2da. Clase Tema:

Buenos espíritus y malos espíritus

- Hola, ¿cómo estás Rob después de tu primera clase ? - Bien, maestro; me agradó porque despejó las dudas que tenía sobre la existencia de Dios y los espíritus. Pero a quien no le gustó, fue a mi mamá. Me dijo que los espíritus eran demonios que se presentan para engañarnos, porque son malos.

- Algunas personas creen eso, porque no saben; precisamente hoy vamos a tratar ese tema para despejar cualquier duda, pero mediante el razonamiento. Antes debemos iniciar la clase con una oración. - Maestro, ¿por qué debemos comenzar la clase con una oración?

- Mi querido Rob, todo lo que hagamos, debemos comenzar siempre invocando a Díos, para que nos ilumine y guíe. Ya lo dijo el divino Maestro Jesús, “... donde dos o tres se hallan congregados en mi nombre, allí me hallo yo en medio de ellos” (Mateo 18, v.20). Próximamente trataremos con más amplitud sobre la oración. Bien, cerremos los ojos y hagamos cinco respiraciones profundas, como los yogas, para tranquilizar la mente y repite conmigo:

Dios, bendice la sala de clases y a los que nos hemos reunido, en nombre del Maestro Jesús, para difundir y aprender tus divinas enseñanzas. Ilumina nuestra mente para que la verdad sea dicha y comprendida. Igualmente, Señor, te rogamos que ilumines a todos aquellos que aun no han entendido tus enseñanzas y también, a los que ni siquiera creen en ti. Te lo agradecemos Señor. Que así sea.

- Maestro, es verdad que los espíritus que se comunican son los demonios?

- Eso no es verdad. Son creencias de las personas que tienen una escasa información sobre esta materia y también por su mala costumbre de dar por cierto, sin hacer el más mínimo análisis lógico, de cualquier cosa que escuchan o leen. Veamos.

La palabra demonio que deriva del griego “daimon”, en la antigüedad significaba genio, inteligencia y era empleada para designar a seres incorpóreos, ya sean buenos o malos. En la actualidad, con esta palabra designamos al ser que representa todo lo malo y capaz de las peores maldades. Lo graficamos como un personaje horripilante, que lleva cuernos, cola, patas de cabra y que vive en el fuego eterno del infierno.

- Maestro, entonces ¿no hay demonios?

- La figura horripilante como lo conocemos, no; pero como espíritus del mal sí. Dios no creó espíritus malos; la causa de sus maldades está en la influencia maligna a la que cedieron. La sabiduría del Divino Creador está en la libertad que a cada uno concede para elegir libremente, según sus tendencias, el bien o el mal; de este modo, se tiene el mérito o la responsabilidad por las obras.

- Maestro, los espíritus que optaron por el mal, ¿siempre serán malos?

- Dios en su infinita bondad, no podría crear seres consagrados eternamente al mal. Así como eligieron libremente el mal, también pueden elegir el bien, pero como son espíritus imperfectos y rebeldes, demorarán muchísimo tiempo para alejarse del mal. Dios les concede toda la eternidad para el cambio.

- Maestro, ¿podría volver al comentario inicial que le hice, que los espíritus son demonios?

- Mucha gente cree que los demonios son los que se presentan durante las sesiones mediúmnicas con los seres espirituales. Esta hipótesis la considero un absurdo, porque estaríamos aceptando que el demonio es más poderoso que el Divino Creador y por lo tanto, Dios no sería tal, por no permitir que los espíritus del bien ayuden al hombre orientándolos y guiándolos. ¿Cómo creer que Dios no permita manifestarse sino al espíritu del mal para perdernos, sin darnos la oportunidad de los consejos de los buenos espíritus? ¿Cómo creer que Él permita el mal con exclusión del bien? Esto sería incompatible con su infinita bondad.

- Maestro, podemos distinguir a un espíritu del mal que trata de engañarnos simulando ser un santo?

- Si alguien invoca a los espíritus a través de la güija o participa en sesiones con brujos, obviamente que se presentarán los espíritus más bajos. Pero si se trata de personas con cualidades morales e invocan a espíritus muy desarrollados para consultas serias, por ejemplo sobre la doctrina cristiana, con toda seguridad que vendrán los más elevados para resolver las dudas. Se les puede reconocer por el lenguaje y el contenido de los mensajes. El demonio jamás va a dar consejos de moralidad, de bondad, ni trataría sobre los Evangelios ni de la misericordia de Dios. El diablo no es un agente publicitario de Dios.

- Maestro, entonces no hay ninguna posibilidad de engaño por los seres del mal?

- Es posible que algunos médiums no evangelizados, no preparados convenientemente y que hagan mal uso de ese don que Dios les dio, puedan ser víctimas del mal y reciban una errónea información. Un médium serio y honesto, tiene que ser una persona de moral intachable y haber estudiado todo lo relacionado con el tema, del que hay abundante material bibliográfico. Te voy a citar algunos mensajes recibidos, para que lo analices si provienen de santos o del demonio:

“... Amigos, acordaos de este precepto: “Amaos unos a los otros” y entonces al golpe dado por el odio responderéis con una sonrisa, y al ultraje, con el perdón...” San Agustín, Paris, 1862

“... Perdonar a los enemigos es pedir perdón para sí mismo: perdonar a los amigos es darle una prueba de amistad; perdonar las ofensas es mostrar que uno se volvió mejor. Perdonad, pues, mis amigos, a fin de que Dios os perdone, porque si sois duros, exigentes, inflexibles y si además tenéis rigor por una ligera ofensa, ¿cómo queréis que Dios olvide que todos los días tenéis mayor necesidad de indulgencia?...” Apóstol Pablo, Lyon,1861

“... Cristo dijo: “Dejad a los niños venir a mí”. Estas palabras profundas en su sencillez, no se concretaban al simple llamamiento de los niños, sino de las almas que gravitan en los círculos inferiores en donde la infelicidad ignora la esperanza. Jesús llamaba a sí a la infancia intelectual de la criatura (...) Jesús quería que los hombres fuesen a él con la confianza de esos pequeños seres...” Juan el Evangelista, Paris, 1863

“... sería inconveniente en ver por todas partes solo el bien; esta ilusión perjudicaría el progreso. El error está en hacer resaltar esa observación en detrimento del prójimo, desacreditándole sin necesidad, en la opinión pública. Sería también reprensible haciéndolo para complacerse a sí mismo en sus sentimientos de malevolencia y de alegría de encontrar a los otros en falta...” San Luis, Paris, 1860

“... La caridad es la virtud fundamental que debe sostener todo el edificio de las virtudes terrestres; sin ellas, las otras no existen. Sin la caridad no hay esperanza en un futuro mejor, ni interés moral que nos guíe; sin caridad no hay fe, porque la fe solo es un rayo puro que hace brillar a un alma caritativa...” San Vicente de Paúl, Paris, 1858

“... Amigos míos, agradeced a Dios que os permitió que pudieseis gozar de la luz del Espiritismo; no porque los que la poseen pueden ser los únicos que se salven, sino porque, ayudándoos a comprender mejor las enseñanzas de Cristo, hace de vosotros mejores cristianos. Haced, pues, que al veros se pueda decir, que verdadero espírita y verdadero cristiano, son una sola cosa y una misma cosa; porque todos los que practican la caridad, son los discípulos de Jesús, cualquiera que sea el culto a que pertenezcan.” Pablo el Apóstol, Paris, 1860

- Maestro, veo que al lado del nombre del santo, señala el nombre de una ciudad y un determinado año; ¿qué significa?

- Se trata de la ciudad y el año en que el espíritu del citado santo se presentó en una de las sesiones mediúmnicas, trayendo los mensajes celestiales para consignarlos en los libros que luego se editaron y que en la clase anterior te hice mención.

- Maestro, ahora estoy bien convencido que solo los espíritus del bien pudieron traer esos mensajes.

- Así es mi querido Rob; si fuera cierto que solo los espíritus del mal pueden presentarse para engañarnos, tendríamos que admitir que el diablo o los espíritus del mal, son seres de muy elevada moral, que predican las enseñanzas de Dios, buscando el desarrollo espiritual del hombre.

- Maestro, eso sería como creer que los chanchos vuelan.

- Es una jocosa pero muy acertada observación.

- Bien, mi querido Rob, hasta aquí la clase de hoy. Continuamos próximamente. Y tal como empezamos, cerramos con una oración. Cierra tus ojos, haz tres respiraciones profundas y repite conmigo:

Señor, te doy gracias por los conocimientos que he recibido. Que tus sabias enseñanzas, iluminen siempre, como un sol radiante, la oscuridad en la que nos encontramos. Te suplico, Señor, derrames tu benevolencia a quienes aun no ven la luz de la verdad. Que así sea.

- Gracias, maestro por las enseñanzas; que Dios lo bendiga. Hasta la próxima clase.

- Igualmente, gracias a ti, por permitirme compartir contigo estos conocimientos. Que Dios te proteja y guíe tus pasos. Aquí tienes los libros que utilicé en la preparación de la clase. Hasta la próxima.

www.amaliadomingosoler.divulgacion.org