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Antiguas Maneras - Guillermo Flórez Montero

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Antiguas Maneras

Guillermo Flórez Montero

2012

Poesía desde Valencia

Colección Nuestras Voces, Plaquettes N° 2

2012

Segunda edición,

2016

Edición y Montaje

Carlos Quevedo Arteaga

Foto de Portada

Mariana Ayala O.

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Espejismo

Te observo

a través de los cristales empañados de mis lentes

en esta realidad subjetiva

No estás frente a mí

pero sé que existes en algún lugar

mientras yo te imagino

real frente a mis ojos

como el más iluso de los espejismos

Utilizo el recuerdo

de tu inocente sonrisa

como mi oasis mi Edén

en medio de este desierto

naranja psicodélico

Abordo el recuerdo de tus ojos

aclarados por un rayo

de luz de media tarde

cada vez que el vacío del olvido

hiela mis huesos

Y estás allí

Tan real como esas gotas

de rocío mañanero

con que remojo mi nostalgia

y oculto mis cicatrices.

a Josiret Aldrey

Poesía es piel

y tu piel

es parte del poema

y es que no hay mejor soporte

que lo vivo

la tibia piel

llama al ingenuo lápiz

embelesado sucumbe

se arrastra en ti

Nace el poema

ahora

tu piel huele a tinta

y mi lápiz huele a tu piel

Pasado mañana

tu piel aún

estará marcada por mí.

Un poema que se funde

a Edda Armas

Tu voz tenue y ligera se escucha

entre el grave birimbao

y la flauta wayuu

estando a la espera

del momento intimista

El poema

a piel de tus labios

se funde

se mezcla con la alfombra gris

la llama lo consume

ahúma los cabellos

se evapora

llueven gotas que son letras

y escriben todo

con el poema que se funde.

Sueño

tengo un pedazo de sueño

envuelto en una sábana

pero está en otra parte

REYNALDO PÉREZ SÓ

Mirando tu silueta

de frente

me invade tu mirada

seria e impermeable

frente a mí

pero ausente

ausente y volando

pensamientos

respiras

te observo

lees la carta que un día

te escribí

en el tiempo absurdo

de locura

sueño

absurdo

lejano

se pierde.

El lápiz del poeta

Se me está secando la tinta

esta sensación lúgubre

persiste hace varios días

Soy un lápiz sin uso

guardado hace tiempo

con la punta hacia arriba

Olvidé muchas cosas

¿Cómo se siente la piel de la hoja?

¿a qué huele?

Añoro deslizarme

sobre cada virginal hoja,

trazar poemas nuevos

pero el poeta ha muerto

mi tinta verde es

cada vez más espesa

se seca

Es mi adiós a las palabras

los versos

la vida

Pueblo

fue lo último que escribí.

Poeta (I)

a Carlos Quevedo.

Poeta pero sobre todo amigo

Poeta

todo lo que escribas

puede ser utilizado en tu contra

No tienes opción

Escápate

Cruza la frontera, pero no toda

Solo en este sueño

Cuando despiertes

te estarán esperando

pero no quienes te buscan

sino quienes siempre has buscado.

Poeta (II)

al poeta Aquiles González

Poeta

todo lo que digas

puede ser utilizado en tu contra

Salta

Salta de la montaña

y trata

de caer sobre una nube

Piérdete en este sueño

cuando despiertes

habrás encontrado

La palabra perdida.

Alas prestadas

a Andrea Velandia

Vuelo con alas prestadas

pues los humanos

desde hace mucho tiempo

dejamos de volar

ese murciélago me presentó sus alas

se las pedí

pues debo llegar a tiempo

a nuestra cita en esa nube

no te asustes al verme llegar

con alas negras

los que no somos hadas

-como tú-

debemos volar

con alas prestadas.

Tú en canción

…y Mariana quiere ser canción

SILVIO RODRÍGUEZ

a Mafer y Nita

Una guitarra suena fuerte y regia

una guitarra suena con vida propia

libera melodías deliberadamente

melodías que hablan por sí solas

Eres tú en canción

(Siempre quisiste ser canción)

La guitarra te ha liberado

del torvo abismo en que estuviste

tantos momentos eternos

ahora vuelas con las notas de mi guitarra

Cada nota huele a tu piel (y sabe a tu piel)

esta melodía debe ser infinita

un sonido que viaje

al espacio infinito

en un tiempo infinito

Pero la guitarra debe vivir otras cosas

aunque hoy lo único que importa

eres tú

libre en canción.

El aire tiene envidia de lo quieto,

de la tierra y la piedra sobre todo.

JESÚS ALBERTO LEÓN

Debajo del dosel del bosque

las piedras también quieren volar

en cambio

el viento aprende a ser paciente

ya no agrede la hojarasca

la acaricia

refresca la tierra por debajo de ella

se empapa de humedad

Despierta las hojas anchas del sotobosque

se lleva las esporas del helecho

hace favores

No reposa

ni se sienta antes de partir

se va de repente

es libre

el aire tiene envidia de lo quieto

¿algún día reposará

junto a la tierra y la piedra?

Eternos enamorados

para Rafael Velázquez

que aún nos canta desde el cielo

y Migdalia Montero

su eterna enamorada.

El patio circular

llega como un recuerdo

cada vez más lúcido

La mata de mango

donde siempre habitaron

varias generaciones de morrocoyes

El rosal

la yerbabuena

mecidos por el mismo viento

que mece el chinchorro

tejido por la abuela Trina

hace tantas décadas

escucho el eco del bolero

cantado a capela

por dos enamorados:

Él

su voz grave y entonada

Ella

su voz aguda y dulce

conjugan la canción

inspirada en más de treinta años

de amores

Hoy la brisa

huele a lo mismo

rosas yerbabuena

el fogón de la abuela

el chinchorro se mece

en el patio circular

y los amantes

cantan el mismo bolero:

Él

lo entona

desde la estrella que habita

Ella

lo sigue

desde la cocina

yo aún los escucho.

Ciudad

Vivir en una ciudad sin calles

donde las casas sean samanes

bucares y caobas centenarias

Vivir en una ciudad sin bombillos

donde la luz la dé el sol

y a veces en la noche

la luna llena

Vivir en una ciudad sin cables

donde los tendidos eléctricos

no sean sino redes

hechas por expertas

tejedoras de ocho patas

Vivir en una ciudad

donde el único espejo sea el lago

al que vas en la mañana

a llenar la totuma

para regar el Samán Casa

en los meses de sequía.

Mañana

a Miriam Montero (mamá)

La madrugada viene de a poco

en las copas de los mangos

que la brisa del sur

mece suave

para despertar a la bandada de pericos

La luz se riega generosa

con calma de siglos

hasta tus pequeños ojos miel

que desde el chinchorro

se iluminan entreabiertos

Ya es de día Miriam

los pericos tumban los mangos maduros

la casa se despierta

y el sol calienta los techos

Ya es de día Miriam

la brisa del Orinoco

se funde en mi pecho

y siento tu perfume

y te pienso.

Mamá Trina

Solo llevamos lo que el alma atrapa

EDDA ARMAS

Cuando te fuiste

lo comprendí

Solo llevamos lo que el alma atrapa

diez años después

aún te siento

mecer mi hamaca

en el último instante

antes de caer dormido.

Bosque de Samanes

Entre crujidos leñosos

la voz del bosque de samanes

recuenta años como si fueran días

hasta el tiempo que se acaban los relojes

Desde los días de luz

y lluvia pura

se bañan las raíces

que lentamente crecen

hacia el centro de la tierra

donde el tiempo se congela

los sueños se pierden

la materia es pura

como el agua que fluye

hacia las tenues hojas

que taciturnas

crecen hacia el infinito de los días

Entre crujidos leñosos

leñosos y pacientes

los samanes cuentan

nuestras historias.

Antiguas maneras

No entiendo la forma

en que tu voz me hace retomar

la antigua marcha

de la pesca de frutos de la poesía

la siembra de notas musicales

que el cielo no entiende

y la tierra disfruta

la costumbre de tomar la vida

como un parafraseo

del poema que se traza

en el humo del cigarro

que se diluye en el aire denso

mezclándose con el universo

se hace estrella en tu cielo

que alumbra como luciérnaga

en el arbusto de tu pecho

que se expande

como el universo

cada vez que suspiras

cuando el poema se mezcla

con el aire que escuchas.