Una Mujer Fue La Trampa Para Matarle

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UNA MUJER FUE LA TRAMPA PARA MATARLE Y OTRA NO TUVO OPORTUNIDAD DE SALVARLE.

As mataron al Comandante Bravo.Pablo Emilio Salazar Piz fue un militar y combatiente de cuerpo entero. Gan todas las batallas, nunca fue derrotado. Por ello los sandinistas conmemoran un escape, una huda (El repliegue), porque no pueden conmemorar ninguna victoria. Sus enemigos utilizaron a una mujer como trampa para asesinarle en Honduras. Otra mujer, militar y combatiente fue asignada para dirigir la seguridad del Comandante Bravo, pero ste se escap para concurrir a la cita romntica que result ser una cita con sus asesinos. Con el asesinato de Salazar el rgimen sandinista no logr evitar la constitucin de La Contra, un ejrcito guerrillero de campesinos al que tampoco pudieron derrotar. Continuacin: Miriam Barberena aterriz en Tegucigalpa el 8 de Octubre de 1979, viajaba con un pasaporte con su foto y un nombre diferente, todo facilitado por la Direccin Nacional de Seguridad del Estado sandinista, incluyendo el boleto, ropa adecuada y dinero en efectivo. Le acompaaban dos mujeres jvenes, bien parecidas, por lo menos una de ellas no era nicaragense, y ambas eran agentes sandinistas de la Seguridad del Estado. Iban juntas, pero no revueltas. En el Aeropuerto Tocontn de Tegucigalpa Miriam Barberena y las dos mujeres que la custodiaban abordaron un taxi y sin decir palabra, se dirigieron al Hotel Honduras Maya, la ruta sin embargo, no fue directa, sino que comenzaron a vagar aparentemente sin rumbo, mientras el chofer daba instrucciones finales a Barberena y a las otras dos mujeres. El taxi era manejado por un serio chofer de nombre Lenn Cerna, acompaado del terrorista argentino Enrique Haroldo Gorriarn Merlo, alias El Pelado. En el camino instruy a la viajera (Barberena), que ya le tenan hecha su reservacin en el Hotel, que al llegar inmediatamente subiera a la habitacin y rpidamente bajara al lobby, y permaneciera

Cdaver destrozado y carbonizado del Comandante Bravo, cuando fue llevado a la morgue de Tegucigalpa..

Esta foto exclusiva del Archivo Histrico de La Estrella de Nicaragua, muestra al comunista mexicano Jos Pepe Puente, posando con Miriam Barberena, mientras se toman unos tragos en una fiesta privada en Managua, en 1979, cuando ya todo el plan conspirativo para matar a Bravo estaba en marcha. Puente haba descubierto la relacin entre Miriam y Pablo Emilio, durante el noviazgo revolucionario que mantuvo el mexicano con la Barberena. Los Sandinistas utilizaron a Miriam (secuestrndole a sus hijos), para atrapar a Bravo y asesinarlo en Honduras.

La Sargento G.N. Linda Morales Castillo, en su uniforme de la Escuela de Entrenamiento Bsico de Infantera (EEBI) a la cual perteneci.

sentada en ese sitio todo el tiempo que fuera necesario, para que Bravo la viera fcilmente en cuanto entrara al Hotel. Cerna tena ya tres agentes en Honduras Maya, controlando la situacin. Otro especial viajero tambin ocupaba una habitacin del hotel; sin dejarse ver por Miriam. Ese otro protagonista era Jos Pepe Puente, que de alguna forma participara en el operativo, tal vez slo como placentero observador; pero esto no lo saba la dama que llegaba. Das antes, el mismo Cerna se encarg de alquilar una pequea casa perifrica del Reparto Miradores de Loarques del populoso Barrio La Campaa, situado en unas alturas en los suburbios de Tegucigalpa, cerca de la salida a la ciudad Valle de Angeles. Otros dos agentes que-daron al cuido de la casa alquilada. Todo lo dems dependa de Miriam Barberena y de la presin ejercida sobre ella. Sus dos pequeos hijos haban quedado en Managua retenidos bajo la custodia de la Seguridad del Estado, como garanta de la eficiencia de la madre. Si el plan fallaba por culpa de ella, el To Toms, le pasara la factura con el precio ms alto imaginable: no volver a ver a sus hijos. Se le dijo que seran enviados a un pas de Europa del Este con rdenes de no regresar. A menos que ella fuese altamente eficiente y ... el operativo terrorista lograra el criminal objetivo. La vctima pone la soga en su propio cuello 10 de Octubre de 1979. El Comandante Bravo, Pablo Emilio Salazar, aterriz en la misma pista del Aeropuerto Tocontn por donde dos das antes haba llegado Miriam Barberena. Vena abordo de un pequeo avin bimotor Piper Azteca, cedido por su propietario, el nicaragense Donald Spencer, ex Presidente del Infonac en el gobierno del Gral. Somoza. El aparato era piloteado por un aguilucho civil, nativo de Puerto Cabezas, de nombre Jorge Jarqun. Adems de Bravo y el piloto, vena a bordo, como parte de la misin, Julio Csar El Chele Montealegre, muy activo, antisandinista que posteriormente estuvo incorporado en La Contra. Bravo, portaba un maletn con cerca de doscientos mil dlares en efectivo, dinero destinado a pagar ayuda humanitaria para los militares refugiados en Honduras y El Salvador. Al menos eso se deca oficialmente. El Piper Azteca aterriz alrrededor del medio da. En la pista fue recibido por el Mayor Hugo Briceo y el Tnte. Oscar Porras; pero las tres encargadas de la custodia y seguridad de Bravo, no estaban en el grupo de recepcin. Haban olvidado a-visarles o no lo consideraron necesario. (Otra versin afirma que el mismo Bravo pidi no avisarle a nadie, hasta que l lo autorizara). A la una de la tarde Pablo Emilio Salazar fue hospedado en el tercer piso del Hotel Itsmania y en la habitacin contigua se instalaron Julio Csar El Che-le Montealegre y el piloto Jorge Jarqun. Estos dos ltimos salieron a la calle unos minutos despus. (Jarqun muri accidentado en Guatemala aos despus, en el mismo bimotor Piper Azteca). Bravo se separ del grupo y les dijo que l se quedara en su habitacin. Pablo Emilio desde su cuarto llam al Hotel Honduras Maya y pregunt por el nombre falso que utilizaba Miriam Barberena. Ella no se estaba en su habitacin. --Llmenla por los parlantes -insisti Pablo Emilio- es una emergencia.

Cuando ella escuch su seudnimo solicitndola porque tena una llamada telefnica, sinti un nudo en la boca del estmago, pero se levant como impulsada por una fuerza invisible. --Ya llegu, estoy en Tegucigalpa, pero me cambiaron de hotel. Venite al Hotel Itsmania. Tercer piso. No te dejs ver por nadie, no quiero que corrs peligro. Esta ciudad esta llena de sandinistas y si te ven es peligroso para vos. Venite ya, que quiero verte... La Sargento Linda Morales Castillo, de pura casualidad, fue a visitar las oficinas del Coronel hondureo Lpez Grijalva, Jefe del DNI (director de la inteligencia), frente al Hotel Itsmania. Eran las 2:30 de la tarde del 10 de Octubre de 1979. Esper por varios minutos a que el Coronel la recibiera. Quera preguntarle si le poda dar algunas facilidades, como un walkie-talkie, para mantenerse en comunicacin con l mientras se desarrollaba la misin de custodiar a Bravo. Cuando Linda fue recibida por LpezGrijalva, l le pregunt cmo estaba el Comandante Bravo. Ella le respondi: --Todava no ha llegado. -- Cmo? Si yo tengo un informe del aeropuerto que lleg a las 12:00 Cmo es que vos no sabs nada? --No me han informado nada, Coronel. Linda Morales sali del cuartel del DNI contrariada y colrica. No solo porque haba hecho el ridculo ante el Jefe del DNI, sino porque sus jefes no hacan las cosas en serio o -peor an-, no la tomaban a ella en serio. Y cruz la calle dispuesta a remediar las fallas de sus superiores. --Machistas! -atin a mascullar con visible enojo- Son unos estpidos machistas!. Eran las 3:00 p.m. cuando entr al Hotel Itsmania con una decisin casi violenta, y pidi una comunicacin con la habitacin de Bravo. La telefonista marc y esper. -- No responde - dijo la telefonista. --Siga llamando - pidi con firmeza la Sargento Mora-les. Despus de un momento la telefonista repiti: --No responde. Linda Morales pens que tal vez estaba en el bao o acaso estara en la habitacin contigua, reservada para el Chele Montealegre y el Piloto Jorge Jarqun. Le pidi a la telefonista que llamara a la otra habitacin. --Nadie responde - dijo la operadora por tercera vez. --No han hecho ni recibido llamadas?. --pregunt la Sargento. --Como no. Hizo una llamada y recibi dos llamadas. --Quin lo llam?. --Primero llam l y despus lo llam un hombre, la tercera llamada la recibi de una

voz de mujer. --A qu horas fueron esas llamadas?. --Todas fueron entre la una y las dos de la tarde. --Los vi salir?. --Salieron dos juntos; pero el otro tiene que estar en la habitacin, ninguno dej la llave en el casillero. Linda supuso que a lo mejor la recepcionista poda equivocarse y haban salido los tres jun-tos sin ella advertirlo. Se calm, pensando que habran salido juntos y estaran en alguna reunin o almorzando. Mientras tanto ella llam a las otras dos compaeras del equipo de seguridad. Anabel Guerrero y So-corro Arce, para que se reunieran con en ella en el Itsmania y comenzaran la misin, en cuanto volviera Bravo, ya que no tena ni la ms mnima idea dnde podan estar. Qu les costaba haberle avisado y haberla llevado al aeropuerto a hacer su trabajo? --Pens la Sargento, mientras llegaban sus compaeras. Llegaron las dos Cabos GN-EEBI y las tres esperaron el regreso del Comandante para iniciar su custodia de seguridad. Cuando ya eran cerca de las 4:00 de la tarde, llegaron los Tenientes GN Oscar Porras y Rolando Corrales buscando a Bravo. Ellas explicaron que es-taba ausente, cuando llegaron Julio Csar El Chele Montealegre acompaado del piloto Jarqun. Entonces comenz la preocupacin y alarma general. Pidieron al administrador que abriera la habitacin de Bravo y todo el grupo se dedic a revisar-la. No haba seales de violencia, todo estaba muy bien ordenado. Linda Morales y sus compaeras encontraron el maletn con tres sobres grandes de manila (papel kraft) llenos de billetes de $100 dlares, el grupo entero, por consenso, acord entregar el maletn con el dinero al Chele Montealegre. --Efectivamente se lo entre-gamos, para que cumpliera la misin que el Comandante Bravo traa, y que consista en pagar el flete de dos furgones conteniendo ayuda para los Guardias Nacionales refugia-dos en Honduras. --afirm la Sargento Linda Morales. Al comenzar la incertidumbre, la Sargento Morales regres donde el Coronel Juan Lpez Grijalva y le informo que todo lo que estaba ocurriendo, especialmente le pidi ayuda para localizar el paradero de Pablo Emilio Salazar. El grupo de las tres mujeres comenz a indagar haciendo preguntas a todos los empleados del hotel. Nadie saba nada, nadie haba vista nada hasta que... --Hasta que interrogamos a los empleados de la cocina. Ellos nos informaron que un hombre bastante delgado, moreno, cuarentn, de regular estatura, haba salido acompaado por una mujer muy hermosa, vestida muy elegante y con un sombrero, haban salido utilizando la puerta trasera de la cocina y en el parqueo les esperaba un carro blanco, al que subieron apresuradamente y que se haban ido rpidamente. Eso era todo lo que se saba. --Tales descripciones correspondan al Comandante Bravo y la mujer tena que ser alguien de la ms absoluta confianza e intimidad. No poda ser otra que Miriam

Barberena, como despus se confirm. --Explic Linda Morales. El Domingo 14 de Octubre de 1979, los vecinos del Reparto Miradores de Loarques, en el Barrio La Campaa de Tegucigalpa, llamaron a la polica quejndose de un fuerte olor que emanaba una casa cerrada. El operativo haba concluido con una orga de terror, tortura y muerte. La vctima haba colaborado hasta los lmites de la ingenuidad. La fmina lo llevo mansamente hacia el sacrificio con una eficiencia de carnicero. El dictamen forense todava seala desde los empolvados archivos judiciales de Tegucigalpa, que el Comandante Bravo haba sido asesinado el mismo da de su llegada. En el momento en que subi al carro blanco fue inmovilizado presumiblemente con cloroformo u otro anestsico y llevado directamente a la casa de Miradores de Loarques alquilada por Lenn Cerna. El chofer habra sido el mismo Cerna y la propia Miriam aplic la torunda de anestesia mientras el otro lo encaonaba. Dos carros ms estuvieron involucrados en el secuestro. Fue un operativo en el que participaron no menos de ocho entrenados terroristas, la mitad de ellos comunistas internacionales. Antes de ser asesinado, Pablo Emilio Salazar fue brutalmente torturado. Le cortaron la piel de la cara en tajos paralelos -en tiras- y las fueron arrancando una por una hasta pelar todo el rostro. Le mutilaron sus genita-les an en vida y se los introdujeron forzadamente en la garganta. Al final le dieron seis tiros en la cabeza y parte del cuerpo. Lenn Cerna, Jos Pepe Puente, Miriam Barberena y el equipo de asesinos internacionalistas y criollos del FSLN, desaparecieron de Honduras la misma noche del crimen, dejando los despojos del cadver abandonado en la casa del Barrio La Campaa. Durante quince aos despus del crimen se desconoci el paradero de Miriam Barberena y sus hijos, algunas fuentes sealaron que se fue de Nicaragua. Existen versiones de que fue llevada a Cuba contra su voluntad, otros dicen que le hicieron una ciruga plstica y le cambiaron la identidad, otro dijo que le pareci ver una mujer idntica en Colombia, y algunas otras versiones. Se dijo incluso que haba sido enviada al purgatorio... Porque en este mundo nadie la haba visto, porque ella saba demasiado; pero en los ltimos aos varias personas han afirmado que desde los aos noventa ha sido vista varias veces en Nicaragua, no ya con la belleza y sensualidad de antao, sino taciturna y demacrada... En todo caso Miriam Barberena sabe --o saba-- demasiado, algo que los criminales no pueden perdonar...