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Giuseppe Arcimboldo (1527-1593) Pintor Italiano Fundamentos de Juego y Arte Gustavo Albeiro Tobón Acosta Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental U. de A.

Giuseppe arcimboldo

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Giuseppe Arcimboldo(1527-1593)

Pintor Italiano

Fundamentos de Juego y Arte

Gustavo Albeiro Tobón Acosta

Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Naturales y

Educación Ambiental

U. de A.

Retratista de los emperadores de Alemania durante

25 años.

Lenguaje (Otoño): el ojo es una ciruela

pequeña (prunelle).*

De esta forma Arcimboldo juega

con las “curiosidades” del lenguaje, con la

homonimia y con la sinonimia.

Trasfondo de lenguaje, su imaginación es plenamente poética.

No crea signos, los combina, los permuta, los desvía como un obrero del lenguaje.

Así como hace el poeta Cyrano de Bergerac: tomar una metáfora lo más trivial posible y

explotar hasta el límite su sentido literal. (Morir de pena.)

Asimismo, Arcimboldo se toma al pie de la letra la comparación:

El casco ya no es como un plato, es un plato. Sin embargo Arcimboldo separa los dos términos de la identificación: el casco y el plato, según por donde se

mire veo una cabeza o el contenido de un plato.

La lectura gira.

La metáfora gira sobre sí misma.

Entre los dos niveles de lenguaje arcimboldesco: el de la figura y el de los rasgos significantes que la

componen.

(Da Vinci, escritura invertida).

Escritura y pintura se fascinan. Ante una Cabeza Compuesta de Arcimboldo, se tiene la impresión de que está escrita y sin embargo ni una letra.

Esto proviene de la doble articulación, como en Leonardo hay una duplicidad de los grafos: con la

mayor naturalidad son medio imágenes, medio signos.

Agua: una concha sirve de oreja

(Metáfora).Un montón de peces

equivale al agua (Metonimia).

Repetir el pez para señalar nariz y

boca se convierte en una

Antanaclasis.

Fuego: aquí el elemento se convierte en

cabeza llameante (Alegoría).

Verano: enumerar los frutos (ciruela,

frambuesa, pera,

espigas,…) se convierte en Alusión.

Tierra: Arcimboldo presenta un

mensaje pero lo presenta

cifrado (oculto/no

oculto). Con un poco de

distancia se cambia de

percepción.

Aire: lo más notable de las

cabezas compuestas es

que vacilan entre el cifrado y el

descifrado. El ojo sigue conservando

los sentidos primitivos

buscando lo que produjo el efecto.

Todo es metáfora en Arcimboldo. Nunca hay nada denotado, ya que

los rasgos que sirven para componer una cabeza, tienen previamente un

sentido, y este sentido está desviado hacia otro sentido, arrojado, en cierto modo, más allá de sí mismo (eso es

lo que, etimológicamente, quiere decir “metáfora”).

Arcimboldo pasa virtualmente de una pintura newtoniana basada en la

fijeza de los objetos representados, a un arte einsteiniano, según el cual el desplazamiento del observador forma

parte del estatuto de la obra.

Más allá de la percepción y la

significación (léxica o cultural) se desarrolla un

mundo de valores: ante una cabeza no

sólo digo: leo, adivino, encuentro, comprendo, sino

también: me gusta, no me gusta. La

desazón, el espanto, la risa y el deseo entran así en

la fiesta.

¿Por qué son monstruosas y

dejan un sinsabor las cabezas de Arcimboldo?

Todas remiten a una mescolanza de cosas vivas. Apretadas en un desorden (antes

de la inteligibilidad).

Evocan una vida larvaria, la

maraña de los seres

vegetativos, gusanos, fetos, vísceras, que están en los

límites de la vida, apenas nacidos

y ya putrescibles.

Para el siglo de Arcimboldo, el monstruo es una maravilla. Los

Habsburgo (amos del pintor) tenían gabinetes de curiosidades:

accidentes de la naturaleza, hombres y mujeres llenos de vello, mezclas de animales y plantas o

animales y humanos.