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8/11/2019 cajamarquilla el fin de la cultura de lima.pdf

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C J M RQUILL y EL FIN

DE L CULTUR LIM

Juan Domingo Mogrovejo Rosales

Mucho se ha discutido acerca del origen del fenmeno urbano en la costa centrala fines del intermedio temprano, y piez central de est discusin ha sidoCajamarquilla pues a diferencia de Maranga est construida casi por completo con

muros de tapial , lo que hizo suponer a varios especialistas que el fenmeno urbanoera forneo e inducido por los Huari. Esto implicaba un final abrupto para lacultura Lima, la cual bajo este esquema habra sido incorporada al imperio Huariincluso por la fuerza . El registro arqueolgico sin embargo dice otra cosa, a partirde los resultados preliminares de dos aos de excavaciones en el sitio deCajamarquilla , creemos que algunas claves para entender el fin de la cultura Limase han develado, las cuales presentamos a continuacin.

1 C J M RQUILL EN L S INVESTIG CIONESRQUEOLGIC S

Ubicado en la quebrada de Jicamarca en Huachipa , sobre la margen derecha del ro. Rmac , es un gran sitio arqueolgico construido casi enteramente por paredes de

tapial , destacndose 4 grandes pirmides y numerosos recintos y plazas. Aunqueun sitio de 167 hectre s de re rqueolgic difcilmente puede p s rdesapercibido , contradictoriamente es realmente muy poco lo que se sabe de estagran urbe, pues no slo l as referencias al sitio son espordicas , sino que tampocoaaden inf orma cin s lida que n os ayuden a entender an aspectos tan importantesco mo una secuen cia de ocupacin confiable.

Debido a estas carencias es que se han originado diversos tipos de hiptesissobre Cajamarquilla , mencionndose por ejemplo que se trata de una gran factoraferial , o ciudad de uso temporal (Bueno 1974/1975 , 1986) ; tambin que era lacapital del Reino P ost-Huari de Cuismancu (StingI19 84); que era una ciudad queinclua una fortaleza entre sus instalaciones (Se stieri 1964: 14 ) , y tambin lacomnmente aceptad a hipte sis que era un sitio dependiente de Huari (Silva 1992:71 ; Bueno 1974 /7 5: 182) . Si tenemos que obtener un a inquietud comn de todos

BIRA 26 (Lim a : 227-243 (1999 )


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J M R QU fLL y EL FI N DE L CU L TU R LI M

los tex tos qu e se ref ieren a C aj amarquill a, es ta ser a el ur ge nte a premi o por untrabaj o de excavac in e in ves tigac in en el s itio qu e permiti era enco ntrar res pues tas

ad ec uadas a mu chas preg unt as , y as poder inco rp orar a es te ce ntr o urb ano e n lasdi sc usion es y debates reg io nales.

C on e l fin d e mostr ar nues tras prim eras co nclu siones so bre e l siti o , pres ent arem osantes un res um en de los prin c ipales tra baj os qu e tratan so bre Cajam arquill a, co n lafin a lid ad de situarn os pr og res i va me nte e n e l ac tu al co nt ex to de d esa rr oll oarqu eolg ico.

P r imeros trabaj os arqu eolgi cos en Cajamarquilla

El primer tr abajo qu e ap orta imp ortante inf orm ac in so bre C aj am arquill a es e l deEphr aim G eorg e Squi er, qui e n ad em s de v isitar las ruin as y de desc ribirl as, haceun plan o co njunt o de Laber into y Mu e lle . M enciona qu e pu ede di s tin guir setres g rand es g rup os de con stru cc iones, do nd e las co nstru cc io nes de a dobe (s ic)mu es tran un sis tem a mu y co mpl ej o de departam entos y pasa di zos , aadi end o laex iste ncia de deps itos s ub te rrneos. A Squi er tambi n le ll ama la a tencin qu eun siti o tan grand e se ubiqu e e n un a qu ebr ada seca, inclu so bas tante a lej ado del

ca nal que d eriva ag ua del Rm ac hac ia Hu ac hip a1

877 : 49- 51 ).

L as prim eras ev id encias fun e rarias relac io nadas co n el lugar se debe n a M ax Uhl e ,qui en entre 190 5 y 1908 (Sh ady 1982: 2 1) excav num erosos e ntie rros e n cem enteri osaledaos a Caja m arquill a (a pare nteme nte 3 4 en 1 906 , Gay ton 1927 : 306 ), e n l ostrrru nos de la H ac iend a Ni ever a . Aunqu e no hay inform ac in publi ca da res pec toa es tos co ntex tos , e n 1927 A nn Gay to n publi c un ca tlogo de buena parte de lasofre nd as que se c usto di an en el Mu seo de la Uni vers idad d e Ca liforni a, aadindo seun an lisis por p arte de la doc tora Ruth Sh ady ( 1982) de aquella mu es tra de ce rrruca ,y de o tras vas ijas o btenid as por U hle c us todi ada s e n e l Mu seo de A rqu eo log a d ePu e blo Li bre. A c ri terio de a lgun os es pec ia li stas di chos materiales co rres pond ena fi nes del pe ri odo Int erm ed io Tempr ano y H ori zo nte Medi o 1b y 2 ( M enze l 1968:150 , 1977 : 46 ; Sh ady 1982: 2 1 y ss; Patterso n 1966: 11 2).

P arece se r qu e e n 193 8- 193 9 A. Gi esec ke inte nta la r es taura cin d e a lg un osConjunt os, co mo el llam ado L aberint o (Cava trun ci 1991 : 354 ), rruentras qu e a osm s a de lant e , en 194 4 Juli o C Tell o excav e n C aj amarquill a, e n l o qu e se ra e lprim er pro yecto arque ol gico en e l sitio (a parent eme nte e n el co njunt o qu e hoylleva su n omb r e), e nco ntrand o c ermi ca Lim a deb aj o de l os res tos s up erf iciales

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Juan omingo M ogrovejo Rosales

(Rowe, citado en Patters on 1966 : 112 . Aunque no hay publicaciones de sustrabajos , por anlisis de l as fotos areas de 1944 y 1956 del SAN es posible que

Tello limpiara varios recintos con depsitos subterrneos, tambin que excavara elextremo sur de la plataforma superior de la pirmide del Conjunto Tello , y quehiciera ha sta 5 pozo s estratigrficos en las plataformas Sur del mismo conjunto,adems de algunas refac cion es e n la plaza oeste.

Despus de Tello no se realizara ningn trabajo hasta la llegad a de la MisinArqueolgica Italiana al Per , encabezada por Pellegrino Claudia Sestieri, querealiz trabajos de excavacin en Cajamarquilla desde 1963 hasta 1971 , primero enel Conjunto hoy conocido como Sestieri (1963 -1 967) y luego en el Co njunto

Tello entre los aos 1968-1971 (Sestieri 1972: 326). unque hay variaspublicaciones cortas de algunos resultados principales de estos trabajos, faltauna publicacin global con detalles ms puntuales de sus contextos (Sestieri 1963 ,1964a, 1964b, 1971 , 1972 ; Sestieri y Cerulli 1967; Alessio et al 1967 ; Taschini 1968 ;Cerulli 1967 , 1968; Cavatrunci 1991).

Poster iormente se realizaran dos trabajos en la d cada de los 80, primero a cargodel doctor Arturo Jimnez Borja en el conjunto denominado Laberinto dondeadems de los trabajos de restauracin se hicieron algunas excavaciones; y luegotrabajos ejecutados por Od n Rosales Hu atuco en el Conjunto Tello , donde ademsde encontrar muros pintados y escaleras, tambin encontr algunos entierros(comunicacin personal . De safo rtunadamente an no se han realizado laspublicaciones de estos trabajos , siendo impo sible el acceso a los inform es oficialespues estos se han perdido .

Rec ap itulando , podemos mencionar que en Cajamarquilla han trabajado cuatroproyectos arqueolgicos, siend o los trabajos de la Misin Italiana lo s de mayorenvergad ura. En ninguno de los casos existe n publicaciones finales , y la care nciade in formaci n es tal que por ejemp lo e l nmer o y tip o de co nte xtos funerarios

recuperados en total es an de sco noc ido, pero deben ser var ias decenas, puess lo para la Misin Italiana hay citas referidas al halla zgo de entierros e n la partece ntral de Cajamarquilla (Sestier i 1964) , y de 22 slo en Tello ; (Cavatr un ci 1991:358), esta ndo par cialm ente documentados 6 de estos (E nti erros 1, 2 , 3 , 4 , 5, 8 deTello en Sestieri 1971).

Adicionalmente podemos mencionar trabajos qu e tu viero n menciones descriptivasdel lugar como D 'Harc ourt (1922) , Pedro E. Villar Crdoba (1935) , y Bueno Mendoza(1974/1975).

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Juan D omin go Mogro vejo Rosales

Estos hallazgos de la Misin Italiana fueron errneamente utilizados posteriormentepara atribuir hallazgos de adobitos en Cajamarquilla en cimientos profundos en

asociacin con cermica del estilo Maranga , con el fin de dar la impresin de quela ocupacin Lima se halla totalmente cubierta por tapiales del Horizonte Medio(Bueno 19745/75 : 180, 182) .

Para Patterson, durante su poca Lima 8 (fines del perodo Intermedio Temprano)Cajamarquilla ya era un gran centro Urbano que tena sus cementerios en Nievera(1966: 116) , aunque tambin cree que la ocupacin fue continua en el sitio desdeLima 7 hasta el Horizonte Medio 2 lbid: 112) . Finalmente , aade que posteriormenteel sitio fue ocupado durante el Intermedio Tardo , cubrindose las construcciones

ms tempranas y creciendo an ms la urbe lbid.); interpretacin que para supoca fue bastante innovadora.

De los ltimos trabajos que aportan informacin relevante para nuestra discusines importante mencionar el trabajo de Silva quien excava en los sitios de Pirmidede Nievera y Huaca Trujillo , ambos colindantes con Cajamarquilla, dondeencuentra en ambos casos material Lima tardo asociado a la construccin deambos edificios, los cuales propone que fueron ampliados durante el HorizonteMedio l (Silva 1992 : 70 , 71) . Finalmente el trabajo de Guerrero y Palacios quedefine varias caractersticas de la cermica de fines del Intermedio Temprano einicios del Horizonte Medio para las aledaas zonas de Huachipa y Huampan ;vaIle medio del Rmac (1994).

B) Cajamarquilla y H uari

CajamarquiIIa toma especial importancia en la dcada de los 80 a raz de los intensosdebates en torno la caracterizacin del fenmeno Huari , pues a partir de esemomento una posicin contraria a la existencia de un Imperio tomara a Cajamarquillacomo la piez a central de un debate te rico y metodolgico . Se propona ms bienque el Horizonte Medio fue una poca de fluidos intercambios comerciales yculturales entre fuertes estados regionales , uno de los cuales estara localizado enla costa central con Cajamarquilla como su principal urbe (Shady 1982 , 1988 .

Los que defienden la existencia imperial de Huari , aunque desde los inicios de estahiptesis no se centraron en el problema de CajamarquiIla, dan a entender de formatcita su inclusin en elImperio (p.e. Lumbreras 1983: 104 ; 1981:251 ; Menzell968:188) . Aunque tambin hubieron quienes so bre la base de los haIlazg os de la

Misin Italiana y sobre la base de identificar tapiales con el Horizonte Medio

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proponan que el sitio era una factora bajo la influencia Huari (Bueno 1974/1975). Durante el mencionado debate en los 80 ' algunos eludieron comentarios

sobre el sitio p .e . Lumbreras , Isbell en Shady 1988) , otros mencionaron la falta deinformacin confiable para Cajamarquilla (Ramiro Matos en: Shady 1988 : 112), yotros aceptaron que no era un sitio planificado Huari , pero sin aceptar mayoresinterpretaciones de organizacin socio econmica hasta que hubiera datossuficientes (Martha Anders en: Shady 1988: 10 1). En otros estudios y publicacionessobre el Horizonte Medio, Cajamarquilla desaparece de las discusiones (p.e. en lamesa redonda de la Dumbarton Oaks en 1985: IsbeIl1991).

En general a pesar de la carencia de definiciones cronolgicas y culturales concretas

para Cajamarquilla , tambin esta falta de datos dejaba en suspenso la importanciadel sitio para quienes era difcil explicar la presencia de cermica Huari y delHorizonte Medio en la costa central pero sin existir un centro administrativo conpatrn ortogonal . Esto se explica porque a partir de los trabajos de Menzel

(donde se define al estilo Pachacamac : 1968, 1977), se hizo necesario encontrarsitios del Horizonte Medio y no slo tumbas . Debido a que los trabajos enPachacamac no dieron los resultados esperados al no encontrase arquitecturaHuari (Paredes 1991), y debido a que el nico sitio Huari identificado en la costacentral (Socos en el valle del Chilln : Isla y Guerrero 1987) preliminarmente nollegaba a satisfacer todos los requisitos de un centro administrativo , es que sevolva la mirada a sitios como Cajamarquilla , o incluso Maranga (Shimada 1991:XLV

Cajamarquilla cen tro urban o o iud d ?

Utilizados indistintamente por muchos arquelogos , los trminos centro urbano y ciudad pueden par ece r sinnimos , sin embargo no lo son. Se trata de do sconceptos distintos que desafortunadamente an no so n adecuadamenteaplicados en la defini cin de los fenmenos socio-polticos que caracterizan a lassociedades andinas.

Aunque podramo s dar una larga lista de lo s textos y autores que utilizan el tnninociudad para Cajamarquilla esto no sera til debido a que su utili zac in en la

mayor parte de lo s casos es involuntaria . Para efectos de presentar la di sc usinslo menci onarem os algunos casos, que de algn modo aportan informaci nrelevante que concierne al tipo de concepto que definira a Cajamarquilla .

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La primera ev idenc ia de la in fl uencia occi denta l en e l co ncep to de ciu da d seobse rva e n la ubi cac in d e los prim eros trabaj os de l a Mi sin It a liana, qui enes

escog iero n el co njunt o qu e se hall a ju sto e n el m edi o del s iti o, lo qu e podr arelac ionarse co n e l co noc imi ento e uro peo de qu e la parte m s anti gua de un aciu da d se ha lla e n el ce ntr o , dond e as imi sm o se en cuentr an todos los e di ficiosgub e rn at ivos , re ligiosos y eco nmi cos m s imp ortantes. E n l a ex pe riencia delViejo Mund o e l crec imi e nto de la c iud ad es radi al , s iend o e l ce ntro denso ydeso rdenado y la perife rie ms di spersa , menos imp ortant e y menos anti gua. Quiz sla s uperp os icin d e co nstru cc iones Ichm a deso rdenadas so bre un co njunt o Limaen esa par te , pu do dar la impr es in d e c umplir con l os requi sitos mencionados.

La prim era c ita qu e a plica un co ncept o definido d e c iud ad p ara e l siti o es deLumbr eras quien m enciona la c iud ad d e Cajamarquilla co m o un ejempl o de unaint ensiva ag lutin ac in p obl ac ional e n tom o a lo s centro s pbli cos de se rvic io y depr odu cc i n (198 1: 17 1 , dond e la c iud ad andina sur ge de la evolu ci n d el ni velprev io de los centr os ce remo ni a les y de las c iud ades ce ntr o-c er em o ni al . ParaLumbr eras en l as c iud ades se es tabl ece un equilibri o e ntr e los templ os y lu gar esce remoni ales co n l os palac ios o tras ofi cin as o tall eres v iviend a, e n d ond e s inm enos prec iar a los di oses ni elim inar a los sa cerd ote s se es ta blece la s upr emac acivil ( c iv il qui ere dec ir hombr e de c iud ad ), medi ante un aparato polti co yj urdi co qu e para sustentarse c rea e l ej rcito poniend o e n l a c pul a del mi smo aun a oficia lid ad qu e ex trae de s u pr opi o se no lbi d : 248, 249) .

Co m o parte de la s ustentac in d e la ex istencia de un Estado reg ional en Limaparalelo a l de Hua ri, Sh ady m e ncio na qu e Cajam arquill a fu e e l as ient o del p odereco nmi co y , qui z s po lti co de l va lle d e l Rm ac en l as pocas 1 y 2 del H orizo nteM edio (1982 : 55 , aade qu e a tendi e nd o a la di versid ad d e fun ciones que sugier enlos restos de Ca ja m arqu illa, se pu ede pe nsar en l a ex iste ncia a ll , dur ante e l augede l ce ntro urb ano, de re ligiosos, bur c ratas, lderes milit ares y ar tesa nos , los qu eco nfor m ara n el gr up o domin ante , fre nte a l pu eblo de di ca do a la sub sis tenc ia

dir ecta lbid.: 57).

A c rit er io de S hady Ca j am arquill a es tuvo co ntr olada por los go bern a ntes de lap ar te baj a , y e r a un s it io es t ra tg ico pa ra la ac umul ac in d e l excede n teint erca mb iabl e qu e pr oce d a de los p uebl os de la s ier ra bid.: 60) . Sh ady des tacaq ue la ex iste ncia de Cajama rquilla im p lica :

. .un desa n ollo soc ioeco nmi co qu e lo s ustente, la dedicac in a tiemp oco mpl eto .de un sec tor de la pob lac i n qu e no prod uca direc tamente

para s u sub sistenc ia pri m ari a , sino m ed iante of ic ios diversos , e ntre

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ellos la fabricacin de artculos a base de las materias primas provenientes de lugares alejados... Adems de la actividad comercial , all secombinaron funciones religiosas administrativas, sociales y de gobierno;se erigieron huacas y conjuntos habitacionales, separados por calles yplazas /bid.: 61)

Finalmente cree que ciudades como Cajamarquilla son producto de la consolidacineconmica de su regin y de la produccin para el mercado . Para ello su ubicacines estratgica, pues le permitira exportar sus productos, sirviendo de intermediariode las mercancas producidas por cada nacin . lbid : 62) .

Se puede ver en las definiciones de Lumbreras y Shady el peso de su formacinmarxista, donde la aparicin de la ciudad refleja la necesaria evolucin de la sociedaden un sentido unilineal , con caractersticas para la urbe que aunque no fueronverificadas en campo ambos dan por descontadas.

2. INVESTIGACIONES CTU LES SOBRE

C J M RQUILL

El recuento efectuado nos permite situarnos en el estado de los debates yconocimientos sobre Cajamarquilla hasta el desarrollo de nuestros trabajos. Enrealidad haba muy po ca informacin s lida y demasia da especulacin sobre labase de sta , a pesar de que diversos trabajos como los de la Misin Italiana yPatterson , pudieron generar posiciones menos dogmticas sealando los defectosde enfatizar las discusiones necesariamente en el Horizonte Medio.

unque en los captulos siguientes mencionaremos nuestros principalesresultados sobre la base de los contextos que los sustentan , en esta partepresentaremos l os dato s ms relevantes en el orden de la discusin generada con

la pre se ntac in del estado de la s investigaciones so bre Cajamarquilla.

La ocupacin Lima en Cajamarquilla

A) La Cultura Lima

Ubicada entre Chancay y Lurin , y co ntempornea con las culturas Nasca y Mochica,la denominada Cultura Lima (200-700 d .C) a diferencia de sus vecinos es poco

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conocida, en parte porque sus restos materiales (incluida su cermica) no resultantan llamativos, pero principalmente porque al localizarse su centro de desarrollo en

Lima , la mayor parte de las evidencias de esta cultura fueron rpidamente destruidaspor el avance urbano.

La primera identificacin de material Lima la hizo Max Uhle despus de excavaren Maranga , denominndola entonces Proto-Lima (1910) . Luego se diferenciarantres estilos de cermica asociados a esta cultura, el primero conocido como

Interlocking o Playa Grande , el segundo denominado genricamenteMaranga , y el ltimo conocido como Nievera .

En cuantoal

orden temporal de estos estilos , en las excavaciones de 1955-1958 enPlaya Grande (cerca de Ancn) Ernesto Tabo defini la superposicin de materialMaranga sobre material Playa Grande , y de este sobre cermica del Formativo

Superior (Tabo 965 : 51). Excavaciones de Stumer en Vista Alegre muestran materialNievera superpuesto a cermica Lima tardo (Patterson 1966: 112, 113) .

Aunque para la mayora de arquelogos que trabajan este periodo hay ciertoconsenso que este orden cronolgico en lneas generales es correcto , existemucha discusin en torno a mayores subdivisiones , como la de Patterson (1966)que establece 9 fases para la cermica Lima , pues trabajos recientes mencionanvarios problemas en su aplicacin (Guerrero Palacios 1994 : 305). Otro problemaes la relacin que existe entre la cermica Maranga la Nievea pues la carencia decontextos confiables no permitan responder a preguntas como si el origen delmaterial Nievera poda ra strearse desde fines del Intermedio Tardo (Lumbreras1969 :186 ; Shady 1982: 9 , 20) , y por tanto ser en parte contemporneo con materialLima Tardo o Maranga .

B Cajamarquilla centro urbano Lima

Conforme se seala en la discusin precedente , existen varios problemas de ordencomparativo para identificar con precisin posibles subdivisiones de nuestromaterial. En cuanto el punto de partida para la ocupacin Lima en Cajamarquilla ,no tenemos informacin respecto a la presencia de cermica de las primeras fasesen el sitio. En el ca so del conjunto Tello casi toda nuestra cer mi ca asociada a laarquitectura es de e stilo Maranga o sea Lima Tardo, que a continuacin discutimos.

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Aunque en el posterior m oment o de reo cupacin dom stica del sit io enco ntramosalgunos fragmentos d e estilo Maranga , estos ms bien p arecen proceder decontextos removidos. La arquitectura asociada es de muros bajo s pircados conbloques de yapana sueltos, y pequeas paredes de quin cha .

Cermica Marangafina

Como ya mencionamo s existen algunos problemas para identificar el momento deorigen de este estilo, y la r e lacin que tendra con la ms abundante cermicaMaranga . Las vasijas del estilo Nievera en general se caracterizan por ser pequeas ,con un alto acabado superficial naranja , pasta fina y paredes d elgadas. En las

excavaciones de pisos y rellenos encontramos algunos fragmentos de cermicaque cumplen con estas caractersticas, pero difieren en patrones de diseo yformas a lo que es tpico en Nievera. La mayor p arte de los fragmentos de finoacabado superficial naranja y con diseos lineales de interlocking simplificadoen color rojo corresponden a platos , y posiblemente a pequeas vasijas cerradas(tal vez cntaros o botellas) . Esto s fragmentos se han encontrado asociados a lospozos de germinacin de jora de la fase de construccin 1, a lo s rellenosco nstructivos de la fase II y al pozo antes referido de la fase III . Estos fragmentosco rre spo nden a lo que Fernnd ez Sotomayor denomina Maranga B l (1960 :

Lam. 5 figs. 1, 2, 3) , y son similares a algunos fragmentos de Jij n (1949 : Lams . IX ,X,XI .

Los entierros del hori zonte medio en Tello

La tpica ce rmica Nievera se ha encontrado ms bi en en losentierros ubicados en la parte superior de la pirmide , los cua lescorres ponden a entierros secundarios colocados all, luego de qu eun terremoto destruyera incluso la pequea reocupacin domstica

de Tello , es decir cuando e l sitio esta ba totalmente abandonado. Enlneas generales podemos distinguir varios tipos de ce rmica fina:Nievera sin rasgo s ayacuchanos , Nievera con ras gos ayacuchanos,Nievera Deri vado, Huaman ga Chakipampa etc. Silva Jor ge .Ocupaciones pos t-form ativas en el valle del Rm ac e n Pa chacamac

Rev ista del Mu seo de la Na cin, 1992 , No.l: 49-74.

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Juan D omingo Mogrovejo Rosa les

arquitectura asociada al complejo estaba visible (Cerro Culebras y Catalina Huanca ,el patrn de organizacin de los espacios era trapezoidal-rectangular.

Nuestros planos e informacin arqueolgica de los conjuntos Villar Crdoba yTello , nos dicen que cumplen con todas las caractersticas ya mencionadas, lo cualtambin podra ser vlido para Huanchihuaylas (Rafael Vega-Centeno Com .Pers . .Nuestras excavaciones nos muestran que el conjunto Tello fue construido de unasola vez, bajo un patrn ya establecido, con algunas remodelaciones posteriores.De acuerdo a nuestras observaciones la ocupacin de Tello fue muy corta, tal vezde unos 50 aos. Esto podra ser suficiente para afirmar la existencia de un patrnde organizacin espacial comn para los centros administrativos Lima en sus

etapas maduras y finales.

ajamarquilla Maranga

Lo anterior nos lleva a varios puntos importantes, en primer lugar que Cajamarquillams que una ciudad es un punto de aglomeracin de varios centros administrativosprincipales (tal vez 4) y otros tantos menores. El mayor tamao de la pirmide delConjunto Villar Crdoba y su notable semejanza con la pirmide principal delCentro Urbano Maranga , nos hacen pensar en que tuvo una mayor jerarqua .

Debido a que el material obtenido por Kroeber y Jijn en sus excavaciones enMaranga , y tambin del obtenido en las excavaciones de Potos Alto , no sloexhiben material ima tardo sino tambin Nievera , podemos pensar en lacontemporaneidad de ambos sitios en una poca de auge climtico que inclusohizo posible la existencia de un ro de cauce permanente en la quebrada de Jicamarca(lo cual verificamos). Esto no slo desvirtuara la hiptesis de un traslado delcentro de poder Lima de la Costa al valle medio , sino que nos pondra ante doscentros paralelos que pudieron organizarse del mismo modo con esferas deinfluencia separadas, pues se ubican en mrgenes opuestas del valle y en distintospisos ecolgicos (ubicndolos en diagonal respecto al Rmac .

A partir de cruzar la informacin de campo obtenida respecto a la disposicin deagua en la quebrada con la secuencia obtenida del glaciar Qelccaya en el Cuzcopensamos que la construccin de Cajamarquilla ocurri en el periodo hmedo de600-650 d.C., y que su posterior abandono ocurri en el periodo comprendidoentre 650- 730 d .C. , lo que coincide con nuestra secuencia relativa obtenida delanlisis estratigrfico.

Debid o a que esta es una pre se ntacin preliminar de los resultados de las temporadas

1996 y 1997 , no se pretend e se r exhaustivos sobre las consecuencias de nue stras

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propuestas . Sin embargo es claro que a partir de nu e stras hipt es is necesar iamentedebemos tomar u nuevo rumbo en la interpretacin de la s evidencias de

Cajamarquilla, y sobre todo en la carac terizacin de la cultura Lima , que a todaslu ces es muy comp leja. O

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