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El nombre que el padre de Nelson Mandela le dio al nacer Rolihlahla, significa “incitar a la batalla”, algo que el hizo a través de su larga y finalmente exitosa lucha para eliminar el apartheid, el rígido sistema de separación racial y sometimiento imperante en Sudáfrica. La elección de Mandela en su país como primer presidente negro en abril de 1994, tan sólo cuatro años después de salir tras 28 años de prisión por conspirar para derrocar al gobierno de mayoría blanca, fue la realización de un sueño forjado desde su juventud. Un sueño que se inició cuando Mandela se sentaba tranquilamente a escuchar a los líderes de su tribu, recordando la época la época más de un siglo atrás en que se autogobernaban, antes de la llegada de la gente blanca, una era de paz, libertad e igualdad. “La tierra… le pertenecía a toda la tribu y no existía ninguna forma de propiedad individual” dijo Mandela al tribunal que lo sentenció a prisión en 1962. “No había clases, no había ricos o pobres y no existía la explotación del hombre por el hombre. El consejo era tan democrático que todos los miembros de la tribu podían participar en sus deliberaciones. Jefe y subalterno, guerrero y hombre de medicina, todos participaban”. Mandela reconoció que la primitiva forma de vida de sus antepasados no sería viable en el mundo moderno. Sin embargo, la visión de una sociedad “en donde nadie fuera sometido a la esclavitud o a la servidumbre, y en donde ya no existiera pobreza, privación e inseguridad” le sirvió como fuente de inspiración toda la vida. Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un pueblo pequeño y aislado en una reserva nativa o tierra natal, llamada el Transkek. El tenia sangre real, uno de sus ancestros había dirigido la tribu Thimbu y parecía que de éste había heredado su “orgullo rebelde” y el “inquebrantable sentido de la equidad”; poco después de su nacimiento, su padre, el jefe de Mvezo y consejero de los reyes tribales fue depuesto por rehusarse a asistir a reuniones de presentación ante el magistrado británico local. Por mantenerse en sus prerrogativas tradicionales y desafiando la autoridad del magistrado, el padre de Mandela pagó con sus tierras y su fortuna. La madre de Mandela la tercera de las cuatro esposas de su padre, se trasladó a la aldea cercana de Qunu. Allí, Mandela y sus tres hermanas crecieron en un área de cobertizos de lodo. La familia producía su propio alimento, leche de vacas y cabras, una variedad de maíz (mealy) que su madre molía entre dos piedras para hacer pan o que hervía a fuego vivo. A la edad de cinco años, Mandela, se había convertido en pastor, conduciendo las ovejas y el ganado a través de las fértiles tierras. Llevaba una vida simple, dirigida en su mayor parte por las reglas acatadas durante mucho tiempo por su tribu. Sin embargo, su madre, que se había convertido al cristianismo, lo había bautizado en la iglesia metodista, y a los siete años se convirtió en el primer miembro de su familia en ir a la escuela. Fue su primer profesor quien le dio el nombre de Nelson en inglés. Cuando el chico tenía nueve años, su padre murió, y la vida le cambió por completo. Su madre lo envió a vivir en los cuarteles de mando de la Tribu en Mqhekezweni. El regente encargado, quien debía su posición al padre de Mandela, ofreció convertirse en su guardián y educarlo como a su propio hijo. Cuando Nelson llegó a la adolescencia, asistía a las reuniones tribales en donde cualquier miembro podía hablar y el regente escuchaba tranquilamente antes de llegar a un consenso. Este estilo de liderazgo impresionó profundamente a Mandela e influyó en su propio comportamiento como líder, años después, También veía cómo su protector presidía las reuniones del consejo en donde los jefes menores planteaban sus disputas. Su fascinación con la presentación de los casos y el examen cruzado de los testigos sembraron la semilla de la ambición de ser abogado, ambición que NELSON MANDELA

Nelson mandela

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Biografía de Nelson Mandela. Líder sudafricano.

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Page 1: Nelson  mandela

El nombre que el padre de Nelson Mandela le dio al nacer

Rolihlahla, significa “incitar a la batalla”, algo que el hizo a través

de su larga y finalmente exitosa lucha para eliminar el apartheid,

el rígido sistema de separación racial y sometimiento imperante

en Sudáfrica. La elección de Mandela en su país como primer

presidente negro en abril de 1994, tan sólo cuatro años después

de salir tras 28 años de prisión por conspirar para derrocar al

gobierno de mayoría blanca, fue la realización de un sueño

forjado desde su juventud. Un sueño que se inició cuando

Mandela se sentaba tranquilamente a escuchar a los líderes de su

tribu, recordando la época la época más de un siglo atrás en que

se autogobernaban, antes de la llegada de la gente blanca, una era de paz, libertad e igualdad.

“La tierra… le pertenecía a toda la tribu y no existía ninguna forma de propiedad individual” dijo

Mandela al tribunal que lo sentenció a prisión en 1962. “No había clases, no había ricos o pobres y

no existía la explotación del hombre por el hombre. El consejo era tan democrático que todos los

miembros de la tribu podían participar en sus deliberaciones. Jefe y subalterno, guerrero y

hombre de medicina, todos participaban”. Mandela reconoció que la primitiva forma de vida de sus

antepasados no sería viable en el mundo moderno. Sin embargo, la visión de una sociedad “en donde

nadie fuera sometido a la esclavitud o a la servidumbre, y en donde ya no existiera pobreza,

privación e inseguridad” le sirvió como fuente de inspiración toda la vida.

Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, un pueblo pequeño y aislado en una reserva nativa o

tierra natal, llamada el Transkek. El tenia sangre real, uno de sus ancestros había dirigido la tribu

Thimbu y parecía que de éste había heredado su “orgullo rebelde” y el “inquebrantable sentido de

la equidad”; poco después de su nacimiento, su padre, el jefe de Mvezo y consejero de los reyes

tribales fue depuesto por rehusarse a asistir a reuniones de presentación ante el magistrado

británico local. Por mantenerse en sus prerrogativas tradicionales y desafiando la autoridad del

magistrado, el padre de Mandela pagó con sus tierras y su fortuna.

La madre de Mandela la tercera de las cuatro esposas de su padre, se trasladó a la aldea cercana

de Qunu. Allí, Mandela y sus tres hermanas crecieron en un área de cobertizos de lodo. La familia

producía su propio alimento, leche de vacas y cabras, una variedad de maíz (mealy) que su madre

molía entre dos piedras para hacer pan o que hervía a fuego vivo. A la edad de cinco años, Mandela,

se había convertido en pastor, conduciendo las ovejas y el ganado a través de las fértiles tierras.

Llevaba una vida simple, dirigida en su mayor parte por las reglas acatadas durante mucho tiempo

por su tribu. Sin embargo, su madre, que se había convertido al cristianismo, lo había bautizado en

la iglesia metodista, y a los siete años se convirtió en el primer miembro de su familia en ir a la

escuela. Fue su primer profesor quien le dio el nombre de Nelson en inglés.

Cuando el chico tenía nueve años, su padre murió, y la vida le cambió por completo. Su madre lo

envió a vivir en los cuarteles de mando de la Tribu en Mqhekezweni. El regente encargado, quien

debía su posición al padre de Mandela, ofreció convertirse en su guardián y educarlo como a su

propio hijo.

Cuando Nelson llegó a la adolescencia, asistía a las reuniones tribales en donde cualquier miembro

podía hablar y el regente escuchaba tranquilamente antes de llegar a un consenso. Este estilo de

liderazgo impresionó profundamente a Mandela e influyó en su propio comportamiento como líder,

años después, También veía cómo su protector presidía las reuniones del consejo en donde los

jefes menores planteaban sus disputas. Su fascinación con la presentación de los casos y el

examen cruzado de los testigos sembraron la semilla de la ambición de ser abogado, ambición que

NELSON MANDELA

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eventualmente alcanzó. Durante las visitas de los jefes y hombres de mando, escuchaba las

historias acerca de los primeros guerreros africanos que habían combatido contra la dominación de

Occidente. Estas narraciones despertaban su interés por la historia de su pueblo y constituyeron

la base de su activismo político.

A la edad de 16 años, Mandela fue sometido a la circuncisión, el rito tradicional mediante el cual a

un niño se le reconocía como hombre y participante en los consejos de la tribu. En la ceremonia de

clausura, el presentador principal, el jefe Meligqili, marcó una nota discordante. La promesa de la

hombría, dijo, estaba en el vacío, en una tierra en donde los africanos eran un pueblo conquistado.

“Entre estos jóvenes” dijo, “están los jefes que nunca gobernarán porque no tenmos poder para

gobernarnos a nosotros mismos, los soldados que nunca pelearán porque no tenemos armas para

combatir, los sabios que nunca enseñaran porque no tenemos un lugar para que estudien. Las

capacidades, la inteligencia y la promesa de estos jóvenes se perderán en su intento por ganar a

duras penas su vida haciendo las labores más simples, menos inteligentes, para el hombre blanco.

Estos regalos (nosotros se los damos) hoy son nada, porque nosotros no podemos darles el más

grande regalo de todos: la libertad y la independencia”. Aunque Mandela no lo apreció en ese

momento, ese discurso comenzó su despertar político.

Las influencias formativas de los años de adolescente de Mandela ayudaron a configurar su

pensamiento moral y político y el trabajo de su vida. Las lecciones que había aprendido sobre

liderazgo y su pasado de gloria lo ubicaron en una posición firme cuando dirigió la resistencia

contra un régimen cada vez más represivo, primero en las calles y después desde su isla prisión.

Estas lecciones siguieron con él cuando eventualmente se encaminó a negociar una nueva

constitución sin limitaciones raciales y a organizar elecciones libres, avances por los que obtuvo el

Premio Nobel de Paz en 1993.

Después de lee esta lectura, usted estará en condiciones de responder las siguientes preguntas:

1. ¿Qué es el liderazgo?

2. ¿Qué características tiene el líder?

3. ¿Qué diferencias existen entre el jefe y el líder?

4. ¿Qué personajes de la historia son considerados líderes? ¿Por qué?

“Los líderes alcanzan su poder por

diferentes medios: algunos lo obtienen

porque son visionarios, otros por su

creatividad, y otros por su integridad.

Pero todos tienen un elemento en

común que les otorga la denominación

de líderes: pasión por lo que hacen”

Eleanor Roosevelt

“Los hombres nacen suaves y flexibles.

En la muerte son rígidos y duros. Las

plantas nacen tiernas y dóciles. En la

muerte son secas y quebradizas.

Entonces cualquiera que sea rígido e

inflexible, es un discípulo de la muerte.

Cualquiera que sea suave, abierto y

flexible, es un discípulo de la vida” Lao Tzu