CATEGORIA: AVANCES DE INVESTIGACIÓN EJE TEMÁTICO: “DESARROLLO E INVESTIGACIÓN EN EL CONTEXTO DE LA GLOBALIZACIÓN. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN:

“APROXIMACIONES TEÓRICAS AL COMERCIO INTERNACIONAL, LA TECNOLOGÍA Y LA COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL;

EL CASO DE LOS EUA” (PROMEP/103-5/10/0943)

AUTORES. DR. RAFAEL ALBERTO DURÁN GÓMEZ PROFESOR DE TIEMPO COMPLETO „E‟ DOCENTE DE LA LICENCIATURA EN COMERCIO INTERNACIONAL UAEM NEZAHUALCÓYOTL PROFESOR DE ASIGNATURA DEFINITIVO „B‟ EN METODOLOGIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES UNAM ARAGÓN NANCY JENNIFER CALVO BRIONES ESTUDIANTE DE LA LICENCIATURA EN COMERCIO INTERNACIONAL BECARIA DEL PROYECTO UAEM NEZAHUALCÓYOTL

Nezahualcóyotl Edo. de México, Agosto de 2010

RESÚMEN En el contexto de la globalización, la competitividad es altamente dependiente de la inserción del desarrollo e innovación tecnológicos en este nuevo orden internacional. El impacto que ha tenido la tecnología en la sociedad y la economía contemporáneas ha sido enormemente reconocido en los últimos años. Particularmente, se hace énfasis en que, en una revisión de las teorías del comercio internacional, hay una convergencia y un reconocimiento importante de la importancia del factor tecnológico. Así entonces, nos avocaremos en el estudio de la tecnología como un factor económico determinante para toda nación, industrializada o en desarrollo, particularmente respecto al comercio y la competitividad internacional. Si bien se percibe como cierto que la tecnología proporciona un nivel más alto de bienestar social y de competitividad internacional, aún no se ha llegado a un consenso sobre de qué forma y en qué proporción es la tecnología tan determinante en la economía de las naciones. Así, el ejemplo de los EUA es fundamental para profundizar en este tema. Globalización, Investigación, Desarrollo Tecnológico, Competitividad Internacional. ABSTRACT At the globalization context, competitiveness is highly depend on technology and development innovation. The impact of technology on society and modern economy has been recognized deeply at the last years. Particularly, we focus on a commerce and international competitiveness revision. It is commonly said that technology contributes to give a higher social welfare and better competitiveness standards, however is not there a common perspective about how determinant the technology is for national economies. So, the US example is fundamental in order to study profoundly this issue. Global Research and Development, International competitiveness DR. RAFAEL ALBERTO DURÁN GÓMEZ Doctor en Relaciones Internacionales por la UNAM , ha colaborado en distintas instituciones como el GDF, el Sector Salud y el ILCE; así como en instancias académicas como la UDLA-P y la UNAM , entre otras. Actualmente es Profesor Investigador de Tiempo Completo en la UAEM Nezahualcóyotl , donde colabora para la Lic. en Comercio Internacional, la Lic. en Educación para la Salud y la Maestría en Salud Familiar y Comunitaria. Participa y es responsable de proyectos vinculados al Comercio, la Salud y la Educación en el contexto internacional. En la UNAM se mantiene como Profesor de Asignatura „Definitivo B‟ en Metodología de las Relaciones Internacionales de la FES Aragón , al tiempo que colabora para el Seminario de Investigación „Riesgos Globales‟ de la FCPyS. Ha sido ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. .

Algunas investigaciones realizadas:

Durán, Rafael; Bazán, Abigail, “Desarrollo y Retos de la Política Sanitaria Internacional” en Memorias del Primer Congreso Internacional de Transdisciplinariedad “Repensar el conocimiento y las Ciencias en la Era de la Complejidad”, UABC Mexicali, marzo 2010. ISBN: 978-607-7753-55-1

MUNGUÍA, Alex & DURÁN, Rafael A. “La necesidad de entender y adaptar las tendencias globales en las políticas tecnológicas”“; En CD del XXI Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, Nvo. Vallarta Nayarit, Octubre 2007, 11 pp. DURÁN, Rafael A. “Asociación, complejidad y dinamismo contemporáneo entre Ciencia y Tecnología; hacia la Globalización del Conocimiento”. En Arroyo, Graciela (2006). “La dinámica mundial del siglo XXI”. México, Ed. Cenzontle, pp 89-110. ISBN: 970-9929-02-X

INTRODUCCIÓN La tecnología se ha convertido un elemento de vital importancia dentro de la economía estadounidense, que además ha sido, por muchos años, determinante para los éxitos militares que esta potencia ha conseguido a través de su historia como nación. La participación de empresas gubernamentales y no gubernamentales dentro del proceso de innovación tecnológica han ayudado en gran medida a que la canalización de la tecnología sea, no sólo en la economía de guerra, sino también hacia la economía civil o de mercado, donde ha cobrado una importancia sin ingual para la competitividad productiva. El avance que aquí se presenta analiza la importancia de la generación e impacto de la ciencia y la tecnología dentro de la economía de Estados Unidos. Particularmente se observan las tendencia de inversión en investigación y desarrollo tecnológico de este país, y se comparan con las del resto de los países desarrollados. El ejemplo del gobierno federal de los EUA es muy significativo en cuanto a que la inversión federal en IyD marca pautas significativas que merecen ser analizadas a mayor profundidad. Así entonces, en los años de la administración Clinton se observó el apoyo hacia la economía civil, sobre todo en el ámbito de la competencia en el comercio internacional, en tanto, con la administración de George W. Bush se hace énfasis en la „tradicional‟ economía de guerra. PREGUNTA PRINCIPAL ¿Hasta qué grado, los EUA como el mayor productor de ciencia y tecnología del orbe, han dejado lecciones a los otros países desarrollados para hacer de la IyD una actividad fundamental para el desarrollo económico? PROBLEMA Para finales de los 70‟s del siglo XX, el gobierno estadounidense se dio cuenta de que su liderazgo a nivel mundial como potencia tecnológica se encontraba en grave peligro, debido a la fuerza competitiva que las otras naciones, principalmente europeas, comenzaban a tener en cuanto su gran adelanto dentro de su Sistema Nacional de Innovación1. Es en este preciso momento cuando el gobierno federal comienza a darle mucho más impulso a la Investigación y Desarrollo (IyD), orientándolo, desafortunadamente, hacia las actividades militares que este país obtenía en cada conflicto bélico en el cual participaba; y, en menor medida, a la economía civil que comenzaba a introducirse de manera significativa en el comercio internacional.

1 De acuerdo a Freeman, aunque el concepto del „sistema nacional de innovación‟ se atribuye a Bengt-Áke Lundvall (1992), en realidad su monitoreo se remonta al menos a Friedrich List quien en 1841 se refirió a „El Sistema Nacional de Economía Política‟.

Para la sociedad y economía norteamericanas la tecnología se ha vuelto parte fundamental para la obtención y conservación de su poder hegemónico. Las bases para la creación de su Sistema Nacional de Innovación estuvieron sustentadas en el desarrollo de tecnología bélica sofisticada, lo cual permitió que el gobierno tomara las riendas como regulador de la política científico-tecnológica del país, estrechando las relaciones con la industria y las universidades para la obtención de nuevo conocimiento e innovaciones útiles para la milicia y, posteriormente, para el uso civil. También analizaremos el proceso de transición que ha tenido el sistema tecnológico norteamericano en la última década, ya que pasó de ser un país creador de tecnología militar, a un país de hacedor de tecnología de doble uso (militar y civil). Esta transición va íntimamente ligada al cambio que ha tenido la competitividad internacional, y a la guerra comercial a la cual se enfrenta la potencia norteamericana. De igual manera estudiaremos cómo esta transición ha provocado que otras potencias emergentes se estén disputando el liderazgo tecnológico con Estados Unidos, e incluso cómo lo han superado en algunas áreas, tal es el caso de la industria aeronáutica. Pero tomemos en cuenta que este descenso en la supremacía norteamericana puede ser e anuncio de un ascenso aún más fuerte en otras áreas tecnológicas que marcarán la pauta en los años venideros. OBJETIVO GENERAL El objetivo principal de nuestra investigación se centra en identificar y analizar la trascendencia fundamental de los conocimientos científicos y tecnológicos en la economía de los EUA y, comparativamente, de otros países desarrollados, de las empresas, las regiones y aún en el contexto global general. Es también importante destacar la intención por presentar algunos de los elementos clave en la convergencia teórico metodológica entre las Teorías del Comercio Internacional y de la Innovación Tecnológica, aunque enfatizando en mayor medida un marco de cooperación como fase previa a un entorno de competitividad. OBJETIVOS ESPECÍFICOS -Observar las aproximaciones teóricas del comercio internacional, al tiempo de ubicar la importancia del factor tecnológico. -Analizar la relación entre ciencia, tecnología y competitividad internacional, haciendo énfasis en la necesidad de no descuidar las actividades de cooperación en investigación y desarrollo. -Determinar el papel del gobierno federal en el desarrollo de la ciencia y la tecnología en los Estados Unidos -Explicar el concepto de Sistema Nacional de Innovación. -Localizar los actores en la promoción de ciencia y tecnología resaltando la importancia del gobierno federal en la misma. -Delimitar el peso específico y los alcances del gobierno federal en el SNI. -Establecer las características generales de la estrategia tecnológica norteamericana durante la Guerra Fría y, por otro lado la ausencia de dicha estrategia en el caso mexicano.

- Analizar las principales causas que originan el debate actual acerca de una "necesaria reestructuración" del aparato científico-tecnológico norteamericano y evaluar las perspectivas de dicho debate. HIPÓTESIS El Conocimiento Científico y el Tecnológico se vinculan estrechamente con el Comercio y la Competitividad Internacional Contemporánea, pero también su desarrollo depende de las actividades de Coperación entre gobiernos, industrias y otras instituciones. Para nuestro caso particular, la historia muestra que la Tecnología ha representado hasta nuestros días un factor que favorece el protagonismo comercial y la competitividad a nivel mundial. METODOLOGÍA El análisis que la presente investigación (de corte cuantitativo) sugiere una dicotomía basada en dos niveles de análisis complementarios: a) una aproximación a las Teorías del Comercio Internacional, identificando algunas perspectivas que destacan el factor tecnológico y, b) un análisis riguroso en la búsqueda de la convergencia y vinculación entre la Tecnología, el Comercio y la Competitividad Internacionales. La primera parte de la investigación, se refiere a un recorrido histórico-analítico respecto a la evolución misma de la Teoría del Comercio Internacional. En dicha investigación se hará particular énfasis en los aspectos de desarrollo y cambio tecnológico. Seguidamente, respecto al aporte que la ciencia y la tecnología otorgan al crecimiento y la competitividad económicos, en años recientes ha emergido una vasta y creciente literatura. Por supuesto, la mayoría provienen de economistas que, en general, observan al gobierno federal como un inversionista que debe destinar parte de su presupuesto a la Investigación y Desarrollo (IYD) para poder obtener, a partir de la innovación (comercial), los frutos económicos que reditúen de esa inversión. En este sentido, la escuela teórica elegida para el presente estudio parte de trabajos realizados en estudios económicos recientes (inspirados originalmente por la Teoría Económica del Crecimiento y la correinte shumpeteriana de la innovación tecnológica) entre cuyos autores se encuentran Nathan Rosemberg (Stanford University) y Richard Nelson (Columbia University), distinguidos investigadores y profesores reconocidos en los centros académicos norteamericanos y mundiales. Este enfoque económico, también conocida como Teoría del Nuevo Desarrollo, es de gran utilidad para la comprensión de diversas concepciones básicas y sumamente necesarias para la explicación del funcionamiento del Sistema Nacional de Innovación (SNI). También se hará uso de otros teóricos que complementan la llamada corriente evolucionista (de énfasis en el desarrollo institucional de las actividades científicas y tecnológicas), tales como Dosi, Freeman y Mowery, entre otros.

Una vez comprendidos los fundamentos económicos, será imprescindible una complementación política en nuestro marco teórico con el fin de identificar la conducta de las tomas de decisión gubernamentales dirigidas hacia la promoción científico-tecnológica y visualizar la organización estructural en torno a la política cientifíco-tecnológica norteamericana. En el aspecto político habremos de partir del aparato burocrático federal establecido para esa promoción tecnológica que impacta en la política comercial. Particularmente, la forma en que se ha ido conformando la política científico-tecnológica norteamericana a lo largo del tiempo implica una serie de variables que han intervenido e intervienen en nuestro objeto de estudio. Todas estas variables o correlación de datos estarán siempre orientadas hacia la explicación de los principales elementos que constituyen la posibilidad de acrecentar las políticas conjuntas en ciencia y tecnología. Los instrumentos y técnicas de investigación requeridos para nuestro estudio derivarán esencialmente de fuentes bibliográficas enfocadas en nuestro mismo objeto de estudio, pero también se hará uso de fuentes primarias (documentos oficiales como de la National Science Foundation, la OECD o el mismo CONACYT, donde se observan algunas políticas públicas de la convergencia tecnológico-comercial) y estadísticas (particularmente las referentes a los porcentajes del presupuesto federal destinados hacia la IYD). CAPITULADO (los Avances presentados aquí, pertenecen al Cap. 3) INTRODUCCIÓN 1. APROXIMACIONES TEÓRICAS AL ESTUDIO DEL COMERCIO INTERNACIONAL

1.1 Los viejos modos de producción

1.2 Clásicos y Neoclásicos en el Comercio Internacional

1.3 La perspectiva marxista

1.4 Nuevas teorías del Comercio Internacional

1.5 Ventaja Competitiva y mundo global.

2. CONVERGENCIA TEÓRICA ENTRE EL COMERCIO INTERNACIONAL Y EL FACTOR TECNOLÓGICO 2.1 Características generales de las Revoluciones Científico Tecnológicas y su impacto en la Sociedad.

2.2 La corriente shumpeteriana y la Teoría del Nuevo Desarrollo.

2.3 El Sistema Nacional de Innovación. Marco Conceptual. 2.4 El (sub) Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. Actores y funciones, ¿Competitividad vs. Cooperación?

2.5 La justificación económica y política de invertir en Investigación y Desarrollo.

3. BREVE RESEÑA DE LA ESTRATEGIA CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA DE E.U.

3.1 Antecedentes del Sistema Científico-Tecnológico norteamericano.

3.2 Las implicaciones de la Guerra Fría en el desarrollo Científico-Tecnológico norteamericano.

3.3 Identificación de la participación del gobierno federal en la promoción de ciencia y tecnología.

3.4 Corresponsabilidad entre la Educación Superior y la Empresa Privada.

3.5 Aspectos recientes del debate Científico-Tecnológico norteamericano.

4. REFLEXIONES SOBRE TECNOLOGÍA, COMERCIO Y COMPETITIVIDAD INTERNACIONAL.

4.1 Reseña de las primeras Teorías del Comercio Internacional.

4.2 El Conocimiento como eje de las Ventajas Comparativas y Competitivas y las Convergencias entre la Teoría del

Comercio Internacional y la de la Innovación Tecnológica.

4.3 Industrialización e institucionalización de la CyT.

4.4 Transnacionalización de conocimientos y capitales: modernización e innovación industrial.

4.5 La Tercera Revolución Industria y la Economía del Conocimiento.

4.6 Hacia las nuevas prioridades regionales en CyT; Cooperación para la Competitividad: caso EUA

5. CONCLUSIONES.

REFERENCIAS

AVANCES (Véase Artículo, luego de la bibliografía general) BIBLIOGRAFÍA (GENERAL) Respecto a la estrategia de recolección de datos (Fuentes Primarias y Secundarias),en la

elaboración del presente estudio se utilizarán las siguientes técnicas de investigación:

-Búsqueda y selección bibliográfica, hemerográfica y fuentes primarias (documentos oficiales)

incluyendo la posibilidad de extraer documentos de Internet.

-Clasificación del material seleccionado en torno a los puntos preliminares del esquema.

-Reconocimiento de Conceptos y Categorías de Información.

La bibliografía general es la siguiente:

Arroyo, Graciela. Metodología de las Relaciones Internacionales, México, Oxford, 1999

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Nezahualcóyotl, Edo. Mex., Agosto de 2010.

LA POLÍTICA CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA DE ESTADOS UNIDOS; CONTEXTO Y DESAFIOS

Rafael A. Durán*

N. Jennifer Calvo* Resumen La importancia en poseer una estrategia científica y tecnológica que incentive el desarrollo

nacional y regional se muestra en el caso de los Estados Unidos. Este país muestra (en

términos los mayores índices de inversión en Investigación y Desarrollo (IyD) y ha

marcado la pauta para (indirectamente) alentar a otras naciones que, mediante esta

inversión, han entrado en una competencia por vincular estos conocimientos con su

capacidad en términos de producción y del comercio internacional. Particularmente, se

analizan también dos momentos específicos que marcan las tendencias recientes en la

producción de ciencia y tecnología: finales del siglo veinte y la primera década del siglo

veintiuno.

Abstract At the globalization context, competitiveness is highly depend on technology and

development innovation. The impact of technology on society and modern economy has

been recognized deeply at the last years. Particularly, we focus on a commerce and

international competitiveness revision. It is commonly said that technology contributes to

give a higher social welfare and better competitiveness standards, however is not there a

common perspective about how determinant the technology is for national economies. So,

the US example is fundamental in order to study profoundly this issue.

Introducción

En el contexto de la globalización, la competitividad nacional es altamente

dependiente de la inserción del desarrollo e innovación tecnológicos en este

nuevo orden internacional. El impacto que la tecnología tiene en la sociedad y en

la economía ha sido enormemente reconocido en los últimos años, principalmente

en aquellos países donde se desarrolla la tecnología y que se ha convertido en

potencias en este rubro.

* Doctor en Relaciones Internacionales (UNAM), profesor de la Licenciatura en Relaciones Internacionales (UNAM-

Aragón) y de la Lic. en Comercio Internacional (UAEM Nezahualcóyotl). radurang@servidor.unam.mx. Responsable del Proyecto “Aproximaciones Teóricas al Comercio Internacional, la Tecnología y la Competitividad Internacional”; PROMEP 103.5/10/0943

* Becaria del Proyecto. Alumna de Séptimo semestre de la Lic. Comercio Internacional en la Unidad Académica Profesional Nezahualcóyotl de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

Para los gobiernos de los países desarrollados es claro que las inversiones en

ciencia y tecnología (CyT) incrementan la productividad y aumentan los niveles de

vida. La Investigación y Desarrollo, comúnmente conocida como IyD, es el

principal componente y una de las medidas tradicionales de inversión en CyT.

La Fundación Nacional de la Ciencia ha calculado, por ejemplo, que en EUA la IyD

industrial puede haber presentado cerca de un cuarto del total de incremento

productivo en décadas recientes, generando índices de ingresos cercanos del 30

por ciento. La IyD Federal ha suplido a la IyD privadas en áreas donde los

beneficios están muy distantes o inciertos para las firmas privadas. Mientras el

índice de los beneficios para la IyD de financiamiento federal es muy difícil de

estimular, es substancialmente probable de acuerdo a varios economistas, que

éste otorgue el máximo ingreso para cualquier otra inversión federal. En otras

palabras, la CyT es una buena política económica y pública.

El presupuesto federal en EUA representó no menos del 40 por ciento del total

nacional de la inversión en IyD desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta

mediados de los años 90s. Más recientemente, la IyD privada ha tenido un

repunte, no solo en EUA sino a nivel internacional, no obstante, el presupuesto

federal norteamericano nunca ha dejado de crecer.

Al interior de dicho presupuesto, las políticas científica y tecnológica se proponen

mejorar significativamente la competitividad a través de una mezcla balanceada

de investigación básica, investigación aplicada y desarrollo tecnológico. Por tanto,

debe existir un fenómeno de ellas, diferentes entre si aunque profundamente

interdependientes. De acuerdo a Nelson y Romer (1996), se aprecia una

tendencia federal de apoyar el desarrollo o aplicación del conocimiento en

dirección al uso comercial o de seguridad nacional de determinada tecnología

(caso Thomas Edison), pero se ha descuidado la investigación básica conceptual

(ejemplificada por Niels Bohr, físico teórico de la mecánica cuántica) y, sobre todo,

la forma de hacer investigación basada integralmente en problemas prácticos

como en sus cuestiones científicos fundamentales (al estilo Louis Pasteur).

Al interior de esta perspectiva, se observa que recientemente el gobierno federal

pretende privilegiar a los imprescindibles Edisons, pero a costa de desestimar la

valiosa labor de los Bohrs y de los Pasteurs. Los recortes en el apoyo de las

actividades de investigación básica pueden reducir el potencial tanto de nuevos

conceptos como de nuevas aplicaciones y oportunidades. Si la investigación y el

entrenamiento universitario se orientan exclusivamente a las necesidades de la

industria se romperá la valiosa interacción entre universidad e industria. El

gobierno federal no debe olvidar su misión orientada hacia la investigación básica.

Nuestro objeto de estudio yace en el gobierno federal de Estados Unidos, su papel

de integrador de la Ciencia y Tecnología (CyT) dentro del Sistema Norteamericano

de Innovación, y su perspectiva “lineal-militar” basada en los principios esenciales

de a) cooperación justificada por la Seguridad Nacional y, b) la inversión nacional

en Investigación y Desarrollo (IyD) con un financiamiento (tipo semilla) dirigido a

sectores prioritarios (militares) y complementarios (ciencia básica y actividades de

alto riesgo y/o largo plazo de la IyD).

La hipótesis manejada afirma que el proceso global pone en evidencia aspectos

de disfunción en el papel federal hacia la CyT, en particular ante la emergencia de

la competitividad internacional y la necesidad de rediseñar la política con

hegemonía lineal-militar (aunque se mantienen los intereses monopólicos de su

industria militar vs los emergentes beneficios del capitalismo competitivo). Pese a

que las grandes empresas globales parecen alzarse como los máximos entes de

la innovación y la tecnología, han surgido propuestas recientes de proyectos

específicos en diversas áreas para estimular actividades de IyD basadas en la

movilidad científica y tecnológica con patrocinio industrial y regulación

complementada por gobierno y academia.

La propia dinámica (movilidad y multi-adyacencia) del conocimiento científico

tecnológico en el actual proceso global, también replantea un rediseño de la

política norteamericana en CyT. Los casos del uso de tecnología dual o del propio

Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés), han

sido ejemplos de la adaptación institucional que este gobierno ha tenido que

realizar como consecuencia del entorno global actual. La convergencia entre los

elementos endógenos recurrentes y los exógenos emergentes, deriva en un

replanteamiento real del viejo modelo “lineal-militar” del gobierno federal.

Desde el entorno endógeno hemos visualizado que, aunque el país mantiene la

supremacía de los intereses monopólicos de su industria militar, el gobierno

federal permite y estimula una adaptación donde se apoya a la mejora del sistema

nacional de innovación, la cooperación complementaria y la utilidad para los

beneficios emergentes del capitalismo competitivo, entre otros aspectos.

En la Tabla 1, se presenta una breve discusión histórica retomada de Aggarwal2,

donde la tecnología ha sido desarrollada para crear una ventaja económica de una

nación por sobre otra. Es decir, cómo la tecnología, de acuerdo con la evolución

que ha tenido dentro de los diferentes pueblos, ha marcado la pauta del desarrollo

económico de éstos y de las regiones en las cuales se encuentran. Así,

sobresalen las naciones consideradas potencias tanto económicas como

tecnológicas y que marcan la pauta de las tendencias económicas internacionales.

2 AGGARWAL, Raj. (1992). Technology transfer and economic growth. En The environment of technology

transfer. Pinter Publishers.

TABLA 1. TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA / CAMBIOS EN LOS CENTROS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO

Centro Geográfico de desarrollo Centro Geográfico temporal

de crecimiento económico

Tecnología / industria Región del desarrollo

previa

Región de crecimiento

económico

Siglo

Navegación

Medio Oriente Sudeste Europeo Del 13 ½ al 16 ½

Comercio/banca

Sudeste Europeo Ciudades Norte

Europeo

Del 16 ½ al 18 ½

Administración /

gobierno

Ciudades Norte

Europeo

Reino Unido Del 18 ½ a fines del

19

Revolución Industrial

Reino Unido Este de Estados

Unidos

De inicio a fines del

20

Industrias del

Conocimiento

Este de Estados

Unidos

Oeste de Estados

Unidos y Cuenca del

Pacífico

Fines del 20 e

inicio del 21 (?)

Fuente: Aggarwal, Raj. (1992, p. 62). _____________________

En una perspectiva regional del conocimiento y la tecnología, esta Tabla nos

reseña la evolución y el traslado de los centros de crecimiento económico a partir

de un conocimiento tecnológico. Desde el desarrollo de los países árabes como

dominadores de la navegación hasta el siglo XIII y XVI en que son desplazados

por los griegos e italianos con un desarrollo a nivel internacional del mercado.

Subsecuentemente los holandeses tomarían este control desarrollando

habilidades que sumaron importantes avances en la capacidad administrativa y la

banca, haciendo de Ámsterdam la ciudad líder del comercio a finales de los siglos

XVII y XVIII. Aunque Ámsterdam pudiera ser el origen de la corporación o de la

moderna firma multinacional, éste concepto fue adaptado y expandido por el

imperio británico. Al obtener importantes contribuciones económicas por parte de

sus colonias, los británicos lograron poner en marcha el desarrollo de la

Revolución Industrial.

En esta secuencia, a finales del siglo XIX y principios del XX serían los Estados

Unidos quienes desarrollarían el uso de la tecnología aplicado a la Revolución

Industrial y a la riqueza industrial generada del acercamiento entre ciencia y

tecnología.3 El caso del Sillicon Valley en California cristaliza la importancia

regional actual del conocimiento y la tecnología.

Es también interesante observar que las sociedades o países “seguidores”

experimentan una introducción paulatina de la innovación tecnológica externa, la

cual llegan a dominar al grado de agregar una nueva opción innovativa capaz de

llegar a desplazar a la innovación original. Los conocimientos y experiencias

acumulados se convirtieron en la base de cada innovación, solo que para ello es

determinante una asimilación social y cultural de los mismos.4 Actualmente, los

llamados países en desarrollo se hallan “obligados” a asimilar diferentes

tecnologías sin percibir, en muchos casos, que cada una de ellas es un producto

final de un largo proceso de innovación y desarrollo tecnológico en el cual aquellos

no han participado y, por lo tanto, les resulta difícil integrar en sus propios

entornos, estructuras y/o valores socioculturales.

En el plano teórico, la perspectiva regional de la tecnología se combina con la

visión de las trayectorias tecnológicas, por ejemplo, se puede explicar esta

evolución del proceso de innovación a partir de la concepción de los Ciclos

Económicos “largos” (donde una serie de innovaciones radicales determinan el

desarrollo económico mundial) o “cortos” (referidos al ciclo de vida de los

productos y al impacto en su consumo). Dicha perspectiva deriva de la corriente

post-Shumpeteriana que enfoca la naturaleza del comercio internacional en la

producción y transferencia de conocimientos y tecnologías.

3 Ibid., p. 61.

4 Véase una serie de ejemplos de la estrecha vinculación entre tecnología y cultura en el documento de

UNESCO “Cultura y Desarrollo”...Op.Cit., 1994.

Si nos damos cuenta, las empresas que actualmente están a la vanguardia

(microelectrónica, semiconductores, telecomunicaciones, biotecnología, industria

de nuevos materiales, las ciencias del espacio, etc.) son las que poseen la más

importante acumulación de conocimiento.5 Lejos de aceptar que el trabajo simple

o la manufactura sean los principales generadores de capital, ahora estas

empresas demuestran que su elemento clave está en la acumulación y aplicación

del conocimiento científico más desarrollado, ahí yace gran parte del valor

agregado intangible.

Las actividades en IyD se dirigen, a través de todas las áreas del conocimiento, a

la producción de nuevas tecnologías, tanto radicales (de mediano o largo plazo,

caso de la cura contra el sida) como incrementales (que es el caso de las altas

tecnologías, como en las nuevas generaciones de microprocesadores). Pero la

tendencia reciente se dirige más al caso de la tecnología incremental ya que se

caracteriza por acercarse más directamente al mercado y al beneficio de corto

plazo. Hoy en día, quedan aún secuelas de la añeja perspectiva “lineal-militar”

basada en los principios esenciales de a) cooperación justificada por la Seguridad

Nacional y, b) la inversión nacional en Investigación y Desarrollo con un

financiamiento (tipo semilla) dirigido a sectores prioritarios (militares) y

complementarios (ciencia básica y actividades de alto riesgo y/o largo plazo de la

IyD). Es cierto que en los últimos años desde el 2001 la Seguridad Nacional

(basada en el antiterrorismo) permitió el tercer gran ascenso histórico de los

recursos federales en IyD; también es cierto que se mantiene el apoyo a muy

diversos proyectos de investigación (básica y aplicada) con potencial en las

diversas disciplinas científicas. Parte de lo que quizás ha cambiado se ubica más

bien en los criterios de distribución y estímulo de los recursos (financieros,

humanos y estructurales).

5 En términos de Kuhn, queda claro que la acumulación de conocimiento, por si misma, no necesariamente

significa progreso de la ciencia ni es la única fuente de la innovación. Pero dicha acumulación si será importante en la medida en que se combine con factores que hagan eficiente el proceso de innovación tecnológica.

En la perspectiva internacional, aunque los Estados Unidos no son (ni hoy ni hace

una década) la nación con mayor partida de su PIB (Tabla 1), en términos reales

invierten en ciencia y tecnología más que cualquier otra nación. Aun en el ocaso

del siglo veinte representaban alrededor del 40 por ciento de los gastos

industriales mundiales en IyD, duplicando a Japón, su más cercano perseguidor.

Tabla 1. GASTO EN IyD (PAÍSES SELECTOS/% DEL PIB/1998-2008)

1 Suecia 3.85 1 Israel 4.7

2 Japón 2.92 2 Suecia 3.86

3 Corea del Sur 2.89 3 Finlandia 3.51

4 Finlandia 2.78 4 Japón 3.5

5 Suiza 2.74 5 Corea del Sur 3.4

6 Estados Unidos 2.67 6 Islandia 2.8

7 Alemania 2.31 7 Estados Unidos 2.7

FUENTES ORIGINALES: OECD-1999; Centre for Science Research and Stadistics-1999; Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología-1998; National Science Council-1998; Pacific Economic Cooperation Council-1997. Datos 2010: www.oecd.org

En 1997, los norteamericanos gastaron un monto similar al alcanzado en conjunto

por los otros miembros del Grupo de los 7: Canadá, Francia, Alemania, Italia,

Japón y el Reino Unido (actual Grupo de los 8 con la incorporación de Rusia).

Luego de una baja mundial de gastos en IyD, al comienzo de la década de los

noventa, a partir de 1995 estos gastos recobraron energía en países como

Estados Unidos, Japón, Alemania e Italia, aunque permanecían sin mejoría en

Francia y Reino Unido; los índices de crecimiento en el gasto mundial de IyD se

atribuyen a una mayor participación de la industria civil (lo cual está sucediendo en

el caso norteamericano aun en nuestros días).6

6 INTERNET: http://www.nsf.gov/search97cgi/vtopic

Respecto a las tendencias mundiales del financiamiento hacia la IyD,

encontramos a fines del siglo veinte una baja significativa del financiamiento

gubernamental en el promedio dentro del Grupo de los 8 y otros miembros de la

OCDE.7 Parte de este cambio refleja cierta desconfianza industrial hacia los

fondos gubernamentales cuando desempeñan la IyD. En 1981, los fondos

gubernamentales dentro de la OCDE promediaron el 23 por ciento de los recursos

que el sector industrial ocupó en actividades de IyD; pero hacia 1997 la

participación del gobierno en los recursos a la IyD cayó al 10 por ciento.

Más específicamente, la investigación básica (tradicionalmente bajo la

responsabilidad del gobierno en vinculación con las universidades y centros de

investigación) guarda una partida más bien discreta. Entre los gastos nacionales

en IyD, los países del G-8 dedican diferentes porciones a su respectiva

investigación básica; para 1997, los Estados Unidos destinaron casi el 17% a

estas actividades dentro de su total de IyD, esto es menor que los porcentajes

reportados en Alemania, Francia e Italia (qué oscilan entre 21 y 22%), pero más

alto que la investigación básica reportada en Japón (12%).

Los críticos de la “reciente disfunción” del Sistema Norteamericano de Innovación

indican que, si sigue existiendo una supremacía absoluta en ciencia básica, ésta

no es cristalizada en resultados tecnológicos concretos ya que otros países

colocan sus productos desplazando a los estadounidenses.

Algunos estudios (...) muestran que de un cuarto a un tercio de los beneficios del

gasto en IyD norteamericano beneficia a otros miembros de la OECD. Dada esta

realidad, por qué invertir? Internacionalmente, cada país debe dejar a otro que pague

por investigación básica (la ciencia básica se mueve muy rápidamente alrededor del

mundo y todos tenemos el acceso a ella aún antes de que ésta pueda ser

transformada en procesos o productos actuales) y concentrar sus fondos en

actividades de desarrollo de corto plazo donde uno puede potencialmente obtener

una ventaja técnica de corto plazo que pueda generar altos ingresos a nivel nacional.8

7 En 1997, solo un tercio de los recursos de los países de la OCDE hacia la IyD provinieron del gobierno, este indicador contrasta con el 45% reportado a principios de los años ochenta, aunque se asemeja a la tendencia marcada por EUA. 8 THUROW, Lester (1996). The Future of Capitalism. New York, William Morrow & Co. Inc., p 294.

En este tenor, la política científico tecnológica norteamericana es muy permeable

ante los debates globales. Particularmente, la política federal sobre el

financiamiento a la IyD y el desarrollo tecnológico son asuntos fuertemente

debatidos y han tenido un poderoso impacto sobre lo que ha sido desarrollado y lo

que no durante las últimas décadas. Si bien el sistema de investigación básica de

los Estados Unidos permanece inamovible aún hoy en día, ante cualquier otra

nación competitiva, la organización de las entidades gubernamentales se ha

deteriorado en el sentido de que no se permite una respuesta efectiva ante la

necesidad de estructuras específicas de apoyo a la tecnología comercial. En otras

palabras, esta crítica indica que no se ha logrado una eficiencia en trasladar las

bases de la IyD hacia la conversión de productos de uso comercial. La

coordinación está ausente, siendo que su propósito y prioridad es fundamental

desde la distribución de los fondos. Al menos una docena de agencias

gubernamentales tienen actualmente diversas responsabilidades en proyectos de

investigación y desarrollo tecnológico. Siendo que, los fondos federales han

oscilado entre 50 y 30 por ciento del total de la IyD nacional, la falta de

coordinación es un auténtico handicap frente al papel de otras agencias federales,

como es el caso del MITI japonés.9

Esta crítica „lineal‟ de la política federal en CyT es certera sólo en parte. Aceptarla

por completo sería desestimar seriamente el esfuerzo de otros países en sus

propias actividades de IyD, además que, en la práctica, el gobierno federal

norteamericano trabaja su propia estrategia nacional ante el proceso global. De

entrada, aquella perspectiva pareciera insinuar que la ciencia (tanto básica como

aplicada) debe reducir sus esfuerzos para dar paso a más actividades de

desarrollo tecnológico, que son las más cercanas al proceso productivo y al

mercado.

9 Cfr. MINIAN, Issac (1998). Políticas estratégicas vinculadas a la introducción de nuevas tecnologías: notas sobre los países industrializados. En DOMÍNGUEZ, Lilia & WARMAN, José. Tecnología y competitividad en un nuevo entorno. UNAM, pp 107-137.

Sin embargo, como veremos, la estrategia federal no desecha su modelo lineal

para la distinción de la importancia tanto de la investigación (básica o aplicada)

como del desarrollo tecnológico, tanto de la política científica, como de la

tecnológica. Más bien aprovecha estas diferencias y echa mano de su experiencia

histórica institucional para mantener su apoyo continuo hacia las redes que

fomentan la CyT, en la diversidad de campos del conocimiento. Lo que si se

observa, es un cambio es la nueva concepción dirigida y de equilibrio entre las

prioridades militares (tradicionalmente fuertes), competitivas (de mayor apoyo a

las redes industriales) y globales (ante los temas de la nueva agenda: medio

ambiente, sanidad, etc.).

Es importante destacar que, tanto la política científica como la tecnológica, forman

sólo una parte indispensable para el crecimiento económico y debe de

permanecer vinculada con las políticas públicas. Estas políticas deben de ir en

concordancia con una política industrial, una política comercial, una política

educativa y una política de propiedad intelectual, enfocadas de tal forma que

todas, en conjunto, conformen la política económica y social que lleve a un país

a un desarrollo económico sustentable donde la innovación tecnológica y los

procesos globales generan redes que emergen como imprescindibles.

La experiencia norteamericana en CyT, junto con la de otros países desarrollados,

ha servido para la emergencia de una nueva visión del papel de las actividades

científico tecnológico en el desarrollo. Al mismo tiempo, ha sido inspiración de una

serie de recomendaciones globales presentadas a través de diferentes

organismos internacionales. Aunque tradicionalmente se ha aceptado la realidad

de que la CyT contribuye a intensificar las diferencias entre naciones y/o regiones

desarrolladas y subdesarrolladas10, también es evidente que esta brecha se

profundizará en tanto el subdesarrollo carezca de una infraestructura y el acceso

mismo al stock global de conocimiento.

10 Por ejemplo, en los países desarrollados el promedio de científicos y tecnólogos por cada 1000 habitantes es de 3.8, superando 10 veces al promedio de los países en desarrollo (0.4). En el caso de la inversión en Investigación y Desarrollo, los promedios respecto al PNB son 2.0 y 0.5, respectivamente.

Un breve ejemplo de lo anterior lo constituye un estudio del Banco Mundial,

realizado por la Global Joint Task Force (2000; Cap.V); en el mismo, se

recomiendan cinco puntos básicos a considerar por parte de los gobiernos de

países en desarrollo: a) instalaciones y recursos técnicos; b) recursos humanos

(científicos y tecnólogos); c) cooperación local, regional e internacional; d)

estrategias nacionales para el desarrollo científico, y; e) cooperación universidad-

industria.11 Dichos puntos, desarrollados evidentemente en el proceso de

institucionalización de la CyT en Estados Unidos, ciertamente son válidos de

manera general para las actividades de IyD de otros países; sin embargo, la

experiencia norteamericana, cómo hemos venido observando, ha pasado por un

proceso histórico institucional único y sus lecciones trascienden más allá de

cualquier intento de receta científico tecnológica.

Los procesos de innovación tecnológica no se reducen a la capacidad que al efecto tengan las empresas o los laboratorios o el sector público, sino que requiere de un “sistema nacional de innovación”, en tanto que conjuntos de actores involucrados y sus relaciones mutuas. Un dinamismo tecnológico únicamente puede surgir en la sociedad si en esta existen las infraestructuras y redes necesarias para apoyar la actividad innovadora, los procesos de generación, transferencia, adaptación y difusión tecnológicas.12

Es importante recordar que una respuesta local, nacional y regional ante los

desafíos del proceso global, basa el éxito de su estrategia en las diferencias que

pueden ser aprovechadas en la escala mundial. Las actividades científico

tecnológicas no son la excepción. Así que, en una perspectiva pesimista, los

países desarrollados podrán vender sus pescados, pero difícilmente enseñarán

todas las artes de la pesca a los demás.

11 El estudio indica que la capacidad científica de los países en desarrollo es insuficiente y que, globalmente, algunas áreas que prometerían un gran potencial no reciben una atención adecuada; diversos proyectos quedan truncos por falta de apoyo público o privado, los recursos físicos y humanos son inadecuados para la educación científica debido a la ausencia de un valor real de la investigación y la capacidad científica. La Task Force sugiere un fortalecimiento de estrategias entre gobierno, industria y universidades, además del fomento de las redes de vinculación al entorno intelectual, productivo y financiero del conocimiento global como requisitos para incrementar la capacidad científica de los países. Esta visión optimista sugiere que los países deben aprovechar la tremenda movilidad de la CyT para incrementar su papel científico tecnológico en la actual economía del conocimiento. Cfr. Global Joint Task Force (2000). Higher Education in Developing Countries, Peril and Promise. The International Bank for Reconstruction and Development, The World Bank, Cap.V. 12 MARTÍNEZ, Eduardo (et.al.; 1994). Ciencia, Tecnología y Desarrollo: Interrelaciones Teóricas y Metodológicas. Santiago. ONU, UNESCO, CEPAL-ILPES, CYTED, Editorial Nueva Sociedad, p.9.

Más bien, corresponde a cada sistema nacional (o regional13) de innovación

observar, aprender, diseñar y poner en práctica una estrategia „adecuada‟ para la

innovación, al interior de su propio entorno endógeno. Una lección fundamental es

que la institucionalización y profesionalización de la CyT parecen ser un camino

ineludible. En la práctica actual, las instituciones ofrecen recursos para la

adquisición, implementación y utilización económica del conocimiento tecnológico.

Las redes de innovación son cristalizadas por la interacción de educación y

capacitación, investigación y desarrollo, información tecnológica, transferencia

tecnológica, producción, relaciones industriales, financiamiento y el mercado. Una

estructura y esquema de cooperación adecuados permiten aumentar la sinergia a

los actores regionales. La gobernabilidad institucional, formal e informal, está

fuertemente vinculada con la capacidad regional colectiva para tomar decisiones,

el pragmatismo y el fortalecimiento de la innovación.

Así, “además de la existencia de instituciones con empleados motivados y

calificados, investigadores científicos, capital de riesgo y servicios de transferencia

tecnológica, la coherencia interna y compatibilidad del orden local deben

considerarse para emitir un juicio calificado de determinado sistema regional de

innovación.”14 Cada política científico tecnológica, entonces, debe adaptarse a las

condiciones globales y, sobretodo, debe ser capaz de generar condiciones

endógenas apropiadas; debe contemplar estrategias de mediano y largo plazos;

debe apoyar el aprendizaje, el uso y la acumulación del conocimiento; estar

consciente de que, en diversas situaciones, las ventajas tecnológicas pueden

transformarse en bases duraderas de la competitividad internacional mediante una

adecuada intervención del Estado.

13 La existencia de lo que llamó Dosi (1990) trayectorias tecnológicas se complementa con la perspectiva conceptual de

las trayectorias regionales (Braczyk, 1998). Esto nos permite observar que el conocimiento tecnológico no únicamente es organizado en sistemas técnicos a gran escala, en áreas o profesiones, sino también dentro del concepto de sistemas regionales de innovación. Aquí, el conocimiento se incorpora en las organizaciones productivas de la región, en las relaciones de cooperación, en las instituciones y en las estrategias políticas; en este ámbito, el conocimiento inusualmente se convierte en grandes saltos visibles, pero permite una mejora constante e incremental. La institucionalización del conocimiento técnico y el aprendizaje tecnológico permiten que cada región incorpore en su desarrollo una historia tecnológica propia, tan importante como sus historia social, económica, política o cultural.

14 BRACZYK, Hans, 1998, 425.

En el plano endógeno del denominado Sistema Norteamericano de Innovación, las

tendencias de fin de siglo en los esfuerzos federales hacia la integración del

sistema demostraban que los esfuerzos de este gobierno han sido constantes.

Aunque históricamente la participación federal15 dentro de los fondos nacionales

para la IyD disminuye en las últimas décadas del siglo veinte a menos del 30 por

ciento, esto se explica más por el aumento de este financiamiento por parte de la

empresa privada (que financia el 65.5 por ciento de la IyD nacional y realiza el

74.4 durante el 2000). Este desplazamiento por parte de la industria no significa

necesariamente un retiro del gobierno federal en los gastos de IyD; por el

contrario, en el periodo 1980-2000 se registra un promedio de crecimiento „real‟

anual de 1.0 por ciento en el financiamiento federal hacia la IyD.

El gobierno federal de EUA sigue cumpliendo funciones similares a las de las dos

décadas finales del siglo veinte, no sólo en sus esfuerzos constantes hacia el

financiamiento de la IyD, también en cuestiones de equilibrio tradicional: mayor

apoyo en investigación (básica y aplicada) hacia universidades y colegios, así

como un soporte dirigido al desarrollo tecnológico del sector industrial; al tiempo

que en la IyD entre las agencias federales muestra la existencia de un equilibrio

endógeno entre todas las actividades de la IyD.

Lo que si se hizo evidente al final del milenio pasado, particularmente debido al

periodo de la Administración Clinton, es la disminución de la IyD militar y un

aumento significativo de la IyD civil, a diferencia de las décadas anteriores.

Durante gran parte de la Guerra Fría, la IyD militar determinó el rumbo de las

actividades nacionales en CyT; aunque desde los años ochenta la IyD civil había

cobrado mayor importancia. En 1980, como legado de la Administración Carter, el

presupuesto federal en IyD civil alcanzó a ser equivalente al de la IyD militar.

15

La participación del gobierno federal en el apoyo a la IYD tiene su mayor índice, 67 por ciento, en 1964 y

mantuvo supremacía hasta 1979 que registró un 50 por ciento respecto a los gastos totales en IYD. El porcentaje se mantiene entre el 45 y 47 por ciento de 1980 a 1988. Justo desde 1988 la participación federal ha disminuido, registrando su nivel mínimo (29.5 por ciento) en 1998; esto de acuerdo con los datos iniciados en 1953 por la NSF.

Solo gracias a las modificaciones de Seguridad Nacional de Reagan (ante las

emergentes condiciones globales), la IyD militar logró una expansión durante la

primera mitad de los años ochenta y, sería a finales de esa década y durante los

años noventa cuando la IyD militar sufre algunas reducciones (aunque relativas)

en su presupuesto.

Para el año 2000, sin embargo, el presupuesto se vuelve a equilibrar entre las IyD

civil y militar, aunque con un aumento, en términos „reales‟ de 29 y 28 por ciento,

respectivamente en comparación con los niveles de 1980. Respecto a la actual

expansión de la IyD civil, destacan las cuestiones de salud como las más

beneficiadas desde 1986; lo anterior se visualiza mejor en la Figura siguiente:

Figura . TENDENCIAS EN LA PARTIDA EN IyD (DoD y HHS)

FUENTE: MEEKS, Ronald (2002). Changing composition of Federal funding for R&D and R&D plant since 1990 Data Brief, www.nsf.gov

En un documento que emite la NSF en abril de 2002, se confirma esta creciente

importancia de los fondos federales hacia la IyD no-militar, destaca el Servicio de

Salud Humana (HHS), principalmente a través de los Institutos Nacionales de

Salud (NIH).

El documento referido también destaca el descenso del apoyo a la IyD del

Departamento de Defensa que, de un 57 por ciento del total, se programa un 40.4

para el año fiscal 2002. Estas tendencias se pueden observar tanto en cifras

corrientes como constantes (ver Tabla 2), inclusive, detrás de dichas agencias,

también se comprueba la presencia significativa de la NASA y el importante

incremento presentado en la NSF (el cual confirma, a su vez, el reforzamiento

federal hacia las actividades de investigación).

Tabla 2. OBLIGACIONES FEDERALES EN IyD*: (AÑO-FISCAL=FY) 1990 – 2002

Por agencia FY

1990 actual

FY 1995 actual

FY 1998 actual

FY 1999 actual

FY 2000 actual

FY 2001 preliminar

FY 2002 preliminar

Cambio promedio anual %

1990-2002

(Millones de dólares)

Total......................................................... 65,831 70,443 73,743 77,386 77,356 85,452 84,938 2.1

DoD......................................................... 37,755 33,857 35,352 35,753 33,215 36,457 34,324 -0.8

HHS......................................................... 8,513 11,711 13,991 16,168 18,646 21,593 24,230 9.1

NASA......................................................... 7,060 9,640 9,918 9,885 9,755 9,973 9,696 2.7

DOE......................................................... 6,547 6,890 6,601 6,876 6,874 7,675 7,295 0.9

NSF......................................................... 1,729 2,439 2,474 2,680 2,942 3,278 3,226 5.3

USDA......................................................... 1,211 1,524 1,531 1,745 1,834 2,080 1,911 3.9

otras................................................... 3,016 4,383 3,878 4,280 4,091 4,397 4,255 2.9

(Millones de dólares constantes/1996)

Total......................................................... 76,503 71,851 71,319 73,807 72,383 78,317 76,239 0.0

DoD......................................................... 43,876 34,534 34,190 34,100 31,080 33,413 30,809 -2.9

HHS......................................................... 9,894 11,945 13,530 15,420 17,447 19,790 21,749 6.8

NASA......................................................... 8,205 9,832 9,592 9,428 9,128 9,140 8,703 0.5

DOE......................................................... 7,608 7,028 6,384 6,558 6,432 7,034 6,548 -1.2

NSF......................................................... 2,009 2,488 2,392 2,556 2,753 3,004 2,896 3.1

USDA......................................................... 1,407 1,554 1,480 1,664 1,716 1,906 1,716 1.7

otras.................................................... 3,505 4,471 3,750 4,082 3,828 4,030 3,819 0.7

*Incluye instalaciones.

FUENTE: National Science Foundation/Division of Science Resources Statistics, Survey of Federal Funds for Research and Development: Fiscal Years 2000, 2001, and 2002

Durante el periodo de George W. Bush (2001-2009), sus estrategias de Seguridad

Nacional fueron enfocadas a la diplomacia, desarrollo y defensa, (Tabla 3), lo que

permite un notorio cambio de inversión, retornando a la vieja fórmula

fundamentada en la Defensa y la Seguridad Nacional.

Siguiendo el comparativo entre los gastos en el sector de la Defensa (58.9%) y los

destinados al rubro de la Salud (20.8%), se muestra cuales fueron las prioridades

durante los ocho años de la Administración de George W. Bush. Particularmente,

gracias al apoyo en contra del terrorismo luego de los atentados de septiembre de

2001.

(Grafica 1)

A lo anterior debemos añadir, de acuerdo con la Asociación Americana para el

Avance de Ciencia (AAAS), que el gran componente del presupuesto federal en

IyD fue asignado para el Desarrollo Tecnológico (FY 90%,2009). En tanto que la

parte de No-defensa (41.1%) del presupuesto federal en IyD es dirigida para

financiar la investigación tanto básica como aplicada (FY 78%, 2009). Para el caso

de la financiación de IyD en el rubro de la salud, en su mayoría incluye programas

de los Institutos Nacionales de Salud, además de ser el segundo rubro más

importante después de la defensa nacional.

Sin embargo, se espera que en la tendencia subsecuente, durante la

Administración de Barack Obama todo parece indicar que habrá un viraje, ya que

aunque persisten los importantes presupuestos hacia la defensa, se intenta gestar

una retirada de los asuntos militares (tal es el caso del anuncio de retirada de

territorio Iraquí), al tiempo que se contemplan compromisos sociales (como en el

caso de la Reforma Sanitaria, tan debatida en los meses recientes); por lo que

ahora hay mayor inversión en el sector de la salud (ver gráfica siguiente).

Fuente: http://www.usgovernmentspending.com/year2010_US.html

Al mismo tiempo, la actual Administración ha lanzado diversas propuestas para

seguir fomentando la IyD, por ejemplo el 11 de Agosto de 2010 se externó la

Iniciativa estadounidense de Salud Mundial en busca de la innovación con el

programa GHI Plus, GHI es una iniciativa de seis años de duración y 63.000

millones de dólares que se centra en la prevención de enfermedades de manera

unificada y permanente. Las inversiones de la GHI ayudarían a “fortalecer los

sistemas de salud, mejorar la salud materno-infantil, tratar enfermedades

tropicales desatendidas y aumentar la investigación y el desarrollo”. Los

programas comprenden desde proyectos para fortalecer los sistemas sanitarios de

los países a nivel mundial, hasta estrategias de colaboración entre gobiernos y

con “socios” internacionales que se centran en los pacientes más que en las

enfermedades.

En conclusión, los factores exógenos y endógenos parecen darle otra dimensión al

papel del gobierno federal pese a que su esfuerzo y su apoyo hacia la IyD son

constantes. La función integradora adquirida en los tiempos de la posguerra ha

perdido intensidad ante el desvanecimiento de la justificación basada en la

Seguridad Nacional, además de la emergencia de la dimensión global. No

obstante, su papel de integrador se mantiene en la medida en que sigue regulando

diversas actividades al interior de las nuevas redes de la innovación. Ahora la

posición federal mantiene una estrategia lineal en cuanto a que intenta estimular

diversas áreas de la innovación donde la industria prefiere no incursionar, pero

intenta disminuir la tremenda inercia y peso específico del sector militar. De ser el

gran integrador de la institucionalización de la CyT norteamericana, pasa a

generar un rediseño de equilibrio y complementariedad, manteniendo elementos

tan valiosos como la cooperación, la sectorización o el debate o rediseño político

continuo y permanente tanto a partir del Ejecutivo como en el Congreso

norteamericano.

Precisamente, otro elemento a destacar radica en el papel que juega el Ejecutivo

para la asignación del presupuesto en Investigación y Desarrollo, ya que el

desempeño de Estados Unidos en las últimas décadas han tenido un gran impacto

a través de la IyD , no solo para la CyT, si no, también en aspectos comerciales ya

que son partes complementarias de la constante innovación que debe existir en el

mercado internacional, para hacerse mas competitivo, lo que conlleva a nuevas

ideas que sean capaces de crear un impacto contra las ya existentes.

BIBLIOGRAFIA

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http://www.tecnologiahechapalabra.com/datos/datos_estadistica/articulo.asp?i=2022