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del Jaieio Año Veo de la patria el sino :á traYés de espesas brnmas: soy augúr, soy adivino, poseo el dón peregrino ,de la Sibila de Cumas, A ciegas el pais ya: yo solo presagiar pnedo ·el rumbo que tomará y los milagros que hará 'Sainz de Varanda en Toledo, El que la ruiua completa de nuestra raza predice, es un Yagüe, os un profeta, que ha perdido la chaveta 'Y no sabe lo que dice, Malo fué el año anterior. ¡Vaya con Dios el aleve! En cambio su sucesor, "el año noventa y nueve, trae un cariz superior. El principio será malo. Un Ministro, un tiranuclo la ley echará un velo y nos dará cada palo ·4ue nos encenderá el pelo. IDesdichado el que se queje ·de su poder desmedido! Al temerario que deje de acatar lo estatuido, lo partirá por 01 ojeo Bastará solo un indicio, para perseguir de oficio á todo el que esté afiliado á una secta, sin perjuicio "de ser luego fusilado. La yoz "política» ya 'nadie la pronunciará: será una YOZsubYersiva y desaparecerá de nuestra lengua nativa. ¡Que circunstancias mirs criticas para los hombres políticos y que mOll1entos mas críticos para las mamás políticas! El periodista que no diga la verdad sencilla ó exajere lo que vió, irá á escribir á Melilla, á Ceuta ÓFernando PÓo. Nada de momias ni gangas. ¿Cortes? Que se voten ellos. En vez de esas mojigangas haremos cortes de ..... cuellos ó de PU110S ó de mangas. Quedará el pueblo sumido en ese estupor que hiela: tan en calma, tan dormido, que podrá notarse el ruido de una mosca cuando vuela. Luego que el déspota haya puesto el caciquismo á raya "'Yde gobernar se harte, querrá el cielo que se vaya con el látigo á otra parte, Tras el yugo la espansión. En seguida, la nación se dividiré. en regiones Ó se cortará en porciones como se corta un melón. El Estado, una entidad; dentro, la entidad region; variedad en la unidad de la naciona lidad: chico en grande, agua-limón. Aragón independiente (adm inistrati va men te) elevará á la persona de Juan Pedro Barcelona al cargo de Presidente. Por lógica deducción, la entidad Ayuntamiento, en punto á administración, será lihre com o el vi en to dentro de cada region. y como el principio es llano y hay que acatar el principio, resulta que el ciudadano será también soberano dentro de su municipio. Claro es que el regionalismo ha de vivir poco y mal, pues como en este organismo politico, cada cual se da leyes á si mismo, ¿quien es el santo varón que paga contribución? y sin ningún elemento ¿que harán el Ayuntamiento el Estado y la región? ¿Que harán? Tristo es la verdad pero hay que decirla al fin: nlorir de nece~idad. ¡Como no les dé Cantín el pan de la caridad! Se estrechará en IJreve plazo de la patria el roto lazo por medio do un especifico, llamado turno pacífico de Sil vela y de Gamazo, ¡Cómo el espiritu goza y el ánimo se alboroza contemplando-habla el oráculo- el magnífico espectáculo que ofrecerá Zaragozal Previo el permiso logal de la autoridad local, Don Basilio Paraíso, reunirá de improviso la Asamhlea comercial. y en la prinlera sesión, 1'\orte, el delegado 1'\orte, pedirá á la reunión que se traslade la Corte de Espana á esta población. En medio do la ansiedad que es natural reine alli la asamblea dirá: ¡si! y por unanimiedad tendremos la corte aqui. y si Zaragoza es chica, su vega os extensa y rica; casas, hoteles, castillos se alzarán pronto en Mal pica, Mamblas y Garrapinillos. La Lonja será el salón donde se dicten las leyes y en la plaza de Aragón trazará el propio Lidón el palacio de los Reyes. Cambiará todo al momento como por mágico ensalmo;_ todo con el movimiento irá tomando incremento ..... ¡Varita crecerá un palmO! Ancha y navegable ria haremos que el Ebro sea y se abrirá una gran Yia que partiondo de María de~emboque en Allocea. y en su infi nito trayecto veránse en orden correcto, como pue~tas á compás, las veinte estátlHls Ó más que tenemos en proyecto, j, Emporio de la cultura, vondrá á Saldllba la bella todo cuanto en hermosura, en ciencias, literatura y malas artes descuella. Junto al baturro sencillo, el afamado caudillo, el varon de ilustre casta ..... Aqui vivirá Sagasta en la calle de Anlon Trillo. En fin, nuestra población según cálculos diversos, contará este aúo un millón de habitantes ..... y un jamón para el que lea estos versos. Get1ónimo Víeens

Aragón Ilustrado

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delJaieio Año

Veo de la patria el sino:á traYés de espesas brnmas:soy augúr, soy adivino,poseo el dón peregrino,de la Sibila de Cumas,

A ciegas el pais ya:yo solo presagiar pnedo·el rumbo que tomaráy los milagros que hará'Sainz de Varanda en Toledo,

El que la ruiua completade nuestra raza predice,es un Yagüe, os un profeta,que ha perdido la chaveta

'Y no sabe lo que dice,Malo fué el año anterior.

¡Vaya con Dios el aleve!En cambio su sucesor,"el año noventa y nueve,trae un cariz superior.

El principio será malo.Un Ministro, un tiranuclo.á la ley echará un veloy nos dará cada palo·4ue nos encenderá el pelo.

IDesdichado el que se queje·de su poder desmedido!Al temerario que dejede acatar lo estatuido,lo partirá por 01 ojeo

Bastará solo un indicio,para perseguir de oficioá todo el que esté afiliadoá una secta, sin perjuicio"de ser luego fusilado.

La yoz "política» ya'nadie la pronunciará:será una YOZsubYersiva

y desapareceráde nuestra lengua nativa.

¡Que circunstancias mirs criticaspara los hombres políticosy que mOll1entos mas críticospara las mamás políticas!

El periodista que nodiga la verdad sencillaó exajere lo que vió,irá á escribir á Melilla,á Ceuta ÓFernando PÓo.

Nada de momias ni gangas.¿Cortes? Que se voten ellos.En vez de esas mojigangasharemos cortes de ..... cuellos

ó de PU110S ó de mangas.Quedará el pueblo sumido

en ese estupor que hiela:tan en calma, tan dormido,que podrá notarse el ruidode una mosca cuando vuela.

Luego que el déspota hayapuesto el caciquismo á raya"'Yde gobernar se harte,querrá el cielo que se vayacon el látigo á otra parte,

Tras el yugo la espansión.En seguida, la naciónse dividiré. en regionesÓ se cortará en porcionescomo se corta un melón.

El Estado, una entidad;dentro, la entidad region;variedad en la unidadde la naciona lidad:

chico en grande, agua-limón.Aragón independiente

(adm inistrati va men te)elevará á la personade Juan Pedro Barcelonaal cargo de Presidente.

Por lógica deducción,la entidad Ayuntamiento,en punto á administración,será lihre com o el vi en todentro de cada region.

y como el principio es llanoy hay que acatar el principio,resulta que el ciudadanoserá también soberano

dentro de su municipio.Claro es que el regionalismo

ha de vivir poco y mal,pues como en este organismopolitico, cada cualse da leyes á si mismo,

¿quien es el santo varónque paga contribución?y sin ningún elemento¿que harán el Ayuntamiento

el Estado y la región?¿Que harán? Tristo es la verdad

pero hay que decirla al fin:nlorir de nece~idad.¡Como no les dé Cantínel pan de la caridad!

Se estrechará en IJreve plazode la patria el roto lazopor medio do un especifico,llamado turno pacíficode Silvela y de Gamazo,

¡Cómo el espiritu gozay el ánimo se alborozacontemplando-habla el oráculo­el magnífico espectáculoque ofrecerá Zaragozal

Previo el permiso logalde la autoridad local,Don Basilio Paraíso,

reunirá de improvisola Asamhlea comercial.

y en la prinlera sesión,1'\orte, el delegado 1'\orte,pedirá á la reuniónque se traslade la Cortede Espana á esta población.

En medio do la ansiedadque es natural reine allila asamblea dirá: ¡si!y por unanimiedadtendremos la corte aqui.

y si Zaragoza es chica,su vega os extensa y rica;casas, hoteles, castillosse alzarán pronto en Mal pica,Mamblas y Garrapinillos.

La Lonja será el salóndonde se dicten las leyesy en la plaza de Aragóntrazará el propio Lidónel palacio de los Reyes.

Cambiará todo al momentocomo por mágico ensalmo;_todo con el movimientoirá tomando incremento .....

¡Varita crecerá un palmO!

Ancha y navegable riaharemos que el Ebro sea

y se abrirá una gran Yiaque partiondo de Maríade~emboque en Allocea.

y en su infi nito trayectoveránse en orden correcto,como pue~tas á compás,las veinte estátlHls Ó más

que tenemos en proyecto,

j,

Emporio de la cultura,vondrá á Saldllba la bellatodo cuanto en hermosura,en ciencias, literaturay malas artes descuella.

Junto al baturro sencillo,el afamado caudillo,el varon de ilustre casta .....Aqui vivirá Sagastaen la calle de Anlon Trillo.

En fin, nuestra poblaciónsegún cálculos diversos,contará este aúo un millón

de habitantes ..... y un jamónpara el que lea estos versos.

Get1ónimo Víeens

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¡Cuantas veces en la play"que tiene del 111ar á rayael ímpetu arrollador,escuchando In armonía

á un tiempo dnlce y bravía

del océnnico ruma!",

creí que las barcarolas

entonadas por las olas

en su eterno safmodi:H',era 11 son es de la lira

cuyos aeordt's inspiraSafo en el fondo del llwrl. ....

FRA!\CISCO AGUADO ARNAL.

Cuadro de G,(RATE

JEROGLíFICOPotr Sustaneias.

F~ASB tiBCtiAPor E. Sanchez.

Unanticuario extranjero, interrogaá un pobre diablo.-~Cuales son las monedas más raras en este país?-¡Todas, señor! ¡Con decirle á usted que hace tres

meses que no he visto una peseta.

Entre dos militares (andaluces por más señas.)-No he visto nunca inteligencia tan privilegiada,co­

mola del perro del capitán Gonzalez. Hace algunos días,un compañero nuestro se encontró en el cuartel sin elcinturón, y á una señal, el perro, salió á buscárselo ácasa.

-Sí; por cierto que yo le ví introducir la llave en lacerradura.

L-\. REDACCIÓN.

to, que no le podamos dar?Al público, pues, nos diri­

gimos, seguros de que su con­curso, no ha de fa1tarnos, pa­ra llevar á feliz término nues­tros entusiastas y firmes pro­pósitos.

SUMARIO DEL NÚMERO 2

Los regalosde los Reyes.-acua­rela de D. J. J. Gárate.-Vistade Huescadesde la Alameda.-foto­grafía.-paella Zaragozana.-PorEl señor de Alfocea.-La hijade la muerta.-por D. E. Lozanocon dibujos de Vila-La electri­cidad.-por D. Gabriel Galán,con fotografías tomadas en

los notables talleres de los señores Palacios y García.-La patronade mi pueblo.-composición festiva por D. Six­to Celorrio con ilustraciones de Ros.-Juguetes.-poesíapor D. Alberto Casañal Shakery con un dibujo de Vila.-La Verdad.-cuento en prosa por D. J. Moneva Puyolcon ilustraciones de Vila. Sueño de Reyes.-caricaturasde D. R. Ros.-Geroglíficos.=Misceláneas.-Anuncios ilustradosy otros trabajos artísticos y literarios.

(La solución en el número próximo.)

AL PÚBLICO

Es costumbre, al comenzarla publicación de un periódi­<co,que la redacción del mis­-mo, hable de proyectos, quela mayor parte de las veces,,quedan sin realización, .por.cansancio de los propios inte-

•'resados ó por retraimientodel público, que exige, conjusticia, todo cuanto tiene de­recho á exigir.

No hemos de caer nosotrosen esa rutina ¿para qué?- Na­die dá comienzo á una em­presa de importancia, sin ilu­-siones, que llevan consigo uncúmulo de deseos y de ideas;calcúlese, por consiguiente,qué de proyectos y qué de reformas no habremos aca­riciado nosotros, entusiastas fervientes de la región ara­gonesa, que en el campo literario y artístico, apareceactualmente postergada, por falta de espíritus valientesque salgan á su defensa, ya que no por falta de elemen­tos valiosos que esperan, nada más, una voz que les ani­me á la lucha.

Los nombres de literatos tan distinguidos como Blas­ea, Cavia, Royo Villanova,Ram de Viu, Base1ga,Vicens,Galán, Navarro,1VIotos, Perez (D. Dario) Lozano, ]VIone­va, Sola, Aguado,1VIompeón, Celorrio, yanguas, Teixeira,Mena y tantos otros y de artistas de tanto mérito co­mo los señores Gárate, Lasuén, Vi1a, Pallarés, Sileno,Gascón, Zuera, Ros etc., dicen bien á las claras, cuantopuede hacerse en provecho de las artes y las letras ara­gonesas.

Con todos ellos contamos; todos, por igual, han decontribuir seguramente á nuestra noble y desinteresadaempresa ycon tan poderosa ayuda ¿qué no podrá exijir­nos el público, si corresponde á nuestro llamamien-

La familia de Pepita veía sin disgusto aquellos amores. Leandro era un excelente partido para su hija; teníaésta más escudos en pergamino que acuñados en plata y otorgables en dote. Leandro allá se iba con ella, cuantoá bienes propios, pero era el ojito derecho de un su tío, hombre excéntrico, millonario y viejo: todo el mundoseñalaba á Leandro por heredero de aquel señor y la tal herencia significaba una renta de príncipe.

Pero ¡fíe usted en el porvenir! Murió el viejo, aquel que solía llamar á Leandro «su hijito,» y le dejó, por todorecuerdo ¡cuatro mil duros! Toda aquella herencia colosal recayó en el cura párroco, nombrado por el difunto, entestamento cerrado, su heredero de confianza.

Hasta entonces Leandro no había pensado cursar una carrera. Ya le era preciso luchar por la vida; setrasladó á Madrid; pronto logró ingresar en la Escuela de Estado Mayor: pero ¡cuántas penas hubo de pasar! Dan­do alguna que otra lección de matemáticas, logró mejorar algo su presupuesto. Tenía Leandro una alma t".~lgrande, que el dinero se le iba de las manos: ya no eran pocos los gastos de su carrera y los de algún que otroregalo destinado á Pepita para celebrar efemérides de sus amores: había de pagar además su modesto pupilaje enla casa de huéspedes de una buena señora á quien había sido encaminado desde Jaen. Tenía aquella pobre mugerdos hijos; una niña de catorce años y un muchacho de doce. Leandro se encariñó mucho de aquellas tres perso-

-Has; él mismo elevó el precio de su pensión cuanto le fué posible; dedicaba los ratos que tenía francos para emiC­ñar al chico las lecciones, y no pasaba día sin que dedicase largo rato á hablar con ellas de su Pepita.

La cual, no renunciaba fácilmente á la opulencia. Enamoróse de ella un ricacho encumbrado de prisa con untítulo nobiliario; cegóse, con ésto, la muchacha y cortó de golpe sus inveteradas relaciones, dando por consuelo aldesesperado Leandro la vulgaridad desalmada de que «hay muchas mugeres en el mundo» ¡como si las mugeresfuesen como los sellos de franqueo, que todos tienen la misma cara, cuestan el mismo precio y prestan igual ser·­vicio!

Leandro sufrió horriblemente. En sus patronas encontró entonces el mayor alivio. El tiempo que le deja­ban libre los estudios, pasábalo con ellas, hablando dc sus penas, leyendo libros ó periódicos, ó enhebrando lasagujas para Julia cuando ésta cosía, que era casi á todas horas.

Vínose encima de Leandro un cúmulo de acontecimientos capaces de trastornar el ánimo más firme: recibi6de Pepita, una carta en la cual ella le decía haber sido obligada por sus padres á hacer lo que hizo, y aseg'urábaL:estar ya libre y quererlo más que nunca.

Confuso quedó el mozo sin saber aclarar tal misterio: pero vínole á la mano el medio para averiguarlo; muypocos días despues recibió una carta del sacerdote heredero de su tío, encargándole que no dejara de ir á Jaen enlas vacaciones inmediatas.

Fue, en efecto, lleno de curiosidad yde inquietud y encontróse cara á cara con la verdad: su tío habíale jugadouna broma pesada de filósofo extrafalario: había instituído á Leandro su heredero por medio del sacerdote,su amigo íntimo, prohibiendo á este entregar la pingüe herencia hasta despues de pasar cinco años desde su muer­te: «así-decía el testador-sabrá mi sobrino lo que es vivir estrechamente, y que uso debe hacer de las riquezas.

Pepita supo esto antes que nadie: vió posibleharmQnizar su preferencia por Leandro con su pasión por la opu­lencia; fingió-¡á buena hora!-remordimientos por haberlo desahuciado, plantó al ricacho marques y trató dereivindicar su antiguo poder absoluto sobre el pristino adorador.

Fue admirable la tranquilidad de Leandro: perdonó á Pepita, recogió la opulenta herencia del tío, arregló sumatrimonio para el próximo Julio y marchó á Madrid dejando acordados todos los detalles para la boda.

Pepita se sa::ió de lujo: más de lo que permitía su fortuna; iba á ser aquella una boda regia.Todos preguntaban cuando se iba á celebrar.-Sólo falta que lleguen los papeles, contestaban Pepita y su familia.y Leandro hablaba en todas las cartas del próximo envío de los documentos: hada falta buscar partidas, lega-

lizarlas, reunirlas, y ésto exigía tiempo ....Un día, despues de tres de no llegar carta de Leandro, recibió Pepita un paquete postal.-¡Los papeles¡ ¡Los papeles! dijeron todos.-Puede que veng-a el regalo también.Abrieron el paquete. Contenía un sobre abierto y un;) caja llena de dulces adornada p:)r una rama de flores

de azahar. Dentro del sobre había un pliego de rico papel, y en el estas palabras litografiadas:« Leandro de Ulloay San Román .

yJulia Garúa y Fenzandez

participan á usted su efectuado Nzatrimonioy le ofrecen su casa, Serrano I8, pral., Madrid.»

J.MONEVA y PUYOL.

((Aí'ío nU8YO, vida nueva))suele lu gente exl'lamarcuando la yida que llevale comimlza á fa~tidiar.

Y-es, que supone In genteqne es unIY facil conseguirel cambiar compleUlmontode sistema de vi\Cir.

((¡Aúo nne;'o, vida nueva!!)No haga usLe caso, leeLor,Siga la vida llue llevav esa sera la mejor.. 1'\0 se llaga l1stó partidariode cambios que llan producidosipmpre, un efecto eontrarioal efecto apetecido.

Sí soilol',• e~ (-:,s1.a1'en un error

afirn1nl'lluC si se cambia de vidase, consigue lnejorar

'- en seguida,¡,A qué esas transfor.maciones?

Si se ha fornuldo un,slstclnacon él se debo seguir.¡Tiene tanLas solucionesel complicado problcma

de vhir!i]\ada de yolveJ'se alrási

En el mundo, al tln y al cabo,(01 que nace para oclH:l.YOno llega á cuarto ,imnás,,)

Yo tengo una teoríaacerca d'e esa cuestióny como á alguno podríaconveneerle mi opinion\' se trata de un asunlo, lranscendente,lo '-ay á e'pon el' al puntoIJür si interesa Él la gente.

IlFigúrese usté, lectoF,

que un hombre trabajadorv honrado á carta cabaliít'oe anén1ico el bolsillo,. se encuentra el pobrecillo

sin un real.Cansado de osa car~neia

di' dinero, llega un día{' II que, pierde la paciencia

que tenw.se harta del mcdio en que yiye

y l'se hon1h1'o trabajador,f.O hace «(sablistn», hablador\' ~¡nycrgüel1za inC'lusive". y entollces ¿qué le sucede?Pues que discurre cien tretaslWm ver á quien le puede('stafar unas peset3sy si no llalla sérhumano() quien poder engalHll',('¡Incluye por en1peüarlodo lo que encuentra á mano.

Supuesto ya lo anterior,~nllonga usté ahora, lector,que, aunl[ue parezca algo o'\.Lraño,ti l:iore ctl.nlbiari por con1pleto,{~ldía primero de aúode conducta ese sujelo.

¿Qué le tiene que pasar?

••

Pues qne aunque quiera cambiar,si no tiene qU(~ comeraeabara por volver

á estafary por vivir á sus [()]cllasvolverá á usa!' la recetade ir á llevar la cllallueta«(a casa del quita-manchas.))

Figúrese usté lpctorque"llay, en cambio. otro sujetoborracho, pillo, indiscreto,deslenguado y jugadory torna un décimo un díacuando llega Navidadv le cne la 'lotería¡lOr una c3sualidnd.

¿Qui' pasará entonces? Puespasará

que a Igu nos días despuésaquel hom bre eambiarade conduela por completo.

y el sujetodeslonguado y calaverase han1 w~rs()nadecentev vivirá de manera. diferente.Desem penará la ropacon auxilio de (la guita)}y vest.irá de levitay de somhrero de cO¡Ja.

y si antes todos los díascon un plato dejudiasse quedaba bien nutrido,al variar de posieionirenegará del rocidocon todo su ('UI'HI.On!

IIIDe todo lo dicho, infiero,

lector a 111 igo, en seguida¡llue para cambiar de vidahay que cambiar. .... de dinero!

A. C'l.SAÑAL SHAKERY.

Dibujo de VILA PRADES.

¿..... ?Víctima de un im P0StOl'

mata á Desdélllona Otelo,y después de muel'ta ¡oh cie!,,:se deshace aquel el'ror.Mata, al saberlo, al traidol'que ahogó su felicidad;para calmar su ansiedadse mata él mismo despuésy, casi á un tiem po, los t['esentran en la eternidad.

Transporta al cielo el Seuol'á la infortunada bella,que un desierto es pal'a ellasin el cielo de su amol';el amante y el traidol'van en el infierno á dm';mas recordando al entrarsu venganza y su recelu:-si esto-dicen-no es el ej. ]0

¡qué cerca debe de e:;tal'l-

Ella sin su amado bienvé en el Edén un infierno,y, sin celos, el avel'noes para ellos un Edén;que es el amor y el desdénen el alma lo esencial;por eso un bien es un malyun mal es un bien para otl'Osi Dios, justo, no hace un potl'Opara cada criminal.

A. YA"IGG-AS ALCAYDE.

Cuatl'ocientos naturales,treinta de pechr, infinitasestacadas en el cuello,en el rabo, en las costillas .....Tal fué la triste faena

del espada, y talla silbaque le pl'opinó la gente,que según alguien afil'mano consta una sl~mejanteen las historias ta urinas.y lo raro, lo mostruoso,es que enmedio de la pita,:y el horroroso conciertode insultos, y de didl'ibas,un sugeto enardecidoy ronco, gritaba: ¡viva!¡Muy bien! ¡bmvo! Tal conductaen unos provocó I'isa,otros le creyel'on loco,otros ardieron en ira,

y viendo el hOI111>l'eel efectoque su aplauso producía,quizás por sincero impulso,ó por prudente mülicia,gritó con todas sus fuerzas:¡si es que aplaudo á los que silbanl

ANTONIO TEIXElRA.

FELIZ ANO POR A. ZUERA

-Felices pascuas, señori~a

-Much~s gracias, muchas gracias .....

¡Año nuevo, vida nueva!

-¡Calle V. porDios!..... No recuerdecosas tristes! Ade­lante .....

-La difusión, severifica en unos apa­ratos cilíndricos, dis­puestos en batería ...

-¿Pero hay bate­rías en España? ..

-En la Azucare­ra, sí señor. Esos di­fusores, constituyenun inmenso conduc­to, por donde el agua,circulando á tempe­raturas diferentes, seapodera del azúcarque contiene la re­molacha..... Ahorabien, el caldo ó jugoque se obtiene, po­dría fermentar ...

-iN aturalmenteL ..Vista interiol' de "LA AZUC~~RERA DE ARAGOK"

-Pero hombre ¿es posible que de la remolacha se extralga azúcar?-pregunté á D. Mariano Ballestero, inteli­gente químico en cuya grata compañía hallábame tomando café en Gambrinus.

-¡No ha de serlo!-me respondió-¿Ha visitado usté «La Azucarera de Aragón?» Pues bien. Allí entra la re­molacha por un lado y sale el azúcar por otro .....

-¡Prodigioso invento!-contesté-¡mucho más prodigioso que el de aquel alcalde, inventor de una máquina,<enla cual se echaban bellotas en un depóslto y salían concejales por un embudo .....

-Es admirable-siguió diciendo D. }CIariano,Sln hacer caSDde mi observación-;si usté supiese, desde quela remohcha es cortada en tiras por el aparato corta-raíces, hasta que el azúcar se obtiene, por qu§ serie de transfor­maciones y de tortu­ras tiene que pasarel jugo!

-Eso no me ad­mira; por más tene­lTIOsquepasar hoy losespañoles, amigo Ba­llestero, ahora quetambién nos estánsacando eljugo ..... ¿Yhay que someter laremolacha á muchasDperaciones?

-Vaya usté con­tando ... Difusión, de­fecación, evapora­ción, filtración, clari­ncación y cristaliza­ción ..... ¡Oh, la Azu­carera de Aragón, esun verdadero campode operaciones ...!Pe­ro un campo de ope­raciones, con másfortuna que ....

1Hoy todo se halla en fermentación! .... Ya sabrá V. que los carlistas .....-Amigo mío, la fermentación carlista, no sé de qué modo podrá evitarse, pero la del jugo de la remolacha,

se evita por medio del encajado ..... ¿Cómo?..... Es muy sencillo ..... Se adiciona cal viva á el jugo, y una vez en­calado éste, se precipita el exceso de cal y los compuestos org'ánicos de la misma, merced á una corriente de gascarbónico, operación que tiene lugar en unas calderas, llamadas carbonatadoras.

-¿Sabe V. que resulta el procedimiento más confuso que una conferencia de Fajarnés?-Pues no es esto todo, porque luego hay que proceder á la evaporación del jugo.-¿Y lo consiguen ustedes?-Sí señor, con el cuádruple-efecto.

-Yo no conozco más cuádruple-efecto, que el que produciría la supresión de nuestra Diputación provincial.¡Ese sí que sería efecto cuádruple!

-¿Por qué le llama V. cuádruple?-Porque solo les haría efecto á cuatro gatos .....-El cuádruple-efecto de que yo le hablaba, es un interesantísimo aparato que forman cuatro calderas cilín-

dricas, dispuestas en serie, para que el jugo, entrando por la primera, las recorra sucesivamente saliendo por laúltima convertido en jarabe concentrado.

-¿Y se ocupan ustedes de concentraciones,ahora que todo tiende á la descentralización?

-No hay más remedio; la obtención, delazúcar, amigo mío, tiene más exigencias quelas que tendrán los amigos del Sr, Silvela, siD. Paco llega á ocupar el poder.

--.-Usted exagera.--¡Qué he de exagerar! Tenga presente que

antes y después de la obtención del jarabe,hay que someterlo á una buena filtración.

~¡Ay!. .... si nuestros hombres políticos, pu­dieran ser filtrados también, ¡qué deinalezasquedarían en el filtro!. ....

-Una vez preparado el jarabe, se almacenaen dos grandes depósitos de hierro comunica­dos con otro aparato que lleva por nombreTacho del cocido .....

-Por supuesto, el Tacho del cocido y los.

c.

demás aparatos de la fábrica, estarán asegurados ¿eh?....-En cuatro ó cinco compañías de seguros .....-¡Qué felices son ustedes!-¿Por qué? ....-Porque hoy son muy pocos los españoles que tienen asegurado el cocido. ¿Y en qué consiste ese nuevo

aparato?-Es muy semejante al cuádruple efecto.

La diferencia extriba, en que éste está formadopor una sola caldera de gran tamaño, en la queel caldeo tiene lugar por medio de dos ser­pentinas de vapor. ..

-Yo creí que eso de las serpentinas, habíaya pasado de moda, desde que Pepe Moncayohizo de serpentina en Pignatelli .....

-No lo crea V. Son utilísimas.-¿Y quien maneja ese aparato?-Los maestros de azúcar, que son una es-

pecialidad dentro del personal de la fábrica ...-¡Ah!, vamos, ya comprendo; como los te­

nientes de alcalde que son también una espe­cialidad dentro del ayuntamiento ..... ¿Y cuandoel jarabe queda bien concentrado, qué se hace?

-Provocar la cristalización del azúcar. Pasaéste más tarde á la centrífuga, que no es otracosa que una caja cilíndrica de paredes porosas,formadas por malla metálica, en cuyo interior se vierten los cristales de azúcar mezclados con la melaza, y puestoen movimiento giratorio, despide hacia las paredes la masa cristalina, colando á través de la malla la melaza yquedando adherida á la misma una blanquísima capa de azúcar. -

-¡Hermoso es el procedimiento y hermosadebe ser la «Azucarera.» ¿Me permitirían to­mar algunas fotografías para ARAGÓNILUSTRADO?

-Diríjase al director. Es persona dignísimay tan amable, que no solo le concederá el favorque solicite, sino que además le obsequiará conun hermoso habano .•...

-¡Basta! Mañana iré con el fotógrafo. ¿Ten-drá V. la bondad de acompañarme?

-Por qué no?--Pues hasta mañana.- Hasta~mañana.

Juguetes

Estás triste, porque sabesque este año el día de l{eyesno hallarás en tus balcones

como has hallado otras veces,ni muñecas, ni vestidos,ni sortijas, ni pendientes,pues han pasado los añosy no siendo niña, tienesá esas alegres sorpresasque renunciar para siempre.¡Ay! ... te equivocas, bien mio,si, como me dices, creesque los juguetes se acabancuando la niñez se pierde.En el mundo, hermosa mía,niños, hombres y mugeres,pensando en juguetes naceny pensando en ellos muerenque todos, nlientras vivimos,tenemos algún juguete.Juguetes son esas floresque entre tus cabellos prendes,del viento que las deshoja;de la abeja que las hiere.Juguetes de los que mandanson, mi bien, los que obedecen.Juguete es en cualquier luchael vencido, del que vence.El sabio que re\'olviendolos rincones de su menteencuentra nuevas ideas

para que el mundo progrese,juguete es, hermosa mía,del crítico que le muerde;del que envidioso le acecha;del necio que no le entiende.El mendigo que en irn'iernodescansa sobre la nieve

y pidiendo una limosnalas yertas manos extiende,juguete es, en SLl p~)breza,del azar y de la suerteque si alguna vez le escuchai1dejan de oirle cien veces.

El rlCOque en su palaciotodo cuanto anhela tiene,

también es, como e1mendigo,juguete, sin que él se entere,

del amigo que le explota;del criado que le vende.

El galan apasionadodime ¿qué es, sino un juguetede los menores caprichosde la muger á quien quiere?

y la mujer casquivanaque disfruta y se envanececon palabras engañosasy con halagos que ofendeny que rindiéndose á todoslos que cariño la ofrecensu corazón depositaen cien pechos difercntes,juguete es de los que en ellano buscan más que placeres,pues desde que el mundo es mundoson, sin notarlo, jugueteslas mugeres, de los hombres;los hombres, 'de las mugeres.

No llores, pues, \'ida mía,porque hoy que es día de Reyesno cncuentres en tus balcones

111uñecas,C01110otras veces,que en este bazar del mundodonde se compran y \'Cndenreputaciones y \'idasy pasiones y deberes,el sabio y el ignorante,el que ama y el que aborrece,el que se viste de haraposy el que se cubre con pielesi \'ida de mi \'ida,tenemos alg'ún juguete!

ALBERTO c:."SA:'iAL SHAKERL

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hA

Años antes de casarme ya sostenía yo el mismoprograma relativamente á la cdazón de los hijos: te­nerlos fué mi ilusión más hermosa; educarlos bien,mi propósito más firme: y esto último consiste, á mientender, en mostrarles las realidades como realida­des, los mitos como mitos. Nada de «coco» á no seren la acepción de «fruta»; nada de secretos que diceun pajarico, ni de hermanitos venidos de París enuna canastilla, ni de juguetes traidos por los ReyesMagos; nada de dormir la muñeca que es de maderay trapo, ni de oir cuentos de aparecidos: ¡la verdad,la verdad ante todo! ¡Ah, y nada de papá y mamá,que eso es gabacho, sino padre y madre, en puro yneto aragonés!

Con estas ideas entré en el matrimonio y lleguéá la paternidad. Dispuesto estaba yo á llevar adelan­te mi criterio poniéndolo por obra aunque el mundoentero se opusiera: pero las exigencias de la vidareal saliéronme al encuentro arguyéndome con losprácticos axiomas de que "del dicho al hecho hay

gran trecho» y «una cosa es predicar y otra es dal­trigo.» Mis hijas visten, desnudan, duermen, besan ymiman á sus muñecas, porque su madre dice que asílo hizo ella, que la causaría tristeza ver encauzada laeducación de sus hijas por otros caminos, y que noes tan malo el sistema, pues ella, formada según talespreceptos, ha sabido hacerme feliz; y todos nuestroshijos se han dormido, en sus primeros años, al sonde canciones monótonas, iliterarias, sin gracia y sinexpresión. .

Con todo ésto y con algo más, he transijido porel bien de la paz doméstica, aplicando aquel sistemacontemporizador que aprendí en la epístola de SanPablo. Porque he de hacer constar, para honor mío,.que en nuestras conyugales avenencias hay siempremútuas concesiones y allanamientos que envidiaríanlos diplomáticos al uso.

Mi mujer y yo convinimos que la educación denuestro primogénito, fuese cosa mía, sin perjuicio delos derechos que su madre se reserva, y de las ex-

tralimitaciones-que yo he de abstenerme .de corre­girlas-de llamarle sol, encanto, cielo, y cuantos de~satinos la vengan en voluntad: y que ló relativo á lasdos niñas, queda reservada á la autoridad materna, y·.condenado yo á silencio perpétuo en lo tocante ámurmurar de las muñecas, de los pitos y alguna queotra fábula de Samaniego ó de Lafontaine.

El alma entera pongo yo en mi gratísimo neg'o­óado para desempeñarlo del mejor modo posible: y,-como hombre de ley, evito cuidadosamente faltar nien lo más mínimo á lo pactado. Con­tento puedo estar del éxito de mi'sistema: mi Antonio sabe la doctri­na cristiana, no como un papagayo,'Sino como un seminarista. Pero no,caerá facilmente en la superstición;voy instruyéndolo poco á poco enHistoria de España enseñándole elespíritu de ella, alejándolo de todafantasía, echán­dole después decada leyenda eljarro de aguafría de la reali­dad.

Pero no to­do es de 1'nigus­to; m.i mujercometió en és­to, desde elprincipio, unagrave violaciónde nuestro pac­to: sin consul­tarme el caso,suponiendocon razón queyo había deoponermeásusdeseos, cuandonuestro hijo te­nía tres añosaún no cumpli­dos, el día de laEpifanía le hizocreer enla acos­tumbrada y ge­nerosa visita delos Reyes de Oriente, desvaneció mi liviano enfadocon caricias, y tantas fueron éstas, que quedé deudorpara años sucesivos. Siguió, pues,la farsa de los zapa­btos, de los dulces, de los juguetes, la alegría del niñoy el gozar de todos á la par de él. Cada año aseg'ura­ba yo á su madre que aquel era el último, pero lle­gaba el siguiente; é insistiendo ella en sus mimos ycayendo yo de nuevo en mi condescendencia, queda­ba la verdad atropellada nuevamente por el maternoamor.

Yo, por otra parte, redoblaba mis esfuerzos paraeducar á nuestro hijo en el honrado amor á la verdad.

-Dime la verdad, decíale yo siempre, acostum­brándolo á que, con noble franqueza, delatase antesu madre y ante mí sus propias travesuras y negli­gencias, y dándole á la vez la seguridad de una am­plísima amnistía.

-Dime la ver~lad-me de~ía él mismo con la n1:1­yor vehemencia cuando deseaba saber del todo algu­na cosa.

La verdad, era ya la idea fija de mi Antonio.Abominaba de las fábulas porque tienen animales yflores y peñascos parlantes, de todo cuento fantásti­co, de toda ficción poética; y, entre la exageraciónde mis enseñanzas y la natural impetuosidad de sualma jóven, .veníamos á proclamar un rigor de ver­dad tan extremado que, sig'uiéndolo, no podría cum­

plirse en la escena del tea··tro la representación deuna muerte en riña, sinomatando á un actor.

-En fin, nuestro hijoama la verdad ante todo¡bendito sea Dios, y queme loconserve!-decía yo.

Pero ¡cuán caro mecostaba sostener la purezade mis principios! A veces

me haCÍa pre­guntas de talescosas que yono tenía valorpara contestar­las con la rude­za que ellasmismas exigían¡Cuantas penaspasaba yo paracon testar aque­llas interpela­ciones huyen­do á toda costala mentira yevitando en­cender un de­seo y apagaruna ilusión!

Un día 5 deEnero, cuandoya tenía sieteaños, me dijo:

-Oye, padre;cómo se arre­glan los reyespara venir des­

de tan lejos y recorrer tanta tierra, en tan pocas horas?La madre estaba por detrás de él haciéndome se­

ñas para que callase.~¿"\ o sabes,-contesté,-que Dios ]0 puedetodo?-Sí; pero ¿por llevar cosas á los niílos ha de ha­

cerse un milagro tan grande todos los años?y notando en mí algo que delataba mi falta de

franqueza me dijo apoyándose en mis rodillas.-Dime la verdad.-Lo eché todo á rodar, y le re­

velé la artimaña de los zapatitos puestos al sereno.-Ahí tienes la verdad, le dije al concluir mi ex­

plicación.El me escuchó muy serio, muy parado, cual si

le hubiese caido encima un peso muy grande. Buscóá su madre, se abrazó á ella llorando y le dijo en voztan baja que apenas la oimos los más próximos.

-:\Iadre, que me pongan algo] os Reyes iEngáñame:J. lVIOXEYA y PDYOL.

Triste regresaba á su morada el buen cura despuésde haber asistido á la agonía de aquella santa niñaque poco tiempo hada ingresó en el convento. Cuan­do entró en su despacho y dejó sobre una silla manteoy teja, dióse un golpe en la frente exclamando:--¡Des­memoriado soy! Ya no me acordaba de la última vo­luntad de esa ejemplar muchacha!

Cerró cuidadosamente la puerta, sacó un sobre delcajón de su mesa y leyó en temblones caracteres «Ami ahijada.»

Aquél pliego se lo había confiado Teresa, cuandoingresó en el convento, con el objeto de que lo entre­gase al fuego después de Jeerlo, el día mismo que lamonja muriese. El documento era breve y mosen Pas­cual, leyó de un tirón su contenido.

"Sobre mi testamento en el que te instituyo here­dera universal, coloco este escrito para que sepasquien fué tu madre y quien soy yó. Esto me con­siente morir tranquilo. Para lograr la fortuna que tedigo marché á la América del Sur, dejando en Espa­ña á una mujer que antes de casarse conmigo habíaadorado á otro hombre.

Regresé de América y mi primer visita, fué parala tumba de tu madre. Llegué un día de invierno alpequeño cementerio de un pueblo de la costa cantá­brica y arrodillado sobre la nieve ante el breve epi­táfio soportado por tosca cruz de madera, iba á rezarcuando el sepulturero aproximóse á mí preguntando:-Es acaso Vd. el esposo de esa señorar-Sí.- Voy,pués, á revelarle un secreto que pesa sobre mi con­ciencia. Levántese Vd. porque su esposa vive.

El médico del pueblo recibió un día la visita deuna mujer hermosa que iba al puerto inmediato paraembarcar con rumbo á la América dcl Sur donde laesperaba su marido. Cayó enferma: la dolencia tuvosu desenlace fatál para todos, menos para D. Ricardoy para mÍ.

Yo debía grandes favores á D. Ricardo; á cambiode ellos me pidió que en la caja que hay debajo deesa tierra en que V d. se había arrodillado, colocaseel esqueleto que áquél tenía en su despaché) vestido

con un traje completo de la hermosa viajera. D. Ri­cardo hizo el certificado de defunción, yó enterré elataud y pocos días después abandonaba el médicoeste pueblo, después de dar á Vd. cuenta de la muer­te de su esposa con quién huyó sin que haya podidoyó saber desde entonces el paradero de tan siniestrapareja. Ahora puede Vd. hacer de mí lo que quiera.

Anonadado por golpe tan brutal, supliqué al se­pulturero que cavase la tierra y ví con mis propiosojos la verdad. Lo demás tú lo sabes.

Ocho años después llegabas á mi puerta pidiendolimosna. Tu madre que era la falsa muerta había fa­llecido desesperada: tu padre que era el amigo des­leal había desaparecido abandonándote: tú caminasteá la ventura y Dios te llevó á mi casa. Confirmé lasnoticias incompletas que tu niñez me había suminis­trado y supe que tu madre pagó muy cara su locura:no te has separado de mí desde entonces: no he que­rido amargar yo en doce años que me has acom­pañado, tu pobre corazón con el relato de mi des­ventura. Solo te pido que reces por tu madre.»

Gruesas lágrimas caian por las arrugadas mejillasde D. Pascual cuando acabó de leer. Arrojó al fuegoaquel pliego y exclamó el buen anciano: Hay en elmundo grandes miserias, pero tampoco faltan, Diosmío, grandes corazones.

ENRIQUE LOZANO.

((Que arrancó el fuego alcielo.

y el cetro á los tiranos.»

¿En qué consiste,pues, el singular po­der del fluído eléctri­co, como antes sedecía?

En sus facultadesde adaptación y detrasmisión, hoy per­fectamente conoci­das.

La trasmisión, pordemasiado sabida de­bo omitirla. ¿Quiéndesconoce que la ve­locidad de trasmi­sión de la elcctrici­dad corre parejas conla de la luz?

El pensamientovuela más, es verdad; pero lo hace libre de toda car­ga, si no es la de sus propios dolores, que á vecespesan como el metal más denso. Aun la luz, que ema­na de un foco luminoso, á su albedrío puede dispo­ner de todo el espacio para vibrar, y en ámplia ondaesférica, se esfuma hasta el infinito, iluminando las

((Horrísono fragor de ronco true,no.)

que dijo el poeta, y que en sus relámpagos parecen haberse conden­sado todos los rayos que osara arrojar desde el Olimpo un ]úpitertonante, no contienen electricidadr-Nada ó casi nada. Todo eso es,y permitidme la frase, espectáculo teatral. Energía capáz de darmuerte al pobre caminante que en tormentosa noche cruza al azardesconocida senda, ó de incendiar traidoramente suntuoso templo,como pudiera hacerla una mano criminal, pero débil, raquítica éinútil cuando se le manda trabajar, y sumisa á la justicia de laciencia que, al sorprenderla in fraganti allá en las negras alturas,cuando á perpetrar su crimen se dispone, con débil cadena quepende del pararrayos la conduce al depósito común, á la Tierra,origen de toda la conflagración potencial, donde nacen y mueren las

más entusiastas ten­tativas eléc tri cas:que así como existeuna justicia divinapara castigar las pu­nibles acciones hu­manas, para el diabó­lico poder del rayo,hubo un Franklin.

~.: A deel,;,,'dad ,lin'­~ mica, no está aún.p, naturalizada con la

masa popular.Para el vulgo, la electri­

cidad lo es todo, y á ellaatribuye poderes sobrehu­manos; y sin embargo, laelectridad, no es nad2,.Quie­ro decir: la electridad, noes energía natu¡-al que en­contrenlOS á nuestro al­cance.

:\Iirad en derredor, ex­tended la mirada á tod0 elhorizonte cuando os ha­lléis en campo abierto, exa­minad palmo á palmo todala redondez de la Tierra,descended hasta donde po­sible sea, contemplad lanaturaleza en calma ó en espantosa borrasca, elevadla mirada á lo alto, contemplad el firmamento .....¿\Téis la electridad?-En ninguna parte.-Pues y esasnubes-podríase objetar,-cargadas con todas lasnegruras del infierno, que al chocar extremecencon el

harmonías celestes. Pero á la electricidad se ledan alas pesadas de macizo cobre para volar, ysolo cua¡{do en su desesperada carrera tropiezaen angostísima senda, protesta de tanto rig'ory ruge como una fiera, y á tanto llega la deses­peración, que funde sus mismas entrañas.

Muy conocida es también su facultad deadaptación, (de transformación diría mejor). Esla electricidad, el moderno Proteo, como algu­nos la han llamado, que se trasforma de capri­chosas maneras, desde que servía de recreo áaquellas bellezas helénicas que frotando lascuentas de ambar rodeadas en largos collares ásus gargantas alabastrinas, atraían las plumasdel ave predilecta de Venus; de alguna blancapaloma que iba á beber la linfa de las fuentes,allá en el fondo del gineceo.

No existe energía natural, que no puedatransformarse en corriente eléctrica, ni corrien­te que deje de poder ser trasnformada de nue­vo. Todo movimiento de cualquier género,convenientemente aplicado por la cinemática,es susceptible de mover la dinamo; invento co­losal del siglo XIX, que le ha adjudicado el bri­llante diploma de «siglo de las luces».

Un problema existe por resolver todavía res­pecto á la electricidad: me refiero á su acumu­lación, y al decir por resolver, entiéndase enel concepto industrial. Porque los grandes in­ventos no son tales, en tanto que no adquie-ren carta de naturaleza para la vida corriente, "

d d 1 b· d 1 b' 1 "d' vistageneraldelosgrandestalleresdelosselloresPALACIOS y GARCJApasan o e ga mete e sa 10, a peno leo, ..._,al salón, al taller y á la calle. ::\Iaravillas de maravi- Puede almacenarse también la energía sobrante deHas existen en los laboratorios que á nadie entusias- las épocas de gran venida para compensar las épocasman porque nadie las utiliza, La acumulación eléctri- de sequía, como se almacena el gás del alumbrado,ca es problema teóricamente resuelto; pero también en las fábricas donde se produce esta mezcla de hi­la solución del trabajo eléctrico se había dado, y co- drocarburos; pero la dificultad económica, hace quemo curiosas experiencias se presentaba en las clases las poblaciones iluminadas eléctricamente, tengande Física, y á nadie asombraba. Los acumuladores luz, mientras el río lleva agua, lo que inclina á modi­eléctricos son un hecho, pero aún resultan caros y el ficar el antiguo aforismo de «cuando el río suenagran principio industrial es á la inversa; la economía. agua lleva» diciendo: «agua lleva el río cuando lu-

Teóricamente no puede ponerse en duda, la posi- ce.» Pero de esperar es que la Ciencia dé soluciónbilidad de almacenar durante el día la electricidad cumplida de este problema, como la dió de otros milque produce el salto destinado al abastecimiento de más intrincados, y confiemos que en plazo breve, pa­la luz en una población. damos pedír, con nuestro acumulador en la mano,

unos cuantos volts de electricidad para los usos do­mésticos, como pedían nuestros abuelos alcuza enristre, unas cuantas panillas de aceite para alimentarel velón ó el modesto candíl.

«¡Dichosa edad, y dichosos tiempos aquellos!» demenos luz, pero más dorados sin duda que los pre­sentes, porque este siglo que con altanería se ha lla­mado á sí propio «el siglo de las luces» no parecedispuesto á darles el mejor empleo.

GABRIEL GAL.4.N.

Máquinademilcaballosdefuerzac;onstTuídaporlaca~a"L' Eclai- Vislastomadasdelos "mudeslalleresde Electricidady Maquí-rage Elcclrique»representadaen Espanapor los SenoresPUA- naría,delosseñoresPALACIOS y GARCÍA.Cl(lS y GARCÍA.

~) tiA PAT~ON..A DE mI PUEBlkO <::::::

Doña Joaquina Céspedes,viuda hace poco

de un oficial de Haciendaque murió loco,

(pensando solucionesal ver la ruina

que á nuestra madre patriase le avecina)

para buscarse mediode subsistencia,

puso casa de huéspedescon asistencia.

Aunque no la agradabaperjudicarse,

con objeto al principio,de acreditarse

juzgó D: Joaquinamuy conveniente,

dar en su nueva casatrato excelente,

cuidar á sus púpiloscon gran esmero,

y exigir sin embargo,poco dinero.

En tales condiciones,era seguro

que aunque á ella la costase,más de un apuro,

la cRsa al poco tiempose llenaría

y el negocio implantadoresultaría.

Más no estuvo en sus cálculosmuy acertada,

pues fué D," J oaquinatan desgraciada,

que apesar de su muchocuidado y celo

no pasó de dos huéspedesde medio pelo,

que además cometíanel gran delito

de tener cada díamás apetito.

Dando ya su negociopor fracasado,

remediar se propusotan mal estado,

y empleó activamentesus energías

llevando á cabo grandeseconomías ...

Pero no satisfizosus pretensiones,

pues ni aun así cubríasus atenciones.

En su fiebre económica,la pupilera,

vino á cambiar de geniode tal manera,

que de día y de nochese disgustaba

por creer que la gentese la pegaba,

mermando sin concienciasus intereses

y aumentando sus penasy sus reveses.

Como estaba la pobretan recelosa,

ejerció vigilanciamuy enojosa

sobre sus dos pupilosy la sirviente,

pensando mal de todobicho viviente.

Hasta que sus parientesviendo alarmados

que su mal ofrecíaserios cuidados,

consultaron á un médicosu chiflad ura

y el galeno les dijo:«:.\'0 tiene CUl'a;

pues si la pobre tantosa puros pasa.

por cubrir atencionesdentro de casa,

y a pesa r de su ll1 uchocuidado y celo

se vé con dos pupilosde medio pelo,

¿quién va á poder á doñaJ oaquina Cespedes

evitar' se le antojenlos dedos huéspedes?

Seno CELORPdO.

JEROGLÍFICOSPott Sustaneias

Soluciones á los pasatiempos del número anterior.-Jeroglífico: Agua por Mayo, pan para todo el año.-Frase Hecha:Tocar los resultados

CABOS SUELTOSAcompañando al notable artículo de D. Gabriel

Galán, publicamos en este número algunas fotogra­fías tomadas en los grandes talleres de los señoresPalacios y Garda. El público, seguramente, ha de.acojer con gusto nuestra idea de dar á conocer las in­dustrias aragonesas, que colocan hoy muy alto elnombre de Aragón. 'La casa Palacios y Garda, mon­tada con arreglo á los últimos adelantos, además deexplotar por su cuenta instalaciones importantescomo Plasencia, Calahorra, Almagro, Reus y otras, haconstruido gran número de centrales eléctricas, entrelas q:le recordamos Huesca, AJfaro, Daroca, Tauste,Villafranca, Peralta, ]adraque, Villalva y otras mu­chas. En la actualidad, está haciendo en Caldas deReyes (Galicia) una instalación utilizando una fuerzahidráulica de 750 caballos para distribuida con luz yfuerza motríz para ocho poblaciones y además comomotor á un tranvía eléctrico de catorce kilómetrosque también construye la misma casa. Como conse­cuencia de estas numerosas y grandes instalaciones,la importante fábrica «L' Eclairage Electrique» deParís, 12sha nombrado sus representantes generalesen EspJ.ña para vender y propagar las notables má­quinas eléctricas del privilegio Labour que dicha fá­brica construye. Estos datos, bastan para dar unaidea de la extraordinaria importancia que tiene lacasa Palacios y Garda, á quienes felicitamos sincera­mente, á la vez que les damos las gracias por la defe­l-encia que han tenido con nuestro semanario.

Deber de gratitud.-Al dar i la publicidad el segundo número de ARA-

GÓN ILUSTRADO es, para nosotros, un gratísimo debermanifestar á la prensa y al público, el testimonio delmás profundo agradecimiento por la cariñosa acojidaque han dispensado á nuestro semanario.

Las frases por extremo lisonjeras con que los pe­riódicos de Zaragoza y demás capitales han saludadola aparición de un periódico, cuya falta hadas e sen­tir en la región aragonesa; el sin número de cartasque hemos recibido felicitándonos por nuestra empre­sa y la rapidez con que el público ha agotado losejemplares del primer número, son estímulos que nosaniman para seguir adelante, con más bríos cada vezy con más deseos de hacernos merecedores, ya quehoy no lo seamos, de todas esas frases de cariño yy simpatía y de todas esas elocuentes pruebas de quelos esfuerzos que hagamos en lo sucesivo, por agra­dar al público, serán igualmente correspondidospor éste.

Gracias expresivas á todos y ¡adelante!

CAf+tTA~ES

Calcula si te querréque celos tengo á la tierracuando la besa tu pié.

Del mundo, la mayor pena,la s,1t"'e lodo el que tieneá la yez n1udrastra y suegra.

llo~~y siempre afirmaré'que no puede ser muy buenoquien no lloró algu na vez.

E"ILIO ESTER RUBIRA.

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FRASE HECHAPotlSuataneias

Soluciones á los Jeroglíficos del número anterior.-1.° No hay lunes sin luna, ni jueves que no alumbra-2.o Si quieres buena fama, no te dé el sol en la cama.

CABOSCANTARES

Cuando es muy grande, muy grandeel cariño que se siente,en ningún lenguaje humanohay palabras que lo expresen.

SUELTOSestudiante que había dicho una increible atrocidad.

-¿Y de ancha?-le preguntaron burlonamente losde la tertulia.

-La anchura no guarda proporción-dijo el estu­diante, queriendo enmendar la cosa por ese lado-Nopasa de unas catorce varas y media.

Dicen que las ilusionesson angelitos que pasan;que nos besan en la frentey nos pisan en el alma.

Tenía los ojosrasgados y negrosy una boca rosada y alegrecomo mis ensueños.

ROGELIO MAESTRE.

-¿Ustedes han visto la catedral de Sevilla?-de:"da en una tertulia donde se hablaba de grandes edi­ficios,. un estudiante andalúz que tenía la manía deexagerado todo.

-No, señor-le contestaron.~Pues es tan grande que solo de larga tiene dos­

dentas mil varas castellanas.Un fuerte pisotón dado por un amigo, advirtió al

HUMORADAS

No he podido saber niña adorada,Por pueril que parezca mi porfía,No he podido saber si en aquel díaFuiste tú engañadora 6 engañada.

Quien seduce á una mujerY la deshonra y la engañaO es que no tiene concienciaO es que no tiene una hermana.

No te estrañe que el mundo deje impuneA quien roba el honor¡De ese crimen tan grande, el veridictoSe lo reserva Dios!

MARrANO BERDE]O.

~0TEh0

t..U", noche aquella! A la una en punln mi hecma­no Lorenzo y yo, armados de un candil, ba­

~ jamos á la bodega llena de bichos, humedady telarañas, y sacamos de allí unas cuantas telas demalla de distintas magnitudes y calibres, en piezaunas, en retazos las más, y algunas en bastidores es­trechos y desiguales de hierro y madera; llevamos aljardín aquellos artefactos con más algunos piés dere­chos, y, sin levantar mano, echamos á construir ...¿qué dirán ustedes? ¡un palomar!

Comenzamos por enladrillar el pavimento del rin­cón del jardín elegido previamente para emplazar laobra; paralelo á la tapia levantamos un tabique de la­drillo que sirvió de montante á varios estantes de latabla sin acepillar, aserrada sobre la marcha por nues­tras manos pecadoras; á convenientes distancias en­clavamos sobre el terreno tres palotes de fementidochopo; con aquellas columnas para sostén, comenzóla tarea de unír trozos disformes de red de alambre

ya vieja y herrumbrosa, de enderezar uno sobre otrobastidores desiguales y desapareados; y con un teja­dillo de ondulado zinc para proteger de la lluvia una

parte de aquel recinto y, por bajo de él á dive:-sas al­turas, unos cuantos palitroques estribados en los piésderechos que sostenían el artefacto, vino á quedarconcluído el tal palomar que no lo cambiara ya porlos modelos de jardín deanclimataicón.

El amanecer nOs sorprendió colocando en el jaulónalgunos pares de palomas traídos de antemano con to­

do sigilo, y ya pudimos presentar ánuestrahermana en aquel día, que era el de su San­to, nuestra obra completa y acabada.

El tal palomar fué su diversión y la detodos nosotros durante aquel verano: Nopensábamos sino en aparear aquellos anima­les, en cuidar á las madres que cubrían, ó enobservar por la menuda el crecimiento delos pichones.

Muy pronto cada uno de aquellos bichosnos fueron familiares: andábamos hechosunos naturalistas en punto á distinguír espe­pecies y llamarlas por su nombre;-las ca­puchinas, los buchones, las de cresta, las co­lipavas ... Decíamos á cada paso relatando loque habia hecho aquél día cada uno de nues­tros bichos.

Para nuestra hermana principalmente elpalomar era una verdadera fiesta. Gozabaella curioseando la vida de aquellas mimadasy dichosas prisioneras, oyendo sus arrullosde zambomba, mirando cómo las parejas, ensus caricias, cruzaban con ánsia los picos ólos escondian en el plumaje del cuello de suscompañeras; más que todo, la encantaba vercomo aquellos matrimonios volátiles alimen­taban á sus crías el padre llevando la comi­da, la madre ingiriéndola dentro del pico desus pichones.

Había además en la cría de palomas inci­dentes muy curiosos; á veces un palomo desapareac10andaba acá y allá en busca de compafíera y su insisten­cia logr"aba desunir una pareja; á veces el primer pose­edor no se aquietaba tan pronto, y había luchas em­peñadas de las cuales salía sangriento ó deslJlumadoalgún contendiente. Un palomo viejo había allí, elcual apenas veía á otro acercarse á una hembra queya tenía pareja, íbase derecho al atrevido y ápicota­zos obligábalo á retirarse lejos de aquella fruta delcercado ajeno. Yo que acababa de estudiar Derechocanónico en la Universidad, le llamaba el IJeíetlsorde matrimonios.

Una pareja desigual había logrado la privanza demi hermana; el macho era un bengalí, variedad exó­tica, con plumaje negro brillante, manchas de rojomuy obscuro en el copete, y el cuello rojo tambiéncon vivos tornasolados; la hembra era una buchonacorpulenta, pero nada tenía de particular. Sus al"1"U­llos tiernos cual los de ninguna pareja, sus caricia'" apa­siónadas, las luchas del macho, verdadera fiera de suespecie, con los otros que le disputaban su hembra, yla mansedumbre de ésta, atenta solamente á empo­llar sus huevos, les atrajeron toda nuestra simpatía.

Luego surgieron en el palomar disgustos graves:

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Un colipavo atrevido an­daba loco por la buchonaen cuestión; ya Lorenzohabía intentado sacarle deallí, pero no fué posibleporque tenía buenas in­fluencias el bicho aquél;era el favorito de nuestramadre.

Triste fin tuvo aquellahistoria. Un día encontra­mos el jaulón revuelto, laspalomas asustadas. En elsuelo del palomar, sobreun pequeño charco de san­gre, hallamos muerto al ma­cho de la pareja de colipa­vos, la buchona estabamuerta también en su ces­to, del cual salían piandotres ócuatro cabezas de co­lipavos; recien sueltos delhuevo yuno ódos obscurosde raza indefinible; el ben­galí había completado eldrama como cualquier de­sesperado romántico, ex­trangulándose en los alam­bres del jaulón.

Acudió mi hermana de­solada:

-Yo, yo tengo la culpa,repetía.

-No, mujer, tú no. La tienen la buchona y el co­lipavo; parece que también hay entre los animales uncódigo del honor.

-Así juzgais vosotrosme dijo ella;-¿no sabes quelas colipavas son muy des­cuidadas para empollar?

-Sí, ya me he fijado.-No recuerdas el cui-

dado de esta otra pobre?-Sí, también es cierto.-Pues bien, coma mamá

quería tener colipavos, pu­se yo los huevos de la co­lipava en el cesto de la bu­chona.

-Es verdad,-contestéyo vencido por la lógicade los hechos.

-Sí, pero mira cuandonos enteramos, me dijo míhermana;-cuando ya notiene remedio. Cuántoscri­menes de esos que llamande amor entre hombres ymujeres, no habrán tenidomás fundamento que esto­tro que vemos aquí entreanimales!

Desde entonces, cuandotengo noticias de disgustos,de riñas ó de crímenes porcelos, recuerdo siempre lahistoria triste de la bucho-na y del bengalí, y me ocu­

rre pensar que no es á la mujel' peor á quien más semurmura, sino á la más débil; que, hablando en ver­dad, las mujeres no tienen de malas sino lo que tienende demasiado buenas.

J. MONEV A y PUYOL.

nos SONETUS

lJ:A OOlJ:O~ES

Pregona por el mundo sus favoresun cantar picaresco de la Jota,y en la posada clásica alborotauna enjambre procaz de adoradores.

Gustan todos no más de sus primores,de su risa incesante, y nadie notala abrasadora lágrima que brotade los ojos sin par de la Dolores.

¿Qué la ofrecen? Lisonja y chicoleoó el obsequio rumboso que revelaun pensamiento ruín que la rebaja.

¿Y busca? Un corazón que su deseoatisbe y de su afrenta se conduela,un brazo con vigor y una navaja.

¡BUEN. PROVEcttOI

De fideo, de arroz ó de pan, sopacomienzan por servír ¡costumbre rancia!y tras el vino que el empacho escancia,el paladar con los garbanzos topa.

A pasar al estómago, una copade agua, les ayudó desde mi infancia.Embutidos, jamón, carne ¡en sustanciano están á más altura que la estopa!

Y acabóse, lector, el contenidodel que llamamos clásico pucheroy á quien otros también llaman cocido.

Y aun existe mortal tan majaderoque lo come y nos dice: ¡Ya he comido!¡Y lo suele creer el mundo entero!

FRANCISCO AGUADO ARNAL.

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lana en peligtto(CUENTO

,-----~-1T\''"'.~-~-----..

BATURRO)

-Es mentira-¿l'vIentira?. Acercaisus.

-¡TamaL¡Pus es verdá! ..

-Mira, mira .-Se está ahogando, de seguro .-Bien puá se 1'. Paice que gl'ita .-¡Reconcho! .. Tié toá la carade la señá Gumersinda ...-¡Qué bien se le ven las cejas!..-y la boca. -y las andas ..•-¡Miala! .. ¡miala! ..

-No tié pelo.-¿y esas manchas chiquiticasqué son?

. -Serán saba yones.-L pué ser que tenga tiña.por eso no tendrá pelo.

-Hay que dále la noticiade lo que ocun~e, al alcaldepá que se entere aseguidade si ha vinido del cielocon intinciones dañinas.

-Lo que es si viene á cobránosla contl'ebución á Ricla,ya pué romper los recibos

tarea de divertirsejugando al mús ó á la brisca(pues esto nadie ha podidocomprobado todavía)cuando uno de ellos, de pronto,á mitad de la partidase acordó de que la burra,poe descuido ó por desidia,estaba sin beber aguadesde las once del día-¡Rediez que sé estará agorapasando la probecica!-La boca se l' habrá puestocon la fa Ita de bebida ,más seca que una alpargata!-Pus ¡Mla, hala! .. Dáte prisay llévale agua, no seaque la mate la sequía ... -

Acercóse, mi hombre, al pozomiró ¡y oh cosa inaudita! ..vió en el fondo, reflejadasin que faltase una línea,¿qué se figuran ustedes?.Pues la luna, que lucíaen el cielo aquella noche,redonda, brillante, limpia ...Dió un grito, asustado, el chicode la señá Revesinda

y ~xcl~mó-JGüena la hicimos!..-z,Que pasa ...-¡Quien lo diría!..

¿QuéL Que se ha caído la lunadrento del pozo

En el corral de una casaque á gusto descriLiríasi las descripciones fuesenpara mi cuento precisas,encontrábanse una nocheel chico de la Gacintael del tió Desíripa-cuencosy el de la tiá Revesinda.

Eran los tres, según cuentatodo el que les conocía,los más rematados tontosde cuantos ha habido en Ricla,dato del cual, es precisoque ustedes tengan noticia,si han de juzgar verosírnillo que en el cuento se diga.

Pues señor, hacía un ratoque se hallaban en la digna

si es que no quié una paliza ..... ­-y como himos de sacála?.-Con el pozal.

:-Dáisus prisa ...Después de estos comentarios .

que bien á las claras pintanel talento y la culturadel chico de la Gacinta

del del tío Destripa-cuencos

y el de la tía Revesinda,aproximáronse al pozoy empezaron en seguida,agarrados á la soga,la ascensión peligrosísima.

Pero lo grave del caso,fué que al intentar subirla,tmganchóse en una escarpiaque dentro del pozo habíael pozal y ocurrió entonceslo que cualquiera adivina;

. y es, que estuvieron dos horaslo menos, tira que tira,sin resultado ningunopues el pozalno subía.-+No sus pareis.

. . -Hacer juerza.-Tira un poco más ...

-Arriba!"-¡Ridiez si debe estar gorda! ..

-Pesa güen recau de libl'asr. ..-¿,Si tendrá drento dinero?-Quiá ... Tendrá güesos y tripasigual que cualquier peesona-Vá á see difícil subila ...-Yo estoy reventau.

-Yo sudomus que una caballería-Se me hacen piazas los dedos.-Cobardes .. Paice mentiraCualquier crío de pañalesá juerza sus ganaría-Tiremos los t¡'es á un tiempn ....-Amos!.. Peeo ie apeisica ..... ~.-:

Tiearon en tonces todosv tal fué la sacudidaZ¡uese les rompió la sogaf'egún cuentan los cronistas.Cayeeon los tres de espaldasy el chico de la Gacinta(;uando se hallaba tendidodieij ió al cielo la vistay al ver beiI1ae á la lunaigual que todos los días,dijo-¡Vaya una empenLada!Güen bote á dau ... Mira, mira.Trebajo ha costau sacála,peleo jeidiez! ya está arribn ...

ALBERTO C'\SAÑAL SHAKERY

Dibujos de Zuera.

JEROGL1FICOPÓl1 s. aap~e110

Solución á la frase hecha del número anterioI'.-Reirse del mUlldo.

CABOS SUEL-rosDesde este número, comenzamos á publicar una

serie de caricaturas de aragoneses ilustres, debidas allapiz del distinguido y joven dibujante señor Ibañez.

Aunque poco conocido del público, es Ibañez un-caricaturista fácil é ingenioso y su colaboración es­peramos sea útil y provechosa para el periódico yagradable para nuestros lectores.

¿UN. CONSUEÚO?

No te culpo á tí, fué el mundoel que te empujó; eras bellay la-hermosura y el hambreno son buenas compañeras.

Sírvate, pues, de consuelosi consuelo es lo que anhelas,que para vivir tranquila

_.~_ .._------------

has resuelto dos problemas,el de ganar el dineroy el de perder la vergüenza.

ANTONIO TEIXEIRA.

He aquí en que términos se despidió tiempos atrásde sus feligreses un pastor residente en una pobla­ción norte-americana:

«Hermanos míos, nuestra separación no ha de serpenosa por tres razones: La porque no me amais;2.a porque no os amais entre vosotros y 3.a porqueel Señor tampoco os ama.

«Si me amaseis, me habrías pagado mi sueldo deestos dos últimos años; si os amaseis, habría yo cele­brado algunos matrimonios más, y si Dios os amase,habría llamado á su gloria á muchos de vosotros, yyo habría cobrado gran número de funerales.»

AMOR QUE MATA AMOR

Crujió la arena menuda oprimida por las ruedasdel coche, que se detuvo frente á la verja del hotel.Un hombre alto, recio, moreno, vestido con arregloá las últimas ordenanzas de la moda, bajó del cochey en la parterre apareció la figura de una mujer quesaludó cariñosamente al caballero, quien contestó alsaludo ag-itando los guantes que trazaron en el airecaprichosas figuras.

Aquellas pruebas de simpatía que por lo familiaresrevelaban una amistad íntima y por lo cariñosas unafecto, repitiéronse con efusivos apretones de manoscuando ambos estuvieron ya frente á frente en eljardín.

Era ella como él, alta, esbelta, de formas delica­das, pelo negro y rizoso, recogido con abandono; surostro sin haber perdido la frescura de la juventudno conservaba la lozanía propia de esa edad; teníaojos negros y los dientes pequeños é iguales.

No hacía mucho tiempo que paseaba la amorosapareja por el jardín, cuando llegó á ellos corriendoun niño de cuatro á seis años, con los bucles agita­dos por el viento, la cara encendida y el respirar an­helante producido por la fatiga y el cansancio.

Breve rato estuvo cerca de la que llamó su madre;después, esta le rechazó dulcemente, y desapareciópor una calle de <llmendros <lcompañad<lsiempre delvisitante.

El niño les vió con tristeza alejarse, y quedó juntoá la orilla del estanque entretenido en arrojar pie­dras y ver como caían al fondo, formando círculosconcéntricos que se estendían y se propagaban pro­duciendo con sus ondas desbandada general entrelas cuadrillas de los pececillos.

Quiso el niño echar al agua una piedra grande, lointentó, se le venció el cuerpo y cayó al estanque.

Gritó, acudieron los criados, su madre y el caba­llero y lo sacaron del agua frío y tembloroso. Llora-

ba la madre, se desesperaba diciendo que «quien ha­bía de suponer» y culpaba á los criados, sin rec;-i­minarse á ella misma, verdadera causante de ladesgracia.

El caballero fué á buscar un rnédico mientras semetia en la cama al niño y se le arropaba COJr:e­nientemente.

Llegó el doctor y se cambiaron las frases co­rrientes.

-Tanto gusto, doctor, en que honreis mi casa.--Yo siento sea tan triste motívo el que me pro-

porciona el placer de conocer á la señora .....-Carmen :\lontero, viuda del barón de hurq l¡[za.-:\Tuy señora mía. ¿Donde está el enfermo?-Por aquí, doctor, por aquí. Y la bella viuda guió

al médico á la alcoba donde se hallaba el enfermito.Lo vió el doctor, lo regi~.tró detenidamente, rece­

tó, dió algunas órdenes y salió acompañado de lamadre que le explicaba el accidente.

-Ya vé V. doctor, fué una cosa imprevista; loscriados que le cuidan le dejaron salír del hotel.

Vino en mi busca al jardín y yó ... entretenida, enun descuido .....

-Sí señora, Ufl descuido ha estado á punto decortar la vida de vuestro hijo; pero ha sid~ un des­cuido del alma, que también los hay.

Tenels un corazón pequetlo, muy pequeño, en elque no caben dos c<lriñosy al querer guardar el se­cundario habeis expulsado el primordial.

l'-b sido un descuido como decis y con ese des­cuido ha desaparecldo de V. el cariño de madre.

El amor al amante ha muerto el amor al hijo.¡Nada señora, amor que mata; una rama d¿sg-ajada

del arbol por el peso excesivo del propio fruto ....l¡Cosa corriente, se vé todos los días!

AXTONlO J'vIONPEÓ" 1\101'os.

PÁGINA. GOOA

Ensayo lírico dramático, letra de un ilustre poeta aragonés, mÚ¡iC31

de D. Eduardo Uiscasillas

"Página Goda" drama lírico estrenado en el Teatro PrinCipal, lanoche del 17de Enero, fué un triunfo para D., Eduardo Viscasillas,_que dió una prueba más de inspiración y de talento.

Al poeta, autor del libro, ningún recuerdo grato ha podido dejarle'el estreno de "Página Goda" y se comprende.

El temperamento artistico de "Rafael Sanchez" (asi rezaban los

carteles) está en pugna con el gusto del público y mal puede cono•.cer el teatro, quien por razón de ideas y tendencias, dignas del mayorrespeto, hace mucho tiempo que no pisa un escenario.

Ocasión ha de presentársenos de elogiar las envidiables dotes ar-­tísticas del poeta. Hoy, nuestra felicitación, vá especialmente dirigi­da al señor Viscasillas, notabiJísimo compositor á quien los aplausos­alcanzados la noche del estreno, deben servir de estímulo, paraemprender obras de mayor importancia. Méritos sobrados tiene para

ello, y reconociéndolo así, ARAGÓN ¡I.USTRADO le anima á la lucha, á la.vez que le envía una entusiasta enhorabuena y un cordial abrazo.

O. Eduar:do Viseasil1as.

ESCENA 1

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Los primeros compases de la obra.

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'JIN TRODUCCIOl'l

(Dirigiéndose á la Virgen.)

y tú, madre amorosaque en el calvario un día,probaste la amarguradel caliz del dolor,detén el brazo airadodel Dios de las batallas,por el amor que tienesal hijo de tu amor.El día, ya declina;

vámonos vá,el cie!u nuestra causa

protegerá.

(Salen por el foro),

(Suena un Hñutil, lejano;el coro se levanta: un anubdalorcontesta con su aÍlatil desde lo másalto del escarpado sendero.)

Del árabe inhumanolibra este pátrio suelo,su despotismo enfrena,reprime su impiedad;vuelve al hogar cristiano,la paz y la ventura,la santa independencia,la augusta libertad.

Espatharios, siervos, godos, mujeres y niños

Coro. Señor que en Guadaletemostraste justicierotu cólera divina,tu santa indignación,mira á la España enterapresa de tu enemigopostL'ada y abatidapidiéndote perdón

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El GonGierrto anhterrsal

De todas las [hogueras conque chicos y mozos de mipueblo celebran la víspera deSan Antón, fué aquella la másopulenta. Comenzó por poco:unos pedazos de esteras vie­jas, algunas tablas de maderaseca y un capazo de virutasque las echó el carpintero deenfrente; salió al principio lallama rojiza enmascarada poruna densa columna de humoespeso que se agarraba á lagarganta y hacía lagrimear;solamente los jovenzanos dela calle eran insensibles á esosachaques, atizaban el fuegoacercándose familiarmente álas llamas sin temor de unalengüetada de ellas, y algu­nos, más atrevidos aún, salta­ban de un lado á otro de lahoguera sin dárseles un ardi­te de aquel peligro. Era aque­llo jugar con fuego, dichopor la acepción más literal delas palabras.

Por fin se consumieron lasesteras; el humo cesó, y tam­bién se amenguaron mucholas llamas, pero pronto fué re­puesto el montón; el carpin­tero de las virutas y otro demás abajo de la calle acudie­ron con nuevos capazos lle­nos de tarugos y desperdi­cios de maderas, yeLdroguis­ta de la esquina echó tal copiade cajones de embalar, que las llamas crecieron enun instante elevándose hasta la altura de los pisosterceros. Era cosa de ver aquellos retorcidos irre­gulares de luz rojiza y aquel chisporroteo de fraguaproducido por alguna rama verde de las dos garbas­que echó el tabernero del callizo inmediato; la ho­guera se hizo un espectáculo; al resplandor salían álos balcones todos los vecinos; aquella era la preocu­pación obligada durante una hora: una especie decenso sobre la extensión del vecindario; en los bal­cones más re-motos los chicos se encaramaban, soste­nidos por la gente de juicio, ansiosos de ver la lum­bre y á los diablejos que la atizaban entre saltos ycabriolas.

-¿Porqué me habeis acostado tan pronto? decíauna pobre paralítica; ahora me gustaría estar en elbalcón.

-¡Diablo de mozo!-gritaba un militar viejo y re­gañón á su asistente: ¡pedazo de atún! ¿por qué nome has cerrado los postigos como te encargo siem­pre? Ya estoy desvelado para toda la noche.

Los vecinos más próximos, huyendo del calor sofo­cante y del humazo, se habían retirado detrás de los

cristales: solo algún chiquillo quedaba en los balconeshasta que una mano los retiraba hacia adentro portemor de que el calor le hiciese daño ó un golpe delas llamas les prendiese la ropa. El fuego creció; aque­llo ya pasaba de broma, y el vecino de la casa máscercana andaba endiablado de un lado á otro temien­do que el cierzo diese un soplo fuerte hacia allíy se la hiciese cenizas. Al revés de su vecino media­nero quien tenía bien asegurada de incendios una ca­sa de valor ínfimo y cualquier siniestro en ella le hu­biera valido unos miles de duros.

De repente aparecieron otra vez el droguista y sumancebo cargados de envases barnizados por dentrocon restos de materias combustibles y hasta infla­mables: resinas, betunes, barnices ..... ¡Virgen del Car­men, la que se armó allí! Las llamas subieron másarriba de los tejados, los curiosos de la calle y de losbalcones gritaban, unos con entusiasmo y otros conmiedo; el amo de la casa más amenazada se revolvíafurioso é increpaba desde el balcón á todos aquellosmozalbetes.

La avaricia rompió el saco: el cabo de serenosprohibió que siguiese aquella diversión; ya nadie

echó más leña al fuego y éste se fué apagando poco ápoco hasta quedar reducido á un gran montón de bra­sas de donde salía un poco de humo.

-¡Gracias á Dios!-decía aquel asustado casero,aún no del todo tranquilo-¡maldita hoguera! yo leaseguro al droguista que me la ha de pagar ¡ya le di­ré yo!

-¡Ay, ya se acaba!-chillaban disgustados loschiquillos.

-¡Vaya, á la cama, que es tarde!-decían losgrandes.

-Menos mal que esto no es sino una vez al año;-pensaba otro-si hubiera más días de hogueras, se-ría cosa de expatriarse. ¡Qué pueblo este!

y una pobre mujer después de recojer ávidamen­te en un brasero abollado las brasas y el rescoldo, de­cía subiendo á su pobre boharda:

-¡Dios mío! ¿Porqué no habrá hogueras de SanAntón todos los días para que no me muera yo defrío una de estas noches!

J. MaNE VA y PUYOL.

Dibujos de VILA PRADES.

(Soneto.)

Presento con placer á los lectoresun tipo de gentil zaragozanaque vuelve del Pilar por la mañanade rezar en la misa ..... á sus mayores.

Vive en esta ciudad «de sus labores,»tia es de clase elevada ni mediana,ni puede compararse á la artesanapor gastar en su adorno, más primores.

¿Es hija de un modesto funcionario,fruto de alguna honrada pupileraó huérfana y pasiva ultramarina .....?

Nunca lo averigüé ni es necesario.,Requebradla al pasar, dadle la aceray lo que ella no diga..... se adivina.

ALFONSO DE SOLA.

EN EL BAILE

1

Entré en el baile sin calma,feliz, alegre, ocurrente,con un volcán en la frentey otro volcán en el alma.Mujeres ví que aún la palmade la virtud merecían;mas como todas corríanen tropel fascinador,á todas hablé de amorjy todas me conocían!

IIAl año precisamente

al baile fuí en paz y en calma,con una herida en el alma,con una duda en la frente.Allí estuve indiferenteante la ajena alegria;y aunque mujeres habíade aspecto arrebatador,sólo una me habló de amor .....¡sólo una me conocía!

IIIPara no morir con palma,fuí al baile al año siguiente,con una arruga en la frentey otra más honda en el alma.Allí, perdida la calma,mi última ilusión murió;á nadie hablé, ni me habló;y, aunque cien mujeres ví,á ninguna conod;¡ninguna me conoció!

A. YANGUAS ALCAYDE.

Un cura en Despeñaperrosquejábase amargamentede que tuviese la gentemuy pocas ganas de entierros.

Cierto médico 10 oyóy dijo:-¿Por qué se apura?Sígame usté, padre cura.Partamos ..... Aquí estoy yo!

JosÉ ZALABARDO.

J

lv:: ;«~...I ,::L~

ll.A APARICIÓN. OE ROO.RICUEZ (Oe sus memotrias íntimas)Las primeras escenas de mi yida fueron invuriablernente iguales.

La misma sala, tos mismos muebles y los lllismos porsorwjes.Yo mordí la manzana 11lUY temprnno. A los doce 311051118 entrete­

nía en escribir cuent"s y articulas. que no luncé al público ha"ta quecumplí los veinte. Pero desde los veinte hasta los veinte y ocho,tuve ánsia y liebre por ver mi nombre en las páginas de un periódi­co, de una revista, de cllalquier cosa que fuese más ó menos pe­riódica.

Mis primeros trabajos eran malos, naturalmente; pero yo no lo hesabido hasta que terminé mis últimos. La vanidad de &utor y padre

me ponía una venda en los ojos. Y empezó mi calvario.Un día rompi fuego en redondo y mandé los seis nw,jores trabajos á

otros tantos periódicos de la Peninsula. Solo dos me contestaron. Unorecl1azándolos así, secamente: el otro se dbculpaba con la índole dela empresa. Es inutil decir que sufrí un mal rato. Dejé de trabajarcinco meses y al lin de los mismos, pu se mis pecadoras manos sobreel papel. Correji mis obras, las limpié de asonancias, redondeé losperiodos y fuí de redacción en redacción con mis cuartillas. Y aquivienen las escenas, mejor dicho, la única y monótona escena á queantes me refería.

-El señor director?-Adelante!

El director, con curiosidad y de mala gana:-¿Qué desea V.o-Estos artíclllos.-Política?-No señor: son ..... cuentos.;. estudios ...El director tiraba de un caj6n y mostrándome UIlOSlegajos, me de-

cía con gravedad.-Ya vé V. Cávia, Picón, Echegarny, Selles ... ! lIace dos meses que

los tenemos aquí! Es imposible, joven; no puede imaginarse el origi­nal que existe ..... Si quiere Y. resignarse .. y si lo merece ....

-Muchas gracias ... Otra vez ... En lin ... José Rodriguez'calle de ...número tantos etc" etc.

y así viví hasta que tuve una idea salvadora como un personaje de

teatro. Y la puse en práctica. de"pués de haher entrado de "reporter"de noticias municipales en «La prensa llueva.)} El poribdico aquelcirculaba mucho pero yo ni recibía sueldo ni 1118 hacían caso; hasta

que un día. por In ausencia del ((estiraool' telegráfico,» me encarguéde su trabnjo dividiendo un telegl'an1H de quince palabras en cuatro

de doscientas treinta. El asuIlto daba de sí todo eso y mucho más: setrataba nada nI8nos que de la lnU81'f.e de un contrabandista; mi tra­

hajo gusto; se HI8 concedió la sección y percibí desde entonces cin­cuenta y eil1co pesetas mensuales.

Mi situación era buena. Pensé detenidamentn quó iba á bacer yacabé por bacet'lo todo sin pensar.

Una noche recibimos un parte anunciándonos la muerte del grannovelista H. Yo lenía una carta suya dirigida á su padre durante larevolución. Aquello era un documento qne ya no me pertenecia, porpertenecer al Moloch de la informaci6[t periodística; y yo, infeliz, elúltimo, el don nadie, eedi la carta para granjearme las simpatías deldirector y el aUluenlo consiguiente.

Cuando salía de la redacción, un cajista me preguntó en:,eilánLio­me las cuartillas¿~De quión es esto?-Mío, le contesté y salí sin fijar­me en los papeles.

Salió el periódico y la carta en cuestión .... Es decir aqnella cartano, sino la de una novia que yo tuve por entonces.

Al día siguiente me despidieron de .La prensa nueva;_ pero á la SIlmana siguiente me lIamaha el director pidiéndome condiciunes.

La "carta mia", era un modelo perfecto de género epistolar. Salvoalgunos defectos que encontr6 en ella el crítico ,1. "mi obra» fuébienjuzgada, porque yo adivinaba JTIuy bien el alma del otro sexo; y so­bre todo tenia humor dirigiéndola á mi mismo: (!!)

y nací.

RAFAEL URBANO GARCÍA

La anticipación con que es preciso confeccionareste periódico, me pone en el caso de aderezar mispaellas, ocho días antes de la publicación en el núme­ro correspondiente.

No pongan, pues, los gastrónomos mala cara, si lesresulta un poquito pasado el arroz.

Fuera de su punto, según El Mercantil, estaba elque hace una porción de días comieron los conceja­les en Famas y sin embargo, no hay noticia de quehayan ocurrido cólicos ni indigestiones.

Nadie dirá que estamos en Enero. Los fondistasdurante este mes, están haciendo su Agosto y á estepaso, no váá quedar fecha que no se conmemore, nicaballero particular á quien no se le obsequie con uncubierto de tres pesetas para arriba.

Si contra esos abusosestomacalesno se toma cuanto antesuna medida,hasta al amigo Menalos concejalesvan ádade un banquetesi se descuida.

De esperar es, que la racha de los banquetes notermine en mucho tiempo.

Por que ¿cómo no se ha de festejar la llegada de loscastaí'íos y los tilos, que han de servir de adorno alPaseo de la Independencia?

Eso de los castaños, me parece bien, porque así na­die se creerá en¡;añado, si nos dá castañas el Ayun­tamiento.

Opino, sin embargo, que hubiese sido más conve­niente traer pinos, porque los castaños hay que en­cargados fuera y los pinos no hubieran costado uncéntimo á la corporación.

¡Precisamente aquí nos pasamos la vida haciendopinitos!

Razón por la cual se impone el uso de las cosco­troneras .....

Porque ¡ay!..... no damos un paso, sin sufrir untropiezo.

Leamos:

"A los pobres se les permitirá tocar por las calles,toda clase de instrumentos, pero no se les dejará pe­dir limosna.»

La noticia hace reir.¡Cosa más particular!¿No se les deja pedir

y se les deja tocar?Pues si se cumple ese bando,

vá á suceder algún díaque vaya un ciego tocandoel tango de "La gran vía»y si alguien le vá á ampararresponda el ciego en cuestión:-1\0 nos haga usté pecar.Aunque nos vé usté tocar .....¡Tocamos por distracción!

Por cierto, que pensando en las latas que prop )~-cionan al vecindario los pianos de manubrio, yo crc:)

que para poder vivirera mejor ordenar,que se les deje pedir¡y se prohiba tocar!

Una noticia.

"El alcalde ha multado á un sereno por faltar alservicio.»

¡Hombre, esto sí que es bueno!Han multado á un sereno.y ¿por qué lo han multado?¿qué falta ha cometido el desgraciado?¿Pasar en la taberna un cuarto de horabebiendo un par de copas de aguardienteó estar en un portal tranquilamentecon alguna señora?¡Pues no hay que exagerar!. ....Eso, señor alcalde, no es faltár.Porque si estaba alIadode alguna chica guapa (y sí estaría)no veo que al servicio haya faltado .....¡que algún servicio, el hombre, prestaría!

Cuando este número se publique, ya hab.-:[ te­nido lugar el estreno de Página Goda ópera deRam de Viu y Viscasillas.

Anticipo la enhorabuena al ilustre poeta y al no-table compositor

pues es lógico penSal"que de semejante uniónsolo puede resultarun triunfo y una ovación

y por hoy nada más.

EL SEÑOR DE ALFOCEA.

-¿A cómo esa rosca? preguntó mi tío al del pues­to, que por excepción era un hombre quien despa­chaba allí.

-A nueve cuadernas, respondió el otro, sin· mi­rar, ni dar paz á la mano en envolver roscas y ros­cones y cobrar cuartos y más cuartos.

-Vamos, hombre, algo menos será.-No pué ser menos.Cedió el buen droguero á los tirones que yo le da­

ba en el chaquetón para que no dejase aquella her­mosa pieza, echó mano al bolsillo del chaleco, sacómedia peseta y dos ochavos y se los dió al del puesto,pasando la mano por entre dos mujeres del apretadogrupo de compradores.

Pero la rosca no venía.-Vamos, venga, dijo mi tío.Cojió el otro aquella rueda, la envolvió en dos pa­

peles, pues uno no bastaba para contenerla y aun losdos la iban escasos, y dió el bulto á mi acompañante.

Pero cuando éste trató de marcharse con la com­pra, el vendedor le dijo:

-Oiga usted, que no me l' ha pagau.-¿Como que no? ¡Si l' he dao á usté media pese-

ta en plata y dos ochavos!-Que no, señorito, que no me ha dau nada.-Vaya, hombre, mírese usté el bolsillo.El otro echó mano á la faltriquera y sacó un pu­

ñado de monedas de todas clases.-¡Mi media peseta] ¿la vé usté~ ¡isabeJina] gritó

en triunfo mi tío.

CUENTO

-No señor ¡si esta la tenía yo enantes de que us­té viniera!

-Vaya, que yo no le pago dos veces noquiero ser primO ni de usté ni de nadie.

¡Virgen del Pilar, qué caramillo! Eran los dos}es­tarudos, y estaban obcecados cada cual en su i~ea;nadie había visto pagar la rosca, pues los presentes áello ya no estaban allí; al fin, el diablo del hombre leocurrió decir que iba á llamar á un municipal. .Mitío se aquiefó al instante.

-Vaya, acabemos-dijo-no seré más rico ni ¡;náspobre por eso: voy á pagarle á usté con creces, yaque se empeña.

y cambiando moneda con otros compradores reu­nió nueve cuadernas en piezas, las contó á la vistade todos y las puso en el mismo borde de la mesamás próxima á él.

El vendedor se echó hacia adelante para cojer eldinero, pero apenas 10 tuvo en la mano. mi tío ledescargó la más tremenda y sonora bofetada que re­gistran los catálogos calomardescos.

El de las roscas se enderezó chillando: pero mi tíoirguiendo la varonil figura, flor y nata entre las másfornidas de la Parroquiaza, y parando al otro con unademán harto expresivo, le dijo:

-Esta me cuesta .dieciocho cuartos; gratis le daréá usté todas las que usté quiera.

J. MONEV A yPUYOL.

BATURRO

Procedente del correoque llega á las seis y media,minutos menos o más,que eso ya no es de mi cuenta,«desembarco. en Zaragozael tia "Nacleto» el de Ruedapara arreglar un negocioque si á mi no me interesa,el ingnorarlo, al lector,no le ha de cansar gran pena.

Valiéndose como siemprede su "tranvia de suela,»se dirigio á una posadaque tenia «conocenciá»y dejo allí las alforjaspara evitarse molestias.

Después hablo con el dueño,de la proxima cosechay de las "probalidades»de que gobierne Silvelay dijo: .Vay, pa hacer tiempo,me voy á dar una «guelta;»así esperaré á que esténlas «(ofecinas» abiertas.»

Se fué el hombre hacia el paseopara. llegarse hasta el «I!uerva»y á la entrada de los pOI'ehesun muchacho se le acercadiciendo: Ultimas noticias .....¿Mecompra V."La Derecha,,'?

Dudo el baturro un instanteyal fin le contesto: ~,Yenga~:...Así me pasaré ((liendo»estas horas que son muertas .

Porque hay que advertir lectoresque el tia Nacleto el de Ruedaera uno de esos "matracas»que saben algo de letra

aunque al leer "apezonen»con demasiada frecuencia.

Siguio con paso muy lentodescifrando aquellas letras,

y una de las varias vecesque levanto la cabeza,vio acercarse á una señoraque iba eu direcciou opuesta~....

Quedo parado un momento,como al que asalta una ideay se dijo por lo bajo:"No ha de estar bien ¡qué rediezlalpa "echámelas» yo de fino«denguna) ocasión Como esta.»

Se para junto á la damay con formas muy correctasdice el hombre ..... "Torne ustedeste papelico, prenda.»-¿Pero es á mi? ¡Qué descarolvamos, échese V. fuera.

-Que tengo "muchismo» gusto ...-¡Como si no le tuvieralQuítese V. de delanteque le traerá mejor cuenta ..d'

-,,¡Vaya "usté» con Dios"Madama>sino lo quiere, lo deja.»dice el hombre echando ternosal ver que asi le desprecian.¡Pues no tiene pocos humosla siñora ú lo que sealLa culpa me tengo yopor hacer estas finezas.

Que me venga á mi otra vezel señor maestro de Ruedaá decir que á las siñorasse debe dar "La Derecha.»

SlXTO CELORRIO.

._---~~~--_.~~~~--- -~~~~~-~ ~-~--~-

Ramirón, el gl'all'¡~ eiIL;¡)InI)llsul'dble Ramirón, eradigno de ':;u desgl'ilLia, y (:'JIllI) ('¡)ll f¡'ecuencia ocurrese la mel'ceia talllbién. Di"Lulp¡'¡basLJ á sí mismo; pe­ro lejos de ver C1Jll[\)':;oj\ls de la ¡'ealidad sus desdi­chas, mil'ándolas (;()ll cristales de aUInl'l1tI), antojá­ronsele fOl'rnidabll;::i¡pénc1iLes de un pulpo mOW3­truoso. La falta de cl'ematística ('¡'i] la causa de todo.No tenía aclministr8ción. La :óituaLión en que se ha­llaba no era la más halagadora, ni 18más envidiable.

-«iSin comel', sin beber, sin fumar, sin abl'igo si­quiera; poseyendo únicamente la negacit'm absoluta!¡Horrible, espeluznante! .... Señor,qué sino!.. Esto es pa¡'a volverse lo­co ... para matar ... » El hombre sede­tuvo antes de terminar la palabea yregistrándose pOI' tl'igésima quintavez los bolsillos, salió así, descom­puesto, excitado y frenético á la calle.

Tardó tiempo en dar:óe cuenta desu cambio de lugar. Cuando el fres­co pudo dad e reflexión bastante,diose cuenta de su sinrazón pasada,se paró un momento, recogió susideas y después de son reir conamargura, volvió á andar. La idea­ción fué rápida y la ejecución in­mediata, Entró '"11la a!'me¡'ía. ¿Ca­sualidad? ¿atracción? fuese 11) quefu(;se, él !lO pudo pensado. Lo Pl'O­bable es que en su l;erelwur incons­ciel1te, sus movimientos corl'espon~diesen á la idea dictada para I~ego, yfucse sin pensado, sin voluntad,arrastrado á su ejecución forzosa, co­mo sin conciencia y por instinto solo,evitamos muchas veces el peligro.

Pagó el revólver antes de recibido, ajustó las cáp­sulas con calma y salió de la gran armería de Oto­Müller escuchando claramente estas frases quemurmueóun dependiente.-¡Que aproveche!

Rarnieón repitiose las palabras del dependiente sinencontearlas sentido; después las encauzó en su aso­ciación personal y se acordó de comee.

Fieme, erguido, derecho, abotonado por completo,enteó gravemente en el restaurantde moda.-¡Mozooo!

Las palmadas de llamamiento fueron tímidas y sinfuena.

¡Qué banquete! Aquel diner superioe á los sueñosgastr(}nómicos de Lúculo, le animó un poco, y elpartido anal'quista de su vida interiOl' perdió partede su peestigio. El paetido conservado!' pidió un votode confianza. 1\'0 lo obtuvo; pero el estómago, el granórgano, eca 'fielde la opini¡;nintima, Cal! un articulo impre­silJl1ista, sugestivo, que cantaba las delicias de ladigesti()n tranquila, halagó su oido.

HHlllil',jn fumó, cerró los ojos é intent() pensar.¡lmp"silde!

Mj¡'ó en derredor suyo, hundió la milnu en el bol­sillo y el I'l'io del arma le extremeció. Su deuda y sudignidad le recordaron su palabra. Alzó el beazo y ...vol vió á bajado lloeando eepentina y esteepitosamente.

Los concureentes del restaurant se sorprendieron.Ramirón aerojó el revolver sobee la mesa yadivi­

nada por todos su cobardíafué eeida lo indecible.El héeoe, entonces, tuvo que sed o POl' fueeza, reco­gió el aema y se apuntó.

Cayó al suelo. Pero del revólver salíci una cinta te­legeáfica con la siguiente inscripción:

O\'o-\Iüller y C.a fabricantes de cápsulas do \la¡Jl'i.llt'lluneiHll álostribunales á un sujeto que atenta í!0lltl'iJ su vida. La cu~a .\lüller tie­ne patente y privilegio de invencion por yeinleaúo~.

RAFAEL URBANO.

ARAGONESES ILUSTRES

D.FRANCISCO CANTÍN

Un perfecto aragonésde los pocos que hay hoy díay que toma la alcaldíacon verdadero interés.

Con su obra «La Caridad"

acabó con los mendigosy tiene muchos amigosque le quieren de verdad.

Activo y trabajadorsufre, con gusto', su cargo.¡);i mandado á hacrr de encargohubif'se sido mejor!

Lna gran cruz ha obtenidoiY á féque la merecíai. ....Por más que con la alcaldíabastante cruz le ha caido!. ....

De justo prestigio gozay 8S bueno, noble y lea!.. ...¡Gracias á él, sin el Penalse quedará Zaragoza!

y enjusta compensaciónmerece que se le quiera¡aunque hable de otra manera«El Mercantil de Aragón!»

A~TÍST AS

LUISA FONS

El jueves, celebró su beneficio en el Teatro Principal, con la ópera lYJarta, esta distinguidísima tiple,

que durante su permanencia en Zaragoza, ha conseguido muchas simpatías y merecidos elogios.

Al publicar su retrato, cumple ARAGÓ" ILUSTRADOun deber de justicia y de cortesía, uniendo su aplau­so al que el público, como premio á sus excelentes dotes de artista, le tributó la noche del beneficio.

Nuestro digno Gobernador civil, D. Germán. Ave­dillo, ha emprendido una campaña contra el juegoque aplaudimos todos y que agradecerán segura­mente, los padres de familia.

Pero eso de ir á caza de pzmtos, tiene sus contras.Porque ..... verán ustedes.

Siguiendo su ~~mp~ña. el spÜor·.~venmo se presentó en el café dela Iberia. con objeto de copar sin dun~, ~Igun~ "p~rtina.»

Su inspección no dio otro resultado que el de sorprender en 'p"­éífica juerga» en una n"l~s habil~~ion"s de I~ casa, a 47 sU.jetos quese entregaban a las d"liciasdel ~anle f<jondo. a altas horas de lanoche.

¡Lástima!..... Por esta' vezse le aguó á Avedillo el planpues no logró D. Germánatrapar á ningún pez.

Desafinó en una notay lejos de echar el guanteá un sujeto, en el instantede decir «seis á la sota»tuvo la mala fortunade encontrarse en el cafécon mucho «¡ay!» y mucho «¡olé!»¡pero sin sota ninguna!

Por cierto, que conocidos los propósitos del señorGobernador, me extrafla mucho que el alcalde deTorralbade Ribota, haya solicitadola eorrespondiente autorización para verificar una corrida-de vaqui­nas el día 22 d"l llClual en el que se celcbran las fiestas del citadopueblo.

y preguntará el lector:-¿Cual ha sido la respuestadel señor Gobernador?¿Ha autorizado esa fiesta?Yo creo que no señor.

No la debe autorizar.Pues si nos quiere límpiarde garitas y garitas¡mal haría en tolerarque haya en Torralba «vaquitas!"

y ya que he hablado de corridas, bueno será ad­vertir que la afición taurina, vá tomando el caracterde epidemia.

Leamos:Según nuestras noticias, proyéctase entre los estudiantes de las

diversas facultades celebrar una becerrlltla a beneficio de La (;a"ridad.

Ya pondremos a nueslros lectores al corriente de cuanto a esteasunto se refiere.

Bien. Y si esa becerradase dá,como es de temer¿qué alumno proyecta sersobresaliente de espada?

Lo pregunto, porque piensoque en Junio, probablemente,será ese sobresalientesi se descuida, suspenso.

Como ven ustedes, todo se ha perdido menos elhumor.

Porque además de esos y otros desahogos taurinos,los bailes del Circo y de Pignatelli, proporcionantambién ratos de solaz y de desahogo, á la gente jo~ven y aun á la gente vieja que se siente reverde­cida.

Para que puedan ustedes formarse idea de lo ani­mados y chuscos que somos por aquí, me permitocopiar este ?tro sueltecito. .

La originalidad de los bailes que organiza la empresa del Teatrode Pignatelli, llevan tanto- públieo a dicho teatro, que hay noehesen que se bace imposible bailar.

Bueno sería explicarporqué la empresa habla así.¡Que pasará por allíque no se puede bailar!

Pero lo más gracioso es lo siguiente:El que se eelebró el sábado, tuvo grandes atl·uctivos. En él se con­

cedieron los siguientes premios:4.° Al luejor zapato, 10 pesetas

¿Al mejor zapato, eh?¡No me haga usté de reir!Habrán querido decirde seguro, al mejor pié.

2.° Al mejor peinado de mujer, 10 peset8s.3.° Al hombre mas feo. 20 pesetas.

.según' á mis oidos ha llegadoel sujeto agraciadocon las veinte pesetas ófrecidaslas tuvo merecidasporque á juzgar por lo que dicen, creoque era bastante feo.Pero ¡ay! aunque por orden del Juradoun colchonero resultó premiado,apuesto cualquier cosa á que eí dinero(¡ojalá se pudiese hacerla prueba1)si hubiese ido Moneva .....¡no se lo hubieran dado al colchonero!

EL SEÑOR DE ALFOCEA.

Á NUEVE

Por la fiesta de San Valer o no pasan años: ahora,como siempre, la capilla de música de La Seo haceprimores acompañando la Misa solemne, exhíbesedescubierto el famoso retablo de las reliquias, el al­tar del Santo rechispea con luces y adornos, y todoslos zaragozanos, luciendo las galas del invierno, porla mañana el señorío con abrigos de terciopelo y pie­les riquísimas, por la tarde los artesanos y sirvientesvestidos con el traje de fiesta, forman rebaños degente que va y viene por la Cuchillería y por la ca­lle del Pilar, para unirse luego en un verdadero cor­d6n de hombres y mujeres que entran y salen desfi­lando por la estrecha vereda que dejan, entre una yotra fila, los puestos de roscones.

Tantas veces los he recorrido siendo chico-ysiendo grande también-que podría describirlos sinomitir un detalle. La minoría de ellos está en la puer­ta de la Pabostría: un puesto apoyado lateralmenteen la pared del templo, parece pasar revista de cOI].1i­sario á los visitantes; otro, 6 dos cuando más, acom6­danse como pueden, casi pegados á la pared fronte­ra; tres 6 cuatro mesas hay en la puerta de SanBruno; perO en donde las tahonas zaragozanas lucentodo el arsenal de sus 1aminerías de harina, huevo yazucar es en la puerta principal; estab1écese allí uncontadero formado por dos filas de mesillas cubiertascon manteles limpios como los chorros del oro; sobreellos pilas de roscones, alguna rosca-las arroscona­das son, entre todas las más caras y las de mayoraceptaci6n después de los roscones c1asicísimos,-y,para no ahuyentar á los peor heredados de la fortu-

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na, y sobre todo, en bien de los chicos que lograbanverse dueños de una cuaderna en mis tiempos, deuna perra en estos, algunas mínimas c1uecas-cu1ecas"en baturro neto-formadas lisamente por un huevoduro y un atirantado de masa cocida, atraen las mira­das y los deseos de la plebe infantil.

A mí me llevaba todos los años mi tío Manuel, undroguero que tenía su tienda en el :Mercado, no lejos,de la que la gente llam6 «casa del faccioso»; ya habíayo ido por la mañana con mi abuela y mi madre yhabíamos vuelto á casa llevando dos roscones, puescon uno ni para empezar teníamos los seis obligados,partícipes: pero eso no excusaba que mi tío, despuésde cerrar su droguería y ponerse el trage de los días,de fiesta, viniese á buscarme, para dar un paseo apro­vechando lo mejor de la tarde; malandando yo porla pertinacia de los sabañones tomábamos la rondahasta las Tenerías, marchábamos de allí á rezar al San­to y dábamos luego en los puestos de roscones, paracomprar la más grande de todas las roscas arrosco­nadas, llevarla yo en triunfo á mi casa y con ella, ha­cer todos juntos aquella noche, la tornaboda del San­to patr6n.

¡Pobre tío Manuel! Nunca olvidaré la última queme compr6: no las hallábamos sino pequeñas y éstomataba el efecto teatral: al fin en una mesa_ de lasmás concurridas por la gente, hallamos una..... ¡quéhermosa!; grande, grande como una rueda de carro(perdonen ustedes la hipérbole) y llena de grajeasmulticolores pegadas al barniz de huevb y azUcarque abrillantaba la corteza.

HÉROES ANÓNIMOS

-NIire Vd. marqués, no es sensiblería patrióticala que me aqueja al presente; es una pasión de ánimo,justificada por recuerdos que este periódico ha evo­cado .....

y al hablar así, la baronesa de X mostraba á suinterlocutor un número de La Epoca; de ese perió­dico que Alarcón puso en manos de La Pródiga yAngiolillo aprovechó para asesinar á Cánovas.

-Ya considero~repuso el marqués de X.-quelos desastres de España son para llorados por losnombres y es, sin duda, alguna desgracia de familiala que esa hoja ha venido á anunciar á Vd.

-Casi, casi, amigo mío.....-Si yo pudiese .....-Permitidme, marqués, un elogio fúnebre junto á

este mar inquieto que pudo ser mi tumba. Así alivia­ré mi corazón y de paso conocerá Vd. uno de losepisodios más curiosos de mi vida.

Desde que estamos en Biarritz-continuó la baro­nesa-habrá Vd. observado que leo La Epoca todoslos días. Vá Vd. á conocer la causa del interés conque repaso un periódico que antes solo tenía paramí el atractivo de las revistas de salones.

Unos cincdaños contaría yo escasamente cuandoun descuido de mi aya pudo costarme caro.

Paseando por la margen de la ría en Portugalete ydistraída con los tornasoles de mi sombrilla, perdí tie­

.rra y dí con mi menudo cuerpo en el agua, sufriendouna zambullida tremenda.

Mi aya comenzó á dar gritos: por allí no pasabanadie: yo había tocado sin duda el fondo de la ría, y

.al ascender á la superficie, completamente desvane-

cida por la impresión, no me dí cuenta de que unosdébiles brazos me agarraban izando mi leve peso yembarcándome en un bote, chorreando agua y me­dio muerta.

Cuando las voces de mi aya atrajeron gente y vi­nieron todos á buscarme, ya estaba yo s<cntadaen elfondo de la barca, y de rodillas junto á mí diciéndo­me que no me asustara, y dándome besos, un mucha­cho de unos diez años á quien yo abrazaba, fuerte­mente, llorando.

El chicuelo, huérfano de padre y madre y recogi­do por unos pescadores, se pasaba el día en los bo­tes amarrados junto al desembarcadero, por afición alOccéano cuyo oleaje alborotaba la ría, moviendo alfuturo marino ya curtido por las ráfagas salobres deaquel rincón del Cantábrico.

Yo creo más; he pensado siempre que el pobre ni­ño, que se llamaba Angel, tenía una misión en elmundo, porque sin su rápido salvamento mi muerteera segura.

Mi familia le asignó una pensión: sus deseos deprobar las fuerzas de titan á quien había arrebatado.una víctima á los diez años, le han hecho perecer co­mo un valiente.

Aquí tiene Vd. su nombre en la lista de los muer­tos del combate naval de Santiago.

Y la baronesa' dirigiendo una mirada llena de lá­gl"imas al Cantábl"ico, . rezó enmedio del bullicioalegre de aquella playa francesa, la plegaría más sen­tida y acaso la única sincera que tuvo el mundo parael alma del héroe.

ENRIQUE LOZANO •

Después del estreno

¡Qué burdel! ¡Qué animación!¡Qué modo de discutirsóbre E/convite en cuestiónun poco antes de subir

el telón!

Comenzó el drama. Y habíavisto, de él, muy poca cosael público todavía,cuando empezó una espantosil.

gritería.

Resumen. Que no gustóEl convite. Que salióla gente haciendo venenoy que así la prensa habló

del estreno.

« El drama anoche estrenadoaunque no fué del agradode muchos espectadores,es, sin disputa, un dechado

de primores. »

«Las situaciones son buenas,El asunto, superiory en la obra hay varias escenasmuy bien pensadas y llenas

de vigor.»

«En fin, que el drama conmuevey que al autor de él, 110S mueveel entusiasmo á decir¡que hoy El convite se debe

repetir!ALBERTO CASASiAL SHAKERY.

No extrañeis que rabie y gritey que me enfade y me irrite,pues la verdad, no estoy buenodesde el día del estreno

de El convite.

El autor, que es un pilletede los de marca mayor,celebró el día anterioral del estreno, un banquete

superior

A él asistieron autoresy periodistas y actoresy críticos distinguidosy todos los escritores

conocidos.

Hubo brindis al finalcomo era de suponer,y uno, auguró muy formal,que la ovación iba á ser

colosal

Llegó con tal precedentelector, la noche sig·uiente.Estaba el teatro lleno.No he visto en ningún estreno

tanta gente.

¡ uién lo Gvejepa!

IPenetra en la sacristía

una mujer con un lío.-Buenas tardes, señor mío.-y santas, hermana mía.-El sacristán del conventoserá usted, eh?

-Servidor.

-¿Quiere usté hacerme un favor?-¿Cual?

-Escucharme un momento.

-Sí. señora; ya le escucho.-Siéntese.

-¿Dá usted licencia?Esa es una deferencia

que le agradezco á usted mucho.Pues bicn: yo soy, ¿sabe usté?,

esposa de un zapatero.-Por cien años.

-Eso quiero,pero, no lo lograré,pues mi esposo dejó el artepor mor de un grano malsano.-¿Y dónc:e cscá?

-¿Quién, el grano?En ..... salva sea la parte.

No le deja trabajary ya el doctor nos previnoque aquello era .....

-¿ Un golondrina?--Esa especie echó á volar.

Mi marido se exasperay vá el infeliz perdiendo .....En fin, que me estoy temiendoque el mejor día se muera.

Por eso, en este papeltraigo seis velas .....

-¿Ah, sí?-A ver si hay un santo aquíque haga un milagro por él.

Cuando por medios divinoscura una santa la vista,¿no habrá un santo especialistaque cure los golondrinas?

-No le hay.-¡Qué desilusión!

-Pero, le habrá.-Bueno; en tanto,

ponga usted mi ofrenda al santode su mayor devoción.

Abur. Y perdone ustési yo le he interrumpido .....-Que se alivie su marido.-Muchas gracias.

-No hay de qué.

II-¡Es un milagro patente!

-¿De veras? Pues ¿qué ha pasado?-¡Que está mi esposo curado,curado completamente!

Yo estoy, al ver su salud,igual que unas castañuelas.Aquí traigo otras seis velas,en señal de gratitud.

La devota se alejó,y el sacristán dijo así:-Pues, señor, ¡nunca creíque era milagroso yo!

]ULIOMARTINEZ LEcHA.

Solución al Jeroglífico del número !¡.~NIi corazón es un buque~que marcha á todo vapor-ven á bordoniña hermosa~y !levaI'ás el tim(Jll.

CABOSDiez años de mi vida á los placeres

del vino y las mujeres consagré.Conozco bien el vino. Las mujeres .....¡conózcalas usté!

FEDERICO C.~NALEJAS.

SUELTOSotra vez en las sábanas para seguir roncando): no meespera mal disgusto al levantarme.

Un matrimonio que es fiel,según Juana, es un espejo;y á fin de mirarse en élcasó Juana con un viejo.

En un baile:-Diga usted, lVIatilde, ¿qué pL1eba tengo yo de

que usted me ama?-¿Qué prueba? ¿No he bailado con usted ocho

veces?-Eso no es una prueba de cariño.--¿Cómo no, bailando usted de un modo tan ri-

dículo?...

A un guasón qU(~estaba entre sábanas durmiendoy roncando pacíficamente, le despcrfaronpara co­municade que su adorada esposa ncababa de fallecer.

-¡Todo sea por Dios! (contestó envolviéndose

Nunca vaya tras la orgíaquien no quiera un desencanto,porque al morir la alegríaecha raices el llanto.

L. GARRIDO.

Un caballero anciano, á su sobrino, acribillado dedeudas:

--¿Has olvidado que tengo por regla inflexible deconducta ¡el deber ante todo!

--¡Ah, tío; es la mía también; por eso debo á todoel mundo!

La semana pasadaha sido, para muchos, desgraciadapues es raro el sujeto afortunadoque durante estos días, se ha escapadosin una bofetada.

kobos, insultos, broncas, desafíos .....¡Vaya una tempestad que se avecina!Pensando en esos Hasse me pone la carne de gallina.

Gracias á que la gentecuando llega el momento de pegarsese vuelve más tranquila y más prudentey todo puede, al fin, ;~olucionarsesatisfactoriamente.

Es una tonteríaque porque uno cometa una torpeza,al campo del honor, al otro díahaya que ir á romperse la cabeza.

¿Cuánto más positivoes no tomar las cosas á lo vivo,aguardar á que pase la tronaday echarlo todo á bromay celebrar la afectación pasadacon un banquete en el Hotel de Roma?

Por mi parte, lector, estoy segurodequesi llego á verme en un apuroporque un amigo míose incomode y me reteá un desafío,yo arreglaré el asunto de tal modo,que con una comida acabe todoporque de esa manera,aunque diga la gente lo que quieFa,se llega al resultado apetecido .....¡Para volver por el honor perdidono es preciso romperse la mollera!

Ello es, que esa exaltación de ánimos, me· ha qui- 'tado el humor para escribir, porque ¿quién se atreveá tomar el pelo á nadie, sin correr el peligro de en­contrarse á la vuelta de una esquina con una contu­sión de pronóstico más ó menos reservado?

En esta paella, de buena gana dedicaría unos ren­glones al a.rreglo del paseo de la Independencia, queestá quedando precioso, pero ¡anda! buen geniecitose les ha despertado á los concejales, para irles conbromas .....

Por no transigir con nada, ni siquiera tolerarán en1J sucesivo, según noticias publicadas en los periócli-

cos, con que el público que acude á las Sesiones ddAyuntamiento, se desahogue desde la galería,. dan::1osu opinión acerca de los asuntos qne Se discuten.

«Ver, oir y callar.» Este es el lema que ha de c()­locarse á la entrada del salón de sesiones.

Por cierto, que vá á ser difícil conseguir que la or­den se respete, porque con esto de las Asarrlbleas ¿áquién no le entran ganas de poner á prueba sus con­diciones oratorias, aunque como Demóstones, 6 comoel popular Santiago (pues no hace falta ir tan lejos)necesite ir á la orilla' del rio, á ensayar el modo deevitar la tartamudez metiéndose piedrecitas en laboca?

Esto puede ser conveniente, porque hace falta quehablemos todos y que hablemos bien, para que nosoigan los sordos.

Aunque ya verán ustedes como no nos oyen,por­que no hay peor sordo, que el que no quiere oir .....

Para alivio de penas y de males,pronto van á llegar los carnavales,que han de hacer las delicias de la gentepues hay mucho sujeto calaveraque lo suele pasar muy ricamentevistiéndose de estopa Ó arpillera,y yéndose á bailar con las criadasuna polkaceñidaque si uno se descuidapuede acabar con sendas bofetadas,pues hay muchos horterasatrevidosque se propasan al bailar ceñidos.

Sé de muchas señorasque estarán á estas horas,risuei'ias y entregadas al trabajode hacer un dominó con un refajoó un traje de aldeana

,con el toldo que cubre la ventana,para que de este modopuedan sus niñas disfrutar de todoy asistir á los bailes del Casinoá ver si cae algún sietemesino.

Yo miro con envidia á los mortalesque, yendo disfrazados,pasan los carnavales,creyéndose ¡inocentes! trasportadosal mejor de los mundos ideales.

PANACEA Ó Eú OOGTOR SATU~NO

No me dió tiempo aquel hombre para reirme de laestrafalaria figura que hacía con su traje de cargadordel muelle, y encima aquel casacón lleno de borda­dos. El recado era apremiante, que subiese á asistir alpintor de arriba, quien había caido al suelo comomuerto.

Eché á correr escaleras arriba; aquello no era na­da: un síncope de filiación nerviosa.

Resultamos amigos antiguos: habíamos estudiadojuntos dos años del Bachillerato: luego nos habíamosperdido de vista. Su madre y una prima huérfanaeran toda su familia: me presentó á ellas y entre to­dos me comprometieron á encargarme de curar aque­llos arrechuchos del buen Gaspar. Acepté.

Prevaleció mi primer diagnóstico; aquel era unproblema de nervios: sufría el pobre mozo las con­trariedades de unos amores desgraciados, y todo loveía negro. Era cosa de estudiar sus cuadros: no ha­bía en ellos sino asuntos tristes, episodios crueles ódesgarradores. La mitología era su fuerte, pero sinsalir de lo terrorífico.

En casi todos los cuadros había una figura de mu­jer pintada siempre con un mismo modelo. Era«ella», su Julia, la causante de aquellos trastornos.

Conspirando con doña Engracia y con Mercedes­su madre y su prima-me propuse emplear, como lamejor terapéutica, la distracción.

No logré que viajase; pero le hice pensar en cosasnuevas: se decidió á hacer el retrato de su madre, en­señaba á Mercedes á pintar flores, y á ratos hastala acompañaba en el piano tal cual canción, no sinalgún suspiro que demostraba recuerdos tristes.

Sortearon entonces médicos militares para mar­char á Cuba y caí yo. Sentí de veras dejar á mi en­fermo: cuando fuí á su casa no sabía como dar lanoticia. Antes de que yo hablase, él me dijo:

-tSabes que Julia quiere que volvamos~-Vaya, hombre enhorabuena: ya tienes médico.Fué aquel un día triste pára todos: comí con ellos:

al anochecer me despedí porque quería marchar muyde madrugada. Doña Engracia me despidió con milfrases de gratitud, y me regaló un escapulario; élmuy emocionado, me abrazó en silencio: la despedidade N1el'cedes fué la que más me impresionó: cojió en­tre sus dos manos la que yo le ofrecía, y me dijo:

- ¡Gracias, Terrades!Volví ú los cuatro años. Todo llega. Ap"lnas desem­

barqué y dejé mis maletas en la fonda, fuirne en bus­ca de ac¡uulIus antiguos amigos. Ya no vivían allí:ocupaban una qui'nta de su ~propiedad cel'ca do SanGorvasio. Tomé un coche y allá me fuÍ.

Ví á Gaspar á lo lejos en el jardín y allí me colésin avisar: con él estaba J\fercedes. Nos saludamoscon efusión inmensa.

-Vamos, cuéntame le dije:¡;qué hay de tus amo­res con Julia~

El se echó á reir, cojió á Mercedes por el brazo ydijo presentándola ceremoniosamente.

-Mi mujer.-¡Diablu!-¡Angel, querrás decir, mal hablado! y además

tenemos ya un muñeco .....Con él entró doña Engracia y allí nos eternizamos

hablando. Gaspar me enseñó su estudio: aquel estilohabía cambiado por com pleto; todo eran pastoras, ma­yorales, ganados, establos, alquerías ... Arcadia pura.

-Contento estás, le dije, ó mienten tus cuadros.-¡No faltaba más! La nube ya pasó; ya no quiero

pintar difuntos. Ni a tí te quiero para médico.-Gracias, hombre.~No hay de qué. Mira tu sucesor; ahí verás como

aún soy consecuente en algo; en mitología.Y me mostró una hoja de su album en donde había

pintado un viejo Saturno, encarnación mitológica deltiempo; pero no estaba allí engullendo niños, ni em­puñaba la guadaña; la teníaolvidadajuntoalpedestal.Aquel clásico figurón vestía la toga académica con mu­ceta amarilIa y borla de doctor; de sus manosextendi­das arrojaba untl lluvia de hoja<:de calendario de fe­chas sucesivas que al frente llevan esa cifra que va alprincipio de las recetas y significa «Despáchese.»

-Fíjate bien en las inscripciones-díjome él mien­tras yo me reía de la alegre sátira que encerrabaaquel dibujo.

En lo alto de la lámina decía con letras muy cla­ras y fuertes:

PANACEA

Al pié, cual si aquello fuese un retrato, leíase:El Dr. Saturno

Por últímo, en el frontispicio del pedestal iba estafrase del genial Aronet.

A CELUI QUI CONSOLE

-¡;Qué te parece~ Preguntóme él cuando yo hubeterminado mi examen.

-Que no estás en lo cierto, Gasparito; quien te hacurado aquellos desmanes de los nervios no he sidoyo, ni tampoco esta escultura pintada; ha sido estaescultura de carne, dije cojiendo en mis brazos al ni­ño que tenía Mercedes; y más aún, y antes que estaescultura ..... esa ..... escultora.

J. :YloNEvA y PUYOL.

1\i1ilfJliJ/'/

~.~

«Cobra fama y échate á dormir» dice un popula- garse á las múltiples tareas que lleva consigo la in­rísimo refrán que todos los españoles sabemos de dustria de que nos ocupa.memoria. Teniendo en cuenta que la pereza es la D. Francisco Arpal, no hace, seguramente, tantascualidad ,"aliente de lLlestro caracter, yo reformaría ope¡-aciones, como hay que hacer en casa de Irisarri,el refrán que encabeza estas líneas, diciendo: «Echate desde que el hierro pasa del estado líquido, al estadoá dormir aunque no seas hombre afarnado, si quieres de solidez necesaria, para resistir al peso de cual-

,pasar pOlobuen españoL» quier jamona entradita en carnes.«La es sueno» dijo Calderón, adivinando sin Una vez cortados los hierros en la forma necesa-

duda; la indolencia que iba á apoderarse de nosotros, rá, según la clase de cama que se ha de construir,el día en que ganásemos el pan de cada día, buscando son colocados en marcos, de hierro también, dondeun emplcito del Estado, que nos permitiera comer, están colocados los moldes ó troquel es. Sirviéndosebeber, vestir y echar de vez en cuando una cana al' de cucharas de cobre embadurnadas interiormenteaire, sin tornarnos, siquiera, la molestia, de ir á pasar con tierra refractaria, (tierra que no es preciso ir áun rato á la oficina. buscar al extranjero porque no hay otra más re-

Dedúcese, de estas lijeras consideraciones, que el fractaria á todo que la nuestra) échase el hierro co­inmortal Edissón y el popular Roetg'en, no son, para lado en dichos troqueles y desarmándose, luego, es-nosotros al menos, tan me- tos, sale la cabecera de larecedores de una estatua, cama, que pasa á poder decomo el ingeniosísimo y los trabajadores, para quenunca bien ponderado in- les quiten las rebabas ó so-ventor de los jergones de bras que se han salido pormuelles y de las camas fral- las junturas de los moldes.leras. Procédese en seguida á

Resulta, pues, de actua- la colocación de ruedas ylidad palpitante y de inte- á ajustar el armado que harés general, dar algunas de llevar para suelo, y dis-ideas acerca de la fabrica- puesta la cama en esta for-ción de esos artefactos que ma, pasa, después de pin-hacen las delicias de la tada, al cuarto-estufa, don-gente desocupada. de por medio de un gran

Zaragoza es una de las hornillo alimentado conpoblaciones más apáticas carbón de cock y coloca-para todo lo que sea acti- do debajo del piso que esvidad y movimiento y de chapa de hierro, que-siendo así ¿no es digno de dan secas. En esta estufa,las mayores alabanzas, don 'lista interior dc los talleres para la fabricacion de camas, cuya puerta es de hierro,Miguel Irisarri, que cono- de D. Miguellrisarri. se hace subir la tempera-ciendo nuestra manera de ser, vió un negocio mag- tura á cien grados y sometidas á ella, se tienen algu­nífico en la fabricación de las camas? nas horas; ábrense luego las válvulas colocadas al

Yo no sé si todas las que Irisarri fabrica, (aunque efecto y cuando el descenso de la temperatura per­me parece que no) quedarán al servicio de los ara- mite entrar á los obreros (pues antes no hay quiengoneses, pero si fuese así, habría que confesar que entre sin correr el peligro de morir como San Lo­na hay región en el mundo donde se duerma más y renzo) se sacan, se doran y se colocan las barras ymejor. demás adornos de metal, como antebolas, finales,

Quien ha visitado, como n0sotros, la fábrica de anillos, etc., quedando, de este modo, las camas, enD. JVIiguel,tiene que quedar maravillado ante el ale- disposición de poder dormir en ellas el sueño de losgre y original espectáculo que ofrecen, los doscien- justos.tos trabajadores, únicos desdichados seres que se Esta es la fábrica de Irisarri, cuya fundación dataprivan muchas horas del goce de dormir, al entre- del año 1860 y en la que se emplea la fuerza hidráu-

los mortales, que faltos de recursos paratumbarse en mullido lecho, tienen que adop­tar por cama las frías losas de una acera, lasgr2.das de un convento ó los haces de leñaamontonados en el rincón de un corral ó deuna cuadra!

¡Cruel ironía la que encierra aquel refránque dice: A buen hambre no hay pan duro,ni mala cama á buen sueño!

Trabajemos todos, por conseguir que laindustria prospere, para que pobres y ricos,puedan adquirir cómodo lecho, por el mis­mo dinero que hoy se necesita para adquiriruna caja de fósforos ó un par de sardinas decubo.

y nada más por hoy ..... ¡Buenas noches,señores!

x.Grupo dp obreros en el momento de reeojer el hierro fundido.

1ica para el movimiento de la maquinaria, compuestade tijeras para cortar toda clase de hierro,punzadoras para abrir agujeros con eco­nomía de tiempo, taladrado ras de todasclases, tornos para preparar las piezas delatón y fraguas para forjar el hierro.

El señor Irisarri, que por su actividad y~u inteligencia, está condecorado con la cruzde Carlos III que le otorgó, libre de gastos,D. Alfonso XII y ha obtenido justas recom­pensas en varias importantes exposiciones,puede estar satisfechísimo del resultado desus negocios.

Convengamos en que no hay otra indus­tria más simpática.

¡La cama! ¿Quién no piensa en ella con.agrado al regresar á casa, después de un díade emociones, de una noche de orgía ó deunas cuantas horas de labor y de trabajo?¡Bendito mueble, que incita al sueño repara­dor del cansancio y la fatiga! Y desgraciados Gran galería de camas en la Fabrica del Sr. Irisarri.

LA \/ENGANZAMi madre fué asesinada a las puertas de París por una horda de

.'revolucionarios. Se trataba de una ((justicia» de las masas, y es claro,·se trataba también de la injusticia de un individuo. El brazo ejecutorfué la turba y cumpli6 con exceso las 6rdenes del criminal que la di­rigía.

No puedo recordar con calma estos sucesos.Mi madre era buena. Dueña de un bodeg6n de las antiguas ba­

rreras de la capital, recibía en su casa a toda clase de gente. Aproxi­máronse los días del Terror y el cocinero Rubén, su paisano, "el ase­sino", utilizo la barbarie de los sucesos, para vengarse de los repro­ches que mi madre le hiciera por una falta en el servicio. En realidad,no era ese el movil, siuo el despecho del asesino por la negativa de·ella á contmer matrimonio con él.

11

Huérfano, errante, desgarrado y hambriento viví, doce años,'persiguiendo sin cesar al delincuente. Un día dí con él. TUY8 una'idca; me hice presentar á él, Y conseguí ser su criado. El tiempo ami­noró sus reeuerdos y también sus remordimientos. No se acordaba<le mi. Yo había e-starlo pocas veces con mi madre y pude facilmentenisimular n1i parentesco.

Le serví dos aúas. Dos aúas durante los cuales no dormÍ. No; no

dormí. Todas las lluches me acostaba imaginando una venganza queme calInase y satisficiese.

Pero nada. Después de esos sueños criminales, acababa por de­rran1ar Inillagrin1as, exclamando:

-¡Dios mío, cuando podré ser saciadoi. ....III

Una noclle recibí la impresi6n más dolorosa de mi vida. El ase­sino vino á casa entre dos hombres. Estaba enfermo. Tuvo dos v6mi­

tos de sangre y llamé al módico. El doctor me dijo compungido queel enfermo se moría. La desesperaci6n que sentí lleg6 al colmo. De­ploraba la muerte de aquel hombre. Su sangre, su vída misma mepertenecía, y sin embargo se me escapaba de las manos. Nunca, ja­más enfermero alguno fué tan solícito corno yo.

Un día no tuve fuerzas para fingir más y le referí mis dolores,mis sufrimientos y mís venganzas. Cuando le díje-Yo soy su hijo,¿sabes tú? ¡SU hijol-palideci6 de repente, cerr6 los ojos, encogi6 sucuerpo y arroj6 la última bocanada.

Ciego, colérico, impío, no sé lo que hice; recuerdo vagamenteuna cosa infame: que abofeteé SIl cuerpo.

Salí de casa. Eran las seis y el cielo como yo, como mi alma, erade un gris indefinido, extraño.

IV

Hoy veo en mis al ucinacioncs al delincuen te, y á las horas delcrepúsculo siento así, como unas manos que me azotan la cara largorato.

RAFAEL URBANO GARCíA.

Después del estreno

¡Qué burdel! ¡Qué animación!¡Qué modo de discutirsobre E/convite en cuestiónun poco antes de subir

el telón!

Comenzó el drama. Y habíavisto, de él, muy poca cosael público todavía,cuando empezó una espantosa'

gritería.

Resumen. Que no gustóEl convite. Que salióla gente haciendo venenoy que así la prensa habló

del estreno.

«El drama anoche estrenadoaunque no fué del agradode muchos espectadores,es, sin disputa, un dechado

de prünores.»

«Las situaciones son buenas,El asunto, superiory en la obra hay varias escenasmuy bien pensadas y llenas

de vigor.»

«En fin, que el drama conmuevey que al autor de él, nos mueveel entusiasmo á decir¡que hoy El convite se debe

repetir!ALBERTO CASA"<AL SHAKERY.

No extrañeis que rabie y gritey que me enfade y me irrite,pues la verdad, no estoy buenodesde el día del estreno

de El convite.

El autor, que es un pilletede los de marca mayor,celebró el día anterioral del estreno, un banquete

superior

A él asistieron autoresy periodistas y actoresy críticos distinguidosy todos los escritores

conocidos.

Hubo brindis al finalcomo era de suponer,y uno, auguró muy formal,que la ovación iba á ser

colosal

Llegó con tal precedentelector, la noche siguiente.Estaba el teatro lleno.No he visto en ningún estreno

tanta gente.

OE

-Oiga usté prenda ¿quié venirse al baile á darseunas pataditas conmigo?

-¿Y si se entera su señóra?-¡Qué se ha de enterar! ...

-Oíga uste, á mi no me venga con indirectas .....-Peluchona, deslenguada ... !-¿A mí? ..-Callaisus si querels.

--Te equivocas, que me he enterao .....-(¡Ella!)-Si no la sirve de disgusto á esa princesa, que yo

le acompañe también .....

-Fregona, pingajo, chismosa .....-Orden .....Orden .....--¡A la prevención!. ...

EN EL REAL------Eran las dos de la mañana.Los grandes focos eléctricos del teatro Real despe­

dían torrentes de luz iluminando el entarugado y las:aceras mojadas aún por la lluvia de la tarde. Lasvendedoras de flores y periódicos, atropellábanse enla puerta, permitiendo á duras penas la entrada delpúblico. Los coches al pasar, acortaban un momentosu marcha. Algunos se detenían para dejar apearseá las personas que los ocupaban, y partían en segui­da veloces, hé[ciendo retemblar el entarugado. Unoscuantos inspectores dc . policia urbana y agentes deorden público, impedían que la gente se aglomeraseen el arroyo, obligándola á retroceder hasta la acera.

El vestíbulo, los pasillos y el foyer estaban atesta­dos de máscaras.

El salón presentaba un aspecto magnífico. De unextremo á otro, se extendía compacta, como un so­lo conjunto, la alegre muchedumbre, la juventud ar­diente, trasnochadora, calavera, ávida de fiestas yemociones. La incandescente luz de las lámparas eléc­tricas arrancaba de ella matices vivísimos, tintes deiris, centelleo de escamas, colores de paleta, al refle-

jarse sobre los satinados pienotes, los bebés incitan­tes, los domúzós severos y los pafiuelos de Manila,cuyos grotescos y chillones colores se destacabanvivamentc del monótono negro de los fraques y le­vitas. Un clamoreo contínuo, una agitación incesante,extendías e por todo el salón. Oleadas de gente, encorrientes diversas, iban y venían de un extremo áotro. Voces, gritos, canciones, agudos chistes, fran-

·cas carcajadas ..... Formábanse corrillos, rinconcitos

de intimidad, en los que se hablaba en voz baja, cu­chicheando, produciendo un ruido semejante al delos gorriones al nacer el día. Arriba, en un palco, unamujer vestida con un magnífico traje de maja, se aba­nicaba lánguidament~ contemplando con indiferencialas apreturas de la muchedumbre. Detrás de ella, unjóven elegantísimo, con el chaleco ámpliamente abier­to, y una camelia cn el ojal, descorchaba una botellade manzanilla. Otras máscaras, con los codos apoya­dos en el peluche de las balaustradas, seguían con in­terés las oscilaciones del salón, mostrando la satinadablancura de sus gargantas y el brillo de sus ojos másnegros todavía que los aterciopelado s antifaces.

La ag-itación y el movimiento crecían cada vezmás. Las puertas vomitaban oleadas de gente. Lascopas en los palcos corrían de mano en mano; Unaatmósfera pesada, formada por el polvo y el humodel tabaco, flotaba en el salón y subía hacia el techocomo una neblina de la mañana. Las caras comenza­ban á enrojecer. Los ojos brillaban fantásticamentedetrás de ¡"ascaretas. La sala entera parecía vacilarexcitada por el vértigo del baile, por la locura de laalegria, por la borrachera del placer, más terribleaún que la borrachera del vino.

El director de orquesta levantó la batuta. En elaire, se esparcieron, vibrando, las embriagadoras no,­tas de un vals de Chueca .....

PEDRO lVLuA DOMINGUEZ.

UN SAI..lUOO ti. "13I..lAj'tCO y f4.E(H~O~,

«Blanco y Negro» abrió su casa al publico. ~ éstela invadió curioseando los salones de RedacclOn yAdministración, las espléndidas galerías, el patio demáquinas lleno del estruendo que éstas producen alfuncionar, voz robusta del Progreso cantando elhimno sonoro de la razón redimida .....

Luca de Tena se esforzaba en atender á sus visitan­tes entre los que figurabanse~ado:es, diput~dos,aris­tocracia de la sangre, de la CIenCIa,de la lIteratura,muchachas bonitas y mamás feas ó viceversa, etc.

1mpresiones que recoj í. 1\1uchas. Alllegtlr á l~ salade redacción me fijé sobre todo, en la portada prImeraque llevó «Blánco y Negro» y que conservan a.uí co~ocosa sagrada. La recordamos todos. La marIposa tI­rando de un «tilbury» guiado por una muchacha ele­gante y bella. Caminaron de frente siempre dejandotras sí un rastro de estuporadmirativo; porque aquello~ra nuevo en España y hacer algo nuevo es hacer mu-

cho. Y la mariposa venció, siguiendo su rumbo haciala gloria cuya apoteosis presenciamos ayer. Los re­dactores vieron marchar el «tilbury» latiéndoles el co­razón de temoe. La estación de partida fué una im­peenta modesta, la de llegada es un palacio hermosísi­mo. Sobre la chimenea de la redacción sigue la mari­posa con las alas abiertas queriendo sin duda llegarmás allá .....

Un detalle. Al cruzar el salón de Fiestas vi sobrela mesa centeal, nuestro periódico AR",GÓN ILuSTR",­

DO. El también partió de Zaragoza sobre el coche queguían sus esperanzas .....

-Es muy bonito, me dijo Royo Villanova. y cuan­do volví á dejae el peeiódico sobre la mesa oí querepetían unas muchachas. .

-Sí que es bonito. Ycómo me pondría yo de satIsfe­cho que no solo me parecieron guapísimas las señori­tas aquellas, sino que á H.oyo lo encontré bastanteaceptable .....

ANTONIO TEIXEIRA.

¿ME CONOCES?

II

Después, ¡ah! después viene la parte triste.Cuando la aurora del domingo de Piilata llama á los fie·

les á la oración, cruzan las calles de la ciudad macilentos

y fatigados por el insomnio y el cansancio los que consu­mieron horas entregados al mentido placer y á la crápu­la, dormidas las inteligencias por el alcohol y frío el cora­zón por la orgía.

Cná ntos, al hacer el balance del carnaval, tendrán que

llorar momentos de estravío; y cuántos verán perdida pa­ra siempre la felicidad de su hogar.

JUAN FABIANI.

¿Me conoces? Soy el mismo de siempre, soy el rey de lacarátula, el que pintan con trage de cien colores.

¿Me conoces? Soy el señor del cascabel que te anunciatodos los años diversión y broma sin fin ni término.

¿Me conoces? Soy el Carnaval. ¿No te sonries, ni te reto­za aún la alegría por el cuerpo?

Ven, sígueme; verás como te diviertes, porque es fuer­za que así suceda; la ley que yo impongo estos días demi breve reinado, así lo ordeno, es pues forzoso que te di­viertas 11plazo fijo.

Lo mismo de todos los años. Andrajos y basuras por las

calles, arrastradas por idiotas que si no 10 son debieranserio.

El eterno "higuí" con la cara tiznada de hollín y el cuer­po cubierto de ropas sucias é inservibles, la larga cañaregocijo de los mozalbetes y el higo, aquel higo lamido de

cien lenguas, sucio de barro y salpicado de vino.Los estoicos "lateros", golpeando, 11fuerza de puños, res­

quebrajadas latas de petróleo, con acompailamiento delinseparable cornetín que con los repetidos toques deatención, atraen 11su alrededor un enjambre de chiqui­llos que molestan y ensordecen con sus chillidos.

La clásica cocinera de cazo (y de verdad), la inevitable((beata)) ó el característico «bebé.)

La pareja inseparable trocados los vestidos, ella lucien­do anchuras que no caben en el pantalón y él inventan­

do protubera ncias im posi~Ies.Tal cual «guardia amarilla» ó "pierrot» de guardarropia y

un número considerable de inexpertos y de engañadosque se agolpan 11las puertas del baile.

III

!\

,~I

por ,1. Rodriguez

Sr. D. E. E. R.-Zaragoza .•....Apro.vecharé algunos cantares.

Sr. D. M. N. P.-Jaca.Son esos versos tan malos

señor D. M. N. P.que se merecia ustéque le dieran cuatro palos

Sr. D. J. Y.-Madrid.-Procurarécomplacerle publicando alguna de·sus coplitas. aunque dicho confranqueza, adolecen, un poco devulgaridad. Trataré de darle gustoenviándole lo que solicita. De Ramde Yiu, no me comprometo a pro­porcionarle nada, porque nosotrosno lo hemos conseguido tampoco.¡Es tan especiali ...

Sr. D. M. R.-Ternel.-¡Hombrel¡Mire Vd. qué casualidadl. .. Esosmismos versos, los publicó PerezZúüiga el año 9ti en "Madrid Cómi­co." De modo, que una de dos; óPerez Zúüiga le adivinó á uste elpcnsamiento, (lo cual es muy difi­cil) ó usté ha plagiado á Perez ZÚ­üiga (10 cual es muy probable.)

Sr. D. A. A. T.-Logroño.¿Con que versos a su amada?

Y ella ¿no le dice nadade si le gustan ó no?Porque, francamente, yono les veo la tostada.Sr. D. S. A.-Barcelona.-Sirve.Sr. D. T. L. de A.-Lérida.-Hay

muchos versos' cortados, pero loque dirá uslé:-¡Qué porral En cam­bio hay bastHIltes largos ... Y váya­se lo uno por lo otro.

Sr. D. P. N. O.-Madrid.-¿lmita·ciones a Lopez Silva? ¡;\o, por Dios!

to, le escribió un día en su al­bum:

El mismo Dios. con ser Dios,llegó a cumplir treinta y tres,sólo usted, siendo quien es,no pasa de treinta y dos.

Enun Restaurant:-r:abeza de buey.-Pecho de car­

nero.-Pies de cerdo ...-Basta: \lste es el hombre terri­

ble que buscamos. A la caree!.

CORRESPONDENCIA PARTICUhAR-----

Gedeón está cOl'tando en peda­zos las bujias de un paquete.

Su ama lc sorprende en estaoperacion.

~¿Qué está usted haciendo?-Seüora, usted me ha mandadÚ'

quc para. acostarme aproveche loscabos de bujia.

-¿Y qué?-Que como en casa no habia

cabos los es'toy haciendo.

En vista del crecido nú­mero de cartas que diaria­mente se reciben en la re­dacción, conteniendo tra­bajos literarios yartistico&con destino al periódico,para calmar la impacien­cia de nuestros favorece­res, creemos convenienteinaugurar desde el presen­te número, la siguiente

~~k~-le-

Ji\~~

-brece-

~I'i'ihom-w\;t¡W

i in-

-Dime Juan, ¿qué edad tiene tupadre?

-La misma que yo.-¿Como es 8S0?-Sí, humbre; él fue mi padre al

mislllo. Líe'mpo que yo su hijo.

-¿PUl' qué se pinta V. el pelu?­preguntaba la otra noche una IlWI'­quesa á u Il Tenorio sexagenarip.

-Senora ... la verdad ... porque Il(,

soy 10 bastante virtuoso paTa exi­gir que so me guarde el respetoque nlerecen las,~3nas.

SAhTO DE CABAhhO

MISCELANEAS

(le

En Malaga ha muerto recientc­mente, y a una avanzada' edad.una señora .que á.cuantas amigasle preguntaban los aüos que tenia,contestaba invariablemente:

-He cllmpli(lo treinta y dosanos.

Un guasón de los que abundanpor aquella tierra, enterado de es-

Vean ustcdes-decía un pintor alas pe.rsonas que visiülban su 8stndio, mostrandoles un lienzo sin la

mellor traza de pintu['a:-esto es laúltima obra maestra que be com­

puesto.-¿Y qué representa es,,?-Eso represellta el paso del mar

Rojo por los hebreos.-Pcro ¿dónde esta el mar?-Se ha retirado.

-¿Y los hebl'eos?-Ya pasaron.-¿Y los egipcios?-Luego vendrán...

ARAGONESES ILUSTRES

MARIANO BASELGA RAMIREZ

Aunque le veas, lector,hecho un baturro, no ,adisfrazado; es porque estácon f'~e traje, mpjor.

Le ,ienta bien esa ropay hará mal si se la quita.¿Por qu<' ha do llevar levita?¿Por qué, sombrero de copa?

co~¿'t~~~~~aeg~~é~~nBaselga Ramirez, esbaturl'O de corazon,

Son sus obras un tesoropues escribe, como siente,é imita admirablementela prosa del «siglO de oro."•

Se inspira en la realidadcuando piensa y cuando escribe ...Los baturros que él dc,cribeson batun'os de verdad ...

Conoce nuestra regiony es logico suponer'que D. Mariano, ha de Sf'rel «(Pereda» de Aragón.

ALBERTO Co\SA]\~AL SHAKERY.

aAlúEÚuTlffiO-El vaho irre~pirable que subía de la sala, le hizo pa­

lidecer .....Una chiquilla, graciosa y desenvuelta, ~uvo el atr~­

vimiento de ir á sentársele sobre las rodIllas; precI­samente, en el sitio donde más estragos estaba ha­ciendo el reuma .....

Se habló de bailar; pero D. Próspero negés8 ácomplacer á l¡¡¡.muchach~, quien ~,eunió al grupo d~sus compañeras, para baJ.ar á la sala con Morales adar unas cuantas vueltecltas .....

D. Próspero, que á penas podía mov.eyse, quedó enel palco con la mamá de una de las ~I,n~s; la pobreseñora, sudaba á mares y no se atrevlO a levantarsede la silla, porque las carnes le pesaban mucho.

Media hora pasó D. Próspero hablando con ella deasuntos poco iQteresantes .....

Luego subieron todos ':f hablaron .~e cen?,r. La ce-;­na duró una hora. D. Prospero comlO, beblO y fumocediendo á los ruegos de Morales y ojalá no hubieseaccedido. Los licores le marearon; la cena le produ­jo naúseas; el cigarro, avivó la fuerza de la tos ...¡Qué malo se puso!. .... Luego, para qu~ t~do fuesecontra él, desde que aquella pícara c~ll.qUllla se lesentó en las piernas, los dolores reumattcos le mor­tificaban horriblemente .....

¡Triste noche la que pasó el pobrecit.ol. ,Al reO'resar á ca~a, le costó muchlslmo trabajO

subir la °escalera, Morales le llevó del brazo hasta laalcoba y al dejarle solo, el infeliz creyó que se mo­ría .....

-¡Cómo habrá quien. se divierta bailando!-rep~­tía mientras doblaba cUldad()samente la ropa de ett­queta, que nunca más se volvería á poner.

Al colocada en el fondo del baul, tropezaron lasmanos de D. Próspero con un paquetito de cartas,cubiertas de polvo y atadas coquetonamente con unacinta de color de rosa .....

La curiosidad le hizo leer una de las esquelas quecontenía el paquete. Decía así:

«Próspero mío: No dejes de venir á buscarme pa­ra ir al baile. Ya he avisado el coche; cenaremos encasa al volver.-Pura.»

Y recordando aquel otro baile que le proporcionólas horas más felices de su vida, exclamó D. Prós­pero sin recordar que en aquella fecha ni el :eumale molestaba, ni le hacía daño cenar á horas mtem­pestivas ...

-No me explico como me divertí aquella noche ...

Elk

Entraron en el baile. Las risas de las muchachasy de los amigos de Morales que aguardaban á ésteen el palco, aumentaron á D. Próspero el d?lor decabeza ..... El humo de los cigarros, le prodUjO tos ...

Veinte añitos cabales hacía que D. Próspero pasa­ba el domingo de Carnaval, arrebujado en su c~rade paño azul, viendo caer los menudos y blanq~lsl­mas copos de nieve, si nevaba, ó distrayend~ la Ima­O'inación con felices recuerdos del pasado, SI por los*idrios de la ventana algún tímido rayo de sol deinvierno, entraba á ll~nar de alegría, la salita don~eD. Próspero aguardaba las últimas horas de su eXI­tencia .....

-Es posible que la gente se divierta-pensaba donPróspero-asfixiándose en la caldeada atmósfera delos teatros ó recorriendo las calles en comparsa,manchándose de barro, fatigando al cuerpo con elir y venir incesante y echando los pulmones por laboca? No me lo explico ..... No me lo explico .....

Y D. Próspero repetía una y cien veces el «no melo explico» mientras ocultaba las manos que se lequedaban yertas, al sacadas, para accionar, fuera delos recojidos pliegues de la capa.,', ..

Aquel año, le tentó el demolllo, encarnado en lasimpática persona de D. Bruno Morales, un tenedorde libros bromista y calavera, que por aquellos díasfué á ho~pedarse en el cuartocontiguo al de D. Prós­pero .....

-Pero hombre-dijole D. Bruno la noche del sá­bado-~piensa Vd. pasar estos días sin salir de casa,entregado á meditaciones y recuerdos que son losque le quitan la salud? ¡Nada, nadaL .... Mañana ven­drá Vd. al baile conmigo..... Contra el reuma, nohay mejor medicina que llevar de cada brazo, unamuchacha alegre y juguetona..... ..

-No, no; imposible Bien me estoy en mI caSI-ta al lado del brasero No me explico como hayquien se divierte en un baile EI movimiento memarea, me descompone ..... ¡BaIlar!. ... ~Hay cosamás estúpida?..... .

De nuda valiel'on á D. Próspero sus evasIvas .....El tenedor de libros se empeñó en sacade de sus ca­sillas y quieras ó no quieras, le cojió de. un brazo,le hizo buscar en el fondo del baul la olVIdada ropade etiqueta, y entre bromas y empujones de los ami­O'os y I'isas de la patrona, salió D. Prospero del bra­~o de D. Bruno, exclamando instintivamente:

--Pero señor ¡si á mi nunca me han divertido es­tas cosas!

BOCETOSAL ESPEJO

Su fondo sin fondo;fielmente retratasu busto de nieve.su seno de nacar,'sus ojos de cielo,,su cabello de ambar,sus dientes de perlas,sus labios de granasU.torneado bl'azosu hermosa garganta,su sonrisa inquieta,su inquieta mirada;mientras en sus ojos,espejos del alma,velados por blandasy finas pestaflas,todas sus delicias,-toda su esperanza,sus venturas todas,se ven retratadas.Su ((adios)) postrimero,su última mirada.su última sonrisa'deliciosa y vaga,tiende hacia el espejo

r---~------~--

inquieta y sin calnla,y sale dejandopor donde ella pasa,de estractos y esenciasla rica fragancia.

l[

EN EL BAILE

Ecos de armoniasvol-uptnúsas, vagas,que llenan errantesla espaciosa sala;ricas colgaduras,1tIces, Hores, gasas,murmullos, sU8piros,aromas que embi:iagan,pechos que se agItan,mejillas de grana,besos que aletean,ardientes n1iradas,inquietud, anhelo.ficcion ... m uchas mascaras ...Dueñas de quince añostristes y enlutadas;bellas ({Margaritas}),infames «(Traviatas,),pajes, odaliscas,

griegas y romanas,galanes vendidos,nlemorias infaustas,ilusiones idas,rn uertas espera fizas,el vicio triunfante,la virtud burlada. _y en el fondo obscurode una luna diáfanade un clown la sonrisahorrible y sarcástica.

IIIAL AMANECER

Triste y silenciosapenetra en su estancia;deja el abanicode raso v de nacarnegligentomentesobre una butaca;arroja sus guantes,sus flores, sus gasas,sobre la elegantemullida otomana;tiende hacia el espejosiniestra n1irada.cual si ver quisiera

,,1 fondo de su alma;sujeta sus sienescon sus manos blancas;su frente se anubla,sus ojos se arrasan,y, cual ave heridaque de rama en ramaen su nido buscala paz codiciada,buscando algo extrañoque perdió y no halla,reclina su tristecabeza en la almohada,ahogando suspirosy enjugando lágrimas.

Los cristales diáfan ~sque el rocío empañadan paso á los rayosprimeros del alba,y su luz incierta1vagarosa y pálidasu faz ilun1inantriste y demacrada!

A. YANGUAS ALCAYDE.

En !lila tÍ('nda ayer tardevÍ UIlU porcion de caret(l~

y miránflolns c:--t.uvecon di~gllsto y con t"Oq)('P:-,D1

pue~ todas i:HIUf'llas C'i:ll'ns

inmóviles y grotpsc'us.

pude observar que teníansemejnnza 1(1ncompletacon las ile a!gun{ls nrnigos

y pnrientes yeminenciasde lus ciC'ncias. de las artes.

de la industria y de [¡,S letras,'~que pensé:-Aqllel es Fulano,amigo nlío y poeta.

Ese ot,'o el escritor h

aquel mi pariente z,el de mát" allá Mengano

y la Zutana es aquella,Pero lo que me prooujo

indignación verdad(lraes que sobre aquellas carasde personas que me aprecianv D18 saludan nluy Hnas~uando en la calle me encuentran1hallálJase esle letrero:-~e \enden por tres pesetas,

ERl'<ESTO LOPEZ MAní",

Disfrazóse de carnero

Fernandez, el otro día;le vió en la calle su esposay le conoció en seguida.

CONFETTIS

Si tendrá afición al baile

la niña de Luis Garrido,que envidia á los que se muevencon el baile de San Vito.

Una pulsera y un novioperdió en el baile Teresay, al salir, iba diciendo:-¡Qué lástima de pulsera!

ADOLFO Rurz GÁLLEGO.

Este año, promete ser más animado el carnaval,que años anteriores.

No hay quien no piense en disfrazarse, ni quienno pong-a en juego todas sus influencias, para procu­rarse gratis la entrada en los bailes del Teatro y delCasino. Porque hay que advertir, que si el humor nofalta, el dinero escasea un poco.

De aquí, la lucha que sostienen muchas familiaspor no faltar á ningún espectáculo, y gastar lo mériosposible.

¿Hay cosa más sencilla que conseguir un disfraz?Los chicos de ingenio y de gracia, con unos pe­

dazos de estera, unos pantalones rotos por dett'ás,para que se presten al chiste, una bota de vino y unacaña larga con el higui correspondiente, quedan endisposición de diyertirse sin gastar ni un perro chico.

Las mujeres son más delicadas. Cuéstales muchotrabajo decidir si el traje ha de ser del tiempo deLuis XV ó del de Witiza, pero una vez discutidoeste punto, salen del paso en un momento, gracias á laintervención de la señora del principal que les faci­lita una falda ó un cuerpo de raso verde del año dela Nanita y á la vecina del segundo que se dá muchamaña para transformar un sombrero calañés en otrode Mascota.

Claro es, que la mayor parte de las veces, ocurre,que una vez concluido el disfraz, no hay quien adi­vine la época á que pertenece, y á lo mejor cree unoque lleva del brazo á una dama de corte del sigloXVII y bailando se descubre que la tal dama, no esdama de corte, ni azafata, ni cosa parecida.

Un amigo mio dedale la otra noche en el baileciclista á su futura mamá política.

~Está encantadoraPurita, con su traje de Mal'­sellesa.

A lo que respondió la mamá muy ofendida.~Por Dios, Arturito!.. ¡qué mal está usté en Geo-

metría!.. Si ese disfraz es de pescadora veneciana! ..Pero el disfraz es lo de ménos.El caso, es ir á bailar y á buscar emociones.Hay muchachas que van al baile en busca de

novio; otras á cambiarlo, si está en mal uso el queentonces las pretende; la mayor parte van á perderlo.

Algunas, las más prosáicas, no llevan otro objetoque cenar á expensas de cualquier joven más ó mé­nos obsequioso, que no tiene inconveniente en gas­tarse un par de reales en caramelitos de menta cuandollega el caso.

En cambio hay niñas poco agraciadas, que van albaile sin intención de cenar ifinguna cosa Y se ven

precisadas á pasar la noche comiendo pavo.Las únicas que no se divierten, son las mamás.

Para ellas, una noche de bailoteo es una noche demartirio, y á menudo se oyen frases sueltas comolas siguientes:

-Por Dios, Emerecianita,ponte ahí delante paraque se vea bien que no tienes ningún compromiso ...

-No bailes con Rodolfito, que es muy propasadoy se permite llamar te gatita suya y otras cosas malsonantes ...

-Si te invita á cenar algún pollo, no le hagas eldesaire de no aceptar; pero vená buscarme paraacompañaras, por que no está bien que ceneis solos ...

En fin, que si Dios quiere, vamosá disfrutar mu­chísimo.

Por lo pronto, ha habido gente animosa y de buengusto, que pasó la noche del miércoles en la Ribera,esperando la hora señalada, para llevarse áefecto laejecución de los desgraciados ...

Hay quien no ha perdido ni un solo detalle de 'tan repugnante espectáculo y hay también quienecha pestes contra la previa censura, que, con muybuen acuerdo, no permitió á la prensa local dar noti­cia alguna referente á tan triste suceso.

Han tenido, pues, los diarios, que limitarse á con­tar toda la vida y milagros del verdugo, para calmarde este modo, la curiosidad de los lectores ..

Convengamos, en que. la regeneración empieza ...

Como verán ustedes ARAGÓNILUSTRADOno quiereser ménos .que otras publicaciones de su clase, y átí1:ulode ensayo, publica en el presente número, fo­tograbados en colores.

Esta innovación, y otras muchas que la redacciónproyecta, no podrían llevarse á la práctica á no serpor la valiosa ayuda que nos prestan, el inteligentí­simo maquinista D. Fernando Abadía y el expertograbador D. Mariano Capapé.

Gracias á su laboriosidad y á su constancia, se hanpodido hacer en dos días, trabajos como los conteni­dos en este número que exijian estudio y cuidado.

Justo es dedicarles estas frases de elogio y agrade­cimiento, en pago al interés que demuestran por laprosperidad de nuestra publicación.

EL SEÑORDE ALFOCEA.

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¡Calau0vón!

.JULIO MARTINEZ LEGHA.

Y, en el lJueblo, los hombresy las mujeres

llaman a Juan ¡esclavode los placeres!

Juan, muy lejos del pueblodonde nacicl'n,

cursa aqui el primer anode su carrera:

y, aunque el muchacho es unabuena peJ':-,ona,

según afirmacionesde su patro" a,

la gente de su pueblono está ignorante

de la vida y milagrosdel estudiante,

y cuenta de él, que pocasnoches va a casa,

sin que pueda sabersedónde las pasa;

que se entrega á del iquiosperturbadores, ....

y que es un calaverade los ma 1'ores,

J ua n ito asiste a un baile;va de etiqueta,

auu cuando no tenia

ni uoa peseta.Cómo hizo tal milagro? ..De fácil modo:

porque empef¡6 dos ternosy un sobretodo,

y porque otro estudiantele prest6 ropa

y guantes y un somhrerode los de copa.

Eotra el mozo á la salatan satisfecho

y, aunque le está el smokingbastante estrecho

y le opriman las botasde tal n1ane1'3,

que no ha de darse al bailepor mas que quiera,

va a pasar por personade mucho brillo.

llevando diez pes~tasen el babilla.

El, a fuer de elegante,vá a la velada

tarde ya, para verla

más animada. vé á su patrona~¡Qué voces qu(' mujeres Ya vestida de turca

y quó disfraces! sin pretensione¡>:,¡Qué beilezas encubren pero, sÍ, haciendo gala

los antifaces! de sus jamones.-¡Te eonozco ..... -a uno dicen- Se queja de apetito

por mal esposo, la pobrecilla:pero, mira, a tu esposa van ella y Juan, y comen

la hacen el oso! una tortilla,~¡Te conozco,-a otro advierten- dos «bistés», que ella dice

más que esa chica que son gran plato,con la que tú te casas y luego una botella

porque es muy rica! ...- de lo barato.r á Juan le dejan todas Por fin, aquella tUI'caen el olvido SB vuelve {(mona»)

porque á él sí que deveras y ..... ¡a casita Juanitole han conocido. COIl la patrona!

Viendo cientos de hermosascaras cubiertaSl

el pobre Jtw 11 se p,,,alas horas muertas

sin que se le dil'ijani una person~ .....

basta que alli, á lo lejos,

.._•...._------_ ..

EL POR 'OUÉDE LA ASAMBLEA DE PRODUCTORES

Cuando se reunió la magna asamblea de las Cáma­ras del Comercio y de la Industria de España en losfincs del año pasado y se v~ó la rara unanimidad conque se apreciaba por único recurso contra la patriaextenuación un cambio radical de nuestros cánonespolíticos mediante e! ingreso de los hombres del tra­bajo nacional en la dirección de la cosa pública, obró­se en los mangoneros de! parlamentarismo imperanteun como espasmo de miedo muy semejante al quehubo de cundir entre las ranas de la fábula cuando,airado Jove por el eterno pedir de aquellas bocas,mandó las cierta grulla que amagaba el exterminiofiero de todo el ranerío, ó de toda Batrakópolis, si sequiere más culto y bien hablado.

y míos políticos mostráronse desalentados y dán­dose por muertos, y otros tompieron la cincha ápuras bilis y malas palabras y no faltó quien quisomostrar la sinrazón del movimiento unánime de la opi­nión honrada y aun hubo uno, no sé cual, pero sí re­cuerdo que fué uno de los menos edificantes de vitaet moríbus, que decía en un diario:-Los hombres dela regeneración?.". Y dónde están esos hombres? ...No deben de vivir aún, porque de lo contrario yahubieran antes salido.

Tan insereno estaba, que esto dijo precisamentecuando los programas regenerado res eran en públicoredactados por las gentes de la regeneración que él noveía, ciego, como se es ciego por turbidez del medio,

,/

D. Hilario Andrés

común, distribuyendo proporcional y equitativamen­te esa conveniencia del interés común entre los dis­

tintos intereses parciales, sumandos de la suma na­cional.

La exajerada atención prestada por todos, entién­dase bien, por todos, no álos problemas políticos, si­no á los intereses de ellos

derivados, nos ha distrai­do en exceso del estudio

y cuidado que exijían ymerecían los distintos in­tereses materiales dando

lugar á que de nuestra la­bor resultara una estátua

con cabeza de gigante ybase de niño.

No caigamos ahora en elextremo opuesto, Ó, paramirar esa caida, no nos

empeñemos en lo impo­sible.

Si por defender los inte­reses materiales maldeci­

mos los políticos, haremosestatua tan deforme como

la que hoy despreciamos,y la despreciaremos ma­ñana.

Si queremos fundir enlos intereses materiales yde:clase los intereses políticos que por su naturale­za)on expansivos y no dependen ni de región nideJ clase, ni aun de educación, laboraremos por una

D. Santiago .CuI'ella

anarquía intelectual en lo que es más indispensa­ble ]a unidad, en el arte del gobierno; haremos quede las conclusiones de estas Asambleas maldiganhasta los mismos que hayan contribuido á darlasy desacreditaremos y anularemos indirectamente

su eficacia en lo que tengade general consentimiento.

Los que tanto nos da­mos en esta nueva era á

los refranes, no nos olvi­demos de uno nuestro muygráfico:

Zapatero, á tus zapatos.Para la política los par­

tidos políticos.Para los intereses mate­

riales, los que de cienciapropia y agrupados conocencada uno de esos intereses.

y labor nacional y her­mosa queda á las apre­miaciones de esos intere­

ses, suavizando las dife­rencias políticas que nacenmás de falta de conoci­

miento y trato entre losque las sustentan, que deincompatibilidades esen­ciales de doctrina; q ucson las únicas con caracterirreductible.

J. GIMENO RODRIGa.

D. Antonio Portoles

R<)resenta1ttesdel Centro Mercantil en la Asamblea de Productores.

que así son los políticos encerrados en el club y pre­sos de su misma taifa como hombres entre la niebla,que nada ven con más claridad que la niebla misma,así 10 tengan al alcance de las manos.

Ignoro si seguirá pensando de igual manera vien­do cómo las Asambleas del Comercio muévensepara su defensa, apercibiendo rudamente á los pode­res con uno y otro aviso y cómo sucédense ahoranuevas Asambleas de productores agrícolas que sig­nifican el tacto de codos del trabajo, frente de aquelotro tacto de codos de agilibus y especu1adores gu­bernativos.

Que no otra cosa vale ni representa esta segundaaudición de las voces del pueblo que hoy escuchaZaragoza en el salan de fiestas del Círculo Mercantil.

La rebelión del buen sentido contra una injusticiaeconómica que pone los intereses de la nación enmanos de quienes ningún interés mancomunado tie­nen con el trabajo que es la riqueza, la sangre delpaís. La extirpación de una heregía política que con­siste en el dejarse dirigir, no por los más sabios nilos más nobles, ni los más ricos, sino por los másatrevidos y destalentados pelagatos de la monar­quía.

El marasmo de nuestra misma decadencia y co­rrupción, ha creado en el reino un modo de gobier­no amorfo y monstruoso. Xi gobierna uno con abso­luto mandato, ni mandan los mejores, erijidos en unoú otro modo de original oligarquía, ni el plleblo tieneotra voz que los visibles votos, burla de su miseria,que quieren hacerle pasar por dictamen de su vali­miento y autoridad lo que es un bono de dos pese­tas. Ni absolutismo, ni aristocracia, ni representación

sincera, ni república, sino ingerto de especies políti­cas que se repugnan y carnavalada informe de auto­ridades que se pierden en su mismo amasijo y traza.

Ni fueros internacionales habrá de gozar un puebloqne no toma en serio su mismo corregimiento y dis­ciplina y estará siempre á merced de las naciones,patrimonio del primer concurso ú alianza extranjeraó de tal baratero que imponga por la fuerza el silen­cio á las otras cancillerías ante la depredación com­praventa ó despojo.

Quiérese más razón para las uniones de la gentesana que el evitar estos y mayores males. Ni otra esla obra que hoy se proponen los productores de Es­paña con su nueva Asamblea. Ríndaseles testimoniode respeto, que no son ya meros huéspedes con de­recho á la cortesía del pueblo que los alberga, sino lamente y el corazón y los miembros de la patria quepiden su salud.

Deliberen, pues, serenamente, sin que la políticavieja, ni la rencilla amarga, ni la sutil intriga, entor­pezcan su labor y cuenten con el reconocimiento ycon la admiración de las clases que representan.

Qué dichoso y lleno de alegría fuera el día de suAsamblea para todo español honrado y qué orgullo­sa nuestra ciudad si á más de sus insignes títulos pu­diera ostentar el de piedra primera de la regenera­ción nacional, mirada por los hombres de mañanacomo se mira el Oriente por los musulmanes, emble­ma de nacimiento y de gloria, prenda de amores yraiz de grandezas para la raza regeneradora que cie­rre nuestros ojos y guarde nuestras cenizas!

lVI. BASELGA y RAMIREZ.

Dependencia del Centro Mercantil Industrial y Agrícola

El Centro Mercantil Industrial y Agrícola de Zaragoza--------(Iiragmento de la memoria, leida en este Centro por su Presidente

el día I5 de Enero de I899)

Escalera principal

La disolución de la sociedad denominada «La ter­tulia del comercio» el año 1858, dió origen á la fun­dación del «Casino Mercantilé Industrial» en 10 deOctubre "del expresado año con los señores que cons­tituían aquel centro de recreo y otros de nuevo in­greso, componiendo en junto 275 socios; 137 funda­dores y 138 de número.

Con esta última denominación continuó hasta elaño 1871 en que cambió su título por el de Centromercantil. industrial y agrícola, domiciliado en lacalle del Coso, obligándole su creciente prosperidadá constituirse en locales más ámplios, á cuyo efectofirmó en 12 de Septiembre de 1874 el contrato de loslocales que hoy ocupa, instalándose en ellos en Enerode 1875.

Pero la verdadera historia y la verdadera impor­tancia de esta casa arrancan de la fusión del Centromercantil, industrial y agrícola con el « Círculo Zara­gozano».

Borroso y más que borroso resulta este momento,el más crítico y trascendental de la vida de esta so­ciedad. A reconstituirlo han tendido nuestros es­fuerzos y para procurarlo y conseguirlo, hemos utili­zado, á la vez que los escasos datos existentes en elarchivo, el testimonio de los que, por fortuna, vivené intervinieron en tan interesante periodo.

De nuestras investigaciones, resulta que siendopresidente del Círculo Zaragozano nuestro inolvida­ble é ilustre amigo D. Desiderjo de la Escosura(q. e. p. d.) se unieron las representaciones de am-

Salón Café

Salón de tresillos

bas sociedades, componiendo la comisión del CentroMercantil, Industrial y Agrícola los señores D. Ma­riano Riera, D. Félix Alcañiz y D. Miguel Martín; yla del Círculo los señores D. Mariano Buesa, D. Fran­cisco Castillo y D. Mariano :YIolinero,cuyas comisio­nes después de celebrar varias conferencias y llegará un acuerdo firmaron el día 19 de Enero de 1876el convenio de fusión, ingresando en el Centro Mer­cantil los 128 señores socios que en aquel momentofiguraban en las listas del Círculo Zaragozano. Esterefuerzo respetable en cantidad y de inapreciable va­lor en calidad, aportando sávia nueva y vigorosa á lavida del Centro, constituye el verdadero origen desu importancia y de sus prestigios.

La presir1,"nda de este Centro ha sido ejercida has­ta la fecha por los señores siguientes:

Hasta el 31 de Enero de 1876, Sr. D. RománGonzalez; de 1876 á 1878, D. Francisco Larraz; de1878 á 1879, Excmo. Sr. D. Francisco Sagristán;

de 1879á 1881, Sr. D. Nicolás Gimenez; de 1881 á1884, Sr. D. Francisco Larraz; de 1884 á 1887, Ex­celentísimo Sr. D. Tomás Higuera; de 1887 á 1889,Sr. D. Vicente :\Ionforte; de 1889 á 1891, Sr. D. Ba­silio Paraiso; de 1891 á 1892, Excmo. Sr. D. TomásHiguera; de 1892 á 1896, Sr. D. Amado Alfaro; de1896 á 1898, Sr; D. ::\fanuel Doz Ucelay

Enumerar los servicios prestados por las Juntasdirectivas presididas por los mencionados señores,sería tarea difícil por lo larga. Baste á nuestro objetoexponer que han intervenido en asuntos de tanta im­portancia como la reforma de la contribución indus­trial, e! certamen literario depremios á la virtud yal trabajo, la reforma de los tratados de comercio, laAsamblea general de la liga de contribuyentes convo­cada en Madrid e! I8 de Mayo de I890, el bill Mac­Kinley en lo referente á la fabricación y exportacióndelzarinas, la creación de estaciones enotécnicas, elproyecto de lq de! Timbre, e! Congreso lzispano-ame-

Salan de billares

ricaJzo-portugués celebrado con desusada solemnidaden la Corte, con motivo de las fiestas del cuarto cente­nario del descubrimiento de América por feliz inicia­tiva del Círculo de la Unión mercantil de Madrid,en el que este Centro estuvo dignamente represen­tado por los señores D. Tomás Castellano, D. TomásHiguera, D. Basilio Paraiso y D. Antonio García Gil;la asistencia á la asamblea magna convocada en Ma­drid por el Círculo de la Unión mercantil en L° deJulio de 1896 á la que acudió este Centro con la hon­rosa representación de su presidente D. :'Ilanuel DozUcelay y el Vicepresidente L° D. José Orús, toman­do parte activa en los debates el primero de estos

Centro y cuya ejecución no se hará esperar.Pero si en el orden material han sido fecundas las

iniciativas de las juntas anteriores no han sido meno­res los triunfos obtenidos en el orden moral. El De­lectaJzdo instruere ha sido el lema de este hogar de lacultura y del recreo lícito. En este recinto sagradoya para la patria por haberse lanzado en él el pri­mer lamento de angustia y el primer grito de reden­ción del país, han dejado oir su elocuente palabrael Ilmo. Sr. Obispo de Huesca D. Mariano Supervía,los ex-ministros Excmos. señores D. SegismundoMoret, D. Victor Balaguer, D. Tomás Castellano yD. Joaquín Gil Berges, muchos catedráticos eminen-

Patio del Casino Mercantil

señores con aplauso general de la prensa de la Cortey en otros muchos asuntos de interés general y local,cuyo relato fuera prolijo.

Gallarda muestra dió del alto crédito de la casa yde su amor á la misma, la Junta iniciadora yejecuto­ra del empréstito de 7°.000 pesetas para la construc­ción del salón de fiestas, operación realizada en Ju­nio de 1892 y cubierta con entusiasmo apenas anun­ciada. No la dieron menor las juntas que en 1889 y1890 invirtieron 4°.000 pesetas en moviliario,_servi­eio y reparaciones, ni las que en 1896 y 1897 aco­metieron la reforma de la escalera principal y deotros departamentos, proyectando además obras dehigiene y ornato indispensablesá la vida social del

tes, literatos insignes, notabillsimos jurisconsultos,cumpliéndose á maravilla el hermoso precepto deHoracio Ulile-dulá, uniendo lo instructivo á lo agra­dable, lo útilá lo que produce plácido solaz.

Tal es á grandes rasgos la historia de este Centroy de la brillante labor de cuantas juntas directivasnos han precedido. Proyectando mejoras las unas,dedicando otras sus afanes al ahorro para facilitar surealización y llevándolas á la práctica con celo infati­gable las que han encontrado el camino franco y ex­pedito, todas han contribuido por igual á consolidarlos prestigios de esta casa y popularizar su nombre.

DIONISIO CASAÑAL.

tiA ASArnSúEA OE PRODdCTORES

reses.

Así, haciendo todos los intereses nacionales, estaexposición de 10 que á cada uno afecta, todos jun­tos, la nación en suma, podrá con perfecto conoci­miento de causa l'esolver en soberano definitivo

acuerdo, lo que estime más conveniente al interés

premura extraordinaria de tiempo, y saliéndose de 10

que es privativo á los intereses que la Asamblea re­presenta, plantea y aspira además á resolver proble­mas de complejidad tan evidente como los de orga­nización nacional, pretendiendo dar solución con es­tudio rápido y con tiempo más rápido aún, á lo:queviene constituyendo la preocupación en Europa y en

el mundo, de gentes respetab1es;;queá estos estudios han destinado suvida.

Las representaciones agrupadasde los distintos intereses que for­man la nación, pueden y deben,en estos días aciagos, al término delos cuales tanto se vislumbra unacatástrofe irremediable como la au­

rora de consoladora redención, pue­den y deben expresar cuanto á suinterés afecte y demandar los me­dios que, con más perfecto conoci­miento de causa, que el resto de laopinión nacional, conceptuan denecesidad ó de conveniencia parael fomento legítimo de esos inte-

La convoca una corporación agrícola y corpora­ción oficial por añadidura; la Cámara agrícola del Al­to Aragón. Pero no es una Asamblea de agricultoressiquiera estos hayan de constituir el nervio de ella,porque es la agricultura la principal de las produc­ciones en nuestro país.

Se diferencia, pues, de las Cámaras de Comercioen que tendrá un más extenso ra-dio de acción; 10 cual tanto puedetener de bueno, en el sentido dereunir mayor suma de intereses di­versos, si todos ellos llegan á fun­dirse al calor de la justicia-que enEspaña hoy debe ser para todossinónimo de sacrificio y abnega­ción-como de maJo si la conjun­ción de esa mayor suma de intere­ses, es causa de que se busquenpara aparecer unidos, fórmulas eclé­cticas y anodinas que siendo ensu redacción aceptables para to­dos, pueden resultar por todos ma1­decidas cuando llegue el momentode desarrollar1as y se dé á ese des- D. Juan Rivera

arrollo una inclinación que á nadie satisfaga, ó quepugne-y esto sería más grave-con principios ynecesidades que no deben ser desatendidos.

Tendrá esta Asamblea, como tuvo la de las Cáma­ras de comercio, un riesgo grave de inutilidad, sidando como premisa esencial de su existencia una

D. Juan Gimeno Rodrigo D. Manuel Serrano Franquini

Representantes de la Cámara Agrícola de Zaragoza en la Asamblea de Productores

anarquía intelectual en lo que es más indispensa­ble la unidad, en el arte del gobierno; haremos quede las conclusiones de estas Asambleas maldigan

D, Hilario Andrés

común, distribuyendo proporcional y equitativamen­te esa conveniencia del interés común entre los dis­

tintos intereses parciales, sumandos de la suma na­cional.

La exajerada atención prestada por todos, entién­dase bien, por todos, no álos problemas políticos, si­no á los intereses de ellos

derivados, nos ha distrai­do en exceso del estudio

y cuidado que exijían ymerecían 'los distintos in­tereses materiales dando

lugar á que de nuestra la­bor resultara una estátua

con cabeza de gigante ybase de niño.

NO caigamos ahora en elextremo opuesto, 6, paramirar esa caida, no nos

empeñemos en lo itnpo­sible.

Si por defender los inte­reses materiales maldeci­

mos los políticos, haremosestatua tan deforme como

la que hoy despreciamos,y la despreciaremos ma­ñana.

Si queremos fundir enlos intereses materiales yde:clase los intereses políticos que por su naturale­za)on expansivos y no dependen ni de región nidej clase, ni aun de educación, laboraremos por una

hasta los mismos quey des acre ditaremos y

hayan contribuido á darlasanularemos indirectamente

su eficacia en lo que tengade general consentimiento.

Los que tanto nos da­mos en esta nueva era álos refranes, no nos olvi­demos de uno nuestro muygráfico:

Zapatero, á tus zapatos.Para la política los par­

tidos políticos.Para los intereses mate­

riales, los que de cienciapropia y agrupados conocencada uno de esos intereses.

y labor nacional y her­mosa queda á las apre­miaciones de esos intere­

ses, suavizando las dife­rencias políticas que nacenmás de falta de conoci­

miento y' trato e'ntrelosque las sustentan, que deincompatibilidades esen­ciales de doctrina; queson las únicas con caracterirreductible.

J. GIMENO RODRIGa.

D. Santiago ,Cul'ellaD. Antonio Purlolés

R<')reseittatltes del Centro Mercantil f1l la Asamblea de Productores.

, Aó6 :1+ NÚm. 9/

f'5 eén'cimos

'A ORILLAS "DEL EBRO (Cuadra de Vila)Zaragoza 25 pebrero 1 8 9 g

. ,

Director: ALBERTe> tASAÑAL SHAKERY

,

Propietarios: SOTERAS y M<;>NFORTÉ

\ Vista de Monzón y·del Castillo de los 1emplarios.-

-', . . ---_._., .

~*.~imentOl:;eS8.! "bio m~d'SIOqu, ,,'u~<a~on alene;ón eu.ant~o~troshan .conce~ido, ; sa~a de .ello. provecho que ,algunas veces enrIquece a un llldu.s!rlal. Al Invento suelen Ir anejas la vamdad o la

explotación.. ..'. .'. '.El descubpidor se cierne m.á.salJo, -siente en su cerebro la preciosa dádiva de la inspiración, y

con su ppopia personalidad cree llenar .el mundo. LOSnombres dé los inventores pueden· hallarse en elnegociadQ donde se expiden patentes de invención. El nombre del descubri,d()r ~queda en la his,toriaque no se borra jamás. El d~scubridordesdeña su persona y en aras de su des<;-ubrimiento es capaz de sa­crificarla. El descubrid()r es hombre ensimismado, que hace gala del desprecio, del mundo y que el mundoen justa recompensa'le niega sus favores.' " . .' .

De Abel, él insigne matemático noruego; el Newton del Norte, como se le ha llamado, el fundador delos grupos de sustituciones quelleván su n'ombre y el de Galois, otro genio malogrado á los 21 años en un'desafío triste y vulgar. De Abel, el sabio que tanto hizo progpesar la resolución algébrica de algunas ecua­ciones de,grado n, el acertado analista que intt'odujo en el Algebra las funciones á que se llama abeliana::, y ,tanlas otras teorías del alt9 análisis: De Abel, se dice que jamás logró poder comprar un gabán de lll-vierno. .

Quizá tuvieran su tempepamento y sus azares, puntos de contacto con los de Becker, y dignas son de unestudió paralelo ambas viqas acabadas en el momento que debieran alcanzar su plenitud.. Mas cuando á Becker la fortuna le mostró su fugaz sonrisa, le papeció tpivial cuidarel.cuerpo, á aque­lla alma tan'bien templada. ¿Y para qué~ si soi'íaba, mucho más que abrigarse, «fundirse» <m un beso dadoá las estrell~s, cuando, dice:

Me pnrece po.sibleá do brillanSub.ir en un vuelo

y anegurrrie en su luz y'con ellas;En lumb!'e encendido

. Fundirme en un beso.

Bástal~.el calor de la divina inspipación, á quien én !In al'l'anque de entusiasmo exclama:• . Sin emblÍrgo estas ansias me dicen

Que yo llevo algoDiVino aqui dentro,

Como regla que cQntiene excepciones contadísimas se puede decir, que no han sido los genios, aque­llos á quienes una posición social les ha brindado con las delicias del sibaritismo. Muy frecuente es que sualma haya sido templada en la lucha cr.uel contra el destino, y que sus manos callosas se hayan ennobleci­do en la fábrica y en el taller, porque él taller es el s,anto templo del obrero, donde se dignifica y ennoblece,dignificando y ennobleciendo á la vez su patria. ,

Muchos medios se han propuesto para nuestra regeneración. Casi pueden sintetizarse en hacer un dog­ma del tpabajo'Y'en acostumbrarnos á mirar con ta'nto.amor como las condecoraciones del político, el ate-

, zado rostro y la sucia blusa del obrero. ' , /Estamos abpumados de hómbres teóricos. Haya libros y tratados, pero abund~n gabi-netes y museos. Ha­

ya Ciencias, pero entre la enseñanza por los ojos. La imaginación para descubrir, se forma en el gabinetey en el taller, que son, como el fulminante que hace explotar la pólvora, la chispa que inflama al genio.

Casi-todos los adelantos con que se homa nuestra civilización se debe á hombres de tino práctico y ex-perimental y siempre puestos á prueba en la lucha por la vida. -

Moliendo colores empezó Miguel Angel, por no morir de hambre. De apuntador de un teatro comenzó elportento del teatro inglés, Shakespeare. Pobre y trabajador fué el gran Colón que de haberse criado en re­galada mesa, no habría descubierto elNuevo-muhdo~ El príncipe de la Botánica, el gran Linneo, comenzóremendando zapatos, y los ratos de descan~o los pasaba con su padre que era jardinero, ayudándole en lasf~enas del jardín. No eran lo que hoy llamamos hombres teóricos, ni los antiquísimos descubridores del vi­drio, ni de los pozos artesianos, ni de los puentes colgantes. No eran hombres de gran ciencia los árábesespañoles que nos legaron el papel y la pólvora. Pocas integrales pudo resolver el verdadero creador de laArtillería: Bertoldo Schwarz. Poco de lo.que hoy saben los all.!mnos de nuestras aulas, sabían Gutemberg, in­ventor .de la imprenta, ni Bernardo Palissy inventor de la cerámicá, ni el Napolitano á quien'se atpibuye eldescubrimiento de la brújula. Unos niños inventaron el anteojo de larga vista que perfeccionó Galileo. Ch?­ppe era niño todavía cuando inventó el telégrafo óptico. Potter era de cortísima edad, cuando realizó sugrandioso,descubrimiento de hacer automáticas las máquinas de vapor para dejar sola funcionando la queél tenía á su cargo, mientras se iba á jugar con otros niños de la misma edad. .

Ni aun los hombres dedicados á una especialidad son los que en ella han puesto los pil'ares fundame.nta- /les, por no haberse c,910cadoen las coñdiciones del descubridor. Pastores de Langüedoc, descubrieron la va­cuna. Cantante del teatro de,Munich fué el inventor de la litografía. Aprendiz de una fábrica de jabón y .ca­jista después, Franklín. Militares eran Niepce'y Daguerre, inventores de la fotografía, y organista fué Hers­chel, el gran descubridor de las profundidades de los cielos. La máquina de vapor fué inventada por un

- minero, un cerrajero y un vidriero: Severy, Newcomen y Cawley.. Wátt, el inventor de'la máquina de dobleefecto, vi:"~dcomponiendo'instrumentos de !Uatemáti?a~. Evans~ue construyó las prim~ras ?alderas '~e~~gran preslOn flié carretero; Fulton el·que prImero aplico el vapor a los barcos, fué aprendIZ' de Joyero. Se- ~guín inventor de la caldera tuoular fué aprendiz en la fábrica de papel de su tío Montgolfier inventord-é:losglobos aeros.táticos. , " _. .

Stephenson, el que m~s impulso dió al perfeccionamiento de la locomotora, fué pobre minero en Ingla­terea, Arkwriglet, inventor del telar me.cánico, era barbero, y Faraday, el ppodigioso def:cuoridol' de losgrandes principios referentes á la electridad inducida, el padre de la dinamo, fué encuadernador dUl;antediez y seis años de su.juventud. .~ '

GABR1EL GALÁN •.

A LA MEMORIA DE D. BRUNO SOLANO

Sus compañeros de la Escuela de Artes y Oficios

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A LA MEMORIA DE D. BRUNO SOLANO

Sus compañeros de la Pacultad de Ciencias

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DO ['-.J BRUNO SOLANO-----------

Aragón la gloria de haber tenido uno de los primeros químicos de nuestra patria!.

La Lcc1urciul1 de J-RAGO~ lLCSTllADO dediea Coito humilde hornenaje

á la memoria del sabio é ilnslrc ::n[lgO!l:~D. Bl\C,O SOL"'1\0

~~( ~ ~ no conod sus anos primeros; y no son es­"-.\ tos momentos para ir alguacilanclo archivos yy recuerdos en busca de datos biográficos. Bas­

te decir que nació en Calatorao y no en miseria nien abundanci;;t tampoco: su padre, caso superlativode hombría de bien, era un modestoempreado en laCasa del Canal Imperial: murió muy pronto, y quedóSolano con la bendición de Dios encarnada en sumisió!1 de hijo de viucla pobre: la pobreza lo coronó

.de espinas, el trabajo lo coronó de gloria, y aquellasanta se:lora comió sin intermisión el pan cuotidianoganado por su hijo, modelo de tales, hasta que,-harádoce arras, poco más ó menos,-murió en el Señor.

Al cornenzar su carrera tomó más de una orienta­ción; emprendió los cstudios de Derccho y los de Fi­losofía y en unos y otros sobrcsalió; por fin, sindejar SclS amores por las Humanidades - en lacual disciplina era doctísimo-fijóse dcfinitivamenteen b Facultad de Ciencias hasta cuyo doctorado lle­gó con las mejores notas; ¡quién sabe si la brevedadde la carrera de Ciencias fué lo que se la hizo prefe­rible, y á la estrecheza de su vida juvenil debe

En r868 inauguráronse en Zaragoza los estu­dios libres de la Facultad de Ciencias, y Solano fuéuno de los que se alistaron en aquella milicia de pro­fesores que durante muchos años, sin escatimar laborni tiempo, dieron gratuitamente las enseñanzas denuestra querida Facultad; años después llegó á lograr,en ruda batalla, la cátedra de Química de Zaragoza;.pero no dejó de trabajar desinteresadamente, y aún,desde la instauración de los estudios _oficiales de­

Ciencias en nuestra Universidad hasta r896, siguióencargado gratis et pro Deo qe la cátedra de Quími­ca orgánica y sus Prácticas, además de la suya propiade Química general. . . . . . . . • . . ..

Para los que fuimos sus discípulos-los contabapor millares quien pasó la vida enseñando en todas­las fases de su profesión-no se llamaba sino D. Bru­110; el apellido era un pleonasmo; si entre los zarago­zanos que, poco ha, sufrían en la región de nuestrosantípodas se hubiese oido decir «D. Bruno» nadie­hubiese creido que le hablaban de tal general ó de­cual magistrado, intendente, gobernador ó jefe devoluntarios, sino de aquel catedrático de Química deZaragoza, el más genial que ha explicado jamás eLinstintivo amor de los átomos.

«A mi querido maestro y cannoso mentor donBruno Solano» escribí yo hace menos de un mes enun ejemplar que le dediqué de mi «Elogio fúnebre den Francisco Sancho y Gib, muy ajeno de que hoyme tocaría esct;ibir algo fúnebre del mismo D. Bruno,no su elogio, que no me dejan sosiego para ello estos­instantes. Mi aludida dedicatoria graba su figura talcual yo la siento: como maestro, en el aula vetustadel viejo solar de Cerbuna, de pié y descubierto poratención á sus alumnos, alzada la hermosa cabeza, se­ñalando con la mano izquierda el encerado, y apoya­da la otra en la mesa ó en la balaustrada, ó cojiendo­el tubo de ensayo ó la pinza de Mohr; como mentm,_en su gabinete, comedor y despacho todo junto, alconcluir su comida ó levantarse de dar la cabeza­dita de la siesta, escanciándome la copa de vinorancio y mostrándome la pasta ó el bizcocho quenos aguardaba en modesta bandeja, oyendo mis con­sultas, señalándome en la vida caminos y veredas pordonde vá la gente honrada, por donde él fué; refi­riéndome con humilde sencillez un poco de su viejahistoria, lo que yo he puesto delantero de estas lí­neas.

Beati mortui qui in Domino moriUl-ztur,hizo es­cribir Solano en la sepultura de su madre, haciéndo'así pública y solemne profesión de su fé cristiana.Yo ahora digo lo mismo. Dichoso él que fué bueno.Aquellos á quienes bien quiso, recemos por él y si­gamos su ejemplo noble y generoso.

J. MONEV A y PUYOL.

La Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza

Pragmmto del discurso leido en la solemne inauguracíón del curso de la Escuela de Artes y)ficios

de I898 á I899 por el Director de la mismaDr. D. Bruno Solano Torres

Día es hoy de regocijo público, función de gala enesta casa, solar de las Letras Aragonesas, asambleasingular que vése honrada por todos los brazos denuestra sociedad y en la cual es personaje, el másimportante, aquel que de ordinario ocupa los lugaresmás humildes, el Pueblo, de donde salieron al princi­pio del siglo los anónimos defensores de la ciudad enlos gloriosos días de los sitios; y en las postrimeríasdel mismo, los soldadicos que han sucumbido conigual gloria que sus abuelo~, pero en lejanas islas decuyos nombres no queremos acordarnos. Por estonuestro regocijo no puede ser completo y aun pormucho tiempo l1e'v"aremosluto en el alma y serán decolor gris los días que sigan al presente ..

en la Escuela cantidad de movimiento: no es esta can­tidad toda la fuerza; es, sí, la que se vé, es decir, loque aplasta, mutila, perfora, rompe, pulveriza. Perohay detrás del teatro de la guerra otras muchas, mu­cho mayores, que no se vén: con razón se ha dichoque el Ejército era «el brazo armado de la patria»:,Ycomo cuando de guerras se trata, el problema d~':lavictoria se reduce á calcular la dirección que ten&ála resultante de un sistema de fuerzas antagónicas,afirmamos que marrarán los cálculos que haga quienpara la resolución trace en el papel únicamente líneasrepresentativas de masas y velocidades. No, detrásde los ejércitos de mar y tierra están la cultura ge­neral y el nivel medio de la instrucción pública;! los

Clase de pintura sobre vidrio y cerámica

No hay maestro mejor que el dolor mismo: portanto no debemos esquivarlo y menos huirlo: antesbien repasar y meditar sus enseñanzas, $in que nosabandone la fé en nuestros nacionales destinos. Y yaque andamos en estas reflexiones, permitidnos ter­minarlas bosquejando una tésis de todo en todo fa­vorable á la prosperidad de esta y otras análogas Es­cuelas.

Entendemos que la fuerza de las Naciones no estásolo en el número y calidad de los artefactos de gue­rra, ni solamente en las cifras de sus soldados, ni enel recuento de sus acorazados, y en fin en todo aque­llo que cabe dentro del producto de masa multipli­cada por velocidad, que es á lo que vosotros llamais

bancos y las vías de comunicación y el radio de sucomercio; los hectólitros de trigo que se cosechanpor hectárea y las invenciones científicas, las grandesindustrias y las ciencias que las informan y dirigen,las artes todas, y todos los instrumentos de produc­ción, para decirlo de una vez.

De lo expuesto se deduce que en la guerra es fac­tor muy importante el nivel medio de la instrucciónque alcanzan los ciudadanos todos, lo mismo aque­llos que empuñan las armas que los que se quedanarando los campos, ó metamorfoseando las primerasmaterias por mil variados modos industriales.

Vamos ahora á entrar de lleno en el objeto de es­te trabajo dando la preferencia á las sirtes, bajíos y

Taller de monl"jo y lljustO

Clase de dibujo geométrico á mallO alzad¡¡

cho escribe como quiere; torcido ó derecho;hay quien hace tuertas las e y las 1 y curvoslos trozos que debíán ser rectos; muchos disi­dentes del caracter normal español, tiznados deextranjerismo, y en fin, múltiples alteracionesesenciales de la forma netamente española. Dela numeración escrita decimos otro tanto; ad"viértese en esta una vacilación y falta de pulsoque acusa una gran desidia Aritmética. Sonmuchos los que escriben mal, ó con enmiendas,la calle en que viven, ó el oficio que ejercen.En gramática son contados los que saben haceruna oración por pasiva. Dictóse á uno de ellosla siguiente. «El Padre gana el pan» y se le di­jo que la hiciese por pasiva y respondió. «Elpan gana el padre.» Con razón el ExcelentímoSr. ::vrinistrodc Fomento dispone dos cursos deLengua Castellana en el nuevo plan de estudiosde segunda enseñanza.-Dividir números ente­

ros poniendo adrede dificultades, como son los ce­ros intercalados en el dividendo, y consideración jus­ta del resíduo cuando la división es inexacta, y mo-

do de representadoy simplificarlo, se­gún los casos, á talaltura de conocimien­tos llegará el cincopor ciento. De nocio­nes de sistema mé­trico no estamos me­jor. :VIuyreducido esel número de los quedistinguen y definenbien la diferencia quehay entre un decíme­tro cúbico y la déci­ma parte de un me­tro cúbico. La granmayoría dormita enestado parecido alque revela el caso si­guiente. Preguntabaná uno de ellos cuál

era la unidad de superficie y respondió «el area.» Pe­ro le pidieron los múltiplos del área y contestó, des­pués de mucha cavilación: «El arado.»-A todo esto

Taller de electricidad

y arreofes que avecinan las costas y acechan losprimeros años de todo lo que nace. Exámenes de in­greso. Comprendían éstos' tres ejercicios: primero,escribir al dictadouna frase sencilla; se­gundo, hacer su aná­lisis gramatical sólopor encima; tercero,dividir un númeroentero de muchascifras por otro ente­ro de tres ó más, ynociones de sistemamétrico decimal. Laedad de los exami­nados oscila gene­ralmente entre 12 y17 años. Se presen­taron á sufrir exa­men 277: alcanzaronla meta 184. Eranlos más hijos de estaS. H. y M. 13. ciudad.Habían solicitado elexamen de ingreso en una papeleta impresa, facilita­da gratis, y cuyos pocos y cortos claros habían dellenar los aspirantes. Consérvanse en la Secretaría dela Escuela estas papeletas á la disposición detodo el que quiera repasadas; y de los exáme­nes verificados darán testimonio los Sres. Pro­fesores que formaban el tribunal. Constituyenunas y otros un observatorio cómodo y degran precisión y alcance para investigar elgra­do de la cultura media de nuestra juventud.Nosotros hemos pasado largas horas en este ob­servatorio, y entendemos que los resultados,aunque sean tristes, tristísimos, los debemosdenunciar en esta ocasión, porque el serviciomejor que podemos hacer al país, es señalar átiempo aquellas desviaciones que conducirían ádesastres sin fin, si á tiempo no se rectificasen.De la caligrafía que las s;licitudes de examenrevelan no hablamos, por haberlo hecho abun­dantemente en anteriores solemnidades. Insis­timos en que dichas hojas gritan á voces queaquí no hay disciplina caligráflca. Cada mucha-

CI¡¡~e de fisien

C][lse de química

nes, al fin de su examen, sobre todo si hahía sidodesgraciado, se repetía con lamentable frecucncia cs­te diálago. «¿Cuánto tiempo hace que vá V. á la Es··

cuela?»- « N o voydesde hace muchotiempo.»-Eran jó­venes de I2 á I7años, y algunos deII, que apenas seacordaban de losaños en que entrarony abandonaron laEscuela. Los padres,escépticos en puntoá los resultados posi­tivamente beneficio­sos que sus hijos po­dían sacar de la Es­cuela, los habían co­locado de... aprendi­ces/ Nosotros hemosvisto muchos de es-tos, y confesamosque se nos constre­

ñía el corazón de pura lástima. Concluyó para ellosmuy pronto la edad de los juegos, y de golpe fueronencerrados cuotidianamente en la fábriea con perso­

nas que les triplican la edad y la malicia, y conel mismo rosario de horas que estos; ellos queestarían siempre triscando y variando, tienenprematuramente que dejarse al ritmo monóto­no de la maquinaria, en la cual vienen á seruna de tantas piezas. Nosotros los hemos vistolas horas todas de la mañana del domingo sinconocer el placer de verse la cara limpia, elvestido aseado y poder dirigir sus pasos á don­de les cumpliese, y sin oir en tan santo dia dedescanso nada que restaurase sus fuerzas espi­rituales y les dispusiese para el trabajo de lasemana siguiente. Despues de esto, ya no osparecerá extraño la pálida descripción que an­tes os hacíamos del continente de nuestros jo­vencitos. Alguien dirá á este propósito: pero¿es que se han de criar para holgazanes? No,ciertamente. Pero el trabajo de nuestros clien-tes debe estar reglamentado: desde qué edadTaller de cerrajería

debemos añadir, el aspecto físico que ofrecenmuchachos que están en la flor de su edad.iValiente flor! Desmedrados, y sin aquella ten­sión de resorte que poseen los miembros en laedad juvenil, marchita la tez y sin brillo la mi­rada que á tal edad debía conservar el adoles­cente. Todo esto es triste, tristísimo, y por ellono quiero ahondarlo ni alargado. Nada de lodicho huelga en esta ocasión, antes bien hubie­ra sido censurable mi silencio. Como la Univer­sidad sigue, en la serie de Estudios al Instituto,así también la Escuela de Artes y Oficios seyergue á continuación de los de Primera Ense­ñanza. Interesa mucho á aquella que la instruc­ción primaria se difunda y se eleve en grado,de suerte que á pié llano pueda la minoría,quehemos denunciado, una vez convertida en ma­yoría, entrar en las dIversas enseñanzas que sedan en la Escuela. Imposible, si este mal subsis-te, que se obtengan muchos y beneficiosos resulta­dos en las clases de Geometría y Lengua francesa,que son las primeras que salen á recibir á los nuevosalumnos, y por decontado, en todas lasdemás.

Denunciado elmal,resta formular la res­ponsabilidad y pro­poner los remedios.Descartemos de todaresponsabilidad á lospúberes. Son estostiernos como la ceracuando la autoridadde los mayores enedad, sab~r y gobier­no los dirigen conprudencia, constan­cia y amante celo.Laresponsabilidad esdifícil de distribuirporque afecta á va-rios elementos, aun-que colocados á diversas distancias del ¡zeellO de au­tos; pero en primer término se destaca la autoridadpaterna. En el interrogatorio que se hacía á los jóve-

Clas(' de modelado y vaciado

pueden trabajar, número de horas, clase de trabajo,prohibición absoluta de trabajar en la dominica .....Estos y otros puntos deben dilucidarse, y sobre ellosrecaer oportuna sanción. De otro lado la Corpora­ción administrativa de la ciudad debe hacer un es­fuerzo para doblar el servicio de instrucción prima­ria, y, si esto no bastase,volverlo á doblar hasta

conseguir que de semejante estado no quede memo­ria siquiera. Debe igualmente proveer, apoyar y fo­mentar cuanto favorezca la multiplicación de las es­cuelas nocturnas para adultos. Al llegar aquí, es muyjusto que pronunciemos alguna palabra de elogio,aunque muchas y excelentes merece, en honor de laEscuela Católica de obreros, la cual, además de rea-

Cluse de colorido aplicJdo á la ornamentación

1izar fines muy principales en nuestra conturbada so­ciedad, burla burlando, com.o dice el gran Lope, en­seña á leer y escribir, aritmética elemental y dibujo.Es muy frecuentada, y los alumnos preparados enella, entran en la Escuela de Artes y Oficios sin tro­pezar en el examen de ingreso.

Nosotros, por nuestra parte, en unión de la juntade Profesores, hemos comenzado á estudiar el modo,manera y forma de dar los domingos unas conferen­cias acomodadas á sus necesidades y á sus condicio­nes psíquicas. Apesadumbra pensar. que habrá poresas calles muchachos que llevan en la frente las in­visibles señales del genio y que se han de malograrpor falta de ambiente, de ejemplaridad y apoyo. Nonhabeo hominem, podrían decir, menos afortunados queel paralítico de la piscina. Y de que no vamos des­,caminados protestarán las historias, las biografías y

da por los mancebos y el comienzo de otra enseñan­za superior en la Escuela de Artes y Oficios. Tóca­nos ahora hablar de otro estorbo, y confesamos quenos asusta un poco tener que tratarlo desde esta tri­buna. El argumento es una pasión muy antigua, pot"cuya causa se horrorizó la tierra al ver por primeravez vertida la sangre humana. ¡hzteligcntz" pauca! yahora, aunque tenga poca analogía con las palabrasanteriores, hablemos de la frecuentación de los talle­res. ¿Quién querrá creer que son poco frecuentadostalleres bien provistos, dirigidos por hombres quetienen bien ganada reputación en su respectivo ofi­cio? La mayoría de los que nos escuchais habreis vi­sitado las exposiciones que ha celebrado la Escuela,y sin lisonja para nadie, puede afirmarse que maes­tros y discípulos han merecido bien del país. No escorriente en las escuelas de este linaje llegar á resul-

Clase de dibujo de adorno y figura

los hechos que pasan á nuestro alrededor. La mayorparte del episcopado procede de las canteras delPueblo y muy aclamados príncipes de la milicia hansubido á la cima desde los llanos de soldado raso. Y¡quién sabe los artífices de metales, de piedra ó demadera, sobrestantes y aparejadores y mecánicos yelectricistas, que nacidos para ennoblecer los oficiosy aumentar la riqueza pública, concluyeron su vida.obscura ó afrentosamente!

De aquí resulta la necesidad de disponer la ense~fianza de modo tal que no se pierda en la corrientesocial ninguna aptitud sin que se enrede en las ma­llas tendidas de orilla á orilla.

Recordar que estamos dando cuenta de sirtes, ba­jz"osy arécifes, y es claro, que hay que sortearlos:oshemos hablado de uno de estos estorbos, de la faltaDe continuidad entre la enseñanza primaria acapara-

tados tan positivos como los presentados en las ex­posiciones pasadas. Por esto hemos buscado conahinco la explicación del interrogante, y sospecha­mos que tiene alguna t'elación con una pasión muyantigua, que se desarrolla en todos los pisos sociales,en todas las edades y en todas las condiciones. Con­fiamos, sin embargo, en que no hay males invulne­rabIes y nosotros estamos decididos á oponer nues­tra acción contra lo que lamentamos, esperando queatenuaremos sus funestos efectos.

t DR. D. BRUNO SOLANO TORRES,

(Fotografias hechas al magnesio por los alumnos del Sr. Escolá, enel taller de Fotografía y Reprod ucciones fotoquímicas de la Escuelade Artes y Oficios.)

CHARADAS~~

eo R RESPO N D ENC lAPA RT I CU LA R

-- ..•...--

-¿Qué tal? ¿" delanta mucho sullija de usted en el piano?

-¡Ya lo cr(lo! Su maestro, quelocó ayer una pieza á cuatro ma­nos con ella lo decía: «Va \'. ade­lantada cuatro comp(lst's,»

Dos ofkitlles de una misma IlPlu­queríu, andl:.lluce~ ambos, riyaliza.:..

han siempre cual exagerab-a niás.­El día '22 tiecierto Illes1 recibj¡J·

uno de ellos Ulla carta de Scv'illarfechada por equivo~ación el ?3.

Enseñóla sonriendo a su com­

pa tlfrO, y le dijo:-¿Qué te paece, paisano? Aquí

tienes una ~nrta de Sevilla: la han,eserit.o maüana y hoy la he redbi~do yo.

-iToma~ dijo el otro que es ma­lagneño:-si viniera de !dátaga hu .....biera llegado ayer.

-Como que no hizo mas que mi­rarse il todos tos espejos.

Sr. D. 11. L-1ladrid.-Agradezco­sus frases COIl toda el alma. La

compo~ición está lnuy bien ('scri­tn, pero como Y. comprenderá, lamodestia me impide publicar ('sospiropos en mi propio pel'iódi~o. SI

se digna envinrmo algún trIJ))(ljode otra indole, le complaceré en­seguida. 1\0 le escribo particular­mente por (alta de tiempo, Gracias,por lodo; también yo deseo ~ono­cerle.

Sr. D. F. L.-Toledo.-Las déci­

mas son un poco incorrectas y!aallllm9rada,> es un revoltijo de ver­EOS consonantes y asonantes queno hay quien lo entienda. Pl'uCu ~

['aré complacel'le' en otra ocasión.El importe de la suscripción puedeenviarlo en sellos de c01'l'eo.

Sr. D. F. Q,-Jaca.-Digo a ustedexactamente lo mismo que á donM. L. de Madrid, en lo que respec­ta al primer envio. Las seguiditlasy el madrigal, no me gustan por laíndole de los asuntos: pero no ver­~jn('a Y. ron1.

Sr, D. L. T. S.-Valdepeüas,-Pa­rece lnentil'i:l, [..lefo todavía no heconucido a nadie que escriba «ca­

mn~rJ) así y hnga buenos yersos.

~ Sr. D. A. ~j .-Barcelona,-¡Rediez,

~ qUl' ['urietazos le da Vd. a lam'to­Ig "¡¡ (¡a' .0¡¡ El \ el~n.i la vesó un dia en tos laviosl'i tira de espaldas.

Sr. D. ,L G. G.-Granada.-No,'stan mal !lechos los versos, perolienpl1 lnuy poca gracia.

Pitusa.-Si no se enfada Vd. pu-'blicaré un Fragmento. ~..\híva.

«En IJicicletaiba la indina

~ de ),mparito

i con su vecina.»)

'. ¡nlé tu mare!. Sr. D. T. B.-Valladolid.-Aprove­icharé alguna cd1tlillOrada.l,l

UTEBO.ZARAGOZA

TOR

Sotuciones a los pasatiempos detnúmero anterior.--Jeroglil1cos.-I.oEntrega dos novelas de mi parte áPasl' ual.-2.o.- Trastorno.

Fuga de consonantes.Si quieres adivinar

mis pasatiempos muy prontopárate un poco a pensary no te sens muy tonto.r,lwradas.-Galápago. - Fotogra-

baclo.

IYIISCELANEAS

-¿Fuiste ayer a la Exposicióncon ~íatilde?

~Sí.

~Pues me ha dicho que no viómás que cosas feas.

JEROGLíFICOS COMPRIMIDOS

-¿QUE~ llevas en ese PRIMA

con TERCERA, an1i,go Andrf"s?-Pues llevo PRIMA SEGUNDA

de PRiMA SEGUNDA TRES,

En tl'e an1igas:

-¿A dónde irás á hacer el viajede boda cuando te cases?

-Á Oviedo.

-¡Callal ¿Y por qué?-Porque dice mi novio que en

la línea de Asturias es dando baymás tune108.

En PRIMA TERCERA un ayeC(llnO te fijes, yerás.Dos PRIMEI\A en el calzado.TODOen la Electra-Peral.

t'n sujeto ve que la gente invade·cOlllvletamente la calle por ver unsuntuoso entierro que pasa á ID

sazono

Admirtldo de tanto lujo, pregun'ta a uno:

-Dígaule, ¿quién es el nHlcrto?-Et que esta en la caja-le con-

testa el otro.

¡INFELIZ NEPTUNO!

No extraño su decadencia

aunque sea de granito;este dios, debe estar fritocon las cosas que presencia.

Erguido sobre la fuentecon el tridente en la mano

siempre en traje ... de verano

que ni abriga ni es decente,ve llegar todos los días

por la mañana y la tardeá la gente que más arde

en amorosas porfías.Con el cántaro al cuadril

yun largo tubo de lata,allí vá la flor y nata

de la sociedad nerit,y aguardando la ocasión

surgen como aparecidoslos soldados más garridosde toda la guarnición.

Meten ellas por la bocael canuto á algún delfínresignado porque al fin

ese es el pito que toca;y en tanto que los pescados

vomitan el agu a á chorros,se van formando los corros

••••

de criadas y soldados.¡Qué idilios y que riqueza

de expansiones amorosas!. ....Oye 1\eptuno unas cosasque se queda de una pieza.

El, percibe los efectosde aquel lenguaje floridopues sabe ya de corridotodos nuestros dialectos;

y el pobre dios de los mares

observa y se vuelve loco,colocado en aquel foco

de pasiones militares.Se explica que tenga un brazo

menos, el dios infeliz,lo mismo que á su narizfalte también un pedazo.

No habrá quien no le perdonetanta descomposición

porque en esa situacióncualquiera se descompone.

¿Quién no lo hil de defender,si puesta la fuente en brasas .....

el agua llega á las casasque no se puede beber?

ALFONSO DE SOLA.

Apagón IlustpaQo Año 1 •• Núm. 10

i -

PUNTO DE ClTA(CuadrodeVila)

15 eéntimos Zaragoza 4 Marzo 1899

Director: ALBERTO CASAÑAL SHAKERY

Propietarios: SOTERAS y COMPAÑÍA

Santuario románico de Nuestra Seiiora de Salas (Huesca.)

Esta semana solo ha habido dos su~esos que la­mentar.

Uno de ellos, lo refiere el Heraldo en la siguienteforma.

Por robo de una capa ha sido detenido un sujeto, siendo recupe­rada dicha prenda.

El otro suceso, á que hago referencia, fué la inter­pretación de El Recluta en el teatro Principal, por lacompañía de ... Pablo Lopez.

¡Rediez con El Recluta!Yo no sé qué pensaría el público de los intérpre­

tes de la zarzuela, pero es 10 cierto, que el individuoá quien el ratero antes citado le despojó de la capa,ha tenido la fortuna de l'ecuperar la prenda y el pú­blico, que yo sepa, no ha rccuperado todavía el im­porte de las localidades.

Confesamos, que todo 'está muy malo y que la per­dición de los aficionados á tomar 10 ajeno sin la vo­luntad de su dueño y de la empresa del teatro, van áser las malas compañías .....

Cuando salga esta semanael periódico á la venta,ya habrá muchísima gentepreparando la meriendapara ir á pasar un díadivertido, en la arboleda,con las mozas consiguientes,porque sin mozas, no hay juergas.

El día cinco de Marzoes clásico y se celebraen Zaragoza, con bailescomidas y borracheras.

Es día de echar á un ladolos disgustos y las penas,y con la sartén del mangoy una baturra á la veray la bota rebosandode vino de Cariñena,sin miedo al aire ni al fria,pasar el Puente de Picdray dirigirse hacia el sotopor ser lugar que se prestaá poder meterse en sitiosdonde no haya ojos que vean.

Una vez allí, en seguidamientras se hace la paella(que no se hace en tanto tiempocomo á mí me cuesta hacerla)se sujetan en dos árboles

los extrcmos de una cuel'day se tiene hecho un columpioque no tendrá sesistencia,pero que es siempre un pretexto,que con gusto se aprovechamientras las chicas se mecen,para tendcrsc en la ycrbay admirar un panoramaque le seduce á cualquiera.

Cuando ya de los vaivenesse resiente la cabeza,mientras se pasa cl mareohay que dar gusto á las piernasy ¿qué menos puede hacerseque buscar una parejay un tocador de guitarray hasta un cantador de fuerzay bailar una joticacomo se baila en la tierrahasta que entra el apetitoy. se saca la merienda?

¿Y qué mejor, si hace friaque tratar de echarlo fueracon un par de tragos buenosque no hacen daño y calientan?

Claro es, que ocurre cien veces,que pierden muchos la cuentade si han sido dos los tragosó han sido media docenay al terminar la comidaestá el soto dando vueltasy va uno á dar en el suelodonde se duerme una siesta;y ocurre también, si el vinono es de una marca muy buena,que trae trastornos mentalesy pierde uno la chavetay se dá de navajadascon el primero que encuentra .....

Pero ¡qué importa! Es un díaen Zaragoza de fiestay todo el que no va al sotoó el que á su casa regresasin dos copas en el cuerpoy en cada brazo una hembrani ha nacido en Zaragozani tiene delicadeza,ni es aragonés, ni sientelas cosicas de la tierra .....

EL SEÑ"OR DE ALFOCEA.

EIk ÚIkTlmO IkIS~O DE mATliEUMARRODÁN PRIMERO

.$,el auto, no [u"e un homb" de e,o, á quien" " conoce en Mad,id po, 'u co,"umb", ""'. ya, poe~ mi fé, de ir á todas partes con el corazón en la mano, como otros en verano llevan el sombrero porvy - comodidad y otros por doblez un rollo de papeles ó tal cual librillo de moda, queriendo dada de

estudioso; sí, demás de esto, no se viese al libro mismo chorreando ingenuidad y buena pasta, á buen segu­ro que autor y libro tuvieran algo que sentir en estas fechas de dimes y diretes con los que escriben á des­tiempo de las ideas políticas, morales ó puramente artísticas.

Aun así está dando mucho juego, como dicen los tipos de Matheu, la novela de costumbres políticascontemporáneas cuyo título encabeza estos renglones, pues que, entre zumbos y alabanzas y saetazos, va yamás de un año corrido de oir el sonoro apellido de Marrodán repicado y aun volteado, que siempre se pro­nuncia á voces por la gresca que mueven sus recuerdos.

Porque son todas las agrupaciones políticas, dichas partidos, conjuntos de gentes que ponen al gobier­no de la república y á su mejor administración y ordenamiento como pretexto de propias ambiciones, orade índole permanente espiritual (el cintajo, la encomienda, los honores de jefe de administración) ó ya fran­camente concupiscibles como las de quien come ó quiere comer con ó por el partido, habrá de ocurrÍl­siempre que se saquen á barrera las faltas y pecadillos de esos partidos, que el criterio personal asomará in­defectiblemente por sobre el dogma político, y como no es posible llevar una' discusión entablada por causadel bonum comnzune al mezquino terreno del yo, que en este caso no es elyo absoluto, ni el yo puro, sino elyo pecador, ó la generalización acerca de las costumbres políticas y toda discusión sobre la ética de los par­tidos se mecerá en el perpétuo relativismo del más eres tu dando de mano á la contienda el fiscal y el abo­gado y los testigos con el dicho aquel de los buenos tiempos del romance: Cállate y callemos, que sendas nostenemos.

y caoo aquí que esto lo dicen todos, lo creen todos y lo saben todos, por donde el hablar de los políti­cos de por vida con muy gran vilipendio y repulsa, nada es extraordinario y aun se maldice y comadrea ála costa de blancos, negros y pardos con tanta prisa, que hiciéronse callos en las costillas á unos y á otros yya no sienten el azote por creer que es su vecino y no él quien lleva el sombrerito, y así suena el chiste po­lítico á los hombres de la política como los cuentos de suegras á las madres de familia ó los chistes semibár­baros que se suben á la cabeza de los maridos á estos mismos maridos más flemudos y pachorrones.

Síguese de todo ello que la crítica circunstanciada de los vicios políticos de hogaño no tendrá ningunaeficacia, ni realizará conversión alguna mientras se ejerza de esa manera general como quien ametralla á lasmasas, dé á quien diere, pero seguro de no dar á todos y no cierto de dar á algunos.

El mismo Juvenal, el mismo Quevedo hubiesen dado en piedra con los primores de su sátira, si debajode aquellos tipos nefandos, en que poéticamente encarnaron la materia satírica, no hubiese adivinado el lec­tor gentes vivas y aun poderosas con sus nombres y títulos y motes; si no los señalaran con el dedo equitespeditesque en los comicios y en el campo de Marte; ni si no los motejara con palabras de presente al pueblode nuestra Corte clásica, viéndoles en carroza por el Prado de San Sebastián los días del Antruejo.

D. José María Matheu ha hecho esto: dar tal transparencia á las carnes de sus héroes que permita al lec­tor ver la médula psicológica de ellos; viene el lector reflexivo, pero conservador, fusionista ó republicanohistórico, se entera del fondo inmoral ó simplemente ridículo de aquel político figurín y al punto comparasus fondos; hállalos tan negros y feos como aquellos pintados y qué hace? Lo de la fea de la fábula: tira yrompe el espejo, cuando en pura moral

arrojar la cara, importa .....Entre hablar mal de sus vicios y desacreditar el libro que los retrata, opta por lo último y he aquí la

historia de las murmuraciones de hace largos meses sobre el libro de Matheu y su personaje principal.Sí, por cierto; hartos como estamos de malas costumbres políticas y ahitos de desventuras traidas por

esas costumbres, qué resonancia tendría entre nosotros el tratado teórico sobre la semejanza y conformidadde la moral y la política al modo del griego Foción ni aquel ayo de la nobleza..... y político en la Corte sinfaltar á la virtud que concibió en el siglo pasado nuestro bendito fray Iñigo Gomez Barreda? Los Mariana,los Bobadilla, los Ribadeneyra, tocarían hoy el desprestigio de sus idealismos, llenos, sí, de buena fé y muylinda prosa; pero húmedos de agua bendita y no ceñidos al tiempo ni al ambiente que piden ejemplares vi­vos de políticos tontos, logreros, astutos ó descamisados que, víctimas de sus propios sistemas, llegan al finde su vida tremendamente aleccionados, caidos por su necedad, rotos por su avaricia, encarcelados en lared misma de sus ardides, revolcados en la troya de sus miserias, y pagando su culpa en este mundo, aunantes del castigo que la fé diputó para ellos luego de la-tumba.

Ahora bien; la crítica literaria pensará como la política en este punto?No, sino muy al reves; pues ante todo y fuera de los méritos de forma y concepto y compostura y fi­

nalidad del libro, declara en justicia ser D. José María Matheu el fundador de la novela política en nuestrastierras, y esto ya es un altísimo mérito. Parecerá lance raro este de que en España, pueblo de la ridiculez

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política desde los primeros tiempos del parlamentarismo, no hayan sido enderezadas al bien y á la moral lascorrientes de lo cómico brotadas á impulso de las costumbres y usos .del público, desgobierno que es nues­tra vida por todo el siglo XIX; más es bien cierto que nadie se dignó sacar partido de tan ricos veneros yahí se están esos claros tipos de la farsa administrativa derramando en balde su vis sin que del cacique pa­lurdo que no sabe firmar, sin que del senador que solo dice no y sí en las votaciones parlamentarias, sinque del concejal bribón y del diputado trapisondista y del muñidor electoral quede otra muestra útil á lahistoria ni á la enseñanza, que las frases epipásticas de 'un periódico de oposición ó tal chanza de hoja satírica,dicha en esa su prosa decadente, híbrida, expósita, como recogida que es en la calle entre los desperdiciosde otros idiomas y el montan de la chulapería indígena.

Nuestros autores serios, los maestros de la novela española se sirvieron, en verdad, de ciertos tiposmetidos en el amasijo político pero solo para dar color al asunto; Perez Galdós, Valera, Pereda, Alarcón,Pardo Bazán 'pintaron muy diestramente no pocos personajes moderados, progresistas y republicanos, massin que del tipo brotase una sátira de sus dogmas políticos los cuales fueron traidos al libro 'como una per­fección de su retrato psicológico, ú encarecimiento de la verdad histórica de la época y del pueblo en quese realiza la acción novelesca. .

Matheu ensayó el primero en su Santo Patrmzo y luego en 1lJarrodan Primero la psicología del políti­co de nuestros días; tuvieron por fin su retrato, para regocijo de puras costumbres y gozo de letras castizas,el liberal asomado al socialismo y que por dentro es más déspota que un Sultán y el oonservador de rígidamoral pública y severos principios cuya casa es un galimatías donde mandan todos menos él, menos el in­transigente, el pUro ..... porque al fin se véque el tal ,es un puro egoista que tiene la familia como cosa se­cundaria alIado de los grandes intereses del país, del gobierno y de la dinastía.

Cómo ha realizado Matheu su ideal artístico? Diría de buen grado mi modo de pensar si no viese deuna parte mi falta de autoridad para declarar méritos agenos sin valor propio y de otra haber sido ya elasunto serio y muy favorablemente juzgado por la crítica. Así prefiero poner punto final diciendo lo quepuede decirse sin ofensa de nadie: que un ilustre paisano nuestro tendrá en la historia de la novela españolael nombre de iniciador de la sátira política.

Así Dios conserve la vida de hombre tan ilustre y de corazón tan sano para que presencie la obra enque tanta parte tiene: el descrédito y ruina de la política personal; la anulación del mangonero por el ver­dadero hombre de gobierno; el fin de la intriga por el comienzo del orden.

M. BASELGA y RAMIREZ.

CANTARESEn las rapiñas de honor

siempre la culpa es del hombre;por fragil que el vidrio seasin tocarlo no se rompe.

-Ayer se casó mi novia;¡mira si mi pena es grande!--=--Másduta es la pena mía,que ayer se casó mi madre.

A las orillas del marno vayas á cojer conchasni tierra adentro tampoco,que es pesca muy peligrosa.

Un corazón generosoes lo mismo que una iglesia;como finca nó producepero Dios habita en ella

Permita Dios que te pinchescon la aguja del pañuelo,que se te 'salga la almicay que se venga á mi pecho.

Yo no canto por cantarni por lucir la guitarra;mi voz es sangre que brotade las heridas de mi alma.

]. MaNE VA y PUYOL.

En la guerra me han herido;vuelvo, niña, y te has casado.Vaya lo poco perdidopor lo mucho que he ganado.

Antes que dejar de amartese volverá el Ebro atrásy se verá Zaragozasin la Virgen del Pilar.

¿Qué te importa que de tíhablen mal mozas y viejas?La rosa es la fiar más puray la pican las abejas~

Llevas los hombres lo mismoque los pozales del pozo:cuando estás bajando al unoes que estás subiendo al otro.

Elque te deja bailaren la plaza los domingosno sabe lo que es tenerla viña junto al camino.

Le contestas á tu padre,cuando diga que soy pobre,que de un pedazo de tierrahizo Dios al primer hombre.

RICARDO DE OLMEDO.

liA YrbA YU liCA~

-Oye, Luis, vamos á ver:¿tan pron to te quieres ir~¿Dónde yas~. . ,

-¿Dónde he de Ir~ ."A la oficina, mujer.-¿Con este frío? Anda, tonto,aguarda un poco.

. -¡¡Que aguarde~Ya sabes que ayer fuí tarde.-También sé que hoy te vás pronto.

1,1.\'0 ves, Luis, que mi placermás verdadero seríaque te pasasE's el díaalIado de tu muier?

-Eres lo más"zalameraL ...•-Nó; cuanto digo es sincero.Bien sabes tú que te quierocomo no hay mujer que quiera.

Y que te cuido de 1!n modoL ....Ah, registra tus bolsIllos:¿llevas pañuelo ... , pitillos ... ,cerillas ... , dinero ... , todo?

-Sí, ¿No te ocurre algo más?-Nada. ¿Quieres más de mí?-Vaya, chica, abur.

-Y ... así,sin darme un beso te vás?-Nó; toma.

~¿ Ves qué detalle?Ni habías pensado en ello.Ah, mirá:súbete el cuellocuando salgas á la calle.

Abrígate, que hace un díatan crúdo y tan inclemente,que pudieras facilmentecojer una pulmonía.

-Bueno, abur.-Anda, ingratón.

¡Ni que quisieras huir!Ah, mira: voy á salirá despedirte al balcón.

-¡Juan! ¿Oyes? ¡Juaaan! ...~iQué! ¿Quién llama?

Ah, tú? ¡Malditas mUJeres.! ..-Pero, vamos, es que qUIerespasarte el día en la cama?

¡Son las ocho! . .-¡Qué han de ser!

-Levántate y lo verás.Eres Un gandul y vasá llegar tarde al taller. .

-¡¡Cómo? ¿Qué hus dicho? ¿Gandul?Ponme otra vez ese mote ...-¿Y qué?

~Que cojo un garrotey te pongo el cuerpo azul.

___¿A mí?SDY yo muy resueltay, como tengo razón ...-Cobrarás un bofetón:-y tu cobrarás lavueIta.

-Mira que té he anunciadola rrim81'a bofetaday que no rebajo naday que se paga al contado.

-¡Golfo, cobarde, alma ruin! ...(Suena un golpe, y dos, y tres,y unos momentos despuésse arma la deSan Quintín.

Juan vá al taller enseguida,con un chichón en lafrente,y vuelve tranquilamenteá la hora de la comida.)

Lector: ¿ve usté el parangónque acabo de bosquejar?Pues ... ¡vaya usté á descifrarenigmas del corazón!

Juan, sin cesar de reñir,es tan dichoso en su estado;y Luis ... es un desgraciadoque se cansa de vivir.

JULIO lV[ARTINEZLECHA------UN CUENTO TERRIBLE

(Historieta de Ibailez.)

El-~.~----

(Cuento batutltlo.)

l\qudlo fué una septembrina en toda regla; porquela asonada de cierta villa aragonesa, que no hay pa­ra qué nombrar, en r88r, sin alterar la paz de la Na­ción, ni ocaslonar renuncia ó destitución de rey niRO-Iuc, sin asambleas ni decretos, sin cortes ni cons­

tituciones, no se parece un negro de uña á las menu­

das pero sangrientas agitaciones populares que mástarde han tenido la virtud de provocar, á todas horasy en cualquiera parte,el odioso impuesto deconsumos ó la capita­

ción personal, arbitrada

por logreros del Erariopúblico.

Levadura de motin

no falta en un solo pal­

mo de tierra española.y en la villa de mi

cuento había también

un Pu/itos, como el

creado por Galdós, yun Godoy, el tío Pedro,

el seiló arcalde, que ha­bía logrado concitar lasiras del pacífico vecin­dario, no sé cómo ni

por qué, á punto fijo, nime importa.

Lo cierto es que unatarde el tio Pedro es­tuvo inhumanamenteacorralado en la casa

de la villa. Hubo que

atrancar puertas y ven­tanas. Las masas arre­

ciaron, y en la plazano se oían sino vivas ymueras ensordecedores

de los que tanto gustamos para arreglado todo,cuando se trata principalmente de llenar el estóma­

go, aunque el vecino desfallezca.Una ola suelta de socialismo práctico, una oreji­

ta de la hidra famosa, protesta contra la opresión,

red de justicia, barruntos de libertad, bostez03 de

hombre ..... Era lo que fuese.Gana de gritar.

Pujitos, orador, se dió tal maña que hasta las mu­jeres y los crios enronquecieron .....

Sonó el primer tiro é instantáneamente apa:'ecióen el balcón el tío Pedro, pálido, azorado, echandosu pechazo fuera de la carcomidá baranda, empu-

ñando la 'Z'aracon bor­

las per mitad de la ca­ña, accionando con ella

como el predicador cua­

res mero con la efigie deCristo, levan tánclolamucho, cual si amena­zara al cielo.....

I-Iubo una pausa, unsilencio casi solemne.

-¿Qué quercis? prc­guntó~entre airado y su­plicante.

¡Que s' abarate el

pan! rugió el pucbL,.

-¿Qué más: (Tia Pe­dro no era orador, ni

en aquella situaclón lo

hubiera sido Castclar.)--¡Ques'abarateel vino!

-¿Qué más?

-¡Queno halga quin-tas, ni contrebuciones

. '1ni na .

-¿Y qué más? pre­guntó, ya fuera de sícon voz estentórea.

Pujitos, extrepitosa­mente coreado se atre-vió á decido:

-¡Que le cuerteh la cabeza al ladrón del arcalde!

Irguióse tío Pedro olímpicamente. Y repuso;-¡Bueno! ¡Pus..... toa se vus concede ..... menos.

l' ultimo.

MANuEL DE LASALA LLANAS.

Sustitución de puntos por letras

CORRESPONDENCIA PARTICULAR----

-Pues yo afirmo que no lo herobado.

-Pruébemelo V.-);ada mas facil. Me encontré·

con un conocido, subi con él a sucasa, y una vez arriba, me dijo:­¿Quire V. tomar algo? Tome V. algu­na cosa.-No usé en el acto de laautorización, pero me quedé unmomento solo y tomé el reloj que'había sobre la mesa. ¿Es esto,robar? -::-

P. P. CERA.-Si usted me autoriza­

para corregir algunos ·versos duros-.que hay en la composición "A unacoqueta" la publicaré. El "Sucedi­do» tiene el inconveniente de quese adivina el final y este pierde to­da la gracia. No versifica Vd. malpero cuida muy poco la elecciónde asuntos. Hay que huir de lasvulgaridades como de los acree­dores.

Sr. D. E. H. G.-Madrid.-Lo pri­mero que hay que hacer para es­cribir versos, es elegir una elase derima, y ese «Cuento andaluz» no sesabe á qué composición métrieaperteneee. Heeibi los "Cantares" ytratamos de eanlarlos en la guita­rra el administrador Y yo, pero nopudimos. Los hay de cine o versos,_«lo cual que;) me ehoco.

Sr. D. H. A. A.-Zaragoza.-No es­tan mal hechas las quintillas y sevé que Vd. podra eseribir algo pu-·blicable. Pero esa filosofía barata

que encierran los versos que me­remite, no ha sido de mi agrado nile gustaria al públieo tampoeo ..Créame V.

Sr. D. V. C.-Zaragoza.-No lJUe­do eomplaeerle, porque es muyInedianito el ((cuento.);

LI\'ODETANTos.-¡Hediez que lite­ratos andan sueltos por Aleaúiz!Esa costumbra de Celestinito demeterse los dedos en las nariees yehuparselos después, tendra mu­cha gl'Bcia, pero es de muy malgusto para deserita.

Dedlquese a la labranzaque le ira mueho mejory pierda usté la esperanzade ser un buen eseritor.

S. D.T. Z.-Fitero.-Si fue"a i>

eontestar particularmente a todaslas eartas que reeibo, no tenf1ríabastante eon el sueldo de di"eetor'no torne, pues, á descortesía misilencio. Los ((Cantares)) son supe­riosísimos. Ahí va uno de nluestru.

La mujer que tira su hijoen el eampo o en la callees ea paz de asesinara su padre y a su madre.

Sr. D. A. ]\f. C.-Bareelona.¡Vaya un modo de eseribir!

¡Sobra la h en estío!. ..No me haga usté de reirqne tengo ellabío partío.Sr. D. L. T.-Valladolid.-Trataré

de eomplacerle. No puedo deeirlecuando, porque hay mueho origi­nal en eartera.

Sr. D. G. C. I.-Granada.-Otravez será.

Dignidadl'\ombre de mujer

nil para fumarParte de todo barcoDaüo

xXXXX

CUARTA, SEGUlI'DA con PRIMA

es, lector, un balneario;a mucllos les ha perdidola PRll\IA l SEGUNDA, CUATRO;

PRIMERA CUARTA en la guerrase esta viendo a cada paso

y mi TODOes una cosaque cusnta muy pocos cuartos.

L II pollo fué dias pasados a visi­tar a duúa Celedonia, que vive cer­ca del I\etiro.

-¿A que' debo tanta fortuna?-lepregunta la dama.

-He venido a ver las fieras y he

aprovechadu esta ocasión para ha­cerle a usted una visita.

Estaba don Ruperto haciendo

gestos delante de un espejo, cuan­do fué sorprendido por un amigoen esta ciudad.

-¿Qué haces?~le dijo.-Es extraüo lo que me pasa: por

mas que llago, no puedo verme enel espejo cull los ojos cerrados.

Soluciones a los pasatiempos delnún1erü anteTiol'.- Gerogliticos.­De Zarragoza a Ltebo hay poca dis­tancia. -Alicaido. - Trastornada.­Charadas .-Con ta dar .-Carnero.

MISCELANEAS

Examen de historia

-¿,Qué sabe V. de AtilaO-Que era un barbaro.-Bueno; ¿y qué mas?-Nada más. ¿Le parece a V. poco?

CHARADAS

l'RlMACUATROen el mercado,SEGUr-iDA TRES en la iglesiay es PRDU. DOS TERCIA CUATRO

quien no trabaja y pasea.

Sustitúyanse los puntos por le­tras de modo que sean las mismasdel primer renglon en todos los de­mas, y variando la que se ha deponer en lugar del aspa diga:

-¡Qué felicidad decia una amigaa otra,-si los hombres fuesen an­geles!

-Pues hija mía, todos los que ami 111(' han querido, lo eran.

-¿Por qué?-¡ y amiga del alma¡ ¡Porque

han volado!

Entre un inspector de policía yun presu nto ladrón.

-Usted ha robado ese reloj; nome cabe duda.

JEROGLÍFICOPor< Canter<o

RepstrriadoYa ha venido el chico

de la tia Pilara,ya ha venido de Cuba, esa tierra

traidora é ingrata.Que malico ha güelto,da miedo su cara,está sin movese,tendido en la cama.

Sus ojicos negros,que alegres brillaban,con juerzas tan grandes,que paician ascuas,hoy san dos candelasque tristes s' apagan,y al verlo la gentese dice asustada:

-Que malo está el chicodela tia Pilara:

ya ha venido de Cuba, esa tierra,traidora é ingrata.Aunque él adivina

que su vida acabapor que siente en el pecho una cosa

qué espacio lo mata,al ver á su madre

juntico á su cama,se esfuerce y se riepa no acongojala.y ella que conocela muerte cercana

de un hijo querido,del hijoá quien ama,porque tenga animopa dale esperazas,se finge contentay en alegre charla,le dice:-¡estás güeno!­Creyendo lo engañay la pobre se rie, se rie .....¡Mentras llora su alma!

MARrANo BEI\DEJO.

La semana próxima se pondrá á la venta el libro"Cantares baturros», de nuestro director.

Por razones especiales, que es muy posible queustedes comprendan, no puedo hablar nada del citadolibro.

Lo único que se me permite decir, es que celebra­ría muchísimo que lo compraran, porque estoy bas­tante interesado en el negocio .....

¡Que Dios les dé á ustedes los dos reales que leshacen falta para adquirir la obra!

EL SEÑORDE ALFOCEA.

do en breve tres ó cuatro estrellas del «arte tauríno»,cuya fama eclipse la del mismísimo Nicanor Villa?

Somos de la madera con que se hacen los torerosy los gobernadores, y si muchos no llegan á ocuparlos primeros puestos en los carteles de toros> ni losprimeros destinos en las capitales de provincia, no espor falta de iniciativa y de talento, sino por olvidoinvoluntario de los empresarios y de los ministros.

La afición á los cuernos no falta y esto es loprincipal.

Conozco muchos señores del gremio de casados,que piensan hacerse socios del "Club Villita», paratener en qué distraerse y no estorbar en casa á susseñoras respectivas, á determinadas horas de la.tarde,y sé también de algunos aspirantes á directores ge­nerales, con muy buena mano izquierda, que debu~na gana se irían á echar un capote, si la talla noles inutilizase para la lidia.

El «Club Villita>, va á dar pingües ganancias álostaberneros y á los boticarios y los jóvenes entusiastasdel arte del Lagartijo, seguramente no echarán demenos, en adelante, á aquella célebre vaca Mateaque tanto juego dió en la Plaza de Toros de Zaragoza,durante algunos años.

Esta fiebre taurómaca va á ser causa de una revo­lución importantísima en nuestras costumbres. Laepidemia crece y hasta El Mercantil de Aragón lepuso á D. Francisco Cantín su correspondiente pai'de banderillas, á raiz de la manifestación organizadahace unos días, para que el alcalde de Zaragoza con­tinuara ejerciendo su cargo.

Si las cosas siguen por este camino, de esperar esque si alguien intenta suprimir el nuevo « Club» sereunan los zaragozanos en manifestación imponente,y recorran las calles de la siemprc heróica, luciendoestandartes con el siguiente rótulo:

«¡Que no nos quiten el Club,,)Ó con este otro.

(qQue no se nos voy&. el ganadob)

¿tan pronto quieres salir?

¿tan pronto te quieres ir?

Nuestro amigo Lasala también tuvo que lamentaruna red por una sed y un bostezos'de hombre, en vezde bostezos de hambre. En fin, qne hasta en los can­tares baturros se deslizó un áprincipiau que clamabaal cielo.

Fuera de estos sucesos desagradables, no h1.).boel día 5 riñas, ni asesinatos, lo cual ha disgustado nopoco á buen número de porteras, que no pudiendoacudir al soto, ni tomar parte en ninguna juerga, noles quedaba más distracción que la de leer en los pe­riódicos al día siguiente esos relatos sangrientos éinteresantes, sin los cuales parece que pierde muchode su clasicismo la popularísima tarde del 5 deMarzo.

Todo quedó reducido á tres ó cuatro, cuestionespuramente personales, por mor de los malditos celos,y á unas cuantas curdas de buen género, que tuvie­ron feliz desenlace en la prevención.

Esta inocente manera de divertirse, bailando 'y co­miendo, sin repartir morradas á los postres, noquiere decir que los aragoneses pierdan los rasgostípicos de su carácter, ni que el humor se nos vaya,ni que nos quede poca sangre torera. ¡No, no, no!.....Humor y sangre torera no nos faltan. Ahí está el«Club-Villita», recientemente creado, para no dejar­me mentir.

Hada falta cn Zaragoza una escuela de tauroma­quia, y ya la tenemos.

Gracias á tan importantísima mejora, los aficio­nados á sufrir revolcones podrán volver todas lastardes á sus domicilios respectivos con los pantalo­nes rotos por cualquier sitio delicado y con la cabezaentre paréntesis. Pero ¿qué duda cabe de que graciasá la creación del "Club" daremos los aragoneses elprimer pasé) para la regeneración del país, presentan-

en lugar de

~La semana pasada, pensando en la tarde del día 5,

suf6mos los zaragozanos trastornos mentales, que noacabaron de mala manera porque, gracias á Dios, enZaragoza nO se vende mal vino. Hubo, sin embargo,percances que lamentar en la Redacción de ARAGONILUSTRADO.A los cajistas se les fué el santo al cielo yen el último número se escaparon algunas erratas,que bueno será que el público no las tome en cuenta.En la poesía «La vida vulgar» apareció en una re'­dondilla ir aconsonantado con ir, lo cual, ¡natural­mente! no le hizo gracia ninguna á nuestro compa­ñero Martínez Lecha, que había escrito en eloriginal:

Vista del1luevo puente de hierro sobre el Ebro.

¡REDIEZ, QUÉ JUADA!------- -------

No había en San Mateoun mozo tan galán como Tade o,según toda opinión acreditada,pues, aunque descollaba por 10 feoy por su tez morena asartenada,de aquellas que no píerden ni en colada,era, por su viril musculatura,su gentil aposturay su resuelto andar muy agraciado,10 que se llama un mozo bien plantado.

Por eso con cariño le mirabanlas mozas que en la acequia fregoteaban,viéndo1e regresar todos los días,insensible á su hechizo,de regar el panizoó entrecavar patatas y judías.Yes que él solo quería á Timotea,chica que no era guapa ni era fea,una miaja negrota(pero un primor para bailar la jota),en su casa un tesoroasídua y limpia cual los chorros de oro,la primera, arrancando, en la cuadrilla;solícita en la trillay con la lengua y manos como un hachacon otras al limpiar la remolacha.

Tal para cual el mozo y la mozuela,queriéndose los dos como borregosy sintiendo avivarse la candelade sus desasosiegos,pensaban para muy pronto en casarse,

temerosos del diabloy atentos al consejo de San Pablode que mejor eso es que abrasarse.

Pero ¡ay! un día supoTadeo que á las filas le llamaban,y excedente de cupo,corno otros que ya libres se juzgaban,aunque nada contento,tuvo que incorporarse á un regimiento,y, fingiendo un valor que no sentía,despedirse de aquella á quien quería.---«Chiquia, no tengas miedo»-la decía;­yo golveré á esta tierraaunque vaya á la guerra;conmigo no podrán, que soy mu bruto,gómito, balas, fiebre, ni escorbuto.);

y ella, que acongojada le escuchaba,luchando entre el temor y el embeleso,con sus ardientes lágrimas mezclabaun triste «¡Adios!,>y un apretado beso.

A Cuba fué Tadeo confortadocon la idea de ser siempre esperado,rebosante en el pecho el patriotismo,creyéndose obligadoá rOrIlperle el bautismocon la más fiera sañaá todo el que luchara contra España.

Con aquel mozo, de alma y cuerpo indómito,nada pudo, corno él decía, el vómito;y aunque en una pelea muy reñidapara salvar su vida,

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manejando el machete,les mató á los mambises seis ó sietey no pudo escapar sin una herida,á las cuatro semanasya estaba bueno, de reñir con ganas,y con un entusiasmo extraordinariopor su cruz y pensión ¡de un real diario!

En tanto en San ::\Iateocesó de Timotea el gimoteo;se mostró al poco tiempo consoladaesperando la vuelta deseada;luego oyó de su madre los consejosdiciendo que Tadeo estaba lejos,que había estado maloy después de eso herido,y que nadie sabíacuándo ni de qué modo volvería,si con pierna de paloó tísico perdido;que las chicas que tienen proporcionesnunca deben perder las ocasiones,y otros mil argumentos semejantes,en los que son las madres abundantes,y se casó al galope con un tuertoque tenía tres campos, casa y huerto.

Nada de esto Tadeo imaginaba,pues siempre que á su madre le escribía,mostrando de cariño el alma llena,y por su ingrata novia preguntaba,para evitar su pena,la madre lo ocurrido le ocultabadiciéndole no más que estaba buena.

Finó la guerra; de coraje mudovió aquel soldado rudo,ante aquella mancilla,

por la vergüenza ardiendo la mejilla,arriarse la banderapor la que cara á caralargo tiempo lucharacon la hermosa bravura de la fiera,y, como tantos otros, hacinado,el pobre repatriadotornó á la patria .....

Triste y silenciosala madre, que la vuelta espera ansiosa,en el hogar está; suena en la puertaun golpe, late el pecho, y cuando abiertaaquella, se oye un tierno «¡Madre mía!»al recibir al hijo entre sus brazos,siente que el alma se le va en pedazos,presintiendo catástrofe sombría.~¿Y Timotea?~la pregunta ansioso.-No te he dicho Por Dios no te acalores,olvida á esa mujer .

-Pues ¿qué ha pasado?replica él descompuesto.-Pues lo que ocurrir suele en los amores;tu novia se ha casadoy otro ocupa tu puesto.-

Quedó sombrío el mozo;la madre le miraba sin sentido,ahogando algún sollozo,temiendo de su furia el estallido,hasta que el sencillo tealzó firme y serena la miraday se rascó el cogotediciendo nada más: <<¡Rediez,qué juada!»

JUAN PEDRO BARCELONA.

HISTORIETA MUDA (Por lbáñez.)

ha Guestioll~ --")

sOGiaI

Alberto era burgués acomodado;su moral sociológicafué siempre defender de todo ataqueel orden subsistente de las cosas.

Juan era socialista,y tachaba de erróneala terrible doctrina que pretendeconseguir la igualdad á cualquier costa,pues aunque siempre dirigió sus mirasá destruir la servidumbre odiosadel proletario esclavo del patrono,siempre negó también que en unas horasse deba destruír lo que ha formadoel concurso del tiempo y de la historia.

Lucas era anarquista;la moral, exclamaba, es antropófaga .....es preciso matar, ser el verdugoconstante del que explota .....Se vive nada más del propio esfuerzo,al que infringe esa ley se le destroza ...

,Sobre la mesa de café, una araña

arrastrando á una moscaapareció.-Miradlas, dijo Alberto,son las oremisas solasdel silogismo, para el cual la ciencia

no tiene solución satisfactoria;libertar al insecto aprisionadoes ir contra la lógicade la naturaleza, que establece,y en sus leyes sanciona,el que viva la arañaá expensas de la sangre de la mosca .....

-Debe vivir, repuso el socialista,pero jamás á costade otro insecto, y en tanto ese problemade la ciencia social se solucionadebemos libertar al oprimido.

--y matar al que oprime y al que explota,exclamó el anarquista, hasta que al hombrese le ocurra la idea redentora;el modo de que vivan las arañassin comerse á las moscas .....

Murió la araña. Alberto gritó mucho;se despidieron con la cara fosca,y me chocó un detalle: Alberto solomarchó por una calle, y por la otracogidos de la mano, Juan y Lucas .....¡murmurando de Alberto cada cosa!

ANTONIO TEIXEIRA.

No le eches agua, niña,no le eches agua

al fuego que incrementotoma en mi alma.No lo apagaron

ni miserias, ni penas,ni desengaños.

Quien saber pelear quieracon constancia y con valor,lea la historia del sitioque hizo célebre á Aragón.

JOSB; YRUELA.

No me extraña que me digasque en tu pecho estoy grabado;ya sé que tu corazónes un album de retratos

Si me besaste llorandocuando estaba en la agonía,¿por qué me dicen que el médicofué quien me salvó la vida?

---""""---No hagas caso. de las flores

que oigas echarte en la calle,que hoy día las alabanzasno son para el que más vale.

No te rías de los hombresni con su cariño juegues,que á la mosca más zumbonale echa la araña las redes.

MANUEL Foz B. DE QUIRós.

En la Inclusa á un pobre niñole oí cantar una tarde;-iQué triste es no cono.cerel cariño de una madre!

En tu cara alabastrinaun lunar llevas impreso;dí si el llevarlo te enojapara borrártelo á besos.

Dejé una noche de vertey comprendí aquella nocheen qué consiste la muerte.

EMILIO Es TER RUBIRA.

JEROGLÍFICO (Por Sustancias.)--- .....•---

Soluciones á los pasatiemposdel número anterior.-Jeroglífico: Las flores más hermosas,-van por desgra­«cia-á morir junto á seres-que no las aman,-y las modestas-viven siempre queridas-en las macetas.­Sustituciónde puntosporletras: Papa, Pepa, pipa, popa, pupa.-Gharadas;Perezoso.-Baratija.

Ad \/ertteoeiaimporrtante

Deseosos de corresponder al creciente favor que el público dispensa á nuestro semanario, desde el día

L° del próximo mes de Abril introduciremos en ARAGÓNILUSTRADOreformas y mejoras importantísimas,tanto en la parte artística de la revista, como en la literaria. Seguros estamos de que esos proyectos y mo­<iificaciones que daremos á conocer al público en momento oportuno, serán del completo agrado de nues­tros favorecedores, puesto que la realización de tales reformas harán de ARAGÓNILUSTRADOel periódicomás ameno y barato de cuantos en España se publican.

Por ahora nos limitaremos á advertir, que desde el número próximo comenzaremos la publicación de

'Unanovela de costumbres aragonesas, titulada:

.escrita expresamente para ARAGÓNILUSTRADO,por

ALBERTO CASAÑAL SHAKERY.

Esta novela se publicará en forma encuadernable é irá acompañada de ilustraciones originales de variosdistinguidísimos artistas aragoneses.

Deseamos que

AnEJA ~-\,-sea bien acogida por los lectores de la revista, pues nuestra única aspiración es satisfacer á medida de nues­

tras fuerzas, los deseos del público que nos favorece y nos distingue.LA REDACCION.

------------- - ----- ._-----_._'-----------------------

Por J. Rodríguez.

---~

-:-CORRESPONDENCIA PAR'fICU~AR,

-¡Qué se habra hecho ese chico,dice una.

-¡Qué habra sido de él! replicaotra.

-Señoras, dice una señora «sa­bia» de esas que abundan en todas­partes, yo sé lo que ha sido de ese­hombre.

-¿De veras? exclaman todas.=Si, ¡pero es un secreto que no·

debe publicarse todavía. A Pepito­le han ({crucificado,)

-¿Eh?-¿Cómo?~Sí, le han otorgado la cruz de·

Isabel la Católica.

----~Roma 135 137 139

~ESRliROO

JEROG~¡FICOS COMPRIMIDOS

'*-----~------%{

~

I?1[-----------~

S. D. M. L.-Madrid.-No es ustedquien debe darme las gracIas, sino­yo a v. por el favor que me conce­de distinguiéndome con. su cola­boración. El soneto es muy bonito­y para él no he llallado ilustraciónmás adecuada que la que lleva yque deseo sea de su agrado. Le es­cribiré en cuanto ;me sea posible.

Sr. D. F. de la C,-Siento mucho·no poder complacerle, por el he­cho de ser V. joven y aficionado.Pero son IUUY malit.os esos «can­tares.»

Sr. D. A. S.-Ira el "Cuento dedos siglos há" si Dios me da salud.

Sr. D. M. S.-Badajoz.-Va usteda pasar mas trabajos para :Ilegal'por ese camino a la cumbre de lagloria, que los que ha pasado Sil­vela para pescar el poder.

Sr. D. J. G. L.-Me resultan los cantares

muy sosos y muy vulgares.Sr. D. A. C. l.-Barcelona.-¡Hom­

bre, para escribir versos no hace­falta reñir con la ortografía! Esos>«(ayes)) con ((h((, parten el alma.

Sr. D. L. B.-bJalaga.-Su composición ((Un sueno»

me ha parecido muy mal.¡Es usted un malagueüocon muy poquísima s(\1ISr. D. C. A. T.~Sevilla.-

Otro escritor en desgraciayeso que es de Andalucía.iRediez y qué poca graciatiene el cuento que me envía!I;r\ PELAGATOS.~ Que pierde el

tiempo escribiendo unos roman-­ces m IIy pedeslres.

Sr. D. T.. ~, L.-Guadalajara.­Aprovecbaré alguna humoradita.

Sr. D, S. C. D.-Madrid.-¿Conque le han pagado á V. en algunos,periédicos cinco duros por sus ar­tículos?

Pues hombre me alegraréqueo;siga de esa manera.Yo.... no pienso darle á usténi un perro chico siquiera.Sr. D. M. N. B.-¿Con que versi-­

tos "A Julia" eh, pillin? ¿Y qué leha dicho a usted ella? Porque si ledice queson bonitos, cuente usted.que le engaña.

Sr. D. D. P.-Toledo.-No, no me es usted molesto

y complacerle querríapero ¡ayl tiene que ir al cestopOI' fuerza su poesía.

rl~MA

En la PRIMADOSTERCERAde la PIUl\lERA con DOS,

comiendo TERCIA SEGU:r\DA

encontrabase Leonor.

~IISCELANEAS

I;n individuo va a arrojarse por el,iaducto, y un municipal exclamaal verle:

-,Desdichado! ¿qué 'VI, V. a ha-cer'?

-No tengoun céntin1o.~¿Pero no tiene V. parientes?-Sí, señor, soy casado y mi mu':'

jer es rica.-Entonces váyase V. á vivir con

ella.

-Muchas gracias, 111i desespera­cion no llega hasta ese punto.

PRIMERATRES en la calle,

y es un pronombre la DOS,v mi TODO, si lo buscasio hallarás en ArHgén.

CHARADAS

El 'IODO de esta charada

es, aunque parezca extraño,una PRiMERA SEGUNDA

bastan te TERCERACUATRO.

PRLiHA TERCERA PRIMERA

en la SEGUNDAllallaras.PRHilA DOS CUATRO lo mismo,

y al TODOle pasa igual.

En nna tertulia.Laméntanse varias señoras de la

ausencia de Pepito, el nido mima­¡lo de la reunión.

CUADRO DE GÁRATE

---- ..--------

Aquel famoso campeón que en los juegos olím­picos de Grecia ganaba las carreras llevando un bueyencima, que acto seguido mataba al buey de un pu­ñetazo, y que después se lo comía de una sentada,tiene ahora quien le dé quince y falta, sino en ligere­za de pies y fuerza de puños, al menos en cuanto ápotencia digestiva.

y cuenta que si es dificil comerse un buey des­pués de haberle llevado encima y de darle el caéhete-que no siempre es sinónimo de puntilJa,-más me­ritorio es echárselo al coleto sin tales aparatos, queal fin y al cabo despiertan las ganas de comer.

La voracidad de ciertas personas no se comprendesino por la ley de las compensaciones.

Así como hay gente que pierde el apetito, hayquien tiene la fortuna de encontrarse en la calle eseapetito que pierden los demás.

Personas rumiantes-en lo de tener cuatro estó­magos,-gargantas que, como las orográficas, bienpodrían llamarse «desfiladeros» y tragaderas que

hacen pensaren el criterio práctico y acomodaticiode las personas dece;7ztesy moralistas al uso ..... tal esla fruta del día.

La presente generación viene dispuesta á comerse'por los pies ó por las agarraderas al baúl mundo enque vivimos.

Por eso se ponderan sin duda las «grandes necesi­dades» de la época presente.

Los jóvenes del día llevan todos, como si fueranlos diies de moda, el diablo de la duda en pleno ce­rebro' y el demontre de la solitaria en pleno paqueteintestinal.

-No hay miedo-le decían á uno de estos jóvenesdelgados y voraces-de que usted fallezca de re­pente.

-¿Por qué razón?-preguntaba el aludido con laboca llena.

-Porque usted no puede morirse sin comerlo nibeberlo.

En la primera edad los preparados de hierro y las

emulsiones de aceite de hígado de bacalao, más tardela gimnasia higiénica, y ,dSspuésuna cesantía decuando en cuando, son cosas que sostiene el apetitomientras dura la vida.

A algunos les luce 10 que comen, y andan por ahílustrosos y redondeados como lechones á pleno ce­bar ó cabal~os engordados con el arsénico.

Esto siempre es una satisfacción para losamigos,para la familia y aún para la piopiapersona de losjóvenes de buen año."

Otros, en cambio, no hacen honor á la comida y,siempre tiesos y largos, hacen pensar en la frase delfilósofo positivista:

«El hombre no es nada más que un tubo verticalpor donde entran los alimentos de arriba abajo.»

Entregarse á la gula es entregarse al peor de losvicios, y no hay nada' más abyecto que la continuavida material de estos modernos «cerdos de Epi­curo.»

-Pero hombre, tú ¿por qué no estudias?-Porque busco mantener me en todo, y así me

mantengo ..... en la ignorancia.-¿No lees historia? ¿No te preocupan nuestras

pasadas luchas intestinas?-Me preocupan más las presentes luchas intes­

tinales.-¿N o piensas en los horrores de la guerra europea?-No pienso más que en los horrores de la di-

gestión? "El primer concilio que se celebre en España habrá

de pensar en la modificación del Padre nuestro.

Porque en la segunda parte, cuando imploramos«el pan nuestro de cada día,» creen muchos que pe­dimos poca cosa pidiendo solamente un pan.

-Yo creo que moriré de indigestión-me decíaun Heliogábalo recién salido de quintas.

-¡Ca, hombre! Tragando lo que tú tragas, lo másprobable es que mueras de un susto.

-i Vaya una lógica!-De primera fuerza; como que tú acabarás «por

tragarte la muerte», no te quepa duda.El espíritu público está por la templanza.Tanner, Succi, Merlatti y otros ayunadores se

ganan el pan no probando bocado.En cambio ningún glotón puede explotar COnsu

vicio la curiosidad pública.Los manuales de Historia no hablan con elogio de

ninguna comilona célebre.y ya veis que ponen por las nubes á la Dieta de

Worms, á la Dieta de Ratisbona, á la Dieta de Angs­bourg y demás ayunos políticos del siglo XVI.

-¿Sabes que me caso?-me decía un glotón laotra tarde.

-¿Tú mantener una familia? Parece imposible.-Pues sí; me caso con mi prima hermana.-¿Y con qué cuentas?-Pues ya ves, con la dispensa del Papa y la des-

pensa de mis papás.

LUIS Royo Y VILLANOVA.

==~WIv!d\##I*I\±JI.±A1.d\;kkkAt:J_=-,¡,-

Facultad de Medicina y Ciencias.

------Las flores que hay en su tumba

de fijo que son amargas,porque desde que nacieronlas han regado mis lágrimas.

Amor con"amor' se 'Paga,dice un refrán muy usado,pero tu á mi me has devueltoen vez de amor, desengaños.

Si me pondría contentoal escuchar que me amabas,que me encontré con tu madrey me pareció hasta guapa.

MARlANO BERDEJO.

Es más grande que la marel amar que te prafeso,y mayor ódio á tu madreque la. inmensidad del cielo.

Nada á mi me pertenece,parque es el alma de Dios,es de la patria mi viday tuya mi corazón.

Cuando me muera y'me entierreny venga gente á rezarrrie,desde la-huesa sabrési la que reza es mi madre.

Si á la planta del recuerdocan llanto nO'se le riega,viene -el cierzo del alviday en un instante la seca.

Cometiste -en mi personarabó con asesinatO',pues me has quitada la viday el corazón me has robada.

ALFREDa FERRÁNDEZ ESCRlVÁ.

~ MISCELÁNEAS

Quejáranse los vecinos de cierto pueblo al alcalde,de que el cortador rehusaba expender carnes. Lla­mado éste ante el alcalde, manifestó que nO'lo hacía,porque nO'despachaba en el día la res que mataba,y que para el siguiente se le echaba á perder can elcalor que hacía. _

-Eso se puede arreglar perfectamente,-dija ela1calde.-¿Qué es la que usted acastumbra á matardiariamente?

-Un buey.-Pues desde hoy mata V. media, y mañana el

otra medio.

. En los pasillos del Congreso, entre das padres dela patria.

-Usted no tiene competencia para criticar misdiscursos. ¿Qué sabe de elacuencia un diputada queen toda lo que va de legislatura nO' ha abierto laboca?

-Está usted equivacada-replica el atra-Siem­pre que usted ha hablado he abierta la boca ... parabostezar. .

En un examen de anatamía:-¿Cuáles son los últimos dientes que echa el

hombre?-Las pm¡tizos.

Daña Ruperta se ha casada. en segundas nupcias,y está lacamente enamorada de su- nuevo espasa,Días atrás decía á una de sus amigas: . -

-iAh! ¡Si mi pabre Carlas que, esté en glaria, re-

sucitara, se consideraría feliz al ver can qué hambretan encantadar le he reemplazado.

Cierto juez. preguntaba á un bandido:-¿CómO' as habéis asaciada á esos criminales para

consumar tantas rabos?

-Mire usté,-repuso el ladrón, por:que no quisO'asociarse á mí ninguna persona' hanrada para eleficia.

Un caballero sumamente distraído, fué de visitaá una casa, y equivocándose de habitacianes, entrÓen la cocina en vez de entrar en la sala.

-¿Está? preguntó á la cocinera, refiriéndase á ladueña de la casa.

y le cantestó la daméstica:-Todavía no; le faltan tres vueltas de asadar.

Entre padre é hijo:-¿Supango que te habrás lucida en el exámen?-Ya la creo, papá; figúrese usted que los profe-

sares quieren que la repita.

Un bahemio se presenta en casa de un banquero,para pedirle socorro.

-El señor nO'recibe,-le dice el criado.-No imparta que no reciba, con tal que dé alga,

-le dice el bahemia.

El que sirvió de asunto á Pablo Bourget para unade sus más celebradas novelas, no es más que una deesas adivinanzas con que se entretienen los chiquillos,si se le compara con los que de continuo «surgen enel seno» de nuestra sociedad, ora COn el adjetivo deárduos, ora con el mote de pavorosos.

Ni las personas más enemigas de meterse en hon­duras, ni las más creyentes y ajenas á esa «amargaduda» que tanto atormenta á los poetas principiantes(y á quien los lee), ni las que tienen su manera devivir, y aún de pensar, menos sujeta á cavilaciones,pueden sustraerse á los mil y un problemas que ennuestros días convierten á cada español en un som­brío príncipe de Dinamarca ..... sin principado.

(Excepción hecha de los asturianos y los catalanes,que sí lo tienen, y con P mayúscula.)

Hoy todo es problema, todo es incertidumbre,todo es enigma, todo es «questión», con su corres­pondiente «that is te» (<<tazade té», que traduciráMansí), y si encuentro editor que me pague bien mitrabajo, he de publicar una crónica muy «fin desiglo» que tengo ya pla neada, y que habrá de llevareste título:

¿?(HISTORIA DEL SIGLO XIX)

Algunos infelicesque no ven más allá de sus narices,

encontrarían más justos y adecuados, en vez de esossignos de interrogación, unos signos de admiración;tan admirable y maravillosa les parece esta sociedad,cuyo mecanismo y tendencias no me inspiran másademán ni actitud-y téngalo presente el editor dela citada "Historia», por si quiere poner al frente miretrato-que la actitud y ademán del que se abre debrazos, se encoge de hombros, enarca las cejas, con­trae el labio superior y adelanta el inferior.

Pero no es cosa de asustar al que leyere haciéndo­le temer que vaya á meterme en filosofías trasnocha­das ó en variaciones cursis sobre la duda metódica yel perpetuo «sólo sé que no sé nada».

Trátase solamente de indicar que la única superio­ridad de la época presente respecto de los tiemposantiguos consiste en la mayor cantidad' de esfinges.

Entonces no había más que una, la de Tebas, yahora salen por docenas á la vuelta de cada esquina,sin que haya medio de darles esquinazo. _

Nadie más despreocupado que yo y menos sujetoá las dudas y zozobras que caracterizan al hombremoderno; y sin embargo, no dió á Hamlet tanto quehacer su famoso «to be or not to be», como á míeste problema indescifrable:

-¿Me la haré con una sola hilera de botones? ¿Mela haré con dos? ¿De qué manera me caerá mejor laamericana?

El mismo Edipo, vencedor de la esfinge clásica, sehubiera declarado vencido ante este enigma; cuanto

menos yo, averiado «enfant du siécle«, que ya traigoel espíritu roído y gastado por otros medrosos y di­fíciles problernas .....

--¿Se debe ó no se debe pedir con cinco en elbaccarrat?

-¿Se la cortará ó no se la cortará Guerrita?-¿La forma poética está llamada á desaparecer de

la literatura moderna?Misteriosos enigmas que me han puesto á dos de­

dos del suicidio, y que me hubieran lanzado segura­mente

«alla partenza che non a ritorno» ,si no me hubiese detenido, momentos antes de le­vantarme la tapa de los sesos, esta nueva duda, to­davia más cruel que las que me empujaban á lamuerte:

-¿Me lo haré de zinc? ¿Me lo haré de hierro gal-vanido?

De una parte, se lee á diario en los periódicos:{(Los féretros de zinc se pudren.»

De otra parte se nos advierte con saludable perti­nacia: «Los féretros de hierro galvanizado se oxidany se deshacen. En el extranjero ya no se usan.»

Como si dijéramos:-¡Es moda que ya no se lleva!Mucho me hizo sufrir esta fiera vacilación; pero es

lo cierto que al cabo me salvó la vida.y una vez resuelto á vivir, me dije:-Pues ¡á divertirme cuanto pueda!Desgraciadamente, lo que llamamos diversiones en

este valle de lágrimas no son sino otro manantial dedolorosas dudas, misteriosas incertidumbres y amar­gos enigmas.

Ayer, sin ir más lejos, recibí una carta dándomeuna cita para el baile de la Asociación de Escritoresy Artistas en el Teatro Real. Nada falta en la hala­güeña esquelita: ni las señas del capuchón, ni le «motd' ordre» para rec;onocernos, ni la hora, ni el sitio,ni las palabras dulces de rigor, ni la enigmática X deordenanza al firmar.

Pues bien, al doblar la hoja del pliego amoroso,encontré este membrete en una de las esquinas:

ECONOMATODE LA

PA~~02UIA' DE:

MADRID

eparlicular

Que en el asunto median faldas, es indudable; pero¿de qué género?

¡Enigma cruel! ¡Enigma aterrador!

MARrANo DE CA vrA.

-Hola, scñá Baltasara.-Güenos días, Eluteria.-A ver si compru unas coles.-y que las tengo bien güenas.Ya era hora,de que te viese.-Hé pasau dos días fuera.-Yate, creía á estas horaspasando el puente de América.¿No t' has muerto?-Cuasi, cuasi.-Vienes con cara de enferma.Tiés la color de un defuntoy llevas unas ojerasque ¡ya! iya!-Es que hí estao mala.Gracias á mi resistenciano fuí á parar con mis güesosá la Facultá de Cenciasy de Melecina.-Maña¿y qué cosas han sido esas?-¿Qué? Pues ..... cosas de la vida.-¿De qué vida?-De la perraque hi llevao. Tuve hace nochesuna pleitina tremendacon los amos.-Se comprende.Ya t' ieía yo Eluteriaque güeno es sisar un pocosi la' ocasión se presenta,pero tú toas las semanas

te embaulabas seis pesetas .....Por supuesto, no has perdidogran cosa. Has sido muy megapasando nueve ú diez díasen esa casa de fieras,tiniendo tú condicionespa estar como una princesa

cn la Fonda de Medanasirviendo de camarera.-¡Que quié usté!-Pá rato tieneshasta que eches la miseriad' encima. Habrás pasau hambre.-Más que dos maistros d' escuela.¿Usté conoce á mis amos?-Como si los conociera.No hay más que véles la pinta.Paecen momias como aquellasqne hallaron los albañilescuando tiraron la Iglesiade San Dominguito.-El amono tiene más que cabeza,lo mesmo que los pichones .....-U las cerillas inglesas.-En cuanto empieza á quitásela ropa que lleva puesta,solo se ven güesos.-Chica,que te fallea la lengua .....Eso es metéte en asuntosque no te tocan de cerca .....-Bien sé yo como me tocan ....-¿Te quiés ir de cocineracon un señor solo?-¿Es viudo?-Lo mesmo que si lo fuera .-Si me conviene servirle .-Bien pué ser que te convenga .....-Ya hablaremos más despacio.-Corriente; cuando usté quiera

-¡Eh! buena mujer. ..-:\1uy buenos.-A ver -¿Qué es lo qué desean?-Tiene usté güevos? -y gordoscomo manzanas camuesas .....-Míralos bien, Rudesindo.-¿Permite usté que los vea?-¡V éalos usté!-¿Son estos?-¡Jesús, parecen almendras!-Los del tió Bailin que tieneel puesto en esa otra acerason mayores y más frescos¿no te parece, Aniceta?-¿Permite usté que los mire? .-¿Me consiente que los güela? .

-Míralos á la luz.....-Tienenpor dentro una cosa negra .....¡Será un pichón!-¡O un cabrito!. ....¡vaya una gracia! Pus sepanque casi tóas las semanasme los mandan de La Puebla.¡vaya!... ¡PUShombre!. .. Está güeno ...Si no los quieren, los dejan,que ya habrá quien me los compreá cinco riales docena .....-¡Cinco reales!. ..-¡Vaya un timo! ...-¡Qué horror! ¡Ni que fuesen perlas!-¡Vaya que son los siñoresmalgastadores de veras!Pues hijo!..... ¡Ní que tratarade arruinarlos! ¿Qué se piensanque mi marido los güevoslos encontró en la Ríberatiraus, con los asperdieiosó regüeltos con las piedras?Sepa usté que las gallinasno los ponen á la juerza,y que aunque les paezca rarome cuesta á mi mantenélasuna semana con otrabastante recau de perras .....y que no paso las nochesasperando á que ellas quieranponélos, pá regalálosdimpués á tóo el que se acerca .....y que el que quiá comer güevosá su gusto y comenenciaque los ponga él si es que sabey si no sabe, que aprenda,que pá enseñar á los tontoss' han inventau las escuelas.y que yo no robo á naideni un cuarto más de la cuenta.y que el quiá relamésepor menos de tres cuadernas,que compre almendras turradas,ú castañas de la vera,ú alcahuetes, ú pilongas,que yo no quió impertinenciasni de mi agüelo ..... Y que mirela siñora ú lo que sea

como habla ..... Y que le pregunteen este instante á quien quietasi la engaño ú no la engaño .....-Vámonos hija.-¡Qué acémila!. ....-Tienen razón los siñores .....-¡Ah!. .... ¿Es usted señá Nemesia? ....-Yo soy ¿y qué?-¿Qué? Pus nadaQue usté se meta la lenguadende este mesmo momentoen el sitio que le quepa .....-No tengo sitio vacanteni tiempo pa esa tarea .....-]Por Dios! ¡No griten ustedes! .....-Vámonos pronto, Aniceta .....-¡Pe1uchona!-¡Miá quien habla! ..:..¡Y hace un mes que no se peina!Y tié en el cuerpo más barroque hay en la orilla del Hüerva .....-¿Yo?-La mesma.-Deslenguada .-Puerca ...-Ladrona ...- A1parcera .(Se agarran por los cabellos .....hasta que los guardias llegan;gritos, improperios, ayes,golpes ..... etcétera, etcétera.

ALBERTO CASAÑAL SHAKERY.

DlBUJOS DE IBAl\EZ.

JllIETAJllIÓRFOSIS (Porlbáñez.)

=

EL PINTOR DE SANTOS¿Vaya, se acabó! tenía deseos de concluir esfe

cuadro. El se'rá mi última obra de género: de génerodicen: de mal género, diría yo: chulería y más chule­ría, gitanos, hampones ..... ¡diablo de escuela! ya metiene harto.

Pues señor, la verdad es que siento la influenciadel matrimonio y aun no estoy casado; bien quepoco me falta, treinta y seis horas cuando más: ¡cuánfeliz voy á ser! Tan buena ....., me quiere tanto .....; yadesde pasado mañana, toda para mí: siempre juntos ...¡solos!, dicha suprema ..... por ahora: después la ma­yor alegría será no estar solos; el hijo, ella y yo enuna carne, la bendición de Dios, el amor tranquilo.

Pero el caso es que la manta de ese gitano, bienmirando es un arlequín: copié el modelo con dema­siada fidelidad: no, esto no puede quedar así: ¡porvida de.....! ya estará mi Luisa esperándeme: mal yno tanto, que es poco lo' que hay que retocar, esasfranjas azules.

Ya, ya está bien! si no les gusta ..... pero ¡bah! lesparecerá de perlas; estos días me sale todo á pedirde boca. Ahora voy á dejar las cosas dispuestas paracuando ella y yo vengamos aquí juntos por primeravez: acá el lienzo, ya preparado para la gran obraque he de envíar á esa Exposición. Luisa meservirá de modelo: hasta para eso tiene las mejorescualidades que yo pudiera desear: dolicocéfala, lafrente lisa, la nariz fina y recta, los labios delgados,el busto ni aparatoso ni mezquino, tipo griego puro:¡cuán hermosa estará vestida de Minerva! culpa míaserá si no logro la medalla de oro.

La tarde vuela, la luz se va: dejemos cada cosa ensu sitio: aquí la paleta: ¡qué misterio! en estos mon­toncicos de color está mi Pólas Ateneo, mi Luisa. Enla percha, la blusa de trabajo; aquí mi tiento; aquímis pinceles lavados, sin restos de viejos colores: aó>ísea mi corazón, limpio como ellos. Adios mi tallerde soltero, quédate vestido de fiesta; mañana recibi­rás á tu señora. Adios, lienzos, colores, pinceles,.cuerpo de mi arte: mañana tendréis alma.

¡Gracias á Dios! Ya estamos solos, Luisa mía, vidamía, mi esposa ..... ¡se me hace tan raro llamarte así!Vaya, tranquilfzate: dame las manos: ¡pero tu estástemblando!; nena mía, no me amargues esta hora tanfeliz: no estés inquieta: ¡parece que me tienes miedo!Oye, monina, violencia no es amor: aquí me tienesaguardando una caricia tuya, pero has de hacérmela

tu expontáneamente; así creeré que es sincera, quees cariño, no condescendencia, que la deseas tu comoyo la deseo: ¿estás contenta así? ¡Pobre niña mía!

Déjame que coja otra vez tus manos: iY son tanbonitas! y ya mías ..... ¿lo deseabas? Acércate más:¿quieres? Apoya la cabeza sobre mi hombro: ¿quieresque te cierre los ojos? si no te enfadases te daría unbeso en cada uno ..... ahora otro en la frente ..... estáhelada: y las manos también .....; ¡vaya! por eso dicenque manos frías.....

Pero, hija mia, ¿qué tienes? ¿á qué esa angustia?¡no, por Dios, no digas eso! ¡morirte tu ahora, miesposa, mi bien, vida .....!

Mira, aquí descansarás, en nuestra cama: así comoestás, vestida; eso pasará al momento: vamos, tenvalor, eso no es nada: pero tu te impresionas tanto .....¿no oyes? ¡Luisa! ¡Luisa mía! ]Luisa!..... ¡Muerta, Se­ñor, muerta! ¡Mi esposa, mi amor, mi vida ..... ! ¡Muer­ta! Ahora ya puedo abrazarte sin temor: ya recibesmis besos sin sobresalto: hace un instante mis cari­cias cerraban tus ojos: ¡ay! ¿por qué no eres tu quiencierre los mios!

Ya estoy otra vez entre vosotros, amigos míos:mis colores, mis pinceles, mis modelos del Antiguo,prometí daros una señora, traer un angel á mi gloria,y ..,.. ya lo véis; vengo yo solo.

Y hay que vivir: precipitar el día de vemos esalejado una eternidad: no, yo esperaré, yo esperaré.hoy emprendo el viaje hacia el cielo en donde meaguarda; vosotros me sostendréis en el camino.

Ven aquí Santo Borja que no quisiste servir á unseñor perecedero, prende mi estudio, sé tu mi guía:y tu su amoroso tocayo de Sales, predicador de ladulce paz de las almas, hazme breve el pasaje de estemundo.

Colores de mi paleta, pinceles míos que quedásteislimpios y puros, perdonadme, que no puedo cumplirlo que os prometí; pero no quedaréis defraudados,yo os lo fío. Saldréis gananciosos: el modelo es elmismo, lo traigo en el alma: la figura no será Miner­va: ved ya el lienzo tendido a lo largo: la muerte dela esposa virgen sel'virá de modelo al Tránsito de laVirgen Madre; quedaos en mal hora, Eliseo, Parnaso,Olimpo de la celebredad pagana; ya no aspiro á lasglorias, sino á la Gloria: ya. no seré sino pintor deSantos.

J. MONEV A y PUYOL.

, ~I

La niña está enfer'ma;la niña se muere;ni juega, ni canta,ni come, ni bebe,ni sueña despierta,ni soñando, duerme,ni afable, sencilla,cariñosa siempre,escucha esas frasesconcisas y brevesque antes que al oidoel viento las lleve,las oyen los ojosy el alma las siente.Todo la molesta,nada la entretiene;todo la incomoga,nada le diviertey sola en su estancia,sola y triste siempre,se pasa los días,las noches, los meses,leyendo novelas,versos y sandeces;y en tanto la madrepregunta impaciente,y el doctor confusomurmura entre dientes,la niña doblando 'su cándida frente,esperando vivey esperando muere,venturas que huyeron,dichas que no vuelven.

Ir

La niña está enferma'la niña se muere'; , '

---~---que la ciencia humanapobre y deficiente,no ha podido nuncasaber lo que tiene.Todo la molesta,nada la entretiene,todo la incomoda,nada le divierte,y, en fin, que ni versosnínoveras lee~ - - ----~-Bien arrebujadaentre ricas pieles,que á ratos sujetacon sus manos débiles,pasa su existencia:'contemplando á, vecesde la chimenea 'que su Iostro enciende,la llama que al tuerocircunda ó envuelve

. y el humo que en girosinciertos se pierde. '¡También poco á poco,también lentamentedevora la llama "de la horrible fiebreá aquel pobn~ tronco,á aquel cuerpo endeble!Tornóse amarillasu faz cual la nieve;dos surcos profundos,dos surco~ alevesestrían su hermosay cándida frente,y dos cercos hondospí"Ofundosy verdescircundan sus ojosque casi se pierdenen sus n~gras cuencas

poco á poco hundiéndose.y entanto la madrepregunta impacientey el doctor confusomurmura entre dientes,la niña doblandosu cándida frenteesperando vivey esperando muere,venturas que huyerondichas que no vuelven.

III

Ya murió la niñadulce é inocente,que pasó la vida,esta vida aleveleyendo novelasversos y sandeces.Vivió una mañana,contenta y alegrey al caer la tardeinclinó su frentecomo el pobre lirioque olvidado muere.En el lado izquierdodel pecho aún calientese le ha hallado ocultala carta siguiente:«Lidia; no te olvidesde esto, si, me quieres: ,color blanco; lemafe y cariño, ¿entiendes?que aunque no nos vimosmás que una ó dos veces,nunca he de Qlvidarte.¡Adios! ¡Hasta siempre!»

A. yANGUAS ALCAYDE

TI1USTEU,N···C·ASlNO. ~N- . . .' - . - .'..•. - ~' ...•_-~-----~----

(BOCETO PARA UN:<SAINETE)

La acción se des'~n-vuel've <'n 'u'~~'sala m~l. blaa{jlJ.eada )' -¡;Ol' ha­niila de regulares dimensiones y de . .fQI'lDa..J:ectangu!Pl'. Puerta alforo. A la izquierda, junto á la·pUE'1·la. ufl'lllÍ'u.aja conllgua. (El.agu-ªpued13 ~uprin;l.irse, pOl'(iu~en-o·se ,ha.de.hacCl~·.ljso· ile ;ella· .dqrante l-ªreprr'entación.).:A la dérecha.,?lra. tin.a.jll co.n "',i-no.El vino es ,necesa­rio '(lo~que::(os.personajes·ban· o·e·sostener·eon él lar~os, contmuos yelo'clrenles,.coloqu10s. A.la.Jzq~l,iJ'r.fla; sobre la tinaja.y clava\Ío'en !.¡¡

pared;sé-'-h'lillará-el-regla'menl'O del. casino: dA cuyó reglam.~ntonadre·'ha de hacer caso, de manera que SI conVIene, puelJ'e lambI.en'Ser S.U-.primido_ La escena estará ¡llumbrada por un farol 'pendiente deltecho de la sala y en el· centro <le la mi·sma. Los personajes estarántambién «alumbrados» por dentro, con un excelente vino del país.Largos bancos'á derecha é izquie-rda. Sentad.os en el!os y .po, el si­guiente orden,.se ha·Uaran .al levnntarse llL telon (llllo.Cerl)o., Agu!\:­tín, el tio Calzones, el tio. A1ej.o, HalUlTos ~:o.y .2.0 Y Jlianico,. que aldar principio la' representamon se hallara lu·nlo al proscemo tem­plando una guitafl'a. Varios baturros .ocuparán: los puestos que que~dan librE'S en los batlcos. Junto al'qUlclo de la puerta se encontrarahasla ellinal d.lll sainete, el Conserje del Casino, eJ1c¡¡.rga(!o de reco=jer la cuota estipulada y exigida á cnda socio.

DIe H o S y u.S E B 1o

Juanico.

El tia Alejo ..

Juttnico. . .El tia Alejo.Juanico ...

El tia Alejo.

Juanzio. . . .El tia Calzones

El tia Alejo.El tz'dCalzones

Cerdo.

El tia Calzones

Cerdo.

El tia Calzones

Cerilo

ESCENA 1

(Cantando.)

. ., Contra el frío tiene Tausteen el ivz'erno dos cosás:Pa poda'mananael vino.Pa por la tarde, las mozas:(Acercándose á la tinaja y llenando el jarro

que habrá junto á ella.) .Bien cantao está eso.(Templando la guitarra otra véz.) Gracias.¿Quién t' ha enseñao esa copla?Denguno. Me la he sacaude la cabeza.

-¡Recontre!¡Vaya unas habeNdadesque tenís la gente moza!Cáá cual tié las suyas.

Claro;tú, la de cantar la jota

'{ y usté tia Alejo..... '(Bebiendo) yO ..... ¿cuála?La de pasase dos horasú tres, 'sin soltar el jarroy no dejándonos gotade vino, á los que tenemosigual dr~cho que usté _¡porra!pa beber. Tamien yo,M dau

, al entrar"fui perra gorda,que no soy como otros, que entranechándolas de présQnasy faltan al reglament0 '

y tia pagan lo que importa.¿Va eso por mi tia Calzones?Porque yo hipagau.

De sobracomprendes por quién lo digo.No va por tú, que te portascomo un siñor.

S' agradecela s;omparanza.

Tú tomaspor e1lao piar lo que s' había.Eres mu mal pensao.

¡Otra!

Baturro r.o .

Baturro 2.° '.Baturro :f.o.

Eitio Alejo.

Cerilo ....

El tia Alejo,

CeriZo ..

Agustín.Cerzw ..

Usebio....

El tia Alejo .

Usebz·o..

7uanico.Usebio ..

Baturro r.o .Usebio....

El tia Alejo. .

El tia Calzones

Usebio.....

Agustín.

Usebio..

Agustín.

Usebio'- .Agustín.

Usebio ..

.~..¡{ustín.

..

¡q.ué se va á hacer! Es custidnde carautéres.

La cosa,ya sé yo por quién va.·

, .,. ¿Por quién?Por el tia' Bragas, que todas1as no.c·hes·viene y no sueltani un centímo.

. Es que.hay presonasque patán mulas.(Levantánd<lse con mucha pausa.)

Tia Aleja,¿vá por mí eso que dice ahora? .Por tú no va ná, ¡miá G],ueeresgaita, Cerllü!(Sentándose) Es que importasabélo.:...(Riéndose.) jIu! ¡jul.....(A Agustin.) Cuidiaocon reirse ni gastar gromas.

ESCENA ,U

Güenas noches les dé DiQsá tóos los presentes.

¡Hola!.....¿Tú por aquí?(Entregando diez céntimos al Conserje.)

Ahí va mi perra.Qué es eso ¿no vas de 'rOnda?No quió compromisos y an'dodesajuntao de la novia .....¿Por qué?

Por cuestión del padreque se empeña en que la Antoñano seapa mí.

El tió Bragastié muchos humos.

Ypoéa'güervenza.

Yo se Ías te~gojurás y como me coja. un día, de malas, voyá hacer mondongo á su costa.'(Queriendo contener la risa.)

iJu! ¡ju! ¡ju!.....¿De qué te ríes,

mostillo?Qué ¿f incomoda

que me ría?Paices tonto.

Méteme el dedo en la boca,verás si lo soy ú qué., .Te ríes de cualquier cosa.Porque me da la rz'al.g;l.n~.

~---------------------------~---~----~---~~"-"'~¿

DICHOS Y EL TIa BRAGAS

, (El tit! Bragas entra por el foro, haciendo caso omiso, del .Cónséijeq)le le pide la cuota de entrada, y se dirije resuelto á 1'1tinaja delVIDO.) .

lo sabemos.

estai~Na hay ganas de groma.

y pa' decir mostilladas'valemás no abrir la boca.(Atío Calzones, muy .e~camado •.)

¿Vfl'eso por mí, tia Calzones.....?}.. (¿Se quié usté callar, tia posma?)(Contestando á Usel:iio.)

.Entgfi€eS',..dehei te~éla-tú, cerrada átodas horas.yg l' abró ná más cuando haypresente alguna prefona.Ínás bestia que·yo .....

(Mepaice-qUe está diciendo' esas cosaspor mí.) f

. (Riéndose otra vez.) jIu! ¡ju! Íju!....~(AUsebio.) Es que á ,bestiario hay quien me gane!' .

De sobra:.

L' aventajatoavia su hija, que es tonta.Es que m' hija ne se peinapa hompres como tú ..

Si; es moza.que no se peina pa nái(J~;' ,porque como es tan senara 'le que~a mu poeo tiempo"fa r~cojerse la roña.(Echando mano á la fajll') • .

¿Te quiés callar?Idem. ' . No· me callo•.Debías comer bellota,s.:.•:, ' .como otros.(Levantándose muy indignado.)

Esa indireuta

si.q ue ha sido por m(, pürra. •.••,¡JM ¡juL.... '(Molestado por la risa ~e Al'(ustín, se dirige a.

él y le pega. Usebio y el tió BrIlgas siguen,'f • disputando,) Toma, pa que rías ...:•.¡Morral!..... ~(Leva'ntándose también y aumentando el des~

orden creciente, al tratar de calmarlo. '

Aquí no se estorba ....•Morros de almú .....

Tia miserias ....~Ajuera ese que alborota .....

'.' . Cantando. .,Pa entrar en Tauste hace faltallevar navaja y pistola,y pa venir al Casinopagar una perra gorda.

.'Agustin.Cerilo .

Cerilo.

El tio Bragas,

El tio Bragas.

El tio Bragas.Usebio ..Baturro ..Juanico

El tio ·Bragas.

Usebio ..Baturro r.a •

,(El tio Bragas que .comprende la alusion qu'e encierra la copla,.arremete contra Juanico; Usebio acércase á defender á éste y se aga­rran los tres. CerHosigue golpeando a Agustín que conti·núa riéndo~se, y el tio Alejo y el tió Calzones acaban también por tener únas­palabras que dan por resultado varios golpesl)

Agustin.El ~z'oBragas.

El tio Ale/o .

TEJiOf't ~APIOO'

CerNo.

Us.ebz·o.

Usebio ....

novedades. "El Ho Braga's.. (Después de .una pausa duranle la cual hao>

permanecido callados todos los personajes.).>Calladicos

Él tia CalzoñesEl ~io Bragas.

Cerilo.

Usebio.

El tio CalzonesUsebio.

(Entrando.) . Salú y güinas noches.(Al tio Calzones.) (Mialo;ya está aquí.)

, (Pus lo que impoitaes dispreciarle. Tú, Usébio'"ten prudencia, pus si 'estoraasla czistión con ~ndirectas , 'porque, te' niega la novi'a, .va á líaber ~quí~una pcúéida'·á la que hubo en Zaragoza.cuando entraron los franchutescon ganas d' armar camorra.)(Que há óido estas frases si~ poder gontener la

risa.)

¡Ju! ¡jq!

ESCENA lÍÍ

(Tratand~ d~ cortar la discusión.)

¿N'obebes, Usebio?Agora. .--'-- .... -

voy á echar un trago. V e~ga'la iarra, tia Alejo .....(Dándosela después de b,eber.) Toma.El tia Alejo, no la· sueltani pa Dios. ' .(Riendo.) ¡Ju! ¡juL..., . -,'

¡Recontra!Porqúe tengo sé. Cá GU¡Ü,

bebe,)o que l' acomo.d~.:.;,ipá eso se paga!....:

. ¡El que pague.!...¿Va eso por mí? ~

¡OSÚS qué' moscad' hombre! Enantes s~ le dijoque no va por usté, porra .....Güeno es sabéló:(~iéñdose.) ¡Ju! ¡jq!¿Otra risica?

, No es otr:a~es la mesma,. tia Cerilo.Me paiü á mi que la .CQsava á 'terminar esta no~h,elo mesmo que cuasi todas;

El tio Bragas.

' ..

El tio Calzones

Agustín.

Cerilo .. (Me paice que tú'vas á bailar de cocotasi sIgues con las risicas.)(D'espuésde beber.)

Mal viho gastais, recontra.En el casino d' enfrente,que es de donde 'vengo agora;lo beben mejor y paganuna perra chica sola ..(¡Rediez!..... ¡Le pone de/eutosamás de que no le costa .ní un centimoJ.....) .

El tio Alejo. • (Hay que aguantase.)El tio Bragas .... ¿Qué .contais de güeno? ' '.El tia Alejo ,_, (Respondiéndole con mucha fria'ldild.)Pocas

El tio Bragas.El tio Alejo. .

El #o'Calzones

Cerilo .'

Cerilo _Agustín. 1 •Cerilo .' .Agustín ...

7uanico.Cerilo •.Juanz·co.

Agustín ...El #0 Alejo.

El tio Alejo. •El tio Calzones.

Bl tio Calzones

Usebio ...•.

ARTE MODERNO

Cuadro de GÁRATE

mI ESCuAVITU D

UE nos aburríamos en el café, era in.::ludable,

pero ¿dónde ir que nos aburriéramos menos?y allí pasábamos las tardes y las noches, Pe­

pe Medina, estudiante de Ciencias, Julio del Rey, fe­

to de periodista, Manolo Linares, estudiante de Me­

dicina y gran amateur del cante flamenco; por latemporada que voy á referirme no cesaba de ator­

mentarnos los oidos con una especie de tanguillo-so­

.leá que comenzabacabales, cabales ...

y seguialas estrellitas del cielo

las cuento y no están cabales ...

etcétera. En resumen, éramos siete ú ocho amigosuncidos media vida á la mesa del cafe, con la volun­

tad prostituída porque se entregaba entera al que la

quería arrastrar con la promesa de una diversión

cualquiera. Y quise dc.;ligarme muchas veces de

aquella esclrtvitud voluntaria, y siempre que lo in­tentaba, mé alargaba el monstruo su tentátulo in­menso y me sorbía hacia la mesa de ma-mol, hacia

el agujero abierto en un rincón de la calle de Alcali,

con su intedor de espejos amarillento.;, su a~mósfaa

calentucha y pegajosa en la cual flotaba el poI villJ

que en el camino del escándalo alzaban al pasa;"

nuestras conversaciones. Muchas veces pensé cónrubor que éramos seis ó siete seres inútiles á la so­

ciedad, bestias inconscientes nutridas con el garban­zo de las casas de huéspedes, y el café del chamizo,

rumiando chismes de mancebía en la conjunción in­

noble de nuestrJS instintos _nivelados por el raserc)

del vicio; y cuando á la madrugada salíamos del café,

sin hablarnos, expulsados casi á escobazas por losmozos, nos mirábamos á la luz de un farol. .. pálidos,soñolientos.-¿A dónde vamos?-cra la pregunta.Se deliberaba. El vicio dormía á lales horas. Unas

veces se le hada desperéar con dinero, y cuando és­

te faltaba, se disolvía nue3trareutliónen cualluier

esquina, como un montón de cucarachas que se es­panta y desapárecíamos por callejas obscuras hastael otro día en que el mismo 'j-gujero del café nos tra­gai;ra;;'Uodob para vomitamos después.

Así es que la llegada de mi amigo de la infancia,Joaquín Turena, cortó aquella monotonía al agi­tar mil recuerdos dentro de mi alma, con aleteos dealondra.-¡Bien, Joaquinillo, le decía abrazándole conalegría de niño! No te hubiera conocido si no me lodices., Estás hecho un hombrón. Yo, ya ves, aquíaburrido, siempre en este panteón de espejos turbios,como charcos pegadosá la, pared ... Vamos á dar unavuelta por el Retiro; ya hace tiempo que no voy porallá... ¡bien por Joaquinillo! ... ¡ah... no te dije si que­rías tomar alguna porquería de estas con que nosenvenenan la sangre ... Toma cognac ... ¿no? Anda,vamos entonces.

Bajamos por la calle de Alcalá, charlando de cosasque pasaron, de seres que desaparecieron. Yo no de­jaba de preguntarle.-¿Y Fulana? ... ¿Qué se hizo deMengano?...

Entramos por el Retiro, subimos el paseo de co­ches, y llegó por fin la conversación al punto queyo deseaba.-Oye, cuéntame algo de Carmen, ya sa­bes, mi primer amor. Y al decir esto sentí como ai­res de monte precipitarse dentro de mi pecho: iba áremoverse con la contestación de mi amigo el mon­tón de harapos de mis ilusiones, iba á sacar de entreellos, el cofrecito de oro donde yo guardaba mis re­cuerdos benditos de colegial enamorado. Cuando medijo que Carmen, mi chiquilla, mi novia de pelo suel­to y faldita corta, estaba en Madrid y podía verla,surgió el contraste expontáneo y rudo entre mi pasa­do de inocencia y el presente encanallado, y al pen­sar en que podía acercarme á la virgen de mis sue­ños, experimenté el mismo terror que debe sentir elladrón al extender la mano hacia la custodia que vaá robar.

-Ahora mismo podemos ir si quieres ... No im­porta, yo te presento. Además, tú, las conoces. Mehaces un favor, mira, porque tengo que visitarlas.iVamos hombre, si estás deseando!... y ella se ale­grará... ¡Eh, cochero!. .. Pare ... Desengaño, 9.

Primero salió la madre. Me presentó Joaquín y nisé lo que hablé: no quitaba ojo de la puerta por don­de debía aparecer Carmen. ¿Qué me diría? ¿Se sor­prenderá? Al fin entró y confieso que en los ochoaños transcurridos desde que nos separamos, apenasví en ella variación. Solo me chocó el cambio depeinado. Se dirigió á mi amigo.

-Es V. un informal, le dijo, con su voz encanta-

dora y fingiendo enojo. Le esperamos toda la tarde.Fijóse en mí, é inclinó ligeramente la cabeza.­

Amigo antiguo, Catmencita; insinuó Joaquín. CarmenVolvió áinclinar la cabeza y me dirigió una sonrisade mujer bien educada ... pero nada más. Con los ojospareció pedir á Joaquín antecedentes de mi persona.

-Sí... me parece recordar... decía dirigiéndose ámí, á medida que Joaquín la informaba ... Su nombrede V. no me es desconocido ... creo ... V. iba mucho

con el hijo del médico ... ¿no?... pues entonces yo leconfundo; tengo una memoria fatal; con decirle á us-ted que el otro día ¡ay qué risa! por supuesto, quemamá tuvo la culpa Y comenzó á contar no sé quecosa de una amiga suya y un gato.

Yo no escuchaba. El golpe había sido terrible.Aquella Carmen, mi primer amor, el único consueloá que me aferraba en mis bascas de tedio, aquellapor quien yo defendía aún á las mujeres en las dis­cusiones del café, )TIehabía olvidado completamente,

sin concederme el valor del trasto al que después deabandonado se recoje machacado y sucio al cruzarel arroyo! Me ofrecieron la casa que nO pensaba vol­ver á pisar, y á cuestas con el ataud, de mis amoresde colegial, subí las escaleras de la casa de huéspedes,cerré mi cuarto por dentro, para llorar á mis anchas,y antes de salir á la calle quemé á la luz del quinquéun rizo pequeño de pelo atado con una cinta desco­lorida ...

-Traes los ojos irritados, me dijo Pepe Medina;alguna curdita para festejar al forastero ¿eh?

-Este ha perdido, añadió el periodista, con tonoprofético.

-¡Sí! dije... lo último que me quedaba. Y no men­tía. Estuve á punto de ser manumitido por el amorde mi esclavitud de café, y esta esperanza había des­aparecido abrasada á la luz de un quinqué en micuarto de estudiante pobre ... Me dejé caer en el di­ván con desaliento de vencido, y ... allí transcurrenpara mí días y noches tristes, siempre oyendo losmismos chistes insulsos á mis amigos, siempre for­cejeando por salir de la hornaguera y hundiéndomemás en su infecta masa, siempre zumbándome porlos oidos el tanguí'llo-solea de ]'vlanoloLinares.

cabales, cabales ...las estrellitas del cielo

las cuento y no están cabales ...

ANTONIO TEIXEIRA.

CANTARES BATURROS

DEL LlERO DE ESTE TÍTULO PRÓXIMO Á PURL:CAfiSE

Cuando hay tierra de por mediono sastiface el querer,que el agua, bebida á morroes como quita la sé.

1\0 hi visto mujer mas juerteque la mujer del alcalde,anoche dió á luz dos críosy ho.y ya estaba por la calle.

Prebando un grano, se sabesi es güeno un racimo d' uvas;pa conocer á las hembrasno basta con prebar una.

Le abrí á mi mujer la puertay á un pajarico la jaula.El pajáro se jué á escape¡mi mujer aun está en casa!

Bien á principiau su oficioel ordinario de Rueda,no ha hecho más que cuatro viajes,y ya ha: llevau cinco cestas.

ALBERro CASA~AL SUAkERY