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Estamos celebrando la Ascensión del Señor y la liturgia nos invita a reflexionar este acontecimiento con el evangelio de Marcos en el que Jesús antes de despedirse de sus amigos les encomienda ir por todo el mundo a proclamar la Buena Nueva del Reino.

“Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio a todos” es un grito que no puede dejar de resonar en lo más profundo de todo aquel que ha conocido a Jesús.

“Vayan a todos” puede sonar a proselitismo e incluso a demagogia, y es cierto. Pero no puede ser de otro modo porque Jesús es portador de un valor universal que no admite ningún tipo de exclusión.

“Proclamen el Evangelio a toda creatura”, nos recuerda que no podemos dejar ningún estamento de la vida o del mundo fuera del influjo de la Buena Noticia del Reino de Dios. Como dijo la Iglesia hace varios años: que al discípulo o discípula de Cristo nada le sea ajeno a su corazón. (Cf. Vaticano II. GS 1)

“El que crea y se bautice, se salvará; el que no crea, se condenará”. Suena un poco duro, pero cómo no acoger la salvación cuando se nos da auténticamente. Como dice un gran cristiano de hoy: despreciar ese amor es condenarse a la esterilidad.

“Estas señales acompañarán a los que hayan creído”. Se trata de señales tan gráficas que podemos correr el riesgo de pasarlas por alto. Puede ayudarnos decir una palabra sobre cada una de ellas:

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1) Arrojar demonios. Hoy necesitamos seguir arrojando demonios pero con la fuerza de Jesús: arrojar el demonio de la división, venga del lado que venga; quitar el demonio que nos invade bajo la forma de soberbia, de mentira o de mezquindad, etc. Pero eso sí, cuidando no hacer daño a la persona afectada por el demonio sino atendiéndola con especial ternura.

2) Hablar lenguas nuevas. Hay que seguir hablando lenguas nuevas. Aquellos lenguajes que lleguen realmente al corazón de las personas. Lenguas que convoquen. Lenguas que no se conviertan en palabrería, sino que despierten nuevos deseos de vivir.

3) Agarrarán serpientes y beberán venenos mortales. Quien lleva dentro de sí al Señor, no puede paralizarse. Ni siquiera el riesgo de la muerte o de las múltiples formas de veneno que rodean al que ama, pueden detenerlo.

4) Imponer las manos a lo enfermos. Hay que seguir imponiendo las manos a todo tipo de enfermos. Hay que estrechar las manos de quien padece soledad, hambre, injusticia. Hay que sanar a tiempo y a destiempo.

La Ascensión del Señor, según Marcos, es un verdadero retorno de Jesús a la casa de Dios Padre, como dirá Jesús antes de su pasión: “Les conviene que yo me vaya” (Jn 16,7). Experimentar la Ascensión es responsabilizarnos del mundo. Jesús propone que hagamos el camino solos, sin tener que depender infantilmente de Jesús, sino fiados en su Palabra y en su Espíritu. Por eso dice que seguirá acompañándonos mediante las señales que confirman su presencia viva entre nosotros.

En aquel tiempo se apareció Jesús a los once y les dijo: vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que no crea, se condenará.

Estas son las señales que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y estos quedarán sanos.

El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios. Ellos salieron a proclamar el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su proclamación con las señales que les acompañaban. Palabra del Señor.

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Al final, rezo el Padrenuestro,

saboreando cada palabra.

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Me sereno para esta cita con Dios.Me acomodo con una postura que implique todo mi ser. Al ritmo de la respiración doy lugar al silencio.( Una y otra vez repito este ejercicio )

[ Sigo adelante ]

NOTA: La oración preparatoria me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mí.

NOTA: Este paso merece hacerlo con esmero. Le dedico 10 minutos.

Señor,

que descubra

las señales de Dios

y sepa comunicar

tu Evangelio

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Dice Jesús:Dice Jesús: “Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio a toda creatura”

Señor, que sepamos comunicar a toda persona y en todo lugar la Buena Noticia. Que nunca tengamos miedo o vergüenza de hablar de Ti y tu Reino.

Pidamos que el anuncio de tu Evangelio haga que toda persona se ame más a sí misma, a Dios y a las demás personas.

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Dice Jesús:Dice Jesús: “El que crea y se bautice se salvará”

Señor, que contagiemos a muchos la alegría de encontrarse contigo, la alegría de nacer definitivamente para Dios y el gozo de cultivar la gracia que entrega a todos tu Espíritu Santo.

Pidamos que la fe de los amigos y amigas en el Señor vaya madurando bajo el impulso de la Palabra, del Espíritu que nos lleva a la inserción honesta en la realidad.

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Dice la Palabra:Dice la Palabra: “el Señor actuaba con ellos y confirmaba su proclamación con las señales que les acompañaban”

Señor, que estemos atentos a tus señales descubriendo en ellas tu presencia activa y grata en medio de nuestra vida cotidiana.

Señor, que no nos falte el discernimiento para distinguir tus señales entre las múltiples que hallamos a diario y así hagamos el camino confiados a tu voluntad y no a la nuestra.

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NOTICIA PARA TODOS LOS PUEBLOS

Yo sé que un día llegará y se descubrirá. Jesús con su Palabra será. Noticia para todos los pueblos. Noticia para todos los pueblos.No habrá fronteras para la paz, cantaremos, cantaremos como amigos. En toda mesa sobrará el pan y correremos para ser tus testigos.Y si hay ancianos en soledad y si el mundo se ha vuelto indolentey si hay niños sin libro ni hogar es que Jesús no ha llegado a la gente.

Y si el pobre no encuentra hospital y la violencia se vuelve tan fuerte.Y si un hombre no sabe rezar es que Jesús no ha llegado a la gente.Ya la gente no puede esperar, este mundo está loco y enfermo,una noticia lo puede salvar: que Jesús venga a todos los pueblos.La miseria se puede acabar y podrán terminarse las guerras.

Con su nombre debemos llenar los rincones de toda la tierra.Mucha gente no ha oído su voz, no es el centro de todos los hombres;mucha gente lo conoce mal, mucha gente ha olvidado su nombre.Este mundo lo quiere encontrar, sin saberlo lo busca y lo espera.Tiene sed y quisiera rezar, de Jesús está hambrienta la tierra.

(Miguel Matos sj)

Para centrar la experiencia vivida en la Oración, respondo en forma sencilla las siguientes interrogantes:

[ Termino con la oración siguiente ]