Anton Werbern

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  • 7/31/2019 Anton Werbern

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    UNA INCURSION POR EL OPe 5DE ANTON WEBERN

    p 0 r

    Jose Vicente Asuar

    Escribtr sobre Anton Webern es un oficio peligroso.Su actualidad nos impide digredir sabre el can el espfritu serenode quien enfoca una figura cuyos alcances y meritos han quedado cla-

    ramente establecidos en el tiempo. Webern es hoy dia una interroganteque se abate sabre la nueva generacion musical, planteindole un pro-blema de diffcil sclucion: eEsun visionario 0un impostor? eEsun genioportador de un nuevo mensaje estetico 0 una nefasta figura que intentaconducir a la musica por el camino de un cerrado academismo mate-matico que la prive de muchas de sus virtudes en el terrene de la impro-visacion y de la cread6n puramente emotiva?

    En 'el presente trabajo esta interrogante me conducira a una encru-cijada frente a la cual no podre permanecer indiferente (he ahi elpeligro), sino debere pronunciarme por alguna de ambas perspectivas,pues con Webern no existen terminos medics: 0 se es un ardientedefensor 0 un fiero impugnador de su obra, y aunque dentro de esteconflicto de opiniones mantendre una Hnea objetiva, las mismas con-clusiones que se desprendan de esta incursion me obligaran a afiliarmeen alguno de ambos bandos. Es una actitud saludable, porque indicaque existe pasion, y donde existe pasion, hay musica viva y hay pro-greso,qpe esfin que todos perseguimos; luego, comencemosnuestra incur-sion por ese reino misterioso e inaccesible que es la obra de Webern,confiados en que este poco de tinta derramado en su nombre contri-buira, en eI peor de los casos, a conocerlo un poco mejor y. por 10tanto, a ac1arar las ideas que, verdaderas'0 falsas, tengamos sobre sumusica.

    Como no pretendo estudiar a Webern en todos sus aspectos, labormuy superior a las posibilidades del presente articulo y articulista, mecontentare con presentarlo a traves de una de sus obras, deduciendo delestudio de ella, algunas de las caracterlsticasmas relevantes de su perso-

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    R.evista Musical Chilena / Jose Vicente Asuarnalidad musical. La obra guia que he elegido es su Op, 5, "Funf SatzefUr Streichquartett" (Cinco movimientos para cuarteto de cuerdas) ,porque creo que, para la misi6n que va a cumplir, ofrece varias venta-jas: En primer lugar, es una obra muy poco conocida dentro de laproduccicn de Webern, que no significa una culminacion dentro de suobra global ni tampoco el inicio 0 el fin de una nueva concepcionestetica. EI Op. 5 es una obra de juventud, escrita en 1909, a la edad de26 afios, cuando Webern ya habia pasado el tutelaje de su amigo masque maestro Arnold Schonberg, y que por el afio en que fue escrita,pertenece a uno de los periodos mas interesantes de la producd6n mu-sical de este siglo. Esta escrita para un cuarteto de cuerdas dividida en5 movimientos que en total duran aproximadamente 8 minutes, y quepor 10 descubierto de cada uno de sus elementos, allana un desglosa-miento claro y sencillo para el analizador. Este Op. 5, ademas, estamuy lejano aun de la produccion dodecafonica de su autor, 10 que meexime de entrar en discusiones sobre sistemas, ofred endome en cambiola tranquilidad de poder analizar sin compromises sus partes con unmetodo tradicional, aplicable a cualquier musico de nuestraepoca nododecaf6nico.

    Por su brevedad, la forma de cada una de estas 5 piezas Iuncionacon el prop6sito de presentar una pequefia instantanea emotiva; unasituaci6n de color 0 de estado de animo que se, disuelve rapidamenteen el tiempo para dar paso a la siguiente ylograr mediante el contrasterelative, el movimiento general de la obra. Y de esta manera, aunquelas 5 piezas presentan una independencia 'tematica entre sf, este con-traste motor, las asocia dentro de la estructuraci6n general de la obracomo cinco pequefias miniaturas unidas por el sutil hilo de la invenci6ny del procedimiento estilistico del autor.

    La primera de elIas, "Hetig bewegt" (Violentamente movido), esla mas extensa (55 compases) y la mas elaborada en su aspecto lormal.El autor recurre a tres elementos caracterfsticos, desarrollandolos sepa-radamente ien superposici6n. Estos elementos son: agrupaciones ac6r-dicas, generalmente en dobles cuerdas, tratadas como elemento ritmicoy de sustentaci6n arm6nica; giros sistematicos en ordenaciones mel6-dieas seriales 0 intervalicas, tratadas en continuo stretto entre los dis-tinros instrumentos; e incisos tematicos sui generis, en que mas queun motivo-melodia reconocible, son ordenadones de notas rftmica ycolorfsticamente variadas. El comienzo del movimiento es caracteristicoen esta esquematizaci6n:

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    / Revista Musical Chilenana Incursion por el Op. 5 de Anton Webern

    Su primera accion es un intervalo de octava aumentatla Do-Do # yseptima mayor Fa-Mi, en duplicaciones de CelIo-VioHn II y Viola-Vic-lfn I. Una agrupacion acordica que contiene los cuatro grados presen-tados anteriormente, subraya en energico ritmo sincopado este ambienteIntervalico inicial. En seguida, el Violin I ataca una serie de 8 sonidosdistintos cuya diversidad de fraseo Ie otorga una variacion melodica,El VioHn 11 entra al compas siguiente con la misma serie de 8 sonidostransportada a una novena inferior, mientras la Viola y el Cello sus-tentan el juego con la prolongaci6n del ritmo sincopado anterior. Todaesta elaboracion primera se vaporiza en un stretto en ppp sobre unacuarta ascendente y una seprima mayor descendente (giro intervalicosistematico) en los 4 ins trumen tos, reposando finalmente en la conti-nuaci6n ritmlco-acordica anterior, que concluye el primer periodo,f J . .2..

    fVL. , l

    v.c.

    , .

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    Revista Musical Chilena I Jose Vicente AsuarContrastadamente continua un corto periodo donde se presentan

    dos de estos temas sui generis de que hablabamos al comenzar: El pri-mero 10 expone el Cello can un curiosa color ambiental ren tercerasmayores en la Viola:

    Ej.-a.-ALG() "AS GAL . ..... '" I uMooII(J'''''li.l

    v.c,

    El segundo tema es presentado en terceras y sextas par los do!Violines, con un contrapunto en la Viola que sigue una sistematizacionde grados cormin al procedimiento general de Webern.

    Termina esta exposici6n tematica con un retorno al terna inicialdel Cello con su coloratura correspondiente en la Viola.

    EJ5 . -

    v.c.~~~ f'P-==-El movimiento continua concentradamente basado en los tres ele-mentos anteriormente indicados. Los temas expuestos en el primer 2 2

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    Una incursion por el Op, 5 de Anton Webern I Revista Musical Chilenaperiodo se repiten a 10 largo del trozo, de tal modo variados, que enuna primera audicion seria muy dificil poder 'reconocerlos,EI primer tema, ya escuchado en el Cello, tiene su respuesta masadelante en la Viola variado substancialmente en su fisonomia: En elCello aparece en su registro bajo y sul ponti cello, logrando un peculiarefecto de color. En la Viola, en cambio, aparece en su registro alto,expuesto en arco, con agregaciones de notas y ritmicamente distorsio-nado. EI ripieno del res to del conjunto varia de la inicial coloraturaen terceras sul ponticello en la Viola, a una aleacion de elementos siste-maticos en el Cello y en el Violfn II con un fondo de color dado porla suspension de un armonico en el Violin 1.Ej 6.-

    ilL a

    V.C

    --=Comparar -==EI segundo terna, duplicado en terceras y sextas par los doe Violines

    en su exposicion, es contestado can la misma duplicaci6n intervalicapor el Cello y la Viola, y en este caso la reprise es exacta, melodica yrftmicamente, corrida solo en un tiempo dentro de la disposicion me-trica de * -en la exposicion el tema comienza en el segundo tiempodel compas, y,en su repeticion comienza en el tercero-, 10 cual incideen una acentuacion distinta de la frase que Web em enfatizo con lossignos dinamicos, como puede verse claramente en el ejemplo. EI fondodel tema corresponde en ambos casos a la misma figura melodica siste-matica (en la Viola en la exposicion, en el Violin Ien la repeticion) ,variada completamente en su ritmo, pero con la serie melodica for-rnante rigurosamente respetada como, para mayor claridad, podemosver en un esquema puramente melodico insertado a contmuaci6n.

    ,. 23 ,.

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    V1..1

    "L.~VLA.

    v.c.

    ~~ f~ 1 t~ >. ~~~ ~~~J~ ~h. ~ ' f . F ~ ' . _ F- ~ P J =- ,. t- l- I- 1 = + = h . . . . 1 = 't =- > II- pp-== - - = - = = p - = = ~ m / ;::::::::-.....,_;~ A R e o f J b.'" .tz " - - - ., . . - m[

    ./ . . . . ~ . . . . . . . . ~ ~. -. ' - !! + . - - I- . I'J - - - . : ;IIIiT

    ~I;J it... - , .r=: = 0 = - f _!1_ .....-::- 1 > - - . . . ~ -4.-- ~. I ..-.- p . . . . .:::;:::::::::- . . . _ _ . . . .p

    Ver Ej. "

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    (b) (e n eJ posicion)"." si i l l ~ r J q l p r J i j r ~iq F ' r

    (r;.n repE. t ic~~n)v.~1 f i r .J ' r - r ~ J ~ r~ F r l l r g r b e : j

    Ver Ej. 4.

    Podriamos continuar detallando el procedimiento de Webern, apro-vechando los innumerables ejemplos que encontrarnos en este primermovimiento, pero, en honor a la breve dad, prefiero pasarlos por alt?momentaneamente j mer en el final, que es una preparaci6n intervalicabacia la figura Do-Do , de la iniciacion del movimiento, 10 q _ ~ dacaracter ciclico conclusivo al trOIO, mediante una ingeniosa distribu-don tambien en stretto.

    EJ S-POC.Oal! _ J .10

    El segundo movmuento "Sehr Langsam" (Muy Lento), contrastanotoriamente con la turbulenta nerviosidad del movimiento precedente,Este trozo es como un SUSUITO, una confidencia al oido murmuradapor los cuatro areos con sordina oscilando su dinamica s610 entre pppy pp. Su caracter es especialmente melodico, y por su brevedad (14

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    Revista Musical Chilena / Jose Vicente Asuarcompases), podemos considerarlo como una frase de un lied, cuyo cantoes iniciado par la Viola y entregado posteriormente al Violin II y alViolin I.EI puente que comunica la prosecucion tematica entre losinstrumentos que la abordan, esta realizado por un elemento comun:un intervalo de segunda y su inversion, eIaborado ingeniosamente en loscuatro instrumentos, y que permanece finalmente como contrapuntodel tema.

    Termina el trozocon un pasaje curiosamente bartokiano, que leda caracter de cadencia arm6nica en suspension.

    Ej_ 10.-

    vu_

    El tercer movimiento "Sehr bewegt" (Muy movido) , es un conti-nuo ostinatto en base a pedales armonicos y ritmicos. Nuevamente Iigu- 26

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    Una incursion por el Op. 5 de Anton Webern I Revista Musical Chilenara el sincopa como figura rftmica principal, acompafiada esta vez poruna figuraci6n en saltillos que aparece en el Violin I y que nos haeerecordar otra vez giros tematicos caracterlsticos de Bela Bartok. Estemovimiento de lineas nerviosas y entrecortadas, nos remonta a la atm6s-fera del primer movimiento, y POt su extrema brevedad (23 compasesde cor: ( J . . 84) nos sugiere 'un escalofrlo, una angustia in crescendoque se resuelve en un final vigoroso, donde el unico giro tematico espresentado en tutti por los cuatro instrumentos, golpeando finalmenteel Do ien sfff, que es el tono del pedal inicial del Cello, 10 que leconfiere a este movimiento la cualidad dclica comun a toda Ia obra.

    EI cuarto movimiento "Sehr Langsam", esta compuesto de dosperiodos claramente diferenciados: El primero consta de 6 compasesde una variada coloracion. Podemos encontrar en este perfodo recursostipicos del arte de Webern, como el acorde formado por tritono y quin-ta justa, y el curiosa tratamiento canonico entre eI Violin y el Cellodel quinto compas,

    ( b ) wt I RITI;'" ,~ lO on . _ - - - - -- - - - - - - - -i o J p / p - - s . I II'~~ ........ , .. _ 1-. 4utrern4d4.mlnt( C 4 i f M c i . o. . . F=- ,rei ~~le i pppVlo"d . " , p o n m - - - - - - .~". ! fp~K " ;:::::.. . . . .' w i , . . . , . _ - - - - - - - -ZOp~ ' . ~ . I > . _ ~ ~~f P F ---...;__.--=--* 27 ,.

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    Revista Musical Chilena I Jose Vicente AsuarEI segundo perfodo, de 7 compases escritos, pero tambien de 6

    compasesreales, nos presenta una figura melodica de marcado corte&trawinskyanocon un fondo de extremada variad6n colorfstica:

    E J 12~Tampe10 /'I1ef

    EI tema -anteriormente tratado en canon-, se presenta nueva-mente, pero ahora con una nueva disposicion rftmica y reforzado a laoctava por el Violin II, la Viola y el Cello, mientras el Violin I dibujaen arm6nicos el contrapunto dado a conocer por Ia Viola durante supresentaci6n anterior. Finaliza con el acorde formado por quinta ytritono, ya conocidoen el primer periodo del trozo y con una sucesi6nintervalica caracteristica, que ya habia sido empleada como puenteentre ambos periodos y como resolucion del giro tematico con quecomenz6 el segundo pedodo.

    dt. _ tempo

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    Como vemos,Webern utiliza una limitada cantidad de breves pin-celadas distribuidas graciosamente a 10 largo del trozo, sin caer jamasen 10 matematicamente previsible, sino variadas constantemente conuna inventiva que nos habla elocuentemente del ingenio creador delautor, y es talla unidad y eoncentracion de elementos, que no podemosencontrar una sola pieza en la construccion que no forme parte delos recursos en juego.. El ultimo movimiento, "In zarter Bewegung" (Con delicadamo-

    vilidad), es quizas el mas interesante desde un punto de vista anaHtico,pues nos ofrece innumerables sutilezas que sorprenden por su caracterprofetico, dada la epoca en que fue escrito. Formalmente presenta tam-bien dos perfodos, aumentados por un pequefio puente que conducea la coda final. La economfa de medios es nuevamente su principalcaracterfstica, ya que recurre constantemente a una figuracion acordalque se presenta variadamente en todo el trozo. El acorde motor relinela intervalica tritono-cuarta-tercera, variada a veces a tritono-quinta-tercera 0a tritono-cuarta-segunda, 0sea, es el mismo acorde aumentadoy disminuido, pero teniendo como intervalo base el tritono, el cual sepresenta horizontal y verticalmente confiriendo una peculiar unidadarmonica al trozo.El movimiento se desenvuelve en un ambiente de delicada suavidadcon los instrumenros dinamizados en ppp y pp, persiguiendo una bUs-queda colorfstica que no' tiene parang6n en otra obra de esa epoca. EnIineas generales, puede observarse que este trozo es la culminaci6n detodos los procedimientos esbozados por Webern en los movimientospreoedentes, los cuales, muy sutilmente, en un proceso de desarrollotienden a su expresion final en esta hermosa conclusion de una obra,acabada en su genero y po~tadora de ideas y realizaciones que abismanpor 10 ilimitadas de sus perspectivas.Despues de este primer vistazo a los "5 movimientos para cuartetode cuerdas" de Anton Webern, quisiera profundizar ciertos detalles deinteres general, por cuanto creo que es imposible para el relator poderdescribir una obra musical en forma literaria logrando que el lectorabarque una completa comprensi6n de ella. La descripcion anaHticaes ociosa sin una partitura general al Iado 0 un pleno conocimientode la obra, condiciones que, en este caso particular, ereo muy dificilpoder cumplir debido a la poca divulgaci6n de la obra de Webern yen especial de su Op. 5. Asf, al margen de esta descripcion anterior,necesaria para situar la obra, sera mucho mas provechoso incursionarpar otros aspectos que hasta ahora habfa omitido deliberadamente, que

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    Revista Musical Chilena / Jose Vicente Asuarson generales; y cuya proyeccion se relaciona con toda Ia musica con-temporanea, para extraer conclusiones insospechadas de esta pequefiaobra profetica.

    En primer Iugar situemos la obra en el tiempo: 1909, cinco afiosantes del inicio de la Primera Guerra Mundial, Europa musical vivia bajoel esplendor del postromanticismo. Un muy reducido grupode musicoscomo cuya figura central se destacaba Arnold Schonberg. trabajabasilenciosamente en Viena en procura de un nuevo lenguaje de expr,e-sion, totalmente desconocidos, aun, tanto en su ciudad como en el 'ex-tranjero. La avanzada musical "admitida" estaba en manos de Debussy,Strauss. Scriabin, y aquellos que posteriormente sedan los encargadosde producir la obra musical que le ha correspondido a esta primeramitad del siglo XX. estaban comenzando con sus primeras obras y mu-chos aun nada habian producido. Ravel habia escrito sus primerasobras, entre ellas: Rapsodie espagnoIe, Gaspard de la Nuit, Ma merel'Oye, etc. El afio anterior Alban Berg terminaba su Sonata para pianoOp. 1; Igor Strawinsky aun vivfa bajo la influencia de su maestroRimsky Korsakow, muerto el afio anterior (1908), sin habet producidotodavfa ninguna de las obras que 10 nevadan a Ia Iama, Milhaud yHonegger ternan en esa epoca 17 aDOSy aim no habian producido nada.Messiaen acababa de nacer. Albeniz terminaba su suite Iberia y Manuelde Falla, su 6pera La Vida breve. Franz Lehar daba los ultimos toquesa su. Viuda Alegre, y Puccini bosquejaba su opera La Hija del FarWest, terminada en el afio siguiente.

    Tal es el marco que rode a a Anton Webern cuando compone sus1 ) movimientos para cuarteto de cuerdas, Resalta a primera vista la totalincongruencia existente entre la obra de Webern y 10 que pot costum-bre 0 por gusto de la epoca se estaba produciendo. Debo confesar quepor mucho que he buscado entre ega produccion un antecedente, unabase aun muy Iejana de la que se afirmase Webern para concebir estaobra, no la encuentro, La produccion de Schonberg. que es el antece-dente mas directo que tiene Webern al escribir su Op. 5, distaba muchoenesa epoca de haber llegado al grado de avance que demuestra We-bern. En dec to. si examinamos la produccion schonbergiana hasta 1909,vemos que intenta la busqueda de un nuevo lenguaje, pero a traves deuna construcci6n asentada aim en los moldes tradicionales, como es elcaso de sus dos primeros cuartetos de cuerdas, el primero en Re menory el segundo en Fa * menor, 0sus Gurre lieder 0su Primera Sinfoniade Camara para 15 instrumentos. Nisiquiera los esbozos atonales que se

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    encuentran en los 15 lieder que forman el Libro de los jardines sus-pendidos, y en las 3 piezas para piano Op. 11, ambas obras escritasen 1908 y portadoras de una nueva perspectiva dentro de la producci6nde Schonberg, confieren una base de partida para la obra de Webern.Hemos de conduir, pues, que Webern es un caso extraordinario devisionario musical, pero, 10 que es curioso, su musica ha tenido eco 5610despues de la Segunda Guerra Mundial en la obra de los j6venes com-positores actuales, y todo el periodo comprendido entre las dos guerras,casi medio siglo, su genio permaneci6 desconoddo, escondido entre susbreves paginas etereas, demasiado sutil para ser comprendido por suscontemporaneos, y s610 despues de su muerte (jC6mo se repite la his-torial) , al encaramarnos en esta segunda mitad de siglo, su obra haflorecido con todo el esplendor que le es propio, alumbrando el caminoque seguira la generaci6n de esta nuevaetapa, cuyos primeros ttabajoshan demostrado en forma indiscutible Ia proyecci6n de Webern en lamusica nueva de nuestros dias,

    Pero volviendo al Op. 5, incursionemos por otros aspectos intere-santes: Su estructura arm6nica ofrece innovaciones de todo tipo. Elencadenamiento arm6nico ya no obedece a planificaciones tonales, sinoresponde a una sistematizaci6n intervalica en la cual hay una constanteintenci6n de evitar la repetici6n de una nota. Genera de esta maneraacordes extremadarnente complejos, imposibles de ser analizados conun criterio tonal, entre cuyos interval os existe la preponderancia deltritono, septimas y segundas, 0 sea, los intervalos mas tensos de nuestraescala, y que Webern los utiliza como sonoridades estables sin necesi-dad de resolucion,. En pasajes don de existe una VOl que canta, esta se desarrolla esqui-vando las notas del acorde sustentador, produciendo una bivalenciaarm6nica semejante a la que explotarian posteriormente los politona-listas. (Ver ejemplo 12).

    Otra fase de su conducci6n arm6nica es la franca politonalidad,tratada en sentido espacial como planos armonicos distintos que sesuperponen simultaneamente, Un ejemplo ttpico de este tratamientoes el comienzo del quinto movimiento, en el cual el Cello dibuja unacorde figurado de La mayor-menor, mientras los Violines se muevenen acordes de septirna (Mi " Si, La, Mi menor, Fa jmenor, etc.), enque la sensible juega el papel de disonancia no resuelta, y la Violarellena este conjunto con una intervalica de septima perteneciente a :otto plano sonora, completando la concepci6n espacial del trozo. Otro

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    Revista Musical Chilena / Jose Vicente Asuarej~plo caracterfstico es el final del segundo movimiento, en que laVlOla y el Cello sustentan en un acorde de La menor en posicion de6a, la figura tematica del Violin II desarrollada en Ia dominante septi-ma de La ,

    E I I~.-(a) D.r.ca.d.armt'l te movi . cLQ~~-/~"~~~~~~~~it~.~_~.~_~~~~~~~~~~~~~~~~~~~I . 1 ,

    PP! pp=- ppp pp-= P I '

    La me16dica esta sujeta a un tratamiento tan novedoso como Iaarmenia. Nopodemos decir que exista un "tematismo" en el sentidotradicional del termino, como tampoco podemos mencionar Ia existen-cia de un "atematismo" en su sentido revolucionario, Existe una grancohesion mel6dica en base a series de notas eternamente variadas ensu rftmica y Iraseo, siendo interesante sefialar que estos incisos melo-dico-ritmicos, guardan gran semejanza con los que utilizarfa Strawinskyen sus obras, que por su npico tratamiento le confieren una unidad de

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    estilo facilmente reconocible, con la diferencia que en Webem no sonproducto de un giro tonal (en muchos casos Iolklorico 0 pentatonico)como en Strawinsky, sino IU elaborad6n es mas compleja evadiendo laconcurrencia a una tonica y quedando suspendidos como partes de unafrase incompleta sin inicio ni resolucion.

    ~tr=.::I\t::]- p p p ~ --= "'=- ~ ==- -=--Compases 8. 9 Y 10 del 2QMovimiento.Muska final de la segunda escena de "Historia de un soldado", de Strawinsky.En curvas melodicas secundarias, generalmente la linea cantante

    es el desarrollo de una ordenacion intervalica expuesta en otto mementoen forma vertical. siguiendo el procedimiento empleado mas tarde comogran novedad en el sistema de los doce tonos. (Ver ejemplo lla)

    Pero los aspectos armonico y melodico en el Op. 5 no es 10 quemas interesa destacar al expositor, porque si bien, como hemos vista,son factores ricos en nuevas ideas y novedosas combinaciones, aun pue-den considerarse como una evolucion mas 0 menos previsible dentrode 10 que en estos aspectos se habia escrito anteriormente. Hay otrasvariables que introduce Webem en su Op. 5 que sf son una completanovedad para la musica de su epoca, yaqui quiero detenerme especial.mente en nuestra incursion.

    Una nueva dimension que aparece en esta obra es el pulso variante.No pretendo adjudicar a Webern el invento de esta argucia musicalque existe desde que se escribe mnsica, pero sf creo que Webern esquien en esta obra por primera vez sistematiza este factor expresivoen base a una etema variacion que rompe la constancia del tempo.adquirida por la tradici6n.

    Como pulso variante quiero dar a entender la gestaclon de unnuevo ritmo interno, subcutaneo, que se superpone al ritmo externo,epidermico, mediante Ia alteraci6n del valor divisionario del metro, en

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    Revista Musical Chilena / Jose Vicente Asuarun procedimiento de eterna oscilacion entre tempos extremos, adqui-riendo las unidades divisionarias ( .0, J, J. ) I t . . . ) distintos valo-res metronometricos, segun su ubicacion en el discurso musical. Estanueva base movil (tempo variado) sobre la cual S f ! Ievanta la figuracionritmica externa (divisiones del tempo) , altera la fisonomia de esta ultimacon un continuo proceso de contraccion y relajacion (acelerando y ritar-dando), llegando al auditor la resultante de la composicion de ambasfuerzas atractivas.

    Dejando a un Iado la costumbre impuesta por la tradicion, preguntemonos si existe alguna ley natural que exija Ia isocronia delcompas: 0sea, al elegir un compas de 4/4, por ejemplo, c!por que elvalor metronometrico de la division debe mantenerse siempre cons tan-te? La naturaleza nos enseiia que el reposo absolute no existe. Inclusonuestro pulso sanguineo varia constantemente excitado por las sensa-ciones y emociones que continuamente experimentamos; .y la musica,que es todo sensacion y emocion, c!por que entonces ha de mantenersu pulso constante? Es cierto que el recurso de acelerando y ritardandoes ernpleado continuamente en toda obra musical, pero hasta Weberneran elementos secundarios tendientes en especial a subrayar la forma(el ritardando como fin de frase 0 periodo, el acelerando como tran-sicion a un nuevo pasaje 0como conduccion al climax), sin poseer unaelaboraci6n propia en su tratamiento, Ya en el romanticismo, con elabundante empleo del rubato y las alteraciones de tempo cada vez masfrecuentes en Wagner, Mahler 0 Debussy, se abrla el camino a la Jibe-racion del pulso. Webern en su Op. 5, nos ofrece plenamente logradaesta nueva perspectiva, como podemos demostrarlo transcribiendo acontinuaci6n un grafico que muestra las oscilaciones del pulso en eIquinto movimiento. Este grafico, que me parece la manera mas claray breve de sefialar el pulso variante sin necesidad de copiar integra-mente la partitura, consta de un eje horizontal en el que por conven-cion he anotado en una misrna longitud de trazo cada compas, y uneje vertical donde estan anotados los valores que experimenta la unidadde pulso a traves de la obra.

    Una pieza escrita en pulso constante tradicional, graficamente es-tarfa representada por una horizontal que cortarfa al eje vertical segunel valor de la constante. Asi, a primer golpe de vista, podemos visualizarinmediatarnente todas las oscilaciones que emplea Webern en este trozo,

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    y sin entrar en mayor analisis, vemos que la horizontal (pulse eons-tante), esta practicamente desterrada de este grafico,

    Ej 16 .l ' . 6 0~ 50

    campa.,1 1La inclinacion de lasrectas (he supuesto que la variacion de pulso

    es lineal, suposicion que no introduce error de importancia para losefeetos del diagrama), no ha sido dibujada en forma caprichosa, sinoel mismo Webern me ha ayudado a determinarlas al colocar en supartitura los valores relativos de la unidad por donde circula la alte-rad6n del pulso, demostrando una vez mas la extremada precision desus anotaciones y la plena conciencia que tenia deeste nuevo procedi-miento al aplicarlo en su obra.

    La pr6xima conquista de Webern que mencionare, es la dinami-zaci6n individual de cada sonido, unida a la oscilacion constante de ladinamica en torno a un centro energetico cuyo criterio general de em-pleo podemos asociarlo con el seguido en el pulse variante mencionadoanteriormente,

    Esta dinamica eternamente variada en continuos crescendos y de-crescendos y que en cada frase comienza con una "indicacion precisadel ataque, es un procedimiento composicional totalmente nuevo parala epoca. Nuevamente tendre que reconocer que la utilizacion delcrescendo y el decrescendo, junto al contraste dinamico entre dos notaso dos frases, es procedimiento que se remonta al origen de la musica, yque todos los musicos 10 han empleado en mayor 0menor grado entodas sus obras, ya que se trata de un recurso indispensable para la ex-presi6n musical; pero el tratamiento queimpone Webern en su cons-trucci6n, dista mucho de seguir los moldes usuales. Aqut cada sonidotiene su propia dinamica y esta dinamica oscila en torno suyo no comoun puenteo entre dos dinamicas distintas ni como un contraste impre-visto, sino es un eterno variar valorizando expresivamente el sonido

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    Revista Musical Chilena. I J o s e Vicente' Asuaraislado en un movimiento continuo entre pIanos de distinta energiasonora que no concede tregua de reposo.Esta concepcion weberniana del culto del sonido y del matiz ais-lado, se asocia con la valorizacion esoteriea del sonido de ciertas musi-cas primitivas, especialmente la de China, y, precisamente por este ca-mino exotico, otros musicos como Olivier Messiaen, han llegado pos-teriormente a un tratamiento composicional de la dinamica, semejanteal que expone Webern en esta obra. Pero en el caso de Webern, la se-mejanza es casual. EI no parte de un deseo de imitacion del arte primi-tivo, sino llega por un metodo de analisis de elementos musicales a lanecesidad de desarrollar separadamente cada variable, para que la sin-tesis musical comprenda una elaboracion de cada parte en extremo re-finada. .

    La manera de variar la dinamica en Webern es extraordinariamentesutil, Su escala de valores reune graduaciones desde el pppp -hasta elsfff, imperando a 10 largo de estos 5 movimientospreferentemente losvaloresppp y pp conoscilaciones en torno de ellos. (Ver cualquier ejem-plo como referencia).

    No hay descontrol ni arrebatos temperamentales en Webern alusar este nuevo artificio que tiene en sus manos, sino el tratamientoque utiliza es siempre mesurado y mantenido dentro de un plan expre-sivo sumamente delicado,

    EI color es el proximo objetivo de nuestra incursion. En este cam-po debo repetir 10anteriormente dicho con respecto al pulso y la dina-mica. Es una nueva concepcion del empleo del color, ya no como recur-so efectista, sino como elemento que en su eterna variacion se ajustaa la orientad6n impresa a las otras variables.. A pesar de utilizar la combinacion de cuarteto de cuerdas, 0sea,

    instrumentos de una misma familia y con coloratura individual seme-jante, en pocos mementos tenemos la impresi6n de estar escuchandotal como aoostumbramos, un cuarteto de cuerdas, La combinacion delos cuatro instrumentos en area, aparece muy rara vez y como productode una de las tantas combinaciones que se pueden hacer aprovechandolos distintos recursos que ofrecen las cuerdas: Arco, Pizzicato, SuI Pon-ticello, Col legno, Armonicos, Sordina, Glisado, son recursos que We-bern los trabaja combinadamente y con un alto grado de diversifica-cion, llegando momenta! en que en un solo compas se reunen simulta-neamente varias de estas maneras de tratar a las euerdas. En un ejem-plo extraetado de los compases 14 ' Y 15.del quinto movimiento, vemoscomo aparecen superpuestos efectos tales como area, pizz, sul ponti-

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    Una Incursion por el Op. 5 de Anton Webern / Revista Musical Chilena

    cello, ann6nicos y col legno, todos ellos con los cuatro instrumentos consordina y en solo dos compases.

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    Es digno de mencionar tambien las extrafiisimas sonoridades quelogra por medio de tremolo en suI ponticello y con sordina, que enregistros extremes se aparta completamente de la sonoridad usual delos arcos, logrando hacernos escuchar efeetos que parecen "venidos deotros mundos" por 10 ins6lito de su sonoridad y la audacia de su em-pleo, y en este terreno, la mana del autor parece deeidida a presentaren el breve lapso de 8 minutes en que transcurre la pieza, un verdaderoinventario de posibilidades coloristicas del euarteto de cuerdas, a talpunto que no creo peear de exagerado al decir que los efectos Iogra-dos en este Op. 5 no se han obtenido otra vez con la misma densidady riqueza en otra obra contemporanea.

    Finalmente, y para no agobiar al lector con demasiadas conclu-siones, me parece que 10 mas maravilloso de este pequeno fen6menomusical que constituyen los 5 movimientos para cuarteto de cuerdas deAnton Webern, se encuentra en la sfntesis de todos estos elementos ana-lizados anterionnente, que, guiados con Ia soltura y destreza con queWebern los maneja, se ordenan segun un nuevo criterio composicional,que tampoco tiene precedente en su epoca. Este nuevo criterio compo-sicional 10 podemos definir, a mi juicio, en esquematico y puntillista:

    Esquematico en cuanto se refiere a la clara exposicion de elemen-tos de trabajo que juegan el papel de protagonistas en la representa-cion musical, la cual acomoda toda su estruetura al desarrollo y varia-cion individual de cada uno de estos personajes y a Ia combinacion si-

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    Revista Musical Chilena / J o s e Vicente Asuarmultanea de elias, sin incluir nuevos elementos que alteren la hege-mania de esta familia inicial, sabre la cual se sustenta exclusivamentetoda la elaboracion de cada trozo.

    Puntillista en cuanto a la elaboracion de estos elementos de traba-jo, cuya elecci6n y distribucion ha sido previamente esquematizada, yal emplear el termino "puntillismo", quiero indicar la meticulosidadde la elaboraci6n, el no dejar nada al azar, algun hila suelto en este la-borioso tejido, sino, como trabajo de relojero, microsc6pico en su mi-nuciosidad, la eterna variacion y combinacion de las piezas de este jue-go en un procedimiento sutil, lIeno de trampas para el- analizador,pero que no conoce vacios ni redundancias, sino a cada momenta laina inventiva de su autor idea nuevas situaciones y logra nuevas refi-namientos, dentro de una estructuraclon -lase esquematica= de unatotal upidad y cohesion.

    La densidad de sutilezas de este procedimiento requiere del audi-tor una concenrracion maxima, sin reposa posible par largos perlodos,de aqui la brevedad de estas piezas que en segundos resumen 10 que otroautar de mas ampulosidad en su discurso, tardaria minutos, y tal vezhoras, en decir, Esta nueva estetica, extremadamente concentrada, queno admite concesiones en cuanto a banalidades 0 divagaciones en elcantenido musical, es la mas rica herencia que nos deja Webern en suOp, 5. Su fundamento conceptual coincide can aquel que sustenta elsistema de los doce sonidos, que crearfa Shonberg 15 aDOSdespues, encuanto a la economfa de medias y a la sistematizaci6n de recursos 50-noros. Incluso dentro del mismo procedimiento composicional encontra-mas muchos avances a la nueva tecnica, como son el tratamiento serialde algunas Iineas mel6dicas, ya mencionado anterionnente, el evitarla repeticion de una nota en agrupaciones ac6rdicas, el empleo del tri-tono, la septima y la segunda como intervalos principales, la despolari-zad6n de cualquier centro atractivo, la etema variaci6n, los procedi-mientos de inversion melodica.

    C o m p a s 7 del Tercer Movimiento.. 38 ..

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    Una Incursion par el Op. 5 de Anton Webern / Revista Musical Chilena

    yac6rdica,Ej.19.-

    Compas 17 del V Movimiento

    la busqueda de estructuras simetricas en torno a un eje (exposici6n, ejecentral, retrogradaci6n) ;

    Compases 10 Y 11 del V. Movimiento

    de donde concluimos que Webern, en su Op. 5, es mucho mas dodeca-f6nico que una gran cantidad de obras contemporaneas, que par elhecho de someter su linea mel6dica a un tratamiento serial con los dacesonidos de la escala cromatica, se cobijan bajo la denominaci6n de do-decaf6nicas, aun cuando su fundamento estetico no vaya mas alla deun Prokofieff 0un Hindemith.

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    llcvisfa MlUical Chilena / Jo K Vicente AluafEsta misma actitud de Webern significa tambien una depuraci6D

    muy necesaria de todo elemento literario, descriptivo 0pict6rico en lamusica, tendencia que en su epoca peligraba de caer en excesos,y que,sin embargo, encontr6 en Webern una barrera de contenci6n que nosupo de filtraciones de ninguna especie. EI lenguaje de Webern se mue-ve siempre dentro de un dominio puramente musical; los elementosque utiliza y su procedimiento de elaboracion, responden a las necesida-des de realizar un arte abstracto en esferas donde quizas s610la musicapuede llegar, y su posicion en este aspecto, una sola en toda su vida yplenamente definida en.su Op. 5. es un ejemplo de honradez y digni-dad artfstica sustentada a todo sacrificio, pocas veces igualada en lahistoria de Ia musics.

    Deda al comenzar este articulo, que escribir sobre Anton Webernes un oficio peligroso.

    Hemos visto una sola obra del rmisico, su Op. 5. pequefia obramaestra que. a pesar de su engafiosa pequefiez, se ha abierto ante' nos-otros cual cofre de prestidigitador, -brotando de su interior inagotablecaudal de riquezas de 1amas. alta ley musical, labradas por la fina ma-no del artista para deleite de aquel que tiene ojos para verlas y oidospara escucharlas,La hemos elegido deliberadamente entre las menos conocidas y re -presentativas de su producci6n: una obra de juventud que. por el afioen que fue escrita, seria normal que presentara inseguridad en el ofi-cio e inf1uencia de los estilos en boga, y hemos vista que Webern nosolo no Incurre en las vacilaciones previsibles por su edad, sino. ade-mas. se anticipa a suepoca iniciando un camino de perspectivas ilimi-tadas para los musicos de una generaci6nposterior, dejandoles comomejor herencia el ejemplo de su sacrificio personal, evidenciado en elrenundamiento a toda futilidad y virtuosismo, en 1a economia de me-dios c-onseguidasin eoneesiones de ninguna especie, en la unidad desu obra, que desde su Op. 1 hasta su Op. p6stumo, es una linea que noconoce comienzos vacilantes ni desviaciones ni virajes imprevistos, yen su bregar de genio solitario, consciente de sus dolorosas renunciasy privaciones.

    As! comprendemos que aquel que ha logrado veneer los prejuidosadquiridos y ranquear las innumerables obstaculos que impiden pene-trar en esc Mundo hermetico, cruelmente perfecto, exquisito en IU ela-boracion, que eonstituye la obra de Webem, 5610 puede profesar unaapasionada admiracion ante la magnitud colosal de su obra, admiration

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    Una incursi6n por el Op, 1 ) de Anton Webern / ReviSla Musial Chilena

    que, por la actualidad del objeto tratado, no puede ser sino polemicay combativa,Esta ha sido la actitud del musico contemporaneo, que ha alzadovoces desde todas partes del mundo para honrar la memoria del ilustremusico, y quisiera terminar esta incursi6n, reproduciendo la mas au-torizada de todas ellas, la de Igor Strawinsky. normalmente escepticoa1 hablar de sus contemporaneos, quien pidi6 prolongar el segundo n u -mero de "Die Reihe", dedicado a Anton Webem, en el decimo aniver-sario de su muttte, can estas palabras:"The 15 of September 1945, the d ay 01 Anton Webem's death,$hauld b-e a d ay of mourning jor any receptive musician.We must hail nat only this great compQSet, but also 4 real hero.Doomed '0 a Iota' failure in a deal world of ignorance and indifference, he inexorably kept on cutting out hi3 diamonds, his clawing dia.monds, the mines 01 which he had such a frNfect knowledge". IgM Stra-winsky (signature) June 1955.

    "El 15 de septiembre de 1945 , el dia de la muerte de Anton We-bern, deberia ser un dia de duelo para cualquier musico sensible,

    Debemos saludar no 5610a este gran compositor. sino tarabien.a unverdadero heroe. Condenado a un completo fracaso en un mundo sor-do por la ignorancia y la mdiferencia, e l continu6 inexorabJemente laobrando sus diamantes, sus deslumbradores diamantes, de cuyas minastenia tan cabal conocimiento". Igor Strawinsk.y (finna). junio de 1955.

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