Revista de la Asociación de Antiguos Alumnos

Maristas

Diciembre 2011

www.ademarcordoba.com

www.cervantespedia.com

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Boletin Informativo

De la Asociación De AA.

Maristas Del Colegio Cervantes

Córdoba

Diciembre 2011

Avda. Ntra. Sra. De la Fuensanta, 37

14010 Córdoba Tel. 957255150

Presidente Juan José Primo Jurado

Vicepresidente

Antonio López Valbuena

Tesorero Miguel Cerezo González

Vocales

H. Carlos Rubio Múzquiz José Miguel Navas Lloret

Antonio Pérez Rodríguez

Portada 4º Bachiller

Promoción 50 años

Sumario

Sumario 2

Editorial 3

Palabras del Director 4

IV Premio “Juanmi del Río” 5

Discurso Premio Juanmi del Río 6

H. Ibáñez 7

Mi cole 9

Mis recuerdos 10

50 años, Dios mío 11

Sombra, querida sombra 16

Asamblea General Ordinaria 18

Hoja de inscripción 19

Noticiero breve 20

Oro de la Asociación 2011 22

Chasca dorada Promoción 21 23

Insignias de plata Promoción 47-COU-A 24

Insignias de plata Promoción 47-COU-B 25

Insignias de plata Promoción 47-COU-C 26

PAG

Insignias de plata Promoción 47-COU-D 27

Insignias de asociado Promoción 72-2º Bach. 28

Articulo prensa ABC 29

Revista ECO Marista 30

Fotos Promoción 21 34

Fotos Promoción 47 35

Fotos Promoción 72 36

Cristma 39

Gracias por vuestra dedicación 17

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UNA DECIDIDA APUESTA POR LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Si en 2008 nuestra Asociación de Antiguos Alumnos Maristas del Colegio

Cervantes de Córdoba, estrenó la primera enciclopedia virtual de un colegio

cordobés: la Cervantespedia (www.cervantespedia.com), un correo electrónico

(aaaacordoba@maristasmediterranea.com) y una página web propia con el

nombre de Ademar, por “Alumnos de Maristas”, (www.ademarcordoba.com),

hoy anunciamos nuestra presencia en Facebook (http://facebook.com/

ademar.cordoba) y en Twitter (@AdemarCordoba) desde el año 2011.

La apuesta por las nuevas tecnologías de la comunicación se completa

con la realización y difusión de este boletín, desde hace tres años, en formato

digital y con la presencia en la web del Colegio Cervantes

(www.maristascordoba.com).

Sin duda creemos en este nuevo terreno por la facilidad de comunicación

entre los asociados, por su agilidad, por la capacidad para llegar más y más

lejos y por el abaratamiento de costes.

No hay mayor satisfacción para una Asociación de Antiguos Alumnos

que poder realizar convocatorias entre sus afiliados y que estos acudan a re5

encontrarse con sus compañeros de pupitre y profesores y en su antiguo Cole5

gio. Desde la Asociación, cada diciembre convocamos la Asamblea General

donde reunimos para imposición de insignias a los alumnos de hace cincuenta

y veinticinco años y los actuales que salen del Colegio. Pero con las posibilida5

des de comunicación que dan los correos electrónicos y las redes sociales, po5

demos organizar muchos más encuentros y eventos, como la fiesta organizada

el pasado mes de octubre o la visita a Medina Azahara del curso pasado.

Desde la directiva de la Asociación nos comprometemos a seguir impul5

sando esta apuesta por las nuevas tecnologías de la comunicación para estar

más cerca unos de otros y a difundir por ellas los inalterables valores maristas,

de servicio a la sociedad, sentido crítico, preparación y humildad, que apren5

dimos un día en el Colegio Cervantes.

EDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIAL

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“SOMOS CAPACES PORQUE CREEMOS QUE SOMOS CAPACES”

“LO QUE BUSCAS ESTÁ DENTRO DE TI” Estimados antiguos alumnos: un saludo y mucho ánimo para el nuevo año. Ante todo, quiero compartir con vosotros algunas de las palabras que dirigí a los alumnos al inicio del nuevo Curso escolar donde vamos a realizar juntos un viaje, una aventura. Son un intento de explicar lo que para mi persona significa tener la suerte de compartir un año más con todos los que nos sentimos vinculados al mundo marista. El viejo poeta Virgilio decía: Somos capaces porque creemos que somos capaces. Os invito a tener fe en nosotros, en nuestras cualidades y dones. Me gustaría caminar junto a vosotros en este Curso. Para ello, os animo a llevar cinco cosas fundamentales:

∗ Las zapatillas de la responsabilidad de ti mismo. Tú eres el responsable de ti mismo, de tus actos, de tu crecimiento personal, de tus acciones. Te ani-mo e invito a ser tú mismo, a luchar contra la mediocridad y manipula-ción, y volar alto.

∗ La mochila del compartir con los demás, sobre todo, con los padres, ami-gos, compañeros. Vive y deja vivir a los demás. Enriquécete creciendo al lado de los otros. Crece y deja crecer. Comparte tu ser con los demás y sé abierto y flexible para aceptarlos.

∗ Lleva contigo el bastón de crecer en conocimientos. Dice un anónimo po-pular: “De esta vida obtendrás lo que metas, nada más”. Y Martín Descal-zo decía que no es grande el que triunfa, sino el que jamás se desalienta.

∗ Pon tus ojos en el presente. Vive el presente. Lo importante no es el final del camino, lo importante es el camino, vivir plenamente el día a día, mo-mento a momento. Me gusta pensar y compartir, que el presente vivido plenamente es el mejor proyecto de futuro.

∗ Finalmente, lleva un corazón abierto a la amistad. Un verdadero amigo es un tesoro. He leído muchas veces que se puede vivir sin un hermano, pero no se puede vivir sin un amigo de verdad, sin un amigo que camine a tu lado, que te respete y te quiera como eres.

Hoy más que nunca los antiguos alumnos pueden ser un ejemplo para las nuevas generaciones. Puesto que los valores que nos trasmite San Marcelino, nos dan herramientas para realizar este viaje y aventura que es vivir.

Que la Buena Madre sea tu estrella de camino como lo fue para Marcelino Cham-pagnat. Termino con este pensamiento del poeta romano Persio: lo que buscas está en ti. Gracias y cuenta conmigo para hacer de este viaje, una aventura. Ánimo. Manuel Porras García. Director

UN VIAJE, UNA AVENTURA

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“SICUT IN COELO ET IN TERRA” (*)

Estimados compañeros: La intención de estas líneas no es otra que acercar y compartir con voso-tros la iniciativa que un grupo de compañeros de la Promoción 92-93 llevamos a cabo como sentido homenaje a nuestro querido amigo Juan Miguel del Río Moreno, Teniente del Ejercito de Tierra, fallecido en accidente aéreo mientras completaba su formación como piloto de la F.A.M.E.T. Su enorme capacidad de superación y su vocación de servicio, así como sus enormes valores personales, tanto en sus días de colegio como en su poste-rior desarrollo profesional, han hecho que nos sintamos en deuda con él, deuda que nosotros, sus compañeros, hemos exteriorizado intentan- do seguir su ejemplo en valores y servicio, no sólo creando un premio con su nombre si no dotando al mismo con una aportación económica que beca al premiado. El seleccionado será un alumno que termine su formación en nuestro Co-legio y que se disponga a comenzar su andadura universitaria. En nuestro áni-mo siempre ha estado no premiar expedientes académicos –que para eso hay otros foros- si no recompensar al “compañero”, aquel alumno reconocido por los suyos como tal, con todo lo que esto conlleva y que bien pueden resumir el significado de las tres violetas de nuestra insignia (Humildad, Sencillez y Mo-destia). El pasado Mayo aprovechando la inmediatez de la iniciativa entregamos la primera edición, sin tiempo para poner en común nuestro proyecto, pero ahora, con el tiempo necesario y el eco de esta publicación os animamos a compartir con nosotros el “IV Premio Juanmi del Río” a los valores Maristas el próximo 17 de diciembre. Un fraternal saludo Rafael Pérez Palomo (*) “Así en el cielo como en la tierra” Lema de la F.A.M.E.T (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra)

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Discurso para el IVº Premio “Juanmi del Río”.Discurso para el IVº Premio “Juanmi del Río”.Discurso para el IVº Premio “Juanmi del Río”.Discurso para el IVº Premio “Juanmi del Río”.

“Diez años, veinte años, treinta años” Alumnos, antiguos alumnos, profesores, padres, Hermanos, Maristas todos: A la hora de entregar un premio, siempre importan muchos elementos del mismo: su senti-do, su significado, su entidad y, por supuesto, la solera que adquiere con sus sucesivas con-vocatorias. En nuestro caso, vamos por el cuarto año, pero también podemos y debemos hablar de diez, de veinte y de treinta años. Diez años, que son los que en el próximo mes harán que Juanmi , nuestro Juanmi dejó de estar entre nosotros. Veinte, de ser entonces aquellos bachilleres cargados de sueños, unos cumplidos, otros mutados, otros, rotos, poco más o menos como vosotros, y con aspiraciones de terminar pronto y bien. Treinta, de ser aquellos niños de aquel 1º de EGB de cuatro docenas largas de alumnos por clase-y todos, todos-, con ganas de ser “mayores”. Cómo ha pasado el tiempo y cómo, por más que pase, sigue dentro de nosotros, dentro de vosotros, y de los que por detrás vienen, el espíritu de éste, nuestro Colegio, y en él, el sentido de este premio, que en el nombre de Juanmi pre-mia al mejor entre los que afrontáis vuestros últimos meses a ese lado de las aulas. Junio está a la vuelta de la esquina, y , si como en su día Juanmi- y todos los que compartimos más o menos días de clase con él, sois conscientes de lo que os espera, habréis hecho una buena elección del premiado: porque no sólo es el mejor el que más sabe, sino también el que más se da a valer. Y volvemos a echar la vista atrás, queridos bachilleres. Otra vez , al igual que en los días en que nosotros estábamos-y quizá hoy, incluso con más dureza-, a ese lado , sentados en esas sillas, la crisis nos golpea desde hace cuatro años. ¿Quién saldrá adelante y con éxito? Quien sepa darse a valer, quien tenga valor ….y valores. Como Juanmi. Tanto el que recibe el premio como los que le habéis elegido, tendréis que luchar. Muchos, tendréis que emi-grar, y en todo caso, habréis de esforzaros al máximo y salir con mentalidad ganadora. Cos-tará mucho, y mil proyectos no saldrán. No os rindáis , que en un día no tan lejano, vues-tros desvelos y sacrificios de hoy, habrán merecido la pena. Y todos los que os precedimos, de Juanmi abajo, nos sentiremos orgullosos de vuestra labor. De vuestros progresos y éxi-tos. Porque vosotros, debéis demostrar lo que valéis, para que, cuando pase el tiempo, po-damos invocar con la fuerza de la razón, esas tres palabras que con la perspectiva de trein-ta, veinte, diez años, hoy vamos a proclamar desde esta tribuna. Como claro homenaje a los valores que él llevó a gala entre nosotros, y hoy premiamos en uno de vosotros, podemos dar fe tras este tiempo que hoy todos somos Juanmi. Gracias. Juan Antonio Muñoz Castillo. Promoción 1981-93. Profesor de Geografía del IES “Séneca”.

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El próximo 6 de Enero de 2012 se cumplirán los 16 años del fallecimien-to en Granada de nuestro inolvidable y entrañable H. Ibá-ñez. En la madruga-da del Día de Reyes fallecía repentina-mente debido a la

combinación de complicaciones de dolencias de corazón, estómago y pulmones, que en los tres años finales de su vida trataba disimula-damente de compaginar con sus ocupaciones diarias. En sus últimos días no llegó a estar ingresado ni a guardar cama. Aunque tenía el presentimiento que su muerte no estaba leja-na, él no dejaba de dar ante los Hermanos la impresión de normalidad.

El 24 de Mayo de 1929 el H. Ibáñez nacía en Jaramillo (Burgos), pueblo próximo a Salas de los Infantes, adonde no mucho después se trasladó a vivir su familia. En Septiembre de 1941 ingresó en el seminario marista de Arceniega (Álava), población si-tuada a 28 km de Bilbao. Acabados sus años de formación en Arceniega, pasó al Novicia-do de Villafranca de Navarra, en donde este período de formación religiosa lo clausuró con la emisión de los primeros votos. Inme-diatamente después fue destinado a Castilleja de la Cuesta (Sevilla). Aquí el Hermano pro-sigue sus estudios. El 15 de agosto de 1952 emitió sus votos perpetuos. El Hermano Ibá-ñez, como es habitual entre los hermanos ma-ristas, poseía los títulos académicos de Maes-tro, Profesor de Religión y Licenciado, obte-nido en Filología Románica en la Universi-dad de Murcia. Pasó algún que otro verano en

Francia, para perfeccionarse en el francés, que hablaba y escribía con total fluidez. Al sorprenderle de pleno los cambios que se pro-dujeron a partir de la segunda mitad del siglo XX en la Iglesia y en la Sociedad, el Herma-no no sucumbió a la inercia de la rutina y par-ticipó en innumerables cursos de actualiza-ción, tanto en formación religiosa como pe-dagógica. En su misión apostólico-educativa el Hermano fue destinado sucesivamente a las siguientes obras maristas: Murcia, Granada, Murcia (por 2ª vez), Jaén, El Escorial (formación permanente), Granada (por 2ª vez), Sanlúcar de Barrameda, Huelva, Córdo-ba, Alcalá de Henares, Zaragoza y Granada (por 3ª vez). Desempeñó el cargo de Director en los Colegios de Sanlúcar de Barrameda y de Huelva. En Alcalá de Henares fue profesor de la Escuela Universitaria de Magisterio “Cardenal Cisneros”. En Zaragoza era traduc-tor y miembro del equipo de supervisión y corrección de libros de la Editorial Luis Vi-ves.

El H. Ibáñez poseía una sugestiva y densa personalidad, equipada de sólidos prin-cipios religiosos y humanos que durante toda su vida vivió y defendió con valentía en los momentos que se precisaban. Su gran co-razón, tanto a nivel humano como religioso, se manifestaba cuando dirigía grupos de alumnos para impartir la catequesis en barria-das marginales. Allí, aparte de la ayuda a cre-cer en la fe, el Hermano preparaba a algunos niños del barrio para promocionarlos social-mente, capacitándolos para el ingreso en cen-tros de enseñanza media y abrirles el acceso a las carreras. Eran tiempos en los que la Edu-cación Primaria aún no estaba sistematizada en España y los Centros de Bachillerato eran muy escasos: el estudiar era casi un lujo y un privilegio. El H. Ibáñez tuvo el consuelo de

H. FRANCISCO IBÁÑEZ CÁMARA (1929-1996)

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verse recompensado en este esfuerzo de pro-moción social. Eran muy llamativos su inge-nio y su viva imaginación que se advertían constantemente en él, pero en especial en mo-mentos en los que tenía que disentir de algo: en ellos fascinaba la facilidad con la que re-pentizaba sus certeras respuestas. Debido a la vivacidad de su imaginación siempre le re-sultó difícil acoplarse totalmente a la cuadrí-cula de las normas y reglamentos dentro de los cuales tenía que vivir. Poseía la esponta-neidad de la vida y no la rutina de las máqui-nas. Sin duda el rasgo más llamativo del carácter del H. Ibáñez era su incontenible y contagioso buen humor con el que creaba un clima distendido, alegre y de entrañable calor humano. Su connatural buen humor le lleva-ba a desdramatizar las situaciones enojosas, a crear un ambiente de cercanía humana con los que le rodeaban y a transpirar una ternura y comprensión de las personas, a las que fácilmente disculpaba de sus errores y tras-piés. Un ejemplo muy ilustrativo del humor, a veces desdramatizador, del H. Ibáñez es referido por un testigo presencial del hecho siguiente: Allá por los años cincuenta y tan-tos, dice, la comunidad marista de Granada era muy numerosa y se vio precisada a habili-tar dos aulas como dormitorios de hermanos jóvenes. En una de ellas se alojaba el H. Ibá-ñez con cuatro hermanos más. Durante una madrugada sobrevino en la zona de Granada un fuerte terremoto que sacudió violentamen-te el Colegio. Mientras los compañeros del H. Ibáñez en el momento del seísmo se sentían paralizados por el susto, presintiendo ya la muerte y encomendándose a Dios, el Hno. les dice con una serenidad que a los aterrados compañeros les sonaba a inconsciencia: “Tranquilos, tranquilos, que el Colegio no se hunde, porque ya está tumbado”. Lo de tum-bado se entiende si se sabe que en aquel tiem-po el pabellón del Colegio era un edificio de unos 150 metros de largo y en forma de 7, que enmarcaba un patio y unos jardines. La mitad de dicha construcción era sólo planta baja y el resto contaba con un piso más. Para el H. Ibáñez, en su trato y relacio-nes, no había personajes, sólo personas. A lo

largo de su vida mostraba un rasgo especial de su peculiar personalidad: nunca se sintió cohibido ante el personaje de poder o autori-dad. En todo tipo de encuentros, reuniones o conferencias, llegado el momento de diálogo e intervenciones, participaba con una natura-lidad, desparpajo, ingenio, prontitud y seguri-dad de sí que no pasaba desapercibido a los asistentes. Al personaje de poder y autoridad le trataba siempre con sumo respeto y correc-ción, pero sin el menor atisbo de servilismo, a un nivel de trato prácticamente de tú a tú. Es-to en años y ambientes pasados autoritarios hacía que ciertos personajillos en su relación con él se sintieran en determinadas ocasiones desenmascarados de su disfraz, consideraran al Hermano como un arrogante y le ocasiona-ran en represalia algún que otro sinsabor, a decir verdad, sólo momentáneamente, ya que él era impermeable a la tristeza y desaliento provocados por los rasguñones de la vida. El buen humor e ironía del H. Ibáñez nunca es-condían la menor hiel para nadie y si alguien se sentía herido por sus humorísticas ocurren-cias, le faltaba tiempo para pedirle perdón y presentarle sus excusas.

H. José Antonio Vera

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MI COLE Cuando hace unos días me pidieron que escribiera unas cuantas líneas para esta

revista, me pare a pensar en la poca o mucha influencia que a lo largo de los años ha

tenido mi paso por el colegio. La respuesta no pudo ser más contundente: sin dudarlo

éste condicionó más que favorablemente mi desarrollo personal y profesional.

En la faceta personal, una palabra sencilla sirve para cuantificar dicha influencia:

“ amigos”. Mis amigos hoy, fueron mis compañeros entonces, en aquellas pobladas au-

las que nada tienen que ver, en cuanto a número de integrantes, con las que hoy cono-

cemos para nuestros hijos. Es cierto que a lo largo de nuestras vidas aquellas amistades

se van complementando con otras nuevas que no hacen sino enriquecernos como per-

sonas, pero sin duda son mis amigos del colegio los que siempre me han acompañado

desde entonces y no tengo dudas de que seguirán haciéndolo en el futuro: Gracias Luis,

Javi, Enrique, José, Manolo....

En la faceta profesional esta influencia ha sido sin duda determinante. Muchos son

los valores que nos fueron transmitidos entonces y que nos permitieron desarrollarnos

como personas, pero sin duda yo destacaría uno por encima del resto: el valor del es-

fuerzo. No tengo dudas de que lo mucho o poco que he conseguido en esta vida se lo

debo a aquella semilla sembrada entonces. Siempre digo, cuando humildemente hablo

de mí, que mi nivel de inteligencia no destaca por encima de la media, pero sin duda lo

que si me diferencia del resto, o al menos en ello no desmerezco de los demás, es en

mi capacidad de trabajo, esa misma que me ha permitido alcanzar los logros profesio-

nales que me he propuesto.

Mucho le debo al colegio, por ello, no debe ser casualidad, que mi mujer, Sole,

estudiara también en él...Tiene muchas virtudes, pero sin duda lo que mejor la define es

que hace mejores a los que la rodeamos. Gracias también a tí por estar siempre a mi

lado.

En definitiva: Cervantes, gracias, gracias y gracias.

José María Marín Guzmán

Promoción 86-87

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Ha sido más de una década lo que hemos pasado aquí, y estos años han dejado huella en to-dos nosotros.

Durante este tiempo, no sólo hemos cambiado físicamente. Hemos logrado ser el reflejo del estilo de vida marista, madurando no sólo en aspectos académicos, sino también humana-mente.

Como nos decía D. Enrique del Río en los últimos años de primaria, “la más larga caminata comienza con un solo paso”, y después de todo este tiempo, parece que la primera etapa de nuestro camino, está llegando a su fin.

Desde el principio, esta gran familia nos ha inculcado los valores de María, representados en tres violetas; humildad, sencillez y modestia, y también el espíritu de Marcelino Champag-nat, destacando el esfuerzo y el trabajo gracias al cual hoy estamos aquí.

Han sido también muchas las personas implicadas en nuestra educación, como son los her-manos, con especial mención al Hno. Serafín, al Hno. José Antonio Quintanal y al Hno. Ra-fael Arteaga, y profesores como D. Daniel Pizarro, D. Juan Dávila y D. Rafael Pérez de la Lastra, que fueron nuestros guías en esos primeros años tan difíciles para algunos de noso-tros.

Por supuesto, debemos de agradecer a nuestros padres el hecho de que un día eligiesen este colegio, y que nos hiciesen formar parte de todo esto.

Para nosotros, el colegio ha consistido en una segunda casa en la que hemos desarrollado actividades deportivas, fomentando nuestro compañerismo; campañas benéficas, en las que se nos muestra la felicidad al darse a los demás; celebraciones que nos acercan a Jesús; con-vivencias que nos han hecho conocernos más; horas y horas de clase en las que nos hemos esforzado y hemos sufrido, pero gracias a eso, hoy estamos más cerca de nuestros sueños.

Finalmente, podemos decir que en nuestro colegio hemos reído, hemos llorado, hemos dis-frutado, hemos vivido, nos hemos caído y nos han enseñado a levantarnos.

Todo esto es un “hemos”, un “nosotros, porque el mayor tesoro que nos llevaremos, no será sólo unos simples compañeros de clase, sino unos grandes amigos. Gracias a todos por este tiempo compartido y por el que todavía nos queda.

Elena Jiménez Rodríguez y Lara López Domínguez

2º Bachillerato

Promoción 2000-2012

MIS RECUERDOS

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¡CINCUENTA AÑOS, DIOS MÍO!

Carlos Clementson Cincuenta años son los que se cumplen este 2011 desde la salida de nuestra promoción hasta la fecha, de nuestro querido y nobilísimo “Colegio Cervantes” de la Plaza de la Com-pañía, tras aquel fecundo bachillerato y preuniversitario, (más los tres años de preparatorio para nuestro Ingreso a los nueve o diez de nuestra edad), aunque quien escribe estas líneas aún tuviera que permanecer entre sus viejos muros —y muy gustosamente— un año más, por pérdida de un curso por enfermedad. Cincuenta años que desde la altura de hoy parecen perder toda consistencia temporal, adelgazarse materialmente, hasta tal punto son vívidos y actuantes, hasta tal punto están vivos dentro de nosotros tantos rostros, tantas impresiones y experiencias, tantas figuras de hermanos y profesores, que adoctrinaron y enriquecieron nuestro ayer, nuestra infancia, adolescencia y juventud, con el ejemplar legado de su lumino-so magisterio a la sombra de las doctrinas de nuestro benemérito fundador, el venerable, en su tiempo, luego beato y santo Marcelino Champagnat, de acrisolada raigambre francesa. Escribo estas notas casi a vuela pluma, por la urgencia de su publicación, pero ello no es óbice, sino todo lo contrario, para que un turbión de recuerdos y vivencias se me agolpen en el teclado del ordenador. ¡Qué inmenso caudal de recuerdos, que tantos años después, resuci-tan todos ellos, también, cuando de vez en cuando paseo por esa Plaza de la Compañía, ante las puertas de nuestro antiguo Colegio, junto a la prócer columnata neoclásica, esa especie de Panteón romano-cordubense, de la iglesia de Santa Victoria, que, presidido por el grácil triunfo de san Rafael, conforma una de las más hermosas plazas de Andalucía. Y ante todo, lo primero que se presenta ante mí es la imagen de su majestuosa escalinata barroca dieciochesca, que es uno de los más impresionantes monumentos que pueden con-templarse en nuestra ciudad. Esa gloriosa escalinata de mármoles de tan diverso cromatismo que diariamente nos recogía con sus dos nobles brazos para ayudarnos a subir o bajar los pi-sos de aquel edificio que había sido, en su tiempo, en la segunda mitad del XVI, Colegio de los Jesuitas de Córdoba. Desde los cinco años, fecha de mi ingreso en el Colegio hasta los dieciocho, en que mar-chara a estudiar a mi Universidad de Murcia, cuántas impresiones y recuerdos, cuántas imá-genes, gozos, estudios y melancolías, cuánta ferviente religiosidad y cuántas dudas, cuánta inocencia y cuántos escrúpulos de conciencia, cuando por nuestra austera formación y por los rigurosos tiempos que corrían casi éramos incapaces no ya de cometer sino de imaginar el más leve de los pecados mortales. Pero ante todo es la imagen de la gran escalinata la que preside toda esta galería de re-cuerdos, de recuerdos tan firmes como el mármol en que está construida. Pero nosotros ig-norábamos, en aquella década estudiantil en sus aulas, que aquellas paredes, aunque antes, naturalmente, de la construcción de la escalera, aquellas viejas paredes habían acogido a otro joven estudioso como nosotros, uno de los más insignes espíritus de nuestro Siglo de Oro. Me refiero a Don Luis de Góngora que estudiara en este mismo solar, cuando eran Estudios regentados por la orden de Jesús. Tardé mucho en enterarme, pero desde entonces la imagen de esta fastuosa escalinata, de tan gran riqueza cromática, se me aparece como la más consis-tente imagen del estilo de Don Luis, de ese estilo gongorino que lo inmortalizara y lo hiciera único en nuestra Literatura. Luego ya la vi, o la intuí, como una especie de “Subida al Parna-so”, y pienso que algo de Góngora aún quedaría entre aquellos muros en donde me hicieron amar, desde tan joven, la belleza y el esplendor de la palabra, algo así como una emanación del gran poeta o como una especie de genio tutelar que misteriosamente nos iniciara en los

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arcanos de la lengua y la literatura, y en mi caso, de la poesía. Todo ello, hace unos años, pretendí plasmarlo en un poema inspirado en la materialidad de nuestro Colegio, que títulé, muy culteranamente, “Gradus ad Parnasum”, y en el que ima-gino que algo de la estancia de nuestro poeta quedó entre estos muros, como también del mismo Góngora pensó Quevedo que habría podido quedar en la casa madrileña de Don Luis, que el mismo Don Francisco malévolamente compró para expulsar al cordobés de ella, no sin antes ( y a manera de salutífero incienso literario) quemara el madrileño “como pastillas de olor” volúmenes de la poesía de Garcilaso, como efluvios para “purificarla y desengongo-rarla de vapores tan crasos”, que Quevedo pensó pudiera haber dejado en ella Góngora tras su habitación entre sus muros; poema este mío que os ofrezco a continuación, muy cordial-mente, a todos vosotros que hollasteis durante tantos años sus nobles e históricos peldaños: GRADUS AD PARNASUM (Escalinata barroca del Colegio de Santa Catalina, en la Plaza de la Compañía, de Córdoba, donde estudiara hasta 1576 el joven Luis de Góngora, antes de su marcha a Salamanca). Esta escalera que, solemne y lenta, hace dos siglos ya sus brazos alza, y que grávida al par que airosamente regia levanta su alta pesadumbre, engastada de mármoles lucientes, es metáfora audaz, arquitectónica y polícroma imagen, de quien supo la palabra elevar a la armonía y engastarla, a su vez, en la riqueza de un marmóreo esplendor. Adolescente, por aquí él deambuló y estudió un día y formóse tal fue entre estas aulas y estos patios con sol: latín y griego, gramática y esgrima, historia y música, filosofía y casos de conciencia y una ardiente pasión por la palabra y un gozoso apetito deleitable por la varia hermosura de este reino, sus trabajos, sus juegos y sus días, y también sus primeros amores, satisfecho de la radiante plenitud del mundo, todo aquí comenzó y entre estas plazas. Con versos, pues, de un émulo y discípulo, mas contraria intención a la del pérfido, de tal habitación quedó de modo la casa y barrio todo investidos de sí y de tan radiante material resplandor que aún dura en esta augusta construcción: piedra ascendida

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a vuelo y claridad, a luz durísima que en sí misma se cuaja tal la perla o entre sus campos de zafiro, estrella: pura imagen que irradia y fulge y vive por su propio fervor, luciente música que traduce otra música más alta y excelsa plenitud que aún recordamos en flor de perfección —ejemplo y cima— entre sueños tal vez, y nos sonríe, y devuelve este mundo a la pureza que antaño un día perdió, reconquistadas ya armonía y verdad, por la palabra que hace prístino al mundo y funda el orbe en su antiguo esplendor como al principio, y lo colma de sí, forma rotunda, tornasolada plenitud, palacio, alegría lustral del universo. Y “Góngora y su Fábula de Polifemo y Galatea”, fue la asignatura literaria que a voso-tros, queridos compañeros, os tocara aprender en aquel arduo “Preuniversitario” que remata-ra aquel no menos exigente Bachillerato, que, tras pasar por dos reválidas en el Instituto y dos prueba finales en la Universidad, tan bien dotados nos dejaba, tan enriquecidos de los más varios saberes, para enfrentarnos luego a las dificultades de cualquier carrera. Era el año 1961, y cumplíase el cuarto centenario de la muerte del gran Cisne andaluz, como lo llama-ra, aunque a título póstumo, su no menos valioso rival Lope de Vega, siempre devoto admi-rador en su fuero interno de la aristocrática, de la excepcional grandeza poética del cordobés. Yo estaba entonces en sexto de bachiller, pero bien me llegaban los fastos gongorinos que por tal fecha se celebraran en Córdoba, entre los cuales recuerdo una inolvidable conferencia del maestro Dámaso Alonso sobre “La metáfora en Góngora”, en el Salón de Mosaicos del Alcázar, que para aquel adolescente ávido que yo era se convirtió en una de sus más inolvi-dables y fundacionales experiencias estéticas. Escuchar al maestro Dámaso, bajo los recién descubiertos, en la Corredera, mosaicos de Polifemo y Galatea, en aquel histórico salón fue una de las significantes experiencias de mi pequeña biografía intelectual. Y Góngora sería también una de mis mayores revelaciones estéticas, en aquellas clases que nos brindaba con amable eficacia el hermano Teodoro, no sólo en sexto, sino también en cuarto curso, o al menos de entonces es mi primer descubrimiento del gran poeta en las pági-nas de nuestra “Historia de la Literatura”, descubrimiento personal que he intentado dejar reflejado en un poema en el que la fulgente palabra del cordobés con su sensualidad y su be-lleza característica nos enaltecía e iluminaba el mundo, por sorpresa, a aquellos tímidos ado-lescentes estudiosos. Así aparece en este poema que también transcurre en una de las aulas de nuestro antiguo Colegio, precisamente la que se halla junto al patio pequeño, a mano iz-quierda después de subir un breve tramo de escalones, poema que titulé ILUMINACIÓN EN ENERO Son los años cincuenta. En la ventana tiembla, débil, la luz bajo la tarde

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de un invierno escolar con restricciones. Ha cesado la lluvia; en la penumbra, grave, el dómine escribe, o bien, vigila el estudio en el aula. Lentamente la hora se recubre de ceniza y en el patio se empoza la dudosa y ajada claridad del fin del día. Mas, de pronto, al conjuro de unos signos todo es claro y lustral como un diamante, todo se hace sonoro como un soplo de júbilo en el aire, y ya no es Córdoba ni un invierno de plomo en los cincuenta. Es verano. Sicilia. El sol destella al conjuro de un numen soberano que ennoblece el vivir por su palabra: Purpúreas rosas sobre Galatea la alba entre lilios cándidos deshoja. Sólo unos versos y la clase toda se ha encendido en azul mitología. Duda el Amor cuál más su color sea, o púrpura nevada o nieve roja. Glauco, resuena el mar allá a lo lejos. Y de pronto amanece en la hora póstuma. La palabra de Góngora se me aparecía, pues, entre aquellas paredes, como una auténtica revelación, con un intelectual estremecimiento de índole estética, que se acrisolaba y aumen-taba por las fuentes impregnaciones grecolatinas de sus neologismos y cultismos, que para mí —afortunado discípulo de uno de los mayores latinistas y helenistas de la segunda mitad del XX, don Francisco López Pozo—, suponían una especie de reto al ir rastreando la raíz y progenie de aquellas palabras nuevas y deslumbradoras, de tan sensual musicalidad, con las que Don Luis, hablando en castellano, nos estaba hablando igualmente y al mismo tiempo en la lengua del Lacio y de la Hélade. Y he de confesar, y perdonadme la pequeña vanagloria erudita, que nuestro Góngora no se me presentaba con la hermética oscuridad de que venía precedido, puesto que las enseñan-zas grecolatinas de Don Francisco, me había allanado generosamente el terreno lingüístico con la exigente disciplina de su docencia benemérita. Toda una dilatada vocación de servicio y enseñanza a las Humanidades que, junto a sus numerosas generaciones de alumnos y discí-pulos de las materias clásicas, cristalizaría años después en su excepcional “Diccionario Es-pañol-Griego-Latín”, único en su género, que despertó la admiración, y hasta la envidia, de tantos helenistas y latinistas que nunca lograron dar cima a un monumento lingüístico com-parable. Cuando hoy, a la altura del presente curso académico 2011-2012 —cincuenta años ya ¡Dios mío!— de que abandonáramos nuestras aulas, a mis actuales alumnos les enumero la variedad de materias y asignaturas con las que nos teníamos que enfrentar en aquel Bachille-rato y aquellas Reválidas, ante la sorpresa y admiración de algunos de ellos, me viene a la memoria del corazón tantos grandes hermanos maristas que consagraran su vida a una lumi-nosa y generosa docencia de muy altos valores. Y les hablo del hermano José, que me hizo

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enamorarme de la lengua y de la literatura francesas y aprenderme todos sus verbos irregu-lares, gracias a un procedimiento mnemotécnico de su siempre inquieta invención; del “impresionante” hermano Ignacio, que ¡hasta a mí! logró enseñarme matemáticas; del dis-tinguido hermano Ángel, tan sabio, a quien le debo la pérdida del miedo escénico cuando me “invitó” a recitar de memoria un poema de más de ciento cincuenta versos, en el Teatro Góngora, a mis quince años, con motivo de una de las entregas de premios del Colegio, hazaña que volvería acometer en preu en el mismo escenario, y en donde perdí ya toda pre-vención ante el respetable. Y el hermano Fulgencio, de Murcia, al que debo aprender a vo-calizar debidamente, y que en un inolvidable viaje de estudios de preuniversitario nos ense-ñara los “zalcillos” y la catedral de Murcia y el gran Colegio de los Maristas en el malecón de esta ciudad, junto a la refinería de petróleo de Escombreras en Cartagena (“Fuentes de energía” era otra de las asignaturas en aquella España de inicios del desarrollismo de los sesenta), y la huerta y la ciudad de Valencia y sus monumentos, y Toledo, y el Escorial, y el Museo del Prado, y el Palacio de Oriente y hasta el Valle de los Caídos, en un inolvida-ble viaje de estudios que para mí representara mi primera salida al mundo, al descubri-miento de nuevos horizontes, junto a la amistad y el magisterio de amigos y de maestros inolvidables, a los que siempre, desde mi obligaciones docentes, he procurado siempre, aunque muy pálidamente, imitar y continuar en su generoso magisterio.

Patio rojo

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Regresaba de rememorar vivencia de nuestras infancias con el grupo de compañeros de colegio. Medio siglo nos separaban de aquellos patios y del olor característico de las aulas maristas de comienzos de los años cincuenta. El soni-do de la chasca había vuelto por unos instantes a nuestros oídos, e incluso un improvisado villancico, ahora arropado por voces femeninas. Caía ya la tarde, con la luz agónica tras la lluvia. Le habían sacado a la galer-ía, solo, mientras preparaban la cena de los asilados. Miraba sin ver el patio de la residencia sentado en su silla de ruedas. Por la mañana había hecho un mohín ca-si de reconocimiento, más como reacción al eco de mi voz que a una cara hermana de la que guardase, en algún repliegue neuronal, un recuerdo borroso entre las brumas de su bloqueado cerebro. Sólo cuando me agaché a la altura del rostro creí percibir un fugaz chispazo en sus ojos, ahora reducidos a dos ventanitas horizontales, que buscaban incrédulas una señal de reconocimiento. Entre dien-tes intentaba musitar unas palabras que sólo eran unos sonidos ininteligibles. Era un intento inútil de comunicar algo, un gri-to sordo de impotencia, pero que me llegó directo a la sensibilidad, antes que a los sentidos externos. No podía contener las lágrimas y le rodeé hasta colocarme a su espalda, sólo apoyando mi mano derecha en su hombro, para que sintiera que yo seguía allí. Su mano asió con fuerza ines-perada la mía para hacerme volver al frente, ya sin disimulo. Su dedo inseguro señaló una lágrima, solitaria y lenta, que se había escapado del ojo, que seguía intentando adivinar mi rostro entre sus nubes. Se repetía el rito de descubrirme que algo seguía latiendo dentro del inmovilizado cuerpo de mi hermano Rafael.

Desde la cristalera de la galería se adivinaba la silueta oscura del alminar de la mezquita, recubierto por las piedras ocres que pretendían hacerlo cristiano y barroco. Sólo apagadas por el espacio llegaban los ruidos que presagiaban otra cena forzada para los reducidos internos, en sus mundos de brumas y murmullos. Ya en la calle, aún brillante de lluvia, mi sombra me adelantó y recordó la fragili-dad de nuestros sueños. Apenas yo, apenas nada;

en la puerta de la noche con olor a madrugada.

Aquí te encontré, poeta,

sólo y mirando tus manos

vacías como tu mirada.

Penar con penas ajenas es como un río sin agua.

¿Qué añoras, hermano?

El calor de las mañanas, el piar de los vencejos,

el bullicio de la plaza, desordenado y caótico,

los gritos inconfundibles de dos niños

antes de irse a sus camas.

Me robaron las palabras

se apropiaron de la luz, de las risas y los pasos,

apresurados y alegres, en nuestra olvidada casa.

Córdoba, 17 de diciembre, 2011. Francisco González de Tena (a su hermano Rafael)

SOMBRA, QUERIDA SOMBRA

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Gracias por vuestra dedicación...

Pasan los años y quizás por aquello de la crisis de los 40 o por la crisis económica glo-

bal, hace que los recuerdos de nuestra etapa de estudiantes vuelvan al lugar que nun-

ca debieron dejar, ese espacio donde todo es nostalgia, donde todo pasa dejando

huella, momentos que marcaron nuestra educación, nuestro primer amor, los amigos

de la infancia, los valores que nos inculcaron “los Maristas”…

Pero en estas líneas, no sólo queremos agradecer a tantos hermanos que han pasado

por nuestra educación, también a todos aquellos profesores, que hoy ya jubilados,

nos confirieron una educación no sólo académica, sino también el impulso de los va-

lores morales, hoy en plena extinción.

Después de más de 40 años de dedicación, anécdotas, juntas de evaluación, y algún

que otro mal rato, a muchos de nuestros queridos profesores les ha llegado su mere-

cida jubilación, por ello le mandamos nuestro más sincero abrazo y desde aquí, nues-

tra asociación de antiguos alumnos, os abrimos las puertas para cualquier actividad

que queráis compartir con nosotros.

Mª Eugenia Borrero Cuenco

Juan Dávila Díaz

Antonio Higueras Mangas

Antonio López Valbuena

José Luque López

Manuel Llamas Aguilar-Tablada

José Peralbo López

Rafael Pérez de la Lastra

Daniel Pizarro Muñoz

Amador Pozuelo Linares

Enrique del Río Correa

Rafael Rodríguez Galán

Cristóbal Rodríguez Luque

Francisco Rodríguez Luque

Vicente Ruiz Granados

Mateo Vázquez Berni

Celso Velázquez Elices

No podríamos olvidar a nuestros queridos profesores que nos dejaron en este tiem-

po.

Samuel Gálvez Pozuelo

Manuel Parra Galindo

Manuel Ledesma Sauco.

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ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA

CITACIÓN Conforme a lo preceptuado en nuestro Estatutos, me complace convocarte, por medio de la presente a la ASAM-BLEA GENERAL ORDINARIA DE ADEMAR-CÓRDOBA, que cele-braremos (D.M.) el próximo día 17 de diciembre de 2011 a las 11 horas en primera convocatoria y a las 11,30 en segun-da, en el Salón de Actos del Colegio Cervantes, sito en Córdo-ba, Avenida de Nuestra Señora de la Fuensanta, nº 37 con el siguiente

ORDEN DEL DÍA 1. Saludos del presidente de la Asociación y del Director del

Colegio 2. Lectura y aprobación, si procede del Acta anterior 3. Estado de Tesorería 4. Proyección de un audiovisual conmemorativo 5. Entrega del IVº premio Juanmi del Río 6. Propuestas de Insignias de Oro de la Asociación 7. Imposición de Insignias de Oro de la Asociación 8. Imposición de Chasca Dorada a la 21ª Promoción. Preu

1961 9. Imposición insignia de Plata a la 47ª Promoción. EGB

1983-COU 1987 10. Imposición de insignia de asociado a la 72ª Promoción

ESO-2010/BACH 2012 11. Ruegos y preguntas Desde las 9,30 horas se ofrecerá un desayuno de bienvenida en el comedor del Colegio y a las 10,30 se celebrará una San-ta Misa oficiada por el capellán del Colegio

¡ESPERAMOS TU ASISTENCIA¡

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Pertenecer a la Asociación es darle vida.

Cuantos más seamos más vida tenemos

La cuota es de 6 €

La cuota es anual y solo 6 €

Para asociarte puedes utilizar la siguiente hoja de inscripción y domici-

liación bancaria

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FIESTA DE CRISTO REY, EN VILLANUEVA DEL RÍO Y MINAS Una representación de la Junta directiva de la Asociación de Antiguos Alumnos de Ademar- Córdoba asiste a la Fiesta anual que organiza Ademar-La Mina. Este año reúne un carácter especial, pues celebra el LXXX aniversario de su fundación. Asisten D. Antonio López Valbuena, D. David Arroyo y el H. Carlos Rubio. A las 9`30 de la mañana del día 27 de noviembre, recepción por la Junta directiva de Ademar la Mina, a los asistentes a la fiesta de Cristo Rey. A las 10`00, visita en el Cementerio al H. Faustino, con corona de flores sobre su tumba y canto de la Salve. A las 11`00, visita guiada a la sede de Ademar la Mina y asamblea preceptiva, con entrega de distinciones a miembros de la asociación y entrega de la cerámica-recuerdo del 80 aniversario. A las 12`00, solemne Eucaristía en honor de Cristo Rey, el Patrón, con asistencia de los asociados y de numerosos feligreses; nos acompaña el Sr. Alcalde y la concejala de relaciones sociales; está concelebrada por el Sr. Párroco y por D. Baldomero, antiguo Párroco; actuación del coro con la misa cantada de S. Pío X y el himno, que se estrena, a Cristo Rey. A continuación, según es tradición, la fotografía de los asistentes que irá a enriquecer el museo-sede de Ademar. Se termina la fiesta con la comida de confraternización en el restaurante "El Minero". Asisten HH. de las comunidades de Huelva, Benalmádena, Córdoba y Castilleja de la Cuesta.

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HH. QUE SE INCORPORAN ESTE CURSO A LA COMUNIDAD MARISTA

H. Luis Briones Besné, Antiguo Alumno del Colegio Chamberí de Madrid; hace la profesión en Maimón y que ha desarrollado los puestos de profesor, director y responsable de las finanzas de diversos colegios y comunidades. Viene a Córdoba procedente del Colegio Colón, de Huelva.

H. Mariano Medina Rosique, Antiguo alumno de los colegios maristas de la Fuensanta y de la Merced, de Murcia. El Hermano ha desempeñado su labor como profesor en diversos colegios y en las Escuelas universitarias de Alcalá y Salamanca, siendo administrador provincial, viceecónomo general. Viene a Córdoba, procedente del Colegio S. José de Priego

El H. Antonio Luque Oteros, Antiguo Alumno del Cervantes de Córdoba, que estando en plena actividad laboral viene a reforzar la plantilla del profesorado del Colegio. Tiene su etapa de formación Marista en Maimón, donde hace la Profesión. Ha trabajado de profesor y como terapeuta de drogodependencia. Se incorpora al Cervantes procedente de Badajoz. Actualmente lleva la Escuela de Padres con un gran éxito de participación

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ORO DE LA ASOCIACIÓN 2011 JUAN JOSÉ PRIMO JURADO Desde 1971, nuestra Asociación concede la insignia de las tres violetas en oro, a antiguos alumnos destacados en la sociedad y fieles a los valores maristas, así como a cualquier persona cuya labor con Cervantes merezca tal recompensa. Este año, dos personas la reciben. DON MIGUEL REINA SANTOS. Nació en Córdoba en 1946. Cursó sus estudios en el Co-legio Cervantes, cuando este centro se encontraba en Plaza de la Compañía, y siempre ha mostrado orgullo por haber estudiado con los maristas. Miguel Reina desarrolló su ca-rrera profesional como portero de fútbol de Primera División y está considerado uno de los mejores guardametas españoles de la segunda mitad del siglo XX. Tres clubes han ocupado su vida deportiva. El Córdoba CF, donde se formó en categorías inferiores y debutó en Primera División el 11 de octubre de 1964 (Córdoba, 2; Elche, 0). Luego vendría el FC Barcelona, donde juega entre 1966 y 1973, conquistando dos Copas del Generalísimo, una Copa de Ferias (antecedente de la actual Europa League) y el Tro-feo Zamora al portero menos goleado en 1973, estando imbatido durante 824 minutos, récord no superado hasta noviembre de 2011. Y su tercer club fue el Atlético de Madrid, donde jugó desde 1973 a 1980, ganando una Liga, una Copa del Rey y una Copa Inter-continental, quedando subcampeón de la Copa de Europa en la final contra el Bayern Mu-nich en 1974, única final de la máxima competición continental jugada hasta el presente por el equipo colchonero. Disputó un total de 312 partidos en Primera división y fue cinco veces internacional con España. De regreso a Córdoba, ha servido a su ciudad, con su capacidad profesional, sus numero-sos contactos y su simpatía personal, primero como directivo del Córdoba CF y desde mayo del 2011 como Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Córdoba. Es el padre del actual portero del Liverpool FC y de la selección española, Pepe Reina. DON MANUEL PORRAS GARCÍA. Nació en Granada y es Licenciado en Biología por la Universidad de Granada. En el curso 1989/90, llega como profesor a Córdoba, al Colegio Cervantes de los Hermanos Maristas. Ha sido profesor de Ciencias Naturales, Biología, Biología y Geología y Ciencias para el Mundo Contemporáneo, además de Tutor y jefe de Estudios. Desde el 1 de julio de 2010 es el Director General del Colegio Cervantes. Si-guiendo la tradición de la Asociación de Antiguos Alumnos del Cervantes, ésta impone su Insignia de Oro a quienes ostenten el cargo de Director del Colegio. Y así, don Manuel Porras, que mantiene la estrecha colaboración con los Antiguos Alumnos de sus antece-sores, sucede en esta distinción a los hermanos Emilio González, Carlos Rubio, Juan José Mina, Luis Escuchuri, Nacho Poyatos y Chano Guzmán y a don Rafael García Po-rras.

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CHASCA DORADA

APELLIDOS NOMBRE ADAN PEREZ ERVIGIO ALARCON PRIETO JOSE M. ALBURQUERQUE LLORENS FCO. LUIS ARIZA DIAZ R. ENRIQUE BARASONA MATA JOSE BERCHEZ GONZALEZ FRANCISCO BLANCO OSORIO RAFAEL CARBONELL MONTERO-RIOS DIEGO CASTILLA ROJAS ALFONSO CASTRO ARAGON LUIS CENTENO GUERRA DIEGO COLOMINA CABELLO MANUEL CORTADE OBRERO LUIS FUSTEGUERAS HIERRO JOSE GALLARDO SANCHEZ JUAN GRANDE GLEZ. DE CANALES FERNANDO GUTIERREZ MORENO PEDRO HERNANDEZ RODRIGUEZ BALDOMERO LOPEZ BAREA FERNANDO LUMBRERAS MENDOZA VALENTIN MARTIN SANCHEZ RAFAEL MARTINEZ LOPEZ ANTONIO MEDIALDEA CASAS ANTONIO MOLINA GARCIA RAFAEL MOLINA NAVAS RAFAEL MORENO VOCES RAFAEL NAVARRO JIMENEZ JUAN DE DIOS

ORDOÑEZ RUIZ DE ADANA JOSE RAMON PALMA CAMPÁ JOSE REVUELTO RUIZ DE LS MOZOS RAFAEL RODRIGUEZ GRAJALES CLEMENTE L. RODRIGUEZ RODRIGUEZ CARLOS ROLDAN VILLEN FRANCISCO RUIZ DE AZÚA ANTON MIGUEL A.

APELLIDOS NOMBRE ALCANTARA ARRABAL JOSE ALHAMA RAMOS ENRIQUE ARIZA RIOBOO JOSE ALBERTO BRICEÑO RUIZ SANTIAGO CARA CUEVAS ALBERTO C- CARACUEL AYERBE MIGUEL CEBRIAN QUESADA PEDRO FERNANDEZ MORENO RAFAEL JAIME GANT FERNANDEZ RAFAEL GARCIA AGUILAR JOSE GOMEZ CENTELLA LUIS GONZALEZ DE TENA FRANCISCO GOÑI ALCALDE ESTEBAN GUERRERO PEREZ RICARDO HERNANDEZ SANCHEZ ANTONIO JIMENEZ COBOS EMILIO LINZOAIN YARNOZ JOSE MANUEL LOPEZ LOPEZ FEDERICO MATEO HERRERA FAUSTINO MORA CORDOBA ALFREDO MUÑOZ DE CÓRDOBA PEDRO JESUS OBIS SALINAS JOSE ANTONIO PRIETO BLANCO LUIS MARIA RUIZ MORETTI ENRIQUE SANCHEZ MARTINEZ RAFAEL VAZQUEZ LUQUE MANUEL VICENTE CORDOBA CARLOS

ZAFRA LEON RAFAEL CAMPOS LÓPEZ GREGORIO CEBRIÁN QUESADA PEDRO

PROMOCION 21

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PROMOCION 47 COU-A

INSIGNIA DE PLATA

APELLIDOS NOMBRE AREVALO UTRERO FERNANDO ASENSIO GONZALEZ RAFAEL CABELLO GUERRERO MERCEDES DE LA ROSA LUQUE MARIA DEL MAR DE LEON HUERTAS MARTA DEL REY ALAMILLO MANUEL GARCIA GALVEZ ROSA GARCIA-ESCRIBANO FLORES RAFAEL A. GAVILAN TRIGUEROS Mª DEL CARMEN GODOY UREÑA JUAN GONZALEZ DE CUESTA INMACULADA HELLIN NUÑEZ JUAN ANTº. HERNANDEZ AGUILAR MANUEL JOSE JIMENEZ ESCOBAR EDUARDO LEON ABAD ANGELA MARIA LINARES VAZQUEZ MARIA DEL MAR LISBONA MANUEL-CESPE FRANCISCA LOBILLO BORRERO CRISTINA MACIAS DEL RIO JUAN ENRIQUE MALDONADO CASADO Mª DEL CARMEN MARCOS SALVATIERRA MONTSERRAT MARTINEZ CAMINO FRANCISCO MARTINEZ CARMONA RAFAEL MARTINEZ CLEMENTE RAFAEL MARTINEZ MORENTIN LAURENZ Mª SALOME MATA VILLALBA JOSE MUÑOZ ARREBOLA Mª DEL MONTE ORTIZ GONZALEZ DE CANALES ANTONIO PEREZ LEON ISABEL MARIA PEREZ TORRES EDUARDO QUERO LOPEZ Mª ANGELES RAYA CARMONA Mª ANGELES RECIO AÑON MARIA REDEL GAMIZ ENRIQUE REY BELLOT MANUEL J. RUBIO EGAÑA. SANTIAGO RUIZ MATEO ASUNCION RUIZ MONTOYA AMALIA SANZ SUAREZ MARIA JOSE TIMOTEO CASTIEL EVA MARIA VALERO FERNANDEZ MARIA PAZ VALLEJO BENITEZ MARIA JESUS

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PROMOCION 47 COU-B

INSIGNIA DE PLATA

APELLIDOS NOMBRE

ALCALA PEDRAJAS RAFAEL ANGULO DE LEON BEGOÑA ATALAYA ROJAS GEMA MARIA BEJARANO FINQUE MARIANO BLANCO PEREZ PILAR CAMPO CANDELERA MERCEDES CAMPOS AGUILERA Mª ELENA CAÑETE LEYVA-GUERRA CARMEN CORDOBA MARTINEZ JOAQUIN DE LA MATA PEREZ FRANCISCO JAV. DEL CAMPO HERMOSO JAVIER DUARTE PALOMINO TRINIDAD ESCRIBANO FDZ. DE CORDOBA BLANCA MARIA FERNANDEZ PARRA MARIA PAZ FERNANDEZ RIVERA MARIA TRANSITO GALIANO LOZANO Mª LOURDES GARCIA CASADO LUIS GARCIA DE VINUESA CASTRO BELEN GARCIA SANCHEZ-BIEDMA VICTOR JOSE GARRIDO FRANCO JOSE LUIS GARRIDO PRIETO MERCEDES GUARDEÑO PARRAS CHARO HIDALGO PEDRERO MARIANO JIMENEZ MOLERO JORGE LARA RUIZ JUANA MARIA MARIN GUZMAN JOSE MARIA MARTINEZ CLEMENTE ANDRES MERINO JODAS ELENA MONTES VELASCO ALFONSO MORENO CORPAS MIGUEL R. MORENO MANTECON ISABEL MORENO VELASCO MARIA MUÑOZ GARCIA-LIÑAN MANUEL MURIEL PALOMINO MARIA E. NAVARRO HUERTAS JOSE OROZCO MUÑOZ CARMEN OROZCO MURILLO PABLO JESUS ORTI GISBERT ANGELA PAREJAS LOPEZ JUAN PEREZ DE LLANOS MARIA DOLORES PEREZ VICENTE MANUEL SERRANO GUTIERREZ CONSUELO SIMON VALERO ISABEL TAMAJON CANTOS LOURDES TELLEZ RINCON ANDRES TRUJILLO GUERRA RAFAEL VAZQUEZ SEMBI CARLOS IGNACIO

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PROMOCION 47 COU-C

INSIGNIA DE PLATA

APELLIDOS NOMBRE ALCAIN MARTINEZ FRANCISCO ALCANTARA NAVARRO RAFAEL BARRANCO PRIEGO LUIS BARRENA CASTAÑON JOSE MARIA CAÑIZARES SEVILLA SOLEDAD CORREDOR CANO JOAQUIN CRESPO CALVO. INMACULADA CRUZ DE DIEGO JOSE MANUEL DE LA HABA RODRIGUEZ JUAN RAFAEL FERNANDEZ MASIA JOSE NICOLAS GALLARDO LOPEZ Mª TERESA GARCIA GUTIERREZ RODRIGO GARCIA ORTEGA ANTONIO JESUS GARCIA RUIZ ANTONIO M. GOMEZ BARBADILLO CRISTINA GONZALEZ LOPEZ PEDRO GUILLEN SOLER EDUARDO HIDALGO TORRES FRANCISCO JAVIER LOPEZ CABEDO M. RAFAELA MORALES LOPEZ MANUEL MORENO BELLO ISABEL NEVADO BEATO PAULINA OGALLAS RAYA ENRIQUE PEREZ-ESPARZA SANCHEZ MARIA POZANCO LOPEZ ENCARNACION RAMON PALOMEQUE ANTONIO JOSE RODRIGUEZ LOPEZ RAFAELA ROMAN DEL CASTILLO MARIA BELEN RUANO MIALDEA SUSANA SERRANO GANDIA INMACULADA TAPIA CABRERA RAFAEL VAZQUEZ RODRIGUEZ SALVADOR

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PROMOCION 47 COU-D

INSIGNIA DE PLATA

APELLIDOS NOMBRE CACERES ANILLO DAVID CANO MONTERO JUAN CASTELLO RODRIGUEZ MIGUEL ANGEL CASTILLA CABRERA ENRIQUE DE BLAS UGARTE ELOISA DE LA RUBIA RODRIGUEZ ANA DIAZ RUIZ RAFAELA FERNANDEZ GARCIA-ZUÑIGA MARIA GALLEGO FERNANDEZ ROCIO GARCIA ACEDO JOSE RAFAEL GARCIA URDILLO RAFAEL GONZALEZ GUTIERREZ MARIA DOLORES GOSALBEZ PEQUEÑO BEATRIZ HERRERA MERCADER E. MACARENA LOBO SANCHEZ MARIA TERESA LOPEZ-COZAR AGUILAR MARISI LOZANO REINA JOSE M. MARIA PEON Mª TERESA MATA VILLALBA ANGELA MIFSUT GALLARDO INMACULADA MOLINA LUQUE CARLOS MONTERO SIMO Mª ELENA MUÑOZ DEL CASTILLO FRANCISCO NAVAJAS GNZLEZ. D CANALES MATEO OSUNA NAVARRO MARIA ANGELES PEREZ PASTOR ANGEL PLEGUEZUELO JIMENEZ GONZALO RODRIGUEZ ESTEVEZ VICENTE ROMERO SOTO ELISEO JAVIER RUANO GARCIA VICTORIA E. SALMORAL GARCIA ANTONIO SANDOVAL MORA INMACULADA TEJERO CARO JOSE LUIS TENA SEMPERE MANUEL JOSE

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INSIGNIA DE ASOCIADO

Avarez Heredia Pablo

Ariza García Mírian

Ariza Pedrosa Sergio

Armenteros Salvatierra Sergio

Avila Montero Daniel

Barrios Morilla Fco. Manuel

Cañete Pérez José Luis

Cerezo Sánchez Beatriz

Cobo Peinado Pablo

Entrenas Aguilera Mª Carmen

Fernández Ariza Celia

Fernández Vilchez José Antonio

García López Mónica

García Obrero María

Gómez León Carlos Amado

Gutiérrez de Ravé Millán José Ángel

Gutiérrez Rivas María Soledad

Izquierdo Olmedo Alejandro

Jiménez Rodríguez Elena

López Domínguez Lara

López García Isabel

Luque Guerrero Beatriz

Martínez Peña Sofía

Melendo Arjona Sergio

Melero Deza Rafael

Mesa Marín Azahara

Morales Velasco Emilio

Moreno Campos Mª Isabel

Muriana Rodríguez Rafael

Obrero Sojo Teresa

Paredes Cano Isabel María

Pavón Vázquez Juan

Pérez Roldán Pablo

Raigón Berruezo Javier

Rodríguez Quesada Daniel

Rodríguez Raya Mª Cristina

Romero Ros Inmaculada

Sabariego Claus Rafael

Sillero Jurado Alvaro

Moreno Guerra Juan

García Galán Celia

Hornero Alvarez Alejandro

Casas Flamil Teresa

Ortiz Lara Rubén

Mármol Martínez Aurelio

García Alcaide José Antonio

Izquierdo Adarve Rosa

Moreno Dueñas Rafael

Sánchez Torres Rocío

Campos Figueras Rafael

González Arrebola Rafael

Muñoz Alba Jaime

Luque Medina Juan José

Gaitán Díaz Bárbara

Marín Luque María

Duarte Cerrillo Rafael

Campos Figueras Rafael

Ordoñez Martínez Víctor Manuel

PROMOCION 72

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La prensa local-ABC

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Articulos sobre la juventud aparecido en la revista ECO del año 1985, realizado por un anti-guo alumno y que nos puede servir de actualidad

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PROMOCIÓN 21

Ejercicios espirituales en Montilla

Excursión al campo

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PROMOCIÓN 47

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PROMOCIÓN 71

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Curso 2011-12

40%

150

150

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40