15 Cambios Edad Moderna Politicos Sociales Economicos

Aureo Yepez Castillo HISTORIA UNIVERSAL

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Capítulo 15

CAMBIOS QUE SE PRODUCEN EN LA EDAD MODERNA: POLÍTICOS, SOCIALES, ECONÓMICOS.

Cambios que se producen en la Edad Moderna: absolutismo, doctrina del derecho divino de los reyes; doctrinas de Locke, Montesquieu y Rousseau. Afianzamiento de la burguesía. Evolución del capitalismo. Nuevas doctrinas económicas, mercantilismo, fisiocratismo, liberalismo económico.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Al finalizar el capítulo, el estudiante será capaz de:

1. Dar, en referencia al proceso político de la Edad Moderna, el concepto de absolutismo.

2. Enumerar por lo menos cuatro características de los regímenes absolutistas.

3. Dadas las doctrinas de Jacobo I Estuardo y Thomas Hobbes sobre la justificación del régimen absolutista, compararlas mediante un cuadro esquemático.

4. Comparar mediante un esquema las obras e ideas fundamentales de Locke, Montesquieu y Rousseau.

5. Explicar en forma sintética por qué la burguesía adquiere importancia en la Edad Moderna.

6. Exponer por lo menos cinco informaciones indicativas del desarrollo del capitalismo en la Edad Moderna.

7. Definir el mercantilismo.

8. Formular los principios básicos del mercantilismo.

9. Diferenciar en un esquema las escuelas del fisiocratismo y el liberalismo económico.


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SINTESIS

ABSOLUTISMO

Sistema político en el que la autoridad la ejerce en forma arbitraria el rey, quien tiene bajo su control a los organismos asesores.

DOCTRINA DEL DERECHO DIVINO DE LOS REYES

Considera que el poder monárquico proviene de Dios. La argumentaron Jacobo I Estuardo y Thomas Hobbes en “La verdadera ley de las monarquías libres” y “Leviathan”, respectivamente.

DOCTRINA DE LOCKE

Los pueblos tienen soberanía o derecho de gobernarse, ya que el hombre creó el gobierno para que resguardara sus derechos o garantías naturales de libertad, igualdad y propiedad.

DOCTRINA DE MONTESQUIEU

El poder no debe concentrarse en el rey sino repartirse. Hay tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. La soberanía reside en el pueblo. La base del entendimiento entre pueblo y rey debe ser la virtud.

DOCTRINA DE ROUSSEAU

La soberanía reside en el pueblo. La sociedad hizo un contrato del cual resultó el gobierno que había de guiarla. El Estado debe garantizar la libertad e igualdad, derechos que perdió el hombre en el desarrollo de la civilización.

AFIANZAMIENTO DE LA BURGUESÍA

La sociedad de divide en nobleza, clero y estado llano. Hay varias subdivisiones dentro de cada una de estas clases. La burguesía se afianza y adquiere gran importancia por ser determinante en el desarrollo económico.

EVOLUCIÓN DEL CAPITALISMO

El capitalismo industrial, comercial y financiero abarca un extenso campo. Hay aumento del tráfico de productos, del dinero circulante, desarrollo de grandes puertos europeos, formación de compañías por acciones y celebración de ferias comerciales.

MERCANTILISMO

Concibe que el Estado debe ser monopolizador de la economía y que la base de la


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riqueza es la acumulación de metales preciosos.

FISIOCRATISMO

Establece, con Quesnay y Gourmay, que la tierra es la base de la riqueza.

LIBERALISMO ECONÓMICO

Con el principio del “dejar hacer”, “dejar pasar”, Adam Smith sostiene que lo importante es el trabajo del hombre y que los gobiernos no deben coartar la libertad de éste para realizarlo.

I. CAMBIOS POLÍTICOS: ABSOLUTISMO Y DERECHO DIVINO DE LOS REYES. LOCKE, MONTESQUIEU Y ROUSSEAU.

1. EL ABSOLUTISMO: CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.

El absolutismo es el sistema político-administrativo por el que tienden a regirse los principales estados europeos en la Edad Moderna y en el que la máxima autoridad la ejerce en forma arbitraria el rey. Sobre su estructuración y características se puede puntualizar las siguientes afirmaciones:

a) El poder está concentrado en el rey, quien lo recibió y transmite por vía hereditaria. Sus colaboradores inmediatos y sus familiares forman la Corte. Dentro de ésta, o entre quienes él considera más capacitados en el reino, escoge sus ministros, a los que nombra y remueve a su antojo. Estos le ayudan a controlar el comportamiento de los ciudadanos, el desarrollo económico del país, a administrar el tesoro público, a dirigir los ejércitos, a mantener las relaciones internacionales, etc.

b) No hay un ordenamiento de leyes escritas, se impone la ley consuetudinaria y los dictados arbitrarios del monarca. Él es el único legislador, él es la ley.

c) Existen organismos colegiados que sólo son llamados, siempre al antojo del rey, para consulta, no para tomar decisiones libremente. Tales son las Cortes españolas, los Estados Generales franceses y el Parlamento inglés, que representan a las comunidades municipales (en España), a la Nobleza, el Clero y el Estado Llano (en Francia), y a los nobles y al pueblo (en Inglaterra).


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d) Hay tribunales centrales y provinciales (como los “parlamentos” de Francia, muy diferentes al Parlamento Inglés), pero sus dictados siempre están sometidos a la última palabra del rey.

e) Existen las comunidades municipales (los ayuntamientos españoles, las comunas francesas), pero éstas están siempre supeditadas al poder real.

f) Los ciudadanos, sometidos a una profunda división de clases, carecen de derechos. En consecuencia, no se les considera iguales ante la ley y el rey puede dictar medidas en perjuicio suyo sin derecho a defensa ni a pedir explicación (encarcelamiento, nuevos impuestos, prohibición de manifestar públicamente sus ideas, llamada a las armas, etc.

Luis XIV, rey absolutista de Francia.

2. JUSTICIACIÓN TEÓRICA DEL ABSOLUTISMO: DOCTRINA DEL DERECHO DIVINO DE LOS REYES.

A la concepción y práctica absolutista anterior trata de juntarse la idea del origen divino del poder real imponiéndose ésta como “doctrina del derecho divino de los reyes”. Es decir, toda esa concentración de poderes del rey es concesión proveniente de Dios. La


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doctrina tiene como base el principio de que “ningún hombre ha nacido libre sino sometido a la autoridad paterna y patriarcal de los monarcas”.

a) Origen.

Este concepto no es nada nuevo, es un simple retorno a explicaciones de la Antigüedad. Veamos, en rápido recuento, como él arranca de muchos milenios atrás.

En Egipto se implantó la teocracia, en el que el faraón de turno era considerado hijo del dios principal. El Medopersia el “gran rey” era tenido como vicario o delegado de Ormuz en la tierra. En Mesopotamia se tenía la creencia parecida. Creta tenía como gobernante al “minos”, considerado como delegado temporal del Minotauro o dios-toro. La excepción se encuentra en Grecia y Macedonia. En el Imperio Romano se vuelve por el mismo camino; Teodosio impuso el cesaropapismo o mezcla del poder político y religioso en el mismo emperador. Después de las invasiones bárbaras el Imperio Carolingio revive el cesaropapismo con Carlomagno. El Feudalismo no sigue esa doctrina: nos presenta reyes simplemente nominales. Con su decadencia resurge la monarquía unificada a la que los legistas hacen elogio como sistema ideal de gobierno. Llegamos al Renacimiento; Maquiavelo habla de la concentración del poder en manos de un príncipe. En la Edad Moderna, España, Francia e Inglaterra buscan imponerse como estados absolutistas, con leves variantes de unos a otros en cuanto a la estructuración del gobierno. Ahora bien, la teorización del Derecho Divino de los Reyes, ya como doctrina, se debe a dos ingleses: un rey y un filósofo. Se trata de Jacobo I Estuardo y de Thomas Hobbes.

b) Jacobo I.

Jacobo, siendo aún simple pretendiente al trono inglés en vida de Isabel I y con miras a gobernar en forma más absolutista que sus predecesores los Tudor, escribió (en 1598) “La verdadera ley de las monarquías libres”, conjunto de ideas extravagantes sobre la monarquía absoluta y de derecho divino. Entre ellas están las siguientes:

a) El poder de los reyes de es origen divino. “El estudio de la monarquía –dice– es lo más alto que existe sobre la faz de la tierra, ya que los reyes no sólo son lugartenientes de Dios en el mundo y se sientan sobre su trono, sino que Dios mismo los llama dioses”

b) Sólo el rey puede hacer las leyes. Descarta, en consecuencia, todo organismo colegiado capaz de tener esta potestad.

c) Sólo el rey goza del derecho de libertad. Afirma que existe la libertad, pero no para el pueblo, ni para los nobles, ni para organismo alguno que quiera asesorar al rey en sus funciones: sólo para el monarca.


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d) Sólo el rey goza del derecho de propiedad. El es dueño de todo el reino y si sus súbditos tienen títulos de propiedad, ello se debe exclusivamente a benévola concesión suya.

Jacobo I Estuardo

e) Sólo el rey puede discutir e investigar los asuntos de la monarquía. “El misterio del poder real –afirma– es algo que no puede ser discutido, pues el hacerlo significaría escudriñar en las debilidades de los príncipes y romper la reverencia mística a que son acreedores quienes se sientan en el trono de Dios”. Y complementa: “Así como es ateísmo y blasfemia discutir de lo que Dios puede hacer, es presunción y alta rebeldía en un súbdito discutir de que un rey puede hacer, o decir que un rey no puede hacer esto o aquello”. De toda su actuación el rey sólo es responsable ante Dios.

c) Hobbes.

La doctrina del filósofo Thomas Hobbes (1588-1679), educador de Carlos II Estuardo, aparece expuesta en su libro “Leviathan”. No habla propiamente de derecho divino de los reyes pero justifica el absolutismo. Estos son sus principales puntos:

1° Los hombres nacieron iguales pero a la larga llegaron a la desigualdad.

2° Son egoístas e insociables, viven en lucha constante cada uno por imponerse sobre los demás. De aquí resulta la intranquilidad.


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3° Buscando la paz, los hombres convinieron en ser regidos por un grupo. De allí surgió el gobierno dentro del Estado.

4° La paz verdadera se logra cuando ese grupo gobierna con rigidez y en él el principal representante es el rey. Para Hobbes el rey es la ley y su poder debe ser absoluto.

Thomas Hobbes

3. DOCTRINAS DE LOCKE, MONTESQUIEU Y ROUSSEAU.

a) Locke (1632-1704).

John Locke es uno de los pensadores ingleses de mayor influencia sobre el continente europeo y directamente sobre la Revolución francesa a través de los escritores que siguieron su idea. Sufrió el absolutismo de Jacobo I Estuardo y participó directamente en la revolución de 1688. Escribió “Ensayo sobre el entendimiento humano” y “Ensayo sobre el gobierno civil”, donde aparecen sus ideas, entre las cuales son principales las siguientes:

1° Existe el derecho natural: garantía de libertad, de igualdad y de propiedad, de que goza todo hombre por donación de Dios.


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2° El hombre se ha agrupado en sociedad, se ha dado sus gobiernos y ha dado a éstos poder, no para que limiten o eliminen sus derechos sino para que se los resguarden, para que cuiden de que cada miembro de la sociedad los respete.

3° Por eso, los pueblos poseen soberanía: derecho primordial de gobernarse. Pueden ellos remover a los gobernantes que no cumplen con su misión. Por tanto, el poder éstos está limitado frente a la soberanía popular.

John Locke

b) Montesquieu (1689-1755).

Charles Secondat, barón de Montesquieu, nació en Burdeos, Francia. Escribió obras sobre historia (“Grandeza y decadencia de los romanos”), crítica a la sociedad francesa de su época (“Cartas persas”) y ciencia política (“El Espíritu de las Leyes”). Su obra más trascendental la rinde con sus ideas políticas, en las que se nota la influencia de Descartes y de Locke. Se puede sintetizar en los siguientes puntos:

1° La soberanía reside en el pueblo, no el rey. Es algo que Montesquieu ve lógico, puesto que los reyes no han existido siempre, en cambio el pueblo sí.

2° El rey es un simple representante del pueblo en el gobierno porque el pueblo delega en él su derecho a gobernarse. Se manifiesta Montesquieu partidario del sufragio para la selección del monarca.

3° El rey ni gobernante alguno deben ejercer su autoridad arbitrariamente ni concentrar en sí todo el poder. Este debe dividirse así: poder legislativo que hace las


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leyes, ejecutivo que las hace cumplir y judicial que castiga a quienes dejen de cumplirlas. Los tres poderes deben ser ejercidos por diferentes personas; cuando caen en manos de una sola se pierde la libertad que se tiene por derecho natural y el gobernante cae en el despotismo.

4° La esencia de todo entendimiento entre la ley y sus súbditos debe ser la virtud, iniciándose ésta por la proclamación de la igualdad.

Montesquieu promovía con sus ideas el cambio del estado de cosas que vivía su país, claramente estaba pidiendo en su Espíritu de las Leyes el fin de la monarquía por derecho divino y su sustitución por la monarquía constitucional.

Montesquieu

c) Rousseau (1712-1778).

Juan Jacobo Rousseau nació en Ginebra, Suiza, y vivió la mayor parte de su vida en Francia. Se destaca en el campo de la pedagogía y de la ciencia política. Pertenece a la corriente iluminista del siglo XVIII pero se muestra pesimista ante los progresos logrados por la humanidad hasta su época, a los cuales ve como perjudiciales porque, afirma, no han contribuido a la felicidad sino al sufrimiento de los hombres. Por eso promueve el volver a empezar con el estado primitivo, al que él llama: “el estado natural”, en que no había desigualdad ni despotismo ni prejuicios ni sufrimientos causados por los hombres contra los mismos hombres. De ese pensamiento arranca su doble obra pedagógico-


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política. Sobre pedagogía escribió el “Emilio” y sobre ciencia política “El Contrato Social”, de gran relación entre sí. Además figuran entre su producción más difundida: “Las Confesiones”, cruda autobiografía, la novela “Julia o la nueva Eloísa” y “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”. Las ideas principales de Rousseau se pueden resumir en los puntos siguientes:

1° La teoría del buen salvaje: primitivamente el hombre fue bueno, vivió el “estado de naturaleza”, feliz con integra libertad, sin gobierno, son jerarquización de clases. Debe buscarse ese camino porque la civilización es un fracaso y atenta contra la libertad del hombre. “El hombre civilizado –afirma– nace, vive y muere en esclavitud; al nacer le cosen en unos pañales; cuando muere, le clavan dentro de un ataúd; mientras tiene el rostro humano, le encadenan nuestras instituciones (1).

2° El origen de la sociedad: la primera sociedad fue la familia, donde “Los hijos sólo perseveran unidos a su padre todo el tiempo que lo necesitan para su conservación. Desde el momento en que cesa esta necesidad, el vínculo natural se disuelve. Los hijos, libres de la obediencia que le debían al padre, y el padre, exento de los cuidados que le debía a los hijos, recobran igualmente su independencia” (2).

3° El “Contrato Social”: buscando una asociación parecida a la familia, por necesidad, la humanidad hizo un pacto para defenderse de la naturaleza en forma organizada ya que era imposible que cada quien lo hiciera independientemente. Este pacto tuvo el carácter de contrato, así, debía ser cumplido por las dos partes, gobierno y gobernado. De allí resulta la institución gubernamental.

4° La soberanía popular: el pueblo sigue siendo soberano, dueño de sus derechos, porque por propia voluntad delegó el poder en un gobierno creado por él mismo. Cuando los monarcas o cualquier otro gobernante hacen leyes arbitrarias, sin consultar al pueblo, se creen dueños de sus súbditos, implantan el despotismo, están atentando contra la soberanía popular, contra el derecho del pueblo a darse su propio gobierno y no están cumpliendo con el contrato social.

5° Los derechos del hombre: todo Estado debe garantizar al hombre libertad e igualdad, derechos básicos que él tuvo primitivamente. “Si se investiga en qué consiste precisamente el mayor de los bienes, que debe ser el fin de todo sistema de legislación –afirma Rousseau– se hallará que se reduce a dos objetos principales: la libertad y la

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(1) Rousseau: ob. Cit. (2) Rousseau: ob. Cit.


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igualdad; la libertad, porque toda independencia particular es fuerza quitada al cuerpo del Estado; la igualdad, porque la libertad no puede subsistir sin ella” (3). La igualdad debe buscarse en el fortalecimiento de una clase media. Por eso asienta con énfasis: “Si queréis dar consistencia al Estado, aproximad los grados extremos tanto como sea posible, no toleréis ni las gentes opulentas ni los miserables. Ambos estados, naturalmente inseparables, son igualmente funestos al bien común; del uno salen los autores de la tiranía y del otro salen los tiranos. Entre ellos se hace siempre el mercado de la libertad pública: el uno la compra y el otro la vende” (4).

Rousseau

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(3) Rousseau: ob. Cit. (4) Rousseau: ob. Cit.


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II CAMBIOS SOCIALES: JERARQUÍAS DE CLASES, AFIANZAMIENTO DE LA BURGUESÍA.

1. CUADRO DE LAS CLASES SOCIALES.

A fines de la Edad Moderna, propiamente en el siglo XVIII, la marcada diferenciación de clases se muestra como una causa del conflicto que vendría en el mismo siglo, la Revolución Francesa, porque es en Francia donde se puede estudiar en forma más clara esa diferenciación. En líneas generales sigue al cuadro de las clases sociales que mostramos en el capítulo del Feudalismo. Esas clases son:

Primera: La Nobleza, subdividida así:

A. Nobleza de Espada: a) Alta b) Baja

B. Nobleza de Toga.

Segunda: el Clero, divido en:

A. Alto Clero B. Bajo Clero

Tercera: el Estado Llano, que comprendía:

A. La Burguesía: a) Alta b) Pequeña

B. Los Artesanos C. Los Campesinos.

2. SITUACIÓN DE CADA CLASE.

a) La Nobleza:

Esta clase, junto con el Clero, forman los dos únicos grupos privilegiados en Francia.

La Nobleza de Espada comprende todos los nobles por razón de sangre, los que pertenecen a las familias cuyo origen noble se pierde en la Edad Media.

La Nobleza de Espada Alta tiene como privilegios: vivir corrientemente en la Corte, gozar de altos cargos gubernamentales, obtener del rey grandes donaciones, poseer


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extensos territorios , cobrar a los campesinos, habitantes de sus tierras, los derechos feudales: pagos por peaje, uso de los gallineros, conejeras, palomares, lagares, molinos y hornos.

La Nobleza de Espada Baja se diferencia de la anterior porque tiene carácter provincial: vive en el interior del reino, tiene también tierras pero vela por ellas directamente.

La Nobleza de Toga no es nobleza de sangre. La integran antiguos burgueses que recibieron títulos de nobleza para sí y para sus descendientes por haber prestado servicios a la Corona. Entre ellos escoge también el rey a sus más cercanos colaboradores.

b) El Clero:

Hay también una profunda división dentro del mismo. Una de sus ramas –el Alto Clero– roza con la Alta Nobleza de Espada, y la otra –el Bajo– con el común de la nación.

El Alto Clero lo forman los jerarcas de las arquidiócesis, diócesis y abadías: arzobispos, obispos, miembros del capítulo o consejo asesor y abades. Ellos administran las tierras de la Iglesia Católica en el país y por eso perciben de los campesinos que las habitan el pago de los derechos feudales, además del diezmo de la producción agrícola.

El Bajo Clero está integrado por la mayoría dentro de esa clase: los párrocos. Viven mal. Sólo perciben las contribuciones que el pueblo da directamente en los templos.

Al Clero y a la Nobleza se les exime del pago de impuestos.

c) El Estado Llano:

En Francia se llamó simplemente “el Tercer Estado” o “el Tercero”. No tiene ningún privilegio y, al igual que las anteriores, tiene profundas divisiones:

La Alta Burguesía la forman los grandes banqueros, comerciantes e industriales.

La Pequeña Burguesía está constituida por quienes ejercen las llamadas profesiones liberales (profesores, abogados, médicos, escritores, periodistas), por los artistas y los pequeños empresarios.

Los Artesanos se agrupan, como en la Edad Media, en corporaciones según los oficios: zapateros, talabarteros, orfebres, herreros, carpinteros, etc.

Los campesinos son la mayoría en la nación francesa. Su número (alrededor de veintiún millones) y su situación miserable hacen que los predicadores de la revolución encuentren en ellos el material humano necesario para hacerles eco, junto con la gente


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sin profesión de París y de las demás ciudades. Los campesinos están prácticamente cercados por las imposiciones tanto del Estado como de la Nobleza y de la Iglesia: por ser habitantes de Francia tienen que pagar impuestos; por ser agricultores y criadores y por dedicarse a la industria doméstica tienen que pagar los derechos feudales a los nobles dueños de las comarcas que habitan y por ser católicos deben pagar los diezmos a la Iglesia. La mayor parte de sus entradas pasa, en consecuencia, al Estado, a la Nobleza y a la Iglesia.

Los tres estados: nobleza, clero y estado llano.

3. AFIANZAMIENTO DE LA BURGUESÍA.

De las subclases del Estado Llano es la Burguesía la que constituyó una verdadera fuerza en la nación francesa. Recuérdese su origen medieval y téngase en cuenta su importancia en ascenso a lo largo de la Edad Moderna con su protección a la cultura en el Renacimiento. Los burgueses poseían dos grandes armas para promover cambios radicales: el dinero y las ideas.

La Nobleza –y dentro de ella el Rey– tenía tierras, es verdad, pero éstas con los últimos cambios de las concepciones económicas, carecían de la importancia que tenían en la Edad Media. Ahora importaba más que la tierra el dinero como representación de las


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riquezas: la burguesía lo poseía; la Corte lo necesitaba y, como no lo tenía, creaba impuestos o pedía prestado a los burgueses. Así, se hacía odiar por el pueblo y se endeudaba con la Burguesía. Esta le pediría cuentas a su debido tiempo…

Los escritores del siglo XVIII son su mayoría burgueses. Ellos lanzan, con sus análisis, teorías y críticas, la idea de revolución. Por eso, aunque la Revolución Francesa fue iniciada por nobles, se puede afirmar que le dieron cuerpo los burgueses, seguidos por el pueblo.

II. CAMBIOS ECONÓMICOS: CAPITALISMO Y MERCANTILISMO.

1. EVOLUCIÓN DEL CAPITALISMO.

Los tres tipos de capitalismo que enunciamos en el estudio de la Edad Media –industrial, comercial y financiero– abarcan un extenso campo en toda Europa. Sus progresos muestran que el sistema no es sólo una teoría sino que lleva la riqueza a quienes lo ponen en práctica, ya sean individuos, asociados o el Estado mismo. Sus principales manifestaciones pueden resumirse en los siguientes puntos:

a) El gran aumento del tráfico de productos: metales preciosos de América; perfumes del Extremo Oriente; telas, licores y cristalería dentro de la misma Europa; té de China, café de Java y Brasil, azúcar de América.

b) El aumento, como consecuencia del tráfico anterior, del numerario en oro y plata y del papel moneda que lo representa.

c) La vida eminentemente comercial de los principales puertos de Europa: Triste, Venecia y Génova hacia el Mediterráneo; Burdeos, El Havre, Hamburgo, Bristol, Liverpool y Londres, hacia el Mar del Norte.

d) La existencia de compañías por acciones que realizan el comercio al por mayor con las colonias del mundo entero. Cuentan entre las principales la “Compañía de Aventureros Mercaderes”, la “Moscovita”, la “Bahía de Hudson”, la “Londres”, la “Plymouth” y la “Compañía Oriental”, inglesas; la “Compañía de Indias Orientales”, holandesa, y la “Compañía del Norte” y la “del Senegal”, francesas.

e) La existencia de compañías aseguradoras contra naufragios e incendios.

f) La gran actividad de casas comerciales, muchas de las cuales adquirieron renombre mundial: los Rotschild, los Engels, los Richey y los Welser de Hamburgo; los Moritz de Estrasburgo.


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g) El mantenimiento de ferias permanentes en Alemania, Austria, Francia y Escandinavia, y de bolsas de valores igualmente permanentes en toda Europa.

En todas estas manifestaciones tiene interés el gobierno de cada país; pero su acción directa tiene un nombre propio: Mercantilismo.

2. EL MERCANTILISMO.

a) Concepto:

El Mercantilismo es un sistema económico proteccionista de la economía nacional y monopolizador de la misma, que es puesto en práctica en la Europa Moderna por los gobiernos de cada país.

Su nombre fue derivado de la palabra “mercado” porque con él se buscó aumentar las entradas de los estados mediante el comercio especialmente. Al menos éste fue el fin inicial.

Es proteccionista porque el Estado se hace guía de la economía y la controla mediante leyes.

Es monopolizador porque sólo la nación respectiva tiene derecho a desarrollar la economía, no los particulares, y si éstos lo hacen siempre deben estar sobre ellos la supervisión y legislación estatal.

b) Principios:

El sistema mercantilista fue puesto en práctica por Portugal, España, Italia, Francia, Inglaterra y Holanda. Estas naciones conocieron los principios de sistema pero no todas pusieron en práctica con igual intensidad todas sus partes. Estos principios son:

1° La riqueza de todo país mercantilista consiste en la acumulación de metales preciosos (oro y plata). Por esta razón se llamó a este principio el “metalismo”. Se inició con Portugal y España, que obtuvieron estos metales en sus colonias. La tierra perdió rango como concepción de riqueza.

2° Todo país mercantilista debe tener balanza comercial favorable (que la exportación sea mayor que la importación). Para ello, en principio, debe comerciar con el extranjero, no comprarle productos industrializados en gran escala sino vender los suyos, y comprarle, sí, materias primas de que carezca.


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3° Todo país mercantilista debe fomentar y ayudar a la industria nacional mediante la protección de las industrias existentes, establecimiento de industrias nuevas y aumento de los impuestos aduaneros; en esta forma el consumidor preferirá lo producido en el país, que será más barato que lo importado.

4° Todo país mercantilista debe poseer colonias. Con esto se buscan dos objetivos: aprovisionamiento de materias primas y mercado seguro.

De todos estos principios, Portugal, España e Italia se encaminaron por el metalismo, no se industrializaron sino que procuraron acumular riquezas; Francia realizó un mercantilismo industrial, las industrias fueron protegidas, supervisadas y fomentadas, especialmente por el ministro de finanzas de Luis XIV, Colbert; es tan notable la intervención de Colbert que al Mercantilismo francés se le suele designar con el nombre de “Colbertismo”. Inglaterra y Holanda desarrollaron el mercantilismo comercial.

3. NUEVAS DOCTRINAS ECONÓMICAS.

Fisiocratismo y Liberalismo Económico.

En el siglo XVIII los pensadores se rebelan contra las antiguas corporaciones, la reglamentación mercantilista y el principio de que la base de la riqueza estaba en los metales preciosos. De allí resultan dos doctrinas: el Fisiocratismo y el Liberalismo Económico.

El Fisiocratismo tuvo como figuras principales a dos pensadores franceses, Quesnay y Gournay, y como seguidor a Turgot, que fue ministro de finanzas de Luis XVI. De los tres se destaca Quesnay, autor del “Cuadro Económico”. La doctrina sostiene que la riqueza debe buscarse, no en la industria ni en el comercio ni en el cumplimiento de los principios mercantilistas sino en la tierra, porque es allí donde sólo se pone la mano de obra, con escasa materia prima (semilla, abono) y se obtiene mucho más de lo invertido. Representan los fisiócratas un retroceso a tiempos feudales. Se explica su posición por los sufrimientos que había tenido Francia con antiguas guerras y por el fracaso del intervencionismo practicado por el Estado Mercantilista. En esta forma los fisiócratas piden la vuelta a la naturaleza, a la tierra.

El Liberalismo Económico es la doctrina expuesta por el pensador inglés Adam Smith en su obra “La Riqueza de las Naciones”. Sostiene Smith que lo importante para el bienestar de los pueblos es el trabajo del hombre, ya sea agrícola, ganadero, industrial, comercial, etc.; que se debe tener como manifestación de riqueza sólo a los metales


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preciosos sino a todo tipo de bienes; que el Estado debe dejar libre al hombre para que ejerza el trabajo que mejor le convenga porque, de acuerdo con las leyes naturales, el individuo debe tener libertad para buscar su sustento y acumular bienes; se coloca, en consecuencia, contra el Estado interventor, contra el Estado creador de aduanas, reglamentador de créditos, controlador del comercio, de la industria, de la agricultura. Adam Smith y los fisiócratas ponen en boga la frase: “dejad hacer”, “dejad pasar”, especie de incitación a los gobiernos para que no coartaran el derecho natural de la libertad de trabajo.

François Quesnay Adam Smith

LECTURA ILUSTRATIVA.

LA DOCTRINA DE HOBBES.

Hobbes parte de la igualdad entre todos los hombres. Cree que todos aspiran a lo mismo; y cuando no lo logran, sobreviene la enemistad y el odio; el que no consigue lo que apetece, desconfía del otro y, para precaverse, lo ataca. De ahí la concepción pesimista del hombre que tiene Hobbes; el hombre es un lobo para el hombre. Los hombres no tienen un interés directo por


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la compañía de sus semejantes, sino sólo en cuanto lo pueden someter. Los tres motores de la discordia entre los humanos son la competencia, que provoca las agresiones por la ganancia; la desconfianza, que hace que los hombres se ataquen para alcanzar la seguridad, y la vanagloria, que los enemista por rivalidades de reputación. Esta situación natural define un estado de perpetua lucha, de guerra de todos contra todos, según la tremenda fórmula de Hobbes. Pero no se trata de unos actos de lucha, sino de un atentado –un tiempo, dice Hobbes– en que se está, una disposición permanente en que no hay seguridad para el contrario. El hombre está dotado de un poder del cual dispone a su arbitrio; tiene ciertas pasiones y deseos que lo llevan a buscar cosas y querer arrebatárselas a los demás. Como todos conocen esta actitud, desconfían unos de otros; el estado natural es el ataque. Pero el hombre se da cuenta de que esta situación de inseguridad es insostenible; en este estado de lucha se vive miserablemente, y el hombre se ve obligado a buscar la paz. Hobbes distingue entre derecho, que interpreta como libertad, y ley, que significa obligación. El hombre tienen libertad –es decir, derecho– para hacer cuanto pueda y quiera; pero con un derecho se pueden hacer tres cosas: ejercerlo, renunciar a él o transferirlo. Cuando la transferencia del derecho es mutua, a esto se llama pacto, contrato o convenio: covenant. Esto lleva a la idea de la comunidad política… Para conseguir seguridad, el hombre intenta sustituir el estado natural por un estado civil, mediante un convenio en que cada uno transfiere su derecho al Estado. En rigor, no se trata de un convenio con la persona o personas encargadas de regirlo, sino de cada uno con cada uno. El soberano representa, simplemente esa fuerza constituida por el convenio; los demás hombres son sus súbditos. Ahora bien: el Estado así constituido es absoluto: su poder, lo mismo que antes el del individuo, no tiene restricción: el poder no tiene más límite que la potencia. Al despojarse los hombres de su poder, lo asume íntegramente el Estado, que manda sin limitación; es una maquina poderosa, un monstruo que devora a los individuos y ante el cual no hay ninguna otra instancia. Hobbes no encuentra nombre mejor que el de la gran bestia bíblica. Leviatán; eso es el Estado, superior a todo, como un dios mortal. El Estado de Hobbes lo decide todo; no sólo la política sino también la moral y la religión; si ésta no está reconocida por él, no es más que superstición. Este sistema, agudo y profundo en muchos puntos, representa la concepción autoritaria y absolutista del Estado fundada a la vez en el principio de la igualdad y en un total pesimismo respecto a la naturaleza humana. Aunque Hobbes habla a veces de Dios, tiene en el fondo un sentido ateo. Frente a las ideas de espiritualidad y libertad, el sistema político de Hobbes está dominado por el mecanismo naturalista y la afirmación del poder omnímodo del Estado. De Julián MARIAS: Historia de la Filosofía Madrid, Revista de Occidente, 1978.

ANTE EL ABSOLUTISMO.

Parecería que la naturaleza humana habría de alzarse sin cesar el gobierno despótico; y, a pesar del amor de los hombres a la libertad, a pesar de su odio contra la violencia, la mayor parte de los pueblos están sometidos a él. Esto es fácil de comprender. Para formar un gobierno moderado hay que combinar los poderes regulados, atemperarlos, hacerles obrar, dar lastre a uno, por así decirlo, para ponerle en condiciones de resistir a otro; es una obra de legislación que


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el azar hace rara vez se deja hacer a la prudencia. Un gobierno despótico, por el contrario, saltará a la vista, por decirlo así; es uniforme en todos sus aspectos; como no hacen falta más que pasiones para establecerlo todo el mundo es bueno para ello.

De MONTESQUIEU: El Espíritu de las Leyes.

IDEAS DE ROUSSEAU.

El hombre ha nacido libre, y en todas partes se halla entre cadenas créese alguno señor de los demás, sin dejar por esto de ser más esclavo que ellos mismos ¿Cómo ha tenido efecto esta mudanza? Lo ignoro ¿Qué cosas pueden legitimarla? Me parece que podré resolver esta cuestión. Si no considero más que la fuerza y el efecto que produce, diré: mientras que un pueblo se ve forzado a obedecer, hace bien, si obedece; tan pronto como pueda sacudir el yugo, si lo sacude, obra mucho mejor; pues recobrando su libertad por el mismo derecho con que se la han quitado, o tiene motivos para recuperarla, o no tenían ninguno para privarle de ella los que tal hicieron. Pero el orden social es un derecho sagrado que sirve de base a todos los demás. Este derecho, sin embargo, no viene de la naturaleza; luego se funda en convenciones. Es, la familia, si así se quiere, el primer modelo de las sociedades políticas: el jefe es la imagen del padre y el pueblo es la imagen de los hijos; y habiendo nacido todos iguales y libres, sólo manejan su libertad por su utilidad misma. Toda la diferencia consiste en que en una familia el amor del padre hacia sus hijos les paga el cuidado que de ellos ha tenido; y en el Estado, el gusto de mandar, suple el amor que el jefe no tiene a sus pueblos. Aún cuando el hombre pudiese enajenarse así mismo, no puede enajenar a sus hijos; éstos nacen hombres, y libres; su libertad les pertenece; nadie más puede disponer de ella. Antes que tengan uso de razón, puede el padre en nombre de todos los hijos, estipular aquellas condiciones que tengan por fin la conservación y bienestar de los mismos, pero no darlos irrevocablemente y sin condiciones, pues semejante dotación es contraria a los fines de la Naturaleza y traspasa los límites de los derechos paternos. Luego, para que un gobierno arbitrario fuese legítimo, sería preciso que el pueblo fuese en cada generación dueño de admitirlo o de desecharlo a su antojo; más entonces este gobierno ya dejaría de ser arbitrario. Renunciar a la libertad es renunciar a la calidad de hombres, a los derechos de la humanidad y sus mismos deberes. No hay indemnización posible para el que renuncia a todo. Semejante renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre; y quitar toda clase de libertad a su voluntad, es quitar toda moralidad a sus acciones. Si el Estado no más que una persona moral, cuya vida consiste en la unión de sus miembros, y si su cuidado más importante es el de su propia conservación, necesita una fuerza universal y compulsiva para mover y disponer todas las partes del modo más conveniente al todo. Así como la naturaleza da a cada hombre un poder absoluto sobre todos sus miembros, así también el pacto social da a cada cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos; y a este mismo poder, dirigido por la voluntad general se le da, como tengo dicho, el nombre de soberanía. De J. j. ROUSSEAU: El Contrato Social.


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CUESTIONARIO-GUIA

RECOMENDACIÓN. Lea atentamente el contenido del capítulo. Observe que el material corresponde al último punto de la Edad Moderna. Abarca los cambios políticos, sociales y económicos que tendrán relación con las revoluciones que estudiaremos más adelante. Refuerce la información con la selección de la Lectura Ilustrativa. Responda el cuestionario en su cuaderno.

1. Haga una síntesis de lo que es el absolutismo como forma de gobierno. 2. Señale las características de los regímenes absolutistas. 3. Cite la obra en que Jacobo I Estuardo expone la doctrina del derecho divino de

los reyes y resuma las ideas contenidas en dicho libro. 4. Cite el libro escrito por Hobbes sobre el derecho divino de los reyes y haga una

síntesis de los puntos que están expuestos en dicho libro. 5. Estudie los aportes de Locke, Montesquieu y Rousseau. Luego reproduzca en su

cuaderno el siguiente cuadro y llénelo de acuerdo con la información obtenida.

Autores LOCKE MONTESQUIEU ROUSSEAU Obra

Ideas Fundamentales

6. Reproduzca el cuadro sobre las clases sociales en la Edad Moderna. 7. ¿Por qué adquiere gran importancia la burguesía en la Edad Moderna? 8. Sintetice las principales manifestaciones de la evolución del capitalismo. 9. ¿Por qué la doctrina mercantilista lleva ese nombre? 10. Resuma los principios del mercantilismo. 11. Estudie el material sobre el fisiocratismo y el liberalismo económico. Complete

luego el cuadro que sigue. Hágalo en su cuaderno.


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Doctrinas Económicas

Fisiocratismo Liberalismo Económico

Autores Representativos

Obras

Principios básicos

Bibliografía:

A. YEPEZ CASTILLO: “Historia Universal, Educación Básica 8°”, Edit. Larence (Venezuela 1993)

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NOTA: Copia transcrita del libro para uso privado.

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