Aventura Con El Televisor

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  • 7/24/2019 Aventura Con El Televisor

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    Aventura con el televisor

    Una noche el doctor Verucci volva a casa del trabajo. Este doctor Veruoci era un empleado, a lo mejor de

    correos. Pero tambin poda ser un dentista. Podemos hacer todo lo que queramos con l. Le colocamos bigotes?

    Barba? Muy bien, barba y bigotes. Intentemos tambin imaginar cmo est vestido, cmo anda, cmo habla. En

    este momento se habla a s mismo... Vamos a escucharle a escondidas:

    A casa, por fin a casa... Hogar dulce hogar... No puedo ms, estoy verdaderamente "cansado. Y adems

    todo este jaleo, este trfico. Ahora entro, cierro la puerta, seoras y seores, los saludo: todos fuera... cuando cierro

    la puerta de casa el mundo entero tiene que quedarse fuera. [...] Solo, al fin solo... qu maravilla... Primero, fuera la

    corbata... Segundo, las zapatillas... Tercero, encender la televisin... [...] Pero usted quin es? De dnde viene?

    Una hermosa seorita sonrea amablemente al doctor Verucci. No estaba un instante antes, ahora se

    encontraba all, sonrea y se arreglaba un collar sobre el pecho.

    Doctor, no me reconoce? Soy la presentadora de la televisin. Usted encendio el televisor y aqu me

    tiene. Tengo que darle las noticias de ltima hora...

    El doctor Verucci protest:

    Ms despacio, usted no est dentro del televisor como debera: est en mi casa, en mi divn...

    Perdone, cul es la diferencia? Tambin cuando estoy en el televisor estoy 0 en su casa y hablo con

    usted.

    Pero cmo ha hecho para entrar? No me he dado cuenta... Oiga, no habr entrado a escondidas,

    verdad?

    Vamos, no le d tantas vueltas... Quiere o no las noticias del telediario?

    El doctor Verucci se resign:

    25 La cosa no acaba de convencerme , pero bueno... Puede empezar. La hermosa seorita se aclar la voz y

    comenz:

    Entonces: en Inglaterra contina la caza del temible bandido evadido de la crcel de Reading. El comisario jefe de la

    polica ha declarado que segn l el bandido se esconde en los bosques...

    30 En ese momento el doctor Verucci oy una voz que no provena ni del televisor ni de la presentadora, sino de un

    punto indeterminado detrs de su cabeza. La voz dijo:

    Cuentos!Quin es? se sobresalt Verucci. Quin ha hablado?

    35 Es el bandido, no? dijo la locutora sin inmutarse. Mire, estaba escondido detrs de su divn.

    Cuentos repiti la voz, no le voy a decir a usted dnde me escondo...

    El doctor Verucci se levant de golpe, mir hacia donde sala la voz y estall:

    Pero cmo se permite? Y encima armado! Un bandido en mi casa! Cosa de locos!

    Si es usted quien me ha invitado ! dijo el bandido saliendo de su escondrijo.

    Yo? Esta s que es buena... Yo invitando a bandidos a hacerme visitas. [...]

    Sigo con las noticias? pregunt la locutora.

    45 [.] A medida que la locutora de TV continuaba con la lectura de las noticias, la casa de la que el doctor Verucci

    era nico propietario y en la que contaba con permanecer solo y sin ser molestado, iba llenndose de gente de todas clases:

    masas de hambrientos, ejrcitos en marcha, hombres polticos en la tribuna, automovilistas bloqueados por el mal tiempo,

    deportistas entrenndose, tra-50bajadores en huelga , aviones en misin de bombardeo... Voces, gritos, cantos, insultos entodos los idiomas se mezclaban con ruidos, explosiones y estruendo de todas clases.

    Basta! gritaba el doctor Verucci. Traicin! Violacin de domicilio! Basta! Basta!

    55 De repente... el doctor Verucci puso trmino a sus exclamaciones. Acababa de ocurrrsele una idea, pero una

    idea... una de esas ideas que representan con una lucecita que se enciende en la cabeza del Pato Donald o de Supermn.

    El doctor Verucci se acerc a hurtadillas al televisor, sonriendo a los numerosos presentes que lo observaban con

    curiosidad. Con una ltima sonrisa se60 asegur dequenadie pudiera interrumpir su maniobra. Y luego, con un gestobrusco y preciso tac, apag el televisor.