214
w O u dossier TEORÍA Y PRAXIS DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA EN COMUNICACIONES SOCIALES EPISCOPAL LATINOAMERICANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Embed Size (px)

DESCRIPTION

88yuzu99

Citation preview

Page 1: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

w O u

dossier

TEORÍA Y PRAXIS DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA

EN COMUNICACIONES SOCIALES

EPISCOPAL LATINOAMERICANO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Page 2: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SOCIAL

dossier

TEORÍA Y PRAXIS DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA

EN COMUNICACIONES SOCIALES

(25 Años después de ínter Mirifica)

Colección DECOS - 2

Bogotá, 1988

Page 3: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Coordinador de la edición: P. Pedro Briseño Chávez

© Consejo Episcopal Latinoamericano. CELAM ISBN 958-625-124-1 Diciembre 1988 - Bogotá, Colombia la. edición - 2.000 ejemplares Impreso en Colombia - Printed in Colombia.

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SOCIAL DEL CELAM 1987- 1991

PRESIDENTE

Mons. GREGORIO ROSA CHAVEZ Obispo Auxiliar de San Salvador

Seminario San José de la Montaña Apartado 78. San Salvador. El Salvador

Tel: (503) 264 979 y 266 066

COMISIÓN EPISCOPAL

Mons. SERAFIM FERNANDES DE ARAUJO Arzobispo de Belo Horizonte Pea da Liberdade, 263 30140 Belo Horizonte _ M G -Brasil Tels: 55 (31) 2223719 7 2247578

Mons. DESIDERIO COLLINO. Obispo de Lomas de Zamora Pórtela 433 1832 Lomas de Zamora Buenos Aires - Argentina Tel: 54 (1) 244-52-53

Mons. ARNOLD BOGHAERT, C.SS.R. Obispo de Roseau Bishop's House, Rosseau, Commonwealth oí Dominica West Indes - Antillas Tel: 1 (809) 283 7

Mons. FELIPE AGUIRRE FRANCO Obispo de Tuxtla Gutiérrez Catedral de San Marcos Tuxtla Gutiérrez, Chis-México Tels: 52 (961) 20 939 y 21 667

Mons. AUGUSTO VARGAS ALZAMORA Secretario General Conferencia Episcopal Peruana Ri'o de Janeiro 488 Jesús Man'a Lima 11 - Perú Tel: 51 (14) 631010

Mons. BOSCO VIVAS RÓBELO Obispo Auxiliar de Managua Apartado 2008 Managua DN - Nicaragua Tel: 505 (2) 71754

SECRETARIO EJECUTIVO

P. PEDRO BRISEÑO CHAVEZ, SSP Calle 78 No. 11-17

Apartado Aéreo 51086 Bogotá (2) — Colombia

Tels: 57 (1) 235 70 44 y 235 71 55

Page 4: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

A Dom Romeu Alberti (1927-1988)

Querido Arzobispo de Ribeirao Preto, comunicador y amigo de los comunicadores,

como un sentido homenaje del CELAM en reconocimiento a sus valiosos aportes

a la pastoral latinoamericana en los campos de la Liturgia y las

Comunicaciones Sociales

Page 5: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

CONTENIDO

Presentación 11

¿Tiene vigencia aun ínter Mirifica? Mons. Gregorio Rosa Chávez (DECOS-CELAM) 17

El Decreto Conciliar sobre los Medios de Comunicación Social — Comentarios— Mons. Ovidio Pérez Morales (Venezuela) 33

La utopía de la Comunicación Social Cristiana —Visión teológico-pastoral— Mons. Juan Luis Ysern de Arce (Chile) 83

Principales lineamientos del Magisterio Eclesiástico en cuanto a Comunicación Desde la Situación Pastoral de América Latina P. Benito Spoletini, SSP (Argentina) 101

La Iglesia y la Comunicación en América Latina: Treinta años en busca de Modelos P. Robert A. White, SJ (Inglaterra) 129

Hacia un inventario de recursos comunicacionales s de la Iglesia Latinoamericana P. Pedro Briseño Chávez (DECOS-CELAM) 17b

La ínter Mirifica y el Desafío de los Medios Masivos en América Latina Alejandro Bermúdez Rosell (Perú) 199

La propiedad de los Medios en América Latina. Andrés León (Ecuador) 215

Operatividad y Rentabilidad en Producciones Pastorales Pbro. Alberto Balsa (Argentina) 227

¿Producir con medios propios y contratar medios ajenos? Hno. Alejandro Mejía (SERTAL) 241

Page 6: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Organismos Nacionais de Comunicado Social —O modelo brasileiro—. Irma María Alba Vega, FSP (Brasil) 249

Liturgia de Radio y Televisión Dom Romeu Alberti (Brasil) 259

Organizaciones Católicas de Comunicación: Fermento en la Masa P. Atilio Hartmann (Ecuador). 277

La Formación de Informadores y Comunicadores: Misión de las Escuelas de Comunicación Social Prof. Jesús Pavlo Tenorio (México) 297

La enseñanza de la Comunicación Social en los Seminarios P. Felipe Hernández Franco (México) 313

O ensino da Comunicacao Social nos Seminarios. Pe.Nereu de Castro Teixeira (Brasil) 329

¿O que fazer com o senso Crítico? Pe. Pedro Gilberto Gomes, SJ/ Dr. Ismar de Oliveira Soares (Brasil) 349

Percepción crítica de la Comunicación masiva en América Latina — Recuento y tareas pendientes— P. Pedro Briseño Chávez (DECOS-CELAM) 361

Comunicación Popular —Voz a los que no la tienen— Amparo Beltrán (Colombia) 379

La Jornada Mundial de las Comunicaciones -Balance Lat inoamericano-Pro/. Osear Lobo Oconitrillo (Costa Rica) 395

Desafíos Pastorales de la Revolución de las Comunicaciones Dr. Jerry O'Sullivan Ryan (Venezuela) 407

PRESENTACIÓN

Me complace presentar a la Iglesia latinoamericana y a todos los interesados en las Comunicaciones Sociales el presente Dossier, que publicamos en la doble coyuntura de la ce­lebración del XXV Aniversario de ínter Mirifica, y de la preparación de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que deberá celebrarse, Dios mediante, en 1992, en Santo Domingo.

El título de este trabajo parece indiscriminadamente ambi­cioso: quiere abarcar "teoría y praxis" de toda una Iglesia continental en un ámbito tan amplio como el de las comuni­caciones sociales. Nuestra pretensión creemos que se justifica por varias características del Dossier:

1. El conjunto de los temas constituye un panorama de los aspectos sustanciales de la pastoral latinoamericana de las comunicaciones. Hemos seguido en ello el esquema de ínter Mirifica como marco de referencia; pero no nos hemos restringido a él. El Decreto Conciliar es punto de partida: a estas alturas luego de 25 años de experiencias y reflexiones, la pastoral latinoamericana de las comunicaciones ha manifes­tado su creatividad y lealtad al espíritu de ínter Mirifica. Conocemos situaciones y desafíos que no se preveían en el lejano 1963. Por otra parte, se han fortalecido ciertos ámbi­tos en los cuales el documento del Concilio ya ponía el

11

Page 7: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

acento, por ejemplo: la necesidad de organizar centros nacio­nales y diocesanos de comunicación social, la formación de los seminaristas en la pastoral de las comunicaciones, la parti­cipación de los laicos en dicha pastoral y la importancia de sostener medios propios y de insertarse en medios ajenos.

2. Los autores invitados forman un grupo representativo, no sólo por su procedencia geográfica, sino también por sus acti­vidades pastorales y por su formación eclesial y académica. La Iglesia latinoamericana es rica en recursos humanos: de ello es una muestra este Dossier; sin embargo ese elemento también impone que muchos que podrían ser invitados queden por fuera: un libro como este no sería suficiente para contener todas las colaboraciones posibles.

Por otra parte, un grupo así se conforma según una conven­ción no estrictamente selectiva: a cualquiera a quien se le soli­cite una colaboración para un Dossier semejante se le está pidiendo que sacrifique un poco de su tiempo para sentarse a escribir. Además, el calendario es despiadado: algunos, invi­tados originalmente, dejaron su manuscrito a medias, en el tintero (o en la pantalla del ordenador, para ser más moder­nos...) En todo caso, un Dossier como este podría tener siempre una segunda y una tercera parte, si es que se animan a escribir todos aquellos que tienen un aporte que ofrecer a la Iglesia latinoamericana en las comunicaciones sociales.

Sería interesante reunir a los colaboradores (de este Dossier, y de otros eventuales trabajos) para dialogar juntos sobre temas tan apasionantes. Nos encantaría que eso sucediera, pero para ello hay que resolver muchas cuestiones previas, comenzando por el financiamiento del encuentro.

3. Siendo este un trabajo latinoamericano, consideramos dos lenguas fundamentales: el castellano y el portugués. El CELAM reconoce como oficiales ambos idiomas. Por eso hemos querido respetar el texto original de nuestros colabora­dores brasileños, con la seguridad de que la diferencia de

12

idioma no será obstáculo para que los lectores de uno y otro universo lingüístico saquen provecho de la totalidad del Dossier.

Nos parece importante recalcar que, de acuerdo con la natu­raleza de este Dossier, las colaboraciones presentan puntos de vista diversos, a veces quizá incluso contradictorios. Lógica­mente esa diversidad no representa los postulados y prin­cipios de acción del DECOS-CELAM, que observan una línea clara y directa de fidelidad al Magisterio y de servicio pastoral. Es este servicio precisamente el que nos inspira el respeto a la diversidad: vivimos en un mundo pluralista, y el ámbito de las comunicaciones sociales es fiel reflejo de ello. ¿Cuál es pues —se preguntarán quizás los lectores— el punto de vista "ofi­cial" de la Iglesia? El que aparece diáfanamente, respondemos sin duda, en la evolutiva trayectoria de los Documentos pon­tificios y conciliares. La Iglesia latinoamericana ha pronun­ciado también su valiosa palabra acerca de las comunicaciones sociales en las Conferencias Episcopales de Medellín (1968) y de Puebla (1979) y ahora se apresta a hacerlo en Santo Do­mingo. La diversidad a que hemos hecho referencia hace de este Dossier precisamente un interesante "documento de trabajo"en vistas a la Conferencia de Santo Domingo.

Teon'a y Praxis de la Iglesia Latinoamericana en Comunica­ciones Sociales es un alto en el camino... Pero un "alto" relativo, pues el mundo sigue caminando, y la Iglesia también. La pastoral de las comunicaciones en nuestro continente es precisamente uno de los ámbitos más dinámicos y creativos. Este Dossier lo demuestra. La celebración del XXV Aniver­sario de ínter Mirifica nos ha dado esta oportunidad de mirar hacia atrás: fuerzas y debilidades, luces y sombras, retos y esperanzas... con el fin de mirar más claramente hacia adelan­te. En el marco de una Nueva Evangelización la pastoral de las Comunicaciones Sociales está llamada a empeñar todos sus recursos, a ofrecer lo mejor de sí misma, desde su aporte a la cultura, que debe ser evangelizada.

13

Page 8: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

A María, Estrella de la Evangelizacion, nos encomendamos y encomendamos nuestro trabajo. Nuestra comunicación debe reflejar el "Sí" que Ella ofreció en obediencia al Padre.

f GREGORIO ROSA CHA VEZ Obispo Auxiliar de San Salvador Presidente del DECOS-CELAM

14

¿TIENE VIGENCIA AUN "ÍNTER MIRIFICA"?

Mons. Gregorio Rosa Chávez

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 9: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

¿TIENE VIGENCIA AUN "ÍNTER MIRIFICA"?

MONS. GREGORIO ROSA CHAVEZ Obispo Auxiliar de San Salvador

Presidente del DECOS-CELAM (1987-199P

El 4 de diciembre de 1988 se cumplen veinticinco años de la promulgación del decreto del Concilio Vaticano II dedicado a los medios de comunicación social, conocido por sus dos primeras palabras latinas: "ínter Mirifica". Para celebrar las "bodas de plata" de "ínter Mirifica" (IM), el Departamento de Comunicación Social del CELAM ha preparado el presente "dossier" en el que colaboran algunas de las mejores plumas del continente dedicadas al apasionante campo de la comu­nicación social.

Todos los temas del "dossier" se inspiran en este pequeño decreto conciliar de 24 números que recogió 1960 votos a favor y 164 en contra en el escrutinio final. Dentro de la variada temática prevista los responsables de esta publi­cación colectiva me piden tratar sobre la vigencia de "ínter Mirifica".

Para valorar adecuadamente el Decreto "ínter Mirifica", debe situarse el contexto más amplio del Concilio, destacando algunos puntos. Las reflexiones sobre IM están coloreadas por inquietudes personales y por mi contacto con la realidad de la comunicación social en varios países de la América Latina. Al final del recorrido, el lector podrá sacar su propia conclu­sión sobre la cuestión: ¿tiene vigencia "ínter Mirifica'*?

17

Page 10: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

1. VIGENCIA DEL CONCILIO VATICANO II

2. El Vaticano II, "primavera de la Iglesia".

Cuando, en 1965, concluyeron los trabajos del Concilio hubo voces que expresaron su decepción con afirmaciones como estas: "el Vaticano II nació muer to" ; "una vez más queda claro que la Iglesia va a remolque de la historia"; "los docu­mentos conciliares son sólo un libro más para colocar en los anaqueles de las bibliotecas".

Muy diferente fue la reacción predominante en la Iglesia lati­noamericana, que se lanzó con entusiasmo a poner en prác­tica la rica doctrina del Vaticano II. El signo más claro de su decisión en cuanto a aplicar seriamente el Concilio a nuestra compleja realidad fue la célebre Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se reunió en Medellín, en 1968, y que produjo un impacto decisivo en la pastoral de nuestras Iglesias.

Algunos achacan, todavía hoy, al Concilio la crisis que sacudió a la Iglesia, dejando menguadas las filas sacerdotales y religio­sas; dejando también el clima de radicalización ideológica cu­yos efectos perduran. El tema ha sido estudiado con profundi­dad y ya no caemos fácilmente en tales simplificaciones; que hubo crisis es innegable; pero que fue por culpa del Concilio, eso es otra cosa. Nadie que haya asumido los documentos con­ciliares en su totalidad, s inreduccionismosdeuno u otro signo —y lo mismo vale para las conclusiones de Medellín— se ha desviado. Al contrario, el fruto ha sido una profunda reno­vación.

Más exacta es la apreciación de quienes ven en el Vaticano II, una "Primavera de la Iglesia". Al respecto, un conocido perio­dista francés se pregunta qué ha quedado de esa "primavera": "Al menos esto, que es esencial: la levadura evangélica está más en contacto con las realidades y la Iglesia parece más humana (...). El Vaticano II ha devuelto la esperanza a muchos hombres de buena voluntad"( l ) .

18

b. Un Concilio eminentemente pastoral

La esperanza y el rostro nuevo de la Iglesia fueron encarnados por Juan XXIII, el Papa que recibió la genial inspiración de convocar a un Concilio cuando muchos pensaban que esa institución ya estaba superada. Pero el Vaticano II no fue un Concilio más, reunido para condenar herejías; fue un Concilio eminentemente "pastoral", en el sentido que este término tomó en la luminosa visión del Papa bueno.

El Papa Roncalli, en su célebre discurso de apertura de la pri­mera sesión conciliar, indicó claramente que éste debía ser ante todo pastoral, preocupándose en primer lugar de que "el sagrado depósito de la doctrina cristiana sea custodiado y enseñado en forma cada vez más eficaz" (2). Dijo también que para discutir alguno de los artículos de la doctrina fun­damental de la Iglesia "no era necesario un Concilio".

El carismático pontífice invitó a los Padres conciliares a dar un paso adelante "hacia una penetración doctrinal y una for­mación de las conciencias que esté en correspondencia más perfecta con la fidelidad a la auténtica doctrina, estudiando ésta y poniéndola en conformidad con los métodos de inves­tigación y con la expresión literaria que exigen los tiempos actuales" (3).

Sigue inmediatamente la aguda distinción que se revelaría tan fecunda: "Una cosa es el depósito de la fe, es decir, las verda­des que contiene la venerada doctrina, y otra la manera como se expresa: y de ello ha de tenerse gran cuenta (...) atenién­dose a las normas y exigencias de un magisterio de carácter prevalen temen te pastoral" (4). Yves Congar piensa que esta intención pastoral fue el factor decisivo del "teologizar" del Concilio, en el que se enfrentaron dos mentalidades: una "Conceptualista", que insistía sobre todo en la verdad "en s í" ; y otra —llamémosla "realista"— que buscaba la verdad para los hombres.

19

Page 11: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

El Vaticano II no se contentó, pues, con repetir lo adquirido a lo largo de los siglos, fijado de una vez por todas en fórmu­las latinas. Después de diecinueve siglos en que la tegología se había centrado en Dios, el últ imo Concilio sanciona el "des­cubrimiento" del hombre y del mundo que caracteriza el pensamiento posterior a la segunda guerra mundial. Esta dimensión "antropológica" de la teología encontró su consa­gración en la audaz afirmación de PABLO VI al clausurar los trabajos conciliares: "para conocer a Dios es necesario co­nocer al hombre" (5)..

c. En el Concilio la Iglesia entra en diálogo con el mundo

Es interesante escuchar el punto de vista sociológico acerca del Concilio. Sobre el tema hay un libro de Thomas O'Dea (6) que ve el Vaticano II como una confrontación abierta de la Iglesia con la modernidad, lo cual suscita esperanzas positivas ante el desafío. Como prueba de su hipótesis examina tres de los grandes documentos conciliares: "Lumen Gentium", "Gaudium et Spes" y "Dei Verbum".

Para O'Dea, Lumen Gentium pone las bases de una nueva imagen de la Iglesia como pueblo de Dios, concepción que provoca ciertos conflictos. En Gaudim et Spes, se constata "un gran avance con el intento católico de entender lo histó­rico". Y Dei Verbum es el lugar "donde las más modernas perspectivas de la modernidad entran en contacto con lo esencial de la fe" (7).

Pero todavía queda mucho por hacer. Dentro del "aggiorna-m e n t o " —sostiene O'Dea— quedan elementos viejos que man­tienen una situación conflictiva. Los mismos documentos conciliares son el resultado de un compromiso. A pesar de todo, el Vaticano II representa un grave avance.

Otro sociólogo —F. Houtart— ha estudiado el papel insusti­tuible que cumplió Juan XXIII, gracias a su "liderazgo

20

creador": él no sólo encarnó institucionalmente los objetivos del Concilio sino que desempeñó un rol de educador. Todos recordamos la santa libertad con que "el Papa bueno" trans­gredía los aspectos "organizacionales" cuando lo exigían así los valores evangélicos. Y en su discurso de apertura —que ya hemos comentado— mostró su fino carisma de educador. En tan solemne ocasión, el Papa Roncalli indicó claramente que la Iglesia se encontraba en una hora de transición y que la misión del Cocilio era ponerla al día para que pudiera cumplir su misión en el mundo de hoy (8).

Dejemos la palabra a un respetado filósofo de la universidad de Lovaina: Jean Ladriére. Para él, el Concilio es un "momen­to de cristalización" de un conjunto de investigaciones que maduraban en la Iglesia desde hacía medio siglo. Gracias al Concilio "una época termina y se dibujan ya las orientaciones que-van a marcar el comienzo de una época nueva. El tiempo de la cristiandad se acaba. Se constituye otro modo de rela­ción entre la Iglesia y el m u n d o " (9).

Todo esto se escribió en los albores del posconcilio. Veinte años después de la clausura del Vaticano II, la II Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos —convoca­da para celebrar, verificar y promover el Vaticano II— decía en el n. 2 de su "relación final":

"Hemos celebrado unánimemente el Concilio Vaticano II como una gracia de Dios y un don del Espíritu Santo, del que se han derivado muchísimos frutos espirituales para la Iglesia Universal y para las Iglesias particulares, así como también paa los hombres de nuestra época. También hemos verificado unánimemente y con alegría el Concilio Vaticano II, como expresión e interpretación legítimas y válidas del depósito de la fe, tal cual se contiene en la Sagrada Escritura y en la viva Tradición de la Iglesia. Por ello, hemos determinado seguir avanzando por el mismo camino que nos indicó el Con­cilio. Ha habido entre nosotros pleno consentimiento sobre la necesidad de promover el conocimiento y la aplicación del

21

Page 12: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Concilio en cuanto a la letra y en cuanto al espíritu. De este modo se darán nuevos pasos en la recepción del Concilio, es decir, en la interiorización espiritual del mismo y en su aplicación práctica".

2. ¿VIGENCIA DE "ÍNTER MIRIFICA"?

No todo fue color de rosa en el Concilio ni en el posconcilio: hay luces y sombras en la manera como se recibieron sus enseñanzas, La "relación final" escrita por el cardenal Danneels, arzobispo de Malinas, Bruselas, las describe en el n. 3 . Luego el documento enumera las causas externas e internas de las dificultades.

Entre las externas anota "la lectura parcial y selectiva del Concilio y la interpretación superficial de su doctrina en uno u otro sentido. Por una parte, han surgido decepciones porque hemos sido demasiado t ímidos en aplicar la verdadera doctrina del Concilio. Por otra parte, con una lectura parcial del Concilio, se ha hecho una presentación unilateral de la Iglesia como una estructura meramente institucional, privada de su ministerio. (...) A veces ha faltado también discernimien­to de espíritus, no distinguiendo correctamente entre la apertura legítima del Concilio hacia el mundo, y la acep­tación de la mentalidad y escala de valores del mundo secula­r izado" (n. 4) ,

Con esa lúcida evaluación, podemos entrar directamente en la cuestión que nos ocupa: la vigencia de "ínter Mirífica".

a. La "cenicienta"del Concilio

El decreto conciliar sobre los medios de comunicación social tuvo un "nacimiento desafortunado. Para comenzar, se discu­tió y aprobó cuando aún no se habían elaborado las dos gran­des constituciones conciliares: Lumen Gentium y Gaudium et Spes. Además, el esquema entró al aula conciliar en un am­biente de cansancio y de prisa, después de la agotadora discu-

22

sión sobre las fuentes de la Revelación y como si esto fuera poco, el esquema orignal que constaba de 144 artículos con­tenidos en un fascículo de 40 páginas, fue "masacrado" inmi-sericordemente, hasta reducirlo prácticamente a un "esquele­t o " de 24 artículos que apenas llenaban 9 páginas.

¿Cómo extrañarse, entonces, de las acerbas críticas que se le hicieron apenas al salir y los "golpes bajos" que sufrió duran­te el periodo de discusión? Muchos profesionales de la comu­nicación social abundaron en consideraciones negativas: no ofrecía elementos nuevos, era demasiado moralista, lucía tímido ante las realidades del mundo, le faltaba valentía en temas tan candentes como la información y la opinión públi­ca, parecía demasiado clericalista, no mostraba confianza en los laicos... En una palabra: era la "Cenicienta" del Concilio.

Uno de los más profundos conocedores del tema, el P. En rico Baragli, cuenta con detalle las vicisitudes que debió afrontar el Esquema de IM. Como se sabe, fue concebido inicialmente como "constitución". Constaba de un proemio y cuatro par­tes; cada parte, a su vez, se subdividía en una breve introduc­ción y algunos capítulos: "la primera parte trataba de la doc­trina de la Iglesia acerca de los instrumentos de comunicación social; la segunda consideraba su función apostólica; la terce­ra exponía las normas disciplinarias de la Iglesia a este propó­sito; la cuarta y última se detenía en cada uno de los instru­mentos más importantes, esto es: la prensa, el cine, la radio y la televisen" (10).

Los Padres conciliares pidieron que se redujera el texto a lo estrictamente esencial y que, teniendo en cuenta las conside­raciones hechas, se retocara el Esquema sin cambiar la sustan­cia. El nuevo texto ya no comprendía ni partes ni títulos, si­no tan sólo dos capítulos, entre un proemio y una cláusula. Apunta el P. Baragli: "esta brevedad y simplificación de es­tructura, además de la notable reducción que había sufrido aun la parte doctrina, indujeron a la X Comisión a titularlo, ya no Constitución, sino Decre to" (11).

23

Page 13: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Afortunadamente parte de los elementos sacrificados pasaron posteriormente a la Instrucción Pastoral Communio et Pro-gressio, publicada por expreso mandato del Concilio, el 18 de mayo de 1971. Pero esta ya es "harina de otro costal".

b. Releyendo "ínter Mirifica"

Los especialistas quizá no encuentren grandes novedades en el decreto del Vaticano II sobre los medios de comunicación so­cial. Pero si las hay para la mayoría de los pastores y demás agentes de pastoral de la Iglesia. Además, para ser justos, hay que leer IM desde la perspectiva en que fue elaborado, cosa difícil de lograr cuando asistimos a un desarrollo tan vertigi­noso de las nuevas tecnologías de la comunicación social.

Cuando Pablo VI firmó solemnemente ínter Mirifica, jun to con la constitución sobre la Liturgia, dijo:

"Otro fruto, y de no poco valor, es el decreto sobre los ins­trumentos de comunicación social, indicio éste de la capaci­dad que la Iglesia tiene de unir a la vida interior la exte­rior, a la contemplación la acción, a la oración el apostolado. También este resultado conciliar —Nos lo esperamos— podrá servir de guía y de estímulo a muchísimas formas de activi­dad, incluidas ya de aquí en adelante como instrumentos y como documento en el ejercicio del ministerio pastoral y de la misión católica en el m u n d o " (12).

Palabras como esas jamás se habían escuchado en un aula con­ciliar porque nunca antes un Concilio se ocupó de los medios de comunicación social. Este es un dato que debe tenerse pre­sente a la hora de juzgar sobre la validez o la vigencia de IM. Hay otros indicios, en el Decreto mismo, que invitan también a una valoración más positiva.

La más notable es la publicación de la instrucción Pastoral Communio et Progressio, mandada expresamente en IM 23, "para que todos los principios y normas de este santo Sínodo

24

acerca de los medios de comunicación social se lleven a la práctica". De la entusiasta acogida dispensada a ese documen­to hay abundante literatura, siendo uno de los textos más su­gestivos el del P. Vicente Iannuzzi (13). No en balde la Ins­trucción Pastoral ha sido llamada "La Carta Magna de las co­municaciones sociales".

Otro gran aporte de LM es la creación de estructuras para la pastoral de las comunicaciones sociales. Y esto abarca todos los niveles. Respecto a la Santa Sede, el Concilio pide al Papa que el "Secretariado parala Prensa y los Espectáculos" amplíe sus funciones a todos los medios de comunicación social, sin excluir la prensa, incorporando a él a especialistas de las distintas naciones, también seglares" (IM 19). Así surgió la Pontificia Comisión para las Comunicaciones Sociales, que trabaja con tanto dinamismo y apertura; después de la última reforma de la Curia romana, se llama Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales.

IM también propone la creación de organismos nacionales "para los problemas de la prensa, del cine, de la radio y de la televisión" (IM 21) y una comisión episcopal para atender ese campo tan vital. Hay una mención explícita de las organiza­ciones internacionales de comunicación social.

De las iniciativas más prometedoras propuestas por IM, es digna de ser destacada la Jornada Mundial de las Comunica­ciones Sociales (IM 18). En general la Jornada transcurre mo­destamente y "la única colecta mandada por el Concilio" —como se dice a veces con un poco de humor— no suele des­pertar mucho entusiasmo. Sin embargo, la riqueza de la doc­trina contenida en los mensajes del papa con ocasión de ese día especial, es realmente extraordinaria: un libro titulado "El Papa habla a los comunicadores" ha sido recientemente publicado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CE-LAM) con los veintidós mensajes emitidos hasta hoy y un detallado índice de materias.

25

Page 14: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

c. Un documento sin estrenar

El cardenal Danneels, en su "relación final" enumera cuatro pasos para lograr una más profunda recepción del Concilio: "conocer el Concilio más amplia y profundamente, asimilar­lo internamente, afirmarlo con amor, llevarlo a la vida". Y a renglón seguido añade: "Sólo si se asimilan internamente y si se llevan a la vida, será posible que los documentos del Con­cilio resulten vivos y vivificantes" (n. 5).

Esto vale también para el decreto sobre los medios de comu­nicación social. Allí se exhorta a los pastores "a cumplir en este campo su misión, íntimamente ligada a su deber ordina­rio de predicar" (IM 13), pero la toma de conciencia avanza con una lentitud que contrasta con la instantaneidad de las comunicaciones modernas.

Han pasado veinticinco años y se ha avanzado poco en la formación de agentes para la pastoral de las comunicaciones sociales. La promoción del laico en este campo es deficiente. La presencia de la Iglesia en los medios ajenos —salvo con­tadas excepciones— es débil y, muchas veces, improvisada. Y hay una lamentable subutilización de los medios propios.

Personalmente me preocupa el tema de la formación de la opinión pública en sentido cristiano. Es lo que algunos llaman "pastoral de la opinión pública". Igualmente importante es la cuestión de la opinión pública al interior de la Iglesia, tema que estamos reflexionando en las reuniones regionales del DECOS-CELAM y que esperamos ahondar en el Encuentro Latinoamericano que tendrá lugar en octubre de 1989 en Belo Horizonte, Brasil.

Otro campo que necesita ser profundizado es el de la teología de la comunicación. Creo que podríamos "traducir" el docu­mento de Puebla en esta clave: allí se habla de comunión y participación. Ambas suponen la información, como lo hizo

26

ver bellamente Juan Pablo II en un discurso que dirigió a los miembros del COGECAL (Consejo General de la Pontificia Comisión para América Latina), en abril de 1987: "La obra de la evangelización, para que sea eficaz y produzca el fruto deseado, necesita contar con una información que sea fuente de comunión. Toda noticia inexacta, tendenciosa, injusta, contraria a la verdad o sometida a la manipulación de las ideologías, crea malestar en la comunidad, pone en peligro la paz, mina la comunión y desorienta; es, por así decirlo, antievangeliz adora".

3. CONCLUSIÓN

Hemos planteado el tema en forma de interrogante: ¿Tiene aún vigencia "ínter Mirifica"? Llegados al final del camino cada uno sacará su propia conclusión. Personalmente creo que este humilde decreto conciliar ha acelerado la historia de nuestras Iglesias en América Latina, la zona geográfica más fecunda en reflexión sobre la comunicación social, según testimonio del Padre Benito Spoletini.

Como botón de muestra podemos referirnos al estimulante texto que aparece en las Conclusiones de Medellín bajo el t í tulo Medios de comunicación social; éste tiene la origina­lidad de examinar la cuestión desde la óptica de la encíclica Populorum Progressio. Diez años más tarde, en el Documento de Puebla (nn. 1063-1095), el tema será nuevamente tratado, pero a la luz de la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntian-di y bajo la inspiración de Communio et Progressio.

Medellín cita 6 veces a IM y en algunos puntos anuncia ya el enfoque tan sugestivo de "Communio et Progressio". Al examinar la situación de América Latina, comienza afirman­do: "La comunicación social es hoy una de las principales dimensiones de la humanidad. Abre una nueva época. Produ­ce un impacto que aumenta en la medida en que avanzan los satélites, la electrónica y la ciencia en general" (n. 1). El do­cumento 16 de las Conclusiones de Medellín es también lúci-

27

Page 15: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

do cuando reconoce que los medios de comunicación "forjan una nueva cultura, producto de la civilización audiovisual" que, si por un lado tiende a masificar al hombre, por otro favorece su personalización" (ib.). Y no vacila en subrayar que "en el mundo de hoy la Iglesia no puede cumplir con la misión que Cristo le confiara de llevar la Buena Nueva 'hasta los confines de la tierra', si no emplea los medios de comuni­cación social, únicos capaces para llegar efectivamente a todos los hombres" (n. 7).

Pero hay algo más: los obispos latinoamericanos ven en la comunicación social y en el empleo de sus instrumentos "el medio de presentar a este continente una imagen más exacta y fiel de (la Iglesia), transmitiendo al gran público no sólo noticias relativas a los acontecimientos de la vida eclesial, sino sobre todo, interpretando los hechos a la luz del pensa­miento cristiano" (n. 8). Medellín también va más allá de IM al pedir a los estudiosos que "profundicen en el fenómeno de la comunicación en sus diversos aspectos, incluida la teología de la comunicación, a fin de especificar cada vez más las di­mensiones de esta nueva cultura y sus proyecciones futuras" (n. 17).

A Monseñor Ovidio Pérez Morales, antiguo presidente del DECOS-CELAM, lo emocionan las increíbles perspectivas que Puebla abre a la pastoral de la comunicación social cuando afirma: "La evangelización, anuncio del Reino, es comunica­ción: por tanto, la comunicación social debe ser tenida en cuenta en todos los aspectos de la transmisión de la Buena Nueva" (n. 1063). Por eso, a la hora de formular las opciones, el episcopado latinoamericano pide, en primer lugar, "inte­grar la comunicación en la pastoral de conjunto" (n. 1080). Tenemos aquí un vasto campo de trabajo que apenas comien­za a ser roturado.

Vamos a celebrar las bodas de plata de "ínter Mirifica" <n vísperas del inicio del tercer milenio cristiano y en el clima de

28

los quinientos años de la llegada del Evangelio de Cristo a nuestras tierras. Las celebraremos también cuando asistimos al desarrollo inaudito de las nuevas tecnologías de comuni­cación. Esto plantea con particular urgencia la cuestión de la ética de la comunicación social y exige un cuidadoso discer­nimiento tal como lo acaba de proponer Juan Pablo II. "A los corazones turbados por los riesgos de las nuevas tecnologías de la comunicación, yo les diría: ' i No tengáis miedo! ' Lejos de ignorar la realidad en la que vivimos, leámosla con más profundidad. Discernamos, a la luz de la fe, los verdaderos signos de los t iempos" (Mensaje para la XXII Jornada Mun­dial de las Comunicaciones Sociales, n. 4). Que Cristo, el perfecto Comunicador, nos conceda estar a la altura de los nuevos desafíos.

29

Page 16: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

NOTAS

1. H. FESQUET, en Le Monde del 10 de diciembre de 1975, p. 19.

2. JUAN XXIII, El principal objetivo del Concilio, en Concilio Vatica­no II. Constituciones. Decretos. Declaraciones. Documentos com­plementarios, Madrid, BAC, 1966, p. 752.

3. Juan XXIII, ib., p. 253.

4. Juan XXIII, ib., p. 753.

5. PABLO VI. El valor religioso del Concilio, en Concilio Vaticano II., p. 830.

6. Thomas F. O'DEA, The Catholic Crisis, Boston, Bacon Press, 1968.

7. El sociólogo Gerard DEFOIS pone en evidencia la situación eclesial y social de esta Constitución en un meticuloso análisis: Revelation et Société. La Constitución Dei Verbum et les fonctions sociales de ¡'Escriture, en Recherches de science religieuse, 63 (1975), pp. 457-504.

8. F. HOUTART, Décisions critiques et tensions institutionnelles dans une institution religieuse: le Concite Vatican II, enEglise et société en mutation, Mame, 1969, pp. 72-101.

9. L. LADRIERE, Le monde, la science et la foi. Casterman, 1972, p. 115. Estas líneas fueron escritas durante el periodo conciliar.

10. E. BARAGLI, Historia del Decreto, en VARIOS, Instrumentos de comunicación social. Comentario al Decreto ínter Mirifica del Con­cilio Ecuménico Vaticano II, Madrid, Fax, 1965, p. 8.

11. E. BARAGLI, op. cit. p. 17.

12. Citado por E. BARAGLI, op. cit., p. 24s.

13. V. IANUZZI, Opinión Pública e Iglesia en la "Communio et Pro-gressio " y en la Iglesia latinoamericana, Bogotá, Ediciones Paulinas, 1978.

30

EL DECRETO CONCILIAR

SOBRE LOS MEDIOS

DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Mons. Ovidio Pérez Morales

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 17: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

EL DECRETO CONCILIAR SOBRE LOS MEDIOS DE

COMUNICACIÓN SOCIAL — Comentarios —

MONS. OVIDIO PÉREZ MORALES Obispo de Coro-Venezuela

Antiguo Presidente del DECOS-CELAM (1983-1987)

John Naisbitt en su obra Megatendencias señala los años 1956 y 57 como el final de la "era industrial" y el inicio de lo que identifica como "sociedad de la información". Son esos mis­mos años en los que Alvin Toffler ubica la emergencia de "la tercera ola" de la historia humana (las anteriores: revolución agrícola y civilización industrial).

"Sociedad de la información"seríalo que otros han,llama­do: era espacial; era electrónica o aldea global; era tecnotró-nica, sociedad post-industrial; revolución científico-tecnoló­gica.

"El mundo de la comunicación —dice Juan Pablo II— se encuentra hoy sometido a un desarrollo tan vertiginoso cuanto complejo e imprevisible... y afectado por no pocos problemas, conexos con la elaboración de un nuevo orden mundial de la información y de la comunicación, en relación con las perspectivas abiertas mediante el empleo de los saté­lites y la superación de las barreras del éter. Se trata de una revolución que, no sólo comporta un cambio en los sistemas y las técnicas de comunicación, sino que afecta a todo el universo cultural, social y espiritual de la persona humana" (Mensaje-Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 1985).

33

Page 18: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

El presente artículo intenta facilitar la lectura del Decreto del Vaticano II ínter Mirifica*, promulgado el 5 de diciem­bre de 1983. En esta tarea hemos contado con la valiosa ayuda del manual Comunicación, misión y desafío, publi­cado por el Departamento de Comunicación Social del Con­sejo Episcopal Latinoamericano (DECOS-CELAM).

Nuestro trabajo se divide en dos partes. La primera, de carácter introductorio, ofrece algunas reflexiones sobre el concepto de comunicación y traza algunos brochazos histó­ricos, que ayudan a situar el Decreto. En la segunda se comenta el ínter Mirifica, siguiendo su secuencia temática; por ello, antes de leer cada comentario consideramos nece­sario el acercarse al número correspondiente del documento conciliar.

Cada quien estima que lo propio es lo más importante. En todo caso, no es inútil recordar aquello de Puebla "La Evan-

gelización... es comunicación (1063). Lo que los cristianos anunciamos, celebramos y buscamos realizar es "buena no­ticia ".

Para este Decreto utilizaremos la abreviación IM. Para la Instrucción Pastoral Communio et Progressio, dada en Roma el 18 de Mayo de 1971 en cumplimiento del mandato conciliar (IM 23): CP y Comuni­cación, misión y desafío será abreviado así: CMD,

34

I. ELEMENTOS INTRODUCTORIOS

¿QUE ES COMUNICACIÓN?

Comúnmente se entiende por comunicación los "Procesos de emisión, conducción y percepción de mensajes, mediante el uso de canales y de signos"; comunicación comprende, por tanto, transmisión de datos (información) y producción de signos (significación). Así se expresa CMD (pág. 21). Pero este mismo manual añade:

"Hay otro nivel, que es el que corresponde al 'deber-ser': el de la 'participación dialógica' (comunicación propiamente tal)".. Aquí se subraya el carácter personal de los sujetos que intervienen en el proceso, que no se reduce entonces a una bipolaridad "emisor-receptor", como tampoco a una concep­ción del receptor en términos de simple reacción a un estí­mulo. Comunicación en su sentido más genuino implica un compartir, y está orientada a establecer comunidad, a realizar comunión. Este es un ideal; o mejor, un horizonte en'el cual deben inscribirse los procesos comunicacionales; una u topía o fuerza dinamizante, que ha de mover la utilización de los medios, de los instrumentos concretos de comunicación y todos los factores que entran dentro de este proceso, hacia la edificación de una auténtica comunidad humana.

CMD se encarga de desarrollar algunas ideas sobre lo que no es "comunicación" (págs. 22 y sigs.). En primer lugar, no se la puede reducir a los "medios", a los aparatos tecnológi­cos. Estos sirven a la comunicación humana, pero no se iden­tifican con ella. En otro lugar hablamos de este carácter instrumental. Lo mismo sucede con algunas funciones inhe­rentes a la comunicación: información, persuasión, organiza­ción, instrucción, recreación; de hecho pueden darse éstas sin que se realice una auténtica corriunicación y pueden llegar

35

Page 19: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

hasta a obstruirla. Algo parecido debe decirse de otros dos conceptos relacionados con la comunicación: expresión y difusión (expresión se refiere al uso de lenguajes o signos para manifestar ideas, sentimientos, etc., y difusión es la disemi­nación de mensajes en un ámbito social relativamente amplio) (Ib pág. 23).

De lo anterior se deduce que la comunicación comprende información, pero dice algo más que ésta. Pues puede darse información sin participación dialógica. El diálogo dice: poner en común; confrontación constructiva de ideas y sen­timientos. En su sentido más propio, el término comuni­cación designa un relacionamiento humano caracterizado por la participación, el intercambio dialogal, el compartir. La co­municación social, mediante este adjetivo designa los fenó­menos de interrelación vinculados a los mass media (prensa, cine, radio, TV, espectáculos y sistemas de difusión de mensa­jes en general) y también un conjunto de disciplinas especí­ficas dentro del marco de las llamadas "ciencias sociales". Y ha de interpretarse y juzgarse desde una perspectiva partici-pativa y dialógica. Así podrá hablarse de diversos grados y niveles. Y de un ideal o un horizonte de valores comunica-cionales.

LARGO CAMINO

El término "comunicación social" fue acuñado desde los años sesenta por los documentos del magisterio de la Iglesia "para hacer referencia a la finalidad de los que hasta entonces venían siendo denominados mass media (medios de masas)". Del manual Comunicación, misión y desafio, en donde encontramos esta afirmación (pág. 17), recogemos algunos datos sobre el largo camino histórico de la comunicación social (págs. 17-21). Esto no es un fenómeno de nuestros días; es tan antigua como el ser humano.

Desde el uso de objetos naturales y artificiales, pasando por la fase pictórica y por la ideografía (lenguaje jeroglífico)

36

hasta la fase fonética (representación de sonidos a partir del alfabeto-Fenicia hacia el 3.000 a .C) , el hombre prehistórico procuró comunicarse. Expresión de su naturaleza de "ser-para-la-comunicación ". Esta para el hombre es algo vital.

Desde hace cincuenta siglos las culturas han venido produ­ciendo "medios" para el intercambio de mensajes, tratando de superar la fugacidad de las señales de humo, el tam tam de los tambores, etc., para lograr "una conservación en el tiempo y una circulación en el espacio de los datos que podrían cons­tituir la historia de los pueblos respectivos". Vienen entonces las tablas de arcilla cocidas al fuego; la piedra, el bronce y el cobre grabados; el papiro, el pergamino y más tarde el papel (ya existi'a en China hacia el 105 d.C.) Todos estos medios contribuyeron al desarrollo del lenguaje escrito como modali­dad predominante (se transmitían noticias; se plasmaban ideas y sentimientos).

En el 2000 A.C. el imperio egipcio organizó un sistema de correos; los Incas tenían el correo de los "chasquis" o porta­dores de mensajes. La finalidad de estas primeras "telecomu­nicaciones" era. básicamente de índole comercial o política. Las piedras grabadas y las tablillas de madera de los griegos, colocadas en lugares públicos para hacer conocer los mensa­jes oficiales, constituyeron el origen de los carteles y de los periódicos murales. El "praeco " (pregonero) romano comple­mentaba lo que se anunciaba en muros especiales. Los "Ana­les", obra de cronistas y las "Actas diurnas" colocadas en lugares públicos, eran vehículos efectivos de comunicación. Igual se diga —salvando diferencias— del teatro, con su fuerte capacidad de representación simbólica.

En el cristianismo se asume y se lleva adelante esta historia. La dramaturgia conduce a "autos sacramentales"; pintura, escultura, arquitectura se cultivan en perspectiva comuni-cacional (iconos, catedrales, manuscritos iluminados...).

Son sólo ejemplos de algunos pasos dados por el hombre en el necesario y apasionante camino de comunicarse.

37

Page 20: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA IMPRENTA Y LOS SALTOS

La imprenta está ligada al nombre de Juan Gutenberg. Este, en 1440, inventa la prensa con caracteres movibles. Este he­cho, en el marco de un conjunto de progresos en el orden de la ciencia y de la tecnología, señalaría el paso de la Edad Media a la Moderna. El primer libro impreso fue la Biblia.

La época moderna y contemporánea registra un crescendo de la inventiva humana en el campo comunicacional; fruto, y al mismo tiempo, causa del avance global de conocimien­tos y técnicas. Más que de una evolución gradual se puede hablar de saltos, particularmente en lo que concierne a estas décadas de medianos y fines del siglo XX.

No es el momento ahora de detallar inventos y fechas. Baste referir los puntos más salientes del proceso:

Litografía, 1796. En los inicios del siglo XIX a la fotografía se suma la primera máquina impresora de vapor.

En 1886 Hertz realiza experimentos sobre la propagación de las ondas electromagnéticas y en 1897 Marconi efectúa pruebas de transmisión a distancia (15 kms); se tiene así el inicio de la radio. La discografía comienza con la invención, por parte de Edison, del fonógrafo a cilindros; en 1886 Chichester Bell y Charles Summer Tainter registran el "gra-phophone".

Volvamos a la prensa: en 1609 aparecen en Alemania los primeros periódicos y en 1788 Juan Bautista Bodoni publica el manual tipográfico que comprende los caracteres inventa­dos por él; en 1904 J.W. Reibel inicia el procedimiento tipo­gráfico "offset", que llevará dos años después a la construc­ción en Alemania de la primera máquina correspondiente.

¿Qué decir del cine? En 1895 los hermanos Augusto y Luis Lumiere registran un aparato llamado "Cinematographe";

38

ese mismo año se pasa en París la primera proyección; en 1917 se tiene el primer experimento de film en color (Techni-color Motion Picture Company) y en 1927: primera pelícu­la sonora en Nueva York.

¡La televisión! En 1923 el ruso-americano Vladimir Kosma Zwerykin logra el "tubo catódico", que permite la realiza­ción de imágenes, usando elementos electrónicos. 1928: John L. Baird realiza en Londres el primer experimento de TV color; 1931 en el Empire State-Manhattan: primera emi­sora TV. 1962: 200 millones de personas siguen las imágenes lanzadas por el satélite Telstar. Y 1966: aparece en Holanda el magnetoscopio. El video y, en general, el cassette abren un nuevo capítulo de la comunicación.

Son pasos o saltos de una historia que continúa. Y que lleva hoy a hablar de "nuevas tecnologías".

ANTECEDENTES DEL DECRETO

IM 2b nos dice: "El sacrosanto Concilio, continuando la vigi­lante preocupación de los Sumos Pontífices y de los obispos en cuestión de tanta importancia, considera su deber tratar las principales cuestiones relativas a los medios de comuni­cación social". Esto significa: la ínter Mirifica se inscribe den­tro de una historia de tomas de posición, de orientaciones del Magisterio en el campo de la comunicación. Y, en gene­ral, de iluminación desde la palabra de Dios.

Sobre esta historia vale la pena consultar la obra Comu­nicación social y comunión de Enrique Baragli, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1980. Parte del Antiguo Testamento, y ha­ce el recorrido hasta nuestro días. Una retrospectiva históri­ca traza también Benito Spoletini, como introducción a los documentos de la Iglesia latinoamericana en Comunicación social e Iglesia, Ediciones Paulinas, Bogotá, 1987; el mismo autor actualiza esta documentación en Comunicación e Igle­sia Latinoamericana, Ediciones Paulinas, Buenos Aires, 1985.

39

Page 21: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

CMD, en su capítulo 3, reúne los "'planteamientos eclesiales sobre comunicación social" con énfasis en lo producido en nuestro continente. En lo que atañe a la posición de la Iglesia en general, el manual distingue en los dos últimos siglos (que comprenden "la moderna comunicación social") tres pe­ríodos:

1. Moralístico-defensivo: 1831-1878. Comienza con el pon­tificado de Gregorio XVI, autor de la encíclica Miran vos (1832) y se extiende hasta el término del pontificado de Pío IX (Syllabus, 1864). Predomina la desconfianza, la sospecha, el rechazo. El tiempo está caracterizado por tendencias de diverso signo antieclesial, ante las cuales la actitud reactiva, apologética y condenatoria no se hace esperar. No faltan, con todo, iniciativas y logros positivos.

2. Período instrumental (o socio-pastoral). Se inicia con León XIII. Se manifiesta un ardiente deseo de usar los instrumentos de comunicación en función "católica". Se subraya la importancia de las "clasificaciones morales". Surgen diversas de organización (OCIC para el cine en 1928; oficinas nacionales, etc.). La deontología reempla­za a la casuística.

3. De reflexión teológico-pastoral. Comienza con Pío XII (encíclica Miranda prorsus, 1957, que intenta una sínte­sis doctrinal sobre los medios).

Aparece la TV, muy bien acogida por la Iglesia. Tiempo de diálogo y apertura. Se acentúa el papel del laicado.Se propi­cia la actualización permanente, en un marco de estudio y reflexión. Actitud renovadora. Ampliación del marco de refe­rencia (de medios a comunicación). Época del Vaticano II y CP. Interpretación positiva, sin excluir el discernimiento.

HISTORIA DEL DECRETO

Fue bastante pobre el aporte recibido de distintas partes del mundo para la preparación del Concilio en lo que respecta a comunicación social.

40

Un secretariado llamado "de prensa y espectáculos" trabajó en los años 60 y 6 1 ; sus resultados fueron esencialmente dos: 1) determinar la materia bajo el denominador común de "instrumentos de comunicación social" y 2) redactar un am­plio esquema de Constitución "De los instrumentos de difu­sión o comunicación social". Luego de recorrer otras instan­cias, el 13 de julio del 62 Juan XXIII decidió que el esquema pasase a discusión en el Aula Conciliar. En esta nueva fase el texto fue encomendado a la Comisión "Del apostolado de los laicos; de la prensa y de los espectáculos". El esquema fue discutido en la primera sesión (es decir, período, etapa) del Concilio y, por cierto, muy rápidamente; el resultado de estas discusiones: se aprobó la substancia del texto, pero se mandó reducirlo a lo esencial, dejando para una instrucción postcon­ciliar (la futura Communio et Progressio) los elementos rela­tivos a la praxis, a la ejecución de lo enseñado y establecido por el Concilio.

Se podó mucho el esquema y de Constitución pasó a Decreto (de 114 números quedaron 24). En la votación de este nuevo esquema, en la segunda sesión del Concilio, hubo un crescen­do de votos en contra, que llevó en la votación del 25 de no­viembre de 1963 sobre todo el Decreto a: 1.598 a favor, 503 en contra, con 11 nulos sobre 2.112 votantes. En esto influ­yeron las críticas que desde fuera del Concilio se levantaron contra el texto y que llegaron hasta generar diversas corrien­tes de oposición (entre las acusaciones: poca importancia concedida a los seglares; carencia de contenido teológico, de profundidad filosófica y de fundamento sociológico). Me­diante una circular firmada por 25 padres conciliares se in­tentó bloquear la aprobación (que requería las dos terceras partes).

En la plenaria del 4 de diciembre en que estaba presente Pablo VI, la votación registró solo 164 votos en contra. El ínter Mirifica ha sido el documento conciliar con el mayor número de papeletas negativas (récord no envidiable). El tex-

41

Page 22: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

to definitivo del Decreto aparece firmado en 5 de diciembre de 1963 por "Yo, Pablo, obispo de la Iglesia Católica".

Sobre la historia del Decreto puede leerse la narración que trae Enrique Baragli SJ en Comunicación social y comunión (págs 43-47). A este relato nos hemos atenido en lo que pre­cede. Del mismo autor puede leerse la historia que aparece en El Concilio Ecuménico Vaticano II, Ediciones Paulinas, Bilbao 1966 (págs 211-214).

DECRETO SOBRE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Introducción 1-2

CAP I NORMAS REGULADORAS DEL RECTO USO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

3-4 La Iglesia y los medios de comunicación social

5. Recta conciencia en el uso de los medios de comunica­

ción social

6-7 Primacía del orden moral

8. Deberes de justicia y caridad

9-10 De los destinatarios de la información 11. De los sujetos activos de la información

12. De las autoridades

CAP. II LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y EL APOSTOLADO CATÓLICO

13. (Motivación)

14. Medios de comunicación social católicos

15-16 Formación católica para el uso de estos medios

17-18 Apoyo económico a los medios católicos de comuni­cación

19-21 Organismos adecuados Cláusulas 23-24

42

PONTIFICIA COMISIÓN PARA LAS COMUNICACIONES SOCIALES

La biografía de este organismo de la Santa Sede arranca de la Pontificia Comisión para la Cinematografía Didáctica y Religiosa, instituida por Pío XII en 1948. Luego vinieron cambios: en nombre, en ampliación de competencias.

IM 19 destaca la importancia del organismo comunicacional con que cuenta la Santa Sede para la ejecución de las direc­tivas conciliares y por ello formula la conveniencia de exten­der su radio de acción.

Pablo VI el 2 de abril de 1964 modificó el nombre en Ponti­ficia Comisión para las Comunicaciones Sociales y le confió lo relativo al cine, a la radio y a la TV, así como a la prensa, "en todo lo concerniente a los intereses de la religión católi­ca". La Comisión tiene a su cargo el examen y aprobación de permisos para tomas audiovisivas de ceremonias y lugares directamente dependientes de la Santa Sede; cuidado de la. Sala de Prensa de la misma, y tiene la dirección y adminis­tración de la Filmoteca Vaticana.

La Comisión está agregada a la Secretaría de Estado. En el contexto de la reforma de la Curia Romana, por S.S. Juan Pablo II, ha pasado a ser "Pontificio Consejo de las Comuni­caciones Sociales".

Su actual Presidente es S.E. Mons. John P. Foley.

43

Page 23: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

II. COMENTARIOS AL DECRETO

MARAVILLOSOS INVENTOS

Con estas palabras comienza el Decreto conciliar. Realmente la ciencia y la tecnología nos han introducido en un mundo maravilloso. Claro está, como los mass media son medios, ¡a libertad humana puede enderezarlos también hacia fines... no maravillosos. En sí, con todo, son instrumentos que posibili­tan una mayor y mejor comunicación humana, y abren hori­zontes insospechados a la acción evangelizadora.

El presidente Lincoln es asesinado. Por telégrafo se comunica el hecho en Estados Unidos. Transcurren cinco días antes de que Londres se entere. Se intenta asesinar al presidente Rea­gan. En la manzana colindante con el lugar del atentado tra­baja el periodista Henry Fairlie; éste se entera del hecho por una llamada telefónica desde Londres; allí su redactor en jefe en el Spectator ha visto un reportaje en TV.

Este cotejo lo hace John Naisbitt en su libro Megatendencias, para mostrar cómo los Estados Unidos están pasando de una sociedad industrial a una sociedad de la información. Esta habría tenido sus inicios en 1956 y 1957.

¿Sociedad de la información? En el Seminario "Iglesia y de­safíos de la comunicación contemporánea" realizado en Qui­to (1985) se destacó lo siguiente: "El vertiginoso avance de las nuevas tecnologías para la comunicación y otras dimen­siones de la vida del hombre, como la microelectrónica, la telemática y la ingeniería biogenética, están produciendo un cambio global, con nuevos criterios y valores, de alcance y consecuencias universales. Dicho cambio puede promover un genuino desarrollo en justicia, libertad y participación de todas las personas y pueblos, o favorecer un progreso unila­teral que permita el desarrollo o superviviencia tan sólo de algunos sectores del mundo" (Ver "Informe de trabajo", preámbulo).

t

44

¿Sociedad de la información? En el mismo Seminario se hizo notar: "Los llamados medios de comunicación tradicionales (prensa, radio, cine y televisión) se han incorporado de lleno a las culturas de los diferentes pueblos, mientras que los nuevos inventos (cassette, video, micro-onda, láser, satélite, etc.) producidos a un ritmo acelerado no se encuentran toda­vía integrados en el proceso de desarrollo ni al alcance de la mayoría de los pueblos de América Latina y de otras regio­nes del mundo " (Ibid).

Microprocesadores, robots, polarización del trabajo en el sec­tor informativo. Son expresiones de una novedad actual que pone a la Iglesia ante desafíos inéditos. Y a la humanidad en­tera ante serios interrogantes.

Estos maravillosos inventos "han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doc­trinas". Así se expresa el Concilio en 1963. En dos décadas se ha venido acumulando: avance tecnológico, otras expectati­vas y esperanzas. Pe.ro también nuevos problemas y preocu­paciones.

MEDIOS Y FINES

Después de haber hablado de los "maravillosos inventos", en particular de la comunicación social, el Decreto se refiere a la ambivalencia de los mismos. Al fin y al cabo son "me­dios" (IM, 2).

En el mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 1985, Juan Pablo II expresa: "La Iglesia, con el Concilio Vaticano II, del que celebramos este año el XX ani­versario de la clausura, y después con el Magisterio sucesivo, ha reconocido claramente el gran relieve de los "mass media" en el desarrollo de la persona humana: en el plano de la infor­mación, de la formación, de la maduración cultural, además de la diversión y del empleo del tiempo libre. Pero ésta ha precisado también que se trata de "instrumentos" al servicio del hombre y del bien común; "medios" y no "fines".

45

Page 24: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

En este mismo documento el Papa se dirige así en el Año Internacional de la Juventud: "Dependerá de vosotros, jóve nes, a quienes corresponde la construcción de la sociedad del mañana, en la cual la intensificación de informaciones y comunicaciones multiplicará las formas de vida asociativa, y el desarrollo tecnológico abatirá las barreras entre los hom­bres; dependerá de vosotros el que la nueva sociedad sea una "sola familia humana". En la que hombres y pueblos puedan vivir en una más estrecha colaboración e integración mutuas; o si, en cambio, en la sociedad futura se agudizarán aquellos conflictos y aquellas divisiones que laceran el mundo contem­poráneo ".

Medios y no fines. Con ellos se puede elevar m oralmente o deteriorar el ethos de una comunidad humana; se puede per­sonalizar o masificar; se puede formar en una actitud crítica y participad va, o instrumentar al servicio de élites de poder económicas, políticas o culturales; se puede educar en el sentido del respeto y del amor, o se puede inducir la violen­cia y la pornografía; se pueden monopolizar las conciencias o democratizar el proceso comunicacional; se puede adecuar el mensaje a las necesidades reales del pueblo o someter éste al diktat de grupos económicos cerrados sobre sí mismos; se puede promover la cultura popular, los valores propios de la comunidad ayudando a ésta a elevarse cada vez más, o propi­ciar un neocolonialismo que hace tabula rasa de identidades y tradiciones legítimas; se puede educar en el reconocimiento y amor a Dios o difundir un secularismo que termina dañan­do y destruyendo al hombre.

¿Qué hacer? Ante la magnitud del reto se precisa de los cris­tianos y de todos aquellos que se orientan por un recto senti­do del hombre, un compromiso lúcido y eficaz. En sí mismos (per se) los medios son "buenos", útiles para el servicio del hombre; pero (per accidens) pueden ser orientados a fines malos, perversos, o manejarlos de tal modo que el hombre quede enredado en ellos. La libertad responsable del hombre y, en particular del cristiano, debe definirlos hacia el bien.

46

EVANGELIZARON Y COMUNICACIÓN

IM, 3 nos dice que la Iglesia "como quiera que fue fundada por Nuestro Señor Jesucristo para llevar la salvación a todos los hombres, y por ello se siente movida por la necesidad de evangelizar, considera que forma parte de su misión servirse de los medios de comunicación social para predicar a los hombres el mensaje de salvación y enseñarles el recto uso de estos medios".

El magisterio de la Iglesia se va enriqueciendo con el correr del tiempo. Compárese el anterior texto del Decreto con el siguiente pasaje de CP, 8: "por su propia naturaleza la comu­nicación social tiende a crear en los hombres un mayor senti­do comunitario aumentando el intercambio entre unos y otros. Y asi todo hombre unido fraternalmente a los demás contribuye, como llevado de la mano de Dios, a realizar el plan divino en la historia. Según la fe cristiana el acercamien­to y la comunión entre los hombres es el fin primero de toda comunicación que tiene su origen y modelo supremo en el misterio de la eterna comunión divina del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que existen en una misma vida divina".

Es esta profundización en el enfoque de lo relativo a la co­municación social, lo que conduce a Puebla a enseñar: "La Evangelización, anuncio del Reino, es comunicación: por tanto, la comunicación social debe ser tenida en cuenta en todos los aspectos de la transmisión de la Buena Nueva" (1063).

La anterior afirmación implica una superación de algo bastan­te común; y es el identificar lo comunicacional con los me­dios y su uso; esto, de un lado; y, del otro, el entender la pas­toral comunicacional como algo meramente sectorial (referi­da a la utilización recta y adecuada de los medios). Puebla se sitúa en otra perspectiva: la comunicación social ha de situar­se en el marco más amplio de la comunicación, la cual debe interpretarse en coordenadas de relacionamiento dialógico,

47

Page 25: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

de compartir, como valor humano y como plan divino sobre la historia (comunión interhumana y humano-divina). Es una visión teológico-pastoral de gran hondura.

Esto tendrá sus consecuencias para la acción evan^elizadora de la Iglesia; el Pueblo de Dios tiene que revisarse desde una perspectiva comunicacional. Entonces interesará no sólo si los micrófonos de un templo están sanos y si se tienen espa­cios adecuados en los medios escritos o radiofónicos o cosas por el estilo, sino también: la relación entre los signos litúr­gicos y el testimonio de vida, al igual que la palabra caritati­va encarnada en el gesto solidario especialmente hacia los más necesitados. Un examen se hará entonces de cosas, pero también de comunión efectiva de vida.

TEOLOGÍA DE LA COMUNICACIÓN

En el No. 3 del Decreto (véanse también 1 y 2) hay referen­cias a la relación; medios de comunicación social-Reino de Dios, salvación, evangelización.

Cuando se examinan las intervenciones del Magisterio en ma­teria comunicacional, se advierte fácilmente el tránsito de una consideración sectorial y polarizada en calificaciones morales (interesan los medios y cómo se los usa éticamente) a una interpretación más profunda y globalizante (interesa lo comu­nicacional como dimensión humana, desde una perspectiva de comunión salvi'fica). Un tránsito progresivo, que no niega los anteriores aportes, pero sí los reformula e integra en una "vi­sión " más amplia teológico-pastoral.

La reflexión y acción en este campo tiende a situarse en línea de "comunión y participación " asumiendo aquí los elemen­tos válidos de un desarrollo de la categoría "liberación". En efecto, en la historia concreta de los hombres —tejido de gra­cia y de pecado—, la comunión exige una permanente libera­ción de todo aquello que encadena al egoísmo y rompe la amistad con Dios y con el prójimo.

48

Dos caminos se abren para esta reflexión, uno pudiera deno­minarse "descendente" y el otro "ascendente" (algunos ha­blan de "deductivo" e "inductivo". El segundo es asumido de modo privilegiado hoy por hoy. Esos enfoques o caminos en modo alguno se oponen. Antes bien, se complementan y enriquecen mutuamente.

En el primero se parte de Dios-Amor (comunión), y de su designio creativo-salvífico comunional, que se concreta en la sacramentalidad de Cristo y su Iglesia, en la comunicación del Espíritu, y exige el compromiso unificante del cristiano. Los medios revelan su sentido y valor profundos y trascen­dentes desde esta perspectiva.

El camino "ascendente" parte de la situación de comunica­ción-incomunicación que vive el hombre y su comunidad ac­tualmente; arranca de la índole liberadora-unificante y no del relacionamiento social concreto y del manejo de los me­dios, en este contexto. Esta reflexión, a la luz de la fe, eleva la mirada a Cristo el perfecto comunicador y perceptor, a la Iglesia y su misión evangelizadora (de "buena noticia") y al compromiso cristiano en línea comunicacional. En aper­tura máxima a la humanidad, que está envuelta en el plan amorizante de la Trinidad.

CMD dedica el capítulo 4 de la Parte II a una "Reflexión teológica sobre la comunicación". EL DECOS-CELAM publicó en 1983 "Hacia una teología de la comunicación en América Latina en Documentación CELAM.

CRISTO, EL PERFECTO COMUNICADOR Y PERCEPTOR

Continuando las consideraciones sobre teología de la comuni­cación, creemos oportuno decir aquí algo de lo que CMD de­sarrolla sobre Cristo (págs. 171-173).

Rasgos más resaltantes:

1. Jesús manifiesta la importancia de las actitudes vitales profundas para propiciar la comunicación. Se encarna con

49

Page 26: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

cercanía auténtica. Lenguaje directo y situado. Interpela a su audiencia, pero trascendiendo los límites de una cultura determinada.

2. Nos recuerda que toda comunicación, en la medida que apunta a la comunión, debe tener siempre como destina­tarios preferenciales, a los marginados. Amor preferencial a los pobres.

3. Al relacionarse y tratar con las personas, adopta actitudes respetuosas y suscitad oras de libertad. No es impositivo, indoctrinador. Su sentido crítico le lleva a salvaguardar a las personas sobre las cosas. Habitualmente adopta una actitud dialógica y estimula la comunicación interperso­nal; transforma así a los receptores pasivos en perceptores libres, críticos, creativos, auténticamente comunicadores.

4. Modelo de audacia y valentía personal en la proclama­ción; su fuerza proviene de la íntima confianza en el Pa­dre, que no le deja solo.

5. Sabe seleccionar y utilizar los medios y modos de comu­nicación más adecuados para cada circunstancia (palabra; gesto; uso simbólico de cosas; expresión personal; con­versación, discurso...).

6. Realiza de modo pleno la meta de toda comunicación, que es conducir a la comunión. Se da como palabra viva; su comunicación es "espíritu y vida" y se expresa plena­mente en la Eucaristía y en el don del Espíritu.

7. Modelo de perceptor ante los mensajes de su Padre. Esta misma actitud de escucha se manifiesta en la acogida y diálogo de todo tipo de personas necesitadas de libera­ción.

A lo anterior puede añadirse su entrega servicial hasta la muerte. En este sentido su camino es paradigmático para todo evangelizados

50

¿Qué decir de María? Es la "perfectadiscípulo". En la Anun­ciación está a l a escucha;y, luego de discernir, acepta. Medita los acontecimientos en su corazón. Colaboradora de Jesús, encarna de forma preclara la apertura propia de los pobres ante el Dios que se les comunica y los salva.

La Iglesia, comunidad fundada por Cristo, ha recibido de su Señor la misión de evangelizar. Al realizar esta tarea debe mirar siempre hacia El, como camino, verdad y vida. "Que todos sean uno " es oración, meta, mandato.

ESTAR PRESENTES

El Decreto afirma el "derecho originario " que tiene la Iglesia, de usar y de poseer todo género de medios de comunicación social, con miras al ejercicio de su misión evangelizadorajlos pastores deben promover en los fieles una presencia en los medios. "Por lo demás, corresponde principalmente a los se­glares penetrar de espíritu humano y cristiano esta clase de medio... " (No . 3).

Aquí el Concilio invita a un protagonismo en materia de comunicación social.

¿Qué quiere decir protagonismo? Por de pronto significa su­peración de una actitud de "profetas de calamidades", según el uso que de esta expresión hiciera Juan XXIII en el discurso inaugural del Vaticano II (11 de octubre de 1962). Exige igualmente dejar la posición de espectador sufriente, que se desahoga en solas lamentaciones, cuando es posible hacer algo.

A veces podemos dar la impresión de estar en la acera de los "críticos" (en el sentido peyorativo de esta calificación), esperando que algo suceda para poner en marcha repri­mendas.

Protagonismo quiere decir: compromiso, decisión, partici­pación, dinamismo, imaginación, iniciativa, creatividad, acción.

51

Page 27: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

No todos estamos llamados a ejercer el mismo papel prota­gonice Hay quienes por su cargo, condición, recursos, pre­paración, profesión u otro factor deben ocupar posiciones prioritarias en la presencia activa en los medios. No todos pueden dirigir un periódico o una emisora, escribir un artícu­lo o aparecer en pantalla. Pero todos hemos de hacer algo.

Si estuviésemos convencidos de esto, otra sería la situación. Procederíamos de modo distinto con los medios propios de la Iglesia (que suelen recibir sólo nuestra crítica destructiva); con los programas que se desarrollan en medios ajenos (con frecuencia sin apoyo suficiente); con la organización de pro­fesionales católicos en el vasto campo comunicacional; con la formación en percepción crítica; con la participación en iniciativas del Estado o de entidades no oficiales tendientes a mejorar la comunicación social; en fin, con las oportunidades que se ofrecen a quien quiera trabajar.

Si evangelizar es comunicar, la comunicación social ha de ser campo prioritario para los diversos sectores del Pueblo de Dios. Y por su misma naturaleza, tiene que ser tomado por los laicos como área propia. Y privilegiada; pues es clave para el presente y futuro de la Iglesia y de la humanidad.

Una presencia aquí no es lo mismo que una presencia en cualquier otra parte. Esto es importante tenerlo en cuenta. Como individuos y organizaciones. Como Iglesia entera.

ETICA Y COMUNICACIÓN

El decreto en su No<- 4 pone de relieve la necesidad del cono­cimiento y la práctica de las normas del orden moral en el campo de la comunicación social. De allí la necesidad de la formación de una recta conciencia sobre el uso de los medios (No. 5), teniendo presente la "primacía absoluta del orden moral objetivo" (Nos. 6 y 7).

Al enfoque ético y moral de la comunicación social dedica CMD el capítulo 5; es un estudio sistemático sobre la ma-

52

teria, que integra, entre otros, los valiosos aportes de CP y las observaciones y orientaciones de Puebla (págs. 195-217). Este estudio viene alienar un vacío en la bibliografía existente.

Es oportuna la distinción que el manual hace de tres niveles de consideración, para comprender mejor lo que significa el enfoque ético de la comunicación. Estos niveles son:

1. Sociológico. A este nivel pertenecen los aportes de las "ciencias sociales". Aquí se inscribe la "comunicología".

2. Jurídico. Cuyo punto de partida es la pregunta por lo "lícito" o "ilícito", lo "legal" o "ilegal". Es el campo de las ciencias jurídicas.

3. Etico. La pregunta aquí es por lo "justo" o "injusto" en su consideración más honda (bien-mal como alternativa que se pone al ejercicio de la libertad de la persona y que implica una definición en profundidad de la misma, fren­te a Dios, al prójimo y a la propia conciencia).

La ética comienza por el primer nivel, tiene que tener en cuenta el segundo, pero no se reduce a ellos; más aún, está llamada a ejercer las conductas y comportamientos tales como se dan y sobre las normas jurídicas una función crítica. Se dan comportamientos condenables y normas legales ina­ceptables desde un punto de vista moral. Por ejemplo: los mass media se manejan con frecuencia en un sentido manipu­lador y contaminante, y en países dictatoriales o totalitarios la legislación ahoga la libertad y la participación pluralista.

El cristiano aborda el tercer nivel enriquecido por la luz que le da la Revelación y la enseñanza que le brinda el Magiste­rio, como también por la reflexión-acción comprometida de sus hermanos.

Dado el influjo que han adquirido los medios (pensemos en la TV), es indispensable el formarse y formar en lo que se

53

Page 28: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

refiere a principios y criterios morales en cuanto al manejo y uso de aquellos instrumentos y, más en general, en cuanto a la comunicación en su conjunto, como dimensión funda­mental de la existencia humana.

MORAL Y MEDIOS

Dice el Concilio: "Solamente el orden moral abarca, en toda su naturaleza, al hombre, creatura racional de Dios y llamado a lo eterno, y solamente él, si es observado con entera fideli­dad, conduce al hombre a la perfección y bienaventuranzas plenas" (IM, 6).

Algunos puntos para entender mejor esta problemática moral:

1. Hablar de moralidad no se reduce a establecer un discurso ético acerca del sexo y la violencia (recuérdese el "Decálo­go "). El amor a Dios-y-prójimo es la síntesis y horizonte positivo de la moral.

2. Los casos concretos interesan, pero más todavía las acti­tudes, los criterios y orientaciones básicas de personas y grupos humanos. El "casuismo" o la polarización en lo anecdótico (una determinada escena de TV) debe dar paso a consideraciones y preocupaciones más de conjun­to: ¿Qué concepto se tiene y se difunde del amor? ¿Hacia dónde apuntan los mensajes en cuanto a conside­ración del "otro"? A veces detrás de imágenes "inocen­tes" se esconde el más brutal egoísmo y el más descarna­do sensualismo materialista.

3. Los medios tienen una finalidad servicial. Han de orien­tarse hacia la liberación y el desarrollo integrales del hom­bre, hacia la comunión. Son un servicio al hombre, que es "serpara la-comunicación".

4. La libertad como capacidad de escoger, de elegir, no pue­de ignorar su definición como, capacidad de realizar el

54

bien, lo justo. De otro modo se puede llegar a identificar libertad con espontaneidad. La ley de la libertad no es la de la selva. La libertad humana es libertad-para el bien. Y hablar de bien es mencionar: paz, servicio, solidaridad, amor. Sin olvidar nunca que la libertad histórica es biva­lente (Caín, Abel), con respecto a la cual Cristo se presen­ta como quien sana y eleva.

5. Los medios han de articular su acción con la de la familia, la escuela, la Iglesia y, en general, las instituciones básicas de la comunidad nacional. No pueden aquellos destruir lo que éstas se esfuerzan en construir.

6. El "rating", los instrumentos de medición de audiencia y cualquiera otra comprobación de "hechos" o "datos" tienen un carácter indicativo. ¿Qué hacer con ellos? El hombre, situado en el nivel ético, debe decidir. A veces en nombre del "rating" se corrompe y se destruye a co­munidades enteras.

7. Los mass media, especialmente los televisivos constitu­yen un "servicio público ". No pueden tratarse, por tanto, como simple "propiedad privada" (la cual, por lo demás,

i según la mente de Juan Pablo II, tiene hipoteca social). Afirmar esto no es en modo alguno promover la estatiza-ción de los medios. Ni, mucho menos, abrir la puerta a to­talitarismos. Una sociedad a la altura del hombre exige, en efecto, respeto a la libertad de las personas y las co­munidades (democracia pluralista).

DERECHO A LA COMUNICACIÓN

IM 5 se refiere, entre otras cosas, al "derecho a la informa­ción". CMD habla del "derecho a la comunicación" Integra al anterior y amplía perspectivas.

"La comunicación —dice CMD—, en cuanto búsqueda de soli­daridad, de creatividad y de plenitud humana, es parte del

55

Page 29: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

derecho a la vida, entendido en sentido amplio 'tanto para la persona como para la comunidad; además implica y genera compromisos y derechos"(pág. 221).

Entre genuina comunicación y auténtica democracia existe un nexo muy profundo y mutua causalidad:

"No puede darse una democracia que merezca este nombre sin una comunicación social libremente ejercida --con las solas y obvias exigencias que le impone un marco ético y una legislación en perspectiva de bien común—. Democracia plura­lista como ámbito de libre comunicación de diferentes adhe­siones religiosas, filosóficas, ideológicas, partidistas, etc.. De otro lado, la comunicación social con el diálogo, el intercam­bio, la solidaridad que pide, refleja, suscita y promueve, es fac­tor fundamental para la implantación y el perfeccionamiento de la democracia. La salud de ésta depende estrechamente de la calidad de aquella comunicación y viceversa" (Ib. pág. 223).

La relación democracia-comunicación lleva más lejos: a la democratización de la comunicación. ¿En qué consiste?

El derecho a la comunicación implica algo más que poder recibir mensajes; conlleva también: "asegurar condiciones tales que permitan el acceso a los medios, también masivos, de amplios sectores que hoy son simples y pasivos receptores. En lo cual los medios del Estado han de convertirse en mode­los" (Ib. pág. 224).

Esta democratización tiene inevitables consecuencias en el orden económico, político y cultural. ¿Qué decir del anal­fabetismo? ¿Qué de la concentración de los medios en pocas manos y sin apertura realmente participativa? ¿Se educa en el sentido de una comunicación critica, creativa, de efectivo protagonismo? ¿Cómo lograr que los "sin voz" no sólo ten­gan canales que los representen sino presencia comunicacio-nal efectiva? ¿Se piensa también que a ese derecho correspon­

de un deber, que debe ser actuado con responsabilidad y efi­cacia hacia la edificación del bien común, y en caso de los cristianos, también de comunidad eclesial?

No pocas veces se entiende la relación democracia-comuni­cación en términos de un "liberalismo" que conceptúa la libertad como campo abierto al decir y al hacer, pero sin mayor referencia al bien del prójimo y de la comunidad. En­tre el individualismo y el colectivismo se mueve la concep­ción cristiana de la persona, con su dignidad, derechos y deberes.

OPINIÓN PUBLICA

"Formar y extender una recta opinión pública". Así conclu­ye IM, 8, al hacer un llamado a todos los miembros de la so­ciedad, apelando a los valores de la justicia y la caridad. Por­que hoy en día la opinión pública ejerce "un poderosísi­mo influjo".

Por cierto que el tema de la XX Jornada Mundial de las Co­municaciones Sociales correspondiente a 1986 tuvo como t í tulo: "Las comunicaciones sociales y la formación cristiana de la opinión pública".

La Communio et Progressio había dedicado amplio espacio a este tema (24-32 y 114-125). El Manual CMD lo aborda en una sección titulada "Cultura de masas y opinión pública" págs. 56-58).

¿Qué es opinión pública? Juan Pablo II, en su Mensaje para la XX Jornada, ofrece la siguiente definición: "Consiste en el modo común y colectivo de pensar y de sentir de un grupo social más o menos vasto en determinadas circunstancias de tiempo y de lugar. Indica lo que la gente comúnmente piensa sobre un tema, un hecho, un problema de un cierto relieve". "Esta opinión —continúa el Papa— se forma por el hecho de que un gran número de personas hace propio, considerándolo

57

Page 30: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

verdadero y justo, lo que algunas personas y algunos grupos, que gozan de especial autoridad cultural, científica o moral, piensan y dicen. Lo cual muestra la grave responsabilidad de aquellos que por su cultura y su prestigio forman la opinión pública o influyen en alguna medida sobre su formación".

El influjo de la opinión pública es general y crece en propor­ción inversa a la capacidad de formarse cada uno un juicio propio critico. Pensemos en la debilidad de las personas de joven edad o de escasa educación. CMD trae algunas conside­raciones importantes acerca de la naturaleza y el proceso de formación de la opinión pública, así como sobre la relación de ésta con el surgimiento, consolidación y salvaguarda de una sociedad democrática. Y subraya la vinculación de dicha opinión con el valor participación. Esta implica, en efecto, "la presencia activa de los ciudadanos en la transformación de la sociedad, y, por tanto, un protagonismo comunica-cional" (pág. 58).

Los principales factores de la opinión pública en la actuali­dad son los mass media. Y entre ellos el papel de la TV es im­presionante. ¿Se tiene esto suficientemente en cuenta a la hora de planificar la pastoral, la actividad evangelizadora?

En el mensaje antes referido, el Papa subraya, por tanto, la responsabilidad de la gente de los medios, que ha de sentirse comprometida "en la formación de opiniones públicas con­formes a la verdad y el bien". Tarea ésta en la que "han de distinguirse los cristianos".

No olvidemos finalmente, que la Iglesia al interior de sí mis­ma, como "cuerpo vivo necesita de la opinión pública" (CP 115). Es —debe ser: comunión y participación.

PERCEPCIÓN CRITICA

El Manual Comunicación, misión y desafío al tratar acerca de "políticas y estrategias pastorales", entre las 11 que preci-

58

sa y explica incluye —en segundo lugar— el "desarrollo del sentido crítico y de la percepción activa frente a los medios". De esto nos habla IM, 9 y 16.

Citemos aquí lo que dice Puebla: "Salvo contadas excepcio­nes, no existe todavía en la Iglesia de América Latina una ver­dadera preocupación para formar al pueblo de Dios en la co­municación social; capacitarlo para tener una actitud crítica ante el bombardeo de los 'mass media' y para contrarrestar el impacto de sus mensajes alienantes, ideológicos, culturales y publicitarios" (1077).

Por eso la III Conferencia General del Episcopado establece: "Dar prioridad a la formación en la comunicación social, tan­to del público en general como de los agentes de pastoral a todos los niveles" (1081). Igualmente: "Educar al público re­ceptor para que tenga una actitud crítica ante el impacto de los mensajes ideológicos, culturales y publicitarios que nos bombardean continuamente con el fin de contrarrestar los efectos negativos de la manipulación" (1088).

CMD págs. 283-286 trae consideraciones muy interesantes a este respecto y cita pasajes pertinentes de documentos del Magisterio de la Iglesia. Al igual que propone pistas concre­tas para formarse como perceptor crítico.

¿Qué es un perceptor crítico? Lo opuesto a lo que algunos han denominado: "vidiota", "radiota". Otros calificativos semejantes pudieran acuñarse para los medios que faltan.

Percepción crítica dice: actividad, protagonismo, participa­ción. Lo cual se diferencia de la simple actitud consumística. Que se limita a oír, ver, tragarse todo lo que ponen por de­lante, sin analizar, discernir, evaluar, juzgar, distinguir. Y tantos otros verbos que implican ejercicio de la inteligencia y de la libertad; de la responsabilidad personal; de la correspon­sabilidad social. ínter Mirifica, 9 llama a una "recta elección" y da orientaciones oportunas a los "destinatarios" de los medios.

59

Page 31: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Como cristianos no podemos situarnos pasivamente frente a los medios. Desde la perspectiva del Evangelio tenemos que formarnos y expresar una opinión. Producir feed back. Pensar con la propia cabeza y en coordinadas de "buena nueva ".

Hay experiencias que animan. EL CELAM por medio del Departamento de Comunicación Social (DECOS) está llevan­do adelante algunos programas al respecto.

Pero no hay que esperar a que otros hagan. Comencemos con iniciativas de diverso género a "pensar con nuestra cabeza... e vangélic amenté".

DESAFIO DE LOS JÓVENES

El Concilio da algunas recomendaciones a los jóvenes para el buen uso de los medios: moderación, disciplina, percepción inteligente, diálogo con educadores y peritos para la forma­ción de un recto juicio. Y a los padres los amonesta en el sentido de una actitud vigilante (IM, 10).

"Las comunicaciones sociales para una promoción cristiana de la juventud". Tal fue el lema escogido para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en 1985, Año In­ternacional de la Juventud. Juan Pablo II aprovechó esta ocasión para dar una enseñanza de singular valor sobre diver­sos aspectos de la relación juventud-comunicación social tal como se plantea hoy en día. Luego de poner en relieve algu­nos de los rasgos sobresalientes de la situación comunica-cional a nivel mundial, de formular algunos principios y cri­terios fundamentales para una recta orientación en este cam­po y de señalar algunos problemas específicos que confronta la juventud en razón del actual manejo de los medios, el Papa traza algunos lincamientos para la Pastoral:

"— una profunda acción educativa, en la familia, en la es­cuela, en la parroquia, a través de la catcquesis, para instruir

60

y guiar a los jóvenes a un uso equilibrado y disciplinado de los 'mass media', ayudándolos a formarse un juicio crítico, iluminado por la fe, sobre las cosas vistas, oídas y leídas (IM, 10,16;CP, 67-70, 107).

"— una cuidada y específica formación teórica y práctica en los seminarios, en las asociaciones de apostolado seglar, en los nuevos movimientos juveniles, no sólo para conseguir un conocimiento adecuado de los medios de comunicación social, sino también para realizar las indudables potenciali­dades en orden a reforzar el diálogo en la caridad y los víncu­los de comunión (CP, 108, 110, 115-117);

"— la presencia activa y coherente de los cristianos en todos los sectores de la comunicación social, para aportar no sólo la contribución de su preparación cultural y profesional, sino también un testimonio vivo de su fe (CP, 13);

"— el compromiso de la comunidad católica a fin de que, cuan­do se haga necesario, denuncie espectáculos y programas que atenten al bien moral de los jóvenes, reivindicando la exigencia de una información más verdadera sobre la Iglesia y de transmisiones inspiradas más positivamente en los valo­res auténticos de la vida (IM, 14);

"—la presentación del mensaje evangélico en su integridad: preocupándose de no traicionarlo, de no alterarlo, de no reducirlo instrumentalmente a visiones socio-políticas; y en cambio, según el ejemplo de Cristo "perfecto comunicador", adecuándose a los receptores, a la mentalidad de los jóvenes, a su modo de hablar, a su estado y condición (Catechesi tradendae, 35, 39,40)" .

Los jóvenes desafían a los adultos, a la Iglesia y a la sociedad, a pensar y actuar una comunicación social digna de hijos de Dios.

61

Page 32: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

POLÍTICAS NACIONALES

A propósito de IM, 12 que habla de "las autoridades" y de los deberes que a éstas incumben en el campo de la comuni­cación social, hemos de decir una palabra acerca de lo que CMD conceptúa como una de las "políticas necesarias" desde el ángulo de la evangelización:

"Participación de la Iglesia en las políticas nacionales de comunicación social" (Ib. págs. 295-297).

¿Qué se entiende por política nacional de comunicación? El manual nos ofrece una definición : "Es un conjunto inte­grado, explícito y duradero de políticas parciales de comu­nicación armonizadas en un cuerpo coherente de principios y normas dirigidas a guiar la conducta de las instituciones especializadas en el manejo del proceso de comunicación en un país" (Ib. pág. 226).

Esto implica una planificación y una articulación de normas por parte del Estado. Un todo coherente a través del cual se busque adecuar la comunicación social a los grandes obje­tivos y metas de un desarrollo nacional integral, indepen­diente.

Cuando algunos sectores oyen hablar de este tema, lo inter­pretan como indisolublemente ligado a una intromisión oficial o, simplemente, a una estatización o absorción totalitaria de los medios. Pero la cuestión en sí no se plantea en estos térmi­nos; más aún, una genuina política del género exige y propi­cia una convivencia realmente democrática. La cual, a su vez, ha de promover una democratización de la comunicación.

Todo esto se pone hoy sobre el tapete, a propósito de las dis­cusiones en torno a un Nuevo Orden Mundial de la Informa­ción y de la Comunicación (NOMIC). Por cierto que en 1982

62

tuvo lugar en Embú, Brasil, una reunión de estudio acerca de este asunto, convocada por la Asociación Católica Latinoame­ricana para la Radio y la Televisión (UNDA-AL) y cuyas con­clusiones y recomendaciones contienen elementos dignos de consideración.

Sin ninguna intención dirigista o monopólica, que ahogue el derecho a la comunicación —en el más vasto sentido del tér­mino— del cual son portadores las personas y las comunida­des, el Estado tiene que entrar en el ámbito comunicacional para el cumplimiento de deberes que no puede soslayar. No se puede permitir, por ejemplo, que lo que trate de constuir fa familia y edificar la escuela se destruya a través de una pro­gramación de los mass media (pensemos en la TV) orientada por criterios amorales o inmorales.

La libertad importa derechos, pero también deberes. Y ha de ejercerse en un marco de responsabilidad y en una perspec­tiva de auténticos valores.

INTEGRACIÓN EN LA PASTORAL ORGÁNICA

Pastoral orgánica quiere decir: evangelización planificada, de conjunto. A este propósito es necesario recordar lo que dice Puebla en los Nos. 1306 y sigts.

Una tal pastoral ha de integrar la acción de los distintos sec­tores del Pueblo de Dios —bajo la guía del ministerio jerárqui­co— en los varios niveles de la Iglesia, hacia el logro de los diversos objetivos (dimensiones) de la evangelización. Es decir, una acción que articule adecuadamente sectores-nive­les-objetivos.

Ahora bien, es indispensable recordarlo de Puebla 1063: "La evangelización... es comunicación". Y, si esto es así, se com­prende lo que dice CMD: la comunicación social no constitu­ye "algo sectorial de la pastoral, de manera que pudiese ser

63

Page 33: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tratada como ente aparte, como un servicio contradistinguido de otros. La comunicación social entra en todo, tiene que ver con todo. Es, y ha de estar en este sentido, omnipresente, como dimensión constitutiva, en toda la actividad evangeliza-dora (profética, litúrgica, organizativo-caritativa). Es una perspectiva de permanente consideración" (pág. 270). Así debemos leer IM, 13.

¿Qué quiere decir todo esto? Simple y llanamente que la pastoral comunícacional no se reduce a la cuestión del tener o utilizar determinados medios. Hablando en positivo: toda la acción evangelizadora ha de concebirse, actuarse y revisar­se desde una perspectiva comunicacional. Pongamos un ejem­plo concreto: la liturgia. En este campo lo comunicacional no se reduce a si se emplean o no amplificadores y a cómo estos funcionen, o cosas por el estilo. Entran en consideración tam­bién los gestos y su sentido; la expresión simbólica; la rela­ción liturgia-vida de la comunidad; el testimonio que se recoge, celebra y alimenta en el rito. Un canto muy bien eje­cutado y un abrazo de paz muy festivo pueden convertirse —si no se cuida la comunicación evangélica— en realizaciones pobrísimas en significación; en exteriorizaciones sin interiori­dad. Cuerpo sin alma. "Medios " sin comunicación.

Las obras e iniciativas (en mass media propios o ajenos, en medios grupales; en lo relativo a formación, organización, etc.), tienen que estar articuladas. Es lo que se llama pastoral comunicacional orgánica; y ésta, a su vez, ha de articularse con el conjunto de la pastoral. Y, como lo decíamos antes, no a manera de una parcela o sección, sino como perspectiva o dimensiones, de acuerdo a las cuales se dé sentido y colo­ración a la globalidad de la actividad evangeliz adora.

VOCACIONES PARA LA COMUNICACIÓN

El llamado que hace IM, 13 a que nos esforcemos los hijos de la Iglesia en una utilización eficaz apostólica de los medios

64

de comunicación social, constituye un punto de enganche para hablar de algo que consideramos de importancia, como es el tema de las vocaciones para el trabajo comunicacional en y desde la Iglesia.

Comunicación, misión y desafío ha destacado este punto has­ta calificarlo como una de las políticas de la Iglesia en A.L. (págs. 297-300). El Manual recoge lo dicho por Pablo VI en el Mensaje con ocasión de la III Jornada Mundial, 1969: "Es preciso afrontar el problema de la presencia de los cristianos en las profesiones que alimentan la comunicación social. Si hay un sector de la vida moderna donde esta presencia se muestre particularmente necesaria y deseable, es precisamen­te este. Conviene que las familias no se dejen prevenir por el temor que pudiera inspirarles el acceso de uno de los suyos a dichas profesiones. El mal, que con frecuencia levanta más ruido que el bien, no está más ligado a unas profesiones que a otras... Se debe estimular a jóvenes de sólida formación moral y religiosa, animados de un auténtico ideal, a acceder a las actividades de las comunicaciones sociales".

CP 109, exhorta: "Los padres, formadores, sacerdotes y aso­ciaciones católicas, no deben dudar en orientar y dirigir a las profesiones de comunicación social a cuantos jóvenes se sien­tan inclinados a ellas y dotados de las necesarias cualidades. Para que esta preparación dé su fruto y ayude a los mejores candidatos, son necesarias ayudas económicas".

CMD califica esta vocación como de "segundo grado" y, "por lo tanto, integrable en la vocación al ministerio jerárquico, la vida consagrada o la militancia seglar. De modo muy par­ticular toca esta última, pues el laico, metido de lleno en el corazón del mundo por su vida familiar, de trabajo, etc., está llamado a iluminar y transformar las realidades mundanas (dentro de las cuales los medios de comunicación social tienen un influjo de singular importancia) según el espíritu del Evangelio" (pág. 298).

> 65

Page 34: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Todo el pueblo de Dios ha de sensibilizarse con respecto al fenómeno comunicacional, y debe ser formado para saber manejarse en este campo, cualesquiera sean los estados de vida, profesiones, ocupaciones, compromisos apostólicos y otras especificaciones que los cristianos podamos tener. Para lograr esto, sin embargo, es preciso que haya gente que se especialice en la materia. Y asi' pueda manejar medios, formar en comunicación social, presidir iniciativas, coordinar esfuer­zos. Este tema de las vocaciones a la comunicación ha de ocu­par lugar preferencial dentro de la pastoral. Si ésta quiere estar al día. Y ejercerse en dinamismo de "buena noticia".

MEDIOS PROPIOS

El No. 14 del Decreto habla de los medios propios de la Iglesia. CP desarrolla este tema y lo concreta en prensa (136-141), cine (142-147), radio y TV (148-157) y final­mente teatro (158-161).

Sobre este punto CMD trae algunas consideraciones de suma

importancia:

"El uso de los medios propios de la Iglesia ha de tener un carácter paradigmático, no tanto en lo técnico-general, as­pecto que es preciso tomar en serio, so pena de comprome­ter la eficacia de la presencia misma comunicacional, sino particularmente en el estilo y la metodología que dichos medios deben asumir en su concreto ejercicio". El Manual subraya algunos elementos:

"— Si se insiste en bidireccionalidad, diálogo, encuentro, de todo esto deben dar ejemplo los medios de la Iglesia, de tal manera que antes que centros emisores parezcan más bien como un correo de familia abierto a la comunidad en general.

"— Si se habla de participación, dichos medios deben integrar la cooperación de los más diversos sectores y personas, así

66

como recoger la cooperación de los distintos sectores y ni­veles de Iglesia".

"— Si se habla de predilección por los más pobres, han de ser­vir de voz para los que no tienen voz; y procurar que éstos puedan y lleguen a tener voz propia".

"—Si se habla de comunicación para una nueva sociedad, deben orientar su organización, su funcionamiento, sus mensajes, es decir, todo el proceso comunicacional en esa dirección; han de ser no sólo palabra, sino testimonio de lo que se dice y se quiere alcanzar".

"—Sise habla de opinión pública intra-eclesial, dichos medios, guardando la fidelidad a la doctrina irrenunciable y por enci­ma de todo la caridad, deben propiciar un clima de inter­cambio en libertad evangélica".

"—Sise habla de servicio eclesial al mundo, los medios propios deben estar abiertos a las preocupaciones del entorno social y apoyar las causas de la solidaridad humana, la justicia, la paz, en colaboración con los otros medios y con todos los hombres de buena voluntad".

"—También respecto de ellos se debe fomentar una actitud crítica de los usuarios, que permite una permanente revisión en todo aquello que se estime necesario o conveniente".

"—Finalmente, dichos medios entre sí deben ser ejemplo de cooperación, actuando como abanderados de una pastoral de conjunto. ¡Cuánto no se podría lograr de tenerse una activi­dad más articulada en este campo!" (págs. 291s).

Es necesario tener medios propios. Pero, no en cualquier forma y de cualquier modo. Deben ser ejemplo de comunica­ción, y de la buena. Desde una perspectiva de comunión, evangeliz adora.

67

Page 35: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Si nuestra comunicación social es pobre, debemos examinar antes que nada la calidad de nuestra comunión (que incluye corresponsabilidad) eclesial.

FORMACIÓN DE AGENTES PASTORALES

Para estar presentes de modo efectivo en el campo de la co­municación social es preciso formarse. De esto se ocupa el No. 15 de ínter Mirifica. Esta formación tiene dos vertientes: técnica y evangelizadora. En algunos casos se pondrá más acento en lo uno o en lo otro, según las distintas audiencias. El Decreto llama también la atención sobre la necesidad de institutos o centros especializados para atender a esta fina­lidad formativa.

Puebla subraya este punto: "La tarea de formación en el campo de la comunicación social es una acción prioritaria. Por tanto, urge formar en este campo a todos los agentes de la evangelización" (1085). La Communio et Progressio al invitar a Obispos, sacerdotes, religiosos y seglares a participar activamente en los medios de comunicación social, expresa: "Pero la naturaleza misma de los instrumentos de comunica­ción exige de cuantos los utilizan, escribiendo, hablando o actuando, que estén perfectamente'capacitados. Por eso, los organismos nacionales y las instituciones creadas para este fin han de cuidar que cuantos usen estos medios estén prepara­dos a fondo y oportunamente" (106).

Refiriéndose a los agentes de pastoral la misma Instrucción afirma: "Es necesario que estén al corriente e informados de los progresos recientes. Esto impone un contacto directo y cierta familiaridad" con los referidos medios (CP, 110); luego dice que los futuros sacerdotes, religiosos y religiosas han de estudiar la influencia de aquellos sobre la sociedad y aprender su uso. "Esta preparación es parte de su formación integral va que es una condición imprescindible para ejercer un aposto­lado eficaz en una comunidad humana cada día más afectada por estos medios" (Ib 111). A la investigación científica en

68

materia comunicacional en las universidades y demás centros católicos de enseñanza dirige igualmente su atención el docu­mento (Ib. 113).

La formación de los agentes pastorales ha de cubrir varios frentes: aspectos técnicos (en lo cual se exige un constante "aggiornamento"); conocimiento de la situación comunica­cional en el ámbito concreto (sector, diócesis, nación); el marco doctrinal indispensable, que posibilite una presencia evangelizadora coherente; orientación pastoral que permita una articulación del trabajo en un conjunto orgánico. En fin, todo aquello que se requiera para realizar una labor eficaz, sólida y en la lógica de la "buena nueva".

En los movimientos de apostolado seglar se debe insistir mucho en esta formación, dado el papel peculiar que al laica-do le corresponde en comunicación social. Preocupación prioritaria de este sector de la Iglesia ha de ser lo comuni­cacional. ¿Qué sucede actualmente? ¿En esta era de la infor­mación por dónde va el compromiso laical?

El Concilio nos invitó a todos a formarnos. Es llamado y obli­gación.

FORMACIÓN DE LOS COMUNICADORES

El Decreto en el No. 15 introduce una cuestión, que asumen CP y Puebla y cristaliza en política comunicacional en Comunicación, misión y desafio: se trata de la formación de los comunicadores sociales. "Los informadores católicos —dice CP, 104— tienen derecho a recibir de la Iglesia la ayuda espiritual proporcionada a la importancia y dificultad de su misión" (104). Por otra parte la misma Instrucción establece: "Consciente de la dignidad de esta profesión y de sus dificultades, la Iglesia desea tratar y dialogar con los informadores —sea cual sea su creencia reli­giosa—, 'sobre cuanto ella pueda aportar en la común tarea de

69

Page 36: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

resolver las cuestiones propias de su profesión y de ayudar lo más posible a los hombres" (105).

Para Puebla "Especial atención merecen los profesionales de la comunicación y la formación más adecuada de los que cubren la información religiosa" (1085)

CMD dice que esta formación podría ejercerse en varias direc­ciones complementarias; y pone a manera de ejemplo las si­guientes:

"— Una formación doctrinal más sistemática, particularmente en los aspectos ético-religiosos de la comunicación, para aquellos comunicadores que de modo más explícito compar­ten la misma fe. Esta formación puede tenerse en cursos regulares, encuentros, convivencias.

"— Reuniones con comunicadores en general para intercam­biar con ellos sobre la problemática comunicacional y facilitar­les un conocimiento adecuado de la enseñanza social de la Iglesia en materia de comunicación en general y de medios en particular.

"— Aprovechar la Jornada Mundial de las Comunicaciones So­ciales para un encuentro con gente de los medios que permita en alguna manera el logro de los objetivos anteriormente se­ñalados.

"—Promover la organización de los comunicadores a fin de faci­litar su formación y su acción transformadora en cuanto tales; en este sentido se deben aprovechar las asociaciones ya existentes, las cuales trabajando en estrecha colaboración con la Jerarquía pueden constituir un importante factor de servicio y de renovación ".

Esta formación de los comunicadores —católicos y no cató­licos— es una tarea que ha de integrar el trabajo de los orga­nismos jerárquicos, de las Instituciones universitarias, de las

70

asociaciones apostólicas, de los centros especializados, de los medios, y de todos aquellos servicios y posibilidades con que cuenta la Iglesia en materia de comunicación social. El feliz resultado favorecerá la causa del evangelio, la edificación de una nueva sociedad.

APOYO ECONÓMICO

El Decreto conciliar en su No. 17 exhorta a los hijos de la Iglesia a tomar en serio la obligación de sostener y auxiliar los medios de comunicación y, en general, las iniciativas de la Iglesia en el ámbito comunicacional. Puebla insiste en este punto (ver 1093).

Alguien ha dicho que uno abre el bolsillo para algo, cuando realmente lo ama.

¿Qué atención se presta, desde el punto de vista financiero, a la actividad comunicacional de la Iglesia? El índice de res­puesta positiva a esta pregunta será reflejo, sin duda alguna, de la conciencia que se tenga acerca del fenómeno de la comunicación social tal como se manifiesta en nuestros días y, más en general, sobre la importancia de la comunicación en su sentido más amplio.

¿Que sucede con los medios de comunicación de la Iglesia? ¿Qué pasa con otras iniciativas en este mismo campo? No pocas veces el "aporte" que se recibe es el de la sola críticia negativa (que si son de baja calidad, que si están mal llevados, que si circulan poco...). Es obvio que urge mejorar la calidad de lo que se tiene y se hace; manejar las cosas con criterios de gerencia más actuales; no abusar de la "providencia divina" dejando las cosas a la improvisación o al azar. Pero también es cierto que a menudo se dejan solas a las personas que se esfuerzan por hacer algo, y se abandonan las obras —pequeñas o grandes— que la Iglesia mantiene (diarios, semanarios, emi­soras, centros productores; programas en medios no propios;

71

Page 37: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

institutos de fomiación; asociaciones; organizaciones de diverso tipo) (Léase Puebla 1077).

En la "sociedad de la información" en que vivimos queda sin justificación alguna el que a la hora de planificar y hacer presupuestos en pastoral, se deje en segundo o tercer plano —para no hablar de escandalosas marginaciones— lo referente a comunicación social.

El apoyo económico es fundamental. Expresará y, al mismo tiempo, impulsará el apoyo moral. Colaboraciones del más diverso género favorecerán vocaciones pra trabajar en este campo.

Es preciso interrogarse: ¿por qué ciertas obras e iniciati­vas de la Iglesia en comunicación social están como están? No toca responder al "otro". Debo responder yo, antes que cualquier otro. Sin buscar chivos expiatorios.

Y no olvidemos: es mejor encender un cerillo que declamar contra la obscuridad.

JORNADA MUNDIAL

La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales fue insti­tuida por el Concilio en IM 18. A esta celebración se refiere el No. 167 de Communio et Progressio.

¿Qué objetivos se establecen para la Jornada? De acuerdo a los textos señalados y a la experiencia que se ha venido acumulando, pueden subrayarse los siguientes:

1. Iluminar a los fieles con miras a una toma de conciencia de sus obligaciones en el ámbito de la comunicación social.

2. "Orarpor esta causa".

72

3. Contribuir económicamente para la promoción sosteni­miento y fomento de las instituciones e iniciativas de la Iglesia en este campo.

4. Rendir homenaje a los comunicadores que merecen un reconocimiento especial.

La Jornada ofrece, pues, una ocasión invalorable para movili­zar al Pueblo de Dios hacia un conocimiento y operatividaa mayores en materia comunicacional. Es un día de fiesta, oportuno para desplegar múltiples iniciativas, que muestren lo que se hace y pongan de relieve lo que es preciso hacer.

Cada año desde Roma nos viene un Mensaje para dar conte­nido concreto y ayudar a la celebración. A este proposito dice CMD pág 274:

"Los Mensajes Pontificios con ocasión de estas Jornadas —*& primera se tuvo en 1967— constituyen piezas educativas de primera importancia para católicos y no católicos y han de ser documentos de uso prioritario para la formación de agen­tes de pastoral y de los fieles en general en materia comuni­cacional". Por cierto que el P. Benito SPOLETINI en Los medios de comunicación social, ediciones Paulinas, Bogotá, 1978, además de otros documentos, reproduce estos Mensajes correspondientes al lapso 1967-1978. En L'Osservatore Ro­mano en español aparecen regularmente publicados con diversos comentarios. El DECOS-CELAM ha publicado una recopilación actualizada (1967-1988) con un muy completo índice analítico, bajo el t í tulo El Papá habla a los comuni­cadores. , \

Un adecuado aprovechamiento de las Jornadas ha de ser elemento de primer orden dentro de una pastoral orgánica.

La Jornada es un día de oración; de encuentro;de premiacio­nes; de reflexión y compromiso. Día que va más allá de 24 horas.

73

Page 38: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

DIÓCESIS Y COMUNICACIÓN

IM, 20 se refiere a la tarea de los obispos en sus respectivas diócesis, en materia de comunicación social.

CP, 168 nos dice lo siguiente: "Corresponde a los obispos el apostolado en el campo de la comunicación, con la ayuda de sacerdotes y laicos. Donde sea posible ha de constituirse una Oficina diocesana, o al menos interdiocesana, entre cuyas principales tareas estará la coordinación pastoral de ese apos­tolado en la diócesis y en las parroquias; otra misión suya será preparar en la diócesis la ya citada Jornada de las Comunica­ciones Sociales".

La pastoral comunicacional debe diseñarse, actuarse y revisar­se en orgánica coordinación en el marco de una pastoral de conjunto. Y esto a nivel diocesano y a los distintos niveles eclesiales al interior de la diócesis (zonal, parroquial, diaco­nal, básico). Para llevar a cabo esta tarea de coordinación es fundamental la existencia de secretariados o servicios a todos estos niveles. A tal propósito vale la pena recordar lo que escribiéramos en Familia Cristiana (Caracas, julio 1985):

"Uno de los servicios prioritarios de una parroquia es el de comunicación social... Pero ¿qué se puede hacer en un ámbito tan restringido? preguntará alguno. La respuesta es simple: mucho ". El articulo pasa a explicar las tareas posibles de un tal servicio: interesarse por los mass media, programas impresos o radio-teledifundidos e iniciativas semejantes de la diócesis. "Trabajando por su difusión o sintonía; haciéndoles llegar informaciones y opiniones; tomándolas como material para estudio y reflexión en grupos. Cada servicio debería con­vertirse en una corresponsalía efectiva y en un centro de difusión y propaganda". Debe hacerse presente igualmente en los medios que no son de la Iglesia; asi' como mantener murales, boletines locales; promover círculos de percepción crítica y foros de diverso tipo, etc. Es decir: secundar y enri­quecer lo diocesano, que estará siempre abierto activamente a lo supradiocesano y nacional.

74

He querido citar esto para mostrar cuan amplias son las posi­bilidades que se ofrecen a una pastoral comunicacional, si se toma conciencia de su importancia en el conjunto de la acti­vidad evangelizadora. En este campo la acción del laicado es de capital importancia: más aún, es tarea ineludible y priori­taria: dentro de la evangelización de la cultura lo comunica­cional ocupa un primer plano.

Con un servicio de coordinación, a través de medios propios, estando presente en medios ajenos, propiciando la formación y la acción en los distintos niveles eclesiales, integrando lo comunicacional en el conjunto evangeliz ador, la diócesis puede y debe realizar una eficiente labor, cualesquiera sean sus recursos iniciales. Lo decisivo es saber a dónde se debe ir.

COORDINACIÓN NACIONAL

El Vaticano II (IM, 21) "Establece y manda que en todas partes se constituyan y se apoyen por todos los medios orga­nismos nacionales para los problemas de la prensa, del cine, de la radio y de la televisión... En cada nación, la dirección de estos organismos ha de confiarse a una comisión del episco­pado o a un obispo delegado ".

Puebla 1076 señala lo siguiente: "Hay insuficiente apro­vechamiento de las ocasiones de comunicación que se dan a la Iglesia en los medios ajenos y utilización incompleta de sus propios medios o de los influenciados por ella; además los medios propios no están integrados entre sí ni en la pastoral de conjunto ".

Un factor que tiene que ser fuertemente acentuado, si se quiere que la Iglesia tenga efectiva incidencia, presencia eficaz en el campo de la comunicación social, es la coordinación de los esfuerzos e iniciativas a nivel nacional. A veces la pastoral en este ámbito ofrece espectáculos decepcionantes: disper­sión, paralelismos, oposiciones que neutralizan esfuerzos, reducen el influjo, paralizan un indispensable desarrollo.

75

Page 39: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

• • • !

La Comisión Episcopal de Comunicación Social,'/ con su correspondiente Departamento o Secretaría Ejeeurtiva, está llamada a jugar en esta materia un papel de c api tal importan -cía. No tanto por las obras propias que pueden tener o emprender, cuanto por la coordinación que ejerza de las acti­vidades diocesanas, así como de la acción de las asociaciones católicas nacionales.

En cuanto a estas asociaciones católicas, se puede seguir el esquema a nivel latinoamericano (organización según los diversos medios: prensa, radio, TV), o constituir asociaciones integradas, cosa muy comprensible en un mundo que articula cada vez más los medios. Lo que importa en definitiva es tejer solidaridades, sumar posibilidades, unir recursos. El resultado no se hace esperar: mayor eficacia y mejor testimonio.

El Consejo Episcopal Latinoamericano a través de su Departa­mento de Comunicación Social (DECOS-CELAM) tiene como tarea prioritaria favorecer esta pastoral de conjunto, propi­ciando el fortalecimiento de las comisiones nacionales, y ayudando a las asociaciones latinoamericanas a tener interlo­cutores válidos en cada país.

No en balde ha dicho el Señor: "Los hijos de este mundo son más astutos para sus cosas que los hijos de la luz " (Le 16, 8). La causa del Evangelio —mensaje de comunión— reclama unidad, coordinación. Sumar para multiplicar.

ORGANISMOS CONTINENTALES

Si en algún campo se hace necesaria la cooperación interna­cional es en el de la comunicación social. IM, 22 da la razón: "El alcance de estos medios traspasa los límites de las na­ciones y convierte a cada hombre, por así decirlo, en ciuda­dano del mundo ".

A continuación informamos acerca de los organismos de la Iglesia y las asociaciones católicas de comunicación social a nivel latinoamericano. (Véase CMD, págs. 103-110):

76

1. DECOS-CELAM (Departamento de Comunicación Social del Consejo Episcopal Latinoamericano).

Se define como órgano especializado del CELAM, para prestar servicios pastorales y asesoramiento técnico a las Conferehcias Episcopales de América Latina. Trabaja en estrecha vinculación con la Comisión Pontificia y en activa Coordinación con las asociaciones católicas latinoa­mericanas de comunicación social. Su Secretaría Ejecu­tiva funciona en la sede del CELAM en Bogotá.

2. SERTAL (Servicio Radiotelevisivo de la Iglesia en Améri­ca Latina).

Bajo la responsabilidad del CELAM, tiene entre otros objetivos: producir programas radiofónicos y televisivos; fomentar esta producción y facilitar el intercambio y difusión de programas; ayudar a la coordinación de esfuerzos e iniciativas en este campo; facilitar la forma­ción. Tiene su Secretaría Ejecutiva en Bogotá.

3. OCIC-AL (Organización Católica Internacional del Cine y del Audiovisual- América Latina).

i Es la agrupación de las Organizaciones Nacionales Cató­licas de Cine y Audiovisuales existentes en América Lati­na y miembros de la OCIC.

4. UCLAP (Unión Católica Latinoamericana de Prensa).

Miembro de la Unión Católica Internacional de Prensa (UCIP); tiene entre sus fines, alentar la presencia y apoyar la acción de los católicos en los sectores de la prensa y la información en todos sus aspectos.

5. UNDA-AL (Asociación Católica Latinoamericana para la

Radio, Televisión y Medios Afines).

>

77

Page 40: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Es la agrupación de las Asociaciones Nacionales y de las Instituciones Internacionales existentes en América Latina, miembros de UNDA-MUNDIAL.

NUEVO CÓDIGO Y COMUNICACIÓN

Creemos conveniente, ya para concluir estos comentarios, dar una breve síntesis de lo que el Código de Derecho Canónico promulgado en 1983 por Juan Pablo II trae específicamente sobre comunicación social. El Código recoge las enseñanzas y orientaciones del Concilio y de los documentos postconcilia­res. Obviamente desde la perspectiva de una normativa ju­rídica.

La materia está contenida en el Ti'tulo IV del Libro III (ce. 822-832). Comienza por exhortar a los pastores de la Iglesia a una utilización de los medios de comunicación social, como uso de un derecho propio de la Iglesia y deber pastoral; les pide igualmente instruir a los fieles acerca de lo que a éstos corresponde en dicho campo, secundando la actividad pastoral (c. 821).

El canon 823 se refiere a la necesaria vigilancia que los pas­tores de la Iglesia deben ejercer, a fin de que "ni los escritos ni la utilización de los medios de comunicación social dañen la fe y las costumbres de los fieles cristianos". Asimismo recuerda el deber y el derecho de los pastores "de exigir que los fieles sometan a su juicio los escritos que vayan a publi­car y tengan relación con la fe o costumbres; y también re­probar los escritos nocivos para la rectitud de la fe o para las buenas costumbres". A continuación precisa los niveles de autoridad en estos casos (véase también el c.824).

Los cánones inmediatamente siguientes versan sobre re­quisitos para ciertos tipos de publicaciones: Sagrada Escritura (825); liturgia (826); formación catequética (827); coleccio­nes de decretos etc. de la autoridad eclesiástica (828).

78

Los cánones 829 y siguientes (véase también c.832) se refieren al alcance de la aprobación o licencia para editar, a la función de los "censores" eclesiásticos, que ayudan a los obispos en la labor de discernimiento y decisiones en este campo.

El canon 831 dice: "Sin causa justa y razonable, no escriban nada los fieles en periódicos, folletos o revistas que de modo manifiesto suelen atacar a la religión católica o a las buenas costumbres; los clérigos y los miembros de institutos religiosos sólo pueden hacerlo con licencia del Ordinario del lugar", continúa afirmando la competencia de la Conferencia Epis­copal para dar normas acerca de la participación de eclesiás­ticos (clérigos, religiosos) en emisiones de radio y TV que traten de cuestiones doctrinales o morales.

COMUNICACIÓN Y NUEVA SOCIEDAD

El Decreto concluye con una invitación. ¿Destinatarios? También todos los hombres de buena voluntad, especialmen­te, aquellos que gobiernan los medios ¿Objetivo? "A que se esfuercen por utilizarlos en bien de la sociedad humana, cuya suerte depende cada día más de su recto uso " (24).

CMD hace un desarrollo del tema "Comunicación y nueva sociedad" (págs. 230-237), cuyas líneas fundamentales vale la pena retomar aquí:

1. La comunicación no es algo periférico o accidental res­pecto del hombre, que puede ser definido como ser-para­la comunicación.

2. La comunicación, como elemento estructural o dimen­sión fundamental de la persona y de la comunidad huma­na, es causa y efecto, al mismo tiempo, de lo que la per­sona y la sociedad son y hacen.

3. Por tanto: si queremos una mejor comunicación, hemos de querer una mejor sociedad y viceversa. Son cambios que no se pueden pensar aisladamente.

79

Page 41: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

4. En América Latina la "nueva sociedad" se plantea en tér­minos de "síntesis original", en el sentido propuesto por Juan Pablo II al inaugurar en Santo Domingo la Novena de Años preparatoria del V Centenario del inicio de la Evangelización del Continente. Una síntesis que integre: herencia de fe católica, lo que de positivo entraña la civi­lización urbano-industrial, superación de desequilibrios hacia una genuina fraternidad cristiana.

5. La "nueva sociedad" ha de conjugar esta tríada: comu­nicación de bienes (sociedad que responda al valor justi­cia), democracia (convivencia en auténtica libertad, pluralista), calidad de vida (desarrollo del "ser más" en apertura trascendente; ámbito de la gratuidad).

Esta "nueva sociedad" tiene su sinónimo en "civilización del amor". "El esfuerzo humano —dice CMD— ha de apuntar al logro de una comunicación humana personalizada y persona­lizante, que establecida sobre la verdad y guiada por el servi­cio y la solidaridad, abra el amor a la comunicación interhu­mana y humano-divina" (pág. 236s).

La problemática de la comunicación social no se reduce — lo repetimos una vez más— a la cuestión de los medios, ni puede aislarse en sí misma. Tiene que ver con el hombre y la comu­nidad en su más honda entraña y está íntimamente ligada al futuro de la sociedad. Desde el punto de vista cristiano la evangelización se interpreta legítimamente en términos de "comunicación" (Puebla 1063), hacia una comunión que es designio salvífico de Dios sobre la historia.

80

LA UTOPIA DE LA

COMUNICACIÓN SOCIAL

CRISTIANA

VISION TEOLÓGICO-PASTORAL

Mons. Juan Luis Ysern De Arce

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 42: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA UTOPIA DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

CRISTIANA -VISION TEOLÓGICO- PASTORAL-

MONS. JUAN LUIS YSERN DE ARCE Obispo de Ancud - Chile

El documento conciliar " ínter Mirífica" hace constar que la Iglesia considera como parte de su misión el valerse de los medios de comunicación social para su labor evangelizadora y para señalar el recto uso de estos medios en la convivencia humana (cf I.M.3).

El documento expresa que los Pastores deben prestar su ser­vicio para que el camino de salvación y perfección de los fieles y de toda la "familia humana" sea seguido también con el auxilio de los medios de comunicación social. ( I .c)

"Por lo demás corresponde principalmente a los laicos vivi­ficar con espíritu humano y cristiano esta clase de medios, con el fin de que respondan plenamente a la gran esperanza del género humano y a los designios divinos" (I.M. 3).

La "gran esperanza del género h u m a n o " y "los designios de Dios" son los focos permanentes sobre los que se ha de tener puesta la mirada en toda la labor de comunicación social de la Iglesia.

Estos dos focos no son realidades que caminan en paralelo. Son realidades que salen al encuentro mutuo para producir la comunión. Hacia allá ha de caminar toda la labor de comu­nicación de la Iglesia.

83

Page 43: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Veamos: I, Los designios de Dios. II, la gran esperanza del género humano. III, Los medios de comunicación social.

I. LOS DESIGNIOS DE DIOS

Es muy poco lo que nosotros alcanzamos a conocer de Dios, y solamente por analogía. Pero el hecho es que Dios se nos ha manifestado —eso es comunicación—y algo podemos conocer."

Vamos a ver el designio de Dios manifestado en la creación y que nos invita a ser cocreadores con el Padre. Veremos después el designio de Dios manifestado en la redención y que nos invita a ser corredentores con el Hijo. Finalmente veremos el designio de Dios manifestado en Pentecostés, que nos invita a ser cotransformadores de la realidad entera con el Espíritu Santo. Todos son designios de comunicación y cono­ciéndolos podemos entender el sentido de las esperanzas del género humano.

LA CREACIÓN

La creación en su sentido profundo es signo de comunica­ción. La "palabra" creadora es comunicadora de existencia. Pero, ciertamente, la comunicación tiene pleno sentido cuando se hace a "alguien". Podemos decir que es entonces cuando se produce la comunicación, siempre que este "al­guien" perciba y acoja lo que se le comunica, claro está.

Dentro de la Creación, en su realidad terrestre, ese "alguien" es el hombre. El hombre ha sido creado a imagen de Dios. Es el hombre el único que puede entender y dar acogida, libre­mente, a la creación misma, como comunicación.

La Creación se nos presenta en la Biblia como regalo para el hombre. El hombre es la "única creatura a la que Dios ha amado por sí misma" (G.S. 24).

Ahora bien, decir que el hombre ha sido creado a imagen de Dios, para los efectos que nos interesa reflexionar en este

84

momento, es plantear dos realidades muy radicales de comu­nicación. Por una parte, por el mismo hecho de ser "creatura" es, como cada ser creado, en su ser profundo, signo de comu­nicación, portador, por tanto, de un mensaje del Comunica-dor; y, por otra parte, al decir que el hombre es "imagen" de Dios estamos expresando que el hombre lleva, también en su ser profundo, una connotación nueva de referencia relacional con aquel de quien es imagen; ya no se trata solamente como portador pasivo del mensaje, como cada creatura, sino que, además, puede emitir mensajes y acogerlos. Y, en esta actitud de emitir y acoger mensajes ha de reflejar a Dios, libremente, como comunicador activo. Las premisas comunicacionales no pueden ser ya más profundas.

No es el momento de plantear todo lo que lleva consigo el "ser imagen de Dios" pero sí podemos recordar que esto su­pone ser racional, esto es, tener interioridad: entendimiento que piensa sobre la base de la verdad y voluntad que decide libremente sobre la base del bien. Todo este mundo de la interioridad hace que cada uno pueda ser sujeto libre, prota­gonista responsable de sus actos.

Pero este mundo de la interioridad siempre permanece oculto, por sí mismo, a los demás. Por mucho que uno se esfuerce, nunca podrá hacer que los demás vean sus pensamientos y decisiones. La interioridad queda invisible a los demás.

Este hecho de no poder ver la interioridad de los demás y no poder mostrar directamente la propia, es cierto que da l a posibilidad de engañarnos entre nosotros, pero da, principal­mente, la posibilidad de encontrarnos en un intercambio obsequioso. La comunicación de interioridad, esto es, de lo que pensamos y queremos, solamente se puede hacer a través de signos. Ahora bien, el que percibe esos signos, solamente ve los signos (hechos y palabras), no la interioridad que queda expresada como mensaje mediante el signo, el objeto. Quien sólo se queda con el objeto, el regalo, sin entender el mensaje

85

Page 44: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

del que es portador, no capta lo más importante. Aquí es donde se hace un salto para abandonarse en el otro. Creer que lo que ha dicho el otro es lo que corresponde a su interio­ridad, es un acto de confianza en él.

Podemos decir que a la gracia del que da, se añadió la gracia del que respondió, la gracia de la acogida, produciéndose así la "acción de gracias". La gratuidad y la gratitud producen la comunión en el obsequio mutuo.

Si volvemos ahora a la Creación como "signo de comunica­ción" y, en ella, al hombre como "Imagen de Dios", es eviden­te que el primer y más profundo acto que tiene que hacer el hombre es el de acoger la comunicación que se le hace y con­vertirse en gratitud, en gracia, en regalo.

La imagen que refleja al Dios que es gratuidad no puede ser otra cosa que gratitud, y la vida no puede ser más que un himno de acción de gracias.

Quien, libremente, por decisión personal, vive la comunión con Dios, se une entrañablemente a El y, por tanto, a la acción misma comunicativa de Dios. Así refleja y hace visible a Dios. En su vivir y actuar se hace regalo y gracia para los demás, se hace entrega para todos, quienes, al responder acogiendo a quien así actúa, viven la comunión entre ellos y, al vivirla entre ellos, acogen al Dios que en ellos se manifiesta. Este es el Paraíso terrenal que aparece en los comienzos del hombre que nos hace ver por dónde van los designios de Dios.

Pero hay algo que advertir. La armonía del hombre con la naturaleza, de los hombres entre sí, al ser expresión de la comunión con Dios, es una comunión muy dinámica. El Creador es siempre el "Totalmente-Otro" frente a la creatura. Entrar en comunión con el Creador es una invitación perma­nente a crecer. Es el que es y será siempre "Totalmente-Otro" el que hace posible entrar en comunión con El y llegar cada

86

día más a sus entrañas.

El cultivo del Paraíso, esto es la cultura, tanto por los valores vividos por el hombre como por las estructuras hechas por él como cocreador, no podría ser más que acción de gracias en dinamismo creciente.

Sabemos muy bien que la historia del hombre no ha sido el Paraíso, pero es necesario tener claro el sentido de la creación, si queremos conocer los designios de Dios y las esperanzas profundas de los hombres. Vayamos dando pasos, mante­niendo la clave de comunicación y comunión para analizarlos.

El hombre tiene interioridad, ya lo hemos dicho, y puede, por lo tanto, dar sentido a las cosas. Esto es la cultura. Lo que pone el hombre a la naturaleza, eso es la cultura. El sen­tido que da el hombre libremente a las cosas y a la vida es cultura. En la cultura del Paraíso, el hombre tendría que haber puesto acogida del don de Dios y donación de sí mismo. Pero lamentablemente, el hombre optó por mirarse a sí mismo con mirada egoísta. No quiso reflejar a Dios, quiso ser él como Dios. Se constituyó en absoluto. Rompió la comuni­cación con quien le llamaba a realizarse trascendiéndose a sí mismo. Rota la comunicación con Dios, el hombre quedó fuera del Paraíso. Las cosas ya no eran vistas como signo de comunicación, la armonía con la naturaleza había terminado. Ahora se presentaba como algo a lo que había que dar sen­tido con sudor y lágrimas. Los demás, en la nueva situación, tampoco eran vistos como seres que podían regalar y acogei, sino como otros que podían arrebatar lo que uno quisiera para sí mismo.

El Paraíso quedó convertido en Valle de Lágrimas, marcado con el dolor y la muerte, expresando el fracaso del plan del hombre, al cerrarse sobre sí mismo.

No obstante, a pesar de todo, el hombre no dejaba de ser creatura, ni dejaba de ser imagen de Dios, llamado a realizarse

87

Page 45: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

en la comunión con los demás. El hombre no podía dejar de ser social. Así pues, el hombre, fuera del Paraíso, comienza su historia dentro de esa realidad, mezcla por una parte, del egoísmo que lleva en su corazón y que le aleja de los otros, y por otra, del ser social que no puede borrar de sus entrañas y que le impulsa al encuentro con los demás.

El hombre según las diversas situaciones, va creando culturas. Las estructuras que va estableciendo van expresando la mezcla de valores y anti-valores que lleva en su corazón. Y, en la medida que ese hombre ha olvidado la referencia al Dios de la vida, ya no ve en los valores que vive el reflejo del Dios de quien continúa siendo imagen aunque no lo sepa.

Esta situación caótica, producida por el hombre al romper la comunicación con Dios, podría parecer el fracaso de los de­signios de Dios y la eliminación, por tanto, de la base para las esperanzas de los hombres quienes ya no podrían realizarse. Pero es aquí donde los designios de Dios se expresan en forma inmensamente más maravillosa que en la creación.

Dios es amor y su designio es comunión, y aunque el hombre ha preferido el bloqueo, encerrándose en su egoísmo, llegan­do así al profundo fracaso del sin-sentido del dolor y de la muerte, Dios no se deja vencer.

LIBERACIÓN. EL SIERVO DE YAHVEH.

Es ahora el Siervo de Yahvéh quien hace visible el designio de Dios. El Siervo tomó sobre sí el pecado de cada hombre y soportó sobre sí, libremente, las consecuencias del pecado, pasando a través del dolor y la muerte. Así lo que era expre­sión de fracaso y de incomunicación, eso mismo se convierte en signo de donación y entrega sin límite. El sin-sentido de la muerte, y de la muerte producida por odio, muerte de cruz, ahora se ha convertido en el signo más profundo de comu­nicación.

88

La dinámica del Siervo de Yahvéh ha sido convertir en signo de comunicación los signos de la incomunicación y fracaso.

El Siervo de Yahvéh es el Hijo que, permaneciendo en las entrañas del Padre, se ha hecho vicario del hombre y así, al mismo tiempo que enviado y mensajero del Padre, ha sido el hombre que responde fielmente al Padre, en todo momen­to. Respondiendo al Padre, nos hizo visible el mensaje del Padre.

La respuesta del hombre ya se ha hecho acción de gracias. Esta acción de gracias es la oblación total de sí mismo. Es dona­ción y entrega plena por todos. Es invitación clamorosa a la comunión. En verdad, "donde abundó el pecado, sobre-abun­dó la gracia".

Pero las maravillas no terminaron en la dinámica del Siervo de Yahvéh. Al Siervo de Yahvéh sigue la dinámica de Pentecos­tés. Ciertamente existe una unión muy profunda entre el Siervo de Yahvéh y Pentecostés.

PENTECOSTÉS

El siervo ha resucitado. Se ha hecho comunicador del Espíri­tu Santo. La comunicación llega ahora al extremo.

Si el egoísmo, el pecado, hizo que los hombres no se enten­dieran al hablar cada uno su idioma, produciéndose la con­fusión de Babel y la dispersión, ahora el Espíritu Santo hace que las maravillas de Dios y sus designios se proclamen en todos los idiomas y se produzca la comunión.

Quien recibe el Espíritu Santo se hace una cosa con Cristo. Todos vienen a ser miembros de un solo cuerpo y miembros los unos de los otros. La comunión con Dios y con los hombres ya se ha hecho realidad para el hombre. Ya la puede comenzar a vivir, aunque en esta etapa no alcance a vivirla en plenitud.

89

Page 46: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Es ahora la etapa de Pentecostés en el mundo. Es la etapa de la Iglesia peregrina. La etapa de la comunicación del Espíritu. La Iglesia es Eucaristía, Acción de Gracias, Sacramento que celebra los Sacramentos de la fe. Cada expresión está signifi­cando comunicación. Comunión y participación.

La Iglesia es comunión que anuncia y produce la comunión. Evangeliza y no puede otra cosa que proclamar a todo el mundo "lo que hemos visto y oído os lo damos a conocer Para que estéis en comunión con nosotros. Y nosotros esta­mos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucris to" ( U n . 1,3).

Todo en la Iglesia y en cada uno de sus miembros ha de ser evangelizados Cada cristiano, por el don del Espíritu Santo, puede vivir ahora su propia realidad en la actitud del Siervo de Yahvéh y transformarla realidad entera "renovando la faz ü e la tierra". Ya puede vivir la comunión con Dios y con los hombres, invitando a todos a participar de esa comunión para que se realicen en plenitud y "la alegría sea completa" ( U n . 1,4).

II. LA ESPERANZA DEL GENERO HUMANO

asta ahora hemos visto, aunque muy rápidamente, los "de-ignios de Dios" desde la perspectiva de la comunicación. En ° rma insinuada, también hemos dicho algo sobre las "espe­

jas de los hombres"; pero es necesario comentar un poco más este punto .

1 bombre es creatura imagen de Dios, su realización no puede estar más que en la actuación libre según su realidad de

ea ura, es no sólo la aceptación de su realidad, sino ponerse e n e único camino por el que se puede realizar. Al aceptar ser imagen de Dios se hace libremente cocreador con el Padre. Ya

JJimos. El hombre, acogiendo la acción creadora, encuen-r a el camino para su realización. Es el camino de la comuni­

cación: acogida y entrega.

90

En la medida en que el hombre no se acepte como creatura y se quiera construir por sus propios caminos (egoísmo y pecado), en esta misma medida se sale de su realidad autén­tica, y sigue caminos que le enajenan, le alienan, es decir, en esa misma medida se destruye

En este campo de contradicción se debate el hombre, lleno de confusión. Esta confusión es la que queda plasmada en las culturas. Ya lo hemos dicho antes. Lo que ahora interesa discernir, dentro de un mundo de estridencias, es el auténtico clamor de los hombres, quienes, aun en medio de las tinieblas, anhelan su realización. Todos quieren ser felices . La revela­ción inicial y que debería haber trasmitido la humanidad en su cultura, quedó opacada por el pecado.

La humanidad por sí misma, aunque puede conocer algo de Dios, por su reflejo en las creaturas, no obstante, no puede conocer su designio salvífico sino a través del Mensajero. Es necesario el Misionero que exprese la Gran Noticia, dándola a conocer con obras y palabras.

Este Mensajero y Misionero es la Iglesia y es ella la que tiene que proclamar el Mensaje en cada idioma. Es la Iglesia la que tiene que entender cada cultura y discernir dentro de ella todo lo que hay de vida, teniendo mucho cuidado de no romper la caña quebrada ni terminar de apagar la mecha que aún humea.

En esta actitud es como se podrá descubrir lo que son las esperanzas de los hombres. Se trata de escuchar el clamor profundo de la humanidad entera y de cada persona. Ese clamor no se puede confundir, ciertamente, con los gritos alienantes, pero hay que tener cuidado, porque dentro de estos gritos de cañas rotas puede permanecer el clamor de la caña quebrada que busca y espera sanar de su herida.

Escuchar el clamor de los hombres para descubrir la auténtica esperanza, es penetrar en la realidad de cada grupo

91

Page 47: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

humano, de cada cultura, en cada situación... con la actitud del Buen Samaritano y solidarizar con el hombre en cada situación concreta, para dar fuerza a todo lo que allí hay de vida. De este modo cada hombre, cada pueblo, cada cultura, podrá ver las maravillas de Dios y sus designios y los podrá acoger, escuchándolos en su propio idioma.

Con la luz de Pentecostés, la Iglesia penetra dentro de la cul­tura, dentro de cada idioma, y en cada lugar puede descubrir las auténticas esperanzas de los hombres y los tesoros que contienen como reflejo del Dios que buscan y no conocen. Es para la Iglesia una gran responsabilidad el salir al encuentro del hombre herido por su propio egoísmo y ayudarle a descu­brir las auténticas esperanzas y los valores auténticos para su realización.

La comunicación es una tarea permanente para todos. Esto supone un compromiso muy fuerte por la transformación de la realidad, sobre la base de todo lo positivo y bueno. Eso es lo que está de acuerdo a la gran esperanza del género huma­no.

De un modo especial hay que atender al esfuerzo de quienes reconocen las cosas (los recursos, la producción, la econo­mía, e tc . . ) como "el pan nuestro de cada día" . Es nuestro, de toda la familia humana, no sólo de algunos. Los pobres se han quedado sin él. La opción por los pobres no es algo que pueda quedar al margen de nuestra comunicación. El uso de la "creación" como "signo de comunicación" nos comprome­te a usar las cosas de modo que las reconozcamos, libremente, como "nuestras" y que libremente las entreguemos sin apode­rarnos de ellas. Llamar "nues t ro" al pan, al mismo tiempo que llamamos "nues t ro" al Padre que está en los Cielos, lleva consigo un compromiso fuerte de comunicación fraterna y de colocar todos los medios al servicio de esta comunicación.

Es necesario que todos puedan expresar su voz y comunicarse entre sí. Los pobres y los que han quedado sin voz han que-

92

dado debajo de la mesa fraterna. Mejor dicho, por no haber­los tomado en cuenta, y por haberles arrebatado lo que les pertenece, la mesa ha dejado d e i e r fraterna.

La opción por los pobres es opción de universalidad. No es abandono de los ricos. Se podría decir que la opción por los pobres es, entre otras cosas, el llamado que el Evangelio hace a los ricos para entrar en la mesa de la solidaridad, asu­miendo la causa del pobre. Mientras el rico absolutice su ri­queza, permanece en un camino falso. Las riquezas no pue­den quedar como el ídolo para el que se sacrifica todo. La­mentablemente son muchos los sacrificios humanos que se ha cobrado este ídolo que continúa siendo causa de confusión de lenguas y de incomunicación.

Lo que se dice de las riquezas vale también para todo lo que es alienante y malo. Todo ello destruye al hombre. Por el ca­mino de falsas esperanzas lo llevan al fracaso y frustración.

Nuestra tarea será siempre discernir para descubrir todo lo que hay de bueno, valedero y bello y darle fuerza. Es el ca­mino de la gran esperanza del género humano.

III. MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Los grandes planteamientos enunciados hasta ahora, ya son suficientes para hacer ver que la Iglesia no puede desenten­derse ni desinteresarse de los que se llaman "Medios de Co­municación Social". (M.C.S.).

Si el "desarrollo de la persona humana, y el crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados" (G.S.25), si "entre los principales aspectos del mundo actual hay que señalar la multiplicación de las relaciones mutuas entre los hombres" (G. S. 23) es evidente que la Iglesia ha de estar presente en ese mundo para entregar su aporte y para acoger lo mucho que hay de positivo en é l ." Se puede pensar con toda

93

Page 48: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

razón que el porvenir de la humanidad está en manos de quie­nes sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para actuar" (G. S. 31), y las razones válidas no pueden ser otras que las que corresponden a los designios de Dios, puesto que el hombre sólo puede realizarse autén­ticamente actuando como imagen de Dios.

Los M.C.S. pueden actuar en dirección contraria al crecimien­to de la persona humana y el encuentro solidario entre los hombres. Los M.C.S. pueden apoyar y desarrollar las aliena­ciones y falsas esperanzas, agudizando, entonces la confusión de Babel.

Ya hemos dicho antes que la Iglesia, por conocer los designios de Dios, puede discernir las auténticas esperanzas de los hom­bres. Es urgente que los M.C.S. actúen según ese discerni­miento, dada la gran influencia que tienen en la vida de los hombres.

Los M.C.S. han de ser instrumentos que han de estar siempre al servicio de la esperanza, lo cual implica un compromiso muy fuerte con la transformación de la realidad en la direc­ción del Reino. Quien está comprometido en la acción trans­formadora es quien expresa la esperanza de alcanzar lo que busca.

Los M.C.S. han de estar comprometidos con la auténtica li­beración en la línea de vivir los valores según el Evangelio y transformar las estructuras de injusticia, egoísmo y muerte. Toda la labor de los M.C.S. ha de estar en esa dirección, no puede haber incoherencias. Se trata de hacer que los M.C.S. estén dentro del esfuerzo por establecer un orden nuevo en el que todos nos escuchemos sin que nadie quede privado de voz. Cada uno debe escuchar la voz del otro, su idioma, y procurar que se escuchen todas las voces. Es la forma de po­der descubrir en cada uno lo que hay de participación en la gran esperanza del género humano.

94

La opción por los pobres, tan claramente explicada en Pue­bla, debe ser una línea central en los M.C.S.

Esta labor de romper los bloqueos y crecer como personas, poniendo todas las cualidades como signo de comunicación es el esfuerzo por un mundo mejor en el que la civilización del amor y la cultura de la solidaridad se hacen visibles. Este estilo de vida tiene su pleno sentido en Dios, y la Iglesia vive anunciándola a todos los hombres. Es la evangelización de la cultura.

Crear la convivencia es una tarea permanente de todos los hombres. Todos tienen que ser cocreadores según el plan de la creación. La convivencia no puede crearse más que en la comunicación sincera de cada uno con los demás y colocan­do todas las cosas al servicio de esa convivencia sin la que cada uno tampoco puede crecer como persona. Los M.C.S. han de ser instrumentos para esa comunicación, no para otra.

Corresponde a la Iglesia, a los cristianos, hacer todo el esfuer­zo posible para que los M.C.S., no sólo los que sean de su pro­piedad, sean siempre instrumentos al servicio de la comunica­ción auténtica entre los hombres. Por lo tanto, la Iglesia debe hacer su aporte para que todos los M.C.S. respondan a la gran esperanza del género humano.

Al mismo tiempo la Iglesia y en consecuencia, sus M.C.S. han de anunciar a los hombres los designios de Dios. La Iglesia los conoce porque le han sido confiados por Cristo, el Señor, y tiene como misión darlos a conocer a los hombres. La Igle­sia es esencialmente misionera y no puede dejar de evangeli­zar. Ha de anunciar a los hombres la intimidad de Dios, su decisión salvadora.

El anuncio de salvación fortalece doblemente al esfuerzo de respuesta a la gran esperanza del género humano. Por una parte, el camino se llena de firmeza y seguridad, y por otra, el camino se eleva y se llena de trascendencia. La esperanza

95

Page 49: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ya no es un camino con algún margen de fracaso. La comuni­cación que buscamos la alcanzaremos en plenitud, y ahora ya la podemos empezar a vivir.

Los hombres ya pueden usar la creación como cocreadores con el Padre, reconociendo en cada cosa un signo de comu­nicación con Dios y con los demás.

Los hombres ya pueden actuar en la historia como correden­tores con el hijo, y en la actitud del Siervo de Yahvéh pueden ser liberadores de la injusticia del pecado y de la muerte y ofrecer la otra mejilla cuando son atropellados, convirtiendo así en signos de entrega, aun los signos de bloqueo, de muerte y de fracaso.

Los hombres ya pueden comenzar a vivir con el Espíritu Santo en una comunión que es con el Padre y su Hijo Jesu­cristo en una vida que no se termina y que da sentido pleno y trascendente a todo lo que vivimos en convivencia con Dios. Solamente lo que no es comunicación, esto es, lo que no es auténtica entrega y auténtica acogida, es lo que no se puede convivir con Dios, porque ese convivir sólo se puede hacer sobre la base de la gracia, de regalo, de entrega. Eso es el Dios de quien somos imagen.

La Iglesia escuchando todos los idiomas y hablando en todas las lenguas purifica todas las culturas y recoge todos los teso­ros que hay en ellas conduciéndolos a la vida de la Jerusalén definitiva (Cf. Is. 60 y Ap. 21 , 24-26), donde la comunica­ción será consumada en la comunión plena y por ello mismo las esperanzas hayan quedado colmadas, cuando el Señor sea todo en todos (cf. Col 3 , 11.)

La labor de escuchar al mundo está en el campo de la comu­nicación. La labor de buscar el diálogo entre las voces diversas está en el mundo de la comunicación. Hacer que se acoja la voz de quienes han sido privados de voz o de quienes nunca

96

pudieron expresarla, está en el campo de la comunicación. Proclamar el sentido último de todo y anunciar el Reino está en el campo de la comunicación. Para los cristianos será siem­pre una tarea hacer que los M.C.S. estén siempre al servicio de estas labores.

El uso de los M.C.S. por parte de la Iglesia no podría refugiar­se, torpemente, en la trascendencia del Mensaje,considerándo­lo como ajeno al compromiso de entrar en el mundo para es­cuchar su clamor y solidarizar con los esfuerzos de quienes, motivados por auténticos valores se comprometen en la ac­ción.

Son estos los esfuerzos de la gran expectación del género hu­mano en su búsqueda de un mundo mejor. Son estos los esfuerzos en los que íeconocemos el camino que conduce a la u topía de la comunicación cristiana. El anuncio de Cristo resucitado nos hace hablar de un cielo nuevo y una tierra nueva para que todo hombre sepa que sus empeños pueden ser dinamizados con la esperanza del Reino que ya se co­mienza a realizar en el mundo para pasar más allá de la historia.

97

Page 50: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

PRINCIPALES LINEAMIENTOS

DEL MAGISTERIO ECLESIÁSTICO

EN CUANTO A

COMUNICACIÓN SOCIAL

DESDE LA SITUACIÓN

PASTORAL DE AMERICA LATINA

Benito Spoletini, SSP

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 51: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

PRINCIPALES LINEAMIENTOS DEL MAGISTERIO ECLESIÁSTICO

EN CUANTO A COMUNICACIÓN SOCIAL

DESDE LA SITUACIÓN PASTORAL DE

AMERICA LATINA BENITO SPOLETINI, SSP

Director de Ediciones Paulinas - Argentina

I. UNA TRADICIÓN COMUNICACIONAL EVOLUTIVA

1. Una "constante"en la vida de la Iglesia

Desde siempre la Iglesia se ha interesado en utilizar los me­dios a su alcance para la difusión del Evangelio. Su vocación es esencialmente comunicacional y su misión específica es comunicar al hombre la "buena noticia" de la salvación. No al hombre en abstracto, sino al hombre concreto inserto en la historia, en su pueblo, en su raza, en su situación. Asi lo entendió Jesús —el "perfecto comunicador" (CP 11)— así lo entendieron sus discípulos, sobre todo Pablo de Tarso. No contento de su incansable predicación, recurre a los escritos y aprovecha intensamente la red caminera creada por la anti­gua Roma, para que el Evangelio de salvación llegase rápido (2 Tes 3,1), pues "la palabra de Dios no está encadenada" (2 Tim 2,9).

A lo largo de los siglos la Iglesia no sólo no ha olvidado estas lecciones, sino que ha extremado su atención a todos los nue­vos medios que, de alguna manera, pudiesen ayudar al cono­cimiento del Cristo y de su Evangelio Salvador. ¿No responde a eso la obra silenciosa y anónima de los monjes de la Edad Media? Con su humilde obra de amanuenses nos han dejado los tesoros de la sabiduría antigua y de los grandes escritores

101

Page 52: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

cristianos. Las catedrales, con sus esculturas, sus mosaicos, sus vitrales, son un testimonio impresionante de lo que se llamó la "Biblia pauperum", pues, gracias a todo esto, el pue­blo pobre y analfabeto pudo saber de la historia de la salva­ción y vivenciarla más y mejor que los doctos del tiempo.

La invención de la imprenta en sentido moderno encuentra a la Iglesia abierta y comprensiva, a pesar de que a sus dirigen­tes de entonces se les escapa el sentido revolucionario de la nueva era que se inicia. El desencuentro se produce más tarde cuando, desde los medios (en sentido técnico), se pasa a los instrumentos: la prensa moderna, en su forma corriente de revista, de diario. Tras la apariencia de su simple cambio de tamaño y de páginas, en realidad se está pasando de una época de certezas a una de opiniones de la cual el "diar io" (en sentido moderno) no es más que la expresión visible. Estamos en 1832, cuando con la encíclica "Miran vos" se condena sin nombrarlo el primer diario católico de la histo­ria: L'Avenir.

A pesar de las apariencias, hay detrás de la actitud hostil de la Iglesia una lógica que no se puede desconocer: la defensa del hombre, de su fe, de su moralidad, ante medios tan poderosos y, con frecuencia, tan mal usados (1).

Hubo, además, como una contradicción entre las "condenas", el Index, la censura, etc., y la praxis pastoral. Precisamente en esos largos 130 años que la separaban del Concilio Vaticano II, la Iglesia ve florecer muchas congregaciones que utilizan la prensa primero y los demás medios después, con fines evan-gelizadores. Fueron esos hombres y mujeres visionarios (2) quienes, con su tenacidad y paciencia, ayudaron al cambio que se fue produciendo paulatinamente. Pienso en el P. Santiago Alberione (1884-1971), quien, con la audacia de los hombres de Dios, valora los nuevos medios como la mayor re­volución producida en la pastoral de la Iglesia de los dos últi­mos siglos. El llega a definirla "evangelización instrumental" en estos términos: "La predicación de Jesús, de los apóstoles,

102

de las órdenes mendicantes, adaptada y potenciada según las exigencias de la hora presente".

Con Pío XII, quien dedica centenares de intervenciones a nuestro tema, se entra ya en el campo de la reflexión teoló­gica sobre estos medios maravillosos. Su encíclica Miranda prorsus de 1957, constituye la primera síntesis eclesiástica sobre la materia (3).

Si todo ese magisterio, e incluso parte del conciliar, eviden­cia resabios de tinte moralista por el "mal u so" que se hacía o podía hacerse de dichos medios, no debemos achacarlo a una pretendida obsesión de la Jerarquía.. . El tiempo parece haber dado razón a la Iglesia si hasta voces "laicas" se han levantado (y siempre más numerosas) contra el desperdicio que se hace de ellos, en vez de utilizarlos para una mayor cul-turización de la gente (4), desprotegida ante la siempre más sofisticada sugestión de los medios.

Y para completar —y comprender mejor el cambio concil iar-hay que mencionar la eclesiología de "sociedad perfecta" que le impedía a la Iglesia reconocer las verdades y la autonomía de otros sectores de la sociedad y del saber. La Lumen gen-tium y la Gaudium et spes estaban todavía muy lejos (5).

2. Un documento modesto y controvertido El vuelco se produce con el concilio Vaticano II y sus renova­dores documentos. En nuestro caso el tan controvertido y modesto decreto ínter mirifica sobre los medios de comunica­ción social. Por esas coincidencias que el tiempo hace apare­cer providenciales, el decreto fue aprobado el 5 de diciembre de 1963 junto a la constitución Sacrosanctum concilium sobre la reforma litúrgica. Dos documentos comunicacio-nales: el primero que permite a los hombres comunicar entre sí, "con extraordinaria facilidad, noticias, ideas, enseñanzas de toda clase" (IM 1), gracias a los instrumentos de comuni­cación; el segundo sobre liturgia, que "es en sí misma comu-

103

Page 53: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

nicación" (Puebla 1086), y que alimenta el diálogo de la co­munidad cristiana con Dios.

Las polémicas que acompañaron y siguieron al decreto hoy nos parecen fuera de la realidad. Había ciertamente en este campo experiencias y avances notables; pero la sociología y la filosofía de los medios, desarrolladas especialmente en Esta­dos Unidos, distaban de ser aceptadas por todos los expertos. Eran más bien deducciones de algunos estudiosos o de alguna escuela (6). Inútil por lo tanto pretender que el decreto las incorporara.

Pese a esas limitaciones no faltaban "novedades" de relieve en el documento conciliar: el hecho mismo de que el concilio se hubiese interesado por un tópico destinado a influir siem­pre más en el futuro del hombre y de la sociedad; el haber reunido por primera vez en un solo documento a todos los medios de comunicación, como para indicar su acción manco­munada y convergente; el haber rescatado el concepto de "comunicación" más allá de los mismos medios. Y final­mente, haber innovado hasta en la terminología, utilizando "instrumentos" en vez de "medios" (7).

Acerca del aspecto pastoral, que a nosotros nos importa aquí, el N. 13 recuerda a los pastores que estos instrumentos están íntimamente unidos "a su deber ordinario de la predicación".

Por estas y otras razones, un eminente comunicólogo conclu­ye que en el decreto se encuentra "una doctrina óptima", que "sus normas son validísimas"; y que, "tratándose de un de­creto solemne de la Iglesia, más ventajoso hubiese sido... apresurarse a traducirlo en praxis pastoral que regodearse en demolerlo" (8).

3. Puntos de referencia de este ensayo

La estructura del documento es muy lineal: consta de 24 artículos, en reerhplazo de los 114 párrafos del anterior. De

104

ellos: 10 están dedicados a exponer la "doctr ina" de la Igle­sia (3-12); y otros 10, se refieren a la "acción pastoral" (13-22); el 1-2 están puestos como "introducción", mientras que el 23-24 constituyen la "conclusión" del decreto. Para mi tra­bajo, tendré como puntos de referencia los nn. 2-3. El artícu­lo 2 propone las motivaciones que impulsan a la Iglesia a ocu­parse de esta materia, refiriéndose a "la vigilante preocupa­ción de pontífices y obispos en cuestión de tanta importan­cia" (magisterio eclesiástico). El artículo 3, en cambio, se refiere a las tareas que la Iglesia pretende realizar a través de los mismos: una tarea que no puede sino ser "pastoral", y que consiste principalmente en llevar a cabo su misión de co­municar el mensaje salvífico y procurar la perfección humana y cristiana de las personas y de toda la humanidad.

Otra delimitación: me ocuparé sólo de algunos de los "princi­pales lincamientos" del magisterio latinoamericano, tal como se desprende de los documentos sobre el tema, producidos en momentos solemnes de nuestra Iglesia (Medellín, Puebla...) o impulsados por instituciones eclesiales, v.g.: DECOS/CELAM, o por organismos ligados a la Iglesia como UCLAP, UNDA/AL, etc. Todo ello, naturalmente, referido a la situación pastoral de la cual han nacido y a la cual han querido, de alguna mane­ra responder. Nos hallaremos así ante un "corpus" doctrinal de gran riqueza y que no tiene igual en las Iglesias de otros continentes (9).

II. LINEAMIENTOS MAGISTERIALES DESDE LA SITUACIÓN PASTORAL

1. Una reflexión comunicacional y una praxis creativa

La reflexión sobre el fenómeno de la comunicación social y sus canales —prensa, cine, radio, televisión— nace en Amé­rica Latina bajo el influjo de ínter mirifica y de otros factores situacionales (10).

105

Page 54: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Como he recordado arriba, son frutos de acontecimientos eclesiales solemnes y también de encuentros, seminarios, congresos. El valor de sus "conclusiones" estriba en un hecho no siempre debidamente valorado y, a veces, sobrevalorado: los aportes de grupos y movimientos formales e informales, las CEB (comunidades eclesiales de base), grupos espontá­neos, etc., que buscan "nuevos modelos de Iglesia" y nuevos modelos de comunicación (11). Todo esto hay que tenerlo presente en el momento de formular los "lincamientos magisteriales"; es decir, no se trata de datos mágicos, sino de indicaciones largamente meditadas y discernidas.

También aqu/, en la comunicación latinoamericana, se da una constante y esa es la "creatividad" de las respuestas a las diferentes situaciones pastorales del momento. A veces, en algún documento, puede asomar un dejo de academismo, pero es raro. Hay una puntual y casi machacona referencia al clima cultural, social, polít ico, económico, a los avatares de nuestras frágiles democracias, a los derechos humanos, a la "doctrina de la Seguridad Nacional", y, sobre todo, a la angustiosa situación de pobreza y de dependencia en que viven los pueblos del continente. En una palabra, se trata de respuestas pastorales, encarnadas en la realidad con ros­tros y exigencias muy precisas (cfr Puebla nn. 27ss).

Los documentos de reflexión —y que constituyen nuestra riqueza magisterial—, fueron precedidos por una larga tradi­ción que se concretó en diarios, librerías, editoriales, esta­ciones radiofónicas y cine-clubs, fruto de la obra paciente y abnegada de pastores y laicos visionarios (12). Hubo ade­más, una progresiva toma de conciencia acerca de la necesi­dad de cambio de las viejas estructuras comunicacionales. En esto los laicos comprometidos jugaron un papel muy activo, especialmente en las barriadas marginales de nuestras urbes en donde se buscaban formas más directas, más huma­nas, más participativas. Todo esto, junto a la escasez crecien­te de sacerdotes, a los vastísimos territorios a cubrir habían hecho experimentar en vivo que "si estos instrumentos son

106

utilizados rectamente, prestan a, la humanidad una válida ayuda, porque contribuyen eficazmente a unir y cultivar los espíritus y a extender y afirmar el reino de Dios". (IM 2).

Todas estas circunstancias favorecieron la buena acogida del decreto conciliar y los frutos han sido abundantes y duraderos.

2. Principales "lincamientos" magisteriales

Entrocamos aquí directamente con IM n. 2 que afirma la constante enseñanza y preocupación de los Pontífices y de los Obispos en una materia de tanta importancia. Esto, mien­tras revela la validez y continuidad del magisterio, recuerda también la continuidad del sentir de las iglesias particulares con el Concilio.

No pretendo aquí jerarquizar los "lincamientos" que presen­to , sino ceñirme tan sólo al método de la comunicación: comunicador, receptor, contenidos, instrumentos, efectos y las urgencias conexas a estos tópicos, que van desde la opi­nión pública hasta las nuevas tecnologías.

a) El comunicador, concientizador y educador

Un buen comunicador suple la deficiencia del medio;pero ni el medio más sofisticado podrá suplir a un mal comunicador. Por eso el magisterio latinoamericano ha extremado su preo­cupación en todos los documentos sobre el tema.

En el "Primer Seminario de Responsables de M.C.S.", reali­zado en Santa Inés (Lima) 1966 y bajo el influjo del Concilio y de IM, se le dedica todo el cap. III: "El que transmite". Cosa insólita hasta entonces en la Iglesia que reconocía en el sacerdote al comunicador nato (13).

—Lo quiere profesional, cualificado no sólo acerca de los me­dios sino en materias teológicas, pastorales, catequísticas, etc.

107

Page 55: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

—su formación es sentida como "acción previa y prioritaria" (STI 66), cosa que repetirá Puebla, trece años después (cfr.n. 1085), agregando la necesidad de integrarla en un plan de estudio, con "sistemas de formación permanente" (Id.n. 1085).

—La eficacia de su mensaje depende de muchos factores: su encarnación en la situación, al punto de poder conocer la problemática de los usuarios a quienes se dirige (STI 66, II, 7; DECOS/CELAM 78, 105); su habilidad de formar hombres nuevos capaces de revertir la situación de pobreza y crear una sociedad nueva (ID.).

—Debe ser la "voz de los desposeídos", la "voz de los sin voz", en la situación de dependencia, pobreza y marginalidad en que viven nuestros pueblos (Puebla 1094). Y tiene que ayudar a leer lo cotidiano a la luz del Evangelio (Puebla 1092).

—Una de sus tareas más difíciles será la de concientizar y edu­car al pueblo a una mentalidad de cambio de estructura, a una mayor participación en la vida púbica, en el proceso de la liberación, en la vida cultural y necesidades de la Iglesia etc. (HTCn. 367).

—Un desafío que lo acompañará siempre: el uso creativo de los medios. Por eso es necesario despertarlo a la conciencia histórica del pasado que recuerda cómo aquí se supo adecuar el Evangelio a las lenguas nativas y a las culturas indígenas y se iniciaron muchas actividades en este campo (HTC n. 364 y n. 374). Esto ha sido tan valorado que "el éxito del gran proyecto evangelizador de Puebla, y el futuro del conti­nente" , según nuestros Pastores, "se juega en gran medida a través del uso creador que sepamos dar a los MCS; apren­diendo a aprovechar su enorme potencial transmisor de cul­tura, para ayudar a crear una cultura nueva, la civilización del amor" (id. n. 355).

108

—El comunicador cristiano debe guiarse por una estricta etica profesional que no busca el éxito a toda costa, que no recurre a los persuasores ocultos, sino que sabe suscitar la libre opción y estimula la capacidad crítica del receptor (PCS 1974, V, 4b). Lo que, en efecto, constituye "el prin­cipio consti tutivo" del comunicador cristiano es precisa­mente esto. El se guía por una norma muy clara: un mensa­

je "es beneficioso si ayuda al perceptor a crecer en alguna dimensión de su personalidad". Naturalmente, con su actitud, debe ayudar al receptor a que entre por ese camino (HTC 269). Por lo tanto no fomentará el consumismo y la manipu­lación, sino que denunciará con valentía los poderes ocultos que se mueven detrás de los medios y los manipulan, con el "monopolio de la información" y con programas que produ­cen una transculturación no participativa (NOMICnn. 41-42).

—En su tarea debe gozar de "plena libertad de expresión y de información" que constituyen "los presupuestos esenciales de la comunicación social en la sociedad" (Puebla n. 1082; NOMIC 36 y 44; DECOS/CELAM 78, nn. 76-77).

—Por último, se les recuerda a los comunicadores que son hombres públicos, "que llevan en sí el testimonio de la Igle­sia" STI 66, cap. III, 1), obligándolos a dar "un testimonio de vida ante sus colegas y de palabra ante su audiencia".

Eso da eficacia a su misión si va unido a una "espiritualidad específica" (DECOS/CELAM 78, n. 100, HTC n. 277); es­piritualidad que se alimenta con la Palabra de Dios y la Eu­caristía. En un ambiente avaro de satisfacciones y lleno de riesgos, es un aspecto particularmente importante y debería atraer más la atención de nuestros pastores (14).

—Finalmente, los comunicadores laicos o eclesiásticos, deben mantener una estricta comunión con los pastores. Todo inter­cambio de sugerencias redundará en bien de una "mejor co­municación del mensaje". Los comunicadores laicos están 11a-

109

Page 56: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

mados a infundir un alma humana y cristiana a estos medios técnicos. Con una mayor fidelidad a la Iglesia podrán influir también en "la formulación de planes y actividades de pasto­ral orgánica y comunicacional" (DECOS/CELAM, n. 96).

b) El receptor: activo, crítico y creativo ante los medios

Otra preocupación constante de la Iglesia ha sido la forma­ción de un receptor activo ante la acción de los medios de comunicación.

Ya en su primer documento (STI 66), se planteaba el proble­ma." "La tentación de actuar por estos medios sobre el sub-

. consciente del hombre es un peligro y aun puede ser nefasta porque esta actuación tiende a sorprender la libertad y a con­dicionarla indebidamente. Igualmente, el uso de técnicas que se dirigen deliberada y exclusivamente a explotar la sensibi­lidad y la emotividad del hombre o de los grupos va contra la dignidad de la personal humana. Lo mismo se aplica al uso de cualquier técnica que persigue finalidades individualistas con perjuicio del bien común" (STI 66, I, 4).

Esta visión general hay que completarla con el análisis del Do­cumento de Puebla acerca del "estado de la comunicación social" en el continente, caracterizado por un empeño en mantener el "status quo", de dependencia-dominación, a través de la manipulación ideológica, explotación de las pasiones, monopolio de la información, programación que produce transculturación y hasta "el uso abusivo del de­porte". . .

Todo esto ha convertido a los MCS en factores de alienación, creadores de falsas expectativas (Puebla 1069-1097).

Aun cuando en Puebla (n. 1077) se afirma que, salvo pocas excepciones, "no existe en la Iglesia de América Latina una verdadera preocupación para formar al pueblo de Dios en la comunicación social", hay que decir que mucho se ha hecho

110

y mucho se está haciendo. Y, documentos a la mano, ha ha­bido desde siempre una clara conciencia al respecto.

Ya en STI 66, la formación del receptor ("El que recibe", cap. V), no se la considera en abstracto sino inserta en una situación; es decir se le ve contextualizada y además ya se apunta, no sólo al análisis socio-económico-político, sico-social y religioso-cultural, sino que se dan indicaciones posi­tivas que no dejan de sorprender.

Luego de reconocer el peligro de una revolución destructo­ra, por no poderse satisfacer la expectativas que los medios suscitan, apunta a la necesidad de cambiar el curso del pro­ceso, "favoreciendo la revolución". Y sigue: "estimular las actitudes positivas que favorecen la solución del problema e implican una "mutación cultural"..., empleo de la técnica, disciplina y organización, objetividad, información, esfuer­zos sostenidos, justicia y solidaridad, fe en la capacidad del

:• pueblo, respeto a la dignidad humana, participación conscien­te en la vida común, capacidad de cooperar y fijar tareas comunes, superación de egoísmos nacionales e individuales, e t c " (Id. n. 4).

Precisamente por no haber tenido presente su contexto cultu­ral, la formación del receptor con frecuencia se redujo a un abstracto nocionisnio que no permitía una lectura de profun­didad y desde enfoques diferentes. Resultados magros y a la vista: la actitud del público manifiesta "una pasividad general frente a estos instrumentos... (que considera) como meros instrumentos de entrenimiento y distracción" (Melgar 1970, 1,2).

En los "Tres Encuentros Regionales" de 1972 (Guatemala, Argentina, Ecuador), se trató extensamente el tema. Relieve general: la pasividad del receptor o perceptor y los esfuerzos que se realizaban para ayudar a salir de ese pozo. Hay obser­vaciones severas hacia los planteles educativos de la Iglesia donde se ignora ese problema. Pero hay también aperturas

111

Page 57: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

reconfortantes, como las de Cumbayá (Ecuador). Luego de conocer los aspectos negativos, apunta a las iniciativas con­cien tizadoras en campo cinematográfico y discográfico (cine-clubes, forum, debates, seminarios sobre lenguaje total...).

Las resoluciones incluyen afirmaciones que mantienen toda su vigencia: es necesaria una educación liberadora que ayude al cambio de la sociedad de la cual los medios son parte; la Iglesia, además del esfuerzo personalizante del receptor, debe denunciar pro ícticamente las estructuras de la sociedad actual que gobiernan a los MCS... Lo poco que se ha realizado en la formación del perceptor se debe a que los responsables de la misma no han comprendido el fenómeno de la comunicación como factor de una nueva cultura y "ni siquiera sospecharon lo que significaba el hecho de la educación de ese perceptor según una apropiada pedagogía" (Cumbayá, II, Juzgar, 4).

De esta educación se ocupan largamente DECOS/CELAM 78, n. 102; urge "ofrecerles a los perceptores una formación permanente", que sea integral y comunitaria, desarrolle la conciencia crítica y la creatividad, asi el perceptor, "motiva­do por una actitud de fe, pueda convertirse en un. agente de cambio". Puebla, a su vez, lo mira como una defensa "ante el impacto de los mensajes ideológicos, culturales y publici­tarios, con el fin de contrarrestar los efectos negativos de la manipulación y de la masificación (n. 1088).

Hacia una teología de la comunicación (HTC), en los nn. 280-281 sugiere actividades individuales y colectivas, sub­rayando fuertemente que, en este campo, "formar concien­cia" "no significa, en primer lugar, conocer los problemas o aprender ciertos métodos de análisis social, sino iluminar las conciencias con la ley de Dios, que es el último criterio para juzgar y criticar cualquier realidad". Y esto es de suma impor­tancia en un ambiente pluralista que plantea críticas a nues­tras convicciones en orden a la fe y a la praxis.

Concluyendo, quiero destacar el esfuerzo del CELAM, a tra­vés del DECOS, en este aspecto específico, y que se ha ma-

112

terializado en el manual "Comunicación, misión y desafío", Bogotá, 1986. Es un válido instrumento para comunicado res, educadores y perceptores.

c) Contenidos: La salvación, la liberación y la promoción en Cristo

Es evidente en este "lincamiento" el influjo de IM 3 que ha­bla de la doble tarea de "anunciar" el evangelio de salvación

a todos los hombres y de la "perfección propia y de toda la familia humana". Es uno de los aspectos en que la Iglesia latinoamericana más ha innovado, debido precisamente a la situación socio-política en que ha tenido que desarrollar su acción pastoral. El primer asomo lo encontramos en STI 66, ("Lo que se transmite" cap. III). Con amplitud se toca la necesidad de encarnar el mensaje, entregado a través de los MCS, en una "pastoral social", que respete "la autonomía de lo temporal, y dentro de un espíritu de diálogo, cooperación y servicio (GS 72-92)" (STI 66, II, 4). Esto conlleva que la programación no se limite a lo "específicamente católico", sino que se tenga una proyección más general, "en la que se difundan criterios cristianos sobre los grandes temas de inte­rés común" (Id. 7).

Más explícita la reflexión de Melgar 70, en un continente que siente la necesidad de liberación. "De acuerdo a las Conclu­siones de Medellín, la comunicación social ha de estar al ser­vicio de la liberación del hombre latinoamericano, una liberación en Cristo, tomada en el sentido bíblico... Sólo con este contenido podrá la comunicación social combatir el po­der masificante y despersonalizante en esos mismos medios, utilizados por una civilización a la cual no le interesa sino el lucro y éxito pasajero" (II, 1). Relevado como hoy el men­saje cristiano aparece como uno más, con el peligro del rela­tivismo, añade que en su presentación (puesto que no todos los elementos son "esenciales"), se evite toda actitud impo­sitiva, paternalista, dogmatizante.

113

Page 58: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Siempre la reflexión de Melgar, indica cuatro "características deseables" para una presentación eficaz de los contenidos: personalización (poner el hombre, como hace Cristo, frente a "opciones", capaces de hacerlo participar activamente); liberación (secundar el proceso en todos los campos, incluso el de los MCS); creatividad (ya sea en los comunicadores como en los receptores, en la manera de transmitir el mensa­je) ; finalmente, evangelización. Para este se refiere al docu­mento de Medellín sobre la justicia y afirma que, promocio-nando la personalización y la liberación, la comunicación está cumpliendo una tarea evangelizadora, porque quiere "servir al mundo irradiando sobre él una luz y una vida que sana y eleva la dignidad de la persona humana, consolida la unidad de la sociedad y da un sentido y un significado más profun­d o " (Id. II, 3 c).

La polémica que se generó —y duró largo tiempo— sobre me­dios masivos y medios grupales (al comienzo: micro-media, medios pobres...), estribaba precisamente en la apreciación de los "contenidos".

Sus raíces se remontaban al documento de Santa Inés 66 y la reflexión de Melgar, 70, aunque esto hizo crisis en "Perspec­tiva del comunicador social" (1974), en víspera del Sínodo de obispos sobre la evangelización (15).

Hoy que asistimos a la invasión del discurso cultural, recor­damos cómo el magisterio latinoamericano se adelantó con mucho a él aunque en el momento no tuvo la debida reso­nancia que se la he ha dado después de Puebla y en vista de la "nueva evangelización". Ya en STI 66 se pedía estudiar una "Pastoral Cultural" para Latinoamérica. Y se añadía: "como las culturas y subculturas son estructuras temporales que desaparecerán con este mundo, no ha sido fácil a muchos teólogos entender que la pastoral debe extenderse a las cultu­ras y subculturas en las que viven los hombres".. . Pero sí lo habían entendido los pastoralistas y el magisterio y esto im­pidió a nuestra Iglesia que cayera en el "fundamentalismo",

114

que es una característica de las "iglesias electrónicas" que pu­lulan por el continente (16). La razón de haber sorteado este riesgo siempre acechante, es indicada en PDC 74: "(La evan­gelización en América Latina) no debe centrarse en el mero relato de los episodios evangélicos, sino que debe saber tradu­cirlos a la situación actual y presentar el Evangelio como una respuesta vigente a la realidad concreta de H o y " (Id. IV, 14).

Puntos imprescindibles de referencia de los contenidos que se deben transmitir con los MCS, serán para nuestra Iglesia, los indicados en los documentos de Medellín 68 y Puebla 79. Allí nuestros Pastores han vertido sus líneas doctrinales y de acción y que comprenden la liberación en Cristo de nuestros pueblos, la verdad plena sobre Cristo, sobre el hombre y so­bre la Iglesia, la opción por los pobres, los jóvenes, el compro­miso por una mayor justicia, etc.

Vehículo insustituible la cultura así como la presenta Puebla en la línea de Evangelii Nuntiandi: una cultura en continua evolución y que constituye el clima y la manera de ser de nuestros pueblos. Sólo si superamos —y de eso es consciente el magisterio latinoamericano— la "ruptura entre cultura y Evangelio", podremos restablecer un diálogo enriquecedor y liberador con nuestra gente.

Para ello es necesario reencontrar el lenguaje actualizado, "concreto, directo, claro, pero a la vez cuidadoso para evitar imprecisiones, lugares comunes y expresiones vulgares... cer­cano a la realidad que afronta el pueblo, a su mentalidad y a su religiosidad de modo que pueda ser fácilmente cap tado" (DECOS/CELAM 78, n. 111).

La reunión de Bogotá 75 remarca este aspecto: "El nuevo lenguaje de los MC implica proponer la fe de manera que lle­gue al hombre entero para que sienta el llamado de Dios en calidad y en profundidad". (II, 1).

Ya lo ponía de relieve la instrucción Communio et Progressio (1971), afirmando que para realizar su misión evangélica "la

115

Page 59: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Iglesia debe utilizar un lenguaje que hoy sea comprensible al hombre, partiendo de los graves problemas que angustian a la humanidad" (n. 125). Naturalmente, se exige aquí una sínte­sis no siempre fácil que respete la genuinidad de los conteni­dos y, a la vez, el lenguaje propio del medio (cfr. CP nn. 128-131).

d) Los instrumentos de comunicación para el anuncio

No hay un solo documento del magisterio latinoamericano que ponga en duda la afirmación de ínter Mirifica 2-3, acerca de la validez de los MCS para anunciar el mensaje salvífico.y ayudar la formación humana. Ha habido sí discusión sobre cuáles medios podían ser más aptos que otros (cfr. PDC 1974) y, a la postre, fue beneficiosa (17).

Frecuentemente se reafirma el deber-derecho de utilizarlos y poseerlos (Medellín 16, II, nn. 4 y 7).

En el documento de "Santa Inés 66" se explica que la razón fundamental de este derecho, consiste en "el control que se ejerce sobre el medio que ha de llevar el mensaje". Teniendo sus propios medios "puede la Iglesia expresar libremente la totalidad de su mensaje, marcar una línea, establecer su opi­nión, sin tener que acudir a un medio ajeno" (cap. IV, n. 2). Naturalmente, no siempre esa posición es aconsejable, sobre todo atendiendo a los altos costos y a los resultados más bien modestos (Id.). Se corre incluso el riesgo —poseyendo los medios— de descuidar la programación, reduciéndose a "empresas comerciales rentables, pero carentes de mensaje" (Id. ). Igualmente severo es el documento de "Melgar 70" que afirma: "se nota más el afán por la posesión de instrumentos propios que por crear mensajes aptos que significa la presen­cia de la Iglesia" (II, 2). Y, en la misma línea de Medellín (16, I, 3), atribuye a "cierta improvisación y falta de planea-ción" los fracasos económicos y una "general ineficacia en la transmisión del mensaje".

116

Según "Santa Inés 6 6 " —que se inspira en IM— la posesión de los medios se justifica en tanto en cuanto son "útiles o nece­sarios" a la misión. Es urgente, por lo tanto, que se haga frecuente evaluación para saber cuáles hay que conservar y mejorar y los que hay que dejar.

A partir de esa postura, se indican tres características fun­damentales que justifican la posesión de medios propios: "deben reflejar el rostro auténtico de la Iglesia tal como fue presentado por el Vaticano II. Deben llenar una necesidad en la comunidad a la cual sirven y ser fieles a la misión para la cual han sido establecidos. Deben tener una organización adecuada con eficiencia profesional, económica y admi­nistrativa" (Id.). En breve, han de ajustarse a los procesos y exigencias propios de estos medios (18).

La apertura a los medios de parte de nuestra Iglesia se expli­ca por los aspectos positivos detectados en ellos: su capaci­dad de llegar a más gente, el nuevo lenguaje y la nueva cultu­ra que generan (Puebla 421-428); las posibilidades que ofre­cen —si bien empleados— para un adecuado desarrollo y cam­bio (cfr todo el doc. 16 de Medellín). Pero no desconoce sus limitaciones y condicionamientos: la despersonalización, la cosificación, el poder de persuasión —monopolio de la infor­mación, sugestividad de las imágenes...—, unidireccionalidad del mensaje, la presión de la publicidad; y, en lo religioso, los abusos que de ellos hacen las "iglesias electrónicas" que lle­gan a una verdadera dictadura de la Biblia y de la teología. Utilizados así, los MCS pueden convertirse "en estructuras opresoras, de pecado, que impiden la auténtica comunión.. .", pues están sirviendo a intereses privados; estatales y hasta transnacionales (HTC nn. 243ss.).

Estos condicionamientos y limitaciones, obligan a la Iglesia a asumir ante ellos la misma actitud que ante la cultura, pues también los MCS, como todas las realidades humanas, son ambivalentes. Esto significa que la Iglesia tendrá que "evange­lizarlos": iluminando su realidad desde el Evangelio: utilizar-

117

Page 60: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

los debidamente, aprendiendo a conocer su lenguaje y sus dinámicas; y, finalmente, formando a los comunicadores y a los usuarios para que los utilicen rectamente (HTC n. 237).

Esto vale también para los medios de la Iglesia: a ella le com­pete buscar modelos humanizantes de comunicación y más participad vos, para abrir camino a los medios aconfesionales. Ese testimonio tendrá que convertirla, en sus medios, a ser "voz de los que no tienen voz" (Puebla 268) y en "voz de los desposeídos" (Id. 1094).

Puebla se lamenta de que no se aprovechan debidamente las ocasiones que se dan "en los medios ajenos", los que antes se llamaban "neu t ros" y hoy llamamos "aconfesionales". Ya "Santa Inés 6 6 " se ocupó de esto y da tres razones que siguen siendo válidas: presencia que permite al comunicador católico favorecer el diálogo Iglesia-mundo; la economía que permite concentrar el esfuerzo en los contenidos: la difusión que, en los instrumentos aconfesionales, suele ser más amplia y tener "un mayor impacto con un menor esfuerzo". (Id. cap. IV, II, 3).

Un mérito de nuestros pastores ha sido la promoción de los laicos en algo que les es propio, pues pertenece al "vasto y complicado mundo de las realidades temporales". Entre ellas, algunas exigen especial atención: "la familia, la educación y las comunicaciones sociales" (Puebla 790). A ellos IM 3b, asigna como primordial "la de vivificar con espíritu humano y cristiano estos instrumentos para que respondan plenamen­te a las esperanzas de la humanidad y al plan de Dios".

En un sector tan importante y tan difícil, la Iglesia ha tenido que abocarse a la "planificación" —con sus políticas y estra­tegias— ante el avance de las "nuevas tecnologías" que están revolucionando, no sólo los actuales sistemas comunicacio-nales, sino que están "produciendo un cambio global, con nuevos criterios y valores, de alcance y consecuencias univer­sales". Aquí nuestros pastores tendrán que hacer oír su voz

118

de maestros de la fe", pero también tendrán que dar su aporte de "expertos en humanidad". Sólo así se podrá evitar que estos avances se transformen en el poder de pocos en menoscabo de muchos; lo que redundaría en nuevas formas de dependencia y neocolonización.

Por eso el "Seminario de Quito 85" , confía en que la Iglesia desarrolle su rol de mediadora y estimule a "los obispos y demás agentes de pastoral para que se familiaricen en el ma­nejo de los medios y de las nuevas tecnologías como condi­ción esencial para su comprensión, lectura y uso". (Recomen­dación III, 3c). Y además exijan a las Escuelas y Facultades católicas de comunicación social "que asuman el deber de capacitar comunicadores cristianos comprometidos con nue­vas políticas de comunicación, democráticas y participativas" (Id. d).

El equilibrio y la sensatez expresadas hasta ahora en el magis­terio eclesiástico en cuanto a comunicación social, hará sí que la asunción de las nuevas tecnologías ayude, más y mejor, a la liberación del hombre en Cristo, de los pobres de nuestra América que claman por una vida más humana y más com­prometida en cristiano. Será ese el mejor camino para evitar que la Iglesia católica, en la mayor utilización de los MCS, se transforme también en una "iglesia electrónica".

Quiero terminar este aparte con algo realmente estimulante y que, una vez más nutre y plasma la vida del hombre de hoy. Pero también dignifica a los mismos MCS, pues al prolongar la voz de la Iglesia, participan en algo de su sacramentalidad, como "órgano de comunión visible de Cristo con los hom­bres" (HTC n. 261) (19).

e) Incorporar la comunicación social en la pastoral de conjunto

Una de las preocupaciones del magisterio de nuestros pastores han sido las relaciones entre los MCS y la pastoral de conjunto

119

Page 61: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

o pastoral orgánica. Dicha preocupación trasciéndelo simple­mente organizativo.

Las primeras indicaciones las hallamos en los "Encuentros regionales de pastoral de la C.S." de 1972 y precisamente en el de Guatemala que observa cómo "a causa de la poca importancia que esta comunicación ocupa en la pastoral de conjunto" se ve abocada a serios problemas económicos, políticos y a la falta de "apoyo conveniente de la jerarquía" (20).'

En el mismo año, en el Encuentro Regional de Cumbayá (Ecuador) se solicita a las Comisiones episcopales su inter­vención para "integrar las actividades de la comunicación social en el conjunto de la acción pastoral" (21). Mención explícita se hace en el "II Encuentro de Liturgia de Radio y Televisión" de Porto Alegre (Brasil), en 1976.

En el "Encuentro de San José de Costa Rica" (1977) se llegó a una formulación definitiva, acorde a la realidad actual: "Tomando como punto de partida la urgente necesidad de una pastoral de conjunto, impulsar un proceso estructurado y dinámico para que en todos los sectores del Pueblo de Dios se conceda a la comunicación el lugar y la función que por su naturaleza le corresponde en la tarea evangelizadora" (Objeti­vo General, n. 2). (22).

La instancia se fundamenta en la inexistencia de la Pastoral de Conjunto en muchos países y en la desubicación de la comunicación en esa pastoral cuando y donde existe.

El documento de consulta del DECOS/CELAM 78, prepara­torio a Puebla, recoge esta urgencia, explicitándola aún más: "La Iglesia tiene que darle (a la comunicación social) el lugar que le corresponde en todas las áreas de su trabajo pastoral: catequesis, educación, liturgia, acción social, clero y religio­sos, laicos y demás, so pena de crear una lamentable y peli­grosa dicotomía entre ella y su realidad histórica" (n. 88).

120

El documento de Puebla, al asumir esta exigencia, provoca un salto de cualidad: una efectiva articulación de la pastoral de conjunto exige un organismo específico y este organismo hay que "incorporarlo en las actividades de todas las áreas pasto­rales" (Puebla 1084).

Se trata de un primer efecto positivo del haber privilegiado la comunicación como categoría globalizante frente a la prepo­tencia de los medios. La comunicación ya no se la considera como una simple disciplina o una actividad más, sino como una "presencia omnipenetrante", como una "dimensión amplia y profunda", diseminada en todas las actividades humanas y, por lo tanto, también en la acción evangelizadora de la Iglesia.

La reflexión sobre este aspecto vital ha continuado y está dando sus frutos. El documento HTC explícita más este aspecto a partir de Puebla, que dedica innumerables textos a la Pastoral de Conjunto (cfr. n. 346). Lo que se pretende es un "Sistema de participación de todos en la Pastoral" (n. 347), un servicio propio (n. 348) y que el "Departamento de C.S." debería prestarlo "a todos los demás departamentos pastorales" diocesanos, nacionales y continentales (n. 349). Este servicio debe tender a "crear y formar la conciencia comunitaria de la Iglesia... para un actuar comunitario, esti­mulando corrientes de solidaridad hacia los más necesitados... para ir configurando ese deseado "esti lo" de actuar solidario y participativo, que debería constituirse a nivel humano, en el más eficaz testimonio de aquel divino misterio de comunión y comunicación que vive la Iglesia" (n. 350).

Si los organismos nacionales y diocesanos que planifican las actividades pastorales, saben comprender y aplicar estas indi­caciones de nuestros pastores, se podrá esperar que la Iglesia latinoamericana pase de una "cierta percepción" de la comu­nicación a la comprensión de la misma como "hecho global" (Puebla 1074). Entonces podremos actuar juntos —pastores y laicos— en la "nueva evangelización" del continente.

121

Page 62: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

III. UN MAGISTERIO POR CONOCER Y APLICAR

Me he limitado a poner de relieve algunos de los "lincamien­tos " más importantes con las aplicaciones correspondientes y tratando de documentarlos. Pero muchos, también de un cierto relieve, han quedado afuera, y por eso, me permito enumerarlos aunque sea muy someramente.

—La opinión pública en la Iglesia, objeto de estudio en "Tres encuentros de pastoral de la comunicación social" (1972). En ellos el tema se analiza tanto al interior de la Iglesia como de la Iglesia hacia el mundo. A esto hay que añadir el docu­mento sobre el Servicio Informativo L.A. (SIAL) 1980, tentativa de una agencia noticiosa de la Iglesia urgida por la conferencia de Puebla. No está demás traer aquí la partici­pación de la Iglesia en el "Nuevo Orden Mundial de la Infor­mación y de la Comunicación" (NOMIC), que se realizó en Embú (Brasil) en 1982. Las "conclusiones y recomendacio­nes" producidas en esa ocasión, son de gran alcance y marcan un hito en la comunicación de la Iglesia latinoamericana por su colaboración con organismos de otras iglesias de diferente extracción cultural.

—-La presencia de los medios en la liturgia, solicitada por Puebla (1086-1086) y por DECOS/CELAM 78, (nn. 48-50; 82 :83 y 107), con indicaciones preciosas y aún no llevadas a la práctica totalmente. Riquísimos en este aspecto los congre­sos sobre este mismo tema realizados en Brasil y que el CELAM extendió a todas las Iglesias del continente. (23).

—El ensayo Hacia una Teología de la Comunicación en Amé­rica Latina, propiciado por el DECOS/CELAM, y que cons­tituye el primer intento serio de reflexión teológica sobre el fenómeno de la comunicación tanto humana como técnica. (24).

—La atención a los diferentes medios; masivos, grupales, autóctonos y a las diversas formas de comunicación: popular, grupal, alternativa, siempre con el ánimo de responder mejor

122

a las diferentes situaciones y a la necesidad de pastorales espe­cíficas, con todo el esfuerzo creativo que esto conlleva. (25).

— La preocupación por las vocaciones específicas, ya eclesiás­ticas, ya laicales; preocupación que encontramos en todos los documentos "Santa Inés 6 6 " hasta el "Seminario de Quito 8 5 " . Y esto acompañado por la respectiva formación y un adecuado "aggiornamento". (26).

CONCLUSIÓN

Al concluir me permito algunos relieves. Nuestros pastores son conscientes de las limitaciones de su magisterio en este campo y sobre todo de lo mucho que queda por hacer en la práctica.

El documento de puebla (1074-1079), revela una capacidad de autocrítica que los enaltece, cuando reconocen que el fenó­meno de la comunicación, a pesar de su importancia, se les escapa "como hecho global"; que "su doctrina" se "ha tarda­do en llevarla a la práctica"; que no siempre se han aprove­chado bien las ocasiones en los medios propios y ajenos; que no siempre ha sido tempestiva su acción en la formación de los receptores; que las "experiencias y opiniones legítimas al interior de la Iglesia" han sido esporádicas, insuficientes y con poca influencia en la comunidad...

Todo esto indica que queda mucho por hacer. En un sector que avaza a pasos agigantados, hay que propiciar un "aggior­namen to" constante; un esfuerzo por dar a conocer el "corpus" doctrinal de nuestra Iglesia sobre las C.S. Un igual esfuerzo habrá que hacer por llevarlo a la práctica, mientras urgen estudios sobre los imperativos éticos puestos por las nuevas tecnologías comunicacionales (informática, telemá­tica, etc.).

En esa forma la Iglesia podrá hacer oír la Buena Noticia de la salvación hasta los confines de la tierra, pues estará emplean­do debidamente los medios de comunicación social "únicos capaces para llegar efectivamente a todos los hombres" (Me-dellín, 16, II, 7).

123

Page 63: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

NOTAS

1. Cfr. E. BARAGLI, Comunicazioni e Pastorale, SRCS, Roma 1974, pág. 110, "III.I grandi documenti", cita un largo pasaje de Pablo VI a los profesionales y operadores pastorales de los MCS.

2. Cfr. B. SPOLETINI, Santiago Alberione, un carismático de nuestro tiempo, Ed. Paulinas, Bogotá 1981, págs. 33-34.

3. Véala en B. SPOLETINI, Los Medios de Comunicación Social, Ed. Paulinas, Bogotá 1978, págs. 40-48.

4. Cfr. R. ROSSELLINI, "Verso il futuro come ciechi" (Hacia el fu­turo como ciegos), en La Stampa (Turín, Italia), 24-8-1971, pág. 3.

5. Cfr. Y. CONGAR, "La situazione ecclesiologíca al tempo delPEccle-siam, en // Regno/Documenti, 5/8/1981, págs. 170-177.

6. E. BARAGLI, op. cit., pág. 60.

7. Cfr. E. BARAGLI, Linter mirifica, SRCS, Roma 1969, págs. 261-269.

8. E. BARAGLI, Comunicazione e Pastorale, pág. 124.

9. Véalos en B.D. SPOLETINI, Comunicación Social e Iglesia (1959-1976), (con la reproducción también de los documentos sectoria­les; prensa, cine, radio, etc.), Ed. Paulinas, Bogotá 1977; y B. SPOLETINI, Comunicación e Iglesia Latinoamericana (1955-1984), Ed. Paulinas, Florida (Bs. As.), 1985.

10. B. SPOLETINI, op. cit., págs. XVIIss.

11. R.A. WHITE, La Iglesia y la comunicación en A.L. Treinta años de búsqueda de modelos, UNDA/AL, Quito 1983.

12. B. SPOLETINI, op. cit., págs. XIII-XIV.

13. Cfr. B. SPOLETINI, "Comunicadores para la Evangelización", en Nuevo Mundo, 134 (1987), págs, 501-512 (Caracas).

14. Sobre "la espiritualidad del comunicador social", cfr CLAR, Pro­puesta general para la formación de los Religiosos en y desde la

124

comunicación (inédito), los nn. 114-137, tratan del tema. Véalo en "Comunicación" Cuadernos Paulinos, 3 (1985), págs. 20-21 (San­tiago de Chile); "Communications, Media and Spirituality" en The Way, supl. 57; otoño 1986, Londres (todo el fascículo está dedica do al tema).

15. Cfr. B. SPOLETINI, Comunicación e Iglesia Latinoamericana, págs. 128-136: "Perspectiva del comunicador social" (1974).

16. H. ASSMANN, La Iglesia electrónica y su impacto en América La­tina, DEI, San José de Costa Rica 1986.

17. Cfr. E. BARAGLI, op. cit., págs. 184ss.

18. Cfr. B. SPOLETINI, Los medios de comunicación social, Ed. Pauli­nas, Bogotá, 1978, págs. 24-30

19. Cfr. S. ALBERIONE, Mensajes a los comunicadores, Ed. Paulinas, Bogotá, 1977, págs. 63-64: "El cántico de las criaturas del siglo XX".

20. Cfr. B. SPOLETINI, Comunicación e Iglesia Latinoamericana, pág. 85.

21. Cfr. op. cit., pág. 114.

22. Cfr. op. cit., pág. 166,2.

23. Cfr. los documentos de los "tres encuentros de pastoral de C.S.", en B. SPOLETINI, op. cit., págs. 79-117; SIAL, pág 199-203; NOMIC, págs. 205-217.

24. Los documentos de los primeros dos encuentros de "Liturgia de Radio y Televisión", véalos en B.D. SPOLETINI, Comunicación social e Iglesia, págs, 24 ss.

25. Texto completo en Documentación/CELAM, nn. 37-38 (1983), págs. 167-294, Bogotá.

26. "Audiovisuales y Evangelización", Lima 1977, en B. SPOLETINI, op. cit., págs. 150-160.

125

Page 64: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

SIGLAS DE DOCUMENTOS LATINOAMERICANOS

DECOS/CELAM 78: Documento preparatorio a Puebla del DECOS.

ERCE: Encuentro Responsables Conferencias Espiscopales 1975, Bo­gotá.

HTC: Hacia una Teología de la Comunicación.

MEDELL1N: Conclusiones de Medellín (Doc. 16 sobre los MCS).

MELGAR 70: Sesión de reflexión del DECOS/CELAM, en Melgar (Co­lombia), 1970.

NOMIC: Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación Embú (Brasil), 1982.

PCS: Perspectiva del Comunicador Social, Bogotá 1974.

PUEBLA: Documento de Puebla.

SIAL: Servicio Informativo de América Latina, 1980, Bogotá.

STI: Santa Inés/66 (Lima): Primer Seminario Responsables Continen­tales MCS.

126

LA IGLESIA Y LA COMUNICACIÓN

EN AMERICA LATINA:

TREINTA AÑOS EN

BUSCA DE MODELOS

Robert A. White, SJ.

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 65: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA IGLESIA Y LA COMUNICACIÓN EN AMERICA LATINA:

TREINTA AÑOS EN BUSCA DE MODELOS

ROBERT A. WHITE, SJ. Director de Investigaciones - Centro

para el Estudio de las Comunicaciones y la Cultura (Londres).

En los pasados veinticinco años, la fe cristiana en América Latina ha florecido con gran vitalidad y testimonio, aun cuando no lo juzgáramos sino por los mártires, que dieron testimonio del Evangelio con su sangre. La Iglesia Católica ha sido notable en fomentar una espiritualidad relevante en un continente rápidamente cambiante, en inspirar a los jóvenes y en dar un liderazgo moral participante en la vida nacional. La vitalidad se muestra también en nuevas formas de comunidad cristiana, nuevos modelos de ministerio y nuevas expresiones teológicas latinoamericanas.

En el centro de esto está el continuo misterio de la gracia de Dios, la generosidad del pueblo latinoamericano y la genero­sidad de la Iglesia universal ayudando a América Latina en sus horas de necesidad. Sin embargo, esto también representa una transformación notable en la comunicación de la Iglesia.

Quizá lo más visible de esta transformación son los ejemplos del uso selectivo y creativo de los modernos medios de comu­nicación: el empleo de la radio para la educación básica, la catequesis y la coordinación de las comunidades cristianas de base en las áreas rurales; el desarrollo de grupos de comuni­cación para la evangelización; innovaciones en el uso de la "comunicación popular", los pequeños medios que pueden producir y administrar los pobres y menos instruidos; las

129

Page 66: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

casas editoriales, que han jugado un papel considerable, creando literatura teológica y pastoral, y en fin, una serie de publicaciones periódicas sobresalientes entre los promotores de opinión pública.

Sin embargo el uso de los medios de comunicación es sólo un índice de una transformación fundamental mayor de la estructura subyacente de la comunicación de la Iglesia. Ha habido una intensificación de la cantidad y de la calidad tanto de la comunicación interna de la Iglesia como de la comunicación de la Iglesia hacia la sociedad más amplia en los países latinoamericanos. Esto ha significado la construcción de nuevos canales de comunicación en todos los niveles —en las comunidades cristianas de base, lo mismo que en las pa­rroquias y diócesis—, de tal manera que la Palabra está presen­te en mucha más gente y de una manera más vital. Más impor­tante aún es que los cristianos han sido capaces de reproducir el mensaje del evangelio, en un lenguaje y en símbolos que son atractivos y más inteligibles para la juventud, los campe­sinos cada vez más organizados, las clases trabajadoras urba­nas y los intelectuales más idealistas. El lenguaje de esperanza y de sentido de la comunidad humana están llegando a ser parte del vocabulario y de la visión del mundo del pueblo lati­noamericano.

Especialmente interesante en América Latina es la metodo­logía del análisis socio-histórico usado en la planificación de la pastoral. A la comunicación de la Iglesia se le percibe siem­pre dentro del contexto de la transformación social del conti­nente, de tal manera que la preocupación no se refiere preci­samente a la comunicación institucional interna de la Iglesia, sino a la comunicación del Evangelio por parte de la Iglesia a la sociedad que le rodea (1). América Latina no es, por cierto, la única parte del mundo donde se realiza esta transformación de la comunicación cristiana, y la Iglesia latinoamericana está lejos de haber resuelto sus problemas de comunicación. Sin embargo puede ser de interés para los comunicadores cristia­nos de otras partes del mundo, ver cómo la Iglesia en América

130

Latina ha ido adelante en la transformación de sus comunica­ciones. Explicar algo de la metodología subyacente a la plani­ficación pastoral en comunicaciones, puede ser más prove­choso que describir simplemente el uso actual de los medios de comunicación. Este artículo describirá la renovación de la comunicación de la Iglesia a lo largo de treinta años, e inten­tará, empleando esta metodología de análisis socio-histórico, mostrar cómo se llevó a cabo la renovación.

VARIACIONES REGIONALES Y UNIDAD CONTINENTAL EN AMERICA LATINA

En América Latina existe una diversidad cultural, social y política mucho mayor de lo que puede aparecer inicialmente al observador casual que viene de fuera. Existen por lo menos tres regiones mayores: El "Cono Sur", constituido por los países del sur del Brasil, Uruguay, Argentina y Chile, con una- amplia inmigración europea durante el siglo XIX; la región andina, con gran población indígena y una fuerte herencia colonial española; y la cuenca del Caribe, con fuerte antecedente africano y más influencia norteamericana. Exis­ten también significativas diferencias socio-culturales, carac­terizadas por una población que casi vive del campo. Hay también grandes diferencias entre la Iglesia de un país como Colombia, de cuyo numeroso clero se puede enviar misione­ros a otros países, y Honduras que no alcanza a tener 40 sa­cerdotes nativos, con una proporción de un sacerdote por 20.000 católicos bautizados. Cualquier afirmación acerca de América Latina tiene siempre muchas excepciones.

Sin embargo, en contraste con África, India y Asia Oriental, en América Latina se hablan sólo dos lenguas modernas y afines, y tienen una historia cultural iberoamericana muy semejante. El continente tiene sistemas políticos similares, una forma similar de dependencia económica internacional y, en comunicaciones, un modelo de transmisión privada fuerte­mente influenciada por el modelo de transmisión comercial estadounidense.

131

Page 67: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Los Obispos latinoamericanos cuentan con un Consejo Epis­copal, CELAM, y muchas organizaciones religosas importan­tes, tales como la Confederación Latinoamericana de Reli­giosos, CLAR, que cubren a toda América Latina, pasando a través de regiones y países. Las distribuidoras de publicacio­nes y diversas productoras de audiovisuales tienen mercado a lo largo de América Latina. Esta unidad es en sí un aspecto significativo de la comunicación de la Iglesia en la región.

Consecuentemente, existe una base para describir una historia con bastante similitud, del desarrollo de la comunicación de la Iglesia en América Latina.

LA COMUNICACIÓN EN LA IGLESIA "TRADICIONAL" DE LA AMERICA LATINA

Durante el siglo XIX y comienzos del XX, la Iglesia latinoa­mericana experimentó continuos y significativos cambios. Pero antes de comenzar una modernización más rápida duran­te la Segunda Guerra Mundial y especialmente antes de la organización del CELAM en 1955, la Iglesia mantuvo en muchos países varias características del pasado colonial es­pañol.

El modelo de comunicación en esta "Iglesia tradicional" fue muy diferente de la que Babin describe como típica de la Iglesia post tridentina de Europa Occidental (2). Con el adve­nimiento de la imprenta, la Iglesia comenzó a enfatizar la fe como el conocimiento umversalmente válido de fórmulas catequéticas, y la educación formal, la escuela, vino a ser el modelo de la comunicación religiosa. La estructura de sociali­zación y comunicación religiosa fue construida, dentro de la instrucción de las escuelas católicas, con una esmerada prepa­ración catequética para recibir los sacramentos, y el sermón instructivo en la misa del domingo. En América Latina, este modelo de comunicación puede encontrarse entre católicos de las élites mejor educadas, en los mayores centros urbanos y en las ciudades de provincia (3) las escuelas de las congre-

132

gaciones educacionales fueron cada vez más importantes en la América Latina del siglo XX. Pero la inmensa mayoría del campesinado rural y de la clase trabajadora, la población "servidora", no tenía acceso a estas escuelas. Y con la cre­ciente escasez de sacerdotes en muchos países, después de gobiernos liberales anti-clericales, a fines del siglo XIX, no existía simplemente personal suficiente para mantener un modelo de comunicación centrado en una instrucción cuida­dosa y en una motivación para la rectitud moral personal.

En su lugar, la comunicación religiosa se realizaba dentro del contexto de un ciclo anual y un ciclo de vida de "celebracio­nes" religioso-cívicas en la gran familia, la comunidad local y la nación (4). El ciclo anual seguía a la celebración de la Semana Santa, a la fiesta patronal de la comunidad rural o del barrio urbano, a observancias tales como el Día de las Ani­mas, Navidad, etc. (5). En el ciclo de la vida, el nacimiento se celebraba en el bautismo, y la muerte, en una serie de velo­rios. Un tercer momento de expresión religiosa eran las crisis de la vida, en las que el único recurso de la persona era buscar el patrocinio de un santo, la renovación de este patrocinio o la acción de gracias al patrono por los favores recibidos.

El interés por estas celebraciones no era la comunión indivi­dual con Dios en la oración o la renovación moral de la per­sona, sino un acontecimiento social que renovaba los lazos sociales (6). El bautismo era un fortalecimiento de la gran familia, con el establecimiento de relaciones rituales, el "com­padrazgo". La fiesta patronal era una renovación de la solida­ridad de la comunidad y de la protección comunal del santo patrono. La misa anual del Estado, con su Te Deum, la presencia del Cuerpo Diplomático, la presencia del Arzobispo y del Nuncio, etc. era una demostración de la solidaridad cívico-religiosa de la nación.

El "médium" en estas celebraciones era una especie de drama establecido, en el cual cada individuo de la familia o de la co­munidad tenía un papel designado: tales eran las procesiones

133

Page 68: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

de la Semana Santa, la fiesta anual del Santo Patrono, una peregrinación al santuario local, los velorios cuando alguien moría, devociones especiales a la Virgen María o al Sagrado Corazón, etc.(7). Cada celebración era un ritual complejo de alegría festiva, espectáculo, alimentos especialmente prepa­rados (el cerdo casero se guardaba para el caso de una muerte, y había que alimentar con él a los presentes en los velorios). Pero también había un procedimiento esmerado de oraciones ceremoniales, himnos, prédicas, etc. Al sacerdote se le podía asignar un papel en esto, pero los líderes y planificadores —los principales "comunicadores"— eran laicos con algún rango familiar, político y otro tipo de conexión personal. En este ritual dramático, había en todas partes imágenes, esta­tuas, vestimentas especiales, estandartes, símbolos religiosos e incluso cierto tipo de danzas.

Como lo señalan Víctor y Edith Turner, en su estudio sobre "la peregrinación contemporánea", en estos acontecimientos celebratorios con su rito comunitario y símbolos percibidos sensorialmente, se comunicaban los valores centrales de un sistema religoso (8). La comunicación religiosa no era asunto de información específica y diferenciada, pero era como un aspecto integral de la cultura y de la contextura de institu­ciones políticas y sociales.

Dado que lo sagrado y lo ritual eran una parte indiscutida de los valores centrales, la Iglesia estuvo siempre en el centro de la toma de decisiones tanto a nivel de la comunidad como nacional. Y el clero estaba siempre en el núcleo de las redes de comunicación de las élites nacionales o provinciales, cuando menos informalmente, a través de la familia o de los amigos (9).

CRISIS Y CAMBIO EN LA IGLESIA DE AMERICA LATINA

El modelo tradicional de comunicación en la Iglesia comenzó a verse profundamente amenazado por un proceso de cambio

134

social en America Latina, que se intensificó grandemente en la década de los años 40. Las raíces de los problemas de la Iglesia Católica se remontan a las tendencias de secularización vinculadas con el movimiento independentista, por el año 1820, y con los gobiernos liberales anticlericales a fines del siglo XIX. Sin embargo, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, los canales de comunicación entre América Latina y Estados Unidos se intensificaron, hubo una acele­ración en la urbanización y en la secularización en América Latina (10).

Con estos cambios, los canales de comunicación, el lenguaje y los símbolos comenzaron a centrarse menos en lo sagrado y más en la ciencia y en la tecnología seculares. Las visiones del mundo se desviaron: de un énfasis cíclico ritualista hacia el progreso y la planificación económica. Las relaciones perso­nales comenzaron a fundamentarse menos en la familia y el compadrazgo, y más en lo puramente económico, en el mer­cado de valores. Dado que la protección de los santos patro­nos fue considerada como menos esencial a la comunidad y al bienestar nacional, las celebraciones cívico-religiosas pasaron a ser un folklore para muchos, y los líderes de la Iglesia, como patrones de lo sagrado, quedaron al margen de las tomas de decisión y de las redes de comunicación. En muchos países, la Iglesia comenzó a perder contacto con las modernizadas y secularizadas clases media y alta.

Estos cambios trajeron también un trastorno en la estructura del poder social, lo cual iba a afectar eventualmente también a la Iglesia en la forma como desarrollaba su comunicación. Desde el periodo colonial, el poder estaba concentrado en una estructura jerárquica, controlado en su cumbre por un pequeño grupo de élites políticas, económicas y religiosas intervinculadas. Esta élite gobernante fue también centro de comunicación del país, y la información tendía a fluir a través de la jerarquía de intermediarios provinciales y locales dependientes de la capital, a las comunidades de pueblos leja-

135

Page 69: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

nos. Existía organización y comunicación horizontal poco significante entre las comunidades campesinas.

Cuando comenzó el proceso de modernización, el flujo de capital, tecnología e información se concentró en los centros internacionales de Norte América y Europa y las élites gober­nantes, y de éstas bajaba a través de las jerarquías interme­diarias. Dada la estructura interna de dependencia, era una parte muy pequeña de estos nuevos recursos la que llegaba como semi-subsistencia a los trabajadores del campo. De hecho, al abrise los nuevos mercados internacionales, los grandes terratenientes se movieron para apropiarse de los re­cursos de la tierra y consideraron la mano de obra rural como una conveniencia puramente económica. Al mismo tiempo, con las prácticas sanitarias mejoradas, la mortalidad infantil fue disminuyendo y se dio un rápido aumento en la pobla­ción campesina y una creciente competencia con agricultores comercialmente más aventajados, por los recursos de la tierra (11). Esta competencia dio origen a grandes movimientos agrarios, tales como el movimiento de Zapata en México (12). Estos movimientos crearon una alternativa, una "popular" red horizontal de comunicaciones, en oposición a l a tradicio­nal de estructura jerárquica (13).

Los grupos campesinos, sintiéndose cada vez más explotados en el proceso de modernización, eran precisamente aquellos de una fe religiosa más profunda. Las élites rurales, que alguna vez fueron los patrones rurales de la Iglesia, se habían enriquecido y contaban con mejor transporte, además habían asimilado mejor la modalidad urbano-técnica y secularizada de la cultura nacional.

Con la industrialización y la urbanización incipientes, vino una cultura más pluralista a América Latina. Se aflojaron los lazos familiares, comunitarios, rituales y de fe, y se produjo un terreno fértil a ideologías encontradas. Dentro de esta sociedad pluralista, llegaron celosos misioneros protestantes, introduciendo un cristianismo en agudo contraste con el

136

catolicismo cultural: conversión personal, integridad moral y perfeccionamiento propio, instrucción cuidadosa y lectura de la Biblia.

Las ideologías marxistas lograron tener alguna fuerza en América Latina, ya en la década de los 30 y de los 40; pero la Cuba de Castro proporcionó una gran atracción a la juventud idealista, después de 1959. Se multiplicaron los movimientos políticos disidentes de base urbana, en oposición al enriqueci­miento creciente de las élites y la mayor pobreza y explo­tación de campesinos y obreros. Estos movimientos estable­cieron rápidamente vínculos de comunicación entre los sectores campesinos y obreros. Se opusieron, en fin, al mo­delo dominante de desarrollo, promovido por los Estados Unidos.

El proceso que hemos descrito tuvo lugar en diferentes épo­cas y de diferentes maneras a lo largo de América Latina. Por lo general, la Iglesia se sintió amenazada como nunca antes desde la independencia de España (14). Como el catolicismo cultural tenía esa estructura, difusa del liderazgo, con mucha responsabilidad laica religioso-cívica, la preocupación fue experimentada no tanto entre los obispos, como a nivel de aldea y de barrio, donde los patrones locales de las fiestas de los santos, de las peregrinaciones, etc. vieron cómo surgían las capillas protestantes en sus vecindarios, o escuchaban por la radio la propaganda "anti-comunista".

Es un punto a favor de la Iglesia en América Latina, el haber tenido una conciencia muy reflexiva no sólo de los cambios sociales profundos que ocurrían sino de los nuevos modelos de comunicación que se estaban produciendo. Hubo muy poca añoranza por una época que se extinguía, y sí una bús­queda creciente de caminos por los cuales los cristianos pudieran contribuir a la construcción de una nueva sociedad, que incorporara tanto el progreso como la justicia. La inicia­tiva vino ampliamente de parte del liderazgo religioso laico de bajo status, las "clases populares", que experimentaban direc-

137

Page 70: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tamente la degradación e injusticia personal en aumento. Al igual que muchas organizaciones en crisis, hubo una fluidez creciente, circulación de ideas y solidaridad en la Iglesia, de tal manera que muchos clérigos, obispos y líderes intelectua­les se mostraron abiertos y sensibles a la voz de las clases populares. Jun to a esto, una gran cantidad de obispos asumie­ron su responsabilidad moral con respecto a la construcción de una nueva sociedad.

Así pues, en su amplia estrategia de comunicación, la Iglesia resistió la tentación de encerrarse en sí misma, convertirse en una secta religiosa minoritaria más, preocupada sólo por de­fender su propia existencia institucional, o tratando de igno­rar los cambios en el mundo que la rodea. Por el contrario, la Iglesia observó lo que pasaba en ese mundo, y decidió evange­lizar no precisamente a los individuos, sino a las nuevas estructuras sociales que estaban tomando forma (15).

A lo largo de un periodo de aproximadamente treinta años, el modelo de las comunicaciones de la Iglesia ha cambiado radi­calmente en varias dimensiones:

1. El uso de las comunicaciones de masa, incluyendo las misiones con masas populares, y la radio para la evange-lización y la instrucción.

2. El desarrollo de una infraestructura de organización reli­giosa local, comunidades cirstianas de base y una meto­dología de comunicación grupal a fin de facilitar una transición del catolicismo cultural a un catolicismo de conversión y reflexión de las personas; una comprensión más profunda de las fuentes bíblicas de la fe; un contexto para la oración de grupo y la dirección espiritual; una for­mación de la conciencia social, una integración de la fe con la acción por el cambio social.

3. Una participación mucho mayor del liderazgo laico en los ministerios formales y en la estructura formal de la diri-

138

gencia de la Iglesia con énfasis en la comunicación hori­zontal entre comunidades cristianas y una comunicación más participativa en la comunidad de base, en la parroquia y en la diócesis.

4. Refundiendo el lenguaje y los símbolos del cristianismo de acuerdo con la cultura latinoamericana, con el progre­so socio-económico y con el cambio social radical. Este nuevo lenguaje surgió de una difundido análisis sistemá­tico de los rumbos históricos, socio-culturales, políticos y económicos, de un contacto consciente con las clases po­pulares y de una sensibilidad a la religiosidad popular. Eventualmente se desarrolló allí una nueva teología contextual, que pasó a ser la base de una nueva espiri­tualidad, y capacitó a los cristianos para que se comuni­caran con las nuevas fuerzas de cambio social en el conti­nente.

5. Una fusión de la red de comunicación de los movimientos de campesinos y trabajadores y otros movimientos menos organizados de estudiantes y de pobres con la infraestuc-tura eclesial de comunidades y de comunicación grupal. La comunicación de la Iglesia proveyó de canales alterna­tivos de comunicación a muchos movimientos populares

' disidentes. De esta manera, Ja Iglesia contribuyó activa­mente al cambio en la estructura básica de la comuni­cación en América Latina: de la comunicación vertical controlada centralmente, de una sociedad jerárquica, a un sistema que permite una participación popular más amplia y muchos canales alternativos.

6 . Un cambio en la relación comunicativa fundamental de la Iglesia: de una confianza en el control cultural, mediante alianzas con los centros de poder político y acceso privile­giado al sistema educacional y a los medios de comu­nicación dominados por la élite, a una proyección del liderazgo moral independiente y testimonio de la verdad

139

Page 71: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

destinada a hacer un llamado a las conciencias libres dentro de una sociedad pluralista.

El proceso de cambio ha constituido una búsqueda difícil, con muchas etapas distintas. Ha habido y todavía hay un intenso debate dentro de la Iglesia con respecto a las priori­dades y estrategias generales de la comunicación. La apertura de este debate y la voluntad de considerar puntos de vista diferentes u nuevas alternativas, es una forma de comuni­cación que puede fomentar creatividad. Algunos observadores temen que el debate está siendo ahora arbitrariamente corta­do, y que la Iglesia se está aislando a sí misma de las grandes corrientes de cambio en América Latina.

COMUNICACIONES PARA LA CONVERSIÓN RELIGIOSA PERSONAL

Una de las primeras reacciones de la Iglesia Católica fue tratar de motivar un compromiso religoso más formal entre las masas de los llamados católicos "culturales". Hubo varios enfoques, pero uno de los más importantes fue un tipo de comunicación de masas, como las grandes misiones populares, del padre Welling, y el Movimiento por un Mundo Mejor del Padre Lombardi (16).

En la década de los 50, equipos de "misioneros" viajaron país por país, organizando y predicando la misión en regiones que comprendían varias diócesis o también todo un país. Después de una solícita preparación, todo el personal religioso de una diócesis se comprometía a predicar la misión en todo el vecin­dario rural o urbano. Los objetivos eran la conversión indivi­dual y la confesión, la reforma permanente de la vida, espe­cialmente la validación de los matrimonios, y una participa­ción más activa en la vida sacramental de la parroquia. Estas misiones populares eran animadas en todos los sectores sociales, pero en general eran más efectivas con el campesina­do y, en cierto modo, con la clase trabajadora urbana.

140

Entre las crecientes clases medias urbanas, se introdujeron los "Cursillos de Cristiandad" y ciertas modalidades de Movi­miento Familiar Cristiano, que tuvieron gran influencia. Los objetivos eran también establecer lazos personales de comuni­cación con las estructuras formales de la Iglesia, y un lenguaje común de lealtad y creencia. Por ejemplo, un resultado de los Cursillos fue un plan de reuniones frecuentes, de retiros, de acontecimientos sociales y un compromiso laico mucho más activo en la estructura de liderazgo de la Iglesia.

La radio fue usada frecuentemente para anunciarlas misiones populares y otros movimientos, pero en esa etapa hubo pocos intentos de usar la radio en un estilo de misión popular de masas, como un esfuerzo continuado o llevado hasta el fin.

Con mayor frecuencia se dio un tipo de continuidad en los sistemas de organizaciones laicales, tales como la Legión de María, el Apostolado de la Oración, los Caballeros de Cristo Rey, los grupos de Familia de Dios, etc. Estos ponían especial empeño en una membrecía más o menos explícita, en una dedicación personal formal, en la asistencia frecuente a reu­niones, en un proceso continuo de educación religiosa, en el apostolado laico activo y en las celebraciones públicas comu­nales de la membrecía, con todos los símbolos del culto, estandartes, insignias, himnos y renovación de consagraciones. No era poco frecuente que jóvenes líderes, en la celebración tradicional de la fiesta del catolicismo, desempeñaran un papel activo en estas organizaciones. En las parroquias rurales, la red de estas organizaciones se extendía a menudo hasta las remotas comunidades de la montaña, y a nivel parroquiano o diocesano, se establecía un sistema de comunicación religiosa. Los líderes laicos de la Legión de María o de otras organiza­ciones se reunían mensualmente a nivel parroquial, y luego volvían a sus comunidades locales llevando material de ins­trucción.

En este primer periodo de renovación, la Iglesia apoyó también activamente organizaciones cristianas paralelas:

141

Page 72: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

gremios de obreros cristianos, organizaciones campesinas, partidos políticos, asociaciones de hombres de negocios, coo­perativas, organizaciones juveniles, etc. (17). En contraste con el catolicismo cultural tradicional, estas organizaciones enfatizaban la ideología católica explícita así como el modo de vivir, contrastando con otras orientaciones ideológicas. No sólo se forjó una visión cristiana del mundo dentro del marco de las actividades de estos grupos, sino que también se abrie­ron canales para una instrucción católica más formal, conse­jería y otras actividades religiosas explícitas. Todas estas cosas intensificaron la comunicación interna y la solidaridad de una Iglesia, den t rode una creciente sociedad pluralista.

Para muchos, puede parecer que estos enfoques hacia la comu­nicación religiosa insisten demasiado en formalidades rutina­rias de catolicismo sacramental, en lugar de una evangeli-zación más profunda, y que quizás han aislado a los cató­licos respecto a la sociedad más amplia, así como a las ideas más abiertas del cambio socio-político. Sin embargo, las misiones populares y las organizaciones religiosas fueron a menudo una comunicación efectiva, que alcanzaba muchas dimensiones de la personalidad. Incorporaba la atracción imaginativa de símbolos organizacionales; apoyo emocional en la amistad y la camaradería de pequeños grupos; una visión del mundo razonablemente integrada y coherente; simples pero claras y firmes metas en la vida; momentos de tranquila reflexión personal, y cierto uso de los medios de comunicación disponibles. Esto fue a menudo un importante punto de partida para desarrollos ulteriores en el nuevo mo­delo de comunicación de la Iglesia. (18).

LA IGLESIA SE MUEVE HACIA LA ORGANIZACIÓN CAMPESINA

A fines de los años 50, la infraestructura de la organización religiosa creó, en muchos países de América Latina, muchos más canales de comunicación entre grupos laicos y entre el laicado y el clero. Esto fue especialmente real en las comuni-

142

dades campesinas, donde la gente tiene más tiempo libre para este tipo de organizaciones y pocas distracciones urbanas. El clero de las áreas rurales, especialmente el clero misionero que había llegado en gran número en los 50, comenzó a tener mucho contacto directo y constante con los campesinos de comunidades alejadas, y tendió a concentrarse menos exclusivamente en las parroquias centrales de las ciudades provinciales. Esta interacción entre un clero con mayor preo­cupación rural y un articulado liderazgo campesino laico, cada vez más motivado, llevó al clero y a los campesinos a enfrentar juntos la creciente pobreza y privación en los agri­cultores subsistentes a medias. Al mismo tiempo se produjo una tensión creciente entre el clero y los agricultores dedica­dos al gran comercio y las élites rurales, que en otro tiempo habían sido patrocinadores de un catolicismo cultural.

Como los nuevos programas de educación, de técnica agrí­cola, de asistencia y salud, promovidos por el gobierno, no tomaban en cuenta las áreas marginales de difícil acceso en las lejanas comunidades campesinas —precisamente donde la presencia de la Iglesia había comenzado a ser más fuerte—, la Iglesia se movió para llenar este vacío dejado por servicios oficiales de desarrollo, con su propio sistema de comuni­cación alternativa conducido por campesinos y no por élites rurales.

La red de organizaciones religiosas demostró que los campe­sinos podían movilizarse efectivamente para resolver sus propios problemas, pero esas organizaciones sólo podían florecer si los campesinos eran ilustrados y si se les enseñaba métodos democráticos de acción de grupo para superar los siglos de caudillismo y de dependencia fatalista. En las déca­das de los 50 y de los 60 se dio una amplia promoción de desarrollo de la comunidad y de métodos de organización cooperativa, gracias a misiones de ayuda técnica internacio­nal. A menudo se pensó ingenuamente que los ministerios de gobierno llevarían esto directamente a las comunidades cam-

143

Page 73: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

pesinas, pero por lo general los oficiales de gobierno se coludían con las élites rurales, ignorando a los sectores cam­pesinos más necesitados. Esto no obstante, el clero y los líde­res religiosos campesinos sacaron ventaja de dichos modelos de organización campesina, como medios para fortalecer la base organización al de los agricultores a medio subsistir, e insistieron en que la mejor expresión de la fe cristiana era tra­bajar en esas organizaciones. Esta proliferación de consejos de acción comunitaria, cooperativas, agrupaciones femeninas y grupos juveniles intensifica la existencia de canales de comu­nicación en los sectores de bajo status dentro de las comuni­dades cristianas y entre ellas.

Al mismo tiempo las uniones gremiales cristianas con sede en la ciudad, los partidos políticos y las organizaciones de estu­diantes universitarios comenzaban a buscar caminos para extender su influencia y contribuir al desarrollo nacional. Con frecuencia éstas se vincularon con las parroquias rurales para proporcionar asistencia técnica, promocional y organizativa, estableciendo así un sistema alternativo de comunicación rural-urbana.

A nivel continental, el movimiento social cristiano en América Latina establecía centros mayores en Chile, Venezuela y en otras partes, para el adiestramiento y la investigación en la enseñanza social de la Iglesia. Estos centros, como DESAL en Chile, tomaban los principios de las entonces recientes encí­clicas sociales, 'Mater et Magistra" y "Pacem in Terris", para construir modelos de desarrollo social orientados cristiana­mente. A través de la red de institutos a nivel nacional de "promoción humana", los conceptos de "promoción popu­lar" se introdujeron a nivel regional y parroquial. Esto introdujo un nuevo lenguaje comunicativo entre grupos obreros y campesinos, que superaron viejas barreras de fami­lia, lealtades regionales y políticas.

Este sistema de organizaciones paralelas puede haber aislado a los católicos de otras corrientes de pensamiento más radicales.

144

Pero a medida que la Iglesia se preocupó más profundamente del progreso del gran número de pobres del campo y de la ciudad, comenzó a proyectar símbolos de nueva identidad en el medio público de una América Latina que se ponía cada vez más al día en el "desarrollo". Traduciendo sus valores tra­dicionales a un lenguaje que entonces era corriente y com­prensible, se pudo comunicar mejor con muchos grupos en la extensa sociedad, preocupada con el desarrollo y el cambio social.

Muchos en el movimiento social cristiano llegaron a la conclu­sión de que su primer modelo reformista de cambio social no era muy eficaz para hacer frente a una atrincherada estruc­tura de poder y al apoyo norteamericano a los tradicionales grupos elitistas, y buscaron soluciones más radicales. Pero, una vez, esta primera etapa fue el fundamento para un nuevo modelo de comunicación de la Iglesia.

LAS ESCUELAS RADIOFÓNICAS

Una nueva dimensión de la comunicación fue aportada a este sistema de organización rural parroquial, con el desarrollo de las "Escuelas Radiofónicas" por el Padre José Joaquín Salce­do en Colombia, a comienzos de los años 50 (19). Con la radio, un pequeño equipo central de educación podía llegar a cientos e incluso a miles de familias y comunidades aisladas en áreas montañosas sin servicio de correo o teléfonos. Los líderes religiosos locales, a menudo semi-instruidos, podían al fin reunir al pueblo para las clases, distribuirles material edu­cativo sencillo y ayudar a la clase auditora a seguir las instruc­ciones de la radio. Si bien el primer énfasis fue fuertemente catequético, Salcedo y su equipo desarrollaron un concepto de "educación integral básica", que llevó una perspectiva reli­giosa a cada uno de los aspectos del progreso en la vida: lite­ratura, salud, agricultura, desarrollo de la comunidad y liderazgo campesino. Salcedo estableció también un instituto central de adiestramiento para formar a los agricultores cam-

145

Page 74: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

pesinos como auxiliares de la Escuela Radiofónica y líderes de la comunidad.

Se esperaba que cada escuela de radio llegara a ser un equipo de líderes adultos que estimulara un programa de desarrollo de la comunidad local. La parroquia local pasó a ser la unidad administrativa de las escuelas de radio, y el pastor local o sus colaboradores eran enrolados para promover las escuelas de radio en cada comunidad rural, seleccionar auxiliares en el vecindario, distribuir los materiales de enseñanza al comienzo de un curso de cinco a ocho meses, proporcionar un local para reuniones mensuales de auxiliares, controlar el progreso de la escuela de radio y enviar los resultados de los exámenes al final del curso, a fin de que fueran corregidos en la oficina regional o nacional.

Radio Sutatenza, en Colombia, llegó a publicar y distribuir a las parroquias y comunidades un periódico semanal, El Cam­pesino, y una serie de folletos de instrucción sencilla y de entrenamiento, vendidos por cientos y miles a precio ínfimo.

El modelo de Radio Sutatenza se extendió rápidamente a otros países de América Latina a fines de los años 50 y durante los 60. En la mayoría de los países ha sido más con­veniente descentralizar este modelo a un nivel diocesano o regional a fin de tener en cuenta las diferencias regionales, los problemas de transmisión en las regiones montañosas, los diferentes grupos de lenguas indígenas y los programas locales de pastoral diocesana. El sistema de transmisión de América Latina no tardó en permitir una multiplicación de pequeñas estaciones de radio comerciales o educacionales. En muchos casos, una diócesis prefirió establecer una estación de radio con una informal programación diaria educacional y religiosa, pero sin la formalidad de radio escuela.

Existen ahora alrededor de 35 a 40 sistemas de radio escuelas en América Latina, que o son operadas por la Iglesia o están

146

estrechamente asociadas con la Iglesia. Estas han formado la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), que mantiene una oficina en Quito y proporciona adiestramiento y asistencia técnica a sus radio escuelas miem­bros. Existen por lo menos otras 75 estaciones de radio, sin los programas formales de una radio escuela, y su número va aumentando de día en día. Equipos y local son comprados frecuentemente con la ayuda de organizaciones católicas internacionales de ayuda, pero las estaciones de radio pueden operar comercialmente, y pueden ser sostenidas por publi­cidad juiciosamente seleccionada o por otros ingresos locales.

Las estaciones de radio regionales o diocesanas constituyen un novedoso apoyo de comunicación para la Iglesia, especial­mente en las áreas rurales (20). La mayoría de las estaciones son de bajo poder, con menos de 10 kilowatios, y cubren el área de servicio de una ciudad-mercado (un radio de 30 a 50 kilómetros), lo que constituye un sistema interpoblacional. Las ciudades-mercado en las que están ubicadas las estacio­nes, son centros de sistemas viales regionales, líneas de buses, fábricas comerciales, gobierno provincial con servicios de salud, educación y agricultura y organización ya establecida y autónoma. Sin embargo, los canales de comunicación guber­namental y comercial tienden a seguir las líneas jerárquicas de estructura social tradicional: desde las oficinas regionales a las élites locales rurales (los grandes terratenientes).

La estación de radio cultural-educacional introduce este mo­delo de comunicación a un nivel social diferente, por cuanto la Iglesia tiende a trabajar con grupos campesinos de bajo status, y las radio escuelas se han introducido en las comuni­dades rurales gracias a la estructura organizativa del liderazgo religioso entre campesinos de las comunidades rurales. Así, la estación de radio viene a ser frecuentemente el centro de una red regional campesina de educación y de promoción, que se basa en:

1. Una serie de organizaciones a nivel de vecinos, para hom­bres, mujeres y jóvenes;

147

Page 75: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

2. Promotores campesinos para profesionales de organiza­ciones vecinales, que visitan comunidades aisladas, a caballo o a pie;

3. Reuniones mensuales de líderes vecinales en centros pa­rroquiales, y

4 Un centro regional de adiestramiento de líderes en la ciudad-mercado para cursos breves de organización comu­nitaria, cooperativas, salud y agricultura. A veces, esta red forma las bases para federaciones de crédito, para coope­rativas de consumo y de mercadeo de producción, para organizaciones de grupos de interés agrario y para otro tipo de organizaciones.

Las estaciones de radio no se establecen solamente para trans­mitir educación general, sino que encuentran sus audiencias medulares entre los participantes de esas organizaciones. La programación de la estación refleja la misma visión del mundo, un juego de interés y un lenguaje, que se han desarro­llado en años de discusión en las reuniones, en los cursos de educación de adultos y en los cursos de adiestramiento de líderes. La estación de radio puede ser un factor importante para reflejar y configurar el lenguaje común de cambio social en un movimiento regional de campesinos.

Muchas de estas estaciones de radio sirven de intercambio de comunicación central dentro del sistema regional de organi­zaciones campesinas. Una sección de la programación diaria o semanal se adjudica a cada tipo de audiencia, organización, programa educacional o campaña de desarrollo educacional. La programación en el así llamado "tiempo preferencial" es orginariamente un programa de amplio servicio a la comuni­dad, en el que se discuten los problemas corrientes de los campesinos, y se presentan noticias de quejas de campesinos y obreros o incidentes de explotación, cuya trasmisión no sería permitida en estaciones ordinarias de radio. F recuente -

148

mente los líderes locales preparan sus propios programas con alguna ayuda por parte del equipo técnico de la estación; o; bien, líderes campesinos son entrevistados directamente en sus comunidades. En América Latina, la radio local viene a convertirse en el periódico, el teléfono y el servicio postal, y estas estaciones al servicio de las organizaciones campesinas, pasan a ser el medio primario para un contacto constante entre los líderes y las organizaciones en las comunidades más apartadas. En algunos casos, la Iglesia está dispuesta a poner sus estaciones directamente bajo el control de grupos campe­sinos o indígenas, de tal manera que dichas estaciones son totalmente la "voz del campesino".

LA COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE: CLAVE EN LA COMUNICACIÓN DE LA IGLESIA

Un nuevo modelo de organización y comunicación, que se desarrolló en la Iglesia en los años 50 y 60, quizás la innova­ción más significativa, fue la comunidad eclesial de base, como unidad de culto y de vida cristiana activa. Hubo diver­sos factores que influyeron en su desarrollo,

1. , La experiencia del compromiso amplio de la Iglesia con el desarrollo de la comunidad y el entrenamiento de líderes laicos para las organizaciones locales, ayudó a la Iglesia a descubrir la pequeña "comunidad" local como una unidad eficiente de educación y de acción social (21). En la promoción de estas organizaciones populares, la Iglesia descubrió que estaba cultivando de una manera muy consciente una cantidad de valores evangélicos fundamentales: un mayor respeto por las sensibilidades y necesidades de otros individuos y del bien común; la capacidad de sacrificar el propio egoísmo a fin de trabajar por el bienestar de los demás; la superación de las ene­mistades y venganzas personales y familiares, tan endé­micas en comunidades locales, y tan decisivas en la vida

149

Page 76: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

familiar y comunitaria; menor confianza en la reli­gión como una solución fantástica, casi mágica, para los problemas de vida, y más dedicación a la religión como una contribución a los problemas en términos de frater­nidad y, a menudo, de cambio social radical. En resumen, se vio que la expresión central y la más importante del cristianismo en muchos contextos latinoamericanos era hacer una contribución al progreso de la comunidad y a una mayor justicia social. Esto condujo a dar una impor­tancia cada vez mayor a la comunicación religiosa, no solamente como comunión entre el individuo y Dios, sino como una comunicación horizontal entre el grupo de cristianos y del grupo con Dios.

2. La experiencia con la educación de adultos y la introduc­ción de nuevas metodologías educacionales, tales como la educación para la liberación de Paulo Freiré, reemplazó la instrucción memorizada y autoritaria. Las decisiones per­sonales y de grupo se hicieron en una atmósfera de liber­tad, mediante un análisis sistemático de la situación de vida de cada uno (concientización), en discusión de grupo (aprendiendo de otros el status propio) y por una participación activa en las organizaciones de la comuni­dad. Los campesinos iletrados, tan conscientes de su infe­rioridad y dependencia, eran animados a hablar, a expre­sar sus puntos de vista y a asumir responsabilidad y liderazgo. Se insitía en que el liderazgo no estaba necesa­riamente conectado con el status heredado o con la rique­za, sino que se le consideraba como el derecho de toda persona a cultivarse mediante el adiestramiento. En la práctica, la Iglesia fue preparando al pueblo laico para un liderazgo democrático y para ocupar posiciones de res­ponsabilidad en las organizaciones promovidas a gran escala por la Iglesia. En las sociedades latinoamericanas, con una insistencia tradicional en la comunicación parti­cipada fue produciendo un cambio fundamental en los modelos de comunicación dentro de la Iglesia.

150

3. El estilo de liderazgo democrático y los procedimientos participativos, animados por la Iglesia, constituyeron una nueva forma tan profunda de pensar, que el ingreso en las organizaciones implicaba una especie de conversión personal y un compromiso por cambiar el modelo social del pueblo o distrito. Para muchos en las comunidades rurales, la experiencia de superar las enemistades renco­rosas y cumplir esa cosa tan simple como construir una escuela o hacer frente a las injusticias de las élites rurales, engendró una confianza entusiasta de que los campesinos podían "crear una nueva sociedad". Como todo esto estaba tan estrechamente vinculado con temas bíblicos de liberación y con la enseñanza social de la Iglesia, estos movimientos populares desarrollaron un nuevo modelo de comunicación externa: salir a "convertir" a otros para este movimiento (22).

4. En un contexto demográfico de rápida expansión, con pa­rroquias de 20.000 a 40.000 fieles, y una escasez de clero y de seminaristas, los líderes de la Iglesia se convencieron cada vez más de que un proceso profundo de evangeliza-ción era imposible siguiendo el modelo tradicional de la comunicación individualizada entre sacerdotes y pueblo.

5. Mientras estas experiencias se desarrollaban en América Latina, el Concilio Vaticano II y otros movimientos en la Iglesia abrían puertas a numerosas posibilidades: amplio ingreso del laicado en el liderazgo de la Iglesia y una acti­tud favorable hacia nuevas formas de ministerio; una serie más amplia de expresiones litúrgicas y paralitúrgicas; ma­yor dedicación a la Biblia y a la Palabra de Dios como "lugar" de la gracia de Dios y como medio de evangeliza-ción, y un énfasis en la integración de la liturgia y de la oración personal con la vida y el desarrollo de la comuni­dad (23).

6. Debido al difundido liderazgo del catolicismo cultural tra­dicional, la Iglesia ya tenía en las áreas rurales y entre los

151

Page 77: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

pobres de la ciudad, muchos líderes laicos, y no estaba tan dominada por el clericalismo.

Todas estas cosas condujeron a mediados de la década de los 60, a experimentos y luego a la rápida adopción de las comu­nidades cristianas de base, como grupos de culto, reflexión, estudio y servicio a la comunidad local más amplia. Una "co­munidad cristiana de base" varía, pero en general es un grupo nuclear de unas 25 a 50 familias, unidas por una identidad común, ya sea geográfica o social (24). Las más de las veces, casi todos los habitantes en una comunidad geográfica son bautizados, y son miembros, al menos potenciales. Pero en la práctica, la "comunidad eclesial de base" es un grupo más pequeño de cristianos comprometidos, que se consideran a sí mismos como un "fermento" dentro de una comunidad más amplia de católicos nominales.

La actividad central de estas comunidades cristianas de base es generalmente una celebración litúrgica dominical, concen­trándose en las lecturas bíblicas correspondientes a ese do­mingo, con una discusión sobre ellas dirigida por el ministro laico. Este, un hombre o una mujer, elegido por la comunidad con base en su buen criterio y en su capacidad de liderazgo espiritual, puede desarrollar una corta homilía, pero más im­portante es lo discutido en el grupo acerca de cómo esta lec­tura puede relacionarse con la vida de la comunidad (25). Existe también un ritual de oración común y cantos que siguen la estructura general de la celebración eucarística. Los ministros laicos pueden también preparar a los padres para el bautismo, a los jóvenes para la confirmación y, en algunos casos, a las parejas para el matrimonio.

Esta comunidad eclesial se construye sobre la organización existente del catolicismo cultural, organizaciones como 1; Legión de María u otras organizaciones para el progreso de la comunidad. Hace hincapié en los métodos horizontales, dialogales y participatorios de comunicación. Existe también un sentido profundo de comunicación apostólica externa:

152

dando testimonio por la expresión interna de amor cristiano y de apoyo mutuo ; tratando de infundir un sentido de unidad y de trabajo común en la comunidad más amplia; tomando la iniciativa de servir a los necesitados, cuando en la comunidad se presenta un problema o un desastre; ejerciendo el liderazgo en protestar por la injusticia social, etc.

Una parroquia viene a ser una comunidad de comunidades de base, y la actitud del pastor consiste en facilitar la comuni­cación entre las comunidades y coordinar la parroquia en su conjunto. Programas de formación teológica, ministerial y espiritual para ministros laicos entran en funcionamiento, y a los misnistros laicos se les da ordinariamente un reconoci­miento por parte de los obispos locales, de tal manera que, en cierto modo, pasan a formar parte de la estructura ministerial de la Iglesia. Pero existe un esfuerzo por evitar la creación de "mini-sacerdotes", lo cual perpetuaría un modelo de comuni­cación vertical, dominado por el clero. La intención es más bien la de alentar "comunidades sacerdotales", con un mode­lo más horizontal. Se espera que los cristianos sean ministros unos de otros.

Allí donde la Iglesia ha promovido o permitido las comuni­dades cristianas de base, existe un modelo y un volumen dife­rentes de comunicación. Existen reuniones frecuentes de mi­nistros laicos a nivel parroquial o diocesano. Las consultas y decisiones a nivel parroquial se hacen con una participación amplia, y se sigue una línea de igualdad entre el pueblo laico, el clero y los religiosos. En esta forma la comunicación es más horizontal que en el tradicional modelo vertical de infor­mación, hacia arriba, del sacerdote al obispo, y luego hacia abajo, al pueblo. Las decisiones son a menudo discutidas am­pliamente en la comunidad de base, en los consejos parro­quiales y en el consejo diocesano, no precisamente dentro de un pequeño círculo de consultores del obispo, o que simple­mente emanan directamente de la "reflexión interna" del obispo sin discusión !(26).

153

Page 78: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Cuando existe una estación de radio diocesana y ésta está estrechamente integrada al programa de pastoral diocesana, los integrantes de las comunidades de base tienen acceso pe­riódico a la radio para dar testimonio y hablar a otras comu­nidades. La radio es también un medio de instrucción de los ministros laicos o catequistas, y de comunicación entre el obispo y las comunidades de base. La radio puede exaltar la solidaridad, el lenguaje común y el consenso de opinión de los cristianos en la región.

Se ha producido una aceptación rápida y extendida de las co­munidades cristianas de base entre los sectores de campesinos y de la clase obrera, especialmente donde la Iglesia ha favore­cido las organizaciones comunitarias y el liderazgo laico. Se estima que en Brasil existen unas 50.000 comunidades cristia­nas de base (27). En un país más pequeño de América Cen­tral, como lo es Honduras, la Iglesia está estructurada ahora casi por entero en términos de comunidades cristianas de base, contando con este tipo de grupos en prácticamente cada pe­queño vecindario rural y barrio urbano. Sin embargo, la acep­tación es menor entre la clase media urbana, menos acostum­brada al liderazgo laico y a un modelo de comunicación par-ticipativo.

COMUNICACIÓN GRUPAL

Con énfasis en la evangelización del catolicismo cultural y centrándose en la comunidad cristiana de base, la comunica­ción grupal ha pasado a ser la actividad prioritaria de comuni-cación de la Iglesia en América Latina. En uso de "pequeños medios" en un contexto de grupo se ha desarrollado en Amé­rica Latina, así como en otras partes del mundo, en la forma de ayudas audiovisuales para la instrucción catequística, así como la forma de un método especial de e van geliz ación y de concientización para el cambio social. Una vez más, esto re­fleja los desafíos específicos que la Iglesia ha debido enfren­tar en América Latina.

154

En un contexto de catolicismo cultural de masa con poca instrucción formal, hubo una búsqueda de una instrucción de adultos más flexible, que llevara a un sistema de preguntas y respuestas más individual (28). Se sintió una necesidad espe­cial en favor de la expresión de la fe, del compromiso y del testimonio personales, que es característico de la discusión, y una especie de guía y discernimiento del grupo en ausencia de dirección espiritual teológicamente entrenada. Un audio-, cassette o un juego de diapositivas es una valiosa ayuda de enseñanza para grupos iletrados o semi letrados, especialmen­te en las manos de animadores con poco entrenamiento teo­lógico formal. Lo más importante es que el audio-casette, el afiche, las diapositivas y otro medio, capacitan al "maest ro" para que evite la instrucción directa, y para que llegue a ser un animador de un proceso totalmente libre y abierto de pro-fundización de la fe. Ni el animador ni el medio de que se vale son superfluos en la información, sino que son ocasión para un proceso de descubrimiento personal y piadoso (29). La comunicación grupal es el medio más importante de socia­lización dentro de la comunidad cristiana de base, pero de una manera que permite a la persona dentro del grupo, asu­mir una responsabilidad totalmente consciente para las con­vicciones y las acciones.

Por otra parte, la comunicación grupal en América Latina re­presenta un esfuerzo muy consciente para oponerse a la tra­dición autoritaria y vertical de la educación y de la comuni­cación, que refleja la estructura social jerárquica controlada por la élite. La inclusión de los campesinos en el liderazgo de las organizaciones populares y como auxiliares en las radio escuelas introdujo una comunicación más horizontal. También ejerció influencia la gran difusión de los métodos de "anima­ción" de la educación en los años 50 y comienzos de los 60.

La publicación de libros de Paulo Freiré sobre filosofía educacional y su metodología, a mediados de los años 60, creó un movimiento que recorrió toda América Latina. Pre­sentaba una crítica sistemática sobre el método pasivo de

155

Page 79: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

educación y de memorización de la información clásica, que reflejaba un punto de vista elitista de la realidad. La metodo­logía freiriana es esencialmente un método de educación y comunicación a través de la discusión en grupo.

a) Los miembros del grupo son, ellos mismos, la fuente de la información significativa de la realidad. Las audivisuales u otros medios, sirven tan sólo para presentar objetiva­mente y reflejar sobre los participantes su propia situa­ción de vida, de tal manera que puedan "decodificar" esta realidad en los términos de sus causas. La discusión conduce al nivel de una conciencia plena de la percep­ción, experimentada en lo profundo, de las injusticias y de más anomalías, que una estructura de poder represivo, el temor, la indoctrinación y la influencia de los medios de comunicación controlados por la élite han echado fue­ra de la conciencia. La discusión lleva a los grupos a cons­truir de manera sistemática su propio modelo de las cau­sas de su situación, algo que ríunca ha sido puesto real­mente de manifiesto por los "noticieros" de los medios de comunicación.

b) La metodología freiriana insiste en que los campesinos y otras gentes de bajo status son capaces de hacer una con­tribución a la historia de su comunidad y de la nación, y de formar su propia cultura (30). La educación no es " tener" información sino "usar" la información para lo­grar una sociedad más justa. Esta educación guía al "ciu­dadano activo", profundamente envuelto en el proceso político de la nación. Lleva también a una integración más profunda de fe y acción para una sociedad más justa.

c) Dicha metodología insiste en un proceso dialogal de co­municación, de manera que los participantes descubran su propia creatividad, aprendan a formular y expresar sus propios puntos de vista e inicien el proceso de "comuni­cación ascendente". Es también un entrenamiento para

llegar al consenso y a decisiones colectivas mediante un debate público libre.

d) Se espera de los individuos que participen en la produc­ción del medio y de los materiales docentes, de tal mane­ra que los temas fundamentales abordados expresen su contexto de vida y lo que es importante para ellos, orga­nizado de acuerdo con su visión del mundo, no con la de los grupos elitistas (31). Se señalan los medios de comuni­cación no precisamente por su valor informativo —como lo hicieron anteriormente los usos catequéticos de los au­diovisuales—, sino por su valor conscientizador. Existe una creciente producción de audiovisuales puramente instructivos, confeccionados y distribuidos por casas editoriales centrales, especialmente de fuentes europeas y estadounidenses. Se consideran como los materiales más apropiados los que se producen en la misma localidad y, en la medida de lo posible, por la misma gente de bajo status.

Por otra parte, debido a la rápida propagación de las comuni­dades cristianas de base, la solidaridad del grupo pasa a ser un valor en sí misma. El énfasis cambia: de la instrucción ca­tequística puramente informativa, a aprender a compartir puntos de vista sobre el significado y la aplicación de la Biblia y de los documentos de la Iglesia. Esto cultiva un sentido de mutuo discernimiento, de mutua guía espiritual, de oración en conjunto y de ministerio recíproco (32). Todo esto enfati-za la cualidad de la comunicación horizontal dentro de la pe­queña comunidad cristiana y con otras comunidades cristia­nas. Hace resaltar también que el grupo, como un todo, da testimonio, servicio y liderazgo a la gran comunidad y formu­la una estrategia común de comunicación externa.

Finalmente, como los cristianos se han tornado más conscien­tes de sus valores evangélicos y del contraste de estos valores con la cultura de masas que los rodea, se produce una crecien­te ambivalencia acerca de los medios de comunicación (33).

157

Page 80: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Con mucha frequencia, los intentos de usar radio o televisión comerciales, son rechazados o severamente censurados por los encargados de la estación, como algo "subversivo". Cuando la dictadura tomó posesión en Brasil, Chile, Argentina y otros países, la expresión pública de puntos de vista por parte de los cristianos, dio con frecuencia origen a represiones violen­tas. La comunicación grupal, una especie de "comunicación de catacumbas", vino a ser en muchos países el único proceso de comunicación disponible para los cristianos.

Existe también el sentir de que los medios de comunicación en América Latina, tan dominados por intereses comerciales y por los programas baratos importados de Estados Unidos, están destruyendo los mejores valores culturales del pueblo. Peor aún, están cultivando actitudes directamente antitécni­cas al Evangelio: la persuasión manipulativa de una sola forma de comunicación, la dependencia emocional de las masas, el consumismo materialista y violento, y las relaciones humanas insensibles. Dado que todo lo que se produce para los medios de comunicación tiende a ser lanzado en el mismo formato general, los medios de comunicación no son sencilla­mente capaces de estimular el compromiso personal reflexivo y la cálida interacción de la comunidad humana. Bajo ciertas condiciones, los medios de comunicación podrían utilizarse para ciertos tipos de programación pre-evangelizadora. Sin embargo, si en esto debe haber una decisión sobre dónde in­vertir mejor los limitados recursos humanos y financieros, de­bería darse la prioridad a la comunicación grupal, en la que es posible desarrollar una fe cristiana profunda y personal.

Pensamos que, a la larga, los medios de comunicación sola­mente servirían si hay en ellos un cambio radical. En la co­municación de grupo pequeño, es posible desarrollar una actitud crítico-analítica acerca de la forma y contenido de los medios de comucación e impulsar quizás un movimiento de amplia base para cambiar la estructura de la sociedad y de los medios de comunicación que financian la existente estructura de poder.

158

Debemos tener en cuenta también que los medios de co­municación de grupo pueden ser de muy bajo costo, flexibles (pueden adaptarse fácilmente a circunstancias especiales del grupo) y tan sencillas, que gente sin entrenamiento puede usarlos e incluso producirlos. Por ejemplo, el padre Claudio Chouinard, C.S.V., en^Lima, ideó un sistema para producir más de 100 series de diapositivas al día, y vender a un precio equivalente a US$3,20 un set de 20 diapositivas. Importa proyectores de tamaño pequeño, que vende a sólo US$15,00. Con la proliferación de centros para producir y distribuir, los medios de comunicación de grupo son prontamente disponi­bles.

La comunicación de grupo ha tenido una relativamente amplia y rápida difusión en América Latina, por cuanto ha r e c i b i d o fue r t e y c o n s i s t e n t e a p o y o de UNDA-AL, OCÍC-AL, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), el Departamento de Comunicación Social del CE-LAM (DECOS) y otras organizaciones de la Iglesia Latinoa­mericana. Existe por lo menos un centro grande en práctica­mente todos los países latinoamericanos, destinado a promo­ver la comunicación de grupo, adiestrando tanto a los super­visores como a los animadores de grupo, y produciendo me­dios de comunicación grupal. Los países más grandes tienen una federación de estos centros, y esos centros de adiestra­miento para animadores de grupo son de importancia clave (34).

COMUNICACIÓN POPULAR

Otra dimensión importante de la comunicación de la Iglesia en América Latina es lo que ha venido a llamarse "comunica­ción popular". La mayor parte de los medios de comunica­ción en América Latina, incluso la radio local, no permiten el acceso al campesinado ni a los pobres de la ciudad. Estos medios son técnicamente sofisticados, sumamente costosos y requieren muchísima legitimación y control "oficial". En

159

Page 81: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

consecuencia, la gran mayoría del pueblo, incluso los que forman movimientos más organizados, carecen de medios de expresión tanto entre sí como con el resto de la sociedad.

El proceso de Comunicación popular comienza cuando grupos de status inferior dejan finalmente de tratar de comu­nicarse a través de la jerarquía de intermediarios de la élite o de los medios públicos de comunicación, y establecen su propio sistema horizontal de comunicación (35). Este pasa pues, a ser un mensaje en su propia lengua y enteramente desde su punto de vista.

La Comunicación popular impulsa una organización sistemá­tica de los medios de comunicación producidos por los pobres y relativamente iletrados; controla y apoya financieramente sencillos periódicos mimeografiados, teatro popular, afiches, sencillos proyectores de diapositivas, títeres, etc. (36). Las técnicas de la comunicación grupal, especialmente redes de pequeños grupos, se prestan para la comunicación popular. Y el enfoque de la comunicación popular ha reforzado la visión de que los audiovisuales y otros medios de comunicación sean producidos localmente y representen las ideas de juntas urba­nas de vecinos, de estudiantes o de otros grupos.

La Comunicación popular ha influido también para que surja un interés renovado hacia la llamada religiosidad popular, en un reconocimiento de la validez de la expresión religiosa de la clase baja. Es una legitimación de la piedad popular: pere­grinaciones, devociones a los santos, arte folklórico religioso; pero ahora interpretado desde el compromiso personal pro­fundo y la relevancia social que es característica en las comu­nidades cristanas de base.

El enfoque de la comunicación popular entra en las políticas de las estaciones locales de radio de la Iglesia, cuando en cier­to modo, se pone la estación a disposición de grupos de status inferior como un "medio alternativo": ofreciendo tiempo radial a los campesinos, obreros o grupos estudiantiles, que

160

no tendrían acceso a otro medio de comunicación radial; estableciendo redes especiales de investigación y defensa, para dar publicidad a los incidentes de explotación, represión o malos servicios públicos para con los pobres, y dando una mayor audiencia a los esfuerzos artísticos folklóricos del pueblo.

La Comunicación popular, en la medida en que es voz autén­tica de los débiles, ha introducido en la comunicación de gru­po y en otras formas de "comunicación alternativa" de la Iglesia, un lenguaje de enérgica protesta y de acción política (37). Se realizan esfuerzos para entrenar grupos que publican periódicos o preparan programas de radio, para que hagan sus propios análisis sistemáticos de la estructura de poder y ex­plotación. También establecen centros de documentación sencilla, para reunir información acerca de los acontecimien­tos diarios tanto políticos como de otro tipo, los que sirven como un recurso de información a los medios de comunica­ción de estos grupos (38).

Los diversos centros y asociaciones a lo largo de América La­tina dedicados a algún aspecto de la comunicación popular, llegaron a formar una red holgada, coordinada por CELADEC (Comisión Evangélica Latinoamericana de Educación Cristia­na) en Lima.

UN ÁREA PROBLEMÁTICA: LA COMUNICACIÓN DE LA IGLESIA A LAS CLASES MEDIAS URBANAS

Gran parte del desarrollo de la comunicación de la Iglesia en América Latina se orienta primordialmente al campesinado y en cierta medida a los pobres de la ciudad. Esto no hace sino reflejar el hecho de que la pastoral rural ha sido por lo general más innovadora y dinámica. Las clases medias secularizadas ofrecen no pocos obstáculos a la comunicación de la Iglesia, y la Iglesia urbana comparte las crisis de la Iglesia de los países industrializados. Las clases medias urbanas se muestran

161

Page 82: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

satisfechas con la presente situación socio-política, y con frecuencia, tanto el laicado como el clero en las áreas urbanas parecen preferir una Iglesia más tradicional, que ofrece con­suelo espiritual en la embestida turbulenta de la agitación as­cendente, y una comunicación que plantea pocos problemas perturbadores acerca del sistema en el cual tratan de intro­ducirse.

Por lo general, la presencia de la Iglesia en los medios de co­municación públicos en América Latina es difícil e inestable. Por ejemplo, una encuesta realizada en Venezuela, sobre todo en áreas urbanas, muestra que en Venezuela, la Iglesia o bien no genera muchas noticias, o bien no hace noticia en sus acti­vidades en la clase media secularizada (39). Sólo el 15 por ciento de los católicos entrevistados sabían de los propios medios de comunicación de la Iglesia y hacían uso de ellos. Los encuestados recomendaban que la Iglesia se empeñara más en usar los medios de comunicación comerciales y públi­cos, especialmente la televisión. Los servicios de comunica­ción de la Iglesia deberían dar la siguiente prioridad en sus comunicados 1) Las decisiones y acontecimientos importantes dentro de la Iglesia; 2) La acción de la Iglesia en beneficio de los pobres y oprimidos; 3) difusión del mensaje del Evangelio, y 4) dirección espiritual de los católicos. Este estudio era limitado, pero demostró una creciente ignorancia moral y re­ligiosa en el público, desinterés por los temas religiosos y una creciente falta de conciencia pública de la Iglesia.

Una discusión todavía no resuelta en la Iglesia latinoamerica­na es saber cómo y en qué medida la Iglesia debería intentar hacerse presente en los medios públicos de comunicación, especialmente la televisión (40). La repetida experiencia de la censura sugiere que las críticas enérgicas de los abusos mo­rales, que en América Latina siempre implican crítica social, serían muy rara vez aceptadas. Algunos insisten que un medio como la televisión es demasiado importante como para que se le deje de lado, y que en ella habría gran oportunidad para documentales, dramas u otro tipo de programa, ya sea pro-

162

ducidos por los centros relacionados con la Iglesia, o por l ° s

de inspiración cristiana. Si las producciones tienen verdade­ro mérito artístico, serían aceptadas, aun si trajeran un claro, si bien sutil, cuestionamiento social.

Esto no obstante, después de un largo tiempo en que se han enfocado casi exclusivamente los pequeños medios de comu­nicación, las comunicaciones de grupo y las comunicaciones rurales, líderes en las actividades de comunicación de la Igle" sia se están preocupando por el papel que juegan los medios de comunicación en el proceso de cambio social. La revista de UNDA de América Latina, "Comunicación: Estudios y Docu­mentos" , se refiere a los problemas de los medios de comuni­cación, a la política nacional de comunicación y al Nuevo Or­den Mundial de la Información y de la Comunicación (NO-MIC) (41). Estas discusiones llevarán a la Iglesia a un mayor compromiso con una planificación nacional, para un mejor uso de los medios de comunicación, y a una clarificación de cómo los cristianos pueden hacerse presentes en dichos medios.

Deberíamos agregar que, a pesar de que los periódicos sema­nales o diarios de la Iglesia son relativamente débiles, existen excelentes publicaciones mensuales de opinión, tales como "Mensaje" en Chile, que son ampliamente leídos en sectores más instruidos, y a los que se considera entre las publicacio­nes más respetadas en América Latina por sus comentarios y sus análisis de la actualidad.

Los editores católicos también están publicando una amplia serie de libros teológicos, inspirativos y de instrucción. Varios de ellos han constituido un factor significativo para conseguir que teólogos latinoamericanos escriban y produzcan una literatura teológica, especialmente en una línea de teología contextual. Los importantes desarrollos teológicos en Améri­ca Latina se deben, en parte no pequeña, a los esfuerzos de editores que buscan y alientan a los autores a poner por escri­to sus ideas.

163

Page 83: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

CONCLUSIONES

Si tuviéramos que seleccionar los aspectos especialmente in­novadores de la comunicación de la Iglesia en América Lati­na, tres serían los más notables: 1) el desarrollo de la radio local y de la radio escuela para la educación rural, como una comunicación alternativa para grupos campesinos y obreros, y como un apoyo a nivel diocesano a las actividades de las co­munidades cristianas de base; 2) la comunicación grupal para la evangelización y para la integración de fe y acción para el cambio social, y 3) el desarrollo de la comunicación popular, que pone la producción de los pequeños medios de comunica­ción y la administración del proceso de comunicación en las manos de gentes de status inferior. Da la impresión de que en los próximos cinco años, la Iglesia Latinaomericana tendrá un desarrollo significativo en su manera de pensar con respec­to a las políticas nacionales de comunicación —resultado de las discusiones sobre el Nuevo Orden Mundial de la Informa­ción y de la Comunicación— y se hallará en mejor posición para contribuir a un mejor uso de los medios de comunicación.

Subrayando muchas de estas innovaciones en la comunica­ción de la Iglesia, vemos un cambio estructural profundo en la Iglesia: la introducción de las comunidades cristianas de base, con un modelo de comunicación mucho más participa-tivo y horizontal.

Tan importante como estas innovaciones puede ser, no sólo para la Iglesia sino para las comunicaciones del Tercer Mundo en general, una serie de "actitudes fundamentales con respec­to a las comunicaciones cristianas". Estas merecen un estudio ulterior. Estas actitudes explican por qué la Iglesia está ha­ciendo ciertas innovaciones.

1. La adopción de un sentido no acostumbrado de solida­ridad interna, apertura e interés recíproco por las activi­dades de otros cristianos. El aislamiento de parroquia, diócesis y nación tiende a derrumbarse, de tal manera

164

que es mucho más fácil para los cristianos comunicarse. Quien quiera que sea, aun en remotas comunidades cris­tianas de base, tiene un sentido de participación en el trabajo y en las decisiones mayores de la Iglesia. Ideas nuevas en un área se propagan rápidamente a través del país y a lo largo del continente. Esta solidaridad interna de la Iglesia latinoamericana impacta tanto a los cristia­nos de otras partes del mundo, que hasta les parece inve­rosímil —como si existiera una actitud "grupalista" entre los latinoamericanos.

2. La Iglesia no se preocupa solamente de su propia exis­tencia institucional, sino también de las necesidades y problemas cotidianos del pueblo, en el desarrollo social, económico y político de la nación y del continente. Esto se ve en los documentos que proceden de las reuniones de los obispos, tanto en Medellín como en Puebla. La Iglesia mira hacia afuera, y se ha comprometido a unirse a otros en la construcción de la sociedad latinoamericana.

3 . Existe un profundo sentido de "inculturación" en la Igle­sia Latinoamericana (aun cuando el término mismo no es frecuentemente usado), expresado en su "opción por los pobres"; en hacer la red de comunicación de la Iglesia asequible a la comunicación popular; en hacer que el punto de partida de la evangelización sea un análisis de la realidad socio-económico-política del pueblo; en la in­sistencia por incorporar al laicado de los diversos ambien­tes, en el ministerio de la Iglesia, y en la convivencia del personal pastoral en las comunicaciones en que trabajan; y en la importancia que ha dado a una verdadera teología contextual latinoamericana, que traduzca las categorías teológicas tradicionales al lenguaje y a las preocupaciones del pueblo.

4. Con todo, la actitud más importante de comunicación es el entusiasta espíritu de evangelización. Existe una con-

165

Page 84: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

vicción y una- confianza profundas de que el Evangelio de Jesucristo tiene un mensaje valioso para el pueblo, y de que este Evangelio debe ser predicado contra viento y ma­rea, a jóvenes y ancianos, incluso dando la propia vida como testimonio de este Evangelio. No existen dudas, cautelas ni vacilaciones acerca de la relevancia del Evange­lio para el mundo moderno. Existe un esfuerzo penetran­te y concertado por llevar la religiosidad latente del cato­licismo cultural a una comprensión más profunda del Evangelio (no precisamente fórmulas catequéticas), y a un compromiso personal para vivir los valores del Evan­gelio (no la rutina de los sacramentos). La clave de todo esto puede ser la habilidad de la Iglesia para traducir el mensaje del Evangelio al lenguaje y a las aspiraciones de América Latina contemporánea, de tal manera que el pueblo pueda ver en los valores del Evangelio los mismos valores que tantos buscan hoy dia en América Latina. Cuando en un momento y un lugar histórico particulares, los valores del Evangelio comienzan a ser ampliamente respetados, especialmente por los líderes culturales en la sociedad, es señal de que el Evangelio está siendo comuni­cado. Puede haber una gran discrepancia con los poderes existentes en una sociedad, pero la gente honesta debe admitir que la verdad está siendo proclamada. No puede acusar a los cristianos de hipocresía y de no dar testimo­nio de su propio Evangelio.

Finalmente, ha existido una insistencia penetrante de que evangelización y educación sea un proceso no autoritario, reflexivo y libre; que se respete la individualidad y la crea­tividad de la persona; que haya participación en la toma de decisiones; que exista igualdad entre laicado y clero, rico y pobre, y horizontalidad en las comunicaciones. Así por todo el celo y entusiasmo por una "nueva sociedad" en la Iglesia latinoamericana, no parece que la evangeliza-ción se convierta en una tensa y sectaria "venta de Evan­gelio"; deben evitarse también los excesos de una rectitud totalitaria.

Nada de lo escrito en estas páginas referente a la comuni­cación de la Iglesia en América Latina puede ser excepcional-mente original y único, pero es un testimonio valioso y alen­tador para la Iglesia universal en nuestro mundo contem­poráneo.

167

Page 85: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

NOTAS

1. URANGA, Washington: "Introducción: Evangelización y comuni­cación social en América Latina", Bogotá, Paulinas, 1979, pp. 15-16.

2. BABIN-MARSHALL McLUHAN, Pierre: "Autre homme autre chrétien a l'age électronique", Lyon, Ed. Chalet, 1977, pp. 89-122.

3. VALLIER, Ivan: "Catholicism, Social Control and Modernization in Latin America", Englewo Cliffs, NY, Prentice-Hall Inc., 1970, p. 30.

4. Ibíd., p. 27.

5. CASTILLO, Ignacio: "San Pueblo: alienación y utopía". México, Centro de Estudios Teológicos, 1979, pp. 45-50. Este libro presen­ta una buena descripción del ciclo anual de celebraciones y una descripción de la religiosidad popular, que lúe y sigue siendo carac­terística en muchas regiones de América Latina.

6. GIMÉNEZ, Gilberto: "Cultura popular y religión en el Anáhuac", México, Centro de Estudios Ecuménicos, 1978, p. 247, MARZAL, Manuel M. "Estudios sobre religión campesina", Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1977, pp. 290 y 292 ss.

7. GIMÉNEZ, G., op. cit., pp. 32-33.

8. TURNER, Víctor and Edith: "Image and pilgrimage in Christian Culture", New York, Columbia University Press, 1978, pp. 10-11.

9. VALLIER, I., op. cit., p. 36.

10. POBLETE, Renato, s.j.: "The Church in Latin America: A Histo-rical Survey", in LANDSBERGER, Henry (Ed.): "The Church and social Change in Latin America", Notre Dame (Indiana), University of Notre Dame Press, 1970, p. 48.

11. WHITE, Robert A.: "Structural Factors in Rural Developement: The Church and the Peasants in Honduras", (Disertación doctoral no publicada; Cornell University, 1977. University Microfilm Dis. No. 781679), Ch. 3.

168

12. WOLF, Eric: "Peasants Wars of the Twentieth Century", New York, Harper and Row, 1969; MAGADAL, Joel S.: "Peasants, Po-litics and Revolution", Princeton - N.Y., Princeton University press, 1974; WHITE, Robert A.: "México: El movimiento Zapata y la revolución", en LANDSBERGER, Henry (Ed.) "Campesino Movements in Latin America", Ithaca. N.Y., Cornell University Press, 1970.

13. WHITE, Robert A. : "'Comunicación Popular': Lenguaje de libera­ción", en "Media Development". Vol. XXVII, No. 3, 1980, pp. 5-6.

14. VALLIER, I., op. cit., pp. 57-63. Una descripción detallada de cómo la nueva estrategia de comunicación de la Iglesia en Honduras se desarrolló como una respuesta directa a un sentido de amenaza por parte del protestantismo y de los movimientos de izquierda, la encontramos en White, R.: "Structural Factors...", op. cit., Ch. 4.

15. POBLETE, R., art. cit., pp. 49-50; tb. Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano-Puebla: "La evangeliz ación en el presente y en el futuro de América Latina", Cap. II, Nos. 385-394.

16. WHITE, R.: "Structural Factors...", op. cit., Ch. 5; DEELEN, Gottfried: "The Church On Its Way to the People: Basic Christian Communities in Brazil", in "Cross Currents", Vol. XXX, No. 4 (Winter 1098-1981), p. 388.

17. VALLIER, I. op. cit., pp. 63-65.

18. De KADT, Emanuel: "Catholic Radicáis in Brazil", London, Oxford University Press, 1970, pp. 58-80.

19. BERNAL ALARCON, Hernando: "Teoría y aplicación en el caso de ACPO", Bogotá, Acción Cultural, 1978; BRUMBERG, Stefan S.: "Colombia: A Multimedia Rural Education Program", in MANZOOR, Ahmed-COOMBS, Philip H. (Eds.). "Education for Rural Development", New York, Praeger Publishers, 1975.

20. WHITE, Robert A.: "The Adult Education Prorama of 'Acción Cultural Popular Hondurena': An Evaluation of Rural Develop­ment Potential of the Radio School Movement in Honduras", Tegucigalpa, 1972, Vol. I; tb. WHITE, Robert: "The Role of a Radió Station in the Process of Social Change in the Dominican Republic", Informe no publicado, 1976.

21. "Basic Communities in the Church", Pro Mundi Vita Bulletin, No. 62, Sert. 1976, p. 7.

169

Page 86: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

22. BOFF, Leonardo, o.f.m.: "Theological Characteristics of a Grass-roots Church", in TORRES, Sergio-EAGLESON, John (Eds.): "The Challenge of Basic Christian Communities". p. 141.

23. "Basic Christian Communities in the Church", p. 7.

24. DEELEN, G., op. cit., p. 387.

25. Ibídem, pp. 395-398.

26. Ibídem, pp. 406-407.

27. Ibídem, p. 385.

28. Martínez, José: "Importancia de la comunicación grupal para una comunicación liberadora", in Media Development, Vol. XXVIII, No. 2, 1981, p. 29.

29. OLIVERA, Manuel, s.j.: "Los medios grupales", en Boletín Radio-dienst, UNDA-AL, No. 73, marzo-abril de 1977, pp. 8-9.

30. MARTÍNEZ, J., op. cit., pp. 33-31.

31. MARTÍNEZ, José: "El medio de comunicación grupal liberadora" en Boletín Informativo MCS (UNDA-AL), No. 95, Noviembre-Di­ciembre de 1980, pp. 10-11.

32. DECOS-CELAM: "Informe del Comité continental latinoamerica­no AV-EV", en "Evangelización y comunicación social en América Latina", Parte III. p. 94.

33. MARTÍNEZ, J. : "Importancia de la comunicación grupal", op. cit. p. 27.

34. OLIVERA, M., art. cit., p. 9.

35. WHITE, R.: "Comunicación popular...", op. cit., pp. 4-6.

36. VILLARAN, Susana: "Alternativa histórica en el Perú", en Media Development. Vol. XXVII. No. 3, 1980, pp. 19-21.

37. LEIS, Raúl: "La palabra nueva del pueblo", en Media Development, Vol. XXVII, No. 3, 1980, pp. 15-18.

38. "Documentación y comunicación popular; Materiales de la consul­ta latinoamericana de documentación y comunicación popular", Lima, junio de 1979. (Lima, CELADEC, 1980).

170

39. Departamento de Comunicación Social, Secretariado Permanente del Episcopado Venezolano, Caracas.

40. URANGA, W., op. cit., p. 14; DECOS-CELAM: "Evangelización y comunicación social", Nos. 39-42, p. 44.

41. UNDA-AL: "Comunicación: Estudios y documentos", No. 2. Noviembre de 1980.

171

Page 87: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

HACIA UN INVENTARIO

DE RECURSOS

COMUNICACIONALES

DE LA IGLESIA

LATINOAMERICANA

P. Pedro Briseño Chavez

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 88: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

HACIA UN INVENTARIO DE RECURSOS COMUNICACIONALES DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA

P. PEDRO BRISENO CHA VEZ DECOS-CELAM

Un proverbio popular muy conocido —en diferentes versio­nes— en nuestro continente dice (que "del dicho al hecho, hay mucho trecho". Esto es particularmente verdadero cuando intentamos presentar, con cifras y datos, la realidad panorámica de los recursos con que cuenta la Iglesia latinoa­mericana en el ámbito de las comunicaciones sociales. Los conceptos y los números en este campo difícilmente serán exactos, por dos razones: estamos en una realidad 1) dispersa y 2) cambiante. Conseguir información de un extremo al otro del continente puede ser tarea de muchos meses. Y cuando uno recibe el dato desde el otro lado del hemisferio muy pro­bablemente la realidad ya ha cambiado. Esto sucedía entre España y la Colonia en aquellos lejanos tiempos en que la travesía lenta de los barcos por el Océano Atlántico hacía desfallecer al que estuviera esperando noticias frescas y actualizadas.

No pretendemos por lo tanto ofrecer un panorama completo y exacto. Lo cual creemos que no invalida nuestro esfuerzo. El lector lo dirá. La realidad, después de todo, no es tan cam­biante: se mueve a veces en círculos de espiral, haciendo vigente el sentido de las informaciones por periodos más o menos aceptables; así esperamos que las que aquí se contie­nen lleguen con aire de actualidad al lector considerando el

175

Page 89: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tiempo que va desde la preparación de los manuscritos hasta la paciente lectura y examen del destinatario.

Antes de comenzar es importante hacer varias acotaciones:

a) La elaboración de un "panorama" sobre determinada realidad puede hacerse desde diversos enfoques: el de los instrumentos, por ejemplo; muy usual tratándose de comunicaciones sociales; así como lo son los enfoque? que plantean todo a partir de las obras. Otro enfoque puede ser el de las utopías: desde el cómo podrían o de­berían ser las cosas, se establece el examen de la realidad. Cabría también un enfoque "escolástico", lleno de distin­ciones y ansioso por ubicar en su exacta compresión los conceptos de la realidad. Habría, además, la posibilidad de presentar las cosas desde un enfoque "kafkiano", capaz de intercambios constantes entre la fantasía y la objetividad. Y, sin que se agoten las modalidades, habría por fin el enfoque desde las personas: que significa pre­sentar la realidad como compuesta fundamentalmente de seres humanos creativos, disímiles, a veces compatibles y a veces enconchados en sí mismos, constructores de puentes o de murallas, más o menos unidos por su aspi­ración a los mismos ideales.

b) Y aquí procede hacer la segunda acotación. Pretendemos presentar un panorama de los recursos con que cuenta la Iglesia Latinoamericana. El mismo concepto de "Iglesia" nos invita a reflexionar: ¿Qué recursos deben —o "pue­den"— ser considerados como de la Iglesia? ¿los del Obispo? ¿los de los sacerdotes párrocos? ¿los de los reli­giosos? ¿los de los laicos comprometidos? Hablar de recursos " d e " la Iglesia nos pone en una situación seme­jante a la que provoca la pregunta por "lo católico": ¿cuáles son "medios católicos?" ¿qué cosa distingue a u n periódico o a una emisora como "católico" o "católica"? ¿basta con que un sacerdote lo dirija, o que sea propiedad

176

de una diócesis? ¿O son más bien los contenidos habi­tuales los que permiten distinguir un medio como "cató­lico"? ¿cómo poder identificar la "catolicidad" de una universidad o de una asociación de comunicadores? Esta­mos en un mundo fascinado por la semiótica y por todo lo que se le parezca: es el encanto de los sinónimos for­males e informales, los juegos del lenguaje, las nuevas y extrañas estrategias del ecumenismo social que no es para nada el verdadero ecumenismo sino la confusión de las identidades. No es un problema de simples nombres; no es un problema de conceptos; ni siquiera estamos discu­tiendo la vocación "planetaria" de los idealistas del ecumenismo social; es un problema grave, muy de fondo, que se refiere a la "identidad". La Iglesia reconoce como elementos de "identidad" católica la comunión y la fide­lidad: comunión de hermanos y fidelidad en el pensar y en el actuar al depósito de la fe. Ambas dimensiones están íntimamente relacionadas con la Autoridad: comunión y fidelidad no son en la Iglesia dos realidades etéreas ni sujetas al idealismo o a la fantasía. La comunión y la fide­lidad con Cristo y con su Iglesia se manifiestan en la comunión con y en la fidelidad a los Pastores. Este es el vértice de la identidad católica. Llamaríamos, pues, recursos de la Iglesia aquellos con los cuales la Iglesia

I puede contar para realizar su misión evangelizadora, en comunión y fidelidad con los Pastores. En torno a este fundamental principio de identidad, hay un intenso debate eclesiológico, que está a la raíz de gran parte del proble­ma de aislamiento y dispersión que se padece en la pas­toral latinoamericana y, por supuesto, en la pastoral de las comunicaciones sociales: capillismos, mediaciones ideológicas, ecumenismo social, etc., son manifestaciones de diversa índole en una comunidad latinoamericana en la que a fin de cuentas se tiene de todo sin poder contar con casi nada: diócesis en cuyo ámbito hay formidables recur­sos comunicacionales instalados (facultad de comuni­cación, emisoras de radio, periódicos, estudios de graba-

177

Page 90: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ción, etc.) pero con los que el Pastor diocesano no puede contar para los objetivos de la Pastoral de Conjunto, porque "la facultad es de los padres de tal congregación y ellos llevan sus propios programas", "la emisora es de tal párroco y él la maneja como cree que la debe manejar", "el periódico es de tal asociación de apostolado seglar, y defienden su propio 'carisma' a capa y espada", "los estu­dios son de tal clérigo y allí no entra nadie si no paga las cuotas establecidas"... al final, la comunidad diocesana es pobre, teniéndolo paradójicamente todo a su alrededor. Y, sin embargo, aquella facultad, la emisora, el periódico, los estudios, se amparan en el nombre de "católicos" o "de Iglesia" para subsistir y para ocupar espacios pastora­les discutibles. Es el problema de fondo, que hace que aparezca relativo y convencional cualquier "Inventario" que se pretenda acerca de "recursos comunicacionales de la Iglesia latinoamericana". Sin embargo, aquí lo estamos intentando; a sabiendas de que a veces hay que aplicar crudamente esta acotación, pero también a sabiendas de que la amplitud con que enseguida desarrollaremos nues­tro intento de "Inventario" debería entenderse como convocatoria para que quienes se dicen y actúan con el nombre de "católicos" o "de la Iglesia" lo sean efectiva y afectivamente en relación con la Comunidad y con los Pastores: el día en que todos los recursos (humanos, ma­teriales, económicos) que aparecen como "católicos" o "de la Iglesia" en las comunicaciones sociales latinoame­ricanas, lo sean de verdad, ese día brillará una nueva luz para la evangelización. Tal vez tenemos ya lo suficiente en cuanto a recursos técnicos (y hasta económicos), pero quizás esos recursos no están siempre en las manos más generosas ni a disposición de los objetivos más pastorales.

COMISIONES NACIONALES Y DECOS-CELAM

La actividad pastoral de la Iglesia en cada uno de nuestros países latinoamericanos es orientada por las directrices de la

178

Conferencia Episcopal, que congrega a los Obispos diocesanos de cada nación. En esas directrices se asumen los principios del Magisterio universal, los criterios de la comunidad epis­copal latinoamericana (expresados sobre todo en las Confe­rencias Generales de Medellín, 1968, y Puebla, 1979), y la propia conducción dé los Obispos del país ante las diferentes circunstancias que se van presentando. Así surge en cada comunidad nacional un cierto "Plan de Pastoral" y unas ciertas estructuras destinadas a coordinar y animar las activi­dades de la Iglesia en los diferentes ámbitos de acción pas­toral.

Todos esos elementos adquieren variadas fisonomías en la rea­lidad concreta de cada país: el esquema básico es similar; las posibilidades y realizaciones, no. Hay Conferencias Episco­pales con recursos abundantes o suficientes, muy bien orga­nizados; con planificación y coordinación sistemática. Usual-men-te son éstas las de países grandes. En contraste, hay Conferencias de países pequeños en donde pocos Obispos tienen que repartirse numerosas tareas; los recursos son exiguos; la Pastoral se planifica sobre la marcha.

La realidad pastoral latinoamericana no se reduce, desde luego, a estos dos extremos esbozados, pero la confrontación nos sirve para plantear la variedad de las situaciones. Las 22 Conferencias Episcopales de América Latina destinan por lo menos uno de sus miembros para que se interese de los asun­tos relativos a la pastoral de las comunicaciones sociales; a veces se trata de una verdadera "comisión" de Obispos, con un secretario ejecutivo que cuenta con un local y unos recursos por lo menos suficientes para cumplir su labor; pero a veces se trata de un solo Pastor, sobrecargado de empeños (el primero de los cuales sin duda alguna es la atención de su propia diócesis) que batalla por encontrar y mantener en el puesto a un sacerdote o laico de buena voluntad que quiera ayudarle con los asuntos de las comunicaciones sociales. Una vez más aludimos a los extremos: la realidad se ubica entre este amplio margen. Como quiera que sea, las 22 Conferen-

179

Page 91: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

' las Episcopales cuentan con un punto de referencia respecto a la Pastoral de las Comunicaciones Sociales. Esto es ya un logro, tomado globalmente, que hay que saber valorar; y, partiendo de la valoración, un logro que hay que saber moti­var y fortalecer.

Hemos hablado de las personas y de los "recursos" de las Comisiones Nacionales de Comunicación. Nos falta hablar de "modelos pastorales", esos que se reflejan desde el propio nombre que se asigna a la Comisión: en algunos países se habla de "Comisión de Medios..."; en cambio, otras han optado por la comprensión más amplia de "... las comunicacio­nes sociales". No se trata de un simple nombre. La deno­minación refleja una concepción pastoral. Pensar en los "medios" sugiere una visión "instrumental" de las comunica­ciones sociales. Esta alusión nos permite plantear diferentes modelos que espontánea o premeditadamente se manifiestan en el conjunto de las comisiones o sectores episcopales de comunicación social:

a) Puede pensarse en la comisión como un organismo desti­nado a mantener las relaciones públicas de la Iglesia.

b) O bien se piensa en la Comisión confundiéndola con la oficina de prensa del Episcopado.

c) Ocasionalmente puede encontrarse que la comisión se ocupa de la difusión de buenos libros, cassettes y perió­dicos religiosos.

d) Hay comisiones con verdaderos planes de acción pastoral, sistemática y coordinada, con consecuencia en organis­mos diocesanos y hasta parroquiales.

e) También las hay enroladas en la promoción y organiza­ción popular, sin mayores metas que las de la acción grupa! y de "resistencia" a los medios masivos.

180

La panorámica es muy variada. El Departamento de Co­municación Social del CELAM (DECOS), que es interlocutor continental de las Comisiones Nacionales, no promueve un modelo específico, si bien sugiere a las Comisiones que impul­sen su propia búsqueda, en el contexto complejo de la Pasto­ral nacional, las realidades concretas del país y los recursos disponibles. El apoyo del DECOS-CELAM a las Comisiones Nacionales no es directivo ni omnipresente: también sus recursos directos son limitados y sujetos a una planificación de "urgencias". Las grandes líneas del trabajo continental por lo que se refiere al conjunto de las Comisiones Nacionales la­tinoamericanas son:

a) Animación y coordinación de dichas Comisiones, con base sobre todo en reuniones regionales para intercambio y fortalecimiento recíproco. Un ideal es llegar a planifica­ciones conjuntas de carácter regional.

b) Promoción de una Pastoral de las Comunicaciones Socia­les sobre la base de la definición de políticas claras y específicas de la Iglesia ante el desafío de las correspon­dientes —y habitualmente postergadas— Políticas Nacio­nales de Comunicación.

c) ' Formación inicial y formación permanente, para la pro­moción de agentes de pastoral de las comunicaciones.

d) Estudio y análisis de fenómenos comunicacionales signifi­cativos con incidencia en la Pastoral.

e) Contacto y coordinación con organismos eclesiales, civiles y gubernamentales de comunicación social.

f) Relación con los comunicadores católicos, para su acom­pañamiento pastoral, y apoyo de las empresas de comuni­cación establecidas por la Iglesia en América Latina (emisoras, publicaciones periódicas, editoriales, estudios de producción, etc.)

181

Page 92: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

g) Promoción del sentido crítico en el público perceptor de las comunicaciones masivas y de la conciencia de servicio social en los profesionales de la comunicación.

h) Asesoría a las Conferencias Episcopales en cuanto a las nuevas tecnologías de la información y de la comuni­cación.

Estas grandes líneas se encuentran desarrolladas de manera sistemática en la Planificación del DECOS-CELAM que para el periodo 1987-1991, bajo la conducción del Obispo Auxi­liar de San Salvador, Mons. Gregorio Rosa Chávez, prevé diez grandes programas de trabajo, siempre en concierto con las Comisiones Nacionales de Comunicación Social del conti­nente.

ORGANIZACIONES CONTINENTALES Y NACIONALES

De larga trayectoria histórica en América Latina, las organi­zaciones católicas de la comunicación —Unda, para la Radio y Televisión; OCIC, para el Cine; UCLAP, para la Prensa— han sido punto de referencia para los comunicadores católicos que buscan fortalecerse por vía de la asociación.

Cuatro elementos distinguen la praxis actual de las organiza­ciones continentales: 1. La tendencia a la unificación por encima de la visión sectorial de los medios (a partir de 1987 se ha formado y establecido en Quito el "Secretariado Con­j u n t o " de los tres organismos) dejando pendientes las accio­nes propias en el ámbito de cada uno de los medios, que si bien forman un conjunto presentan por otra parte elementos específicos y desafíos no comunes; 2. La orientación hacia las comunicaciones grupales y populares, con fuerte acento en la búsqueda de un modelo democrático y participativo de comunicación que pueda incidir en cambio social y cultural; 3. La reproducción del modelo continental (secretariado conjunto) en asociadas nacionales que son vistas ya no como "asociaciones de comunicadores católicos" sino como "aso-

182

daciones de comunicadores cristianos", dejando pendiente la acción específica desde la identidad católica; 4. El énfasis en la implemcntación de servicios formativos, editoriales, investi-gativos y otros, que dan a los organismos una dinámica más propia de una Institución docente que de una Asociación continental representativa.

Las organizaciones nacionales de comunicadores católicos, a su vez, son resultado de la espontánea inspiración de quienes trabajan profesionalmente en alguno de los medios masivos y desean —desde las ventajas de estar asociado— ejercer una presencia precisamente como católicos en el ámbito de las comunicaciones. Tales organizaciones, formadas como es comprensible mayoritariamente por laicos, han carecido por lo general de apoyo y acompañamiento pastoral. Algunos países han visto surgir repetidamente esfuerzos en este sen­tido, sobre todo como fruto de liderazgos aislados o entu­siasmos pasajeros.

La Iglesia tiene en las organizaciones nacionales un potencial pendiente: es la fuerza cualificada de los laicos y de los sacer­dotes que han hecho de la comunicación su vida y profesión, y que esperarían poder servir al Evangelio más específicamen­te en sus estratégicos puntos de trabajo.

Por otra parte, entre las organizaciones nacionales de comuni­cadores cristianos, es importante destacar la existencia de la Unión Cristiana Brasileña de Comunicadores (UCBC), indu­dablemente la de más consistencia y creatividad en su género en América Latina. Otras experiencias se mantienen en Chile, Ecuador y Colombia. Venezuela, por su parte, ofrece el esfuerzo de una "Unión Católica Venezolana de Comunica­dores".

MASS MEDIA DE LA IGLESIA

A principios de 1988, el Departamento de Comunicación Social del CELAM (DECOS) elaboró un cuadro estadístico

183

Page 93: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

para mostrar el número de diarios, publicaciones periódicas, emisoras de radio y televisión que las 22 Comisiones Episco­pales de América Latina reportaron como "de la Iglesia" en los informes que fueron presentados con ocasión del Encuen­tro Continental organizado por el propio DECOS en Bogotá, durante enero de 1987. Algunos datos fueron actualizados o recopilados a lo largo de 1987. De esta manera se llegó a tener una panorámica de los recursos instalados por parte de la Iglesia Católica. La difusión del cuadro estadístico ha per­mitido que diversas Comisiones Episcopales envíen al DECOS nuevos datos: correcciones o actualizaciones. Es así como el cuadro ha sido re-elaborado ya por tres ocasiones, difundién­dose como un servicio estadístico que —curiosamente— no tenía precedentes en nuestro continente.

Para finales de 1988, el DECOS publicó su tercera edición del cuadro con una innovación: se incluyeron columnas con informaciones de números totales por país de diarios y emi­soras de radio y televisión. El efecto de un cuadro semejante es desde luego distinto del que puede tenerse cuando se miran solamente los números relativos a los medios de la Iglesia. La mirada comparativa es contundente: David frente a Goliat. Los medios de la Iglesia difícilmente pueden competir en un mundo dominado por los medios estatales y comerciales, abrumadoramente mayoritarios en número, en calidad de producción y, desde luego, en recursos financieros.

Es importante recordar que este cuadro refleja la información proporcionada por las Comisiones Episcopales de Comuni­cación Social de cada país. Más aún: debe leerse este cuadro a la luz de la segunda acotación en los primeros párrafos de este artículo. Y todavía cabe hacer otra observación: la reali­dad a que alude este cuadro es muy cambiante sobre todo por lo que toca a las "publicaciones periódicas": éstas aparecen y desaparecen con una facilidad pasmosa. Las publicaciones católicas —hechas a veces con pequeñas imprentas o con rudi­mentarios mimeógrafos— reflejan al mismo tiempo el empuje de las buenas voluntades y la precariedad de los recursos.

184

A nivel de información un cuadro como este no estará com­pleto hasta que pueda elaborarse un Directorio, que nos de­muestre cuáles son esos medios de la Iglesia en América Lati­na, dónde están, quiénes los manejan, cómo lo hacen, qué objetivos pretenden. Y luego de la primera edición de un Di­rectorio semejante, vendría el gran desafío: mantenerlo actualizado. Pero más que mantener con vida un Directorio, las preocupaciones en América Latina hay que referirlas a las realidades mismas: hay que mantener con vida los recursos.

Así, mientras entusiasman los planes para instalar nuevas emi-soas (América Central está viviendo un momento privilegiado en ese sentido), angustian los planes para liquidar importantí­simos recursos con que la Iglesia podría haber contado (un caso patético en Colombia mientras se escriben estas líneas).

En el renglón de empresas de comunicación, Cuba, Nicaragua y México (en ese orden) son hoy los sitios donde la Iglesia se encuentra más desprovista: la gran dificultad es en los tres casos de carácter jurídico-político. Nótese, sin embargo, en el caso de México, la sintomática abundancia de publicaciones periódicas (legales para la Iglesia siempre y cuando ofrezcan exclusivamente contenido "religioso").

En cambio, Venezuela parece un "para íso" de la comunica­ción para la Iglesia, con una proporción envidiable de medios masivos reconocidos como católicos. La más reciente (y po­derosa) emisora de TV de la Iglesia en América Latina, se ha abierto apenas en 1987 en la arquidiócesis venezolana de Maracaibo; y una flamante emisora de radio comenzará a operar para la diócesis de Coro a finales de 1988.

Ciertas preguntas son cruciales para la evaluación pastoral de los medios masivos de la Iglesia en cada país: ¿qué represen­tan dichos medios para la vida del pueblo y de la Iglesia? ¿cómo encajan en el concepto de una Pastoral de Conjunto y sobre todo para los objetivos de la Evangelización? ¿Cómo

185

Page 94: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

< z H <

<¿ CJ

EN

AM

ER

K

AM

19

88)

5, J

CIO

s-c;

<p ü U Z Q ¡3 -

o! u g W "5 Q *2 i / i "2 O $

<

O NH

Q

S

fc

¡ 1 u

1 2 u

-5

s o .2

7 £ .ü

1 a .

1 Q

= '•i JS 3 1

.ÍS &

«i

.5 '"o

u

"« o

"S

rt 0 H

.3 '•5

a

0 u

« 0

*£ £

.q/)

£ a

1 - O

8

.2 £

x i f ) w ^ < f l t > w m o i " f i i r ) H i f ¡ c o N t o i " w r < en O iC i—<

" •

en Oí •"$- © <—ir- a i O C \ j m c n i j ? c \ I ' - < C M > — < O r f —i ~* ^H en I-H

""*

m O l N i f i H O i O f N M O O W M H N i f l i O H ( M i ñ f f i r - i n H N i a T t N a i c o e n e o ^ t O c O r ^ c o

i - H r H c O ' - * i - * i - * C S } O i-«

H —1

- t M Cl O O H © m e o N N N W M W O ' -m H u : m CM -—< r- >—< en

OJ f-í

• ^ c M o o a i c v ^ o c s i O r ^ c o o o ^ ^ D C M c n ^ D i n T h i o C M r ^ r - H C M T f i - H T f C O ' — i iO CO

>-H C-J Cf)

O ( £ > l £ > O J © © i C > i £ > © 0 0 r ^ 0 J 0 0 c n C M í £ > O © © N ^ W K i N O o c o c f i ' t M ü i ' t c i i n c n í n ' H W r ^ ' í ^ i n w O i c i r - i o i o c v i N a i o o ^ r ^ o o c v j i f ) <-" r--" en od ir" o ' eñ o í O* ^ • * cñ t¿ t d r- TJ* oí *ri <d o o ^ H ^ i M i f i M c v i i n i n i o i n i n ^ r - N w o c n C M O ) t O i H i n O O N C f ) O i f ) O O í O O O O O O O O O H i n i - - , } < H ' f l i M a i f - < c o c í ( o m w ! a H H W N «

CM CM CM W ^O i-H

* o _. rt O rt _. ! J

3 a á -g © -s ¿ á g JS i .§ | g g g f^g £

en

cO i-i 00 CN

ur> ^

00 O <Ú csr a> m t-t H

I D m to *"* "H

rh

© w ¡j> H ^ tO

r- ^ ¡Ti N (O Cfl 0% f J r^ !>.' ©* t¿ Tj* CO r-H (O o í m m M *

I-H

s '5 *S o

4> j * *U

oí D >

<o

en

en

en en <M

O »ft

• *

r-r-

r-

f—c TÍ*

i—*

r-o

«5 to r-¡ m en

rt

.s M U

s <

186

se ubican en el contexto de los medios masivos gubernamen­tales y comerciales? ¿Cómo se sostienen tales medios? ¿Qué quiere hacer la Iglesia con ellos? Si pudiera —y debería poder— hablarse de una ''rentabilidad pastoral", la evaluación de los medios masivos de la Iglesia tendría que concentrarse en ese concepto, para rlespués actuar en consecuencia.

CENTROS DE PRODUCCIÓN

El establecimiento de centros de producción de la Iglesia en América Latina es una estrategia relativamente nueva. Estu­dios de grabación de programas de radio y/o televisión han sido establecidos como una posibilidad para seguir estando presentes en las comunicaciones masivas sin correr los riesgos financieros y organizacionales que significa poseer y operar una emisora de radio o de televisión. Sin embargo, los pro­blemas comienzan» enseguida: las emisoras comerciales —y más- aún las gubernamentales— se cierran sistemáticamente a la transmisión de programas religiosos, y en muchos casos ni aun en espacios pagados por vía directa o de patrocinadores. La única excepción, siempre y cuando pueda ser capitalizada por la emisora en términos de "imagen", es quizás la trans­misión de la Misa dominical por televisión (hecho que mere­cería un capítulo aparte, o todo un análisis muí ti disciplinario.

Excepto Cuba (en donde sin embargo ya se está trabajando para conseguir los recursos técnicos pertinentes), todos los países de América Latina cuentan con estudios para la produc­ción de programas de radio y televisión, por parte de la Iglesia. Muchos de los estudios anteriormente establecidos para la producción de programas audiovisuales han dado el paso hacia la adopción de técnicas de televisión; pero el concepto sigue siendo "producir enlatados" para el consumo grupal. Lo cierto es que "salir al aire" (por las razones mencionadas arriba, y por otras diversas) sigue quedando pendiente para muchos comunicadores de la Iglesia, que incluso tienen la calidad profesional suficiente para mantenerse en buenos niveles de "rating".

187

Page 95: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

El tema de los "Centros de Producción" nuevamente nos hace pensar en la importancia de reflexionar y definir unas "políticas eclesiales de comunicación", en donde puedan establecerse los objetivos y funciones de tan importantes recursos tecnológicos que muy a menudo quedan subutili-zados a merced de sus "propietarios" que no encuentran un espacio para desarrollarse pastoralmente. También es —cabría advertir— una "subutilización" el empleo de estas sofisti­cadas tecnologías apenas para producir cassetes y videocasse-ttes de consumo grupa!, alcance que nunca será de la mag­nitud que consigue la comunicación abierta y masiva.

CENTROS DE ENSEÑANZA

La Iglesia cuenta en América Latina con numerosos y muy cualificados centros de enseñanza tanto en periodismo como en las ciencias de la comunicación. En esta línea la Iglesia es por cierto pionera.

Excepto en países pequeños o con poco desarrollo académi­co, la Iglesia puede contar en sus universidades o centros de enseñanza superior, de todos los países, con facultades y escuelas para laV formación de profesionales informadores y comunicadores.

También este es, en la mayoría de los casos, un recurso evi­dentemente subutilizado: todo mundo acude a formarse en las escuelas de periodismo de la Iglesia o en las facultades de comunicación de universidades católicas, menos los agentes de pastoral que la Iglesia podría destinar para sus propios fines. Hay ciertamente motivos económicos (en América La­tina se estudia una carrera para graduarse, y uno se gradúa para ganar dinero y no precisamente para hacer apostolado) pero también hay motivos vinculados por una parte con la falta de coordinación de las instituciones educativas respecto a los Pastores de la Iglesia, y por otra con la falta de promo­ción de los agentes de pastoral cuya formación habitualmente se limita a cursos intensivos y sin muchas exigencias.

188

Los centros de enseñanza con que puede contar la Iglesia en América Latina ofrecen una gama de tendencias teóricas más que suficiente para las diferentes expectativas: hay programas de estudio elaborados desde el funcionalismo, así como los hay inspirados en la semiótica, en el estructuralismo o en la función social del comunicador. Lógicamente en el caso de los agentes de pastoral ellos no podrán esperar de las univer­sidades la formación teológica y pastoral que necesitan en combinación con la formación teórica y práctica en comuni­caciones sociales. Para ello es muy importante el estableci­miento de cursos complementarios destinados específicamen­te a llenar ese vacío. El Instituto Teológico-Pastoral del CELAM, en Bogotá, establecerá a partir de 1989 unos cursos relacionados con ese objetivo.Otras experiencias existen a lo largo del Continente: se trata de establecer un puente entre las ciencias y técnicas de la comunicación y la teología y la pastoral.

CENTROS DE INVESTIGACIÓN

No son muchos en América Latina, y ninguno depende direc­tamente de las diócesis o de las conferencias episcopales. Los centros de investigación en nuestro continente difícilmente consiguen medios de subsistencia, y en algunos casos los sub­sidios son mecanismos de condicionamiento ideológico. Esto ha hecho que muchos investigadores católicos, al no contar con apoyo financiero por parte de la Iglesia, tiendan a vincu­larse con programas de organismos gubernamentales, trans­nacionales o filantrópicos que lógicamente no reportan ningún beneficio directo para la evangelización.

La Iglesia no ha abierto espacios suficientes ni ha creado estrategias sistemáticas para la investigación y para los investi­gadores; lo cual es comprensible, pues nuestro Continente vive de urgencias y la "investigación" tiende a ser considerada un quehacer especulativo cuya necesidad no aparece a simple vista.

189

Page 96: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Sin embargo, es importante destacar en el ámbito latinoame­ricano la existencia de diversos centros de investigación (desa­rrollados y sostenidos por gente de Iglesia) en las áreas de la formación del sentido crítico, la comunicación alternativa, las políticas de comunicación, y otras, en las cuales la Iglesia puede tener interés para iluminar su acción pastoral.

LA GENTE EN LOS MEDIOS

Llegamos a un capítulo de ingentes proporciones: la cantidad y la calidad de los católicos que trabajan como profesionales de la información o de la comunicación es presumiblemente abrumadora. Y decimos "presumiblemente" porque no con­tamos de ninguna manera con datos ni informaciones siquiera cercanas a la realidad. Es una constatación y un clamor: los católicos que trabajan en los medios masivos, sostienen profe-sionalmente dichos medios, pero muchas veces quisieran hacer "algo más". No, desde luego, convertir sus periódicos en catecismos, ni sus emisoras en lugares de oración, pero sí reflejar en su relación con el público la ética y el sentido cristiano de la vida.

Los católicos que trabajan en los medios masivos son un con­tingente que está a la espera de un acompañamiento pastoral, el cual puede venir por vía de las asociaciones de comunica-dores católicos o bien por vía de las actividades de la Comi­sión Episcopal (o diocesana) de comunicación social.

Se trata de una estrategia con múltiples dimensiones: debe pensarse no sólo a nivel de periodistas o creativos, sino también a nivel de trabajadores manuales y obreros especiali­zados. ¿Qué hacer con ellos? ¿Qué hacer a favor de ellos?

Las dicotomías sociales a veces cohiben ciertas posibilidades que la Iglesia, en el espíritu de la libertad evangélica, podría considerar para el anuncio de la Buena Nueva. Pensamos, por ejemplo, en el acompañamiento pastoral de los empresarios, accionistas, gerentes, directivos en general, de los medios

190

masivos. Los encuentra uno, con frecuencia, muy sensibles a la evangelización y a los valores de la ética y de la fe cristiana; aunque también se les encuentra a veces demasiado reacios a cualquier sugerencia que los comprometa por encima de sus intereses económicos, ideológicos o de clase social.

De cualquier modo, el mundo de "la gente que está en los medios" es un reto importante para la Iglesia, y sus frutos están pendientes en la mayoría de las situaciones nacionales del Continente.

REFLEXIÓN LATINOAMERICANA

Muchos de los elementos que hemos desarrollado en los apar­tados anteriores vienen a recaer aquí: América Latina es un laboratorio constante de experiencias muy ricas y sugestivas en pastoral de las comunicaciones sociales. No cabe duda de que la escasez de recursos y la austeridad material son —desde una mirada optimista— un aliciente para la creatividad y el esfuerzo. Y si en América Latina los comunicadores católicos no siempre pueden presumir de coordinación y unidad, nunca les falta el mérito de la creatividad.

Este factor está a la base de la floreciente reflexión eclesial latinoamericana en el campo de las comunicaciones sociales, que podría ser muchas veces mayor si se auspiciara la inves­tigación sistemática, si se incrementara la formación de los agentes de pastoral.

Esta reflexión latinoamericana se ha plasmado a nivel de documentos del episcopado en los capítulos " 1 6 " de Mede-llín (Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoa­mericano) y III, parte 5, de Puebla (Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano).

Numerosas obras escritas por gente de Iglesia dan cuenta de la fecundidad de esta reflexión: manuales de introducción a las

191

Page 97: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

comunicaciones o a la percepción crítica, recopilación analítica de documentos, planificación de la pastoral de las comunicaciones, acercamientos teológicos y filosóficos a la comunicación humana y social, exposición y discernimiento de las nuevas tecnologías, análisis ético de las comunicaciones sociales, estudios sobre comunicación alternativa y popular, etc.

Es un patrimonio latinoamericano la conceptualización y desarrollo de las así llamadas "escuelas radiofónicas", que nos permiten hablar de una característica fundamental de la reflexión latinoamericana: ésta no se da usualmente sino en orden a la práctica. No hay en nuestro continente "especula­c ión" por "especulación". La idea tiene, por lo menos en el ámbito de las comunicaciones, una consecuencia esencial con el hecho, y viceversa. Es cierto que muchas veces en América Latina caemos en pragmatismo crudo: acción sin reflexión; se trata de una tendencia a ser superada, que demuestra en con­trapartida nuestra natural inclinación a la vida concreta y eficaz.

DIVERSOS MODELOS DE ACCIÓN

En agosto de 1982, el investigador chileno Valerio Fuenzalida escribió unos apuntes titulados "Estrategias de Comunicación de la Iglesia en América Latina", que nos resultan extraordi­nariamente interesantes.

Plantea, desde una perspectiva histórica, el desarrollo de tres modelos a través de los años en la práctica pastoral de la Iglesia latinoamericana por lo que a comunicaciones se refiere. Finalmente, expone un cuarto modelo que en las actuales circunstancias adquiere valor de propuesta.

El primer modelo es denominado con la frase "fundar medios de comunicación". Según Fuenzalida, "en esta primera estra­tegia, el acento está puesto en fundar Medios de Comuni-

192

cación Social (MCS): establecer jurídica y operacionalmente editoras, imprentas, revistas, periódicos, radios, etc.". A la base de esta tendencia estaría la convicción del "derecho de la Iglesia a fundar MCS". Necesidad de evaluación y de coor­dinación por una parte, y por otra las exigencias que impone la industrialización, son problemas que hicieron entrar en crisis este modelo y sugirieron el segundo.

La segunda estrategia se denomina "presencia en los Medios". Aquí la meta ya no es "fundar o programar MCS, sino, siendo propiedad y operados por otras personas (naturales o jurí­dicas, agencias privadas o públicas), lograr un espacio que permitiera una presencia en esos medios". Dicha estrategia se fundaba en el supuesto de que los MCS "eran.permeables a la presencia de la Iglesia". En la, práctica tal supuesto se ve en muchas ocasiones drásticamente limitado.

Así llegamos a la tercera estrategia, titulada "Micro-medios e interacción grupal". Advierte Fuenzalida que esta estrategia sale fortalecida de la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Puebla, y de hecho oficialmente asumida en el No. 1090 del Documento Final, al calificar a los "Me­dios de Comunicación Grupal" como "más aptos" para la evangeliz ación.

En contraste con las ventajas y frutos de esta estrategia, Fuenzalida marca dos importantes desventajas: 1. El aban­dono de los medios masivos. 2. La evaluación general de esta estrategia nos lleva a preguntarnos "¿hasta qué punto es eficaz para contrarrestar la influencia contradictoria de los grandes medios masivos?"

Valerio plantea, por último, un cuarto modelo, bajo el t í tulo de "Alternativas a partir del NOII", es decir, el Nuevo Orden Internacional de la Información. Desde esta estrategia se piensa el uso de los MCS para el desarrollo, la educación y la satisfacción de las necesidades humanas. Se trata de proponer no sólo "nuevas formas de propiedad y gestión de los medios

193

Page 98: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

masivos", sino también "una nueva participación del público en ellos".

En su conclusión, señala el autor citado que en América Lati­na "la co-existencia de los diversos modelos plantea un amplio espectro de posibilidades y dificultades". Y continúa: "Una de las carencias que atraviesan los tres primeros mode­los es la insuficiente evaluación de las actividades". En efecto, a estas alturas podemos ver la secuencia de un proceso: investigación-planificación-evaluación. Son tres momentos imprescindibles que bien desarrollados conducirían a una mejor ubicación de la Iglesia en el ámbito de las comuni­caciones sociales; cosa impostergable si tomamos en cuenta los retos que se avecinan.

TENDENCIAS Y RETOS RELEVANTES

Una lectura amplia y sistemática de la realidad latinoameri­cana de la comunicación social, desde la Iglesia, nos permite plantear tres grandes retos en las tendencias complejas que está desarrollando nuestra sociedad:

1. Comunicación y cultura. Es un binomio que, desde la Iglesia, se traduce en "evangelización de la cultura". Se trata del desafío supremo de poner nuestros lenguajes en clave cultura], para comunicar de veras con el alma del pueblo. No es una simple necesidad epistemológica, puesto que "nuestros lenguajes" no son sólo los de las palabras y los pensamientos, sino los de la vida, los sím­bolos, la celebración, la manera de organizar la vida personal y comunitaria, el sentido de la existencia y de la historia, etc. (cf. Puebla 1091). En este reto se juegan el " fondo" y la "forma" de nuestra pastoral.

2. La Pastoral de la Comunicación insertada en la Pastoral de Conjunto, (cf. Puebla 1083). La reflexión latinoameri­cana ha llegado a plantear el concepto de "comunica­ción" como una magnitud constante de la Pastoral; ya no

194

como un "sector" o un "quehacer" aislable de la misma. Toda la Pastoral puede ser enfocada en clave comunica-cional, y viceversa: toda acción que pueda ser identificada como "Pastoral de las Comunicaciones" debe desarro­llarse en el sentido integral de una pastoral que "anuncia y denuncia" (profetismo), que "conduce hacia Dios" (sacerdocio) y que "construye el Reino de Dios" (sobe­ranía). La Pastoral de la Comunicación exige una Eclesio-logía de la Comunicación: de hecho, los problemas sustanciales que hemos señalado en los párrafos anteriores tienen que ver en gran medida con deficiencias en la com­prensión de la eclesiología: dispersión y aislamiento, capillismos, ecumenismos ideológicos, polarizaciones, pastorales y magisterios paralelos, etc.

3. El Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Co­municación. Es la denominación de un debate que exige para la Iglesia una tarea "ad intra" y otra "ad extra". En primer lugar: la clarificación y postulación de políticas internas de comunicación y de información, tanto de la Iglesia como "cuerpo compuesto por muchos miembros" (cf. 1 Cor 12,12ss) como de la Iglesia enviada por el Señor a anunciar el Evangelio (cf. Mt 18, 19-20). En segundo lugar, el acompañamiento de la sociedad en sus

í luchas por obtener espacios equitativos y significativos en el patrimonio común de la información y de la comuni­cación, tanto al interior de sí misma como en el conjunto de la comunidad planetaria. La Iglesia debe ser "voz de los que no tienen voz" (cf. Puebla 1094), y esa misión le impone con frecuencia enfrentarse a los intereses mono-pólicos o autoritarios que son los que hasta el momento han encubierto los propósitos de un nuevo orden mundial de la información y de la comunicación (cf. Pablo VI. Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 1975. No. 6).

195

Page 99: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

t

LA INTERMIRIFICA

Y EL DESAFIO

DE LOS MEDIOS MASIVOS EN

AMERICA LATINA

Alejandro Bermudez Roseli

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 100: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA INTERMIRIFICA Y EL DESAFIO

DE LOS MEDIOS MASIVOS EN AMERICA LATINA

ALEJANDRO BERMUDEZ ROSELL Director de ACI-Prensa - Perú

UNA CELEBRACIÓN SIN MOTIVO APARENTE

"El más humilde de los documentos conciliares, gestado pre­maturamente y nacido con el voto final más difícil de todo el Concilio..." es la lapidaria y realista descripción que hace la Biblioteca de Autores Cristianos en su presentación histórica de la " ínter Mirifica" (1).

En efecto, el texto del Decreto Sobre los Medios de Comuni­cación Social, que debió ser originalmente una Constitución, que fue aprobado con la menor cantidad de votantes, con el menor número de votos a favor y la mayor votación adversa, puede ser considerado sin temor a exagerar, la "Cenicienta" de los documentos conciliares.

Ciertamente la coyuntura no era la más favorable para un documento de su tipo: el destino de la ínter Mirificase decidió luego de las tensas discusiones en torno a la liturgia y a las fuentes de la Revelación. Por esta coyuntura la ínter Mirifica recibiría el "baut izo" final casi "in articulo mort is" (2).

Según un sacerdote que se desempeña en un importante me­dio de cominicación católico, un Concilio en el que se defi­nían temas tan importantes como la identidad de la Iglesia, la Revelación, el papel de la Iglesia en el mundo actual, la rela-

199

Page 101: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ción entre el Catolicismo y otras religiones; y en general los diversos temas que dieron lugar a las constituciones y princi­pales decretos del Vaticano II, resultaba muy poco propicio para definir con profusión y precisión un tema como el de los Medios de Comunicación.

La sensación entre los Padres Conciliares de que el tema de la comunicación masiva no había sido suficientemente aborda­do se puso de manifiesto por el explícito deseo de que la ma­teria fuera abordada posteriormente de forma más exhaustiva y por una comisión pertinente. Las comparaciones, siempre odiosas, se desataron casi de inmediato: muchos consideraron que la ín ter Mirifica no ofrecía ningún aporte importante con respecto al primer gran documento pontificio sobre las comu­nicaciones, la Encíclica "Miranda Prorsus" (1957) del Papa Pío XII. Para otros el balance resultaba aún más negativo para la IM si se la comparaba con otros textos tal vez menos difun­didos como la asombrosamente visionaria Exhortación " I Rapidi Progressi" (3). Así, a vista de pájaro, la IM parecería presentar tantos puntos en contra que aparentemente no habría motivo real para recordar de forma especial su 25 ani­versario.

POR QUE CELEBRAR HOY LA ÍNTER MIRIFICA

Por suerte, la realidad es muy distinta a lo que nos revela la mirada de superficie pues en América Latina existen sobrados motivos para recordar el aniversario. Y si hay motivos, enton­ces el aniversario se convierte en una ocasión propicia para plan­tearse los problemas existentes, para buscar nuevos frutos, nuevas pistas que iluminen de forma eficaz y práctica la com­pleja actividad del comunicador católico en América Latina.

En primer lugar, la IM, aun siendo un modesto documento, se publicó en el contexto del Vaticano II y como un decreto del mismo Vaticano II. Por más críticas, siempre discutibles, que se le puedan hacer, la IM es parte del Magisterio conciliar, y como tal expresa la decidida voluntad de los Pastores de la

200

Iglesia Universal de considerar a los Medios de Comunicación como participantes protagónicos de la gran renovación que lanzó a la Iglesia hacia una nueva Evangelización del mundo de hoy. En esto radica, a mi juicio, la fundamental impor­tancia de la IM. Ni su brevedad ni su lenguaje más bien gené­rico podrían hacerla prescindible, ni siquiera en el supuesto negado de que fuera un "documento menor" comparado con anteriores pronunciamientos pontificios: En el hecho de ser conciliar radica la fundamental diferencia.

En segundo lugar, la I, sí significa un avance desde el punto de vista del contenido; no sólo porque establece líneas de continuidad señalando qué principios permanecen aún vigen­tes con respecto a documentos anteriores sobre la misma materia, sino que realiza aportes novedosos y no poco impor­tantes, como el dar las bases para categorizar desde una ópti­ca cristiana criterios como el de "opinión pública" y otros tantos que han adquirido particular importancia para Améri­ca Latina.

En tercer lugar, nuestro documento, al haber ordenado explí­citamente que "por expreso mandato del Concilio se publi­que una instrucción pastoral" (4), que el Santo Padre dispon­ga de un organismo especializado para la atención de los medios masivos (5) y que además se creen oficinas nacionales de comunicación social (8); recibe el mérito directo de haber generado un documento como la Instrucción Pastoral "Comu­nión y Progreso", de haber sido el acta fundacional de la Pontificia Comisión para los Medios de Comunicación Social —al menos tal como existe hoy en día— y de haber gestado el nacimiento de las comisiones de comunicación social de las Conferencias Episcopales, hoy tan gravitantes en América Latina.

EL CAMINO RECORRIDO POR LA IM EN AMERICA LATINA

A pesar de su subdesarrollo, América Latina se ha manifesta­do como un campo paradójicamente propicio para el desarro-

201

Page 102: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

lio de los medios masivos de comunicación; desarrollo que en cierta medida ha capitalizado la Iglesia en la región: el número de radioemisoras, agencias, boletines, periódicos, revistas, productoras cinematográficas y de video se han mul­tiplicado gracias a la iniciativa de diversos Episcopados, fami­lias religiosas o laicos comprometidos de Latinoamérica, hasta el punto de haber hecho de la región uno de los ambientes más propicios y fecundos para el desarrollo de una comunica­ción social católica Además, la producción no sólo ha queda­do en el plano de la acción, sino que ha generado documentos pastorales, gremios profesionales latinoamericanos como UCLAP, OCIC-AL o UNDA-AL, centros de investigación y reflexión y numerosas publicaciones dedicadas a analizar los medios masivos y su papel dentro de la Iglesia y déla sociedad.

La IM había sentado bases fundamentales para la expe­riencia comunicacional católica en América Latina, las mis­mas que fueron confirmadas, precisadas y profundizadas por la "Comunión y Progreso", verdadera Carta Magna de las Co­municaciones Sociales. Para todo comunicador católico que­dó claro, por ejemplo, que los medios son eficaces colabora­dores de la Evangelización (7), que los comunicadores tienen una responsabilidad ética frente a la creación de la opinión pública (8), que los católicos deben responder desde su iden­tidad de tales frente a las particularidades de los diversos me­dios masivos (9), que al Estado le corresponde un papel regu­lador en el manejo ético de los medios (10), que la labor de información y entretenimiento debe regirse por los principios de la ética humana que promueve la Iglesia (11). Esto sólo para mencionar algunos tópicos centrales.

Además de estas líneas maestras, diversos episcopados en América Latina emitieron documentos, muchos dé ellos co-yunturales, pero que ayudaron en su momento a precisar pastoralmente los alcances de los principios sentados por la IM, permitiendo su aplicación concreta en cada diócesis o país.

202

Es cierto, a pesar de todo este esfuerzo, que muchos comuni­cadores, especialmente los vinculados con la producción di­recta, no dejaron de sentir vacíos en los principios que debían aplicarse en muchas áreas y frente a problemas concretos. Ni la IM ni la "Comunión y Progreso" ofrecían salidas espe­cíficas a estos problemas; además, tampoco pretendían hacer­lo. Las dificultades y el deseo de superarlas abrían así un am­plio marco para el diálogo, para el intercambio auténticamen­te pluralista que permitiera definir concretamente el papel del comunicador frente a los retos planteados por el uso de los medios de comunicación, especialmente los masivos.

"PROBLEMAS A LA VISTA... Y MAS DE LOS CALCULADOS

Con el transcurrir de los años, los "medios" masivos fueron demostrando que eran algo más que simples medios o instru­mentos y que por el contrario, formaban parte central de un nuevo mundo y para algunos, hasta de una nueva civiliza­ción. Marshall Me Luhan, el canadiense teórico de la comu­nicación, había afirmado ante el crecimento de la influencia de los medios masivos, que la cultura del libro —lo que él lla­maba "la Galaxia Gutemberg", se encontraba en vías de ex­tinción para dar paso a la cultura de la imagen, la "galaxia" de la tecnología que tendría como habitante al "hombre au­diovisual". En una línea muy similar se encuentra el P. Pierre Babin, el pastoralista francés especializado en medios, para quien los audiovisuales han dejado de ser instrumentos, con­virtiéndose en los representantes privilegiados de una nueva foma de cultura. "El elemento que me impresiona en esta nueva cultura del relampagueo o del 'flashing' es cómo, a partir de los medios electrónicos, estamos en trance de tener una generación que busca ser excitada sensorialmente" dice Babin, y agrega que "Los medios actuales tienen capacidad para provocar una excitación fuerte, rápida y variada, y lo que proporcionan estos medios no es tanto escuchar una historia o una información de conocimiento, sino estímulos visuales y auditivos en los que la gente se sumerge" (12).

203

Page 103: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Si se tiene en cuenta que América Latina ha desarrollado una producción radial y televisiva de corte y estilo norteame­ricano, es decir, según el patrón más exacerbado del universo que describen Babin y Me Luhan, se descubre fácilmente que estos problemas no son ajenos a nuestra realidad. Es claro que hablar ya de una "cultura de masas" en sentido estricto resulta prematuro y simplista en el caso de América Latina que cuenta con una identidad cultural sólida y con valores —familia, comunidad, personalización— que operan como ins­tancia crítica. Además, grandes mayorías aún permanecen ajenas a una recepción amplia y sostenida de los mensajes de los medios masivos. Sin embargo, esto no descalifica total­mente los diagnósticos de Babin o McLuhan: es innegable que en las grandes urbes latinoamericanas los signos de esta "cultura de masas" se hacen cada vez más perceptibles y alar­mantes, planteando serios retos a la práctica del comunicador católico. La IM u otros documentos posteriores ofrecen crite­rios de juicio para discernir sin problemas sobre la moralidad o no de los contenidos que se transmiten por los medios; pero cuando se habla del papel que los medios masivos han ido ad­quiriendo en cada sociedad, o cuando se habla del lenguaje técnico de cada medio, los límites y alcances de la responsa­bilidad ética y social se oscurecen. Veamos un caso concre­to : un productor católico de televisión sabe con claridad que para una promoción publicitaria no le es lícito trabajar sobre imágenes y textos que inciten abiertamente al sexo desenfre­nado, al individualismo, al hedonismo, etc. (13). Pero para hacer su producción piensa recurrir a una estructura ágil, de combinación de planos, ritmos y efectos especiales. Todos son recursos propios y casi obligados del lenguaje televisivo; que se han afirmado como tales por su capacidad para produ­cir estímulos en el receptor. ¿Se está violando la libertad personal? ¿Dónde empieza la manipulación? ¿Se está sirvien­do de instrumento reafirmador de un sistema injusto? El mis­mo asunto puede cuestionarse en positivo: ¿Cómo recurrir al lenguaje propio de cada medio para obtener el máximo de su provecho sin caer en la esclavitud de sus contenidos? ¿Cómo

204

distinguir lenguaje y recursos, de contenidos contrarios a los valores cristianos?

Estas son algunas preguntas, existen muchas más. Es claro que desde la moral individual basta con la pureza de inten­ción; pero el comunicador que piensa exclusivamente en tales términos estaría más cómodo y seguro de monje que de co­municador.

Problemas inmediatos de este tipo, cada vez más apremiantes para el comunicador que busca desarrollar el potencial evan-gelizador y de servicio de los medios ciertamente no se ven re­sueltos por la mera lectura de documentos como la IM, y re­quieren un discernimiento práctico. Dentro de la frondosa y amplia gama que componen los comunicadores católicos la­tinoamericanos, los esfuerzos por encontrar caminos de salida a los problemas planteados por el lenguaje y los contenidos de los medios masivos se han multiplicado. Casi todas las alternativas ensayadas se han elaborado con la convicción firme de estar sirviendo a la Iglesia; pero las distintas posturas no han seguido los mismos caminos ni han corrido la misma suerte.

APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS

El italiano Umberto Eco, en su faceta de teórico de la comu­nicación, consideraba que frente a la para él inevitable Cultu­ra de Masas creada por los medios masivos de comunicación, existían dos posturas fundamentales: la de los "apocalípti­cos", es decir la de aquellos que veían la incidencia de los me­dios masivos como un mal corrosivo e insalvable; y la de los "integrados", que ven a los medios masivos como elementos fundamentalmente positivos que están forjando una nueva civilización universal (14).

Toda polaridad es siempre empobrecedora y reductiva, sobre todo si se trata de juzgar fenómenos de Iglesia. Pero los

205

Page 104: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

términos de Eco son tentadoramente sugestivos para entender el rumbo que han seguido las distintas opciones ensayadas en América Latina frente a la creciente influencia de los me­dios masivos de comunicación. Las categorías de "apocalíp­ticos" e "integrados" resultan plenamente útiles si se las entiende como los parámetros al interior de los cuales se des­pliega una gama de opciones, más que como dos polos que se rechazan y a l a vez se exigen de forma excluyente. Utilizando esas categorías, podríamos decir que, de alguna manera, las distintas opciones ensayadas hasta ahora han caminado incli­nándose a uno u otro lado, ninguna es una opción química­mente pura de lo "apocal ípt ico" o de lo "integrado". Todas las opciones han tenido aportes, elementos con los cuales han enriquecido la reflexión común. Estas han presentado también deficiencias, comprensibles cuando se camina a tientas en un terreno escabroso y poco familiar, y tal vez alguna ha mani­festado su opción por caminos que parecerían alejarse délas bases sentadas por la IM y hasta de la identidad católica misma.

EL CAMINO "APOCALÍPTICO"

Un gupo importante de comunicadores católicos se ha hecho eco de las lícitas críticas y observaciones planteadas al lenguaje que utilizan los medios masivos y a los intereses que éstos pueden defender, sobre todo cuando se los des­cubre como empresas que, como tales, tienen un propietario.

Desde el punto de vista puramente ético, algunos consideran que el lenguaje de los medios está indesligablemente unido a contenidos inmorales, manipuladores e ideologizantes y que en consecuencia cualquier tipo de participación en la elaboración de mensajes transmitidos por los medios masivos es una forma de "participación culpable" en la destrucción de los valores de la verdadera cultura que defiende la Iglesia. Según esta vertiente, las inevitables modificaciones introdu­cidas por los medios masivos en la cultura son totalmente negativas e irrecuperables para el crecimiento de la Iglesia en

206

el mundo; y en consecuencia, la única salida verdaderamente cristiana es la de impedir, o por lo menos reducir el impacto de los "medios masivos, reforzando mecanismos como la ense­ñanza directa, la comunidad, o el hábito de lectura que sirvan de alternativa a los medios masivos.

Otro plantean una crítica igualmente totalizante a los medios masivos y a sus efectos en la sociedad, pero desde un ángulo primordialmente sociológico y político. Según esta vertiente los medios masivos son puramente instrumentos de domina­ción manejados de forma arbitraria y maquiavélica por quie­nes detentan su control. Estos serían tan solo reflejo no sólo de los intereses del grupo económico o político, sino de todo el sistema de dominación. Así los medios aparecen como meros "apéndices" o prolongaciones de todo un sistema de dominación; equivalentes a lo que son las superestructuras con respecto a l a estructura en el pensamiento de Carlos Marx. Desde este punto de vista, los medios masivos resultarían inútiles y hasta contrarios a la función evangelizadora de la Iglesia; situación que, por lo demás, sólo se podría modificar cuando cambie el sistema de propiedad de los medios, obvia­mente luego de un cambio radical en todo el sistema social. Mientras tanto, la comunicación debería salir al encuentro de caminos alternativos, generando canales de información que reflejen, por lo menos en teoría, los intereses, los senti­mientos y la vida misma de los receptores, especialmente de los sectores populares. Surgen así los proyectos de la llamada "comunicación horizontal", que buscan involucrar a los receptores, por medio de recursos artesanales de comunica­ción, en la misma elaboración y emisión del mensaje. Cuando no es artesanal, se busca que las producciones —cine o video, por ejemplo— se presenten en forums de grupos delimitados, y no por los medios masivos, salvo que esto sea indispensable para cubrir la financiación de la producción.

Ambas posturas alternativas presentan valores no poco importantes. Desde el punto de vista teórico, ambos han aportado, desde diversos ángulos, numerosos argumentos que,

207

Page 105: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

matizados, permiten una aproximación sana y crítica frente a los riesgos que pueden comportar los medios masivos para el receptor y para quienes trabajan profesionalmente con ellos. Desde el punto de vista práctico, unos han revalorizado el papel del grupo de reflexión, estudio y diálogo como ins­tancia de formación y de crítica, que frente a los medios se constituyen en lo que los teóricos de la comunicación lla­man "guardabarreras". Otros han desarrollado una gran expe­riencia en la elaboración de material de comunicación con bajos recursos, además de ofrecer una gama de material alter­nativo que nunca podrá encontrarse en los medios masivos, enriqueciendo así el trabajo en grupo por la incorporación de una mayor variedad de sonido e imagen.

Sin embargo, como denominador común, la postura un tanto apocalíptica de los "alternativos" resulta a mi juicio antihis­tórica, pues se cierra, o por nostalgia o por ideologización al hecho criticable, pero hecho al fin, de que los medios masivos se han vuelto cada vez más influyentes, y que no pueden ser dejados de lado como instrumentos para la Evangelización.

LOS "INTEGRADOS"

Una vez más, no existen fórmulas químicamente puras. Pero es claro que entre quienes plantean una Evangelización a través de los medios masivos existe un importante sector que, a diferencia de los arriba mencionados, cree firmemente en la utilidad y hasta en la necesidad de los media para esta ta rea

Dentro de este rango existen muchos matices. Uno de éstos parece estar algo generalizado en algunos sectores vinculados a la catequesis moderna y consiste, a mi entender, en aceptar con entusiasmo el uso de los medios masivos y en creer que se utilizan con éxito y provecho, cuando en realidad no se utilizan. Esto ha de sonar extraño, pero es más generalizado de lo que parece. Consiste en un cierto triunfalismo por el cual se cree que el uso de medios impresos relativamente bien diagramados, películas de formato semi-profesional o pro-

208

fesional, o de videos para apoyar un trabajo de catequesis gru-pal ya consiste en un aprovechamiento de los medios "ma­sivos" a la altura de una Iglesia "moderna". El uso y la producción de este tipo de material de apoyo resulta útil y hasta necesario pa ra la catequesis odierna, pero creer que esto ya es la cima de la integración entre Evangelización y medios masivos es un error que se produce como consecuencia de una mentalidad que aún no se adapta al alcance y al impacto real de los medios en la sociedad y en la Iglesia.

Existe todavía otra forma de "Integración". Hace algunos años hubiera discrepado con quien la considerara entre las posturas de Iglesia; sin embargo los estudios y las produc­ciones realizadas en esa dirección no son pocas ni de poca monta. Consiste en lo que llamaría "plena integración"; es decir, en dejar de considerar la comunicación como un medio para convertirla sutilmente en un fin. Aquí se inserta, por ejemplo, el sorprendente artículo publicado en el órgano de una organización católica que afirmaba que "aún existen al­gunos que consideran que los medios deben ser más para evangelizar que para difundir y vigorizar los valores humanos". Entre esos "algunos" ¿no se encuentra el Magisterio existen­te sobre el tema? Creo que la falsa oposición entre valores humanos y Evangelización es la consecuencia de una defor­mación profesional, una "hiperprofesionalización" que ha rebasado la identidad cristiana del comunicador y que ha lle­vado a la aparente incompatibilidad práctica de ser católico y ser comunicador. De allí que ciertos medios o productoras supuestamente católicos priorizen casi hasta la exclusividad la temática social, política, económica, ideológica o cultural; sin un juicio que lleve el sello de la propia identidad. De allí también que medio impresos, y producciones de sonido o imagen sean juzgadas puramente por sus aspectos formales y según una especie de libido comunicacional, prescindien­do de su eficacia o no para evangelizar.

Decía que no existen fórmulas químicamente puras, y la ma­yor prueba de ello es que este último tipo de "integración" se

209

Page 106: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

encuentra en muchos de los "apocalípticos", cultores exclusi­vos de la producción "alternativa".

BUSCANDO NUEVOS CAMINOS

No puede descalificarse a priori cualquier esfuerzo por traba­jar con los medios masivos desde y por la Iglesia de forma adecuada y eficaz. Una crítica que acentúe las polarizaciones y conflictos no permitirá la elaboración de un camino común para poner los medios masivos al servicio del gran proyecto de Reevangelización que se ha planteado la Iglesia en América Latina. Es necesaria más bien una disposición reconciliadora, que nos abra a un diálogo y a un intercambio de experiencias y opciones.

Sin embargo, la unidad sólo tiene asiento en la Verdad. Las alternativas y puntos de vista pueden abrirse con amplitud, pero como un abanico, deben partir de un eje común. Aquí es donde puede redescubrirse el valor y la actualidad de la IM. Si la IM no puede ser considerada como el punto de partida doctrinal estamos afirmando tácitamente que su existencia es inútil. Y esto resultaría tan lamentable como absurdo, pues el Documento conciliar tiene todos los elementos necesarios para establecer los parámetros del diálogo. Está dicho que no se espera de la IM soluciones a los problemas que surgen sobre el terreno, pero si las luces para descubrirlos.

Cuando se habla de la IM como punto de partida doctrinal se está tácitamente hablando de su indesligable prolongación, la "Comunión y Progreso". Este último documento abunda en especificaciones que la IM sólo barruntó; y resulta un instru­mento insustituible sobre todo en lo referente a l a manera de juzgar y valorarlos medios desde la entidad cristiana (15).

Aplicar estos documentos en América Latina reclama nece­sariamente el inevitable marco del " t r ípode" compuesto por la Evangelii Nuntiandi, Medellín y Puebla Estos establecen el contexto pastoral de la realidad latinoamericana, marcan las

210

opciones preferenciales y establecen el horizonte final de la tarea reevangelizadora: la Evangelización de la cultura (16). Este gran proyecto se convierte en una clave interpretativa fundamental para el comunicador católico, pues le permite tener siempre presente que no sólo hay que evangelizar a través de los medios, sino que también y primeramente hay que evangelizar a los medios pues como parte de la cultura, son susceptibles de ser penetrados por los valores de la Buena Nueva.

¿Cómo se hace concreta esta Evangelización de los medios? Ese es justamente el punto crítico que debe ser resuelto a nivel latinoamericano y para cada uno de los medios y las áreas de comunicación. Creo que ese camino sólo podrá em­prenderse a la luz y al calor de los documentos magisteriales; garantía no sólo de la buscada eficacia sino también de nues­tra fidelidad a Cristo Jesús, el perfecto Comunicador (17) que para reconciliarnos con el Padre se hizo Palabra e Imagen.

211

Page 107: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

NOTAS

1. "Documentos del Vaticano II", La Editorial Católica (BAC), 34 edición, p. 559.

2. ídem. p. 580.

3. Este documento es la carta que dirigió el Papa Pacelli al Episco­pado Italiano el 1 de enero de 1954. Pese a ser escrito en los albores de la difusión televisiva, resulta de una actualidad asom­brosa.

4. I.M. No. 23.

5. I.M. No. 19.

6. I.M. No. 21.

7. I.M. No. 3; Comunión y Progreso No. 21

8. C.P. No. 78.

9. Elementos que son detallados minuciosamente en los números que van del 136 al 161 de la C.P.

10. I.M. No. 12.

11. I.M. No. 4.

12. Extractos de una ponencia del P. Babin durante el XI Encuentro de Audiovisuales en abril de 1988, recogidos por "Vida Nueva" No. 1632, 7 de mayo de 1988.

13. Son al respecto elocuentes los puntos 59 a 62 de la I.M.

14. Eco, Humberto "Apocalípticos e Integrados frente a la Cultura de Muerte".

15. Al tema está dedicada toda la Primera Parte de la Comunión y Pro­greso (Nos del 6 al 18).

16. E.N. 19-20; D.P. 394 ss.

17. VerComunionyProgresoNo. i l .

212

LA PROPIEDAD

DE LOS MEDIOS EN

AMERICA LATINA

Andrés León

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 108: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA PROPIEDAD DE LOS MEDIOS EN

AMERICA LATINA ANDRÉS LEÓN

Presidente de la Asociación de Comunicadores Cristianos - Ecuador

"Si un día pudiéramos decir de verdad que 'co­municar' se convierte en 'fraternizar', que 'comunicación' significa 'solidaridad' humana, ¿no sería el logro más hermoso de las comuni­caciones de masas?" Juan Pablo II (1)

La segunda mitad del Siglo XX se ha caracterizado por el ace­lerado desarrollo de los campos científicos y tecnológicos. Dentro de ellos, se ha privilegiado a aquél que se ocupa del área de las comunicaciones, al punto de que si habría necesi­dad de definir, en pocos términos, a la época en la cual nos ha tocado ser protagonistas, perfectamente podríamos afirmar que vivimos la 'era de las comunicaciones'. Esta idea que no es original, pero que la compartimos y que ha sido repetida muchas veces nos permite una conceptualización coherente con el conjunto de medios masivos que cada día son más sofisticados y potentes; con los estudios, progresivamente más serios y profundos; y con la práctica, activamente cultu­ral y planetaria, que ahora se conjuga.

Es así que de la comunicación directa y personal, del "chasqui" andino o del modesto correo; de la imprenta de Gutemberg o de la radio primitiva; se ha pasado, en una revolución sin pre­cedentes a la televisión vía satélite o por cable; a los grandes rotativos servidos por multimillonarias agencias transnaciona­les; a las cadenas de distribución inmediata de productos cul­turales; así como a los procesos informatizados, a los aportes del rayo láser y de la fibra óptica, y a otros medios que supe­ran las normales posibilidades de adaptación y uso colectivo.

Igualmente, en cuanto al estudio de la comunicación quedó, de pronto, atrás el modelo aristotélico de la retórica (2); las

215

Page 109: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

modificaciones de Lasswell (3), o las discutibles teorías de McLuhan (4); para actualizar aspectos sorprendentes y mo­dernos, como pueden ser los efectos masivos de la transmi­sión de valores y culturas; las teorías sobre la percepción crí­tica de los medios, o la recuperación de la memoria histórica de los pueblos; los peligros de la manipulación ideológica y de la publicidad subliminal; las demandas de un Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación, o los planteamientos de políticas nacionales e institucionales de carácter comunicativo y cultural; y tantas y tan variadas con-ceptualizaciones, investigaciones y estudios, que han promo-cionado a esta forma del conocimiento a la categoría de una ciencia moderna y futurista del quehacer del hombre y de las comunidades, inmersos en un mundo interrelacionado, inter-criticado, y por cierto intercomunicado.

En 1963, con una auténtica visión profética del mundo, pro­pia de su responsabilidad innovadora y cristiana, el Papa Paulo VI emite el 'Decreto sobre los Medios de Comunicación Social', que se conoce como ' ínter Mirífica', en el cual se ade­lanta a la problemática que hoy es parte de nuestra concien­cia humanista. En este documento, y dentro de otras muchas ideas, así como en el intento de definir lo que hoy llamaría­mos una cierta Política de Comunicación de la Iglesia Católi­ca, se hacen notar el poder y la responsabilidad que tiene la comunicación en el diseño de una sociedad equilibrada, don­de los términos de Juan Pablo II, dichos 25 años después, y que han sido citados al comienzo de este trabajo, sean una deseable realidad que implante la fraternidad y la solidaridad entre todos los hombres y entre todos los pueblos. Fraterni­dad que es natural por el hecho de compartir un mismo origen, y solidaridad por vocación comunitaria en esencia.

Si una vez más pretendiéramos entrar en el ejercicio teórico y buscáramos los elementos que impiden la práctica de aque­lla fraternidad y de aquella solidaridad, encontraríamos que una de las principales fuentes de conflicto está localizada en los modos de propiedad de los medios masivos. Podríamos

216

tratar de detectar quiénes son los dueños, con nombres y ape­llidos, y caeríamos en la complejidad de un sistema de empre­sa privada y sociedades anónimas, que impediría el logro cien­tífico del propósito. Sin embargo, los estudios realizados an­teriormente por varias instituciones como la UNESCO, OES-PAL, muchas universidades y otros organismos, nos liberan del compromiso investigativo y nos colocan ante una realidad y esa realidad es que en América Latina, en razón de su ori­gen multiétnico y del sistema político imperante, comparten diferentes formas de apropiación, en todos los órdenes, y por supuesto, en el de los medios de comunicación. Más aún, nos enfrentaríamos al hecho de que todas esas formas de propie­dad no están cumpliendo con uno de los puntos básicos de la enseñanza de la Iglesia, cual es el del destino de la propie­dad. Efectivamente, en América Latina coexisten cuatro for­mas de propiedad en los medios comunicacionales: la priva­da, la estatal, la comunitaria y la mixta.

En el sistema de propiedad privada, los medios se encuentran en manos de grupos de poder económico, tanto locales como de ámbito internacional y aun extrarregional, y por lo tanto, están involucrados en procesos capitalistas de consumo. En este caso, los medios masivos son parte directa de un sistema más amplio de comercialización de bienes y servicios origina­dos en las áreas postindustrializadas del mundo o en sus peri­ferias dependientes y por lo tanto, son agentes inductores para que el público receptor acepte obedientemente las órde­nes dictadas desde centros de poder externos y se conviertan en reproductores de una situación alienante. Según Daniel Prieto "Una orden, afirma Canetti, es como un aguijón que queda clavado, intacto, en lo más hondo del ser de quien lo recibe. Basta que asome una oportunidad, para que a su vez éste use el aguijón recibido. Y así sucesivamente" (5).

En este campo de la acción fortificante del poder transna­cional no se utilizan los conceptos derivados de la ética, me­nos aún cuando a ésta se la debe considerar como "la nueva ética que nos convoca a descubrir la singularidad, a rescatar el

217

Page 110: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

poder del amor" (6) lo cual informan a una visión más cristia­na del mundo. De tal manera que el sistema de propiedad pri­vada, especialmente en cuanto a los grandes medios, está orientado hacia el mantenimiento de las relaciones actuales de dependencia externa y de dominación interna, en coinci­dencia con los postulados de la mayoría de las legislaciones. Sin embargo, hay brechas importantes en el sistema que apuntan hacia un uso más humano de la comunicación. La Iglesia Católica, por ejemplo, es propietaria de medios que se salen de la orientación común del modelo capitalista.

La forma estatificada de propiedad tiene dos formas de mani­festarse. Por un lado existen Estados que teniendo como refe­rente a un sistema político (7) han orientado a los medios de comunicación, al igual que a los demás instrumentos pro­ductivos de la sociedad para ser propiedad de aquellos esta­dos, como forma de viabilizar sus propios objetivos naciona­les. Pero además, se encuentra presente en América Latina la estatificación más o menos disimulada, en aquellos regímenes dictatoriales y concentradores del poder, que han pretendido leyes que colocan a los medios, cualquiera que sean sus teóri­cos propietarios, en situación de sumisos voceros de una polí­tica autocrática y totalitaria. Las dos formas de estatificación —por cierto, profundamente opuestas entre ellas— han logra­do que se manifieste públicamente una sola línea de pensa­miento, lo cual impide el lógico pluralismo que debería carac­terizar a la comunicación realizada por personas diferentes, autónomas y libres.

Una tercera forma comunicacional vigente, en nuestra área geográfica es la de la propiedad comunitaria de los medios, especialmente de la radio y de los llamados grupales o alter­nativos. La comunicación alternativa es aquella que rompe con el esquema tradicional del 'emisor - mensaje - receptor' aislados, para convertir a la sociedad en la propia emisora, de sus auténticos mensajes a través de sus canales culturales, a l a vez que en la crítica receptora de aquello que ella misma ha elaborado por medio de las varias instancias de la sociedad

218

civil. Esta forma ha permitido que varias organizaciones, como las Iglesias, posean emisoras de radio y /o medios gru­pales (teatros populares, folletería, periódicos murales, afi­ches, etc.), los cuales, por regla general, al no tener fines comerciales, han podido dedicar su actividad a la integración de los objetivos de la comunidad, así como a recuperar los auténticos valores culturales y a promocionar mensajes, como el evangélico, entre un público con capacidad de decisión sobre el medio utilizado y su contenido. La trascendencia de este formato tiene serias limitaciones de alcance y una míni­ma capacidad competitiva con los grandes medios, de allí que es más que otra cosa, un mecanismo de resistencia cultural y toma de conciencia para grupos reducidos.

A manera de un recuerdo informativo, es válido mencionar que la Iglesia Católica tiene en la actualidad una amplia can­tidad de medios grupales, que le permiten ser la mayor impul­sora del sistema en la región de América Latina y El Caribe, así como en todo el Tercer Mundo. Es lógico que esto sea así, como resultado de la visión inspiradora de una sociedad emer­gente desde los más pobres y que debe imponer, críticamen­te, un modelo autogestionado de cultura más fraterna y más solidaria, de acuerdo con el reclamo papal antes mencionado. Pero también la Iglesia Católica posee otros medios, tradicio­nales y masivos, que tampoco resultan suficientes para com­petir con el mundo comercial de la comunicación. 7 diarios, 629 publicaciones periódicas (revistas, hojas dominicales, informativos, suplementos), 3 canales de televisión y 238 estaciones de radio (8) en un continente de casi 500 millones de habitantes, con profundas diferencias culturales, enormes distancias y amplias carencias económicas y tecnológicas, no pueden ser sino una pequeña contribución al universo infor­mativo y comunicacional. A todo esto debe sumarse, y sería motivo de otro estudio, el contenido, formato y redes de distribución de estos medios, no siempre profesional ni técni­camente diseñados.

Por fin, en nuestro continente, también está presente la pro­piedad mixta, que conjuga las tres anteriores y que estálimi-

219

Page 111: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tada por los mismos problemas que definen al componente dominante de cada clase de unión. Sin embargo, por el cami­no de la integración de esfuerzos, de diferentes sectores, se pueden apuntar soluciones parciales, que, a lo mejor, sean capaces de motivar un futuro más auténtico y más com­prometido con el ser y el hacer de América Latina.

Avanzando en nuestro razonamiento, vemos que los medios de comunicación y todo el proceso comunicativo, al estar inmersos en todo un sistema de dominación social, son parte activa de las diferentes formas del poder establecido. Si anali­zamos las constituciones de los países del continente, vemos que todas ellas garantizan, teóricamente, la libertad de prensa (no de comunicación), la propiedad de los medios y su fun­cionamiento, en la misma línea en que declaran que el poder radica en el pueblo y que está encuadrado en los límites de \¿ soberanía de los estados. Ahora bien, en la práctica encontra­mos que el poder, el verdadero poder, está en relación íntima con grupos extranacionales de fuerza económica, y sus corres­pondientes representantes criollos, los cuales tienen objetivos claros y definidos en el campo financiero y por lo tanto suje­tan a estos objetivos, todos los demás mecanismos de la socie­dad. Si el ideal programado es de carácter consumista, es lógico que los medios, con todo el impacto de la tecnología, busquen el diseño de un modelo planetarizado de sociedad en el cual el público, convertido en cliente' actual o potencial, oriente sus esfuerzos hacia el logro de esos niveles progresivos de consumo.

Resulta lugar común hablar de una crisis de valores en la me­dida en que la sociedad de fines del segundo milenio pretende buscar el estatus personal en base a tres paradigmas: la capa­cidad de gasto, la competitividad y el usufructo del poder. Para lograrlos, necesariamente, deben ser mercantilizados toda clase de productos, físicos o culturales, a la vez que la violencia, la agresividad y el dominio pasan a ser las claves de definición y a ocupar los puestos en los cuales otros factores no harían posible este modelo. Es así como, en esta clase de

220

sociedad planetaria, los conceptos de justicia, de amor, de equilibrio, de comunión de ideales o de trascendencia, resultan obsoletos o inadecuados, por ser poco prácticos, frente a los objetivos materialistas que inspiran el sistema. Los individuos y las colectividades son impulsados hacia un monetarismo ágil y discriminatorio, hacia una violencia agre­siva permanente y hacia una falta de pudor ético y social, como únicos condicionantes para lograr un puesto preferen­cia! en las diferentes escalas de dominación. Inclusive las sociedades también deben superponerse unas a otras, de lo contrario el 'negocio' de la guerra perdería sus consumidores y disminuiría sus imponentes utilidades.

Frente a este juego de la propiedad y del poder, la doctrina de la Iglesia es clara. Ella no nos dice cuál es la mejor forma de propiedad, ni nos hace distinciones cualitativas entre unas y otras, pero en forma definitiva complementa el derecho a la propiedad orientándolo con un nuevo y definitivo elemento: la función social. Es decir, cualquier forma de propiedad, ya sea privada o comunitaria, ya sea estatal o mixta, podría ser perfectamete lícita siempre que cumpla con su obligación frente a todo el grupo humano, sin privilegiar a unos, ni dis­criminar a otros.

De tal manera que vale afirmar que lo importante no es una documentada discusión respecto de las formas de propiedad, sino determinar claramente cuál es esa función social que se inspira en el cristianismo, y en este caso es necesario deter­minar, y de ello se ha ocupado el Magisterio de la Iglesia (9), cuál es la misión de los instrumentos aptos para un proceso comunicativo. La ínter-Mirífica, en su terminología y en su momento, define esta función social al sostener que "la sociedad actual necesita absolutamente para su provecho, sobre todo en lo que atañe a la prensa, fomentar la religión, la cultura, las bellas artes; defender a los destinatarios, para que puedan gozar libremente de sus derechos" (10), lo cual traducido al idioma en uso en nuestros días significaría que es deber fundamental de los medios contribuir a una autén-

221

Page 112: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tica revalorización de las etnias culturales, de los derechos de los pueblos y de la capacidad de los hombres para escoger su propio destino, sin las coerciones resultantes de un ambiente dominante originado en las fuerzas políticas y económicas. Hay que tener muy en cuenta, en este aspecto, la advertencia de Javier Esteinou cuando dice que "Eso significa que el pro­ceso científico destinado a delimitar 'críticamente' la natura­leza y la función social que es propia de los medios de difusión de masas, como punto de partida debe evitar empantanarse en los espejismos ideológicos que, a través de una amplia gama de ideologías, mitos y estrategias de ocultamiento, la clase dirigente crea sobre éstos, a fin de esconder su verdadera naturaleza y operación estructural, y conservar así su hege­monía política sobre los mismos" (11).

En resumen, el centro del debate debe localizarse en el objeti­vo de la comunicación desde el punto de vista ecuménico y en base al más absoluto respeto a la persona y a la comuni­dad, ya que, coincidiendo con Ronaldo Muñoz encontramos que "los pobres tienen no sólo necesidades, sino también derechos... a tener acceso a la información y la educación en igualdad de oportunidades" (12), por lo tanto más allá dé l a estructura de propiedad, más allá de las disposiciones legales que rijan a un estado, encontramos los ejes de decisión, que si están aislados respecto de los principios humanistas, no podrán encarnar un conjunto de relaciones justas, sino más bien un conjunto de fórmulas de explotación despersonali­zadas.

El Obispo Mártir de la Comunicación, Monseñor Osear Arnul-fo Romero, ya nos había advertido sobre los peligros de la sociedad contemporánea, al decimos que "debe desenmasca­rarse a los ídolos de la sociedad: la propiedad y la seguridad nacional" (13), en el sentido de que es deber impostergable el denunciar el uso torcido de la propiedad para promocio-nar un mundo materialista, en la misma medida que debe hacerse patente la lamentable imposición de criterios como el

222

de la "seguridad nacional' que no respetan las lógicas expre­siones de la diversidad ideológica.

Muchas veces se sataniza a los medios de comunicación como únicos culpables de la degradación moral, de la explotación, de la violencia y, sin embargo, podemos ver que esos mismos predios pueden servir para promover los más íntimos valores de la persona, junto con los más creativos y trascendentes productos de la comunidad. Todo dependerá de 'quién' está detrás de esos medios, del rompecabezas de intereses que se pongan enjuego, de la responsabilidad humana que se incluya en su manejo, y todo ello sin olvidar, como advertencia para los que nos consideramos como comunicadores cristianos, aquel principio de que quienes más obligaciones tienen y mayor responsabilidad son, precisamente, quienes más opor­tunidades han recibido para influir entre sus hermanos.

Para terminar, volvamos al Papa Juan Pablo II, quien en su mensaje a los comunicadores durante su visita pastoral al Ecuador, dejó claramente establecido su pensamiento res­pecto a los medios de comunicación, y respecto de la impor­tancia hacia la cual están apuntando: "Conozco bien la importancia de los medios de comunicación social —que irá creciendo en el futuro— y que son la expresión de la natura­leza sociable de la persona humana" (14), de tal manera que el sistema de propiedad y el régimen legal de estos instrumen­tos del ingenio humano para su promoción deben correspon­der a esa naturaleza sociable, a esa vocación naturalmente comunitaria y a esa realidad que permite crecer al hombre y realizarse únicamente en cuanto ser en relación, ser en 'comu­nión' con otros seres igualmente dignos e igualmente dirigidos hacia una misión que va más allá de las fronteras físicas de su momento vital.

223

Page 113: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

NOTAS

1. Mensaje del Papa Juan Pablo II a la XXII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 15 de mayo de 1988, SIAL, CELAM No. 296.

2. CIESPAL: Esquemas del Proceso de la Comunicación, Pag. 1.

3. CIESP AL: Esquemas del Proceso de la Comunicación, Pág. 2.

4. Marshall McLuhan autor de obras revolucionarias en el campo de las comunicaciones como 'La Galaxia Gutemberg', entre otros.

5. Daniel Prieto Castillo: El Derecho a la Imaginación, Revista Diálo­gos de la Comunicación, No. 18, FELAFACS, Perú, 1987

6. Milton Ortega: Invitación a la Etica: Revista de Difusión Cultural Banco Central del Ecuador, No. 7, 1988.

7. La referencia es al Estado Socialista de la República de Cuba.

8. Medios de Comunicación Social de la Iglesia en América Latina, Datos estadísticos del DECOS-CELAM, SIAL, 1988.

9. Ver: Comunicación: Misión y Desafío, DECOS, No. 73, Perú, 1986.

10. ínter Mirífica, Cap. 1, No. 12.

11. Javier Esteinou Madrid: El Condicionamiento Estructural de los Aparatos de Comunicación de Masas en la Sociedad Capitalista. Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco, México, PMS/ACI-1, Pág. 2.

12. Ronaldo Muñoz: La Iglesia en el Pueblo: Hacia una Eclesiología Latinoamericana, CEP, Perú, Pág. 180.

13. Msr. Osear Romero citado por James R. Brockman en La Palabra Queda, Vida de Monseñor Osear A. Romero, Carta Pastoral, UCA Editores - CEP, Perú, Pág. 337.

14. Juan Pablo II: Radiomensaje, Radio Católica de Quito, 1985, Men­sajes de Juan Pablo II al Ecuador. Compilación de sus Discursos, CSP-PUCE, Quito, Pág. 43.

224

OPERATIVIDAD

Y RENTABILIDAD EN

PRODUCCIONES PASTORALES

Pedro Alberto Balsa

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 114: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

OPERATIVIDAD Y RENTABILIDAD EN

PRODUCCIONES PASTORALES

PBRO. ALBERTO BALSA

Director del Centro Televisivo Arquidiocesano de

Buenos Aires - Argentina

1. ALGUNOS PRESUPUESTOS

Al escribir este artículo se deben plantear algunos presupues­tos que ayuden a matizar aquellas afirmaciones que, por fir­mes, no pretenden ser principios válidos universales.

El primero es que la experiencia del que escribe se limita a l a realidad conocida por él en Argentina y, de alguna manera, en el contexto de países latinoamericanos.

Otro presupuesto que tiene relación con el anterior, es que no se puede ponderar este tema desde una visión europea o nor­teamericana marcadas por una infraestructura económica y técnica que no es ni la argentina ni la latinoamericana.

Otra cuestión a considerar previamente es que lo económico normalmente es un condicionante importante, pero no puede convertirse en el único determinante que impulse o no a tomar iniciativas en este terreno. No es cuestión de caer en un cierto "angelismo" pensando que el equipamiento de una radio propia y, mucho más una productora o una estación de tele­visión, son accesibles sin recursos económicos. Un equipamien­to no es costoso, es costosísimo y sólo se podrá abordar contando con los recursos humanos y económicos necesarios;

227

Page 115: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

por eso, será necesario preveer el manejo de una estructura empresarial y económica.

2. ALGUNOS RECLAMOS DE "ÍNTER MIRIFICA" AUN NO SATISFECHOS El tema de las comunicaciones sociales está a flor de labios en todo encuentro pastoral. Algunas experiencias recientes vivi­das en la Argentina, tanto en radio, televisión, teatro y cine, demuestran la preocupación existente no sólo en sectores fuertemente ideologizados sino en la mayoría de la población. No obstante, las iniciativas católicas que salen al encuentro de los desafíos que presentan los medios de comunicación y también los mensajes religiosos explícitos, especialmente los provenientes de las sectas, no llegan a tener una envergadura proporcionada a los actuales desafíos.

Los números 13, 14 y 17 de "ínter mirífica" exhortan, amo­nestan, sugieren, el aporte económico y la capacidad de los profesionales católicos especializados en medios de comunica­ción social.

Estos textos, redactados y corregidos con el auxilio de técni­cos, pero aprobados en definitiva por los mismos Obispos, no pretenden cargar la conciencia sólo de los laicos y de los demás miembros de la Iglesia, sino que implican un compro­miso que los mismos Padres Conciliares asumieron al afirmar que deben apresurarse "los sagrados pastores a cumplir en este campo su misión, íntimamente ligada a su deber ordina­rio de predicar".

Sin embargo y, sin pretender con ello acusar a nadie, no son frecuentes las iniciativas acordes con estos postulados, salvo en algunos casos más llamativos como pueden ser, a nivel lati­noamericano, los trabajos, ya marcados por una cierta trayec­toria que se vive domingo a domingo en la Catedral de San Salvador donde la Cátedra sagrada se ha convertido en lugar de referencia necesaria para la vida misma de esa nación.

228

También se cuenta con los esfuerzos de la Iglesia en Venezue­la, con sus varias emisoras de televisión, o las trasmisiones de la Madre Angélica en los Estados Unidos.

En los casos citados, que pretenden ejemplificar y no enume­rar la búsqueda de respuesta a los desafíos planteados por el mismo Concilio Ecuménico, se descubre que aún no se ha tomado plena conciencia del valor de los medios de comuni­cación, con la amplitud que sería de desear. Esto supone la toma de decisiones que lleven a optar por modelos nuevos: en El Salvador los micrófonos y las cámaras de televisión se instalan cada domingo frente al ambón de la Catedral y la Homilía del Obispo se refiere siempre a un tema de actuali­dad nacional, el cual será complementado por otros temas, también actuales, que se desarrollarán en el atrio del templo al concluir la Misa. En el caso de Venezuela la cripta de una Catedral, Mérida, se convirtió en un estudio de televisión y el garaje del convento de la Madre Angélica fue transformado en un set de televisión, donde se producen videos pastorales que cuentan con un alto rating en las emisoras estadouni­denses.

Un sacerdote jesuíta argentino me decía recientemente que él no dudaría en vender alguno de los colegios de su orden para emplear ese dinero en la instalación de una productora de televisión; pero la pregunta que se nos ha hecho para con­testar en este escrito, es si la Iglesia debe poseer o no medios de comunicación propios y si éstos pueden ser eficientes y económicamente sostenibles.

3. ¿USAR O SERVIR A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN?

A mi juicio, la verdadera incógnita a resolver se funda en este otro interrogante: ¿poseer o servir a los medios de comunica­ción social?

Un medio de comunicación, como la televisión, por ejemplo, puede convertirse en un dios, al cual hay que someterle todo.

229

Page 116: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Un dios que exige vedetismos, un dios que exige permisivis-mo, un dios al que es válido sacrificarle valores fundamentales.

El problema se plantea, en definitiva, como un factor de poder y de competencia de poderes y allí también será nece­sario esclarecer la cuestión para llegar a algunos acuerdos con quienes niegan "Absolutamente" que la Iglesia debe poseer medios propios de producción o transmisión y quienes afir­man también "absolutamente" que sólo se debe dar una inserción, preferiblemente de laicos, en los medios estatales o privados.

Creo que la cuestión se resuelve asumiendo actitudes que con­digan con el sector cristiano y en consecuencia inspirarse en aquél que siendo "todopoderoso se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz". El poder que puede dar un medio de comunicación, en manos cristianas, debe ser siempre servi­cial, como el poder de Jesús. Monseñor Vicente Zazpe, que fuera presidente de la Comisión Episcopal para los Medios de Comunicación del Episcopado Argentino solía afirmar que no sólo "hay que evangelizar, usando los medios de comunica­ción social, sino que hay que evangelizar a los medios de comunicación; hay que servirlos". Servirlos es informarles la verdad, servirlos es conocer sus legítimas reglas de juego, ser­virlos es denunciar sus tabúes y mentiras, servirlos es recono­cer sus valores y aciertos, servirlos es no querer camuflarnos en sus estructuras, sino decir nuestra verdad para que los demás digan la suya sin nosotros pecar de ingenuos, cuando las evidencias muestran una realidad que no puede ser bende­cida desde una visión cristiana. Servirlos es no retacear el diálogo con quien quiera tenerlo, por difícil que se presente; servir a los medios es capacitarse para actuar en ellos, no para dominar, sino para ayudar a los demás, lo cual implica una virtud esencialmente cristiana que es la de la generosidad.

Servirlos y usarlos es exactamente lo mismo si ello nos condu­ce a comportarnos como fermento en la masa.

230

4. ACTUAR EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN O CREAR MEDIOS DE COMUNICACIÓN

No faltan quienes sostienen que los medios de comunicación son un terreno estrictamente laical, no sólo en lo técnico, sino también en lo que hace a la cotidianeidad de su manejo.

Ciertamente que las estructuras temporales exigen respeto a su autonomía, lo cual no significará independizarlas de valo­res éticos y religiosos y, por eso mismo, quienes actúen en los medios seculares, han de dar, por su actuar y su pensar la rela­ción con los valores evangélicos, conduciéndose como verda­deros sembradores del Reino.

Pero la existencia de medios estatales o privados, o la carencia de los mismos, que haría indiscutible la intervención de la Iglesia por la presencia de sus miembros con equipamientos propios, sólo se resuelve asumiendo una actitud prudencial: ningún medio es desechable si es legítimo. Es necesario consi­derar siempre las circunstancias que puedan aconsejar o la inserción en medios existentes o la creación de uno propio.

Tomar la decisión de crear un medio de comunicación confe­sional supone la misma actitud prudencial que se debe tomar para fundar un hospital, una escuela o universidad, un centro deportivo e incluso, en algunos casos, hasta la construcción de un templo si ello fuera un obstáculo o una ventaja para lograr los objetivos propios de la Iglesia.

Esos objetivos son, como sabemos, la evangelización, la catc­quesis, el culto, el servicio caritativo, la instrucción, la cultura, el arte y todo aquello que permite que el evangelio se convier­ta en fermento de la comunidad humana. Si todo esto se puede dar, en situaciones bien concretas, a través de medios estatales o privados, resultaría no sólo antieconómico sino una verdadera pérdida de tiempo preocuparse por instalacio­nes técnicas ya existentes. Pero si estos objetivos se ven tra­bados por falta del instrumento adecuado, la solución, si está a mano, resulta obvia.

231

Page 117: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

En uno y otro caso los miembros de la Iglesia que actúen en medios de comunicación deberán esmerarse en su formación como comunicadores, en cuanto a los contenidos y en cuanto a las técnicas de comunicación.

Resulta así que el tema económico no es, ni de lejos, el más importante. Muchas actitudes entusiastas o reticentes frente a la creación de un medio propio responden a ideologías, más o menos acentuadas, que convendrá examinar a la hora de tomar decisiones.

Es cierto que encontramos clérigos que debieran abstenerse de actuar en medios de comunicación aunque, debemos reco­nocer que muchas veces esa presencia es la única voz de la Iglesia en un lugar determinado. Pero también debemos con­siderar que ser clérigo o religiosa no es una especie de estigma que inhibe para actuar en los medios de comunicación; por el contrario, la vocación celibataria permitirá una disponibilidad total del tiempo y del corazón.

Presentar la disyuntiva de elegir entre laicos o clérigos para que actúen en los medios de comunicación social es proponer un sofisma. La exacta medida para elegir estará dada por la capacidad, la idoneidad y la trayectoria de cada persona, se trate de laicos o clérigos.

En todos los casos se habrá de contar con gente que esté debi­damente formada en la fe, atenta a las problemáticas de aque­llos a quienes se dirija el mensaje y también, dotadas de sufi­ciente humildad para someterse con verdadera obediencia a la verdad, la belleza y el amor sin cuya presencia se esterilizaría el esfuerzo más audaz y novedoso que se aborde.

5. UNA EXPERIENCIA EN BUENOS AIRES Y EN CASI TODA ARGENTINA

Las emisoras de radio y televisión de casi todo el país, cuen­tan con espacios religiosos. Más aún, una ley de la Nación

232

ordena asignar un espacio de tiempo para hacer promociones institucionales, de manera gratuita y en todas las emisoras, tanto estatales como privadas. La Iglesia Católica puede, como todas las instituciones, dejar ese recurso. Los espacios religiosos son aprovechados, generalmente, con actos devo-cionales como la Misa, el rosario, meditaciones, etc. Los espa­cios promocionales se empleaban, hasta el presente, de manera muy precaria.

La generosidad para ceder espacios a la Iglesia en Argentina es un hecho casi constante. Ello no significa que el contexto, proveniente del mismo país y del exterior, no desdibuje o dis­torsione la imagen de lo católico. Ello se da desde el mensaje de las sectas, común en toda América Latina, hasta las infor­maciones o los "mensajes" de telenovelas o simples espacios de opinión donde se desconoce o atropella lo católico. Habrá quienes prefieran sostener que todo ello está "orquestado" en contra de la Iglesia... y habrá otros que preferirán sencilla­mente trabajar para cubrir espacios que han sido descuidados y, por qué no decirlo, ganados por la cizaña.

No puedo omitir a esta altura del escrito una referencia a lo que he vivido desde hace más de 19 años en los canales de televisión de Buenos Aires en los cuales llegué a tener, en un año, 280 programas de televisión entre microgramas casi dia­rios, celebraciones y programas periodísticos que yo mismo dirigía. Siempre, y esto es compartido por muchos sacerdotes que intervienen en los medios de comunicación, contamos con la buena voluntad de técnicos y directivos, pero cuando se trata de mejorar la calidad de los espacios se tropieza con una barrera económica: los costos que implicarían los ensa­yos, la escenografía, la imposibilidad de aquello que se graba y que no obtiene buena calidad, atentan contra la calidad de las emisiones.

La buena voluntad y la disponibilidad de los medios, incluso para lograr calidad, se puso de manifiesto durante la segunda visita pastoral del Papa Juan Pablo II a la Argentina. Intervi-

233

Page 118: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

nieron, en el transcurso de las transmisiones 110 cámaras de televisión, 800 técnicos y un resultado que aún los críticos de la Iglesia lo calificaron de inédito para la Argentina.

Como es obvio, en esa ocasión, se buscaron los recursos eco­nómicos y la subvención que permitió afrontar el evento de una manera satisfactoria.

Es cierto que la figura "carismática" del Papa asegura un cier­to rating, en ocasiones como la citada, pero también es cierto que esto se da con series televisivas de inspiración protestante, se daba en el tiempo de Mons. Fulthon Sheen o del Padre Héctor Oglietti, en la Argentina de los años 70.

Nadie puede negar el alto valor técnico de la transmisión tele­visiva de la inauguración del Año Mariano Universal donde se compatibilizaron los diversos sistemas de televisión (Pal, Ntsc y Secam) en una sola transmisión cuya comercialización posterior en videocassettes fue protegida en sus derechos con una suma millonaria de dólares.

Por el lado contrario, en el momento de escribir este artículo me entero que algún miembro de la Iglesia ofrecería en los Estados Unidos la suma nada despreciable de 10.000.000 de dólares para que se desista de proyectar una película sacrilega sobre Nuestro Señor Jesucristo.

Tanto lo escandaloso, como lo que es de calidad resulta renta­ble. Recientemente aconteció en un programa transmitido por un canal argentino, que al hablar de Jesús y la Virgen ofendió no sólo a católicos sino también a gente que no pro­fesa ningún credo y, ello provocó que los anunciantes le reti­raran un altísimo porcentaje de la propaganda. Así, el esfuer­zo económico debe ir de la mano con la búsqueda de calidad.

Ese es el esfuerzo que está realizando, sin prisa pero sin pausa, el Centro Televisivo "Santa María de Buenos Aires" creado por el Cardenal Juan Carlos Aramburu a partir de un decreto arzobispal que firmara el 6 de enero de 1986. En la actuali-

234

dad cuenta con una planta productora de video y audio, de más de 130 metros cuadrados, instalada en el 5o. piso de la Curia de Buenos Aires. Cuenta con estudio, 4 cámaras de tres tubos (una de ellas para exteriores) telecine, editor electróni­co, generador de caracteres, TBC, Wipe, ChromaKeyer, etc.

El trabajo lo realizan 2 sacerdotes, 3 técnicos y algunos co­laboradores. Cuando los programas lo exigen se contratan técnicos que trabajan en canales de televisión. Los recursos económicos provienen de donaciones tanto del país como del exterior. La instalación se afrontó con recursos del Arzobis­pado de Buenos Aires y el saldo de deudas, pago de sueldos y demás gastos se van afrontando con la venta de promociona­les, que diversas instituciones eclesiales encomiendan al Cen­tro Televisivo (esto antes no se hacía y si se lo hubiera inten­tado difícilmente se hubiera logrado la coordinación que ahora se tiene). Los primeros frutos han sido estos promocionales, que día a día aumentan en calidad; un espacio de un minuto de duración, que se repite en tres horarios "p ico" de un canal de Buenos Aires y que acaban de ser ofrecido a todos los Obispos del país por la Comisión Episcopal para los me­dios de comunicación y, un programa de media hora de dura­ción, que tendrá emisión semanal y será destinado a niños de 12 a 13 años. Se intentará hacer el esfuerzo para que cada entrega les interese y, a través de ellos que interese a los adul­tos. El Centro, por mediación del Presidente de la Comisión Episcopal para los medios, Mons. Desiderio E. Collino, está llevando a cabo varias gestiones para colaborar también con emisiones radiales y particularmente en la distribución de espacios de Radio Vaticana. También producirá notas y en­trevistas de la Iglesia en laArgent inaparaquese emitan en los programas de habla hispana de dicha radio.

Habrá quienes se estén preguntando si esta experiencia aspira a cubrir hechos meramente devocionales.

El intento es que todo esto sirva como un servicio a la cultura argentina, que tiene raíces y conotaciones católicas y que, exige audacia y creatividad frente a nuevos desafíos.

235

Page 119: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

El Centro Televisivo tiene entre manos varios proyectos, algu­nos de ellos en vías de realización como el catecismo para adultos, cursos bíblicos, cursos de oración, meditaciones bí­blicas, etc.

Estos proyectos no agotan las motivaciones por la cuales se fundó esta productora; la prueba está en que son muchos los que se acercan con propuestas que hacen a lo católico y que no pueden canalizarlas por las vías corrientes. El requisito es que deben ser debidamente financiadas por quienes las pre­sentan ya que, en la actual etapa, no se pueden afrontar otros proyectos fuera de los que están en marcha y que han sido programados con los diversos donantes, que hicieron posible la instalación de la planta productora.

6) PERO ¿SON RENTABLES O NO LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN MANOS DE LA IGLESIA?

Esto no se puede contestar dando a conocer el estado conta­ble de una productora o emisora determinada. Si nos atene­mos a ello vamos a tener que decir que normalmente no lo es.

En el campo católico citemos a Radio Vaticana y en el terre­no protestante o de las sectas la financiación lograda a través de donaciones, en la mayoría de los casos cuando no de sus­cripciones.

Aunque más no sea, como término de referencia tengamos en cuenta que el actual Código de Derecho Canónico propicia tanto la inserción en los medios de comunicación seculares como la posesión de medios propios.

* en esto conviene que seamos claros. Ni una Curia, ni un Obispo, ni un grupo de clérigos religiosos o laicos, ni el resul­tado de un grupo marcado por una tendencia o ideología puede ser el responsable único del esfuerzo económico que permita asumir el trabajo en los medios de comunicación.

236

La presencia de la Iglesia a través de los medios de comuni­cación aparece, desde Pablo VI, cuando publicara la Evangelii Nuntiandi, como un grave deber del cual ha de dar cuenta toda la Iglesia.

La capacitación de personal, para intervenir en medios pro­pios o ajenos, la instalación elemental de equipos o de impor­tantes centros de producción o transmisión exigen una toma de conciencia del uso de los bienes económicos de la Iglesia.

Los argumentos en favor de los pobres, por parte de quienes no hacen nada por los pobres ni les interesan evangélicamente los mismos, no han de considerarse ya que obedecen a otros parámetros.

Habrá, eso sí, que obrar con criterio económico aunque no por motivos económicos, si se quiere ser eficientes y se pre­tende" hacer un trabajo perdurable. Pero en ningún momento habrá que perder de vista la inspiración religiosa que debe animar a quienes incursionen en este terreno como así también la experiencia de los pioneros que sembraron el evangelio con estos instrumentos. Las opiniones desde afuera, tanto en lo técnico como en lo religioso, han de ser pondera­das y respetadas para acertar con la oportunidad incluso eco­nómica, pero la última palabra la tendrán quienes puedan aportar un juicio desde la fe.

La ayuda a los pobres nunca es rentable económicamente.

La inversión en los medios de comunicación puede también significar un esfuerzo económico que exija constantes inver­siones para mantener nivel, calidad y prosecusión de objetivos evangélicos: esto tampoco será rentable.

No es cuestión de caer en disparates económicos ni tentar a la providencia. Es cuestión de tomar conciencia sobre la nece­sidad y utilidad que un medio concreto pueda prestar en una situación concreta.

237

Page 120: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

¿PRODUCIR

CON MEDIOS PROPIOS

O CONTRATAR MEDIOS AJENOS?

Hno. Alejandro Mejia, FMS

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 121: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

¿PRODUCIR CON MEDIOS PROPIOS

O CONTRATAR MEDIOS AJENOS?

Hno. ALEJANDRO MEJIA, FMS Servicio Radiotelevisivo para América Latina-CELAM

En la producción de programas radiales y televisivos, así como de materiales grupales de audio y video, es de capital impor­tancia la consideración económico-administrativa de tales realizaciones. Esto no ha sido, ciertamente, el punto fuerte de muchas producciones de tipo pastoral. Algunos centros de producción se agotan en sus primeros esfuerzos; otros tienen que recurrir a bienhechores para financiar cada una de sus producciones.

De ahí que sea oportuno recordar, con ocasión de los veinte años de "ínter Mirifica", el aspecto de los recursos en las producciones radiales y televisivas. Los enfoques del Concilio sobre este tema se recogen en los números 13, 1 4 y l 7 d e s u Decreto sobre los Medios de Comunicación Social.

"De común acuerdo y con propósito común, esfuércense todos los hijos de la Iglesia para que los medios de comuni­cación social se utilicen eficazmente en las múltiples obras del apostolado.. ." (IM 13).

". . .apoyando y coordinando las realizaciones y las iniciativas de los productores y de los distribuidores honestos" (IM 14).

"...este santo Concilio les advierte (a los hijos de la Iglesia) sobre la obligación que tienen de sostener y de auxiliar a los

241

Page 122: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

diarios católicos, revistas y empresas cinematográficas, esta­ciones y transmisiones radiofónicas y televisadas, cuyo prin­cipal fin sea difundir y defender la verdad y proveer a la formación cristiana de la sociedad humana" (IM 17).

Con el fin de reflexionar sobre esta eficacia en las produccio­nes pastorales, el apoyo y la coordinación en las realizaciones y el sostenimiento de las mismas, siguen a continuación algu­nas consideraciones, esperando sirvan para aclarar algunos puntos y reflejen el sentir de muchos productores latinoame­ricanos. En la brevedad de estas líneas no nos ocuparemos del lanzamiento al aire de programas radiales o televisivos, sino únicamente de su producción. Es decir, nos limitaremos a considerar las razones de producir con medios propios o de recurrir a la contratación de medios ajenos.

Como todo mundo sabe, la producción es un largo camino que parte del encuentro de un tema fundamental, pasa por una etapa de investigación, para llegar a la intuición artística que se desarrollará en un pre-libreto, unas veces en forma de apuntes y otras como un primer tratamiento. Luego, el libre­tista redacta el guión literario, sobre el cual el director elabora el guión técnico. Se pasa en seguida a la pre-produc-ción, consistente en la preparación de todos los elementos, incluidos los actores; viene luego la grabación de los segmen­tos, que termina su proceso en la edición del material grabado.

Para responder la pregunta que se nos ha hecho, hay que iden­tificar primero los recursos necesarios para las diversas etapas de la producción de material evangelizador. La primera etapa, que termina en un pre-libreto, suele estar a cargo de agentes pastorales, con buena preparación teológica y praxis de evan-gelización. Ellos son quienes mejor captan las necesidades y el modo de sentir del pueblo o de los grupos a las cuales evange­lizan. No siempre resulta prudente encargar esta primera tarea a los profesionales o prácticos de la comunicación, los cuales no sabrían qué tipo de mensaje emitir.

242

Lo ideal sería que los agentes de pastoral, sean obispos, sacer­dotes, religiosos o laicos comprometidos, sean capaces de tener ideas convertibles a una producción radial o televisiva, de investigar los temas a ella conexos y de llegar a redactar un pre-guión. Esto, que resulta más difícil para casos individua­les, es más accesible a equipos de trabajo pastoral. Habría que animar a muchas personas y equipos, que se creen incapaces de realizar esta tarea, pero que con un poco de ánimo y arrojo llegarían a producir mejores materiales que otros que sin temor —y también sin experiencia pastoral— han hecho.

En esta primera etapa tiene primacía la intuición artística y evangelizadora sobre los aspectos técnicos. Claro está que mientras más piense el agente pastoral de modo auditivo (para radio) y visual (para televisión), más fácilmente logrará que el libretista y el director traduzcan su pre-libreto en una buena producción técnica.

En la segunda etapa, que comprende básicamente la elabora­ción del guión literario y del técnico, el recurso a los profesio­nales es fundamental. Sería de desear que todos los centros de producciones pastorales contaran con personas capacitadas para tal cometido. Pero donde no se dé el caso habrá que recurrir a personas capacitadas, quienes también entiendan la problemática pastoral.

La consideración de los elementos que comprenden la tercera etapa, esto es, la producción técnica, es más compleja. Se da toda una gama entre los productores, desde quienes antes de producir quieren tener toda clase de instalaciones, hasta quienes piensan que sólo es necesario contar con dinero, o incluso sólo con crédito. Ambos extremos parecen exagera­dos e incluso peligrosos. El primero, ¿no corre el peligro de quedarse con unos equipos que sólo se utilizan de vez en cuando? ¿de gastar inútilmente en empleados, técnicos y mantenimiento? ¿y tal vez de que sus equipos queden pronto obsoletos sin haber recuperado sus costos? El segundo caso corre el peligro de endeudarse y llevar su centro a la

243

Page 123: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

quiebra. Tal vez lo más deseable sea que los proyectos y los centros productores nazcan pequeños y luego vayan crecien­do con el tiempo, la experiencia y los recursos que van cap­tando.

Para aproximarnos a la respuesta sobre si conviene más tener medios propios o recurrir a los ajenos, consideremos varios puntos. Primero, es preciso tener en cuenta el precio de los equipos e instalaciones, su vigencia y caducidad, así como el tiempo de amortización de sus costos. Segundo, hay que dis­tinguir entre los equipos de producción de audio y los de video. Estos resultan más caros y suelen tener menos vigencia, debido al enorme desarrollo técnico en el campo del video.

Como sugerencia, podríamos poner en una balanza ideal los costos y las ventajas que nos acarrean ambos casos: producir con los propios medios, de un lado; del otro, contratar me dios ajenos. El alquiler evita costos de compra, cuidado y manteni­miento de los equipos, así como de instalaciones y personal; pero queda sujeto a precios, fechas y horarios de la empresa contratada.

Comprar equipos y tener las propias instalaciones ahorra mucho tiempo y molestias, aunque conlleva todo el peso de la inversión, el cuidado, el mantenimiento y los salarios. Pa­rece que la justificación vendrá del uso de las instalaciones. La balanza se inclinará hacia el alquiler, cuando el empleo de equipos, instalaciones y personal no sea continuo o muy fre­cuente. En cambio, resulta mejor contar con instalaciones propias, cuando el uso sea continuo o muy frecuente.

Parece que en general, debido a que los equipos profesionales de audio están más al alcance de los centros de producciones pastorales, les resulta en definitiva mejor contar con medios propios. En cuanto a los equipos de video, la conveniencia provendrá de la frecuencia de su uso, como arriba se señalaba.

Ahora bien, la pregunta que se nos hacía habla de "medios", lo cual no se limita a equipos e instalaciones, sino que llega a

244

comprender todos los recursos. Por eso, podríamos transfor­mar tal cuestionamiento en la siguiente nueva pregunta: ¿Cómo maximizar nuestros recursos? Porque este término incluye lo humano, lo técnico y lo económico: ¿Cómo obte­ner los mejores resultados de las ideas e inquietudes de nuestros agentes pastorales, de los teólogos y de los artistas? ¿Cómo ambientar y motivar a guionistas y directores profe­sionales? ¿Cómo dinamizar y comprometer a nuestros técni­cos? Por fin, y no menos importante, ¿cómo obtener finan-ciamientos sin agotar las fuentes, sino haciendo que un producto alimente otro proyecto?

Así, pues, una pregunta nos trajo otras muchas. La conside­ración de tres números del Decreto "ínter Mirifica" se con­virtió en una inquietud múltiple, que ojalá produzca abun­dantes frutos, para bien de los centros productores de material evangelizados

t

245

Page 124: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ORGANISMOS NACIONAIS

DE COMUNICAO SOCIAL.

O MODELO BRASILEIRO

Ir. María Alba Vega

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 125: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ORGANISMOS NACIONAIS DE

COMUNigÁO SOCIAL.

O MODELO BRASILEIRO

IR. MARÍA ALBA VEGA Assesora da Comunicagáo da CNBB - Brasil

1) IGREJA E COMUNICAqÁO

A Igreja, ao longo dos sáculos, monstrou-se tímida e reticente no uso dos Meios de Comunicacáo Social (MCS) em sua acáo evangelizadora. Mas os grandes avancos das novas tecnologías e o uso das mesmas, criaram, no interior da Igreja, umapreo-cupacáo constante em relacáo ao tema. Preocupacáo que eclodiu no Concilio Vaticano II. Assim, um dos primeiros Decretos promulgados foi o ínter Mirifica, sobre os Meios de Comunicacáo Social.

O Decreto, embora contenha muitos limites, significou um grande avanco na acáo da Igreja. Foi a partir desse Decreto que se deram passos significativos na organizacáo da Comuni­cacáo Social, em nivel de Igreja universal e local.

2) COMUNICAQÁO e IGREJA NA AMÉRICA LATINA

Em nivel de Igreja Local, o que nos interessa nesta reflexao, percebeu-se a urgencia de organizar os Departamentos de Comunicacáo com o objetivo de responder as expectativas e necessidades pastorais emergentes.

Na América Latina a Reflexao teve inicio na II Conferencia Geral do Episcopado, realizada em Medellin (Colombia), em

249

Page 126: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

1968. Ñas conclusóes fináis há um texto referente a comuni­c a d o . Urna das conclusóes' do Documento diz: "Para os objetivos específicos da Igreja é necessário criar e fortalecer em cada país da América Latina escritorios nacionais de Imprensa, Cinema, Radio, Televisáo, com a autonomía que requer seu trabalho e com urna eficiente coordenacáo entre e l e s " ( l ) .

Essa reflexáo é retomada na III Conferencia do Episcopado da América Latina, realizada em Puebla, (México), em 1979. Entre as propostas pastorais evidencia-se a seguinte: "para que a articulagáo da pastoral da comunicacáo com a pastoral orgánica seja efetiva, é preciso criar, onde nao existe, e potencializar, onde existe, um departamento 'ou organismo específico (nacional ou diocesano) para a comunicacáo social e incorporá-lo ñas atividades de todas as áreas pastorais" (2).

Com esses pontos referenciais, apontados pela Igreja universal e pelo Episcopado Latino-americano, as diversas Conferencias do continente, com o apoio e incentivo do DECOS/CELAM (Departamento de Comunicacáo Social do CELAM), criaram seus Departamentos, Setores ou Servicos de Comunicacáo. Esta iniciativa da Igreja Latino-americana está em sintonía e responde ao apelo do Decreto ínter Mirifica! "... um eficaz apostolado para toda urna nacáo está a exigir a unidade de intencóes e foreas, o Santo Sínodo estabelece e ordena que secretariados nacionais para assuntos de imprensa, cinema, radio e televisáo sejam instituidos em todos os países e ampa­rados por todos os recursos. Cabera, portanto, a estes secre­tariados, estabelecer medidas que visem, no uso destes meios, a formar retamente a consciéncia dos fiéis, bem como incen-tivar-se e regular tudo quanto foi feito por católicos nesta materia.

Em cada nagáo confia-se sua organizacáo a um grupo especial de bispos ou a um bispo delegado; leigos, peritos na doutrina católica e nestes meios, também tomem parte nestes secreta­riados" (3).

250

3) COMUNICACÁO E IGREJA NO BRASIL

A Conferencia Nacional dos Bispos do Brasil-CNBB atenden-do a esses imperativos e a partir da necessidade urgente de integrar a comunicacáo em sua aqáo evangelizadora, criou o Setor de Comunicacáo, quando organizou sua acáo pastoral mais sistemáticamente.

A Igreja no Brasil, tem seis Dimensóes para sua acáo pastoral. O Setor de Comunicacáo está na Dimensáo Profética e Trans­formadora, juntamente com Educac,áo e Acáo Social.

Cada Conferencia Episcopal terá organizado seu Departamen­to, da forma que melhor responda ás necessidades pastorais da Igreja local. No Brasil, entendeu-se que "como forma de realizar a dimensáo profética e transformardora, o Setor de Comunicacáo Social está no Plano Pastoral para servir a todos os setores da agáo da Igreja, quer no seu interior, quer no seu relacionamento com o mundo. No esforco de contribuir para a realizacáo do Objetivo Geral da Igreja no Brasil, o Setor procura fazer com que tanto os comunicadores como os usuarios tenham consciéncia da realidade e da sua responsabi-lidade diante da mesma. Desta maneira, intenta provocar t rans formares , visando a libertacáo integral do homen e da sociedade. Isso se realizará mediante urna Pastoral da Comu-cagáo que se compreende em tres momentos:

— Através dos livros de comunicacáo, buscando expressar-se com a linguagem do veículo, da área e do receptor. Desta forma "a palavra pertence a todos" ;

— Nos Meios de Comunicacáo, levando a Igreja a ser urna pre-senca evangelizadora entre os profissionais para conseguir urna ordem mais humana e justa na comunicacáo;

—Diante dos Meios de Comunicacáo, promovendo a formacáo da consciéncia crítica do receptor (4).

Isso provocará a participacáo do povo na própria producáo das mensagens.

251

Page 127: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Além desses tres aspectos, o Setor está empenhado em outras duas frentes:

— Busca de integracáo dos Meios de Comunicagáo da Igreja;

— Presenta da Igreja junto aos grandes Meios de Comunicacáo.

3.3. Estrutura do Setor

No espirito do ínter Mirifica (n. 20 e 21), o Setor de comu-cacáo da CNBB tem um Bíspo responsável, eleito pela Assem-bléia Geral, por um período de quatro anos. Este Bispo faz parte da Comissáo Episcopal de Pastoral, que se reúne men-salmente com a Presidencia e os Assessores das diversas di-mensóes pastorais da Conferencia.

Há um Assessor de Comunicagáo, liberado totalmente para esse servico. Convém lembrar que nao é apenas um secretario executivo, mas assessor, isto é, alguém que assessora o Bispo do Setor e Anima toda a Pastoral da Comunicáo.

A Igreja no Brasil está dividida em 15 Regióes. Em cada uma destas Regióes há um Bispo responsável pela comunicac,áo que, com sua equipe, anima a Pastoral ñas Dioceses. O Setor Nacional nao atua diretamente ñas Dioceses, o que seria impossível devido a extensáo do país (sao 242 Dioceses). O ponto de referencia de atuacáo do Setor, em nivel nacional, sao os Regionais. Uma vez por ano realiza-se um encontró com os Bispos e Coordenadores Regionais. Nesse encontró avalia-se o trabalho realizado e elaboram-se as estrategias de acáo, conforme as orientacóes contidas ñas Diretrizes Gerais da Acáo Pastoral, da Igreja no Brasil e as possibilidades e realidade da Igreja local.

O Setor tem seus Projetos específicos, com prioridade para a Forma^áo em diversos níveis e as chamadas Atividades Per­manente, ou seja, o que constituí o dia-a-día: contactos com Organismos de Comunicagáo, entidades de Igreja, como Edi-

252

toras, produtoras, etc. Além disso há um tralho de assessoria a outras pastorais e grupos que solicitam alguma especie de colaboragáo.

3.2 O Setor e os organismos

Há uma profunda integracáo dos organismos continentais UNDA/BR, OCIC/BR e UCLAP com o Setor. Cada organis­mo atua na área específica com a participagáo do Setor. Isso é fundamental, pois as atividades sao realizadas em conjunto e dentro das orientacóes da Igreja, em nivel nacional. Há uma política muito clara e definida nessa área, o que tem trazido inúmeros beneficios. O setor tem participado ñas Assembléias dos organismos de forma muito ativa. Isso integra as pessoas e cria objetivos de agáo comuns.

Em determinadas áreas o Setor nao tem uma atuagáo direta. Sua acáo é complementada por organismos ou entidades espe­cíficas. Isso ocorre na área de producto de materiais para formagáo do senso crítico especialmente. O Setor se faz pre­sente com o incentivo, a organizagáo, indicagáo de conteúdos quando necessário. Há momentos em que o próprio Setor solicita materiais ou cursos a esses organismos e Entidades como forma de integragáo na pastoral.

3.3. Equipe de Reflexáo

Uma experiencia que nao pode deixar de ser mencionada é a Equipe de Reflexáo do Setor.

Um grupo de 15 pessoas— profissionais de diversas áreas e presidentes de organismos — reunem-se quatro vezes ao ano, com o Bispo responsável pelo Setor e o Assessor para refletir sobre a realidade da Comunicagáo e assessorar ao Setor. E, sem dúvida, uma experiencia rica e significativa. A Equipe nao é fixa. Há uma certa mobilidade, conforme determinadas necessidades e até mesmo de acordó com as orientacóes do Bispo responsável pela comunicagáo. Esta Equipe teve impor-

253

Page 128: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tante papel na elaboracáo da Carta aos Comunicadores, publi­cada pelo Setor, por ocasiáo do Dia Mundial da Comunicacáo, em 1984. Pelo conteúdo apresentado e questionametos levan­tados, a carta provocou urna forte reacáo por parte dos pro-prietários dos grandes monopolios da comunicacáo no pai's.

4) COMUNICACÁO E CAMPANHA DA FRATERNIDADE

Um momento significativo na vida da Igreja no Brasil é a Campanha da Fraternidade, realizada no Brasil há 26 anos no tempo da Quaresma. É um período extraordinario de evange-lizacáo. A CF se realiza ñas comunidades da Igreja e pretende promover a fraternidade em todos os ambientes sociais. A evangelizacáo através da CF, se faz, cada ano, a partir de um tema especial que toda profundamente a vida das pessoas a estrutura da sociedade e a própria acáo da Igreja. E o tema da CF de 1989 é Comunicacáo Social.

Para chegar á definicáo deste tema para urna Campanha da Fraternidade, foi importante a acáo do Setor, bem como de grupos de reflexáo e Instituicóes que trabalham na área de comunicacáo. Nos muitos Encontros e cursos dos últimos anos percebeu-se a necessidade de a Igreja fazer urna reflexáo sobre a sua comunicacáo interna, a utilizacáo dos Meios próprios e ao mesmo tempo analisar a comunicacáo da e na sociedade. Espera-se, com essa Campanha da Fraternidade, colocar em prática o que ainda está em teoría nos muitos Documentos da Igreja Universal, Latino-americana e do Brasil.

CONCLUSÁO

Do que até aqui foi visto emergem alguns pontos que mere-cem ser considerados. A saber:

— E urgente a criacáo e/ou dinamizacáo dos Departamentos de Comunicacáo com um mínimo de recursos humanos e fi­nancieros;

254

— Este Departamento deve estar profundamente inserido na

acáo da Igreja local e a servico de todas as pastorais;

— É fundamental a participacáo dos presidentes dos organis­mos de Comunicacáo, na forma possível, no Departamento-

—Refletir, em todos os níveis de Igreja, sobre a importancia de se ter políticas de comuni$áo definidas no contexto da Igreja local;

— É significativa a presenca de um Bispo na coordenacáo, ao menos onde a presenca da Igreja é reconhecida e tem credibi-lidade. Isso facilita os contactos com os Meios náo-confessio-nais e também em nivel interno de Igreja.

Na realidade da Igreja Latino-americana com certeza existem diferentes modelos de Departamentos, Setores ou Servico de Comunicacáo. O importante é que respondam as necessidades da Igreja local e a ela sirvam de respaldo em sua acáo evangeli-z adora.

No caso específico do Brasil o Setor está inserido no conjun­to da Pastoral. Se nem sempre responde as expectativas de toda a Igreja, deve-se mais a falta de recursos humanos e téc­nicos do que ao seu funcionamento. Torna-se difícil urna acáo intensa e integrada num país que tem 11 milhóes e meio de quilómetros de extensáo. Isto requer muita conscién-cia e criatividade na busca de objetivos comuns. Essa preocu­p a d o está presente em graus diferentes na Igreja do Brasil. Há regióes com intensa atuacáo e há outras que estáo em fase inicial, quer na reflexáo quer na acáo. Essa diversidade, muitas vezes, retarda alguns avancos mais significativos na Pastoral da comunicacáo.

O Setor de Comunicacáo, no Brasil, nao tem objetivos próprios. Suas metas sao as mesmas de toda a Igreja em nosso País.

255

Page 129: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

"Evangelizar

• o povo brasüeiro em processo de transformac^o social, económica, política e cultural,

• anunciando a plena verdade sobre Jesús Cristo, a Igreja e o homem,

• á luz da evangélica opcáo preferencial pelos pobres,

• pela libertacáo integral do homem, numa crescente parti-cipagáo e comunhao,

• visando formar o povo de Deus e participar da construgáo de urna sociedade justa e fraterna,

• sinal do Reino definitivo" (5).

NOTAS

1. Conclusáo de Medellin, S. Paulo, Edicóes Paulinas, 1978, n. 19.

2. Documento de Puebla, S. Paulo, Edicóes Paulinas, 1978, n.

3. ínter Mirifica, S. Paulo. Edicoes Paulinas, 1963, n. 21.

4. Cf. 9o. Plano Bienal dos organismos nacionais, Documentos da ,CNBB, Sao Paulo, Edicóes Paulinas, 1987,

5. Diretrizes Gerais da Igreja no Brasil, Doc. da CNBB, 38 Sao Paulo, Edicoes Paulinas, 1987.

256

LITURGIA

DE RADIO Y TELEVISIÓN

t Dom Romeo Alberti

DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 130: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LITURGIA DE RADIO Y TELEVISIÓN

t DOM ROMEO ALBERTI Arzobispo de Ribeirao Preto - Brasil

En el año de 1965, Dom Romeu Alberti, entonces Obispo de Apucarana en el norte de Paraná, se interesó por la comuni­cación a través de todos los medios. Organizó el Servicio de Comunicación con la finalidad de marcar presencia de la Iglesia en y a través de los Medios de Comunicación a su alcance: periódicos y radio. Había misas que se transmitían todos los domingos en la diócesis por varias emisoras.

Surgió en Apucarana la TV Tibagi, en el año de 1969. Todo programa de la Iglesia Católica, especialmente la Misa Domi­nical, pasó a ser actividad del Sector Diocesano de Comuni­cación, teniendo al frente a Mons. Arnaldo B.eltrami.

Después de cierto tiempo de experiencia, un análisis crítico realizado con el clero, de modo especial sobre la misa televi­sada, llevó a la conciencia de la importancia de la Liturgia de Radio y Televisión. Como consecuencia de esta revisión, fue presentado al Episcopado de Paraná la idea-proyecto del I Encuentro Regional sobre "Liturgia en los Medios de Comu­nicación Social". Aprobado el proyecto, su coordinación quedó a cargo del Equipo de Apucarana, y su realización se verificó en Curitiba, del 6 al 8 de septiembre de 1971, con la

259

Page 131: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

presencia de 40 participantes de casi todas las diócesis de Paraná.

Se había así iniciado el proceso que conduciría a los Encuen­tros Nacionales y hasta Latinoamericanos de Liturgia de Radio y Televisión. Esto sucedió cuando Dom Romeu Alber-ti fue nombrado miembro de la Comisión Nacional de Litur­gia de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB). En una ocasión él propuso la creación de un Sector de "Litur­gia y Medios de Comunicación Social" en la Comisión Epis­copal, trabajando en colaboración con la Línea 6, Presencia de la Iglesia en el mundo. Como actividad fundamental de este Sector, fue realizado el I Encuentro Nacional de Liturgia de Radio y Televisión, siguiendo luego otros.

Habiendo sido elegido Presidente del Departamento de Litur­gia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en no­viembre de 1972, y continuando como miembro de la Comi­sión Nacional de Liturgia, consiguió que los Encuentros Na­cionales fueran también asumidos por el CELAM, pasando así a ser Latinoamericanos.

El cuarto Encuentro Nacional se realizó en Belo Horizon­te, del 29 de junio al 5 de julio de 1981. Durante la inaugu­ración Dom Romeu Alberti pronunció las siguientes pala­bras, que reproducimos en el idioma original como señal de aprecio a la lengua en que se expresó vitalmente el desapare­cido Amigo y Pastor.

Dom Romeu A ¡bertl falleció el 6 de agosto de 1988, en una clínica de Ribeirao Preto (Brasil), su Arquidiócesis, víctima de complicaciones de neumonía. Sin conocer su enferme­dad, estábamos a la espera de una colaboración suya para este Dossier: nos la prometió personalmente durante su par­ticipación en la XXVI Asamblea General del Episcopado Brasileño (Itaicí, 13 a 22 de abril de 1988). Luego de la noticia de su muerte, imaginamos que el artículo prometido se habría quedado entre sus manuscritos. La Asesora de

260

Comunicaciones de la Conferencia Episcopal del Brasil, Hna. María Alba Vega, nos hizo favor de averiguar: el artículo de Dom Romeu para este Dossier quedó pendien­te... La propia hermana nos consiguió y envió en reemplazo un texto del desaparecido amigo, sobre el tema esperado -del cual Dom Romeu fue paladín-, que aquí publicamos como testimonio y homenaje postumo.

A Liturgia de Radio e Televisáo caminha.

De tanto em tanto realiza urna parada na cammhada, como acontece em Belo Horizonte nestes dias.

Por isso acorrestes para cá, vindos de recantos diversos do Brasil e da América Latina, interessados por dar linguagem radiofónica e televisiva a verdadeiras celebracóes litúrgicas que glorifiquem a Deus, que santifiquem os homens, que trans-formem a Historia.

Acorrestes para cá e aqui nos encontramos.

E agora cabe a mim nesta noite abrir este nosso 4o. Encontró Nacional de Liturgia de Radio e Televisáo.

ANTES DE TUDO, SAUDEMO-NOS.

SAUDAMOS A Igreja que vive em Belo Horizonte e seu distinto Pastor Dom Joáo Rezende Costa, que nestes dias abre as portas de sua Arquidiocese para nos acolher. Em sua pessoa saudamos seus bispos auxiliares e a todos os Presbí­teros, Diáconos, Religiosos e Leigos.

Particularmente, saudamos os que nestes meses aqui vem trabalhando mais diretamente na criacáo de condigóes para este nosso encontró; Saudamos os agentes varios desta Igreja em Liturgia de Radio e Televisáo; Saudamos a quantos aqui se dedicam á ciencia, á técnica, á arte, a virtude da comuni-cagáo.

SAUDAMOS a todas a s Igrejas que vivem no Brasil e seus respectivos Pastores, os quais, unidos na Conferencia Nacio-

261

Page 132: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

nal dos Bispos do Brasil dáo-nos cobertura para que acon-tecam estes nossos encontros nacionais. Particularmente saudamos a Dom Eduardo Koaik e sua equipe, responsáveis em nivel nacional pela linha de Comunicacáo; saudamos os Regionais e as Dioceses que, dentro de suas possibilidades, estáo de maneira sistemática aprim orando a Pastoral da Comunicacáo e da Liturgia nos e através dos meios de comu­nicacáo social.

Este 4o. Encontró Nacional está aberto as Igrejas da América Latina que dele quiserem participar. Por isso nos as saudamos como também a seus Pastores. Saudamos suas vinte e duas Con­ferencias Episcopais, como tamben, seu Conselho Episcopal Latino Americano, CELAM, que se faz aqui presente através dos Departamentos de Liturgia e Comunicacáo Social, cujos Presidentes sao Dom Clemente Isnard aqui representado por Dom José Lamartine Soares e por Dom Luciano Metsinger aqui presentes.

SAUDAMOS a todas as Igrejas que vivem no Brasil e seus nos e pelos meios de Comunicacáo Social e proporcionam a Igreja oportunidades para servir á comunidade através de Assembléias litúrgicas que, por Radio e Televisáo, se reunem ao redor do Senhor Ressuscitado, cuja presenca Sacramental, estendida eletronicamente em sinais de som, imagem e movi-mento, atingem a quantos se dispóem celebrar sua vida em Cristo na comunháo da mesma fé.

RECORDEMOS NOSSA CAMINHADA

Perdoen-nos de antemáo, se recordando o passado, nao

posso deixar de trazer-vos algo de pessoal.

Perdoen-me também os que através de encontros anteriores, já conhecem varios passos desta nossa historia.

Antes de 1970 nos, como tantas outras dioceses, procuráva-mos viver nossa pastoral através dos meios de Comunicacáo

262

Social ao nosso alcance, imprensa, radio e TV, sob a coord nagáo do Servigo Diocesano de Comuniqáo Social, existent entre nos desde 1967. Surgiu entáo o desejo de urna parada para analisar criticamente o que se produzia de Pastoral através desses meios, particularmente liturgia.

Em reuniáo do Episcopado Paranaense apresentamos a idéia-projeto do l o . Encontró Regional sobre "Liturgia nos Meios de Comunicacáo Social", o qual coordenamos, em Curitiba de 6 a 8 de setembro de 1971, com a presenca de 40 parti­cipantes de quase todas as Dioceses do Paraná.

Integrados que fomos na Comissáo Nacional de Liturgia da CNBB, vimos com satisfagáo aprovar-se na Comissáo o Setor de "Liturgia e Meios de Comunicacáo Social".

Este setor, com a colaboracáo do setor de Comunicacáo Social da linha 6, Presenta da Igreja no mundo, da CNBB, responsabilizou-se pela realizacáo do lo. Encontró Nacional sobre "Liturgia de Radio e TV ", aconteceu em Apvicarana, Paraná, de 3 a 9 de julho de 1972, com a participacáo de especialistas e agentes em Comunicacáo e Liturgia, provindos do Paraná, Sao Paulo, Estado do Rio, Guanabara, Minas Gerais, Bahia, Ceará, Santa Catarina e Rio Grande do Sul.

Esse l o . Encontró Nacional foi fundamental. A dinámica geral observou o método do ver, julgar e agir da seguinte forma:

Houve de inicio urna síntese sobre a realidade litúrgica através do Radio e Televisáo com toda a sua problemática, fruto de um discreto, mas suficiente levantamento previo, realizado, meses antes, junto a teólogos, Sociólogos, liturgis-tas, pastoralistas e comunicadores, enriquecido no próprio encontró pelos participantes.

Para melhor julgar a realidade levantada estudaram-se a "Linguagem técnica dos Meios de Comunicacáo Social, sobre­nado Radio e Televisáo".

263

Page 133: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Á luz desses criterios foram analisados criticamente vídeo-tapes e áudio-tapes de Missas de Radio e Televisáo.

Fruto dessa análise foi a confirmacáo do que se havia obser­vado já no I o - Encontró Regional: tres tipos fundamentáis de experiencias, denominados "Liturgia em Radio e Tele­visáo", "Radio e Televisáo em Liturgia", "Liturgia de Radio e Televisáo":

"Liturgia em Radio e Televisáo" é urna liturgia que nao se utiliza dos recursos técnicos radiofónicos ou televisivos a servico da Liturgia.

"Radio e Televisáo em Liturgia" é programa técnico radiofó­nico ou televisivo, de arte, de historia, de cultura, de nature-za, que nao esta propriamente a servico da liturgia, embora a coloque como um paño de fundo do programa.

"Liturgia de Radio e Televisáo" é plena liturgia, que se utiliza de todos os recursos técnicos radiofónicos ou televisivos, colocando-os integralmente a servico da liturgia.

Para orientar o agir do futuro elaborou-se um documento em forma de breves conclusóes sobre "LITURGIA DE RADIO E T V " com a seguinte disposicáo.

A maneira de introducáo, apresentaram-se "Consideracóes gerais" em torno de dois í t ens" Teología Pastoral e Meios de Comunicacáo Social" e "Pastoral Litúrgica e os Meios de Comunicacáo Social".

Em seguida, deixando de lado o que pudesse ser "Liturgia em Radio e T V " ou "Radio e TV em liturgia", aprofundou-se o assunto central do Encont ró" A Liturgia de Radio e Tele­visáo". Depois de urna fundamentacáo geral, feita de prin­cipios litúrgicos e principios técnicos básicos, expós-se a diná­mica da celebracáo da Missa em cada urna de suas partes com conclusóes distintas de liturgia, de Radio e de Televisáo.

264

Complementando, houve importantes encaminhamentos prá-ticos de ordem mais ampia.

Após esse l o . Encontró Nacional tivemos a oportunidad de apresentar as conclusóes em Medellin num Encontró de l o . de julho a 23 de agosto de 1972 para Presidentes e Secre­tarios das Comissóes Nacionais de Liturgia de todas as Confe­rencias Episcopais da América Latina.

Na Assembléia ordinaria do Conselho Episcopal Latino Ame­ricano realizada em Sucre, Bolívia, em novembro de 1972, fomos eleito para a presidencia do Departamento de Liturgia do Celam.

Entre os varios setores de trabalho na secretaria executiva do Departamento identificamos o setor de "Liturgia e Meios de Comunicagáo Social".

Juntamente com nosso secretario executivo, pudemos chamar a atencáo para este aspecto da liturgia em inúmeras reunióes formáis e informáis, ñas diversas zonas geográficas da Amé­rica Latina, quais sejam, além do Brasil, a Zona Norte (Mé­xico) a Zona Caribe (Honduras Británicas, Antilhas e Guia-nas), a Zona Centro (América Central e Panamá), a Zona Andina (Venezuela, Colombia, Equador, Perú, Bolívia), a Zona Sul (Argentina, Chile, Uruguai y Paraguai).

Encontramos incontáveis experiencias, mais felizes urnas, menos felizes outras, principalmente em Radio, más tamben em TV. Todos, porém, lucraríamos, parando para um exame crítico de nossa atividade através de meios que se váo tornan­do sempre mais exigentes, sobretudo nos grandes centros. Impunha-se um Encontró Latino-Americano.

A essa altura, a Conferencia Nacional dos Bispos do Brasil-CNBB já programara seu II Encontró Nacional, conforme projeto 4.2.14 de seu II Plano Bienal 1973/ 1974 sob a res-ponsabilidade das linhas 4(Liturgia) e 6(que coordena os meios de comunicacáo social).

265

Page 134: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

O Conselho Episcopal Latino-Americano (CELAM) julgou conveniente que, caso a CNBB consentisse, esse Encontró se abriría para a América Latina; com a aprovogáo e a colabo-ragáo efetiva da CNBB o l io . Encontró Nacional se trans-formou no lo. Encontró Latino-Americano sobre "Liturgia de Radio e TV), acontecido em Apucarana, de l o . a 7 de julho de 1974, com apresenca dos departamentos de Liturgia e Comunicacáo Social do CELAM, com dos respectivos órgáos da CNBB.

Participaram 82 pessoas provindas do Chile, da Argentina, da Venezuela, da Colombia, do Perú e de varios Estados do Brasil, quais sejam, Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Pa­raná, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Guanabara, Minas Gerais, Mato Grosso, Bahia, Goiás, Pernambuco, Ceará, Amazonas,

Nesse Encontró Latino Americano comecamos por rever as conclusóes do lo. Encontró Nacional em cada urna das suas partes. Essas conclusóes revistas foram assumidas pelo Encon­tró como suas.

A seguir houve o Simposio sobre "Liturgia de Radio e TV", abordando os aspectos sociológico, teológico, litúrgico, téc­nico, pastoral. Esse simposio quis iluminar o exame crítico que os participantes fizeram dos vídeo-tapes e dos áudio-tapes de missa de televisáo e radio naqueles 5 aspectos.

O objetivo central, porém, desse encontró foi aprofundar "O Ano litúrgico" da "Liturgia de radio e Televisáo". Dois anos antes havíamos aprofundado a liturgia, particularmente a Missa de Radio e Televisáo. Mas a missa acontece no contexto do ano litúrgico. Este tem características próprias, quando se deve vivé-los através da Televisáo e do Radio, que cada do­mingo reúnem, sem as fronteiras materiais de um templo, urna assembléia litúrgica mais heterogénea, mais anónima, mais dispersa, mais numerosa, e muitas vezes mais angustiada com a problemática da comunidade humana em cuja contex­tura se deverá celebrar a liturgia.

266

Para tanto foram estudados dois temas fundamentáis: "O ano litúrgico" e "O ano litúrgico da liturgia e Televisáo", e a seguir se elaborou, em forma de breves conclusóes, um ampio documento entitulado "Orientagóes sobre o Ano Litúrgico para a liturgia de Radio e Televisáo". Nele foi contemplado todo o ciclo anual do ano litúrgico em seus períodos de: ciclo de natal (Advento, Natal e Epifania), de Ciclo de Páscoa (Quaresma, Páscoa, Pentecostés) e de Ciclo do Tempo comum (Após Epifania e após Pentecostés), considerando-se nesses Ciclos tanto a fundamentacáo litúrgica, quanto os aspectos específicos da Liturgia de Radio e Televisáo.

Em novembro de 1974 estivemos em Roma e o Monsenhor Aníbal Bugnini da entáo Congregagáo para o culto divino referiu-se elogiosamente aos dois documentos, que se encon-travan em sua mesa de trabalho.

Durante o encontró, a t í tulo de complementado , abordaram-se os temas: "Música em liturgia de Radio e Televisáo", seguida de Recital corresponde, e "Liturgia e expressáo corporal", seguida de um teatro de arena "Justica no mundo" .

Seria difícil avaliar os frutos desses dois encontros para o Brasil e para a América Latina. Ao menos os participantes agucaram mais seu espirito crítico para urna atuagáo mais aprimorada no se cor da liturgia de Radio e Televisáo e outros, de certo, ao menos se colocaram esse problema pas­toral.

Aguardávamos o IIIo. Encontró Nacional e o l io . Latino-Americano, para 1976, como encontros distintos.

O 3o. Plano Bienal de 1976/1976 dos Organismos Nacionais da CNBB, em seu programa V — Atividades Especiáis das Seis linhas de trabalho contém na Linha 4 de liturgia o pro­jeto 5.4.4. "Liturgia de Radio e T V " sob a responsabilidade da linha 4 e da linha 6, Setor MCS, na sistemática de Semi­nario de Estudos.

267

Page 135: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Em dezembro de 1975, nos dias 18 e 19, reuniu-se em Porto Alegre a equipe preparatoria do IIIo. Encontró Nacional do Brasil, e foram acertados todos os pormenores do Encontró pelos responsáveis das duas linhas.

De 23 a 28 de fevereiro deste ano houve em Bogotá a reuniáo de Coordenacáo Geral da Presidencia e dos Presidentes dos Departamentos do CELAM, ocasiáo em que se determinaram os projetos do Plano, entre os quais havia sob a responsabili-dade do Departamento de Liturgia com a colaboracáo do Departamento de Comunicacáo Social, o projeto do l io . Encontró Latino-Americano sobre "Liturgia de Radio e Tele-visáo".

Vendo-se que ainda esta vez nao seria conveniente realizar um Encontró para o Continente que fosse distinto do Encontró Nacional do Brasil, com a anuencia da Comissáo Episcopal do Departamento de Liturgia apresentamos a proposta de que se realizasse em Porto Alegre, de 5 a 11 de julho de 1975. O Departamento de Comunicacáo Social de CELAM estava de acordó e a Presidencia do CELAM também. Os responsáveis pelas linhas de liturgia e do setor de MCS da CNBB estavam de acordó e a presidencia da CNBB também. Mais urna vez a gratidáo do CELAM a Conferencia Nacional dos Bispos do Brasil.

Depois de aprofundar a liturgia e particularmente a "Missa de Radio e Televisáo", depois de aprofundar o "Ano Litúrgico da liturgia de Radio e Televisáo", sentiu-se a necessidade de aprofundar a "Liturgia de Radio e Televisáo na Pastoral Global". A "Liturgia de radio e televisáo" é urna das manifes­t a r e s da Igreja, a qual por sua vez deverá ser o sacramento global da comunháo dos homens entre si e com Deus, mer-gulhados na hitória aqui e agora de nosso mundo em trans-formacáo. Nao se pode, pois, realizar "Liturgia de Radio e Televisáo" a margem da acáo global e orgánica da Igreja, situada no aqui e no hoje da historia.

268

Foram apresentados na sessáo de Abertura os desafios da Igreja fente aos meios de Comunicacáo Social.

O primeiro dia foi o dia da Pastoral, quando se analisou urna "Pesquisa elaborada previamente sobre programas de Liturgia de Radio e Televisáo" e se aprofundou o tema "Liturgia de Radio e Televisáo na Pastoral Global". A seguir houve o dia da teologia, quando foram examinadas "Implicacóes teológicas da Liturgia de Radio o Televisáo".

O dia seguiente foi o dia do Radio, quando depois de urna colocacáo sobre "Filosofía e características de urna Emissora de Orientacáo Católica" seguida de depoimentos houve urna audicáo crítica de urna missa de radio.

Depois houve o dia da Televisáo, que examinou vídeo-tape de urna missa de Televisáo, como também outros programas reli­giosos. De novo houve urna explanagáo sobre expressáo corporal.

O dia seguiente foi o dia das conclusóes, as quais versaram:

l o . Sobre "A Liturgia de Radio e de Televisáo na Pastoral Global" a fim de que a liturgia de Radio e Televisáo fosse inserida na acáo Pastoral Orgánica da Igreja e, assim inserida, fosse expressáo, suporte e anirnacáo da Acáo Orgánica da total específica.

2o. Sobre os resultados da pesquisa com relagáo a progra-macáo existente, ao conteúdo litúrgico-Pastoral e a esta Pas-toal específica.

3o. Sobre o valor teológico da liturgia de Radio e Televisáo com seus espectos positivos, suas limitacóes, seus tipos de par t i c ipado e algumas sugestóes.

4o. Sobre "a filosofía e características de urna Emissora de orientacáo Católica"; quanto ao desafio de urna emissora que é católica e é empresa; quanto a participacáo do povo na

269

Page 136: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

emissora católica; quanto a existencia e a permanencia da emissora católica; quanto ás dificultades para urna emissorá católica ser evangelizadora dentro da Pastoral Global; quanto aos programas religiosos de emissoras católicas e nao católicas e quanto á responsabilidade que as comunidades católicas assumen das suas emissoras.

5o. Sobre a responsabilidade dos diversos níveis de Igreja a saber: Latino-Americano, Nacional, Regional, Diocesano, local.

ASSUMAMOS O PRESENTE

No presente, durante estes días, tomemos em nossas máos o processo da caminhada da liturgia de Radio e Televisáo.

Embora este encontró esteja fraternalmente aberto ás Igrejas da América Latina, é apenas o IVo. Encontró Nacional, que nao se transformou em IIIo. Latino-Americano. Desta vez o CELAM, através dos Departamentos de Liturgia e de Comu­n i c a d o Social, decidiu realizar num futuro próximo seu próprio Encontró de Nivel Latino-Americano, ao qual dese-jamos pleno éxito.

O objetivo geral deste IVo. Encontró é inserir a Liturgia de Radio e Televisáo no espirito do grande acontecimiento eclesial, que foi a 3a. Conferencia Geral do Episcopado Lati­no-Americano.

O tema pois, será "A liturgia de Radio e Televisáo a luz de Puebla".

Antes de entrar diretamente nesse tema específico, será apre-sentada urna breve síntese das conclusoes dos encontros ante­riores, cujas luzes poderáo iluminar o momento atual da nossa caminhada de Liturgia de Radio e Televisáo

O tema específico do Encontró será abordado em dois mo­mentos:

270

l o . "A celebracáo da Assembléia litúrgica de Radio e Televi­sáo Comunháo e participacáo". Serao desenvolvidos particu­larmente aspectos técnico-teológico-litúrgicos, implicados no fato desse novo tipo Assembléia litúrgica chamada a ser um modo "Sui géneris" de comunháo e participacáo eclesial com suas modalidades, suas dificultades e seus frutos.

2o. "A celebracáo da Assembléia litúrgica de Radio a Tele­visáo compromisso com os pobres" . Seráo desenvolvidos par­ticularmente aspectos de conteúdo, resultantes de urna das opcoes fundamentáis de Puebla, que é a opcáo preferencial pelos pobres.

Esta opcáo coincide com o objetivo geral da Acáo Pastoral da Igreja, no Brasil que aplica para nos o espirito da 3a. Confe­rencia geral do Episcopado Latino-Americano: "Evangelizar a sociedade Brasileira em transformacáo a partir da opcáo pelos pobres pela libertacáo integral do homem num a crescente participagáo e comunháo, visando a construcáo de urna socie­dade fraterna, anunciando assim o Reino definitivo".,

Estas duas exposicoes do tema específico do Encontró teráo seus respectivos simposios com a participacáo de pessoas qualificadas, que possibilitem o aprofundamento do tema.

Far-se-á como sempre, urna análise crítica de experiencias de Radio e televisáo a luz das conclusoes dos tres encontros anteriores, e do tema desenvolvido neste encontró. Haverá como sempre o dia das conclusoes. Esperamos que, a se-melhanga dos anteriores, este encontró ilumine com maiores luzes a nossa caminhada de futuro.

Este encontró prenderá nossa atencáo sobre a Liturgia de Radio e Televisáo a luz de Puebla.

Permitam-me pois, que recolha algumas frases como se fossem flaches iluminadores vindos da 3a. Conferencia Geral do Episcopado Latino-Americano para nos.

271

Page 137: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

No No. 900, ao falar da liturgia Puebla verifica: "A falta de Ministros, dispersáo populacional, e a situacáo geográfica do Continente fizeram crescer a consciéncia da utilidade das celebracóes da Palavra e da importancia de servirse dos Meios de Comunicacáo Social (Radio e Televisáo) para alcancar a todos".

No No. 908 observa que "a invasao da Televisáo e do Radio nos lares, póe em risco as práticas piedosas no seio da fa­milia". Por que nao integrar, pois, a familia na Celebracáo litúrgica de Radio e Televisáo?

No No. 949 conclui: "Incrementar as celebracóes transmiti­das pelo Radio e pela Televisáo, levando em conta a natureza da liturgia e a índole dos respectivos meios de comunicacáo utilizados".

No No. 1086, ao falar no capítulo da comunicacáo sobre as opcóes, apresenta esta proposta pastoral. "Dentro das normas litúrgicas; cada Igreja Particular providencie a forma mais adequada para introduzir na liturgia, que é em si mesma comunicacáo, os recursos de som e imagem, os símbolos e formas de expressáo mais aptos para representar a relagáo com Deus, de sorte que se faculte uma participacáo maior e mais adequada nos atos litúrgicos.

No No. 918 apresenta uma liturgia que insere o Cristo vivo com seu misterio dentro da Igreja e dentro da historia, como se deseja a Liturgia de Radio e Televisáo: "A Liturgia, como acáo de Cristo e da Igreja é o exercício do sacerdocio de Jesús Cristo; é o ápice e a fonte da vida eclesial; é um encontró com Deus e os irmáos; banquete e sacrificio realizado na Eu­caristía; Festa de comunháo Eclesial, na qual o Senhor Jesús, por seu misterio Pascal, assume e liberta o povo de Deus e, por ele, a toda a humanidade, cuja historia é convertida em historia salvífica para reconciliar os homens entre si e com Deus. A liturgia é também forca em nosso peregrinar para

272

que se leve a bom termo, mediante o compromisso transfor­mador da vida, a realizacáo plena do Reino, segundo o Plano de Deus.

A isto podemos acrescentar a definicáo da l i nhaé daComissáo Episcopal de Pastoral da CNBB: "O programa da linha 4 se define pelas atividades que promovem a vivencia litúrgica, integrada pela piedade popular e pela oragáo particular, tendo em vista que Cristo, que veio evangelizar os pobres, na cele­bracáo do misterio pascal, assume e liberta o povo de Deus e por ele a humanidade em sua historia, rumo a plenitude da comunháo e participacáo.

CONCLUSAO

Prezados participantes deste encontró, antes de tudo nos nos saudamos, a seguir recordamos os passos de nossa ca-minhada a depois nos decidimos assumir o-presente deste encontró. Reunamo-nos em comunháo fraterna ao redor do Cristo, o grande Comunicador dos filhos com o Pai, dos irmáos com os irmáos.

Oxalá Ele, com sua presenca no meio de nos, nos envié o Es­pirito Santo a fim de que nos intercomuniquemos nestes días, conduzidos pelo Espirito de Deus.

Assim no futuro melhor serviremos a Liturgia de Radio e televisáo, celebrada por imensas assembléias litúrgicas que se reunam ao redor do Senhor Ressuscitado em profunda comunháo e participacáo e, assumidas por Ele, comprome-tam-se sempre mais na transformagáo da historia conforme o Plano de Deus.

273

Page 138: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ORGANIZACIONES CATÓLICAS

DE COMUNICACIÓN:

FERMENTO EN LA MASA

P. Attilio Hartmann, SJ

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 139: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ORGANIZACIONES CATÓLICAS DE COMUNICACIÓN:

FERMENTO EN LA MASA

P. ATTILIO HARTMANN, SJ Secretario Conjunto Unda-Al, OCIC-AL, UCLAP - Ecuador

Ser fermento en la masa es, evidentemente una misión para todo aquel que se dice cristiano. Misión y desafío. La fe en el Señor Jesús no es un "artículo de consumo interno", sino una propuesta de vida que lleva a una práctica de vida cohe­rente con la propuesta evangélica. Y la propuesta evangélica es que todo aquel que cree en Jesús, lo anuncie "en tiempo y fuera de t iempo": misión y desafío.

Dentro de la misión general propia de todo cristiano, exis­ten misiones específicas con sus desafíos peculiares, íntima­mente vinculados a la definición profesional del cristiano.

En este trabajo queremos mirar al comunicador cristiano que se organiza en Asociaciones para mejor y más solidaria­mente cumplir su misión y superar los desafíos propios de esta misión.

Concretamente, vamos a hablar de las Organizaciones Católi­cas Internacionales de Comunicación que actúan en América Latina y las Organizaciones que le son afines o están a ellas asociadas a niveles nacionales o regionales. Son organizacio­nes de la Iglesia, dependientes directamente de la Santa Sede, que congregan fundamentalmente a comunicadores profesio­nales laicos que encuentran en ellas el espacio propicio para vivenciar la misión y los desafíos de su fe.

277

Page 140: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Son estas Asociaciones: la Organización Católica Internacio­nal del Cine y del Audiovisual (OCIC/AL), la Unión Católica Latinoamericana de Prensa (UCLAP) y la Asociación Católica Latinoamericana para la Radio, la Televisión y los Medios Afines (UNDA/AL) que, desde octubre de 1987 y por deter­minación de sus respectivas Asambleas Generales celebradas en junio de 1987, conforman un secretariado conjunto con sede en la ciudad de Quito, Ecuador, como centro de sus servicios para todo el continente.

Estas organizaciones tienen su foro mundial, continental y nacional. Jurídicamente, OCIC/AL y UNDA/AL no tienen personas físicas o jurídicas afiliadas, pero sí se constituyen en instituciones de servicio a las Asociadas Nacionales que se afilian directamente a sus respectivos organismos mundiales y a ellas pagan sus cuotas de afiliación. UCLAP, estatutaria­mente puede afiliar personas físicas o jurídicas y de ellas recoge la cuota de afiliación. Se está estudiando una forma legal para que también OCIC/AL y UNDA/AL puedan afiliar a personas e instituciones, posibilitando así un ingreso esta­ble para mejor responder a las distintas demandas de servicios.

El presente trabajo no quiere ser exhaustivo ni podría serlo; quiere tan sólo enfocar algunas dimensiones de la propuesta general de las Organizaciones, enfatizando lo que es más es­pecífico en su labor dentro del inmenso campo de la comu­nicación.

1. LA BASE CONCILIAR

Las Organizaciones Internacionales de Comunicación, que preexisten al Vaticano II, reciben del Concilio todo el apoyo y la ratificación de su trabajo. Responsables de estas organi­zaciones del mundo entero colaboraron decisivamente en la elaboración del Decreto sobre comunicación " ínter Mirífica", actuando como observadores especialmente invitados. Este documento "el más humilde de los documentos conciliares, gestado prematuramente y nacido con el voto final más di-

278

fícil de todo el Concilio..." (Introducción histórica), sirvió para despertar la conciencia de los padres conciliares y, a través de ellos, de la Iglesia como un todo sobre la importan­cia de los medios de comunicación, de su consumo crítico y del uso profesional para la evangelización.

En el No. 21 se dice: "Y como la eficacia del apostolado en el plano nacional requiere unidad de propósitos y de esfuerzos, este santo Concilio establece y manda que en todas partes se constituyan y se apoyen por todos los medios organismos nacionales para los problemas de la prensa, del cine, de la radio y de la televisión. Misión principal de estos organismos será procurar que la conciencia de los fieles se forme recta­mente sobre el uso de estos medios y también estimular y organizar todo lo que los católicos realicen en este campo" .

El No. 22 del mismo decreto resalta la necesidad de un tra­bajo coordinado a nivel internacional: "Y como la eficacia de estos medios trasciende los límites de las naciones y con­vierte a cada hombre por así decirlo, en ciudadano del mun­do, las obras nacionales en este campo deben cooperar entre sí también en el plano internacional. Los organismos de los que se habla en el número 21 han de colaborar activamente en unión con su correspondiente Asociación Católica Interna­cional. Estas Asociaciones Católicas Internacionales sólo son legítimamente aprobadas por la Santa Sede y de ella de­penden".

El significado mayor de este decreto, con toda su franciscana pobreza, está en la toma de conciencia a nivel mundial de la cuestión "comunicación en la Iglesia y en la sociedad global". Es la luz verde para un sinnúmero de acciones concretas de formación y capacitación a todos los niveles: se comienzan procesos de reflexión e investigación sobre la comunicación como un fenómeno humano que exige una respuesta actual en cada tiempo histórico, se buscan las raíces bíblicas y teo­lógicas de este fenómeno, se abren foros regionales e interna­cionales con organizaciones afines, y se confirma más y más

279

Page 141: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

la convicción de que la comunicación no puede ser tratada como algo particular y aislado, sino que es parte esencial del tejido mismo de las interrelaciones de la sociedad global. Se deja el nivel de amateur (aficionado) y se camina decisiva­mente hacia un profesionalismo periodístico y comunicacio-nal. La creación de una Comisión Pontificia y de la Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales, celebrada anual­mente, son otros signos más de la paulatina madurez a la que se va llegando en el trato del fenómeno de la comunicación.

El "espír i tu" que emana del decreto conciliar es de tono distinto a anteriores pronunciamientos oficiales de la Iglesia: antes, se sentía un temor por lo "nuevo" que significaban los medios de comunicación; ahora, se crean organismos, ya no como instancias censoras o de dominio, sino como institucio­nes de servicio a la comunicación para alentar y organizar un trabajo coherente y participativo en este campo.

Los 25 años de promulgación de "ínter Mirífica" pueden ser celebrados, no porque se hayan alcanzado los objetivos propuestos, todo lo contrario, sino porque el decreto hizo so­plar un viento nuevo y abrió las ventanas de la participación de los cristianos en el campo de las comunicaciones, especial­mente del comunicador cristiano laico, como una misión y un desafío que vienen de su fe. Eso es lo "nuevo" que Medellín y Puebla retomarían posteriormente y harían llegar a las "bases" latinoamericanas.

2. LA OPCIÓN PREFERENCIAL POR LOS "DESPREFERIDOS"

25 años de la " ínter Mirífica"... 20 años de Medellín... 10 años de Puebla: fechas y documentos no faltan; lo que falta es realizar las propuestas y decisiones de estos eventos.

En su opción preferencia!, las Organizaciones miran, como los obispos reunidos en Puebla en 1979, y asumen un compromi­so histórico con los niños que siguen golpeados por la pobre-

280

za antes de nacer... con los jóvenes que siguen sin lugar en la sociedad y, exceptuando contadas situaciones, en la Iglesia... con los indígenas y afro-americanos que siguen marginados y discriminados en nuestra "civilización occidental y cristia­na"., con los campesinos que siguen privados de su trozo de tierra en donde puedan proveer el honesto pan de cada día para su familia... con los obreros urbanos, los sub-empleados y desempleados que siguen sin espacio ni condiciones para or­ganizarse y defender sus derechos, y son candidatos seguros a vegetar en algún cinturón de miseria, mirando al sudeste de la bella metrópoli, orgullosa de sus inmensos edificios envi-driados de la cadena de bancos multinacionales.

Puebla retoma el mismo tema y lo refuerza cuando, en la nota al número 1135, dice: "( . . . ) . Los pobres no sólo carecen de bienes materiales, sino también, en el plano de la dignidad humana, carecen de una plena participación social y política. En "esta categoría se encuentran principalmente nuestros in­dígenas, campesinos, obreros, marginados de la ciudad y, muy en especial, la mujer de estos sectores sociales, por su condición doblemente oprimida y marginada".

Eso de que carecen de "plena participación social y pol í t ica" lo dejamos al optimismo utópico de un momento folclórico porque, de hecho, las categorías mencionadas carecen de cualquier participación social y política real, esto es, una par­ticipación capaz de cambiar la realidad social y crear un espa­cio político en donde todos sean sujetos de un nuevo orden social, libre y participativo a todo nivel.

Los obispos, en Puebla, asignaron una tarea específica a las organizaciones: "Se recomienda a los organismos eclesiales que operan a escala continental (UNDA, OCIC, UCLAP) dedicar una especial atención a la formación del público re­ceptor así como de las personas antes mencionadas" (1089). Las personas a las cuales se refiere el texto son: aspirantes al sacerdocio y a la vida religiosa... los sacerdotes, religiosos, religiosas, agentes de pastoral, responsables de los organismos

281

Page 142: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

nacionales y diocesanos de Pastoral de Comunicación Social... los profesionales de la comunicación (cf. 1085).

Con estas observaciones y referencias, definimos y delimita­mos el sujeto principal del trabajo de las Organizaciones: los "despreferidos" de la sociedad y todos aquellos que tienen por misión el compromiso con el desarrollo y la dignificación de estos "despreferidos", los sectores populares y marginados de la sociedad "bien nacida". Este es el "público receptor" preferencial de la labor de capacitación y formación, que las Organizaciones vienen desarrollando a lo largo de decenios en el Continente.

En este su trabajo, las Organizaciones Católicas Internaciona­les de Comunicación, a veces asumiendo un rol protagónico y otras participando a distintos niveles, realizan una labor conjunta con Instituciones de comunicación de la Iglesia católico-romana, de Iglesias cristianas históricas, de otras ins­tituciones con las cuales existe una identificación de mayor o menor nivel e integración, ya sea por la filosofía de trabajo, por la metodología y por los objetivos perseguidos, buscando el cambio social con miras a una sociedad justa y solidaria, que es fundamentalmente el ideal evangélico de un mundo de hombres hermanos en el hermano Jesús que clama: "Abba, Padre".

De una forma muy estrecha y por razones obvias de una pas­toral conjunta de comunicación, las Organizaciones realizan una labor sistemática con el Departamento de Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (DECOS/CELAM), con el Servicio Radiotelevisivo para América Latina (SER-TAL) y con la Conferencia Latinoamericana de Religiosos (CLAR); en una relación ecuménica libre y participativa, trabajan con la Asociación Mundial para las Comunicaciones Cristianas (WACC), especialmente con su Asociada para Amé­rica Latina y el Caribe, con el Sector de Comunicación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), con Luteranos Unidos en Comunicación (LUC) y con la Comisión Ecumé-

282

nica de Derechos Humanos (CEDHU); a nivel de Radio y Co­municación Popular, con la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y con Producciones Alterna­tivas (PROA); en un compromiso común con los sectores populares y con los pueblos latinoamericanos, trabaja con Organismos de Comunicación de servicio público y de insti­tuciones laicas como la Unión Latinoamericana y del Caribe de Radiodifusión (ULCRA), la Oficina Regional de Comuni­cación para América Latina de la UNESCO, el Centro Inter­nacional de Estudios Superiores de Comunicación para Amé­rica Latina (CIESPAL), el Instituto para América Latina (IPAL), aparte de un sinnúmero de organizaciones nacionales y regionales.

Este es el ámbito, el espacio humano y el límite institucional en el cual se ubica el trabajo de las Organizaciones que inten­tan realizar, a través de una práctica organizada y participati­va, su opción preferencial por los sectores populares, como fermento en la masa en y por la comunicación social.

3. LA PROPUESTA A UNA NUEVA EVANGELIZARON

La evangelización del hombre del siglo XXI, ciertamente no se hará por los métodos tradicionales de enseñanza o de me­morización de un código de "verdades de la fe". También nos parece un equívoco creer que se hará a través de los siempre más sofisticados recursos de comunicación electrónicos: a tra­vés de estos recursos se puede "evangelizar" robots, no per­sonas humanas. Las nuevas tecnologías —un tema enfocado en otro trabajo de esta obra— pueden y deben ser utilizadas como parte de un proceso de evangelización, como estímulo o refuerzo para la organización de una comunidad de creyen­tes. El hombre evangelizado es aquel que vive la práctica de su fe en el compromiso real con los demás, un compromiso con la realidad social, política y cultural. Y a esto sólo se lle­ga a través del testimonio presencial, solidaria y participati-vamente compartido.

283

Page 143: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Definimos la nueva evangelización como aquella en la cual el creyente es sujeto de su fe, participando del proceso comu­nitario a todos los niveles, sin distinción mujer/hombre y en que los papeles protagónicos son de aquellos que se dispo­nen a servir más y más plenamente: "entre ustedes, el mayor será aquel que más sirve". En definitiva, si somos un poco honestos, esta "nueva evangelización" puede ser nueva en los medios y en los métodos empleados, pero retorna en el tiem­po y llega a las raíces mismas del Evangelio de Jesucristo en una propuesta "social" para todos los hombres y para todos los tiempos: cuando la comunidad de creyentes, "miembros de un mismo cuerpo", se transforma en señal de la u topía del Reino en proceso de realización y que debe caminar lado a lado, con el proceso de fraternización del Hombre y de la Humanidad... del "Kaos" de odio y violencia al "Kosmos" de la comunión y participación.

La mayor violencia que se hace al hombre es impedirlo de ser sujeto participativo en el proceso político-social o religioso. La violencia física, principal "p roduc to" de los noticieros dia­ros, se explica, no por la "decadencia moral" , porque "el hombre se ha olvidado de Dios", porque "el fin del mundo está p róx imo" u otros discursos del género, sino porque las estructuras sociales, políticas, económicas e, incluso religio­sas, impiden al hombre participar, ser sujeto de su mañana. Y la tendencia clara hacia el año dos mil es que estas estruc­turas van a universalizarse más y más y hacerse más y más cerradas a la participación.

Ante este cuadro, la evangelizaciñ que es comunitarización debe ofrecer un espacio y un proceso alternativo: rescatando la frescura original de la propuesta evangélica, debe abrir to­das las puertas y ventanas de la casa de la participación, plena, responsable y solidaria. En esta casa el Hombre del año dos mil descubrirá su casa porque ésta es, en definitiva, la ver­dadera Casa de Dios.

Con este trasfondo y dentro de los límites de su campo es­pecífico, las Organizaciones Internacionales de Comunica-

284

ción proponen su contribución al proceso evangelizador de este final de siglo y hacia el siglo XXI.

Algunos de los principales desafíos que se presentan al proce­so evangelizador en /y por la comunicación: la alienación cul­tural causada por las transnacionales de comunicación; la fal­ta de definición de la identidad nacional y continental ante la promoción de modelos foráneos y el uso de los valores lo­cales únicamente como folclor o mecanismo publicitario; el control ideológico-político que distorsiona la realidad, im­pone verdades oficiales y limita o destruye las libertades bá­sicas de información; la carencia de una política de comuni­cación de la Iglesia que atienda principalmente a la capaci­tación de equipos calificados en la producción de mensajes; el poco uso que hace la Iglesia de los profesionales laicos; la presencia de sectas fundamentalistas que difunden masiva­mente una religiosidad individualista a través de la llamada "iglesia electrónica" (del doc. de Cumbayá, junio/1987) .

Otro aspecto del trabajo de las organizaciones es su con­tribución a la evangelización de las culturas, tema de la Asam­blea Conjunta realizada en junio del 87 y del Congreso Mun­dial UNDA/OCIC, celebrado en la misma época.

Reseñando las características de grupos culturales de la rea­lidad latinoamericana, se definen tres grandes grupos: el gru­po indígena campesino, el grupo urbano-periférico y el grupo urbano-metropolitano. Son características del grupo indíge­na-campesino: formar parte de una comunidad estable; poseer idioma propio; identificarse con un pasado común; tener una misma práctica religiosa, compartir el mismo terri­torio; mantener un sistema económico no acumulativo y de subsistencia y, actualmente encontrarse marginado en lo político y económico. Son características del grupo urbano-periférico: la inseguridad laboral y social; el deterioro de la calidad de vida; la pérdida de la identidad con respecto a su origen; la fragmentación familiar; la pérdida de la privacidad

285

Page 144: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

e interioridad personal; la desconfianza de las autoridades y organizaciones políticas; el esfuerzo por organizarse para alcanzar niveles de vida más dignos; la religiosidad popular como forma de expresión religiosa o la adhesión a sectas fundamentalistas. El grupo urbano-metropolitano se carac­teriza por: la situación de desubicación y agitación; la fuga­cidad de las relaciones personales; la pluralidad de relacio­nes inconexas; la exposición a múltiples influencias, ofertas y mensajes culturales; la desproporción entre las carencias del ser urbano y las soluciones convencionales de la Iglesia, lo que lleva a la aproximación al espiritismo y a las sectas.

La definición de estos grupos culturales, permitió a las orga­nizaciones establecer algunos objetivos específicos de acción para los próximos años, como sean: promover, asegurar y fortalecer la presencia cristiana y los valores evangélicos en el mundo de la comunicación, al servicio de las culturas la­tinoamericanas; usar las nuevas tecnologías para la defensa de la identidad cultural; favorecer los valores propios de nuestras culturas, frente a la invasión y la alienación que las amenaza; incluir en las actividades del proyecto "medios de comunicación grupal/evangelización (MCG-EV)", seminarios sobre cultura y nuevas tecnologías en la práctica popular; lo­grar producciones propias que respondan a las diferentes cul­turas de América Latina y del Caribe y a las necesidades de evangelización en cada lugar; promover la investigación sobre la influencia y el impacto de los medios masivos en las cul­turas de nuestros pueblos: (de los documentos de Lima, Perú —noviembre/1986 y de Cumbayá, Ecuador —junio/ 1987).

Otros aspectos de la propuesta de las Organizaciones por una nueva evangelización en/ y por la Comunicación se presentan en las siguientes áreas: en el área de las políticas democráticas de comunicación, promoviendo un amplio debate en el seno de la Iglesia en América Latina sobre un orden democrático y transformador de la comunicación, impulsando la libertad de expresión dentro de la Iglesia; potenciando las tareas pastora-

286

les y de promoción humana que favorecen el desarrollo de los pueblos latinoamericanos. En el área de la formación y capaci­tación, asegurando un plan orgánico en el campo de forma­ción y capacitaciónque contemple todos los niveles y los dis­tintos campos de actividades: producción de mensajes para radio, televisión, cine, audiovisuales; uso pastoral del video; recepción crítica de mensajes; formación del niño en la lectu­ra de la imagen (Plan DENI). En el área de la producción y distribución, incentivando las producciones locales, regionales y continentales que respondan a las necesidades de las mayo­rías y a los valores cristianos, estimulando especialmente aquellas que sean populares y que ayuden a la reflexión y a la acción de los grupos; apoyando el proyecto de capacitación, producción y distribución de video, elaborado por las organi­zaciones con el DECOS/CELAM y el SERTAL; reconociendo con premios las experiencias de comunicación y los produc­tos culturales elaborados por la comunidad; aprovechando las estructuras existentes para difundir los materiales producidos y elaborando criterios para su uso; participando en/y asu­miendo la organización de muestras y mercados de materiales producidos en América Latina. En el área de la investigación, favoreciendo y desarrollando la investigación permanente, interdisciplinaria y participativa sobre la realidad de la comu­nicación cristiana en el continente. En el área de la participa­ción del laico, buscando establecer, como norma de trabajo, la participación de los laicos en la elaboración de políticas de comunicación en la Iglesia; fomentando la presencia activa de los laicos en las estructuras decisorias y administrativas de los organismos nacionales y continentales de comunicación y brindando respaldo a los cristianos que se desempeñan en los medios no confesionales. (Cf. doc. de Cumbayá).

Nos parece que la presencia del comunicador cristiano laico en las Organizaciones Internacionales de Comunicación mere­ce una reflexión mayor una vez que es esta presencia la que caracteriza las organizaciones y las distingue de otros orga­nismos de comunicación de la Iglesia, en términos de depen­dencia y ámbito de actuación. Porque no se lo identifica con

287

Page 145: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

la institución eclesial, el comunicador cristiano laico se mue :

ve mucho más libremente con relación a sus compañeros de trabajo, sin los prejuicios que suelen estar presentes de parte a parte, cuando un miembro de la Institución eclesial, que representa o se identifica con la jerarquía, intenta establecer un diálogo con los profesionales de la comunicación. Para el profesional, el comunicador cristiano laico es un interlocutor del mismo nivel sin el "aura" de lo "míst ico", lo "sagrado", que bloquea o impide, quizás inconscientemente, el diálogo libre y participativo que genera el compromiso. Este es un dato de la cultura latinoamericana y hay que tenerlo muy presente en la relación con los comunicadores profesionales de los medios de comunicación, particularmente de los gran­des medios de la prensa escrita, de la radio y la televisión.

El servicio a la nueva evangelización incluye una actitud ecu­ménica que busca realizar en la práctica la oración del Señor Jesús: "Padre, que todos sean uno" .

La actitud ecuménica, mucho más que realizar algunas acti­vidades comunes, arranca de una radical opción por la perso­na de Jesucristo y busca construir comunidad. Esta actitud lleva a un constante desnudarse de prejuicios, principalmente institucionales, magisteriales o históricos y lleva a "buscar la verdad, promoviendo la Libertad" (Puebla, 1113). Es creer que nadie es dueño de la verdad, que "el Espíritu sopla donde quiere" e ilumina en esta búsqueda conjunta de la Verdad, con Libertad. Este es el trasfondo y la base teológico-bíblica de la actitud ecuménica que impulsa el trabajo de las Organi­zaciones Cristianas de Comunicación del continente. Con este espíritu, aparte de Organizaciones de Comunicación Cristia­nas ya históricas (WACC, LUC, SECOM/CLAI), vienen sur­giendo Asociaciones que nacen ecuménicas y se proponen ayudar en el proceso de integración comunitaria de la socie­dad (UCBC en Brasil, ACCE en Ecuador, ACCC en Colom­bia). Se sitúan en el espíritu de Puebla que dice: "Promover... comisiones y consejos interconfesionales, a todos los niveles'" (1121). Es la actitud ecuménica (cf. ARANDU, 05/88).

288

"Hay maneras brutales y sutiles de silenciar al pueblo. Los dictados del nacionalismo moderno y las exigencias de las ideologías dominantes son ejemplos de cómo se ha recortado la libertad y se han suprimido las opiniones divergentes. Cuando los medios masivos de comunicación se jactan de libertad de prensa y difusión o la reclaman a gritos, habría que preguntarles: ¿qué libertad? ¿y la de quién? La liber­tad de comunicación está ligada a la búsqueda de comunidad y de satisfacción de las necesidades individuales y sociales de todos y no únicamente de unos pocos" (Principios Cristianos de la Comunicación, Asociación Mundial para la Comunica­ción Cristiana, mayo/1986).

4. LA PROPUESTA SE TRANSFORMA EN SERVICIO

En su Asamblea Conjunta de Junio de 1987, OCIC/AL, UCLAP y UNDA/AL examinaron las actividades que cada or­ganización estaba desarrollando y, coherentemente con su opción preferencial y los objetivos antes delineados, aproba­ron un Programa de Trabajo para los próximos años que signi­ficará un real servicio a la comunicación cristiana comprome­tida con el Evangelio en América Latina. Presentamos, aquí , la síntesis de este Programa con los proyectos específicos, co­mentando brevemente el estado en el cual se encuentran ac­tualmente.

• Se han publicado hasta el momento diez títulos de la Co­lección Comunicación, con experiencias sistematizadas e investigaciones de expertos en comunicación. Se seguirán publicando otros títulos, una vez que se ha comprobado la utilidad de la Colección a la Pastoral de la Comunica­ción en el Continente.

• Como un servicio a asociaciones, instituciones, facultades, centros y medios de comunicación, comunicadores cris­tianos y agentes de pastoral se publicaron, hasta ahora, 18 números de la Revista Comunicación América Latina. Pese a dificultades económicas, esta publicación debe continuar.

289

Page 146: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

• Desde que se conformó el Secretariado Conjunto (octu­bre/1987) se está publicando el boletín bimestral ARAN-DU, un vehículo para intercambiar experiencias entre las Asociadas Nacionales de las Organizaciones, divulgar ma­terial de estudio y reflexión que les posibilite ofrecer mejores servicios a las bases nacionales. También se publi­ca bimestralmente el boletín ARANDU MCG-EV cuya finalidad es la de rescatar variadas experiencias de la comunicación grupal y popular y divulgarlas para que sir­van de inspiración y motivación a otros grupos dedicados a la evangelización.

• Para apoyar y estimular las producciones realizadas en América Latina, se siguen publicando las Fichas de Ma­terial Audiovisual Latinoamericano, un servicio ya his­tórico que ayuda al intercambio y favorece una evangeli-zación más encarnada en la realidad.

• Para recoger en publicaciones sencillas, económicas y ágiles los materiales creados por distintos grupos en talle­res, cursos y seminarios, se publican los cuadernos Mate­riales de Trabajo, que sirven para otros cursos, talleres y seminarios, especialmente a nivel de comunicación po­pular.

• El uso del video en la pastoral es una de las grandes preo­cupaciones de las organizaciones, por sus posibilidades en el trabajo con grupos y movimientos de base. A partir de una investigación sobre la realidad del video en Améri­ca Latina y la realización del Primer Seminario Latinoa­mericano sobre Uso Pastoral del Videocassette, se organi­zó con el DECOS/CELAM y el SERTAL, un servicio a ni­vel continental que atienda a tres áreas: capacitación, pro­ducción y distribución. Es la Red Latinoamericana de Video Pastoral, el gran proyecto en el área del video. También, en fase de producción, una serie de seis pro­gramas destinado a agentes de pastoral, titulado: Uso Pastoral de los Medios, para ayudar a estos agentes a

290

asumir y utilizar debidamente los nuevos lenguajes en su tarea educativa y evangelizadora. Una serie de 15 micro-programas que rescata el Cristo sufriente en América Latina hoy: el Vía Crucis Latinoamericano. Presencia en festivales y muestras (Rio de Janeiro, La Habana, Carta­gena, Lisboa, etc.), con premios a producciones que rescatan los valores humanos y cristianos de nuestras comunidades y pueblos.

La edición en video de los principales eventos para que pue­dan llegar a las bases: Seminario sobre Iglesia y Nuevas Tec­nologías (Quito/1985), Seminario sobre la presencia de las sectas en Latinoamérica (Cuenca/1987); Asambleas Conti­nentales de las Organizaciones (Cumbayá/1987); Congreso Mundial UNDA/OCIC (Quito/1987); participación en el pro­yecto "Latin visión", que posibilita la presencia de la pro­puesta cristiana de desarrollo, de cambio social para un orden más justo y participativo en los canales de televisión de todo el continente. Las Organizaciones tuvieron también papel protagónico en la realización del Taller Latinoamericano de creadores de imágenes cristianas (Sao Paulo/1988), cuyos participantes firmaron un convenio cooperativo por el cual se comprometen a: "desarrollar, a través de la producción sistemática de video pastoral, los temas, las tradiciones visua­les y las imágenes que surgen de la realidad de la Iglesia de América Latina". Participación en el Encuentro sobre Expe­riencias de video en América Latina (Quito/1988).

• Se está concluyendo la investigación y se va a publicar un directorio sobre Centros de Capacitación en Comuni­cación en el Continente, con sus programas, orientación, metodologías, etc. y que visa brindar una información amplia y confiable a quienes buscan capacitarse en cual­quier área de la comunicación.

• La capacitación es el área más importante y el principal desafío para las Organizaciones, que históricamente han desarrollado un rol protagónico en este campo. Al mo-

291

Page 147: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

mentó, se están llevando varios proyectos y en distintas áreas de la comunicación. En el área de la comunicación grupal, los cursos/talleres regionales, que se proponen llevar a las bases, las conclusiones de las Asambleas Con­tinentales (junio/87), con el tema general: "Culturas, Me­dios de Comunicación y Valores Evangélicos"; los parti­cipantes son agentes de pastoral con capacidad de lideraz-go, familiarizados con algún medio de comunicación y dedicados a la producción para el medio popular (Guate­mala, Noviembre/87; Foz do Iguacu, Ju l io /88; Lima, septiembre/88) y un Curso-síntesis de estas experiencias regionales (Quito, noviembre/88) con su publicación. Seminario sobre Nuevas Tecnologías, reuniendo comuni-cadores mayores de 40 años y que sufren serias limita­ciones en su trabajo por no dominar el lenguaje y el ma­nejo de estas nuevas tecnologías (1989). La formación de los niños para una lectura crítica de la imagen y para lle­varlos a expresarse en los nuevos lenguajes, programa desarrollado por el Plan DENI. Seminario con profesiona­les del cine (noviembre/1988) para buscar, con ellos la forma de producir y distribuir, aparte de escribir críticas, que ayuden a la evangelización. Seminario para editores católicos (1989) para reflexionar sobre el peregrinar de la Iglesia en América Latina, intercambiar experiencias y trazar metas de mutua colaboración. Con el DECOS/ CELAM, participación en los Seminarios para comuni-cadores profesionales cristianos sobre el pensamiento y la acción de la Iglesia Latinoamericana ante el desafío de la "nueva evangelización", dentro del marco concreto que significa la celebración de los 500 años del inicio de la evangelización del continente. Para asegurar mecanismos de capacitación de personas que trabajan en radio (la Iglesia posee más de 300 emisoras) y que no tienen posi­bilidades de tiempo y/o económicas para seguir un curso normal, se está desarrollando el Curso de Capacitación a Distancia para productores de radio, de dos años (míni­mo) de duración y que, actualmente cuenta con cerca de 70 grupos (de tres personas) inscritos, de todos los países

292

de Latinoamérica. Similar a este curso, se está implemen-tando el curso de Capacitación a Distancia en Periodismo Popular. Para capacitar a 180 agentes educativos, forma-dores y planificadores en la producción y recepción de mensajes se está organizando una serie de talleres de Comunicación Popular, nuevas tecnologías: capacitación para la producción de mensajes (1989 y 1990). También una serie de Seminarios para equipos diocesanos de co­municación, en distintas regiones del Ecuador, para capa­citar agentes de pastoral para que puedan desempeñarse con competencia en los equipos diocesanos de pastoral de la Comunicación (1988/1989).

Creación de un equipo permanente de capacitadores, dedicado exclusivamente a esta tarea, con capacidad para estar presente en los países y promover tareas de forma­ción (a partir de 1989).

Integración de un equipo de asesoría y consulta, formado por cientistas sociales y de la comunicación, teólogos y pastoralistas para colaborar con las Organizaciones de Comunicación a nivel nacional y continental (a partir de 1989).

La participación en festivales, muestras y mercados de cine y video asegura el establecimiento de siempre mayo­res y mejores contactos con el mundo del cine y del vi­deo, en vistas a evangelizar desdé dentro de este campo de la comunicación.

Con la adquisición de un inmueble propio que ofrece bas­tante espacio físico, las organizaciones están en condicio­nes de brindar una serie de servicios al Ecuador y a todo el Continente. Entre estos se cuentan: un Centro de Docu­mentación, un Banco de Datos, una Biblioteca especiali­zada en Comunicación, una Videoteca rescatando y divul­gando producciones latinoamericanas, la Sala de proyec­ciones de cine y video, para que agentes de pastoral, estu-

293

Page 148: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

diantes, educadores y profesionales de la comunicación puedan investigar, estudiar y documentarse.

Esta es, en síntesis, la realidad de las Organizaciones Católicas Internacionales de Comunicación que actúan en el Contiente: su marco teórico, su opción preferencial, su propuesta, sus servicios. Desde su Secretariado Conjunto (Selva Alegre 169 y Av. 10 de Agosto, Apartado 11194/Ag. 17 - Tel. 548-046 -Quito, Ecuador), se están impulsando los distintos proyectos y programas coherentes con el compromiso evangelizador del Hombre Latinoamericano en /y por la Comunicación libera­dora que genera el tiempo nuevo de hombres fraternos, hijos del mismo padre y hermanos en el mismo Señor Jesús.

294

LA INFORMACIÓN

DE INFORMADORES

Y COMUNICADORES:

MISIÓN DE LAS ESCUELAS

DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Jesús Pavlo Tenorio

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 149: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA INFORMACIÓN DE INFORMADORES Y

COMUNICADORES: MISIÓN DE LAS ESCUELAS DE

COMUNICACIÓN SOCIAL

JESÚS PAVLO TENORIO Comunicador, investigador, docente

México

Cuando el Secretario Ejecutivo del DECOS—CELAM, Padre Pedro Briseño, amigo y compañero de muchas andanzas en el infinito camino de la comunicación social, nos pidió escribié­ramos para este dossier sobre la formación de informadores y comunicadores, pensamos que la precisión de ambas acepcio­nes no era gratuita. Pues por lo que parece, las tendencias que guarda la enseñanza de la especialidad en América Latina, se encuentran en un punto confuso, que conviene dilucidar, cutre Información y Comunicación.

Después del ¡bum!, de la moda y espectacularidad que pro­vocó en nuestros países la obra de Marshall McLuhan, y la difusión que a través del CIESPAL tuvieron los libros de los autores ya clásicos de las Universidades de Minesota y Wis-consin (Schramm, Berlo, Weaver, Shannon, Dumazedier, Lazarsfeld, etc.), la enseñanza de la comunicación colectiva quedó perdida en una multilateralidad de opciones que se ex­tendían entre el humanismo y la tecnología.

Referirnos pues, a esa gama amplísima de terminales profe­sionales, en la que están siendo graduados los estudiantes de Comunicación Social en América Latina precisaría la especi­ficación de los términos: informar y comunicar.

Pues en tanto ambos significados se confundan, en esa medi­da reclamarán de parte de todos los interesados, un ponerse

297

Page 150: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

de acuerdo para la construcción de una semántica común. Y si esta problemática la trasladamos a la enseñanza de la espe­cialidad, ello nos ayudará a entender mejor el panorama de las Escuelas y Facultades Universitarias que preparan a los informadores y comunicadores, en nuestro continente.

Mientras que unas escuelas y facultades instruyen preponde-rantemente a sus estudiantes en el manejo de las complica­das tecnologías de satélites, fibras ópticas, rayos láser, video-cassettes, informática y demás; otras muchas aún preparan a sus estudiantes para el ejercicio tradicional de un manejo de los medios clásicos de prensa, radio, cine y televisión. En las primeras parece prevalecer un sentido de lo novedoso, sorpre­sivamente novedoso, como si la tecnología de todo el comple­jo instrumental más avanzado, fuera la garantía del modelo más perfecto de comunicación. En las segundas, diríase que se mantiene vigente el aserto de que en esta área del Tercer Mundo, lo práctico es ser realista: pues la comunicación co­lectiva durante mucho tiempo dependerá de los periódicos, la radio, el cine y la televisión.

Pero en cualquiera de las dos opciones, se halla presente el subrayado de preeminencia de la destreza, sobre el concepto de ciencia social que a estas alturas puede justificar plena­mente todas las especialidades de la comunicación colectiva. Desde luego que ésta es una apreciación panorámica y esta­mos conscientes de que las excepciones existen a lo largo y ancho del continente. Por lo que creemos que para efecto de un autoanálisis, cada institución universitaria podr ía evaluarse para observar el área en que pudiera ubicar su actual cu­rriculum.

Sin embargo, no creemos riesgoso afirmar que tras esta doble alternativa, aún está presente la necesidad de precisar signifi­cados del proceso informativo y el proceso comunicador. Si queremos adentrarnos en el quid del problema, tendremos que distinguir la diferencia básica que ubica a la información

298

como contenido, no sólo de la comunicación, sino también de otros múltiples procesos que suelen ser confundidos con la comunicación, pero que no son comunicación. Tales pro­cesos, frecuentes hoy en día en todas las sociedades, son la enajenación, la manipulación, la desinformación, la infor-matización, etc. Si apreciamos las cosas con objetividad, vemos que en todos esos fenómenos de interrelación condi­cionada, está presente la información, entendida como el envío de datos, susceptibles de provocar múltiples respuestas.

Pero en lo tocante a la información como contenido de la comunicación, el problema se aclara si pensamos que la esen­cia de este proceso es la libertad de participación que tienen quienes se comunican; y mediante la cual construyen esa comunalidad que sería la esencia del proceso. Este factor se­ría lo único que distinguiría a la comunicación de fenómenos tales como la enajenación, manipulación, información, etc.

Clarificada así la situación podemos preguntarnos si un cu­rriculum académico, de cualquier escuela o facultad, mira hacia la formación de verdaderos comunicadores sociales; de simples informadores o lo que sería peor, de manipuladores, enajenadores, desinformadores o informatizadores de una colectividad. Esto prescindiendo de las tácticas sutiles, modernas o clásicas, que ofrecen los distintos instrumentos tecnológicos.

Dentro de este planteamiento podemos observar las tenden­cias de la enseñanza de la comunicación social en América Latina valiéndonos de una muestra integrada por distintos funcionarios y catedráticos universitarios participantes en el Quinto Encuentro de la Federación Latinoamericana de Aso­ciaciones de Facultades de Comunicación Social (FELAFACS) realizado en Bogotá en octubre de 1987. Precisamente el te­ma central de ese encuentro fue la incorporación de las nue­vas tecnologías dentro de los proyectos académicos que impulsan a las escuelas y facultades de comunicación en nues­tro subcontinente.

299

Page 151: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Y de lo expuesto por ellos se podría inferir el grado de inte­rés y la orientación de esas tecnologías en la enseñanza de la Comunicación Social en nuestros países. Si bien en esa mues­tra se encontraron integrados representantes de Perú, Colom­bia y México, el hecho de que sus ponencias hayan sido ex­puestas ante delegados de América Latina, podría marcarnos al menos una realidad índice.

POLÍTICAS DE ACCIÓN ANTE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Para Rafael Roncangliolo, del Instituto para América Latina, del Perú, el tema de las nuevas tecnologías le "parece de la máxima relevancia y de la más pertinente actualidad. La pre­sencia creciente de las nuevas tecnologías de comunicación e información, configura un conjunto de desafíos junto con una transformación profunda de estructuras, sistemas y me­dios de comunicación. En torno a este tema se replantean con nueva vigencia los problemas de política de comunica­ción, democratización de las comunicaciones, comunicación popular, y, por supuesto, el de la Formación de los estu­diantes".

Respecto a qué aspectos de las nuevas tecnologías es necesa­rio abordar, Roncagliolo indicó: "un listado no exhaustivo debiera incluir: a) Presencia de cada una de las nuevas tecno­logías en el paisaje culural y económico Latinoamericano, b) Registro de las investigaciones en curso y de las ya realiza­das con miras al establecimiento de un banco de datos y un servicio de intercambio entre las distintas facultades y actores de la comunicación. Y c) Políticas de comunicación nacio­nales y regionales en la materia".

Por su parte, para Osear Jaramillo Gutiérrez, de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia, es "obvio que la genera­lización de los procesos computarizados, de las comunicacio­nes por satélite o mediante el medio maravilloso de la fibra óptica, el rayo láser y la presencia multiforme de las tecnolo-

300

gías digitales en multitud de procesos y productos de uso diario están generando un cambio de prácticas y de concep­tos que necesariamente afecta a la comunicación humana. No se trata solamente del hecho de que los más tradicional-mente conocidos medios de comunicación —teléfono, perió­dico, radio, televisión— se vean afectados por las nuevas tec­nologías; es que la misma estructura de la comunicación hu­mana va siendo tocada profundamente por ellos".

Y luego, viendo hacia las perspectivas futuras, Jaramillo Gu­tiérrez apunta: "Los medios tradicionales han servido para transmitir mensajes; los nuevos sirven para modificarlos de manera directa o profunda; vistas así las cosas, es apenas na­tural que quienes se ocupan de estudiar los fenómenos de la comunicación, ya sea interpersonal o masiva, se interesen por las nuevas tecnologías que los afectan; y esto tiene que reflejarse en la enseñanza misma de la comunicación, no sólo mediante la introducción de perspectivas nuevas en las líneas de estudio tradicional sino mediante la introducción de áreas de interés nuevas para los comunicadores".

Acusando esa necesidad de dilucidar los términos informa­ción y comunicación, el catedrático javeriano señaló: "es preciso atribuir al proceso de información, que va mucho más allá de la transmisión, transcripción o incluso 'acomodación' de datos; se trata de dar forma (y de allí el término 'informar') a datos procedentes de muy diversas fuentes. No hay infor­mación 'objetiva', 'neutral ': la redacción de una noticia, la edición de una película, la catalogación de un libro, la elabo­ración de un programa o logical de computador obedecen a un esquema mental consciente o inconsciente; ese esquema es la matriz de la forma en cada proceso de información".

Es evidente en esta opinión de Jaramillo Gutiérrez que la información entendida así, corresponde más al término comunicación; pues se trata de una tarea concurrente de emisor y receptor en términos de libertad. Pues si dejamos al término informar en su acepción primigenia de dar forma,

301

Page 152: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

esta correspondería más a enajenar, manipular, desinformar o informatizar. Por ello es que pensamos en esa necesidad urgente, a nivel de universidades y escuelas de comunicación social, de clarificar los términos para entender más plenamen­te la misión formadora de esas instituciones.

Y esto se hace más necesario e inmediato, por el acertado señalamiento que hace el mismo Osear Jaramillo Gutiérrez, al decir que "las nuevas tecnologías de la información nacieron en sociedades y circunstancias muy peculiares que no son ciertamente las de nuestros países; esto hace que traigan consigo un esquema y una configuración que corresponde lógicamente a dichas sociedades y a dichas circunstancias históricas, a nuestra realidad socio-económica y cultural sin que la afecten dramáticamente.

"Lo anterior —sigue afirmando— trae como consecuencia la necesidad de que nuestras sociedades sean capaces de entrar en 'diálogo' con esas nuevas tecnologías para tratar de aprove­char al máximo sus aportes positivos y minimizar también lo más que se pueda sus riesgos. Para ese 'diálogo' que precede y acompaña a la adaptación (en vez de la adopción) de las nuevas tecnologías, nuestros países requieren el aporte de muchas personas capaces de entender el significado de lo que nos llega, el significado de lo 'que tenemos y las resultantes alternativas del encuentro de ambos procesos".

Es obvio que para el representante de la Universidad Javeria-na, el estudio de las nuevas tecnologías debe ser ante todo social y humanista; pues afirma para finalizar: "las labores de análisis de cada proceso de información y de diseño de los sistemas que deben servirlos, el manejo de esos sistemas y de sus servicios en entidades públicas y privadas, es algo que debe corresponder a quien tiene una visión global del proceso sociocultural en que dichos sistemas se dan; la realización técnica de ese diseño encuentra fácilmente ejecutores pero debe estar regida por criterios que no son exclusiva ni primor-dialmente técnicos sino culturales en el más amplio sentido

302

de la palabra. Dentro de este marco, creo encontrar nuevas líneas para la enseñanza de la comunicación en nuestros países y obviamente prometedores campos de aplicación para ellas".

De esto último se desprende que las universidades y escuelas de comunicación en América Latina se encuentran en la encrucijada de cómo asimilar las nuevas tecnologías en sus correspondientes curricula.

Dentro de esa misma muestra de catedráticos o funcionarios de la especialidad reunidos en Bogotá para el V Encuentro de FELAFACS, figuró Raúl Fuentes Navarro, del Instituto Tec­nológico de Estudios Superiores de Occidente, de Guadala-jara, México. Este profesor señaló que las "tendencias gene­rales para los próximos quince años de la incidencia de las nuevas tecnologías en las estructuras económicas, políticas y culturales de las sociedades latinoamericanas, es muy nece­sario abordarlas en la enseñanza de la comunicación". Todo ello porque su impacto es definitivo sobre las brechas exis­tentes tanto al interior de cada país como en el plano inter­nacional.

Hay necesidad, subrayó Fuentes Navarro, de una reformu­lación estratégica de los programas de enseñanza e investi­gación de la comunicación y su articulación con la práctica de los actores sociales. Así mismo es urgente la consolidación sistemática de una teoría de la información y la comuni­cación social desde la perspectiva de Latinoamérica.

Esto último, desde luego, apunta a la misma necesidad que venimos señalando: la precisión de conceptos, no sólo semán­ticos, sino socio-culturales, de información y comunicación.

En cambio para Carlos Romero Sanjinés, del INICTEL, de Lima, quien es ingeniero dedicado al estudio de telecomuni­caciones, "es necesario intercambiar experiencias y discutir multidisciplinariamente sobre el impacto de las nuevas

303

Page 153: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tecnologías y lo que es más importante, que los trabajos de investigación sobre estos temas deben ser en lo posible multi­disciplinares; considero además, que es necesario reforzar los curricula de las Facultades de Ciencias de Comunicación Social, con cursos sobre principios, aplicaciones, estado del arte y perspectivas de las tecnologías de la comunicación y la información".

Finalmente la profesora Fátima Fernández Christlieb, cate­drática de la Universidad Nacional Autónoma de México, considera que las nuevas tecnologías modifican de manera sustancial, el panorama de distintos campos de estudio, pero ninguno se ve tan afectado como el de quienes nos dedicamos a desentrañar los fenómenos de la comunicación social. Los economistas, por ejemplo, se dedican ya al análisis de la auto­matización en los procesos de producción o al impacto de la telemática en el sistema financiero.

Nosotros en cambio, señala Fernández Christlieb, no sólo nos vemos obligados a estudiar los efectos de las nuevas tecno­logías en los procesos de producción, distribución y consumo de mensajes, sino que el tema nos lleva a preguntarnos de nuevo y de manera más radical que antes, por el mismo tipo epistemológico en el que estamos parados. Antes que nada creo que es indispensable explicar por qué América Latina no puede lanzarse en busca del uso político de las nuevas tecno­logías, sin preguntarse hasta qué punto la aplicación de éstas puede poner en entredicho los principios clásicos de la política.

UN PANORAMA MUY HETEROGÉNEO

Si tomamos en cuenta que las opiniones de estos eminentes catedráticos de comunicación social de diversas Universidades latinoamericanas se dirigieron así a sus colegas de todo el subcontinente, tenemos que deducir que, al respecto, la ense­ñanza de la comunicación social en nuestros países ofrece un

304

panorama demasiado heterogéneo, pero inquieto ante las perspectivas y las directrices que debe dársele a la enseñanza de las nuevas tecnologías.

En consecuencia esto nos lleva también a la consideración que los curricula de estudios no tienen una característica común; y que cada quien puede estar adiestrando, preparan­do o formando a los nuevos comunicadores e informadores, con distintos programas y diferentes propósitos.

Por otro lado, las ya célebres corrientes teóricas de la comuni­cación: funcionalismo, estructuralismo y marxismo, parecen ser hoy por hoy la espina dorsal de orden filosófico en nuestros planteles de enseñanza de la comunicación. En este terreno se podrían dividir en dos grandes clases los planteles que siguen esas tendencias: por un lado, las universidades privadas que egresan especialistas para empresarios privados que han hecho de la comunicación una industria. Y las univer­sidades públicas que alientan en sus estudiantes un papel de críticos sociales que las más de las veces los condenan a un desempleo seguro en una sociedad para la que no fueron formados.

En esta doble dimensión creemos que son pocos los plantea­mientos latinoamericanos que se escapan a esta tentación al trazar el perfil de sus egresados, base de todo diseño curri-cular. Por tanto ¿es válido preguntarnos si realmente nuestras instituciones públicas y privadas de América Latina están respondiendo a las exigencias de una formación de comunica­dores y no de informadores al servicio de diferentes causas, empresas o ideologías? Parece que ese es el reto que tendre­mos que afrontar quienes de alguna manera estamos compro­metidos en la enorme tarea de la comunicación social, tanto en el campo del ejercicio como en el campo de la enseñanza.

Pues si en el terreno de los formadores existe esa heteroge­neidad de ideas, propósitos y comprensiones, en el terreno de

305

Page 154: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

los estudiantes de comunicación el panorama no es más alentador.

¿QUE BUSCA EL ESTUDIANTE DE COMUNICACIÓN SOCIAL?

En febrero de 1988, la Universidad Edvard Kardelj de Lu-bianka, en colaboración con la Escuela de Comunicación del Politécnico Central de Londres, concluyó una encuesta mundial, para determinar sobre una muestra planetaria de Escuelas de Comunicación Social, cuáles son las tendencias de los estudiantes en lo que respecta a su propia vivencia sobre la carrera.

Para evaluar a Latinoamérica, escogieron a tres de nuestros países: Brasil, México y Perú. Al evaluar los resultados los investigadores pudieron establecer las constantes que deno­taban una serie de similitudes en las tendencias.

Al asomarnos a esos resultados podemos trazar lo que podría ser el perfil de los estudiantes de la especialidad en esta región del mundo. Para empezar, la edad promedio en que hacen su ingreso a la escuela o la facultad, son los 18 años.

La mayoría de ellos hicieron la elección de esta carrera mien­tras cursaban el bachillerato o su equivalente. En México lo indicó así el 785, en Brasil el 66%. Respecto a la indepen­dencia en su decisión en Brasil el 88% dijo que se habían deci­dido por la carrera sin ninguna influencia de por medio; en México lo indicó de esa manera el 76% y en el Perú, el 65%.

Abundando en esa elección libre, el 75% señaló en Brasil que se había inclinado por la carrera porque le gustó como profe­sión; igualmente lo hizo en México el 87% y en Perú el 55%.

Al preguntárseles si se habían decidido por esta carrera, buscando un cambio social, en Brasil sólo lo aceptó el 2.0%;

306

en tanto que en México, el 18.2%; y en Perú el 18.5%. En la variable que identificó esta decisión por la carrera al hecho de "querer descubrir injusticias", en Brasil se encontraron los investigadores con un 0.0% mientras que en México se pro­nunció el 16.2% y en Perú el 21.8%.

Para detectar hasta qué punto pudo influir en la elección de la carrera algún personaje conocido de la Comunicación Social de cada país, se les preguntó si en efecto así había ocurrido en cada caso; en Brasil lo aceptó el 24%; en,México, el 30% y en Perú el 54%. En relación a las expectativas que aguardan los interesados al ejercer la carrera en Brasil el 43% dijo que combinará la comunicación social con otra pro­fesión; lo mismo hizo el 41% en México y el 61% en Perú.

A fin de conocer hasta qué punto los estudiantes que siguen la especialidad ejercieron antes de ingresar a la Escuela o la Universidad la carrera, se les hizo la pregunta correspondien­te ; pero en Brasil únicamente lo reveló el 6.0%; el 3.0% en México y el 4.8% en Perú.

Los investigadores quisieron indagar la ideología que mueve intelectualmente al estudiantado de Comunicación Social, y esto fue lo que encontraron: en Brasil, el porcentaje más alto para una sola tendencia fue el 23% favoreciendo a la posición social-demócrata; en México el 38% se dijo demócrata a secas; ocurriendo lo mismo en Perú con el 22%. Es muy importante subrayar que en Brasil, solamente el 5.0% se declaró comu­nista; en México lo hizo el 1.0% y en Perú el 3.2%. En contra­posición se les interrogó sobre su religiosidad y la influencia de ésta en el ejercicio de la profesión; en Brasil el 0.0% fue un resultado elocuente; pero en México, lo admitió el 7.1% en tanto que en el Perú lo hizo el 9.7%.

Para efecto del interés de la Iglesia sobre su posible presencia en este campo del estudiantado, las cifras son bastante signi­ficativas; sobre todo si se toma en cuenta que muchas de las

307

Page 155: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Universidades, privadas son católicas, algunas de ellas hasta pontificias, y una gran mayoría sólo de "inspiración cristiana".

Otro dato que llama particularmente la atención, es el hecho de lo que piensan los estudiantes a propósito de que la comu­nicación social exige como requisito una formación universi­taria. En Brasil lo admite el 32%; el 17.2% en México; y el 56.5% en Perú.

En cuanto a la creencia de que el comunicador debe estar comprometido polít icamente; en Brasil lo aceptó el 33% pero lo negó el 55% y se abstuvo de opinar el resto. En México lo aceptó el 3%; lo negó el 90% y el resto se reservó su opinión. En Perú el resultado fue éste: 15% dijo sí, 69% indicó no y el resto se negó a contestar.

En lo que respecta a su futuro profesional, en Brasil, un 35% de los estudiantes espera trabajar en la Iniciativa Privada, un 29% en el Gobierno, mientras el resto señaló que no tiene preferencias. En México el 41% prefirió la Iniciativa Privada, el 22% el gobierno, y el resto se manifestó indiferente. En Perú, el 31% se inclinó por la empresa privada, el 29% por el gobierno y al resto le da igual un sector u otro.

Una de las preguntas más interesantes de la encuesta, fue la que se refirió a si los estudiantes consideran que hay en su país libertad de expresión. En Brasil, el 1.0% dijo que había libertad completa, el 83% señaló que sólo era parcial; el 12% lo negó definitivamente y el resto se abstuvo. En México, el 4.0% dijo que había completa libertad, el 73% dijo que sólo era parcial, 20% lo negó rotundamente, y el resto no opinó. En Perú el 13% dijo que había libertad completa, el 67% solamente parcial y el 8% lo negó; el resto se mostró indiferente.

Acusando características muy asociadas a la realidad de cada país, en Brasil el 30% señaló como el peor enemigo de la libertad de expresión a los sindicatos; en México al Estado

308

como propietario de los medios; y en Perú, a los Partidos políticos como propietario de los medios.

Finalmente la encuesta que marcó la edad de los entrevista­dos al momento de la indagación, reveló que la edad pro­medio fue de 21 años, con un 89% de solteros para Brasil;un 97% de solteros para México y un 89% para Perú. Como dato interesante es oportuno señalar que la carrera de comuni­cador social es ya una carrera prominentemente femenina a nivel mundial, y desde luego también a nivel latinoamericano. Los tres países de la muestra exhibieron este resultado. Brasil 59% mujeres y 41% hombres; México, 69% mujeres y 31% hombres; Perú, 61% mujeres y 39% hombres.

El panorama del estudiantado, como se ve, guarda caracterís­ticas muy semejantes en casi todas sus variables. Estamos coscientes de que la muestra desde luego deja muchas realida­des muy específicas de cada país de nuestro subcontinente, pero lo que sí es revelador es que los tres países escogidos para la encuesta pueden estar indicando las tendencias que en muchos aspectos tienen los estudiantes de Comunicación Social.

¿Y QUE PASA EN EL TERRENO LABORAL? En este sentido tenemos que reconocer que en el campo pro­fesional, a nivel de América Latina, la única fuerza ideológica que muestra aglutinamiento y activismo entre sus agremiados, es la Federación Latinoamericana de Periodistas, (FELAP) cuya sede se trasladó a México hace algunos años.

Esta organización cuenta con asociaciones filiales de periodis­tas en muchos de nuestros países, y a través de las cuales hace presencia, sobre todo en la prensa escrita, a favor del bloque soviético, y en contra de los intereses hegemónicos de los Estados Unidos.

La FELAP es la dependencia regional de la Organización Internacional de Periodistas, organismo del Gobierno Checo,

309

Page 156: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

que presidió hasta el pasado 23 de abril Jiri Kubka, quien fue nombrado por su gobierno embajador, después de 22 años de liderazgo. Es muy interesante señalar que el sustituto de Kubka, electo en la reunión que tuvo la OIP en Brasilia ese 23 de abril, fue Dusan Ulcak, quien había venido desempeñán­dose como viceministro de Relaciones Exteriores de Checos­lovaquia.

La FELAP es por hoy la única organización que agrupa a periodistas profesionales, cuya militancia es reconocida dentro de las tendencias de izquierda en cada país, y cuyo trabajo profesional prioritariamente está dedicado a orientar a la opinión pública latinoamericana hacia la política del bloque oriental.

SE CIERRA EL TRÍPTICO DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

Si revisamos lo expuesto hasta aquí, podemos afirmar que el vastísimo campo de la comunicación social, se puede concre­tar en un tríptico delimitado por las Universidades y Escuelas de la especialidad, cuyas características parecen estar suscritas por un estado confuso de conceptos y programas de estudio. Por los estudiantes, a quienes les parece interesar más el realizarse como profesionales por un sueldo, sin grandes aspiraciones de influencia en la sociedad. Y un ejército de profesionales, sin filiación alguna, al menos a nivel latinoa­mericano, y sí frente a la tarea muy bien organizada de los periodistas de izquierda dóciles a las consignas de uno de los dos bloques que por hoy se dividen el mundo.

¿Y frente a esto, qué es lo que puede hacer o está haciendo la Iglesia? Porque a nivel de organizaciones profesionales (UCLAP o ULAPC, UNDA, OCIC, etc.) presentamos a escala latinoamericana un panorama poco claro. Amén de que, con todo lo que tienen y han tenido, de trabajo valioso, estas organizaciones católicas, sus proyecciones han sido poco sen­sibles en los medios comerciales, donde es urgente la pre­sencia cristiana.

310

LA ENSEÑANZA

DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

EN LOS SEMINARIOS

P. Felipe Hernández Franco

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 157: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA ENSEÑANZA

DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL

EN LOS SEMINARIOS

P . FELIPE H E R N Á N D E Z F R A N C O Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal

de Comunicac iones Sociales México.

"Para hacer frente a las necesidades arriba indi­cadas han de formarse sin demora sacerdotes, religiosos y también seglares que posean la debida pericia en el manejo de estos medios para los fines del apostolado (. . .)

"El recto uso de los medios de comunicación social, que están al alcance de usuarios diferen­tes por la edad y la cultura, requiere una forma­ción y una experiencia adecuada y proporcio­nada de los mismos. Por ello deben fomentarse, multiplicarse y encauzarse, según los principios de la moral cristiana, las iniciativas aptas para conseguir este fin —sobre todo si se destinan a los jóvenes— en las escuelas católicas de todo grado, en los seminarios y en las asociaciones

\ del apostolado seglar." (VATICANO II, ín te r

Mirifica, 15 y 16) .

SACERDOTE = COMUNICADOR

En nuestros países de Latinoamérica —en el contexto de nuestras culturas, tradiciones y corrientes de pensamiento; con nuestra religiosidad popular, expuesta a sincretismos; con un pueblo bautizado, pero no evangelizado; en medio de una sociedad sujeta a múltiples dependencias extranjeras, agobia­da por las deudas externas, la corrupción, el narcotráfico, el desempleo, la pobreza, la corrupción moral y política, las dictaduras y la falta de democracia; con un catolicismo ata­cado cruelmente por las numerosas sectas; y en una Iglesia

313

Page 158: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

que busca en la fidelidad al Maestro renovar su rostro— Cristo Jesús sigue llamando de entre los jóvenes, hijos de nuestro tiempo, a algunos "para que estén con El y para enviarlos a predicar la Buena Nueva" (Me. 3, 14).

Estos jóvenes, llamados y consagrados para el amor desde el Bautismo, son impulsados por su fe para ver y oír, entender y comprender el Misterio del Reino. Saben que vale la pena comprometerse en favor de la liberación y total realización del hombre en Cristo, y por eso aceptan el llamado a consa­grar su vida en el servicio sacerdotal. Y así como los Apósto­les recibieron de Jesús una formación especial en orden a su misión (Me. 4, 1 1 ; 6, 7-12; 10, 42ss), el seminarista entra en un proceso educativo que lo habilita para su gran misión de sacerdote, guía y pastor.

Como Jesús que enseñaba en parábolas y expresiones toma­das de la vida ordinaria, el futuro pastor debe saber hablar el lenguaje de su gente. Sensible a lo que observa y escucha, aprende las costumbres y la lengua propia del pueblo; expre­siones que son el vehículo obligado para el diálogo salvífico entre el Evangelio y las culturas.

Alimentado con la Palabra de Dios, debe estar atento a los signos de los tiempos, capaz de interpretarlos y comprender su contexto histórico. Debe saber que la Palabra de la cual será portador, lo compromete en calidad de testigo. No basta "conocer el misterio del Reino", es necesario "entrar en el Re ino" (Me. 9, 47). Será testigo de la Palabra poderosa, que realizará lo que proclama (Is 55, 11); de la Palabra que trans­forma la historia, destruyendo el mal y realizando el plan de salvación (Jer. 1, 10). No busca la ciencia por la ciencia, se esfuerza, más bien, en adquirir la sabiduría de Dios.

Al asimilar esa ciencia de Salvación, el futuro sacerdote reco­noce que nunca se agota la grandeza ni la profundidad del misterio. Sabe, además que la realidad en constante cambio,

314

le planteará nuevas preguntas que sólo podrán ser respondidas desde la única Verdad indefectible: Jesucristo.

Pero en nuestro tiempo, el seminarista debe saber que para cumplir el mandato divino de llevar el Evangelio a toda crea-tura, debe saber utilizar los medios modernos de comunica­ción social, predicando sobre los tejados (Me. 16, 15; Mt. 10, 27) el mensaje de salvación universal que le será confiado (Evangelü Nuntiandi, 45). Y de la misma manera que Cristo, en su vida, presentó la forma y la figura más perfecta del "Comunicador", y como los Apóstoles usaron los medios de comunicación que tenían a la manos, así también ahora, el sacerdote debe llevar a cabo la misión apostólica con los más modernos medios e instrumentos. Por lo que no podrá consi­derarse fiel al mandato de Cristo, el sacerdote que desapro­vechara las facilidades y oportunidades que estos medios proporcionan para llevar las verdades y preceptos evangélicos a los más posibles, y sería culpable ante Dios, si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfec­ciona cada vez más (Communio et Progressio, 126; Evangelü Nuntiandi, 45).

Pero no sólo el futuro sacerdote debe convencerse de la importancia de los medios de comunicación social en el mi­nisterio, sino que toda su vida debe ser una total comuni­cación del misterio del Señor, de su muerte y resurrección. Es más, como Cristo se hizo medio de comunicación (Luz, Pastor, Camino, Verdad, Vida, Vid, Puerta del aprisco...), así el sacerdote debe llegar a ser.

El sacerdote debe, pues, ser en su vida, un perfecto comuni­cador en el que la identidad sacerdotal esté íntimamente unida a la identidad comunicacional.

EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA Han transcurrido más de treinta años desde que Pío XII —el 8 de septiembre de 1957— diera a conocer su Encíclica Miranda

315

Page 159: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Prorsus sobre el cine, la radio y la televisión. Este documento constituye la "summa" de todo el magisterio precedente, ma­durado durante cincuenta años, no sólo en cuanto se refiere al cine, a la radio y a la televisión, sino a la realidad socio teologal de la comunicación humana.

Pero, ¿la doctrina de esa encíclica fue entendida y acogida por todos en la Iglesia como convenía? ¿Se pusieron en prác­tica sus indicaciones pastorales? Tal vez debamos reconocer, tanto fieles como responsables de pastoral, que hubiéramos podido hacer algo más y mejor.

En efecto, muchos han pretendido archivar esta encíclica porque les parece su doctrina vieja y desfasada, aduciendo que ahora tenemos ya en este campo, un magisterio abierto y optimista (Communio et Progressio de 1971) en lugar del pre-conciliar (Miranda Prorsus 1957) y aun del conciliar (ínter Mirifica 1963), moralista y pesimista. Y en cuanto a la praxis pastoral, podemos afirmar que al menos una de sus exhorta­ciones ha quedado poco más o menos que letra muerta; ella se encuentra en la Parte Final del documento, y habla de la solicitud que deben tener los Episcopados en la preparación y formación específica del clero en el campo de la comuni­cación:

"No podemos concluir estas enseñanzas nuestras, sin que recordemos, cuánta importancia ha de tener (como en todos los campos del apostolado) la intervención del sacerdote en la actividad que la Iglesia debe desplegar para favorecer y utili­zar las técnicas de la difusión.

"El sacerdote debe conocer los problemas que el cine, la radio y la televisión plantean a las almas. 'El sacerdote que tiene cura de almas —decíamos a los que tomaron parte en la Semana de adaptación pastoral en Italia— puede y debe saber lo que afirma la ciencia, el arte y la técnica moderna, por la relación que éstas tienen con la finalidad de la vida religiosa que, según el prudente juicio de la Autoridad Ecle-

316

siástica, lo requieren la naturaleza de su sagrado ministerio y la necesidad de llegar a un mayor número de almas. Debe, finalmente, cuando de ellas se sirve para uso personal, dar ejemplo a todos los fieles de prudencia, de moderación y de sentido de responsabilidad' ".

Ahora bien, ¿en cuántos seminarios, diocesanos o religiosos, de América Latina, se imparte actualmente a los futuros sacerdotes, una formación al menos básica en el empleo pas­toral de los medios de comunicación? ¿Cuántos son en Amé­rica Latina los centros de pastoral que forman a la pastoral de los medios de comunicación o sobre la misma comunicación? Quisiéramos engañarnos, pero creemos que no son muchos.

Desde luego que ya hay algunas iniciativas para ofrecer al clero y a los futuros sacerdotes una iniciación al empleo de los medios de comunicación. Pero la mayor parte son iniciati­vas que se han limitado a adiestrar al empleo de estos medios y sobre todo mini-medios, a fin de llegar, como se dice, "a un mayor número de almas". Programas necesarios y urgen­tes, no lo dudamos, pero que responden sólo en mínima parte al programa pastoral propuesto por la encíclica desde 1957, y que se dirige principalmente a la evangelización.

No se trata, pues, de hacer objeto de estudio y de enseñanza éste o aquél instrumento, sino todos los medios de comunica­ción social, así como ellos actúan en nuestro mundo actual. Se trata de conocer aquellas dinámicas, totalmente modernas, como son la información, la telemática, la publicidad, la opinión pública, etc. Se trata de adaptar el perenne e inmu­table Mensaje de Salvación a las condiciones y medios de nuestro tiempo. Y desde luego, que se trata de conocer qué es la teología y la pastoral de la comunicación.

Muchos han reprochado al documento conciliar ínter Mirifica el no contener nada nuevo. Sin embargo, este decreto con­tiene más de una novedad, aunque su contenido deriva casi todo de la encíclica Miranda Prorsus. En cuanto a nuestro

317

Page 160: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tema afirma: "Para hacer frente a las necesidades arriba indi­cadas han de formarse sin demora sacerdotes, religiosos y también seglares que posean la debida pericia en el manejo de estos medios para los fines del apostolado (...).

"El recto uso de los medios de comunicación social que están al alcance de usuarios diferentes por la edad y la cultura, requiere una formación y una experiencia adecuada y propor­cionada de los mismos. Por ello deben fomentarse, multipli­carse y encauzarse, según los principios de la moral cristiana, las iniciativas aptas para conseguir este fin —sobre todo si se destinan a los jóvenes— en las escuelas católicas de todo grado, en los seminarios y en las asociaciones del apostolado seglar". (15 y 16).

En la línea de estos dos documentos del Magisterio, la Ins­trucción Pastoral Communio et Progressio de la Pontificia Comisión para las Comunicaciones Sociales, nos dice en el número 111:

"Para que no estén completamente alejados de las realidades de la vida y asuman sin preparación la tarea apostólica, los futuros sacerdotes y los religiosos y religiosas, durante su formación en Seminarios y Colegios, han de estudiar la influencia de estos medios de comunicación sobre la sociedad humana y aprender su uso técnico. Esta preparación es parte de su formación integral; ya que es una condición imprescin­dible para ejercer un apostolado eficaz en una comunidad humana cada día más afectada por estos medios. Por ello es necesario que los sacerdotes, los religiosos y religiosas conoz­can cómo nacen las opiniones y criterios, y asi puedan adap­tarse a las circunstancias del hombre actual, ya que la Palabra de Dios se proclama al hombre de hoy y estos medios prestan un eficaz apoyo a esta proclamación. Los alumnos que muestren una especial inclinación y capacidad en el uso de estos medios deben ser preparados más específicamente".

Sería muy largo citar todos los documentos del Magisterio de los últimos años, que se refieren a este tema, pero remitimos

318

al lector al Apéndice I de las Orientaciones sobre la forma­ción de los futuros sacerdotes para el uso de los instrumentos de la comunicación social, de la Congregación para la Educa­ción Católica, del 19 de marzo de 1986 (Dic 14 - 1 9 8 6 - 495 bis, separable con paginación propia).

En cuanto al Magisterio pontificio en relación con este tema, concluimos citando a Juan Pablo II, en su Mensaje para la XIX Jornada Mundial para las comunicaciones sociales del 19 de mayo de 1985, sobre el tema: "Los medios de comuni­cación para una promoción cristiana de la juventud". En su mensaje nos habló de la época tecnotrónica y la formación seminarística teórica y práctica en la comunicación: "Hoy se ofrecen grandes posibilidades a la comunicación social, en la cual la Iglesia reconoce el signo de la obra creadora y reden­tora de Dios, que el hombre debe continuar. Estos instru­mentos pueden, por tanto, ser poderosos canales para la transmisión del Evangelio, ya sea a nivel de preevangelización, ya de profundización ulterior de la fe, para favorecer la pro­moción humana y cristiana de la juventud.

"Esto pide evidentemente (...) una cuidada y específica for­mación teórica y práctica en los seminarios (...) no sólo para conseguir un conocimiento adecuado de los medios de comunicación social, sino también para realizar las indudables potencialidades en orden a reforzar el diálogo en la caridad y los vínculos de comunión ".

EN AMERICA LATINA

1. Medellín: Es imposible conocer el ser y el quehacer de la Iglesia en América Latina sin poner como fundamento los Documentos de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en Medellín, Colombia, en 1968, del 24 de agosto al 6 de septiembre. En el Documento sobre Los medios de comunicación social, en el número 16, sobre nuestro tema:

319

Page 161: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

"Por su carácter de servidores de la Palabra y de educadores del Pueblo de Dios, es igualmente necesario que se ofrezca a Obispos, sacerdotes, religiosos de uno y otro sexo, cursillos que los informen sobre el significado de la comunicación social y los adiestren en el conocimiento de las condiciones que rigen el empleo de sus instrumentos. Esta formación debe ser materia de estudio sistemático en los seminarios y casas de formación religiosa".

2. Post-Medellín: Como fruto de la Conferencia de Medellín se desató en América Latina, en todos los niveles que com­ponen el Pueblo de Dios, una profunda reflexión y la bús­queda de nuevas formas de presencia eclesial, según las exigencias del Evangelio y las necesidades y esperanzas de las mayorías latinoamericanas.

Respecto a la pastoral de la comunicación social, la cumbre teórica se alcanza en la Sesión de Reflexión del DECOS-CELAM, realizada en Melgar, Colombia, del 18 al 23 de mayo de 1970. Pero, en la práctica no se logró hacer funcionar la acción que pretendía el CELAM. Los medios de comuni­cación continuaron ocupando un lugar secundario dentro de las prioridades de las Conferencias Episcopales de todos los pai'ses que abriga el CELAM.

3. Puebla '79: El DECOS-CELAM presentó en julio de 1978, como preparación a la III Conferencia General del Episco­pado Latinoamericano, un documento titulado: Evangeli-zación y Comunicación Social en América Latina —Problemas y perspectivas actuales, donde en los números 54 y 100 toca el tema que estamos tratando:

"Los programas de formación de los agentes de Pastoral (laicos, seminaristas, religiosos, sacerdotes) no han integrado la comunicación social en una forma suficiente y adecuada. Se ha registrado en América Latina un incremento de los cursos asistemáticos de pastoral de la comunicación, pero no son tantos como sería de desear. Hay muchos cursos rápidos

320

que se repiten y que, casi siempre, apenas dejan una inquie­tud y alguna pista. No existe un plan global suficientemente fundamentado, que establezca objetivos claros, metas, nive­les, grados, procesos, prioridades". (54)

La labor de los agentes pastorales debe ser estimulada por los pastores, quienes deben proporcionarles orientación, facili­tarles su tarea y, superando la simple deontología profesional, guiarlos hacia una espiritualidad específica. Es necesario que la formación en comunicación social se integre lógica y armó­nicamente en los planes de estudio de los aspirantes al sacer­docio y a la vida religiosa" (100).

La III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en el documento que elaboró sobre La Evangelización en el presente y en el futuro de América Latina, en el Capítulo III de la Tercera Parte, en el tema "Comunicación Social" nos dice en el número 1085:

"c) La tarea de formación en el campo de la comunicación social es una acción prioritaria. Por tanto, urge formar en este campo a todos los agentes de la evangelización.

"Para los aspirantes al sacerdocio y a la vida religiosa es nece­sario que esta formación se integre en los planes de estudios y de formación pastoral.

"Para los sacerdotes, religiosos, religiosas, agentes de pastoral y para los mismos responsables de los organismos nacionales y diocesanos de Pastoral de Comunicación Social, es nece­sario programar sistemas de formación permanente".

4. Episcopado Mexicano: La Conferencia del Episcopado Me­xicano, consciente de que "la Evangelización no puede prescindir, hoy en día, de los medios de comunicación, y de que "la comunicación social debe ser tenida en cuenta en todos los aspectos de la transmisión de la Buena Nueva"

321

Page 162: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

(Puebla '79, nn. 1063 y 1064), decidió en abril de 1980 que su XXVII Asamblea Plenaria tendría como tema central el estudio de las comunicaciones sociales para evangelización.

Así pues, la XXVII Asamblea Plenaria de la CEM que se cele­bró en el Seminario Mayor de la Arquidiócesis de México, del 28 de abril al l o . de mayo de 1981, y dedicó tres de sus cuatro días de trabajo a "La Pastoral de las Comunicaciones Sociales".

En los Acuerdos de la Asamblea, el número 3, fue el siguien­te: Que en los Seminarios y Universidades se dicten 'créditos' relativos a los medios de comunicación social" (ACUERDO A8082/45).

PROGRAMAS DE CURSOS DE COMUNICACIÓN EN LOS SEMINARIOS DE AMERICA LATINA

Para este trabajo pedimos a todas las Comisiones Episcopales de Comunicación de América Latina los programas de cursos de comunicación de los seminarios de sus respectivos países. Desgraciadamente, sólo nos fueron enviados los de Brasil, Costa Rica y Chile, por lo que no podemos hacer un estudio completo del Continente.

Nos limitaremos a la exposición de los programas de los Semi­narios Mayores de México, según la reciente Ratio studiorum mexicana, intitulada Ordenamiento Básico de los Estudios para la Formación Sacerdotal en México, y aprobada por la Sagrada Congregación para, la Educación Católica el 20 de mayo de 1988.

Curso Introductorio: En este curso los medios de comuni­cación se consideran materia optativa y el objetivo es "que el alumno aprenda a hacer buen uso de los MCS para dar a co­nocer, a través de ellos, la Palabra de Dios".

322

PROGRAMA:

1. El proceso de comunicación a) ¿Qué es la comunicación? b) Propósito, fines, objetivos... c) El proceso de la comunicación.

2. Elementos de la comunicación. Sus características.

3. Tipos de comunicación. a) Individual o colectiva. b) Privada y pública.

4. Los Medios de Comunicación. a) ¿Qué son? b) Su importancia. c) Prensa, radio, tv., video, libros, folletos...

5. Signo y símbolo a) Conocimiento. Expresión. b) SignOjSÍmbolo. Su importancia. c) Comunicación y signo. d) Cultura y símbolo.

6. La Opinión Pública.

7. El líder de opinión.

8. Oficinas de prensa.

a) Sus elementos. b) Su identidad.

9. Las relaciones públicas.

a) Con la sociedad. b) Con la comunidad.

Estudios filosóficos: En esta etapa de estudios de los Semina­rios de México, la materia de medios de comunicación social

323

Page 163: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

quedó en el Área de ciencias auxiliares, como materia opta :

tiva, con el objetivo de "Sensibilizar a los alumnos y prepa­rarlos a una necesaria y continua adecuación de su futura actividad pastoral, incluida la inculturacion de la fe, a un mundo psicológica y socialmente condicionado por los Medios de Comunicación y por la teleinformática". Tiene dos sub-objetivos: 1) Capacitarlos como maestros y guías de otros comunicadores o receptores. 2) Adiestrarlos en el uso correc­to de los Medios de Comunicación y en técnicas de expresión y comunicación aplicadas al apostolado.

PROGRAMA:

1. La Comunicación

— El acto de comunicar. — La Encarnación, hecho máximo de la comunicación. — Modelos de comunicación. — Elementos de la comunicación. — Relación con la evangelización y la liturgia. — Comunicación vertical y horizontal.

2. Los medios de comunicación social. — Su naturaleza. — Historia de los medios de comunicación. — ¿Mecanicismo o humanismo? — La alienación.

3. La Iglesia y los medios de comunicación.

— El hecho religioso como comunicación. — Medios de comunicación y magisterio. — Los medios de comunicación "católicos". — Los medios de comunicación "neutros". — Los medios de comunicación y la predicación.

4. Aplicaciones prácticas.

— El campo de los medios de comunicación y su problemática — Utilización de los medios de comunicación. — Ejercicios prácticos.

324

Estudios teológicos: En esta etapa de estudios seminarísticos encontramos la Pastoral de medios de comunicación social en el Área de la Teología Pastoral, en la sección de pastoral diversificada, y como materia obligatoria:

Objetivo: "Conocer, valorar y emplear posteriormente los medios de comunicación en la pastoral de la propia diócesis".

SUB-OBJETIVOS:

• Retomar los elementos de la comunicación en su relación con la acción pastoral.

• Conocer el pensamiento y magisterio de la Iglesia sobre los medios de comunicación social.

• Conocer la realidad de los medios de comunicación social.

• Conocer la realidad pastoral de los medios de comuni­cación social.

• Motivar el uso personal y comunitario de los medios de comunicación social.

CONCLUSIÓN

En general, no existe en la formación de los seminarios de América Latina una reflexión explícita que vincule la iden­tidad sacerdotal con la identidad comunicacional. El servicio de la Palabra no tiene un enlace con los medios de comuni­cación para el servicio de la misma Palabra. El servicio de la Reconciliación y la Eucaristía tampoco están relacionados explícitamente con la comunicación, no obstante de que ambos servicios son presentados como conducentes a la co­munión.

La identidad comunicacional del sacerdote, a pesar de los numerosos documentos del Magisterio, no parece realizarse plenamente en los años del seminario. La homilía, por ejem-

325

Page 164: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

pío, no parece un acto de comunicación muy valorado, a juzgar por el descrédito de la misma homilética. Los medios masivos, especialmente la radio, la prensa y la televisión, aparecen más como difusores de antivalores, y como proble­máticos en su acceso. No se niega, desde luego, su virtual potencialidad, pero los problemas que ofrecen esos medios aparecen como insolubles.

Los rectores de seminarios y sacerdotes entrevistados recono­cen que falta mucha reflexión en torno a las conexiones entre los cursos de comunicación y las áreas de filosofía, teología y pastoral. En muchos seminarios los cursos de comunicación se han introducido porque ya es imposible negar la impor­tancia de este tema, y muchas veces sólo se les hace un hueco en un curriculum ya demasiado recargado de materias. Pero no se ha descubierto la necesidad de relacionar la temática de la comunicación con el resto del curriculum.

En este sentido la idea de una identidad sacerdotal debería armonizarse con una identidad como comunicador; identida­des que deberían corresponder a un cierto modelo eclesioló-gico para nuestros días.

Por otro lado, cuando la Iglesia manifiesta preocupación por una pastoral de la comunicación o de los medios de comuni­cación y su influencia cultural o cuando la Iglesia habla de la evangelización de la cultura, se plantean problemas inéditos, frente a los cuales no hay respuestas. La filosofía y la teolo­gía han planteado la fe como un acto personal, existencial, grupal-comunitario, pero la fe vivida desde lo masivo, lo popular, lo cultural, es todavía un tema por profundizar teó­ricamente y objeto de búsqueda práctica, desde el punto de vista de la experiencia pastoral.

326

O ENSINO DA

C O M U N I C A D O SOCIAL

NOS SEMINARIOS

Pe. Nereu de Castro Teixeira

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 165: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

O ENSINO DA

C O M U N I C A D O SOCIAL

NOS SEMINARIOS

PE. NEREU DE CASTRO TEIXEIRA Arquidiocese de Belo Horizonte - MG Brasil

A riqueza das o r i e n t a l e s que se seguiram á IM constituí, certamente, urna amostra clara da preocupacáo que amadure-ce na Igreja quanto á formacáo para a Comunicacao Social nos Seminarios. A sobriedade com que falam os parágrafos 15-16 nao leva a crer na consciéncia da necessidade desta formagáo. Dentro do próprio contexto da IM, táo sacrificada até sua aprova^áo, os pontos relativos a formacáo nos Semi­narios deixam muito a desejar.

Mas seguiram-se outras instrucoes, foram publicadas outras orientacóes que podem encher esta lacuna caso sejam coloca­das em pratica. Por isso mesmo urna certa pobreza da IM gerou urna certa riqueza de outros documentos pontificios posteriores.

A proposta, pois, desta reflexáo nao é outra senáo partir da IM e chegar a outras sugestóes e orientacóes e orientacóes de muito maior importancia nesta área. Ficar só na IM em seus parágrafos 15-16 é parar no tempo e no espaco e nao ultra-passar as limitagóes, junto com certas riquezas, deste decreto do Vaticano II que chega aos seus 25 anos de vida, mas nao de aplicacáo. Esse risco, alias, correm os documentos da Igre­ja, táo bem elaborados, mas cuja aplicacáo deixa a longa distancia a esperanca. Isso nao é apenas característico da área da CS, bem se sabe.

329

Page 166: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Houve um caminho percorrido pelos decretos e normas pon­tificias desde o Vaticano II até hoje no que se refere a CS e também a formacáo nos Seminarios. Quando aqui falamos de "seminarios" nos limitamos as Casas de Formacáo de futu­ros sacerdotes; religiosos ou diocesanos. Nao nos referimos á formacáo dos leigos. Sobre esses pesa maior preocupacáo nos documentos da Igreja, e com toda razáo.

O sempre constante voto é que dos documentos da Igreja se chegue a urna prática dos documentos dessa mesma Igreja, sobretudo em comunicagáo cujo único problema fundamen­tal é a "náo-comunicacáo" ou a "anti-comunicacáo". Comu­n i c a d o é prática, nao é teoria.

Que os limites do presente trabalho sejam um incentivo para outros trabamos muito mais atuais e eficazes na busca de se chegar realmente a proposta de Puebla: "Evangelizar é co­municar!" (Puebla 1063).

I. ÍNTER MIRIFICA 15-16

O decreto do Vaticano II sitúa a formacáo para a CS dentro do capitulo II cujo conteúdo e proposta é: Acáo pastoral da Igreja. Esse capítulo nao pretende senáo aplicar na vida missionária da Igreja hoje, a urgencia de se usarem os meios de comunicacáo socail dentro dos principios doutrinais expostos no capítulo I do mesmo decreto conciliar.

A acáo pastoral da Igreja empenha os pastores e fiéis, consti­tuí urna atividade dos católicos, e exige "formacáo dos auto­res e formacáo dos usuarios". Aqui, neste aspecto formativo, estáo os dois parágrafos a serem estudados, seguidos de algu-mas normas mais concretas com relacáo a meios e subsidios, a instituicáo do Dia Anual das Comunicagóes Sociais, e a or-ganizacáo de setor na vida da Igreja como Secretariado espe­cial da Santa Sé, competencia dos Bispos em suas dioceses, a viabilizacáo dos Secretariados Nacionais, as Associacóes In-ternacionais, fechando-se o decreto com algumas cláusulas.

330

No que se refere á "forma<jao", assim é o texto: "Para satisfazer as necessidades há pouco expostas, sejam oportunamente instruí-dos sacerdotes, religiosos, bem como leigos, a fim de que possam com suficiente pericia aplicar estes meios para os fins do aposto­lado". (IM 15).

Segue-se, depois, urna palavra mais ampia sobre a formac,áo dos leigos para que possam conseguir "íntegra formagáo imbuidos do espirito cristáo, particularmente quanto a dou-trina social da Igreja. E há urna explicitacáo dos varios secto­res de acáo: arte, cinema, crítica literaria, radio, televisáo e outros mais.

O parágrafo seguinte nao tem referencia explícita alguma á formacáo nos seminarios, alias também o primeiro. A referen­cia é dirigida a "sacerdotes, religiosos", mas nao se aceña a "seminarios" o que torna muito fácil o trabalho de escrever sobre "o ensino da CS nos seminarios" segundo a IM. Mas, eis o parágrafo 16:

'Como o reto uso dos meios de comunicacáo social, utilizados por usuarios das mais diversas idades e graus de cultura, requerer deles urna instruc.áo e um exercício acomodados e própríos, se­jam favorecidas, multiplicadas e orientadas de acordó com os principios da moral crista, ñas escolas católicas de qualquer grau, nos Seminarios e ñas reunióes de apostolado leigo, as iniciativas

' aptas para lograr este objetivo, principalmente as que se destinam aos jovens. Para que mais prontamente se ponham em prática, seja inserida no catecismo a apresenta^áo e explicado da doutrina e disciplina católica sobre este assunto". (IM 16).

Urna primeira constatacáo dos parágrafos em jogo, demostra imediatamente urna lacuna profunda do Concilio com relacáo ao fenómeno comunicacional hoje (veja-se o texto global da IM) e, especialmente um descuido ao falar da "formagáo dos futuros sacerdotes" com relacáo á CS. Tanto o primeiro dos parágrafos, como o seguinte, eles nao tocam na formacáo dos seminarios, havendo apenas urna breve referencia quanto aoS "seminarios" no 16, colocando-o em igualdade com qualquer escola católica.

331

Page 167: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

No entanto, o primeiro se preocupa com "sacerdotes e religiosos" pedindo "urna instrucáo opor tunamente" quanto á comunicacáo mas sem ultrapassar esse limite. Essa oportuna mstrucao deve levá-los ao uso dos MCS "com pericia", que seja "suficiente" para aplicar os meios para os fins de apostolado. Esta é a conquista do Vaticano II quanto aos já formados sacerdotes, mas nao conquistou grandes passos e nem pequeños quanto a formaqao dos seminarios e novicia­dos. A insistencia quanto a formacáo dos leigos é urna luz no ministerio dos leigos na área da comunicacáo. Pena que sugestoes semelhantes nao tenham sido explicitadas quanto aos futuros evangelizadores por excelencia: os sacerdotes.

Nao se podia, na época conciliar, pedir mais á Congregacáo dos Padres. Caso o decreto IM tivesse sido de maior vulto, de maior atualidade e densidade, certamente seriara outras as exigencias no tocante a formacáo dos seminaristas. Mas, da­das as limitacóes do próprio decreto nao se podia esperar quase nada quanto ao ensino da CS ñas casas de formacáo. A historia do decreto e sua aprovacao denotam bem o "estado da questáo" no entáo Vaticano II, há vinte cinco años atrás.

A referencia final do parágrafo 16 nao deveria passar desper-cebida aos agentes de pastoral, sobretudo sacerdotes e futuros evangelizadores. Quando se fala que "a apresentacáo e expli-cacáo da doutrina e disciplina católica sobre o assunto seja inserida no catecismo", está se abrindo urna porta de espe­ranza para urna catequese que leve em consideracáo o fenó­meno das c o m u n i c a r e s nos tempos de hoje. Quer dizer, se poderia afirmar, explicitar o fenómeno dos MCS na catequese hoje, é fundamental na formacáo dos educandos e sobretudo dos mais jovens. A formacáo do sentido crítico para o reto uso dos MCS já passou a ser um "fato catequét ico" para o qual pede-se hoje, mais do que em tempos de Concilio, urna preparagáo adequada nos seminarios.

Vinte e cinco anos depois do IM, falamos do conjunto dos Seminarios, nada de significativo aconteceu quanto a forma-

332

cao dos seminaristas para a CS. Isso no que toca a A. Latina, e nem mesmo "sacerdotes e religiosos" tém sido oportuna­mente instruidos para satisfazer as necessidades desse mundo das comunicacóes. Observam-se, aqui e ali, esforcos e mesmo urna sistematizacáo do ensino. Mas, sao poucos os aconteci-mentos desse setor, e muitas vezes ocasionáis, especialmente nos seminarios.

Falar hoje sobre o "ensino da CS nos seminarios" é relativa­mente fácil pois, na prática e na globalidade, esse ensino nao existe. E o próprio texto conciliar nao ajudou muito a levar a isso. Mas os frutos dos decretos conciliares aconteceram após os decretos. Porque outras instrucóes se seguiram e que podem fazer avancar o desafio.

II. COMMUNIO ET PROGRESSIO III

Certamente urna das grandes consequéncias da IM foi termos recebido a Communio et Progressio, essa primeira "carta magna" sobre Comunicacáo Social." E certamente, o docu­mento da Santa Sé mais valioso, até o momento, e que corres­ponde as melhores exigencias de renovacáo trazidas pelo Concilio Vaticano II. E que, por isso mesmo, nao se apresen-ta como um texto completo e irreformável. E urna etapa capi­tal. Mas urna etapa". (Fr. Romeu Dale).

O parágrafo III é todo dedicado aos "MCS e a formacáo dos sacerdotes e do(a)s reIigioso(a)s". Assim, temos pela primeira vez, num documento universal emanado pela Santa Sé, urna palavra clara e decisiva sobre o ensino da CS para sacerdotes e religiosos. Eis o texto:

"Durante a sua formagao, os futuros sacerdotes, religiosos e reli­giosas devem conhecer a incidencia dos meios de comunicacáo na sóciedade, bem como a sua técnica e uso, para que nao perma-nec.am alheios a realidade e nao cheguem desprevenidos ao minis­terio apostólico que lhes será entregue. Tal conhecimento faz par­te integrante da sua formagao; é condigao sem a qual nao é possí-

333

Page 168: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

vel exercer um apostolado eficaz na sociedade de hoje, caracteri­zada, como está, pelos meios de comunicagao. Por isso, é neces-sário que sacerdotes, religiosos e religiosas conhegam de que mo­do se geram opinioes e mentalidades na sociedade atual, e assim se adaptem as condigoes do mundo em que vivem, urna vez que é aos homens de hoje que a Palavra de Deus deve ser anunciada, e que, precisamente, os meios de comunicagao podem prestar va­lioso auxilio. Os que revelam qualidades e gosto especial recebam urna formagao mais acurada neste campo".

Tivesse sido este o texto conciliar e poderíamos, talvez, estar vivendo outra dinámica de formagao em nossos Seminarios e Noviciados. Nao é sem dúvida de deixar passar a presenta de leigos na elaboradlo do texto da Communio et Progressio, fazendo superar certas colocacóes táo do gosto de eclesiásti­cos como o perigo dos mes para a vivencia do celibato e da castidade.

Esse parágrafo da CP continua sendo a grande luz orientadora para o ensino da CS nos seminarios. Sua abordagem é muito mais ampia e conhecedora do fenómeno das comunicagóes sociais: incidencia na sociedade, técnica e uso. Chama os fu­turos evangelizadores, explicitando inclusive as religiosas, pa­ra que nao "se alienem (permanecam alheios) darealidade em que vivem", e, colocando toda a forga na formagao, exige que eles nao cheguem "desprevenidos" e consequentemente inge­nuos, ao ministerio apostólico. A CP assume a realidade arris­cada e desafiante dos MCS na vida de hoje.

Trata-se, pois, a partir dessas poucas premissas, de "integrar o conhecimento da CS na formacáo". Hoje, pois, nao é faculta­tivo formar ou nao formar os futuros sacerdotes na CS. Hoje tem que ser "parte integrante" de sua formagao, pois, deste conhecimento dependerá a "eficacia de seu apostolado na sociedade de hoje". A afirmagáo da CP é categórica: urna eficacia de apostolado hoje depende de conhecimento e práti-ca, é claro, da comunicagao social. Donde a necessidade da formacáo sobre o processo das comunicagóes sociais nesse mundo: geragao de opinioes e mentalidades, condigóes do

334

mundo atual, e sensibilidade para com os destinatarios da Palavra de Deus "que deve ser anunciada" e para que isso acontega os MCS podem "prestar precioso auxilio".

Mas a luz da Instrugáo Pastoral de Paulo VI alude a um aspec­to de suma importancia na formagao: "os que revelam quali­dades e gosto especial recebam urna formagao acurada neste campo". Aqui temos urna novidade do fenómeno formati-vo: nem todos tém qualidades para o uso pastoral dos meios e de certos meios. Nao basta, pois, a formagao geral e abran-gendo todos, é preciso descobrir vocagóes de comunicadores e dar-lhes "acurada formagao" nesse campo. Nova exigencia para o ensino de CS nos Seminarios, que devaráo entáo, se servir de Centros Especializados. Aqui se revela toda a impor­tancia das Faculdades Católicas de Comunicagáo Social, integradas, ainda que autónomas, a agáo pastoral da Igreja e da Igrejas Particulares. O que, raramente, se vé porque pra-ticamente isso nao acontece.

Se a realidade do ensino da CS nos seminarios estava longe da frágil e quase nula proposta da IM, ela está sensivelmente distante da aplicagáo prática do parágrafo III da CP. Vamos comemorar os dezessete anos do parágrafo III daCP , e o que aconteceu em nossos seminarios nessa "parte integrante de sua formagao"?

No entanto, a CP, certamente com o paño de fundo do parágrafo III, seguiu-se o mais expressivo e completo do­cumento pontificio sobre a "formagao dos futuros sacerdotes acerca dos MCS". Trata-se do texto da Congregagáo para a Educagáo Católica do ano de 1986, quinze anos após a CP.

III. ORIENTAQÓES PARA A FORMACÁO DOS FUTUROS SACERDOTES ACERCA DOS MCS

(Congregagáo para a Educagáo Católica)

Podemos dizer em toda verdade que hoje a Igreja tem pistas e rumos para um ensino da CS nos seminarios, e que urna lacu-

335

Page 169: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

na foi preenchida. E o fim de um processo, tímido na IM, cla­ro e atual na CP, e agora prático e estratégico nessas "Orien­tacóes". Nao podemos deixar de acenar ao No. 68 da "Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis" da mesma Con-gregacáo de 1970, "importante ponto de referencia para os institutos de formacáo sacerdotal (as Faculdades Teológicas, os Seminarios e os Estudantados dos Religiosos) oferecendo-lhes estímulos eficazes para atividade didática e pratico-pastoral" .

Também, essa "Orientacóes" precisam marcar o "inicio de um processo": aquele de, realmente e para valer dentro do mundo em que vivemos, colocar em prática tantas referen­cias e exigencias da Igreja sobre CS, e em especial sobre a formacáo para a Comunicacáo.

Essa obra formativa apresenta-se ainda difícil, pouco siste­mática e lacunosa, diz a Apresentacao. Isso porque estamos pisando num campo relativamente novo: carencias organiza­tivas, atrasos, que "contrastam com a rápida evolucáo que está atualmente se realizando nos sistemas e ñas técnicas de comunicacáo (cfr. JP II, Mensagem para a XIX Jornada Mun­dial das CC. Sociais, 1985). A fim de que "a preparacáo dos futuros sacerdotes neste campo seja menos inadequada e responda cada vez melhor as graves tarefas que os esperam, a Congregacáo para a Educacáo Católica oferece aos Seminarios as presentes "Orientacóes".

As "Orientacóes" superam a IM e a CP nao apenas pelo lado da "ratio studiorum", mas pelo próprio conteúdo, pois, váo além dos MCS e abrem o tema com o fenómeno humano da comunicacáo, expandindo elementos de teología da CS e dos MCS, e elaborando "um núcleo comum de questóes funda­mentáis concernentes á conduta pessoal dos receptores, ao uso dos mass media e a formacáo especializada para tarefas particulares". (Cfr. Apresentacao). O objeto próprio desta "educacáo" para a CS é colocado: primeiro, com relacáo aos meios modernos e técnicos; segundo, os problemas socio-cul-

336

turáis de morais-pastorais ligados aos mesmos; e por último, "um empenho no estudo e na prática de outros meios e instrumentos de comunicacáo".

Dois Apéndices (documentos mais significativos e índice de argumentos a tratar eventualmente) fecham as "Orientacóes" e dáo margem a urna ampliacáo muito válida sobre a CS e a formacáo dos futuros sacerdotes, religiosos e religiosas.

VALOR DAS "ORIENTACÓES"

Sao "Orientacóes" buscando levar á prática os documentos, numa abordagem suficientemente fundamental e abrangente. Principios comuns que podem e devem afetar a formacáo em tres níveis: de '''base", de "pastoral", de "especializacáo". Muito bem encontrada esta distincáo tendo em vista a varié -dade de situacóes e de elementos humanos no campo da acáo, do simples uso, ou do manejo criativo dos meios. Bus-ca-se una formacáo integral, ligando fundamentos teóricos á prática, exigindo-se que "os seminarios e institutos de ins-trucáo sejam dotados de um adequado conjunto de instru­mentos operativos". Esse um detalhe sem o qual difícilmente se pode conceber urna formacáo em nivel de CS.

As "Normas particulares" para cada nivel vém também dire-cionar o estudo formativo nos seminarios seja colocando em evidencia o que se quer (finalidade) seja mostrando as competencias e suplencias (familia, catequese, escola, e o próprio Seminario, cursos extra-escolares e extra-seminários) seja abordando os aspectos onde incidem as influencias dos mass media (aspecto cultural, religioso-moral) seja a busca do "equilibrio necessário" como, nesse mundo dos "media", "amar e praticar a leitura, o estudo, o silencio e a medita-cáo", o diálogo comunitario e a oracáo assegurando as neces-sárias condicóes internas e externas" (Cfr No. 19).

O segundo nivel da formacáo atinge a "formacáo pastoral", mostrando seu tríplice objetivo: uso correto dos meios, for-

337

Page 170: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

mar "formadores dos out ros" (mestres e guias), e buscar urna "continuada adaptacáo necessária da sua futura atividade pastoral" (cfr No. 20). Mas nunca descurar a "instrucáo práti-ca" lembrando, muito bem lembrado, "ainsubstituível funcáo do ministerio da palavra... na arte de dizer" (cfr No. 21). Insiste-se também na conveniente atencáo aos outros meios de expressáo e comunicacáo, explicitando o teatro, como um dos mais eficientes meios de formacáo na arte de comunicar a um público. A visáo global do homem aparece como preo­c u p a d o das "Orientacóes" ao se tratar de urna dimensáo do "homem total" : todas as dimensóes do ser humano em sua historicidade afirmando-se: "Convém realmente ter presente o "homem total" , que os próprios instrumentos tratam sob o aspecto individual e social, primeiro como homem, depois como crente e cristáo; a Igreja assume como tarefa do próprio cuidado pastoral, especialmente hoje, a plena tutela e pro-mocáo do "homem total". Donde a necessidade de urna di-dática e urna pedagogia capaz de chegar e atingir essa tota-lidade.

No nivel de formacáo pastoral, as "Orientacóes" lembram os grandes valores da espiritualidade e da forga interior que, inclusive, marcou os grandes santos, profetas e homens do tempo: a educacáo para o silencio interior, o frequente diálo­go interpessoal e grupal, a máxima comunicabilidade da parte dos docentes, e a mística da "comunháo que, segundo a fé crista, constituí o fim primario e último de cada comunica-cao" (Cfr No. 2 4 ; C P N o . 8; 6; 11 ; 73; 102).

Cursos, exames, subsidios e fontes precisam ser meios que facilitem o trabalho dos alunos no mergulho nesse mundo atual das CC. Sociais. Tudo isso levando a que seja parte inte­grante da formacáo o estudo da CS de modo que a "disciplina nao seja considerada como auxiliar ou facultativa mas, duran­te o currículo filosófico-teológico, licóes e exercitacóes sejam integrados em cursos orgánicos, com exames fináis" (cfr. No. 26).

338

Mcsmo tendo pouca orientacáo quanto ao terceiro nivel, formacáo especializada, é um valor a simples explicitagáo de urna formacáo especial para quem já trabalha ou "mostré especiáis inclinacóes". Chama-se a atencáo dos Superiores para conseguir este objetivo, lembrando algo de urna absolu­ta necessidade neste campo da CS: "procurar a formacáo daqueles que se preparam para ensinar esta disciplina, ou para dirigir e colaborar nos servicos, diocesanos e nacionais, dos instrumentos de CS". (Cfr. No. 27).

LIMITES DAS "ORIENTAQÓES"

Na própria Apresentacáo se diz: "Nao há dúvida que no caminho formativo delineado neste documento se notaráo certos l imites" (cfr. Apresentacáo).

Um desses limites está na insistencia t ímida quanto ao nivel de "íormagáo especializada". Sem esta, nao podemos pensar numa agáo formativa de maior atualidade nos seminarios ho­je. Sobretudo, urna formacáo que ultrapasse a tecnología dos meios e penetre o fenómeno da comunicacáo humana e pas­toral evangeliz adoras.

Outro limite: a náo-explicita^áo da "comunicacáo alternati­va", sendo ainda os meios, e os grandes meios, a preocupa­d o de fundo dos documentos pontificios. Essa "comunicacáo alternativa" que continuará sendo sempre o espago da voz e da vez dos menos favorecidos.

A comunicacáo aplicada a celebragáo litúrgica também nao ocupa o lugar que deveria ocupar em futuros presidentes de celebracáo e formadores de "comunidades celebrantes". Talvez seja esta a área que mais ressente de urna formacáo para a comunicacáo nos futuros e atuais sacerdotes.

Buscando nao ser exaustivo, falta ñas "Orientacóes" um despertar para a criatividade, urna palavra insistente sobre ese aspecto para o qual é difícil encontrar sacerdotes preparados.

339

Page 171: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Referimo-nos seja á "criatividade comunicativa", seja á "cria-tividade litúrgica" que, hoje, é questáo de vida e morte para nossas ce l eb ra re s .

Finalmente, é extremamente ausente a referencia mais cora­josa e exigente da formacáo para a CS em vista das "novas tecnologías.., a Nova Ordem Mundial de Informagáo e Co­municacáo (NOMIC), a comunicacáo popular, e, talvez nao fosse ainda o tempo, urna luz crítica e clarividente dessa "nova evangeliza^áo" de que fala Joáo Paulo II, e do fenóme­no ameacador das "igrejas electrónicas".

Urna palavra também que limita as "Orientacóes", é aquela que elucida o desafio dos "meios próprios e dos meios náo-proprios" da Igreja. Seu uso, sua identidade, sua lingua-gem, seu destinatario, a natureza respeitada do canal que se usa, sobretudo sendo de Igreja, sua sustentacáo, sao tantos outros temas cuja abordagem, ainda que rápida poderia enri­quecer as "Orientacóes". Essa abordagem precisa ser pensa­da em todos os níveis da formacáo dos futuros sacerdotes, re­ligiosos e religiosas, muitos deles sendo chamados, as vezes amadoristicamente, para frente desses meios ou para espacos dos meios náo-confessionais.

IV. DOCUMENTOS DE IGREJA LATINOAMERICANA

Certamente que nao sao muitos os documentos latinomari-canos que tratam do ensino da CS nos seminarios. Mas, aqui e ali encontram-se referencias, e urna délas busca a aplicacáo do parágrafo 16 da IM.

UM dos documentos de maior visáo do problema e da natu­reza das Comunicacóes Sociais, continua sendo o excelente SEMINARIO CONTINENTAL DAS COMISSÓES EPISCO-PAIS em suas Conclusóes, na cidade de Santa Inés, no Perú, em setembro-outubro de 1966. As "Conclusóes" a que che-garam os participantes continuam sendo atuais e mostram

340

que, por tras do texto, havia gente perita em Comunicacáo Social.

O capítulo III é todo ele resposta a pergunta: "Quem trans­mite". E, expostos os motivos fundamentáis, sugerem-se pontos relativos ao clero e congrega res religiosas, com as seguintes recomenda^óes: "—que se déem cursos para bispos, sacerdotes, e religiosos e religiosas sobre o conhecimento e uso adequado dos instrumentos de comunicacáo social;

—que se introduza como disciplina regular nos seminarios e casas de formacáo um curso metódico sobre a Comunicacáo Social (cfr IM 16);

— que se urja de modo particular a formacáo apropriada em Comunicacáo Social do pessoal docente das Congregacóes Religiosas consagrado ao ensino. A acáo das Conferencias Na-cionais de Religiosos, a vista da cria<;áo de urna consciéncia de responsabilidade para com a comunicacáo social, aparece como insubstituível;;

—que os educadores especializados em Comunicacáo Social nao limitem sua tarefa ao ámbito dos colegios, mas a cum-pram também fora deles, integrando-se ao esforco que, neste sentido, realizam outros grupos, e enriquecendo sua experien­cia com a participacáo na vida comum;

— que, entre as especializacóes oferecidas a elementos do clero secular e regular, bem como as congregacóes masculinas e femininas, figure a de Comunicacáo Social;

— que a acáo educadora dirija-se a formacáo de um espirito crítico positivo que capacite os espectadores, especialmente os jovens, para melhor compreensáo e aproveitamento dos Instrumentos de Comunicacáo Social (p. ex., através de cine-foros, radio, teleclubes, jornalismo estudantil etc.);

— Dada a importancia que a Igreja reconhece aos Instrumen­tos de Comunicacáo Social, pedimos aos Superiores Eclesiás-

341

Page 172: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ticos que facilitem a capacitacáo e dedicacáo de sacerdotes e religiosos para a tárela específica de formacáo, assessoria e inspiracáo de Obras Apostólicas relacionadas com este c a m ­p o . " (Santa Inés, Perú, 1966, cap. III, no. 2).

Fizemos questáo de colocar o texto integral de Santa Inés por ver nele um excelente e potencializador comentario ao no. 15 e ao no. 16 da IM, além de ser urna voz antecessora e "profe-tica" do que viriam a ser, vinte anos depois, as "Orientacóes da Congregacáo para a Educagáo Católica". Poucos, ou quase nenhum documento de Igreja Latinoamericana, tém a lucidez e a atualidade de Santa Inés, táo tristemente desconhecido pela própria Igreja da A. Latina.

Medellín nada avancou em termos de formacáo para esta área. Insistiu na urgencia de preparacáo adequada de pessoal, "dada a importancia social dos meios e a escassez de pessoal qualificado para neles atuar (Medellín, MCS, Recomendacóes pastorais: 3.4; 3.5), e recomenda a preparacáo de assistentes eclesiásticos para obras apostólicas relacionadas a esse campo (3.7.1.). No entanto, nao tem urna só palavra sobre o ensino da CS nos Seminarios ou a formacáo dos futuros sacerdotes.

Puebla progrediu com relacáo a Medellín, desconhecendo, porém, o documento de Santa Inés. Puebla progrediu nao apenas na abordagem da CS nao se limitando aos MCS, como o fez Medellín, mas também porque explicitou o aspecto for-mativo dos "agentes de pastoral":

— "dentre as tarefas por realizar neste campo, dar prioridade á formacáo na comunicagáo social, tanto do público em geral, como dos agentes de pastoral em todos os níveis" (P 1081);

—"urge que a hierarquia e os agentes pastorais em geral conhecam, compreendam e experimenten! mais a fundo o fenómeno da comunicagáo social, a fim de que se adaptem as respostas pastorais a esta nova realidade e se integre a comu­n i c a d o na pastoral de conjunto". (P 1083);

342

— "a tarefa de formacáo no campo da comunicagáo é urna acáo prioritaria. Portanto, urge formar neste campo todos os agentes da evangelizacáo: para os aspirantes ao sacerdocio e a vida religiosa, é necessário que esta formacáo se integre aos programas de estudo e formacáo pastoral" (P 1085).

Nao faltou tamben ñas Conclusóes da Conferencia Episcopal de Puebla, urna palavra explícita sobre a comun icado viva na liturgia: "Procurar oferecer aos presidentes das celebracóes litúrgicas condicóes aptas para aprimorarem sua funcáo e conseguirem urna comunicado viva com a assembléia" (P 943). Se isso é dito dos atuais presidentes de celebracáo, ganha muito mais importancia ao se pensar na formacáo para comunicagáo viva dos "futuros presidentes".

V. CONCLUSÁO

O ensino da CS nos seminarios pode ser abordado pelo menos sob dois aspectos: aquele da prática, aquele dos documentos.

Hoje, temos na Igreja um bom acervo de recomendagóes em torno do tema, cujo valor pode ser discutido em sua abran-géncia, mas que é indiscutível em sua fundamentado e na urgencia que percebe a Igreja, bem como na necessidade de aceitar a desafio do mundo moderno das Comunicacóes. Hoje, existem linhas, hoje, é inegável, existem "recomen­dacóes e orientacóes", a nivel universal, a nivel continental, e, certamen te, a nivel nacional, ainda que escassas.

O problema se coloca quando se desee á prática dos docu­mentos, quando se analisa a praxis da comunicagáo na Igreja, e, no caso, da formacáo.

J á se percebem esforcos sistemáticos em alguns seminarios. Existem os cursos de tempos em tempos procurando preen-cher as lacunas. Mas, em sua globalidade, nao se pode verifi­car que já tenhamos a Comunicagáo Social como "parte inte-

343

Page 173: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

grante" na formacáo dos futuros sacerdotes, religiosos e religiosas. E as causas sao varias:

— a pouca consciéncia que tém na prática os responsáveis pela formacáo dos futuros sacerdotes; as vezes também a pouca consciéncia, na teoría, dos documentos e exigencias da Igreja, bem como o desconhecimento dos mesmos;

— a enorme dificuldade em encontrar "mestres e guias e professores" para esta área da formacáo. A especializagáo em CS é simplesmente nula entre os que se dedicam ao magis­terio em seminarios;

— a novidade imensa que representa este setor da "moderni-dade" e sua complexidade;

— urna certa mentalidade que duvida ainda do uso pastoral dos MCS capaz de entrar na acáo evangelizadora hoje, sobre-tudo tendo em vista urna opeáo preferencial pelos emprobre-cidos; há urna postura ideológica que dificulta muito na responsabilidade de assumir o desafio das comunicacóes s ociáis;

— a in-consciéncia da necessidade de investir nesse campo para formar. E urna área que exige recursos nao apenas para ter e manter os meios próprios, como para criar espacos nos meios náo-próprios e investir em gente que possa se capacitar para o trabalho da CS;

—- um amadorismo constante que marca a acáo dos agentes eclesiais no campo da comunicagáo, que leva a descrer da ne­cessidade de urna profissionalizacáo.

— e, para nao estender muito, urna mentalidade ainda subja-cente em muitos de que enfrentar o mundo dos mass media, dos meios tecnológicos, grupais ou nao, é correr risco na vocacáo sacerdotal, no esmero da vida interior.

Fique como "toque final" desta reflexáo, a própria palavra do mais atual e rico documento sobre o ensino da CS ñas casas de formacáo dos futuros sacerdotes: "Que um clero

344

bem formado possa servir eficazmente" todos os homens de boa vontade(...) no uso dos instrumentos da CS únicamente em beneficio da humanidade, cujo futuro depende cada dia mais do seu reto " u s o " ; além disso, num tempo em que o "Povo de Deus, com o olhar fixo no futuro, acompanha com imensa confianca e ardente amor as maravilhas que de máos cheias lhe promete a já iniciada época espacial", telemática ( IM24 ;CP 187).

E ai está Joáo Paulo II a nos pedir urna "nova evangelizacáo" também em seu método, também em seus meios.

345

Page 174: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

¿O Q U E FAZER

C O M O SENSO C R I T I C O ?

P. Pedro Gilberto Gomes, SJ/ Dr. Ismar de Oliveira Soares

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 175: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

¿O QUE FAZER

COM O SENSO CRITICO?

P. PEDRO GILBERTO GOMES, SJ/

Dr. ISMAR DE OLIVEIRA SOARES

Uniáo Crista Brasileira de Comunicacáo Social Brasil

A comemoracáo do 25o. aniversario do documento conciliar "ínter Mirifica" enseja-nos algumas reflexóes a respeito da problemática do senso crítico e sua formacáo.

A preocupicjáo pela educagáo dos receptores sempre esteve presente na acáo pastoral da Igreja. Portanto, "ínter Mirifica" nao poderia fugir á regra. Esta preocupacáo transparece nos números 9 e 10, quando se fala dos deveres dos usuarios, dos mocos e dos pais. Nestes números enfatiza-se a necessidade do discernimento frente as mensagens emitidas. Isto é, no uso dos beneficios dos Meios de Comunicacáo Social, as pessoas, com reta formacáo, devem saber eleger entre as diversas mensagens transmitidas aquela que melhor ajudar para o scu crescimento como pessoa.

A posicáo do "ínter mirifica" é precedida pelas idéias da encíclica "Miranda Prorsus" —ainda eivada de um raneo mo­ralista— e seguida por "Communio et Progressio", marcada por urna excessiva euforia com rela^áo aos meios.

Entretanto, a questáo fundamental, para o senso crítico, per­manece: o que fazer com ele? Como enfocá-lo de urna ma-neira atual no aqui e agora de nossa sociedade?

A Igreja, frente ao problema da comunicacáo e dos meios, possui tres posicóes confutantes, embora concomitantes:

349

Page 176: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

a) Condenacáo —com acento moralista;

b) deslumbramento — com acento na utilizacáo dos meios para passar a mensagem;

c) visáo crítica —com acento na comunicacáo como pro-cesso.

Conforme a posigáo que se adote frente á problemática da co­m u n i c o , será a compreensáo que se terácom relacáo ao senso crítico e o que fazer com ele.

Para quem se situar numa posicáo condenatoria frente aos meios, a formacáo do senso crítico terá uma característica muito especial. Principalmente porque haverá um acento su­mamente moralista, privilegiando-se a análise das mensagens. Nesse sentido, a grande preocupacáo será detectar, nos con-teúdos das mensagens, os desvíos moráis, as mensagens per-missivas para a vida das pessoas. Portanto, o objeto da análise será a violencia dos programas, perguntando-se pelo quanto de mal estáo causando. Os conflitos familiares, a influencia sobre o comportamento dos jovens e das criancas, cujas vidas sao invadidas pelos meios. Na mesma linha, criticar-se-á o uso e o abuso do sexo, do nu, da sensualidade como forma de pren­der a atendió dos usuarios. Abstrai-se do contexto social e se considera as mensagens como onipotentes na sua penetragáo junto ao público. Coerente com essa posicáo, a formacáo do senso vai se preocupar com julgamentos moráis dos progra­mas. Seráo fornecidas pautas de análise a partir de padróes moráis estabelecidos pelo sistema. Proliferam as "cotacóes" moráis de filmes e programas de televisáo, por exemplo. Isto é, classificam-se os espetáculos a partir de criterios moráis previamento estabelecidos.

Em contrapartida, uma pessoa situada numa visáo deslum­brante frente aos meios terá sua preocupacáo sensivelmente deslocada. Embora ainda permaneca a preocupac áo com a mensagem, os meios sao vistos como instrumentos adequados para a transmissáo da mensagem crista. Enfatiza-se as possibi-

350

lidades do uso que estes meios possibilitam para as pessoas interessadas em produzir mensagens edificantes de cunho evangélico. Nesta perspectiva, a educacáo do senso crítico limita-se a ensinar o manejo e o conhecimento da técnica do uso dos meios. Aprendido o uso, pode-se mudar as mensagens, transmitindo-se os verdadeiros valores.

A terceira posicáo afirma-se como mais crítica. Neste sentido, contempla-se a comunicacáo de maneira mais global. Muito mais importante que a crítica da mensagem —abstraída do seu contexto— e o aprendizado da técnica dos meios como se esta fosse neutra—, é a compreensáo da comunicacáo como um processo. Deste modo, com a educacáo para o senso crítico, procura-se detectar a estrutura que está por tras dos processos comunicacionais. Portanto, desvenda-se, com as pessoas, a maneira como a comunicacáo social é conduzida na sociedade atual. A identificacáo do autoritarismo e vertica-lismo na estrutura da comunicacáo permitirá identificar e desmascarar o autoritarismo que se dá nos processos de comunicacáo dentro do próprio grupo.

A análise do processo vai permitir a tomada da consciéncia de si por parte dos grupos envolvidos na análise dos meios de comunicacáo. A partir daí, poderáo criticar e julgar os pro­cessos comunicacionais dos grandes meios.

Ao situar-se nesta perspectiva, acontece um deslocamento do polo do emissor para o polo do receptor. Este último é privi­legiado como ponto de partida para os processos de educagáo do senso crítico. Nao mais se parte de principios pré-estabe-lecidos para julgar os meios, mas da maneira como os diversos grupos "consomem" os produtos da chamada "industria cultural". Portanto, o método é indutivo. Como a percepcáo é diferenciada —depende do lugar social em que se situam os receptores— distinta será a abordagem que se dará ao pro­blema dos meios.

Assim como os receptores estáo situados num lugar social específico —que condiciona a sua percepcáo— tamben os

351

Page 177: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

emissores possuem uma posigáo social que irá determinar Q tipo e a maneira da mensagem que iráo produzir.

Trabalhando-se a partir da comunicacao como processo, a educagáo deixa de ser "do senso cr í t ico", para ser "para a comunicagáo". Isso significa uma virada ideológica muito grande, pois supóe a aceitacáo que todos tém direito á comu­n i c a d o . Daí que o trabalho seja no sentido de identificar os diferentes lugares sociais —dos emissores e dos receptores -para que, tomada a consciéncia, assuma-se o direito de dizer a sua palavra na sociedade.

A educagáo para a comunicagáo envolve o reconhecimento que o processo comunicacional exige a interacáo de parceiros livres e com direitos iguais. Na análise do sistema de comuni­cagáo, tal como está hoje montado, adverte-se uma postura verticalista e autoritaria. Esta postura objetiva um polo do processo (o receptor) e o impede de dizer a sua palavra, de realizar comunicacao. O trabalho, mais que formado do senso crítico, concebe-se como "par te i ro" da palabra, desatador de amarras, desmascarador de pessoas caladas a forga. Nao se fala em nome de ninguém; nao se dá consciéncia crítica para ninguém. Entabula-se um processo criador de condigóes para que todos sejam emissores e receptores ao mesmo tempo.

Antes de julgar os meios, vive-se um processo de experiencia de comunicagáo. Identifica-se os desvíos comunicacionais vividos no interior do próprio grupo. Aos poucos, cora-preende-se como esses desvíos sao reflexos, causas e conse-qüéncias dos existentes na macro-estrutura de comunicagáo da sociedade.

Neste processo experimenta-se a possibilidade de tornar-se pessoa, livre e senhora de sua palavra. Ao mesmo tempo, vincula-se a luta pela palavra com todas as outras lutas exis­tentes nos movimentos sociais.

Falar em educagáo para a comunicacao, em lugar de for-magáo do senso crítico, é o grande avanzo que a América

352

Latina, através de inúmeros grupos, tem dado a compreen-sáo do problema a nivel global.

As diversas organizagóes envolvidas neste processo tém se encontrado para avangar teóricamente na explicitagáo da me­todología da educagáo para a comunicacao. Dois encontros realizados (em Santiago do Chile em 1985, eCuritiba—Brasil— em 1986) tiveram seus resultados publicados (1). O entontro de Curitiba produziu o que, talvez, seja a melhor compreen-sáo das entidades que trabalham neste campo, em termos de metodología. Nestes métodos encontram-se visóes de comu­n i c a d o e educagáo, compreensóes do conceito de educagáo e aprendizagem e técnicas para o uso e conhecimento dos meios (2).

Quando se sitúa nesta perspectiva, embora a mensagem nao seja privilegiada como ponto de partida, percebe-se que ela se transforma substancialmente ñas alternativas comunicacionais que se projetam. O novo nao está nesta mudanga, mas nela acontecer como conseqüéncia da compreensáo do processo comunicativo.

O trabalho no campo da educagáo para a comunicagáo de­semboca, quase necessariamente, na produgáo e na busca de alternativas comunicacionais. Alternativas que se impóem pela necessidade de quebrar a unidirecionalidade dos proces-sos de comunicagáo existentes.

E dentro desta perspectiva que se insere a missáo da Igreja na formagáo do senso crítico.

Todo trabalho eclesial, muito embora sem esquecer a análise dos meios e das mensagens, deve voltar-se para o privilegia-mento do polo do receptor. Trabalhar com as pessoas no sentido do fortalecer a sua consciéncia de pertenga a um grupo social concreto. Com isso, se poderá desenvolver uma conciencia crítica que, ao mesmo tempo em que julgará os MCS, ajudará compreender os processos comunicacionais dos próprios grupos.

353

Page 178: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

A celebraqáo do 25o. aniversario de "ínter Mirifica" ajudará a dar esta virada fundamental na compreensáo dos meios e da educacáo do senso crítico. Falar em educacáo para a comuni­cacáo implica em valorizar positivamente os meios e suas possibilidades. Por outro lado, implica reconhecer que estes meios nao sao neutros e estáo diretamente vinculados aos condicionamentos sociais (3) existentes. Deste modo, cele­brar nao significa canonizar o passado, mas compreendé-lo e superá-lo numa compreensáo mais adequada da relacáo dos meios com as pessoas na sociedade contemporánea.

A Igreja só poderá cumprir a sua missáo do senso crítico na medida em que situar-se na perspectiva de um processo mais global de comunicacáo e, desta maneira, discutir os seus próprios processos internos de comunicacáo social. Nao se preocupará, portanto, em "formar o senso crí t ico", mas em criar condicóes para que as pessoas exercam o seu direito a comunicacáo.

As organizacóes continentais de comunicacáo (Unda-Al, 0CIC-A1 e UCLAP) poderáo ajudar na realizacáo desta missáo eclesial (4). Seus diversos projetos situam-se no sentido de formacáo na e para a comunicacáo de nossas comunidades. Possibilitam, deste modo, um processo mais ampio de demo­cra t izado dentro e fora da Igreja. Pois, a educacáo para a comunicacáo é um trabalho integrado e, necessariamente, coletivo.

Por isso, a celebracáo de 25o. aniversario de "ínter Mirifica" torna-se um momento de tomada de consciéncia para um trabalho eclesial mais efetivo e mais participativo.

Deste modo, a questáo do que fazer com o senso crítico fica respondida quando nos damos conta de que se deseja um crescimento de consciéncia nos receptores dos meios de comu-nicáo social. Este crescimento de consciéncia vai expressar-se nao numa crítica de rejeigáo aos meios, ou no dominio da

354

técnica de uso destes mesmos meios, mas no julgamento e desvendamento dos processos comunicacionais que se dáo no interior da sociedade contemporánea. .

A própria Igreja, ao criar condicóes para que este crescimien-to de consciéncia aconteca, estará possibilitando a análise crítica de seus processos de comunicacáo.

Evidentemente este é um processo longo e supóe urna ca-minhada de construcáo conjunta. Como os níveis de cons­ciéncia nao sao iguais, supóe, outrossim, respeitar o estágio de cada grupo envolvido no processo de educacáo para a comu-cacáo. Portanto, na palavra de Paulo Freiré, deve-se assumir a ingenuidade do educando, caminhando com ele a partir do seu lugar. Nao se pode dar consciéncia crítica. Somente desencadear um processo que crie condicóes para o desenvol-vimento da consciéncia crítica.

Por isso mesmo, a educacáo para a comunicacáo social é mais ampia que urna análise dos meios. Mais ainda, ela nao se esgota em si mesma. Ao contrario, insere-se num processo maior de educacáo popular, vinculándose com os demais movimentos sociais que buscam urna libertacáo integral, lutan-do por transformacóes sociais.

O senso crítico, neste sentido, cria condicóes para a com­preensáo do processo social e socializa as ferramentas para atuar na transformacáo deste processo. Portanto, torna-se fundamental partir do lugar social das pessoas envolvidas no processo. Neste processo, algumas premissas sao levantadas. Estas premissas foram tematizadas pela Uniáo Crista Brasi-leira de Comunicacáo Social no seu projeto de leitura Crítica.

Em primeiro lugar, deve-se trabalhar na explicitacáo dos va­lores afirmados pelo grupo envolvido no processo de leitura crítica. Isto é, procura-se detectar quais os valores que o grupo afirma, objetivando a consciéncia de si e a consciéncia de grupo. A determinacáo destes valores aparecerá a partir da

355

Page 179: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

colocacáo daquilo que agrada ou desagrada o grupo num de­terminado produto cultural. A partir das respostas dos grupos, pode-se trabalhar explorando as contradiques nos gostos dos diversos sub-grupos, determinando-se os valores por eles afirmados.

Em segundo lugar, relaciona-se os valores dos grupos com os valores que os meios de comunicacáo afirmam. Este relacio-namento pode ser feito com o grupo detectando os valores que sao passados através de determinado produto cultural e posicionando-se frente a eles.

Por último, os grupos estáo em condigóes de penetrar mais o fundo nos mecanismos de producáo da industria cultural.

Neste estágio, tomam conhecimento com as técnicas de pro­ducto da fic^áo, da informa^áo e de entretenimento. Através de perguntas trabalhadas em grupos menores, os envolvidos num curso de educacjáo para a comunicacáo fazem a análise da narrativa ficcional, informativa e de entretenimiento.

O fundamental em todos os momentos do processo é a inte-racáo entre os participantes e o clima de busca común. Por isso, o método é indutivo, sendo que o animador de um curso exerce o papel de dinamizador dos trabalhos, explicitador de momentos. Jamáis se posicionará como um professor univer­sitario, transmissor de conhecimentos académicos. Eventual-mente, o coordenador deverá usar o método dedutivo para passar informacóes que nao sao do conhecimento do grupo.

O trabalho na linha do desenvolvimento da consciéncia críti­ca envolve, por tan te , aglutinar as pessoas em torno de pro-cessos comunicacionais transformadores da realidade social.

Assim, o que fazer com o senso crítico torna-se claro: propi­ciar condicóes para que as pessoas exercam o seu direito á comunicacáo, tornando-se agentes de sua historia e transfor­madoras da situacáo social injusta na qual vivem.

356

NOTAS

1. Os resultados do "Primeiro Encontró Latino-americano de Edu-cacáo para a Televisáo", realizado em Santiago do Chile em 1985, foram publicados por: FUENZALIDA, Valerio (Edit.) Educación para la comunicación televisiva. Santiago: CENECA, 1986.

Por sua vez, os resultados do segundo encontró, realizado em Curi-tiba, Brasil, 1986, foram publicados em:

GOMES, Pedro Gilberto. Leitura Crítica da Comunicacáo: do Emissor ao Receptor. LCC CADERNOS (Sao Paulo: UCBC) no. 1, maio/1987.

Os anais completos deste encontró estáo sendo publicados pela Uniáo Crista Brasileira de Comunicacáo Social (UCBC). Nele podem sem encontradas as experiencias dsenvolvidas pelas diversas entidades no continente.

2. Como as entidades entendem os seus pontos comuns encontra-se no: DOCUMENTO DE CURITIBA. GOMES, op. cit.

3. Cf. Puebla.no. 1067.

4. Estas tres organizares católicas de comunicacáo, depois de suas Assembléias continentais, em Quito, 1987, decidiram realizar um plano comum de acáo para a pastoral da comunicacáo na América Latina. Para agiliazar este plano, organizaran! um Secretariado Con-

t junto, com tres secretarios executivos, com sede em Quito, Equador.

O trabalho das organizacóes é realizado em estreito contato com os episcopados nacionais latino-americanos.

357

Page 180: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

PERCEPCIÓN CRITICA DE LA

COMUNICACIÓN MASIVA

EN AMERICA LATINA

RECUENTO Y TAREAS

PENDIENTES

P. Pedro Briseño Chávez

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 181: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

PERCEPCIÓN CRITICA DE LA COMUNICACIÓN MASIVA

EN AMERICA LATINA RECUENTO Y TAREAS PENDIENTES

P. PEDRO BRISEÑO CHA VEZ

DECOS-CELAM

"La palabra masa tiene un uso más connotativo que denotativo. A veces se la opone a la élite personalizada, reduciéndola a un conjunto anónimo y pasivo; otras veces se le reconocen cualidades, paradójicamente, propias de la per­sonalidad individual Lo cierto es que para los teóricos de la Comunicación, este acercamiento a las masas les permite reubicar y redefinir los usos de los llamados medios masivos de comu­nicación. Nuevas relaciones y dialécticas se des­cubren; se comienza a hablar de los usos masivos de lo popular y de los usos populares de lo ma­

sivo".

J a i m e Rubio Ángulo

LA PROMOCIÓN DEL SENTIDO CRITICO COMO DEMAGOGIA INTELECTUAL

Hay quienes tienen autoconciencia de estar por encima del común de la plebe, sea por privilegios educativos, sociales o vocacionales, y entre ellos suele ser corriente el desprecio hacia la comunicación masiva: les parece vulgar, enajenante y peligrosa. Pero no siempre saben explicar por qué. De hecho, esta manera de enjuiciar la comunicación masiva es muchas veces acrítica y compulsiva: no procede de un análisis integral y permanente sino de dictámenes verticalistas y apresurados que tienen su origen en cúpulas intelectuales o en élites mani-queístas para quienes todo lo popular está contaminado irre­mediablemente de negatividad y contracultura.

361

Page 182: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Aun intelectuales europeos tan revolucionarios como Carlos Marx se han manifestado visceralmente enemigos de la plebe y de toda la vulgaridad que tiene que ver con ella. Aludiendo a las clases bajas de la sociedad europea de su tiempo, el ideó­logo alemán exclama a coro con Federico Engels en su Mani­fiesto comunista: "El 'lumpen-proletariado', esa podredumbre pasiva de las capas más bajas de la vieja sociedad, se verá arrastrado en parte al movimiento por una revolución prole­taria, aunque todas sus condiciones de vida lo hagan más pro­picio a dejarse comprar como instrumento de manejos reac­cionarios" (o. c , Ed. Suramérica. Bogotá. 1960. Pág. 33).

La vida del pueblo, no en el sentido que le dan los mesiánicos populistas, sino en el único sentido que tiene la palabra "pue­b lo" en nuestra realidad social: pueblo-masa... La vida de este pueblo, no sólo es — ¡con razón!— denunciada en lo que con­tiene de expoliación e injusticia social, sino que es despreciada como "in-válida", como incapaz de producir o identificarse con verdaderos valores.

Según el italiano Antonio Gramsci, en su Introducción a la filosofía de la praxis: "El elemento popular 'siente', pero no siempre comprende o sabe; el elemento intelectual 'sabe', pero no siempre comprende y, sobre todo, no siempre 'siente'. Los dos extremos son, pues, la pedantería y el filisteísmo por un lado, y la pasión ciega y el sectarismo por otro". . .

Por eso es que la comunicación vulgar que aprueba el pueblo al sintonizarla en sus antenas de radio o TV, o al adquirirla y leerla en sus pasquines... no sólo es impugnada sino que produce horror y reacciones de consciencia en las mentes mas ilustradas y en los espíritus mejor formados: tal vez por eso hay que educar el sentido crítico del pueblo: porque lo que ve, oye y lee es porquería, y es preciso sacarlo del fango para que pueda defenderse de los enemigos que le acechan por todos lados en forma de ondas hertzianas, papeles impresos o imágenes y sonidos que no dejan nada provechoso en la men­te de la plebe.

362

La predicación de valores por nuestra parte en medio de un mundo en que las mayorías del pueblo están sumidas en la inconsciencia, la enajenación y la perversión, implica que nosotros sí estamos a salvo; porque hemos adquirido la sabi­duría muy a tiempo. Pero ¡cuántas veces la conciencia de esta sabiduría es al mismo tiempo conciencia de superiori­dad!.. O mejor dicho: "complejo de superioridad", pues a menudo pensamos y actuamos con la convicción fanática de nuestra lucidez que está muy por encima de la confusión y superficialidad de las masas.

COARTADAS TEÓRICAS DE LA AVERSIÓN A LA COMUNICACIÓN MASIVA

Muy a menudo hemos comprendido la formación del sentido crítico de los receptores de la comunicación masiva como un asunto de la ética social. Y esto nos ha hecho plantear la rela­ción del público con los medios como un debate entre la maldad y la bondad. Con la trascendencia y seriedad que tiene este argumento, no representa sino apenas un aspecto de un asunto más complejo y que involucra un trabajo inter­disciplinario, difícil de predecir: "El análisis de medios no es un instrumento científico cerrado y autosuficiente sino que más bien se trata de un método abierto e interdisciplinario" (Casasús, Josep María. Ideología y análisis de medios de comunicación. Mitre. Barcelona. 1985. Pág. 26).

Tampoco es suficiente examinar dicha relación público-medios como reflejo de las contradicciones sociales que producen un inevitable y cíclico enfrentamiento entre opresores y oprimi­dos. Tal esquema en realidad es una versión más del simplis­mo maniqueo según el cual el mundo se divide en malos y buenos, poniendo a resguardo que siempre y en todo caso "nosotros" (los sustentadores de la tesis) somos los buenos.

Una versión más del espíritu apocalíptico ante la arrasadora avalancha de antenas sobre los techos de las casas, sobre todo las más humildes, es la que ofrecen los "paleontólogos socia-

363

Page 183: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

les", que viven gimiendo por un pasado en que la televisión no interrumpía los diálogos familiares. ¡La nostalgia también puede ser un argumento para convertirnos en enemigos de los medios de comunicación social!

EL MÉTODO CRITICO DE LA AUTOCRÍTICA

Si queremos ser razonables y verdaderamente críticos en lo que atañe a la comunicación masiva no podemos plantearlas cosas como un enfrentamiento en que hay víctimas y canallas. Ni podemos apostar nuestra actitud crítica a un método de­terminado: sea éste la lectura ideológica, el análisis de conte­nido, la semiología, etc.

Los métodos son herramientas que pueden volverse contra nosotros si no las usamos en la conciencia de su propia natu­raleza: creaturas nuestras, falibles y limitadas. Ningún méto­do tiene valor absoluto, pero sí la capacidad de poner al des­cubierto los dos términos de la relación: el origen y el fin. Los métodos, o caminos para la educación del sentido crítico, no sólo nos llevan al desenmascaramiento del objeto, o fin del método, sino que ponen al descubierto al sujeto, u origen del método.

Elegimos determinado método no sólo porque nos parece adecuado para explicarla realidad externa sino porque encaja con nuestra realidad interna, con nuestro mundo mental que, sin duda, también es criticable, es decir, susceptible de ser sometido ajuicio y evaluación.

El mejor de los métodos para la formación del sentido crítico sería, en este sentido, el que en todo momento desarrolle al mismo tiempo la crítica y la autocrítica. Sin fanatismo. Sin absolutizaciones. Que sepa y pueda abordar el amplísimo margen que va del génesis al apocalipsis. Hay quienes, en el espíritu de la criticidad, han acabado por desempeñarse en el fondo de la tragedia: todo sonido les parece galope de los jinetes apocalípticos, toda imagen les resulta representación

364

del fiero dragón que anuncia el cataclismo final. Los medios de comunicación social serían en sí mismos profetas del de­sastre cultural, agentes de catástrofe, erosión de las buenas costumbres, malévolas radiaciones contaminantes que pro­yectan hacia la eternidad los peores males sobre la ignorante y manipulable multitud de consumidores.

CREATIVIDAD VS. CREATIVIDAD

Pero el ámbito de la comunicación social no siempre tiene que ver de inmediato con el apocalipsis: es, primeramente, un lugar de "génesis": un nido de constantes gestaciones. La co­municación masiva, pese a todo, refleja la capacidad creativa de la humanidad contemporánea. Lo que vemos, lo que oímos, lo que leemos, lo que conocemos a través de los medios de comunicación social, es lo que están creando los guionistas, los escritores, los compositores de nuestro tiempo. Gente común y corriente, como nosotros, que falla y acierta, que es brillante en ciertas cosas y mediocre en otras. Los medios de comunicación social no son operados por seres extraterrestres, ni por gente malvada que planea la destrucción de nuestros valores éticos y sociales. Son operados por gente de gran fan­tasía que acomoda su talento no sólo a los intereses de quie­nes los contratan, sino también a las condiciones que imponen los propios medios de comunicación social.

Tal vez diríamos, nosotros los críticos, los de mente clara y limpia, los que no tenemos componendas con los poderes ocultos tras las cámaras y los micrófonos, podríamos hacerlo mejor... Sin embargo, hemos visto eminentes intelectuales hacer el ridículo en la pantalla, producir bostezos y aburri­miento. Los críticos no suelen ser buenos productores ni excelentes comunicadores sociales. Las producciones educati­vas y "culturales" son por antonomasia las menos atractivas y cautivantes. Parece, desde luego, haber explicaciones a seme­jante deformación: el público, las masas, los pobres consumi­dores, están gravemente alienados por la comunicación masi­va; ya son incapaces de apreciar el arte y la "cul tura"; la

365

Page 184: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

vulgaridad los ha atrapado sin remedio y por eso rechazan las cosas buenas, educativas, nobles y sublimes que les presenta la comunicación "cultural".

Heráclito se quejaba de la siguiente manera: "¿Por qué queréis arrastrarme a todas partes oh ignorantes? Yo no he escrito para vosotros, sino para quien pueda comprenderme. Para mí, uno vale por cien mil, y nada la mult i tud". Más re­cientemente, Bruno Bauer escribía: "El peor testimonio en favor de una obra es el entusiasmo con que la masa la recibe... Todas las grandes empresas de la historia han sido hasta ahora fundamentalmente frustradas y privadas de éxito efectivo porque la masa se ha interesado y entusiasmado con ellas... El espíritu sabe ahora dónde buscar a su adversario único: en las frases, en las autoilusiones, en la falta de nervio de las masas".

En honor a la verdad, hay que examinar si esto es así: los disidentes de la comunicación masiva no han logrado crear un estilo convincente de comunicación popular... y entonces echan la culpa a las masas, displiscentes y bobas. O bien car­gan contra los malignos operadores de los medios, por oficio pervertidores del pueblo.

EL ARTE DE DEJAR LAS COSAS COMO ESTÁN

En estas circunstancias ha hecho su aparición la así llamada "comunicación alternativa", que pretende ser la única res­puesta válida de la conciencia crítica a las deficiencias, erro­res y peligros de la comunicación masiva tal como hoy la conocemos en nuestra sociedad.

No deja de haber, sin embargo, una extraña confusión, pues la tal "comunicación alternativa", según el sentido que le dan sus promotores "oficiales", no es en realidad una "alternati­va" (como lapoes íano es una "alternativa" respecto al tratado de biología, ni la bicicleta frente al avión: son cosas totalmen­te distintas entre sí, con sus propias leyes y consecuencias). La así llamada "comunicación alternativa" es una técnica de

366

relaciones interpersonales a pequeña escala, que en sí misma no tiene nada que ver con los recursos, los códigos y las con­venciones de la comunicación masiva.

"Fernando Reyes Matta afirma que es necesario aceptar que las definiciones de comunicación alternativa son aún poco claras: aquí se asume que las nociones de comunicación mar­ginal, comunicación grupal, comunicación popular o comuni­cación horizontal, son enmarcados en la dimensión más amplia de lo alternativo". (Mar de Fontcuberta y J . L. Gómez Mom-part. Alternativas en comunicación. Mitre. Barcelona. 1983. Pág. 21).

Cuando uno habla de una "alternativa" se refiere a poder escoger entre una u otra cosa susceptible de comparación: no es así entre los "medios grupales" (postulados por la "comu­nicación alternativa") y los "medios masivos"; ambos existen por su cuenta y ofrecen sus propias posibilidades.

Para poder hablar de una alternativa real en el ámbito de la comunicación social es preciso conservarse dentro del "medio": una alternativa a cierto canal o programa de televisión es " o t r o " canal o programa de televisión; una alternativa a cierta revista es "o t r a" revista. Una alternativa a cierta manera de manejar los medios masivos es "o t ra" manera de emplearlos.

Una cosa es sembrar flores en pequeños invernaderos y otra cultivar enormes plantíos que sólo pueden ser atendidos con aparatosas y caras maquinarias.

Los artesanos de la "comunicación alternativa" han desarro­llado hasta la sofisticación el arte de atender pequeños huer­tos. Pero no siempre tienen la misma habilidad para operar con eficacia los grandes aparatos de la siembra en gran escala:

"Hasta ahora hemos sido incapaces de enfocar la comunica­ción masiva al margen de la alta tecnología, lo que desde luego va aparejado a un concepto 'autoritario' de la comuni-

367

Page 185: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

cación, dado que los que detentan el poder tecnológico son los habilitados para transmitir los mensajes. En un proceso revolucionario se trata de desmitificar este concepto de colo­nización de una clase por la otra invirtiendo los términos autoritaristas (...). El mensaje ya no se impone desde arriba, sino que el pueblo mismo es el generador y el actor de los mensajes que le son destinados (...). De hecho las células de información son también los únicos centros-verdaderos em­briones de poder popular" (Armand Mattelart. "Lucha de clases, cultura socialista y medios de comunicación". Cuader­nos de la Realidad Nacional. Núm. 8. Santiago de Chile. 1971. Pp. 179-180).

Por otra parte, es cierto que tanto en jardines domésticos como en grandes extensiones labrantías se puede cultivar flores y hongos venenosos, legumbres y estupefacientes, fru­tales y cardos.

Quienes han optado por la "comunicación alternativa" cre­yendo que en sus pequeños cotos sí les es posible crear la maravilla de la comunicación perfecta, liberadora, dialógica, participativa y democrática, muy a menudo rechazan y des­califican la "o t ra" comunicación: la de los grandes medios, la apabullante y despersonalizadora, la masificante y destructo­ra de los valores: la que ellos vinculan con la así llamada "industria cultural".

Pero el hecho es que este desprecio hacia los grandes medios constituye una traición a la criticidad, y a las masas del pue­blo a las que pretendía "salvar"... No conocemos "comuni-cadores alternativos" escribiendo telenovelas o componiendo temas musicales que por competitividad logren imponerse sobre las canciones alienantes comerciales. Y no es por falta de talento: es admirable el genio y el buen sentido comunica­tivo que se produce en las experiencias "alternativas". Pero sus magníficos resultados quedan siempre ahí: en el gozo de unos cuantos que muchas veces frente a los medios masivos no demuestran sino un rechazo preñado de visceralidad.

368

Los "comunicadores alternativos" han dejado que las cosas sigan como están en el ámbito de los grandes medios: mien­tras ellos se dedican al cultivo de invernaderos los siniestros genios de la enajenación siguen haciendo de las suyas a través de los poderosos trasmisores y de las rotativas devoradoras de papel.

Los "comunicadores alternativos" han claudicado ante el reto de los grandes medios con sus satélites insomnes y sus ondas electromagnéticas que rompen la intimidad, dejándolos en manos de los enemigos de la cultura, de la verdad y del bien, para ellos dedicarse a las exquisitas y fáciles satisfacciones de la estimulación grupal.

SOBRE LA BASE DE UN PREJUICIO

Y todo esto por un esquema ideológico: la "comunicación alternativa" tal como se ha diseminado por el continente está basada en un prejuicio procedente del viejo análisis europeo de las relaciones de opresión entre los dueños de los medios de producción y las masas del pueblo. Dicho esquema, aplicado a los medios de comunicación social asimila los instrumen­tos a sus dueños: como éstos son "perversos opresores" aque­llos también lo son, por lo tanto hay que denunciarlos y crear una comunicación distinta, una "comunicación alternativa", que no tenga nada que ver con las características malsanas de los grandes medios.

Y éstos siguen ahí, desarrollándose y sofisticándose hasta lo inverosímil, cada vez más cercanos a las masas en virtud de su envolvente expansión tecnológica y paradójicamente cada vez más lejanos a la comprensión y a su acceso instrumental por parte de los "comunicadores alternativos" que son los únicos que podrían proteger a las masas de la enajenación y males afines.

No podemos negar que los medios masivos son ingeniosos artefactos producidos por la ciencia humana. Ni podemos

369

Page 186: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

negar que desbordan los limitados alcances naturales del ser humano: McLuhan les llama "extensiones". Tampoco pode­mos negar que estos instrumentos son equívocamente llama­dos "medios de comunicación social", pues su naturaleza es simplemente mecánica y hasta que no sean dotados de inten­cionalidad y hasta que ésta no sea evaluada, sólo pueden ser identificados como "medios para la comunicación social". El que cumplan o no las condiciones de su naturaleza es un asunto que puede establecerse sólo a posteriorLHay muchas maneras de manejarlos produciendo "incomunicación" en vez de "comunicación". Y esto no sólo en cuanto a los conceptos o ideas, que pueden ser más o menos compartidas o compren­didas por el público. Sino, en primer lugar, en cuanto a los elementos concretos y a las características de producción de los instrumentos mencionados.

TRES CORRIENTES DE ANÁLISIS DE LA COMUNICACIÓN MASIVA

Desde la década de los treinta, se han desarrollado en el mun­do tres grandes corrientes que agrupan prácticamente a todos los métodos para el análisis de la comunicación masiva: las tres son exógenas al continente latinoamericano y sin embar­go se han aplicado aquí, muchas veces sin la adaptación sufi­ciente a nuestra realidad, o sin el discernimiento debido. Se­guimos siendo en muchos casos tributarios excesivamente dóciles a la intelectualidad europea o norteamericana.

La primera corriente tuvo su máximorepresentante en Bernard Berelson, que desarrolló el Análisis de Contenido (Contení Analysis), como "una técnica de investigación para la descrip­ción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido mani­fiesto de las comunicaciones". Al nombre de Berelson se aso­cian los de Lasswell, Schramm, Lazarsfeld, Katz, Klapper; cada uno desde luego con sus aportes y peculiaridades, pero siempre con una fijación por los aspectos cuantitativos de la comunicación masiva, a la que someten a criba de guarismos

370

y cálculos para sacar conclusiones presuntamente válidas a nivel universal.

Muchas escuelas de periodismo y facultades de comunica­ción social en nuestro continente siguen enseñando los esque­mas del Análisis de Contenido no como un capítulo de la historia y de la sociología de los medios que conviene cono­cer, sino como una herramienta indiscriminadamente aplicable a cualquier realidad. El desfase que se produce es semejante al que reflejan los comunicadores que dan por universales ciertas encuestas o estadísticas realizadas en el ámbito nortea­mericano o europeo.

La segunda corriente de análisis de la comunicación masiva engloba los trabajos de los lingüistas y semiólogos, entre los cuales indudablemente destacan Ferdinand de Saussure, Roland Barthes, Charles Pierce, Umberto Eco, Morris y Tzvetan Todorov. En la atmósfera latinoamericana la semio­logía ha tenido su más alto representante en el argentino Eliseo Verón.

Hoy día no hay estudioso o crítico que se respete que haga caso omiso de los hallazgos de la semiótica. Veamos, sin em­bargo, la observación que hace el doctor Luis E. Proaño, direc­tor de CIESPAL:

"La semiótica se enredó en un exceso de terminología y me­todología que muchas veces terminaba en la acumulación de datos sin posibilidad de una aplicación concreta y válida, error no imputable a sus inventores" (Chasqui, No. 15. 1985. Quito. Pág. 3).

Y Miquel de Moragas, el conocido autor de Sociología de la comunicación de masas, impugna el "exacerbamiento de la terminología esotérica y críptica que ha distinguido a los semióticos en los últimos años" (Chasqui No. 15. CIESPAL. Quito. 1985. Pág. 34), cerrando de esta manera al público

371

Page 187: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

común y corriente el acceso a los conceptos semiológicos.» y por lo tanto a la posibilidad de una interpretación popular de los mensajes.

La tercera y última corriente contemporánea, a la que se han inscrito numerosos especialistas latinoamericanos o europeos que se han radicado en el continente es la lectura ideológica, que busca fundamentalmente denunciar las enajenaciones existentes en la comunicación masiva y la tensión social entre opresores y oprimidos que refleja en la propiedad y el uso de los medios de comunicación social las contradicciones de la estructura social.

LA HEGEMONÍA DEL MÉTODO

Si bien esta corriente se manifiesta hoy día en América Lati­na como la más progresista y aplaudida sobre todo por los fieles de la "comunicación alternativa", sus cerebros principa­les se encuentran en fase de examen de conciencia:

Ariel Dorfmann, quien en 1970 publicó junto con Armand Mattelart, un libro que se hizo "best seller" en su momento (Para leer el Pato Donald), recapacita de la siguiente manera: "Tengo la impresión en general de que la lectura crítica se ha quedado aparte de los procesos sociales... Creo que en gran medida la lectura crítica de los mensajes se tiene que hacer en forma menos intelectual y más en la construcción alterna­tiva del mensaje mismo; es decir que el mejor modo de criticar el mensaje dominante es crear un mensaje liberador" (Chas­qui No. 15. CIESPAL. Quito 1985. Pág. 13).

Cuando Dorfmann habla de una "construcción alternativa" quizá no está pensando en la "comunicación alternativa" tal como la entienden quienes han secuestrado el concepto como si fuera incompatible con los grandes medios de comunica­ción social, sino que plantea el reto que tienen quienes desean comprometerse en una verdadera comunicación alternativa en el campo mismo de los grandes medios. Critica la expansión

372

indiscriminada y estéril (¿izante?) del método de lectura ideológica en las escuelas de comunicación, en un párrafo que conviene leer y releer detenidamente:

"Por lo que yo he visto al parecer se utiliza bastante la lectura crítica en las carreras de comunicación, por lo que he podido ver en algunos congresos, en algunas visitas a universidades latinoamericanas. Yo pienso que este uso sirve mucho no sólo para las carreras de comunicación, sino para todo estudiante universitario. El problema es si termina siendo una especie de ejercicio intelectual en el vacío. Yo creo que no sirve para nada, pues debería por el contrario estar relacionado con tareas reales de cambios sociales, de posibilidades reales de cambios de mensajes, es decir una carrera de comunicación que está dedicada a producir expertos en comunicar, pero que no saben ellos mismos comunicar, que no están relaciona­dos con la prensa, con la radio, con la televisión, que no están metidos en la realidad de la comunicación alternativa diaria; yo creo que para esa gente aprender a leer críticamente no tiene en efecto ninguna importancia" (Chasqui No. 15. CIES­PAL. Quito. 1985. Págs. 10-11).

Por otra parte, el ya mencionado doctor Proaño aporta su punto de vista al examen general de conciencia que se está haciendo en el campo de los analistas de la ideología en los Medios: "La lectura ideológica cayó en un fácil denuncismo, en la manipulación de textos con el descuido del con tex to" (o. c , pág. 3).

LA NEUTRALIDAD DE LOS MEDIOS

Es en la matriz de la lectura ideológica donde se ha gestado la así llamada "comunicación alternativa", que ha terminado reflejando, a su vez, paradójicamente, una postura ideológica y en muchos aspectos maniquea, por la descalificación abso­lutista que se hace de los medios masivos de comunicación y la exaltación apriorística de los medios grupales, que serían

373

Page 188: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

entonces el precioso invernadero donde — ¡allí sí!— brotan como fragantes flores la participación, la democracia y el diálogo. Se plantea de esta manera una dicotomía que no tiene razón de ser: no hay oposición natural entre medios masivos y medios grupales. Sí la puede haber, en cambio, entre los sujetos de la comunicación: oposición más o menos irreconciliable por motivos precisamente de ideología: son estos sujetos los que impregnan de ideología tanto a los medios masivos como a los medios grupales. Cada cual según sus posi­bilidades de apropiación. Lo cual significa que no hay medios de comunicación —ni masivos ni grupales— que sean por sí mismo liberadores como no los hay que sean por sí mismos enajenantes.

José Marques de Meló, en una ponencia suya publicada en el libro Comunicacao e Consciencia Crítica (Edicoes Loyola. Sao Paulo 1979. Pág. 84), proclama el principio de laneutra-lidad de los medios de comunicación masiva:

"La realidad. Atribuir a la televisión muchos de nuestros ma­les sociales o culturales es pretender confundir las causas con los efectos. Todo eso que ocurre en nuestra TV no pasa de ser subproducto de una causa mayor: la estructura de nuestra realidad. Y, aquí, proclamamos la neutralidad de la TV, como la de los demás medios de comunicación de masas. La tele­visión es un simple instrumento, manipulado según los deseos e intenciones de quienes detentan el poder, en cualquier sociedad. Luego, nuestra TV es mero síntoma de los caminos escogidos por quienes conducen los destinos de nuestro pa í s " (Marques de Meló, José. "Televisión: chivo expiatorio", O . c ) .

Los medios de comunicación de masas existen y actúan en nuestra realidad socio-histórica. Ninguna de las tres corrientes que se han originado en Europa y Estados Unidos para el análisis de la comunicación masiva responde plenamente a esta realidad: ninguna ha podido ofrecer al pueblo un método accesible y adecuado para obtener una actitud crítica frente a los medios de comunicación.

374

¿Tendremos los latinoamericanos la creatividad y la inteli­gencia necesarias para emprender con nuestros propios recur­sos teóricos y prácticos un camino para la formación del sen­tido crítico sin pagar servidumbre a teorías exógenas?

VARIEDAD PARA ESCOGER

Diversas experiencias, más o menos serias y sólidas, se han ido desarrollando en América Latina en cuanto a la formación del sentido crítico del público de los medios masivos. Algunas han apuntado más al ámbito escolar; otras se han identificado con la práctica concientizadora de la comunicación grupal; unas se han concentrado en cierto medio de comunicación social planteando hipótesis "sectoriales" de lectura crítica; otras más han surgido como convocatorias de "resistencia familiar o social" ante presuntas perversiones significadas en los medios masivos.

De todas estas experiencias sin duda es posible aprender mucho y escoger lo que más convenga. Lo interesante es que muy a menudo las experiencias más claras, accesibles y efica­ces no tienen nada que ver con las sofisticadas y complejas teorías académicas.

El doctor Proaño señala que "en una búsqueda dispersa y todavía no sistematizada se encuentran múltiples logros de las universidades y organizaciones de base popular, que han desarrollado métodos originales e imaginativos y que han sur­gido de la práctica cotidiana, al margen del aporte académico o científico" (O. c , Pág. 3).

Lo cierto es que la "comunicación alternativa", como res­puesta crítica a la comunicación social, así como praxis de comunicación popular, democrática, participativa y dialógica, es una tarea pendiente. No han respondido a ella quienes secuestraron el concepto: el espíritu crítico en el ámbito de las comunicaciones masivas no puede producir desprecio a los medios masivos, pues el desprecio no es una experiencia críti-

375

Page 189: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ca sino emocional. La criticidad produce, tal vez, indignación, pero no una indignación estéril y denuncista, sino comprome­tida con el cambio. Ciertamente no un cambio como el que imaginaron los anacoretas, que por el hecho de haber deser­tado de la sociedad creyeron mejorar al mundo.

No se mejora la praxis de la comunicación masiva claudican­do de la comunicación masiva, sino compitiendo en el propio terreno y con las propias armas de la comunicación masiva (Cfr. Reyes Matta, Fernando. "La comunicación transnacio­nal y la respuesta alternativa", en Comunicación alternativa y cambio social. América Latina. Págs. 103-105). Sólo enton­ces podríamos comenzar a hablar de "Comunicación alterna­tiva": cuando podamos sintonizar canales de televisión o de radio que son expresión de participación popular; cuando veamos noticieros hechos por comunicadores que verdadera­mente comprenden y practican el principio de la subsidiarie-dad informativa; cuando existan telenovelas, programas de acción, revistas musicales, que expresen y enriquezcan la cultura popular; cuando las comunidades se decidan a inver­tir en sus propios periódicos profesionales y en sus propias emisoras y productoras de cine, radio y TV. En tanto esto no suceda, la verdadera "comunicación alternativa" seguirá sin existir: apenas en el proyecto de quienes creemos decidi­damente en la validez y operatividad de la formación del sen­tido crítico del público consumidor.

376

COMUNICACIÓN POPULAR

VOZ A LOS QUE NO LA TIENEN

Amparo Beltrán

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 190: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

COMUNICACIÓN POPULAR

VOZ A LOS QUE NO LA TIENEN

AMPARO BELTRAN

Centro Popular para América Latina de Comunicación Colombia

Agradecemos al Departamento de Comunicación Social del CELAM haya querido tener en cuenta la comunicación popu­lar en la conmemoración de los 25 años de la " ínter Mirifica". Aunque nuestra experiencia es muy sencilla la queremos com­partir como una forma de "Evangelizar a los pobres, de predi­car a los cautivos la liberación, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos" (Le. 4, 18), desde los medios de comunicación grupales o populares como son reconocidos en los números 1078 y 1090 de Puebla.

Í.MARCO HISTÓRICO

En 1978 un grupo de personas, sensibles a los problemas de los pobres en nuestro continente y al mismo tiempo especia­lizados en medios de comunicación social, resuelve fundar el Centro Popular para América Latina de Comunicación (CEPALC), con la finalidad de que las comunidades de base y los sectores populares tuvieran sus propios medios de comuni­cación y asi no sólo "ser voz de los que no la t ienen" sino devolverles la voz para que recuperen su dignidad, libertad y expresión.

Muchas causas motivaron el nacimiento del Centro: el mo­mento histórico que estaba viviendo América Latina. El pue­blo de Dios organizado estaba despertando su conciencia sobre

379

Page 191: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

su propia y difícil realidad. En este despertar de la conciencia popular influyeron notablemente los documentos de Medellín y Puebla, y el nacimiento y desarrollo de las nuevas corrientes teológicas de América Latina.

El pueblo organizado empieza a afirmar su dignidad, a exigir respeto, a defender sus derechos. Dentro de estas exigencias se da la de capacitarse en medios de comunicación que estén a su alcance técnico y económico. Por eso podemos decir que CEPALC nace como respuesta a esa necesidad popular, ilumi­nada principalmente por el evangelio pero también por los varios documentos promulgados por la Iglesia referentes a los medios de comunicación social, como lo veremos detallada­mente en el marco teórico-doctrinal.

Tomar impulso le emplea tres años a CEPALC. Las dificulta­des económicas son muy sentidas. En un trabajo exclusiva­mente con los pobres, de ellos no se puede esperar remune­ración. Pero gracias al obispo belga Jan Van Cauwelaert, quien nos descubre en una investigación que estaba realizan­do sobre nuevos ministerios en la Iglesia, le impresiona nues­tro trabajo y nuestro objetivo de "devolver la voz a los que no la t ienen" y nos promete ayuda. Efectivamente, por él conseguimos la sede, la infraestructura para organizar los talleres técnicos y el funcionamiento de tres años. Luego el episcopado canadiense y la Iglesia de la Reforma de Alemania nos han seguido apoyando.

Solucionados los problemas básicos y con sede propia el tra­bajo apostólico toma un gran impulso. Desde 1982 se empie­zan a realizar encuentros nacionales de comunicación popular y desde 1984 encuentros latinoamericanos. La experiencia es muy significativa como lo veremos en la tercera parte de este trabajo.

En estos 10 años de existencia han pasado 9.500 delegados de 180 comunidades y organizaciones de base, provenientes

380

principalmente de Colombia, pero también de casi todos los países latinoamericanos y del Caribe. La distribución por sec­tores desde el año 78 al 86 puede quedar de la siguiente manera.

Campesinos 3.556 Obreros 1.181 Indígenas 181 Barrial o pobladores 2.930 Otros 169

También nos parece interesante mostrar las horas de capaci­tación que se han dado en los diferentes lenguajes, como tam­bién en los talleres de iniciación en la comunicación:

Iniciación 1.885 Prensa 2.049 Lenguaje Radial 1.054 Teatro 3.129 Títeres 1.452 Artes Gráficas (serigrafía) 2.621 Fotografía y Audiovisual 2.387 Video 375 Diagramación 98 Caricatura 118 Música 413 Trabajo comunitario 758 Otros 913

2. MARCO TEORICO-DOCTRINAL

2.1. Aunque todos los documentos de la Iglesia en su letra se refieren a los medios de comunicación social: prensa, cine, radio y televisión, en su espíritu se aceptan los pequeños medios o medios grupales. Es así como empiezan a nacer experiencias en este campo que luego recoge el encuentro mundial de audiovisual y evangelización celebrado en octubre del 77 en la ciudad de Munich (Alemania).

Allí se formula como conclusión que se impulsen los medios de comunicación grupal (MCG) como una forma de aplicar lo

381

Page 192: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

que en el documento de Medelli'n decía al referirse a la situa­ción de los MCS y sus efectos:

"—Para 'desmasificar al hombre' y en cambio favorecer su perso­nalización';

—acercar entre sí a los hombres y pueblos, convertirlos en pró­ximos y solidarios, contribuyendo asi' al fenómeno de la socia­lización;

—contribuir a despertar la conciencia de grandes masas sobre sus condiciones de vida, suscitando aspiraciones y exigencias de trans­formaciones radicales" (Medellín, No. 6, I, 1).

Todas estas líneas de acción van consolidando las experien­

cias, a tal punto que ya son reconocidas en los documentos

de Puebla:

"Es preciso mencionar aquí como fenómeno altamente positivo, el rápido desarrollo de los MCG y de los pequeños medios con una producción siempre creciente de material para la evangetiza-ción y con un empleo cada día mayor de este medio por los agen­tes de pastoral, propiciando, así, un acertado crecimiento de la capacidad de diálogo y de contacto" (No. 1078).

"Sin descuidar la necesaria y urgente presencia en los medios ma­sivos, urgei intensificar el uso de los MCG que, además de ser menos costosos y de más fácil manejo, ofrecen la posibilidad del diálogo y son más aptos para una evangelización de persona a persona que suscite adhesión y compromiso verdaderamente personales" (No. 1090).

2.2. Otros principios doctrinales que han inspirado nuestro

trabajo son todos aquellos que se refieren al despertar el sen­

tido crítico de los espectadores frente a los MCS.

Desde la ínter Mirifica en el No. 3 se dice que es parte de la

misión de la Iglesia "Enseñar el recto uso de estos medios",

Y en el No. 10: "Los destinatarios, sobre todo los jóvenes...

aprendan a formar recto juicio". También en Puebla en los

No. 1077 y 1088 nos invitan a l o mismo:

382

"Salvo contadas excepciones, no existe todavía en la Iglesia de América Latina una verdadera preocupación para formar al pue­blo de Dios en la comunicación social, capacitarlo para tener una actitud crítica ante el bombardeo de los "Mass Media" y para contrarrestar el impacto de sus mensajes alienantes, ideoló­gicos, culturales y publicitarios. Situación que se agrava por el poco uso que se hace de los cursos organizados en esta área, esca­so presupuesto asignado a los Medios de Comunicación Social en función evangelizadora y descuido que se debe a propietarios y técnicos de dichos medios" (No. 1077).

"Educar al público receptor para que tenga una actitud crítica ante el impacto de los mensajes ideológicos, culturales y publici­tarios que nos bombardean continuamente con el fin de contrarres­tar los efectos negativos de la manipulación y de la masificación" (No. 1088).

Por eso todo nuestro trabajo parte de un análisis de estos

medios. Nos interesa darle herramientas a los grupos de base

para que aprendan a desmenuzar los mensajes para que ten­

gan suficientes argumentos ya sea para aceptarlos o recha­

zarlos.

Pero también nos interesa el análisis del contexto social en

que se mueven los MCS porque estamos de acuerdo con Pue­

bla No. 1069 cuando dice que

' "debemos denunciar el control de estos MCS y la manipulación ideológica que ejercen los poderes políticos y económicos que se empeñan en mantener el 'statu quo' y aun en crear un orden nuevo de dependencia-dominación".

O bien cuando dice que "los periodistas no siempre se muestran objetivos y honestos en la transmisión de noticias, de manera que son ellos mismos los que a veces manipulan la información, callando, alterando o inventando el contenido de la misma, con gran desorientación para la opinión pública" (No. 1070).

Lo más impactante es cuando afirma la manipulación de los

mensajes y la penetración cultural que se da a través de los me­

dios masivos. Estos conceptos los expresa muy bien en los

números 1071, 1072, 1073:

383

Page 193: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

"El monopolio de la información, tanto de parte de los gobiernos como de parte de los intereses privados, permite el uso arbitrario de los medios de información y da lugar a la manipulación de mensajes de acuerdo con los intereses sectoriales. Es particularmen­te grave el manejo de la información que sobre nuestros países o con destino a los mismos, hacen empresas e intereses transna­cionales".

"La programación, en gran parte extranjera, produce transcultu-ración no participativa e incluso destructora de valores autócto­nos; el sistema publicitario tal como se presenta y el uso abusivo del deporte, en cuanto elemento de evasión, los hace factores de alienación; su impacto masivo y compulsivo puede llevar al aisla­miento y hasta la desintegración de la comunidad familiar".

"Los Medios de Comunicación Social se han convertido muchas veces en vehículo de propaganda del materialismo reinante prag­mático y consumista, y crean en nuestro pueblo falsas expecta­tivas, necesidades ficticias, graves frustraciones y un afán compe­titivo malsano".

2.3. Dentro de nuestro marco teórico tiene mucha importan­cia la creatividad y es uno de los aspectos importantes del mismo proceso liberador que necesitamos en América Latina. Estamos convencidos que entre más desarrollemos la creativi­dad del pueblo encontraremos caminos para llegar al hombre nuevo y a la nueva sociedad.

Podemos definir la creatividad como el proceso para producir algo nuevo, original, atractivo, genial. Para despertar las cuali­dades creativas délas organizaciones populares CEPALC incul­ca el espíritu de observación e investigativo para ir más allá de las apariencias y descubrir el por qué de las cosas y de las situaciones; despierta la sensibilidad, la intuición, el sentimien­to y la imaginación porque todas estas cualidades son la base de la creatividad.

Con la experiencia que hemos tenido en este campo creemos que es una forma de aplicar lo que dice Medellín:

"Los MCS se convierten en agentes activos del proceso de trans­formación, cuando se ponen al servicio de una auténtica educa-

384

ción integral, apta para desarrollar a todo el hombre, capacitándo­lo para ser el artífice de su propia promoción, lo que también se aplica a la evangelización y al crecimiento de la fe" (No. 16, II, 6).

Nosotros hemos visto cómo los pobres y marginados van tomando conciencia de su dignidad humana y cristiana, cómo van creciendo en los diversos aspectos de la vida: intelectual, de libertad, de poder de decisión, de capacidad de amar, de solidaridad.

2.4. Pero lo que mejor hemos podido aplicar es el No. 18 de Medellín en el que se pide se produzca un material adaptado a las varias culturas locales para que se promuevan los valores autóctonos y sean convenientemente recibidos por los usua­rios. La ventaja de CEPALC es que no produce los materiales sino que capacita para que las comunidades de base sean las que produzcan sus propios materiales. Esto garantiza que el trabajo realmente responda a la realidad propia de los secto­res populares y refleje los valores, la manera de pensar, los intereses por los que se lucha y por la esperanza que se vive.

2.5. Recogiendo todos estos principios podemos definir o mejor describir la teoría sobre comunicación popular:

Es aquella comunicación que desarrolla el mismo pueblo, princi-* pálmente el pueblo organizado que tiene conciencia de su digni­

dad como personas humanas e hijos de Dios, que tienen conciencia de su papel protagónico en la historia y por ende sienten ser el motor para una transformación social para construir una sociedad fraterna, justa, solidaria y cristiana. Esta comunicación se desarro­lla a nivel personal, grupal y masivo a través de medios sencillos al alcance técnico y económico del pueblo.

3. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA

Es a través de la práctica que se ha ido perfeccionando el pro­ceso y se ha ido precisando la metodología. Al principio se daban talleres de iniciación en la comunicación y en los len­guajes en particular: artes gráficas, prensa, periodismo radial,

385

Page 194: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

teatro, títeres, música, fotografía y audiovisual. Como no se tenía sede todo el trabajo se desarrollaba en la sede de las organizaciones. Todo se hacía en forma muy rudimentaria.

Cuando se consigue la sede y las organizaciones-comunidades empiezan a exigir mayor especialización nacen los talleres nacionales en diciembre del 82 y luego se repite la experien­cia en diciembre del 83. Como conclusión los participantes proponen que se hagan trimestralmente para lograr una ma­yor especialización. Durante el 84 y 85 se hacen los talleres repartiendo los lenguajes de dos en dos. Desde el 86 se em­piezan a hacer conjuntamente.

Se sigue el proceso y nace el deseo de organizar el primer encuentro latinoamericano de comunicación popular que realizamos en diciembre del 84 y se sigue haciendo anualmen­te como final de labores.

En el año 86 nace la idea de organizar el primer festival nacio­nal de teatro y títeres. En el 87 se repite la experiencia y se realiza el primero de la imagen popular abarcando: artes gráfi­cas, prensa, audiovisual y video.

Sistematizando las iniciativas descritas anteriormente pode­mos concretar el proceso en 9 pasos:

3.1. Taller de iniciación en la Comunicación Se pretende en esta etapa ubicar a los participantes en el mar­co teórico de los MCS, en una metodología crítica y creativa en los MGC y tener un conocimiento práctico de los micro-medios de comunicación en los que capacita CEPALC, de tal manera que las comunidades puedan escoger los lenguajes que verdaderamente van a aplicar y reproducir en su trabajo.

3.1.1. El primer aspecto que se estudia en el taller es el de la comunicación personal, partiendo de la experiencia vivida por los participantes, a través de dinámicas de conocimiento y comunicación, se elabora la teoría de la comunicación.

386

3.1.2. El segundo aspecto es la función social de los medios masivos de comunicación, según los criterios doctrinales que vimos en el punto dos. También se parte de la experiencia vivida y se utilizan audiovisuales para aclarar conceptos. Una cosa que comprueban los participantes es que ellos no tienen acceso a los grandes medios por los condicionamientos econó­micos, políticos e ideológicos-culturales que estos medios tienen.

3.1.3. La anterior constatación los lleva a buscar su propia comunicación: la comunicación popular. Preferimos el térmi­no popular al de alternativo y grupal porque precisa mejor el hecho de que sean los más pobres y marginados los que la realizan.

Por medio de audiovisuales se les explica lo que ya veíamos en el número 2.5 de este trabajo sobre lo que entendemos como comunicación popular. Se recalcan varios aspectos como son: *lo sencillo de los medios propios del pueblo * el alcan­ce técnico y económico de los mismos *el lenguaje vivo y concreto que se utiliza *el compromiso que debe caracterizar a los que desarrollan este tipo de comunicación.

3.1.4. Pasos del camino educativo. Después de haber trabaja­do los aspectos anteriores, se pasa a vivir en la práctica tres pasos del proceso educativo: *la percepción, o actividad de los sentidos *la crítica o análisis según lo vimos en el número 2.2. de este trabajo *la creatividad, según lo vimos también en el número 2.3. agregando que se hacen ejercicios creativos prácticos en los lenguajes de comunicación que capacita CEPALC; artes gráficas (serigrafía), prensa, periodismo radial y en video, fotografía, audiovisual, teatro y títeres.

3.2. Talleres de Iniciación en los Lenguajes

Se trata, como su nombre lo dice, de introducir a los partici­pantes en el lenguaje escogido, de acuerdo al taller de inicia-

387

Page 195: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ción en la comunicación. Se imparten los elementos básicos de las técnicas escogidas y se trata de crear el espacio para que la gente sienta confianza en sí misma y se animen a pro­ducir sus mensajes en carteles, boletines, audiovisuales, progra­mas radiales, videos, obras de teatro o de títeres. Desde esta primera etapa ya se tiene que ver el fruto del aprendizaje, aunque sea en forma elemental. Lo importante es que los de­legados adquieran confianza en sí mismos y vayan conocien­do en la práctica las técnicas para que luego reproduzcan el trabajo en sus comunidades y organizaciones.

3.3. Talleres de afianzamiento

Después de un tiempo prudencial y cuando se hayan visto los frutos de la etapa anterior se dicta un nuevo taller para afian­zar el aprendizaje, resolver las dudas y las dificultades que se hayan encontrado en el trabajo práctico y avanzar en la capa­citación técnica.

A nivel de contenidos se sigue profundizando en el análisis de la realidad y en el compromiso de crear una sociedad más humana y cristiana.

3.4. - 3.5. - 3.6: Talleres de especialización

Es muy importante que el espíritu comunitario se vaya de­sarrollando y ampliando. A nivel de comunicación es lo que nosotros llamamos la comunicación circular que quiere decir la creación de vínculos solidarios y fraternales entre las dife­rentes comunidades y organizaciones que participan en nues­tro trabajo y proceso de capacitación. Para ello organizamos talleres nacionales trimestralmente, en la sede de CEPALC, en los que participan delegados de los grupos de base que han pasado por las etapas anteriores. En estos talleres se conocen las comunidades entre sí y se avanza en la capacitación técni­ca. En cada trimestre se da una etapa diferente de especializa­ción y por eso es que hemos puesto conjuntamente las tres etapas que damos de especialización = 3.4. - 3.5. - 3.6.

388

Hemos comprobado que para el impulso del espíritu comuni­tario ha sido más conveniente que los talleres de todos los lenguajes se dieran al mismo tiempo. Los participantes expre­san que se vive un espíritu tan fraternal que se puede decir que es preludio de la nueva sociedad, o bien de los cielos nuevos y la nueva tierra.

3.7 Talleres latinoamericanos

Nuestra comunicación circular busca ampliarse a nivel lati­noamericano. Los objetivos de estos encuentros son los si­guientes:

* conocer en directo la situación de los sectores populares de los países hermanos;

* ofrecer una ocasión de capacitación y de intercambio de experiencias tenidas por la base misma de las comuni­dades ;

* crear lazos de solidaridad entre los países y las comuni­dades de base entre sí;

* iniciar un proceso a nivel latinoamericano con la esperan­za de llegar a un continente más fraterno y humano.

Para lograr estos objetivos los encuentros tienen la siguiente distribución: en las mañanas se toman temas de estudio y se hacen exposiciones por y de los países presentes. En las tar­des se dedica a la capacitación técnica en los lenguajes que han escogido los delegados de los países y los que han practi­cado los delegados colombianos; es decir, que han pasado por las seis etapas anteriores. Las noches se reparten para presen­tación de obras de teatro, música, títeres y demás iniciativas que favorezcan la convivencia y el esparcimiento.

Esta experiencia ha sido muy enriquecedora para CEPALC, como para las comunidades y organizaciones de los 15 países que han participado. Los informes que nos envían los contac-

389

Page 196: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

tos son positivos. Los delegados regresan con mucho entusias­mo y más comprometidos a seguir en el trabajo popular. En algunas ocasiones han formado centros semejantes a CEPALC. Ei hecho de ser de la base, base y delegados de una comuni­dad u organización popular, hace que se sientan muy respon­sables de los aprendido y lo reproduzcan con mucha eficacia

3.8. Grupos permanentes de trabajo o colectivos

Desde el año 84 nace la idea en CEPALC de organizar grupos permanentes de trabajo con delegados de las organizaciones que desearán una mayor capacitación técnica y artística, como también un alto dominio de los medios de comunica­ción popular, y que hubieran ya pasado por todas las etapas anteriores.

Es así como podemos describir lo que significa para CEPALC un colectivo de trabajo: es un equipo de personas de diferen­tes organizaciones de base que por uno, dos o tres años hace un trabajo particular, concreto, constante y productivo en alguno de los micromedios en los que capacita CEPALC. Los integrantes han de haber pasado por las etapas anteriores y por tanto conocer el manejo técnico del lenguaje a que perte­necen, compartir los conceptos sobre comunicación popular y el papel que ésta debe cumplir en el proceso de transforma­ción social de nuestra realidad.

Los frutos de los grupos permanentes de trabajo los demues­tran las opiniones expresadas por los integrantes en una jorna­da de evaluación en agosto del 87:

* el trabajo de los grupos permanentes resta fuerza a la penetración ideológica de los MCS;

* el trabajo comunitario proporciona a sus integrantes una formación integral, robusteciendo su compromiso;

* los colectivos favorecen la comunicación entre las comu­nidades de base y fortalecen el sentido de solidaridad;

390

* en los grupos permanentes de trabajo se profundiza y for­talece la sensibilidad hacia lo popular, se estudian temas de interés para la comunidad y la organización;

* "la constancia vence lo que la dicha no alcanza" fue el refrán con el que alguno quiso significar que aunque haya cosas difíciles de aprender en el trabajo práctico, si se es constante se logra un alto grado de capacitación en los micro-medios de comunicación.

Nos parece suficiente lo expresado por los participantes para darnos cuenta de la importancia de esta etapa.

3.9. Festivales de la Comunicación Popular

Desde el año 86 hemos estado impulsando los Festivales. Em­pezamos por el de artes escénicas: teatro, títeres, música y danza. En el 87 continuamos con los de la Imagen Popular incluyendo: artes gráficas, fotografía, audiovisual, video y prensa popular. Se repitió el de artes escénicas. Este año 88 pensamos hacer un gran festival en el que se incluyen todos los lenguajes al mismo tiempo para conmemorar así los 10 años de vida de CEPALC.

Dentro del proceso educativo que venimos desarrollando con­sideramos los Festivales como lo máximo que podemos ofre­cer. Más aún, creemos que el hecho de que una comunidad de base o una organización pueda participar en los Festivales es demostrar el máximo grado de capacitación y es un efecto de demostración de lo que se ha aprendido en el proceso de CEPALC. Además sirve para confrontarse entre las comuni­dades y así avanzar en la cualificación. Pero sobre todo sirve para crear mayor sentido de Iglesia, establecer lazos de soli­daridad fuertes y avanzar así hacia cielos nuevos y nueva tierra.

4. PERSPECTIVAS

El futuro lo podemos preveer en diferentes campos: la comu­nicación popular en sí misma, el desarrollo comunitatario

391

Page 197: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

que a través de la comunicación se puede lograr y el compro­miso que podremos alcanzar.

* En cuanto a la comunicación popular en sí misma cree­mos que cada vez la podemos desarrollar más y más. La meta es aumentar el número de comunidades y organiza­ciones en un 30% anual como lo hemos venido haciendo estos años. Igualmente el tiempo de trabajo y horas de capacitación. En cuanto a iniciativas en el proceso pueden ser muchas pues por el método creativo se favorece la iniciativa personal y de grupo. De hecho al nacer CEPALC no nos propusimos las 9 etapas que estamos desarrollan­do. Ellas nacieron de la práctica y de la creatividad del equipo y de las exigencias que las comunidades y organi­zaciones nos hacen.

Lo que sí nos proponemos es sistematizar de continuo la experiencia porque sabemos que ese trabajo puede apor­tar mucho a las comunidades y organizaciones de base en su saber y en su compromiso.

* El otro aspecto es el desarrollo comunitario. El hecho de crear espacios para que las comunidades se relacionen entre sí es formar Iglesia. Estamos convencidos que entre más vínculos solidarios establezcamos entre las personas y entre los grupos de base, mejor se podrá decir con S. Juan: "Miren cómo se aman" y ese amor que se irradia sirve de fundamento para el crecimiento de la fe en Dios-Padre, en Jesús su enviado, nuestro hermano y en la Igle­sia como la comunidad que transforma la sociedad para hacerla más humana y cristiana.

* Confiamos que todo este trabajo de formar comunidad impulse, con la fuerza del Espíritu, a un compromiso más radical de servicio y de entrega a los hermanos hasta dar la vida a ejemplo de Jesucristo.

392

LA JORNADA MUNDIAL

DE LAS COMUNICACIONES

BALANCE LATINOAMERICANO

Prof. Osear Lobo Oconitrillo

DECOS-CELAM

TEORÍA Y PRAXIS

Page 198: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

LA JORNADA MUNDIAL

DE LAS COMUNICACIONES

BALANCE LATINOAMERICANO

Prof. ÓSCAR LOBO OCONITRILLO

Comunicador Costa Rica

Para que se vigorice el apostolado de la Iglesia en relación con los medios de comunicación social, debe celebrarse cada año en todas las diócesis del orbe, a juicio del obispo, un día en el que los fieles sean adoctrinados sobre sus obligaciones en esta materia, invitados a orar por esta causa y a entregar una limosna para este fin, que será empleada para sostener y forrentar, según las necesidades del orbe cató­lica, las instituciones e iniciativas promovidas

por la Iglesia en esta Materia.

ÍNTER MIRIFICA N O . 18

Para los que hemos trabajado en la Jornada de las Comunica­ciones Sociales es importante dar a conocer las experiencias y unas necesarias consideraciones. La base misma de la Jornada está en el espíritu del Decreto Conciliar: ínter Mirifica No. 18.

I. LA JORNADA EN SU ORIGEN

El Papa Pío XII desde 1957 en su gran Encíclica "Miranda Prorsus", advierte muy ampliamente el sentido de educar * ante los medios de comunicación social y su impacto en el hombre y la sociedad. "Miranda Prorsus" no establece una jornada de reflexión, pero abre la posibilidad de realizar cuen­tas durante el año. Se busca que estos "Maravillosos inventos de la técnica" (MP 1) sean tomados en cuenta en la planifica­ción pastoral. La Iglesia en este histórico documento de la década de los 50 reconoce la importancia de los MCS para la evangelización: "Hay también otra razón por la cual la Igle­sia muestra interés especial por los medios de difusión: porque

395

Page 199: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

ella misma, más que ningún otro, ha de transmitir a los hom­bres un mensaje universal de salvación (Cf. Ef. 3,8-9)" MP No. 6.

Muchos obispos, al prepararse el Concilio Vaticano II, tenían pocas iniciativas en cuanto a los medios de comunicación. Esto planteó un rumbo diferente al Esquema Conciliar sobre "Los instrumentos de Comunicación Social"; pero el tema al fin fue tratado en el Aula conciliar. ÍNTER MIRIFICA FUE PROMULGADO EL 4 DE DICIEMBRE DE 1963.

En 1967, tres años y unos meses después de la aprobación del Decreto, el Presidente de la Pontificia Comisión para las Comunicaciones Sociales, Monseñor Martín J. O'Connor, envía una carta al Episcopado Mundial sobre el establecimien­to de la Jornada para las Comunicaciones Sociales a partir de ese año: 1967. Se pone en práctica el número 18 del Decreto. El tema de la primera Jornada había sido tratado ya en 1960, en la fase preliminar del Concilio: "Una Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con el objeto de recordar los principios doctrinales y de recolectar fondos económicos a ejemplo de lo que ya se hace para las misiones y demás ini­ciativas de interés vital para la Iglesia" (Esquema preparato­rio 16).

PUNTOS PARA UNA REFLEXIÓN:

• La educación cristiana ante los medios de comunicación • La oración por/para los medios • La cooperación de los fieles

Dentro de los Documentos del Episcopado Latinoamericano, el que más directamente trata el tema de la Jornada es Mede-llín: "Esta Conferencia Episcopal recuerda a los Episcopados Nacionales la disposición del Decreto ínter Mirifica sobre la celebración del Día Mundial de la Comunicación Social, que ofrece una oportunidad excepcional de sensibilizar a los fieles

396

sobre la trascendencia de la misma en la vida del hombre y la sociedad" (Medellín 16.111-23).

En 1971 la Instrucción Pastoral "COMMUNIO ETPROGRE-SSIO" en los números 100 y 165 aporta una inquietud pas­toral sobre la Jornada:

"Para irlo consiguiendo, hace falta un programa común de acción y coordinación de medios y posibilidades. El Concilio Vaticano II ha sugerido a este propósito una ocasión muy propia: La Jornada Mundial para las Comunicaciones Sociales. Todos los que creen en Dios son invitados a celebrar con interés esta Jornada de oración y estudio, de forma que en ella se examinen los problemas más difíciles y las perspectivas de la comunicación social; se reúnan profesionales y representantes de los distintos medios de comuni­cación, se encuentren nuevos caminos y recursos para suscitar obras y programas que así ayuden al progreso de la Humanidad. £1 Pueblo de Dios, tanto de los Pastores como los fieles, únanse animosamente a los intentos y esfuerzos de todos los hombres de buena voluntad para que los instrumentos de comunicación social sirvan eficazmente a la justicia, la paz, la libertad y el progreso humano". C.P.No. 100.

1. LA EDUCACIÓN CRISTIANA ANTE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Muchos grupos dentro de la Iglesia desde hace muchas déca­das buscan que la actitud de la Iglesia sea más "enérgica" ante los diarios mensajes de los medios, pero esta actitud poco histórica de sectores dentro de la Iglesia no da un resultado educador y crítico. Es deber de los pastores, de grupos apostólicos y los fieles tener un amplio criterio ante los medios de comunicación y sus constantes mensajes: "Urge, ante todo, una formación que inculque profundamente los principios que han de regir el uso de los medios de comuni­cación social..." (CP 64). El mismo Pablo VI hablando del objetivo de la Jornada resalta que tiene un objetivo educador para los cristianos: "No se os pide que os convirtáis en mora­listas de una tesis fija, sino que se pone confianza en vuestra habilidad de hacer entrever el campo de luz que hay tras el

397

Page 200: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

misterio de la vida humana" (1). La Jornada también como un momento de inicio, continuación y fortalecimiento de iniciativas en este sentido. No hay duda que se debe apro­vechar todos los momentos para la educación cristiana de los medios.

2. LA ORACIÓN POR/PARA LOS MEDIOS:

Muchas veces no pensamos en los que trabajan en los medios propios y en actividades eclesiales en los medios particulares. Pero en realidad esos hombres y mujeres que diariamente desde la madrugada por la radio llegan a nuestro hogar, aque­llos que pasan toda la noche en salas de redacción y talleres preparando la distribución de los diarios, aquellos que en una boletería y una sala de cine nos posibilitan pasar un momento agradable, y una cantidad de personas que con su creatividad nos acercan a Dios por los hombres y sus problemas, todos ellos necesitan oración, muchas veces su trabajo es una oración. Es la Jornada de las Comunicaciones un momento propicio para oración especial; es necesaria una oración para pedirle al Señor iluminación y fortaleza. También vale la pena que nuestros pastores en sus diócesis hagan planes para la atención pastoral de comunicadores, que necesitan retiros, encuentros y que constantemente lo están solicitando. La Jornada es momento para la oración comunitaria por los medios y las personas que los manejan, "invitados a orar por esta causa..." (IM 18). Dentro de la inquietud por los comu­nicadores cristianos, sobre todo por los laicos que trabajan en medios privados y gubernamentales, preocupa que ellos puedan ahí ser agentes de evangelización, dado que están llamados a participar en la extensión del "Reino de Dios" (EN 18).

3. LA COOPERACIÓN DE LOS FIELES:

"Y... a entregar una limosna para este fin, que será empleada para sostener y fomentar, según las necesidades del orbe cató-

398

lico, las instituciones e iniciativas promovidas por la Iglesia en esta materia" (IM 18). Cuando los medios propios de la Iglesia y otras iniciativas realmente responden a la realidad de los fieles, éstos con esmero dan su aporte económico, sobre todo los pobres de nuestro continente dan prueba de ello. Muchos medios de la Iglesia en Latinoamérica están sosteni­dos por ayudas de los más sencillos y humildes, ya que ellos tienen confianza en que estos medios le sirven como "presen­cia de la Iglesia en el mundo de la Comunicación Social", una presencia que "exige importantes recursos económicos que deben ser provistos por la comunidad cristiana" (Puebla 1033).

Es necesario que los Pastores y responsables de las institu­ciones de comunicación, de la Iglesia, periódicamente den informes económicos para que los que ayudan, conozcan cómo están usando los fondos aportados, para qué los apor­tan y estén informados del uso de sus ayudas.

La orientación más reciente sobre este particular la ofrece el Código de Derecho Canónico, Canon 822,2 "Cuiden los mismos pastores de que se instruya a los fieles acerca del deber que tiene de cooperar para que el uso de los instrumen­tos de comunicación social esté vivificado por espíritu huma­no y cristiano".

II. LA JORNADA EN SU DESARROLLO

Analizaremos algunos aspectos que condicionan el desarrollo

de las Jornadas en la mayoría de los países latinoamericanos:

• La fijación de la celebración dentro del calendario litúr­gico;

• Demora en llegar la documentación con el temario de la Jornada;

• Estructuras para realizar la Jornada.

399

Page 201: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

1. LA FIJACIÓN DE LA CELEBRACIÓN

DENTRO DEL CALENDARIO LITÚRGICO

La intención de la Pontifica Comisión para las Comunicacio­nes en cuanto a ejecutar el mandato de ínter Mirifica 18, se manifiesta en marzo de 1967, cuando Monseñor Martín J . O'Connor, previa consulta al Episcopado Mundial y de acuerdo con S.S. Pablo VI, fija la fecha de la celebración de la Jornada. Nos dice el Documento: "Todos juzgaron que la celebración de la jornada anual era un medio adecuado para suscitar en la Iglesia y en el mundo un nuevo y saludable comportamiento social en la utilización de estos medios". Sobre el domingo que se establece nos dice la carta: "casi todas las naciones expusieron su parecer favorable a que la celebración tuviera un lugar en el mundo en el mismo día, y una buena parte indicó como más adecuado el domingo que sigue a la Fiesta de la Ascensión", y en la parte que podemos llamar "clave" de nuestra reflexión, el citado documento nos dice: "En consecuencia, esta Comisión Pontificia sometió tal indicación al juicio del Santo Padre, el cual ha querido aprobar la institución de esta Jornada anual a partir del do­mingo después de la Ascensión de 1967" (2).

La intención fue muy loable. Con el pasar del tiempo y ante las diferentes circunstancias pastorales, sobre todo en relación con los calendarios litúrgicos en América Latina, la Solemni­dad de la Ascensión del Señor se traslada al domingo poste­rior, precisamente el domingo asignado a la Jornada, y las cicunstancias nos reflejan que se le da más énfasis al tema litúrgico que a la Jornada. También los textos de la Jornada por razones especiales llegan con demora, esto implica que en las publicaciones para la eucaristía de este domingo no se incluya alusión a la Jornada. Esto ha sido inquietud de muchas Comisiones Episcopales de Comunicación y algunas realizan la Jornada en otra fecha del tiempo ordinario; la respuesta ha sido más positiva.

400

2. DEMORA EN LLEGAR LA DOCUMENTACIÓN SOBRE LA JORNADA

Hasta 1986, la documentación para la Jornada venía con re­traso a los Episcopados, sobre todo en América Latina. Algunas veces llegó un mes y medio antes de la Jornada, esto condicionaba las posibilidades de difusión del documento, el estudio del mismo para preparar documentación de apoyo y la distribución a regiones apartadas de las Capitales de las naciones. Hoy se ha puesto en práctica la publicación del mensaje pontificio el 24 de enero, Festividad de San Francis­co de Sales.

3. ES CRITERIO PASTORAL QUE CADA CONFERENCIA EPISCOPAL CUENTE CON UNA SERIE DE COMISIONES O DEPARTAMENTOS.

La Comisión de comunicación social de cada Episcopado es la encargada de organizar y animar el desarrollo de la Jornada de las Comunicaciones, y puede intervenir en ella coordinada­mente la Comisión de liturgia, para el aspecto de inclusión del texto que se usará el domingo determinado en la celebración y dar algunas indicaciones prácticas. Existen Comisiones Epis­copales de Comunicación en América Latina con mucha creatividad, y también las Organizaciones Católicas dan su apoyo. Sobre todo es vital para el éxito de la Jornada el apoyo de los Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos.

III. LA JORNADA Y SUS TEMAS

Para conocer mejor las veintidós jornadas de Comunicación celebradas hasta hoy, tenemos que hacer una panorámica. Han pasado 22 años: contamos con un valioso tesoro docu­mental que podemos ver en el siguiente cuadro:

401

Page 202: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

N cp ^ O H w co ^ 10 co J ^ co CTiOHívco'J'i.o^r' ce Oí c£> c£i o i ^ r~ r - r ^ - r * . r - i ^ t > . r ^ N D O O O C O O O O O O O O O C X ! OO OO C?I ai CTI tji OÍ en c i c i c ^ c i a i c i cj~)CTicncT)a (̂TJCT)CTicri cr> o

o o o O o o rt rt rt rt rt rt S E E E E E

r^ t£> oo o en rf CM T—I --H CM r-<

o o o o o o ir rt nj ta tu rt - £ £ £ £ £

CTJ C£> r-< CM r-(

C> CM Qf) CM

O O O O O O O O O

e S e S e i e S e S ^ e S e S e S

E E E E E - ^ E E E - - < 0 0 T - ' c o i r ) c O C T i i ~ i ' - ' C M - — t c O C M - — i i—i i—i cC¡

O O >. >-ei ei

£ E

< u o z o u < u 7 Oí £; oo 2 ^ O i " ^ tú ^ O Oí

W

< s z ¡3

S <

" • P E

« ~ y •« -a

I A rt rt es es

S •§ .2 g E

II ó -a

'•a >-

E S E

-o S o

0

E o a rt

T I

>. O - C

TJ

0 •a e

-n

^ « j

s «¡

' 0

• o

T I db

ili

c

u

T I

>• h

os

^ í

.a C

.5

Fanc

^ - ^ rt

EM

AS

H

ener

al

C

pro

gre

so <

u

Juv

entu

n j

de l

a u

n

° #

rvic

io d

o í

13

rvic

io d

<n

ei

evan

gel

í

í D

>.

ion

CJ es

~ »>•£ rt p rt

-3 E -3 13 -« 3 -S

ech

o

cu

"i ,0

<1

ale

O

ven

t so

cia

acio

m

e

acio

r

unuio

u

las

T3

O

>-

la t

ut

po

r

in

ale

E 3

Íes

e i

ei

soci

0

£ °

•s TJ 'S

rt ; 3 -=

c Cu c/1

•3 i -

lib

ció

de

1 cu

rt

cu te

re

TJ

"obl

em

paz

ei

^ 3

OT

30UIÍ

u

'e y

en

t :u

en

tro

T3

rt

N c

c C

IO

a fo

rm

-o c a

O

o T I

rt C

n C

rist

i

a o. rt

de

l

>-

tici

ie

la

ju

Ü > a > - c 5

M -=¡ « CJ 2

~és > , > . > . Q.

CU U OJ CU CU t—i

ei rt eS eS rt

o o o o o "rt 13 rt

O f= E

•2 .2 2 - 3 - 3 - 3 U U U U

£ E E £

IM. o

• 4 - I

o o "3

•J >

H N M ^ IO ^ N

ion

es

ni

K

S 0

o <*1

-1

ó

rt 1 ' C

TJ rt

cid

Pu

bli

rt i j

-

u

y o

com

OJ

ho

mb

•-J

CM

1/1

c

cae

c 3

H £

rtí , -1

TJ rt

iec

la s

oc

OJ

u

com

la

s pe

í d

e

a,

•é

r n V

C O

caci

c 3

s co

m

rt • J

i f j

m

w c O

caci

c 3

s co

m

tn

- I

t¿

rrt a j

c 0

caci

c 3

s co

m

rt - 1

t ^

" i a j

c o

caci

c 1

s co

m

rt - I

o o

m 0 )

c o

caci

c 3

s co

m

rt i-J

o>

tn

crt

on

e

u rt u

'H 3

£ o

CJ

c/>

on

e

u a u '5 3

£ o

u

CM

O

o crt

Wl

on

e m

un

icac

í

o U

CM CM

•X

-"

0

>~

mb

res

J 3

V I

c OJ

ón

Rel

ig

rt •-J

CM

402

Como anteriormente anotamos, las veintidós jornadas nos han dado un fondo documental muy rico, por la variedad de temas en diferentes perspectivas humanas, sociales y eclesiales.

Habría necesidad de hacer un estudio más determinado de cada tema, y de la repercusión que han tenido. Una jornada bien preparada deja huella sobre todo en los Medios no direc­tamente eclesiales que le dan mucha importancia al tema. Podemos hacer un recuento por temas en bloques:

TEMAS: JORNADAS

— Familia, niñez, j uven tud ,

ancianos III- IV- XII-XVI-XIX

— Responsabil idad de la comuni­

cación en la justicia, progreso, II- V- VI- X- XII - XIII- XVII -

unidad, fraternidad y la paz XX- XXI- XXII.

— El uso de los medios , riesgos

para el h o m b r e I- II- XI- XV - XVIII-

— Comunicac ión y Evangelización VIII (Sínodo 1974)— XXIII

— Comunicación y Reconcil iación IX (Año Santo 1975) .

Algunos temas tratados tienen relación con la coyuntura del añp: la promulgación de un documento pontificio o un acontecimiento eclesial relevante.

IV. CONCLUSIÓN

Un balance de las Jornadas de la Comunicación a nivel Lati­noamericano, es de hecho difícil, si nos atenemos a la docu­mentación disponible: escasa y dispersa. Las Comisiones Epis­copales de Comunicación envían la respectiva información de la Jornada a la Pontificia Comisión para las Comunicaciones, casi siempre por medio de las Nunciaturas Apostólicas.

Durante el Encuentro "Comunicación, Misión y Desafío", (abril 1986, en Bogotá), en la parte final del Informe del Episcopado Colombiano, se indica sobre las jornadas:

403

Page 203: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

"El aporte actual de los Mensajes de la Jornada de Comunica^ ción es valioso y necesario, pero para nosotros puede ser tar­dío y más teórico que práctico. La Comunión y Progreso, Puebla y otros documentos del Megisterio describen tareas urgentes, que necesitan un apoyo de esta Comisión Ponti­ficia".

Sería muy oportuno que la Pontificia Comisión para las Co­municaciones, periódicamente informe sobre los resultados de la Jornada, ya que la información nos puede servir para retomar las actividades y crear nuevas iniciativas para la me­jor celebración.

Globalmente podemos establecer que no se ha dado el debido lugar a la Jornada de las Comunicaciones. El futuro puede ser más halagüeño si se trata el tema por parte de los Episcopa­dos Latinoamericanos.

Sobre los temas de las Jornadas futuras, sería muy oportuno sondear las necesidades de Latinoamérica. Aunque se trata de una jornada a nivel Mundial, el tema elegido puede no tener la misma trascendencia en algunos lugares por diferentes motivos. El DECOS/CELAM y las Organizaciones Católicas Latinoamericanas pueden prestar un valioso servicio de con­tacto, canalizando inquietudes existentes.

NOTAS

1. Spoletini Benito LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL, Ediciones Paulinas. Bogotá, 1968 (Pág. 147).

2. Iribarren Jesús EL DERECHO A LA VERDAD, Bac Madrid 1968 (Pág. 472).

404

DESAFÍOS PASTORALES

DE LA REVOLUCIÓN DE LAS

COMUNICACIONES

Dr. Jerry O'Sullivan Ryan

_ DECOS-CELAM _

TEORÍA Y PRAXIS

Page 204: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

DESAFÍOS PASTORALES

DE LA REVOLUCIÓN

DE LAS COMUNICACIONES

Dr.JERRY O'SULLIVAN RYAN Director de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal

Venezuela

PREÁMBULO DE UNA NUEVA SOCIEDAD

Este capitulo es una contribución al esclarecimiento de una extensa discusión sobre el futuro desarrollo de la tecnología y su interacción con la sociedad, sobre las formas en las que la sociedad va a ejercer su influencia en el desarrollo de la tecno­logía, y la tecnología, a su vez, en la sociedad. Es una discu­sión, por lo general, marcada por la incertidumbre y la ambi­güedad. Se predicen grandes cambios; pero hay enormes dife­rencias de opinión sobre cómo será, el ritmo al cual se produ­cirán y la medida en que serán beneficiosos.

El ánimo de este debate, se puede hacer contrastar con uno semejante ocurrido en Europa al comienzo de la revolución industrial, en el siglo XVIII. En aquel entonces, en algunos lugares existía una convicción fuerte sobre cambios en el fu­turo cercano. Se criticaban también con acritud algunos de los aspectos de la incipiente industrialización: pérdida de in­dependencia para los trabajadores, malas condiciones de tra­bajo, trabajo de los niños, etc., y la amenaza a la decencia cristiana, al respeto y al orden. Pero estos se veían en particu­lar como defectos que podían ser eliminados, y el cambio fundamental se consideraba por lo general benéfico. Los hombres creían que el "progreso" iba a aliviar las fatigas hu­manas, eliminar la pobreza, mejorar las comunicaciones y el

407

Page 205: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

transporte, y hacer que muchos pudieran disfrutar lo que hasta entonces había estado disponible para unos pocos. La máquina de vapor, el alumbrado de gas, el microscopio acro­mático, el ferrocarril, el telégrafo eléctrico, los barcos a va­por, la fotografía, la nueva maquinaria para la producción; todo esto era visto como una contribución a un futuro en el cual un conocimiento cada vez mayor daría un poder cada vez mayor sobre la naturaleza, y riquezas cada vez mayores.

El ánimo de hoy parece ser distinto. Tenemos conocimiento y poder sin paralelo sobre la naturaleza, pero esto nos enfren­ta con dilemas morales y responsabilidades para las cuales es­tamos mal preparados. Podemos, si queremos hacerlo, man­tener con vida a las víctimas del daño cerebral y a los niños cruelmente deformados que en otra época habrían muerto.

Diariamente se practican miles de abortos en muchos países del mundo y se asoman cambios fundamentales en la misma raza humana a través de la biogenética. La razón y la natura­leza humana se sienten confundidas ante estas alternativas, y el hecho de ejercer el poder que hemos logrado, en cualquier dirección que sea, nos deja perturbados. Nuestra tecnología nos permite fácilmente exhalar en algunas décadas los gases producidos en muchos millones de años, o destruir los últi­mos bosques y selvas o llevar la extinción de seres vivientes a un rango cada vez más amplio. Nos damos cuenta con in­quietud del juicio que las generaciones futuras harán sobre nosotros, según sea nuestra respuesta a estas tentadoras opciones. En lo más profundo de nuestra mente están ente­rrados los cuadros de Dachau y Auschwitz, Hiroshima y el Gulag, que nos impiden creer simplemente en el progreso, mientras la doctrina de "Destrucción Mutuamente Asegura­da" nos ha acostumbrado al sobrio cálculo racional sobre lo inconcebible.

En cierto modo tenemos la sensación de vivir en el final de una época, más que en el comienzo de una nueva. Pero quie­nes son optimistas acerca del futuro, así como los pesimistas,

408

concuerdan en pronosticar cambios rápidos. Muy pocos creen que el mundo dentro de 20 años será bastante parecido a lo que es hoy día; sin embargo, se tiene la sensación de aleja­miento de lo que tenemos, más bien que de acercamiento a un futuro prometedor.

La situación victoriana condujo al peligro de la complacen­cia. La nuestra ofrece dos opciones: por un lado, el desalien­to, y por otro, un optimismo milenario: ambos se pueden en­contrar en el presente.

UNA NUEVA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL, LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

El fenomenal desarrollo de la microelectrónica, que anuncia los albores de una nueva etapa de la revolución industrial, amenaza con transformar casi todas las estructuras producti­vas -y con automatizar fábricas y oficinas. Promete incre­mentar el acceso del hombre a fuentes inagotables de infor­mación, elevar, por medio de diversos factores, su capacidad intelectual y hasta cambiar su estilo de vida en la nueva "Sociedad de la Información" (Schenkel).

A Japón se le debe acreditar el haber " inventado" el concep­to de la sociedad de la información. Ello explica que las tec­nologías de telecomunicaciones están provocando el equiva­lente a una nueva revolución industrial, basada en la informa­ción y no en la potencia mecánica. Se recuerda que la revolu­ción industrial de los dos últimos siglos, estaba basada funda­mentalmente en la mecanización de los procesos productivos.

Muchas fuerzas coadyuvan al desarrollo de la sociedad de la información: económicas, políticas, sociales y otros más. Las telecomunicaciones proporcionan el medio por el cual se co­munica la información y, por ende, adquieren valor para la sociedad. En consecuencia, así como el martillo y el cincel son herramientas del picapedrero, y el cepillo y el serrucho

409

Page 206: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

son las del carpintero, la tecnología de las comunicaciones son las herramientas del trabajador de la información.

Las nuevas tecnologías de la telecomunicación han invadido todas las actividades del ser humano. Se trata de una indus­tria donde están a punto de producirse enormes adelantos tecnológicos, capaces de acrecentar inmensamente la produc­tividad de otras industrias y la suya propia., Algunos analistas afirman que el potencial de la prestación de servicios a través de una red (lo que a veces se denomina servicios de red in­formativa), puede transformar virtualmente no sólo las activi­dades de información y comunicación de una sociedad, sino también la naturaleza de ésta. Especulan, también, que se ofrecerán nuevos servicios tales como compras a control re­moto , noticias sobre pedidos, correo electrónico o envío de mensajes, consultas y diagnósticos médicos desde lejos, banca electrónica, educación y capacitación remota e interactiva y, posiblemente, la realización del trabajo a distancia.

Sin embargo, la tecnología debe tener un rostro humano, de lo contrario no nos sirve, puesto que, a despecho de lo que pueden argüir los "entusiastas de la tecnología", la cultura es más poderosa que la tecnología. Siempre que se piensa en las tecnologías modernas, es conveniente recordar que ellas presuponen una transacción entre la eficiencia y la equidad, y que las consecuencias sociales y económicas de las nuevas tecnologías no siempre son previsibles.

CARACTERÍSTICAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN

El término "nuevas tecnologías de información" se refiere a un conjunto muy amplio de técnicas de diverso grado de complejidad y de desarrollo reciente, en su mayor parte basa­das en la electrónica, dedicadas a la captura, procesamiento, almacenamiento y transmisión de información (Rota).

Muchas de las nuevas tecnologías nos resultan en apariencia familiares, porque las tenemos en casa como el teléfono y la

410

televisión, o porque han estado con nosotros hace ya mucho tiempo y han alcanzado índices relativamente elevados de pe­netración en muchos países.

Sin embargo, la tecnología que se emplea desde hace una o dos décadas se parece poco a la utilizada anteriormente. Nin­gún sistema moderno de telefonía, por ejemplo, puede conce­birse en ausencia de la electrónica; especialmente en los com­ponentes de interconexión automática de líneas y de las computadoras capaces de manejar millones de llamadas dia­rias y de llevar, para cada usuario, un registro de sus llamadas y estados de cuenta. La introducción de esas innovaciones tecnológicas en medios de comunicación ya largamente es­tablecidos: el teléfono o la televisión, hacen que la aparien­cia de familiaridad mencionada resulte muy engañosa. Dichas innovaciones no afectan sólo el costo de la eficacia de tales medios; afectan su estructura, su potencial y todas sus impli­caciones sociales, económicas, políticas y culturales.

Muchas otras nuevas tecnologías, en cambio, seguramente no resultan tan familiares para la mayoría de las personas, a pe­sar de que con ellas se ha lanzado una auténtica, casi incon­cebible, revolución de la información y de la comunicación. Entre éstas se encuentran las microcomputadoras, los siste­mas de cable, la transmisión directa por satélite, las fibras ópticas, los sistemas PBX (interconexiones de red privada), los sistemas LAN (sinónimo de "local área network", o red local de mini y microcomputadoras interconectadas por telé­fono mediante modulares—demodulares o "Modems"), así como nuevas derivadas de algunas de las anteriores, como co­rreo electrónico, "telefax", boletines electrónicos o procesa-doras de palabras (procesadoras o editoras electrónicas de texto).

UNA MIRADA A LAS CONSECUENCIAS

Hoy gran parte del mundo enfrenta dilemas que quizás nunca se habían presentado antes de un modo tan universal. Esta-

411

Page 207: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

mos ante grandes incertidumbres en lo referente a costos, su­ministros y materias primas en general. Vivimos en un mundo interdependiente, donde las poblaciones siguen incrementán­dose, al tiempo que las economías se sostienen a duras penas o amenazan con derrumbarse por completo. A medida que sabemos más acerca del ambiente, reconocemos nuevas ame­nazas provenientes de la contaminación. A estas preocupacio­nes es preciso agregar las necesidades especiales de las nacio­nes menos desarrolladas del mundo y las de la población po­bre, incluso en los países más altamente desarrollados. Nin­guna nación está dispuesta a quedarse atrás mientras el mun­do avanza hacia una nueva era de la información.

Sin embargo, existen graves consecuencias para cualquier sociedad que opte por ingresar a la era de la información y adopte las nuevas tecnologías:

• Las telecomunicaciones modernas y las tecnologías de la información conexas crean la posibilidad de obtener enor­mes incrementos de productividad en todos los sectores de la economía, incluso en el hogar, la fábrica y la ofici­na. En vistas de que adelantos análogos en la bioquímica y la ingeniería correspondiente, prometen elevar aún más la producción agrícola sin necesidad de ocupar más tra­bajadores en el agro, ¿Estamos ante la perspectiva de un desempleo estructural grave a largo plazo?

• El incremento del uso de redes de comunicaciones com-putarizadas amenaza el control individual sobre la intimi­dad personal, quizás porque la complejidad de esas nuevas tecnologías no se comprende aún adecuadamente. Los conceptos están distorsionados y como consecuencia nace a menudo un sentimiento de impotencia personal.

Además, se tiene la impresión de que el acceso a la informa­ción está cada día más restringido y que ésta llegará a conver­tirse en un bien económico, cuyo precio estará fuera del al-

412

canee de muchas personas. ¿Se abrirá una nueva brecha entre los ricos y los pobres en lo que respecta a la información?

• Los métodos y las instituciones tradicionales de la educa­ción pueden no estar bien preparados para hacer frente a las demandas de habilidades nuevas, y frecuentemente cambiantes, que la sociedad de la información trae consi­go. ¿Debemos modificar las relaciones tradicionales entre universidades, industria y gobierno?

• Tanto las máquinas inteligentes como los sistemas del equipo de telecomunicaciones, también inteligentes, pue­den modificar drásticamente la fisonomía de las operacio­nes de manufactura y ensamblado en la fábrica y la ofici­na. ¿Cómo habrán de cambiar las relaciones entre geren­cia y trabajadores? ¿La reducción de la fuerza de trabajo de oficina acarreará cambios importantes en la industria misma, según se afirma ya en algunos informes?

• ¿Es un hecho real, y no sólo un decir, el que las industrias manufactureras se están transformando en industrias de servicios y que estas últimas se automatizan cada día más?

•! ¿El empleo de las telecomunicaciones modernas por el gobierno y las empresas, centralizará todavía más su auto­ridad y acrecentará el poder de los teenócratas? ¿Se destruirán las relaciones personales en proporción al número mayor de personas que trabajen y vivan en el mercado de las redes de comunicación?

• ¿Se impondrá, a la larga, la tendencia al acortamiento de la jornada laboral, la reducción del trabajo físico y, de hecho la disminución del trabajo? ¿Tendremos que re-definir los términos trabajo y desempleo?

• Hay otras consecuencias que no vamos a profundizar aquí, por ejemplo, el desarrollo de la industria del arma-

413

Page 208: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

mentismo, la biogenética aplicada a los humanos, y el sentido y la justificación de la misma existencia humana, etc. Simplemente no podemos más que aventurarnos con visiones de una nueva era para la humanidad. La Revolu­ción Industrial mencionada al principio de este trabajo, creó desigualdades en todo el mundo. Algunas naciones ce beneficiaron con ella, mientras otras se fueron atrasando cada vez más y sacaron escaso provecho de la experiencia. El temor actual es que con esta nueva revolución la brecha va a aumentar enormemente y las consecuencias sociales, culturales, políticas y económicas, son imprevisibles.

DESAFÍOS PASTORALES PARA LA IGLESIA

Se inicia una nueva época para la humanidad. Nuestra manera de ver y conocer las cosas, cambia. Existe el temor de un des­plazamiento de la persona por las máquinas, la reducción del trabajo físico parece conducir a una mayor desocupación, lo que representaría mayor desempleo en muchos países.

Las nuevas tecnologías, como todas las creaciones humanas, tienen dimensiones positivas y negativas para la Iglesia, lo mismo que para la humanidad. A continuación mencionare­mos algunos de estos desafíos y haremos unas reflexiones per­sonales alrededor de cada uno de ellos.

1. El primer desafío consiste en la plena toma de conciencia, al más alto nivel de la Iglesia latinoamericana, tanto del significado de la progresiva computarización y robotiza-ción en las naciones industrializadas, como del papel de la información y de la comunicación en estos procesos. La sociedad camina hacia una nueva revolución industrial, basada en la microelectrónicay la informática. Si se aplica­sen en todo su potencial las nuevas tecnologías de infor­mación y comunicación, éstas cambiarían la vida de los hombres. La más amplia racionalización de nuestra vida cotidiana se desplaza al campo de lo probable. Algunos hablan de una cultura totalmente nueva y un pueblo for-

414

mado por la telemática, por la unión de la computadora y de las telecomunicaciones.

Estamos ante unos desafíos nunca antes conocidos en la historia del hombre. En esta nueva sociedad de la telemá­tica, la Iglesia quiere estar presente, quiere experimentar con los nuevos medios, buscar formas nuevas de presentar su mensaje a un mundo secularizado. Fiel a su misión fun­damental de evangelizar, la Iglesia, el Pueblo de Dios en marcha, sale al encuentro del siglo XXI, con temores y esperanzas, pero sobre todo con la convicción de que la misión sigue siendo la de "ir a predicar" y proclamar, sobre todo a los más pobres, el gozoso anuncio del cumpli­miento de las promesas de la alianza propuesta por Dios, el Creador.

¿Qué debemos hacer? ¿Qué podemos hacer? ¿Qué quere­mos hacer? Voy a sugerir algunas acciones concretas tan­to en el campo de la reflexión como de la acción.

Concienticémonos con la nueva realidad que se avecina. Las nuevas tecnologías de comunicación y procesamiento tienen ventajas y beneficios. Empleados adecuadamente, ofrecen hoy una oportunidad única como herramientas al servicio del desarrollo de la democracia y de la partici­pación.

\ Contiene inevitablemente unos interrogantes muy gran­des: desde el problema de desempleo, causado por el desplazamiento de la persona humana y su sustitución por la máquina, el robot y la computadora, hasta el pro­blema de la libertad misma, amenazada por un control as­fixiante a través de las telecomunicaciones.

La Iglesia debe prepararse para enfrentar este fenómeno y preparar especialistas, técnicos y comunicadores.

2. En las experiencias con la telemática, video-texto, etc., que la Iglesia ha realizado en Europa, Estados Unidos y otros países, resalta el hecho de que se trata de tecnolo-

415

Page 209: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

gías de la información cuya función es despertar interés por el mensaje cristiano. Pero no hay que olvidar que la" vida cristiana es algo que se vive en comunidad. Toda comunicación cristiana debe conducir inevitablemente a una comunidad cristiana. No estamos a favor de la "Igle­sia Electrónica" ni de la "Religión del video tex to" . Una religión así tendería a ser muy privada, centrada en uno mismo y muy intelectual. El Señor nos invita a "ir a pre­dicar". Llevar a otros la solución de los problemas de la vida y encaminarlo hacia la fe es parte del viaje de uno mismo hacia la plenitud de la vida y la fe.

3. Hace unos años el DECOS publicó un manual: "Comuni-nicación: misión y desafío", como un medio de capacita­ción de los agentes pastorales en comunicación. Se espe­raba que se promocionarían talleres, seminarios, etc., en todo el continente. Sin embargo, los resultados hasta la fecha no son muy alentadores.

La comunicación no es un tema prioritario para los go­biernos, ni para la Iglesia en el continente. Sólo unas pocas Conferencias Episcopales Nacionales han dedicado un período de su Asamblea Nacional Ordinaria al tema de la comunicación. Un tercio de todos los católicos del mundo vive ahora en este Continente y ¿qué material auditivo o audiovisual se consigue en las librerías, parro­quias, etc., en relación a la fe? El videocasete está inva­diendo el Continente. Quizás, en este momento, haya más de cien millones de videos en el continente. Frente a esta realidad, ¿qué ha hecho o qué hace la Iglesia en este cam­po? La cultura audiovisual es el lenguaje de los jóvenes de hoy. ¿Quién se ha preocupado por poner el mensaje de Cristo en el lenguaje de la imagen?

Para la Iglesia de América Latina y del Tercer Mundo en general, es importante tomar acciones inmediatas acerca de las nuevas tecnologías, especialmente en el sentido de introducirlas, adaptarlas y utilizarlas. Un atraso de muy

416

pocos años en la "era electrónica" equivale a un atraso de varias décadas en épocas anteriores de la "era mecánica". Por lo tanto no debemos esperar. La capacitación hacia el uso de estos nuevos recursos es fundamental para el futuro.

4. El uso de la televisión es un verdadero desafío para la Iglesia. La más importante ventaja que tiene para ella, consiste en la extensión de su mensaje. Un autor cita cua­tro razones y son las siguientes:

a. Da una mayor expresión pública a la fe cristiana, como una opción viable de vida.

b. Ofrece a los televidentes una variedad de recursos, modelos e información que de otra manera no esta­rían a su disposición .

c. Ofrece un estímulo de apertura de la fe a cuestiones de valor y significado, y así se inicia el camino hacia una búsqueda personal.

d. Ofrece oportunidad para comunicar una preocupación cristiana a sectores que normalmente no recibirían este mensaje.

, El mismo autor, sin embargo, considera que estas venta­jas sólo se lograrían en toda su potencialidad, merced a algunos cambios fundamentales en las actuales transmi­siones televisivas cristianas. Los cambios incluyen:

a. Los comunicadores cristianos deben reconocer las limitaciones del medio y la estructura institucional de la industria de la comunicación, para luego buscar las vías que superen estos límites.

b . La transmisión cristiana debe enfatizar la función de servicio de la Iglesia local.

c. Debe garantizarse que el mensaje de los programas re­ligiosos por TV., sea consecuente con el pensamiento de la Iglesia institucional.

417

Page 210: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

d. La TV cristiana debe existir como parte de un minis­terio más amplio dentro de los medios, que incluya la lectura de los mensajes, la educación para los medios, la promoción de la justicia y la investigación y refle­xión más sistemática.

PASOS PARA LA IMPLEMENTACION DE TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓN Y TELECOMUNICACIÓN

Dados los planteamientos anteriores, especialmente en rela­ción a los desafíos pastorales, podemos hacer ahora algunas consideraciones ya sea en las oficinas de las Conferencias Episcopales, de una universidad, de una escuela, de una co­munidad o de nuestro propio hogar. Para esta parte de mi trabajo voy a aprovechar algunas ideas de un colega mexica­no, Josep Rota, actualmente profesor de la Universidad de Ohio, USA. Lo que proponemos aquí son los pasos que debe­mos dar antes, durante y después de Ja introducción de las mencionadas tecnologías para asegurar que ésta sea exitosa. La lista que ofrecemos aquí es exhaustiva. No obstante, los nueve pasos que a continuación presentamos constituyen un mínimo deseable.

1. DEFINIR LAS NECESIDADES DE LOS USUARIOS. Para ello necesitamos entrevistar a los usuarios reales y potenciales, tomando en cuenta que la mayoría de ellos no conocen las nuevas tecnologías, ni, probablemente, puedan indicar en qué podrían éstas ayudarlos. Las en­trevistas debieran enfocarse primordialmente en orden a establecer sus necesidades y requerimientos así obtenidos, la siguiente actividad consistirá en traducir dicha lista a un conjunto tentativo de características y prioridades que deberá tener el sistema tecnológico que se llegue a dotar. Es decir, habrá que establecer exactamente qué funciones deberá realizar la nueva tecnología. Adicional-mente, la lista de requerimientos se ordenará en función de prioridades.

418

PRESUPUESTAR. Primeramente habrá que formular un presupuesto. Este presupuesto incluirá tanto el costo de adquisición como el costo posterior de operación y mantenimiento. A continuación se hará un análisis de costo/beneficio de las inversiones correspondientes, po­niendo especial atención en identificar los beneficios tan­gibles y la forma como la nueva tecnología ayudará a las personas o a la unidad social a alcanzar sus objetivos con mayor efectividad y eficiencia. Finalmente, se buscarán fuentes de financiamiento y otros apoyos.

IDENTIFICAR EL IMPACTO DEL NUEVO SISTEMA. En este paso habrá que establecer cómo la nueva tecnolo­gía afectará a las personas y a la unidad social en la que se vaya a introducir. El propósito, obviamente, será el de utilizar esta información para desarrollar estrategias de adaptación y evitar que su introducción tenga efectos ne­gativos. En este sentido se planearán también las estrate­gias de introducción para evitar que se dé el rechazo y, en términos más positivos, asegurar que las personas que la vayan a utilizar, vean, desde el principio, las ventajas y sientan que reciben una ayuda en lugar de una amenaza. Además, se contemplará la necesidad de sugerir modifica­ciones en la organización del grupo receptor.

SELECCIONAR EL EQUIPO. La selección del equipo comprenderá las siguientes actividades:

a. Identificar varios proveedores, asegurándose que el equipo cuente con amplios apoyos de servicio y man­tenimiento locales y que ellos conozcan técnicamen­te el equipo y su utilización; asimismo, será importan­te asegurar la seriedad de la empresa.

b. Pedir a diversos proveedores que presenten por escri­to una relación y descripción de cada componente del equipo y su precio de oferta.

419

Page 211: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

c. Evaluar las ofertas de los diversos proveedores, obser­var la operación real del equipo y tener por lo menos una buena sesión de prueba con dicho equipo. Buscar también la participación de asesores calificados en el proceso de decisión.

d. Negociar con los diversos proveedores tanto el precio como el tipo y calidad de los componentes del equi­po. A veces también se podrá considerar en esta eta­pa la posibilidad de comprar diversos componentes a distintos proveedores cuando esto represente ventajas de precio o calidad, asegurándose que los componen­tes sean compatibles entre sí.

5. AYUDAR A LOS NUEVOS USUARIOS A ACEPTAR Y ADAPTARSE AL CAMBIO. Muy frecuentemente, las nuevas tecnologías despiertan temor entre sus futuros usuarios que puede conducir fácilmente a una resisten­cia a su aceptación. Por ello es necesario preparar a los nuevos usuarios analizando, primero, los factores tanto positivos como negativos que explican su percepción de los nuevos equipos y su orientación hacia ello. A partir de ese primer paso diagnóstico, se procederá luego a reducir o eliminar las fuerzas que operan en sentido negativo y a

reforzar las positivas. Desde una perspectiva ética, tal tra­tamiento de los nuevos usuarios deberá estar basado en ellos y en sus necesidades, no en una intención manipula­dora de quien altera la predisposición de esas personas só­lo para su propio beneficio.

6. PREPARACIÓN DEL LUGAR. Preparar el espacio, el am­biente y los recursos necesarios para instalar los nuevos equipos. En países del Tercer Mundo, sobre todo en zo­nas rurales, ciertos trabajos de infraestructura frecuente­mente deben realizarse primero antes de poder instalar nuevos equipos tecnológicos.

420

7. PREPARAR LOS PROCEDIMIENTOS OPERATIVOS. Tomando en cuenta tanto los requerimientos técnicos y operativos de los nuevos equipos, como la idiosincrasia (cultura, forma de organización y de trabajo, relaciones interpersonales, etc.), de los nuevos usuarios, deberán definirse y prepararse, preferiblemente en forma de ma­nuales, los procedimientos operativos. Debe enfatizarse que dichos procedimientos serán realmente efectivos sólo en la medida en que resulten aceptables y comprensibles para quienes los usarán .

8. SELECCIONAR Y CAPACITAR AL PERSONAL. Esto no significa necesariamente contratar nuevo personal, aunque puede darse el caso. Quienes manejen los nuevos equipos tecnológicos deben ser personas con una actitud favorable hacia la nueva tecnología, predispuestas al cam­bio; no tienen por qué ser personas con inclinaciones mecánicas. La mayoría de los nuevos sistemas tecnológi­cos han sido diseñados en función del usuario, no en fun­ción de mecánicos y de ingenieros. En este sentido, la actitud suele ser más importante que ciertas habilidades, en orden a determinar quienes podrán fácilmente manejar nuevas tecnologías.

9. EVALUAR. Una vez que los nuevos sistemas y equipos hayan sido instalados y entrado en funcionamiento por un tiempo, deberá empezarse a evaluar: a) el equipo, b) los procedimientos operativos y sobre todo, c) las perso­nas que los usan y su satisfacción con el equipo, su mane­jo y sus resultados. Con base en los resultados de tales evaluaciones será posible ajustar el sistema y optimizar su operación, especialmente desde la perspectiva de los usuarios.

Como resumen, diría que lo más fundamental está en definir las necesidades de los usuarios. Al principio muchas personas sólo piensan en listas de dirección para correspondencia. Una computadora conectada a un banco de datos es un archivo

421

Page 212: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

sumamente útil y de fácil acceso. Casi todas las tareas de una oficina caben en ella, incluyendo la parte administrativa (ela­boración de cheques, listados de toda índole, contabilidad, estados financieros, etc). El directorio de una Iglesia en un pai's, o a un nivel de diócesis, estadísticas de la Iglesia y mu­chas otras cosas pueden realizarse en la computadora. Es vital por lo tanto, definir las necesidades de los usuarios y no es una tarea que se realiza en unas pocas horas.

Otro aspecto muy crítico es el punto cuatro indicado arriba. Mi experiencia sugiere que el conocimiento de cada compo­nente del equipo es fundamental. Es necesario saber y com­prender qué cantidad de memoria trae el equipo y si puede aumentarse de acuerdo a las necesidades. ¿Qué programas trae el equipo y cuánto cuestan programas adicionales? ¿Cuántos terminales puede tener el equipo, dónde se van a ubicar y quiénes los usarán?

En tercer lugar, en una organización pequeña, como por ejemplo, las oficinas de las Conferencias Episcopales, oficinas diocesanas, etc., es importante estructurar el uso de una nueva tecnología, computadora, etc., con una organización bien definida. No todo el mundo debe tener acceso a la computadora; con sólo tocar una tecla se puede, a veces, per­der un archivo que ha requerido meses para su elaboración. El personal que utiliza la computadora debe estar bien capacita­do para sacar todo el provecho posible de la tecnología. Estoy convencido de que muchas de las dificultades que experimentamos con las nuevas tecnologías se deben a nues­tro empeño en usarlas a la manera de las antiguas tecnologías mecánicas.

Creo firmemente que es posible usarlas para llevar informa­ción, formación, conciencia liberadora y capacidad de organi­zación popular tanto a la Iglesia como a las masas populares. Existe además una fascinante posibilidad de aprovechar estas tecnologías para la democratización de la información y el conocimiento. Muchas de las nuevas tecnologías ponen al

422

alcance de grandes segmentos de la sociedad vastos recursos en los cuales el individuo tiene una gran capacidad de control. Por ejemplo, quienes poseen o tienen acceso a microcompu-tadoras pueden conectarse con una gran diversidad de centros de información y bancos de datos para seleccionar lo que responda a sus intereses: parroquias, catequesis, escuelas, pro­motores populares y tantos otros.

CONCLUSIÓN

Hemos hablado arriba de la importancia de definir las necesi­dades de los usuarios de las nuevas tecnologías. Esta defini­ción va a depender de otra definición todavía más importante. Me refiero aquí al Plan de Pastoral de la Iglesia de un país, de una diócesis, etc., incluyendo el plan para la información y la comunicación. Todo el esfuerzo de la Iglesia es hacia el anuncio de la Buena Nueva, del mensaje de Cristo. Puebla dice que "La evangelización, anuncio del Reino, es comuni­cación" (1063). Por lo tanto, lo comunicacional tiene que ver con todo el universo de la misión evangelizadora. Interesa, sin duda, el estado y el uso adecuado de los instrumentos, pero también la calidad del signo litúrgico y la autenticidad comu­nicativa del testimonio comunitario. Comunicar y comuni­carse para entrar en comunión; este es el reto urgente y fundamental para nuestra Iglesia.

Nuestra sociedad está secularizada y Cristo no es un tema de gran interés. La cuestión de si Jesús resucitó es, sin duda, un tema de enorme interés para los cristianos. Sin embargo, la respuesta de una sociedad secularizada frente a razones váli­das para afirmar la resurrección de Cristo sería: ¿qué me importa a mí si resucitó o no?" . Hoy, aun la certeza de la muerte no tiene el poder que tuvo en el pasado para motivar a las personas o reflexionar en relación a las cuestiones funda­mentales de su existencia. Vivimos en una sociedad descris­tianizada, donde la mayoría de la gente no espera nada más allá de esta vida. La muerte se ha transformado en un tabú cultural.

423

Page 213: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

Sin embargo, la fe ayuda a vivir las necesidades frecuente­

mente no articuladas: las experiencias de belleza y de alegría,

de ansiedad y soledad, de enfermedad y de pérdida de seres

queridos, de conflictos y de unión. Todo mensaje cristiano

por los medios electrónicos debe estar vinculado a estas reali­

dades, estimulando el pensamiento hacia una nueva pregunta,

hacia un encuentro: hacia el encuentro de la fe cristiana vivi­

da en una comunidad. Es la invitación de Jesús, "Vengan y

Verán".

424

ALGUNAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ARTEA/ULCRA

ULCRA

COMMUNICATION RESEARCH TRENDS

COMMUNICATION SOCIAL YEARBOOKi

DARDICK, HERBERT S.

DEMPSY, MICHELJ.

FUNDACIÓN NEWMANN

! GUTIÉRREZ CLAUDIO Y MARLENE CASTRO

HORSFIELD, PETER

INTERNATIONAL INSTITUTE OF COMMUNICATIONS.

Propuesta de la Unión Latinoameri­cana y Caribeña de Radiodifusión.

Propuesta preparada por Alejandro Alfonzo L., junio 1984.

Boletín preparado por el Centre for the Study of Communication and-Culture, Londres, Inglaterra, con su suplemento sobre la Comunicación Cristian a*

Journal of Christian Communication in the Thrid World. Ed. Tomy Luis, Indo re, India 1982.

"Las Incipientes Sociedades de la Información". Revista: Perspectivas Económicas, No. 58. 1987.

An overview of the National Catholic Telecomunications Network, junio 1981. USA.

Medios de Comunicación Social y Desarrollo. Caracas, 1986.

Informática y Sociedad, Edit. Univer­sitaria Centroamericana, San José. Costa Rica, 1987.

Religious Televisión in America. Its Influence and Future, Longmann, New York, 1983.

"Equity in Orbit. The 1985 IUT Space Conference", a Background Paper. Junio 1985.

425

Page 214: Celam - Teoria y Praxis de La Comunicacion Social

KAVANAUGH, JOHN FRANCIS The Spirituality of Cultural Resistan-

ce, MaryknoM, NY: Orbis Books, 1981.

LOWE, KATHAY

MELODY, WILLIAM, et. al.

OCIC y UNDA-AL

O'SULLIVAN, JERRY

O'SULLIVAN, JERRY

REVISTA CHASQUI, CIESPAL

ROTA, JOSEP

SCHENKEL, PETER

UNDA-EUROPA

Opening Eyes and Ears: New connec-tions in Christian Comunication, Ge-neva World Council of Churches, 1983.

"Communication, Information and Culture", a annotated Bibliography, aug. 1985. USA.

NOMIC: Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación, 1983.

"Iglesia y Desafíos de la Comunica­ción Contemporánea", en Comuni­cación, Evangelización, DECOS-CE-LAM; No. 92, Bogotá, 1987.

La Comunicación ^Humana. Grandes Temas Contemporáneos de la Comu­nicación. IUPMA, Caracas, 1986.

Quito, Ecuador. En particular la sec­ción dedicada a las nuevas tecnolo­gías, Nros. 6, 9,12» 13 y 14.

"Antecedentes Históricos y Caracte­rísticas de las Nuevas Tecnologías de la Información". En Nuevas Tecnolo­gías y Comunicación. Felafacs- Afa-com-Bogotá, 1986.

"Efectos económicos de las nuevas tecnologías de comunicación". CHASQUI, No. 5, Quito, Ecuador, 1985.

"Facing up to Satellites, Propuestas del Comité para satélites", diciembre, 1985.

426

I