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CUEVAS NOA, Francisco Jos
Anarquismo y educacin : La propesta sociopo-Litica de La pedagogia Libertaria / Francisco Jos
Cuevas Noa ; prLogo de Jos GonzLez Monteagudo.
- 1.' ed. - Madrid: Fundacin de Estudios Liber-
tarios AnseLmo Lorenzo, 2003. - 171 p. ; 20 cm. -
(Cuadernos Libertarios ; 11)
BibLiografia: p. 165-171
ISBN 84-86864-62-3
1. Anarquismo. 2. Educacin. 3. Pedagogia Liber-
taria. l. GonzLez Monteagudo, Jos, pr. 11. Titu-
Lo. Ill. Serie.
o
Colectivo de Educacin Social y Noviolencia BuenaespinaEscuelas, n.o 9 11403Jerez de la Frontera (Cdiz)
Tel. 956 338 972
e-mail: [email protected]
El Colectivo Buenaespina est constituido por educadores/as con experiencia en el mbitode la Educacin social y la Noviolencia, dedicados a realizar actividades formativas decarcter transformador. Entendemos la educacin como un proceso colectivo y participati-vo. Desde Buenaespina profundizamos en la divulgacin de instrumentos como el dilogo,el respeto, la cooperacin y la noviolencia, aplicndolos a distintos mbitos, como la dina-mizacin del tejido asociativo, la formacin en resolucin de conflictos, la investigacinsobre la participacin social, el entrenamiento de profesionales de la intervencin social,etctera. Trabajamos enJerez de la Frontera (Cdiz) desde 1999.
Fundacin de Estudios libertario s Anselmo Lorenzo, 2003Paseo de Alberto Palacios, 2 28021 Madrid
Te\. 917 970 424 Fax 915 052 183
www.cnt.es/fal email: [email protected]
l.a edicin
ISBN: 84-86864-62-3
DEPSITO LEGAL: SE-3505-2003
DISEO y MAQUETACIN: Enrique Lpez Marn
Impreso en Espaa
N DIe E
El Mayo del 68francs 69Los nuevos movimientos sociales y el anarquismo 72
ltimos hitos libertarios: Grecia y Albania (1997),
:~C;:-~fob:z:::~t:r~~~~.~~~~~~.~~~~.~e~.m.~~i.~~e~~~ 77
BLOQUE 11
3. LAS TEORAS ANARQUISTAS DE LA EDUCACIN 81
Algunos principios generales de la pedagogia libertaria 82El antiautoritarismo 82
La educacin integral 84La auto gestin pedaggica 85
Las teorias anarquistas de la educacin de carcter no diredivo 86
La teoria anarquista individualista de Max Stirner 88El neutralismo pedaggico 89El pensamiento educativo de T olstoi 92
Las teorias anarquistas de la educacin de carder sociopoltico 94La teoria de la educacin de Bakunin 95
Los planteamientos educativos de Ferrer y Guardia 97La teoria de la desescolarizacin 103
4. EXPERIENCIAS DE PEDAGOGA LIBERTARIA Y ANTIAUTORITARIA 108
Experiencias histricas de pedagogia libertaria y antiautoritaria 108
Las bolsas de trabajo: el mutualismo 108La Escuela de Yasnaia Poliana 112
El orfanato de Cempuis, de Paul Robin 114La enseanza racionalista: La Escuela Moderna
de Ferrer y Guardia 117Las escuelas de Hamburgo y el maestro-compaero 120El sindicato y el ateneo libertario 124El CENU: La pedagoga libertara en el sistema estatal 129La Escuela de Summerbill 133
La guardera antiautorilaria de Padua: Comuna Uno 136
Experiencias de pedagoga libertaria actuales 139La Escuela Paideia de Mrida 139
La objecin escolar 143
CONCLUSIONES 149
BIBLIOGRAFA 163
PRLOGO
En este libro, Paco Cuevas presenta una sntesis muy
lcida sobre los fundamentos tericos y la evolucin his-
trica del anarquismo. Posteriormente, comenta breve-
mente las teoras educativas anarquistas y las principales
experiencias llevadas a cabo en este campo.
Esta obra es un producto del inters y de la constancia
de su autor, que ha sabido aunar el rigor en el tratamien-
to de los temas, el uso de un lenguaje preciso pero asequi-
ble y la capacidad de discutir de manera sistemtica y
organizada el amplio campo de la teora y de la prctica
anarquistas.
Este texto ha tenido su origen en un trabajo de investi-
gacin doctoral -es decir, en lo que acostumbramos a lla-
mar la tesina- llevado a cabo por su autor en elDepartamento de Teora e Historia de la Educacin y
Pedagoga Social de la Universidad de Sevilla. Hoy se
publica con algunas adaptaciones y, sobre todo, con unacuidada actualizacin del contenido, teniendo en cuenta
las ltimas publicaciones aparecidas y algunos documen-
tos electrnicos consultables en Internet. Sin embargo, es
de justicia hacer constar que este trabajo constituye, ante
todo, el resultado de los afanes de su autor, que sabe com-
binar una autodidaxia tolerante y nada envanecida de s
8 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
misma con un activismo social y educativo muy exigente
y radical, presidido por un compromiso tico labrado en
la coherencia, en el rigor y en la lucha cotidiana.
A pesar de la juventud de su autor, ste ha llevado a
cabo un trabajo muy maduro en cuanto a su contenido y
muy bien escrito. La madurez conceptual y la escritura
cuidada constituyen, precisamente, dos de los grandes
valores del libro. Una y otra parecen fciles, pero no lo
son. Las capacidades de sntesis, de problematicidad y de
relacin, caractersticas mayores de un pensamiento com-
plejo y dialctico, se nos muestran de una manera elo-
cuente en esta pginas.
Es de destacar que Paco Cuevas reivindica sin grandes
complejos la necesidad de la teora y de la reflexin te-
rica. Tambin defiende los enfoques globales como
manera idnea de acercarnos a los fenmenos sociales y
educativos. En este sentido, y siguiendo la estela de la
conocida frase de Habermas, que caracterizaba al positi-
vismo como la renuncia al pensamiento, Cuevas es deci-
didamente antipositivista. Y tambin, si se entiende el
vocablo en su acepcin vulgar, es antipragmatista, pues
critica la dimensin mtica de la investigacin social y
educativa repleta de datos estadsticos y de empirismo
barato, pero carente de reflexiones y de conceptos.
Es cierto que en el mbito social y educativo se ha tra-
bajado en los ltimos tiempos, y se sigue trabajando, des-
de la perspectiva de la elaboracin terica. Pero tambin
es verdad que cuando esta teora posee un tono crtico y
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 9
heterodoxo, suele adoptar un enfoque marxista o neo-
marxista, en sus diferentes versiones y matices. Es ms
raro que se acuda al rico patrimonio terico y experien-
cial del anarquismo, que, curiosamente, tiene en Espaa
una presencia fortsima. Y que, por cierto, para hablar
slo de educacin, no se reduce a la figura emblemtica
de Ferrer y Guardia.
Por todo ello, creo que constituye un acontecimiento la
publicacin de esta obra, deudora de esa rica tradicin
compuesta de saberes, luchas, experiencias y activismo
social que conforma el anarquismo.
Siguiendo a Freire, Cuevas destaca la naturaleza emi-
nentemente poltica de la educacin. Desde esta perspec-
tiva, el autor opta por la lnea sociopoltica de la
pedagoga libertaria, y se opone a los planteamientosromnticos, idealistas, roussonianos e individualistas de la
tradicin libertaria. ste es el punto de partida que permi-
te a Paco Cuevas conectar el anarquismo con la proble-
mtica actual de los movimientos sociales, y, en concreto,
sin por ello caer en el pedagogismo, con el papel educati-vo de esos movimientos. La defensa de la solidaridad, de
la sociedad civil y de lo colectivo supone una alternativa
razonable frente a la soberbia y a la arrogancia neolibera-
les. En estas luchas actuales, concretas, prcticas, es en
donde Cuevas quiere situar la problemtica libertaria.
El anarquismo es una doctrina que provoca una atrac-
cin inmediata. Y no es para menos. En sus versiones ini-
ciales, antes de oponerse al socialismo marxista, el
10 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
anarquismo defiende, adems de un atesmo militante
hoy cuestionable, la abolicin de las clases sociales, la
igualdad econmica y social de los individuos, la igualdaden los medios de desarrollo de los nios, la reduccin del
Estado a las meras funciones administrativas y la solidari-dad internacional. Las masas obreras abrazan -ste es un
verbo con mucha fuerza, usado histricamente para
hablar del militantismo de los trabajadores-la causa anar-
quista con una fe casi religiosa. El anarquismo es una doc-
trina de redencin y de humanismo. Sobre un mundo
violento y desigual se construir la unin universal de las
libres asociaciones agrcolas e industriales. Sobre la divisa
hobbesiana de que el hombre es un lobo para el hombre,
se concebir una hermandad generosa y pacfica, ese rei-
no de la libertad tan ansiado por los utpicos de todos los
tiempos.
Hoy nuestro mundo muestra caras paradjicas. Por un
lado, la ambicin del universalismo; por el otro, el recur-
so salvaje a las guerras, al dominio ideolgico, al control
de las mentes y de los cuerpos por medio de mecanismos
unas veces explcitos, otras veces sutiles. En este mundo
contradictorio, la lucha por la libertad sigue siendo una
ambicin honesta que anima el corazn de millones de
mujeres y de hombres. Sin el idealismo ingenuo de los
comienzos, sin la ambicin desmedida de los parasos arti-
ficiales, pero tambin sin conformismo y sin apata; con
honestidad, con firmeza, con el argumento de las buenas
razones, as es como veo yo las luchas sociales actuales
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 11
por conseguir un mundo ms humano, un objetivo que, al
parecer, no es tan fcil de conseguir como soaron algu-
nas mentes preciaras del socialismo y del anarquismo.En este contexto, este libro nos ofrece un buen recorri-
do por los hitos fundamentales del anarquismo. Su publi-
cacin supone una lnea de continuidad en relacin con
las obras editadas en los aos 70 y 80 del siglo xx, quereactivaron el inters hacia la pedagoga libertaria, tras losaos sombros de la dictadura de Franco. La lectura de
esta obra puede servimos como una til gua para profun-
dizar en las corrientes pedaggicas libertarias. Si hemos
de educar para la libertad; si sigue siendo verdad que es
posible educar para la libertad, entonces puede ser conve-
niente dirigir la mirada al pensamiento y a las experien-cias antiautoritarios. Con este libro esta tarea se nos
facilita grandemente. Por eso, tengo que felicitar a suautor, as como a la Fundacin de Estudios Libertarios
Anselmo Lorenzo, que tanto est haciendo por la difusin
del pensamiento libertario.
Jos Gonzlez MonteagudoUNIVERSIDAD DE SEVILLA
PRESENTACIN
La pedagoga libertaria es un tema que en los ltimos
aos ha dejado de centrar el inters de la investigacin enlas ciencias de la educacin. Si en la dcada de 1970 la
autogestin educativa y la no directividad eran asuntos
que motivaban un debate animado en Europa, y especial-
mente en el contexto espaol tras la muerte de Franco,
hoy, ya en el siglo XXI, estn teniendo cada vez menos
relevancia. Una simple lectura de la bibliografa existente
en torno a la educacin libertaria y antiautoritaria, nos
muestra que en los 90 apenas encontramos una decena de
ttulos al respecto. Slo en estos dos ltimos aos se ha
vuelto a poner sobre el tapete, en algunos lugares, la
importancia de la pedagoga libertaria en el siglo XX, aho-
ra que se hace balance de lo realizado en la ltima centu-
ria para trazar una perspectiva de lo que ser la pedagogadel siglo XXI.
La investigacin pedaggica que se desarrolla ltima-
mente parece querer pasar la pgina de las ideas educati-
vas anarquistas, y dejadas en los manuales de historia de
la educacin como algo del pasado. Pero despus de estu-
diar con detenimiento la evolucin de la pedagoga liber-
taria y sus influencias, podemos descubrir con claridad
que las ideas del anarquismo siguen vivas, y que no puede
14 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
entenderse el estado actual de la educacin sin reconocer
las influencias que han tenido las propuestas libertarias en
la configuracin de la enseanza actual. Cuestiones como
la participacin escolar, la educacin no formal, la auto-noma de los centros de enseanza, las reformas educati-
vas, la educacin popular, etctera, no pueden entenderse
en toda su profundidad si no se vislumbran qu aporta-
ciones han hecho las teoras anarquistas de la educacin.
Por otro lado, el legado de la pedagoga libertaria no se
manifiesta slo en las influencias del pasado sobre el pre-
sente, sino que tambin sigue habiendo propuestas y
experiencias actuales de educacin libertaria, quizs nosuficientemente conocidas.
Qu es lo que ha cambiado, entonces, en este perodo
de tiempo que va desde los aos 70 a los inicios del siglo
XXI, que hace que ya no est de moda la pedagoga liber-
taria? Seguramente no ha sido la pretendida extincin del
anarquismo que algunos creen, puesto que, como pode-
mos comprobar en el captulo de este trabajo que revisa
las realizaciones prcticas de la acracia, el movimiento
libertario sigue existiendo, incluso con cierto resurgimien-
to en los ltimos aos. Lo que en realidad ha cambiado ha
sido el clima social y cultural en Occidente, y en especial
en Espaa, que provoca que las nuevas generaciones de
profesionales y estudiantes del campo educativo no estn
preocupados por cambiar en profundidad la realidad
existente. La propuesta educativa anarquista no ha muer-
to, sigue estando ah para quien quiera utilizada adaptn-
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 15
dola a los nuevos tiempos; lo que ha muerto (o casi) son
las ganas de utilizar los planteamientos revolucionarios en
la educacin. Hay hoy mucho ms inters por los enfo-
ques micro, psicologicistas y tecnicistas en la educacin
que por hacerse las grandes preguntas acerca de la finali-
dad y el sentido de la formacin humana.
Por eso, desde este pequeo estudio, y posteriormente
desde una tesis doctoral, quiero aportar un humilde grano
de arena para demostrar las enormes potencialidades que
tienen las ideas anarquistas sobre educacin, con la idea
de ir madurando y concretando una propuesta actual,
para el siglo XXI, de pedagoga libertaria que utilice la va
de los nuevos movimientos sociales para extender suaccin cultural transformadora.
Mis motivaciones vienen desde el compromiso con
organizaciones anarquistas y movimientos sociales; com-
promiso que me anima a realizar un esfuerzo investigador
para obtener pautas tiles de anlisis y actuacin para la
labor de creacin de conciencia crtica que llevan a caboestos movimientos.
Tambin quisiera sealar algunos datos en torno al dise-
o metodolgico de la investigacin. Se trata de un estudio
de teora de la educacin. Las fuentes de investigacin que
he utilizado son principalmente de carcter secundario.
Este trabajo desarrolla un procedimiento que cada vez es
ms difcil de encontrar en la investigacin social de nues-
tro tiempo: la elaboracin de teoras. Esta lnea de investi-
gacin apuesta por el pensamiento global, por abarcar la
-"i1lllllllml!im.l8llll~ml~mll~IllIIIIII~II~lllllllilll~11111llllllllllillillllllllllllllllllllllllll~illllllllill1IIIIIIIlllllllllilllllllllllllllllllllllll_~~_
16 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
realidad como un todo relacionado que tiene configuracio-
nes esenciales que no pueden apreciarse desde lo local ycercano si no se realiza un esfuerzo de abstraccin que pro-
porcione una visin de plano, de conjunto. Se trata, pues,de un acercamiento holstico a la realidad.
Pero para llegar a esta visin general, he tenido que par-
tir de lo especfico, de lo concreto. Para ello he estudiado
las distintas teoras anarquistas de la educacin y las ms
significativas experiencias, pero slo desde una perspecti-
va de muestrario (ms que estudio exhaustivo y completo)
que posibilita extraer las ideas esenciales que se ponen en
juego en la pedagoga libertaria. As, por ejemplo, para
conocer la enseanza racionalista, prefiero detenerme
slo en el modelo de escuela (la Escuela Moderna) que
representa a todo un movimiento, antes que realizar una
exhaustiva descripcin de las innumerables escuelas
racionalistas que se dieron en el mundo a partir del ejem-
plo de la institucin de Ferrer Guardia. La narracin com-
pleta y exhaustiva se escapa a los fines de este estudio.
Los objetivos de este trabajo son, pues:
Conocer, mediante un acercamiento a modo de mues-
trario, las lneas principales que existen y han existido
de pedagoga libertaria .
Teorizar acerca de la idoneidad del componente
sociopoltico de la educacin anarquista como opcin
ms ajustada a la tradicin libertaria y a las necesida-des de emancipacin actuales.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 17
Finalmente, slo me queda agradecer el apoyo inesti-
mable del director de tesis, Jos Gonzlez Monteagudo,
que me ha animado y asesorado continuamente; y el de
mi compaera, Natalia Gentile. Tambin quiero dar las
~racias al Colectivo Buenaespina, en que trabajo, y a la
Fundacin Anselmo Lorenzo por su apoyo para hacer
posible la edicin de este trabajo. Gracias a todas y atodos.
BLOQUE 1
1. EL MARCO TERICO Y FILOSFICO
DEL ANARQUISMO
Situar el sistema ideolgico que da razn de ser a la
pedagoga libertaria es el objetivo de este captulo; cono-
cer el punto de partida, la visin del mundo que tiene el
anarquismo se hace imprescindible para un estudio serio
de los planteamientos educativos anarquistas.
Pero hemos de partir del reconocimiento de la dificul-
tad que estriba el cometido de definir o acotar al anar-
quismo, puesto que las definiciones y enunciados del
mismo varan tanto como anarquistas existen, puesto que,
en un autntico sentido, no existe un anarquismo, sino
varios anarquismos, es decir, varias interpretaciones y
propuestas de anarquismo. Ya nos lo advierte George
Woodcock: La simplicidad es, precisamente, lo primero
que debe evitarse al escribir una historia del anarquismo.
Pocas doctrinas o movimientos han sido comprendidos
tan confusamente por la mentalidad general y pocas han
ofrecido en su propia variedad de concepto y accin tan-
tos motivos para justificar este confusionismol. La profe-
l. W OODCOCK, George: El anarquismo. Historia de las ideas y movimientos
libertarios, Barcelona, Ariel, 1979, pg. 11.
2 O I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
sora Tina Tomasi tambin refrenda esta opinin, sugirien-
do que el anarquismo an habiendo sido concebido por
la gran mayora de sus seguidores como una forma de
organizacin socialista, presenta formas diferentes y nota-
bles segn el clima cultural que lo seala2.
La diversidad ideolgica en el seno del movimiento
anarquista hace difcil delimitar unos rasgos o principios
comunes. Por ello, pensamos que la forma ms ajustada a
la realidad para explicar el anarquismo pasa por marcar
una serie de hitos comunes a los distintos anarquismos,
pero al mismo tiempo sealar los lugares donde los cami-
nos se desvan y se construye propuestas especficas. De
igual modo, consideramos que un buen modo didctico
de descripcin pasa por construir un continuum que va
desde aquellos rasgos ms homogneos dentro de las teo-
ras anarquistas (la crtica a la autoridad, el antiestatismo,
el socialismo ...) hasta aquellos aspectos en los que no se
puede trazar fcilmente una lnea unvoca de posiciona-
miento ideolgico (propuestas econmicas, el posiciona-miento ante la violencia, etctera).
Definicin del trmino anarquismo
A menudo se ha pretendido identificar al vocablo anar-
quismo (y a la anarqua) con el caos, el desorden y el
terror. Si miramos la definicin que del trmino anarqua
hace el Diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua
2. TOMASI, Tina: Breviario del pensamiento educativo libertario, Mstoles,
Nossa y Jara, 1988, pg. 7.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 21
111 lS encontramos con que sta se identifica con Descon-('i(~rto,incoherencia, barullo.
Pero esta definicin realmente peca de incierta e intere-
sada, ya que se consigue una carga semntica negativa
hacia la palabra por su simple identificacin con valores
negativos (desorden, caos...). El origen del trmino anar-
quismo se sita en la voz anarqua, derivada del griego y
que significa sin gobierno. Los fundadores de esta doc-
trina en el siglo XIX (especialmente Proudhon) se remitie-
ron a ese concepto con la conviccin de que una idea tan
sencilla sera comprendida con toda facilidad. El elemen-
lo ms evidentemente identificable como responsable de
la opresin y la custodia de los privilegios era ste (o el
Estado, en trminos ms abstractos) y se pens que sera
buena simplificar la expresin de toda la corriente de opi-nin de los socialistas antiautoritarios con el trmino anar-
quismo.
Posteriormente, algunos de los impulsores europeos del
anarquismo pretendieron modificar el trmino para evitar
malentendido s, ya que a menudo se identificaba anarquacon caos, violencia, terrorismo, etctera. Sbastien Faure
propuso la palabra libertario, en referencia a la centrali-dad de la idea de libertad en esta doctrina. Este trmino,
sin embargo, ha tenido menos xito en su uso, puesto que
lleg tarde como propuesta, ya que el vocablo anarquis-
ta haba pasado ya a formar parte del lenguaje comn y
de los socialistas antiautoritarios para denominarse a smismos.
22 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
Las basesfilosficas del anarquismo
El anarquismo, antes que nada, es una filosofa polti-
ca, es decir una filosofa aplicada a campos prcticos de
la vida humana, pero esencialmente a lo sociopoltico.
Por ello se hace necesario un acercamiento a la ideologa
libertara a partir de las ideas filosficas fundamentales
(a la concepcin del mundo) que comparten los distintos
planteamientos anarquistas. Veamos a continuacin cu-les son esas bases filosficas.
LA IDEA DE LIBERTAD
La ideologa libertaria (o anarquista) tiene como eje
fundamental el principio de libertad. Precisamente por
hacer de la libertad su tema central, la filosofa anarquista
se llama tambin libertaria, trmino que acu Sbastien
Faure. La originalidad de la ideologa anarquista respecto
a la consideracin de la libertad es la afirmacin de que en
ningn plano se logra sta efectivamente por su negacin
provisional o por su abdicacin. Es decir, se entiende la
libertad como el bien mximo, que no puede estar condi-
cionado a ninguna situacin restrictiva. Se entiende, asi-
mismo, que la libertad es la condicin esencial del ser
humano. Por lo tanto, la finalidad del anarquismo es la dela liberacin humana, la realizacin de su esencia libre,
puesto que la alienacin de la que es vctima el ser huma-
no por los mecanismos de la sociedad actual le impide
realizarse conforme a lo que sera su principal caractersti-
ca ontolgica.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 23
La libertad desde el anarquismo es entendida en un mar-
co de igualdad. Es una ideologa para todas las clases opri-
midas y explotadas, siempre que su liberacin no pase por
la opresin y explotacin de otras clases. Esta opcin pasa
por posicionarse contra toda autoridad que niegue la auto-
noma humana, contra toda institucin que ejerza la repre-
sin y el control sobre las personas, aspecto que se sintetiza
en la expresin Poder, que para el anarquismo tiene una
significacin eminentemente peyorativa.
El principio de libertad en correlacin con la igualdad
y la solidaridad se resume en una famosa frase de M.
Bakunin: Yo no ser verdaderamente libre hasta que
Iodos los hombres y mujeres que me rodean sean tambin
libres. La libertad del otro, lejos de suponer una limita-
cin para mi libertad, es una condicin indispensable
para su realizacin:J. El anarquismo niega la aparente
contradiccin entre libertad individual y bienestar colecti-
vo que el marxismo clsico remarca en el sentido de refor-
zar el polo de lo social-estatal, la libertad slo se entiende
como libertad solidaria. Por ello, el anarquismo tambindifiere del liberalismo en su modo de entender la libertad,
puesto que la ideologa burguesa descuida el aspecto
comunitario. En este sentido, conviene recordar que aun-
que el anarquismo coincide con algunos planteamientos
de algunas corrientes del liberalismo en cuanto a la defen-
sa de la autonoma individual (especialmente con ellibe-
3. BAKUNIN, Mijail: Dios y e/Estado, 3.a ed., Madrid,Jcar, 1992, pg. 85.
24 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
ralismo radical de Emerson, Thoreau, etctera), difiere
fundamentalmente en cuanto que es un socialismo, y que
por tanto no admite las clases sociales ni la propiedad pri-
vada, es decir, el modelo socioeconmico capitalista.
En el anarquismo la libertad no es slo la finalidad futu-
ra de la lucha, sino que es tambin la principal caracters-
tica de la estrategia que se desarrolla ahora: la libertad no
puede postergarse bajo ningn pretexto, slo la libertad
nos llevar a la libertad. En palabras de Garca Moriynla libertad no es slo una meta, sino tambin un cami-
no4. Este rasgo diferencia esencialmente a las teoras
marxistas de las anarquistas, puesto que las primerasadmiten la transitoriedad de medidas contradictorias con
una sociedad libre e igualitaria (dictadura del proletaria-
do, participacin eventual en la democracia burguesa,
etctera), mientras que en las segundas la libertad se con-
vierte en una prctica actual. Se trata de ir creando las
condiciones materiales en las que el ejercicio de la liber-
tad sea posible, para ir configurando la sociedad futura. El
anarquismo afirma, pues, que en el camino est la meta.
LA IDEA DE NATURALEZA
La libertad, para el anarquismo, supone tambin la
aceptacin de las leyes de la naturaleza. En cuanto sernatural, el ser humano est sometido a determinismos bio-
lgicos. El anarquismo, heredero de la tradicin cientifis-
4. GARCA MORIYN, Flix: Del socialismo utPico al anarquismo, Madrid,
Ediciones Pedaggicas, 1994, pg. 105.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 2 S
tu del siglo XIX (sobre todo del positivismo y de la dialc-
1 iea hegeliana), parte de la base de que las leyes naturales
son ineludibles, pero este reconocimiento de las determi-
naciones biolgicas no significa un determinismo absolu-
to. La originalidad del ser humano radica en poder
conocer y dominar poco a poco los determinismos natu-
rales, puesto que sus instintos rgidos son escasos, y debe,
por tanto, inventar los medios de supervivencia. Esta
capacidad de inventiva, de creacin, hace que la especie
humana tenga un mayor componente conductual de
carcter cultural que un componente conductual de carc-fl'r instintivo.
Para la mayora de los tericos anarquistas las leyesIlaturales, en el mbito relacional, no conducen hacia la
('()mpeticin y la violencia, sino que estn regidas por el
principio del apoyo mutuo. Existe una percepcin positi-va del medio natural, en la lnea de Rousseau. sta es la
idca principal que P. Kropotkin desarrolla en su obra El
afloyo mutuo. Un factor de evolucin. Este autor, gegrafo y
hilogo a la par que terico social, contradice al darwinis-
1110 social afirmando que la evolucin natural se sustenta
sobre la colaboracin entre los miembros de una especie
y aun entre las distintas especies de la naturaleza. Su teo-
ra le lleva a afirmar que la anarqua ser el producto ine-
vitable de la evolucin de las leyes naturales en la
sociedad humana. Para los pensadores anarquistas ms
vinculados al cientifismo kropotkiniano y a los plantea-
mientos de Bakunin, la razn (y por tanto, la moral, la
26 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
poltica, la educacin, etctera) se identifica con la necesi-
dad natural, y la libertad, por tanto, consiste en la acepta-cin de esa necesidad.
Otros autores, como Errico Malatesta, se muestran cr-
ticos con este de algn modo determinismo optimista dela conducta libre, e inciden ms en el voluntarismo del ser
humano, y por tanto, quitan peso a las determinacionesnaturales. Pero todos vienen a reconocer la necesidad de
aceptar las leyes naturales, aunque esta aceptacin no
supone sumisin ni rigidez, puesto que, como veamos en
el punto anterior, la caracterstica esencial del ser humanoes la de ser libre.
LA MORAL ANARQUISTA
El anarquismo trasciende la propuesta poltica para
situarse tambin en el plano moral. Entiende que la ver-dadera revolucin debe darse no slo en las estructuras
socioeconmicas y polticas, sino tambin en la moral y
en la tica. El fundamento de la moral anarquista se sita
en la crtica de la moral burguesa y en la consideracin
de que los males actuales son, en buena parte, el resulta-
do de opciones morales negativas. La moral burguesa
traiciona el ideal de progreso y emancipacin de la
humanidad (esto ocurre desde la Revolucin francesa), y
justifica las relaciones de poder y explotacin, siendo su
caracterstica principal la hipocresa, pues la burguesa se
disfraza de toda una serie de enunciados cvicos y de
leyes de apariencia democrtica que no son ms que un
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 27
n'finado disfraz para ocultar el dominio sobre las clases
oprimidas y su marginacin. Por tanto, la opcin moral
IInarquista empieza por criticar la insolidaridad, el lucro
y el espritu de competicin, y propone los valores de la
solidaridad, la igualdad y la libertad como supremos.
La solidaridad o el apoyo mutuo es la alternativa que la
ideologa libertaria ofrece frente al orden burgus. El
anarquismo entiende que el autntico motor de la historia
y la vida no es la lucha individual por la subsistencia
(como propone el neodarwinismo social), sino el esfuerzo
colectivo por sobrevivir, la solidaridad entre los miem-
bros de una sociedad. Este principio lo desarroll amplia-
mente P. Kropotkin en El apoyo mutuo. Un factor de la
/'uolucinS, y La moral anarquista6, obras que suponen en
gTan parte el punto de referencia de las diversas tenden-
cias anarquistas en cuanto a la concepcin de la historia y
la moral. La solidaridad es la clave de una sociedad mejor,
y slo desde su prctica en la actualidad se puede cons-
truir la sociedad altruista futura. Por eso en las organiza-
ciones libertarias y obreras sus miembros deben practicar
rigurosamente las actitudes morales que predican (no pue-
de haber contradicciones entre la moral en la vida pbli-
ca y la moral en la vida privada) y la organizacin obrera
deber mostrar en su funcionamiento interno un tipo de
relaciones opuestas a las vigentes en la sociedad actual.
5. KROPOTKIN, Piotr: El apoyo mutuo. Un factor de la evolucin, Mstoles,Madre Tierra, 1989.
Ii. KROPOTKIN, Piotr: La moral anarquista, Madrid,Jcar, 1977.
28 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
Por otro lado, el anarquismo defiende que la solidari-
dad, la abnegacin y el sacrificio por los dems no son
propiedad de las religiones, las cuales han procurado
apropirselos para sobrevivir, al fortalecer su aparienciamoral.
Como ya hemos dicho, la solidaridad y la libertad van
unidas de la mano en el anarquismo, y por tanto, la moral
del apoyo mutuo no puede ser impuesta, no puede basar-
se en sanciones legales, sino en el consejo, la persuasin o
la coaccin moral (como propone Ricardo Mella). La
coherencia doctrinal del anarquismo exige que la socie-
dad alternativa se busque mediante la libertad, sin proce-
dimientos autoritarios, lo que lleva a la defensa de una
concepcin tica de la poltica basada en la coherencia
entre medios y fines. A la libertad slo se llega practican-
do la libertad; a la solidaridad, practicando la solidaridad;
a la autogestin, practicando la autogestin ...7 Esto supone
situarse en contra de la mayor parte de la tradicin polti-
ca occidental, que basa su actuacin en el maquiavelismo
poltico, considerando que los fines justifican los medios.
La subordinacin de los medios a las circunstancias supo-
ne desvalorizar la vida actual y potenciar comportamien-
tos sumisos y resignados, por tanto slo una tica radical
puede hacemos llegar a una sociedad totalmente libre e
igualitaria.
7. GARCA MORIYN, Flix: op. cit. pgs. 177-180.
ANARQUISMO Y EDUCACIN
La crtica de la sociedad existente
I 29
LA CRTICA DEL PODER POLTICO
Para la ideologa anarquista la sociedad no se identifica,
empero, con el Estado. El anarquismo es, por tanto, anti-estatista. La sociedad es una realidad natural, como ellen-
guaje; pero el Estado es fruto de una imposicin, un pacto
o un contrato, algo accidental. La mayora de las veces es
responsabilidad de un acuerdo entre los poderosos, que
mantienen as una jerarqua, la divisin de clases y la pro-
piedad privada. Las clases poderosas lo utilizan para salva-
guardar sus propiedades (banqueros, empresarios, etctera,
es decir, el Capital), porque en el Estado se da una relacin
bidireccional entre poder poltico y poder econmico, que
se alimentan mutuamente y generan una sociedad de clases
en la que una de ellas se erige como dominante. Pero tam-
bin en los casos en que el proletariado se hace con el
poder el Estado es opresor. Es decir, la esencia misma del
Estado es opresora, ms all de quin lo domine.
El poder corrompe, ninguna persona que llegue a l se
puede mantener a salvo de la inmoralidad, desde el mismo
momento en que acumula mayor capacidad de decisin
en sus manos que el resto de sus conciudadanos, y en que
puede anular a un inferior con su capacidad de mando. La
tendencia normal del poder es la de perpetuarse y concen-
trarse, y ah reside su tremenda potencialidad corruptora.
Por otro lado, la aceptacin del poder poltico presupo-
ne el acuerdo con el principio de autoridad, principio que
3 o I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
en el anlisis libertario es altamente nocivo y est en el
origen de la esclavitud y la opresin. El principio de auto-
ridad se apoya en la idea de que las masas son incapaces
de gobernarse por s mismas, y de que, por ende, deben
someterse a la sabidura y voluntad de los gobernantes.
Las democracias formales han mantenido esta idea bajo la
nueva forma de eleccin peridica de representantes,
pero siguen negando en sentido estricto la capacidad de
auto gobierno de la gente, haciendo creer que el pueblo no
est preparado para crear una sociedad autogestionaria o
que sta supondra una situacin de caos con muchos ms
problemas que la democracia representativa.
La tradicin anarquista ha basado el rechazo del poder
poltico en el anlisis histrico y antropolgico (actual-
mente en el materialismo cultural), y diversos autores
libertarios aseguran que el Estado no es ms que una de
las formas posible de organizacin poltica, a menudo
insignificante en la historia de la humanidad. Si la historiade la humanidad tiene ms de 50.000 aos, slo desde
hace unos 5.000 existe el Estado (con la civilizacin sume-
ria se inicia el Estado primigenio) y desde hace apenas
unos cientos de aos tiene presencia el Estado Moderno.
An hoy muchas comunidades (llamadas primitivas)
siguen viviendo con formas de organizacin no estatales8
Piotr Kropotkin sealaba a las guildas de las ciudades
8. CNT-Federacin Local de Sevilla: Anarquismo bsico. Habla la Anar-
qua, Madrid, Fundacin de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo,
Madrid, 1998, pg. 13.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 31
lihres medievales, en las que los gremios haban logrado
\lila gran capacidad de autogestin y muchas ciudades('mn autnomas, como modelo (salvando las distancias
ideolgicas) de sociedad federal sin Estad09
Por otro lado, los estudios libertarios al respecto (Baku-
Ilin y KropotkinlO y ms recientemente G. Levalll) inten-lan demostrar que el origen del Estado no est en un libre
contrato de la ciudadana para erigir un gobierno repre-
:;pntativo,sino en la conquista y la violencia de importan-
I('s grupos dominantes que han sido capaces de
imponerse a otros grupos a travs del tipo de estrategia
poltica habitual (estrategia de poder) que suele utilizar el
militarismo, la propaganda y el control del pensamiento,
el patriotismo, la exclusin social, etctera, para llegar a la
cspide y mantenerse.
I,A CRTICA A LA RELIGIN
La crtica antiautoritaria se extiende tambin a la reli-
g'in en la mayora de las corrientes anarquistas, por
entender que sta es un instrumento de alienacin a tra-
vs de la mitificacin de los fenmenos sociales bajo la
figura de Dios. Esta visin no es compartida por la ten-
~). KROPOTKIN, Piotr: El apoyo mutuo. Un factor de la evolucin, Madrid,
Madre Tierra, 1989. Vanse los captulos V y VI.10. KROPOTKIN, Piotr: El Estado y su papel histrico, Madrid, Fundacin
de Estudios Libertados Anselmo Lorenzo, 1993 (Cuadernos Liber-
tarios,3).
11. LEVAL, Gastn: El Estado en la historia (introd. Florentino Iglesias,
trad. Juan Gmez Casas), Bilbao, Zero, 1978,
32 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
dencia anarquista cristiana de pensadores como Tolstoi
(que defenda la fe en un Dios de la humildad, aunque era
muy crtico con las iglesias) o Mounier.
El autor ms beligerante con la religin es M. Bakunin,
que fundamenta el origen ideolgico de toda opresin en
la creencia en Dios. Las tradiciones anarquistas ms
amplias beben en la obra del revolucionario ruso, as
como en el positivismo y en el materialismo de Feuerbach
para construir su crtica al tesmo. La caracterstica esen-
cial de esta perspectiva es la de mantener una posicin
que va ms all del atesmo: el antitesmo, que implica no
slo negar la existencia de Dios, sino tambin luchar con-
tra su idea misma. El principio de autoridad, y por tanto,
la predisposicin a obedecer en los oprimidos, se sustenta
sobre la idea de que un ser puede ser superior, supremo.
La dependencia psicolgica respecto a Dios impide a las
personas afirmar su humanidad, y por tanto, a liberarse.
La metafsica de la religin supone la negacin de la reali-
dad humana, y su alienacin, por tanto; es la mentira teo-
lgica la que hace que las masas acepten el sacrificio e
impide que el ser humano tome conciencia de sus cir-cunstancias materiales reales. La nocividad de la fe testa
es algo que el anarquismo entiende como evidente. El
antitesmo anarquista afirma, en palabras de Bakunin y
parafraseando a Voltaire: Si Dios existiese realmente,
habra que hacerlo desaparecer12.
12. BAKUNIN, Mijail: Dios y el Estado, 3.a ed., Madrid,Jcar, 1992, pg. 59.
ANARQUISMO Y EDUCACIN 133
Esta postura filosfica de oposicin a la creencia en
I)os, se ve completada con un argumento comn a otrasIlkologas de izquierdas: el anticlericalismo. Se entiende
que a la fe en un ser supremo le sigue una adhesin a una
luslitucin que administra esa fe: Con muy pocas excep-
ciones, si es que las hay, a toda creacin de un dios, le
,'liguela creacin de una organizacin que llamaremos
para simplificar religi'f/lJ. La forma ms institucionaliza-
(la de la religin, la Iglesia, se entiende como un mecanis-
1\10 de opresin cuyo objetivo es manipular a las masas.
Especialmente crticos con la Iglesia catlica, los anar-
quistas atacan su jerarqua y represin, que conducen al
pueblo a la resignacin ante las situaciones de injusticias.
El clero es la expresin ms elocuente de la contradiccin
('\Ilre lo que la religin cristiana predica y lo que en reali-
dad hace: su complicidad con el poder poltico, sus rique-
zas y su tenaz combate contra las ideas revolucionarias y
la ciencia son rasgos que traicionan la doctrina original de
Cristo, al que la mayora de los anarquistas ven con sim-
pata.
La mayora de las tendencias libertarias consideran
que la religin es un fenmeno en descomposicin, fruto
de la ignorancia, el dolor y el miedo, que ir desapare-
ciendo conforme se consigan mayores cotas de libertad y
la ciencia, al servicio del pueblo, vaya eliminando la
supersticin.
I:\. LPEZ CAMPILLO, Antonio, y J. Ignacio FERRERAS: Curso aceleradode atesmo, Madrid, Vosa, 1996, pg, 29,
34 I FRANCISCO JOS CUEVAS NQA
LA CRTICA ECONMICA Y LA AUTOGESTIN
El anarquismo, en cuanto rama del socialismo, parte en
el plano econmico de una crtica radical al sistema capi-
talista. El origen de toda injusticia se halla en la desigual-
dad econmica, fruto de la concentracin de la propiedad
y de la acumulacin de capital. El autor que funda el anar-
quismo en cuanto sistema de pensamiento ya delimitado,
P. J. Proudhon, comienza basando su crtica libertaria alsistema en el ataque a la propiedad, a la que considera en
esencia un robo. Tanto los medios de produccin como
los beneficios, que han sido creados socialmente, quedan
en mano de unos pocos que los reclaman como propios,
dndose en realidad una usurpacin de los frutos del tra-
bajo colectivo. El sistema poltico, a travs del aparato
judicial y represivo, se encarga de otorgar legalidad a ese
robo, pero su naturaleza sigue siendo la misma.Los estudios econmicos libertarios han relacionado la
evolucin del Estado con el desarrollo de las formas de
economa, observando que la concentracin del poder
poltico hasta llegar al Estado moderno camina unida a la
concentracin de la propiedad en cada vez menos manos,
yendo del pequeo capitalismo burgus en el que, al
menos, los artesanos eran pequeos propietarios, al capi-
talismo industrial en el que la riqueza es acaparada por
grandes corporaciones productivas y financieras. Por eso,
para la crtica anarquista de la economa capitalista, el
Capital y el Estado van unidos de la mano, o llegan a ser
la misma cosa, dos caras de la misma moneda que se com-
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 35
plementan en la conservacin del dominio de una mino-
ra poderosa sobre la mayora oprimida. El filsofo anar-
quista Garca Calvo prefiere hablar en la actualidad de
Estado - CapitaP4. Lejos de la retrica engaosa del Esta-
do del bienestar que intenta confundir diferenciando inte-
n',s pblico de inters privado, hoy en da debe hablarse
dI' identidad entre Capital y Estado, pues, ambos se sus-
1('lltan en el criterio de rentabilidad. El anarquismo, encuanto socialismo libertario, se diferencia del socialismo
IlJarxista en que no se detiene ante el Estado en su crtica('conmica.
En el plano de la alternativa econmica al capitalismo,
(" fundamento de la teora libertaria es la autogestin.
Iksde el anarquismo es la toma de posesin de la tierra ylos instrumentos por parte de la comunidad. La direccin
('conmica y administracin de la empresa est en manos
dp la asamblea de trabajadores/as, del sindicato o de la
comuna, y se va creando una federacin de empresas
('ntre s ; pero debiendo romperse moldes de produccin
capitalista. La autogestin y el federalismo pierden razndp ser si no se dan en un nuevo marco socialista.
Las corrientes de alternativa econmica anarquista se
han desarrollado bajo tres formas esenciales: mutualismo
(proudhon), colectivismo (Bakunin) y comunismo liberta-
rio (Kropotkin). El mutualismo y el colectivismo defien-
dpn una frmula autogestionaria basada en la propiedad
11. (,iARCA CALVO, Agustn: Anlisis de la sociedad del bienestar, Zamora,Lucina, 1993.
36 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
colectiva de los medios de produccin y de la tierra, peromantienen el salario como forma de distribucin de la
produccin.
Pero a partir de Kropotkin el comunismo libertario
pasa a ser el principal sistema terico de economa en el
anarquismo, sealando la importancia de la abolicin de
la propiedad, tanto privada como pblica, y planteando elusufructo como forma de acceso a los bienes de consumo.
El comunismo libertario se resume en el principio de
cada cual segn sus capacidades, a cada cual segn sus
necesidades. As, la propuesta del anarcocomunismo da
un vuelco total a la organizacin de la economa, que
debe, a raz de la revolucin, partir de las necesidades
comunitarias y no de las aportaciones individuales. Este
comunismo rompe con el ltimo reducto de la propiedad
privada: el salario1S,que perpeta las diferencias sociales ymantiene el valor irreal del dinero. La abolicin del dine-
ro y de toda forma de propiedad individual suponen la
principal aportacin del comunismo libertario a la alter-
nativa econmica del anarquismo.
Una sociedad organizada segn esta teora, se basa en
la socializacin de los medios de produccin y de cambio,
entendiendo que la propiedad debe ser social y no estatal
(es la principal diferencia entre el comunismo de Estado y
el comunismo libertario). As, el socialismo autogestiona-
rio se propone como una alternativa tanto al capitalismo
15. GARCA MORIYN, Flix: op. cit., pg. 160.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 3 7
IIIOl1opolistade Occidente como al comunismo autorita-
lo (o capitalismo de Estado) que se practic en los pases(111 Este16
l.a revolucin segn el anarquismo
En cuanto a la concepcin de la revolucin, para el
allarquismo sta no consiste en una toma del Poder (como
pretende el marxismo), sino precisamente en lo contrario,1'11 la disolucin del mismo, de la estructura del Estado, a
In vez que cae la estructura de clases. Se entiende que el
sl'l1tidoprofundo de la revolucin es el de un cambio total
de estructuras: sociales y culturales. Por ello se hace espe-
cial hincapi en el cambio de mentalidad, y por eso,
los/las anarquistas ponen un apellido a la revolucin: el
de social. Se opta por una revolucin social, en contra-
posicin a otras teoras que reducen el cambio, o lo atri-
buyen principalmente, a una revolucin poltica. Esta
revolucin integral debe abarcar todos los aspectos de la
vida de las personas, tanto en el plano social como en el
individual: economa, poltica, familia, educacin, sexua-
lidad, naturismo, divulgacin cientfica, etctera!7.Por tan-
to, no basta con cambiar las estructuras sociales, sino que
tambin deben cambiar las mentalidades y las vidas parti-
culares para dotar de contenido autntico a los cambiosestructurales.
16. GUILLN, Abraham: Socialismo libertario. Ni caPitalismo de monopolios,ni comunismo de Estado, Mstoles, Madre Tierra, 1990, pg. 23.
17. GARCA MORIYN, Flix: op. cit., pg. 142.
FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
La revolucin, para los anarquistas, tiene un doble
papel de destruccin y de construccin, el deslruam el aedi-
ficabo que afirmaba Proudhon1x Bakunin insista en elmomento de destruccin de todo el edificio social anterior
como un fuego purificador necesario para la nueva socie-
dad, aunque esta pasin destructiva (sin la cual la revolu-
cin sera imposible) debe ir seguida despus por el
impulso creador de una nueva sociedad.
En los planteamientos revolucionarios del anarquismo
no hay apenas espacio para el reformismo, se ve necesario
un cambio radical del sistema capitalista sin componen-
das con l. Los modelos de transicin que proponen la
socialdemocracia y el reformismo se acaban insertando
en el modelo dominante sin cuestionarIo, y reforzndolo
al mismo tiempo. Slo en el anarcosindicalismo se acep-
tan reivindicaciones actuales para mejorar las condiciones
de vida de la clase trabajadora, pero stas nicamente tie-
nen sentido si van unidas a un programa revolucionario
que vaya ms all de las vindicaciones salariales, de
cobertura pblica, etctera.
En cuanto a las tcticas para lograr la revolucin, las
teoras anarquistas han propuesto diversos medios, que
van desde el insurreccionalismo (especialmente difundido
por Malatesta), pasando por la huelga general y la accin
directa, hasta los cambios lentos producidos mediante la
propaganda, la educacin y los nuevos ensayos de econo-
18. Ibdem, pg. 137.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 39
IIl1aautogestionada (cooperativismo). En el terreno tcti-
l'Cl lambin hay divergencias en el asunto de la utilizacin
e1e' la violencia revolucionaria, puesto que algunos plante-
Illl1ientoslibertarios la entienden como legitima defensa
(por ejemplo, en el terrorismo denominado propaganda
por el hecho) y necesaria para hacer triunfar la revolu-
dOll en su momento lgido, y otras, ms prximas a la
lIoviolencia, la ven como una incoherencia doctrinal y un
tnu:aso. Pero un rasgo comn a todas las corrientes liber-
llll'iases el de considerar que la revolucin es un proceso
pl'l'manente, no un momento puntual, que se empieza
IIqlly ahora con una prctica poltica radical que ensaya
ya la sociedad que pretende conseguir.
1,(1 utoPa
El anarquismo es un planteamiento, desde sus orgenes,
dI' carcter utpico. Pero la utopa, lejos de ser algo inal-
cllllzable, como a menudo se suele entender en el lengua-
11' comn, es algo realizable: se entiende desde el
lInarquismo como una meta que orienta la accin.
1 ,a utopa, entendida de este modo, se convierte en algo
cll'scable en cuanto necesaria. La ecuacin utopa igual a
II1'ccsidad19ha de ser vista como real, puesto que parte del
IlI'
4 o I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
lante que aquello que es inmediato y presente. En la
mayora de las corrientes anarquistas, pues, queda elimi-
nado todo matiz peyorativo de la palabra utopa, que des-
de la ideologa conservadora dominante acaba
significando sueo irrealizable, cuando el sentido etimo-
lgico original (u-topos, no-lugar) quiere decir algo que
no tiene lugar, que no existe, pero no hace referencia
alguna a la imposibilidad futura de existencia. En este sen-
tido, la utopa del anarquismo surge de la necesidad, pues
se cie a una demanda tan profundamente humana como
es la de la autonoma personal y colectiva, la libertad.El libertario alemn Gustav Landauer ve en la evolu-
cin de la sociedad una relacin dialctica entre toPa y
utopti. La topa (la vida actual y en relativa estabilidad) se
transforma bajo la accin de la utopa, conjunto de aspira-
ciones colectivas que intenta crear una nueva toPa dife-
rente en sus puntos esenciales de la antigua. As, la
evolucin se define por una sucesin continua de toPas y
utopas. La utopa, as entendida, no es la evasin de lahistoria, sino motor de liberacin.
Los anarquistas se han aplicado siempre en aclarar la
imagen de la sociedad futura, describiendo los rasgos de
esa utopa hacia la que se aspira. Es en este aspecto donde
ms se conecta con el llamado socialismo utpico. Pero
no todas las corrientes anarquistas han visto con buenos
ojos las descripciones ideales de la sociedad futura, por
20. FURTH, Ren: Formas y tendencias del anarquismo, Madrid, CampoAbierto, 1977, pgs. 66-67.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 41
considerar que una utopa prefigurada es una construc-
cin mental rgida que asfixia la creatividad y anula lo
espontneo. Por eso algunos autores prefieren hablar de
dos posturas dentro del anarquismo: una postura esponta-
nesta y una postura constructiva, ms partidaria de la
organizacin del futuro21
La descripcin de la propuesta socioeconmica ms
aceptada entre los anarquismos, la del comunismo liber-
tario, parte de las investigaciones utpicas de Kropotkin,
l'sbozada en lneas generales en Campos, fbricas y talleres.Otros autores libertarios desarrollaron ms detalladamen-
le esta proposicin en obras que se demandaron con
urgencia en los perodos en que la revolucin estaba pr-
xima, como es el caso de los planificadores anarquistas
espaoles hacia 1936 (Abad de Santilln, Higinio Noja,Isaac Puente).
2. EL MARCO HISTRICO DEL
ANARQUISMO: LA PRCTICA
Una vez que nos hemos situado en las coordenadas ide-
olgicas del anarquismo, podemos adentrarnos en las
('xperiencias concretas de los movimientos libertaras,
puesto que quizs sea la lnea ms definida y coherente
'),l. GMEZ Tov AR, Luis: Geografa de lo imaginario, en Utopas liber-tarias americanas. La ciudad anarquista americana de Pierre Quiroule,
Madrid, Tuero, 1991. pg. 38.
42 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
del anarquismo: su posicin y papel en los acontecimien-
tos polticos de la historia universal desde el siglo XIX a
nuestros das y sus realizaciones concretas. Las realizacio-
nes concretas de los movimientos inspirados por las ideas
anarquistas demuestran, por un lado, que el anarquismo
no es una propuesta irrealizable, que su modelo social ha
existido en diversas circunstancias y momentos histricos;
y por otro, que es una tendencia que ha tenido en deter-
minados momentos un peso histrico muy importante.
No es otro el caso, por ejemplo, del anarquismo espaol,
que aunque a menudo sea ignorado por la historia oficial,
lleg a jugar un papel muy importante en la vida social,
poltica y cultural de Espaa, llegando a cristalizar sus
propuestas organizativas y econmicas durante la Guerra
Civil de 1936-1939, en lo que se ha dado a llamar la Revo-
lucin espaola.
La lnea de accin del anarquismo define una posicin
poltica o estratgica claramente guiada por la ideologa
antiestatista, pero tambin muestra desarrollos tcticos
concretos, prcticas concretas, que han destacado por su
originalidad y novedad. Actuaciones como la accin
directa, el asamblearismo, la huelga general revoluciona-
ria, la autogestin y la desobediencia civil son recursos
genuinos del anarquismo que se convierten en sus seas
de identidad, ya que las ideologas en realidad se dan a
conocer por sus actos. En las siguientes lneas haremos un
breve recorrido por los movimientos libertarios ms sig-
nificativos por su influencia en determinados momentos
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 43
histricos. Este recorrido no pretende ser exhaustivo,
solamente aportar a el/la lector/a que se inicia en el anar-
quismo una visin general.
[,a prehistoria del anarquismo
Aunque algunos historiadores e idelogo s del anarquis-
mo, como Kropotkin22, han querido ver en la masa anni-
ma del pueblo el origen del anarquismo, con movimientos
con tendencia a la ayuda mutua, como las tribus igualita-
das, las comunidades campesinas y los gremios medieva-
IPs, creemos de mayor rigor histrico aquellos estudios,
milla los del historiador Max Nettlau2\ que busca el inicio
del rbol genealgico del anarquismo en pensadores del
pasado que pudieron acercarse a la idea de crtica absolu-
la de la autoridad y confianza radical en la libertad.
Sin una identificacin completa con las ideas funda-
mentales del anarquismo, pero s con importantes seme-
janzas, encontramos en la obra del chino Lao-Tse un
rechazo de la autoridad. En la obra del griego Zenn (342-
:270 a. de C.), fundador de la escuela estoica, hallamos un
rechazo a toda coaccin exterior y la defensa a ultranza
del impulso moral propio en el individuo. Carpcrates, de
la escuela gnstica del siglo n, preconiz una vida encomunismo libre.
~~. KROPOTKIN, Piotr: El apoyo mutuo. Un factor de la evolucin, Mstoles,Madre Tierra, 1989.
~3. NETTLAU, Max: La anarqua a travs de los tiempos, Madrid, Jcar,1978.
44 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
Con el re-descubrimiento del humanismo en el Renaci-
miento, Rabelais, y sobre todo, Ettienne de La Boetie, con
su Discurso sobre la servidumbre voluntaria (1553) plantean el
valor de la libertad individual y de la desobediencia a los
tiranos. Entre los precursores de la Reforma encontramos
a sectores ms radicales que abogaban por la puesta en
comn de los bienes, como elliderado por John Ball, o
que presentaban alegatos en contra de la autoridad, como
el caso de la revuelta campesina germana de Thomas
Miinzer y la comuna anabaptista de Miinster, aunque contendencias teocrticas. Tambin destacaron los llamados
libertinos de Amberes o loistas del siglo XVI.
Durante la guerra civil inglesa (siglo XVII) surgen movi-
mientos radicales con semejanzas con el anarquismo,
como el de los diggers (cavadores), paralelo al movimiento
de los levellers (que buscaban la igualdad poltica median-
te el sufragio universal). Los diggers, liderados por Wins-
tanley, filsofo racionalista, protestaron contra el hambre
y afirmaron la naturaleza corruptora de la autoridad, criti-
cando no slo al poder poltico, sino tambin al poder
econmico del amo sobre su siervo y al poder del padre
sobre el hijo y del marido sobre la mujer 24.
La Ilustracin y la Revolucin francesa
Durante todo el siglo XVIII se desarrollan las ideas de los
ilustrados, especialmente en Francia, que destacan por poner
24. WOODCOCK, George: El anarquismo. Historia de las ideas y movimien-
tos libertarios, Barcelona, Ariel, 1979, pg. 47.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 45
11 la razn por delante de la fe, y por adelantar las ideas quelristalizaran en la Revolucin francesa de 1789: libertad,
i';lIaldady fraternidad. Elementos comunes al anarquismo se
l'llcuentran en el enciclopedistaDiderot, en Condorcet, en el
Ilh'mn Lessing, y sobre todo, en Sylvain Marchal.
Rousseau, sin ser anarquista, exalt el valor de la liber-
tad individual por encima de las imposiciones y las cos-tllmbres sociales. Asimismo, defendi la naturaleza frente
111 artificio social, y el presupuesto de que el ser humano es
hlleno por naturaleza influy poderosamente en pensado-
n's anarquistas del siglo XIX.
La Revolucin francesa viene a presentar, por primeravez con claridad en la historia, movimientos sociales de
Il'ndencias libertarias, especialmente en el momento en
'lile las distintas fuerzas sociales entran en juego y dejan
vl'r qu intereses reales tienen. En el momento en que la
n'yolucin triunfa como revolucin burguesa, surgen las
ll'ndencias proletarias o socialistas, y en el momento en
'lile los jacobinos instauran el ms feroz autoritarismo de
I';stado, surgen movimientos de tendencias libertarias.
Condorcet ya adelant, cuando se ocultaba de los jaco-
hinos, la idea de mutualit o mutualismo (que despus
desarrolla Proudhon), proponiendo una gran asociacin
(h~ ayuda mutua de todos los obreros, que les permitiran'sistir en las crisis econmicas.
Otro planteamiento que posteriormente desarrollara11roudhon,el federalismo, sali a escena durante la Revolu-
rin francesa. Los girondinos se agarraron a esta idea para
46 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
hacer frente al Pars centralista de los jacobinos, pero un
federalismo ms autntico surgi de la prctica de los dis-
tritos o secciones en que fue dividida la capital para fines
electorales y de los que surgi la Comuna de Pars. En los
distritos se despliega un fortsimo sentimiento de unidad
comunal y una tendencia no menos fuerte hacia el gobier-
no directo, relata Kropotkin en su obra histrica La gran
revoluciri!". El pueblo empieza a practicar la democracia
directa en los distritos, con el objetivo de asegurar las sub-
sistencias y de protegerse contra una invasin extranjera.
Otro antepasado anarquista en la Revolucin francesa es
el del movimiento de los enrags. Aparecido en 1793,duran-
te el ao del Terror, fue una respuesta a las estrecheces eco-
nmicas de los pobres de Pars y Lyon y una reaccin contra
el creciente poder de la burguesa. Los enrags, grupo indefi-
nido de revolucionarios, rechazaban la concepcin jacobina
de la autoridad estatal y abogaban por la actuacin directa
del pueblo, antes que la accin poltica, como medio para
poner fin a los sufrimientos de los pobres. El ms celebre de
los enrags, el sacerdote Jacques Roux, lleg a declarar que
el despotismo senatorial es tan terrible como el cetro de los
reyes26.Encabezaron protestas contra el alza del coste de la
vida, la ms conocida la de los trabajadores de Gravilliers
que se levantaron contra los tenderos, crearon organizacio-
nes de mujeres (la Sociedad de Republicanas Revoluciona-
25. KROPOTKIN, Piotr: La gran revolucin. Historia de la Revolucin france-
sa (1789-1793), Barcelona, Maucci, 1909, tomo 1, pg. 265, citando
a Sigismond Lacroix en sus Actes de la Commune.
26. WOODCOCK, George: op. cit., pg. 56.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 47
das, fundada por la actriz Claire Lacombe), y la mayor par-
Ic'de ellos murieron a manos del Estado jacobino. Despus
de' la cada de Robespierre, un superviviviente de los enrags,
.Ic-anVarlet, fue testigo de la tirana del Directorio, y public
tina obra de orientacin anarquista, llamada Explosin, en la
qtlc afirma que para cualquier ser que razone, gobierno y
f'C'volucin son incompatibles.
Rl socialismo utPico
Pocos aos despus de la Revolucin francesa, en Ingla-
(('rra, un ilustrado de tendencias socialistas publica el primer
;ran tratado anarquista de la historia. William Godwin
(1756-1836), que haba sido sacerdote de una congregacin
protestante independiente, escribi en 1793 la obra Investiga-
f'irin sobre la justicia poltica. Siguiendo la lnea de autores
wmo Rousseau, Helvecio y D'Holbach, e influido por losacontecimientos de la Revolucin francesa, defiende la edu-
cacin como el camino hacia la razn. Godwin pensaba que
slo eliminando el gobierno puede conseguirse la verdade-
ra justicia, porque ante l los seres humanos abdican de sus
Iropios juicios. El gobierno, tanto en la legislacin como enla aplicacin de las leyes, acta a favor de los ricos, y por
tanto, Godwin adelantaba la crtica anti-capitalista que sea-
la la peligrosa unin entre propiedad y poder.
Godwin se opone radicalmente a todas las instituciones
que de algn modo subordinan una persona a la otra, e
incluye aqu al Estado, la Iglesia, el ejrcito, las leyes y la
escuela. El autor ingls plante abiertamente como alter-
48 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
nativa la propiedad colectiva, entendindola como la ni-
ca forma real de asegurar la igualdad social.
Las ideas de Godwin se difundieron aparte del movimiento
anarquista histrico del sigloXIX, y hasta que Kropotkin no lo
rescat bastante tiempo despus de su muerte, tuvo una
influencia moderada como pensador. En su tiempo, Godwin
influy slo entre algunos pensadores avanzados, fundamen-
talmente ingleses, pero no dej tras de s un movimiento de
protesta social,como sconsiguierahacer el francs Proudhon.
Estos primeros planteamientos socialistas en Europa,
cobran fuerza en la primera mitad del siglo XIX, y desta-
can por sus propuestas de organizar una sociedad perfec-
ta, lo que hizo que autores como Marx y Engels, ms
tarde, les llamasen socialistas utPicos (en contraposicin a
su socialismo cientfico).
Muy influido por los planteamientos de W Godwin, el
gals Robert Owen (1771-1858) destac por poner en la
prctica un ensayo de socialismo, propuesta que influy
como modelo social para posteriores pensadores anarquis-
tasoEste pequeo comerciante consigui con su esfuerzo
llegar a ser propietario de una gran fbrica de hilaturas, y
se presenta como un industrial filantrpico que intenta
construir una sociedad nueva con sus propios medios.
Pronto destaca entre los industriales britnicos por su
esfuerzo por la elevacin moral y la salud de sus trabaja-
dores reglamentando los tiempos de labor de un modo
ms humano, no contratando a nios, instituyendo coope-
rativas de consumo, cajas de enfermedad y de jubilacin.
ANARQUISMO Y EDUCACIN 149
1':1autor francs Charles Fourier (1772-1837) plante en
_lis escritos una crtica radical de la pobreza como causa
principal de la injusticia social, y tena su base en la pro-
p('dad individual de la tierra. Tambin criticaba al Estado
IH Inue slo serva para la defensa de los intereses de losricos. Como alternativa propona un modelo de ciudad lla-lllado falansterio. Sobre la base de la idea de solidaridad
universal, un grupo de personas deban reunirse para tra-
bajar y desarrollarse libremente. Construyendo un edificio
C'I\ el centro de una superficie de unas 2.000 hectreas, all
,~('cobijara una parte de talleres para la produccin, otra
(It habitaciones para los residentes, y otra para una biblio-
lt'UlO sala de reuniones. El falansterio propona un modo
dI' economa ms basada en la agricultura que en la indus-
Iria, pues Fourier entenda que los campesinos estn ms
1l1'l~paradospara el trabajo asociado.
Varios seguidores de Fourier intentaron llevar a cabo la
idca del falansterio en distintos pases. Vctor Considerant
rund una colonia falansteriana en Texas, y hubo un proyec-
to de falansterio enJerez de la Frontera (que no lleg a mate-
riJizarse)por parte del fourierista Manuel Sagrario de Beloy,
que pidi respaldo a la Diputacin Provincial de Cdiz.
Proudhon y el mutualismo
Una figura clave en el desarrollo histrico del anarquis-
1110 fue el francs PierreJoseph Proudhon (1809-1865), no
slo porque con sus aportaciones tericas puso la piedra
fundamental que inicia el anarquismo tal y como hoy lo
s o I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
conocemos, sino porque tambin fue capaz de poner en
marcha un movimiento de socialismo federalista y mutua-
lista que naci a la luz de sus ideas. De hecho, Proudhon
es el primero en acuar el trmino anarqua (que a menu-
do escriba separado, an-arqua) para referirse a un mode-
lo de sociedad en la que no existira el gobierno.
Escribe en 1840 su primera gran obra Q,u es la pro-
Piedad?, un alegato contra el concepto fundamental del
capitalismo. A la pregunta que da ttulo al libro respon-
de con la frase: La propiedad es un robo. Proudhon
rebate que desde la lgica, el principio de la propiedad
se destruye a s mismo, y que realmente slo se sostiene
por la autoridad del Estado. El capitalista, mediante la
propiedad de los medios de produccin, se apropia del
trabajo de los asalariados, obteniendo un beneficio sin
ninguna intervencin en el proceso del trabajo. Parte
del principio de Adam Smith de que cada valor econ-
mico debe ser proporcional al trabajo que lo ha produ-
cido. Por tanto, todos los trabajadores deberan tener
derecho no a la propiedad, sino a la posesin indivi-
dual, que l considera condicin de la vida social 27. As,
el ideal de vida que refleja el autor es el del artesano
libre o pequeo productor agrcola.
Es en su libro De la capacidad poltica de la clase obrera don-
de propone unas relaciones productivas basadas en el
mutuo consentimiento, solidario, y en la igualdad de los
27. ESCRIBANO, Osvaldo: El anarquismo de ayer y hoy. De la I Internacio-nal a la aktitud punck, Buenos Aires, Desalambrando, 1998, pg. 24.
,ANARQUISMO Y EDUCACIN I 51
11I1lrcambios.Tras conocer una asociacin de trabajadores
cI., Lyon que practicaba el cooperativismo, propuso lashllses de su sistema mutualista. Los intercambios deban
hllcersea precio de coste, para romper con la especulacin,
hase del capitalismo que cada vez ms dependa de factores
IIjl'llOSa la produccin para que los valores de los produc-
le 11'1 se alteraran. Los productores accederan a la posesin a
tmvs de un crdito gratuito, mediante un Banco del Pue-
hlo, al mismo tiempo que un sindicato general de la pro-
dllccin y del consumo vigilara y regulara el mercado.
Proudhon otorga al proletariado la capacidad para con-
NC'~uirsu emancipacin con sus propias fuerzas, y la va
para la liberacin pasa, antes que por una revolucin, por
IlIla serie de cambios paulatinos fundamentalmente eco-
IIOlT1icosa travs de la construccin de una organizacin
1I11llualista.La cooperacin que propone mediante el
IlIlIlualismo, debe conducir a pactos federales entre gru-
pos de productores que organizaran una sociedad solida-ria sin necesidad de la burocracia del Estado.
Al amparo de las ideas de Proudhon surge un movi-
miento de seguidores que se denominan mutualistas, que
Ir~anizan proyectos de asociacin y cooperacin obrera.
I,os mutualistas son los grandes iniciadores del movi-
IItiento obrero en muchos lugares de Europa (en Alema-
11ia, Suiza y Espaa, pero sobre todo en Francia), y
IIlt'jados de la accin poltica parlamentaria, ensayan coo-
pC'rativas de produccin y consumo e iniciativas de
fomento del crdito obrero. Estas agrupaciones obreras y
52 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
sociedades de resistencia tuvieron un papel muy activo en
la fundacin de la I Internacional. En Espaa el principal
difusor de las ideas de Proudhon fue Pi y Margall, y las
ideas federalistas que propag tuvieron su expresin ms
poderosa en el republicanismo federal.
La I Internacional: Bakunin y Marx
Fruto de varias dcadas de tradicin del movimiento
obrero, un grupo de militantes del socialismo de diversastendencias funda en Londres en 1864 la Asociacin Inter-
nacional de Trabajadores (AJ.T.), conocida como la I
Internacional. La Internacional se crea por varios grupos
heterogneos de socialistas europeos: exiliado s alemanes
como Marx y Engels, proudhonianos franceses, asociacio-
nes obreras inglesas, etctera. Con poca fuerza en sus pri-
meros aos, se ir consolidando poco a poco desplegando
federaciones de sindicatos en los pases europeos en que
no estaba implantada (Espaa, Italia, Suiza, etctera) y enEstados Unidos.
Los antecedentes de la Internacional hay que buscados
en una propuesta de Proudhon de la dcada de 1840 de
crear una asociacin internacional de productores28 Los
mutualistas franceses entablaron negociaciones con el
movimiento obrero ingls aprovechando una visita de arte-
sanos a la Exposicin Internacional de Londres de 1862
que patrocin Napolen III.
28. WOODCOCK, George: op. cit., pg. 222.
,ANARQUISMO Y EDUCACIN I 53
I,a A.LT. cre un comit central que redact unos estatu-los, y que convoc en 1866 en Ginebra un Congreso. Entre
IIIS principios de la Asociacin destaca el lema de que la
1'\I1ancipacinde los trabajadores ha de ser obra de ellos
mismos. Se estimula la creacin de asociaciones obreras, y
NI' opta por la huelga como una necesidad en la lucha del
t I'abajocontra el capitaL
La Internacional se ve reforzada por el ingreso en 1868
dd revolucionario ruso Mijail Bakunin, que arrastra a tra-bajadores italianos y suizos de tendencia anarquista. Baku-
nin era un revolucionario que haba evolucionado desde
posiciones paneslavistas (que le llevaron a participar en las
luchas por la liberacin de Polonia) hasta un anarquismo
internacionalista, y que poco antes de su entrada en la
A.I.T. haba fundado una organizacin secreta de anar-
quistas llamada Alianza de la Democracia Socialista.
Las ideas de Bakunin pronto iban a tener fuerza en el
s(~node la I Internacional, aglutinando a los socialistas de
tendencias antiautoritarias en los congresos de Bruselas yde Basilea. Pero esta tendencia se enfrenta cada vez ms a
las tesis defendidas por Marx, que apuestan por un control
ms jerrquico de la Internacional (a travs del Consejo
(;eneral) y presenta un socialismo con el que se consegui-
ra un Estado obrero, proponiendo la dictadura del proleta-riado. Los sucesos de la Comuna de Pars van a dividir an
ms las dos tendencias, pues la marxista interpreta a sta
como el primer intento de control del poder por parte de
la clase obrera. As, tras varios cruces de acusaciones gra-
54 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
ves entre Bakunin y Marx, en la Conferencia de Londres
de 1871 los marxistas acusan pblicamente a Bakunin de
provocar la divisin en el seno de la Federacin suiza. En
el V Congreso de La Haya los marxistas se hacen con el
control del Consejo General y expulsan a Bakunin y Gui-
llaume (representante de los trabajadores suizos). Los
antiautoritarios (algunos anarquistas y otros no) reaccionan
convocando por su cuenta un congreso en Saint-Imier en
1872,que refunda la Internacional, arrastrando a la mayor
parte de las federaciones de la organizacin anterior.
El debate de fondo entre marxistas y bakuninistas era el
de la participacin poltica de los trabajadores en partidos
para alcanzar el gobierno (postura autoritaria) o la opcin
por un federalismo que se alcanzara mediante una revo-
lucin que tena que acabar con el Estado (postura anar-
quista). La Internacional de Saint-Imier proclam la
huelga general revolucionaria como tctica ms apropia-
da para acelerar la revolucin, y fue perdiendo fuerza
debido a la represin de los Estados europeos, teniendo
que pasar a la clandestinidad a partir de 1874.La Interna-
cional marxista traslad la sede del Consejo a Nueva
York, y acab por disolverse en 1876.
La Comuna de Pars
La Comuna de Pars de 1871jug un importante papel
en el desarrollo del movimiento y de las ideas anarquistas.
La Comuna de Pars fue creada despus de la derrota
de Francia a manos de Prusia en la guerra franco-prusia-
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 55
lIa. El gobierno francs trat de mandar tropas para recu-
I)('rar el can de la Guardia Nacional Parisiense con el
fin de evitar que cayera en manos del pueblo. Los solda-
dos se negaron a abrir fuego sobre la muchedumbre y
lIpuntaron las armas contra sus oficiales. Esto ocurri el 18
(h~marzo. La Comuna comenzaba, el pueblo se alzaba enlInnas contra la Asamblea Nacional francesa.
En las elecciones libres convocadas por la Guardia
Nacional de Pars, los ciudadanos eligieron un Consejo for-
IlIado por una mayora de jacobinos y republicanos y una
minora socialista (blanquistas -socialistas autoritarios- la
mayor parte, y algunos seguidores de Proudhon). El Con-
sc:jo proclam la autonoma de Pars y su deseo de recrearFrancia como una confederacin de comunas (munici-
pios). Durante la Comuna se estableci un salario igual
Ilara todos los trabajadores, se decret la separacin de la
1~lesiay el Estado, y se aprob la enseanza gratuita.
Muchos anarquistas tuvieron un papel importante den-
Iro de la Comuna, por ejemplo Louise Michel, los herma-IIOS Reclus, y Eugene Varlin (este ltimo asesinado en la
l'Onsiguiente represin). Referente a las reformas iniciadas
por la Comuna, tales como la re-apertura de los puestos de
lrabajo como cooperativas, los anarquistas pudieron verSllSideas de labor asociada comenzar a realizarse. En ellla-
mamiento de la Comuna al federalismo y a la autonoma,
le)8 anarquistas ven su organizacin social del futuro lleva-
da a cabo de abajo arriba, a travsdela li9refederacin de1 rabajadores, comenzando por las asociacines,. siguiendo
56 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
a las comunas, las regiones, las naciones, y finalmente cul-
minando en una gran federacin internacional.
Sin embargo, para los anarquistas la Comuna se quedcorta. El Estado no fue abolido dentro de la Comuna,como lo haba abolido afuera. Los comuneros mantuvie-
ron un gobierno representativo, el Consejo. En vez de
actuar por su cuenta [...] el pueblo, confiando en sus
gobernadores, les confi el mandato de tomar la iniciati-
va2!l,y as el Consejo se convirti, segn el punto de vista
anarquista, en el mayor obstculo a la revolucin.
El Consejo se aisl ms y ms del pueblo que lo eligi,
hacindose ms y ms intil. Al tiempo que su irrelevan-cia aumentaba, as tambin sus tendencias autoritarias,
llegando a crearse un Comit de Salud Pblica por la
mayora jacobina, para defender (por el terror) la revo-
lucin. El Comit se opuso a la minora libertario-socia-
lista y fue ignorado en la prctica por el pueblo de Pars
que defenda su libertad contra el ejrcito prusiano.
Finalmente, las tropas gubernamentales de Thiers, con
el apoyo del prusiano Bismarck, entraron en la ciudad,
siguiendo siete das de duras luchas callejeras. Pelotones
de soldados y miembros de la burguesa armados mero-
deaban por las calles matando a los comuneros. Ms de
25.000 personas murieron en la lucha callejera, muchas
asesinadas despus de rendirse.
29. KROPOTKIN, Piotr: Panfletos revolucionarios, Madrid, Ayuso, 1977,pg. 19.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 57
Ppse a que la Comuna no fue un ensayo social genuina-
lll('nle anarquista, s presenta dinmicas sociales, polticas
y ('conmicas que supusieron la puesta en prctica de
"I;unosprincipios del anarquismo. Por eso, tras su trgico
d('senlace, Marx y Bakunin divergieron profundamente
u('('rca de la interpretacin del acontecimiento. Para
Bukunin la Comuna represent un ejemplo de lucha
ullliautoritaria que demostraba la viabilidad de su pro-
I"\l~stade socialismo libertario, mientras que para Marx
Ni~nificabael primer intento de control del poder de lar1ase obrera30
m nacimiento del anarcosindicalismo
A fines del siglo XIX, en Europa el movimiento anarquis-
la comenz a crear uno de los mejores intentos de aplica-
d('m de las ideas anarquistas en la vida diaria. Esto ocurri
mmo respuesta al desastroso perodo de propaganda por
el hecho en el que anarquistas individualmente asesinaban
IlIleresdel gobierno. Contestando a esta fracasada campa-
na, los anarquistas volvieron a sus races y a las ideas deBakunin, comenzando as a formar uniones revolucionarias
d(' masas (Sindicalismoy anarcosindicalismo).
El nacimiento del anarcosindicalismo se explica en el
hecho de que el anarquismo donde mayor fuerza hatomado es en la clase obrera, sin descartar otros sectores
lambin sometidos (como los trabajadores agrcolas), o
:10. PANIAGUA,javier: Libertarias y sindicalistas, Madrid, Anaya, 1992,
pg. 35.
58 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
minoras discriminadas. La conexin entre anarquismo yclase obrera se ha materializado en el anarcosindicalismo,
esto es, un sindicalismo de ideas anarquistas, basado en la
accin directa como estrategia sindical y en la negacin
del colaboracionismo entre organizaciones sindicales, por
un lado, y patronos y Estado, por otro. El anarcosindica-
lismo o sindicalismo revolucionario, para algunas corrien-
tes cratas, prefigura la sociedad futura revolucionaria con
su estructura federal y autogestionaria y tiene la misin de
hacerla llegar con mtodos como la huelga general y la
insurreccin, mientras que para otras posturas es slo un
primer paso organizativo, que adems tiene grandes ries-
gos de quedar reducido a luchas reformistas.
Entre 1890 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial,
los anarquistas formaron uniones revolucionarias en la
mayora de los pases europeos, extendindose ms en Ita-
lia y Francia. El modelo inicial del anarcosindicalismo es el
movimiento francs que se inicia con las bolsas de trabajo y
con la Confederacin General del Trabajo (CGT). La difu-
sin del anarcosindicalismo se produce sobre todo a partir
de la Carta de Amiens (1906rH, que ser el manifiesto pro-
gramtico de esta proposicin.
Casi todos los pases industrializados tuvieron un
movimiento sindicalista, aunque Europa y Sudamrica
tuvieron los ms fuertes. Estos sindicatos estaban orga-
nizados de manera confederal, de abajo arriba, segn
31. GARCA MORIYN, Flix: op. cit., pg. 67.
ANARQUISMO Y EDUCACIN 1 59
IIISideas anarquistas. Combatan el capitalismo diaria-
Illt'llte en torno a asuntos como mejoras salariales y con-
diciones de trabajo, pero tambin perseguan la
IIlllllicin del capitalismo por medio de la huelga gene-111\revolucionaria.
I,a tcnica organizadora anarquista alentaba la partici-
I'lIcin, la militancia y la potenciacin de sus miembros y
IOIIlOpuede verse en el crecimiento de los sindicatos
1I11arcosindicalistasy su impacto en el movimiento obre-
1 e " tambin lucharon por reformas laborales y el cultivodI' la conciencia de clase con xito. La Industrial Workers
lit lhe World (IWW) de Estados Unidos es un buen ejem-plo de ello.
I,a mayora de las uniones sindicalistas fueron reprimi-
c1I1Sduramente durante la Primera Guerra Mundial, pero
c'll los siguientes aos de postguerra alcanzaron gran altu-
111. Esta ola de militancia fue conocida como bienio rojo
"11Italia, donde alcanz su mxima expresin con las ocu-
p"cunes de las fbricas. Pero tambin durante estos aos
e II'lII'rila destruccin de estas uniones en uno y otro pas,
lUIrculpa de dos influencias. Por un lado, el triunfo de la
Hl'volucin rusa condujo a muchos activistas hacia el
lllll'ialismo marxista. Ms importante an, durante estos
linos el capitalismo tom la ofensiva con una nueva arma,
1'\ fascismo, que fue un intento capitalista para aplastar
IINil'amentelas amplias organizaciones que la clase obrera
hllhia construido. En estos dos pases los anarquistas sevll'ron forzados a huir al exilio, o se convirtieron en vcti-
6 o I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
mas de asesinatos y campos de concentracin. En los EE.
Uv., la IWW fue aplastada por una ola de represin apo-yada por los medios informativos, el Estado y la clase
capitalista.
En Espaa, sin embargo, la CNT, unin anarcosindica-
lista, sigui creciendo, llegando al milln y medio de miem-
bros en 1936. En otros lugares, los capitalistas apoyaron a
los Estados autoritarios para aplastar el movimiento obrero
y poner al capitalismo a salvo en esos pases. Solamente en
pases como Espaa, Francia y Suecia el anarcosindicalis-mo mantiene todava una fuerza considerable.
La Revolucin rusa de 1917: los sovietsy el movimiento majnovista en Ucrania
La Revolucin rusa de 1917supuso la puesta en prcti-
ca de muchos experimentos basados en ideas anarquistas,
aspecto que a menudo obvian tanto la historiografa mar-
xista como la liberal. Ambas tendencias ignoran lo que el
anarquista Volin llam la revolucin desconocidriJ2, la revolu-
cin invocada desde abajo por las acciones del pueblo.El destronamiento del Zar en 1917ocurri debido a la
accin directa de las masas, y la revolucin se llev a cabo
en esta lnea hasta que el nuevo Estado socialista lleg a
ser lo suficientemente fuerte para detenerla. La cada del
32. Volin escribi en su exilio francs la obra La revolucin desconocida,
Madrid, Campo Abierto, 1977. En ella narra las aportaciones delanarquismo a la Revolucin de 1917 y las rebeliones de signo liber-tario contra los bolcheviques.
ANARQUISMO Y EDUCACIN I 61
'/,lll' lena muy poco efecto real si la explotacin feudal
111111persista en la economa, as pues los trabajadores
I'olllenzaron a tomar los puestos de trabajo y los campesi-
nos la tierra. A travs de Rusia, el pueblo comn comen-
/,C'J a construir sus propias organizaciones, uniones,
l'ooperativas, comits de fbrica y consejos (o soviets).
ENlasorganizaciones originalmente se formaron de mane-
111 alllogestionada, con delegados revocables y federadas
III1I1Scon otras. Los anarquistas participaron en este movi-
IlIle'1I10,alentando todas las experiencias de autogestin.
Ib'o ya al comienzo del 1918,los socialistas autoritarios
dl1partido bolchevique, una vez que tomaron el poder,
Illlciaron la eliminacin fsica de sus rivales anarquistas.
IlIicialmente, muchos anarquistas haban apoyado a los
hokheviques, no obstante, este apoyo desapareci rpida-
IlIt'lIlea medida que los bolcheviques se mostraron como
t'1I111en realidad. Lenin suprimi el control por los traba-
IlIdmes basndose en la. premisa de que ello reducira la
I'lodllctividad. Mientras eliminaban el movimiento de
IIl1togestinde los obreros, los bolcheviques sistemtica-
1I1t'lIleapresaron y ejecutaron a sus oponentes, los anar-
'1l1istas,as como limitaron la libertad de las masas. Las
1I11lolleSindependientes, los partidos polticos, el derecho
11 111 huelga, la autogestin en el trabajo y en el campo,
todo se destruy en nombre del socialismo. El aplasta-
1I1lt'IIlode los levantamientos de Kronstadt y de Ucrania
hlNon los ltimos contraataques estatales a los sectores de
olll'lItacin libertaria entre los trabajadores.
62 I FRANCISCO JOS CUEVAS NOA
El alzamiento de Kronstadt de febrero 1921 fue para los
anarquistas de gran importancia. Kronstadt fue el primer
intento totalmente independiente del pueblo de liberarse de
todo control y llevar a cabo la revolucin social: este intento
se hizo directamente por la clase obrera, sin pastores polti-
cos, sin lderes, sin tutores. En Petrogrado, la Academia
Militar comunista haba aplastado una huelga que se declar
en varias fbricas para conseguir una mejora prometida en
las raciones de comida. Las noticias llegaron hasta los mari-
neros de Kronstadt, y entonces exigieron nuevas elecciones
en los soviets, al no verse ya representados en los que haba.
En una asamblea masiva, 16.000m