendo la posición que

ocupa en el contexto territorial metropolitano, verificándose como una centralidad de alta

jerarquía en la ciudad. Es un cerro donde se debe privilegiar el respeto por las

condiciones ecológicas y culturales del sitio. En consecuencia, la intervención está

orientada a la implementación de equipamientos para la recreación pasiva, al

mejoramiento de la calidad escénica del paisaje, a la readecuación de senderos

peatonales y al control de la redensificación urbana, así como a la reprogramación de

equipamientos existentes y al fomento de la pedagogía y la formación ambiental.

Así concebido, este énfasis de la intervención en el manejo del Cerro El Picacho debe

marcar y dirigir las voluntades políticas de intervención, a través de acciones, programas,

y proyectos, contemplados en una gestión integral que considere los determinantes

socioespaciales y ambientales de su estructura y función urbana.

5.1 ESTRATEGIAS DE MANEJO PARA EL SISTEMA DE CERROS TUTELARES

Se definen aquí algunas líneas estratégicas de manejo para los siete cerros tutelares de

Medellín, considerados como elementos de un sistema ambiental que amerita un

tratamiento con miras a su gestión integral.

Como consecuencia del énfasis de intervención anteriormente expuesto, así como de las

perspectivas y posibilidades reales del uso social del espacio, de las capacidades de

carga de estos territorios en contraste con sus demandas hacia el uso recreativo

intensivo, de las urgencias de la gestión ambiental y los problemas centrales por

dimensión en cada uno de los cerros, se configuran algunas estrategias de intervención

en el Sistema de Cerros Tutelares, que sumariamente deben contemplar:



Estrategia 1: Configuración de los cerros tutelares como sistema. Entender y

posicionar los cerros no como hechos puntuales, sino como elementos isomórficamente

interrelacionados con los demás componentes de la estructura ecológica de soporte del

sistema territorial del Valle de Aburrá.

Estrategia 2: Preservación y restauración ecológica. Coadyuvar procesos de

restauración ecológica en las áreas con deterioro de los valores ambientales y preservar

los reductos en los cuales estas aún mantienen características de valor.

Estrategia 3: Protección y recuperación de las calidades visuales de los cerros.

Garantizar la protección y preservación del atributo territorial más significativo de los

cerros; esto es, de su carácter tutelar; rescatando y poniendo en valor su uso

consuetudinario como miradores e hitos dominantes de la forma urbana de la ciudad, y de

la condición geográfica del Valle.

Estrategia 4: Calidad y cobertura urbanística de los cerros y sus áreas de

influencia. Emprender acciones de mejoramiento, preservación y/o restauración de la

estructura urbana y habitacional que define el entorno de los cerros y a ellos en sí

mismos, para alcanzar indicadores adecuados de calidad y cobertura urbana, que

garanticen el equilibrio de estos sistemas interdependientes (cerro/ área aferente).

Estrategia 5: Incorporación de los cerros a la estructura urbana de la ciudad.

Generar las condiciones urbanísticas necesarias para la adecuada integración de los

cerros a la estructura urbana, en términos de conectividad, accesibilidad, visibilidad,

publicidad; esto es, con su condición pública, patrimonial y de memoria.

Estrategia 6: Pedagogía y formación ambiental urbana. Generar estrategias

pedagógicas que permitan desde la educación ambiental, garantizar la incorporación de

los cerros en el imaginario ciudadano, hacia la potenciación de sus calidades, la

preservación de sus valores, la autogestión y corresponsabilidad colectivas en su

sostenibilidad y disfrute.



Estrategia 7: Manejo y gestión administrativa del sistema de Cerros Tutelares.

Definir un mapa para la gestión, manejo y sostenibilidad del sistema de cerros apalancado

en las fortalezas de la SMA, el Área Metropolitana, CORANTIOQUIA, las secretarías y

entidades descentralizadas del Municipio; que incentiven la participación,

corresponsabilidad e inversión del sector privado y la comunidad medellinense.

Estrategia 8: Sostenibilidad financiera del sistema de Cerros Tutelares. Definir e

implementar mecanismos, estrategias y herramientas de gestión financiera que permitan

garantizar la sostenibilidad del sistema de cerros tutelares, desde una plataforma mixta

entre el estamento público y los privados.

Estrategia 9: Fortalecimiento de las redes sociales en torno a los cerros.

Sensibilizar, capacitar y fortalecer el perfil de las organizaciones sociales y comunitarias,

así como de los diferentes actores locales y de ciudad con incidencia en el sistema de

cerros, hacia la preservación, puesta en valor y uso sostenible de los mismos.

De otra parte, se pueden identificar algunas acciones de necesaria implementación en

todo el Sistema de Cerros Tutelares, en el corto y el mediano plazo, para garantizar su

adecuado uso y gestión:

Garantizar las labores culturales de mantenimiento de las coberturas vegetales.

Garantizar la correcta operación de unos comités de emergencia locales.

Garantizar el mantenimiento de las infraestructuras y los servicios básicos de

saneamiento y aseo.

Garantizar la seguridad, la vigilancia y el control social en toda la extensión del

Cerro.

Asumir estos principios rectores de la intervención territorial en el Cerro El Picacho,

obraría positivamente en su recuperación, restauración y mejoramiento ambiental global.

La deseable ambición de integrar el cerro a sus entornos urbanos y de explotar

adecuadamente sus funciones como espacialidades públicas, puede encontrar eco en el

corto y mediano plazo, si y solo sí se asume la necesidad de fortalecer procesos de



cohesión y organización social alrededor de ellos, y de estimular algunos intereses

masivos sobre su suerte y destino. Esta es una labor que compete a la ciudadanía en su

conjunto, pero que la administración municipal, y específicamente la Secretaría de Medio

Ambiente debe tomar como bandera de su acción estratégica, mirada a la preservación y

el incremento de los factores de confort y bienestar ambiental de los ciudadanos.

5.2 DEFINICIÓN DE LOS PROGRAMAS DE MANEJO

El Plan de Manejo y Gestión Integral de los Cerros Tutelares de Medellín busca contribuir

a la construcción del espacio público y de sus valores naturales como elemento

estructurante de la ciudad, factor clave del equilibrio ambiental y de la construcción de

ciudadanía.

El Plan de Manejo del Cerro El Picacho busca contribuir a lograr los cerros tutelares

estructurados al sistema de espacio público natural de la ciudad de Medellín y articulados

en un sistema de programas y proyectos de manejo y gestión integral.

Su propósito central es que el Cerro El Picacho sea un referente ambiental y paisajístico

para la ciudad, integrado al sistema de espacios públicos y equipado para el desarrollo de

actividades de recreación y contemplativas.

5.2.1 Programa Urbanístico

El propósito del programa urbanístico es consolidar el Cerro El Picacho como espacio

público estructurado al sistema urbano, equipado para la contemplación y la recreación

pasiva.

El programa urbanístico más que un simple ejercicio de ordenación debe convertirse en

una herramienta óptima para espacializar los objetivos propuestos por el plan de manejo e

identificar mediante ejercicios de simulación los impactos socioeconómicos y ambientales

de las intervenciones propuestas, permitiendo la evaluación de las autoridades públicas y

de los actores que directa o indirectamente están relacionados con las transformaciones



de su entorno, pues son las conclusiones de este proceso, las que darán inicio al

momento siguiente: el proyecto propiamente dicho.

Aunque el ideal del programa urbanístico es su materialización en intervenciones

contundentes, proyectos tan complejos como el de los Cerros Tutelares de Medellín,

exigen considerar varios componentes que expliquen las relaciones directas e inducidas

entre las acciones físicas y las no físicas. Asumiendo la realidad urbana de nuestra

ciudad y el valor ambiental y paisajístico de los siete cerros tutelares que nos concentran

en esta propuesta no podríamos pensar en un proyecto que se reduzca por estrategia o

por táctica a la (re)construcción de infraestructuras y del espacio público, realizando o

recalificando los encuentros entre distintas áreas, no se puede considerar como un simple

proyecto sectorial (de ingeniería municipal o de paisajismo) ya que su fin es producir

efectos sobre espacios integrados al imaginario colectivo.

El programa urbanístico se constituye en un proceso de ejecución para el espacio público

con un conjunto de reglas procesales o formales para los elementos urbanos que se

espera que puedan ser inducidos por la intervención. Este ejercicio exige una propuesta

urbana definida por proyectos de intervención adaptable a la autonomía de sus

componentes. No se trata de un programa que defina todo al mismo tiempo y al mismo

nivel, subestimando los procesos y el factor tiempo, ni de otro que defina intenciones o

coordenadas de referencia para proyectos parciales que subestimen la importancia de la

configuración y de la continuidad espacial.

Atendiendo a los alcances de los Planes de Manejo y Gestión Integral de los Cerros

Tutelares del Municipio de Medellín, es pertinente la elaboración de un programa

urbanístico que teniendo en cuenta el análisis de la realidad urbana del sistema ambiental

de los cerros, elabore una propuesta de lineamientos urbanos estructurantes, la

programación de proyectos específicos y la revisión de instrumentos de normatividad

urbanística.

La formulación del programa urbanístico de los Cerros Tutelares del municipio de Medellín

debe tener por objeto dar viabilidad a una propuesta integral para la expedición de

proyectos específicos, su coherencia se soporta en la Figura 3.



Figura 3 Estructura del Programa Urbanístico.

Espacio Público Equipamientos Asentamientos Movilidad

3 6 4 5 1 2 3 6

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Las categorías de análisis, utilizadas para la lectura sistemática de los cerros como

espacios urbanos se encadenan directamente a la identificación de cuatro problemas

estructurales a estos espacios asociados, ya listados en el numeral 5 del Plan de Manejo.





Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad

Deficiente señalización en los cerros


Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro

A continuación se definen algunas de las acciones en que se enmarca el abanico de

proyectos propuestos para la intervención urbanística en el cerro El Picacho. Estas nueve

acciones se constituyen en la respuesta estructural a las problemáticas halladas y se

materializan en los proyectos más adelante presentados.

Acciones del programa urbanístico del Plan de Manejo del cerro El Picacho

Adquisición, regularización, reubicación o afectación de predios

En miras a la consolidación de los Cerros Tutelares como espacios públicos de alta

calidad ambiental y paisajística, es necesario emprender acciones para el control de las

formas de habitar y asentarse de la comunidad en sus bordes. Durante las diferentes

fases del proyecto, diagnóstico, prospectiva y zonificación y esta última de formulación, se

han encontrado diversas situaciones que exigen acciones jurídicas y normativas para el

avance de los proyectos en el cumplimiento de los objetivos de manejo:

Adquisición de predios (a propietarios a poseedores)

Regularización de asentamientos

Reubicación por alto riesgo no recuperable

Reubicación por afectación del programa urbanístico

Afectación por utilidad pública

Implementación de instrumentos de gestión territorial (integración inmobiliaria,

declaratoria de desarrollo o construcción prioritaria, compensaciones, transferencia de

derechos de construcción y desarrollo, etc.).



Consolidación del borde

Los Cerros Tutelares de Medellín son espacios públicos naturales subsumidos en un

sistema urbano creciente y desbordado que ejerce presión constante sobre ellos, por

tanto sus bordes se convierten en lugares mixtos donde se deben mitigar las acciones

constantes de esta presión, donde deben convivir las distintas formas de expresión del

paisaje, donde se sufre ese gradiente formal y funcional entre la caótica dinámica urbana

y el pausado ritmo de lo natural.

La transformación en los bordes no es meramente física, la secuencia parte de una

transformación mental, de las categorías bajo las cuales se perciben, clasifican y valoran

los elementos y relaciones con estos espacios, sobre los cambios culturales, es decir, de

los consensos, los símbolos y valores que conllevan a los cambios físicos. Gracias a la

influencia del entorno y a su propia inercia estructural estas franjas son las más creativas,

donde se puede permitir el encuentro con los usos más intensivos y la diversidad

programática, donde se permite la implementación de equipamientos colectivos que

preserven el vínculo constante de la comunidad con el cerro en busca de su

reconocimiento como espacio activo en la dinámica urbana y cultural de la ciudad.

Los espacios de borde exigen acciones urgentes de contención, conexión, mitigación,

activación, pero esencialmente de consolidación, deben convertirse en franjas “estables”

que contengan y absorban los flujos y las demandas funcionales de la ciudad urbanizada

y las programáticas de la comunidad ávida de espacios para el encuentro cultural,

educativo y recreativo.

Mejoramiento de las vías de acceso

Continuidad espacial y funcional son uno de los mayores retos de estos espacios

“marginados” del sistema urbano y en muchos casos de la memoria colectiva, las

posibilidades de uso y apropiación de estos espacios públicos están directamente ligadas

a las posibilidades de acceso ofrecidas por la estructura urbana dominante.

Las infraestructuras y formas de transporte deben garantizar el acceso constante y

adecuado de la comunidad a estos espacios públicos, la coherencia del sistema



estructurante de la movilidad, su adecuación a las condiciones paisajísticas naturales y la

implementación de sistemas de transporte apropiados para la incorporación de estos

cerros a las rutas deportivas, culturales y recreativas son garantías de su uso y

reconocimiento como estrategia activa de conservación.

Implementación y adecuación de accesos

Esa línea tenue entre lo público y lo privado, entre lo natural y lo artificial debe ser

representada sinuosamente en espacios de tránsito que concentren de forma eficiente la

información que cualquier visitante requiera para el aprovechamiento máximo de un

espacio con altas calidades ambientales y paisajísticas. La generación estratégica de un

sistema de accesos más que restringir, debe promover la igualdad en las posibilidades de

uso de estos espacios de las diferentes áreas de la ciudad, al mismo tiempo que,

direccionan de forma estimulante el uso de las rutas internas diseñadas para mayores

cargas en beneficio de los espacios con altos niveles de naturalidad que exigen un uso

más restringido para su conservación.

Implementación y adecuación de miradores

La característica de hacer parte del sistema de miradores de la ciudad es propia y

representativa del sistema de Cerros Tutelares, la implementación de un sistema de

miradores de diferente capacidad de carga que se adapte a los lugares más privilegiados

para mirar hace parte de las acciones más estratégicas a implementar en miras del

reconocimiento y potenciación de uso de estos espacios.

La posibilidad de mirar y ser mirado hacia y desde cada uno de los demás cerros

garantiza un estímulo constante para la consolidación de un sistema integrado que

reconoce estos espacios como privilegiados para la observación de la ciudad y su devenir

no solo ambiental sino también cultural.

Implementación y adecuación de espacios recreativos

El bajo índice de espacio público y la baja calidad de algunos de los equipamientos que la

ciudad y en especial el que la población infantil utiliza para ejercer su derecho a la



recreación y el deporte, obligan a generar espacios de calidad en ambientes cualificados

para el desarrollo de estas actividades.

Generar posibilidades de uso, apropiación y recreación en consonancia con actividades

de contemplación propias de la conservación, exige el diseño y la implementación de

espacios recreativos con un alto nivel de adaptación a las condiciones propias del lugar

donde se emplazan, que sin agredir estimule el uso intensivo de ciertos espacios

destinados para tal fin, concentrando o dirigiendo de forma indirecta la intensidad y las

formas de apropiación de los cerros como espacios públicos abiertos a suplir las

demandas de recreación activa y pasiva de la ciudad y sus habitantes.

Tratamiento paisajístico

La calidad ambiental y paisajística de estos espacios naturales se convierte más allá de

su principal servicio ambiental en uno de los valores más llamados a conservar, el

equilibrio entre los espacios naturales y construidos, la calidad escénica y el valor

simbólico de los espacios naturales en una ciudad, se convierten hoy día en parámetros

de ecoeficiencia y competitividad, el turismo, la recreación y el ocio son actividades

altamente productivas en un sistema de competencia global.

La contención natural en miras de la prevalencia de lo público, la demarcación de límites

entre estos espacios naturales y sus entornos altamente urbanizados es uno de los

objetivos concretos de las intervenciones urbanísticas que integran el paisajismo como

una de sus mejores herramientas.

Aplicación de la Guía de los Componentes del Espacio Público para los Cerros

Tutelares

La adecuación de estos espacios naturales para el soporte de la demandas del uso

público exige una interpretación y ampliación de los elementos y parámetros existentes en

el Manual de Espacio Público de Medellín, la incorporación de nuevas posibilidades

formales, nuevos materiales y nuevos conceptos, es necesaria a la hora de proyectar los

diferentes sistemas que estructuran estos espacios, miradores, senderos, parajes, cruces,

se convierten en espacios aptos para la educación y formación ambiental.



La incorporación de señales educativas, preventivas e informativas deben responder a las

exigencias del entorno natural que las adopta, la calidad escénica del paisaje natural se

convierte en la mayor exigencia para implementar cualquier elemento ajeno a su

estructura, el minimalismo, la contundencia funcional y la capacidad de mímesis hacen

obligado el ejercicio proyectual de los elementos de arborización, mobiliario y señalética

que se pretenden incorporar a la estructura general de cada uno de los cerros.

La posibilidad de construir una imagen que represente a los Cerros Tutelares dentro de la

iconografía mental de los ciudadanos de la ciudad, se convierte en objetivo estratégico de

este Plan de Manejo, la conservación de estos espacios como relictos naturales y

paisajísticos dentro de la trama urbana obedece directamente a la capacidad que se tenga

de hacerlos parte de los imaginarios e intereses colectivos.

Implementación y adecuación de una red de senderos

La configuración de una red jerarquizada de senderos más que garantizar el uso efectivo

de los espacios del cerro, se debe convertir en una medida para el direccionamiento de

las formas e intensidades de uso de estos espacios, la disposición formal y paisajística de

los recorridos permitirá limitar la apropiación de espacios más frágiles y vitales para la

conservación ambiental del cerro.

El manejo de materiales, las formas de adaptación a las pendientes, las calidades

escénicas y climáticas condicionan de forma contundente las posibilidades de apropiación

y formas de uso, su adecuado manejo puede permitir también ampliar el espectro de

usuarios o restringirlo, según sea la intención o el objetivo de manejo de cada cerro.

5.2.2 Programa Ambiental

Propósito: El Cerro Picacho consolidado como ecosistema estratégico y con alta calidad

de servicios ambientales para la ciudad.

Entendido el Plan de Manejo como un instrumento que orienta el manejo y la gestión de

los cerros, armonizando los diferentes intereses presentes, de acuerdo a las

características y potencialidades propias de cada uno de los cerros, el componente



ambiental da las bases para la comprensión de las dinámicas ecológicas y ambientales,

que determinan la función de los cerros en términos de la definición de valores de

conservación desde la perspectiva de la generación de servicios para el municipio.

La puesta en marcha del programa ambiental se logra mediante la formulación de

proyectos que contribuyan a lograr la intención de manejo expresada en la zonificación.

Estas acciones corresponden directamente a la condición ambiental de cada cerro. Sobre

cada una de las zonas se formulan proyectos específicos que deben orientar la gestión de

las instituciones con competencias en las áreas de estudio.

El Programa Ambiental es un eje estructural del ordenamiento ambiental de los Cerros

Tutelares, que se establece atendiendo a los siguientes objetivos:

Sostener y conducir los procesos ambientales esenciales, garantizando la

generación de servicios ambientales en cada uno de los cerros.

Elevar la calidad ambiental y balancear la oferta ambiental en correspondencia con

la función de cada uno de los cerros.

Promover la apropiación sostenible y disfrute público de la oferta ambiental por parte

de la ciudadanía, a partir de la integración con los demás componentes, mediante la

formulación de proyectos concretos.

Las categorías de análisis evaluadas para dictaminar sobre el estado ambiental del Cerro

El Picacho (Figura 4), se encadenan directamente a la identificación de los problemas

estructurales asociados a estos ambientes:


Deterioro de las calidades paisajísticas


Fragmentación Ecológica

Deterioro ecológico por monocultivos de especies exóticas



Manejo inadecuado de residuos


Figura 4. Categorías de análisis en el programa ambiental para el cerro El Picacho.

A continuación se definen algunas de las acciones en que se enmarca el abanico de

proyectos propuestos para la intervención ambiental en el cerro El Picacho. Estas tres

acciones se constituyen en la respuesta estructural a las problemáticas halladas y se

materializan en los proyectos más adelante presentados.

Recuperación de la funcionalidad ecológica

La sostenibilidad ambiental de Medellín y el Valle de Aburrá está atravesada por la

conservación de ecosistemas que se encuentran espacialmente alejados. Los servicios

ambientales básicos de los cuales la ciudad depende, implican la sumisión de áreas

distantes al sistema metropolitano. Sin embargo, los Cerros Tutelares en su conjunto,



están llamados a cumplir importantes servicios como espacios públicos. El uso activo de

estos, como en el caso del cerro La Asomadera, no debe necesariamente implicar una

renuncia a estimular la diversidad y la funcionalidad ecológica del cerro. Aumentar la

complejidad biótica equivale a conservar mecanismos de regulación ambiental y

elasticidad evolutiva como hábitat y cultura para nuestra ciudad.

Disminución de la vulnerabilidad a incendios

En el cerro El Picacho se conserva la mejor muestra de vegetación nativa de todo el

sistema de cerros, es hábitat de Ramphoncelus flamigerus, ave endémica de Colombia y

presenta procesos importantes de sucesión vegetal, por lo cual se pueden considerar

estos pequeños fragmentos como bancos de germoplasma importantes para la ciudad de

Medellín. Esta riqueza se ve amenazada por la recurrencia de incendios forestales, una

de las causas principales de su deterioro ambiental.

La realización de este proyecto se fundamenta en las siguientes componentes básicas:

Disminución del área con coberturas altamente vulnerables al fuego

Aumento de la conciencia ambiental de la comunidad local

Vigilancia y control de incendios forestales

Optimización de la capacidad de reacción de las comunidades

Manejo vegetal en zonas de alto riesgo no recuperable

La condición de alto riesgo por caída de rocas presente en la base del Cerro El Picacho y

la alta presión habitacional existente hacen necesario desarrollar estrategias y acciones

de mitigación, contingencia, y reducción de los impactos indeseables de esta situación.

Una de dichas acciones, propuesta por este Plan de Manejo se concreta en un proyecto

de manejo vegetal en zonas de alto riesgo no recuperable. El papel de las coberturas

vegetales como áreas verdes y como espacios públicos puede contribuir a menguar los

impactos de tan importantes problemas en el cerro. Un diseño de plantación bien

concebido, la selección de las especies apropiadas, la oportunidad recreativa de nuevos

espacios públicos, así como una labor de difusión, formación y acompañamiento



consistente, pueden ayudar de manera significativas a mejorar las condiciones

ambientales del cerro, y con alguna probabilidad, a disminuir los efectos catastróficos de

los asentamientos mal construidos y planificados en zonas de alto riesgo en el Cerro El

Picacho.

5.2.3 Programa Sociocultural

Propósito: Habitantes de Medellín reconocen, se apropian y disfrutan de la oferta

ambiental del cerro Picacho y participan de los procesos de gestión y manejo.

Las aspiraciones del programa sociocultural para los Cerros Tutelares, conformado por

tres proyectos de carácter fundamental para el buen desarrollo de los Planes de Manejo,

se pueden sintetizar del siguiente modo:

Mantener a las Organizaciones comunitarias interrelacionadas y participando de los

procesos de concertación, planeación y desarrollo emprendidos por la municipalidad, a

través de espacios de análisis, concertación y diálogo permanente frente a la situación de

los Cerros Tutelares.

Motivar en las comunidades la inserción de una cultura de lo ambiental y lo público

que se traduzca en el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias generando

credibilidad y confianza en sus líderes e impulsando procesos de gestión social que las

beneficien y que garanticen la permanencia de los cerros como unos espacios públicos de

ciudad que sean ambiental, social y económicamente sostenibles.

Desarrollar en los líderes de las organizaciones comunitarias y sociales de los barrios

del entorno inmediato de los cerros, un conocimiento y valoración de estos, bien como

patrimonio cultural, histórico y arqueológico, bien como patrimonio ambiental de la ciudad.

Estimular procesos de formación y pedagogía ambiental de las cualidades y virtudes

ambientales de los Cerros Tutelares, que contribuyan a su valoración y preservación

como espacios públicos con calidad ambiental para la ciudad.



Generar una corriente de opinión pública favorable al uso sostenible de los Cerros

Tutelares, a través de actividades, eventos y diversas propuestas temáticas y

programáticas.

Propiciar la generación de conocimientos sobre los factores de riesgo ambiental que

amenazan la vida para buscar alternativas de habitabilidad no riesgosa.

Propiciar la simbolización del patrimonio natural ambiental como hito urbano que

favorece la identidad ciudadana, el sentido de pertenencia y la convivencia para

transformarlo en espacios públicos para el encuentro, la recreación y la comunicación

ínter barrial.

Las categorías de análisis evaluadas para dictaminar sobre el estado y la dinámica

sociocultural del Cerro El Picacho (Figura 5), se encadenan directamente a la

identificación de los problemas estructurales asociados a estos ecosistemas urbanos:

Alta vulnerabilidad de los procesos de convivencia pacífica

Baja promoción de actividades de esparcimiento y encuentro ciudadano


Inseguridad y estigmatización de los cerros tutelares



Figura 5. Categorías de análisis, problemas estructurales y acciones estratégicas del Programa Sociocultural para el cerro El Picacho.



Bajo reconocimiento y apropiación ciudadana de los cerros

Inseguridad y estigmatización de los cerros tutelares



Bajo reconocimiento y apropiación ciudadana de los cerros



Acciones del Programa Sociocultural del Plan de Manejo del cerro El Picacho

Fortalecimiento de las Organizaciones Comunitarias para la Gestión Ambiental

Identidad y promoción de los Cerros Tutelares para el reconocimiento ciudadano

Educación para el Fortalecimiento de la Conciencia Ambiental en los Cerros

Los programas urbanístico, ambiental y sociocultural del Plan de Manejo para el Cerro El

Picacho se concretan a través de las propuestas proyectuales que a continuación se

identifican y relacionan.

5.3 IDENTIFICACIÓN DE LOS PROYECTOS ESTRATÉGICOS

A continuación, se relacionan los proyectos a formular dentro del Plan de Manejo del cerro

El Picacho, haciendo evidente su relación con la zona de manejo en la que se inscribe y

con los problemas detectados durante la fase de caracterización y diagnóstico.

Dicha exploración, que se alimenta de las relaciones de causalidad entre los problemas,

permite que los proyectos formulados contribuyan significativamente a la solución de las

situaciones negativas que afectan ambos cerros, conservando de este modo, la

coherencia necesaria en un instrumento de pensamiento y planeación territorial.

La viabilidad técnica y administrativa de los proyectos formulados en los Planes de

Manejo se construye considerando cuatro niveles de análisis:

Coherencia con las funciones recomendadas, esto es, la formulación de proyectos

como respuesta a una intención global que apunta al logro de los objetivos de manejo.

Consecuencia de la zonificación de manejo, que se constituye en premisa y enfoque

de la intervención territorial.

Correspondencia con el análisis estructural; es decir, con los problemas que el análisis

de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del proyecto, ayudó a identificar

como estructurales y/o prioritarios.



Sintonía con las situaciones que las comunidades de base y los actores institucionales

identificaron en el marco de la Estrategia de Participación del Proyecto, como claves para

la intervención territorial.

En la Tabla 9 se presenta la relación Problema–Zona de Manejo–Proyecto, que hace

explícito el proceso de concepción de los proyectos, mostrando la consecuencia y

coherencia de los mismos, con las zonas de manejo y con las tensiones y problemáticas

detectadas en fase de diagnóstico.

Tabla 9. Relación Problema – Zona de Manejo – Proyecto del Plan de Manejo.

Problema Zona de manejo Proyecto

Presión habitacional sobre los bordes Consolidación de Borde +

Consolidación de Borde en Zona de Alto Riesgo no Recuperable

Parque lineal borde oriental del Cerro El Picacho Baja calidad de equipamientos e

infraestructuras del espacio público Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad Alta vulnerabilidad a incendios forestales Recuperación para la

Conservación Recuperación de la funcionalidad ecológica por medio del establecimiento de un bosque con criterios de restauración ecológica Disminución de la vulnerabilidad a incendios forestales en El Picacho

Prácticas silviculturales inadecuadas Deterioro ecológico por monocultivos de especies exóticas Fragmentación ecológica

Fragmentación ecológica Preservación Estudio de la dinámica sucesional del banco

de germoplasma del Cerro El Picacho mediante el establecimiento de parcelas permanentes de muestreo

Deterioro ecológico por plantación de especies exóticas


Uso Intensivo + Recuperación para la Conservación

Adecuación mirador de la cima

Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro

Uso Intensivo + Recuperación para la Conservación

Mejoramiento de la vía de acceso costado sur - rieles

Baja articulación al sistema de espacios públicos de la ciudad Deterioro ecológico por flora exótica Recuperación para la

Conservación + Preservación + Entorno Territorial

Disminución de la fragmentación ecológica entre el Cerro El Picacho y la cuchilla de las baldías, mediante el establecimiento de corredores bióticos en las zonas de retiro de las quebradas.

Deterioro de suelos por procesos erosivos Contaminación de fuentes hídricas Conflictos en el uso del suelo Fragmentación ecológica



Tabla 9. Continuación.

Problema Zona de manejo Proyecto

Presión habitacional sobre los bordes Consolidación de Borde Parque lineal picachito parte alta Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro Presión habitacional sobre los bordes Preservación Adecuación sendero ecológico costado

norte Fragmentación ecológica Baja estructuración de los espacios recreativos al interior del cerro

Alta vulnerabilidad a incendios forestales Recuperación para la

Conservación en Zona de Alto Riesgo no Recuperable

Mitigación del riesgo mediante la revegetalización con especies de porte medio en zona de alto riesgo no recuperable

Por su parte, en la Tabla 10 y la Figura 6 se identifican y proponen los proyectos para el

cerro El Picacho, enmarcados en los diferentes programas y estrategias. Es importante

aclarar que aunque un proyecto esté inscrito en una estrategia específica, su puesta en

marcha contribuirá con mucha probabilidad al desarrollo de otras estrategias, gracias a la

integralidad en la concepción y formulación de los mismos.



Tabla 10. Proyectos del Plan de Manejo para el cerro El Picacho.

Propósito del Plan de Manejo: El Picacho como referente ambiental y paisajístico para la ciudad, integrado al sistema de espacios públicos y equipado para el desarrollo de actividades contemplativas y de recreación

Programa Urbanístico: El cerro Picacho como espacio público estructurado al sistema urbano, equipado para la contemplación y la recreación pasiva

Programa Ambiental: El cerro Picacho consolidado como ecosistema estratégico y con alta calidad de servicios ambientales para la ciudad

Programa Sociocultural: Habitantes de Medellín reconocen, se apropian y disfrutan de la oferta ambiental del cerro y participan de su manejo y gestión.

Estrategia Programa Proyecto Objetivo Beneficiarios Nivel de

formulación

Calidad y cobertura urbanística de los cerros y sus áreas de influencia

Urbanístico 5. Implementación del Parque Lineal en la parte alta del Barrio Picachito

3

Urbanístico 2. Adecuación Mirador de la Cima en el Cerro El Picacho

2

Incorporación de los Cerros a la Estructura Urbana de la Ciudad

Urbanístico 3. Adecuación Sendero Ecológico Costado Norte Cerro El Picacho

3

Urbanístico 4. Mejoramiento Vía de Acceso Costado Sur – rieles Cerro El Picacho

3

Urbanístico 1. Adecuación Parque Lineal Borde Oriental Cerro El Picacho

1

Preservación y Restauración Ecológica

Ambiental 6. Recuperación de la funcionalidad ecológica por medio del establecimiento de un bosque con criterios de restauración ecológica en zona de recuperación para la conservación

Plantación forestal pionero- clímax en la zona de recuperación para la conservación del cerro Picacho, con el objeto de restaurar la funcionalidad ecológica de la cobertura vegetal degradada y así mejorar los servicios ambientales a la comunidad de Medellín

Directamente beneficiada; Comuna 6, 173.229 personas aproximadamente. Indirectamente beneficiada: 3.093.624 habitantes del Valle de Aburrá

1

Ambiental 8. Conservación del banco de germoplasma, existente en la zona de preservación, mediante la protección y el monitoreo

3

Ambiental 9. Disminución de la fragmentación ecológica entre el cerro Picacho y la cuchilla de Las Baldías, mediante el establecimiento de corredores bióticos en las zonas de retiro de las quebradas

3



Tabla 10. Continuación.

Estrategia Programa Proyecto Objetivo Beneficiarios Nivel de

formulación

Protección y Recuperación de las Calidades Visuales de los Cerros

Ambiental 10. Mitigación del riesgo por desconfinamiento de roca mediante la revegetalización con especies de porte medio en zona de alto riesgo no recuperable

3

7. Disminución de la vulnerabilidad a incendios forestales en zona de recuperación para la conservación, mediante el manejo vegetal, la prevención y aumento de la capacidad de reacción

Vulnerabilidad de incendios forestales reducida o controlada

Directamente beneficiada; Comuna 6, 173.229 personas aproximadamente. Indirectamente beneficiada: 3.093.624 habitantes del Valle de Aburrá

1

Configuración de los cerros tutelares como sistema

Sociocultural 11. Fortalecimiento de la identidad y promoción de los cerros tutelares para su reconocimiento y disfrute

Fortalecer la identidad, reconocimiento y uso adecuado de los cerros tutelares como espacio público

Población de los cerros (225.000 aprox.) Población del Valle de Aburrá (3.100.000)

1

Fortalecimiento de las Redes Sociales en torno a los Cerros Tutelares

Sociocultural 12. Fortalecimiento de las organizaciones comunitarias de los barrios del entorno inmediato de los cerros tutelares de Medellín para la gestión ambiental

Organizaciones comunitarias interrelacionadas y participando en los procesos de planeación, concertación y desarrollo emprendidos por las comunidades y la municipalidad, en donde la cultura ambiental, el uso y respeto por el espacio público se refleje en cada uno de los cerros tutelares.

Organizaciones Comunitarias de los Cerros Tutelares

1

Pedagogía y Formación Ambiental Urbana

Sociocultural 13. Estrategia de educación para generar conciencia ambiental en los cerros tutelares de Medellín

Desarrollar una estrategia de educación ambiental que incluya las comunidades y representantes institucionales con el fin de mejorar la conciencia ambiental en las mismas.

Directos: 45 docentes y 180 miembros de la comunidad; Indirectos: 2500 estudiantes

1

Figura 6. Proyectos del Plan de Manejo del cerro El Picacho.



Nota: Los números corresponden a los proyectos relacionados en la Tabla 10.



6 CONCLUSIONES

En primer lugar es necesario resaltar la importancia práctica que significa para el manejo

y gestión del cerro El Picacho la definición de unos límites concretos. Poseer unos límites

claros brinda seguridad técnica y jurídica a la administración para la intervención político–

administrativa del mismo.

Una situación de sumo cuidado en el manejo del cerro El Picacho, está relacionada con el

riesgo geológico. La mayor parte de la zona noroccidental de la ciudad se caracteriza por

una susceptibilidad media a la ocurrencia de deslizamientos.

Para el caso del cerro El Picacho, por su constitución eminentemente rocosa con

ausencia casi total de suelos residuales, se considera que posee condiciones de

susceptibilidad media a alta al desencadenamiento de procesos de caída de rocas en sus

bordes inferiores. Esta zona alcanza un área cercana a los 6,63 ha y abarca los barrios

Mirador del Doce y Picachito principalmente. Las condiciones intrínsecas del cerro, su

intenso fracturamiento, la presencia de bloques de roca potencialmente inestables sobre

los escarpes norte, oriental, y sur, la existencia del conjunto de muros de contención

construidos para la defensa de las zonas pobladas, crean una condición de “mitigación”

del riesgo, no obstante este no se podrá reducir totalmente.

Picacho es el cerro más abrupto de todo el Sistema de Cerros, si se tiene en cuenta la

distribución de sus pendientes. Presenta un patrón de drenaje incipiente, representado

principalmente por flujos a manera de escorrentía superficial igualmente difusa pues no

muestra canales definidos. Dicha escorrentía presenta un alto índice de filtración debido al

intenso fracturamiento del cerro. De esta manera el flujo viaja hacia las partes bajas

aflorando en las zonas de los barrios del piedemonte donde presentan problemas

considerables de filtraciones y humedades en las viviendas.

En esta zona se han afectado principalmente las zonas de retiro de la Quebrada La

Minita, la comunidad que se ha asentado sobre estos terrenos hace mal manejo de las

aguas residuales y de las mangueras que conducen el agua de consumo. Por un lado los



canales que se utilizan para transportar las aguas residuales no poseen ningún tipo de

revestimiento que impida la filtración de agua y posterior exceso en el nivel freático del

suelo, factor que potencia los movimientos en masa y desprendimiento de materiales en

condiciones de pendiente. Por otro lado las mangueras que conducen el agua para el

consumo en estas casas se encuentran con uniones defectuosas y en algunos casos

rotas, esto permite la fuga de agua y el exceso de humedad en el suelo.

El conflicto por aprovechamiento del recurso en el sector rural (vereda Picacho) y la

parte alta del barrio Picachito, se debe en alto porcentaje a las captaciones rudimentarias

y no legalizadas, lo que genera una alta tensión sobre el recurso hídrico, y que se traduce

en la escasez del mismo. Un agravante a esta problemática es el aumento de nuevos

asentamientos de carácter espontáneo que intensifican la presión sobre el recurso.

Asociados a las dinámicas urbanas presentes en la zona y al limitado acceso a los

servicios de saneamiento básico, se generan sobre el cauce una serie de vertimientos y

botaderos de residuos sólidos, que traen como consecuencia la alteración de la calidad

del recurso.

La calificación obtenida respecto de la calidad del aire en el Cerro El Picacho es buena,

siendo el ozono el único componente que supera tanto la norma horaria como el rango

establecido por la EPA. De acuerdo a las fuentes de emisiones detectadas para el cerro,

se puede entender el porque de las bajas concentraciones de los gases modelados. De

acuerdo a los datos arrojados por el modelo EZM, el CO no supera los valores máximos

permisibles establecidos, los cuales toman datos de 5000 g/m3 y 4000 g/m3

respectivamente. En cuanto al ozono, se puede observar que supera ambas normas

establecidas tanto la del decreto 02/82 como la de la EPA siendo los valores permisible de

170 g/m3 y 235 g/m3.

La matriz de calificación de servicios ambientales realizada muestra que el cerro presenta

una alta calificación alta, lo que indica que tiene valores ambientales con alto grado de

funcionalidad, sin embargo mediante la corrección o mitigación de los impactos producto

de actividades inadecuadas se aumentaría su capacidad de aporte de bienestar a la

ciudad, caso específico es el tema de conectividad con la cuchilla de las Baldías, que



actualmente no existe, de acuerdo a la evaluación realizada, pero que potencialmente es

factible recuperar, sin embargo, en términos potenciales es factible su recuperación. Por

su condición actual y potencial como alto generador de servicios ambientales se puede

decir que este cerro debe ser considerado como Ecosistema Estratégico para el municipio

de Medellín.

El ejercicio de criticidad territorial realizado en el marco de este Plan de Manejo ubica al

cerro El Picacho en un nivel de criticidad medio-alto en la dimensión sociocultural, medio-

medio en las dimensiones urbanística y ambiental, alto en la situación predial, y medio-

alto en la criticidad global del cerro.

Las poblaciones de su entorno presentan una situación socioeconómica precaria, unas

deficientes condiciones de hábitat y una mayor presión social sobre los recursos, usados

como fuente de materiales para vivienda o para usufructuarse económicamente. El valor

de IDH en los barrios asociados a este cerro es de 0.743, juzgado internacionalmente

como indicador de una condición socioeconómica media, pero resultando los más

precarios del sistema de cerros, junto con los cerros Pan de Azúcar y Santo Domingo.

Del diagnóstico de actores sociales realizado y como producto de la interacción sostenida

con las comunidades del cerro, sabemos que presenta un buen número y calificación de

sus organizaciones. Entre ellas se encuentran: Fundación Cerro El Picacho, Corporación

Picacho con Futuro, el señor Cesar Augusto Villa, Los Ecologistas del Picacho, el señor

Jorge Julián Jaramillo Upegui, la Red Ambiental Comunitaria, así como Corporación

Madres de la Candelaria Sendas y la Junta de Acción Comunal Las Vegas Picacho

Los procesos de desplazamiento regional y local dan lugar a que la frontera de expansión

de la ciudad continúe muy activa y dinámica, involucrando todos los cerros en alguna

medida, pero muy especialmente a Pan de Azúcar, El Picacho y Santo Domingo, en orden

decreciente. Es en estos donde se evidencia una mayor presión sobre los recursos,

expresado en la demanda de materiales de construcción (roca, arena, madera), leña para

uso como combustible, suelo para uso residencial y/o agrícola, y agua para consumo

humano y para riego. Esta situación establece un reto de política y gestión ambiental,

pues es claro que en dichos espacios, en los que el valor económico del suelo es menor,



se presenta una mayor presión e intensidad de uso, asociada a ámbitos que son de

especial interés ambiental para el conjunto de la ciudad.

En lo que concierne al espacio público natural, el Cerro El Picacho aparece como el mejor

valorado ya que se encuentra en la zona noroccidental de la ciudad, la cual posee el

mejor índice de espacio público, contando con áreas verdes amplias y estructuradas por

un sistema de conexiones claro y eficiente.

Los bajos niveles de accesibilidad asociados a los cerros ubicados en los bordes del valle,

como el Cerro El Picacho, a la vez que han permitido ciertos niveles de conservación

también los hace blanco del olvido, permitiendo su apropiación por sectores focalizados

de la población, desdibujando de manera radical su carácter como espacios de uso

público y poniendo en riesgo la conservación de sus calidades escénicas y paisajísticas

debido a niveles inadecuados de apropiación y uso.

En lo referente a la dimensión ambiental del análisis, es destacado el lugar que ocupa el

Cerro El Picacho en el conjunto de los cerros tutelares de Medellín. De 215 especies de

flora registradas, 59 se encontraron en El Picacho, pocas pero representativas si se

considera la extensión del cerro. Buena parte de estas son especies nativas, que

posibilitan la presencia de un número importante de aves (46 especies), lo que habla bien

de la naturalidad del ecosistema, de su capacidad de recuperación ante incendios

reiterados y de sus potenciales como ecosistema estratégico de la ciudad.

Considerando y evaluando la naturaleza litológica de los cerros y sus procesos

morfodinámicos, de cuya interacción depende la magnitud e intensidad de los fenómenos

que condicionan el riesgo geológico, aspecto de amplia importancia en los cerros, como lo

demuestran eventos catastróficos ocurridos en los Cerros El Picacho, Pan de Azúcar y

Santo Domingo, se pone de manifiesto una alta sensibilidad de estas zonas frente al uso

urbano intensivo.

En el aspecto predial el Cerro El Picacho presenta una situación bastante conflictiva,

debido a la presencia dominante de personas en régimen de poseedores, sin ningún título

de propiedad de sus inmuebles. Después de la evaluación del número de predios totales,



privados, públicos y de personas naturales, así como el número de matrículas ficticias, y

el número de predios con algún tipo de afectación (declaratoria nacional, retiros de

quebrada, líneas de alta tensión, alto riesgo no recuperable, etc.) se determina que en el

asunto predial el Cerro El Picacho, junto con Santo Domingo concentra el mayor número

de situaciones conflictivas. Merece resaltarse sin embargo el alto número de predios con

afectaciones al uso en el Picacho (41 de un total de 147).

El cerro El Picacho presenta un alto grado de naturalidad en relación con los demás

cerros, se constituye por en un hito geográfico del valle de Aburrá, presentando

comunidades relictuales de vegetación nativa de la región, correspondientes al ecotono

entre el bh-PM y el bh-MB. Sin embargo, presenta fuertes condicionantes geotécnicas y

por ello una alta fragilidad ecológica. Es también un corredor con alto valor paisajístico,

por la riqueza de flora y fauna en relación con su área, por ser un alto generador de

servicios ambientales, actual y potencialmente. Tiene además un alto significado cultural

en toda la zona noroccidental de la ciudad. Es además un área de importancia ambiental

y paisajística declarada en el POT, y esta afectada por una declaratoria municipal como

área de reserva. Por todas estas condiciones y atributos, se propone como función

principal recomendada la conservación ecológica, ambiental y paisajística, y se definió

como función complementaria la recreación pasiva y la educación ambiental.

Las zonas definidas para el manejo del Cerro El Picacho son 6: Zona de Uso Intensivo,

Zona de Consolidación de Borde, Zona de Consolidación de Borde en Alto Riesgo no

Recuperable, Zona de Preservación, Zona de Recuperación para la Conservación, Zona

de Recuperación para la Conservación en Alto Riesgo no Recuperable.

Para el Plan de Manejo del Cerro El Picacho se han formulado básicamente tres

programas: uno ambiental, uno sociocultural, y uno urbanístico. Estos programas se

concretan a través de proyectos cuya viabilidad técnica y administrativa se construyó

considerando cuatro niveles de análisis:

Coherencia con las funciones recomendadas, esto es, la formulación de proyectos

como respuesta a una intención global que apunta al logro de los objetivos de manejo.



Consecuencia de la zonificación de manejo, que se constituye en premisa y enfoque

de la intervención territorial.

Correspondencia con el análisis estructural; es decir, con los problemas que el análisis

de dependencia-influencia realizado por el equipo técnico del proyecto, ayudó a identificar

como estructurales y/o prioritarios.

Sintonía con las situaciones que las comunidades de base y los actores institucionales

identificaron en el marco de la Estrategia de Participación del Proyecto, como claves para

la intervención territorial.

Finalmente, fueron formulados 14 proyectos, 5 en el programa ambiental, 5 en el

programa urbanístico, y 4 transversales a todo el sistema de cerros, incluidos en el Banco

de Proyectos del Cerro El Picacho, anexo a este Plan de Manejo.

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CERRO EL PICACHO RESUMEN EJECUTIVO€¦ · CERRO EL PICACHO RESUMEN EJECUTIVO PROYECTO PLANES DE MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL Cerros Tutelares de Medellín Marzo de 2006 Convenio Interadministrativo